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Pax Christi, noviembre 2006 un nuevo comienzo un final abierto La reinserción de los combatientes desmovilizados individualmente en Colombia

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Pax Christi, noviembre 2006

un nuevo comienzo

un final abiertoLa reinserción de los combatientes desmovilizados individualmente en Colombia

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un final abiertoLa reinserción de los combatientes desmovilizados individualmente en Colombia

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Contenido

Introducción 7

Objetivo y metodología de la investigación 8

EntrevistasConfianzaSeguridad

Desmovilización y reintegración en Colombia 13

Procesos de demovilización en Colombia (1990-2006)El proceso de desmovilización colectiva 2002-2006El proceso de desmovilización individual 2002-2006Marco juridico del proceso de desmovilización individualLa primera fase del programa para la desmovilización individualLa segunda fase del programa de desmovilización individualEl cierre de los alberguesMenores de edadParticipación holandesa en el proceso de desmovilización individualLa reincidencia

Luna de miel 23

La fuga“Rasking ball”Seguridad

Cicatrices en el cuerpo y en el alma 29

Características de comportamientoProblemas y afecciones de carácter síquico Problemas y afecciones de carácter físicoAtención médicaLa atención médica después de diciembre de 2005

Integración en la sociedad civil 37

Campesinos en BogotáLa vida urbanaLa vida familiar: Expectativas demasido altasNuevos vecinos ¿Demócratas hasta la médula?

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¿Educación a la medida? 43

Posición de partida Curso de integración socialLos ex combatientes en los bancos escolaresLa escogencia de sus estudios Trayectos educativos seguidos dentro del programa gubernamental Cursos de capacitación¿Educación a la medida?¿Bien preparado para el futuro?

El mundo se les cae encima 49

La vida después de la luna de mielLa ciudad o el campoEl proyecto productivoPreocupación por el futuro

“¿A quién debo pedirle perdón?” -Sobre la culpa, la penitencia y la reconciliación 55

Sentimientos de culpaReconciliación y reparaciónMedellínComisión Nacional de Reparación y Reconciliación

Resumen 58

Apatía y aburrimientoReintegraciónSituación sicosocialEducación y trabajoEl mundo les cae encimaReconciliación

Recommendaciones 62

Glosario 65

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Pax Christi tuvo contacto con Roberto Dina, quedesertó del grupo armado con el que habíaluchado desde que tenía 14 años. Su relato

resultó ser representativo para los ex combatientesque dejaron individualmente los grupos paramilitareso la guerrilla, es decir, por iniciativa propia.

De manera lenta pero segura, en diciembre de 2004se hicieron visibles las dimensiones que tomaría esteproceso de desmovilización individual. Más de10.000 ex combatientes ingresaron desde el año2002 en el programa gubernamental para ladesmovilización y la reinserción.Durante este periodo hubo poca información sobre eltranscurso del proceso. El gobierno sólo suministródatos generales. La atención de los medios decomunicación se centró principalmente en el procesode desmovilización colectiva de las AUC. Lasorganizaciones sociales y la comunidad internacionaltambién mostraron muy poco interés en el proceso dedesmovilización individual. Esta falta de interés en elproceso de reinserción individual nos sorprendiómucho. Después de todo, la experiencia enseña queel fracaso del proceso puede tener consecuenciasfatales para la sociedad colombiana.

Durante el mismo periodo una organización asociadase dirigió a Pax Christi, porque quería iniciar unproyecto local para la reinserción individual y lareconciliación, y tenía muchas preguntas. Sinembargo, tampoco nosotros pudimos responder esaspreguntas. Pax Christi decidió entonces investigar porsí misma los diferentes aspectos del proceso dedesmovilización individual, utilizando un equipo deinvestigación propio. Este grupo, compuesto por cuatrocolombianos, estudió durante un año la vida de losdesmovilizados durante el proceso de desmovilizacióny después de éste, y habló con las instanciasinvolucradas. Se buscaron los factores que resultaron

ser cruciales para el éxito o el fracaso de la reinserciónsocial de los ex combatientes. También se investigaronlas ideas de los ex combatientes en lo referente a lostemas de la reconcialiación y la reparación.

Después de terminar el programa gubernamental,Roberto fundó una familia, construyó una vivienda enel campo y encontró trabajo. A primera vista, Robertoparecía ser el ejemplo ideal de una reinserción exitosa.Pero, después de un tiempo resultó claro que susuerte había sido algo incierto. Roberto tuvo lasensación de que su permanencia en un hogar tutor yel acompañamiento que recibió de una pareja amiga,tuvieron una importancia crucial en todo esto. Muchosde sus compañeros de suerte en el programagubernamental no tuvieron una red social que losacogiera y terminaron en la criminalidad o en la pobreza.

Con el gran número de ex combatientes que reingresanen la sociedad civil, Colombia está ante un enormedesafío. Pax Christi espera que los resultados de estainvestigación contribuyan con un aporte valioso alfortalecimiento de este proceso, tanto a nivel nacionalcomo local. Además, esperamos que este informelleve a una participación más activa en el proceso, porparte de las distintas instancias en el campo socialcolombiano y en la comunidad internacional. Losresultados de la investigación y las recomendacionesofrecen puntos de referencia en múltiples terrenospara fortalecer este importante proceso.

Esta investigación no hubiera sido posible sin lacooperación del Ministerio del Interior y Justicia deColombia, el Ministerio de Defensa de Colombia, elInstituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), laOrganización para la Migración Internacional (OMI),diversas entidades no gubernamentales, los directoresde los albergues, el CRO, los hogares tutores, elmunicipio de Medellín, los representanteseclesiásticos y la Embajada de los Países Bajos enBogotá. El equipo de investigación y Pax Christi quierenagradecer cordialmente a todos ellos su participación.

Además, queremos agradecer especialmente anuestros amigos colombianos por contribuir con suscomentarios sobre el texto del informe. Valoramosenormemente el haber podido hacer uso una vez másde sus conocimientos y su experiencia.

Introducción

“Desde el momento en que ingresas al grupo

armado, pierdes tu libertad y sólo ejecutas órdenes. Si

te han aceptado, ya no puedes irte, a menos que

pierdas un brazo o una pierna y ya no seas útil. En

algún momento piensas: ¿En qué me he metido?”

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Se hizo énfasis en no concebir este interrogantecomo una evaluación del funcionamiento delprograma gubernamental destinado a los ex

combatientes, el denominado Programa para laReinserción a la Vida Civil de Personas y Grupos Alzadosen Armas. En nuestra opinión, una aproximaciónsemejante habría sido demasiado limitada, ya que unproceso de reinserción es determinado en gran parte porel grado de participación de los otros ciudadanos, lasorganizaciones sociales, las iglesias y la comunidadinternacional.

El complejo y amplio proceso de reinserción de loscombatientes desmovilizados individualmente fuedividido en ocho campos de investigación, a saber:• El transcurso general del proceso de desmovilización

individual en Colombia, los aspectos relativos a sucontenido y sus aspectos jurídicos.

• El contenido y el funcionamiento del programagubernamental para los combatientes desmovilizadosindividualmente.

• La participación de los ex combatientes en susgrupos armados ilegales y la repercusión de susexperiencias bélicas en su vida posterior.

• La situación sicosocial y el estado de salud física delos combatientes desmovilizados individualmentedurante el programa gubernamental y después deéste.

• El desarrollo educativo de los combatientesdesmovilizados individualmente durante el programagubernamental y la relación entre esta capacitación ysu posterior vida laboral.

• La manera como el combatiente desmovilizadoindividualmente asume su nueva vida. En esto seprestó atención especial a la relación con sus padres,hermanos, hijos y su esposa, a su relación con losotros ciudadanos, al uso de su tiempo libre y a lasactividades sociales y políticas en que participa.

• El diálogo y la reconciliación entre los excombatientes que participan en el proceso dedesmovilización colectiva y las víctimas.

• Las experiencias de los combatientesdesmovilizados individualmente después determinar el programa gubernamental.

La investigación fue ejecutada por un equipo deinvestigación compuesto por tres investigadores y uncoordinador de la investigación. Todos tienen gradosacadémicos en sociología y politicología. Lainvestigación tuvo lugar de febrero a diciembre de2005. La mayor parte de la investigación tuvo lugarcon un grupo fijo de noventa combatientesdesmovilizados individualmente. Los resultados dela investigación fueron sistematizados y procesadosen el periodo posterior.

Una condición para la investigación debía ser el hechode que los entrevistados participaran voluntariamenteen ella. Su motivación debía consistir en la voluntadpara colaborar en el perfeccionamiento del procesode reinserción. Además, los entrevistados debían serbeneficiarios por lo menos seis meses del programagubernamental de desmovilización individual o haberloterminado ya. En la selección de los noventaentrevistados se intentó obviamente componer en loposible un grupo que fuera representativo de losparticipantes en el programa gubernamental en el año2005.

Objetivo y metodología de la investigación

los entrevistados tuvieron las siguientes

características:

Sexo:

Hombre 67 personas

Mujer 23 personas

Grupo:

AUC 18 personas

FARC 53 personas

ELN 12 personas

Diversos 7 personas

El principal interrogante en esta investigación fue el

siguiente: ¿En qué medida el actual proceso de

desmovilización individual produce la reinserción

plena de los ex combatientes en la sociedad

colombiana?

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Para componer el grupo de noventa entrevistados ypara el mantenimiento de contactos, debía pedirseautorización a los funcionarios responsables en elMinisterio de Defensa, el Ministerio del Interior yJusticia y el ICBF. También se entabló contactopersonal con los encargados de los albergues dondepermanecían los combatientes desmovilizadosindividualmente. Desafortunadamente, no todos losencargados de los albergues quisieron participar enla investigación. Un segundo factor que complicó lainvestigación, lo constituyó el hecho de que estáprohibido legalmente entrevistar a los menores deedad que participan en el programa gubernamental.Esto fue solucionado por los investigadoresincorporando en la investigación a personas quehabían ingresado como menores de edad en elprograma gubernamental, pero que ya tenían 18años de edad o más en el año 2005.

EntrevistasDespués de que tuvo lugar la primera entrevista seelaboró una ficha sobre cada entrevistado. Esta fichacontenía sus datos básicos, como la edad, el estadocivil, el nivel de educación y el nombre del grupoarmado a que perteneció el entrevistado. El equipode investigación tuvo en promedio cinco entrevistascon cada entrevistado, con un mínimo de tresentrevistas. En algunos casos hubo siete entrevistas.Estas entrevistas tuvieron una duración de doshoras, en promedio. Durante la primera entrevista,los investigadores enfocaron principalmente suspreguntas en los diversos aspectos del programagubernamental. Estas preguntas fueron hechas enbase a cuestionarios y fueron entonces más o menoslas mismas para cada entrevistado. Las entrevistasposteriores tuvieron un carácter más personal. Lasentrevistas fueron realizadas en sitios informales,como parques, cafeterías y entidades culturales.

Fuera de este grupo fijo de entrevistados, semantuvieron contactos con otros participantes en elprograma gubernamental, unos treinta en total.Además, el equipo de investigación realizó dieciseisentrevistas con personas que estaban relacionadasdirecta o indirectamente con el programagubernamental, como funcionarios, especialistas,sicólogos, trabajadores sociales, directores dealbergues, médicos, profesores y tutores. Pax Christituvo entrevistas con funcionarios de los CROs, de laOIM y de la Embajada de los Países Bajos en Bogotá.Además, se complementaron los datos de lainvestigación con los resultados de la visita que PaxChristi organizó sobre este tema con una delegacióndel Parlamento de los Países Bajos.1

ConfianzaLas entrevistas sólo podían adquirir la profundidaddeseada sobre la base de un lazo de confianzamutua, existente entre los investigadores y losentrevistados. Desde el comienzo resultó claro queno sería sencillo ganarse la confianza de losentrevistados. En primer lugar, se les explicódetalladamente a los entrevistados quiénes eran losinvestigadores, qué clase de organización es PaxChristi y cómo sería procesada la información. Se lepreguntó a cada entrevistado si quería participar porlo menos diez meses en la investigación. Losentrevistados podían contar durante este periodo conla garantía de tener una persona fija que sirvieracomo contacto.

El equipo de investigación invirtió mucho tiempo en elacompañamiento de los entrevistados con problemassociales, médicos y económicos. También ofreció

edad al ingreso

edad

en 2005:

Menor de edad 1 persona

18 - 26 años de edad 68 personas

Mayor de 27 años 21 personas

Grupo étnico:

Indígena 15 personas

Afrocolombiano 7 personas

Otros 6 personas

en el programa:

Menor de edad 45 personas

Mayor de edad 45 personas

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apoyo para el establecimiento y el mantenimiento decontactos familiares. Además, se intentó construir unlazo personal con los entrevistados, organizandoactividades secundarias como actividadesdeportivas, asistencia a eventos culturales sencillosy visitas a cafeterías. El contacto diario permitióconocer la vida cotidiana y el comportamiento de losentrevistados, y comprobar estos con susdeclaraciones. En parte por este enfoque, losinvestigadores pudieron construir un lazo personalcon los entrevistados, y el grupo de entrevistadospermaneció relativamente estable durante todo elaño. Se perdió el contacto con quince personasdurante el transcurso del año.

Sin embargo, una de las consecuencias del contactointensivo la constituyó el hecho de que losinvestigadores resultaron en algunos casos muyafectados con los problemas personales de losentrevistados. Sacrificaron una parte de su tiempolibre en el acompañamiento individual y fueronarrastrados un par de veces por los problemas de losentrevistados. A finales de 2005, después determinar la investigación, Pax Christi puso adisposición un pequeño fondo para la financiación degastos médicos y de transporte en beneficio delcontacto de los entrevistados con sus familiares.

Seguridad El equipo de investigación tomó muchísimasmedidas para garantizar la seguridad de losentrevistados. Obviamente, los nombres de todoslos entrevistados fueron fingidos. En algunos casosno se consignó en los datos escritos de lainvestigación información que tuviera un carácterextremadamente confidencial o fuera incriminatoria.Los datos de la investigación son guardados en losPaíses Bajos. El equipo de investigación tambiéntuvo que tomar en cuenta su propia seguridadpersonal. Las actividades de investigación siemprefueron realizadas por dos investigadores juntos, quesolamente mantenían contactos con losentrevistados por medio de un celular. No sepresentaron problemas de seguridad.

1 La delegación se llevó a cabo en agosto 2006, y participaron losparlementarios holandeses: Dittrich, Van der Staaij y Van Egerschot ydos personas de Pax Christi Holanda.

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Jacqueline vive al lado de la ruta que conduce al aeropuerto de Bogotá. Hay casas bajas, ventanasenrejadas y barro en la calle. Jacqueline es joven y está vestida con una camiseta verde, un pantalón deblue jean y zapatos verdes en punta y a la moda. Es simpática, tiene el cabello negro, largo yensortijado, y una mirada alegre. Sin embargo, hasta hace sólo cuatro años aún era combatiente de lasFARC en la zona montañosa del norte de Colombia, en la frontera con Venezuela.

Jacqueline

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En la región de donde vengo, tienesque tener un arma. En nuestra finca

cultivábamos marihuana y amapola, lamateria prima de la heroína. Teníamosentonces mucho que defender.Además, en la finca de mi papá habíaun depósito de armas y un campo deentrenamiento de las FARC. Misimpatía por este movimientoguerrillero me fue inculcada entoncesdesde que era pequeña. Ingresé a laguerrilla cuando tenía unos 15 años deedad. En corto tiempo comenzaron aencargarme tareas importantes,empecé a manejar grandes sumas dedinero y aprendí mucho sobre las FARC.Luchábamos contra todos los grupos,entre ellos el ELN. Esos son terroristasque explotan oleoductos y saboteaninstalaciones eléctricas e hidráulicaspara desestabilizar la economía.’

‘Si la política de las FARC no hubieracambiado, yo todavía sería miembro.Las FARC se hicieron cada vez más

activas en el tráfico de drogas ycomenzaron a secuestrar gente. Ambascosas para obtener ingresos. Esas eranactividades contra nuestro pueblo. Alfinal la lucha era solamente por elcontrol de una zona. El que controla unaregión tiene el poder sobre el tráficode drogas. Y de eso se trata. Pero, sólome fui de la guerrilla después de tenermuchos líos con mi comandante.Porque lo critiqué abiertamente, mehizo hacer las cosas más terribles.Incluso cuando estaba muy enferma.’

‘Durante mi fuga me encontré con elejército. Me apuntaron con fusiles desdetodos los lados. Sabía, sin embargo,que debía ser fuerte. Simón Trinidad,mi comandante de la primera hora, mehabía explicado muchas veces cómoactuar en esta clase de situaciones: Nodebes mirarlos a los ojos, tienes quecreer en ti y permanecer tranquila. Meinventé una historia y los soldados mecreyeron. Bajaron los fusiles y pude

incluso partir. Ese mismo día me fuipara Bogotá.’ ‘Seguí en la capital el programagubernamental de dos años para losdesmovilizados. Nunca habíaescuchado hablar de él cuando estabaen las FARC. Tuve suerte, porque misdos hijas, de 8 años y año y medio deedad, están conmigo. Mi segunda hijaes, además, de un ex combatiente delELN en el norte del país, ¡uno denuestros peores enemigos!. La vidadespués de la guerrilla es muy difícil.Cuando estaba en las FARC, recibíaórdenes y me ponía a trabajar. Ahoranadie me da encargos; tengo quetomar yo misma mis propias decisiones.’

‘Mis padres me enseñaron a trabajarduro desde niña. Y lo que yo digo, lohago. Dentro de poco voy a abrir unalbergue para ex niños-soldados. Aquí,donde estamos sentados, vivirántreinta jóvenes a partir de junio de2006, con el apoyo del Estado.’

un albergue propio

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Durante los últimos diez años ha habido miles demuertos y desaparecidos, además de dos millones dedesplazados.2 El tráfico de drogas, la extorsión, lasamenazas y el reclutamiento forzado practicado porlos grupos armados ilegales, también han dejadohuellas profundas.

El gobierno de Álvaro Uribe Vélez comenzó en agostode 2002. La política de gobierno, conocida bajo elnombre de ‘Política de Seguridad Democrática’, estáenfocada principalmente en la lucha contra losgrupos armados ilegales y los narcotraficantes, asícomo en la recuperación del territorio colombianopor parte del Estado. La desmovilización se convirtióen una de las puntas de lanza de esta ‘Política deSeguridad Democrática’. Por un lado, se trata de unadesmovilización individual, en la que miembrosdesertan de su grupo ilegal para entregarsevoluntariamente a las autoridades. Por otro lado, setrata de una desmovilización colectiva en la que losjefes del grupo toman la desición de negociar con elgobierno y de desmovilizarse. A las tropas no lesqueda otra posibilidad que participar en el proceso.

Procesos de desmovilización en Colombia (1990-2006)Ninguno de estos grupos armados ilegales halogrado imponer una victoria militar durante la últimadécada. En cambio, en el pasado tuvieron lugardiversos procesos de paz con los grupos guerrillerosque desembocaron en su desmovilización colectiva,desarme y reinserción. Todos los combatientes queparticiparon en estos procesos de desmovilizacióncolectiva recibieron amnistía y pudieron hacer usode varias regulaciones jurídicas y económicas quedebían promover su reinserción. Además, sehicieron acuerdos sobre la representación dealgunos de los antiguos movimientos guerrilleros enel sistema político.

El proceso de desmovilización colectiva 2002-2006Este informe de investigación se enfoca principalmenten el proceso individual. Pero, debido a que el marcojurídico es aplicable al proceso colectivo y al procesoindividual, sigue abajo un resumen del contenido y eldesarrollo de este proceso colectivo y del marco jurídico.

Inmediatamente después de las elecciones se presentóla posibilidad de llevar a cabo negociaciones con losjefes principales de los grupos o bloques paramilitaresde las AUC. Los jefes paramilitares tenían pendienteuna extradición a los Estados Unidos por nacrotráfico.Luego de algunas entrevistas de orientación, losentonces líderes paramilitares Carlos Castaño ySalvatore Mancuso anunciaron el 29 de noviembre de2002 un cese unilateral de hostilidades.4 Por mediode la Ley 782 de 2002 se crearon las condiciones

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Desmovilización y reinserción en Colombia

Grupo

M-19

EPL

Quitín Lame

PRT

CRS

Periodo

1990

1990-1994

1990-1994

1990-1994

1994

Número de

comba- tientes

900

2.520

157

200

747

Número de

armas

280

600

50

Desconocido

500

Armas por

persona

0,56

0,31

0,32

Desconocido

0,67

Condición

jurídica

Amnistía

Amnistía

Amnistía

Amnistía

Amnistía

Programa de

reinserción

Programa limitado

Programa limitado

Programa limitado

Programa limitado

Subsidio mensual

(también para la familia),

crédito, educación,

servicios de salud y ayuda

psicoafectiva.

Cuadro 1: Procesos de desmovilización en Colombia (1990 - 2002)3

Colombia es desgarrada desde hace cuatro décadas por

un conflicto armado entre el ejército colombiano, los

grupos guerrilleros (las FARC y el ELN) y los grupos

paramilitares (las AUC). Las víctimas provienen

principalmente de la población civil.

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jurídicas para las conversaciones de paz con los gruposarmados ilegales, así como para una posibleeliminación de penas y la protección de ex combatientesmenores de edad contra los efectos de la violencia.

Las conversaciones entre las AUC y el gobiernocolombiano comenzaron en el año 2003, bajo ladirección de Luis Carlos Restrepo, el Alto Comisionadopara la Paz. Esto resultó el 15 de julio de 2003 enun acuerdo de principio entre las AUC y el gobierno,donde se fijó la desmovilización progresiva de unaparte de los bloques paramilitares. Desde entoncesy hasta mayo de 2006, 31.689 paramilitares habíandejado las armas en mayo de 2006.5 Cuatrobloques paramilitares con un total de 325 personasno participaron en el proceso de desmovilización. 6

Los combatientes paramilitares contra los que noexistían denuncias, pudieron sin problemas entregarlas armas, desmovilizarse e ingresar en el programagubernamental de reinserción. Generalmente regresaronal seno de sus familias y comunidades, e intentaronconstruir una nueva existencia. Estas personas tienenderecho durante 18 meses a un subsidio mensual deCOL $ 358.000 (aproximadamente € 125,00),educación, acceso a los servicios de salud y ayudapsicosocial. Su acompañamiento se hace porintermedio de oficinas regionales y locales, denominadasCROs (Centros de Referencia y Oportunidades).7

Los combatientes contra los que sí existían denunciaspenales, debieron esperar el marco jurídico formalsobre cuyas bases tendría lugar su enjuiciamiento.Para los jefes paramilitares resultó inaceptable serenjuiciados dentro del marco del derecho penal regularexistente en Colombia. Por ello, tras un debate conrepresentantes de la sociedad colombiana que duródos años, el Conreso de la República aprobó en juliode 2005 el marco jurídico del proceso, la denominadaLey de Justicia y Paz.8 La Corte Constitutional revisóla constitutionalidad de la Ley de Justicia y Paz 975 yen un fallo de mediados de 2006 el Corte condicionóvarios apartes de la ley y declaró inexequibles otros.

El Alto Comisionado para la Paz presentó en agosto de2006 una lista con 2695 nombres de paramilitaresque serán enjuiciados con base en la Ley de Justiciay Paz.9 Se trata, entre ellos de los 24 líderesparamilitares que participaron en las negociacionesde Santa Fé de Ralito. A estas personas les podránser impuestas penas de prisión con un máximo deocho años. Por lo demás, la lista sólo se consideradefinitiva en el momento en que la haya recibido laFiscalía General de la Nación.

La Ley de Justicia y Paz deberá ser aplicada acorde conlos tratados firmados por Colombia en materia dederechos humanos y Derecho InternacionalHumanitario. Los paramilitares sobre los que recaenacusaciones por la comisión de crímenes de la lesahumanidad, serán enjuciados en el marco del derechopenal colombiano. Durante los meses de junio y julio de2006, con base en las confesiones hechas porparamilitares que posiblemente serán enjuiciadosconforme a esta ley, fueron exhumados los restos de103 desaparecidos. Además, los paramilitares hansuministrado información sobre otros 2000desaparecidos.10

El proceso de desmovilización individual 2002-2006El presidente Uribe utiliza el proceso de desmovilizaciónindividual como un medio para debilitar militarmente a losgrupos armados. El Ministerio de Defensa ha lanzado unacampaña de comunicación para informar a loscombatientes sobre la existencia del programagubernamental. Entre otras cosas, se lanzan folletosdesde helicópteros sobre las zonas donde desarrollansus actividades los grupos armados. También sepresentan obras de teatro sobre el tema en las plazaspúblicas de los pueblos. Pero, sobre todo, se logra llegar alos combatientes a través de las emisoras radialesespeciales del Ministerio de Defensa. Esta estrategia hadado sus frutos. El número de combatientes que sedesmovilizó individualmente bajo el primer periodopresidencial de Uribe, sumó en total 10.137 personas.11

Entretanto, el 40% de los integrantes de este grupo haterminado el programa.12

Según las cifras del gobierno colombiano, el grupo decombatientes desmovilizados estuvo conformado en lospasados cuatro años en un 18% por menores de edad yen un 15% por mujeres. Casi la mitad erancombatientes de las FARC, una tercera parte (34%) erancombatientes de las AUC y el 13% provenía del ELN.Aproximadamente el 3% de ellos proviene de pequeñosgrupos disidentes.13 En los años 2002 y 2003 fueronprincipalmente guerrilleros los que se acogieron alprograma. En el año 2004 se duplicó el número decombatientes paramilitares participantes, pero estacorriente disminuyó de nuevo en el año 2005. Sesupone que se trataba en parte de paramilitarespertenecientes a los bloques que no participaron en elproceso de desmovilización colectiva. Además, habríaparamilitares a los que les pareció que el proceso dedesmovilización colectiva transcurría muy lentamente y alos que las condiciones del proceso no les parecíansuficientemente favorables. Dentro del proceso individualun beneficiario puede, por ejemplo, hacer incluir a losmiembros de su familia en el programa. Losdesmovilizados colectivos no tienen el derecho a esto.

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Marco juridico del proceso de desmovilizaciónindividualHasta los años noventa no existió en Colombia unmarco legal para los combatientes que por iniciativapropia e individualmente tomaran la desición de dejarlas armas. Las autoridades podían perseguirlos porsu participación en un grupo armado ilegal. Además,sus antiguos comandantes veían a estosdesmovilizados como desertores, y les perseguíancomo tales. Esto significaba que en la práctica estosex combatientes individuales tenían a menudo queesconderse por largo tiempo.

A comienzos de los años noventa, el gobiernocolombiano decretó algunas medidas para estegrupo, que fueron convertidas el 30 de junio de1994 en el Decreto 1385. Con esto se regulólegalmente la posibilidad de conceder amnistíapolítica en casos de rebelión, insurrección,conspiración y asuntos relacionados con estos

15

delitos. Se creó entonces el Comité para la Dejaciónde las Armas (CODA), encargado de estudiar cadasolicitud y de realizar la certificación que exime depenas. A raíz de la gran afluencia de desmovilizadosdurante el periodo presidencial de Uribe, se creó en2003 un nuevo marco jurídico, y se inició unprograma de atención completamente nuevo paralos desmovilizados, a través del Decreto 128. EsteDecreto es valido para los dos procesos (induvidualy colectivo).

La primera fase del programa para ladesmovilización individualLos combatientes que desertan de su grupoarmado, pueden en principio entregarse antediversas autoridades: Ante los representantes delpoder judicial o de la Fiscalía General de la Nación,ante el Defensor del Pueblo, las autoridadesmilitares o la policía, o ante las autoridades locales.La autoridad correspondiente informa a la Fiscalía ya la guarnición militar más cercana. En el término deun día el combatiente desmovilizado es puesto adisposición del Ministerio de Defensa. De estamanera, el combatiente recientementedesmovilizado ingresa a la primera fase delprograma gubernamental. Allí tiene derecho a ropa,alimientos y alojamiento y se tramita su situaciónjurídica.

FASE I – min. de defensa

• El desertor se entrega a las

autoridades (locales), el ejército

o la policía

Duración: 1 día

FASE II – min del interior y justicia

• Vivienda y cuidados en un albergue o en un hogar

independiente con subsidio

• Acceso a los servicios de salud

• Ayuda psicoafectiva

Duración: máximo 2 años

FASE II - min del interior y justicia

• Término del programa

• Subsidio único para iniciar un proyecto económico o

comprar una vivienda

FASE I – min de defensa

• Interrogatorio por parte del

Ministerio de Defensa

• Ropa, alimentos y alojamiento

Duración: ± dos semanas

FASE I – min de defensa

• Amnistía para delitos políticos

y certificación de CODA

• Suministro de ropa, alimentos y

alojamiento

• En el caso de que existan

denuncias judiciales, la persona

es entregada a la justicia

Duración: 1,5 - 2 meses

pasado de los combatientes desmovilizados

individualemente (por grupo)

FARC

AUC

ELN

Otros

50%

34%

13%

3%

Page 15: Un nuevo comienzo un final abierto

16

Durante esta primera fase, el CODA somete a estudiola situación jurídica del ex combatiente. Con lacertificación emitida por el CODA, el desomvilisadorecibe el estatus oficial de ‘reincorporado’ 14. Lapersona en cuestión debe en primer lugar demostrarque fue efectivamente miembro de un grupo armadoilegal. Además, se revisa si no existen denunciascontra el desertor en relación con crímenes de lesahumanidad, delitos atroces, terrorismo, secuestro,genocidio, tráfico de drogas y asesinato que esté porfuera de las actividades de combate. Luego de lacertificación, los ex combatientes reciben losdocumentos de identidad oficiales que los acreditancomo ciudadanos colombianos, además de laexención de prestar el servicio militar. Con esto elcombatiente desmovilizado tiene la seguridad de poderregresar a la sociedad civil sin problemas judiciales.

El combatiente desmovilizado sólo puede recibiramnistía por delitos de carácter político y delitosconexos. Los ex combatientes contra los que sí existendenuncias judiciales, pasan a la Fiscalía que entablauna causa criminal contra ellos. Los desmovilizadosindividuales, al igual que los combatientes delproceso colectivo, tienen derecho a ser enjuiciadosdentro del marco jurídico de la Ley de Justicia y Paz.

En la primera fase existe un plan de bonificacionesdestinado a los ex combatientes que quieran cooperarcon las autoridades. A cambio de una prestacióneconómica, pueden suministrar información sobre, porejemplo, sus antiguos comandantes, así como sobrelas acciones militares en las que participaron, elequipamiento, el número de compañeros combatientesy asuntos logísticos. Además, los ex combatientespuede participar voluntariamente en operacionesmilitares, donde se utilizarán sus conocimientos y suinformación. Aproximadamente 700 ex combatienteshan funcionado así como guías. Su información ycooperación han permitido a las autoridades abrirmuchos procesos judiciales contra miembros de gruposarmados ilegales y han llevado a la liberación depersonas secuestradas así como al decomiso dearmas, municiones, drogas y precurores químicos.15

También se ha informado en los medios decomunicación, personerías municipales, y endenuncias de organizaciones de derechos humanos,la existenica de denuncias mentirosas realizadas porex combatientes.

La segunda fase del programa dedesmovilización individualLa segunda fase trata de la ayuda completa al excombatiente desmovilizado para promover sureinserción en la sociedad colombiana. Esta fase

dura máximo dos años. Este extenso programa seha denominado Programa para la Desmovilización yReincorporación a la Vida Civil de Personas y GruposAlzados en Armas (mencionado de aquí en adelantecomo programa gubernamental) y es ejecutado porel Ministerio del Interior y Justicia. Este programasirve de marco para el proceso individual _ colectivo.A mediados de 2006 fue creado el cargo de AltoComisionado para la Reinserción, siendo nombradoel empresario Frank Pearl para esta función. Suspuntos de atención más importantes son laconsecución de empleo para los desmovilizados yevitar la reincidencia. El Alto Comisionado coordinalos ministerios respectivos que trabajan en el temade la desmovilización.

El objetivo del programa está definido de la siguientemanera: “Facilitar la reincorporación a la sociedadde los ciudadanos que abandonan las armas, através del diseño y la implementación de programas,planes y proyectos que contemplen la formaciónintegral y dinámica de la persona y de la sociedad aque se va a reincorporar, haciendo gran énfasis en elacompañamiento psicoafectivo y la sostenibilidad desus proyectos de vida”.16 El presupuesto delprograma para el periodo 2003 - 2006 sumó 167millones de euros. Para el año 2006 se solicitó unpresupuesto de 67 millones de euros.17

El gobierno decidió concentrar el programa individualde desmovilización y reinserción en Bogotá y Medellín.La razón para esto radicaba en que en la capital sepodía ofrecer más seguridad a los participantes enel programa, y en que se quería centralizar eltrayecto burocrático. Hasta diciembre de 2005, lasdos terceras partes de los desmovilizados fueronalojados conjuntamente en albergues. La terceraparte de ellos vivía hasta finales de 2005,generalmente por razones de seguridad o porquehicieron incluir a miembros de sus familias en elprograma, en hogares independientes.18

En Bogotá se establecieron 70 albergues donde losparticipantes en el programa convivían en grupos.Medellín contaba con tres albergues e Ibagué conuno. En los alojamientos colectivos convivían 50personas en promedio. Varias personas compartíanuna habitación. El gobierno contrató organizacionessociales y empresas particulares para su manejo yel cuidado de sus residentes. Los contratistasdebían suministrar comidas a los residentes, asícomo ropa, y ayuda psicoafectiva profesional.Además, todos los residentes en los alberguesrecibieron una suma de dinero para cubrir los gastosde transporte al centro educativo. Los participantes

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en el programa gubernamental que vivianindependientemente, tenían derecho a una suma deaproximadamente 250 euros mensuales. Al terminarel programa cada participante tenía derecho a unsubsidio único de 3500 euros (COL $10,284,000,–),destinado a sentar las bases de un proyectoeconómico.

El cierre de los alberguesEl gobierno colombiano decidió en diciembre de2005 cerrar la mayoría de los albergues. Ya desdehace largo tiempo existían quejas de los vecinos delos albergues. Debido al crecimiento explosivo delnúmero de albergues, concentrados en gran parteen una sola localidad de la capital, habíanaumentado las molestias en el vecindario.19 Con elatentado con bombas hecho a uno de ellos el 15 dejulio de 2005 se colmó la copa.20 Luego del cierrede los albergues, casi todos los combatientesdesmovilizados fueron alojados en hogaresindependientes. El 95% de los participantes en elprograma gubernamental vive en estos momentosindependientemente, y aproximadamente el 5% vivebajo guía en fincas en las afueras de Bogotá. Esteúltimo grupo está conformado principalmente porpersonas con problemas de comportamiento yadaptación.21

Casi todos los participantes en el programagubernamental viven ahora muy desperdigados porla ciudad, sin el acompañamiento dado por losdirectores y sicólogos de los albergues o los otrosresidentes. Se realiza ahora el acompañamiento de1800 desmovilizados individuales por intermedio delCRO (Centro de Referencia y Oportunidades). Existenseis dependencias del CRO en Bogotá y uno enMedellín.22 23

En estos CROs, los participantes reciben susubsidio mensual y regulan sus documentosoficiales. También pueden encontrar allí informaciónsobre estudio, trabajo y vivienda. Losdesmovilizados individuales relacionados a un CROpueden conseguir asesoria y acompañamientoindividual, si ellos mismo hacen la solicitus. Resultaque no todos los benficiarios aprovechan estaposibilidad. Para involucrarlos más en el trabajo delos CROs se organisan cursos atractivos yactividades deportivas.

Del grupo de 600024 desmovilizados individualesque todavía está en el programa, un reducido grupode 1800 personas está relacionado con un CRO. Elresto del grupo, compuesto por más de 4000personas, recibe solamente un subsidio a través de

las instituciones gubernamentales, y recibe clases.No tiene un lugar donde pueda recibir asesoríapersonal y acompañamiento individual.

Menores de edadSegún los cálculos de la ONU, hay en Colombiaaproximadamente 14.000 combatientes menores deedad.25 Como consecuencia de esto, hay un númerocada vez más grande de desmovilizados menores deedad. Durante el periodo noviembre de 1999 - abrilde 2006, se desmovilizaron 2864 menores de edad,de los cuales el 35% eran paramilitares, y el 65%eran guerrilleros.26 Todos los menores de edad quesean desertores voluntarios o hayan sido hechosprisioneros durante una confrontación militar,reciben un tratamiento especial. En un lapso de 24horas son puestos a disposición del InstitutoColombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Lacertificación del CODA es expedida inmediatamentey sin condiciones a todos los menores de edad. Larazón para esto radica en el hecho de que los niñossoldados deben ser considerados como víctimas dela violencia y merecen la protección del Estado.

Durante la primera fase, los niños soldados sonrecibidos en viviendas provisionales donde tiene lugaruna entrevista inicial. Aproximadamente el 30% de elloses trasladado después a un ‘hogar tutor’. La mayoríade ellos (el 70%) es ubicado en un hogar infantil. Laintención es aumentar fuertemente el porcentaje dehogares tutores, porque se ha comprobado que conel acompañamiento individual se logran los mejoresresultados en cuanto a la reinserción.27 Los menoresde edad ubicados en hogares infantiles tienen amenudo problemas con el tratamiento aplicado porel ICBF, entre otras cosas porque deben convivir conniños que no tienen un pasado militar. En promedio,el grupo de menores de edad permanece ochomeses en el programa del ICBF.28 Al cumplir 18años, los antiguos niños soldados son remitidos alprograma gubernamental regular.

Participación holandesa en el proceso dedesmovilización individualHolanda apoya políticamente y económicamente elproceso de desmovilización y reinserción enColombia. Holanda invirtió, durante los años 2005 y2006, en total $ 1,3 millónes de dólares en elproceso. Con relación al proceso de desmovilizaciónindividual, Holanda apoya económicamente unprograma de OIM y Centro Mundial29, que estáenfocado en el apoyo a combatientes desmovilizadosindividualmente entre los 18 y 24 años. Se financióla creación de tres oficinas del CRO (dos en Bogotá yuna en Medellín), con las que están en contacto

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18

935 desmovilizados individuales. Los otros quotroCROs para desmovilizados individuales, que cuentancon 900 beneficiarios, están financiados por elgobierno colombiano. Los tres ‘CROs holandeses’se distinguen de los CROs del gobierno en algunosaspectos. Los ‘CROs holandeses’ por ejemplo danayuda psicosocial extra a los participantes que hacenuna solicitud expecifica.

Además, el gobierno holandés financió laimplementación del proyecto SAME (Sistema deAcompañamiento, Monitoreo y Evaluación) para los desmobilizados individuales.30 El objetivo delsistema es desarrollar evaluaciones personalizadasde los desmovilizados. Estas evaluaciones sirvenpara que los beneficiarios puedan mejorar susescogencias personales en cuanto a sus estudios,su trabajo y su salud.

La reincidenciaTal como resulta del cuadro anexo, no es fácil sacaren claro cifras concretas sobre la reincidencia de losantiguos combatientes. Después de todo, muypocas veces se hace un seguimiento sistemático delos antiguos combatientes durante su reinserción enla sociedad civil. Los procesos de desmovilizaciónen El Salvador y Guatemala no condujeron a laformación de nuevos grupos armados ilegales conun carácter estructural. Pero se constató unaumento de la criminalidad en ambos países y éstase hizo más violenta.31 De las cifras se puedededucir que un número considerable de antiguoscombatientes está involucrado en esta crecientecriminalidad. En el caso de El Salvador, en 1999aproximadamente el 30% de los detenidos resultóser un antiguo combatiente. Incluso el 40% de losdetenidos que pagaban una pena por asesinato,tenía un pasado como combatiente.

El Salvador 37

Periodo de desmovilización

Número de combatientes

Número de armas entregadas

Condiciones jurídicas

Apoyo económico

Cifras sobre la criminalidad

Empleo en servicios de

seguridad públicos y privados

Reincidencia

FMLN

1992

12.362 del FMLN.

Los grupos paramilitares fueron disueltos mucho antes del acuerdo de paz.

10.230 (FMLN)

En promedio, 0,93 armas por cada ex combatiente del FMLN.

En 1993 se descubrieron depósitos de armas ocultos del FMLN, con lo cual se estableció que al

menos un 30% de su arsenal no había sido entregado.

Amnistía total para los miembros del FMLN y las fuerzas armadas nacionales.

El acuerdo de paz contuvo como mayor promesa económica la entrega de tierras.

En los años siguientes se entregaron 36.000 títulos de propiedad de la tierra a más de 40.000

beneficiados (involucrados directos y familiares). El 73% de ellos eran ex combatientes del

FMLN, el 22% miembros de las fuerzas armadas nacionales y el 11% desplazados. Se

entregaron en total 211.428 m2 (en promedio, 5,8 m2 por título de propiedad).38

Otras fuentas, como las Naciones Unidas (1995) mencionan un total de 47.000 beneficiados, 15.000

de ellos ex miembros las fuerzas armadas nacionales, 7.500 ex miembros del FMLN y 25.000

personas que habían ocupado tierras durante el conflicto.39

• Cifras sobre la criminalidad en 2004: Fueron denunciados entre 2.700 y 2.790 homicidios. Esto

significa un aumento del 27% en comparación con 2003.

• Los ex combatientes tuvieron la oportunidad de ingresar a la policía nacional recién fundada.

Dentro de la PNC hubo sitio para el 20% de los ex combatientes del FMLN y para el 20% de

los ex miembros de las fuerzas armadas nacionales.

• Servicios de seguridad privados.

• Diversos escuadrones de la muerte permanecieron activos.

• En 1999 se constató que el 30% de los detenidos en las cárceles de El Salvador había sido ex

combatiente. Se trataba de aproximadamente 2.074 personas.40 Entre los detenidos juzgados

por homicidio, la cifra sumó casi el 40%. En los datos no se diferenció entre los ex combatientes

del FMLN y los ex miembros de las fuerzas armadas nacionales.

Desmovilización y reintegración en El Salvador y Guatemala

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19

En el caso de Colombia existen dos complejosfactores adicionales a la hora de determinar lareincidencia. Primero, el proceso de desmovilizaciónes todavía reciente y la mayoría de los combatientesdesmovilizados recibe aun el subsidio estatal.Segundo, los vínculos entre los grupos armadosilegales y el tráfico de drogas hacen difícil determinarsi existe una nueva generación de grupos armadosilegales, o un proceso donde los antiguoscombatientes entran en la criminalidad regular. LaONG colombiana INDEPAZ registró hasta agosto de2006, que 3838 antiguos combatientes, que habíanvuelto a tomar las armas. Se trata, sobre todo, degrupos activos en los territorios donde se cultivamucha coca. No resulta claro si estos antiguoscombatientes terminaron desarrollando actividadesen la criminalidad regular, o si funcionan dentro deestructuras paramilitares.32

Según cifras gubernamentales, en agosto de 2006la reincidencia entre los desmovilizados era deaproximadamente 3%, y unos 600 combatientesdesmovilizados estaban detenidos en estemomento.33 La oficina de prensa Reuters, que sebasa en un informe gubernamental que no ha sidopublicado, informó en julio de 2006 que al menos1000 antiguos miembros de las AUC habíanformado nuevas bandas criminales y se ocupaban

de la protección del tráfico de drogas.34 CaracolRadio mencionó en agosto de 2006 un informe deinteligencia, realizado por un grupo éliteinterinstitucional, que evidencia la reincidencia de1500 ex combatientes (en su majoría autodefensas)en bandas criminales.35 El gobierno no estácontento con la información suministrada sobre lareincidencia de los antiguos combatientes. En juliode 2006 se anunció que la policía colombianaelaboraría informes mensuales sobre este tema.36

En general, se puede afirmar que la violencia enColombia disminuyó durante los últimos tres años,en parte como resultado de los procesos dedesmovilización. Según Alfredo Rangel, del InstitutoSeguridad y Democracia, esta reducción de laviolencia permitió que en los últimos dos años y cincomeses hubiera 10.000 víctimas menos. En lospróximos diez años Colombia deberá enfrentar elenorme desafío de continuar con esta tendenciapositiva.

Guatemala 41

Periodo de desmovilización

Número de combatientes

Numero de armas entregadas

Condiciones jurídicas

Apoyo económico

Cifras sobre la criminalidad

Empleo en servicios de

seguridad públicos y privados

Reincidencia

URNG (guerrilla)

1997

2.928

1.824

En promedio, 0,61 armas por cada ex combatiente

Amnistía

Excepción: personas denunciadas por delitos graves contra los derechos humanos.

• Se prestó atención médica a pequeña escala y se apoyaron pequeños proyectos productivos

(incluyendo la compra de semillas y fertilizantes).

• Se ofreció a los ex combatientes un entrenamiento de reinserción y educación. Cada ex

combatiente recibió un subsidio para cubrir los gastos de entrenamiento y viaje. Sin embargo,

debido en parte a que el entrenamiento comenzó más tarde de lo esperado, muchos

desmovilizados ya se habían gastado el dinero cuando el entrenamiento comenzó.

• La UE, la CIE (Comisión de Incorporación Especial) y la OIM equiparon tres fincas para albergar

a los ex combatientes sin techo que no podían regresar a su comunidad.

• Según los datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se comitieron en el

año 2005 en Guatemala 70 homicidios por 100,000 habitantes. Actualmente el nivel mas

alto en Latinoamerica. El promedio en América Latina, es de 10 homividios por 100,000

habitantes. 42

• Los ex combatientes de la URNG son contratados para la localización y el desmantelamiento

de minas. 43

• A pesar del fuerte aumento de las cifras sobre la criminalidad (ver arriba) no hemos podido

encontrar información sobre la participación de ex combatientes de URNG en estas cifras.

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2 Según los datos del CERAC, hubo 43.121 víctimas mortales duranteel periodo 1988 - 2002(http://www.cerac.org.co/colombia_research_home.htm). Durante elperiodo 1994 - 2002 hubo 5.372 desaparecidos (Torres Rojas, 2003,p. 205). Las estadísticas sobre el número de desplazados varíanentre 1,8 millones de personas (según las estadísticasgubernamentales) y 3,6 millones de personas (según las estadísticasde la ONG colombiana CODHES).

3 http://eltiempo.terra.com.co/desmov/desmovilizaciones/archivo/archivo-2848075-0.pdf; Ideas para la Paz, Boletín Informativo No. 2,n.d.; Conciliation Recourses Accord, Issue 14, 2004, p. 44.

4 www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/g_autodefensa/dialogo. 5 Ministerio del Interior y Justicia, “Programa para la reincorporación a

la vida civil: política de seguridad democrática, su contexto y la ofertainstitucional de las regiones.” Informe del 6 de septiembre de 2006.

6 International Crisis Group, “Colombia: Towards Peace and Justice?”,14 March 2006; El Tiempo, “Favorabilidad a ‘paras’, intacta”, 30 Juni2006; Caracol Radio, “Se desmoviliza ‘El Alemán’, 2 August 2006; LaPatria, “Uribe, más Gloria que Pena en Caldas”, 8 augustus 2006;ANDI, “Informe Conflicto Armado Colombiano # 1445”, 24 May 2006.

7 http://clas.georgetown.edu/colombia. Ministerio del Interior yJusticia, “Programa para la reincorporación a la vida civil: política deseguridad democrática, su contexto y la oferta institucional de lasregiones”, material de apoyo para “El Viernes del concejal”, 2 deseptiembre de 2005.

8 Ley 975, de 2005.9 Entrevista con Luis González León , jefe de la Unidad de Justicia y

Paz, Fiscalia, 22 de agosto de 2006. 10 Entrevista con Luis González León , jefe de la Unidad de Justicia y

Paz, Fiscalía, 22 de agosto de 2006.11 Ministerio del Interior y Justicia, “Programa para la reincorporación a

la vida civil: política de seguridad democrática, su contexto y laoferta institucional de las regiones”. Cifras hasta el 1 de mayo de2006. Esta cifra refiere solamente al número de desmovilizados, sinsus familiares.

12 Entrevista con Juan David Ángel, ex director del “Programa para laDesmovilización y Reincorporación a la Vida Civil de Personas yGrupos Alzados en Armas”, Bogotá, 22 de agosto de 2006.

13 Información escrita suministrada por la Embajada de Colombia enLa Haya, 21 de septiembre de 2006.

14 En español se hace una diferencia entre el término ‘desmovilizado’(un combatiente desmovilizado cuya situación jurídica no estádefinida) y ‘reincorporado’ (un desmovilizado que ha recibido lacertificación del CODA). En este informe sólo se usa el término‘combatiente desmovilizado’, independientemente de la fase en quese encuentre esta persona.

15 Informe grupo de investigación Turbel, Bogotá, 12 de abril de 2006.16 Informe grupo de investigación Turbel, Bogotá, 12 de abril de 2006.17 Ministerio del Interior y Justicia “Programa para la Reincoperación a

la Vida Civil” (2006)18 Programa de Atención Complementaria a la Población Reincorprada

con presencia en Bogotá D.C., ‘Ciudadanos ex combatientes: UnDesafío de Reconciliación e Inclusión para Bogotá’ (2006)

19 Los albergues estaban concentrados principalmente en Teusaquillo,un barrio tradicional de la capital.

20 El Tiempo, 16 de julio de 2005 ‘Fin de Albergues que hay enBogotá.’ El Tiempo, 18 de julio de 2005, ‘Se acaban Albergues deReinsertados de Bogotá.’

21 Programa de Atención Complementaria a la Población Reincorpradacon presencia en Bogotá D.C., ‘Ciudadanos ex combatientes: UnDesafío de Reconciliación e Inclusión para Bogotá’ (2006)

22 Ministerio del Interior y Justicia, presentación en powerpoint, agostode 2006, entregada durante una entrevista con Juan David Ángel exdirector del Programa para la Reincorporación a la Vida Civil dePersonas y Grupos Alzados en Armas, Bogotá, 22 de agosto de2006.

23 Para los desmovilizados colectivos ya existían muchasdependencias del CRO en el país.

24 Aproximadamente un 40 % de los 10.137 desmovilizadosindividuales ha terminado el programa gubernamental.

25 PNUD. “Revista Hechos del Callejón”, Número 16, julio de 2006.Colombia ocupa el cuarto lugar en la lista mundial de países dondees frecuente el reclutamiento de niños soldados. Los primeros treslugares los ocupan respectivamente Congo, Rwanda y Myanmar.

26 Fuente sistema de información ICBF-OIM, febrero 28 de 2006.27 www.icbf.gov.co 28 Informe grupo de investigación Turbel, Bogotá, 12 de abril de 2006.29 Universidad por la Paz, Organización de Naciones Unidas, Costa

Rica

30 Este sistema fue creado inicialmente para poder hacer seguimientoa los desmovilizados colectivos durante el proceso de reinserción enla sociedad colombiana.

31 Un crecemiento en las cifras de criminalidad tiene una relacióndirecta con el crecimiento del numero de maras y pandillas.Consultar, entre otros :Ver o.a. Ana Arana, “How the Street GangsTook Central America,” Foreign Affairs 84 (3) (May/Jun 2005) & IPS/ Manuel Bermúdez (2005) ‘Central America: Gang Violence andAnti-Gang Death Squads’.

32 Foro Desmovilización de las AUC - Altas y Bajas del Proceso -Documentos INDEPAZ, documentos para la presentación de CamiloGonzález, Bogotá, 2 de agosto de 2006.

33 Entrevista con Francisco Santos, vicepresidente de Colombia, 22 deagosto de 2006

34 Reuters, “Ex-Paramilitaires Form Crime Gangs in Colombia”, TheNew York Times, 31 de Julio de 2006.

35 www.caracol.com.co/notaimprime.asp?id=318722, (el 11 de agosto 2006)

36 El Colombiano, “Reincidencia de desmovilizados no es preocupante:Gobernación,” 9 de julio de 2006.

37 Para este resumen se consultó, entre otros, la siguientebibliografía: Spencer (BICC) 1997: 42, ‘Demobilization andReintegration in Central America’; Call in Stedman 2002: 394,‘Ending Civil Wars’; Cruz 2003: 1163-4, ‘La construcción social dela violencia en El Salvador de la posguerra’; IUDOP 1997: 695,‘Solidaridad y violencia: Los jóvenes pandilleros en el gran SanSalvador’;

38 Care El Salvador (2000) Titulación de tierras agrícolas y su relacióncon la política agraria y el desarrollo rural:

39 Spencer (BICC) 1997: 39, ‘Demobilization and Reintegration inCentral America’.

40 Según Fespad, en 1999 había en El Salvador 6914 personasdetenidas.

41 Para este resumen se consultó, entre otros, la siguiente bibliografía:MINUGUA 1997: 9, ‘Report of the Secretary-General on the Group ofMilitary Observers Attached to MINUGUA, S/1997/432, 4 de juniode 1997’; BICC n.d., visitado el 18 de septiembre de 2006 enhttp://bicc.de/helpdesk/stories/guatemala.html; Preti 2002: 109-110, ‘Guatemala: Violence in Peacetime - a Critical Analysis of theArmed Conflict and the Peace Process’; Winton 2004: 83, ‘Youngpeople’s views on how to tackle gang-violence in “post-conflict”Guatemala’;

42 IPS (el 6 de noviembre 2006).’Central America: Soaring ViolentCrime Threatens Democracy’; Inter-American Commission on HumanRights, Informe anual 2005.

43 http://latorredehercules.blogia.com/2005/121806-oficialmente-ya-no-hay-minas-explosivas-en-guatemala..php

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22

José es un muchacho pequeño y musculoso de 22 años de edad, con cabello negro corto y unamirada tensa. Durante la entrevista mira con frecuencia hacia la puerta abierta de su casita, comotemiendo que un sicario pueda entrar en cualquier momento. Un par de gallinas escarban en elpatio de atrás. El baño, sin puerta y sin cadena para soltar, debe ser lavado con un balde de aguadespués de ser usado.

Jose

22

Entré a las FARC en 1997. Tuvediversas razones para hacerlo. Las

FARC tenían mucho poder en miregión. Además, me gustaban lasarmas que mi tío me había enseñadoa usar. Y me aburría porque no teníatrabajo. Mi papá también se había idode la casa y yo no quería molestarmás a mi mamá y a mis hermanas.Después de un tiempo toméconciencia de la ideología de las FARC.Luchábamos por los derechos de lapoblación y nos rebelábamos contralos gobernadores y alcaldes, queprometían de todo pero al final nohacían nada por el pueblo.’

‘La vida en las FARC me gustó. Yo eraresponsable del mantenimiento delas armas, que incluían distintos tiposde pistolas, fusiles, morteros ylanzacohetes. Algunas armas debíanser transportadas rápidamente de unfrente al otro. Yo también eraresponsable del transporte. Los

nuevos AK-47 llegaban a menudo enun avión pequeño, desde el Perú.Participé en muchos combates, contrala policía y el ejército. Pero nunca megustaron los ajustes de cuentas conlos civiles. A veces me tocabahacerlos; matar gente que se habíarobado una gallina o unas yucas.Porque también había que ejecutaresas órdenes.’

‘Pero sólo me hastié de esta vida araíz de dos episodios dramáticos. Mitío, que era miembro del ELN, fueasesinado por las FARC; prometierondespués darle plata a mi familia, peroesto nunca ocurrió. Y yo maté a dosmuchachos durante un combate conotro grupo subversivo, y me llevé susfusiles y balas. Puedes mostrarteorgulloso de una acción así, pero parami fue demasiado. Me fui de laguerrilla y me entregué al ejército.Entregué mis armas, pero también miagenda con los nombres de muchos

milicianos. Hay entonces muchagente de las FARC que quiere ajustarcuentas conmigo. En cualquiermomento un carro puede parardelante de la puerta y... Todavía tengomiedo. Si me encuentran, soy unhombre muerto.’

‘Maryluz, mi mujer, también era antesmiembro de las FARC. Nos conocimosen un albergue en Bogotá y tenemosahora dos niñas pequeñas.Compramos esta casa después determinar el programa de reinserción.Por lo demás, tengo una buena vida,porque tengo trabajo. Disfruto amanos llenas de mi libertad, que notenía antes. En las FARC siempre teníaque pedir permiso para todo, inclusopara ir al baño.’

disfrutando de la libertad

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Resulta de la investigación que casi todos losentrevistados (el 97%) provienen del campo.El 18% de este grupo proviene de un cabecera

municipal. Esto refleje las tendencias generales quese observan claramente en el programagubernamental. Además, resultó de la investigaciónque los entrevistados fueron reclutados cuando eranjóvenes, y en muchos casos siendo niños. Unacuarta parte de los entrevistados tenía menos de 15años. Aproximadamente el 40% tenía menos de 18años y el 35 % restante era mayor de edad cuandofue reclutado. Los niños soldados entrevistadosprovenían de las FARC, el ELN, y las AUC.

Los motivos de los entrevistados para ingresar a ungrupo armado varían mucho. Casi la mitad de ellosopinó que habían sido engañados y que se leshabían hecho promesas que no fueron cumplidas.Éstas incluían salarios, aventuras sexuales yprotección para evitar el maltrato de sus familiares.Se usó también hábilmente el hecho de que losjóvenes se sentían atraídos por el uso de uniformesy armas. Después de pasar un periodo en elcampamento, se dieron cuenta de que no era

Luna de miel

posible escapar, porque para esto se necesitaba laautorización de los comandantes del grupo. Perotambién la comunidad mira con temor el regreso demanera abierta de los combatientes.

Roberto (22 años, AUC) creyó que podría trabajar porun buen salario en una finca. Había sido detenidocerca del río por los paramilitares, cuando iba depaseo con sus amigos. A un amigo suyo le dijeronque se fuera, pero a Roberto le dijeron que tenía queir a una finca, porque tenían que hablar con él.“Todos llegaron allá engañados, a todos les habíandicho que iban a una finca a recoger arroz o cosasasí. Me dio cagada con un ‘cucho’ que tenía cuatrohijos. Le habían dicho que se lo iban a llevar a unafinca a cortar pasto por 700 mil pesos al mes”.Según Roberto, muchos jóvenes creían que iban atrabajar en la cosecha. Roberto no recibió nunca unsalario y logró escapar después de seis meses.

Aproximadamente el 18% de los entrevistados fuereclutado a la fuerza. Sus historias son muydolorosas. Un día al salir de la escuela, Betty, (18años, FARC) recibió una amenaza: “Tranquilapeladita que nosotros sabemos donde vive. Si ustedno se va con nosotros, su mamá es la que paga.”Apenas tenía 12 años. Se la llevaron a los pocosdías. El padre los amenazó: “Me devuelven a mi hijao le comunico al ejército dónde están ustedes.” A laniña no la dejaron volver; días después él fueasesinado. Betty pudo evadirse cuatro añosdespués, cuando había cumplido 16 años.

Otra razón mencionada por los entrevistados paraingresar a un grupo armado, la representa el hechode querer vengar el asesinato de sus familiares(13%). Lucía (32 años) fue durante doce añosmiembro del ELN: “Yo no estaba allá porque megustara, sino para vengarme de los paracos quemataron a mi mamá y de las Farc que asesinaron ami papá.” Otros motivos mencionados para ingresara un grupo armado fueron: La proteccción de lafamilia (10%), motivos ideológicos (7%) o el habersido influenciados para hacerlo por familiares o porconocidos (7%).

La gran mayoría de los entrevistados (66%) eracombatiente raso. Junto a los entrenamientos

Durante las primeras entrevistas que ha realizado el

grupo de investigación con los 90 entrevistados, se tocó

principalmente los temas de su pertenecia a los grupos

armados, su salida, y su ingreso al programa del

gobierno.

edad de los entrevistados a su ingreso a un grupo

armando

hasta los 14 años

15 - 17 años

18 - 20 años

21 - 24 años

> 24 años

24%

41%

21%

7%7%

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militares normales, se ocupaban de tareaslogísticas y de apoyo. Montar guardia eralógicamente una tarea importante, pero tambiénrecoger leña, cocinar, pedir información y desarrollarotras tareas de inteligencia, explicar el reglamento asus compañeros combatientes y ejecutar actividadesde reconocimiento. Además, un pequeño grupo teníatareas propias, más especializadas (el 21% de losentrevistados), trabajando como secretario,enfermero, escolta o ideólogo. Estos también teníanel rango de soldados. Un pequeño grupo de losentrevistados (11%) logró escalar después dealgunos años la posición de (sub)comandante delgrupo o la de instructor. Sólo dos de las personasentrevistadas lograron convertirse en comandantesde alto rango.

La fugaLa mayor parte de los entrevistados dejó el grupoarmado siendo un adulto joven. En esta fasecomenzaron a dudar de asuntos que hasta entonceshabían considerado como obvios. Comprendieronque habían perdido para siempre el poder para dirigirsus propias vidas. Estaban hartos de la aburridora ydura vida como soldados. También se hizo fuerte enellos el deseo de reunirse con sus familias o defundar ellos mismos una familia. Además, sehicieron cada vez más concientes de la discrepanciaexistente entre el discurso ideológico de la direccióny las promesas que les habían hecho, de un lado, yla experiencia diaria, del otro.

A la pregunta por qué habían dejado el grupoarmado, la mayoría de los entrevistados respondióque estaban decepcionados y desilusionados (48personas). En su opinión, esto se daba en granparte paralelamente con la percepción eventual delas falsas promesas que les habían hecho cuandohabían sido reclutados años antes. Pero también semencionaron las decepciones ideológicas. John

Faber (21 años, FARC) fue el que mayor acento pusodentro del grupo en el cumplimiento estricto delreglamento interno. El grupo se involucró cada vezmás con el tráfico de cocaína, traída en pequeñosaviones desde el Brasil. Dejó finalmente la guerrillaporque, según él, “cada vez había más dólares, máswhisky, más riñas entre camaradas, másinfracciones al reglamento y a la moralrevolucionaria, cada vez más lejos del pensamientode Bolívar y de los grandes revolucionarios”.

Un grupo de los entrevistados (14 %) tuvo que salvarsus vidas, ya que sabían que serían enjuiciadas porun tribunal militar interno (13 personas). El deseo dereencontrarse con la familia o una relación amorosaestable, fueron mencionados como razón en diezcasos. Diecisiete de las personas entrevistadasfueron capturadoas por las autoridades, la mayoríadurante enfrentamientos militares.

Fugarse del grupo armado representó para muchosentrevistados un salto al vacío. Muchos no conocíanel programa gubernamental, o habían escuchadohablar de él, pero no podían creer que existiera. Lamayoría de los entrevistados creía que tendría quepasar algunos años en la cárcel. Por ello, laamnistía que los entrevistados recibieronfinalmente, resultó para muchos una sorpresa.

John Faber (21 años, FARC) había leído un folletosobre el programa gubernamental y había escuchadoalgunas cuñas radiales. Pero, no creía ni una palabrade la propaganda gubernamental. Cuando se rindió,estaba seguro que terminaría en la cárcel. Luego deuna fuga difícil, se encontró por fin con una patrullamilitar. Gritó que se quería rendir y les rogó a lossoldados que no le dispararan. El coronel le explicóque existía un programa y que, debido a que JohnFaber era menor de edad, sería entregado aBienestar Familiar. Un día después de su rendiciónfue examinado en la capital del departamento por unmédico e interrogado por la Fiscalía. Dentro de las24 horas siguientes fue entregado al ICBF enBogotá. Una semana más tarde se le habíaconcedido oficialmente amnistía. Después de unapermanencia de varias semanas en BienestarFamiliar, fue ubicado en un hogar sustituto, hastaque tuviera la edad adecuada para vivirindependientemente.44

Danilo (21 años, FARC), también se rindió ante elejército siendo mayor de edad. También él fuesometido a un examen médico, interrogado por losservicios de inteligencia y por la Fiscalía. Dos díasmás tarde fue trasladado a un albergue del

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Desilusión, decepción

Arresto

Salvar la vida

Familia / relación

Muerte de familiares

Enfermedad (regreso)

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Ministerio de Defensa en Bogotá, donde recibiócomida y ropa. Compartió el albergue con 35personas, hombres y mujeres, provenientes degrupos distintos. La comida era buena, pero alcomienzo le resultaba difícil vivir con extraños.Apreció mucho el hecho de haber recibido ayudapara entrar en contacto con su familia. Para su gransorpresa, tenía derecho a traer a su familia a lacapital, si podía demostrar que ésta corría peligro. Luego de diversos interrogatorios, durante loscuales se investigó si realmente había pertenecido aun grupo armado, el CODA le otorgó el certificadoque lo eximía de ser procesado jurídicamente. Fueremitido después al programa ejecutado por elMinisterio del Interior y Justicia. Se sentía perdido enuna ciudad con millones de habitantes como Bogotá,pero aprendió rápidamente a encontrar el caminoque lo llevaba a la oficina del programagubernamental. Se le asignó un mes después unavivienda de alquiler. Allí volvió a ver después de dosaños a su madre y a sus dos hijas, quienesingresaron todas tres al programa gubernamental.

“Rasking Ball”Los entrevistados tienen que superar muchas cosasdurante las primeras semanas en Bogotá. Luego dela tramitación jurídica de su caso, inician una nuevafase bajo la dirección del Ministerio del Interior yJusticia. Tienen que aprender a moverse en Bogotá,adaptarse a la vida en el albergue o en una viviendaindividual, buscar una academia para estudiar yreencontrarse con su familia.

La convivencia en los albergues, donde hombres ymujeres procedentes de distintos grupos armadostienen que vivir juntos, lleva en la práctica a muypocos problemas. Llama la atención el hecho de quelos participantes en el programa se considerenmutuamente como compañeros de suerte y que supasado como combatientes no juegue por lo generalningún papel importante en las relaciones entreellos. Esto se observó muy bien, por ejemplo, en lalluvia de regalos para bebé que tuvo lugar con motivodel próximo nacimiento del nieto de Yadira, unaantigua guerrillera del Amazonas. Yadira erabeneficiaria del programa, junto con su hija de 15años que estaba embarazada de un ex paramilitar.En un ambiente sobrio - una habitación vacía, consillas prestadas por los vecinos - se sirvieronbebidas alcohólicas y los invitados, procedentes dedistintos grupos armados, bailaron juntos hasta elamanecer.

La vida en los albergues, donde la mayor parte delos entrevistados permaneció hasta diciembre de

2005, era muy fácil. Los residentes casi no teníanresponsabilidades. La dirección del albergue eraresponsable del alojamiento de los beneficiarios, asícomo de su alimentación, orientación sicológica ysus artículos de aseo. Manejaba, además, susgastos de estudio. Los entrevistados que vivíanindependientemente en una vivienda tenían másresponsabilidades, teniendo que administrar elsubsidio mensual. La única obligación real que losentrevistados tenían, a partir de agosto de 2005,era estudiar o trabajar.

Los entrevistados ingresaron al programa con unaactitud muy positiva. Todos preferían trabajar,generalmente en labores físicas. Después de todo,estaban acostumbrados a la disciplina militar y alarduo trabajo físico con el grupo armado al quepertenecían. En muy raras ocasiones mostrabaninterés por estudiar. Para los ex combatientes reciénllegados a Bogotá y que no cuentan con conocidosen la ciudad, encontrar trabajo resulta difícil en lapráctica. Si después de un tiempo encuentran unpequeño empleo, es generalmente en el sectorinformal. Sin embargo, para cumplir con lasexigencias del programa gubernamental, losparticipantes deben demostrar que siguen unestudio o presentar una declaración de empleoexpedida por su empleador formal. En el sectorinformal esto es imposible.

A falta de un trabajo adecuado, todos losentrevistados siguieron uno o más cursos. Pero estono es suficiente para llenar sus días. Por lo general,gastan una parte del día en asistir a las lecciones yhacer las tareas. Resulta difícil encontrar trabajopara un par de horas por día. Por lo demás, dentrodel programa se emprenden pocas actividadesrecreativas o productivas. En su tiempo libre, losentrevistados se van a la ciudad, se quedan en elalbergue o en su vivienda, o miran la televisión. Losentrevistados utilizaban con mucha frecuencia unaexpressión par describir su inactividad durante sutiempo libre: el “rasking ball”. En castellanocoloquial es “rascándose las pelotas”, en alusión dela postura de quien no tiene mucho que hacer y pasael tiempo con las manos de sus bolsillos.

Los entrevistados llevan durante los primeros dosaños una vida relativamente protegida. Losparticipantes reciben cuidado material, estánprotegidos y no necesitan cumplir con fuertesexigencias. Para muchos el programa tiene elcarácter de una ‘luna de miel’. Los entrevistadossaben que deberán funcionar independientementedentro de un periodo de dos años, pero el programa

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no les estimula para trabajar de manera activa en sufuturo. Por el contrario, la mayoría de losentrevistados se queja de caer en la misma apatía yen el mismo facilismo que muestran losdesmovilizados que están en el programa desdehace más tiempo.

Durante la investigación llamó la atención que losentrevistados tuvieran la costumbre de quejarse delEstado, amenazando con regresar de nuevo a ungrupo armado. En esto, el estilo de los antiguosmiembros de las AUC resultaba más duro y exigenteque el de los antiguos miembros de los gruposguerrilleros. La investigación mostró que estasamenazas provenían sobre todo de la gran angustiaque sienten por el futuro, donde tendrán quefuncionar como ciudadanos comunes y corrientes.Sin embargo, la posibilidad de que termineningresando en la criminalidad es más grande que laposibilidad de que ingresen a un grupo armado. Losex paramilitares no ingresarán rápidamente a ungrupo guerrillero para llevar una dura vida y sinrecibir sueldo. En el pasado los antiguos guerrillerosingresaban a un grupo paramilitar, pero después dela desmovilización colectiva esta oportunidadpracticamente ya no existe.

SeguridadLa gran ciudad ofrece suficiente anonimato yseguridad para la mayoría de los participantes en elprograma gubernamental, lo que les permite pasarsin problemas por el programa. De losdesmovilizados se espera que cumplan con algunasreglas mínimas de comportamiento, para noexponerse innecesariamente a situaciones deriesgo. De esta manera, deben evitar determinadossitios y no pueden circular por la calle a altas horasde la noche. Se les dice, además, que deben evitarlas peleas con extraños en la calle y en sitiospúblicos, y que no deben contar nada sobre supasado.

En caso de problemas de seguridad, el Ministerio delInterior y de Justicia y el Ministerio de Defensa, encooperación con el DAS45, deben tomar las medidasnecesarias para proteger a los desmovilizados y susfamilias. Todos los participantes en el programareciben un seguro de vida, válido por un año, por unmonto de aproximadamente 2.200 euros. Deacuerdo con las estadísticas del Ministerio deDefensa, sólo dos participantes en el programahabían sido asesinados hasta diciembre de 2005por orden de sus antiguos comandantes.

No obstante, resulta difícil garantizar la seguridaddel grupo conformado por lo antiguos comandantesde la guerrilla, incluso en una ciudad con millones dehabitantes como Bogotá. Los comandos de las FARCy el ELN los amenaza de muerte porque estos exguerrilleros poseen mucha información militar.Además, para la guerrilla resulta intolerable queguerrilleros que formaron parte de su comandodirectivo y fueron adiestrados con mucho esfuerzo -ambos grupos cuentan con déficits en suscomandos directivos - hayan abandonado susgrupos armados por iniciativa propia. Estosantiguos comandantes viven con sus familias enviviendas independientes. Pero, por razones deseguridad, deben cambiar frecuentemente de casa.Sus familias deben comenzar cada vez de nuevo. Sin un lugar de residencia permanente, no puedeniniciar ningún proyecto productivo. De esto resultaque el programa gubernamental es más adecuadopara los rangos inferiores de los grupos armados.Los entrevistados con un rango mayor, muestraninterés por una estadía (temporal) en el exterior opor un traslado dentro de Colombia, para iniciar unavida con una identidad completamente nueva.

44 Durante los primeros años del gobierno Uribe, una parte de losantiguos niños soldados fue ubicada en casa de familiassustitutas. Cuando el número de niños soldados desertoresaumentó, comenzó a aplicarse menos esta forma de orientación.

45 DAS: Departamento Administrativo de Seguridad.

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Soacha: un barrio extenso y triste de viviendas bajas de cemento en el sur de Bogotá. Aquíviven los más pobres, la gente sin oportunidades. Lucy es uno de ellos. Su casita es húmeda yfría. Hay una mesa con cuatro sillas y un equipo de música barato. Esto es todo. Lucy es delgaday tiene cabello negro azabache y largo. Habla en voz muy baja, como si no se atreviera a hablaren voz alta. No te mira a los ojos y nunca sonríe. Sólo tiene 20 años. Todavía es casi una niña,pero tiene toda una vida detrás de sí.

Lucy

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Yo vengo de los Llanos, en eloriente del país, de una familia

pequeña. Ingresé a los 15 años a lasFARC, sin tener razones claras parahacerlo, junto con casi todo mi grupoescolar. En otros países te haces scouta esa edad, pero en Colombia ingresasa las FARC. Aprendimos a luchar, adefendernos y a usar las armas; fusilesAK-47. Durante el entrenamiento nosdieron también clases de ideología.Por ello, al comienzo creí en losobjetivos de las FARC. Pero ya no creoen ellos. No me interesa la política.¿Que si voy a votar? ¿Cuándo? ¿Hayelecciones en mayo? No sé quiénesson los los candidatos, no conozco susnombres. No me interesa.’

‘Fui hecha prisionera después de haberpartido a pie junto conaproximadamente cuatrocientoscombatientes de las FARC menores deedad, hacia el norte de Colombia.

Salimos desde los alrededores deBogotá con nuestros comandantes.Pero el ejército colombiano nosobservaba, sin que nos diéramoscuenta. Después de algunas semanas,el ejército atacó desde la nada cercade Santander y muchos huyeron llenosde pánico. Creo que en esa acciónmurió la mitad de los nuestros. Elejército me capturó después de cuatrodías y me entregó al InstitutoColombiano de Bienestar Familiar.Entré en el programa de reinserción yrecibí al final dinero del gobierno paracomprar esta casita. En realidad,también es para mi tía, pero ella viveen otra parte. Ahora vivo aquí sola.’

‘Trabajo actualmente para una entidadsocial. Fabricamos tarjetas y lasvendemos, también en el exterior.Mire, esta es una. Una tarjeta con unarosa rosada pegada encima,empacada en una especie de cajita.

Con la frase: "Felíz día de la mujer".Mis días de trabajo son largos. Salgo alas siete de la mañana y regreso docehoras después. Pero los días en quetrabajo son mejores que los fines desemana. No conozco a casi nadie en elvecindario y tengo por ello pococontactos. En Bogotá viven otros exmiembros de mi grupo de las FARC,pero no me trato con ellos. Cuando elfin de semana termino los oficiosdomésticos, no tengo nada más quehacer. No tengo nadie con quienhablar. No tengo dinero para salir; aveces voy en el fin de semana alparque. No tengo seguridad social.’

‘No, no soy feliz. ¿Que si tengo unsueño? .... No, no sabría decir cúal. Mipadre ya murió. Debo cuidar a mimade que tiene problemas mentales.Vive en Villavicencio, la última vez quefui allá, fue hace un mes. Espero podertraerla acá..’

nadie con quien hablar

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Muchos tienen en su niñez padrastros,madrastras, medios hermanos o mediashermanas, además de abuelos y tías, que

se encargan (temporalmente) de las tareasinherentes a la crianza de un niño. La figura delpadre también está ausente en el aspectoeconómico. La responsabilidad económica por estasfamilias rotas descansa casi siempre sobre loshombros de las madres y sus hijos mayores.

Los entrevistados - con la excepción de dospersonas - negaron inicialmente haber sido víctimasde la violencia familiar. Sólo después de largassesiones de entrevistas resultó claro que ellos síhabían sufrido la violencia familiar y los trabajosfísicos extremos. Sin embargo, consideraban estocomo algo normal y, por lo tanto, no lo habíanexperimentado como maltrato. Finalmente se llegó ala triste conclusión de que casi el 70% de losentrevistados había sido víctima de maltrato físico osicológico. Esta imagen es confirmada por losresultados de la investigación realizada por el Centrode Estudios sobre Desarrollo Económico de Bogotá,que muestra que el 80% de los antiguoscombatientes de grupos armados ilegales fue en sujuventud víctima de la violencia familiar.46

La violencia doméstica en las zonas ruralescolombianas no es suficientemente combatida porparte del Estado. Las entidades gubernamentales,como el ICBF, desarrollan actividades mínimas en elcampo y no intervienen para poner fin a los abusosque se dan dentro de las familias. Para una parte delos niños campesinos, el ingreso a un grupo armadoresulta una manera para poder escapar de esta

situación violenta y desesperada. Eduard (23 años,ELN) por ejemplo, fue educado dentro de laorganización, pues ésta lo ‘adoptó’ cuando él habíacumplido escasamente los diez años. Cansado derealizar las tareas que entre gritos, amenazas yfuetazos le imponía el padrastro, abandonó el hogary la escuela, buscó a un amigo guerrillero y logró quelo aceptaran de mandadero de un comandante“fariano”. A sus 10 años, era uno de loscombatientes más jóvenes de su frente.

William (21 años, FARC) ingresó a los 13 años a laguerrilla. Lo movían el resentimiento y el odio contrasu tío, a quien había sido confiado debido a que sumadre lo descuidaba y su padre era un desconocido.Confesó: “El siempre abusó de mi, hacía conmigo loque quería, me llevaba a las fiestas de sus amigos,se emborrachaban, me hacían lo que querían. Y meregalaban ropa para contentarme. Yo no tenía anadie para contarle”. Estando en la guerrilla se fuecon un camarada, a quien le había contado todo, abuscar a su tío. La venganza que siguió fue tansangrienta que su abuelo, el padre del tíoasesinado, sufrió un ataque al corazón en elmomento de identificar el cuerpo sin vida de su hijo.William, que había cumplido entretanto 16 años, ysu camarada dejaron el grupo guerrillero algunosmeses después.

Características de comportamientoLos antiguos combatientes han aprendido asobrevivir. Toda su infancia ha sido marcada por laadaptación obligatoria a las circunstancias másextremas. A pesar de sus traumáticas experienciasde guerra, fueron capaces de mantenerse en piefísica y mentalmente. Sobrevivir tuvo un precio. Enlos combatientes desmovilizados se observan unaserie de características de comportamiento que -luego de su regreso a la sociedad civil - pueden tenerserias consecuencias para su desarrollo social ypersonal posterior. La investigación realizada mostrócinco características de comportamientoimportantes entre los ex combatientes.

Una actitud cerrada- Uno de sus mecanismos desobrevivencia más importantes consistió en llamarlo menos posible la atención. Como consecuenciade esto, muchos combatientes desmovilizados

Cicatrices en el cuerpo y en el alma

La infancia de muchos los entrevistados se caracterizó

por la inestabilidad. Las relaciones irregulares son más

la regla que la excepción en el campo colombiano. Los

padres desaparecen de vista después de una corta

relación con las mujeres que han convertido en

madres, y desempeñan un papel mínimo en la crianza

de sus hijos.

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muestran una actitud cerrada y callada. Secomportan tratando de llamar lo menos posible laatención. A veces también adoptan una actitudtímida y sometida. Han aprendido, además, areprimir el dolor emocional y físico, haciéndolo notarlo menos posible del mundo exterior.

Desconfianza - La vida de los combatientes de losgrupos armados ilegales está dominada por ladesconfianza. Los que no cumplen con losreglamentos, son castigados internamente; losmiembros de grupos guerrilleros deben comparecerante un consejo de guerra. Casi todos losentrevistados habían vivido el enjuiciamiento y/o laejecución de camaradas. Los entrevistados eransiempre dolorosamente concientes del hecho de quetambién a ellos podía llegarles el turno. Para esto,no necesariamente se necesitaba ser culpable.Después de todo, los grupos armados ilegalesaplican el siguiente principio:”Es mejor equivocarsematando 10 inocentes, que dejar pasar un sapo.”47

Este principio no solamente se aplica a la poblacióncivil, sino también a las mismas tropas.

Esta idea marca fuertemente su comportamiento,incluso cuando ya han abandonado la guerra.Desconfían de entrada de todo el mundo. No confiancasi nunca en nadie, ni siquiera en aquellaspersonas que están cerca de ellos. Prefiereninstintivamente mentir sobre hechos y contactos, osólo cuentan verdades a medias. Despuésde todo,esta táctica les sirvió durante años para salvar susvidas.

Temor - El combatiente desmovilizado sufregeneralmente de temores e inseguridad. Estasemociones no se explican solamente con base en lasevera disciplina vigente en los grupos armados yseñalada anteriormente. Muchos combatientes sesienten permanentemente sometidos a presióndebido a las tensiones internas de los miembros delgrupo y a los posibles enfrentamientos con el mundoexterior. Aunque sólo una cuarta parte de losentrevistados participó en enfrentamientos militarescon el enemigo, más del 90% de ellos había tenidoque enfrentar con frecuencia hostilidades, queconsistían generalmente en escaramuzas ocombates de larga intensidad.

Sobre todo el periodo anterior a la fuga, resultó paralos combatientes desmovilizados individualmente untiempo marcado en extremo por la soledad y laangustia. La desición de desertar del grupo armadoconlleva un lento proceso que dura meses y a vecesincluso años. Durante ese periodo surgen recuerdos

de las fugas frustradas de sus compañeroscombatientes, las persecusiones para capturarlos ysus ejecuciones, hechos en los cuales ellos mismosparticiparon con mayor o menor entusiasmo. Su fugaes un salto al vacío. A menudo deben esconderse unlargo tiempo en la zona que está completamentedominada por su antiguo grupo armado. La angustiade ser descubiertos no los abandona en realidad niun segundo durante los primeros años de libertad, nisiquiera cuando viven en una situación relativamentesegura en Bogotá. Fercho (25 años, FARC) seencontró en Bogotá con su antiguo comandante: “Yocreí que él venía por mi, que venía a matarme. Él seasustó más que yo. Él pensó que yo venía abuscarlo. Yo no sabía que él también se habíavolado”.

Falta de un marco moral y de sentido de laresponsabilidad - Dentro de los grupos armados eraimportante ganarse el favor del comandante. Losreglamentos internos y las órdenes de los jefes eranel hilo conductor en materia moral. Al adquirirhabilidad en el manejo de las armas, le mostrabanindirectamente a su comandante su disponibilidadpara obedecer cualquier orden. Según Ciro (20años), un antiguo niño soldado de las FARC, él hacíatodo lo que le ordenaban: “Estando allá, si mehubiera tocado matar a mi madre, la habíaamarrado y la había matado. Lo mismo habríanhecho los demás que estaban conmigo.” Una vezque regresan a la sociedad civil, los ex combatientesdesmovilizados no disponen de un marco moral paracanalizar sus emociones. Les cuesta, además,mucho esfuerzo aceptar la responsabilidad por suspropios actos.

Irritabilidad - Los combatientes desmovilizadostienen frecuentemente poco control sobre sussensaciones de ira y agresividad. Esto se explica enparte por el hecho de que se sienten inseguros desu lugar en la sociedad. Con razón o sin ella, sesienten a menudo rechazados y discriminados.Además, no aprendieron en el grupo armado asolucionar las diferencias por medio del diálogo.Despues de todo, el comandante del grupointervenía siempre para dirimir las peleas y losdesacuerdos.

Después de desertar, la libertad individualrecientemente adquirida los confunde. Una parte delos entrevistados puede explotar de ira ante elmenor motivo. Esto ocurre generalmente cuandotienen que esperar mucho tiempo su turno, cuandodeterminado trabajito les cuesta más tiempo del quepueden soportar, o cuando están sometidos a

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(ligera) tensión o presión de tiempo mientrasrealizan una tarea sencilla. Al respecto, Leonardo(24 años, FARC) cuenta lo siguiente: “Una vez fuicon un amigo a una oficina a recoger un documento.Nos atendió una señora que nos dijo que debíamossentarnos y esperar un momento. Después deesperar un tiempo, mi amigo se enojó, comenzó adarle patadas a las sillas y se subió encima delescritorio de la señora, gritando y maldiciendo.”

Problemas y afecciones de carácter síquico Las experiencias juveniles de los combatientesdesmovilizados, su permanencia con losparamilitares o la guerrilla y su fuga solitaria, dejanprofundas huellas emocionales y síquicas. Sinembargo, solamente muy pocos entrevistadosbuscaron ayuda sicológica por iniciativa propiamientras participaban en el programagubernamental. Desde niños han aprendido aavergonzarse de sus problemas, ya que estos sonuna muestra de cobardía y fracaso. Contarle a todoel mundo sus problemas y pedir ayuda parasolucionarlos, no es una señal de coraje. Estapostura peude causar a la larga problemas sociales.Los problemas mentales de una parte de losdesmovilizados puedan degenerar en el PTSS(síndrome de stress-postraumático).

Por esta razón, resultó difícil leventar el inventario delos problemas síquicos entre los entrevistados.Después de un tiempo, aceptaron hablar entérminos velados sobre sus problemas de insomnio,temores y ataques de ira. Pero ninguno de losentrevistados fue capaz de mencionar realmenteestos problemas, o de reconocer que sufría de unaafección síquica. En cambio, utilizan a menudo otrasexpresiones. Por ejemplo Jimmy y Gabriel, dosjóvenes ex combatientes de las FARC, quienessufren la persecución de la hechicera queasesinaron hace dos años por órdenes delcomandante. “Él - cuentan - nos mandó a matar aesa bruja..., porque esa nos estaba haciendomaleficios. Fuimos y la picamos con la motosierra.La enterramos por pedacitos como nos ordenó, paraque la bruja no nos jodiera más”.48 Juran quealgunos días después del asesinato, los restos de lamujer habían desaparecido. Creen ahora que la brujase venga de ellos produciéndoles brotes y manchasen la piel. Además, sufren de pérdida del apetito,sudor excesivo, insomnio total y reacciones deterror.

A pesar de estas limitaciones, los investigadoreshan podido constatar la existencia de problemassíquicos en la mayoría de los entrevistados. Por lo

demás, estas quejas no habían sido diagnosticadaspor un médico o siquiatra. Esto vale para la mayoríade los entrevistados. El resumen de problemassíquicos de los desmovilizados que sigue acontinuación, está basado en interrogatorios yobservaciones hechos por los investigadores ycomplementado con datos de un sicólogo quetrabajó en uno de los albergues.

Insomnio - La gran mayoría de los entrevistadosparece sufrir de insomnio. Sobre todo las mujeresentrevistadas mencionan que estos periodos deinsomnio son de larga duración. Como consecuenciade la falta de sueño, declaran sufrir de irritabilidad ytener problemas de concentración durante el día. Lagente estaba acostumbrada en los albergues a quelas personas se despertaran gritando durante lasnoches, debido a las pesadillas, o permanecieranlevantadas una gran parte de la noche. En algunosalbergues las mujeres buscaban protecciónacostándose juntas en una cama.

Depresividad - Aproximadamente la mitad de losentrevistados tiene quejas tan graves, que se puedeconstatar una forma de depresión (ligera). Esto semanifiesta, entre otras cosas, en apatía, indolencia yfalta de paz mental. Aproximadamente el 15% de losentrevistados sufre de una forma más severa dedepresión, que forma un grave obstáculo para suvida cotidiana.

En algunos casos las quejas se pueden reducirdirectamente a sentimientos de culpa y experienciasviolentas del pasado, que no han sido superadas.John Jairo (24 años, AUC) declara no poder controlarmás su conducta y no poder encontrar paz. Semuestra distante y muy callado, no participa en lasactividades de grupo y tiene siempre una actitudofensiva. Finalmente cuenta: “Estoy jodido desdecuando ‘piqué’ a un ‘man’. (Se refiere adesmembraciones hechas con motosierras a unhombre).”49 Es una costumbre entre los miembrosde las AUC que todos los combatientes del grupolleven en sus manos la cabeza de la víctima. Desdeque John Jairo vive en Bogotá, las imágenes de losacontecimientos del pasado regresan con másfrecuencia y con más fuerza: “Yo estoy jodido. Yo notengo perdón de Dios. Todos los días con este dolorde cabeza, prefiero no dormir, mejor veo televisión.”

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Paranoia - Un 40% de los entrevistados manifiestasufrir de paranoia y formas ligeras de delirio depersecusión, aunque ellos mismos nunca las llamenasí. La forma ligera de estas quejas puede tenermanifestaciones físicas muy inofensivas. Resultamuy significativa la anécdota sobre los bancos parasentarse en la sala de espera de la oficina50 dondelos participantes en el programa gubernamental ibana tramitar formalidades. Los bancos, que estabansituados en el centro de la sala de espera, no eranutilizados por los participantes en el programa.Estos preferían quedarse de pie con la espaldacontra la pared y mantenían su vista fija en laentrada. En algunos entrevistados las quejascomenzaron a tomar formas patológicas. Seaislaban cada vez más en su cuarto, con la puertacon llave, y ya casi no salían a la calle.

Adicción - El uso de alcohol es un fenómenoampliamente difundido entre los gruposcombatientes, pero el abuso estructural de alcoholes combatido por los comandantes. Al respecto,Pablo (19 años, AUC) cuenta lo siguiente: “Cadaprimero de mes nos reunimos como diez, cada unocon doscientos mil pesos [para comprarse licor],sacamos el equipo de sonido y después ningunosabe para dónde cogió el otro, sólo sabemos que sefue con alguna hembra por ahí.” Una vez ingresan alprograma gubernamental, una parte de loscombatientes desmovilizados se hace adicto alalcohol.

El uso de drogas se daba hasta hace pocoprincipalmente entre los paramilitares. Según el Dr.Juan David Ángel, ex director del programagubernamental, el problema comienza, sin embargo,a tomar formas endémicas. Este fenómeno fueconfirmado por los funcionarios del ICBF. Un exdirector de uno de los albergues está inclusoconvencido que “el 90% de los participantes tieneproblemas de adicción al alcohol o a las drogas,principalmente marihuana”. En ciudades grandescomo Bogotá y Medellíin los combatientesdesmovilizados entran, además, en contacto condrogas muy baratas, como el basuco51. Estadestructiva droga ocasiona una adicción más fuerteque la cocaína y tiene un efecto devastador en lasalud física y mental del consumidor. Los problemassíquicos ocasionados por el basuco se agravan porel consumo excesivo de alcohol y el uso de otrasdrogas agresivas.

Problemas y afecciones de carácter físicoLa mitad de los entrevistados resultó herido durantelos combates. Esto llama la atención, ya que sólo

una cuarta parte de los entrevistados participó enenfrentamientos militares con el ejército u otrosgrupos armados. Sólo el 4% participó en más detres enfrentamientos militares. Pero el 90% delgrupo de entrevistados estuvo involucrado enhostilidades y escaramuzas. Nueve de losentrevistados resultaron heridos como consecuenciade materiales explosivos (como minas y bombas),otros nueve sufrieron heridas como consecuencia deesquirlas de granadas, y 29 personas sufrieronheridas producidas por disparos en brazos y piernas.Como consecuencia de estos daños en su integridadfísica, la mayoría de los entrevistados en este grupoterminó con problemas de salud permanentes.

Muchos de los problemas físicos de los excombatientes son la consecuencia directa del hechode haber tenido que soportar graves privacionescuando eran muy jóvenes. La desnutrición, laextenuación física y las malas condicioneshigiénicas tienen un efecto muy negativo en loscuerpos jóvenes y sin desarrollar. Esto semanifiesta, entre otras cosas, en problemas en losintestinos y otros órganos, lesiones en el cuello y laespalda, y daños en las articulaciones. Además, lamayoría sufre de infecciones oculares que nuncafueron tratadas, o sólo fueron tratadasparcialmente. La enfermedad tropical más comúnentre las tropas es la malaria. Sin embargo, lossíntomas de esta enfermedad y de otrasenfermedades tropicales, son pocas vecesreconocidos. También después de ingresar alprograma pocas veces se establece su diagnóstico.Esto ocurre debido a que para ese entonces losíntomas han disminuído y sólo quedan vagasmolestias físicas.

Las enfermedades de transmisión sexualconstituyen una categoría especial. No se conocenestadísticas exactas, pero de las entrevistas sedesprende que todos los grupos armados tieneneste problema en mayor o menor medida. Estoocurre principalemente como consecuencia de lasrelaciones sexuales promiscuas que se dan entrelos combatientes al interior del grupo, pero tambiénentre los combatientes y los ciudadanos comunes.Los combatientes con graves afecciones sexualesson repudiados por los grupos armados. Al respecto,Melinda (25 años, FARC) cuenta lo siguiente: “Hacecomo tres años nos tocó hacernos muchosexámenes. Iban al campamento y nos sacabansangre y no sabíamos qué pasaba. A algunos losmataron, incluso a las muchachas de la discoteca.Allá decían que eran unas infiltradas del ejército.”Los comandantes estaban convencidos de que las

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muchachas de la discoteca infectadas con HIV,habían sido mandadas por el ejército para acostarsecon los guerrilleros.

Dos años más tarde Melinda fue sacada del grupo yenviada al hospital, ya que tenía dos meses deembarazo. “El doctor me informó que yo tenía sida,me dijo muchas cosas sobre esa enfermedad, queyo no era la única y que debía irme para la ciudad abuscar tratamiento. Después me enteré de lo malaque es esa enfermedad, que el bebé podía tenerlatambién y de todo lo que me iba a pasar.” El padrede su hijo también fue enviado a Bogotá para querecibiera tratamiento. Resultó que ambos habíansido contagiados antes de que iniciaran su relación,él por una muchacha de la discoteca y Melinda porsu comandante. ‘El niño nació sano, el no estáinfectado, pobre mi chinito, ya va para dos años.”

Atención médicaAl ingresar al programa gubernamental, los antiguoscombatientes son sometidos a un examen médico ysicológico. Se trata de un examen poco minuciosoque se realiza normalmente en Colombia enpersonas que necesitan un certificado médico. El examen no se centra en los antecedentesespecíficos de los los futuros participantes en elprograma. No se practica así un examen de sangre,lo que impide detectar la presencia deenfermedades tropicales, enfermedades detransmisión sexual, o el uso de drogas. Durante eltranscurso del programa no tienen lugar nuevosexámenes médicos. Durante su participación en elprograma, los entrevistados recibieron tratamientocasi solamente para afecciones simples.

Luego del examen médico, el participante es inscritoen el Régimen Subsidiado de Salud. Este es elsistema normal de servicios de salud en Colombiapara aquellos que no tienen un seguro médicoparticular. Teóricamente, los participantes en elprograma tienen acceso a los servicios de salud.También tienen derecho a estos servicios despuésde haber terminado el programa gubernamental. Losmedicamentos son gratuitos, o subsidiadosparcialmente. Pero en la práctica muchosparticipantes con problemas de salud no sonatendidos por los servicios de salud en el programagubernamental. Esto ocurre en primer lugar porqueel sistema no cubre tres afecciones muy comunesentre ellos, a saber: las enfermedades detransmisión sexual, las afecciones comoconsecuencia de la adicción al alcohol o a lasdrogas, y los problemas síquicos.

Además, sólo se tiene acceso a los serviciosgratuitos de salud cuando se puede presentar undiagnóstico oficial de la enfermedad o afección. Elmédico de cabecera tiene entonces que tomar enserio los problemas de salud del paciente y remitirlodonde un especialista, o a un laboratorio (para unexamen de sangre). Los médicos tienden a haceresto solamente cuando la situación de salud delpaciente está muy deteriorada y cuando lostratamientos más baratos no han dado resultado.Muchos ex combatientes siguen en la prácticasufriendo sus males, sin recibir tratamiento.

La atención sicoafectiva fue dada en los alberguesmismos. Había un sicólogo por cada treintaresidentes. Los encargados de los alberguesestaban obligados contractualmente a ofreceratención sicológica. En principio tuvieron lugarsesiones de grupo que podían ir de actividadesdeportivas a conversaciones en círculo,dependiendo del estilo de trabajo delcorrespondiente sicólogo. Además, tenía lugarsemanalmente una entrevista individual de quinceminutos del participante con el sicólogo. No todoslos encargados de los albergues le dieron suficienteatención a la obligación de contratar un sicólogo.Esto se volvió en contra, cuando resultó que losproblemas con que eran confrontados estossicólogos sobrepasaban algunas veces suexperiencia y sus capacidades.

Los combatientes desmovilizados se dan cuentaintuitivamente de la falta de experiencia y laingenuidad de algunos sicólogos. Reaccionaron anteesto con una actitud de superioridad y escepticismoque hizo imposible cualquier forma de comunicación.Arturo (20 años, ELN) cuenta: “A esas cuchas (a lassicólogas) uno se las ganaba a puro cuento.Siempre lo llamaban a uno a hacerle preguntas ysiempre quieren hablar de allá (de su vida en elgrupo) y esas vainas. ¡Nooo apa! (abreviatura depapá), yo a esa malparida siempre le metía cuentos(mentiras) y la dejaba tramada. (engañada)”,

Los sicólogos de los albergues no podían tratar ellosmismos a los participantes con problemas siquicos.Al ser remitidos a los especialistas, losparticipantes en el programa gubernamental seveían confrontados con el problema de los serviciosde salud descrito anteriormente. De acuerdo con lossicólogos que trabajaron en los albergues dondetuvo lugar la investigación, aproximadamente el 70%de los participantes necesitaría tratamientosicológico. En el aspecto profesional, esta situaciónresultaba muy insatisfactoria para los sicólogos.

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La atención médica después de diciembre de 2005Desde el cierre definitivo de los albergues a finalesdel año 2005, los participantes en el programa vivenindependientemente, repartidos por toda la ciudad.En principio las dependencias del CRO deberían serel punto de consulta para 1800 desmovilizadosindividuales, entre ellos para problemas de salud.

Los ‘CROs holandeses’ -con unos 900 beneficiarios-no organisan sesiones grupales deacompañamiento psicosocial obligatorias. Se dansolamente apoyo sicologico si el beneficiario pideayuda. Los ex combatientes no siempre son capacesde tomar ellos mismo la iniciativa para pedir ayudacuando tienen problemas de salud evidentes.Nuestros investigadores fueron llamados variasveces por algunos entrevistados con problemassíquicos y físicos agudos. No sabían encontrar ellosmismos la ruta hacia el médico o hacia la ayudasicológica, porque sentían temor de consultar a losmédicos. A través de las visitas domiciliarias sepodría señalar este tipo de quejas y afeccionesveladas, pero el programa de los ‘CROs holandeses’no incluie estas visitas.

Los CROs del gobierno -con unos 900 beneficiarios-sí organizan sesiones grupales de acompañamientopsicoafectivo. Los funcionarios de estos CROsdeberían realizar visitas domiciliarias dos veces porsemana. El grupo investigador no ha podido verificarsi estas visitas realmente se realizan de formaestructural.

El numeroso grupo de 4000 desmovilizadosindividuales, que no está relacionado con un CRO norecibe apoyo sicológico o acompañamiento social.Los entrevistados pertenecen a este grupo. Duranteel periodo diciembre 2005 - julio 2006, ninguno delos entrevistados que todavía permanecían en elprograma (58 de las 90 personas) había tenidocontacto con un sicólogo, o recibido una visita.

46 María Victoria Llorente, Enrique Chaux, Luz Magdalena Salas(2005), De la Casa a la Guerra: Nueva Evidencia sobre la ViolenciaJuvenil en Colombia. Informe final .Centro de Estudios sobredesarrollo Económico, p.53.

47 ‘Sapo’ quiere decir ‘delator’. 48 La creencia en la magia negra y en las fuerzas mágicas de magas y

brujas es un fenómeno muy frecuente en las zonas rurales deColombia. Estas mujeres son consultadas en caso de problemas desalud, para acontecimientos sociales y cuando la gente debe tomaruna decisión importante. Los grupos armados también utilizan susservicios. La gente cree así que las magas pueden ‘cerrar’ lastropas. Estos hombres ‘cerrados’ no podrían entonces ser tocadospor las balas.

49 Esto quiere decir: Cortar en trozos una persona con una motosierra.Algunos grupos paramilitares ajustan cuentas de esta manera conlos delatores.

50 La oficina del Ministerio del Interior y Justicia es actualmente unCRO.

51 Basuco es un residuo de la pasta de coca. Generalmente seconsume fumando. Debido a su alto nivel de contaminación, lostraficantes de droga no pueden comerciar este producto en elmercado internacional. Lo ponen entonces en el mercadocolombiano, a precios muy bajos. Esta droga se consumeprincipalmente en los barrios pobres.

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Marcus aparece como un fantasma, desde las tinieblas hacia la luz violenta, mientras unaguacero tropical cae sobre él. Viene de la escuela nocturna, donde aprende a leer y escribir.Hasta hace un par de meses era comandante del ELN, el Ejército de Liberación Nacional, perodesertó. Aunque sólo tiene un poco más de 40 años, este antiguo combatiente se estáquedando calvo y tiene canas. Durante la entrevista se muestra nervioso y mueveconstantemente su pie derecho arriba y abajo. Ninguna sonrisa aparece en su rostro.

Marcus

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Todo comenzó a comienzos de losaños 80, cuando vi la desigualdad

social en mi país. Ingresé al ELN paraluchar contra la pobreza en mi país,por los derechos de los campesinos. ElELN siempre ha mantenido fuerteslazos con las organizacionescampesinas. Me hice comandante delFrente Héroes de Anorí, un comandocerca de Medellín. Hicimos explotarcentrales eléctricas y bloqueamos lacarretera entre Bogotá y Medellín, lasdos ciudades más grandes deColombia. Lo hicimos para que lagente tomara conciencia de lasdiferencias sociales en el país, perotambién para conseguir dinero.También iniciamos una guerrillaurbana en los arrabales de Medellín.Esto tuvo éxito, porque a la largatuvimos atención médica, ropa,vivenda y pudimos negociar allánuestras compras de armas.’

‘Con el transcurso del tiempocomencé a preguntarme si estábamos

haciendo algo bueno. Analicé lo quepasaba en Cuba, la Unión Soviética yNicaragua. La revolución izquierdistahabía triunfado en algunos países,pero en Colombia la lucharevolucionaria ya duraba más decuarenta años y no teníamos más queuna cuarta parte del país bajo nuestrocontrol. Además, observé que ennuestra lucha revolucionariaestábamos perdiendo los valores.Atacábamos cada vez más a lapoblación civil. Comprendí que unarevolución no podía funcionar de estamanera.’

‘Finalmente decidí dejar el ELN. Yahabía discutido con otroscomandantes la cuestión de si íbamospor el buen camino, pero habíaperdido esa discusión. Después deesto, los comandantes decidieron queyo debía ser trasladado aBucaramanga. Entonces le dije ensecreto a mi compañía: Me voy. El quequiera irse conmigo, puede hacerlo.

Un día me enfermé y pregunté sipodía ir a Medellín para recibiratención médica, antes de partir paraBucaramanga. En Medellín medespedí de mi familia. Estabaconvencido de que mi fuga significaríami muerte, pero estaba dispuesto amorir. Desde Medellín me fui despuésa un campamento del ejército paraentregarme. Lo hice junto con 32hombres de mi compañía.’

‘Mi vida ahora es difícil. Me buscan ydebo cuidarme. Tengo poco dinero,me siento triste y me arrepiento dehaber desperdiciado veinte años demi vida. Espero poder poner unnegocito en el futuro. Además, quieroencargarme de mis hijos. Con eldinero que recibiré al final del periodode desmovilización, voy quizá acomprar una casita. Pero no sé si laquiero comprar aquí. Esta es unaciudad, mientras que yo vengo delcampo. Estoy acostumbrado a trabajarcon un machete.’

veinte años desperdiciados

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Campesinos en Bogotá“Al principio nos daban miedo los carros, entoncesal pasar la calle esperábamos mucho tiempo parapoder pasar, así viniera un carro lejísimos, lodejábamos pasar y ahí si pasábamos. La primera vezque fui a clase, me fui con un grupo de muchachospor un camino y cuando íbamos de regreso nosperdimos. Entonces nos tocó subirnos a un puentepeatonal para poder buscar el edificio de Bancafé[Edificio alto y luminoso que queda cerca de dondequedaban varios albergues]. Es que uno llega muydel monte” narra Wilson (23 años, FARC).

Poco tiempo después de ingresar en el programagubernamental, los antiguos combatientes debenenfrentar el primer gran desafío de su nueva vida: elchoque cultural que experimentan los campesinosllegados por primera vez a una gran capital comoBogotá. Después de todo, de los 90 entrevistados,el 79% proviene del campo lejano, el 18% provienede una pequeña ciudad de provincia y sólo el 3%proviene de un medio urbano. Durante las primerassemanas, después de su llegada a Bogotá, los excombatientes dificilmente pueden tenerse en pie. Sesienten perdidos, temerosos, y inseguros. Estánaturdidos por las dimensiones y la agitación de laciudad, así como por la cantidad de gente y elintenso tráfico.

Rápidamente se dan cuenta de que no disponen deciertas habilidades necesarias en la vida diaria. Nose pueden orientar, no comprenden cómo funcionael servicio de transporte público y no conocen lossemáforos o la ciclovía. Tampoco saben cómo sacardinero de su cuenta corriente. Se avergüenzan confrecuencia de esto y sólo se atreven a pedir ayuda aotros ex combatientes. “Yo no sabía usar el cajeroautomático, un muchacho me ayudó a abrir lacuenta. El cajero automático lo aprendí a usarcuando una muchacha me enseñó, pero eso fuecomo a los dos meses, yo le decía que me sacaratanta plata y ya”, confiesa Edgardo (25 años, AUC).

La posición de los indígenas desmovilizados es uncaso aparte. A la mayoría de los indígenas lescuesta echar raices en una capital como Bogotá.Una gran parte de ellos proviene directamente delas zonas selváticas y, para empezar, no puede

soportar el clima de la capital. Su identidad culturalestá estrechamente ligada al contacto con sucomunidad y su región. La mayoría de losdesmovilizados indígenas quiere regresar a suregión, pero tiene miedo de las represalias. Amediados del año 2005 se organizó un albergueespecial para ellos, pero con el cierre definitivo delos albergues los participantes indígenas tambiénfueron instalados en hogares independientes en laciudad. Actualemente, el programa gubernamentalno ofrece suficiente oportunidades que se conectencon sus antecedentes culturales y sus planesfuturos específicos.

La vida urbanaA pesar del choque cultural, la modernidad de la vidaurbana ejerce una gran capacidad de atracción enlos desmovilizados. Cada uno de los entrevistadoses orgulloso poseedor de un teléfono celular, y seentregan con pasión a la actividad de venderlodespués de un corto tiempo, para comprar deinmediato otro modelo de celular. Los aparatosdomésticos y otros equipos electrónicos condetalles sofisticados también están de moda entreellos. Determinadas formas de diversión que habíanconocido en los grupos armados, adquieren unanueva dimensión en el ambiente urbano. Por logeneral, los hombres descubren con rapidez elcamino hacia los burdeles y bares baratos, asícomo, en menor medida, hacia las salas de juego.

Las seducciones de la gran ciudad llevan a muchosex combatientes a los problemas económicos. Conrespecto al patrón de gastos, casi el 80% de losentrevistados confesó encontrarse en “un procesode aprendizaje”. Después de todo, en los gruposarmados cuidaban de ellos y sólo los paramilitaresrecibían un salario para financiar sus gastospersonales. Inicialmente, los ex combatientestampoco tuvieron responsabilidades económicas, otuvieron muy pocas, dentro del programagubernamental. Después de todo, en los alberguescuidaban de ellos, recibiendo todos ellos una sumade dinero para pagar los gastos de transporte hacialos centros educativos. Según Mery (21 años, FARC)surgieron incluso problemas con esto. Declaró alrespecto: “Lo que yo digo, hay gente que en vez deresocializarse pasa a un nivel de descomposición

Integración en la sociedad civil

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más fuerte. Hay gente que se gasta lo del transporteen trago.”

Desde enero 2006 los beneficiarios del programagubernamental tienen muchas masresponsabilidades economicas. Vivenindependientemente y reciben un subsidio estatalpara sus gastos de mantenimiento. Esto exigemucha responsabilidad, una característica quemuchos no poseen, según cuenta Manolo (25 años,AUC): “Hay pelaos que vienen del campo y noconocen nada, y los sueltan a una ciudad tan grandecomo ésta, luego de independizarlos y conquinientos mil pesos mensuales, se vuelvenviciosos, alcohólicos, ladrones.” Sobre todo loshombres parecen tener un hueco en la mano. Marco(27 años, AUC), esposo y padre de seis hijos,celebró el cobro de su primer subsidio mensualvisitando un burdel en el centro de la ciudad. Allí lerobaron un milion y medio de pesos colombianos (€508), después de lo cual su familia tuvo quedepender el resto del mes de la ayuda de los otroscombatientes desmovilizados.

No obstante, los ex combatientes que puedenresistir tales seducciones también tienen a menudoproblemas. El pago del subsidio se retrasa confrecuencia y los participantes en el programa noestán acostumbrados a planear sus gastos o aahorrar. También se ven a menudo enfrentados agastos inesperados, cuando resulta que lasmedicinas no son (completamente) cubiertas por elseguro, o cuando sus familiares les piden ayuda ensituaciones de emergencia. En estos casos, lamayoría recurre a los servicios de los usureros, queles prestan dinero sobre sus escasos bienespersonales. La tasa de usura que deben pagarles,los conduce a mayores problemas económicos.

La vida familiar: expectativas demasido altasEl guerrillero, y en menor medida el paramilitar,trueca su vida familiar por una vida en medio de ungrupo armado ilegal. Los entrevistados fueroninformados por sus comandantes sobre laprohibición de mantener contactos con sus familias,o sobre el hecho de que estos contactos noresultaban convenientes. Sin embargo, una granparte de los entrevistados comenzó a extrañar a sufamilia después de algunos años de vivir en el grupoarmado. Cuando ingresan al programagubernamental todos los entrevistados querríanreunirse con sus familiares. En el 82% de los casosles resultó posible reestablecer efectivamente elcontacto. Los otros entrevistados ya no tenían másfamiliares cercanos, o no los pudieron localizar.

El reencuentro con sus padres y hermanosconstituye un momento conmovedor y emocional.Pero a la larga resulta que el tiempo perdidodificilmente se puede recuperar. El lazo familiar casinunca se hace tan estrecho como se habíaesperado. En la mayoría de los casos de losentrevistados el contacto a largo plazo resultólimitado a algunas conversaciones telefónicasincidentales. Peleas y conflictos obstaculizan enmuchos casos la formación de un estrecho lazofamiliar. A veces esto tiene que ver con el dolor nosuperado, relacionado con acontecimientosfamiliares. En otros casos esto corresponde con elhecho de que muchos combatientes desmovilizadosmuestran un comportamiento agresivo y violento. Alrespecto, declara Mario (22 años, AUC): “Mihermana tiene 14 años y es muy rebelde. Variasveces le advertí que se portara bien y que no lecontestara mal a mi mamá. Un día llegué desorpresa a la casa y la escuché gritándole a mimamá”. Cuenta que un rato más tarde él entró ensilencio al cuarto de su hermana y con una tabla lepartió la pierna.

Veinte entrevistados hicieron participar a su esposae/o hijos en el programa. Además, sieteentrevistados lograron que sus hermanos o padresse convirtieran en beneficiarios del programa. Setrataba un total de 79 familiares. Esto correspondecon el promedio nacional.52 Los entrevistados quese han reunidos con sus familiares, planeanseriamente sostener también en el futuro a susesposas, hijos y otros familiares, y ayudarlos paraque salgan adelante. La relación con sus parejas ehijos es por lo general cálida y afectuosa. Peromuchos entrevistados resultaron tener dificultad conel cumplimiento de sus tareas y obligaciones diariascomo padres. Además, los ataques de rabia y lafalta de comunicación marcan la vida familiar.

De los otros entrevistados, 70 personas, no teníanuna relación cuando ingresaron en el programa. Deellos, 21 entrevistados comenzaron una relaciónestable dentro del programa, 13 de ellas eligieron aun desmovilizado como pareja, y una personaentabló una relación con la hermana de undesmovilizado que residía en el mismo albergue.Pero la mayoría de los entrevistados declaró que sesentía mejor al tener una relación con una parejaque fuera ex combatiente. Doris (24 años, AUC)declaró: “El hombre civil es muy güevón (tonto),además no creo que pudiera contarle lo que hevivido, porque fijo se asusta.” Su temor estáfundamentado por los resultados de la investigación.Las relaciones sentimentales entre entrevistados y

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ciudadanos comunes terminaron por lo generaldespués de corto tiempo. Los entrevistados dieroncomo razón para esto la desconfianza dentro de larelación y el hecho de que no podían controlar susemociones en momentos de pelea y desacuerdo.

El dentro del grupo de los desmovilizados las exguerrilleras deben soportar el estigma de ser‘mujeres para una noche’, porque sus superiores lesprohibieron tener relaciones sentimentales conguerrilleros, pero les permitieron tener contactossexuales de corta duración con sus compañeroscombatientes. Mario (24 años, FARC) no confía paranada en las ex combatientes femeninas. Dice alrespecto: “Tener una novia desmovilizada es lo peor,porque medio se descuida uno y ya está con otro.Prefiero pagarles a las de la diecinueve(prostitutas)”. También a raiz de este estigma, muypocas ex guerrilleras logran desarrollar relaciónesamorosas estables.

Nuevos vecinos El proceso de reinserción comienza con un buencontacto con los ciudadanos alrededor. Sin embargolos ex combatientes son, lamentablemente,difícilmente capaces de entablar contactos con susvecinos, como resultado de sus escasas habilidadessociales. Declaran también sentirse a menudorechazados por la sociedad. Gerardo (28 años,FARC) resume los problemas de la siguiente manera:“Uno tiene limitaciones, como hablar con laspersonas, interactuar con las personas [...] no hayun medio social donde uno pueda vivir, porquesiempre hay un temor al rechazo, y por eso uno tienetemor [...] no como las personas que ya tienen suámbito social”

En el programa gubernamental casi no se prestaatención al contacto con los ciudadanos alrededor.Los CRO’s no estan trabajando el tema tampoco. Elmunicipio de Bogotá intentó poner a las juntascomunales en contacto con los residentes de losalbergues. Esta iniciativa no tuvo éxito debido a quelos vecinos protestaron contra los efectos de lapresencia (concentrada) de los albergues en subarrio.53

En algunos casos existe un contacto entredesmovilizados y la población del barrio. En el casodel albergue para los indultados, las personasexplicaron esto con base en el hecho de que elalbergue estaba situado en un barrio popular, que seconectaba mejor con la mentalidad de los excombatientes. Otra excepción a la regla, loconstituyó el caso de los desmovilizados que se

erigieron como protectores de la población del barrio.Miguel, (44 años, ELN) decía “la gente en el barrionos tiene cariño, porque nosotros decidimos que nodebían haber ni ladrones, ni drogadictos por el barrio,entonces nosotros empezamos a estar atentos acualquier problema. Mire que el otro día trataron derobar una casa y nosotros salimos rápido con tablas ylo que pudimos a sacarlos, los agarramos y le dimosuna palera hasta que llego la policía. Eso más bien lagente esta muy agradecida con nosotros”.

En Medellín, el municipio mismo se hizo esponsablepor el acompañamiento y la integración.54 recibiendoun presupuesto del programa gubernamental. Elmunicipio de Medellín le ha dado al programa uncontenido particular, donde se hizo énfasis en laayuda sicoafectiva y el acompañamiento individual.Los desmovilizados viven de manera independiente,pero están bajo el cuidado de un guía fijo que losvisita regularmente en sus viviendas y supervisa quelos desmovilizados asistan a los encuentrossemanales obligatorios. La interacción entre losciudadanos comunes y los combatientesdesmovilizados está integrada en el programa. Seorganizan así encuentros con el vecindario ycelebraciones, mientras que los combatientesdesmovilizados organizan, por ejemplo, fiestasinfantiles para los niños del vecindario.

En otros municipios se constató que pasan pocascosas con respecto a los desmovilizados y el procesode reinserción. Una razón para esto está en la faltade conocimiento sobre la situación de losdesmovilizados en los municipios. Por ejemplo, elalcalde de Santander de Quilichao (Cauca) no conoceel número de desmovilizados en su municipio y no losha podido identificar.55 Estos municipios puedenentonces difícilmente desarrollar políticas para lareinserción de los ex combatientes.

¿Demócratas hasta la médula?Para hacer de los antiguos combatientes ciudadanosque participen activamente en la sociedad, senecesita un cambio de mentalidad que exige unaenorme dedicación. Al contrario de los miembrosdesmovilizados pertenecientes a grupos como elM19 y la CRS56, los combatientes desmovilizadosactuales no tienen preocupaciones intelectuales. Enmuy pocos casos ingresaron al grupo armado pormotivos ideológicos. Los entrevistados tienen por logeneral una percepción negativa de la democracia yde los poderes legislativo, judicial y ejecutivo. Sunoción de los deberes y derechos ciudadanos estádébilmente desarrollada.

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Resultó que los entrevistados se sientenabandonados a su suerte por el gobierno nacional yson difícilmente capaces de comparar su situacióncon la del resto de la población colombiana. Elhecho de que como participantes en el programagubernamental disfruten de medidas que provienende este sistema democrático, no cambia para nadasu impresión. Sí saben aprovechar las ventajas queles ofrece el sistema, ellos consideran como algonatural, pero no consideran que estas ventajasimpliquen obligaciones o lealtad hacia el estado dederecho. Muy pocos de los entrevistados son activospoliticamente. De los 90 entrevistados solamenteuno, un ex miembro de las FARC, desarrollaactividades dentro un partido político establecido.Un entrevistado, ex miembro del ELN, es miembrode la Junta Comunal, y dos menores entrevistadosparticipan en la organización para la defensa de losintereses de los combatientes desmovilizados,llamada Foro Joven.

Las elecciones democráticas no constituyen un temaimportante en el mundo de vivencias de losentrevistados. Inicialmente algunos entrevistadosquerían ir a votar en las elecciones de 2006.Estaban sobre todo motivados por el rumor reinanteen los albergues de que el cadidato presidencialUribe Vélez habia plamteadp aumentar el suma deldinero para el proyecto. Finalmente casi nadie votó.Ferney (27 años, FARC) se negó categóricamente avotar. Declaró al respecto: “En Colombia puedehaber gente con un buen pensamiento de ayudar alpueblo colombiano, pero si sube se daña, se tuerce.Todo es corrupción. Yo no voto por nadie”. Laconciencia política es generalmente más ampliaentre los ex combatientes del ELN, pero éstostampoco votan. Para ellos, la democracia siguesiendo un instrumento de la burguesía.

52 El promedio nacional es : 3,5 familiares por cada desmovilizadoindividual.

53 El Tiempo, 16 de julio de 2005 ‘Fin de Alberges que hay en Bogotá.’El Tiempo, 18 de julio de 2005, ‘Se acaban Albergues deReinsertados de Bogotá.’

54 Ideas para la Paz, en revista Semana, ‘Reconstrucción, Reinsercióny Región’, septiembre de 2006.

55 Viaje de estudio de Pax Christi Holanda con tres parlamentarios (B.Dittrich, C. van der Staaij y E. Egerschot), realizado del 21 al 25 deagosto de 2006. Incluyó una visita a Santander de Quilichao el 24de agosto de 2006.

56 Ver el capítulo “Desmovilización y reinserción en Colombia”

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Augusto podría ser el yerno ideal, con un rostro amable y ojos alegres, bien vestido y pequeñode estatura, pero robusto. Entretanto, el ex combatiente se ha casado y tiene una hijita de tresmeses de edad.

Augusto

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Me hice miembro de las FARC enjunio de 1996; tenía entonces 13

años de edad. Fue una decisiónabsurda, ya que no tenía ni idea decómo sería todo, marchando con ununiforme de camuflaje y manejandoun fusil. Muchos de los que ingresan alas FARC se equivocan y no sabennada. Algunos toman esa decisiónporque están enamorados de lasarmas, o de un hombre o una mujerque está en la guerrilla. Otros lo hacenporque son violentos por naturaleza ycreen que pueden matar a alguientodos los días. Yo sólo queríadescubrirlo todo, como una aventura.’‘Trabajábamos, estudiábamos ocombatíamos. No teníamos tiempo depensar en nuestra casa o en nuestrafamilia. Leíamos mucho sobre Marx yLenin y también teníamos queaprendernos de memoria losreglamentos y las normas de las FARC.Yo estaba en un campo deabastecimiento, hacía guardia ycocinaba. Esto me gustaba muchísimo.Pensaba que estaba dispuesto a morirpor la causa revolucionaria. Si me

hubieran pedido entonces poner a mimamá contra el paredón y fusilarla, lohubiera hecho.’

‘Uno de los combates más famosos delas FARC tuvo lugar en el Putumayo, enla Escuela Militar de Coreguajes.Matamos treinta militares que recibíaninstrucción. Mi tarea consistió enaccionar la cámara, de manera que vitodas las explosiones. Fue un combatemuy duro, porque el ejército nuncadeja escapar con vida a los guerrilleros.Por la mañana atacamos la vanguardiadel ejército, por la tarde le tocó elturno a la base militar. Sólo después detres días el ejército fue capaz de pedirayuda, que llegó en aviones yhelicópteros Black Hawk. Uno de esoshelicópteros Hawks se estrelló contrael río; los pasajeros se quemaron vivos,debido al aceite hirviente que estabaen la parte inferior del helicóptero.’‘Las ideas de nuestro jefe ManuelMarulanda todavía me parecen buenaspara el pueblo. Pero su numerosoejército atrae a gente que no combatepor la causa revolucionaria, sino

porque quiere alcanzar una posiciónsuperior. Por ello, me identificaba cadavez menos con la guerrilla. Además,me dio miedo porque había habladode Simón Bolívar y opinado sobre todolo que había terminado mal. Tuve quecomparecer incluso ante un consejo deguerra, que generalmente te condenaa muerte. Por esta razón me escapé enun barco a una base del ejércitocolombiano.’

‘Yo vengo de los Llanos, del campo.Allá no hay taxis ni buses, sólo selva. Y ahora vivo en la ciudad; tengo queacostumbrarme. Afortunadamente, mesiento mejor emocionalmente, ya notengo que pensar por las noches enque me van a enviar a patrullar, o enque debo combatir al día siguiente.Ahora tengo a mi mujer y a mis hijos, yun lugar propio. Además, vendo loteríaen la calle. Pero parece como si lagente no confiara en mi. Por ello,quiero continuar cambiando ycomenzar un negocio propio paramantener a mi familia. Este es miproyecto y trabajo duro para realizarlo.’

un lugar propio

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Posición de partida El nivel educativo de los 90 entrevistados al ingresoen el programa era muy bajo. La mitad de ellos (46 excombatientes) no había terminado la educaciónprimaria y era analfabeta o analfabeta funcional. De los otros entrevistados, 39 habían terminado laeducación primaria, pero no habían cursado elbachillerato, o sólo lo cursaron un par de años.Solamente tres entrevistados tenían su diploma debachillerato y dos tenían formación profesional.Recibieron entrenamiento militar en los gruposarmados y, en el caso de la guerrilla, algo deformación ideológica. Por lo demás, su desarrollointelectual quedó estancado. La formación yeducación de los ex combatientes es, por esta razónuna prioridad dentro del programa gubernamental.

Curso de integración socialTodos los participantes en el programagubernamental deben hacer un curso básico llamadoMódulo Inicial. Este curso tienen una duración de 100horas (distribuidas en cuatro semanas) y tiene lugarpoco tiempo después del ingreso en el programa.57

El objetivo del curso de integración social consiste enampliar la capacidad de los ex combatientes paradesenvolverse autónomamente en la sociedadcolombiana. En el curso se les explica a losparticipantes el funcionamiento del programagubernamental. Otros temas que se tratanbrevemente en el curso son: El funcionamiento de losservicios de salud, los derechos y deberesciudadanos, las posibilidades de participaciónciudadana, cómo sobrevivir en la gran ciudad y lasolución pacífica de conflictos entre las personas.

Todos los entrevistados calificaron positivamente elMódulo Inicial. Se les da mucha información útil. Alingreso, por ejemplo, los participantes no tienen niidea de sus derechos y deberes dentro del programa.En el curso se les explica esto detalladamente y ellospueden hacer preguntas. Los otros temas tratados enel curso también tienen mucho valor práctico. Uno delos entrevistados formuló esto así: “A través del cursopuedes establecer contactos y no te sientes tandiferente a los demas.” Los docentes songeneralmente sicólogos experimentados que manejanun método adecuado y utilizan el tono apropiado. Eledificio donde se dicta el curso, con sus agradablescafeterías, y el hecho de que los participantes acabande ingresar en el programa, contribuyen al buenambiente durante las lecciones. Para desilusión delos entrevistados, estos temas no tienen continuaciónen el programa gubernamental.

Los ex combatientes en los bancos escolaresTodos los participantes en el programagubernamental están obligados desde el mes deagosto de 2005 a estudiar o trabajar después dehaber terminado el curso básico. Para losdesmovilizados resulta imposible encontrar empleooficial, por eso todos entran a estudiar. Tienen queestudiar al menos 650 horas de clase, que puedenser distribuidas en uno o más cursos. En el caso deausencia crónica del participante, éste no recibe mássubsidio. Los participantes en el programa debenmostrar mensualmente las pruebas de sus gastosfinancieros como resultado de sus actividadeseducativas. El Ministerio no ejerce otros controles.

Por lo general, los combatientes desmovilizados noestán muy motivados para volver a estudiar. Casitodos los entrevistados manifestaron que habríanpreferido entrar directamente a trabajar. Estánacostumbrados al trabajo físico pesado y a un horariosevero. Quieren ponerse manos a la obrainmediatamente después de ingresar en el programa,preferiblemente en una finca campesina. Diego (29años, FARC y padre de dos hijos) dice: “Yo deberíaestar ‘voliando’ machete con unas maticas deplátano, de yuquita, criando unos marranos y unasvaquitas. Pero vea, uno andando todas las tardespara un colegio que no enseña nada, o será uno elque no aprende”. También resulta ilustrativa la

Analfabeta

Educanión primaria

Bachillerato

nivel educativo de los entrevistados al ingresar en

el programa

56%39%

3%

¿Educación a la medida?

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opinión de Samantha (23 años, AUC), que sigue uncurso de mantenimiento de computadores: “Eso delos computadores a mi me gusta, pero hay queestudiar mucho [...] Por mi no iría, pero es que si novoy no me consignan [la mensualidad que le da elprograma]...” Obviamente, hay excepciones: Don Eli(50 años, FARC) cursa con mucho entusiasmo laprimaria y trabaja diariamente con ahinco en sustareas escolares. Don Eli tiene por primera vez en suvida la oportunidad de aprender a leer y escribir.

La escogencia de sus estudios Los participantes en el programa gubernamentalpueden elegir entre cursar la primaria o el bachilleratoacelerados y/o seguir cursos de capacitaciónprofesional. En principio pueden elegir cualquierestudio que esté dentro del presupuesto del programay corresponda con su nivel educativo. El Ministerio noha hecho una selección de cursos de capacitación einstituciones educativas, y tampoco emiterecomendaciones. Para orientarse sobre la elecciónde la institución educativa los desmovilizados iban alÁrea de Educación.58 Desde el año 2006 ellos van alCRO. En las carteleras hay cientos de avisos de lasinstituciones educativas. La inscripción real para elcurso de capacitación tiene lugar en la sede de lacorrespondiente institución educativa. Muchosentrevistados declararon que se sentían confundidosante tantas opciones de estudio. Su elección de unestudio dependia de los siguentes consideraciones:

• Educación preparatoria Debido a su bajo nivel educativo, los entrevistadoseligieron con frecuencia la educación primaria y/oel bachillerato acelerados. Con esto cumplen enprincipio con las 650 horas de clase exigidas por elprograma. Al menos nueve entrevistados no fueronadmitidos en el curso de Mecánica Automotriz,debido a que no tenían la suficiente educaciónpreparatoria. Se les exigía haber cursado al menoscuatro años de bachillerato.

• Duración del curso de capacitaciónLos entrevistados parecen preferir mucho losestudios de corta duración. Tienen problemas deconcentración, poca o ninguna afinidad con laeducación y no poseen una disciplina de estudio.La idea de tener que estudiar por más de unsemestre los aterra. Los cursos de capacitaciónprofesional elegidos eran casi todos de cortaduración.

• Accesibilidad de la institución educativaLos desmovilizados se sienten con frecuenciadesorientados y temerosos en Bogotá. Por estarazón, tienen la tendencia a elegir una institución

educativa que esté cerca del lugar donde viven.Esto se agravó luego del cierre definitivo de losalbergues. Los participantes en el programa fueronrepartidos por toda la ciudad y sus suburbios, y nopudieron contar más con el apoyo y lasrecomendaciones del encargado del albergue y susresidentes.

• Gastos de estudio y transporteEl monto de los gastos de estudio y transporte sonuna consideración importante a la hora de elegir unestudio. Hasta diciembre de 2005, los gastos deestudio eran pagados por la dirección del albergue.Había, sin embargo, un límite máximo a los gastosde transporte. Por esta razón, muchos desistierondel popular curso de Ganadería que se daba enMosquera, un suburbio bogotano. Para llegar allá,tenían que comprar un tiquete de bus más. Ahoraque todos los entrevistados viven en hogaresindependientes y deben sobrevivir con el subsidiomensual59, intentan ahorrar lo más posible engastos de estudio y transporte.

• Número limitado de cuposCon frecuencia los entrevistados no son admitidosen un curso de capacitación porque los cupos deestudio ya estan copados. Los participantes en elprograma se inscriben en instituciones educativascorrientes que están abiertas a todo el público. Nose reservan cupos para los desmovilizados. Deesta manera, 14 entrevistados no fueron admitidosen un curso de Agricultura. También el curso depanadería resulta muchas veces sin cupos. Felipe(25 años, AUC) habría seguido con gusto un cursode Panadería. Declara al respecto : “Ya he tratadode meterme tres veces, pero siempre me dicen queno hay cupo...que debo estar pendiente paracuando abran el próximo... y vea...la semanapasada llamé a la señorita y me dijo que otra vezque [sic] no hay cupo, que me toca inscribirme enotra cosa...”.

Trayectos educativos seguidos dentro delprograma gubernamental Todos los 46 entrevistados que al ingreso en elprograma eran analfabetos, o habían seguidoeducación primaria mínima, eligieron la primariaacelerada. Casi la mitad la consideraron suficientecomo preparación. Quince de ellos decidieron seguirun curso de capacitación de corta duración. Trecepersonas pasaron de la primaria acelerada albachillerato acelerado, ocho de las cuales siguierondespués cursos de capacitación. El curso decapacitación preferido por los que perseveraron fueManejo de Sistemas.

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45

Del grupo de entrevistados que al ingreso en elprograma gubernamental ya había terminado laprimaria, once decidieron, sin embargo, iniciar laprimaria acelerada. Las otras 28 personas eligieron elbachillerato acelerado, aproximadamente la mitad deellas también siguió posteriormente cursos decapacitación profesional. Los cursos más solicitadosentre los entrevistados fueron: Manejo de Sistemas,Mecánica Automotriz y Ganadería.

Los cinco entrevistados que ya tenían un diploma debachillerato a su ingreso en el programagubernamental decidieron estudiar Manejo deSistemas y Administración.

Cursos de capacitaciónDe los 90 entrevistados, 39 no eligieron un curso decapacitación. A veces sufren un retraso en el curso debachillerato y seguidamente no pueden acceder a uncurso de capacitación. La posición de partida en elcampo laboral de muchos de ellos habría mejorado sihubiesen decidido seguir en todo caso un curso decapacitación, junto a los cursos de primaria y/obachillerato acelerados. Uno de los entrevistados, unhombre de 40 años y padre de dos hijos. Sufrió unretraso en el curso debido a razones de seguridad ysólo tendrá un diploma de bachillerato cuandotermine el programa gubernamental. Ingresará a lasociedad civil sin haber aprendido un oficio y no tieneni idea cómo va a sostener a su familia.

Entre los 51 entrevistados que sí siguieron un cursode capacitación, el curso de Manejo de Sistemas tuvola mayor acogida. El alto número de inscripcionespara el curso de Manejo de Sistemas se explicaprincipalmente por el hecho de que para muchosjóvenes esta materia está asociada con lamodernidad y la cultura de comunicacióninternacional. Además, la oferta de este curso esamplia, por lo cual los estudiantes corren pocosriesgos de no ser admitidos.edad)

¿Educación a la medida?Los métodos educativos y el tratamiento didáctico delas materias en las instituciones educativas dondeestudian los desmovilizados, no se conectan por logeneral con sus antecedentes. Los ex combatientesestudian en clases heterogéneas con estudiantescorrientes. Sin embargo, los desmovilizados formanun grupo difícil que necesita un tratamiento especial.Están acostumbrados al esfuerzo físico, pero notienen paciencia ni disciplina de estudio. Laslecciones deben ser entonces variadas y prácticas.Además, como consecuencia de la dura vida en lalucha armada, tienen a menudo limitaciones físicas ymentales que dificultan su proceso de aprendizaje.Pero también temen hacer preguntas y hacer elridículo ante el grupo, y necesitan muchoacompañamiento individualizado.

Una excepción en este marco la constituyó eltratamiento individualizado que se aplica en el centroeducativo Don Bosco Obrero. El centro se encargódurante más de dos años de la educación técnica deunos 3000 ex combatientes. Esta organizacióncatólica60 tiene una amplia experiencia en la acogida

Educación preparatoria:

terminó el bachillerato

Curso de capacitación

Entrevistados

(5 en total)

5

Educación preparatoria:

analfabeta / no terminó la primaria

Educación primaria

Educación primaria y curso de capacitación

Educación primaria y bachillerato

Primaria, bachillerato y curso de capacitación

Número de

entrevistados:

46

18

15

5

8

Educación preparatoria (no terminó el

bachillerato)

No terminó nada / trabaja

Educación primaria

Curso de capacitación

Educación primaria / curso de capacitación

Educación primaria / bachillerato

Primaria / bachillerato / curso de capacitación

Bachillerato

Bachillerato / curso de capacitación

Entrevistados

(39 en total)

2

1

6

7

2

1

11

9

Tipo de curso de capacitación

Sin curso de capacitación

Manejo de Sistemas

(computadores)

Ganadería

Panadería

Mecánica automotriz

Administración de empresas

Carpintería

Construcción (asistente)

Pesquería

Fotografía (solamente

desmovilizados menores de edad)

Asistente de oficina y archivo

Peluquería

Número de

entrevistados por curso

de capacitación

39

17

9

7

7

7

3

3

3

2

2

1

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y la educación de niños de la calle y jóvenesprovenientes de los barrios populares. El institutocuenta con profesores bien preparados e interesadosen la problemática social, y brinda mucha atención yacompañamiento individualizados a sus alumnos. Elgobierno puso fin a la cooperación con este centroeducativo, porque Don Bosco no pudo ofrecer cursoscon temas agrarios.

El nivel de muchos cursos de capacitación es pordecir lo menos discutible. De los entrevistados queterminaron su primaria y/o bachillerato, 44 resultaronser todavía analfabetas funcionales. Esto se observa,entre otros, en el relato de Fabián (19 años, FARC).Debido a su dedicación y a sus buenas calificacionesdurante su curso de bachillerato, fue elegido para leerel discurso de despedida en la ceremonia de clausuradel curso. Cuando los investigadores lo ayudaban aescribir el texto del discurso, se dieron cuenta de queel nivel de lectura y escritura de Fabián no era másalto que el de un alumno del sexto grado de laprimaria.

Una combinación de aprendizaje y trabajo habría sidouna solución ideal para muchos de los entrevistados.Esto exige, sin embargo, una nueva organización delprograma educativo. Los desmovilizados deberían enun estadio temprano hacer una práctica en unaempresa o entidad que se conecte con el curso decapacitación que siguen. Esto aumentaría de maneraconsiderable las oportunidades futuras de losdesmovilizados en el mercado laboral. Hasta elmomento no se han hecho esfuerzos serios paraconseguir lugares de práctica semejantes en lasempresas. Los ‘CROs holandeses’(con 900beneficiarios) actúan como intermediarios de los excombatientes ante empresas y agencias paraconseguir lugares de practica. Pax Christi no hapodido precisar el numero de lugares de practica quese ha podido encontrar.

Dos entrevistados recibieron la oferta de adquirirexperiencia durante una permanencia de seis mesesen España (a través del gobierno español), trabajandoen el campo de la agricultura y la horticultura.Regresaron muy entusiasmados a Colombia. Habíantenido un sueldo relativamente alto y habíanaprovechado la oportunidad para conocer el paísibérico. El director del albergue en que permanecíanlos desmovilizados constató que estas dos personashabían tenido un visible cambio de mentalidad.Habían desarrollado una visión más amplia del mundoa su alrededor. Además, habían aprendido un ritmo detrabajo y trabajar en grupo.

¿Bien preparado para el futuro?En la versión actualizada del curso de integración quese utiliza desde 2006, se brinda alguna atención a laplaneación del futuro de los desmovilizados. Se tratanasí temas como ‘la toma de decisiones’ y ‘proyectosde vida’. El contenido de todo esto no es muyprofundo. El tema es tratado en grupo, por lo cual losentrevistados se muestran menos interesados. Luegode la finalización del curso de integración, estostemas no reciben más atención. El programa noofrece acompañamiento individualizado para el diseñode una planeación del futuro acorde con la realidaddel participante y en la cual debería ser incluida laelección de un estudio.

Los entrevistados no tenían ellos mismos una visiónclara del futuro en el momento de elegir un estudio.Además, tampoco tenían experiencia en el mercadolaboral regular, o conocimiento de éste. Sólocomenzaron a reflexionar sobre el contenido delproyecto económico en un estadio tardío delprograma. No resulta por esto sorprendente que sóloen un caso existiera una relación directa entre elestudio elegido del entrevistado con el tipo deproyecto que inició más tarde. De los 35entrevistados que habían terminado el programagubernamental en diciembre de 2005, cuatroencontraron trabajo que de alguna forma teníarelación con el curso que siguieron. El muchacho quefinalmente se convirtió en carpintero, estudióGanadería y Computación. El que hizo el curso deCarpintería, abrió una pequeña oficina para prestarayuda jurídica a combatientes desmovilizados.Algunos antiguos desmovilizados estudiaban Manejode Sistemas mientras se ocupaban de todo lonecesario para abrir una empresa de comercio dequesos.

57 El curso puede tener lugar en la última fase del programa del Ministeriode Defensa, o en las primeras semanas del programa del Ministerio delInterior y Justicia.

58 El Área de Educación es parte del Departamento de Educación delMinisterio del Interior y Justicia.

59 El subsidio suma $586.000 pesos colombianos (191 euros) para unapersona sin hijos. Con esto la persona debe cubrir todos sus gastos desubsistencia. Como comparación: En el año 2006 el salario mínimo enColombia era de $408.000 pesos colombianos (133 euros)http://www.businesscol.com/empresarial/tributarios/salario_minimo.htm.

60 www.don.bosco.net

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Rosado es el color de las chanclas de dedo de cinco centímetros de alto que usa Marylin, así comoel de sus cadenitas en el cuello, el de su blusa y sus aretes. Marylin es pequeña de estatura ytiene buena apariencia, al igual que su hija Maira, de dos años de edad, su orgullo y esperanzapara el futuro. Nada hace presumir que esta pequeña mujer militó durante seis años en las FARC.

Marylin

48

Hace dos años dejé las FARC. Alfinal me pude ir porque estaba

embarazada y tenía problemas desalud. Mi comandante me envió alhospital cuando tenía cuatro mesesde embarazo. No regresé después.Desde hace tres meses mi maridotambién está conmigo; también éldejó las FARC. Tuve primero algo conel comandante, pero después quedéembarazada de mi actual marido. Elcomandante llamó entonces a mimarido y le preguntó: ¿Qué hacemoscon el niño?. Mi marido le contestó: Loque quiera, comandante, si usted creeque un aborto es la mejor solución,entonces lo hacemos.’

‘Me hice miembro de las FARCporque me aburría y me sentíasola. Una buena amiga mía sefue a los Estados Unidos y yoquedé sola. En la región en queyo vivía, en los Llanos, todo elmundo conocía a las FARC. Losguerrilleros tenían al pueblo en

su poder. En realidad, yo nosabía nada de las FARC, perodespués escuché mucho sobresus ideas, cuando ingresé a laguerrilla. Fue un tiempo muyduro. No estaba acostumbrada alas largas marchas en la selvabajo el calor aplastante.Andábamos mucho por el surdel país. Afortunadamente nome tocaba combatir; sólo teníaque cocinar y montar guardia,esa clase de cosas.’

‘Vi morir a muchas personas, almenos a unas quince de mipropia subdivisión. A menudoteníamos que dejar loscadáveres abandonados, algoque me parecía muy díficil. Pararecogerlos no había tiempo,decían los comandantes.Generalmente los cadávereseran recogidos después por elejército colombiano. Habíabuena atención médica para

nuestros heridos. Las FARCtenían hospitales propios en laselva. En lo que concierne aesto, habían organizado todomuy bien.’

El programa de reinserción síme ha ayudado un poco. Lossicólogos con que hablas teponen muy en claro que tienesque mirar hacia adelante, quetienes que elaborar un planpara el futuro, esa clase decosas. Pero, en realidad, yomisma lo sé. Lo que más mepreocupa es Maira, mi hija.Quiero que tenga un buenfuturo, pero no tengo ni idea decómo será el futuro deColombia. Espero poder poneralgún día mi propio negocio.Pero si me preguntas, qué clasede negocito quisiera poner...entonces todavía no lo sé.’

esperando el futuro

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49

La vida después de la luna de mielEl estado no maneja un sistema de seguimiento omonitoreo para los combatientes desmovilizadosque han terminado el programa. El 20 % de losdesmovilizados sigue manteniendo el contacto conun CRO después de que se ha terminado elprograma gubernamental. Con el resto el contactosimplemente se termina del todo. No existenentonces estadísticas generales sobre la situaciónlaboral, la salud y el lugar de residencia de losdesmovilizados que han terminado el programa. Porconsiguiente, la información que se entrega estabasada solamente en los resultados de lainvestigación. A mediados de 2006 37 de los 90entrevistados habían terminado el programa (la granmayoría poco tiempo antes).

La ciudad o el campoUna pequeña mayoría (el 60%) de los entrevistadosdeclaró querer regresar al campo, eventualmente asu región de origen. Esto no quiere decir que lohicieran siempre en la práctica. De los 37desmovilizados que habían terminado el programa al1 de enero de 2006, 12 en total habían dejadoBogotá. Cinco regresaron a su pueblo natal y losotros siete se trasladaron a zonas rurales con lasque no tenían ninguna relación. Del grupo de 58desmovilizados que todavía no había terminado elprograma al 1 de enero de 2006, no menos de 32dejaron Bogotá. 12 desmovilizados terminanactualmente el programa en su pueblo natal y 20desmovilizados lo terminan en otras regiones.

Son sobre todo los jóvenes los que quierenquedarse en la ciudad, y son los desmovilizados demayor edad los que quieren regresar al campo. Losjóvenes han podido adaptarse más rápidamente a lavida urbana y se sienten a menudo mejor en elanonimato que la gran ciudad ofrece. Yised (22años, AUC) cuenta lo siguiente: “No, prefieroquedarme en Bogotá. No, mi pueblo ya no es paramí. Yo a allá ya he ido de vacaciones, estuve paralas fiestas del pueblo. Es por el niño que deboquedarme aquí, no ve que allá le dicen el‘paraquito’, que tan lindo el ‘paraquito’, que‘paraquito’ esto o que ‘paraquito’ lo otro. Bogotá esuna ciudad grande y con muchas oportunidades paratrabajar, para vivir, acá la gente no se fija en lo que

uno hace ni nada.” A Elvira (32 años, ELN) elanonimato que ofrece Bogotá le da una sensaciónde seguridad. “Pues bien, me he sentido bien... másque todo por la seguridad, Bogotá es muy grande yhay que estar muy de malas para que nosencuentren”

Llama la atención que los desmovilizados queregresaron a su pueblo natal, eran principalmente exguerrillerosde las FARC. Se han encontrado tresrazones principales para explicar este fenómeno.Algunos guerrilleros consideraron que con eltranscurso del tiempo la situación se había hecho losuficientemente segura para regresar a su pueblonatal. Los comandantes se preocupanprincipalmente de la deserción de los guerrilleros derangos medios y altos. En otros casos, las FARChabían salido de la región de origen. En tercer lugar,las personas habían sido militarmente activas en unlugar muy lejos de su pueblo natal.

El proyecto productivoEl proyecto productivo fue concebido para darles alos antiguos combatientes la oportunidad deacceder a un ingreso sostenible. La suma de dinerodisponible por desmovilizado, destinada al proyectoproductivo, ha ido disminuyendo con el transcursode los años. En diciembre de 2005 era deaproximadamente € 3500.

Del cuadro inferior resulta que de las 25 pequeñasempresas que fueron creadas por los entrevistados,sólo quatro existían de hecho en agosto de 2006.Las otras empresas dejaron de existir debido a lafalta de una perspectiva económica. Aparte de eso,las estadísticas sobre las perspectivas de laspersonas que inician un negocio son poco favorablesa nivel nacional; el 70% de ellas se vería obligado acerrar definitivamente la empresa en el término deun año. Un fenómeno común es que la personacompre la maquinaria y las existencias necesariaspara la nueva empresa, pero que nunca inicie elnegocio realmente. Un desmovilizado compró así lamaquinaria necesaria para comenzar unaprocesadora de maní, pero poco tiempo despuésvendió todo para pagar sus deudas y prestarledinero a sus amigos y familiares.

El mundo se les cae encima

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50

Los participantes en el programa gubernamentalescasamente reciben preparación para elegir suproyecto productivo y ejecutarlo más tarde. En elcaso de los entrevistados sólo hubo un caso en queexistió una relación entre la formación profesionalseguida durante el programa y el proyecto productivoelegido. Ellos sí recibieron alguna información sobretemas económicos. Doce personas buscaron apoyoexterno para la ejecución de su proyecto. Losentrevistados que montaron una pequeña empresade procesamiento de madera, por ejemplo,recibieron recomendaciones y acompañamiento depersonas que hacían esto por voluntad propia y demanera gratuita. La procesadora de madera es unade las tres empresas que han sobrevivido hasta hoy.

Once entrevistados decidieron invertir la suma dedinero en la compra de una vivienda propia. Deéstas, sólo una vendió de nuevo la vivienda debido adeudas crecientes. Estas personas lograron por logeneral conseguir un trabajo remunerado. Con esto,la compra de una vivienda parece ser una inversiónbastante sólida.

El resto de los entrevistados buscó trabajo luego deque su empresa fue cerrada. Las posibilidades quetienen son naturalmente pocas, debido al bajo niveleducativo de los entrevistados y la enormecompetencia en el mercado laboral. De los 37entrevistados que han terminado entretanto elprograma, 26 encontraron poco tiempo después un

empleo. Once personas se quedaron sin empleo. Delcuadro inferior resulta que la mayoría de personasen el grupo sujeto a investigación terminaronrealizando trabajos para los que no se necesitanninguna formación profesional. Dos personasrealizan actividades ilegales, como recogedores decoca, un oficio que ya ejercían cuando todavíaoperaban en las filas de las FARC. Además, hay seispersonas que trabajaron en los albergues donde sealojó a los combatientes desmovilizados. Entretanto,estos albergues han sido cerrados definitivamentepor el gobierno.

Tipo proyecto productivo

Compra de vivienda

Pequeña empresa sin

especificar

Vendedor de café

Pequeño supermercado

Fábrica procesadora de fruta

Encargado de albergue

Panadería

Carpintería

Asesorias jurídicas

Café internet

Criadero de pollos

Pequeña empresa de transporte

Servicio de correo

Cabinas telefónicas

Presentó demansiado tarde la

solicitud para el proyecto

Totaal

Número de entrevistados

11

7

4

2

2

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

37

Relación con formación

profesional

No

No

No

No

No

No

Sin formación profesional

No

No

Sí, administración de empresas

Sin formación profesional

Sin formación profesional

Sin formación profesional

Sin formación profesional

Funcionamiento

1 la vendió de nuevo

3 están functionando

4 cerraron definitivamente

Todos cerraron definitivamente

Todos cerraron definitivamente

Todos cerraron definitivamente

Los albergues fueron cerrados

definitivamente

Cerró definitivamente

Funciona todavía

Cerró definitivamente

Cerró definitivamente

Cerró definitivamente

Cerró definitivamente

Cerró definitivamente

Cerró definitivamente

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Debido a que generalmente a la gente no se leofrece un contrato fijo para trabajar, muchosempleos tienen finalmente un carácter temporal.Dentro del grupo de entrevistados había tan sólosiete personas que habían terminado el programahacía un año o más de un año. De éstas, dos tienenempleo fijo (una de ellas en el ejército), tres paganuna pena carcelaria y dos son mantenidas por susfamiliares.

Los antiguos combatientes no parecen en la prácticalos empleados más ideales. Sí estánacostumbrados a la disciplina militar, pero esto nose puede comparar con las relaciones de poderdentro de una relación laboral. La mayoría de ellos

puede acostumbrarse muy dificilmente a un jefe y notiene la disciplina ni las competencias necesarias enmateria de comunicación para ser un empleadoconfiable. Además, son a menudo desconfiados enextremo. Lincoln (22 años, FARC) tuvo una entrevistalaboral en una empresa que buscaba a alguien paraatender clientes por vía telefónica. Durante laentrevista se sintió inseguro y sospechó que todo setrataba realmente de la venta de un curso deadiestramiento para atención de clientes víatelefónica, por el que debía pagar. Inseguro yfrustrado por su situación personal fue donde elempresario y le preguntó directamente “que si setrataba de un trabajo o era que le iba a cobrar elcurso, que si era así de una vez le dijera porque sino de pronto alguien salía muerto.”

A pesar de la reserva existente entre losempresarios colombianos para contratardesmovilizados, se pueden mencionar un par deiniciativas. Se han firmado acuerdos entre elprograma gubernamental y algunos supermercados ycon el Ministerio de Transporte para la contrataciónde antiguos combatientes.61

Preocupación por el futuroLa reinserción real de los combatientesdesmovilizados comienza verdaderamente sólocuando han terminado el programa gubernamental.La vida relativamente protegida, donde el gobiernose encarga de la vivienda, el ingreso y la formaciónprofesional de los desmovilizados, termina entoncesdefinitivamente. El desmovilizado debe entonces porsí mismo hacerse a un lugar en la sociedadcolombiana. El mundo se les cae encima.

En la última fase del trayecto gubernamental, lamayoría de los participantes comienza apreocuparse por el futuro. Muchos guardan laesperanza de que el gobierno intentará buscarlesuna solución. Esto también ocurre a pequeñaescala. El gobierno crea oportunidades de empleopara un pequeño grupo, por ejemplo como vigilantesen las carreteras. Además, hay planes parainvolucrar a los antiguos combatientes en losproyectos para desactivar minas antipersonales,para la erradicación manual de cultivos ilegales y laprotección de los bosques. La gran mayoría de losdesmovilizados individuales tendrá, sin embargo,que ganarse la vida por cuenta propia sin contar conla ayuda externa.

Las preocupaciones económicas dominan la vida delos antiguos combatientes. El equipo deinvestigación constató una falta permanente de

51

Actividades laborales un

año después

Soldado

Leñador

Desempleado

Mantenido por la familia

Condenado a pena

carcelaria

Totaal

Número de

personas

1

1

2

3

7

Contrato fijo

No

Actividades laborales

(poco tiempo después de

terminar el programa)

Administrador de un

albergue

Propietario de un albergue

Oficios varios / domesticos

Raspachines

Tarjetería

Construcción

Asistente de archivo

Assistent archivaris

Enfermero

Leñador

Soldado

Digitador

Proyecto productivo

Agricultura

Empleado de la Alcaldia

Celaduria (Vigilancia)

Desempleo

Totaal

Número de

personas

4

2

2

1

2

2

2

1

1

1

1

1

1

1

1

1

11

37

Contrato fijo

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

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52

medios de subsistencia básicos en muchos de losentevistados. Este nivel de pobreza no se limitasolamente al grupo de desempleados. Tambiéndentro del grupo de asalariados existe la pobreza.Por ejemplo, se hacen cargo de familiares que nohan visto desde hace años, con lasresponsabilidades que esto conlleva. Mireya (25años, FARC) invirtió el subsidio gubernamental en lacompra de una vivienda, en lugar de iniciar unproyecto productivo. Sin embargo, su casa tienemuchas fallas debido a la falta de mantenimiento,además de goteras. Ella intenta no usar gas nielectricidad para ahorrar dinero. Lo poco que ganacon la venta de artesanías - aproximadamente € 100 mensuales -, debe compartirlo con su madreenferma.

En vista de esta situación, la criminalidad y el tráficode drogas resultan opciones serias. También existela posibilidad de sumarse a un grupo paramilitar, porejemplo, a uno perteneciente a los bloques nodesmovilizados. Un paramilitar que no tengaresponsabilidades directivas, gana siempre dosveces más el salario minimo en Colombia. Llamamucho la atención que los tres entrevistados quefueron condenados por actividades criminales, nodieran como razón principal de su recaída unasituación económica desesperada. Fueron más bienseducidos en un momento inesperado por laposibilidad de ganar mucho dinero de manera fácil.

Wilson (22 años, FARC) estaba por montar sucriadero de pollos, que comenzaría actividades almes siguiente. Un antiguo camarada de guerra suyolo convenció para participar en una extorsión. Lohizo porque el camarada le dijo: “No sea güevón,con ese proyecto uno no progresa.” Lo invitó aparticipar en un ‘torcido’62 que les dejaría “hartobillete. [...] ¡Como un millón!”. Hoy está condenado amás de 20 años de cárcel por involucrarse en undelito de extorsión y homicidio y perdió el derecho ala ayuda estatal. Christian (19 años, FARC) invirtiósu dinero en una empresa de servicio de correo pormoto. Tuvo que cerrar definitivamente su negocio alos 45 días, ya que se pasaba gran parte del tiempoconsumiendo drogas y visitando burdeles. Tieneactualmente 21 años y está en la cárcel por laposesión y venta de drogas.

La gran tentación sigue siendo el hecho de que losex combatientes pueden ganar dinero fácilmente enel mundo criminal. Sin embargo, la mayoría de loscombatientes desmovilizados individualmente siguiópor el buen camino. Parecen sopesar bastanteobjetivamente las ventajas y desventajas de una vida

61 Ideas para la Paz, Informe FIP: Participación del sector empresarialen la reinserción : percepciones y oportunidades, Junio 2006,páginas 5,9

62 La palabra “torcido” refiere a una actividad ilícita o prohibida.

como ciudadanos comunes. La tranquilidad que hanganado con la desmovilización es un argumento depeso. Estaban cansados de la guerra cuandodecidieron desertar y muchos no han olvidadotodavía esa sensación.

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54

Pedro es pequeño de estatura, robusto y lleva con desenvoltura un traje de blue jean yzapatillas blancas. Es el tipo de hombre del que se enamoran las muchachas. Sentado en suasiento plástico de color naranja y en forma de concha, y tomando gaseosa, resulta difícilimaginar que este muchacho ya tiene detrás de sí una vida como subversivo.

Pedro

54

Ingresé a las Autodefensas cuandotenía 8 años de edad; lo hice junto

con un par de mis hermanos. Fue el15 de mayo de 1989, el día de micumpleaños. El menor de nosotrostenía entonces 6 años. Mi papátrataba muy mal a sus hijos, nospegaba. Por ello, quise ingresar a lasAutodefensas. Si eres miembro deellas, eres alguien. Con un fusil en lamano la gente te respeta y te sientesalguien importante. De mis diezhermanos y hermanas, cincoingresaron a las FARC y cinco a lasAutodefensas. Mis hermanas tambiéneligieron a las Autodefensas, peroambas fueron fusiladas por razonesdisciplinarias. Una de ellas hablabademasiado; le pegaron un tiro y listo.No sé lo que ha pasado con mishermanos en las FARC.’

‘Las ACC intentan proteger a lapoblación campesina contra laguerrilla. Podemos hacer lo que elejército colombiano no puede hacer,debido a sus estatutos sobre los

derechos humanos. No trabajamossegún la legislación internacional. Ytambién somos diferentes delejército. Venimos del campo, mientrasque los muchachos del ejército vienende las ciudades. Pertenecemos alpueblo. Pero si desaparecemos, llegala guerrilla. Por ello, las ACC sonnecesarias; también porque el ejércitono puede pelear de verdad. El dineropara las ACC proviene de diversosaportes y por más de un 75% deltráfico de drogas. No participamos ensecuestros, eso es algo para las FARC.Sin droga ya no habría Autodefensas.O sea que ya no son campesinos, sinotraficantes de droga.’

‘Pertenecí durante quince años a lasAutodefensas. Tuve toda clase deexperiencias, pero después de uncombate que duró ocho días quiseirme. Nos trataban mal y nos pagabantodavía más mal. Hablé con gente defuera del grupo sobre mi plan depasarme al ejército. Fueron entoncesa hablar con el ejército y me llevaron

a Puerto Carreño. Después de unacorta permanencia en un albergue,recibí acompañamiento del Ministeriode Defensa. Estoy desde hacedieciseis meses en el programagubernamental y debo quedarmetodavía aproximadamente nuevemeses más. Pero tanto el programacomo el dinero no son suficientes.También porque mi mamá se murió yno nos dejó nada.’

‘Ahora vivo en Bogotá junto con misotros dos hermanos y tres pequeñoshermanastros, que tienen 1, 3 y 8años de edad. No los conocía; los viaquí por primera vez. Ahora deboencargarme de ellos, pero la Cruz Rojame los quiere quitar. ¿Que si ladesmovilización es algo injusto? Cadaarma que sea entregada, es un armamenos que no puede causar másdaño. Esa es mi opinión sobre lajusticia. Lo más importante es que yopueda criar bien a mis tres pequeñoshermanastros, que ellos tengan unbuen futuro.’

todo por mis hermanitos

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Asuntos como el esclarecimiento de la verdad,la reparación a las víctimas y la reconciliacióncumplen un papel secundario dentro del

programa oficial, que le da la mayor importancia aeste objetivo principal. Casi todos los desertoresindividuales son admitidos en el programagubernamental. Los combatientes desmovilizadosreciben entonces la certificación del CODA, siempreque no exista contra ellos una denuncia judicial ouna sentencia penal (en ausencia), y siempre que nohagan más confesiones. Es probable que una granparte de los desmovilizados sí haya cometidocrímenes que no forman parte del perdón general.64

Se les aconseja ocultar información incriminatoriasobre su pasado. Muchos entrevistados semostraron sorprendidos con este orden de cosas.Por lo general, habían partido de la base de que noserían castigados con penas de prisión largas,debido a que se habían entregado voluntariamente.Pero casi nunca habían pensado en que seríanamnistiados.

Sentimientos de culpaLos 53 entrevistados que en enero de 2006 todavíaparticipaban en el programa, declararon no tenersentimientos de culpa por los hechos eventualesque habían cometido. Muchos de ellos preferían enrealidad no extenderse sobre el tema. Se limitaron acontar que obraron en aquel entonces por orden desus comandantes. “Debes comprender que undesmovilizado no es culpable, los culpables son loscomandantes que lo planearon todo... ¿Qué culpapuede tener un pobre hombre que recibe órdenes?”,comenta Jota María (30 años, FARC).

Haber desertado del grupo armado representó paramuchos entrevistados la liquidación simbólica de suculpa con respecto a la sociedad. La certificación delCODA es para ellos la prueba material de esto.Después de todo, trazaron con esto una raya que lossepara definitivamente de su pasado. Un númeropequeño de entrevistados vio su participación

(voluntaria) en las operaciones del ejército y la policíacomo una forma de indemnización a la sociedad porel daño que ellos le habían causado. Se constató quelos ex miembros del ELN tienen con frecuencia latendencia a seguir justificando con motivosideológicos los actos que cometieron.

Una minoría de los entrevistados declaró no sentirseculpable por su pasado, debido a que se consideranvíctimas ellos mismos. Carire (24 años, AUC) huyóde su hogar cuando tenía 9 años, acompañada desus dos hermanitos menores. Lo hicieron porque supadre los golpeaba constantemente. Sus treshermanas habían sido asesinadas. Los tres tomarona troche y moche un bus para ir a la búsqueda de untío suyo que vivía en los Llanos. “Un chofer nos llevógratis, y hasta nos dio de comer, me acuerdo. En esepueblo nadie conocía al tío. La gente nos daba decomer y nos preguntaba de dónde veníamos. Nodecíamos nada porque nos daba miedo de que nosmandaran para la casa. Un señor, don M. B., nosllevó para su finca y nos dio comida y nos dejó vivirahí. A mis hermanos los pusieron a cargar comidapara el ganado y a mi me metieron a un grupo queestaba en entrenamiento. Así empecé mi vida en lasautodefensas... Yo le pregunto: ¿A nosotros, quiénnos pide perdón?.”

Los entrevistados dieron muestra de haberdesarrollado con el transcurso del tiempo unaimpresión diferente del sufrimiento de las víctimas.Oscar (23 años, FARC) mencionó varias veces elhecho de haber presenciado casualmente de cercaun entierro en Bogotá, que le causó muchaimpresión: “Me encontré con harta gente queentraba al cementerio. Todos iban de negro. Eranmuchos. Y lloraban. Y se veía que venían de todaspartes a abrazar a los de la familia. Me puse apensar que en el grupo, ‘allá’, un entierro era comobotar basura.”

Observaciones semejantes desencadenan lentosprocesos de toma de conciencia. Estos procesos seaceleran sobre todo después de que los excombatientes han terminado el programa. Losentrevistados entran entonces a menudo en contactocon otros ciudadanos, y, por lo tanto, también convíctimas del conflicto. Colocan entonces su pasado y

“¿A quién debo pedirle perdón?”63

Sobre la culpa, la penitencia y la econciliación

El programa gubernamental para la desmovilización y

la reinserción fue iniciado con la intención de sustraer

el mayor número posible de combatientes a la guerra.

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sus actividades de guerra en una nueva perspectiva.Manuel (23 años, FARC) por ejemplo, dejó hace seisaños la guerrilla. Durante los primeros meses,después de su ingreso en el programa, contaba conentusiasmo sobre las experiencias de su pasado,como si hubiese participado en hechos de guerraheroicos. Actualmente, su voz tiembla cuando debecontar sus experiencias y se avergüenza de susrecuerdos. En su vida como ciudadano común llegóa comprender que los hechos que cometió en elpasado - asesinato, extorsión, secuestro - son enrealidad crímenes condenables.

Además, ocurre con frecuencia que losdesmovilizados comienzan a reflexionar sobre supasado cuando entran a una nueva fase de su vida.La condición de padres de familia los lleva, sobretodo, a nuevas ideas. Astrid (21 años, FARC) ya haterminado el programa y se ha convertido entretantoen madre de dos niños. Comenta: “Yo, allá cuidabaa unos señores. A una señora me tocó cuidarladurante meses. Como que eran secuestrados. Esodecían. Teníamos que cuidarlos, acompañarlos al ríoy hacerles de comer. A mi me daba risa verla tanasustadita. Los secuestrados son como niños.Hacían todo lo que uno les decía. Pobrecitos, quépecado digo ahora, pero yo sí me reía”. El grupo deinvestigación conoce varias personas (por fuera delgrupo de entrevistados) que después de algunosaños comenzaron a arrepentirse fuertemente de losactos que habían cometido en el pasado. Sentían lanecesidad de pedir perdón de alguna manera, parapoder encontrar así la paz interna.

Reconciliación y reparaciónLos temas de la reconciliación y la reparaciónresultaron ser muy difíciles de tratar para losentrevistados. Se resistían a hablar de ellos cuandose traían a colación durante las entrevistas. Dentrodel CRO tampoco se otorga atención al tema de lareconciliación.

Se habló con 19 entrevistados sobre el tema de lareparación a las víctimas. Todos opinaron que lasvíctimas tienen derecho a alguna forma dereparación, pero no ven en esto ningún papel paraellos mismos. Sólo un entrevistado opinó que losdesmovilizados deberían realizar ellos mismos unacto de reparación simbólica. Se constató que todoslos 90 entrevistados son por lo demás concientesdel hecho de que los desplazados y las víctimas dela violencia reciben menos apoyo estatal que losdesmovilizados. Hicieron conocer que no estaban deacuerdo con esta situación.

El municipio de Bogotá ha desarrollado un programacomplementario para los desmovilizados65,financiado con fondos de emergencia de la ComisiónEuropea, que no solamente da servicios, también setrata de establecer contacto entre losdesmovilizados y los ciudadanos alrededor. En elmarco de este programa el municipio organizó unencuentro de reconciliación en la alcaldía, con laparticipación de las víctimas, los desmovilizados ylos representantes del municipio y del campo social.Tres de los entrevistados fueron invitados a esteencuentro. Los tres lo consideraron, sobre todo,como algo obligatorio. Del grupo de entrevistados,13 personas mencionaron estar eventualmentedispuestas a participar en encuentros similares.Hasta donde sabemos, las iglesias en Bogotá notrabajan con los desmovilizados en el tema de lareconciliación.

MedellínLos componentes de la reconciliación y la reparaciónhan sido integrados en Medellín al programa central,que es ejecutado por el mismo municipio. Temascomo la solidaridad, la culpa y la reconciliación sontratados en los talleres semanales en que participanlos desmovilizados y durante el acompañamientosicoafectivo. Además, hay un proyecto de ayuda alas víctimas (600 personas), encuentros con lasvíctimas y los victimarios y suministro deinformación (preventiva) a los niños por parte de losex combatientes. También se trabaja activamente enmaneras para esclarecer el destino de las personasdesaparecidas, se realizan murales y se construyenmonumentos conmemorativos. Existe en Medellínunas pocas initiativas de apoyo de los victimarios alas víctimas y la devolución de casas confiscadascon violencia.

La Diócesis de Medellín y la Pastoral Social deMedellín trabajan cada una a su manera en el temade la reconciliación. La Diócesis trabaja en algunosbarrios pobres de Medellín, como la Comuna 13 y laComuna Nororiental, con la participación tanto delos victimarios como de las víctimas de la violencia.Los participantes en el programa no necesitanidentificarse como desmovilizados, ex miembros debanda o víctimas. Además, la Diócesis acompaña alos combatientes desmovilizados individualmente enla búsqueda de empleo (bajo el acompañamiento dela Fundación Apoye), entre otras actividades. LaPastoral Social tiene un programa para jóvenes quehan estado involucrados en grupos violentos(incluyendo la criminalidad común). El programa lespermite a los jóvenes reconciliarse con sí mismo y

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su pasado, y después con sus familiares.Finalmente, los jóvenes desarrollan actividades ensu propio vecindario y establecen contactos con losvecinos, algo que es visto como una forma dereconciliación.

Comisión Nacional de Reparación yReconciliación66

La Ley de Justicia y Paz creó la Comisión Nacional deReparación y Reconciliación. Fue constituida en lasegunda mitad de 2005, bajo la dirección deEduardo Pizarro. La Comisión se compone de docemiembros, entre ellos siete representantes delcampo social. Después de un difícil comienzo, laComisión espera poder iniciar actividades concretasen 2007.

Uno de los objetivos de la Comisión es trabajar en lareconciliación entre víctimas y ex combatientes, paraevitar la repetición eventual de nuevos actos deviolencia en el país. Todavía no resulta claro cómointerpretará la Comisión este objetivo. La Comisióndebiera involucrar activamente a los combatientesdesmovilizados en las actividades con la sociedad,en lo general, y con las víctimas, en lo particular.

63 Entrevista con Carire (24 años, AUC)64 Ver Capítulo ‘Desmovilización y reinserción en Colombia’.65 Programa de Atención complementaria a la población reincoperada

con presencia en Bogotá.66 CNRR: Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.

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Mucha menos atención ha recibido el hechode que el gobierno Uribe también intentadebilitar los grupos armados por medio de

la desmovilización individual. Durante el primergobierno Uribe (2002 - 2006), 10.000 combatientesdejaron la guerrilla o los grupos paramilitares poriniciativa voluntaria e individual para entregarse a lasautoridades.

El gobierno se mostró algo sorprendido con el éxitode este programa. En el año 2003 se organizó enmuy corto tiempo un programa destinado a estoscombatientes desmovilizados individualmente. Esteprograma sufrió después por fuerza muchoscambios. Hasta diciembre de 2005, la mayor partede los participantes en el programa vivió enalbergues en Bogotá, recibiendo comida yalojamiento gratis. Desde comienzos de 2006 losparticipantes viven en viviendas independientes yreciben un subsidio mensual. Muchos combatientesdesmovilizados individualmente han elegido aBogotá para participar en el programa. Durante dosaños tienen derecho a un subsidio, educación yacompañamiento sicoafectivo. Además, al terminarel programa reciben una suma de dinero, destinadaa una vivienda propia o un empresa. Después delcierre definitivo de los albergues en diciembre de2005, un grupo de aproximadamente 1800personas recibió este acompañamiento porintermedio de los denominados CRO’s (Centros deReferencia y Oportunidades). Fuera del subsidio y dela educación, el resto del grupo de combatientesdesmovilizados individualmente (4000 personas)

que todavia están adentro del programa, no recibeactualmente ningún tipo de acompañamiento.

El movimiento para la paz Pax Christi Holandaconsidera que los ex combatientes tienen el derechoinalienable a dejar atrás la guerra y construir unaexistencia pacífica. En comparación con losprogramas de desmovilización en otras partes delmundo, el gobierno colombiano invierte a gran escalaen la reinserción de los combatientes desmovilizadosindividualmente. Sin embargo, esto tiene comoaspecto negativo el hecho de que la ayuda a lasvíctimas de la violencia no es proporcional al apoyogeneroso que reciben los ex combatientesdesmovilizados.

Un segundo lado negativo es el fenómeno de laimpunidad en el programa de desmovilizaciónindividual. Los 10.000 ex combatientes fueronadmitidos en el programa porque no existían denunciasen su contra. Sin embargo, esto no quiere decir que nohayan cometido delitos como combatientes armados.Al respecto, casi no se investiga activamente supasado. Una tercera objeción, quizá aún másimportante, la constituye el hecho de que ni ladesmovilización colectiva ni la individual tiene lugar enel contexto de un proceso de paz general. No se puedehablar entonces de reconciliación nacional. Esto explicaen parte la reserva del sector social y de las iglesias enColombia para trabajar en el proceso dedesmovilización que, en su opinión, están motivadospor razones políticas y militares.

A pesar de estas objeciones, y a nuestro juicio, elproceso de reinserción en Colombia necesita serseriamente apoyado. La seguridad de loscolombianos ha aumentado recientemente demanera considerable. Se calcula que los procesos dedesmovilización han logrado evitar miles de víctimasdurante los últimos tres años. Además, Colombia nopuede permitirse el fracaso del proceso dereinserción. Después de todo, su fracaso llevaría aun aumento de la reincidencia y a grandes problemassociales. El apoyo activo y la participación de lacomunidad internacional y del sector social tienen enesto una importancia crucial. Ambos pueden aportarel componente del diálogo y de la reconciliación, sinel cual es imposible cualquier reinserción.

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Resumen

Una importante punta de lanza de la llamada Política

de Seguridad Democrática del gobierno del presidente

Uribe Vélez, la constituye la desmovilización individual

y colectiva de los grupos armados ilegales AUC, FARC y

ELN. En el año 2003 el gobierno colombiano inició

negociaciones con los jefes paramilitares de las AUC, lo

que resultó tres años después en la desmovilización

colectiva de 31.689 paramilitares.

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Pero, de todas maneras, el proceso dedesmovilización individual merece ser apoyado.Después de todo, un proceso de reinserciónambiguo llevaría a un alto nivel de reincidencia ygrandes problemas sociales. Un proceso exitoso, encambio, puede romper la espiral de violencia.

La reinserción de los ex combatientes es en primerlugar una responsabilidad de la misma sociedadcolombiana. Las experiencias en Guatemalaenseñan que la reinserción de los ex combatientesdebe ser un esfuerzo constructivo conjunto, en elque participen el gobierno, las organizacionessociales y la iglesia. Además, en el caso deGuatemala, la reinserción fue apoyadagenerosamente en lo político y lo económico por lacomunidad internacional. En Colombia existe, sin embargo, tanto en elgobierno como en el sector social la inclinación aconsiderar el proceso de desmovilización como unaresponsabilidad exclusivamente gubernamental.Además, existe una participación mínima de lacomunidad internacional en el proceso dedesmovilización colombiano. En el año 2005 sólo losPaíses Bajos suministraron ayuda económica alprograma de reinserción de los combatientesdesmovilizados individualmente.

Hasta el momento, sólo podemos vislumbrar loscontornos del proceso de reinserción. De lainvestigación se desprende que la reinserción realsólo comienza en el momento en que los excombatientes terminan el programa gubernamental.Aproximadamente el 40% de los combatientesdesmovilizados individualmente llegó (muy)recientemente a esta difícil fase. Sobre el nivel dereincidencia de este grupo puede decirse entoncesmuy poco. Pero los resultados de la investigaciónengendran preocupación sobre las perspectivasfuturas del proceso de reinserción colombiano.

Apatía y aburrimientoPoco después del ingreso en el programagubernamental, los combatientes desmovilizadosindividualmente - que, al fin y al cabo, dejaron lasarmas por iniciativa propia - están muy motivadospara trabajar en su futuro. Están acostumbrados altrabajo físico pesado y a la disciplina (militar), yquieren preferiblemente ponerse a trabajarinmediatamente. Sin embargo, el programa dedesmovilización parece motivar principalmente laapatía general. A cambio de los dos años de apoyogubernamental, los combatientes desmovilizadosindividualmente deben trabajar (presentando uncertificado de empleo), o estudiar. En la práctica

todos ellos deciden estudiar, ya que no puedenencontrar un empleo en el sector formal. El estudiono les exige mucho tiempo. Los cursos decapacitación son a menudo demasiado teóricos y nose conectan con los antecedentes y las capacidadesde los ex combatientes. Por falta de interés y, sobretodo, por falta de otras obligaciones, el aburrimientose instala en sus vidas.

ReintegraciónUna parte de los ex combatientes desmovilizadoslucha contra el aburrimiento por medio de lasdiversiones urbanas, y por eso enfrenta problemaseconómicos. Los guerrilleros nunca recibieron unsalario y no han aprendido a manejar el dinero. Lavida en Bogotá les brinda anonimato, dando con ellouna sensación de seguridad a los ex combatientes.De otro lado, la populosa capital colombianatambién les produce angustia. Los combatientesdesmovilizados individualmente provienen en un90% del campo y no tienen ninguna experiencia conla vida urbana. Necesitan varios meses paraorientarse, tanto en sentido literal como figurado, ydeben aprender incluso los asuntos más cotidianos,como tomar el bus, utilizar el cajero automático yaprender los modales necesarios para el tratonormal con los otros ciudadanos.

Con razón o sin ella, los combatientesdesmovilizados se sienten estigmatizados yrechazados por la sociedad colombiana. Tienen lasensación de que no hay un lugar para ellos en lasociedad y que no le importan a nadie. A su turno,ocasionan a veces molestias con sucomportamiento callejero (haraganeando, bebiendoy consumiendo drogas públicamente) ante susvecinos. Fuera del grupo de familiares y excombatientes mantienen también pocos contactossociales. Su falta de compenetración con lasociedad se observa, además, en su falta departicipación en organizaciones religiosas, socialeso políticas. El programa gubernamental no incluye suparticipación en actividades del vecindario, ocomités de barrio. Sin un intensivo acompañamientoindividual y gestos de acercamiento por parte de lasociedad, los ex combatientes no resultan capacesde echar raíces en la sociedad de que forman parte.

Situación sicosocialNo resulta sorprendente que los combatientesdesmovilizados individualmente carezcan de muchashabilidades sociales y tengan dificultad en elestablecimiento de contactos. Por lo general, salende la guerra con daños síquicos, que también hansufrido en su infancia. Son a menudo reservados y

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desconfiados en el trato con otras personas ymuestran un comportamiento irritable que puededegenerar en agresividad. Los lazos familiares,renovados después del ingreso en el programa,sufren las consecuencias de este comportamiento.La relación con padres, hermanos y hermanas sehace a menudo más superficial con el paso deltiempo. También les parece difícil tratar losproblemas dentro de sus propias familias o en susrelaciones amorosas. Buscan muy a menudo elamor entre los otros ex combatientes, ya que ‘tienesmenos que explicar’.

La mayor parte de los entrevistados resultó tenerproblemas síquicos y físicos. Sufrían de insomnioy/o de diversas formas de depresión y paranoia. Losproblemas físicos son el resultado de las heridassufridas en el pasado, el trabajo pesado y lasenfermedades no tratadas. Estos problemas nosalen a la luz durante el superficial examen médico aque son sometidos al ingreso en el programa. Los excombatientes casi nunca reconocen sus problemasde salud durante el programa y no están en loabsoluto acostumbrados a pedir ayuda. En lapráctica, muchos ex combatientes continúanentonces sufriendo de problemas de salud. Sinembargo, cuando los sicólogos que trabajan en elprograma señalan problemas síquicos graves, nopueden remitir a estas personas para un tratamientoespecializado. El seguro de salud corriente no cubrela atención siquiátrica.

Educación y trabajoDurante dos años, el combatiente desmovilizadoindividualmente se mantiene ocupadoprincipalmente con el estudio. No existe un buenacompañamiento individual en lo referente a laelección de un estudio u oficio. Debido a la escasaeducación que han recibido en el pasado, los excombatientes deciden cursar generalmente laescuela primaria o el bachillerato acelerados.Aquellos que sólo se contentan con esto, entran enla práctica sin ninguna preparación al mercadolaboral. Los ex combatientes que sí deciden seguirun curso de capacitación, toman muy pocas vecesen consideración sus planes para el futuro, o lasoportunidades en el mercado de trabajo. Su decisiónha sido determinada principalmente por el precio dela matrícula, la distancia existente entre su lugar deresidencia y el centro educativo, y las posibilidadesde admisión. Entre los entrevistados existió muypocas veces una relación entre el curso decapacitación elegido y el proyecto productivo futuro,o el trabajo que entonces realizaban. Para los muchos combatientes desmovilizados

individualmente que quieren trabajar en el sectoragrario, las posibilidades de capacitación en Bogotáson extremadamente escasas. Casi la mitad de loscombatientes desmovilizados individualmenteregresa al campo sin haber realizado un curso decapacitación idóneo para este fin.

La calidad de los cursos de capacitación es muyvariable. Este difícil grupo de ex combatientesnecesita una educación variada, enfocada en lapráctica y en el acompañamiento individual. Losprofesores deben conocer los antecedentes de losalumnos y hablar su idioma, tanto en sentido literalcomo figurado. Los centros de educación corrientes,donde los combatientes desmovilizados se inscribenactualmente, no pueden ofrecer esta clase deeducación a la medida. Casi todos lo cursoscarecen, además, de un lugar para hacer la prácticao adquirir experiencia. El desempleo es muy alto enColombia entre las personas con un bajo nivel deeducación. Para los ex combatientes resultaentonces difícil competir sin tener experiencialaboral y práctica necesarias. Sobre todo, porque,además de esto, no cuentan con las habilidadessociales indispensables para desempeñarse comoempleados.

El mundo les cae encimaDurante el transcurso del programa gubernamentallos ex combatientes viven en una especie decapullo, donde la dura realidad sólo los tocalevemente. Son concientes de esto, pero no tienenla fuerza necesaria para dejar por cuenta propia elentorno protegido en que viven. Por ello, laverdadera reinserción sólo comienza cuandoterminan el programa. Tienen entonces quecontinuar adelante con sus propias fuerzas. Enprimera instancia, deben vivir del capital inicial queel programa les otorga para que puedan construiruna existencia propia. Sin embargo, los negocitospropios que emprenden casi nunca tienen éxito. Losdesmovilizados que compraron una vivienda conesta suma de dinero, hicieron finalmente la inversiónmás sostenible. Los problemas físicos y síquicos yalatentes durante el transcurso del programa y quenunca fueron diagnosticados, también semanifiestan justamente durante este periodo.

En esta fase un tutor o compañero podría ofrecerbuenos resultados. Este acompañante personalpodría aconsejar a los ex combatientes en laelección de un estudio, así como en la creación deun projecto productivo, en la búsqueda de trabajo,en la prevención de problemas económicos y en elmantenimiento de los contactos familiares. Además,

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podría acompañarlos en las visitas a los médicos y alas instancias oficiales.

ReconciliaciónLos sentimientos de culpa generalmente semanifiestan sólo después de que los excombatientes han terminado el programa y entran aparticipar activamente en la sociedad. Entranentonces más a menudo en contacto con otrosciudadanos y a veces con las víctimas de laviolencia. Todo esto desencadena un proceso detoma de conciencia sobre su propio pasado.

Los ex combatientes que todavía están en elprograma, casi nunca están dispuestos a hablarsobre los temas de la culpa, la reparación y lareconciliación. Cuando dicen algo al respecto,generalmente mencionan la certificación de CODA (lacertificación que exime de penas realiza por ComitéOperativo para la Dejación de las Arma), a la queconsideran como la prueba de que ya no le debennada más a la sociedad colombiana. Dentro delprograma no se otorga ninguna atención a lareconciliación entre los ex combatientes y lasvíctimas de la violencia. Esto ocurre a pesar de quemuchos combatientes desmovilizadosindividualmente viven en Bogotá en los barriosdonde también residen muchos desplazados de laviolencia.

El municipio de Bogotá organizó una reunión deencuentro entre los ex combatientes y las víctimas,pero esto sólo ocurrió una vez y no tuvo un carácterestructural. Las organizaciones sociales yeclesiásticas en la capital colombiana no trabajan enel tema del diálogo (entre ex combarientes y losotros ciudadanos). Tampoco lo hacen en el tema dela reconciliación. El caso de Bogotá resultarepresentativo para la situación a nivel local en todaColombia. Una excepción en todo esto la conformael municipio de Medellín. Debido a que el programagubernamental fue descentralizado hacia elmunicipio, éste pudo incluir los temas del diálogo yde la reconciliación en su programa de reinserciónmunicipal. Este trabajo es fortalecido por lasactividades de reconciliación realizadas allí por elarzobispado de Medellín y la Pastoral Social. Aún esdemasiado temprano para presentar resultadosdefinitivos de este proceso local, pero es un hechoque el nivel de violencia y criminalidad en Medellínha bajado fuertemente en los últimos tres años.

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Las objeciones morales y políticas que existen en lasociedad colombiana contra el proceso dedesmovilización, no deberían ser un obstáculo paraun planteamiento conjunto de la reinserción de losex combatientes. Además, una descentralizaciónparcial del programa gubernamental podría aportaralgo para lograr una mayor participación de lasociedad colombiana en el proceso de reinserción.

Los combatientes desmovilizados individualmentedeben ser estimulados ya durante su participaciónen el programa gubernamental a abandonar elcapullo en que viven y entrar en contacto con elresto de la sociedad. Necesitan para estoacompañamiento individualizado permanente. Esteprincipio debe ser garantizado a nivel institucional ysocial para todos los ex combatientes. Además, laeducación impartida a los combatientesdesmovilizados individualmente debe conectarsemejor con sus necesidades, limitaciones yperspectivas para el futuro.

El programa gubernamental no contiene ningúncomponente con los temas del diálogo y de lareconciliación. Esta omisión forma un obstáculoimportante para la reinserción de los excombatientes en la sociedad colombiana. Sinembargo, los ex combatientes pueden ser puestosen contacto de manera relativamente sencilla conlos otros ciudadanos. Estos contactos personalespueden llevar a un diálogo con la comunidad en sutotalidad y, en una fase posterior, a unareconciliación con las víctimas.

La reinserción de los ex combatientes es en primerlugar una responsabilidad propia de la sociedad

colombiana. Sin embargo, el proceso de reinserciónse podría enraizar mejor con el apoyo político,técnico y financiero de la comunidad internacional.Además, la comunidad internacional tiene un papelimportante para realizar en el monitoreo del procesode reinserción, dirigido a los ex combatientes quehan terminado el programa gubernamental. Estoocurre actualmente sólo a una escala limitada porparte de la misión OAS en Colombia

A la sociedad colombiana

Resposabilidad compartida• La participación activa del gobierno, las

organizaciones sociales, las iglesias y la empresaprivada, resulta indispensable para el éxito delproceso de reinserción. Una condición para esteesfuerzo colectivo debe ser el hecho de que losdiferentes sectores se den recíprocamente elespacio necesario para aplicar su propio enfoque.

• En esto, un enfoque más personal por parte dealgunas iglesias y organizaciones sociales podríaser complementario al planteamiento delgobierno, que tiene un carácter más práctico. Laempresa privada tiene principalmente la tareasocial de crear lugares de práctica para loscombatientes desmovilizados. Además, debeaportar sus conocimientos y experiencia en elmontaje de los negocios a pequeña escala de losex combatientes.

Acompañamiento individualizado • Dentro del programa gubernamental, todos los ex

combatientes deben disponer de un acompañanteindividual fijo que les dé acompañamientosicoafectivo, los visite en casa, los aconseje en laelección de un estudio y una profesión, y losasesore en el montaje de un negocio propio.

• El programa de hogares tutores debe serfortalecido para los combatientes desmovilizadosque sean menores de edad.

• Como elemento complementario alacompañamiento dentro del programagubernamental, los ex combatientes necesitantutores o compañeros (voluntarios) que formen sured social de apoyo durante el transcurso delprograma gubernamental, pero también después

Recomendaciones

Desafortunadamente, no existen conceptos estándar

para una reinserción exitosa de los ex combatientes.

Pero sí resulta claro que una buena reinserción sólo

puede tener lugar si el proceso es apoyado por la

sociedad en su totalidad. Sin embargo, el proceso de

reinserción en Colombia es principalmente un asunto

gubernamental.

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de éste. Estos compañeros deben estardispuestos a escuchar a los ex combatientes, avisitarlos en casa, a darles información sobre elpresupuesto doméstico, a emprender con ellostoda clase de actividades culturales, sociales ydeportivas, a acompañarlos en visitas adeterminadas instancias y a facilitar su contactocon los otros ciudadanos.

Reinserción • La actitud apática que a menudo muestran los

combatientes desmovilizados, podría sercambiada con la prestación de un servicio socialde varios meses de duración. Al participar en lasactividades de entidades sociales y eclesiásticas,trabajando con escolares, minusválidos, ancianosy desplazados, los ex combatientes entran encontacto con grupos vulnerables de ciudadanos,mientras que al mismo tiempo adquierenexperiencia laboral. Un trayecto semejante exigeuna cooperación flexible entre los funcionarios delprograma gubernamental y las organizacionessociales involucradas.

Reconciliación• La reconciliación del ex combatiente con su propio

pasado y con su familia, puede ser integrada en eltrayecto sicoafectivo del programa gubernamental.

• El diálogo y la reconciliación con la comunidad ycon las víctimas deben ser encajados en un marcosocial. Esta es entonces una tarea que puedendesarrollar por excelencia las organizacionessociales y eclesiásticas. Podría pensarse en unadeclaración personal de cada ex combatiente,donde exprese su arrepentimiento ante lasociedad, emitida después de terminar el serviciosocial. Esto puede ocurrir por medio de una cartaabierta, de una declaración (anónima) en losmedios de comunicación locales y regionales, ydurante los encuentros con alumnos de laprimaria y el bachillerato. Además, puedenparticipar en la reparación simbólica de lasvíctimas.

Salud• El examen médico a que son sometidos los

combatientes desmovilizados que ingresan en elprograma gubernamental debe ser ampliado,incluyendo un examen de sangre completo y unexamen sicológico, que debería ser repetidocuando los desmovilizados hayan completado lamitad del programa.

• Para prevenir en el futuro problemas síquicoscomo el PTTS, la atención siquiátrica a los excombatientes debería ser incluída en el seguro

médico hasta dos años después de la terminacióndel programa.

• Todos los participantes en el programa deberíanparticipar obligatoriamente en encuentrossicosociales semanales. Esta atención podríatener el carácter de un entrenamiento que incluyatareas prácticas para los participantes. Podríapensarse en tareas con familiares, vecinos,compañeros de estudios y funcionarios locales.

Educación• El gobierno podría (pre)seleccionar los centros

educativos especializados en impartir educación aeste grupo destinatario, o a grupos similares.

• Deben abrirse más cursos de capacitación decorta duración sobre materias agrícolas,destinados a los ex combatientes que quieranregresar al campo.

• Resulta muy importante que los ex combatientesadquieran experiencia laboral antes de terminar elprograma gubernamental. Esto sólo puede serposible si la empresa privada, las organizacionesy entidades ponen a disposición de los excombatientes lugares de práctica a gran escala.

• El módulo inicial que siguen todos losdesmovilizados que ingresan en el programagubernamental promueve la autonomía de loscombatientes desmovilizados. Este módulo podríaser prolongado por algunos meses más y podríacontener componentes prácticos, como elejercicio de entrevistas de empleo y visitas detrabajo a las empresas

Descentralización• A los municipios que quieran trabajar en la

reinserción a nivel local, el gobierno centraldebería facilitarles los contactos con los excombatientes en estos municipios.

• Además, estos municipios deberían tener laposibilidad de ejecutar el componente social ysicoafectivo del programa gubernamental. Lacondición para una descentralización semejantedebería ser la cooperación a nivel local de losdiversos sectores sociales con el municipio

Cuadros medios • El programa gubernamental no se conecta

suficientemente con los antecedentes específicosde los combatientes desmovilizados queformaban parte de los cuadros medios de losgrupos armados ilegales. Deberían tomarsemedidas especiales para este grupo, sobre todopara poder garantizar su seguridad personal.

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A la comunidad internacional

Apoyo específico• La comunidad internacional puede dar un aporte

muy valioso en puntos específicos al proceso dereinserción, principalmente en temas como lareconciliación y el apoyo sicoafectivo.

• La comunidad internacional también podríaencargarse del acompañamiento de 4000 excombatientes (o de una parte de ellos), que noestán en contacto con un CRO.

• Se puede hacer uso de los conocimientos y laexperiencia de los municipios y las organizacioneslocales en antiguas zonas de conflicto, como enCentroamérica. Además, el apoyo políticointernacional de los municipios y lasorganizaciones locales puede ser muy útil parahacer visible a nivel internacional la problemáticacolombiana y conseguir apoyo para esto.

Monitoreo del proceso de reinserción• El monitoreo internacional del proceso de

reinserción podría ser reforzado pororganizaciones internacionales, como NacionesUnidas. Para esto podría iniciarse, por ejemplo,una relación de cooperación entre la misión de laOAS en Colombia y la Comisión Nacional deReparación y Reconciliación.

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AUC Autodefensas Unidas de Colombia;

Basuco Basuco es un residuo de la pasta de coca. Debido asu alto nivel de contaminación, los traficantes dedroga no pueden comerciarlo en el mercadointernacional. Esta droga se consume principalmenteen los barrios pobres.

CNRR Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación

CODA Comité Operativo para la Dejación de las Armas;

CRO Centros de Referencia y Oportunidades; Oficinas que son el punto de contacto de losdesmovilizados, y desde se facilitan elacompañamiento.

CRS Corriente de Renovación Socialista; Movimiento guerrilero / partido político.

DAS Departamento Administrativo de Seguridad;

DDR El Desarme, la Desmovilización y la Reintegración;

Desmovilizado Una persona por decisión individual abandonevoluntariamente sus actividades como miembro ungrupo armado al margen de la ley, y se entregue a losautoridades.

Desvinculado Un menor de edad, que pertenecó a un grupo armado lmargen de la ley. Se considera víctima del conflictoarmado, y debe ser entregado al ICBF.

ELN Ejército de Liberación Nacional; El grupo guerrillero el segundo más grande enColombia.

FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; El grupo guerrillero más grande en Colombia.

Hogares de Paz Albergues donde los desmovilizados vivían juntos yricibían ayuda. Casi todos los albergues se hancerrado en el fin de 2005.

Hogar Tutor Hogares a donde se alojan una parte de losdesmovilizados de menor edad.

ICBF Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; Losdesmovilizados de menor edad son puestos adisposición del ICBF.

Indultado Un indultado no es un desertor voluntario, pero hayansido hechos prisioneros por el ejercito. En el carcel elindultado recibió amnestia del presidente colombiano.

M-19 Movimiento 19 de Abril; Un grupo guerrillero queaceptó amnestia del gobierno y ha desmovilizado.

Modúlo Inicial Un curso de integración social y tiene lugar pocotiempo después del ingreso en el programa

OEA Organización de los Estados Americanos

OIM Organización Internacional para las Migraciónes

PTSS Síndrome de stress-postraumático

Reincorperado Un desmovilizado certificado por el CODA

Glosario

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Publicación de Pax Christi Holanda, noviembre 2006

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Texto

Pax Christi Nederland, Marianne Moor

Con colaboración de:

Simone Remijnse

Nikkie Wiegink

Co-lectores

Alberto Casanova

Julián Guerrero

Andres Paz

Rodrigo Rojas

Hector Torres

ISBN

90 704 43007

Fotografía

Ronald de Hommel

Imprenta

PlantijnCaspari, IJsselstein

Diseñador

RAAK Grafisch Ontwerp, Utrecht

ISBN

90 704 43007

Las siguientes instituciones contribuyeron

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