un lugar en el cielo

3
UN LUGAR EN EL CIELO Un soldado raso caminaba por un sendero sombrío, misterioso y frío, mientras avanzaba en una gran fila. Llevaba una sonrisa radiante, algo no muy usual en el purgatorio, aquel lugar donde las almas en pena esperan con fervor el juicio que determina la condena por sus culpas o un lugar en el cielo por sus buenas acciones. La fila era realmente larga, pero a él no le importaba y seguía avanzando, pensando en todo lo que le había pasado. Un hombre viejo, como de unos 65 años y de aspecto tierno que caminaba delante de él con un llanto gemebundo, pero inquieto por aquella sonrisa, pensaba en las posibles causas de su alegría, y al ver que aquel hombre no hablaba decidió preguntarle. Dime, ¿cuál es el motivo de tu alegría? ¿Acaso no tienes temor de ser juzgado e ir al infierno?-. El soldado interrumpió su sonrisa y con voz reconfortante respondió: ¿Por qué he de estar triste si no se bien cual es la razón por la que voy a ser juzgado?- No muy conforme con la respuesta el viejo volvió a preguntar: ¿No te da tristeza dejar a los que quieres?- El soldado fijó su mirada en el horizonte y el silencio no se hizo esperar, tomó aliento y mirándolo a los ojos le dijo: -Se que te inquieta la sonrisa en mi rostro pero te voy a explicar el motivo de mi felicidad-. Y mientras avanzaban en la fila, comenzó a relatar lo que le había sucedido. Le dijo que la noche anterior había soñado que estaba en una marcha del 20 de julio por la calle séptima en la ciudad de Bogotá, todo era hermoso, era su sueño reprimido, pues como se unió a las filas del ejército las primeras semanas de julio estaba muy novato para hacer parte de la marcha, pero en su sueño todo era posible, estaba encabezando un pelotón de 30 hombres, con morral de campaña, un fusil y su rostro pintado de milicia, una marcha perfecta; realmente era feliz, cual fue su orgullo al ver a su padre entre la multitud, su madre le enviaba besos desde las vallas, su

Upload: esteban-munoz

Post on 31-Jul-2015

129 views

Category:

Health & Medicine


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: UN LUGAR EN EL CIELO

UN LUGAR EN EL CIELO

Un soldado raso caminaba por un sendero sombrío, misterioso y frío, mientras avanzaba en una gran fila. Llevaba una sonrisa radiante, algo no muy usual en el purgatorio, aquel lugar donde las almas en pena esperan con fervor el juicio que determina la condena por sus culpas o un lugar en el cielo por sus buenas acciones. La fila era realmente larga, pero a él no le importaba y seguía avanzando, pensando en todo lo que le había pasado. Un hombre viejo, como de unos 65 años y de aspecto tierno que caminaba delante de él con un llanto gemebundo, pero inquieto por aquella sonrisa, pensaba en las posibles causas de su alegría, y al ver que aquel hombre no hablaba decidió preguntarle.

–Dime, ¿cuál es el motivo de tu alegría? ¿Acaso no tienes temor de ser juzgado e ir al infierno?-.

El soldado interrumpió su sonrisa y con voz reconfortante respondió:

– ¿Por qué he de estar triste si no se bien cual es la razón por la que voy a ser juzgado?-

No muy conforme con la respuesta el viejo volvió a preguntar:

– ¿No te da tristeza dejar a los que quieres?-

El soldado fijó su mirada en el horizonte y el silencio no se hizo esperar, tomó aliento y mirándolo a los ojos le dijo:

-Se que te inquieta la sonrisa en mi rostro pero te voy a explicar el motivo de mi felicidad-.

Y mientras avanzaban en la fila, comenzó a relatar lo que le había sucedido. Le dijo que la noche anterior había soñado que estaba en una marcha del 20 de julio por la calle séptima en la ciudad de Bogotá, todo era hermoso, era su sueño reprimido, pues como se unió a las filas del ejército las primeras semanas de julio estaba muy novato para hacer parte de la marcha, pero en su sueño todo era posible, estaba encabezando un pelotón de 30 hombres, con morral de campaña, un fusil y su rostro pintado de milicia, una marcha perfecta; realmente era feliz, cual fue su orgullo al ver a su padre entre la multitud, su madre le enviaba besos desde las vallas, su hermana le sonreía; se percibía en el rostro de su familia una expresión de orgullo, como si fuese un héroe, vio gente que jamás en la vida había visto pero que también se sentían orgullosos de él y aquellas personas que había dejado de ver hace tiempo le hacían una leve reverencia, este soldado no lo podía creer, era demasiado perfecto; cuando se escuchó entre el bullicio de la multitud el Himno Nacional sintió como su alma se estremecía, sentía cosquillas en todo el cuerpo y hasta sintió ganas de llorar. Era una melodía perfecta, todos lo entonaron y lo cantaron a todo pulmón, era la primera vez en su vida que había escuchado que entonaban tantas personas y con tanto ímpetu las notas de tan excelente Himno, su emoción se hizo mas fuerte cuando vio como los aviones de la Fuerza Aérea llenaban la plaza con humo de colores alusivos a la bandera, y el caer del confetis que se esparcía por toda la calle, sintió que sus rodillas se doblaban, no aguantó más el sentimiento y de repente sus pupilas se dilataron y unas lágrimas de emoción se hicieron evidentes; era el sueño mas hermoso que había tenido en sus 19 años de vida.

Sin terminarlo, despertó de repente y volvió a su realidad en aquel pequeño cuarto donde dormía o esperaba el turno para patrullar por el pueblo, habían pasado 5 meses después

Page 2: UN LUGAR EN EL CIELO

de salir del batallón donde había recibido la formación necesaria para convertirse en un soldado al servicio de la patria.

Pero ese día aquel soldado quería que todo fuese diferente, se levantó más temprano que de costumbre y brilló sus botas como nunca; pues si bien era cierto que al patrullar por las calles sin pavimentar no valía la pena poner tanto esfuerzo en brillarlas, a él ese día no le importó. Se puso el mejor uniforme que tenía, de los que se ponía los domingos, día de mercado en pueblo, limpió su fusil y se unió al pelotón de hombres que salían a patrullar, no se sacaba aquel sueño de la cabeza, todas y cada una de las voces de mando le recordaban ese sueño tan especial, ese día quiso encabezar ese pelotón pues aspiraba a sentirse como en el sueño, caminaba sacando pecho orgulloso de sí mismo, vivía su fantasía, a tal punto que no se dio cuenta que pisó un artefacto que le arrebató la vida. Su cuerpo quedó esparcido por todos lados, era una situación macabra, pero en un abrir y cerrar de ojos estaba allí haciendo una fila muy larga, esperando ser juzgado y a la misma vez buscando el significado de su sueño. Sentía alegría porque aunque no se despidió de su familia, en su fantasía vio como se sentían orgullosos de él y eso era suficiente; mientras avanzaba recordó la oración patria, relacionando todo lo que le había sucedido con la frase “Morir por Defenderte”, y concluyó que era realmente lo que él había hecho por su patria, que a pesar de que fue él quien piso ese artefacto, pudo haber sido un niño inocente, una mujer embarazada o simplemente alguien que no tenía nada que ver con la guerra, y comprendió que su misión en la tierra era salvarle la vida a otra persona aunque esto fuese a cambio de la suya, eso le daba regocijo.

El viejo al oír esto cambio su actitud y empezó también a sentirse orgulloso de el soldado que perdió la vida por su nación, entendió entonces el significado que tiene morir por la patria, aquella que muchos quieren, que otros odian y de la que unos cuantos se alejan esperando encontrar mucho pero que no encuentran nada que se le parezca.

El soldado llegó a las puertas del cielo y un calor acogedor lo rodeó, y de rodillas exclamo:

-¡Dios perdóname si he pecado!-

Y una voz fuerte pero suave respondió

-¡no tengo nada que perdonarte pues tienes el cielo ganado!-.

Por:

Esteban Muñoz