Fotografia de Francisca Garreton

UN ENCUENTRO ESPORADICO

Noviembre 1974 En una lista oficial aparece el nombre de Joselin de la Maza de la Maza “alias el Comandante Pepe, más conocido como Oh Chi Min; terrorista peligroso ejecútese donde se encuentre”. La suerte de este profesor de sociología estaba echada: morir o el exilio. El Comandante Pepe es un hombre que al igual que muchos otros tuvo alguna vez un sueño y una visión de una América Latina más justa. Poco intuía él sobre la suerte que correría y como éste sueño lo perseguiría por el resto de su vida, a ratos como un recuerdo de juventud, otras veces como una pesadilla. Creo que nuestro destino siempre está determinado por las decisiones que tomamos en los momentos críticos de nuestra aventura llamada vida. Pepe dejó Chile con un salvo conducto como asilado político, al igual que otras 1.600.000 personas. Venezuela lo acogió por 40 años. Así como los ciclos se completan, y por una paradoja de la vida, tuvo que dejar su segundo hogar con un salvo conducto para regresar a Chile, esta vez como asilado económico una vez que el sueño que una vez tuvo no pudo llenar sus necesidades básicas. En esta muestra de fotografía no busco plasmar ideas o lados políticos, más bien busco expresar que como dijo Jean-Paul Sartre “somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”. Les presento al Comandante Pepe: Mi abuelo. Lucia Garreton

Es el deber de todo individuo hacer lo que quiera hacer,

pensar lo que quiera pensar, responder a nadie excepto a sí mismo, y cuestionar toda idea

y a todo individuo.

J.P. Sartre