un amor que matastatic.graciasobregracia.org/san-salvador/content/documents/recurs… · pastor...

2
1 JUAN 2:12-17 Domingo 15 de diciembre 2019 RESUMEN DEL SERMÓN 1 de Juan 2:12-17 tiene dos partes: 1) Juan les recuerda su posición en Cristo y la herencia de la comunión con Dios. 2) Les advierte sobre un enemigo que deben evitar amar: el mundo, y da dos razones para ello. En este texto Dios nos enseña que, porque hemos heredado el valioso tesoro de una comunión con Cristo, no debemos amar al mundo para no perder ese tesoro. I. LA POSICIÓN Y COMUNIÓN EN CRISTO QUE HOY GOZAMOS Para introducir esta advertencia sobre no amar al mundo, Juan les enseña que la razón por la cual les escribe estos temas esenciales, no es para que ganen la vida cristiana o la comunión con Dios, sino porque ya tienen ambas. Les escribe para que vean y comparen la superioridad de lo que ya tienen en Cristo por sobre lo que el mundo ofrece. La advertencia es que no pierdan nada de eso. 1 Juan 2:12-14: “Os escribo a vosotros, hijos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre. 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.” En este pasaje, Juan está hablando a tres grupos de cristianos dentro de la iglesia: 1. Hijos/niños, es decir a los recién convertidos. A ellos les escribe porque sus pecados han sido perdonados y por eso conocen al Padre. Con esto les está recordando lo esencial de la promesa del nuevo pacto que leemos en Jeremías 31:34. 2. Padres, es decir a los maduros en la fe. A ellos les escribe porque conocen al que ha sido desde el principio, a Cristo. Afirmando con esto que su fe y carácter anclados a la vida, obra y palabras de Jesucristo; ofrecen estabilidad y sabiduría a su iglesia local. 3. Jóvenes, es decir a los jóvenes espirituales. Les escribe porque han vencido al maligno, porque son fuertes puesto que la Palabra de Dios permanece en ellos. Además, porque su celo por el evangelio, su deseo de luchar por la verdad debe continuar. Juan les escribe porque ya son hijos de Dios y tienen comunión con Él, gozan de sabiduría, fuerza y celo. Ahora su deber es cuidarse de no perder esa comunión. De esta forma Dios nos enseña que la vida cristiana no es una conquista, es un regalo que hay que vivir y gozar, pero también cuidar y cultivar. II. NUESTRO DEBER DE NO AMAR AL MUNDO 1 Juan 2:15: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” ¿Qué es amar al mundo? Es mantener y satisfacer el apetito por los placeres de las tinieblas. Es hacer del mundo y lo que ofrece nuestro objeto de deseo diario. Por “mundo” Juan se refiere al mundo de pecado que está organizado contra Dios y contra su Cristo. El mundo no redimido que está bajo el maligno, que vive en oscuridad y está bajo condenación. Con esto, Juan está haciendo una seria advertencia contra el pecado de mundanalidad y de impiedad. Por eso Juan afirma que no amar al mundo es a la vez evidencia de una verdadera conversión. III. LAS RAZONES POR LAS QUE NO DEBEMOS AMAR AL MUNDO 1. Porque las cosas que hay en el mundo no provienen del Padre. “Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16) Dios es tan glorioso y tan Santo, Santo, Santo; que nada que no proceda de Él podrá estar en su presencia: las tinieblas no resisten su gloria, el pecado no tiene cabida, la mundanalidad es vomitada. Así entonces, porque el mundo y lo que hay en él no proceden de Dios, amarlo significaría perder nuestra comunión con el Padre. Nadie puede amar a dos Señores. El que se hace amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. © 2020 Iglesia Gracia sobre Gracia. Todos los Derechos Reservados UN AMOR QUE MATA

Upload: others

Post on 30-Apr-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: UN AMOR QUE MATAstatic.graciasobregracia.org/san-salvador/content/documents/recurs… · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ 1 JUAN 2:12-17 Domingo 15 de diciembre 2019 RESUMEN DEL SERMÓN 1

PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ

1 JUAN 2:12-17

Domingo 15 de diciembre 2019

RESUMEN DEL SERMÓN

1 de Juan 2:12-17 tiene dos partes: 1) Juan les recuerda su posición en Cristo y la herencia de la comunión con Dios. 2) Les advierte sobre un enemigo que deben evitar amar: el mundo, y da dos razones para ello. En este texto Dios nos enseña que, porque hemos heredado el valioso tesoro de una comunión con Cristo, no debemos amar al mundo para no perder ese tesoro.

I. LA POSICIÓN Y COMUNIÓN EN CRISTO QUE HOY GOZAMOS

Para introducir esta advertencia sobre no amar al mundo, Juan les enseña que la razón por la cual les escribe estos temas esenciales, no es para que ganen la vida cristiana o la comunión con Dios, sino porque ya tienen ambas. Les escribe para que vean y comparen la superioridad de lo que ya tienen en Cristo por sobre lo que el mundo ofrece. La advertencia es que no pierdan nada de eso.

1 Juan 2:12-14: “Os escribo a vosotros, hijos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre.14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.”

En este pasaje, Juan está hablando a tres grupos de cristianos dentro de la iglesia:

1. Hijos/niños, es decir a los recién convertidos. A ellos les escribe porque sus pecados han sido perdonados y por eso conocen al Padre. Con esto les está recordando lo esencial de la promesa del nuevo pacto que leemos en Jeremías 31:34.

2. Padres, es decir a los maduros en la fe. A ellos les escribe porque conocen al que ha sido desde el principio, a Cristo. Afirmando con esto que su fe y carácter anclados a la vida, obra y palabras de Jesucristo; ofrecen estabilidad y sabiduría a su iglesia local.

3. Jóvenes, es decir a los jóvenes espirituales. Les escribe porque han vencido al maligno, porque son fuertes

puesto que la Palabra de Dios permanece en ellos. Además, porque su celo por el evangelio, su deseo de luchar por la verdad debe continuar.

Juan les escribe porque ya son hijos de Dios y tienen comunión con Él, gozan de sabiduría, fuerza y celo. Ahora su deber es cuidarse de no perder esa comunión. De esta forma Dios nos enseña que la vida cristiana no es una conquista, es un regalo que hay que vivir y gozar, pero también cuidar y cultivar.

II. NUESTRO DEBER DE NO AMAR AL MUNDO

1 Juan 2:15: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”

¿Qué es amar al mundo? Es mantener y satisfacer el apetito por los placeres de las tinieblas. Es hacer del mundo y lo que ofrece nuestro objeto de deseo diario.

Por “mundo” Juan se refiere al mundo de pecado que está organizado contra Dios y contra su Cristo. El mundo no redimido que está bajo el maligno, que vive en oscuridad y está bajo condenación.

Con esto, Juan está haciendo una seria advertencia contra el pecado de mundanalidad y de impiedad. Por eso Juan afirma que no amar al mundo es a la vez evidencia de una verdadera conversión.

III. LAS RAZONES POR LAS QUE NO DEBEMOS AMAR AL MUNDO

1. Porque las cosas que hay en el mundo no provienen del Padre.

“Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16)

Dios es tan glorioso y tan Santo, Santo, Santo; que nada que no proceda de Él podrá estar en su presencia: las tinieblas no resisten su gloria, el pecado no tiene cabida, la mundanalidad es vomitada. Así entonces, porque el mundo y lo que hay en él no proceden de Dios, amarlo significaría perder nuestra comunión con el Padre. Nadie puede amar a dos Señores. El que se hace amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.

© 2

020

Igle

sia

Gra

cia

sobr

e G

raci

a. T

odos

los

Der

echo

s Re

serv

ados

UN AMORQUE MATA ¿Qué cosas del mundo pueden tentar a los creyentes

para amarlas?

a) La pasión de la carne: toda clase de lujuria y apetito del hombre pecador.

b) La codicia de los ojos: los ojos son una metáfora en la Biblia sobre las pasiones pecaminosas que se codician y corrompen. De esta manera vemos que una de las tentaciones más claras de esta época es acumular más para gastar en lo que satisfaga estas codicias y pasiones, dejando a un lado el mandamiento de ser generosos con libertad y amor en el Reino de Dios.

c) La arrogancia de la vida: es presumir el estilo de vida que se tiene y jactarse de las posesiones para impresionar a otros y recibir su admiración. Eso no proviene del Padre, sino del mundo.

Dios quiere evitar que vivamos auto-engañados en una dualidad, como los gnósticos y ebonitas vivían en la época en que fue escrita la Primera de Juan. Ellos afirmaban tener una comunión con Dios, pero a su vez tenían comunión con el mundo, practicando la mundanalidad en su moral y ética. Amar al mundo te priva de conocer a Dios

2. Porque este mundo y sus deseos están prontos a desaparecer.

“Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1Juan 2:17)

Juan nos recuerda que ya estamos en los últimos tiempos. En 1 Jn 2:8 afirmó que las tinieblas van pasando porque la luz verdadera que es Cristo ya alumbra. Pronto toda oscuridad desaparecerá cuando Él venga por Segunda vez. Es como una apuesta: si el mundo ya está condenado, ya perdió, no tiene sentido apostar por él, ni procurarlo o amarlo.

SERIAS REFLEXIONES PARA NOSOTROS HOY

1. El mundo es un enemigo real de los cristianos. Es peligroso, puede hacerte daño si lo amas.

a) Algunos ven el mundo como inocente o inofensivo. Pero no lo es. Es diabólico, es anti-Cristo: sus valores, política, sistema educativo, etc.

b) Por tanto: no seas tolerante con el mundo, no seas inclusivo con él.

2. Entre más seguros estemos de nuestra posición en Cristo y nuestra herencia, menos vulnerables seremos a la tentación de amar al mundo.

a) A través de este texto Dios forja en nosotros dos conceptos: una visión bíblica acerca de nuestra posición y comunión con Cristo, y una visión bíblica acerca del mundo.

b) A mayor seguridad de nuestra salvación, menor será nuestra vulnerabilidad al mundo y sus deseos; pero entre más dudemos acerca de lo que creemos, mayor será la tentación de abandonar nuestra fe; estaremos abiertos a todo viento de doctrina. Por eso Jesús le oró a su Padre que la fe de Pedro no faltara.

c) Hazte estas preguntas: ¿cuánto del mundo ha entrado en tu hogar? ¿cuánto codicias de lo que ves que el mundo valora? ¿cuánto te enorgulleces de los bienes que posees? ¿cuánto te esfuerzas por hacer que los demás admiren el estilo de vida que tienes?

d) Crece en el conocimiento de Dios y de Jesucristo para no caer en el error.

3. Cada etapa de la madurez cristiana es valiosa para el cuerpo de Cristo:

a) Recién convertidos: permanezcan en comunión, crezcan, alégrense.

b) Jóvenes espirituales: no dejen de luchar, sigan siendo fuertes en Palabra.

c) Maduros espirituales: sean un ancla de fe, sabiduría y estabilidad.

d) Alabemos a Dios por esta gracia inmerecida que recibimos en cada etapa.

4. Porque hemos heredado el valioso tesoro de una comunión con Cristo, no amemos al mundo para no perder ese tesoro.

Page 2: UN AMOR QUE MATAstatic.graciasobregracia.org/san-salvador/content/documents/recurs… · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ 1 JUAN 2:12-17 Domingo 15 de diciembre 2019 RESUMEN DEL SERMÓN 1

RESUMEN DEL SERMÓN

1 de Juan 2:12-17 tiene dos partes: 1) Juan les recuerda su posición en Cristo y la herencia de la comunión con Dios. 2) Les advierte sobre un enemigo que deben evitar amar: el mundo, y da dos razones para ello. En este texto Dios nos enseña que, porque hemos heredado el valioso tesoro de una comunión con Cristo, no debemos amar al mundo para no perder ese tesoro.

I. LA POSICIÓN Y COMUNIÓN EN CRISTO QUE HOY GOZAMOS

Para introducir esta advertencia sobre no amar al mundo, Juan les enseña que la razón por la cual les escribe estos temas esenciales, no es para que ganen la vida cristiana o la comunión con Dios, sino porque ya tienen ambas. Les escribe para que vean y comparen la superioridad de lo que ya tienen en Cristo por sobre lo que el mundo ofrece. La advertencia es que no pierdan nada de eso.

1 Juan 2:12-14: “Os escribo a vosotros, hijos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre.14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.”

En este pasaje, Juan está hablando a tres grupos de cristianos dentro de la iglesia:

1. Hijos/niños, es decir a los recién convertidos. A ellos les escribe porque sus pecados han sido perdonados y por eso conocen al Padre. Con esto les está recordando lo esencial de la promesa del nuevo pacto que leemos en Jeremías 31:34.

2. Padres, es decir a los maduros en la fe. A ellos les escribe porque conocen al que ha sido desde el principio, a Cristo. Afirmando con esto que su fe y carácter anclados a la vida, obra y palabras de Jesucristo; ofrecen estabilidad y sabiduría a su iglesia local.

3. Jóvenes, es decir a los jóvenes espirituales. Les escribe porque han vencido al maligno, porque son fuertes

puesto que la Palabra de Dios permanece en ellos. Además, porque su celo por el evangelio, su deseo de luchar por la verdad debe continuar.

Juan les escribe porque ya son hijos de Dios y tienen comunión con Él, gozan de sabiduría, fuerza y celo. Ahora su deber es cuidarse de no perder esa comunión. De esta forma Dios nos enseña que la vida cristiana no es una conquista, es un regalo que hay que vivir y gozar, pero también cuidar y cultivar.

II. NUESTRO DEBER DE NO AMAR AL MUNDO

1 Juan 2:15: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”

¿Qué es amar al mundo? Es mantener y satisfacer el apetito por los placeres de las tinieblas. Es hacer del mundo y lo que ofrece nuestro objeto de deseo diario.

Por “mundo” Juan se refiere al mundo de pecado que está organizado contra Dios y contra su Cristo. El mundo no redimido que está bajo el maligno, que vive en oscuridad y está bajo condenación.

Con esto, Juan está haciendo una seria advertencia contra el pecado de mundanalidad y de impiedad. Por eso Juan afirma que no amar al mundo es a la vez evidencia de una verdadera conversión.

III. LAS RAZONES POR LAS QUE NO DEBEMOS AMAR AL MUNDO

1. Porque las cosas que hay en el mundo no provienen del Padre.

“Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16)

Dios es tan glorioso y tan Santo, Santo, Santo; que nada que no proceda de Él podrá estar en su presencia: las tinieblas no resisten su gloria, el pecado no tiene cabida, la mundanalidad es vomitada. Así entonces, porque el mundo y lo que hay en él no proceden de Dios, amarlo significaría perder nuestra comunión con el Padre. Nadie puede amar a dos Señores. El que se hace amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.

UN AMOR QUE MATA

© 2

020

Igle

sia

Gra

cia

sobr

e G

raci

a. T

odos

los

Der

echo

s Re

serv

ados

¿Qué cosas del mundo pueden tentar a los creyentes para amarlas?

a) La pasión de la carne: toda clase de lujuria y apetito del hombre pecador.

b) La codicia de los ojos: los ojos son una metáfora en la Biblia sobre las pasiones pecaminosas que se codician y corrompen. De esta manera vemos que una de las tentaciones más claras de esta época es acumular más para gastar en lo que satisfaga estas codicias y pasiones, dejando a un lado el mandamiento de ser generosos con libertad y amor en el Reino de Dios.

c) La arrogancia de la vida: es presumir el estilo de vida que se tiene y jactarse de las posesiones para impresionar a otros y recibir su admiración. Eso no proviene del Padre, sino del mundo.

Dios quiere evitar que vivamos auto-engañados en una dualidad, como los gnósticos y ebonitas vivían en la época en que fue escrita la Primera de Juan. Ellos afirmaban tener una comunión con Dios, pero a su vez tenían comunión con el mundo, practicando la mundanalidad en su moral y ética. Amar al mundo te priva de conocer a Dios

2. Porque este mundo y sus deseos están prontos a desaparecer.

“Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1Juan 2:17)

Juan nos recuerda que ya estamos en los últimos tiempos. En 1 Jn 2:8 afirmó que las tinieblas van pasando porque la luz verdadera que es Cristo ya alumbra. Pronto toda oscuridad desaparecerá cuando Él venga por Segunda vez. Es como una apuesta: si el mundo ya está condenado, ya perdió, no tiene sentido apostar por él, ni procurarlo o amarlo.

SERIAS REFLEXIONES PARA NOSOTROS HOY

1. El mundo es un enemigo real de los cristianos. Es peligroso, puede hacerte daño si lo amas.

a) Algunos ven el mundo como inocente o inofensivo. Pero no lo es. Es diabólico, es anti-Cristo: sus valores, política, sistema educativo, etc.

b) Por tanto: no seas tolerante con el mundo, no seas inclusivo con él.

2. Entre más seguros estemos de nuestra posición en Cristo y nuestra herencia, menos vulnerables seremos a la tentación de amar al mundo.

a) A través de este texto Dios forja en nosotros dos conceptos: una visión bíblica acerca de nuestra posición y comunión con Cristo, y una visión bíblica acerca del mundo.

b) A mayor seguridad de nuestra salvación, menor será nuestra vulnerabilidad al mundo y sus deseos; pero entre más dudemos acerca de lo que creemos, mayor será la tentación de abandonar nuestra fe; estaremos abiertos a todo viento de doctrina. Por eso Jesús le oró a su Padre que la fe de Pedro no faltara.

c) Hazte estas preguntas: ¿cuánto del mundo ha entrado en tu hogar? ¿cuánto codicias de lo que ves que el mundo valora? ¿cuánto te enorgulleces de los bienes que posees? ¿cuánto te esfuerzas por hacer que los demás admiren el estilo de vida que tienes?

d) Crece en el conocimiento de Dios y de Jesucristo para no caer en el error.

3. Cada etapa de la madurez cristiana es valiosa para el cuerpo de Cristo:

a) Recién convertidos: permanezcan en comunión, crezcan, alégrense.

b) Jóvenes espirituales: no dejen de luchar, sigan siendo fuertes en Palabra.

c) Maduros espirituales: sean un ancla de fe, sabiduría y estabilidad.

d) Alabemos a Dios por esta gracia inmerecida que recibimos en cada etapa.

4. Porque hemos heredado el valioso tesoro de una comunión con Cristo, no amemos al mundo para no perder ese tesoro.