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Guión.

1.- Los accidentes de tráfico. 2.- Acomodación en el vehículo.

3.- El cinturón de seguridad.

4.- Los airbags .

5- El reposacabezas.

6.- Alcohol y otras drogas.

7.- Enfermedades y medicamentos.

8.- Otros factores, mecánica-mantenimiento sencillo, teléfonos móviles y GPS.

9.- Accesorios, repuestos y herramientas.

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1.- Los accidentes de tráfico.

Los accidentes de tráfico son un problema de salud pública de grandes dimensiones. Son una de las

principales causas de mortalidad en el mundo. Es considerado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) un

problema prioritario de salud pública a nivel mundial.

No se puede olvidar el impacto económico importante que acarrean los accidentes de tráfico, que de

forma directa o indirecta acaban asumiendo toda la población. De hecho, los accidentes equivalen al 2% del

Producto Interior bruto (PIB) del país, o lo que es lo mismo, 440 euros al año paga aproximadamente cada español

por los accidentes de tráfico que se han producido.

Los accidentes de tráfico no son accidentales, a pesar de lo que crea la gente. La mayoría se podrían

haber evitado

Para conducir de forma segura es necesario que las capacidades del conductor y del vehículo estén

en todo momento por encima de las exigidas por el tráfico. Si no es así se podría producir un accidente.

Las exigencias del tráfico dependen de:

Características de la vía (trazado, estado del asfalto…)

Condiciones ambientales (lluvia, niebla…)

Condiciones circulatorias (atascos…)

Las normas y señales.

El conductor debe saber responder a estas circunstancias. Para ello debe tener una condición física y

sicológica adecuadas, y que ha ido adquiriendo con la experiencia y así sabe cuando y como debe adaptar su

comportamiento.

Existen determinadas circunstancias, denominadas factores de riesgo, que aumentan la probabilidad de

que ocurra un accidente o de que este sea más grave. Los factores de riesgo son muy variados, pero los más

comunes son tres, el vehículo, la vía y su entorno, y el conductor. La mayor parte de los accidentes de

tráfico, entre el 70 y el 90%, se deben al factor humano (4-13% al vehículo y 10-35% a la vía y su entorno).

Aunque aparentemente el factor vehículo y el factor vía no se puedan evitar, con una conducción preventiva se

disminuye la probabilidad de tener un accidente debido a estor factores, por ejemplo revisando el estado del

vehículo o adaptando la velocidad a las condiciones de la vía. El grupo de conductores que más se ven

afectados por el factor humano en la implicación de accidentes son los jóvenes debido a sus características.

Los conductores y demás usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico

están obligados a adoptar las medidas necesarias para auxiliar o solicitar auxilio para atender a las víctimas,

si las hubiere, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, restablecer, en la medida de lo

posible, la seguridad de la circulación, esclarecer los hechos y colaborar con la Autoridad o sus Agentes.

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Salvo en los casos en que, manifiestamente, no sea necesaria su colaboración, las mismas medidas

están obligados a adoptar, en cuanto les sea posible, los demás conductores y usuarios que, no estando

implicados en el accidente, lo presencien o tengan conocimiento de él.

La omisión de socorro es un delito que puede castigarse incluso con la cárcel. Pude incurrirse en el delito

de omisión de socorro:

Quien no socorra a las víctimas de un accidente, pudiendo hacerlo, ocasionado o no por él.

Quien no pida auxilio para las víctimas, cuando él mismo no pueda prestarlo.

Quien se da a la fuga tras causar un accidente con víctimas.

Como norma general debemos evitar mover al herido mientras no sea estrictamente necesario. Y si no

hubiera más remedio que moverlo, porque se presente una situación de claro peligro para el accidentado

habrá que hacerlo manteniendo el eje "cabeza-cuello-tronco" estable e inmóvil, además, si el accidentado

lleva un casco no se le debe de quitar como norma general (solo se le quitaría en caso de que haya que

realizarle la reanimación cardiopulmonar). Esto significa mover al individuo en bloque, evitando desplazamientos

de la cabeza o el cuello con respecto al tronco, para ello es necesario, al menos, tres personas. La inmovilización

completa sería lo deseable, a ser posible con algún dispositivo tipo collarín.

El primer paso para saber qué le pasa a un accidentado es aproximarse a él y ver si responde a

estímulos. Para ello se le hacen preguntas sencillas en voz alta. En caso de no responder nos aseguramos

recurriendo a estímulos dolorosos mediante pellizcos. Estas operaciones deben durar 10 segundos como máximo. Se

pueden dar estas situaciones:

La víctima responde. Se descarta la existencia de paro cardiaco y no se le mueve, se le evaluará

regularmente y se pasa a valorar al siguiente herido. Como norma general, se debe atender primero a las

víctimas que no responde y dejar para el final a las víctimas que se están quejando o gritando. Esto se debe

a que las personas que estén conscientes corren menos peligro que las que no responde.

La víctima que no responde cuando se le toca, pincha o “grita”, está inconsciente y respira. Le

manejaremos como si tuviera una lesión en la columna vertebral (lesión medular), controlando el eje

cabeza - cuello - tronco. Se comprueba la respiración, sin moverle la cabeza, oyendo la respiración y

observando el movimiento de elevación del pecho.

En cualquier caso se realiza la maniobra frente-mentón y se retira cualquier obstrucción visible de las

vías aéreas (boca, garganta) de la víctima.

Una respiración superficial e irregular indica que puede haber daño cerebral grave. SI la respiración

es ruidosa y con dificultad es sinónimo de obstrucción en las vías aéreas.

En caso de estar solos y tener que abandonar al herido o si este empieza a vomitar o a sangrar por la

boca, lo colocaremos en posición lateral de defensa. La posición lateral de defensa consiste en poner

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de lado al herido, con la cabeza apoyada sobre el brazo que queda al lado del suelo y manteniendo

recto el eje cabeza-cuello-tronco.

La víctima no responde y no respira. Comprobamos si hay obstáculos en las vías aéreas y

comenzaremos a realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP).

Una vez comprobado la consciencia y la respiración se evalúa el cuerpo para ver si hay hemorragias, deformidades,

etcétera.

Las hemorragias (pérdidas de sangre) se pueden clasificar:

Según su naturaleza en:

Externas: la sangre sale al exterior a través de las heridas. Se debe comprimir la herida con

una gasa, si no es suficiente y está en una extremidad del cuerpo se eleva, si sigue sangrando

se comprime la arteria (humeral si es en algún brazo y femoral si es en alguna pierna), si aún

así sigue la hemorragia se recurre al torniquete como última medida o ante una amputación.

Internas: la sangre vierte al interior del organismo. Se debe tumbar al herido, taparlo con una

manta y colocar los pies más altos que la cabeza elevando las piernas ligeramente.

Exteriorizadas: la sangre procedente de una hemorragia interna sale al exterior a través de

orificios naturales (nariz, boca…). Se tratará a la víctima como un herido extremadamente

grave. Se facilitará la salida de sangre, se cubrirá el orificio, pero no se taponará. En estos

casos se colocará al herido en posición de defensa de manera que facilite la salida de sangre.

2.- Acomodación en el vehículo.

Antes de iniciar la marcha con un vehículo es fundamental colocarnos de la forma correcta para conducir

de forma segura. Los asientos se regulan en altura, está debe ser la suficiente que nos permita ver por encima del

volante. También se regulan en longitud, esta debe ser tal que nos permita mantener las piernas flexionadas

ligeramente cuando actuemos sobre los pedales del vehículo. A continuación se regula la inclinación del respaldo de

manera que los brazos queden flexionados, de tal forma que si extendemos totalmente el brazo, sin separar el

hombro del sillín, podamos colocar la muñeca encima de la parte superior del volante.

La posición correcta de las manos al volante es equivalente a la posición de las agujas de un reloj que

marca las tres menos cuarto o las dos menos diez. Las manos siempre estarán en el volante, pudiendo soltarlo el

tiempo imprescindible para manejar otros mecanismos del vehículo.

El conductor está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y

será el responsable de la correcta colocación del resto de personas y cosas del vehículo.

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3.- EL cinturón de seguridad.

La finalidad del cinturón de seguridad es retener y proteger a los ocupantes de un vehículo en caso de

accidente, evitando que salgan despedidos del asiento y absorbiendo parte de la energía en el choque. Esta

comprobado que puede reducir casi a la mitad la probabilidad de perder la vida en un siniestro.

El cinturón de seguridad no solo protege en caso de accidente frontal, sino en cualquier tipo de

accidente ya que nos mantiene dentro del habitáculo del vehículo.

Para que sea totalmente efectivo el cinturón de seguridad debemos tener en cuenta:

Hay que revisar cada cierto tiempo el estado de la banda de tela, los anclajes y los cierres.

Una vez tenido un accidente hay que cambiar todo el sistema del cinturón de seguridad.

Está prohibido el uso de pinzas o reguladores de presión ya que anulan la función del cinturón de

seguridad.

La cinta torácica del cinturón debe pasar por la clavícula, entre el cuello y el hombro, y descender

por el centro del pecho.

La cinta abdominal debe colocarse sobre los huesos de la cadera y no sobre la parte blanda del

abdomen, sino por debajo de este.

El cinturón debe ir ceñido al cuerpo, por ello es recomendable ir en el vehículo sin abrigos o ropa

gruesa que disminuya la seguridad del cinturón de seguridad.

Colocarse bien el cinturón también disminuye el efecto submarino, este efecto se produce cuando el cuerpo

se desliza por debajo de la banda abdominal del cinturón. Para evitar este efecto tampoco se puede colocar

elementos inadecuados, como cojines, sobre el asiento.

Respecto al uso del cinturón de seguridad, tanto en la circulación por vías urbanas como interurbanas, es

obligatorio:

Por el conductor y los pasajeros:

De los turismos.

De aquellos vehículos con masa máxima autorizada de hasta 3.500 kilogramos que, conservando las

características esenciales de los turismos, estén dispuestos para el transporte, simultáneo o no, de

personas y mercancías.

De las motocicletas y motocicletas con sidecar, ciclomotores, vehículos de tres ruedas y

cuadriciclos, cuando estén dotados de estructura de protección y cinturones de seguridad y así conste

en la correspondiente tarjeta de inspección técnica.

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Por el conductor y los pasajeros:

De los asientos equipados con cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados

de los vehículos destinados al transporte de mercancías y de los vehículos mixtos.

Por el conductor y los pasajeros de más de tres años de edad:

De los asientos equipados con cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados

de los vehículos destinados al transporte de personas de más de nueve plazas, incluido el conductor.

Por determinadas personas en función de su talla y edad, excepto en los vehículos de más de nueve

plazas, incluido el conductor:

Respecto de los asientos delanteros del vehículo:

Queda prohibido circular con menores de doce años, salvo que utilicen dispositivos

homologados al efecto.

Excepcionalmente, cuando su estatura sea igual o superior a 135 centímetros, los menores de doce

años podrán utilizar como tal dispositivo el propio cinturón de seguridad para adultos de que estén

dotados dichos asientos.

Respecto de los asientos traseros del vehículo:

Las personas cuya estatura no alcance los 135 centímetros, deberán utilizar obligatoriamente un

dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su peso.

Las personas cuya estatura sea igual o superior a 135 centímetros y no supere los 150 centímetros,

podrán utilizar indistintamente de retención homologado adaptado a su talla y a su peso o el cinturón de

seguridad para adultos.

Respecto de los asientos de los pasajeros protegidos con airbag frontal:

Los niños no podrán utilizar un dispositivo de retención orientado hacia atrás instalado en uno de dichos

asientos, a menos que haya sido desactivado, condición que se cumplirá también en el caso de que

dicho airbag se haya desactivado adecuadamente de forma automática.

No obstante lo recogido anteriormente, podrán circular sin los cinturones de seguridad u otros sistemas de

retención homologados:

Los conductores, al efectuar la maniobra de marcha atrás o de estacionamiento.

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Las personas provistas de un certificado de exención por razones médicas graves o

discapacitadas. Este certificado deberá ser presentado cuando lo requiera cualquier agente de la

autoridad responsable del tráfico.

Todo certificado de este tipo expedido por la autoridad competente de un Estado miembro de la Unión

Europea será válido en España acompañado de su traducción oficial.

Las embarazadas deben usar el cinturón de seguridad, colocando la banda abdominal lo más baja

posible.

La exención alcanzará igualmente cuando circulen en poblado, pero en ningún caso cuando lo hagan por

autopistas, autovías o carreteras convencionales a:

Los conductores de taxis cuando estén de servicio.

Asimismo, cuando circulen en tráfico urbano o áreas urbanas de grandes ciudades, podrán

transportar a personas cuya estatura no alcance los 135 centímetros sin utilizar un dispositivo de

retención homologado adaptado a su talla y a su peso, siempre que ocupen un asiento trasero.

Los distribuidores de mercancías, cuando realicen sucesivas operaciones de carga y descarga de

mercancías en lugares situados a corta distancia unos de otros.

Los conductores y pasajeros de los vehículos en servicio de urgencia.

Las personas que acompañen a un alumno o aprendiz durante el aprendizaje de la conducción o

las pruebas de aptitud y estén a cargo de los mandos adicionales del automóvil,

responsabilizándose de la seguridad de la circulación (por ejemplo un profesor de autoescuela).

Recuerda que es recomendable, cuando no viaje nadie en los asientos traseros, poner los cinturones

traseros cuando el maletero lleve carga para evitar, en caso de accidente, que esta invada el habitáculo.

El conductor de un autobús, el guía o la persona encargada de los viajeros, deberá informar a los

pasajeros de la obligación de utilizar los cinturones de seguridad mediante el uso de medios

audiovisuales, letreros o pictogramas (dibujos informativos), colocados en lugares bien visibles de cada

asiento.

4.- Los airbags.

El airbag es un cojín que se infla en caso de accidente y que puede llegar a reducir en un 20% la probabilidad

de sufrir lesiones mortales cuando se usa en conjunto con el cinturón de seguridad. Los airbags no son eficaces,

incluso pueden llegar a ser perjudiciales, si no se usa el cinturón de seguridad. Para pueda realizar bien su función

la distancia correcta al airbag es frontal es de al menos 25 centímetros desde el volante al pecho del

conductor.

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Las funciones de los airbags son evitar que los ocupantes se golpeen contra el interior del habitáculo,

proteger la cara y ojos (en el caso de llevar gafas, estas salen despedidas y no producen daño) y de absorber

suavemente la energía que adquieren los ocupantes en caso de choque.

Es necesario llevar puestos el cinturón de seguridad para que el airbag cumpla con su función

correctamente en caso de accidente. Si los pasajeros no tienen puesto el cinturón de seguridad el airbag no

sirve para evitar daños.

5.- El reposacabezas.

Los reposacabezas son un elemento de seguridad que realizan su función en caso de colisión o

alcance, evitando o disminuyendo las lesiones en el cuello y las cervicales producidas por el latigazo cervical. Para

que cumplan su función deben estar bien regulados, la parte superior del reposacabezas debe estar a la misma

altura que la parte superior de la cabeza y lo más próximo posible a la cabeza, siendo recomendable que

exista aproximadamente unos 4 centímetros entre el reposacabezas y la cabeza.

6.- Alcohol y otras drogas.

La alcoholemia es la cantidad total de alcohol que hay en la sangre. La tasa de alcoholemia, medida en mg/l

(miligramos que hay en un litro de aire) en aire espirado o en g/l (gramos de alcohol en un litro de sangre) en sangre,

es la cantidad de alcohol que hay en el cuerpo por cada litro de aire o de sangre del cuerpo.

Está prohibido circular con una tasa de alcohol superior a:

mg/l en

aire espirado

g/l en

sangre

Vehículos destinados al transporte de mercancías con MMA superior a 3,5 t

Vehículos destinados al transporte de viajeros con más de 9 plazas, escolares

y de menores, de servicio público de viajeros, de urgencias y transportes

especiales

Cualquier vehículo durante los 2 años siguientes a la obtención de un permiso o

licencia de conducción (por ejemplo, si al año de obtener el permiso A se obtiene

el B tendríamos que estar 1 año y no 2 con este límite de alcoholemia) (si se posee

una licencia de conducción y se obtiene un permiso de c. no se suma la

antigüedad). Esto se debe a la poca experiencia al volante de los noveles.

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El alcohol en cualquier cantidad afecta al conductor y usuarios, no es necesario sobrepasar los límites legales

de alcoholemia para tener estos efectos. Por lo que, si tienes que conducir, no bebas y si bebes no conduzcas.

Los efectos del alcohol y el nivel de alcoholemia dependen de varios factores:

A mayor cantidad de alcohol ingerida y/o a mayor grado de graduación de alcohol de la bebida, mayor

será la tasa de alcoholemia.

Las bebidas destiladas (ron, whisky…) y las gasificadas o calientes se absorben más rápido que las

bebidas fermentadas (vino, cerveza…), el máximo nivel de alcoholemia se alcanzara antes.

Las mujeres a igualdad de otros factores alcanza niveles de alcoholemia superiores al hombre.

Las personas más pesadas, a igualdad de alcohol ingerido, alcanza menos tasa de alcoholemia que una

persona delgada.

El tiempo transcurrido desde que se ha ingerido alcohol. El máximo de alcoholemia se alcanza a la

hora de haber bebido y posteriormente desciende muy lentamente, siendo esto muy peligroso,

porque puede transcurrir más de ocho horas para dejar de tener los efectos negativos del alcohol.

De hecho no hay ninguna manera de recuperar las capacidades necesarias para la conducción,

las cuales han disminuido por el consumo de alcohol, si no es descansado y esperando a que el

cuerpo metabolice el alcohol.

Con el estómago vacío la cantidad de alcohol en sangre o en aire es superior a si no está vacío. Esta

situación, estomago no vacío, retrasa la absorción de alcohol, pero al final se tendrá la misma cantidad

de alcohol en sangre independientemente de lo que se haya comido.

Los menores de 18 años y los mayores de 65 les afecta más el alcohol.

Recuerda que no se pueden mezclar alcohol y medicamentos.

El alcohol tiene efectos negativos en la conducción:

Reduce el campo de visión. Esto hace que no veamos lo que ocurre en los laterales del vehículo.

No se aprecian correctamente las distancias ni las velocidades de otros vehículos.

Se altera la valoración del riesgo asumiendo mayores peligros en la conducción, se sobrevaloran las

capacidades y se desprecian los peligros y riesgos. Se tiene un exceso de seguridad en sí mismo.

Aumenta el tiempo de reacción, aumentando la distancia de detención del vehículo.

Los maniobras que se realizan de una forma más ineficiente, con el consiguiente riesgo que esto

implica.

Si se tiene un accidente y hay alcohol en el cuerpo, las heridas son mucho más peligrosas.

Si el alcohol se mezcla con otras drogas o con medicamentos se potencian los efectos negativos

del alcohol.

Aumenta la posibilidad de deslumbramiento.

Respecto a otras drogas, como el cannabis, la cocaína, el éxtasis (MDMA), el LSD o las anfetaminas,

también afectan a la conducción de manera perjudicial, estando prohibido circular bajo sus efectos psicotrópicos,

estimulantes…

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El tabaco, no es recomendable fumar mientras se conduce debido a:

Produce distracciones.

Genera malestar en los ojos de los pasajeros y del conductor.

Todo usuario de la vía (peatones y ciclistas incluido) que se vea implicado en un accidente de

circulación, está obligado a someterse a pruebas de detección de alcoholemia y/o de drogas.

Todo conductor, haya cometido o no alguna infracción, está obligado a someterse a controles de

alcoholemia y/o de drogas cuando la autoridad lo establezca.

Las pruebas para comprobar la alcoholemia se realizan, normalmente, mediante un etilómetro. A petición

del interesado o por orden de la autoridad, se podrán repetir las pruebas, mediante análisis de sangre, orina

u otros análogos. Debe transcurrir un tiempo mínimo de 10 minutos entre prueba y prueba. Si el usuario es

quien quiere realizar la segunda prueba, si da positivo deberá abonar el coste de la prueba. En caso de que el

resultado fuera negativo, será la Administración quien se haga cargo, devolviendo el depósito al conductor.

Se considera infracción muy grave, incluso con penas de cárcel, conducir bajo los efectos del alcohol

o de otras drogas.

Si el resultado de las pruebas de detección de alcohol o drogas fuera positivo, el Agente podrá proceder a la

inmediata inmovilización del vehículo. También podrá inmovilizar el vehículo en los casos de negativa a

efectuar dichas pruebas por parte del conductor. La inmovilización quedará sin efecto tan pronto como

desaparezca la causa que la motivó u otra persona pueda sustituir al conductor.

7.- Enfermedades y medicamentos.

Hay numerosas enfermedades y medicamentos que afecta a la capacidad de conducción. Las más

destacadas son las alergias, el estrés y la depresión.

Consejos para conductores afectados por una alergia:

No conducir con las ventanas abiertas.

Mantener el filtro del aire acondicionado en buenas condiciones.

Utilizar gafas de sol para proteger los ojos.

Evitar conducir en las horas de máxima concentración de alérgenos (polen…) en el aire, al amanecer y

en zonas húmedas.

En lo referente a los medicamentos hay que tener ciertas consideraciones antes de ponerse al volante de un

vehículo:

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Hay que leer siempre el prospecto (“instrucciones”) del medicamento siempre y más antes de conducir.

No mezclar nunca los medicamentos con bebidas alcohólicas.

Los antiestamínicos de primera generación suelen producir efectos segundarios similares a conducir

con una tasa de alcohol en sangre elevada.

La normativa legal prohíbe conducir bajo los efectos de algunos psicofármacos.

8.- Otros factores, mecánica-mantenimiento sencillo, teléfonos móviles y GPS.

Las distracciones al volante son muy peligrosas y causan gran número de accidentes de circulación al

año.

El teléfono móvil se puede usar por el conductor siempre que disponga de un dispositivo de manos libres

instalado en el vehículo, aunque esto no significa que no aumente el peligro de accidente. Nunca se podrá usar de

forma manual el teléfono (ni con el manos libre del teléfono). Podemos estacionar o parar, de manera que

cumplamos las normas de circulación, el vehículo para mantener una conversación, pero no detenernos para ello

ya que sería una infracción y un peligro.

Los dispositivos GPS se podrán manipular con el vehículo parado o estacionado, una vez en marcha

no se pueden manipular.

Excepcionalmente se permite el uso de monitores, estando a la vista del conductor, que sean necesarios

para la visión de acceso o bajada de los peatones, o para la visión de la parte trasera del vehículo mediante el uso

de cámaras cuando se da marcha atrás.

Respecto a la mecánica, es importante saber cómo se debe frenar en caso de emergencia con un vehículo

se deben tener varias consideraciones:

Los vehículos que dispongan de ABS, sistema antibloqueo. se frenará pisando el pedal del

freno a fondo y sin soltarlo aunque vibre. esto se debe a que el ABS evitará que se bloqueen

las ruedas y no se pierda la dirección del vehículo.

En vehículos que no dispongan de ABS se frenará inicialmente pisando a tope el pedal del freno para

posteriormente ir aflojando la presión poco a poco y así evitar el bloqueo de las ruedas y la

consiguiente pérdida de dirección del vehículo, no pudiendo evitar una posible colisión.

En caso de que el sistema de frenado de servicio (freno que entra en funcionamiento cuando

se pisa el pedal del freno con el pie) fallara, para frenar el vehículo se recurrirá al freno motor

reduciendo de marchas (por ejemplo pasar de 5º a 4º, de 4º a 3º y así sucesivamente).

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También se debe conocer que los vehículos necesitan un mantenimiento periódico para su correcto

funcionamiento y así prevenir accidentes por fallo mecánico. Los puntos básicos a revisar, entre

otros, serán:

Suspensiones, compuesta por los amortiguadores.

Neumáticos. Son el único elemento que está en contacto entre el vehículo y la carretera, de

ahí su importancia. Es el elemento que requiere una mayor atención y supervisión por el

conductor. Siendo recomendable revisar la presión (para saber qué presión de aire debe tener

el neumático se debe mirar las instrucciones del fabricante), la profundidad del dibujo del

neumático (nunca inferior a 1,5 milímetros y recomendable cambiarlo cuando tenga 2 mm de

profundidad) y que no tenga daños exteriores visibles.

Frenos. Se debe revisar el líquido de frenos.

Líquido refrigerante.

Líquido limpia cristales.

Nivel de aceite del motor.

Filtro de aire del motor y del habitáculo.

Filtro de aceite.

Batería. La batería proporciona la energía necesaria para arrancar el motor. Si cuando le

damos al contacto para encender el vehículo este no hace nada lo más probable es que la

batería este descargada.

Se debe revisar periódicamente y, además, siempre que lo indique el manual del vehículo.

9.- Accesorios, repuestos y herramientas.

La dotación mínima obligatoria para los vehículos que exijan al conductor el permiso de conducción BTP para

ser conducidos es:

Una rueda completa de repuesto o una rueda de uso temporal, con las herramientas necesarias

para el cambio de ruedas, o un sistema alternativo al cambio de las mismas. En estos casos se

circulará respetando las limitaciones propias de cada alternativa.

Dos dispositivos portátiles de preseñalización de peligro (triángulos de emergencia).

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Un equipo homologado de extinción de incendios, en condiciones adecuadas de uso,

compuesto por un extintor de la clase 5ª/21B. Un chaleco reflectante, reglamentario, de alta

visibilidad. Los conductores de turismos, de autobuses, de automóviles destinados al transporte

de mercancías, de vehículos mixtos, de conjuntos de vehículos no agrícolas, así como los

conductores y personal auxiliar de los vehículos piloto de protección y acompañamiento

deberán utilizar un chaleco reflectante de alta visibilidad, que figura entre la dotación obligatoria del

vehículo, cuando salgan del mismo y ocupen la calzada o el arcén de las vías interurbanas,

tanto de día como de noche.

No se debe olvidar que además es obligatorio llevar un chaleco reflectante.