triptico resistencia y fin de la guerra del pacifico
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Resistencia y fin de la guerra ¿Cómo actuó la población peruana frente a la ocupación?
La decisión peruana de resistir la invasión Chilena estuvo basada, entre otras cosas, en la necesidad de conservar un territorio crucial – económica y políticamente- para el país. Fue así como durante toda la ocupación Chilena se intentó mantener la unidad territorial y evitar la división.
La campaña de la Breña (1882 - 1883). El conocimiento de la región, la habilidad militar, el dominio del quechua y el incuestionable liderazgo de Andrés Avelino Cáceres sobre las montoneras o milicias fueron los principales factores que determinaron el triunfo en Pucará, Marcavalle y Concepción, y que obligaron a los Chilenos a abandonar la sierra central.
La campaña del norte. En la sierra norte, el ejército liderado por el general Miguel Iglesias logró una victoria en la batalla de San Pablo, en junio de 1882. Pero Iglesias,
convencido de que continuar con la resistencia solo agravaría los estragos que la guerra ocasionaba al país, invocó en agosto de ese año, desde su hacienda en Montán, Cajamarca, iniciar las negociaciones para una paz definitiva.
El fin de la guerra
Chile aprovechó la convocatoria de paz y reconoció al gobierno de Iglesias instaurado en el norte. Las negociaciones debían iniciarse en términos favorables para Chile, pero estas no serían posibles mientras Cáceres mantuviera la resistencia.
En julio de 1883 se realizó la batalla de Huamanchuco, que significó la derrota de Cáceres debido a la pérdida de apoyo por parte de un sector de la población, plegado a la propuesta de Iglesias.
El Tratado de Ancón
Hacia octubre de 1883, las tropas Chilenas se
presentaban a abandonar la capital y
finalizaban los preparativos para la firma de la
paz. Iglesias comisionó a José Antonio de
Lavalle, Mariano Castro Saldívar y Jovino
Novoa la preparación del texto base. El 20 de
octubre se firmó el Tratado de Ancón, que
fue ratificado en marzo de 1884. Recién en
julio de ese mismo año, Cáceres admitió
oficialmente dicho tratado. Este fue favorable
a Chile y fijó las siguientes condiciones:
Cesión a perpetuidad de Tarapacá,
desde el río Camarones por el norte hasta
el río Loa por el sur.
Retención por diez años de Tacna y
Arica, las que continuarían en posesión de
Chile. Finalizado este plazo, se decidiría,
mediante un plebiscito, si estas provincias
quedaban en poder de Chile o se
reintegraban al Perú.
El Tratado de Ancón significó una nueva
delimitación geográfica para el Perú: ahora
tendría frontera con Chile.
Las consecuencias de la guerra
Económicas. La infraestructura del país
quedó destruida y la economía paralizada.
Las grandes ciudades, como Lima, y las
haciendas habían sufrido la imposición de
fuertes cupos de guerra. Las exportaciones
cayeron a una cuarta parte, mientras que
los ingresos del Estado, de 35 millones de
soles en 1879, se redujeron a un poco más
de 1 millón en 1883 porque, entre otros
motivos, los ricos yacimientos de salitre
pasaron manos Chilenas.
Sociales. La guerra exacerbó los conflictos
sociales entre propietarios, trabajadores y
campesinos. Así mientras que los culíes
chinos habían apoyado a las tropas
Chilenas contra sus opresivos patrones, los
campesinos del centro del país, armados
como montoneros, desafiaron el control de
los gamonales.
Políticas. Aunque la élite civil había hecho
grandes intentos por estabilizar
políticamente el país, el caudillismo militar
se vio nuevamente fortalecido después de
la guerra.
Sin embargo, los tragos más indelebles de la
guerra fueron de orden psicológico. La
derrota marcó profundamente la mentalidad
de los peruanos, pues imprimió en ellos un
ánimo de marcado pesimismo.
Integrantes:
Fiorella Suarez Oscar Romero Z.
Naomi Romero Salvador Sumiko Yarlaqué
José Vásquez Víctor Ayala
Grado y Sección:
4to “A”
Profesora:
Lira Caycho
Curso:
Historia
“Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria”