tres tÓpicos folclÓricos en antonio machado y … · antes citados y en otros como, por ejemplo,...

11
TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y FEDERICO GARCÍA LORCA Por Mariano Benavente Barreda Consejero del Instituto de Estudios Giennenses I S ABIDO es que la literatura popular obtiene muchos de sus temas de la observación de la naturaleza y de otras realidades extra-literarias, como ya hemos dicho en otros lugares (1). Con frecuencia exagera y agranda tales tópicos. La literatura culta, por su parte, muy ligada a menudo a la folclórica, incorpora a su temática bastantes de estos lugares comunes, a los que muchas veces depura y estiliza (2). (1) V. B enavente , M.: «El motivo de la cierva astada en la literatura griega», Rev. Bachillerato, 23, 1982, pág. 22; «Tópicos del folclore universal en el Cancionero de Dolores de Torres», en Estudios homenaje al Profesor Alfonso Sancho Saez, 2 vols., Granada, 1989, II, pág. 483; «Seis tópicos del folclore universal en Diodoro de Sicilia» (en prensa). (2) Compárense los siguientes temas: Ser terrorífico encerrado en una botella: litera- tura folclórica, cf. A arne -T hompson : The Types ofthe Folk-Tale, Helsinki, 1928, Type 331; S ébillot : Les incidents des contes populaires de la Haute-Bretagne, Vannes, 1892, s.v. «bouteille»; literatura culta, cf. S tevenson : «La botella diabólica», en Tres narraciones maravillosas, trad. esp. C. Pereyra, Madrid, 1920, págs. 243 y sigs.; tema del reino repartido: literatura folclórica, cf. L agerholm : Drei Lygisógur, Halle, 1927, págs. 366 y sigs., y A arne -T hompson : Op. cit., Type 653; P idal , R. M.: Flor Nueva de Romances Viejos, Madrid, 1976, págs. 91 y 149-151; literatura cultra, cf. S hakespeare W.: El rey Lear; tema del animal nodriza: literatura folclórica, cf., por ejemplo, J acottet , E.: The Treasury of Basuto Lore, Londres, 1908, 104, núm. 15; C arnoy , J.: lranian Mythology, Boston, 1917, 330; L oomis , C. G.: White Magic: an Introduction to the Folklore of Christian Legend, Cambridge (Mass.), 1948, «passim», etc.; literatura culta, cf. S ófocles : Télefo (obra B.I.E.G. n.° 145, Jaén, 1992 - págs. 251-262.

Upload: others

Post on 02-Oct-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y FEDERICO GARCÍA LORCA

Por Mariano Benavente Barreda Consejero del Instituto de Estudios Giennenses

I

SABIDO es que la literatura popular obtiene muchos de sus temas de la observación de la naturaleza y de otras realidades extra-literarias, como

ya hemos dicho en otros lugares (1). Con frecuencia exagera y agranda tales tópicos. La literatura culta, por su parte, muy ligada a menudo a la folclórica, incorpora a su temática bastantes de estos lugares comunes, a los que muchas veces depura y estiliza (2).

(1) V. B e n a v e n t e , M.: «El motivo de la cierva astada en la literatura griega», R ev . B a c h ille ra to , 23, 1982, pág. 22; «Tópicos del folclore universal en el Cancionero de Dolores de Torres», en E s tu d io s h o m e n a je a l P ro fe so r A lfo n so S a n c h o S a e z , 2 vols., Granada, 1989, II, pág. 483; «Seis tópicos del folclore universal en Diodoro de Sicilia» (en prensa).

(2) Compárense los siguientes temas: Ser terrorífico encerrado en una botella: litera­tura folclórica, cf. A a r n e -T h o m p so n : T h e T y p e s o f th e F o lk -T a le , Helsinki, 1928, Type 331; S é b il l o t : L e s in c id e n ts d e s c o n te s p o p u la ir e s d e la H a u te -B re ta g n e , Vannes, 1892, s.v. «bouteille»; literatura culta, cf. S t e v e n s o n : «La botella diabólica», en T re s n a rra c io n e s m a ra v illo sa s , trad. esp. C. Pereyra, Madrid, 1920, págs. 243 y sigs.; tema del reino repartido: literatura folclórica, cf. L a g e r h o l m : D r e i L y g isó g u r , Halle, 1927, págs. 366 y sigs., y A a r n e -T h o m p so n : O p. c it., Type 653; P id a l , R. M.: F lo r N u e v a d e R o m a n c e s V ie jos, Madrid, 1976, págs. 91 y 149-151; literatura cultra, cf. S h a k e s p e a r e W.: E l re y L e a r ; tema del animal nodriza: literatura folclórica, cf., por ejemplo, J a c o t t e t , E.: T h e T re a su ry o f B a su to L o re , Londres, 1908, 104, núm. 15; C a r n o y , J .: lra n ia n M y th o lo g y , Boston, 1917, 330; L o o m is , C. G.: W h ite M a g ic : a n In tro d u c tio n to th e F o lk lo re o f C h r is tia n L e g e n d , Cambridge (Mass.), 1948, «passim», etc.; literatura culta, cf. S ó f o c l e s : T é le fo (obra

B.I.E.G. n.° 145, Jaén, 1992 - págs. 251-262.

Page 2: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

252 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES

Por ello no es extraño que hallemos en la poesía de Antonio Machado y Federico García Lorca algunos importantes temas de clara raigambre popular. Y esto ocurre no sólo por el propio talante creador de estos poetas, sino también por la importancia de dichos tópicos. Y esta importancia, a su vez, puede deberse a su belleza, a su frecuencia o a ambas cosas a la par.

En seguida hemos de ver que unas veces Machado y Lorca se atienen, muy ceñidamente, al tema folclórico y otras, en cambio, lo emplean con un obvio valor simbólico. Los tres tópicos que vamos a examinar son:

1. a La Muerte personificada.2. a La barca (/ nave) de los muertos, que lleva a la otra vida.3. a El navio maravilloso, símbolo de liberación o ventura.Damos primero algunos textos de Machado y Lorca, en que aparecen los

referidos lugares comunes, y luego hacemos el examen de los mismos en su ámbito popular, a la par que señalamos las principales literaturas folclóricas en que están testimoniados y sus más importantes variantes.

II. EL TEMA DE LA MUERTE PERSONIFICADA

A) En Machado

1. «... y era la Muerte, al hombro la cuchilla, el paso largo, torva y esquelética.—Tal cuando yo era niño la soñaba—»

2. «Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita son las desesperadas posturas que tomamos para aguardar... Mas Ella no faltará a la cita.»

3. «Se le vio caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña.Hablaba Federico,

perdida, véase los fragmentos en P e a r s o n : T he F ragm en ts o f Sophocles, 2 vols., Cambrid­ge, 1917, reimpr. en Amsterdam, 1963, vol. II, pág. 220, y vol I, págs. 49-57; véase trad. esp. de M. B e n a v e n t e , Granada, 1975); cf. asimismo K i p l in g : E l libro d e la selva; el tema del incesto, muy testimoniado en el folclore (cf., por ejemplo, Cossío, J. M.a de: R o m a n c es de trad ición oral, Buenos Aires, 1947, págs. 18-20; M a c C u l l o c h : C eltic M y th o lo g y , Boston, 1918, 25, 90, y R o t u n d a : M o tif- In d e x o f th e Ita lian N o vella , Indiana, Bloomington, 1942; a d lo cu m ; literatura culta, cf. Só f o c l e s : E d ip o , rey, y B e n a v e n t e , J.: L a in fanzona).

Page 3: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS... 253

requebrando a la muerte. Ella escuchaba.“Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el golpe de tus secas palmas, y dista el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan,...”» (3)

B) En Lorca

1. «... y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.»

2. «... la corriente del tiempo se remansa y ordena en las formas numéricas de un siglo y otro siglo.Y la Muerte vencida se refugia temblandoen el círculo estrecho del minuto presente.»

3. «... Amoraprieta a los corazones con el Sí de la ilusión, y luego la torva Muerte parece que dice “¡No!”» (4)

C) La personificación de la Muerte en la literatura folclórica

Se trata de un tema muy bien documentado en los relatos populares de Alemania y Austria (5), Bretaña (6), España (7), Grecia (8), India (9),

(3) Aunque los versos citados son de sobra conocidos, remitimos a A lbornoz, A. de; Torre, G. de la: A n to n io M ach a d o , obras, p o e s ía y p rosa . Buenos Aires, Losada, 1964, 2.a ed. 1973, véase págs. 75, 87 y 711-712. En adelante citamos siempre por esta edición.

(4) Remitimos, pese a lo muy conocido también de estos versos a Hoyo, A. del: F e d e r ic o G a rc ía L o rc a , O b ra s c o m p le ta s , to m o I , verso . Madrid, Aguilar, 1954, 22.a ed.1986, págs. 490, 954 y 1004, respectivamente. Seguimos esta edición en las citas que siguen.

(5) V. G rimm, J. y W.: C u e n to s d e n iñ o s y d e l h o g a r , trad. esp., 3 vols. Madrid, 1985-1986.1, págs. 244-247; Bolte, J., y Polívka, G.: A n m erku n g en zu den K in d er u n d H a u sm á rc h e n d e r B rü d e r G r im m , 5 vols. Leipzig, 1913-1931,1, 188.

(6) V. Ros García-Lluis, (trad. y ed.): C u e n to s y le y e n d a s d e la B re ta ñ a . Madrid,1987, págs. 9, 23-26, 101, 13.

(7) V. Almodóvar, A. R.: C u e n to s a l a m o r d e la lu m b re , 2 vols. Madrid, 1983-1984, I, págs. 311-319; Espinosa, A. M.: C u e n to s p o p u la re s d e C a s tilla y L e ó n . Madrid, 1967, núms. 86 y 90; Cuevas, C., y Baena, E.: C u e n to s y L e y e n d a s A n d a lu c e s , 2 vols. Málaga,1991.1. 79-87.

Page 4: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

254 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES

Inglaterra (10), Italia (11), pueblo hebreo (12), Lituania (13), Togo (14) y un largo etcétera (15) dentro de este ámbito popular.

Es lógico, por tanto, que encontremos asimismo este tópico en múltiples autores de la literatura culta, como, por ejemplo, Andersen (16), Maeterlinck (17), Luis Coloma (18), Antonio Iglesias (19), Lambros Porphyras y Kostas Kavafis (20), por citar dos poetas griegos modernos, y Agatha Christie (21). En total, abarcando ambas literaturas, la folclórica y la culta, tenemos este tema testimoniado, al hilo de una larga trayectoria que va, verbigracia, desde la Ilíada y la Teogonia (22), el libro de Job (23), Isaías (24), y los Salmos (25), siguiendo con la fábula esópica (26), la Alcestis de Frínico y Eurípides (27), el Apocalipsis (28), el Carente etrusco-romano (29), Plauto (30), nuestro

(8) V. Ilíada, XIV, 231, y XVI, 672; Teogonia, 211-212, 756 y 759; H ausrath, A.: Corpus fabulorum Aesopicarum, vol. I. Leipzig, 1970, núm. 60, págs. 83-84; etc.

(9) T hompson, V. S., y Balys, J.: M otif and Type Index o f the OraI Tales o f India. Indiana, Bloomington, 1967, ad locum; Malalasekera, G. P.: Dictionary o f Pali Proper Ñames, 2 vols. Londres, 1937, II, 611.

(10) V. H a r t l a n d , E. S.: The Science o f Fairy Tales. Londres, 1891, 192, 199.(11) V. R o t u n d a : Op. cit., ad locum.(12) V.Neuman, D.: Motif-Index to the Talmudic-Midrashic Literature. Michigan,

Ann Arbor, 1954, ad locum.(13) V. B a l y s , J.: Motif-Index to Lithuanian Narrative Folklore Archives. Kaunas,

1936, núms. 330C y 3491.(14) V. E instein, C Afrikanische Legenden. Berlín, 1925, págs. 16 y sigs.; W erner,

A.: African Mythology. Boston, 1925, 177.(15) V. A arne-Thompson: Op. cit., Type 330; Penzer, N. M.: The Ocean ofStory:

being C. H. Tawney’s translation o f Somadeva’s Katha Sarit Sagara, 10 vols. Londres, desde 1923, IV, 92, núm. 2; Loorits, O.: Grundzüge des estnischen Volksglaubens, 2 vols. Lund, 1949, I, págs. 531 y sigs.

(16) V. Historien om en moder = Historia de una madre.(17) V. L'intruse = La intrusa.(18) V. La cuesta del cochino.(19) V. «Angel de la muerte», en Cuadernos Hispanoamericanos, 152.(20) V. el poema «Ki’autón na ton keráseis» = «Le escanciarás un vaso»; y los versos

«Tá áloga toü ‘Akhilléos» = «Los caballos de Aquiles», respectivamente.(21) V. The misterious Mr. Quin = El enigmático Mr. Quin.(22) V. Ilíada, loe. cit., y Teog., loe. cit., en nota 8.(23) V. Job 28,22.(24) V. Isaías 38,18.(25) V. Salmo 9,14.(26) V. Hausrath: Op. cit. y loe. cit., en nota 8.(27) V. Frínico: Alcestis (obra perdida), fragmentos en Nauck, A.: Tragicorum Graecorum

Fragmenta. Berlín, 1888; reimpr. Hildesheim, 1964, págs. 720-721, y Eurípides: Alcestis, versos 28-76, 843-849 y 1140-1142.

(28) V. «Apocalipsis» 20,14.

Page 5: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS... 255

palentino «Gaudeamus» (31), la «Danse macabré» francesa del xiv y las hispanas Danzas de la Muerte del xv (32), el Romancero (33) y Jorge Manrique, las cortes de la Muerte de Carvajal, Hurtado y Lope (34), aludidas burlonamente por Cervantes en El Quijote (35), etc., hasta culminar en los autores modernos antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto, Antonio Machado y Lorca; ¡en casi tres milenios de continuidad temática!

Ante tal multitud de obras y autores, conocidos o no, no es raro que las variantes sean muchas, según sea imaginada la Muerte:

1. Un hombre de aspecto inquietante o desagradable (cuento español anónimo «el peral de la tía Miseria», ciertos relatos de Bretaña; compárese, en las letras cultas, Andersen, «Historia de una madre»),

2. El ángel de la Muerte (mitos griegos, Apocalipsis; en la literatura culta, A. Iglesias Laguna, «Ángel de la Muerte»),

3. Una mujer vestida de blanco (romance español «El enamorado y la Muerte», mitología eslava).

4. Un hombre joven, de agradable aspecto (mitología de América del Sur; compárese A. Christie, El enigmático Mr. Quin).

5. Un esqueleto, las más de las veces envuelto en un sudario y portador de una guadaña (así en algunos cuentos bretones, en la «Danse macabré» y en nuestras Danzas de la Muerte; así en Maeterlinck, Coloma y Machado). Se trata, sin duda, de la personificación más divulgada y predominante, en parte por la influencia indiscutible de notables grabados y pinturas (piénsese en Durero y Brueghel el Joven, por ejemplo), en parte porque es lógico y

(29) G r im a l , V. P.: D ic c io n a r io d e la m ito lo g ía g r ie g a y ro m a n a , trad. esp., Barce­lona, 1965, s.v. «Carente», y R u y t , F. de: C h a ru n , d é m o n é tru sq u e d e la M o r í Bruselas 1934.

(30) V. C a p tiu i = L o s c a u tiv o s , verso 692.(31) V. los versos «venit Mors uelociter // rapit nos atrociter // nemini parcetur...».(32) V. R iq u e r , M. de, y V a l v e r d e , J. M.a: H is to r ia d e la lite ra tu ra u n ive rsa l, 10 vols.

Barcelona, 1984-1986, vol. II, págs. 564-567.(33) V. Pidal, R. M.: O p. c it., págs. 62-64 y 213.(34) V. R iq u er - V a l v e r d e : O p. c it., págs. 566-567.(35) V. Q u ijo te , parte segunda, cap. XI.(36) V. M a rtín F ie rro , versos 1283-1284 y 1691-1692.(37) V. poema «A sombra» = «La sombra», verso 9, en L o n g a n o ite d e p e d ra .

Barcelona, 1967, pág. 68.(38) V. poema «Angelus», versos «... con la guadaña ensangrentada // un segador

cantando se alejaba».

Page 6: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

256 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES

natural que, por desarrollo paralelo, hallemos en distintos pueblos y diferen­tes culturas esta concepción terrorífica y truculenta de la muerte. En varios de los Diálogos de los muertos de Luciano se insiste, con macabro gusto, en el tema de los esqueletos. Por lo mismo en la poesía azteca precolombina, poco sospechosa de contactos con las literaturas, popular o culta, del Viejo Mundo, se denomina al más allá «el lugar de los descarnados» («ompa ximohuayan») y se le dice a una bella mujer, con severidad digna de Savonarola, «quedarás descarnada» («ximoaz») (39).

6. Un siniestro segador, con hoz o guadaña (cuentos populares de Alemania y Austria; con eco notable en Gerardo Diego).

7. Una vieja fea y repelente (cuentos populares españoles; con trasunto en Fernán Caballero en «Juan Holgado y la Muerte»),

8. Por último, la Muerte es personificada sin que se la describa (fábula esópica, cuento popular hispano «La Muerte madrina»; José Hernández, Celso Emilio Ferreiro...).

Es corriente, por lo demás, que las descripciones sean un tanto esquemá­ticas, pero con trazos maestros que patentizan la horridez de la Muerte:

«... vi entrar señora tan blanca // muy más que la nieve fría» (romance citado del enamorado y la Muerte).

«... el ángel frío de pupilas ciegas» (Antonio Iglesias Laguna, poema citado).

«... un viejo, envuelto en una especie de gran manta de caballo...» (Andersen, op. cit.).

«... un horrendo esqueleto, con la pelada calavera envuelta en la mantilla de blondas...» (Colona, op. cit.).

«... un hombre de rostro distinguido, y vestido con ropas de fina tela negra...» (relato de lo sucedido a Ludo Garel, cuento bretón).

«... un helada ráfaga de viento inundó la habitación.En el marco de la puerta se dibujaban distintamente los perfiles de un

hombre, al parecer alto y delgado... por curioso efecto de la luz, que se filtraba a través de un ventanal de cristales de color, el hombre parecía envuelto en ropajes de todos los colores del arco iris. Después, al adelantarse aquél, ...se trataba de un hombre moreno y esbelto que vestía un sencillo traje de excursionista.» (Agatha Christie, El enigmático Mr. Quin.)

(39) V. León-Portilla, M.: Trece poetas del mundo azteca. México, 1967 (ed. bil.), págs. 32-34.

Page 7: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS... 257

«... una vieja vestida de negro y más fea que un voto a Dios...» (Fernán Caballero, «Juan Holgado y la Muerte»).

III. EL TÓPICO DE LA BARCA O NAVE QUE LLEVA A LA OTRA VIDA

A) En Machado

1. «...— ¡mi hora! —grité—... El silenciome respondió: — No temas;

dormirás muchas horas todavía sobre la orilla vieja, y encontrarás una mañana pura amarrada tu barca a otra ribera.»

2. «... y cuando llegue el día del último viaje,y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.»

3. «... un fúnebre aspirantede tu negra barcaza a pasajero, que al lago irrebogable se aproxima.»

B) En Lorca

1. «... tú remolcas río adelantela barca de los muertos.»

2. «... Tanto vivir.¿Para qué?El sendero es aburrido y no hay amor bastante.

Tanta prisa.¿Para qué?

Para tomar la barca que va a ninguna parte.»

Page 8: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

258 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES

3. «... poesía es la vidaque cruzamos con ansia esperando al que lleva sin rumbo nuestra barca.»

Como puede apreciarse, nuestros poetas se ajustan, más o menos ceñidamente, al tópico folclórico, aunque no se nos puede pasar por alto el mero valor simbólico que sus palabras tienen en parte. Cabe afirmar, empero, que la idea fundamental radica en la identificación del tránsito a la otra vida con el viaje de la embarcación. Lo que no deja de ser un subtipo más del viaje, en general, como símbolo del paso de la vida a la muerte (40).

C) El tema de la barca o nave de los muertos en ámbitos folclóricos

Encontramos este lugar común en las literaturas populares de Mesopotamia (41), Egipto (42), Escandinavia (43), Grecia (44), India (45), Irlanda (46), Islandia (47), Italia (48) y los pieles rojas Chibcha (49), entre otros países y pueblos (50).

Las principales variantes dimanan, de un lado, de que esta azarosa y postrera navegación se haga:

a) En el mar.b) En el mar y en un río.c) En un solo río.

(40) V. Freud, S.: Introducción al psicoanálisis, trad. esp., Madrid, 3.a ed. 1969 págs 163-164, 173 y 212.

(41) V. Jensen, P.: Das Gilgamesh-Epos in der Weltliteratur. Strassburg, 1906, X, XI, 46 y sigs.

(42) V. M üller, W. Max.: Egyptian Mythology. Boston, 1918, 176.(43) V. Saussaye, P. D. Ch. de la: The Religión o f the Teutons. Boston, 1902, 350;

M acCulloch, J. A.: EddicMythology. Boston, 1930, 330, 340, 343; Boberg, I.: Motif-Index o f Early Icelandic Literature. Kpbenhavn, 1956, ad locum.

(44) V. Fox, W. S.: Greek and Román Mythology. Boston, 1916,143; G rimal: Op. cit., loe. cit.

(45) V. Thompson-Balys: Op. cit., ad locum.(46) V. Cross, T. P.: Motif-Index o f Early lrish Literature. Indiana, Bloomington,

1952, ad locum.(47) V. M acCulloch: Eddic Mythology, ya citada, 45.(48) V. Rotunda: Op. cit., ad locum.(49) V. Alexander, N.: Latín American Mythology. Boston, 1920, 198.(50) V., por ejemplo, Gaster, Th. H.: The Oldest Stories in the World. New York,

1952, 50; H olmberg, U.: Finno-Ugric Mythology. Boston, 1927, 75.

Page 9: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS... 259

d) En varios cauces fluviales.De otro lado, topamos curiosas variantes según sea imaginado el empla­

zamiento del más allá y su acceso. Hay muchos relatos populares que hablan de un río como entrada a este mundo espectral: los de Islandia (51) y Finlandia (52), por ejemplo, en nórdicas latitudes; los de Egipto (53) y Grecia (54), en la cuenca del Mediterráneo; los de los aztecas (55), al otro lado del Atlántico. Pero entre los pueblos africanos (56) se nos habla de un lago. A veces la embarcación de los muertos ha de penetrar a través de unas aguas subterráneas cuya naturaleza y procedencia no se explica de modo claro (57); etc.

Por último, puede que el navegante al más allá sea un ser vivo que, en peligroso viaje, desciende a este tenebroso mundo en busca de algo impor­tante, como es el caso de Gilgamés (58) u Odiseo (59).

IV. EL TEMA DEL NAVÍO MARAVILLOSO, SÍMBOLO DE LIBERACIÓN O VENTURA

A) En Machado

1. «... dejamos en el puerto la sórdida galera,y en una nave de oro nos plugo navegar hacia los altos mares, sin aguardar ribera, lanzando velas y anclas y gobernalle al mar.»

2. «... la nave bien guarnida,con fuerte casco y acerada prora, de viento y luz la blanca vela henchida, surca, pronta a arribar, la mar sonora

(51) V. Herrm'ann, P.: Erláuterungen zu den ersten neun Büchern der danischen Geschichte des Saxo Grammaticus, 2 vols. Leipzig, 1901, 1922, II, 103; MacCulloch: Op. cit., 320; Boberg: Op. cit., ad locum.

(52) V. K irby, W. F. (trad.): Kalevala, the land o f the heroes. London, 1907, runa 16.(53) V. Müller: Op. cit., 176.(54) V. R oscher, W. H.: Ausführliches Lexikon der griechischen und romischen

Mythology, s.v. «Acheron» 19 (Leipzig, desde 1884); vid. Grimal: Op. cit., s.v. «Aqueronte».(55) V. Krickeberg: Marchen der Azteken. Berlín, 1918, 146, 215.(56) V. Werner: African Mythology, ya citado, 186.(57) V., por ejemplo, Cross: Op. cit., ad locum; Thompson-Balys: Op. cit., ad locum.(58) V. Jensen: Op. cit., ad loe., y Pritchard, J. B.: Ancient Near Eastern Texts

relating to the Oíd Testament. New Jersey, Princeton, 3.a ed., 1969, págs. 88-92.(59) V. Homero: Odisea, XI, versos 13-50 y 633-640.

Page 10: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

260 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES

esta hermosa galeraque de una nueva España a España viene.» (60)

B) En Lorca

1. «... mis galeras de amarantoiban sin jarcias y sin remos.»

2. «... cien negros navegantesvan en balsas de oro.» (61)

Prescindiendo del obvio simbolismo de alguno de estos pasajes, el hecho cierto es que hallamos en nuestros dos poetas el tópico, todavía pujante, del navio maravilloso, con materiales tan claramente folclóricos como el oro y el acero, según hemos de ver a continuación, o con la supresión de los más necesarios útiles de navegación, que es asimismo tema de clara raigambre popular.

C) El tópico del navio maravilloso en las literaturas folclóricas

Se trata, en efecto, de un lugar común que aparece documentado en la literatura popular de Bretaña (62), Congo (63), Dinamarca (64), España (65), Finlandia (66), India (67), Inglaterra (68), Irlanda (69), Islandia (70) y pieles rojas de Norteamérica (71), entre otros países (72).

(60) V. la ed. de A. de Albornoz-G. de Torre, ya citada en nota 3, págs. 236 y 240; véase asimismo pág. 299.

(61) V. la ed. de A. del Hoyo, ya citada en nota 4, págs. 917 y 1011; véase también pág. 690.

(62) V. Sébillot: Op. cit., s.v. «ajacou».(63) V. Weeks, J. H.: Jungle Life and Jungle Stories. London, 1923, 43.(64) U. Kristensen, E. T.: Danske Sagn, 6 vols. Kpbenhavn, 2.- ed. 1928-1936, III,

460 y sigs.(65) V. el romance del Infante Arnaldos, por ejemplo, en Pidal: Op. cit., págs. 202-

203.(66) V. Kalevala, ya citado, runa 10.(67) V. Thompson-Balys: Op. cit., ad locum.(68) V. Child, F. J.: The English and Scottish Popular Ballads, 5 vols. en 10. Boston,

1882-1898, IV, 379 y sigs., V, 276.(69) V. O ’Suilleabhain, S.: Scealta Craibhtheacha. Dublin, 1952, 88.(70) V. Saussaye, Ch. de la: Op. cit., 351, y Olrik, A.: Ragnarók: die Sagen vom

Weltuntergang. Berlin, 1922, 72 y sigs., 74, n. 1; Boberg: Op. cit., ad locum.(71) V. Schoolcraft, H. R.: The Myth ofHiawatha. Philadelphia-London, 1856,223.(72) V., por ejemplo, Loomis: White Magic, ya citado, 91; Feilberg, H. F.: Bidrag til

Page 11: TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS EN ANTONIO MACHADO Y … · antes citados y en otros como, por ejemplo, José Hernández (36), Celso Emilio Ferreiro (37), Gerardo Diego (38) y, por supuesto,

TRES TÓPICOS FOLCLÓRICOS... 261

Las más destacables variantes nos hablan de:

a) Embarcaciones de oro o con piezas de oro (Dinamarca, Finlandia, Inglaterra).

b) De navios con piezas de oro y planta (España).c) De naves de plata o con piezas de plata (Alemania).d) De balsas y barcas de cristal (Congo e Irlanda).e) De navios de acero (Islandia).f) De embarcaciones de bronce (Irlanda).g) De navios submarinos (Bretaña, esquimales de Kodiak) (73).La imaginación y ambición humanas suelen ir por delante de la realidad

científica y técnica. Por ello no es de extrañar que antes de que el hombre pudiera volar o navegar bajo el agua, topemos tales logros en la literatura popular y culta (74), aunque ésta se sirva de ciertos temas, a veces, con un mero valor simbólico.

Mas a la postre no deja de ser notable que tópicos como los que hemos examinado arriba nos lleguen, casi como luz estelar, desde muy viejos relatos folclóricos, como las sagas escandinavas y el Poema de Gilgamés, hasta venir a dar en dos de los más grandes poetas españoles del presente siglo y de todos los tiempos.

en Ordbog overjyske Almuesmál, 4 vols. Kpbenhavn, 1886-1914, s.v. «sten» (= «piedra»), en III 552ba, y s.v. «skib» (= «barco»), en III 242 b.

(73) V., respectivamente, Sébillot: Op. cit., s.v. «navire» y «bateau», y Golder: JAFL (Journal o f American Folk-Lore), XXII, 18 y sigs. Como puede verse, J. Verne no es precisamente el primer hombre que habló, en literatura, del submarino.

(74) V., por ejemplo, el tema del caballo volador en Feilberg: Op. cit., s.v. «hest» (= «caballo»), en IV 21 la; en un mito budista, M alalasekera: Op. cit., II, 838 y 1358; y en el folclore islandés (cf. MacC ulloch: Op. cit., 43); el tema del navio submarino lo hallamos en el folclore betrón y esquimal (véase nota anterior) y, dentro de las letras cultas, en Verne, J.: Veinte mil leguas de viaje submarino; el vehículo anfibio (una nave que va lo mismo por tierra que por mar) aparece ya anticipado en el cuento alemán «Der Vogel Greif» (= «El Pájaro Grifo»), cf. Grimm: Op. cit., III, págs. 141-142.