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Revista Latinoamericana de Psicología ISSN: 0120-0534 [email protected] Fundación Universitaria Konrad Lorenz Colombia Navas R., José J. Terapia racional emotiva Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 13, núm. 1, 1981, pp. 75- 83 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80513105 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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terapia racional emotiva conductual. TREC. Revista Latinoamericana de Psicología

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Revista Latinoamericana de PsicologaISSN: [email protected] Universitaria Konrad LorenzColombiaNavas R., Jos J.Terapia racional emotivaRevista Latinoamericana de Psicologa, vol. 13, nm. 1, 1981, pp. 75- 83Fundacin Universitaria Konrad LorenzBogot, ColombiaDisponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80513105 Cmo citar el artculo Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista en redalyc.orgSistema de Informacin CientficaRed de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abiertoREVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA1981 VOLUMEN 13- Nf) 1 75-83TERAPIARACIONAL EMOTIVAJ oS J .NAVASR.Centro Caribeo de Estudios PostgraduadosSanluan, Puerto RicoRational emotive therapy is presented,including some aspects ofAlbert Ellis' career, and the theoreticaland philosophical foundationsof the system. Special emphasis s given to the irrational beliefs thataccording to rationalemotive therapy are central for understanding neu-rotic behavior. An evaluation of the systemis presented,Albert Ellis, iniciador del enfoque teraputico racional-emotivo,obtuvo su ttulo de bachiller en artes (B. A.) del City CollegedeNueva Yorken 1934.En 1943recibi el titulo demaestra (M. A.)Yen 1947el de doctor (Ph. D.) los dos ltimos en la UniversidaddeColumbia. Comenzsucarrera profesional, ejerciendo en la prc-tica privada y trabajando principalmente con problemas matrimo-niales, familiares y sexuales. Seinteres por el enfoque psicoanal-tico y estudiando estamodalidad teraputica, sesometia3aosdeanlisis. Ha trabajo como psiclogo jefe del Centro de Diagnsticodel Departamento de NuevaJ erseyy ha trabajado en otras Institu-ciones y Agenciasque brindan ayuda psicolgica.Tambin se hadesempeado como profesor en lasUniversidades deRutgers y Nue-va York. Actualmente se halla a cargo de la Direccin Ejecutivadel Instituto para laVidaRacional, enNuevaYork.Entre susobrasseencuentran: ElFolklore del Sexo; SexosinCulpa; Una Guia paralaVidaRacional(conRobert A.Harper); Razny Emocin enPsi-coterapia; Psicoterapia Humanlstica: El Enfoque Racional Emotivo;Manual de Terapia Racional Emotiva (conRussell Grieger), y mu-chos ms. Direccin: Centro Caribeo de Estudios Postgraduados. Apartado 41246.Minillas Station, Santurce, Puerto Rico 00940.76NAVASAl tratar de ayudar a susclientes a solucionar sus problemas,el Dr. Ellis pas una seriede etapas en cuanto al uso de diversosenfoques teraputicos. Al iniciarse en la terapia matrimonial, en-contraba muy poco satisfatorias las alternativas que les ofreca asus clientes, pues consideraba que no atacaba las basesde los problemas y de que suenfoque era demasiado superficial. Comenzapracticar el psicoanlisisortodoxo, y logrmayoresresultados, peroan no sesenta satisfechocondichos resultados, ni conlas teorasy tcnicaspsicoanalticas. Pareceque existauna falta decorrespon-dencia entre la personalidad de Ellis y la pasividad que exigeelanlisisortodoxo. Cambientonceshaciaun enfoque neo-freudiano,pero an esto no le satisfaca. Empeza interesarsepor el modelocomportamental, y aunque not que steenfoque era msefectivoque los anteriores, no estaba por completo satisfecho.Fue en esemomento (1954), cuando di inicio el enfoque ra-cional. Sin embargo, tuvo una seriede problemas al tratar de in-troducir su enfoque, ya que era frecuentemente confundido conotras orientaciones de ayuda que empleaban enfoques racionales.Entonces cambi el nombre de terapia racional, por el deterapiaracional-emotiva, yaquesuorientacinenfatizabaenambosaspectos.ASPECTOSFILOSOFICOS y TEORICOSMuchosdelosaspectosfilosficosdelaterapia racional-emotivaproceden del pensamiento de los filsofosesticosgriegosy roma-nos, y de pensadores orientales budistas y taostas. Tambin seha-lla de acuerdo conideas del moderno neo-racionalismo, que aplicala lgicay laraznalaciencia. As mismosehalla de acuerdocondiferentes aspectosdel existencialismomoderno.Consideraal ser humano, como uno capaz de comportarsera-cional eirracionalmente. Y solamentecuando actuamos y pensamosde manera racional, es cuando en verdad nos sentimos felicesyefectivos.Tenemos entonces, quelaorientacinracional-emotivaestcompuesta de una teora de personalidad, un sistemafilosficoyuna tcnica para el tratamiento psicolgico.Entre los aspectosfundamentales del enfoque seencuentran elsupuesto de que el pensamiento y la emocinno son dos procesospor completo diferentes, sino que ms bien estn sobrepuestosdemanera significativa y que a menudo la emotividad desordenadapuedemejorarsecambiando laforma en que pensamos.Delo anterior seestablecen algunos supuestos:1) Que el pensar y sentir sehallan ntimamente conectadosy,queamenudo, tan solosediferencianenqueel pensamientoesunamanera de distincin ms tranquila, y menos dirigida hacia la ac-tividad que la emocin.TERAPIARACtoNAL-tMOTIVA7 72) Al encontrarse altamente relacionados el pensamiento y laemocin, estos actan en una forma circular de causa y efecto y,en determinados aspectos,vienen a ser una mismacosa; de maneraqueel pensar seconvierteenlaemocin, ylaemocinasuvezpuede convertirseen pensamiento.Siendo los sereshumanos animales capacesde crear y utilizarsmbolosy lenguaje, esdeesperarseque el pensar y sentir adoptenla forma de conversacin con uno mismo o de oraciones internas(conversacininternaoauto-verbalizaciones),yestasoracionesquenosdecimosselleganaconvertir en nuestros pensamientosy emociones.ConestoEllisno trata dedecir quelaemocinno pueda existirsinel pensamiento, yaque esprobable ques pueda darsesola; peroen tal circunstancia, tan solo existe momentneamente. Por consi-guiente, parece bastante difcil que podamos sostener nuestras emo-cionessin que las estemosreforzando con nuestros pensamientos oideasde formarepetitiva.Esto lleva alahiptesis de que laemotividad sostenidaen lossereshumanos esfrecuentementeel resultado denuestrospensamien-toso auto-verbalizaciones.De aqu extrae Ellis una seriede expli-cacionesreferentes al orgeny mantenimiento delos estadosy tras-tornosemocionales.Tenemosqueperturbaciones levesyaun severas,amenudo puede ser el resultado de emocionesdesordenadas, biensean excesivaso muy poco intensas e incontrolables; y pareceestoser el producto de un pensar ilgico, fantasioso, irracional, inflexi-ble e infantil.NosdiceEllis, refirindosealaconductaneurticaenespecfico,que estaes ilgicae irracional; esto vendra a ser casi una defini-cinpara tal conducta. En un nivel ms explicativo nos dice, quesi un neurtico es un individuo que acta bajo los niveles de sucapacidad, que frustra sus fines aun cuando es capaz de lograrlos,nos parecera que secomporta demanera ilgica, irracional y fan-tasiosa. Por tanto tendremosque la neurosisconsistir, en otros tr-minos, en laconductaestupida de una persona no estupida.Tenemos, que laconductaneurticapareceoriginarseen ciertasideas irracionales que son por completo falsasy se prolonga conellas, en una indoctrinacin producto delasautoverbalizaciones.Laspersonasllegan acreer en algunos objetivos fantasiosos, imposiblesy con frecuencia perfeccionistas, y a pesar de pruebas en sentidocontrario, seniegan arenunciar a susideas ilgicas.Ellis ha descrito 11creencias irracionales que a su juicio, sonlas que en especficoconducen a los individuos a iniciar y mante-ner susperturbaciones emocionales. Tambin nos dice que muchasde las creenciasilgicasson transmitidas cuIturalmente, aparte delas tendencias innatas hacia esteaspecto que poseen los seres hu-78NAVASmanos; a menudo, a pesar de superar dichas creencias, persistelatendencia a regresar a patrones de conducta disfuncionales produc-to del sobreapredizaje de las creencias irracionales y errores delpensar ilgico.Para Ellis, la irracionalidad es cualquier pensamiento, emocino comportamiento que llevaaconsecuenciasauto-derrotistaso auto-destructivas que interfieran de forma significativacon la supervi-venciay felicidaddel organismo.CREENCIAS IRRACIONALESLas 11creenciasirracionalesdescritaspor Ellisson:1) Es desuma necesidad que nos quieran y aprueben todas laspersonas significativas de nuestra vida.Es irracional querer lograrestameta; desdesu inicio estcondenada al fracaso, yaque jams,por mucho que nos esforcemos,lograramos que todas las personasque queremos nos aprueben siempre. Quien intenta esto, sevuelveinseguro, frustrado yseminusvalora, yaqueel menor signodedesa-probacin lo har sentirse infeliz y perdido. Es deseable que losdems nos quieran y aprueben; pero para la personaracional, estonoesuna metaens misma,yaque amenudo debemosenfrentarnosy atravemos a hacer lo que consideramos mejor aunque algunaspersonas nos desaprueben.2) Hay quesercompetente entodoslos aspectosdenuestravida,parapoder considerarnos personas devalor. Estosucedesi definimosarbitrariamente el xito o la competencia como WIanecesidad. Escierto que existen ventajas al hacer bien alguna cosa, pero a me-nudo nos volvemoshipertensos, tenebrososdel fracasoy nos sent-mos inferiores al perseguir metas perfeccionistas. Esmejor, a veces,disfrutar lo que hacemos que vivir pendientes de los resultados.Adems, si creemos que tenemos que tener xito para poder sersereshumanos valiosos, caeremosen dos errores: primero, nos eva-luaremos como carentes de valor cuando no seamos mejores queotros; y segundo, igualaremos nuestro valor como individuos conlos xitos de nuestras metas. Estos dos errores confunden nuestrovalor intrnseco con el extrnseco.Somossereshumanos faliblesque de vezen cuando cometemoserrores, y precisamente eso es lo que somos. As, es mejor tratarde aprender que buscar compulsivamente la perfeccin.3) Ciertas personas son malas, perversas y ruines y deben serseveramente castigadas y penalizadas. Esta creenciaresulta irracio-nal porque no existen normas absolutasde "bueno" o "malo". Lasconductas"inmorales" o"incorrectas"sonfrecuentementeel resultadode la ignorancia, la falta de inteligencia o la perturbacin emo-TERAPIA RACIONALEMOTIVA79cional, Somosseresfaliblesexpuestosahacer cosasequivocadamente.El culpar o castigar severamentea alguien por su "mal" comporta-miento no le ayudar a vencer su falta de inteligencia, ignoranciao su perturbacin, ms bien podra llevar a aumentarla. El indivi-duo que piensaracionalmente no culpa a los dems, ni a s mismo,y si otros le quieren crear culpa, evala su conducta y la corrigesi lo considera necesario; en caso contrario, piensa simplementeque los dems pueden hallarse actuando bajo uno de los 3factoresmencionados. Si los dems hacen algo errneo, trata de entendersus razones, y de ser posible evita que sigan actuando de esama-nera; si no es posible evitarlo, procura que la conducta de losotros no le trastorne a l seriamente. Cuando la persona racionalcomete algn error, lo admite y trata de corregirlo, pero no con-sidera eso como algo terrible o catastrfico, ni se considera sinvalor por haber cometido un error.4) Es tremendamente horroroso que lascosas no nos salgan tanperfectas como desearamos que salieran.La realidad es la realidady no hay razn alguna para que nos agrade; sera muy buenaidea trabajar ardua y persistentemente para modificarla. Pero cuan-do lo que hacemosesms bien quejamos de nuestra suerte de ma-nera constante y permanecer largo tiempo trastornados, repitindo-nos obsesivamente10 terrible y catastrfica que es la realidad o elque algo no nos haya salido o seacomodesearamosfuese, estamosobrando irracionalmente. Estomsbien empeoralasituacin, yaqueel perturbamos no nos hace ms capacesde cambiar las condicio-nes que nos desagradan. A menudo debemos aceptar la frustracinde nuestros deseoscomoalgo que formaparte del vivir y el trastor-narseprofundamente por ello esuna prdida de tiempo. Lapersonaracional evita exagerar las incomodidades de lavida o de las situa-ciones; si puede procurar mejorarlas, y sino las acepta COD actitudfilosoffica.Las situaciones que nos desagradan puede que nos trastornen,pero no son tan horriblemente catastrficas, a menos que arbitra-riamente las consideremos como tales.5) La infelicidad humana sedebe acausasexternas ' Y nosotrosno tenemos capacidad para controlar nuestras emociones pertur-badoras. Hay un sinnmero de personas que consideran que lo an-teriormente mencionado, seproduce sin que ellos tengan nada quever, y pasan suvida culpando al destino, la suertey otras personaspor todo lo mal que sesienten.Las experiencias y fuerzas externas, aunque pueden ser Isica-mente dainas o molestas, no necesariamente tienen que ser muyperturbadoras en el sentido emocional, a no ser que, nosotros mis-mos contribuyamos a esto con nuestras actitudes, creencias y reac-80NAVAScionesa tales experiencias. Gran parte de nuestra vida sedesarrollade acuerdo anuestros planes en lugar de que las cosasnos sucedansimplemente. Casi siempre, somosnosotrosmismos los que nos alte-ramos al repetirnos constantemente lo mal que algo nos ha salido,o lo mal que lo estamospasando si alguien nos fastidia o rechaza.En cambio, si nosotros pensaramos que son nuestras autoverbaliza-ciones, evaluacionesy creenciaslas que nos estn causando malestar,entonces esten nuestras manos el poder controlar nuestras reaccio-nes emocionales ante tales experiencias.6) Todas aquellas situaciones amenazantes o que nos pueden dargrandes preocupaciones o traernos conflictos, deben ser evitadas acualquier precio.No se est proponiendo que salgamos en la bs-queda deproblemas, sino que nos demos cuenta que amenudo evi-tamos enfrentarnos a ciertas situaciones o que las enfrentamos contemores y ansiedad excesivas. As encontramos personas que vivenevitando tomar exmenes..viajar en avin, aceptar invitaciones, etc.por diferentes preocupaciones y temores, la mayor parte delas vecesinfundados. Esto es ilgico o irracional por varias razones: (a) estohace prcticamente imposible la evaluacin objetiva de. lo que te-nemos; (b) nos impide comportarnos en forma eficaz, si en verdadsucedealgopeligroso; (c)el temor yansiedadexcesivospueden poner-nos en una situacin de que se presente lo que deseamos evitar;(d) exageramos la probabilidad de que la experiencia indeseablepueda ocurrir; y (e) el temor a ciertas situaciones las puede hacerparecer peor deloque en realidad son.El individuo que acta de manera racional trata de medir lasposibles consecuencias negativas de las experiencias sin exagerar elpeligro potencial que estas pueden conllevar. Si puede hacer algopor evitar las consecuenciasdesagradables, lo hacelo ms tranquila-mente que puede, ya que el estar terriblemente preocupado o ate-morizadono impedir que lo que ledesagradaocurra, sinoque pue-de aumentar suprobabilidad y hacer al acontecimiento peor de loque es. De la misma forma, el individuo lgico se da cuenta quefrecuentemente debe realizar lo que le atemoriza, con el fin deprobarse a s mismo que la experiencia no es tan peligrosa comol cree.7) Esmucho msfcil evitar las dificultades 'j responsabilidadesque afrontarlas.Estees un tipo de bsqueda de satisfaccin inme-diata en oposicin al trabajo amenudo constante que exigenciertasactividades que rendirn mayor beneficio a largo plazo. El eludirciertas tareas, es frecuentemente ms difcil que realizarlas y estoademsnospuedeconducir aperder nuestra propia confianza, yaquela pericia en determinadas actividades proviene del empeo cons-tante en realizarlas. As mismo eludir estas tareas puede traer msproblemas e insatisfaccionesen el futuro. La persona racional haceTERAPIA RACIONAL-EMOTIVA81lo que debe hacer sin ponerse resistente o dsgutado, ya que sabeque hacer las cosasle llevar a obtener las satisfaccionesy metasque desea, aunque en determinadas ocasiones puede de manerainteligente evitar tareas innecesariasy penosaso molestas. Pero si sehalla o encuentra evitando tareas necesarias, analizar sus razones'Y seexigirladisciplina necesaria. Tambin reconoceque una vidaresponsable, deretos para uno mismo y de solucin de problemas,mezclado con algn pasatiempo o diversin, es la que puede pro-ducirle mayores satisfacciones.8) Uno debe ser siempre dependiente de los dems y tener aalguien ms fuerte en quien confiar.Sera insensato rehusar cual-quier ayudadelosdemstan solopara probar lo fuertes que somos,cuando seradegran beneficio buscar ayuda. De una formau otratodos somosdependientes de los dems en alguna medida; pero noes vlido que exageremosesta dependencia hasta el punto de per-der nuestra independencia, nuestro individualismo y nuestra auto-expresin. La dependencia produce mayor dependencia y la perosonaracional seesfuerzapor mantener autonoma y responsabilidaden sus decisiones, sin negarse a buscar o aceptar ayuda cuando loestimaconveniente.Trata de evaluar posibles riesgos y fracasosen sus decisiones,dndoles su justo valor, y si falla considera esocomo-indeseable ytrata de aprender en lugar de convertirlo en una catstrofeo hacerms terrible cualquier circunstancia adversa,9) Nuestras experiencias y eventos del pasado son los que de-terminan nuestra conducta presente; no podemos nunca libramosde la influencia del pasado.Hay quienes consideran que es muypoco lo que pueden hacer para cambiar sus vidas y que las expe-riencias que tuvieron en su niez les han hecho de la forma quesony estono puede ser alterado. Algunos psiclogoshan dicho quenuestro pasado determina nuestro presente y que nuestra personali-dad seforma por completo en la niez.Estono escompletamente cierto, ya que aunque no puede neogarseque el pasado tiene influencia en laforma como nos compor-tamos en el presente, podemos aprender a cambiar por medio delesfuerzoy la aplicacin sistemtica de tcnicas adecuadas que pro-muevan dicho cambio. La conducta que en un pasado bajo ciertascircunstancias pueda haber sido necesaria, puede que en la actuali-dad no losea. Esposibleemplear lainfluencia del pasado comounaexcusapara no esforzarnosen cambiar nuestro comportamiento ina-decuado. Puedequeel cambio seadifcil pero no imposible. El indioduo lgico, a pesar de que reconocela influencia del pasado, tieneel convencimiento deque puede cambiar supresente analizando lasinfluencias pasadas, y aquellas creencias adquiridas que puedan ser82NAvAsperjudiciales y forzndosel mismo a actuar de manera diferente.Engranmedida, noesnuestro pasadoloquedetermina nuestracon-ducta en el presente, sino nuestras actitudes e interpretaciones delpasado.10)Deberamos preocupamos mucho por losproblemas y tras-tornos de otraspersonas. Cuando nos sentimos trastornados por losproblemas y perturbaciones de otras personas, no es por esos pro-blemas por lo que nos preocupamos, sino ms bien porque nos de-cimosa nosotros mismosque ellos no deberan actuar de la formaenque lohacen. Hay circunstancias en que esmuy pocolo que po-demoshacer para ayudar efectivamente a otras personas, y preocu-parnos por susproblemas no nos har mscapacesde ayudarles. Lomejor que podemoshacer es tratar de ayudarles a cambiar en unaforma calmada y objetiva, reconociendo que podramos fallar peroque podramos tolerar dicho fracaso.11) Siempre hay una solucin nica y perfecta para cada pro-blema, y estaeslaque debemos encontrar, ode locontrario fraca-saremos. Esto resulta irracional porque a menudo no existen solu-ciones perfectas para nuestros problemas y los resultados que teme-mos por no encontrar dichas soluciones, son a veces exagerados eirreales y querer encontrarlas puede conducirnos a un estadogene-ralizado.de angustia y pnico. Consecuentementecondicha bsque-da perfeccionista, en ocasionestan solo logramos peores solucionesque las que hallaramos si lo hiciramos de manera calmada y l-gica. La persona racional intenta hallar varias posibles solucionesacadaproblema yaceptala que seams factible, reconociendo quepuede no ser la perfecta, que, errar es humano y que a menudotomar decisionesadecuadas aunque no necesariamente perfectas, es.partede nuestra existencia.S e define la"racionalidad en trminos de la forma de pensar,sentir y actuar que ayudan alasupervivenciay alafelicidadhuma-na. Estassonmetas seleccionadasdurante 'el perodo de vida en' unintento de vivir de una, forma relativamente libre de dolor y mo-lestias.Lapersonaracional:a) Aceptalasrealidades delavida;b) Sededica a trabajos productivos;c) Intenta vivir amigablemente en el grupo social al que per-tenece; yd) Serelaciona ntimamente con algunos miembros del gruposocial.TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA83SOBRE LA PERSONALIDADLa terapia racional-emotiva coloca gran nfasis en los valoreshumanos y sostiene que lo que llamamos personalidad consiste engran medida en creencias, constructos o actitudes; y que los sereshumanos tienen la tendencia a funcionar ms saludablemente cuan-do mantienen valoresracionales o de basesempricas y que sesien-ten perturbados con metas perfeccionistas o absolutistas.TEORIADEL A-B-CDE LA PERTURBACIONEMOCIONALDe acuerdo al presente enfoque, cuando tenemos reaccionesemocionales en el punto C (la consecuencia); luego que alguna ex-periencia o situacin activadora ha ocurrido en el punto A, tenemosque A no ha sido en realidad la causade C. De estamanera, si nossentimosdeprimidos enel punto C despusdeun rechazoen el punoto A, no es el rechazo lo que nos causa la depresin. Lo hicieronnuestras creencias, actitudes o valores (representados en el punto B).ASPECTOS TECNICOS DE LA TERAPIAElterapeuta racional-emotivo acta como un contrapropagan-dista de las creencias irracionales, contradiciendo las autoverbali-zacionesdestructivas. El terapeuta estimula, persuade, solicita y muyamenudo le ordena al cliente que participe en ejercicios emotivos,cognoscitivosy en vivo, que tendrn la funcin de contrapropaganda de los pensamientos ilgicos del cliente.El terapeuta le muestra al cliente cules son sus ideas irracio-nales, le ensea a analizarlas en trminos racionales y tambin acontradecirlas dando lugar a un proceso de reestructuracin cog-noscitiva.REFERENCIASEllis, A. How to live with and without arlger. Nueva York: Reader's DigestPress, 1977.Ellis, A. y Grieger, R. Handbook oj rationalernotive therapy. Nueva York:Springer,1977.Kranzler, G. You canchange howyou [eel, Oregon: RETC Press, 1974.Patterson, C. H. Teoras de consejeria y psicoterapia. Traducido delinglsBilbao:Editorial Descle de Brouwer, 1975.