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Documento de Política Pública

TRAYECTORIAS POLÍTICAS DE MUJERES LEGISLADORAS, INTENDENTAS

Y JEFAS COMUNALES EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

Laboratorio de Políticas Públicas Septiembre 2016

Documento de Política Pública TRAYECTORIAS POLÍTICAS DE MUJERES LEGISLADORAS, INTENDENTAS Y JEFAS COMUNALES EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

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Laboratorio de Políticas Públicas. Consejo Provincial de las Mujeres I pág. 2

AGRADECIMIENTOS A las legisladoras, intendentas y jefas comunales quienes nos cedieron parte de su valioso tiempo

con generosa predisposición, abriéndonos la posibilidad de conocer sobre sus experiencias de

participación social y política. Sin su colaboración este estudio no habría sido posible.

Esperamos que sus testimonios animen a más mujeres a participar e involucrarse en los asuntos

públicos.


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PLANTEAMIENTO

La provincia de Córdoba se encuentra compuesta por 427 municipios y comunas, de los cuales 60

(el 14%) están liderados por mujeres: 24 intendentas y 36 jefas comunales.1 Siguiendo los datos de

los últimos años, la cifra de estos cargos casi dobla a que asumió en 2003, que era de 35 mujeres.

En 2007 se observa un avance de alrededor del 50% respecto al anterior período. Finalmente, en

el mandato 2011-2015 fueron 62 las mujeres electas.

Cantidad de mujeres intendentas y jefas de comunas

Fuente: elaboración propia en base a datos del Portal de Noticias del Gobierno de Córdoba y bases de datos gubernamentales, 2016.

Mujeres alcaldesas electas (porcentaje)

Córdoba 14

Argentina 10,2

América Latina 12,3

Venezuela 16,4

Chile 12,2

1 Cabe mencionar que en realidad fueron electas 61, pero la jefa comunal de San Vicente, María Romero, está siendo reemplazada por un varón mientras ejerce como legisladora.

35

53

6260

2003-2007 2007-2011 2011-2015 2015-2019


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Brasil 11,8

Colombia 9,8

México 6,8

Ecuador 6,3

Perú 5,6

Fuente: elaboración propia con base en datos de la CEPAL (2014-2016).

El 38% de estas mujeres corresponde a Unión Por Córdoba, el 33% al radicalismo, el 12% al Frente

para la Victoria, y el 17% restante a otros partidos (Juntos Por Córdoba, PRO y Vecinalismo

Independiente).

Con respecto a la composición de la Legislatura, se debe mencionar la Ley 8.901 sancionada en el

año 2000, la cual estableció como regla general el principio de participación equivalente de

géneros para la elección de candidatos y marcó un antes y un después en el acceso al mandato

legislativo por parte de las mujeres.

La Ley persigue garantizar a los candidatos de ambos géneros una equitativa posibilidad de

resultar electos y sostiene diferentes criterios de inclusión según se trate de números pares,

impares o de un solo titular. Para el caso de la lista sábana los candidatos titulares y suplentes

deben efectuar la postulación en forma alternada, intercalando uno (1) de cada género por cada

tramo de dos (2) candidaturas. Para el caso de los mandatarios departamentales, el candidato

suplente deberá ser de género distinto al que se postule como titular.

No obstante, a pesar de esta normativa la Legislatura se encuentra actualmente compuesta por un

40% de mujeres (28 sobre 70 miembros). Esta diferencia con respecto a la paridad (50/50) se

explica por varios factores, entre ellos, las candidaturas titulares departamentales y quienes

encabezan las listas sábanas, en ambos casos frecuentemente ocupadas por hombres.

Además, cabe destacar que de las 28 las legisladoras que hoy ejercen el cargo, 23 fueron titulares

en las listas partidarias y 5 fueron suplentes (que ingresaron por licencia de legisladores varones).

En suma, aunque el 40% del pleno actual se compone de mujeres, las legisladoras electas como

titulares fueron poco más del 32%.

El significativo avance materializado luego de la sanción de Ley 8.901, se ha ido incrementando. Si

se toman los últimos tres periodos de gobierno, el porcentaje de mujeres en la Legislatura era del


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31% en el mandato 2007-2011, y del 38% en el correspondiente a 2011-2015. Es decir, se observa

una tendencia creciente: un avance de 9 puntos porcentuales respecto a 2007, y del 2% respecto

al último mandato (2015-2016).

Participación de mujeres en la Legislatura (porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Portal de Noticias del Gobierno de Córdoba, 2016.

Proporción de escaños ocupados por mujeres en los parlamentos nacionales (Cámara baja o única) países seleccionados (%)

Córdoba (legislatura) 40%

Argentina 35,80%

México 42,40%

Ecuador 41,61%

Perú 22,31%

Colombia 19,88%

Chile 15,83%

Venezuela 14,37%

Brasil 9,94%

Fuente: elaboración propia con base en datos de la Unión Interparlamentaria - IPU (por sus siglas en inglés) (2016).

31%

38%40%

2007-2011 2011-2015 2015-2019


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De esas 28 mujeres, el 50% pertenece a Unión Por Córdoba, un 14,3% al radicalismo, otro 14,3% a

Córdoba Podemos, y el 21,4% restante corresponde a los demás partidos (un 10,7% al Frente

Cívico, un 7,1% al PRO y un 3,6% al PTS).

Si bien se ha ido mejorando, y los logros conseguidos parecen sostenerse, esta situación advierte

sobre la necesidad de intervenir desde el estado provincial para promover la participación de más

mujeres en política. Pero antes de ello, amerita indagar en aquellos casos de mujeres que a pesar

de una situación general desfavorable lograron acceder a un mandato popular como legisladora o

jefa local.

Es así que el presente documento tiene el objetivo de analizar las trayectorias políticas de las

legisladoras, intendentas y jefas comunales de la provincia en la actualidad. Es un estudio

eminentemente descriptivo, pero con la intención de identificar qué factores pueden estar

asociados a las trayectorias políticas exitosas, para así poder realizar recomendación de política

pública que contribuyan al empoderamiento político de las mujeres para que puedan desarrollar

su carrera política y acceder a cargos de representación popular en nuestra provincia.

Para lograr este objetivo se realizó una investigación desde el Laboratorio de Políticas Publicas del

Consejo Provincial de las Mujeres donde se entrevistaron a 20 legisladoras y 36 intendentas y jefas

comunales. El análisis de los datos relevados se expone en la segunda parte, mientras que en la

primera simplemente se presentan los conceptos centrales para enfocar la situación problemática

planteada, según la literatura especializada y los organismos internacionales específicos en la

materia. En la tercera y última parte, se concluye con una recomendación de política pública

inferida del estudio.


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CONCEPTOS CENTRALES,

ANTECEDENTES Y METODOLOGÍA

- Conceptos centrales

Empoderamiento de la mujer

El empoderamiento de la mujer forma parte del tercero de los Objetivos de Desarrollo del

Milenio2 (que se pretendieron lograr para 2015) y del quinto de los Objetivos de Desarrollo

Sostenible3 (asumidos ese año con plazo 2030). Acuñado por la IV Conferencia Mundial sobre la

Mujer de 1995 y apropiado en una versión más amplia por las teorías feministas, el concepto

refiere a una toma de poder por parte de la mujer en los diferentes ámbitos en los que ha sido

históricamente oprimida. Uno de ellos es sin duda la política, y por eso se referirá en adelante al

empoderamiento político como un proceso que tiene como objetivo “el incremento cuantitativo y

cualitativo de la participación y el liderazgo de las mujeres en espacios de toma de decisión

política” (ONU Mujeres, 2014, p.10).

Entre las razones a favor de la necesidad de este empoderamiento político, desde los estudios de

género se pueden citar cuatro argumentos básicos:

1) “Desde la perspectiva de la justicia, las mujeres conforman la mitad de la población y su subrepresentación lesiona la legitimidad de las instituciones democráticas.

2) Desde un segundo enfoque, las mujeres poseen intereses especiales, vinculados a su género, que sólo pueden ser representados políticamente por mujeres.

3) El argumento de la diferencia, por su parte, enfatiza que las mujeres tienen experiencias de vida y cualidades distintivas que deben ser integradas a la vida política.

4) Finalmente, la perspectiva de los modelos de rol señala que las mujeres que logran desempeñarse en la política institucional podrían contribuir a erosionar los prejuicios sexistas socialmente vigentes y estimular a otras mujeres a seguirlas.” (Marx, J., Borner, J y Caminotti, M. 2007, p.25).

Se ha señalado desde la teoría feminista que el obstáculo para el acceso de las mujeres a cargos de

poder, tanto políticos como empresariales, consiste en un techo de cristal difícil de traspasar.

Utilizado por primera vez por el Wall Street Journal en 1986, el término explica “esta

subrepresentación desde un análisis de los distintos mecanismos de segregación vertical directa e

indirecta que enfrentan las mujeres en su ascenso profesional” (Diéguez y Valsangia como en GPS

del Estado, p.27). Del mismo modo, se entiende por techos de cemento a “los que se autoimponen

las propias mujeres y que se relacionan con sus propios prejuicios o miedos a su capacidad o

2 Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer. 3 Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.


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empoderamiento” (ONU Mujeres, 2014, p.31). Una versión más actual de la teoría del techo de

cristal es la teoría del laberinto, según la cual “se reconoce que la mujer ha logrado finalmente

traspasar –y cada vez en mayor medida– ese techo invisible que la limitaba, aunque transitando

un camino minado de obstáculos” (Diéguez y Valsangiacomo en GPS del Estado, p.28).

Trayectoria de las mujeres políticas

El objeto de estudio de las entrevistas que se han realizado en este trabajo son las trayectorias de

las mujeres políticas. A las trayectorias se las ha definido como “el trayecto que los agentes

realizan entre dos o más posiciones en el espacio político a lo largo del tiempo que, en este caso

particular, determina sus posiciones en el campo político” (Cuevas Valenzuela, 2015, p.303). Para

este autor, estas trayectorias no se definen por la mera voluntad y capacidad de los individuos,

sino que son condicionadas por el contexto sociohistórico en el que están insertos.

En este sentido, es fundamental en el análisis observar cómo los agentes adquieren, siguiendo a

autores como Pierre Bourdieu, diferentes tipos de capital (económico, social, cultural, simbólico) y

cómo los convierten en capital político. Ejemplo de esto es la pertenencia a partidos políticos,

quienes “funcionan como una marca de identidad y un repositorio de capitales económico (dinero

y financiación), social (relaciones), cultural y simbólico (distinción y prestigio) que se ofrece a sus

miembros” (Cuevas Valenzuela, 2015, p.304).

Respecto a las trayectorias políticas femeninas específicamente, para ONU Mujeres “resulta

necesario analizar la trayectoria de las mujeres que dan el salto a la política: si proceden de

movimientos sociales, qué nivel de educación tienen, origen profesional, nivel social, recursos

económicos, cuántos años permanecen en política, si repiten en procesos electorales, si pasan de

los niveles locales al regional y luego al estatal, si encuentran apoyos en la familia o al contrario si

el coste personal es muy alto, etc.” (ONU Mujeres, 2014, p.60). Para el citado organismo

internacional, esto se fundamenta en una incongruencia entre, por un lado, la gran participación y

liderazgo de las mujeres latinoamericanas en la política informal (ONGs, movimientos sociales,

cooperadoras escolares, etc.), y por el otro, el acceso de las mismas a cargos directivos

gubernamentales.

Todas las mujeres a quienes se ha entrevistado en el presente trabajo ocupan cargos dentro de la

provincia (legisladoras, intendentas y jefas comunales) y este aspecto, el ámbito local, ha sido

resaltado por ONU Mujeres como un espacio de oportunidades para el empoderamiento político.

“Frente a las limitaciones, los gobiernos municipales pueden ser una puerta de entrada y despegue para el empoderamiento político de las mujeres, sobre todo si se logran asentar procesos que permitan a las mujeres desarrollar una carrera política. El ámbito local puede convertirse en un proceso de aprendizaje para generar conocimientos y experiencia en mujeres que, posteriormente, podrían dar el salto a la política nacional y afianzarse en los partidos políticos.


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La participación política de las mujeres a ese nivel tiene un impacto directo, por la proximidad, contribuyendo a mejorar la percepción de la sociedad sobre las habilidades y capacidades de las mujeres en la gestión de las políticas públicas, lo que, a su vez, elimina estereotipos negativos. Las mujeres políticas en el ámbito local pueden ganarse un prestigio sustentado en las bases de apoyo social, bien porque hayan participado previamente en organizaciones comunitarias o porque mantengan durante su gestión una fuerte comunicación y apertura hacia la ciudadanía. De hecho, tras los regímenes dictatoriales, muchas mujeres de los movimientos feministas encontraron en los gobiernos locales una fuente de inspiración para la acción y el cambio y, en gran medida, sigue siendo cierto que muchas mujeres que lideran la política informal en sus comunidades acceden a cargos electos, sobre todo como concejalas.” Fuente: ONU Mujeres (2014 p.36). Guía Estratégica “Empoderamiento político de las mujeres: marco para una acción estratégica en América Latina y el Caribe (2014-2017)”.

- Antecedentes

Trayectorias políticas es un tema que no ha sido muy estudiado. Usualmente cuando se habla de

trayectorias se piensa en las educativas y, en menor medida, las laborales; pero no así en

trayectorias políticas, mucho menos de mujeres. En el presente trabajo se toman como

antecedentes tres estudios concretos realizados en los últimos años en países de América Latina y

Europa.

En primer lugar, “Las legisladoras: cupos de género y política en Argentina y Brasil” (2007) es una

investigación realizada en ambos países en el marco de un proyecto del PNUD - Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo- (ARG/04/028 - Fortalecimiento Institucional del Mercosur:

Cultura, Política, Mujer e Integración-), uno de cuyos componentes se refería a las cuotas de

género para el acceso de la mujer a los parlamentos nacionales de ambos países. “La misma

examinó las experiencias de Argentina y Brasil desde una doble perspectiva que comprendió el

análisis de la efectividad de las leyes de cuotas respecto del propósito de incrementar la presencia

femenina en ambos Congresos Nacionales y las condiciones bajo las cuales se desarrollan el

ingreso y la labor de las mujeres en el ámbito parlamentario, cubriendo dimensiones de índole

tanto cuanti como cualitativa” (Marx, Borner y Caminotti, 2007, p.20).

Con ese objetivo, se realizaron entrevistas personales en profundidad a alrededor del 25% de sus

senadoras y diputadas (46 entrevistas en total). Las mismas tuvieron lugar a mediados del año

2005, un momento donde para algunos países los cupos de género todavía eran novedad, aunque

la legislación argentina remonta al año 1991. Este trabajo, tanto por ser el único de los

consultados cuyo objeto de estudio fue la trayectoria específicamente de mujeres, como por tener

la realidad argentina entre en su objeto de estudio, ha sido el principal antecedente consultado.

En segundo término, el proyecto “Élites parlamentarias en América Latina” del Instituto de

Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, tiene su origen en 1994 y “ha ido recogiendo hasta

el día de hoy las percepciones y actitudes de las y los parlamentarios latinoamericanos en


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diecisiete países y cuenta ya con más de 4.000 entrevistas” (fuente: americo.usal.es). Los

cuestionarios, disponibles en la web de Élites (Observatorio de Elites Parlamentarias de América

Latina) se han utilizado como modelo para algunas de las preguntas elaboradas para la presente

investigación.

Finalmente, se tomó como antecedente el estudio “Elites políticas y trayectorias políticas

militantes: El espacio sociopolítico de la izquierda chilena” de Hernán Cuevas Valenzuela,

académico de la Universidad Diego Portales. Su objetivo fue “estudiar las trayectorias políticas

militantes de los miembros de la élite partidista, gubernamental y estatal que ocuparon posiciones

de dirección formal en partidos políticos e instituciones del Estado de Chile de manera persistente

en el tiempo entre 1990 y 2010” (Cuevas Valenzuela, 2015, p.300). Para ello, se realizó una

investigación de dos fases: una cuantitativa, en la que se realizó un cuestionario a un universo

censal de 590 miembros de la élite política chilena; y una cualitativa, en la que se emprendieron

entrevistas en profundidad a una muestra más pequeña.

- Metodología

Se contactó prácticamente a la totalidad de las legisladoras, intendentas y jefas comunales. Las

entrevistas se efectivizaron a quienes se pudo acceder durante las dos semanas del operativo de

relevamiento de datos realizado durante la primera mitad de agosto del presente año (2016).

Como resultado, se entrevistaron a:

- 20 legisladoras (sobre un tal de 28);

- 36 intendentas y jefas comunales (sobre un total de 60).

Esto representa el 71% de las primeras y el 60% de las segundas, considerando el universo total.

Por razones de factibilidad (recursos monetarios y tiempo), las entrevistas a las intendentas y jefas

comunales fueron telefónicas, mientras que a la mayoría de las legisladoras entrevistadas se las

hizo personalmente ya que la Legislatura se encuentra en la misma ciudad donde tiene su sede el

Consejo Provincial de las Mujeres.

La información se relevó a través de un cuestionario que comprendía preguntas cerradas y

abiertas. Esta combinación posibilitó que los datos construidos sean tanto cuantitativos como

cualitativos.

El cuestionario tiene 39 preguntas, organizadas por dimensiones, en su mayoría tomadas de los

antecedentes previamente mencionadas y adaptadas a la realidad local. Las dimensiones fueron:

- Perfil socio-demográfico.

- Antecedentes familiares en la política.

- Trayectoria política.

- Nominación.

- Campaña.


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- Condición de género.

- Recomendaciones de política pública.

En relación a las preguntas cerradas, se conformó una base de datos con el programa estadístico

SPSS. Esta base contenía los 56 casos y 50 variables asociadas a las peguntas cerradas. Con

respecto a las preguntas abiertas, las respuestas fueron desgrabadas. A esta información se le hizo

un análisis cualitativo tomando de referencia la Grounded Theory, estrategia que infiere categorías

y dimensiones de modo inductivo desde las mismas entrevistadas, con un decidido esfuerzo por

respetar y reflejar lo que ellas enunciaron. Con estas características, la estrategia de análisis fue,

naturalmente, la triangulación.

Por último, vale mencionar que esta investigación se realizó en su integridad por un equipo de

investigación del Laboratorio de Políticas Públicas del Consejo Provincial de las Mujeres.


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ANÁLISIS A continuación se desarrolla el análisis. Para organizarlo se tomaron las dimensiones utilizadas en

el cuestionario.

a) Perfil socio-demográfico

Las dimensiones que se analizan a continuación fueron planteadas con el objetivo de identificar los

factores demográficos, sociales y laborales asociados a las mujeres que pudieron a los cargos de

legisladora, intendenta o jefa comunal.

La edad promedio de las entrevistadas es de 52 años, con una importante variación, que va de los

32 a los 79 años, la edad que presenta mayor frecuencia (moda) es 56 años.

Edad de las legisladoras, intendentas y jefas comunales

Fuente: elaboración propia, 2016.

En el caso de las intendentas y jefas comunales, el promedio de edad es de 51, mientras que el de

las legisladoras la edad promedio asciende a los 54. Es decir, las jefas locales son levemente más

jóvenes que las legisladoras.


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Vale mencionar que, a diferencia de los requisitos para ser diputado o senador nacional, para los

cargos legislativos en la Provincia de Córdoba la edad mínima no es de 25 ni 30 sino de 18 años.

Sin embargo, este mayor margen potencial para la juventud, no es reflejado en los datos (la

legisladora menor tiene 34 años de edad).

Edad de las legisladoras, intendentas y jefas comunales (en porcentaje)

Grupo etario Intendentas y

Jefas

Comunales

Legisladoras Promedio total

entrevistadas

18 – 32 2,8% ,0% 1,8%

33 – 44 25,0% 20,0% 23,2%

45 – 56 47,2% 40,0% 44,6%

57 – 68 16,7% 30,0% 21,4%

> 68 8,3% 10,0% 8,9%

Total 100,0% 100,0% 100,0%

Edad promedio 51 54 52


En relación al estado civil, la mayoría está casada (48%), y en segundo lugar divorciada (21%). No

obstante, si se distingue entre intendentas y jefas comunales por un lado, y legisladoras por otro,

la distribución varía. En las primeras, la proporción de casadas es mayor (58%), mientras que en las

segundas el estado civil es más variado: 25% soltera, 30% casada, 25% divorciada, 5% separada y

25% viuda.

Estado civil de las legisladoras, intendentas y jefas comunales

Estado civil Intendentas y Jefas

Comunales


entrevistadas

Soltera 8,3% 25,0% 14,3%

Casada 58,3% 30,0% 48,2%

Divorciada 19,4% 25,0% 21,4%

Separada 2,8% 5,0% 3,6%

Viuda 11,1% 15,0% 12,5%

Total 100 100 100 Fuente: elaboración propia, 2016.


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Estado civil de las legisladoras, intendentas y jefas comunales


Del total de entrevistadas, el 87% tiene hijos/as, cuya cantidad varía entre uno y ocho; pero la

mayoría (84%) no tiene más de tres. El mayor porcentaje, 38%, se ubica en 2 hijos/as.

Cantidad de hijos de las legisladoras, intendentas y jefas comunales



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Otra variable a tener en cuenta es la edad de los hijos e hijas, en especial la del/a menor. Resulta

importante para analizar la incidencia de su crianza y cuidados en la carrera política de las

mujeres.

En el conjunto de las entrevistadas, se constata que el 55% tiene su hijo o hija menor de al menos

21 años o bien no tiene hijos/as, y que el porcentaje se eleva al 75% si se consideran el hijo o hija

menor desde los 16 años. En el caso de las legisladoras, quienes también tienen levemente mayor

edad, el último porcentaje alcanza el 80%.

Con esta información, se podría decir que las legisladoras, intendentas y jefas comunales

mayormente tienen a su hijo o hija menor de al menos 16 años, es decir, escolarizado y con

menores cuidados requeridos en comparación con los niños y niñas menores a esa edad.

Legisladoras, intendentas y jefas comunales según la edad del hijo/a menor (%)

Edad hijo/a menor Intendentas y Jefas

Comunales


entrevistadas

0 – 5 años 5,56% 5,00% 5,36%

6 – 10 años 11,11% 5,00% 8,93%

11 – 15 años 11,11% 10,00% 10,71%

16 – 20 años 25,00% 10,00% 19,64%

21 – 30 años 25,00% 25,00% 25,00%

>31 años 13,89% 25,00% 17,86%

Sin hijos 8,33% 20,00% 12,50%

Total 100% 100% 100%

Fuente: elaboración propia tomando de referencia el cuadro de Marx, J., Borner, J y Caminotti, M. (2007), 2016

Cuando se analiza el nivel educativo de las mujeres entrevistadas se constata que el 62% tiene un

nivel educativo superior al Secundario. El mayor porcentaje (32%) tiene nivel universitario, seguido

por el terciario (25%). Estos datos validarían las teorías que sostienen que las mujeres que actúan

en política han alcanzado altos niveles educativos.


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Nivel educativo de las legisladoras, intendentas y jefas comunales



Estudios cursados Intendentas y Jefas

Comunales


entrevistadas

Primario completo 25,0% 0% 16,1%

Secundario completo 19,4% 25,0% 21,4%

Terciario completo 33,3% 10,0% 25,0%

Universitario

completo 19,4% 55,0% 32,1%

Posgrado completo 2,8% 10,0% 5,4%


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Total 100% 100% 100%


Ahora bien, se evidencian tendencias diferentes según sean intendentas y jefas comunales, o

legisladoras. En el primer caso, hay una proporción importante que tiene Primario (25%), aunque

también Terciario (33%). Las legisladoras, por su parte, aparecen con mayores niveles educativos,

ya que el 55% cuenta con Universitario completo y un 10% con Posgrado, es decir, un 65% tiene

Universitario o Posgrado completos.



Del análisis de estos datos se puede conjeturar que los títulos educativos formales son más

importantes para acceder a mandatos legislativos provinciales que para acceder a mandatos

ejecutivos locales. En el caso de las intendentas y jefas comunales, la mayoría (44%) tiene

Primario o Secundario, de modo que las credenciales formales no serían requisito indispensable

para acceder a dichos cargos. Por el contrario, el 75% de las legisladoras tiene títulos superiores al

Secundario.

Se indagó también en el perfil profesional de las mujeres políticas de la provincia de Córdoba.

Coincidente con los estudios de trayectorias políticas tomados como antecedentes, la docencia

aparece como la principal profesión de las mujeres que llegan a ser legisladoras, intendentas o

jefas comunales. Encabeza así el perfil profesional de las entrevistadas junto a la administración


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pública, categoría que en el presente trabajo engloba a quienes dijeron trabajar en el municipio, la

Provincia o algún organismo nacional, e incluye a la Legislatura Provincial y los concejos

deliberantes, como funcionaria o como empleada pública, con amplio predominio de esta última

opción.

Principales perfiles profesionales de las legisladoras, intendentas y jefas comunales


En suma, la mayoría de las mujeres que accedieron a los cargos analizados provienen de la

docencia o la administración pública. Con una diferencia muy importante, se hacen presentes

quienes ejercen profesiones liberales (como abogacía, escribanía, ciencias económicas, ciencias de

la salud), además de empresarias, comerciantes y empleadas del sector privado.

b) Antecedentes familiares en política

Esta dimensión busca indagar sobre la posible influencia de la familia y el hogar en la trayectoria

política de las mujeres. Si hay algún familiar cercano que la haya influenciado o haya sido

referencia en su decisión de iniciar el recorrido en la política, qué actividades desempeñaban su

padre y madre cuando tenía entre 15 y 20 años, como también la frecuencia con la que se

hablaba de política en el hogar.

Al respecto, el 46% de las entrevistadas sostuvo tener algún familiar en política. En el segmento

legisladoras, la afirmativa fue con mayor intensidad (65%) que en las intendentas y jefas

comunales (36%). Cuando se les preguntó de qué familiar se trataba, el padre fue el más

mencionado por todas (42%). En segundo lugar, estuvo el esposo (19%), antecedido por la

0 2 4 6 8 10 12 14 16

Comerciante

Enfermera

Empleada sector privado

Médica

Psicóloga

Abogada y Escribana

Empresaria

Contadora Pública

Administración pública

Docente


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categoría “otros” (30%), comprensiva del resto de los familiares (hermanos y hermanas, primos y

primas, tíos y tías, etc.) y que resulta ser de mayor impacto en las intendentas y jefas comunales.

Familiar en política


En relación a las actividades que desempeñaban los padres cuando tenía entre 15 y 20 años, las

respuestas varían según se trate del padre o la madre. La actividad de los padres de las

entrevistadas se concentra principalmente en administración pública, seguido por comercio,

producción agropecuaria y empleo rural, estas dos últimas actividades predominantes en la

economía del interior provincial. En el caso de las madres, en más de la mitad de los casos (57%)

se desempeñaban como amas de casa.


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Actividad que desempeñaba el padre


Actividad que desempeñaba la madre


Por último, en relación a la variable que mide la frecuencia con la que se hablaba de política en el

hogar durante la infancia y juventud, la incidencia parece haber sido variable, impactando más en

unas y menos en otras. En el caso de las legisladoras la frecuencia fue mayor, ya que el 50%

sostiene que se hablaba con alta frecuencia, y el 70% si se suma la media y alta.

Por el contrario, el 39% de las intendentas y jefas comunales escogió la opción de baja frecuencia

mientras el 25% señaló que directamente no se hablaba de política en el hogar durante esa etapa

0 2 4 6 8 10 12

Cuentapropista

Docente

Gerente empresa privada

Empresario

Empleado rural

Productor agropecuario

Comerciante


0 5 10 15 20 25 30 35

Cuentapropista

Comerciante


Docente

Ama de casa


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de su vida. Este hecho puede estar vinculado con que el 64% de las intendentas y jefas comunales

sostuvo no tener familiares en política.

Frecuencia con la que se hablaba de política durante la infancia y juventud

Frecuencia Intendentas y Jefas Comunales

Legisladoras Promedio total entrevistadas

Nada 25,0% 10,0% 19,6%

Baja 38,9% 20,0% 32,1%

Media 16,7% 20,0% 17,9%

Alta 19,4% 50,0% 30,4%

Total 100 100 100 Fuente: elaboración propia, 2016.

Frecuencia con la que se hablaba de política durante la infancia y juventud



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c) Trayectorias políticas

El inicio de la trayectoria es fundamental porque marca el punto de quiebre en el cual las mujeres

dejan el anonimato, ingresan a la escena pública y comienzan a ser protagonistas: el tipo de

organización en que lo hacen, el momento histórico en que ocurre. En efecto, es importante poder

identificar qué tipo de organización escogen las mujeres para realizar el salto de lo privado a lo

público e involucrarse en los asuntos públicos. Para medir este punto, se les preguntó dónde

habían empezado a participar política o socialmente.

El 53% del conjunto de las entrevistadas respondió que lo había hecho en un partido político. En

segundo lugar, se mencionó la escuela (11%), específicamente la Secundaria, a través de los

centros de estudiantes y la participación estudiantil. En tercer lugar, se refirió el trabajo en la

municipalidad, las cooperadoras escolares y los espacios de actividades sociales pertenecientes a

la Iglesia Católica. En cuarto lugar, se señaló a las cooperativas y las organizaciones sectoriales

como sindicatos, cámaras empresariales y colegios.

Organización de inicio de trayectoria

(porcentajes y frecuencias)

Organización Intendenta o jefa comunal

Legisladora Total parcial

Partido político

19 11 30

52,80% 55,00% 53,60%

Centro de estudiantes

3 3 6

8,30% 15,00% 10,70%

Municipalidad 4 0 4

11,10% 0,00% 7,10%

Cooperadora escolar

3 1 4

8,30% 5,00% 7,10%

Iglesia 2 2 4

5,60% 10,00% 7,10%

Sindicato 1 1 2

2,80% 5,00% 3,60%

Centro vecinal 2 0 2

5,60% 0,00% 3,60%

Cooperativas 2 0 2

3,60% 0,00% 3,60%

Cámaras o colegios

0 2 2

0,00% 10,00% 3,60%

Total 36 20 56

100,00% 100,00% 100,00%



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Se evidencia a los partidos políticos como espacio de inicio en la trayectoria política en un

porcentaje superior al 50% de las mujeres entrevistadas. No obstante, si bien la gama de

organizaciones es la misma, el inicio de la trayectoria tiene alguna variación según se trate de

legisladoras, o intendentas y jefas comunales.

En el caso de las intendentas y jefas comunales, luego de los partidos políticos, la organización

donde con mayor frecuencia comienzan a participar son las municipalidades; en tercer lugar los

centros de estudiantes y las cooperadoras; mientras que al cuarto lugar lo ocupan la Iglesia y los

centros vecinales y al quinto, las cooperativas. Por último, aparecen los sindicatos. Ninguna de las

entrevistadas empezó en una cámara o un colegio.

Por el contrario, en el caso de las legisladoras, los colegios y las cámaras ocupan el tercer lugar,

junto a la Iglesia. El segundo lugar es de los centros de estudiantes y el cuarto de los sindicatos y

las cooperadoras escolares. Ninguna de las legisladoras consultadas empezó su trayectoria en una

cooperativa, un centro vecinal o una municipalidad.

Organización de inicio de trayectoria



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Por lo tanto, se puede conjeturar que organizaciones de mayor proximidad a los asuntos públicos

locales y con intereses más comunitarios, como cooperadoras escolares, cooperativas, centros

vecinales y la misma municipalidad, se asocian mayormente al inicio de las trayectorias de las

intendentas y jefas comunales. Por el contrario, organizaciones que tratan asuntos más agregados

y representan intereses más sectoriales, como las cámaras, los colegios y los sindicatos, se asocian

con mayor frecuencia al inicio de la trayectoria de legisladoras.

Con respecto a los años mencionados por las entrevistadas como aquellos en los que iniciaron sus

trayectorias, hay tres modas, es decir, tres años con las mayores frecuencias. Se trata de1982 y

1983, años que refieren al proceso de transición democrática que concluyó con las elecciones de

1983, el restablecimiento del régimen democrático y, con ello, el ingreso a la vida política de miles

de dirigentes y todos los argentinos. El otro año más mencionado es 1990 que, al igual que el resto

de los años que revisten alta frecuencia, coinciden con procesos eleccionarios. El hecho de que la

mayoría de las mujeres comenzaran su trayectoria participando en partidos políticos, podría estar

vinculado con el momento que de ese inicio.

De esta manera, los partidos políticos y los procesos eleccionarios se muestran como factores determinantes para el inicio de la participación de las mujeres que hacen carrera política.

Año en que comenzó a participar política o socialmente



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Con respecto a las motivaciones que llevaron a las entrevistadas a participar, el contexto político y social aparece como un factor desencadenante. Aquí destacan, variando con la edad, el Cordobazo, la transición política y el retorno de la Democracia, el “que se vayan todos” (crisis del 2001) y las movilizaciones por los DDHH.

“Lo hice por representación, elegida por los compañeros. El hecho político que me marcó fue el Cordobazo”. (ELeg-1)4

“A mis 17 años comenzó la guerra de Malvinas, además tenía profesores que influían en m,… En el último año de Secundario empecé a interesarme sobre partidos políticos; en ese momento era muy fuerte la imagen de Alfonsín (…) y comencé a militar en la juventud radical”. (ELeg-2)

“A mí primero me cautivó mucho la época del “que se vayan todos”. (ELeg-4)

Los valores presentes en las motivaciones son compromiso social, solidaridad, justicia social, todos

valores opuestos al individualismo, resaltando la comunidad y la importancia del conjunto por

sobre el individuo.

“Mi papá era muy radical y mi mamá muy peronista, (…) me empezaron a invitar y fui,

me gustó y nunca más dejé. Me gustó porque vi que podía trabajar por la gente desde

otro lado, además era un grupo de gente sencilla que hacíamos mucho a pulmón

porque no teníamos plata”. (ELeg-5)

“Ser una herramienta entre el Estado y los vecinos. Básicamente, la justicia social,

ayudar al que menos tiene, es el perfil al que trato de dedicarme en la política”. (ELeg-

36)

“(…)El sentido de la solidaridad, compartir y ayudar al prójimo y fundado a través de

lo religioso porque mi madre era católica…participaba de un roperito comunitario y a

través de eso yo fui aprendiendo, comprendiendo lo que era el dar, como decía mi

madre “el dar para recibir”. Entonces, fue lo que me fue llevando y a medida que fui

creciendo y tomando conocimiento de estas cuestiones de la solidaridad…es lo que me

llevó a comprometerme de que había que revertir situaciones, y para poder revertir

situaciones había que comprometerse, y el primer compromiso era esto, en

organizarme con otras personas que pudieran tener el mismo sentido solidario mío y

desinteresadamente”. (ELeg-53)

4 Las siglas “ELeg” significan “Entrevistada Legisladora”; el número que le sigue es el que la identifica. En el caso de las intendentas y jefas comunales se utiliza la sigla “EInt”, también seguido de un número que individualiza a la entrevistada.


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Las intendentas y jefas comunales aluden a valores más generales, menos ideológicos, más

comprehensivos y consensuales, como el “bienestar de la comunidad”, “hacer cosas por los

demás”, “ayudar al pueblo”; en definitiva, cuestiones más comunitarias.

“(…) La necesidad fue involucrarme para cambiar la situación de mi pueblo. Mi

postura era participar para trabajar por la gente”. (EInt-42)

“La vocación de servicio”. (EInt-48) “Para ayudar a la gente”. (EInt-35) “La participación por una necesidad en nuestro pueblo de un cambio”. (EInt-22)

“Socialmente me motivó la necesidad de ayudar a la gente… notaba que el pueblo

estaba quedado y que los presidentes comunales anteriores no se preocupaban… y

sentí que estaba capacitada para poder sacar al pueblo adelante”. (EInt-43)

“(…) Me invitaron y pensé que podía servir para algo, participar y ser útil a la sociedad

de mi localidad; yo nací y viví toda la vida acá, menos el tiempo que estudié”. (EInt-46)

Como modelo político inspirador de la participación se mencionan las figuras de Perón y Alfonsín,

pero sobresale la de Evita, que en muchos casos fue transmitida a través de las madres.

“Mi mamá amaba a Evita y mi papá, como empleado, hablaba mucho de Perón. Ella

los veía como modelos, pero modelos sociales, sobre todo a Evita como modelo de

ayuda social”. (EInt-11)

“Mi madre se pasaba horas contándome las historias de Evita, de lo que era esa gran

mujer. Eese sentido de lo que uno hoy ha empuñado tan fuertemente lo ha puesto en

el sentimiento de la solidaridad, del compromiso social, ¡de la dignificación!, ya con

una visión hacia las mujeres en aquel entonces”. (ELeg-53)

La escuela aparece entre los principales espacios iniciáticos de las trayectorias analizadas. Las

entrevistadas mencionan esta instancia como determinante en la toma de conciencia sobre las

aptitudes de liderazgo y conducción, así como la identificación con las causas comunes.

“Fui al colegio Manuel Belgrano y tienen una cultura de participación estudiantil muy

fuerte, me propuse como delegada y me eligieron, era parte de la actividad

estudiantil. Y después, ‘95 – ’96, empiezan las movilizaciones por la ley estudiantil, Ley

Federal de Educación Superior, después empezó la época de los escraches de hijos”.

(ELeg-56)


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La influencia de la familia, sobre todo del padre, parece haber sido un factor importante en el

inicio de la participación política. El hecho de que se hablara de política en el hogar cuando

pequeñas y que acompañaran principalmente al padre en reuniones políticas y procesos

eleccionarios motivó la participación en muchas de las entrevistadas.

“Yo siempre lo acompañe a mi papá, si las reuniones eran en mi casa por una cuestión

de ubicación y si no eran ahí, trataba de acompañarlo porque me gustaba, estaba

incentivada… De hecho en mi casa siempre se hablaba de política, de la guerra a las

Malvinas, me acuerdo (…). Entonces, él tenía participación departamentalmente,

cuando había reunión en otra localidad, yo también lo acompañaba, y por supuesto

en las campañas, en las actividades de campaña y en las actividades electorales(…)

Entonces desde muy chica viví eso”. (ELeg-50)

“(…) También porque mi familia, sobre todo paterna, fueron justicialistas, mi abuelo

fue candidato a intendente en mi pueblo muchos años atrás y entonces hay como un,

era fuerte digamos, en cuanto a lo que es el Justicialismo… se hablaba bastante

digamos. Así que sí, sobre todo motivaciones familiares y modelos políticos, el

peronismo”. (ELeg-51)

“(…) Mi padre fue militante… siempre trabajé socialmente desde niña”. (ELeg-30)

“(…) Siempre seguí a mi papá que… se dedicó siempre a la política. Me gustaba mucho

el trabajo social…ayudar a la gente”. (EInt-20)

Una fuente de motivaciones son situaciones problemáticas emergentes en los lugares de trabajo o

necesidades puntuales de ciertas organizaciones:

“Porque como médica receptaba todas las problemáticas sociales y comencé a ver las

necesidades”. (EInt-21)

“Era una escuela rural que necesitaba que alguien se ocupara. Mis hijos iban a esa

escuela”. (EInt-7)

“Comencé a participar en la cooperadora del colegio porque no teníamos edificio”.

(EInt-27)

Entre aquellas que desarrollaron la primera parte de su carrera política en gremios y sindicatos, la

motivación para involucrarse en la cosa pública generalmente se originó en hechos y luchas

puntuales, como la reforma educativa, la ley de educación y reclamos gremiales en los lugares de

trabajo.


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“(…) Porque veníamos peleando, porque nosotros pasamos los noventa, pasamos todo

lo que es las privatizaciones y las transferencias de Menem, y pasamos toda la

cuestión de Angeloz, la caída de pago por casi 8 meses de Angeloz, en el 95, después

Mestre, fue terrible, todo lo que es la resistencia al cierre de escuelas, a la

transformación del sistema, el presentismo, eso fue una pelea cuerpo a cuerpo”.

(ELeg-1)

En relación a las cámaras empresariales:

“Como hotelera veía y veo las injusticias en el sector y por eso comencé a

involucrarme un poco en política, y por mi perfil me invitaron a ser candidata”. (ELeg-

31)

Tipos de trayectoria

Dentro del análisis de trayectoria, con el objetivo de identificar distintos tipos de trayectoria, se les

preguntó por otros cargos representativos o de conducción que habían desempeñado antes de ser

legisladoras, intendentas o jefas comunales, pudiendo mencionar responsabilidades no

necesariamente políticas. Así emergieron cinco tipos de trayectorias.

1. Política

La primera de ellas es la trayectoria netamente política. Consiste en recorridos desarrollados

prácticamente de modo exclusivo dentro de las estructuras partidarias. Puede que la trayectoria

haya iniciado en la escuela, con cargos directivos en el centro de estudiantes o liderazgos en la

participación estudiantil, pero rápidamente se canaliza a través de los partidos políticos, donde

van asumiendo cada vez más responsabilidades. También ocurre que de ser concejalas o

intendentas pasan a tener cargos directivos en los partidos y, desde ahí, acceden a la Legislatura

(en el caso de las legisladoras).

2. Desde la administración pública

La segunda de las trayectorias comprende aquellas mujeres políticas que provienen de la

administración pública, específicamente de hacer carrera a través de empleos o cargos públicos no

representativos. Las áreas, según los datos, son las vinculadas a desarrollo social, salud, mujeres, y

también lo hacen en la Legislatura. Este tipo de trayectoria está muy vinculada a la primera,

mezclándose en ciertos puntos y dificultando la distinción analítica.

Cabe destacar que estos dos primeros tipos son los mayoritarios tanto para legisladoras como

intendentas y jefas comunales, cada uno con las particularidades de su respectiva escala de

gobierno.

3. Gremialista-sindical


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Un tercer tipo de trayectoria es la sindical. Consiste en el desarrollo de la carrera desde las

estructuras gremiales, comenzando como delegado y, a partir de allí, asumiendo mayores

responsabilidades (secretaria, pro-tesorera, etc.) hasta llegar en algunos casos a la máxima

responsabilidad (secretaria general). Una vez adquirida cierta notoriedad pública, se produce el

paso hacia la política directamente al cargo de legisladora. En algunos de los casos, antes de llegar

a la Legislatura, el recorrido pasa por el Consejo Deliberante de su ciudad.

4. Gremialista-empresarial

El cuarto tipo es similar al anterior, en el sentido de que la carrera se desarrolla también en una

estructura gremial, en este caso empresarial o colegial, para luego dirigirse hacia la política. Se

hace carrera en una cámara o un colegio profesional, asumiendo cargos como pro-secretaria o

tesorera, y desde allí a la política. Estos dos tipos gremialistas corresponden a legisladoras, ya que

no ocurre en las intendentas y jefas comunales entrevistadas.

Con respecto a las trayectorias de las intendentas y jefas comunales, las que más se dan son la

política y de administración pública, pero con las particularidades de que casi siempre recorren el

Concejo Deliberante o cargos como tribunal de cuentas y tesorería. Asimismo, destacan los cargos

educativos, sobre todo directora de escuela Primaria y Secundaria, y en menor medida inspectora

o preceptora.

5. Sociedad Civil

Por último, el tipo de trayectoria sociedad civil, que fue el menos identificado en el trabajo.

Consiste en desarrollar la carrera en Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y desde allí

continuar la trayectoria por la política. Aquí la organización que más se menciona es la Iglesia,

pero en los gobiernos locales se hace referencia al entramado institucional que lo caracteriza:

cooperadoras, bomberos, asociaciones civiles, etcétera.

Vale señalar algunos casos de intendentas y jefas comunales donde, dada su extensa trayectoria,

han ocupado anteriormente cargos legislativos, tanto a nivel provincial como nacional (como

diputadas o senadoras). Es decir, se observa en algunas intendentas de mayor edad que ese cargo

representa el último punto de una trayectoria política mucho más amplia.

Este tema analizado es sumamente importante porque muestra cuáles son los recorridos más

típicos o paradigmáticos de las mujeres en Córdoba para acceder a cargos representativos. En la

trayectoria, el punto de llegada es el mismo para todos los casos estudiados (sean legisladoras o

intendentas y jefas comunales), pero el punto de partida y el recorrido que realizan varía de uno a

otro. Esta variabilidad significa, de alguna manera, diferentes opciones para que las mujeres

accedan al poder.


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Siguiendo con las preguntas dentro de la trayectoria, se indagó también si habían participado en

movimientos de mujeres o trabajado el tema género en algún momento de sus recorridos, ante lo

cual la mitad (50%) de las entrevistadas respondió afirmativamente. Ahora bien, este 50% se

explica en su mayor parte por las legisladoras, donde el 75% expresó haber estado comprometida

directamente con temas de género.

Por el contrario, solo un 36% de las intendentas y jefas comunales dijo haberlo hecho. Más allá del

sinnúmero de razones que pueden estar subyaciendo a esta baja participación, se puede

conjeturar que algunas de ellas son la menor oferta de este tipo de organizaciones y movimientos

en las localidades pequeñas como también las diferencias existentes en la cantidad y diversidad de

temas entre las agendas de gobierno local y las agendas legislativas provinciales.

Los ámbitos mayormente mencionados fueron la Comisión de Equidad y Lucha Contra la Violencia

de Género, de la Legislatura de la Provincia (creada en el año 2015) y el Consejo Provincial de la

Mujer (hoy Consejo Provincial de las Mujeres). También se citó a consejos municipales de las

mujeres y foros. Entre los movimientos de mujeres u ONGs a los que se hizo referencia, además de

la campaña “Ni Una Menos”, están “Atrapa Sueños”, “Movimiento de Mujeres al frente”, Sindicato

de Amas de Casa y la Agrupación “Pan y Rosas”. Al respecto, una legisladora entrevistada dijo:

“Desde ese momento (la creación de Pan y Rosas) siempre tomé y me involucré con lo

que tiene que ver con la política hacia las mujeres… desde el impulso de comisiones de

mujeres en los centros de estudiantes de la universidad, organizando comisiones de

mujeres siendo docente,… e internamente, organizando a los compañeros que toman

y que se dedican a desarrollar la política hacia las mujeres”. (ELeg-56)

Otra cuestión interesante para analizar es el tiempo trascurrido desde el inicio de la trayectoria

política. Para medirlo se construyó la variable “antigüedad en la política”, restando al año actual

(2016) el año de inicio declarado por las entrevistadas5.

En el conjunto de las entrevistadas la antigüedad varía y se presenta distribuida en las distintas

categorías. Esto ocurre especialmente en el caso de las intendentas y jefas comunales, donde por

ejemplo, el 26% tiene entre 30 y 39 años de antigüedad, al mismo tiempo que el 34% tiene entre

10 y 19 años. Un 9% refiere menos de 10 años de trayectoria y una proporción no muy distante

(11%), más de 40.

Antigüedad en la política de las legisladoras, intendentas y jefas comunales

Antigüedad de dedicación a la política

Intendentas y Jefas Comunales

Legisladoras Promedio total entrevistadas

Más de 40 años 11,4% 25,0% 16,4%

5 Sin embargo, vale hacer la salvedad de que este cálculo tiene sesgo porque no está contemplada la cuestión de que algunas entrevistadas se encuentran repitiendo mandato.


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Más de 30 años 25,7% 50,0% 34,5%

Más de 20 años 20,0% 5,0% 14,5%

Más de 10 años 34,3% 20,0% 29,1%

Menos de 10 años 8,6% 0% 5,5%

Total 100% 100% 100%

Fuente: elaboración propia tomando de referencia el cuadro de Marx, J., Borner, J y Caminotti, M. (2007), 2016.

Sin embargo, ello no ocurre en el caso de las legisladoras: el 50% tiene entre 31 y 40 años de

trayectoria y el 25%, más de 40. En otros términos, el 75% de las legisladoras tiene más de 30 años

de antigüedad en la política y solo el 25% tiene menos de 31 años de trayectoria. Con esta

información, se puede decir que la antigüedad es un factor de influencia y que las probabilidades

para llegar a ser legisladora son mayores cuando se tiene más de 30 años de trayectoria que

cuando se tiene menos.

Antigüedad en la política de las legisladoras, intendentas y jefas comunales


Ante la pregunta de si habían ocupado cargos directivos en su partido, el 65% sostuvo que sí

(aunque son pocos los casos en que lo hicieron en los máximos cargos). En el caso específico de las

legisladoras, la afirmativa alcanza el 85%, mientras que en las intendentas y jefas comunales es de

54%. No obstante, hay dos factores que parecen estar incidiendo en el hecho de haber ocupado

cargos directivos partidarios: nivel educativo (especialmente contar con nivel Universitario


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completo), y la antigüedad en la política. Ambos factores aparecen asociados con mayor

intensidad a las legisladoras.

Con respecto al nivel educativo, el 41% de las que confirman haber ocupado un cargo directivo en

el partido tienen Universitario completo. Por otra parte, cuando se cruza la variable antigüedad en

la política, se constata que el 44% de las que sí ocuparon cargos políticos tienen entre 31 y 40 años

en la política, el 11% tiene más de 40 y ninguna menos 10. El 45% restante, se reparte entre los 11

y 30 años de antigüedad.

Cargos directivos partidarios en legisladoras, intendentas y jefas comunales


Para profundizar sobre posibles dificultades durante su militancia política relacionadas al género

se les consultó por la afirmativa o negativa hacia un conjunto de afirmaciones. Entre ellas, los

horarios de las reuniones partidarias, la imposibilidad de asistir por el cuidado de los/as hijos/as y

tareas en el hogar, la segregación por ser mujeres a realizar tareas dentro del partido y obstáculos

para sus propuestas sean tenidas en cuenta. Pues bien, en ninguna de estas dificultades hubo

consenso mayoritario hacia una u otra respuesta, incluso hubo una leve inclinación hacia la


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negativa. En este mismo sentido, durante las entrevistas las mujeres políticas destacaron el valioso

acompañamiento por parte de sus parejas en el caso de tenerla.

d) Nominación

En el recorrido que implican las trayectorias existen puntos críticos considerados cruciales para

materializar avances mediante el acceso a nuevas posiciones. En tal sentido, la nominación como

candidatas representa, quizás, uno de los más importantes.

Se indagó entonces en las razones que, según la percepción de las entrevistadas, motivaron a su

partido a designarla como candidata. Entre las razones, se mencionan las siguientes:

1. Militancia territorial:

“Por la militancia, militante barrial de toda la vida”. (ELeg-30)

“Militancia, trabajo territorial, una tarea de permanente contacto con el espacio

partidario y los vecinos en general”. (ELeg-52)

“Creo que el partido me eligió porque he militado mucho y porque camino mucho la

calle y estoy en contacto con la gente y eso es fundamental y creo que por la

confianza que me tiene mi líder político”. (ELeg-4)

2. La conducción y el manejo de grupos:

“La conducción, manejo de grupo, propuestas que se venían conversando, proyectos

que se fueron armando cuando apoyábamos a otros candidatos, dado que tuvimos

veinte años con un mismo intendente, entonces con esas cuatro elecciones anteriores

se venía apoyando a otros candidatos, lo fundamental fue el equipo de personas que

se reunió para poder armar esta dirigencia”. (EInt-22)

3. Formación política y exposición pública:

“La fuerte exposición pública que tuve con temas sociales, en esta oportunidad no

tuve que pelear por mi puesto. En las anteriores sí, llegué a ser designada por parte de

una negociación de un grupo más pequeño del cual yo era parte. Ese capital creo que

tiene que ver por la fuerte formación política y el lugar como dirigente, fue un

reconocimiento a la trayectoria militante”. (ELeg-2)

4. Capacidad expresiva (oratoria):

“Creo que también juega la capacidad expresiva, también desde el punto de vista que

si sos figura pública tienes que, mínimo, poder hablar y dar respuesta, intervenir. La


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personalidad y también un aspecto más que creo que tiene peso: la estabilidad

emocional y la estabilidad personal, desde el punto de vista de todas estas trabas que

tienes que superar siendo mujer muchas veces generan muchas frustraciones,

entonces hay que sostenerse peleando”. (ELeg-56)

5. Habilidades de mediación, negociación y consenso:

“(…) A lo mejor por ser profesional y por ser joven, y porque siempre tuve un perfil

activo en cuanto a la ayuda, porque siendo abogada siempre tenés que estar en la

cuestión social y ayudando. (…) Y me habré desempeñado bien en cuanto al trabajo. Y

este referente político veía cómo trabajaba o cómo me manejaba yo. Por ejemplo, ahí

en el Ministerio había muchos intendentes de todos los departamentos, y siempre he

tenido buen trato con ellos; inclusive con los mismos intendentes de mi departamento,

en su momento cuando yo estaba en el ministerio siempre tuve muy buena relación y

aceptación. Entonces, cuando me proponen tuve aceptación. También soy mediadora,

entonces como que también eso, es mi forma de ser, no soy confrontativa”. (ELeg-51)

6. Vinculación con funcionarios importantes; capacidad de gestión y articulación:

“Por mi vinculación con los diferentes ministerios. Relaciones particulares con

funcionarios importantes, (…) capacidad para gestionar para diferentes localidades.

Hizo ver que tenía capacidad para administrar fondos. Más aún, cuando estaba

vinculada con la obra pública y la administración de fondos públicos”. (EInt-48

“Eso evidentemente hizo que las encuestas me den bien. (…) Supongo que medí bien

por eso y por estar cerca de un funcionario importante”. (ELeg-51)

7. Trayectoria comunitaria:

“Dada mi actividad dentro de la comunidad. A pesar de haber tenido 30 años de

docencia integré como miembro, como presidente o tesorera en distintas

instituciones del pueblo, hasta en el club deportivo, el reflotar de la biblioteca que

estaba cerrada. Fui docente de la escuela Primaria y Secundaria, participé y sigo

participando en la comisión pro-templo para mantener la parroquia del pueblo. O

sea, que mi actividad con la relación de la gente del pueblo fue siempre en bien de la

comunidad”. (EInt-13)

8. Buena imagen social, reconocidas desde la actividad que desempeñaban en la

sociedad, por quedarse en sus territorios, ser conocidas de toda la vida:

“Creo que por el trabajo social que realizaba y por mi desempeño como enfermera la

gente siempre me buscaba cuando tenía algún problema. Al ser un pueblo chico, como


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enfermera también cumplía un poco el rol de mamá, entonces la gente siempre me

buscaba cuando tenía algún problema y creo que esto, y el ver que tenía ganas y que

podía resolver problemas, fue lo que motivó a elegirme”. (EInt-43)

“(…) Debido a mi actividad en el puesto sanitario, la gente me buscaba por mi

desempeño social… la falta de gestión que existía, las necesidades que tenía el pueblo

y ver mi capacidad y mi desempeño social… sobre todo la capacidad para lograr

cosas”. (EInt-21)

“Mi trabajo de tantos años en el Instituto de Menores. Estaba muy bien conceptuada

por todo lo que habían hecho por los jóvenes, por lo niños”. (EInt-38)

“Porque logré mucho a través de la cooperadora escolar y vieron que tenía el perfil

como para que la gente me elija”. (EInt-27)

“Por mi historial como empresaria tengo mucho prestigio”. (EInt-18)

10. Actividad gremial y exposición pública:

“Yo fui candidata políticamente ya con una historia, era muy conocida en Córdoba,

(…).En la docencia, recuperar escalafón, recuperar bonificación y esas cuestiones, esos

dos elementos fueron muy fuertes para la docencia y para los gremios estatales en

general, (…) eso instala a nivel de reconocimiento de todo trabajador estatal”. (ELeg-

1)

11. Procedencia no política (esto se menciona en el caso de los partidos de reciente creación):

“El PRO buscaba empresarios exitosos y que no militaran en otro partido, que no

estuvieran contaminados con otras ideologías. Mi hotel es exitoso a pesar de ser solo

dos estrellas. Y creo que también porque necesitaban mujeres para formar las listas”.

(ELeg-31)

“Supongo que primero que soy una persona que vengo de la actividad privada, no de

la política, (…) que tiene que ver un poco con romper con los paradigmas de la política,

es decir, buscar gente de la actividad privada, de afuera, honesta.” (ELeg-4)

En el caso de las legisladoras, el cupo femenino aparece como un factor decisivo para su

nominación. Cuando se les consultó en qué medida la vigencia del cupo femenino influyó sobre su

postulación y sobre sus posibilidades de resultar electa, el 60% dijo mucho o totalmente y solo un

30% sostuvo que poco o nada. Este dato evidencia una percepción positiva por parte de las

legisladoras hacia la eficacia de la Ley de Participación Equivalente de Géneros.


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Influencia del cupo femenino


e) Campaña

Cuando se les preguntó si habían recibido igual apoyo que sus colegas masculinos por parte de su

partido durante las campañas que llevaron adelante para ser elegidas, el 66% dijo que sí y el 34%

respondió negativamente. Aquellas que admitieron no haber recibido el mismo apoyo,

desagregaron explicando que les había faltado en lo económico (74%) principalmente, en lo

logístico (47%), de la militancia (42%) y de las autoridades del partido (31%) en menor medida.


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Tipo de apoyo partidario faltante en comparación con los varones


También se les consultó acerca de si habían recibido apoyo extra-partidario, a modo de constatar

las habilidades de las entrevistadas para obtenerlo más allá del que les provee su partido. El 59%

afirmó que sí lo había hecho, siendo la afirmativa de mayor intensidad en las legisladoras (75%)

que en las intendentas y jefes comunales (50%). Quienes afirmaron haber recibido apoyo extra-

partidario, subrayaron en primer lugar el logístico (82%) y el militante (82%), y en tercer y último

lugar el económico (42%).

Tipo de apoyo extrapartidario obtenido


74%

47%42%

31%

Económico Logístico Militancia Autoridades

82% 82%

42%

Logístico Militancia Económico


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En suma, tanto partidaria como extrapartidariamente, el económico parecería ser el tipo de apoyo

que presenta mayores dificultades para las legisladoras, intendentas y jefas comunales

entrevistadas. Quienes manifiestan no haber recibido el mismo apoyo partidario que sus pares

masculinos, lo refieren como el principal faltante; por otra parte, quienes dicen haber obtenido

apoyo extra-partidario, lo señalan como el menos recibido.

f) Condición de género

El 75% de las entrevistadas considera que su condición de género no le supuso obstáculos para

insertarse en la política y acceder a su cargo actual.

Considera que su condición de género le supuso obstáculos para insertarse en la política y acceder a su cargo actual

Fuente: elaboración propia.

En cuanto a los obstáculos que enfrentaron por ser mujeres para llegar al cargo que ocupan, se

menciona predominantemente la subestimación y el aislamiento sufrido de parte de sus pares, en

definitiva, la discriminación en la política (que se desarrolla en profundidad más adelante).

“Las mujeres seguimos siendo, no sé si discriminadas, pero veo que los hombres

siguen siendo un poco machistas, no siempre nos incluyen entre sus proyectos. Yo veo

con los otros intendentes que los hombres siempre se reúnen para viajar a algún lado

y como que a las mujeres nos dejan afuera. (…) abiertamente que me han dejado

afuera, porque bueno, si no, yo voy sola y lo averiguo yo, si en todo caso lo quiero

hacer; pero yo se los he hecho saber a ellos que en ese aspecto ellos han marcado una

diferencia. No sé si es una cuestión política o una cuestión… si es de eso, porque al

final, los otros son del mismo partido, y sin embargo como que los hombres van solos

hacia un lugar y por qué no dejarme participar a mí también”. (EInt-37)


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“Me sentí subestimada: tuve que ponerme en modo masculino para ser escuchada”.

(EInt-19)

También se mencionan obstáculos dentro de los partidos políticos, de parte de sus pares y de la

estructura partidaria:

“La política, los partidos políticos, tienen un fuerte componente machista, y los

partidos políticos expresan una parte de la sociedad. Yo participo a veces en mesas de

negociaciones donde "te doy el número 2 pero vos ponés la mujer". Así es la

discusión”. (ELeg-2)

“Siempre se piensa globalmente primero en el hombre, más en la estructura de mi

partido es así, es una estructura muy machista, (…), digamos la prioridad la tiene el

sexo masculino. (…) Por ahí te subestiman por el hecho de ser mujer, tenés que

responder con conocimiento o con experiencia ante cosas que… í, eso siempre, más

que todo en estos tipos de partidos tradicionales”. (EInt-45)

Otro de los obstáculos mencionados es el que proviene de las mismas mujeres:

“(…) Por un lado los varones, y por el otro mujeres que siendo parte del género, han

fomentado ese machismo partidario. Porque era más fácil sentarse a quedar bien con

el dirigente que tenía la lapicera, antes que ponerse a disputar una cuestión desde la

militancia, desde el conocimiento y demás”. (ELeg-2)

“El obstáculo más fuerte que tuve fue de la propia mujer… Es la que más te cuestiona,

que te plantea problemas, o será que uno está acostumbrado a recibir la actitud así

bastante de oposición y de malestar que el varón hacía con uno, pero no de la mujer…

Pero cuestionamientos jorobados, cuestiones difíciles con la mujer, es fuerte, trabas,

devaluaciones, hay que manejarlas muy bien, hay una relación ahí bastante difícil de

manejar”. (ELeg-1)

Aquellas mujeres que manifestaron no haber sufrido obstáculos por razones de género, fueron

indagadas por la presencia de otros obstáculos que no sean de esta índole, pero que sí les hayan

dificultado acceder a sus cargos. El más mencionado fue el económico, vinculado nuevamente con

falta de apoyo de parte de su partido a la hora de recaudar fondos y el financiamiento de la

campaña.

“El partido no existe para recaudar fondos, nadie nos da nada. (…) El solo hecho de

trasladarse a los lugares donde vive (la gente) cuesta dinero. Todo cuesta”. (EInt-38)


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“Inclusive en algún momento pensábamos en la posibilidad de disputar la intendencia

en la capital, y la mayor traba no era ni capital de conocimiento, ni capital técnico, era

capital económico. Cuando a mí me dijeron lo que valía una campaña de capital dije

’esto no lo puede hacer nadie’; o lo terminás acordando con los sectores de poder que

después te van a pedir favores cuando seas intendente. Entonces el tema del

financiamiento económico es central. Todo lo otro vos lo podés armar”. (ELeg-2)

Otra cuestión interesante para analizar desde la condición de género es el tema de la

representación en las mujeres. Se les consultó a las entrevistadas a qué grupo de ciudadanos/as

creen que representan más. La enorme mayoría (73%) respondió que a la ciudadanía en general,

un 16% a las mujeres y solo una respondió a su partido. Un 10%, todas legisladoras, mencionó a

otros grupos, entre ellos los trabajadores y los sectores más vulnerables. Vale mencionar también

que la mayoría de las entrevistadas no se declara feminista, aun en casos donde sí expresan su

compromiso con causas vinculadas exclusivamente a las mujeres, como por ejemplo “Ni una

Menos”.

Representación de las mujeres


En materia de discriminación ciudadana, las entrevistadas negaron en un 84% haber

experimentado algún tipo de discriminación por razones de género. Entre las afirmativas, los

argumentos refieren falta de confianza en la capacidad de la mujer y al machismo de la ciudadanía

en general:


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“Nos cuesta más que nos tengan confianza. La mujer es más competitiva. Le exigen

más a una funcionaria mujer que a uno hombre”. (EInt-48)

“Sí, siempre existe eso, siempre al mínimo error, tratan de hacértelo notar”. (EInt-44)

“La mujer está minimizada, tiene que quedarse a su casa a lavar platos. Hay una

ideología colectiva en cuanto a esto, que la mujer no tiene capacidad, tanto en la

política como en la ciudadanía en general”. (ELeg-51)

“Discriminación por la gente grande y hombres que son muy machistas”. (EInt-33)

“(…) Baboseadas típicas y comentario sobre el físico y no lo que dije u opiné”. (ELeg-

56)

En lo que respecta a los medios de comunicación, la negativa es aún mayor, alcanzando el 87%.

Dentro de los que se manifestaron por la positiva, hubo testimonios críticos, dirigidos

principalmente a los medios de alcance provincial. Algunos, aluden a votaciones organizadas por

los medios para evaluar a las legisladoras según su apariencia física; otros, específicamente de

censura y una mayor condescendencia hacia los hombres.

“Boludeces como quién es la candidata más linda: eso es discriminación”. (ELeg-56)

“Yo estoy totalmente censurada en los medios, en todos, totalmente. Y en los medios,

porque lo mismo, porque si hay una mujer, hay tres varones, hay que discutir para

quedarse con la última palabra, siempre se la dan a los otros… que es fundamental,

cuando uno habla, está en un debate, quién cierra, quién no cierra, es fundamental.

(…) siempre vale más la expresión del varón que de la mujer. Hay determinados

temas, el tema de política, el tema de economía… si vos hablás de la cuestión

doméstica, por cierto, te van a llamar a vos. En la selección de los temas también”.

(ELeg-1)

Ahora bien, donde se expresa mayor porcentaje de discriminación por razones de género es en la

política, principalmente en las legisladoras. El 68% del total sostiene no haber experimentado

discriminación, lo que se explica en gran parte por las intendentas y jefas comunales, quienes en

un 81% se manifiestan en este sentido. Sin embargo, en el caso de las legisladoras el 55% afirma

haber experimentado discriminación en la política.


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Discriminación en la política por razones de género


Son varios los argumentos que sostienen esta afirmativa sobre la existencia de discriminación en la

política por razones de género, pero todos están interconectados, es decir, guardan consistencia.

Esto ciertamente habla de un proceso de reflexión y elaboración por parte de las mujeres políticas

que expresan los argumentos, sustanciando la existencia del hecho. Uno de los argumentos tiene

que ver con la discriminación en los partidos hacia la mujer en general, tanto del propio como de

la oposición:

“Por parte de los hombres de mi partido siento que me humillan constantemente,

pero no le doy importancia”. (ELeg-31)

“Por parte de la oposición son muy machistas y no entienden cómo una mujer puede

ocupar este lugar…entonces siempre están criticando y denigrando”. (EInt-43)

“En las reuniones tenés que gritar más fuerte y callar a los interlocutores porque si no,

no escuchan”. (EInt-33)

“La mujer habla, pone ideas, son buenas, pero esas ideas toman valor cuando las dice

un varón, eso es muy notable, vos podes tener la mejor idea, la pones en

consideración y recién es tomada con fuerza cuando la toma un varón. La palabra

tenés que repetirla muchas veces, y toma fuerza cuando la toma un varón”. (ELeg-1)

Otro de los argumentos mencionados es la existencia de prejuicios machistas y estereotipos que

ponen en duda, sino desacreditan, la capacidad individual de las mujeres en política:


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“Todos creen que las mujeres llegan “por algo” y no por la capacidad que tenemos”.

(ELeg-31)

“(…) En una reunión de todos hombres, todos intendentes (en el departamento somos

pocas jefas comunales mujeres), yo lo que siento, al principio, me llegaron a decir

’mirá qué rápido llegaste como legisladora’, un comentario de mal gusto sin

conocerme. Ahora ya no, ya me acerqué, les demostré cómo y quién soy. Pero al

principio los hombres, cuando hay muchos hombres en un grupo es como que a la

mujer un poco la dejan de lado, la subestiman. Hasta que… por eso la mujer siempre

tiene que estar demostrando un poco más. Capaz que hay una mujer mucho más

capaz que un hombre pero siempre la mujer la tildan como falta de capacidad”. (ELeg-

51)

El argumento más frecuente y central refiere a la exclusión de las mujeres en las negociaciones, la

participación de espacios de decisión y la distribución de los cargos:

“(…) Cuando se conforma, primero se conforman los varones, las comisiones, siempre

la mujer tiene que estar discutiendo el lugar; al varón, como que naturalmente se lo

dan”. (ELeg-1)

“Los cargos que hay nunca los ocupan las mujeres… en el departamento no permiten

que las mujeres se organicen ni participen. Considero que estas cosas pasan por las

mismas mujeres que seguimos creyendo que necesitamos de los hombres para todo.

Los hombres apoyan a las mujeres, pero al mismo tiempo no te permiten crecer

políticamente”. (EInt-27)

“Los acuerdos siempre son con los hombres, se juntan en la previa de las reuniones

con los varones. Cuando ya no les queda otra, ’bueno, ¿hay alguna autoridad mujer?,

la llamemos’”. (ELeg-2)

“Los ministerios están cubiertos casi en su totalidad por personas masculinas. Las

mujeres no tienen el poder de decisión que tienen los hombres”. (EInt-45)

“Los cargos políticos para mujeres son solo para cumplir con el cupo”. (EInt-33)

En tal sentido, una de las entrevistadas insiste en la necesidad de un esfuerzo especial por parte

de las mujeres para evitar este tipo de exclusiones, estando atenta, activa y ocupando espacios

políticos:

“No, no hay discriminación, pero tenés que estar muy atenta que no te dejen afuera.

Porque creo que todavía sigue el machismo. Cuando vos no le das lugar - en el sentido

de si hay una reunión, participas; si tenés que hacer algo, lo haces -; pero si vos te

quedás en tu casa tranquila, más vale que te van a robar los espacios. En eso las


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mujeres deben estar firmes y trabajar para que nadie ocupe los lugares que nos

corresponden”. (ELeg-39)

Un argumento sumamente interesante es el que sostiene que esta situación de discriminación se

asocia con una lógica distinta de hacer política por parte de las mujeres y una sensación de

pérdida de poder por parte de los hombres:

“(…) Al varón le cuesta mucho entender que la mujer le puede disputar espacios, y eso

se ve en la política también. (…) Los varones, me parece que están pensando,

sintiendo, que si la mujer ingresa a la política les ocupa lugares que le estaban

reservados solo a ellos. Y eso es un componente cultural muy fuerte”.

“Sigue habiendo ese componente de que la política es para los varones, y que las

mujeres que tenemos un modo distinto de hacer política, porque le imprimimos una

mirada distinta probablemente y ese tratar de encontrar explicaciones, consenso, a

los varones les jode”. (ELeg-2)

Indudablemente, de todos los espacios políticos citados y donde las entrevistadas se desempeñan,

la Legislatura aparece como el más intensamente cuestionado:

“No me pasó nunca en mi actividad profesional, (…) en un estudio jurídico, con

hombres, con mujeres, jamás hemos tenido ningún problema por ser mujeres. En

cambio, sí en este ámbito de la Legislatura de Córdoba, donde me da la sensación que

las decisiones pasan por los hombres de los partidos, las decisiones importantes. Por

un machismo que todavía no se termina de superar”. (ELeg-4)

“Sí, percibo que hay intento de discriminación. (…) Cuando me elijen autoridad, costó

que las otras autoridades varones entendieran que tenían que discutir conmigo de

igual a igual, seguían discutiendo con quien había sido la autoridad antes, que era un

varón, y yo creo que tenía que ver con una cuestión de género”. (ELeg-2)

Con el objetivo de contar con una respuesta resumen que pueda captar una apreciación general

de las legisladoras, intendentas y jefas comunales en torno a la situación de las mujeres en la

política, se les presentó una serie de premisas en las que las entrevistadas tenían que manifestar

su acuerdo o desacuerdo. En términos generales, se puede decir que, aunque reconocen que en

materia de empoderamiento la situación ha mejorado con respecto a años anteriores, las

respuestas subrayan la existencia de una situación de desigualdad entre hombres y mujeres en el

ámbito de la política y que esas respuestas son congruentes entre sí.


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Percepciones en torno a la igualdad de género en política

De acuerdo En desa-

cuerdo

NS/

NC

A Las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres para

desarrollar su carrera política.

55% 45% 0%

B La discriminación hacia las mujeres no desaparecerá si no se modifica el

sistema social vigente.

73% 25% 2%

C En materia de empoderamiento político de las mujeres la situación ha

mejorado con respecto a años anteriores.

91% 9% 0%

D Las posibilidades de acceder a cargos políticos son las mismas para

hombres y mujeres.

43% 57% 0%

E Los partidos políticos elaboran sus listas electorales con igualdad de

género.

62% 38% 0%

F Las mujeres tienen que trabajar más y mejor que los hombres para

tener el mismo reconocimiento político.

68% 30% 2%

G Los medios de comunicación, a la hora de analizar su gestión, tienen en

cuenta más las cuestiones de imagen de su persona que las acciones y

proyectos que lleva a cabo.

38% 57% 5%


Más allá de las percepciones generales, en algunas premisas la percepción varía según se trata de

legisladoras o intendentas y jefas comunales. Nuevamente, la percepción de las legisladoras con

respecto a la igualdad de género en la política es más crítica. Concretamente, en la premisa “A”, el

acuerdo es del 75%, mientras que las intendentas y jefas comunales están en desacuerdo en un

55%; y en la premisa “D”, donde el desacuerdo es del 70% para las primeras, en tanto las segundas

se debaten 50/50. Ambas premisas tienen que ver con la percepción general de la igualdad entre

hombres y mujeres en la política.


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Percepción premisa “A”


Percepción premisa “D”



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RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS: FORMACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL Para concluir, se considera la última de las dimensiones analizadas en el estudio: las recomendaciones de políticas. Aquí, se les consultó a las legisladoras, intendentas y jefas comunales qué aspectos creían que deberían abordarse prioritariamente para promover la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito de la política. De las respuestas, el eje estratégico mencionado con mayor insistencia fue la formación y capacitación, sobre todo política. Con ello se quiere significar capacitar a las mujeres para su empoderamiento político, con una formación que incluya conocimientos en políticas públicas, herramientas de negociación y empoderamiento, para disputar espacios con las mismas posibilidades que tienen los hombres.

“Herramientas de empoderamiento, cómo disputar espacios. Las mujeres no saben pelear, no sabemos negociar por los espacios propios. Son los varones los que siguen decidiendo por las mujeres. Necesitamos herramientas de negociación y de empoderamiento. Generar capacidad o conocimiento para trabajar positivamente en políticas públicas de género. Todavía las mujeres no dimensionamos la importancia de trabajar en políticas públicas con mirada de género, en toda la estructura de los gobiernos en general. Si vamos a decidir un plan de vivienda, cuántas viviendas van a ser para mujeres solteras con hijos a cargo”. (ELeg-2)

“Apuntaría primero a la capacitación y a la capacidad también, porque ojo que yo no tengo un título, no soy una persona que exija que vos si no tenés un título no podés estar acá haciéndome la encuesta, o de legisladora o de intendente; sí con la capacidad política para desarrollar el cargo, que son dos cosas distintas. Primero creo que la experiencia y la formación van de la mano además de la formación individual y personal al título académico, que es muy importante, pero sí es necesario a mi criterio, muy personal, que la función pública también esté desarrollada o muy bien acompañada, no solo de un técnico si no de una persona que sepa socialmente entender la necesidad de la sociedad; si no, no existe un buen dirigente político. Por capacidad política, por actitud y aptitud política, pero por sobre todo por… yo creo que es necesario la formación de la persona, pero es necesario que la persona también esté formado políticamente”. (ELeg-50)

Dentro de esta recomendación también se ha hecho referencia a una capacitación en cuestiones de género, lo cual supone formar mujeres no solamente para que puedan llevar adelante una carrera política sino para que además lo hagan con perspectiva de género.

“La capacitación, pero con respecto al género, que las mujeres tomemos conciencia de que tenemos que también estar a la altura del tema del conocimiento sobre todo”. (Eint-45)


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Asimismo, se enfatizó en que la formación y capacitación tiene que ser para promover una mayor

participación de las mujeres, en lo posible desde la juventud, en espacios sociales y políticos como

inicio de una trayectoria que luego le permitan acceder a cargos superiores.

“Primero que todo, el trabajo. No debemos dejar pasar los años las mujeres porque yo

veo que ahora chicas jóvenes se involucran en la política y es buenísimo, que tengan

ideas, que tengan participación, porque pasan los años y después… ¿cómo te formas?

y todo. Yo que empecé de grande a hacer política pero tenía a mi esposo que siempre

fue político, le escuchaba nada más, pero no participaba. Pero yo creo que cuando sos

joven y participás en distintas instituciones... Por eso digo, hacer política, tenés que

ocupar un lugar en un espacio, en distintas comisiones, en asociaciones, en todo lo

que tengas en tu pueblo, entonces ahí vas creciendo y vas teniendo participación y te

vas conociendo también”. (ELeg-39)

Por último, se puede afirmar que aunque existe consenso sobre un avance en el empoderamiento

político de las mujeres –que como se ha visto, es algo que prácticamente todas las entrevistadas

acuerdan-, todavía restan obstáculos y discriminación que siguen siendo un impedimento para la

igualdad de oportunidades en el desarrollo de la carrera política y el acceso a cargos

representativos. Vale decir, que ese techo de cristal al que se hizo referencia lejos está de haber

desaparecido, - aunque quizás opere más bien como "laberinto"-, y por eso torna necesario

atender este problema desde la acción pública.


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BIBLIOGRAFÍA -Cuevas Valenzuela, H. (2015). Elites políticas y trayectorias políticas militantes: El espacio sociopolítico de la izquierda

chilena. Revista de Ciencia Política (Santiago), 35(2), 299-325. Disponible en http://goo.gl/hTf2sC

-Diéguez, G. y Valsangiacomo, A. ¿Laberinto de cristal? Avances y desafíos de las mujeres en la Administración Pública

Nacional, en “GPS Del Estado” (documento de CIPPEC y ASAP). Disponible en http://goo.gl/HlQOlF

- Marx, J., Borner, J y Caminotti, M. (2007) Las legisladoras: cupos de género y política en Argentina y Brasil. Siglo XXI.

Editora Iberoamericana, Buenos Aires. Disponible en http://goo.gl/rE6W0j

-ONU Mujeres (2014). Guía Estratégica “Empoderamiento político de las mujeres: marco para una acción estratégica en

América Latina y el Caribe (2014-2017)”. Disponible en http://goo.gl/nMCBNU

Páginas web consultadas:

-CEPALSTAT: Bases de datos y publicaciones estadísticas de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el

Caribe) http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_CEPALSTAT/Portada.asp

-Élites: Observatorio de élites parlamentarias en América Latina http://americo.usal.es/oir/elites/

-“Women in national parliaments”: base de datos de IPU (Unión Interparlamentaria) http://www.ipu.org/wmn-

e/classif.htm

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http://www.ipu.org/wmn-e/classif.htm

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