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Tratados españoles del siglo XIX: Carpintería antigua y moderna de Federico de Arias El tratado de Carpintería de Federico de Arias y Scala, editado en Barcelona en 1888 por el estableci- miento tipo-litográfico de F. Nacente, es, con toda seguridad, la mejor y más completa obra sobre dicha materia publicada en España en el pasado siglo. Consta de dos volúmenes y un atlas, siendo su conte- nido general teórico práctico, dirigido a cuantos se interesan o tienen rel,ación con este arte, es decir, se- gún señala el propio editor: carpinteros, ingenieros, arquitectos, maestros de obra, dibujantes, pintores, constructores, alumnos de Escuelas y Academias es- peciales, etc. El primer volumen engloba todo lo referente a las maderas de construcción, sus variedades nacionales y exóticas, sus enfermedades y defectos; a las herra- mientas e instrumentos de la carpintería; a la explota- ción, preparación, transporte y apilamiento de las piezas de madera; a las tres variedades de ensambles; a los armazones de los muros y tabiques; a los entra- mados horizontales o de pisos; a los tejados y los ar- mazones inclinados o de cubierta, incluyendo una vasta tipología de armaduras, su ejecución, arcos, en- tramados antiguos y colgantes, cúpulas, etc. Desarro- lla también los capítulos de escaleras correspondien- tes a la carpintería de taller de obras fijas; el uso del hierro como material auxiliar y componente de los entramados; y estructuras auxiliares como andamios y apeas. El segundo tomo continúa desarrollando estructu- ras complementarias: las cimbras; la carpintería apli- cada a la cimentación; las construcciones hidráulicas Francisco Javier León Vallejo con madera; las obras subterráneas; puentes de todo tipo y ruedas matrices; la carpintería de taller y eba- nistería, tanto de obra fija y móvil, como pesada y li- gera, incluyendo puertas, balcones y ventanas; puer- tas de entrada a edificios; verjas y barreras; fachadas de tiendas, decoración de interiores, mostradores y estanterías; pabellones, cobertizos y muebles de igle- sia; toda suerte de molduras. Finalmente, incluye dos capítulos técnicos referidos a la resistencia de las maderas y a las sierras mecánicas (figura 1). El atlas recoge 578 láminas que incluyen unos 2800 dibujos y gráficos. Las láminas se distribuyen de la siguiente manera: instrumentos, herramientas y máquinas: 48; preparación, corte y apilado: 12; en- sambles: 32; armazones verticales: 6; armazones ho- rizontales: 15; entramados de cubierta: 127; escale- ras: 11; piezas y elementos metálicos: 3; andamios, apeas y cimbras: 15; cimentación, obras hidráulicas, minas y puentes: 40; secciones resistentes, tablas y ábacos de cálculo: 5; y carpintería de taller y ebanis- tería: 262. Si se analiza ]a importancia relativa concedida a los distintos contenidos del tratado, se observa que el tema específico principal es el de la cubierta y sus entramados, al que se dedican 22 capítulos, 180 pági- nas de texto, de las 700 que suman los dos volúme- nes del tratado, además de los más de 950 dibujos y gráficos explicativos. La carpintería de taller y eba- nistería abarca 7 capítulos, 130 páginas de texto y al- rededor de 800 dibujos. Los aspectos generales, he- rramientas, preparación y ensambles ocupan 12 Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996, eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.

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Tratados españoles del siglo XIX: Carpinteríaantigua y moderna de Federico de Arias

El tratado de Carpintería de Federico de Arias yScala, editado en Barcelona en 1888 por el estableci-

miento tipo-litográfico de F. Nacente, es, con todaseguridad, la mejor y más completa obra sobre dicha

materia publicada en España en el pasado siglo.Consta de dos volúmenes y un atlas, siendo su conte-nido general teórico práctico, dirigido a cuantos seinteresan o tienen rel,ación con este arte, es decir, se-gún señala el propio editor: carpinteros, ingenieros,

arquitectos, maestros de obra, dibujantes, pintores,constructores, alumnos de Escuelas y Academias es-peciales, etc.

El primer volumen engloba todo lo referente a lasmaderas de construcción, sus variedades nacionales yexóticas, sus enfermedades y defectos; a las herra-mientas e instrumentos de la carpintería; a la explota-ción, preparación, transporte y apilamiento de laspiezas de madera; a las tres variedades de ensambles;

a los armazones de los muros y tabiques; a los entra-mados horizontales o de pisos; a los tejados y los ar-mazones inclinados o de cubierta, incluyendo unavasta tipología de armaduras, su ejecución, arcos, en-tramados antiguos y colgantes, cúpulas, etc. Desarro-lla también los capítulos de escaleras correspondien-tes a la carpintería de taller de obras fijas; el uso delhierro como material auxiliar y componente de losentramados; y estructuras auxiliares como andamiosy apeas.

El segundo tomo continúa desarrollando estructu-ras complementarias: las cimbras; la carpintería apli-cada a la cimentación; las construcciones hidráulicas

Francisco Javier León Vallejo

con madera; las obras subterráneas; puentes de todotipo y ruedas matrices; la carpintería de taller y eba-nistería, tanto de obra fija y móvil, como pesada y li-gera, incluyendo puertas, balcones y ventanas; puer-

tas de entrada a edificios; verjas y barreras; fachadasde tiendas, decoración de interiores, mostradores yestanterías; pabellones, cobertizos y muebles de igle-sia; toda suerte de molduras. Finalmente, incluye dos

capítulos técnicos referidos a la resistencia de lasmaderas y a las sierras mecánicas (figura 1).

El atlas recoge 578 láminas que incluyen unos2800 dibujos y gráficos. Las láminas se distribuyende la siguiente manera: instrumentos, herramientas ymáquinas: 48; preparación, corte y apilado: 12; en-

sambles: 32; armazones verticales: 6; armazones ho-rizontales: 15; entramados de cubierta: 127; escale-ras: 11; piezas y elementos metálicos: 3; andamios,apeas y cimbras: 15; cimentación, obras hidráulicas,

minas y puentes: 40; secciones resistentes, tablas yábacos de cálculo: 5; y carpintería de taller y ebanis-tería: 262.

Si se analiza ]a importancia relativa concedida alos distintos contenidos del tratado, se observa que eltema específico principal es el de la cubierta y susentramados, al que se dedican 22 capítulos, 180 pági-

nas de texto, de las 700 que suman los dos volúme-nes del tratado, además de los más de 950 dibujos ygráficos explicativos. La carpintería de taller y eba-nistería abarca 7 capítulos, 130 páginas de texto y al-rededor de 800 dibujos. Los aspectos generales, he-

rramientas, preparación y ensambles ocupan 12

Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996, eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.

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Figura J

capítulos y casi 150 páginas, junto a unos 600 dibu-jos y gráficos aclaratorios. La construcción civil

abarca 11 capítulos, 70 páginas y más de 200 dibu-jos. Cabe destacar asimismo la menor atención dedi-

cada a los armazones verticales y horizontales (figura2), a los que sólo se asignan tres capítulos con 35 pá-

ginas y 114 dibujos. Esto podría explicarse, en parte,ya que los entramado s verticales exteriores son me-

nos usuales fuera de la arquitectura popular, mientrasque los de pisos presentan muchas menos variantes,

en comparación con los de cubierta.

LA CARPINTERÍA EN EL MARCO DE LOS

TRATADOS DE CONSTRUCCIÓN

Esta obra se inscribe claramente en el marco histó-rico de la tratadística más señera por su importanciaen un ámbito especializado pero fundamental, junto a

los de la cantería y la albañilería, para el mundo delsaber y de la práctica constructiva. Como la mayoría

F. J. León

de los tratados clásicos, se basa y recoge la tradicióny la experiencia aportada por diversos autores, tanto

españoles como europeos, principalmente francesesy alemanes, donde quizá existe por entonces el ma-

yor grado de desarrollo técnico y una mayor capaci-

dad divulgativa. No existiendo aún costumbre de ci-tar la bibliografía utilizada, por lo menos el autor

menciona que la obra «se redactó en vista de lasobras de Adhemar, Diego López de Arenas, Cabanié,Douliot, Emy, Fourneaux, Frezier, Hassenfratz,Krafft, Merly, Riddel y otros».

Puede decirse que la Carpintería del ingeniero Fe-derico de Arias participa del doble carácter queasigna a la propia obra: antiguo y moderno. En

efecto, el sabor de este tratado es dual: clásico en suestructura formal y moderno en la de su contenidotécnico. Así, conserva la tradicional y radical separa-ción de texto y dibujos explicativos, igual que hacerRondelet en su famoso L 'Art de Batir. La minuciosi-dad y elevada calidad de los dibujos elaborados enláminas con una intencionalidad que trasciende lo

meramente explicativo, para rayar con la ilustración

Figura 2

Carpintería de Federico de Arias 299

artística. La redacción de cada tema parte, como es lacostumbre, de la explicación de ejemplos clásicos,antiguos y modernos, que describe y anaJiza, incluso

con mención de anécdotas, para después pasar a esta-blecer sus propuestas sobre casos más genéricos aun-que casi siempre reales.

Así pues, se trasluce con claridad ese carácter em-pírico de] anáJisis, que expone el saber sobre los mo-

delos existentes y experimentados, y no sobre su-puestos meramente teóricos, es decir, tal como sevenía haciendo desde la antigüedad, si se exceptúanlas geniales propuestas de algunos arquitectos delRenacimiento. En este sentido, el tratado se apro-xima a muchas de las obras que desde Vitruvio hastaA]berti, Bails, Rondelet y otros muchos, se han acer-

cado al estudio y divulgación de los métodos de laconstrucción.

Pero a la vez este tratado contiene los rasgos de unmodelo con una visión del arte de trabajar la maderamucho más científica y técnica, al estilo de los trata-

dos franceses, pudiéndose reconocer plenamentedentro de las características de una obra moderna.Varias son las razones que justifican lo anterior:

- La estructura de su contenido, perfectamente or-ganizada desde el punto de vista de la metodologíadidáctica, sin olvidar su intención de ser a la vez

eminentemente práctica.

- La precisión geométrica de sus trazados, muchosde ellos de gran complejidad, a la vez que plena-mente razonados y justificados.

- Las aportaciones de elementos de apoyo al di-seño, en forma de criterios de cálculo, conteniendo

un capítulo dedicado a la resistencia de las maderas,que incluye tablas y ábaco s para la selección y cál-culo de las secciones de las piezas.

- La extraordinaria riqueza de sus contenidos enlas aplicaciones de ]a carpintería de armar en obra ci-vil, ingeniería hidráulica y puentes (figura 3).

- La completa descripción y representación de to-dos los útiles, herramientas, piezas de unión, sierrasmecánicas y otras máquinas necesarias en la serreríao el taller de carpintería

- Por el exhaustivo tratamiento de la carpintería detaller de obra fija y móvil, así como de la ebanisteríadedicada a la ornamentación y mobiliario.

- Por la gran claridad y sencillez de las explicacio-nes, que sin eludir el lenguaje técnico que le corres-ponde, procura ser accesible, incluso ameno, al lector

fi'y/J.57

---

Figura 3

o estudioso de sus textos, siendo acaso el requisitomás importante un cierto conocimiento de la geome-tría descriptiva.

MÉTODOS DE CÁLCULO Y OTROS

CONTENIDOS TÉCNICOS

Uno de los aspectos más importantes de] contenido

de este tratado de carpintería es, sin duda, el relativoa la resolución de los problemas estructurales queplantean las piezas de madera de los armazones,principalmente, cuchillos, vigas y pies derechos (fi-gura 4). El libro proporciona un conjunto de ábaco spara la comprobación de las secciones de vigas ypies derechos, en razón a la selección de dimensionesy tipos de carga apJicados. Todo ello está basado en

los conceptos de resistencia de las maderas corres-pondiente al capítulo LXIII del segundo volumen.

En este capítulo se explican diversos experimentos

sobre los que se apoyan las fórmulas de cálculo, en-

300

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Figura 4

tre los que destacan los efectuados por el arquitectoRondelet, sobre resistencia de pies derechos, pandeo

de soportes y fallo de los mismos por aplastamiento.Basándose en estas leyes, Morin y Hodgkinson pro-pusieron distintas fórmulas para el cálculo de lacarga admisible de las secciones cuadrada y rectan-gular. A partir de estas experiencias y formulaciones

se elaboraron distintos cuadros para: comprobaciónde pies derechos de madera y obtener las escuadrías

de éstos, para una carga dada. Asimismo se exponenlos conceptos de resistencia a la presión perpendicu-lar a la dirección de las fibras; resistencia al aplasta-miento o esfuerzo de tracción en sentido de la longi-tud de las fibras; resistencia a la ruptura por flexión yresistencia a la torsión.

A continuación se explican distintos problemasestructurales tales como: viga con carga puntualcentrada o en un punto cualquiera; viga doblementeempotrada; viga con varias cargas puntuales y con

carga repartida; vigas y piezas de entramado s some-

F. J. León

tidas a flexión; comparación de secciones cuadradasy cilíndricas equivalentes; repartición de cargas so-

bre vigas y columnas en pórticos; reseña sobre cál-culo dc entramado s verticales y cuchillos. Final-mente dedica algunos apartados a los conceptosrelativos al cálculo de puentes, arcos, empuje de en-tramados y de arcos usados en puentes y en estructu-ras de cubierta.

Además dc los capítulos dedicados al estudio yclasificación de la madera, su preparación, ensam-blaje (figura 2), herramientas y máquinas de carpin-tería, cabe dcstacar, dentro del apartado de carpinte-

ría de taller y ebanistería, la exposición de mediosde conservación de las maderas de construcción. Sedescriben lo métodos más modernos de preserva-ción del material, comenzando por los relativos alsecado correcto. Se hace un repaso a las formula-ciones para evitar la putrefaccción; conservaciónempleando parafina y petróleo e inyección de lasmaderas. Finalmente se describen los procedimien-tos relativos a las maderas de ebanistería: embuti-dos y su ejecución; sombreados a la arena y alácido; representación y grabado de flores y arabes-cos; co]oraciones y mordientes; tinturas para distin-

tas maderas o para imitar otras. Especial interéstiene la descripción de los distintos revestimiento spara conservación de maderas al exterior: pinturas

hidrófugas e incombustibles; metalizaciones; barni-

ces para parqués. También se trata la técnica delchapeado; el pulimento de las maderas; y los proce-

dimientos de restauración de muebles de maderabarnizados.

LA ANTIGUA Y LA MODERNA CARPINTERÍA

El nombre de este epígrafe se refiere al subtítulo queacompaña al título principal del tratado. Quiere conello el autor dejar claro que lo que en él se expone es

el conocimiento actual existente en el arte de la car-pintería, como desarrollo lógico de una tradición

constructiva en madera que se remonta hasta la Anti-güedad Clásica. Claro tributo, como ya se ha men-cionado, al tratado clásico que se basa en la recopila-

ción y análisis de las obras históricas, con laaportación de algunas más recientes, que no siempre

son criticadas favorablemente, en aras de ese pruritotradicional de casi mitificar los ejemplos constructi-vos de los antiguos.

Carpinterfa de Federico de Arias 301

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No obstante, la Carpintería de Arias no adolece deexcesos en esa dirección, sino que más bicn se limitaa exponer los métodos de construcción de la historiamás o menos reciente, aportando unos cuantos ejem-plos como referencias bastante próximas a los tipos

de modelos más recientes, carácter que puedc otor-garse a construcciones de los siglos XVIII y XIX, e

incluso algunas anteriores. Por ello puede percibirseque el arte del trabajo de la madera, sobre todo en ]0

referente a la carpintería de obras afuera, estaba yamuy avanzado desde el Renacimiento, no habiendo

existido hasta las décadas finales del XIX más queun mero y lógico desarrollo técnico, y sólo algunasaportaciones novedosas debidas a constructores fran-

ceses del estilo de Philibert de L'Orme, Mansard oEmy.

y aunque en el libro abundan los ejemplos de loque se considera trabajo antiguo de madera, ]0 cierto

es que la Carpintería es una obra predominante-mente actual para la época en que fue escrita. Ya elhecho de ser un tratado monográfico, referido a unaconcreta especialidad dentro del mundo de la cons-trucción, es un primer rasgo diferenciador de la ma-

yor tradición del tratado generalista, universal y di-

vulgador. Pero además, y siguiendo la tónica de los

tratados franceses del XIX, pretende ser una obra

técnica completa, que cubra todos los aspectos referi-dos al material, su elaboración, protección, diseño yejecución, abundando, como es lógico en estos dos

últimos como con'esponde a un tratado que pretendeser en especial didáctico y práctico. Y sin olvidar losfundamentos científicos del cálculo y resistencia demateriales. Por otro lado, hay que destacar el es-fuerzo realizado para contemplar las variantes de so-luciones constructivas en las distintas regiones delámbito nacional, principalmente en el norte, en Ma-drid, Barcelona y Levante, que ya en esos tiemposparecían apuntar como regiones de mayor grado dedesarrollo tecnológico.

Merece la pena aportar un breve resumen de losprincipales ejemplos de obras anteriores alsiglo XIX, recogidas en el tratado, por no ser siem-pre posible precisar la distinción y, por ello, la tran-

sición entre los que el autor considera antiguos ymodernos.

Entramados horizontales, entramados a lo Serlio,del XVII, a base de todas las cárdenas (vigas princi-pales) cojas, es decir, embrochaladas, para poder uti-

lizar piezas de menor longitud.Vigas compuestas, por varias piezas, ninguna de

las cuales tiene bastante longitud para correrse de unmuro a otro. Ejemplos de los palacios municipales deAmsterdam y Maastricht. También las correspon-dientes a la construcción de cuchillos (figura 3).

Vigas cuchillo, las armaduras se colocan sobre vi-gas compuestas o armadas, formando el conjunto unaespecie de cuchillos, imprescindibles para soportarartesonados. Ejemplo de viga de una sala del museodel Louvre.

Tejas antiguas, supuestamente mejores que las

modernas por fabricarse a mano, sencillez de forma yfácil corte. Son las antiguas tejas griegas tegule ira-

bricatae y tegule hamatae, conocidas modernamente(1888) por tegole y canali.

Entramados de cubierta. sistema de Ph. de

L'Orme: de tablas puestas de canto formando arcos.Ejemplo de la cubierta del castillo de La Muette,

cerca de París. Ejemplo de la cubierta de la sala delos Quintos de] Palacio de Barbón, en París, la demayor extensión realizada en 1797 con cuchillos ar-

mados con tablas planas de canto.

302

Cubiertas romanas: restauración de los cuchillo

de la cubierta de la basílica de San Pedro, en 1334.Entramado de cuchillos de San Pablo del Campo,iglesia romana quemada en 1823. Cuchillos de una

de las cubiertas más antiguas de Roma, la restaurada

en el 816, y la de la restauración de 1590. Cuchillode la iglesia de Santa Sabina, del 425.

Entramados de la Edad Media, caracterizados portener tantos cuchillos como sea el número de cuerdasque vayan a colocarse, siendo todos iguales excepto

los maestros, distintos a los demás, llamados de re-

lleno. En el convento de Metz, de 1278, los maestros

se distinguen de los de relleno en que sus piezas sonmás gruesas y por tener tirante y pendolón del quecarecen los simples. Cuchillos de la cubierta de laSala de los Estados del castillo de Blois (figura 6-1149 Y 1150). Sala del Palacio de Justicia de Rouen,

de 1493. Cubierta de la Granja de Meslay, en Tours.Cubiertas islámicas de la fortaleza de Alcalá Real, enJaen.

Entramados colgantes, o ingleses, de origen me-dieval, en que las armaduras poseen elementos orna-mentales que cuelgan de los pendolones. Cuchillo de

la cubierta del palacio de Westminster Hall, de 1399.Cuchillos de la cubierta principal del palacio deHampton Court, de la cámara del palacio de Crosbyy de la Cámara Dorada del Palacio de Justicia de Pa-

rís.Cúpulas, campanarios, agujas y torres, cúpulas

proyectadas por Jousse, RondeJet, Fourneau y St-yerrne. Cúpula de la iglesia de los inválidos, de Man-sard, comenzada en 1670. Campanario quebrado de

Basilea. Flecha recta de la Capilla Santa de París. Ata-

Figura 6

F. J. León

Figura 7

laya medieval, o campanario cuadrado para cuatro

campanas.Escaleras antiguas, con espigón, espigón hueco y

de dos y cuatro espigones.Andamios fijos y movibles, andamio fijo para la

restauración de la iglesia de San Gervasio, en París(figura 4-1490). Andamio fijo de la flecha de la cate-

dral de Chalons. Andamio fijo para la restauracióndel Panteón de París (figura 4-1493 a 1498). Anda-

mio movible para la restauración interior, de 1773,de la cúpula de San Pedro, en Roma (figura 4-1501).Andamio giratorio empleado en 1756 para la restau-ración de la cúpula del Panteón de Roma.

Cimbra.l, cimbras antiguas de los puentes de Cel-sius, en Roma y de un arco del puente de Gard, en Ni-

mes. Cimbras flexibles o móviles de los puente deNeuilly, en París y de Orleans. Cimbras fijas de lanave central de San Pedro en Roma. Cimbras de lospuentes de Moulins, de 1762, de La Doria, Gloucestery Brian<;on. Cimbras para la cúpula de San Pedro, en

Carpintería de Federico de Arias 303

Figura 8

Roma; y para la cúpula del Panteón de París, de Ron-

delet.Puentes, antiquísimo puente de Sublicius, sobre

el Tíber, construido, según Dionisio de Halicar-nasa, por los primeros patriarcas del cristianismo,

necesitados de puentes para salir a predicar la re-ligión a uno y otro lado del río, por lo que reci-

bían el apodo de constructores de puentes o pontí-fices. Puente de César sobre el Rhin, del 55 a.e.

Puente de la Brenta, en Bassano, construido porPalladio, con gran aumento de la luz de los tra-mos mediante el empleo de tornapuntas y cruce-ros. Puente de Kingston, sobre el Támesis, de si-milares características. Puentes a base dearmaduras, como los de Schaffouse (figura 1-1757), construido en 1757 por Grubenmann sobre

el Rhin, y el de Wittengen, de 1778. Entre lospuentes con armaduras y tornapuntas destacan uno

de los construidos por Palladio, y el de Kandel, enBerna, de 1764 (figura 1-1773). Entre los puentes

de madera sostenidos por arcos, uno de los másantiguos es el de Trajano sobre el Danubio enHungría, siendo el más notable el construido en1828, en Ivry, sobre el Sena.

EL GRAFISMO USADO EN LA CARPINTERÍA

La riqueza gráfica es quizás lo más destacable deltratado de Arias, junto a lo completo y sistemático de

su contenido literario. De factura clásica, al estilo delgrafismo usual en las publicaciones decimonónicas,

se caracteriza por la calidad de tratamiento de la lí-nea, y el cuidado y la precisión de los datos y de los

elementos trazados. La gran cantidad de dibujos,apretados para permitir disponer casi tres mil de ellos

en apenas 600 páginas del atlas, dan idea de la mag-nitud del trabajo llevado a cabo por los delineantes alas órdenes del autor.

Si algo puede achacarse a esta completísima obragráfica es, acaso, precisamente su abigarramiento,que conduce, por la necesidad de reducir al máximo

la extensión, a una limitada ordenación correlativa

de los dibujos. Es difícil, en ocasiones, localizar undeterminado dibujo por su número de referencia,pues éstos no siguen un orden, sino que se disponen

en los lugares más adecuados por su extensión paraminimizar la cantidad de papel empleado. Tampocopuede alabarse la calidad del soporte elegido por eleditor, que, aunque con gramaje suficiente, adolece

de excesiva fragilidad, acusada seguramente con elpaso del tiempo que, a su vez, provoca un excesivo

obscurecimiento del papel derivado de la baja cali-

dad de los componentes orgánicos de la pasta em-pleada. Lejos, desde luego de la calidad telar del tra-

tado de Rondelet.Ello no impide apreciar la delicadeza del trazo

puro y ligero, levemente resaltado en parte para con-seguir la ilusión de relieve. O la sencillez del cuidado

sombreado mediante rayado, y la laboriosidad y de-talle de las texturas y complejas ornamentaciones delas armaduras colgantes y los elementos de ebaniste-ría y mobiliario.

En fin, uno queda enganchado por la mezcla desencillez de los trazados y la complejidad de mu-chas figuras difíciles de interpretar sin suficientesconocimientos geométricos. Se aprecia un enormerigor en el delineado de todos los ensambles, herra-

mientas y maquinaria usada en la carpintería, des-tacando las láminas que recogen los distintos mo-delos de sierras mecánicas. Pero donde se observanlas mayores cotas de calidad técnica del dibujo esen los trazados de armaduras de cubierta, cuyaúnica limitación es la carencia de escalas gráficasde referencia. Escalas que sí aparecen en los her-mosos dibujos de ebanistería, probablemente por-que el autor pensó que los primeros debían ser en-

tendidos antes que ejecutados, al contrario que los

modelos de puertas, ventanas, molduras y muebles,que serían reproducidos con toda probabilidad en

los talleres de carpintería, como puedo dar fe por laexperiencia de mi propio padre, del que recibí este

tratado.

304

-.

Figura 9

EL LÉXICO DE LA CARPINTERÍA

Ante todo, lo primero que se aprecia en el texto deltratado es su lenguaje absolutamente actual, y conello me refiero al estilo usado en el final delsiglo XX. Nada de la retórica de los tratadistas clási-cos, al estilo de Bails o los renacentistas. Más se

acerca, como parece lógico, a la manera de expre-

sarse de un Rondelet y otros autores del pasado siglo,también en correspondencia con la adecuación a untema especializado y visto desde el prisma de un in-geniero militar de construcción.

No obstante, sí que resulta gratificante reconocerla fluidez de escritura utilizando el léxico clásico dela carpintería, con toda la riqueza de vocablos hoy endesuso salvo en círculos limitados de carpinteros oaficionados a la historia y la terminología de la cons-trucción, como es mi caso. Abundancia de términosy sinónimos para designar herramientas, piezas, en-

sambles y operaciones de un arte en decadencia porinflujo de los nuevos materiales y la prefabricación.

Se reconocen palabras que designan otras cosas quelas que en ellas hoy se reconocen, como es el caso deforjado, que en la construcción tradicional signifi-

caba el relleno complementario al entramado, hoyevolucionada para ser sinónimo de la propia estruc-

F. J. León

tura horizontal. Vocablos tan sonoros como escople-adura, substituida hoy por la más vulgar caja. En fin,

su lectura aviva la nostalgia de tiempos tranquilos,oficio artes anal pero cuidado y lenguaje aún no cons-treñido por reglas y' academias, que intercambia sinpudor la x por la s y distribuye ocasionalmente los

acentos.En resumen, una obra admirable, que me fascinó

desde la niñez, y que es la expresión de una época

culta y meticulosa, ávida de conocimiento y pro-greso. Es el resultado de un extraordinario trabajopor expresar la tradición y el desarrollo de un arte

fundamental en la construcción de los edificios y enlas vidas de los hombres de su época.

Figura 10