Diálogos de Narciso.

En un viaje que tuve durante mi travesía en busca del sanctasanctórum hice una pausa para

descansar en el árbol de la beatitud, donde estuve leyendo sobre la sabiduría del rey Arturo.

Y después continúe caminando por una vereda, alrededor de ella contemplaba los más hermosos

árboles secos y casi moribundos, más adentro de aquel bosque sin vida, encontré un espejo, con la

magnitud nunca antes vista por mis ojos, cuando logre llegar hasta el, comenzó a temblar el

cristal, a moverse como si fuese olas de mar, al mismo tiempo se dejó ver un rostro, algo gastado

y reflejaba una tristeza inigualable. Al poco tiempo me hablo así:

- Una voz: Narciso soy.

-Yo: ¿Narciso?

-Narciso: Si, soy Narciso, el mismo que se enamoró del propio reflejo en el manantial.

-Yo: Bueno, sin más demora, deseo proseguir con mi camino.

-Narciso: Espera, tengo algo que compartir contigo, ¿Sabes una cosa? , tú eres igual a mí…

-Yo: Ja, que te sucede hombre sin razón, yo no soy ni en lo más mínimo semejante a ti.

-Narciso: Necio es entre los necios el que sin distinción afirma o niega, eso es lo mismo que tú

haces, niegas tu esencia misma.

- Yo: No comprendo lo que dictas ante mí, ¿Podrías explicárselo a un pobre cortesano como yo? ,

a manera de que yo con facilidad pueda comprender y valorar tú sentencia.

-Narciso: Es tan fácil como beber vino y hacerle el amor a tu mujer, existe en cada quien, un

"espíritu" o un "yo", y al creer en que es un ser material, proyecta ante todos la creencia de la

substancia "yo", Todos conservan su ego, claro que nunca existiría, si estuviésemos solos, ¿Lo

comprendes? , somos tan crueles.

-Yo: Pero el mundo no puede ser diferente, ya que la magnitud de los matices entre lo bueno y lo

malo son tan exactos, que a veces no sé, cuando el negro es negro y cuando es blanco, es por eso,

que siempre cometo errores.

-Narciso: Mira, el mundo se puede dividir en las partes que tu criterio deduzca, pero lo común y

más corriente, se da en 2 partes recuerda. El mundo se divide en el mundo aparente, el mundo en

que lo físico prospera, dada la circunstancia que se sabe que es "real" y en su contraparte, existe el

mundo "verdadero", o más vulgarmente conocido como "imaginario", es en él, en donde tu mente

vive, porque es donde no sabes lo que es cierto o lo que es falso, así como el viejo sabio dijo,

arriba es arriba y abajo es abajo, dime, ¿Quién te dicta que es arriba y que es abajo ?,

absolutamente nada, ni nadie.

-Yo: Dime entonces mi buen Narciso, ¿Cuál es la verdad?, dímela, te lo pido por la que en su

vientre perdido dejo caer el fruto de la culpa, obséquiame esa verdad, no quiero que esto sea la

culpa de mi decadencia.

-Narciso: Lo acabo de explicar, me has defraudado, eres como aquel que va en busca de la verdad

sin conocer el arte de encontrarla y déjame decirte algo, si esto es lo que haces, el viaje será peor

que en vano, porque quieres aprender las cosas por su nombre, y no puedes ver su esencia, que es

lo más importante de cada cosa.

-Yo: Disculpa, mi afán por querer saber la verdad, ha hecho que sea un arrogante.

-Narciso: Es común, eres humano y debes saber que el humano se extravía siempre que no

satisfecho de lo que tiene, busca la verdad fuera de los límites de lo posible y no se da cuenta que

esta frente a él, y no te aflijas, yo ya se lo que eres, te lo dije. Bien te lo dije, eres como yo, eres

como el propio Narciso, sin embargo puedes cambiar tu figura.

Yo: Ayúdame no quiero vivir sin conocer donde está la verdad, seré tu aprendiz, quiero llegar a ser

el hombre más puro que haya existido.

-Narciso: Si todo en la tierra se aprende por vía de la enseñanza, se entendería de ese modo y la

sutileza del sofisma y el dogma seria en vano.

¿Pureza?, no me vengas a dar más tristezas, porque esa es la principal consecuencia del porque

estoy aquí, ahora me vez llorando, porque estoy en esta porquería de espejo, donde jamás lograre

salir, por creer saber lo que era la pureza y querer poseerla.

Pero tú no estarás como ahora yazgo aquí, te lo diré, los aristócratas y los sacerdotes, son los que

le han dado el seudónimo "pureza" a los de la realeza, ellos malditos seres, ellos les dictan a los

HOMBRES lo que es bueno y lo que es malo, ellos son los que dan permiso y prohíben. Ahora,

dime ¿Cómo puedes ser un Hombre superior?, si te prohíbes de tantas cosas, si acaso el Rey de

Reyes se prohíbe tantas cosas para poder llegar a la beatitud, ¿Porque cada persona se prohíbe

solo por creer que será puro hasta la muerte?, incluso un campesino será mejor que el mismo Rey,

porque el campesino sabe que para obtener la pureza es necesario ver más allá del bien y del mal.

Te lo pido, hazme caso y no caigas en mi error.

Contempla lo que te pido, rompe con esos dogmas, con las sofisma y falacias de los moralistas, se

libre y veras que pronto, muy pronto serás un Hombre superior.

-Yo: Bueno mi querido hermano, tengo que partir.

-Narciso: No soy hermano de nadie, soy un inconsciente profundo y que se va carcomiendo los

evos y las ideas vanas, ve por el camino del hombre superior.

Estas fueron las últimas palabras de aquel ser que nunca supe si era real o si era causa de mis

delirios más profundos, continúe caminando sobre la aglomerada nieve sobre el suelo, ya era

invierno, de pronto, sentí que un cuervo picoteaba mi cráneo, desperté y era una manzana que

había caído del árbol. Me encontraba sudando, temblando y aún temeroso de aquel sueño, no dije

nada, levante mi libro y continúe mi larga travesía.

Autor: José Francisco Ortíz Martínez.

Año: 2006

Inspiración: Friedrich Nietzsche.