trabajo revelacion y fe

5/20/2018 Trabajo Revelacion y Fe

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EL DIOS DE LA FE Y EL DIOS DE LOS FILSOFOS(JOSEPH RATZINGER)

Docente:

PBRO. MARTIN EMILIO ORTEGA

Alumno:JOHN FERNANDO RAMREZ OSPINA

I DE TEOLOGA

SEMINARIO MAYOR CRISTO BUEN PASTORPUERTO SALGAR (CUNDINAMARCA)

EXCELENTE Y EJEMPLAR TRABAJO DE COMENTARIO Y

ACOTACION DE FUENTES.REVISAR UN POCO LA REDACCION Y ESCRITURA

(DIGITACION) DEL TEXTO FINAL

FELICITACIONES. CALIFICACION SUMMA : 10.0


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CONTENIDO

INTRODUCCIN .................................................................................................... 3

EL PROBLEMA ....................................................................................................... 4

1. La tesis de Toms de Aquino ........................................................................ 4

2. La existencia de Dios .................................................................................... 4

3. Fe y Razn .................................................................................................... 4

LA TESIS CONTRARIA DE EMIL BRUNNER ......................................................... 5

INTENTO DE UNA SOLUCIN .............................................................................. 7

1. El concepto filosfico de Dios y la religin precristiana .............................. 7

2. El problema filosfico de Dios y la revelacin bblica de Dios. ................... 7

LA UNIDAD DE RELACIN DE FILOSOFIA Y FE ................................................. 8

1.Etapas ms significativas en el encuentro entre la fe y la razn ................ 9

2.El inters de la Iglesia por la filosofa ....................................................... 11

CONCLUSIONES .................................................................................................. 12


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INTRODUCCIN

El ser humano de por si es un ser para trascender a la divinidad, es algo que vieneinnato en su interior. Pues desde el inicio de los tiempos el hombre senta lanecesidad de unirse a una energa superior, a un dolo, a una deidad que laencontraba en el cosmos, la naturaleza, o en otra persona que consideraban comosu Dios.

Es el caso quizs de los primeros habitantes del planeta, quienes con sus mitos yformas primitivas de culto adoraban a los dioses; creados precisamente por esamisma necesidad de arrojar su existencia en algo superior, que los soporte y lesayude a no caer en el sinsentido de la vida.

Somos religiosos por naturaleza, lo llevamos dentro, no como un aadido, sinocomo una parte esencial de nuestra constitucin como seres humanos queentramos en contacto con los otros y con el otro.

Es as como el cristianismo quizs se ha ido gestando, como ha ido evolucionando

y como se ha ido manteniendo. El Dios cristiano es aquel que ha acompaado alser humano durante todo el proceso histrico de su vida. Se da y se entrega a lahumanidad en un sentido de como lo hace un padre con su hijo, pues es un serpersonal que lo ha creado y se le ha manifestado de muchas y distintas formaspara que aquel ser humano lo acepte por medio de la fe, y lo ame llevando a caboel plan salvfico.

Plan salvfico que en ocasiones no es tan claro ni tan fcil de entender, y es allprecisamente en donde la razn (filosofia) entra y juega su papel, no fundamental,pero s bastante importante ayudando a explicar la fe de una manera que sepueda trasmitir y aprehender por todos.

Aunque es importante constatar que el hombre por ms que quiera jams podrcomprender y entender a Dios en toda su plenitud, de hecho si lo hiciera. Diosdejara de ser Dios. Pero Dios en su designio salvfico quiso revelar gran parte deese misterio y lo hizo a travs del verbo encarnado. Jesucristo, plenitud de larevelacin.

Es por ello que en las siguientes lneas tendremos primeramente la tesis de SantoTomas en donde acepta la filsofa, la tesis contraria de Emil Brunner que afirma


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que la filsofia poco aporta, pues basta con la revelacin. Luego una solucinexplicada desde la encclica fides et ratziode Juan Pablo II, para terminar as conuna conclusiones.

EL PROBLEMA

1. La tesis de Toms de Aq uin o

El Dios de la fe supera al Dios de los filsofos. Cada religin fuera del cristianismono tiene ningn contenido superior, ni puede tenerlo, al que ofrece la doctrinafilosfica de Dios.

La filosofia es, segn Toms, la ms alta posibilidad del espritu humano engeneral.

La fe no contradice la doctrina filosfica de Dios.

La fe cristiana en Dios acepta en si la doctrina filosfica de Dios y la consuma.

Eje: el Dios de Aristteles y el Dios de Jesucristo es uno y el mismo; Aristteles ha

conocido el verdadero Dios, que nosotros podemos aprehender en la fe mshonda y puramente.

2. La existenc ia de Dios

Dice que la existencia de Dios es evidente, considerada en s misma, pero noconsiderada respecto al hombre y su razn finita y limitada. Tanto es as que nisiquiera las diversas culturas o civilizaciones tienen la misma idea de Dios(judasmo, islamismo, cristianismo, politesmo...) e, incluso, ni siquiera todos loshombres pertenecientes a la misma cultura poseen la misma idea de Dios. Y estoes un hecho ante el que no cabe discusin. Con ello pretende recalcar tanto la

importancia del tema como la legitimidad de solicitar una garanta de la razn,independientemente de lo que afirme la fe. Si la existencia de Dios no es unaverdad evidente para nosotros es necesario, pues, que sea demostrada de unmodo evidente para la razn, de un modo racional, en el que no intervenganelementos de la Revelacin o de la fe.

3. Fe y Razn


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El pensamiento de Toms de Aquino parte de la superioridad de las verdades dela teologa respecto a las racionales, por la sublimidad de su fuente y de su objetode estudio: Dios. Aunque seal que la razn era muy limitada para conocer aDios, ello no le impidi mostrar que la filosofa era un modo de conocimientoplenamente autnomo de hallar conocimientos verdaderos:

En primer lugar porque no contradice a la teologa, as lo dice:

"Lo naturalmente innato en la razn es tan verdadero que no hay posibilidad

de pensar en su falsedad. Y menos an es lcito creer falso lo que

poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como

solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban

sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales

sean contrarios a la verdad de la fe12"

En segundo lugar, porque es la herramienta natural del hombre para conocer elmundo, sin embargo Toms sealaba que si se llegaba a una contradiccin real yno aparente entre una conclusin de fe y otra racional, la errnea sera la de raznya que Dios es infalible.

La fe y la razn no se contradicen, sino que la gracia de la fe supone (acepta) yeleva (perfecciona) la naturaleza racional.

santo Toms ser, en este sentido, deudor de la tradicin filosfica cristiana, decarcter fundamentalmente agustiniano, aceptando el predominio de lo teolgicosobre cualquier otra cuestin filosfica, as como los elementos de la fe que debenser considerados como imprescindibles en la reflexin filosfica cristiana: el

creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades reveladas de la Biblia y losevangelios, y otros no menos importantes que derivan de ellos, como laconcepcin de una historia lineal y trascendente, en oposicin a la concepcincclica de la temporalidad tpica del pensamiento clsico.1

LA TESIS CONTRARIA DE EMIL BRUNNER

El telogo suizo Emil Brunner afirm que la verdad no consiste tan slo en unaproposicin a la cual damos nuestro asentimiento intelectual, sino en un encuentroentre personas. Propuso as una distincin entre la verdad-esto, -relativa a losobjetos-, y la verdad-T, -la que concierne al conocimiento entre personas-, siendola ltima superior a la primera por cuanto la incluye pero al mismo tiempo lasupera.

1http://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_ryfe.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Aquino#cite_note-12http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Aquino#cite_note-12http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Aquino#cite_note-12http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Aquino#cite_note-12


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La verdad-T sera, pues, la categora que hay que aplicar al conocimiento deDios por parte del hombre, el cual no puede reducirse a meros conceptos, porveraces que sean puesto que, en lo que atae a Dios, la verdad no puede sermenos que un encuentro personal entre el yo humano y el T divino que, en ltimo

trmino, es el resultado de la interpelacin que el Yo divino hace al t humano. Espor ello que la verdad del evangelio consiste en el encuentro consciente de cadaser humano con Dios mediante el conocimiento personal y directo de Jess deNazaret.

La verdad es una persona, no un concepto. Y por lo mismo Dios no puede sermenos que un Dios personal que desea relacionarse con cada uno de nosotros,sus ms privilegiadas criaturas, en trminos profundamente personales. Y laspersonas se conocen mediante el trato mutuo. Es por eso que en la Biblia

conocer significa ms que el simple acto de saber algo en trminosintelectuales o poseer alguna informacin particular y designa ms bien el puntoms elevado y culminante que es posible alcanzar en una relacin entrepersonas.2

Adems afirma que el Dios en la Biblia tiene nombre, contrario a la tendencia de ladoctrina filosfica. El Dios bblico tiene nombre, y es uno particular, unodeterminado, en lugar de ser el absoluto.

Si Dios de da un nombre entre los hombres, no expresa con ello propiamente su

ser, sino que, ms bien, establece la apelabilidad, se hace accesible al hombre.Su nombre es conocido solo si el mismo le da a conocer. Dios es uno que senombra, que se revela, y no uno que es pensado.

En la filosofia es el hombre el que desde si mismo busca a Dios, en la fe bblica esDios mismo, y Dios solo, el que establece en libertad creadora la relacin Dios-hombre. yo soy el que soy el lleno de misterio y quero seguir s indolo; yo soy elque soy. Yo soy el incomparable, y por esto no para definir, no para nombrar.

Brunner condena el guion establecido por Agustn entre ontologa neoplatnica yconocimiento bblico de Dios. El pensamiento filosfico, pensamiento de razn quese basta a s mismo no quiere reconocer lo que viene de ms all de su propiaposibilidad.

Dice que los padres y escolsticos erraron en las sntesis de Dios de la fe y Diosde los filsofos leyendo en un lugar lo que es precisamente radical contraposiciny fallan y falsean as la esencia de la revelacin cristina hasta el fondo.

2http://tematicacristiana.blogspot.com/2010/01/emil-brunner.html


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INTENTO DE UNA SOLUCIN

1. El con cepto fi losfico de Dios y la rel igin precris t iana

Teologa mtica: asunto de los poetas, al teatro, a la poltica, al cosmos. Tiene porcontenido las diversas fabulas de dioses, los mitos, que juntos son el mito.

Teologa civil: asunto del pueblo que se ha sumado a los poetas en la cuestincapital. La teologa poltica y mtica est determinado por el ejercicio humano, delculto. Tiene por contenido el culto del estado.

Teologa natural: asunto de los filsofos. Esta por el contrario est determinadapor la realidad de lo divino que esta frente al hombre. Responde a la pregunta queson los dioses.

2. El prob lema filo sfico de Dios y la revelaci n bbli ca de Dios.

La sntesis realizada por los padres de la iglesia entre la fe bblica y el Dios helenocomo representante en aquel tiempo del Espritu filosfico en general no solo eralegitima, sino necesaria, para traer a expresin la exigencia plena y la seriedadcompleta de la fe bblica.Significa entonces que la verdad filosfica pertenece, enun cierto sentido, a la fe cristiana.

Los primeros padres de la iglesia se centraron en la trasmisin del evangelio que asu vez los apstoles le haban transmitido de Jess. Pero luego cuando se vieron

invadidos por doctrinas falsas y herejas. Fue entonces cuando se tuvo que haceruso da la razn, la filosofia. Como en el caso de los padres apologistas quedefendan la verdadera fe contra corrientes como el gnosticismo.

Entonces se ve claramente que la filosofia ms que una amenaza, es unaexcelente aliada para explicar el discurso filosfico acerca de Dios, porque si nosquedamos simplemente con la revelacin quizs an estuviramos estancados enel mismo sitio y no se hubiera podido expandir el mensaje cristiano.


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Aunque es importante e imprescindible destacar que la filosofia jams superara ala revelacin, pues esta es verdad plena y nica llevada a cabo por el mismo Diosen la historia y en el tiempo.

Por ejemplo se tiene la doctrina de Dios de los filsofos, y por lo mismo hafavorecido como eternidad, omnipotencia, unidad, verdad, bondad y santidad deDios no indican, desde luego, sin ms, lo mismo en Biblia y en filosofia.

Lo filosfico designa, por tanto, la dimensin misionera del concepto de Dios, esemomento con el que se hace comprensible hacia fuera. As se expandi elcristianismo y el judasmo quedaba atrs al ser poco difundido por estar aferradosa unas costumbres y leyes cerradas al dinamismo misionero.

Porque el mensaje cristiano no deba ser como una doctrina esotrica oculta, sinomensaje de Dios accequible a todos, esto requiere la interpretacin hacia afuera.Dentro del lenguaje general de la razn humana.

LA UNIDAD DE RELACIN DE FILOSOFIA Y FE

El conocimiento de que Dios es un Dios referido al mundo y al hombre que operadentro de la historia. Aquel conocimiento de que Dios es persona, yo que sale alencuentro del t, este conocimiento exige un examen en toda la lnea de lasdeclaraciones filosficas.

El hombre tiene muchos medios para progresar en el conocimiento de la verdad,de modo que puede hacer cada vez ms humana la propia existencia. Entre estos

destaca la filosofa, que contribuye directamente a formular la pregunta sobre elsentido de la vida y a trazar la respuesta.

La gran incidencia que la filosofa ha tenido en la formacin y en el desarrollo delas culturas en Occidente no debe hacernos olvidar el influjo que ha ejercido en losmodos de concebir la existencia tambin en Oriente. En efecto, cada pueblo,posee una sabidura originaria y autctona que, como autntica riqueza de lasculturas, tiende a expresarse y a madurar incluso en formas puramente filosficas.

El Concilio Vaticano I ensea, pues, que la verdad alcanzada a travs de lareflexin filosfica y la verdad que proviene de la Revelacin no se confunden, ni

una hace superflua la otra: Hay un doble orden de conocimiento, distinto no slopor su principio, sino tambin por su objeto; por su principio, primeramente, porqueen uno conocemos por razn natural, y en otro por fe divina; por su objeto tambinporque aparte aquellas cosas que la razn natural puede alcanzar, se nosproponen para creer misterios escondidos en Dios de los que, a no haber sidodivinamente revelados, no se pudiera tener noticia .


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La fe, que se funda en el testimonio de Dios y cuenta con la ayuda sobrenatural dela gracia, pertenece efectivamente a un orden diverso del conocimiento filosfico.ste, en efecto, se apoya sobre la percepcin de los sentidos y la experiencia, yse mueve a la luz de la sola inteligencia. La filosofa y las ciencias tienen supuesto en el orden de la razn natural, mientras que la fe, iluminada y guiada por

el Espritu, reconoce en el mensaje de la salvacin la plenitud de gracia y deverdad (cf. Jn 1, 14) que Dios ha querido revelar en la historia y de mododefinitivo por medio de su Hijo Jesucristo (cf. 1 Jn 5, 9: Jn 5, 31-32).

Etapas ms signi f icativas en el encuentro entre la fe y la razn

Segn el testimonio de los Hechos de los Apstoles, el anuncio cristiano tuvo queconfrontarse desde el inicio con las corrientes filosficas de la poca. El mismolibro narra la discusin que san Pablo tuvo en Atenas con algunos filsofosepicreos y estoicos (17, 18).

El anlisis exegtico del discurso en el Arepago ha puesto de relieve repetidasalusiones a convicciones populares sobre todo de origen estoico. Ciertamente estono era casual. Los primeros cristianos para hacerse comprender por los paganosno podan referirse slo a Moiss y los profetas ; deban tambin apoyarse enel conocimiento natural de Dios y en la voz de la conciencia moral de cada hombre(cf. Rm1, 19-21; 2, 14-15; Hch 14, 16-17).

Sin embargo, como este conocimiento natural haba degenerado en idolatra en lareligin pagana (cf. Rm 1, 21-32), el Apstol considera ms oportuno relacionar suargumentacin con el pensamiento de los filsofos, que desde siempre habanopuesto a los mitos y a los cultos mistricos conceptos ms respetuosos de latrascendencia divina.

En efecto, uno de los mayores esfuerzos realizados por los filsofos delpensamiento clsico fue purificar de formas mitolgicas la concepcin que loshombres tenan de Dios. Como sabemos, tambin la religin griega, al igual quegran parte de las religiones csmicas, era politesta, llegando incluso a divinizarobjetos y fenmenos de la naturaleza.

Fue tarea de los padres de la filosofa mostrar el vnculo entre la razn y lareligin. Dirigiendo la mirada hacia los principios universales, no se contentaroncon los mitos antiguos, sino que quisieron dar fundamento racional a su creenciaen la divinidad. Se inici as un camino que, abandonando las tradiciones antiguasparticulares, se abra a un proceso ms conforme a las exigencias de la raznuniversal. El objetivo que dicho proceso buscaba era la conciencia crtica deaquello en lo que se crea.

El concepto de la divinidad fue el primero que se benefici de este camino. Lassupersticiones fueron reconocidas como tales y la religin se purific, al menos enparte, mediante el anlisis racional. Sobre esta base los Padres de la Iglesia


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comenzaron un dilogo fecundo con los filsofos antiguos, abriendo el camino alanuncio y a la comprensin del Dios de Jesucristo.

El encuentro del cristianismo con la filosofa no fue pues inmediato ni fcil. Laprctica de la filosofa y la asistencia a sus escuelas eran para los primeros

cristianos ms un inconveniente que una ayuda. Para ellos, la primera y msurgente tarea era el anuncio de Cristo resucitado mediante un encuentro personalcapaz de llevar al interlocutor a la conversin del corazn y a la peticin delBautismo.

Las vas para alcanzar la verdad siguen siendo muchas; sin embargo, como laverdad cristiana tiene un valor salvfico, cualquiera de estas vas puede seguirsecon tal de que conduzca a la meta final, es decir, a la revelacin de Jesucristo.

Un pionero del encuentro positivo con el pensamiento filosfico, aunque bajo elsigno de un cauto discernimiento, fue san Justino, quien, conservando despus de

la conversin una gran estima por la filosofa griega, afirmaba con fuerza yclaridad que en el cristianismo haba encontrado la nica filosofa segura yprovechosa .3De modo parecido, Clemente de Alejandra llamaba al Evangelio la verdadera filosofa .

Entre nosotros se llaman filsofos los que aman la sabidura del Creador yMaestro universal, es decir, el conocimiento del Hijo de Dios .4La filosofa griega,para este autor, no tiene como primer objetivo completar o reforzar la verdadcristiana; su cometido es, ms bien, la defensa de la fe: La enseanza delSalvador es perfecta y nada le falta, porque es fuerza y sabidura de Dios; encambio, la filosofa griega con su tributo no hace ms slida la verdad.

La historia muestra cmo hasta el mismo pensamiento platnico asumido en lateologa sufri profundas transformaciones, en particular por lo que se refiere aconceptos como la inmortalidad del alma, la divinizacin del hombre y el origen delmal.

Es claro indicio de la conciencia crtica con que los pensadores cristianos, desdeel principio, afrontaron el problema de la relacin entre la fe y la filosofa,considerndolo globalmente en sus aspectos positivos y en sus lmites. No eranpensadores ingenuos. Precisamente porque vivan con intensidad el contenido dela fe, saban llegar a las formas ms profundas de la especulacin. Por

consiguiente, es injusto y reductivo limitar su obra a la sola transposicin de lasverdades de la fe en categoras filosficas. Hicieron mucho ms. En efecto, fueron

3Dilogo con Trifn, 8, 1: PG 6, 492.

4Ibd., VI, 7, 55, 1-2: PG 9, 277.


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capaces de sacar a la luz plenamente lo que todava permaneca implcito ypropedutico en el pensamiento de los grandes filsofos antiguos.5

Justamente aqu est la novedad alcanzada por los Padres. Ellos acogieronplenamente la razn abierta a lo absoluto y en ella incorporaron la riqueza de la

Revelacin. El encuentro no fue slo entre culturas, donde tal vez una es seducidapor el atractivo de otra, sino que tuvo lugar en lo profundo de los espritus, siendoun encuentro entre la criatura y el Creador. Sobrepasando el fin mismo hacia elque inconscientemente tenda por su naturaleza, la razn pudo alcanzar el biensumo y la verdad suprema en la persona del Verbo encarnado. Ante las filosofas,los Padres no tuvieron miedo, sin embargo, de reconocer tanto los elementoscomunes como las diferencias que presentaban con la Revelacin.

As pues, la Revelacin introduce en nuestra historia una verdad universal y ltimaque induce a la mente del hombre a no pararse nunca; ms bien la empuja aampliar continuamente el campo del propio saber hasta que no se d cuenta deque no ha realizado todo lo que poda, sin descuidar nada. Nos ayuda en estatarea una de las inteligencias ms fecundas y significativas de la historia de lahumanidad, a la cual justamente se refieren tanto la filosofa como la teologa.

El inters de la I glesia por la f i losofa

El Magisterio no se ha limitado slo a mostrar los errores y las desviaciones de lasdoctrinas filosficas. Con la misma atencin ha querido reafirmar los principiosfundamentales para una genuina renovacin del pensamiento filosfico, indicando

tambin las vas concretas a seguir.

En este sentido, el Papa Len XIII con su Encclicaterni Patrisdio un paso degran alcance histrico para la vida de la Iglesia. Este texto ha sido hasta hoy elnico documento pontificio de esa categora dedicado ntegramente a la filosofa.El gran Pontfice recogi y desarroll las enseanzas del Concilio Vaticano I sobrela relacin entre fe y razn, mostrando cmo el pensamiento filosfico es unaaportacin fundamental para la fe y la ciencia teolgica.6

5Cf. Congregacin para la Educacin Catlica, Instr. sobre el estudio de los Padres de la Iglesia en

la formacin sacerdotal (10 de noviembre de 1989), 25:AAS 82 (1990), 617-618.6Cf. Enc.terni Patris (4 de agosto de 1879):ASS 11 (1878-1879), 97-115.
http://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_04081879_aeterni-patris_sp.html


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CONCLUSIONES

Es notable el cambio que ha sufrido la historia, la cultura, el pensamiento y losmismos seres humanos, el mundo es un mundo que avanza vertiginosamentecada da. Nos encontramos inmersos en una aldea global a la cual no podemosescapar fruto de la tecnologa y la comunicacin.

Afortunadamente la iglesia actualmente ha dado buenos pasos hacia el cambio yel desarrollo sin perder lo ms importante y fundamental que es la palabra decristo, la tradicin y el magisterio.

La iglesia afortunadamente ha salido del error en el que se encontraba en la pocamedieval; que pretenda tener la verdad de todo. Prudentemente ha estado dandosus pasos buscando no quedarse estancada, sino que ms bien ha optado porapoyarse en otras ciencias humanas, como lo son: La filosofia, la Antropologa, laPsicologa, aSociologa entre otras.

La revelacin de Dios se inserta en el tiempo y la historia, ms an, la encarnacinde Jesucristo, tiene lugar en la plenitud de los tiempos (Ga 4, 4). En l tienelugar toda la obra de la creacin y de la salvacin y, sobre todo destaca el hechode que con la encarnacin del Hijo de Dios vivimos y anticipamos ya desde ahoralo que ser la plenitud del tiempo (cf. Hb1, 2).7

La relacin que hay entre fe y filosofia es comparable a la relacin que hay entre laabeja y la flor. Pues la abeja extrae el polen de la flor (filosofia) que luego lleva alpanal para ser procesada, y despus toda la dems colonia pueda beber deaquella miel (fe) ya pura y cristalina.

7 Carta Enc.Redemptor hominis(4 marzo 1979), 1:AAS71 (1979), 258.
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis_sp.html


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La fe y la razn son como las dos alas con las cuales el espritu humano se elevahacia la contemplacin de la verdad.Dios ha puesto en el corazn del hombre eldeseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a l para que,conocindolo y amndolo, pueda alcanzar tambin la plena verdad sobre smismo.8

La armona fundamental del conocimiento filosfico y el de la fe: la fe requiere quesu objeto sea comprendido con la ayuda de la razn; la razn, en el culmen de subsqueda, admite como necesario lo que la fe le presenta.

La Iglesia, por su parte, aprecia el esfuerzo de la razn por alcanzar los objetivosque hagan cada vez ms digna la existencia personal. Ella ve en la filosofa elcamino para conocer verdades fundamentales relativas a la existencia del hombre.

Al mismo tiempo, considera a la filosofa como una ayuda indispensable paraprofundizar la inteligencia de la fe y comunicar la verdad del Evangelio a cuantosan no la conocen.9

8 Fides etratzio. Inicio del documento9Fides et ratzio.

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