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Menéndez, Nicolás
73949
Trabajo Práctico N° 9
Duérmete Niño
Guión de largometraje
Guión Audiovisual VI
Aratta, Martín
Guión de Cine y TV
2° 10-12-14
1.
1 INT. FARMACIA – DÍA
Buenos Aires, 1999. JOSÉ (58), un hombre de contextura
menuda, vestido con saco y corbata, discute acaloradamente
con una joven cajera, mientras VERÓNICA (23), una joven alta
y desgarbada, vestida con suéter y falda, intenta
apaciguarlo.
JOSÉ (elevando la voz)
¡Ladrones, eso es lo que son! ¿En dónde
se vio que roben así?
CAJERA
Señor, yo no soy con quien tiene que
discutir. Y le pido por favor que no me
levante la voz…
VERÓNICA
Papá, por favor, calmate…
JOSÉ
¿Ah, ahora tampoco se puede hablar? ¡Yo
uso el tono que se me dé la gana!
¿Entendiste?
José comienza a toser. El guarda de seguridad se acerca, pero
Verónica hace un gesto y guía a su padre afuera del local.
CORTE A:
2 EXT. CALLE – DÍA
José se suelta de su hija, mirándola furiosamente.
JOSÉ
¿Qué hacés?
VERÓNICA
Para que sepas, yo también tengo una
vida. ¿Cómo crees que se pagan tus
remedios, del aire?
JOSÉ
Ah, claro, tenés tu entrevista careta.
Decime, ¿qué necesidad tenías de
vestirte como secretaria? Tu madre
2.
tendría sus buenos atributos, pero su
modo de vestir nunca fue uno…
VERÓNICA
Por favor, tranquilízate. No tengo ganas
de pelear en medio de la calle. Encima
estoy atrasada…
Verónica se pone a espaldas de su padre y para un taxi.
JOSÉ
¿Un taxi, me estás jodiendo? ¿Te parece
que la plata crece en los árboles?
VERÓNICA
No tengo tiempo de acompañarte hasta la
parada, así que esto es lo que hay.
José recibe un montón de billetes de Verónica.
VERÓNICA
Acordate que hoy viene el plomero a
arreglar el lavatorio de la cocina, con
esto tenés para pagarle. Yo llego a eso
de las 7…
Luego de observar a su hija por un momento, José se sube al
taxi. Verónica saluda a su padre con la mano. Observa al taxi
alejarse, luego cruza la calle.
CORTE A:
3 EXT. CASA RIVAROLA – DÍA
VERÓNICA (18), vestida de suéter y falda, se para frente a
una casa de construcción antigua. Contempla la fachada, luego
retira una carpeta con papeles de su bolso. Camina hacia la
puerta principal y toca el timbre.
Espera durante unos segundos, pero nadie viene a la puerta.
Vuelve a tocar. ESTELA (25), vestida con una remera blanca y
pantalones arrugados, abre la puerta.
ESTELA
Ah, venís para la entrevista, ¿no? Casi
me olvido que era hoy. Estela Rivarola,
mucho gusto…
3.
Estela se acerca a Verónica, la saluda con un beso en la
mejilla. Ambas ingresan a la casa.
CORTE A:
4 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica y Estela ingresan a un living pequeño, abarrotada de
objetos. Verónica observa la habitación, mientras Estela se
desploma sobre un sillón
ESTELA
Por favor, sentate. Contame un poco
sobre vos. De dónde venís, qué
experiencia tenés…
Verónica se sienta en el sillón opuesto. Observa de reojo a
Estela, la cual se toca la cabeza con la mano, reclinándose
en su asiento.
VERÓNICA
¿Seguro te sentís bien? Puedo hacerte un
té, si…
ESTELA (vagamente)
No, por favor. Estoy bien, sólo es un
poco de dolor de cabeza…
VERÓNICA
Bueno…mi nombre es Verónica Gutiérrez,
tengo 24 años y vivo en Once.
Estela observa a Verónica con una leve sonrisa, moviendo sus
dedos sobre el brazo del sillón.
VERÓNICA
Trabajé para dos mujeres ancianas y
cuatro familias, en el currículum podés
consultar todas las referencias…
Estela hojea el documento, desinteresada. Verónica contempla
la sala, decorada de forma sobria y elegante. Sobre la mesa
de luz reposan una botella de vino vacía y una de whisky a
medio tomar. Estela levanta la vista del papel.
ESTELA
¿Necesitás algo?
4.
VERÓNICA
No, gracias. Sólo estaba mirando, está
muy linda la decoración…
ESTELA
¿Sí, no? Queríamos darle una vibra
elegante pero a la vez sobria, un estilo
Hollywood antiguo. Vamos, te quiero
mostrar el resto de la casa…
Verónica asiente. Ambas se levantan y caminan en dirección a
la cocina.
CORTE A:
5 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Estela y Verónica caminan por el espacio. Estela se acerca al
microondas.
ESTELA
Decile hola a tu nuevo mejor amigo. Es
fácil de usar y te va a facilitar la
vida.
Verónica sonríe.
ESTELA
La heladera se rompió ayer, así que por
favor, tené cuidado al abrirla y
cerrarla…
Estela abre y cierra la heladera con lentitud. Verónica
asiente.
CORTE A:
6 INT. CASA RIVAROLA, BAÑO – DÍA
Mientras continúa bebiendo, Verónica muestra a Verónica una
gaveta debajo del lavatorio donde se encuentran los productos
de limpieza.
ESTELA
Voy a necesitar que limpies por acá
cuando yo no esté. Sólo con oler algunas
de estas cosas ya me dan náuseas…
5.
CORTE A:
7 INT. CASA RIVAROLA, HALL DE ENTRADA – DÍA
Estela y Verónica caminan desde la sala hacia la escalera que
conecta al segundo piso. Mientras hablan, ambas mujeres suben
las escaleras.
ESTELA
Mientras subimos, quería hablarte sobre
tus… obligaciones. Voy a necesitar tu
servicio los cinco días de la semana por
seis horas, ocasionalmente siete si
necesito tu ayuda con alguna
preparación: me gusta organizar
reuniones y eventos, me mantiene
ocupada.
Verónica asiente.
ESTELA
Como viste la casa es amplia pero fácil
de recorrer, no debería darte muchos
problemas. Hay algo más, muy importante:
voy a necesitar que te ocupes de mi
hijo. ¿Trabajaste con chicos, no?
VERÓNICA
(dubitativa)
Bueno… en realidad…
Verónica es interrumpida por un llanto agudo, que llega desde
una de las habitaciones en el segundo piso.
ESTELA
Ya se levantó. Disculpá, ese es mi hijo,
Adrián. Tiene 3 años…
El bebé continúa chillando. Estela se levanta y acerca a la
escalera.
ESTELA (gritando)
¡Sí, ya te escuchamos, no hacen falta
las bocinas!
VERÓNICA
Quizás tenga hambre…
6.
ESTELA
Vení, así lo conocés.
CORTE A:
8 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica y Estela entran a una habitación amplia y bien
iluminada, repleta de juguetes. En un costado, junto a la
ventana, se halla ADRIÁN (3), llorando y pataleando en su
cuna. Estela lo levanta y trata de calmarlo.
Verónica camina por la habitación, recogiendo del piso un oso
de peluche vestido con un mameluco azúl.
ESTELA
Cuidado con eso, por favor, es su
juguete favorito, un regalo de su papá…
VERÓNICA
Qué lindo. ¿Vive acá, también?
ESTELA
(cortante)
No. Él no vive acá.
Verónica se mantiene inmóvil por un momento, luego suelta el
oso de peluche y se acerca a Estela.
VERÓNICA
Disculpame, no sabía…
ESTELA
Está bien, no tenés que disculparte.
Ahora, ¿podrías ayudarme a calmarlo, por
favor?
Verónica recibe temerosamente al niño en sus manos. Por un
momento se mantiene inmóvil, con el niño en sus brazos, sus
mejillas enrojecidas por el llanto. Lo observa, y acto
seguido comienza a mecerlo lentamente.
VERÓNICA
Shh… tranquilo, todo va a estar bien…
El balanceo de Verónica se vuelve más estable, y Adrián
comienza a acallar sus llantos. Adrián observa a Verónica,
7.
quien le observa por un momento con tristeza, luego le
devuelve una sonrisa. Estela observa la situación.
ESTELA
¿Cómo no te encontré antes? Tuve que
contratar y despedir a tres personas,
además de sacarlo de dos guarderías...
VERÓNICA
No es mi primera vez trabajando con un
chico difícil, pero con paciencia todo
se consigue…
ESTELA
Muchas gracias… ¿disculpá, cuál era tu
nombre de nuevo?
VERÓNICA
Verónica.
ESTELA
Verónica, ¿qué te parece empezar mañana
mismo?
Estela extiende a Verónica una mano, la cual ésta acepta,
temblorosa.
CORTE A:
9 INT. CASA GUTIÉRREZ, LIVING COMEDOR – NOCHE
Verónica entra al living-comedor de su departamento de dos
ambientes. José se halla sentado frente a la televisión, con
una lata de cerveza en su mano. Verónica deja su bolso y se
quita el abrigo.
JOSÉ
Por fin te dignás a aparecer…
VERÓNICA
Disculpame, papá. La señora con la que
me entrevisté me contrató para empezar
mañana, y tuve que ir de acá para allá
haciendo cosas. Ahora te preparo algo,
¿sí?
Verónica deja su bolso y se dirige a la cocina.
8.
10 INT. CASA GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
Verónica se coloca un delantal. Su padre aparece junto a
ella, apoyándose en su bastón. Verónica pone la olla al fuego
y comienza a cortar zanahorias. José la agarra del brazo.
JOSÉ
Sabés que no me gusta que me
interrumpas…
VERÓNICA
¿Cuándo te interrumpí? No estabas
hablando…
JOSÉ
No te hagas la tonta. Desde que eras
chica te di todo lo que pude. ¿Y esto es
lo que me das a cambio? ¿Cuándo lo único
que pido es que estés en casa a tiempo
para hacer la cena?
VERÓNICA
Por favor…
José golpea la mesa con fuerza, sobresaltando a Verónica.
JOSÉ
¡Dije que no me interrumpas!...Perdón,
sabés que no me gusta tener que hablarte
así, pero… sólo quiero lo mejor para
vos, Verónica…
VERÓNICA
Yo también, papá…
JOSÉ
¿Ah, sí? Si eso fuera verdad no me
faltarías el respeto todo el tiempo.
¿Por qué no podés ser un poco más como
tu madre y callarte la boca?
Verónica deja de cortar. Aprieta el mango del cuchillo y
luego lo suelta. Con los ojos llenos de lágrimas esquiva a su
padre y cierra la puerta de la habitación.
9.
11 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – DÍA
Verónica está tendida en su cama, sollozando. Extiende la
mano debajo de su cama y saca un cuaderno, dentro del cual
extrae una foto suelta. Contempla la fotografía: Verónica y
un niño de 6 o 7 años, sonrientes, tomando helado en un banco
de plaza. Verónica sonríe ligeramente.
CORTE A:
12 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica pela papas para preparar la comida de Adrián. Estela
aparece en la cocina, vestida para salir.
ESTELA
Te dejé en la mesa del living una lista,
con las cosas a limpiar. Por favor,
tratá de ser cuidadosa, muchos de los
muebles son antigüedades. Y no te
olvides de darle a Adrián la mamadera
antes de que duerma la siesta.
VERÓNICA
No se preocupe, señora.
Estela sale. Verónica sube el volumen de la radio, de la cual
proviene una melodía de tango.
13 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica alimenta a Adrián, jugando al avión con la cuchara
para entretenerlo. Mientras el niño come Verónica lo observa,
pero al devolverle éste la mirada lo esquiva.
FUNDE A:
14 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica repasa con un trapo un viejo aparador de madera. Uno
de los portarretratos apoyados en la vitrina llama su
atención: la fotografía dentro de éste muestra a Estela como
adolescente, en su fiesta de quince años. Verónica observa la
foto.
CORTE A:
10.
15 INT. ALMACÉN – DÍA
Verónica camina por los pasillos de un almacén de barrio
pequeño, recolectando ciertos objetos. Se detiene frente a la
góndola de vinos, revisándola. Se acerca a ella JULIA (24),
una joven de contextura gruesa y mejillas rosadas, que se
halla reponiendo mercancía.
JULIA
¿Te ayudo con algo?
VERÓNICA
No, disculpá: es que estoy haciendo unas
compras y no encuentro vino blanco en
ningún lado, ¿ustedes tendrán?
JULIA
Justo ahora no, por ahí mañana... qué
raro, no te reconozco del barrio.
¿Recién te mudaste?
VERÓNICA
Estoy de empleada doméstica en una casa,
en realidad, vivo en la zona sur…
JULIA
Bienvenida, entonces. Soy Julia.
Julia extiende una mano a Verónica. Verónica la acepta.
VERÓNICA
Verónica.
JULIA
¿En casa de quién andas trabajando? Si
no te molesta que pregunte. ¿Estás con
la vieja Angélica? Esa sí que es brava,
escuché que echó a tres empleadas el mes
pasado porque le “robaban las joyas”…
VERÓNICA
No, estoy con Estela Rivarola. Es una
chica joven, tiene un hijo muy chico…
JULIA
¡Ah, sí! No la conozco mucho, sólo de
vista, pero las viejas de lengua suelta
que pasan por acá hablan de ella. Si lo
11.
que escucho es cierto, no me extrañaría
que pronto te deje al nene en la puerta,
con papel de regalo y todo…
Julia se ríe ante su ocurrencia, pero Verónica se mantiene
seria. Aparece frente a las dos mujeres el jefe de Julia, un
hombre de aspecto mayor y rasgos asiáticos.
JEFE
(impaciente)
Muy divertido el pijama party, pero hay
dos personas en la caja, ¿vas a hacer tu
trabajo, Julia?
Julia devuelve al hombre una mueca. Acompaña a Verónica hasta
la caja, donde ésta paga por su compra. Antes de irse, Julia
la detiene, entregándole un panfleto de una pila colocada al
lado de la caja.
JULIA
¡Che! Antes que te vayas, un amigo mío
está organizando este festival de cine
independiente. Estaría copado que
vengas. Bah, ni sé si te gusta el cine,
pero necesita gente que le haga el
aguante…
VERÓNICA
Estaría bueno ir, pero… en realidad no
tengo tanto conocimiento sobre cine.
Siempre me gustó bastante…
JULIA
¿Entonces qué perdés? Si me preguntás a
mí, la ignorancia es una de nuestras
peores cualidades como humanos: tenemos
la posibilidad de probarlo todo, ¿por
qué no animarse?
Verónica observa a Julia, reflexiva. Julia le sonríe.
Verónica toma sus bolsas de compra.
VERÓNICA
Mejor voy yendo... que tengas un buen
día.
Julia observa a Verónica alejarse, masticando su lapicera.
12.
CORTE A:
16 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica desembolsa las compras y las guarda. Estela entra a
la cocina y se sirve a sí misma una copa de vino.
ESTELA
Tardaste bastante. Espero que hayas
conseguido todo…
VERÓNICA
No pude encontrar servilletas, pero
compré un rollo de cocina. ¿Eso también
sirve, no? Y es más barato…
Estela observa a Verónica de reojo.
ESTELA
¿Rollo de cocina? ¿Sabés como van a
mirarme las chicas? No, no es aceptable.
Andá hasta Colegiales, si es necesario,
pero me las tenés que conseguir…
VERÓNICA
Voy después de dormir a Adrián,
entonces. Ah, tampoco pude conseguir el
vino que me pidió, me dijo la chica del
almacén de la esquina que por ahí mañana
les llegue…
ESTELA
¿Hablaste con ella?
VERÓNICA
Un poco. Parece muy simpática…
ESTELA
Sí… yo que vos no me acercaría mucho a
ella. Y por favor, acordate de las
servilletas.
Estela sale de la habitación. Verónica observa la televisión
a pocos metros de ella, donde se trasmite una telenovela.
13.
CORTE A:
17 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica observa a su padre desde el marco de la puerta del
dormitorio. Luego de comprobar que éste duerme, cierra la
puerta suavemente y se dirige hacia un costado de la
habitación, donde ha colocado un lienzo y pinturas. Continúa
trabajando en una pintura de un árbol con todas sus ramas
cortadas menos una, de la cual cuelga un fruto podrido.
18 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica entra a la habitación de Adrián. El niño llora y se
estremece.
ESTELA (V.O.)
¡Hacé callar a ese bebé, por Dios!
VERÓNICA
Shhhh... tranquilo, está todo bien…
Verónica mece a Adrián en sus brazos, tratando de dormirlo.
FUNDE A:
18 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO – DÍA
Verónica camina por el pasillo del segundo piso con Adrián en
brazos. Una melodía de MÚSICA CLÁSICA sale de la habitación
de Estela.
FUNDE A:
19 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica alimenta a Adrián con una mamadera. El niño continúa
llorando.
CORTE A:
20 INT. ALMACÉN – DÍA
Verónica camina por los pasillos del almacén. Ocasionalmente
se da vueltas, observando a las personas detrás de ella.
Choca con Julia, que trasporta una caja de frutas.
14.
JULIA
¿Otra vez por acá?
VERÓNICA
Sí, quería comprar un poco de café, pero
tengo que apurarme. No le avisé a Estela
que iba a salir…
JULIA
¿Te tiene agarrada por las patas, no?
Pobre. Encima tenés una cara. ¿No te
habrá agarrado algo?
VERÓNICA
No, es solo cansancio. Es el chico que
estoy cuidando…por alguna razón no
quiere dormir, se irrita y llora todo el
tiempo…
JULIA
(masticando)
Sí, te entiendo. La hija de una amiga
mía tenía algo parecido y rompía las
bolas todo el tiempo, creo que es algún
tipo de insomnio. Con la madre que
tiene, también…. ¿probaste cantándole
algo?
VERÓNICA
Probamos a ponerle música, pero eso lo
irritaba más todavía…
JULIA
No, yo digo una canción de cuna. ¿Nunca
te cantaron una?
VERÓNICA
No… aunque, ahora me acuerdo de una
canción que mi antigua jefa le cantaba a
su hijo…
JULIA
Te digo, una canción y un vaso de leche
tibia van como piña. Si querés puedo
pasar por ahí después del trabajo, para
ayudarte a…
15.
VERÓNICA
(interrumpiéndola)
No, por favor…no quiero incomodarte. Ya
hiciste más que suficiente, gracias…
mejor me vuelvo rápido.
Verónica sale apurada del almacén, dejando a Julia con un
paquete de café en las manos.
CORTE A:
21 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica levanta en brazos a Adrián y le mece. Adrián llora,
su cara hinchada y roja. Verónica le da leche de una
mamadera.
VERÓNICA
Bueno, probemos…
Verónica canta una CANCIÓN DE CUNA mientras mece al niño, su
tono suave y melodioso. Adrián comienza a tranquilizarse
lentamente, a los pocos minutos queda dormido. Verónica
sonríe, luego lo coloca de nuevo en su cuna. Se sienta en un
sillón enfrentado a la cuna, observándolo.
CORTE A:
22 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica entra a su departamento. Encuentra a su padre con un
rosario en la mano.
VERÓNICA
Hola.
Verónica se quita el abrigo, cuelga las llaves y se dirige
hacia la habitación.
23 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
Deja su cartera sobre la cama y abre un cajón, tomando un
tubo de píldoras del cual extrae dos.
16.
CORTE A:
24 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica vuelve con las píldoras y un vaso de agua, que
entrega a su padre. Verónica se dirige a la cocina, su padre
la sigue.
25 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
Verónica abre la heladera, inspeccionando sus contenidos. Su
padre la observa desde el marco de la puerta.
JOSÉ
Me tenías preocupado. ¿No se te ocurrió
nunca comprar uno de esos telefonitos
tan útiles que muestran en la
televisión?
VERÓNICA
¿Con qué plata, papá? Además ya te dije,
sólo porque muestren algo en televisión
no significa que sea útil.
JOSÉ
¡Salí, qué vas a saber vos! ¡Si estás
todo el día dándole al trapo! No sé
porque no conseguís algo mejor, menos
denigrante.
VERÓNICA
Ah, pero cuando mamá lo hacía cada día
ahí sí que no te quejabas, ¿eh?
JOSÉ
Uno puede cambiar de opinión, ¿no?
VERÓNICA
Sí, pero conociéndote me parece bastante
raro…
José se acerca a su hija, la toma del brazo.
JOSÉ
Solo… quiero que pases más tiempo
conmigo, eso es todo. Últimamente casi
no te veo, tuve que pedirle a doña Rosa
que me diera la insulina…
17.
VERÓNICA
Disculpame, papá, pero ya sabés que
estoy muy ocupada. Las cosas no están
poniéndose fácil, todo está cada vez más
caro y…
José comienza a agitarse, estrujando un cigarrillo que lleva
en la mano.
JOSÉ
¿Tantos años y todavía me crees tan
idiota? ¡Crisis las pelotas! ¿Con quién
te estás viendo, eh?
VERÓNICA
¿Eh? ¿Qué te pasa?
JOSÉ
¿Quién es esta vez, eh? ¿No será el
forrito ese con el que te acostabas a
los 15 años?
Verónica se aleja de su padre.
VERÓNICA
¿Sabés qué? Si quisiera acostarme con
quien sea lo haría; no tenés derecho a
decirme qué hacer.
JOSÉ
Esta es mi casa, así que nada de hacerte
la cancherita. Podría haberte dejado en
la calle hace tiempo ya, no me hagas
pensarlo de nuevo.
Verónica se retira de la cocina sollozando. José toma un vaso
apoyado sobre la mesada y lo lanza al piso con furia, luego
camina por la habitación.
CORTE A:
26 INT. CASA RIVAROLA, ENTRADA – DÍA
Verónica abre la puerta. Julia se halla parada del otro lado,
sosteniendo una bolsa.
18.
JULIA
Perdoná que aparezca sin avisar, pero
ayer te olvidaste el café en el
mostrador y pensé que…
VERÓNICA
Gracias…
Verónica entrecierra la puerta. Julia la sostiene.
JULIA
Ey, ¿qué onda? ¿Te hice algo?
VERÓNICA
No, disculpame, es que…
ESTELA
(desde el living)
¿Quién es, qué quieren?
Julia la observa, Verónica le devuelve la mirada.
ESTELA
(acercándose)
Si son vendedores, deciles que se vayan
a tomar aire. Por favor, acordate de
leerle a Adrián antes de irte, sino va a
romperme toda la noche y ya tengo
suficiente para hacer. Ah, te dejé una
blusa en el cuarto de la plancha, la
necesito para el evento de Lili…
Estela se detiene a centímetros de la puerta. Julia saluda
casualmente, saludo que Estela ignora.
ESTELA
¿Qué hace ella acá?
JULIA
Tranquila, no voy a robar nada. Sólo
vine a traerle a Verónica una bolsa que
se olvidó en el almacén. En cuanto la
pague, me voy.
VERÓNICA
Ah, sí, claro…
19.
Verónica saca dinero de su bolsillo y le paga a Julia.
ESTELA
Bien. Tengo mucho por hacer, así que…
Estela sale apuradamente de la casa, rozando el hombro de
Julia.
ESTELA
Verónica, volvé a trabajar, por favor…
Estela sube a su auto y se aleja. Verónica mira a Estela
alejarse, luego invita a Julia a pasar.
CORTE A:
27 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica y Julia se sientan en uno de los sillones. Verónica
observa a Julia de forma inquisitiva.
JULIA
¿Qué onda con esta tipa?
VERÓNICA
Ni idea. ¿Tuvieron algún desacuerdo?
JULIA
Qué se yo, no creo. ¿Parece que nos
juntamos a tomar té los Jueves? Habré
hablado con ella una o dos veces. Ya
sabés como son estas tipas y los
prejuicios. ¿Te sugirió que yo era
lesbiana o algo boludez del tipo?
VERÓNICA
No, solo me dijo que no me acercara
mucho a vos. Ya sé que es una boludez,
pero tengo miedo de contrariarla, este
es el único trabajo estable que consigo
en meses y…
Julia saca de su bolsillo un pedazo de papel y lápiz. Anota
en el papel un número de teléfono, se lo entrega a Verónica.
20.
JULIA
Estar sola en esta casa tanto tiempo te
puede comer el coco. Si necesitás ayuda,
o una oreja, llamame.
VERÓNICA
Gracias. Tu truco de la canción de cuna
funcionó, por cierto…
JULIA
¿Qué te dije? Va como piña. ¿Nos vemos
después, entonces?
VERÓNICA
Bueno, sólo… intentemos que Estela no se
entere.
JULIA
No te preocupes por eso, su mente debe
estar muy ocupada con qué vestido usar
mañana…
VERÓNICA
¡El vestido, mierda!
Verónica saluda torpemente a Julia y cierra la puerta en su
cara.
CORTE A:
28 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica prepara aperitivos para una fiesta. CELINA (24), una
joven alta y delgada de cabello rubio oxigenado, entra a la
cocina. Lleva consigo una lista de invitados y un celular.
CELINA
Ah, vos sos la nueva empleada. No nos
conocimos: mi nombre es Celina, soy
amiga de Estela y su asistenta personal.
Mucho gusto.
VERÓNICA
Verónica. Igualmente…
Celina ofrece una mano, pero al notar la suciedad en las
manos de Verónica la retira.
21.
CELINA
¿Cómo van los preparativos? Estela llamó
hace un rato, ya está por llegar con las
chicas. Es importante que esta reunión
salga perfecta…
VERÓNICA
Bueno, ya está casi todo listo, sólo
falta terminar los aperitivos y servir.
CELINA
Bien, bien. El champagne está en el
freezer, no te olvides de sacarlo con
tiempo.
VERÓNICA
Claro. No se preocupe…
CELINA
Por favor, llamame Celina. Voy a
terminar de hacer unas llamadas, no
olvides empezar a emplatar ni bien
Estela llegue…
Celina se aleja. Verónica continúa cocinando, pero es
interrumpida por el TIMBRE del teléfono.
VERÓNICA
¿Hola?
JULIA
¿Cómo va? Soy Julia. ¿Escuchame, andás
ocupada en la casa del terror?
VERÓNICA
Sí, muy. Estela va a dar una de sus
fiestas…
JULIA
Suena tan divertido como un ACV. ¿Por
qué no te rateas y venís conmigo al
museo Larreta? Podemos visitar la
exposición de arte español…
22.
VERÓNICA
¿En serio? Siempre quise conocer ese
museo. Pero si me voy sin avisar puedo
perder el trabajo…
JULIA
Dijiste que estaba casi todo terminado,
¿no? Si dejás todo hecho y te vas, no te
puede decir nada…
VERÓNICA
Mejor me pongo a trabajar, entonces. Nos
vemos después…
Verónica corta el teléfono y continúa cocinando. La puerta de
calle se ABRE.
CORTE A:
29 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Estela entra al living junto con un grupo de mujeres, las
cuales se acomodan alrededor de la habitación. Verónica entra
a la habitación con las bebidas y aperitivos, que distribuye
entre las mujeres. Al retirarse, Estela se reúne a discutir
con un par de sus amigas. Bebe y fuma un cigarrillo.
INVITADA 1
Qué buenos canapés. ¿Contrataste a una
nueva chica?
ESTELA
Sí, lleva con nosotros un mes. Por
suerte ni tuve que inscribirla todavía…
INVITADA 2
¿Y qué pasó con tu hijo? ¿Lo está
cuidando ella también?
ESTELA
Por suerte parecen llevarse bien. Les
juro, antes lloraba tanto que había
noches en que ni pegaba un ojo
23.
INVITADA 1
Sin embargo, no te recomendaría que le
des demasiado poder. Ya sabés lo poco de
fiar que son algunas de estas niñas…
ESTELA
Honestamente, ¿por qué no? El no tener
que preocuparme de Adrián las 24 horas
del día me abrió muchas puertas. ¿Sabían
que pude empezar yoga de nuevo? Mi
profesor dice que...
30 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica, habiendo escuchado la conversación, se aleja de la
puerta de la cocina. Se sienta a la mesa, consternada. Pocos
segundos después sale de la habitación.
31 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica atraviesa el living, su mirada perdida al frente.
Estela la observa e intenta llamar su atención.
ESTELA
¡Verónica, querida! Se acabaron los
camarones, ¿podrías traer una bandeja
más?
Verónica ignora a su jefa, abandonando la habitación.
ESTELA
¡Ey!
INVITADA 2
¿No dijiste que era tan dócil?
Las dos mujeres comparten una risita. Verónica trastoca su
peinado, incómoda.
CORTE A:
32 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Una luz cálida de atardecer baña la habitación. Verónica se
dirige hacia el niño, que duerme en su cuna. Verónica desliza
su mano por la cabellera del niño.
24.
VERÓNICA
Shhh… todo va a estar bien, ¿sabés?
Nadie va a lastimarte…
Verónica le sonríe al niño, observa el móvil encima de su
cuna moverse lentamente.
CORTE A:
33 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
José entra a la habitación de forma sigilosa. Verónica se
halla sobre la cama, durmiendo. José toma la cartera de
Verónica, apoyada sobre una silla, y sale de la habitación.
34 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
José abre la cartera de Verónica, esparciendo sus contenidos
sobre el sillón. Encuentra, entre ellos, una foto de Verónica
y un niño, sonriendo y tomando helados. Luego de observarla
un momento, se levanta del sillón.
CORTE A:
35 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, BAÑO- NOCHE
José rompe la fotografía en dos. La lanza dentro del inodoro
y aprieta la cadena.
CORTE A:
36 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
José comienza a guardar los contenidos de la cartera de
Verónica. Encuentra un papel con un número de teléfono
anotado en él.
37 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
José coloca la cartera en su posición anterior y se
escabulle. Pocos segundos después el timbre del teléfono
despierta a Verónica, que atiende torpemente.
VERÓNICA
¿Hola?...
25.
ESTELA
¿Verónica? Soy yo, Estela. Por favor,
necesito que me ayudes…
Verónica se sienta en la cama. El llanto del otro lado de la
línea es POTENTE.
VERÓNICA
Tranquila, ¿qué pasó?
ESTELA
Es Adrián… no para de llorar, intenté de
todo pero no puedo calmarlo. Vos hiciste
que parara el otro día … por favor…
VERÓNICA
Bueno, bueno. Vos tranquilizate, en un
rato estoy ahí, ¿sí?
ESTELA
Gracias, gracias…
Verónica corta el teléfono. Toma su cabeza entre sus manos.
38 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica sale de la habitación, se dirige hacia la puerta.
José está sentado frente al televisor.
JOSÉ
¿A dónde vas tan tarde?
VERÓNICA
No empieces, papá, es una emergencia.
Dentro de una o dos horas vuelvo…
Verónica sale. José aprieta los puños.
CORTE A:
39 INT. CASA RIVAROLA, ENTRADA – NOCHE
Verónica entra de forma precipitada a la casa. Un llanto
agudo llega desde la habitación de Adrián. Verónica sube
corriendo las escaleras.
26.
40 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN - NOCHE
Estela se halla parada en medio de la habitación, meciendo
torpemente a Adrián, el cual llora. Estela entrega el bebé a
Verónica.
ESTELA
(entrecortadamente)
¡Gracias por venir! Discul…pá que te
haya molestado a esta hora de la noche,
pero ya no lo aguanto más, es como una
alarma de auto…constante…
VERÓNICA
No te preocupes, andá a descansar…
Estela sale de la habitación. Verónica comienza a mecer al
niño mientras canta una canción de cuna, pero no logra
callarlo. Acto seguido lo acuesta y toma el oso de peluche,
con el cual juega frente a él, pero Adrián no calla.
CORTE A:
41 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO – NOCHE
Verónica camina con el niño en sus brazos, intentando
calmarlo.
VERÓNICA
Shhh…todo está bien…tranquilo, por
favor…
FUNDE A:
42 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – NOCHE
Verónica entra nuevamente a la habitación con una mamadera.
Toma a Adrián en brazos e intenta dársela, pero el niño se
niega, pataleando y llorando. Verónica comienza a mecerlo
para arriba y abajo, sin tampoco lograr que duerma. Recoge un
oso de peluche del piso y trata de distraer a Adrián con
éste.
VERÓNICA
Soy el oso Cariñoso, y quiero invitarte
a mi mundo mágico: pero sólo lo podemos
visitar si cerrás tus ojos para dormir…
27.
Adrián continúa llorando. Exhausta, Verónica sigue meciendo
al niño. En un momento se detiene, contemplándole. Se acerca
a la puerta, la cual entrecierra. Se sienta en un pequeño
sofá de la habitación, con el niño en sus manos. Con cuidado
remueve la manga de su suéter y de la remera debajo de éste.
Desajusta su corpiño y acerca a Adrián junto a su pecho,
amamantándole. Adrián comienza a calmarse, mientras Verónica
lo observa con un semblante aprehensivo, que cambia a una
suave sonrisa.
Al terminar de amamantar al niño, Verónica vuelve a ajustar
su ropa. Coloca a Adrián en su cuna, el cual se queda
rápidamente dormido.
43 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ESTELA – NOCHE
Verónica abre la puerta de la habitación de Estela. Ésta
halla dormida sobre su cama.
44 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO – NOCHE
Verónica termina de bajar las escaleras de modo sigiloso.
Toma su cartera, apoyada en una mesita junto a la puerta de
entrada, y se retira luego de echar una última mirada furtiva
al lugar.
CORTE A:
45 EXT. CALLE – DÍA
Verónica camina por la calle, en dirección a la casa de
Estela. Choca con Julia, que lleva bolsas de compra en las
manos, las cuales coloca en el piso.
JULIA
Ah, por fin te encuentro. La señorita
que decidió dejarme esperando como una
boluda…
VERÓNICA
Perdoname, pero… estoy ocupada...
28.
JULIA
Sí, ya veo, chupándole las medias a la
estirada esa. ¿Cuánto más vas a dejar
que te apriete?
VERÓNICA
Por favor, Julia…
JULIA
Podrías haberme dicho que no, al menos.
Pero ya veo que sos tan careta como los
demás…
VERÓNICA
No me conocés en nada, no tenés derecho
a juzgarme…
JULIA
Mirá… tenés razón… no tiene sentido
tirarnos de los pelos por una pavada
como esta. Pensé que en una de esas
podíamos salir, compartir algo. Pero
entiendo que andes ocupada…
VERÓNICA
¿Podemos juntarnos y hablarlo en algún
otro momento?
JULIA
Sí, disculpame. Yo también tendría que
apurarme…
Julia sonríe, recoge las bolsas y se aleja.
CORTE A:
46 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Sentada a la mesa, Verónica alimenta a Adrián con una
mamadera. Estela entra, llevando una cartera y anteojos de
sol oscuros. Vierte café en un termo.
ESTELA
Hoy tengo un día re ocupado, así que
necesitaría que te quedes hasta las 8.
No hace falta que cocines, podés darle
restos del puré que quedó de ayer para
cenar con un poco de pollo.
29.
Estela se aleja. Verónica observa a Adrián.
VERÓNICA
Nos vamos a divertir hoy, ¿no? ¿Qué te
parece si vamos a la plaza?
CORTE A:
47 EXT. PLAZA – DÍA
Sector de juegos de una plaza barrial. Verónica coloca a
Adrián en una hamaca de plaza.
VERÓNICA
Tranquilo, no va a pasar nada, Vero está
acá. Un, dos, trés…
Verónica comienza a mecer a Adrián lentamente. El niño se
ríe.
CORTE A:
48 EXT. PLAZA – DÍA
Verónica le da a Adrián un helado, con el cual Adrián se
enchastra la boca y remera.
VERÓNICA
(riendo)
¡Pero mirá el lío que hiciste! ¡Estela
nos va a matar!
Una mujer sentada junto a Verónica los observa.
MUJER
Qué lindo nene. ¿Cómo se llama?
VERÓNICA
Adrián.
MUJER
Hola, Adrián. ¿Te estás divirtiendo con
tu mamá?
VERÓNICA
Soy su niñera, en realidad…
30.
MUJER
Perdón. Estás haciendo muy bien tu
trabajo, entonces, parece que te quiere
mucho…
Verónica mira a Adrián, concentrado en su helado. Esboza una
sonrisa.
CORTE A:
49 EXT. CASA - DÍA
Verónica estaciona su auto en frente de la casa de una
cuidadora de niños. Viste un atuendo negro y gafas de sol
oscuras. Toca el timbre de la casa; MARILINA (39), una mujer
de figura gruesa y sonrisa amable abre la puerta.
MARILINA
¿Hola?
ESTELA
Qué tal, vengo a recoger a mi hijo…
Lucas Rivarola.
Melina observa a Estela, con los ojos abiertos.
MARILINA
Pero… ya vinieron a buscarlo… y se lo
llevaron…
ESTELA
¿¡Qué?!
Sin darle tiempo a la mujer para responder, Verónica corre
hacia su automóvil, subiéndose y partiendo.
50 INT. CASA RIVAROLA, HALL DE ENTRADA – DÍA
Verónica abre precipitadamente la puerta de entrada,
ingresando.
ESTELA
¿Verónica? ¡Verónica!
Estela corre escaleras arriba.
31.
51 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÒN DE ADRIÁN - DÍA
Estela irrumpe en la habitación de Adrián, abriendo la puerta
de par en par. Halla al niño durmiendo en su cuna, bañado y
cambiado. Estela respira entrecortadamente. Verónica entra a
la habitación, con un paño en la mano.
VERÓNICA
¿Estás bien?
ESTELA
(irritada)
¿Por qué no me avisaste que lo ibas a
buscar? Me hiciste preocupar al pedo…
VERÓNICA
Disculpame, fue de improvisto. Tuve que
ir a hacer una compra cerca del lugar, y
se me ocurrió que para ahorrarte tiempo
a usted podía buscar a Adrián y traerlo
para casa. Ya está bañado y dormido. Te
hubiese avisado, pero no sabía cómo.
ESTELA
Para algo existen los celulares,
Verónica. Conseguite uno. Y por favor…
evitá tutearme, no es muy profesional…
VERÓNICA
Sí, tiene razón. Perdone…
Estela observa de modo frío a Verónica, luego mira a su hijo
y finalmente se retira. Verónica la observa alejarse con
desdén, luego camina hacia Adrián, a quien acaricia la
cabeza.
CORTE A:
49 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica toma a Adrián en brazos y lo alza sobre sí de modo
juguetón. En el marco de la puerta una figura observa.
50 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO – DÍA
Estela, con una copa de vino blanco en su mano observa a
Verónica jugar con Adrián.
32.
51 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica coloca a Adrián en su cuna, luego sale.
52 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO – DÍA
Verónica choca con Estela, que intenta torpemente bajar las
escaleras.
VERÓNICA
Estela, ¿está todo bien? Pensé que
tenías una reunión hoy…
ESTELA
Volví más temprano. ¿Tenés algún
problema?
Verónica la observa extrañada, luego continúa bajando las
escaleras. Verónica se acerca al cuarto de su hijo.
53 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Estela se acerca a su hijo, que descansa en su cuna. Lo
observa, con un vaso de vino en su mano. Al verla, el niño se
larga a llorar. Estela clava su mirada en él, luego sale de
la habitación.
CORTE A:
54 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
Verónica da vueltas en su cama, intentando conciliar el
sueño. Se agarra fuertemente a su sábana, sin soltarla.
FUNDE A:
59 EXT. RESERVA – DÍA
Verónica (14) y su hermano LUCAS (6) caminan de la mano por
la reserva, bordeando el río. Ambos caminan en silencio,
Verónica observa el río mientras que Lucas mira al piso.
LUCAS
Verónica, ¿qué pasa cuando te morís?
Verónica le observa, sorprendida por la pregunta
33.
VERÓNICA
Bueno…eso depende de si fuiste una
persona mala o buena. Pero, ¿para qué
querés saber? Todavía te falta tanto…
LUCAS
Cuando murió la abuela, una vecina decía
que se iba a ir al infierno…
VERÓNICA
(riendo)
Decía eso porque todavía piensa que la
abuela le robó su collar.
Verónica se detiene, agachándose y tomando a su hermano de
los hombros.
VERÓNICA
No tenés por qué preocuparte. Si no
pecás, vas tener asegurado un lugar en
el reino de los cielos.
Lucas asiente. Verónica se levanta y resume su caminata.
Lucas revuelve el bolsillo de su pantalón hasta extraer un
pequeño collar, hecho de cuentas blancas y azules.
LUCAS
Te hice esto en el colegio…
Verónica toma el collar, observándolo. Sin decir palabra
abraza a su hermano, lágrimas surgiendo en sus ojos.
VERÓNICA
Gracias…
Verónica abraza a su hermano por unos segundos, luego lo
suelta y le da un coscorrón suave en la cabeza.
LUCAS
¡Ay!
Verónica se ríe y toma a su hermano de la mano, continúan
caminando.
34.
FUNDE A:
55 INT. CASA GUTIÉRREZ, COCINA - NOCHE
SARA (32) coloca agua en una olla con papas, la cual luego
coloca al fuego. Verónica (14) la observa desafiante desde el
marco de la puerta.
VERÓNICA
Por favor, mamá: es mi mejor amiga,
¿cómo te parece que voy a quedar si no
aparezco en su cumpleaños?
SARA
No es tanto problema, hija, decile que
tenés un compromiso y que pueden
juntarse en otro momento…
Verónica ríe de modo afectado. Sara la observa.
VERÓNICA
¿Un compromiso? Compromiso es ir a un
funeral, o a ver a un familiar enfermo:
no ir a caminar doscientos kilómetros en
una procesión que podríamos haber visto
tranquilamente por tele…
SARA
No te pongas complicada, Sara. Ya sabés
que a tu papá le importan este tipo de
cosas…
VERÓNICA
¿Y a vos? ¿Te importa? Porque no
pareciese que te importe nada que a papá
no le importe…
SARA
Hija…
En aquel momento José entra a la habitación, sorprendiendo a
Sara. Toma fuertemente del brazo a su hija.
JOSÉ
Que sea la última vez que le faltás el
respeto a tus padres de esa forma.
Desagradecida…
35.
VERÓNICA
¿Qué tengo para agradecer, eh? ¿Qué se
esfuercen en arruinarme la vida?
Verónica corre fuera de la habitación. Sara comienza a cortar
zanahorias, dando la espalda a su marido.
SARA
No te pongas así, José, por favor. Está
en la adolescencia, no son fáciles esos
años…
José se coloca detrás de su mujer, agarrándole la mano con la
cual sostiene el cuchillo y obligándola a soltarlo, luego
tomándola de los hombros para forzarle a verle a la cara.
JOSÉ
Una mierda. Si se porta así es porque
vos la dejás: ¿o creés que soy tan
idiota para no darme cuenta de cuántas
veces le dejás salir sin consultarme
antes? Después te quiero ver quejarte
cuando termine caminando la calle en
minifalda…
SARA
¡José, por Dios, es tu hija!
JOSÉ
Estoy siendo realista. Si no querés que
termine así, más vale que empieces a
ponerle límites…
José se acerca a la mesa, arranca un pedazo de pan y se aleja
de la habitación.
JOSÉ (OFF)
Y terminá esa comida de una puta vez,
¿querés?
Sara observa el agua hirviendo en la olla. Luego se sienta a
la mesa, visiblemente enferma.
CORTE A:
36.
56 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, COCINA - DÍA
José quita una pava de la hornalla, luego sirve el contenido
de ésta en un mate.
57 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, LIVING – DÍA
José se sienta frente al televisor. Luego de un momento de
silencio abre el cajón de la mesita a su costado y saca de
éste un cuaderno, dentro del cual se halla un pedazo de papel
con un número telefónico.
58 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – DÍA
José entreabre de forma suave la puerta, observando el
interior de la habitación. Verónica duerme en su cama. José
cierra lentamente la puerta.
59 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, LIVING - DÍA
José se acerca a una mesa en la cual reposa el teléfono.
Observa el papel una vez más y finalmente marca el número.
Oye el timbrado con impaciencia, hasta que una voz femenina
atiende al otro lado de la línea.
MUJER (V.O.)
¿Hola?
José intenta responder, pero se detiene.
MUJER (V.O.)
¿Hola? ¿Quién habla?
José cuelga el teléfono de modo abrupto. Se sienta en el sofá
y bebe un sorbo de mate, quemándose la lengua.
CORTE A:
60 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica y Adrián se hallan sentados sobre la alfombra.
Verónica enseña a Adrián una versión ilustrada de La
Cenicienta.
37.
VERÓNICA
(recitando)
Y el hada madrina exclamó: “Tú también
podrás ir al baile, pero con la
siguiente condición: cuando el reloj del
Palacio dé doce campanadas deberás
volver de inmediato”. Entonces el hada
madrina utilizó su varita y la
transformó en una hermosa doncella, con
un vestido largo y hermoso…
Verónica gesticula los movimientos del hada madrina mientras
recita, Adrián la observa riendo.
VERÓNICA
(mirando su reloj)
Uy, ¡qué tarde se hizo! Mejor seguimos
mañana…
CORTE A:
61 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica sienta a Adrián en su silla, llevándole un plato de
puré de calabaza. Éste se mueve incómodo en su silla.
VERÓNICA
Ya sé, es la tercera vez en una semana,
pero mamá anda ocupada y las compras no
se hacen solas…
Verónica toma la cuchara y comienza a mecerla, imitando el
movimiento de un avión. Adrián ríe, luego abre la boca.
VERÓNICA
¡Muy bien!
Verónica es sobresaltada por un CRISTAL ROTO proveniente del
piso superior. Deja a Adrián en la cocina.
CORTE A:
62 INT. CASA RIVAROLA, PASILLO - DÍA
Verónica camina por el pasillo del segundo piso, siguiendo el
llanto proveniente de la habitación de Estela.
38.
63 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ESTELA – DÍA
Verónica entra a la habitación, cuya puerta está
entreabierta. Halla a Verónica en el piso, su mano
ensangrentada y pedazos de vidrio distribuidos en el piso.
VERÓNICA
¿Qué pasó?
ESTELA
Quería tomar unas pastillas, pero… el
vaso se me fue de las manos…
VERÓNICA
Espere acá, voy a traer alcohol y
vendas…
ESTELA
No, por favor, no es necesario…
VERÓNICA
Pero la herida se puede infectar… venga,
Celina dijo que iba a pasar en un rato,
ella puede llevarla al hospital…
Estela se levanta del piso con la ayuda de Verónica.
FUNDE A:
64 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ESTELA – DÍA
Verónica entra a la habitación con un balde que lleva dentro
una escoba, pala y productos de limpieza. Saca la escoba y se
dispone a barrer los pedazos de vidrio, pero es distraída por
un álbum de fotografías apoyado sobre la cama.
Verónica se sienta en el borde de la cama, toma el álbum y
pasa sus páginas, hasta detenerse en una. La foto superior
muestra a Estela de adolescente, vestida formalmente y
sentada en un restaurante con sus padres, que parados detrás
de ella sonríen para la cámara. La foto inferior muestra a
Estela con un recién nacido Adrián en brazos, su semblante
inexpresivo. Verónica observa la fotografía inferior por un
momento, luego la extrae del álbum y dobla, guardándola en su
bolsillo. Deja el álbum en su posición y procede a limpiar el
cuarto.
39.
65 INT. HOSPITAL – NOCHE
Verónica y José suben las escaleras de un hospital público;
José se apoya en Verónica.
JOSÉ
¡Pero la puta que los parió! ¿Tanto les
cuesta arreglar el ascensor de una vez?
VERÓNICA
Relajate un poco, Papá. Ya casi
llegamos…
66 INT. HOSPITAL, SALA DE ESPERA – NOCHE
Verónica espera a su padre con un vaso de café en las manos.
José sale de uno de los consultorios, da la mano al doctor y
luego se acerca a su hija.
VERÓNICA
¿Y cómo fue? Te compré esto…
JOSÉ
Los cigarrillos…
Verónica le entrega el café y saca de su cartera un paquete
de cigarrillos.
VERÓNICA
¿Y? ¿Qué te dijo?
JOSÉ
Nada que te incumba…
José se aleja de su hija y empieza a bajar la escalera,
gruñendo.
CORTE A:
67 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
José entra al departamento, seguido por Verónica. Ambos se
quitan sus abrigos. José se dirige hacia la cocina.
40.
68 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
José toma una botella de cerveza de la heladera y se sirve un
vaso. Verónica le observa desde el marco de la puerta. José
se acerca a ella, haciendo un gesto para que se corra.
69 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
José se deja caer sobre un sillón, prende el televisor y sube
el volumen de este. Verónica se sienta al lado de él, José
bebe su cerveza sin hacer comentario.
VERÓNICA
(irritada)
¿Cuántas veces me vas a hacer decírtelo,
eh? El alcohol es pésimo para tu
condición…
José pretende no oírla, pero Verónica le arranca el control
remoto de la mano y baja el volumen del televisor.
VERÓNICA
¡Te estoy hablando!
JOSÉ
Hacés eso una vez más, y cobrás. Te lo
aviso. Además, no pasa nada de lo que
haya que hablar… ¿o no?
VERÓNICA
Ya estamos grandes para jueguitos de
primaria, ¿no te parece? Me venís
tratando mal todo el día, ¿se puede
saber por qué?
JOSÉ
Voy a dejar que me lo expliques vos…
VERÓNICA
Ya te dije que la cortaras con ese
tonito de porquería…
JOSÉ
(severo)
Esta es mi casa, hablo como se me da la
gana.
41.
VERÓNICA
No sé de qué hablás, papá. ¿Estás seguro
que tomaste tus remedios?
JOSÉ
No me boludees, ya hiciste suficiente
andando atrás de mis espaldas con la
pibita esa…
VERÓNICA
¿Perdón? ¿Qué pibita?
JOSÉ
Tenés su numerito de teléfono y todo…
¿hace cuanto que la ves?
VERÓNICA
¡Ah, no, esto ya es demasiado! ¿Quién
carajo te creés para ponerte a buscar
entre mis cosas?
JOSÉ
Estás en mi casa, lo que significa que
cualquier boludez que hagas va a tener
un efecto en mí. ¿Acaso pensás que el
resto del barrio va a reaccionar bien?
VERÓNICA
Eso depende… de si el resto del barrio
vive está retrasado cinco siglos como
vos.
José le dirige una mirada fría.
VERÓNICA
Todo esto es ridículo, Papá. Esa pibita
no es más que una amiga, y en todo caso,
lo que haga con mi vida es cuestión mía.
Ahora, si me permitís voy a cocinar,
porque supongo que no querrás hacerlo
vos…
Verónica se levanta del sillón, dirigiéndose a la cocina.
José la toma del brazo de modo violento.
42.
JOSÉ
Pendeja desagradecida, después de todo
lo que hice por vos, venís y pecás así
debajo de mi techo…
VERÓNICA
¡Soltame!
JOSÉ
No quisiste escucharme, así que ahora
más vale que prestes atención. Si vuelvo
a verte con esa pibita, o a enterarme de
que estuviste viéndola…
VERÓNICA
(desafiante)
¿Qué? ¿Vas a echarme? ¿Y quién se va a
encargar de vos, eh? ¿Con tus
inyecciones y tus dietas especiales? No
sé si te das cuenta que soy la única
persona que aceptó a cuidarte, ojalá no
sea muy tarde cuando lo hagas…
Verónica se aleja. José se deja caer de nuevo en el sillón,
golpeando un almohadón con frustración.
70 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Estela se halla sentada en un sillón, Celina está sentada
frente a ella con un cuaderno en mano.
CELINA
Estuve calculando el presupuesto para el
coctel del próximo mes. Creo que
podríamos recortar en…
Verónica ingresa al cuarto con una bandeja, la cual deposita
en una mesita. Luego se retira. Estela y Celina se quedan en
silencio por un momento.
ESTELA
¿Te parece que debería desconfiar de
ella?
Celina mira de reojo a Estela, luego cruza las piernas en su
asiento, acomodándose.
43.
CELINA
¿Por qué? ¿Pensás que… está sacando
cosas?
ESTELA
No… es que, por momentos parece distante
y rara, pero cuida tan bien de Adrián. Y
él la quiere… más de lo que debería.
CELINA
Bueno, si te soy sincera, a mí tampoco
me pareció tan… estable, cuando la
conocí. Y esa vez que desapareció en
mitad del té, sin dar explicación…
ESTELA
¿Decís que… podría tener algún problema?
CELINA
No me parecería tan raro. Ya sabés como
van las cosas, en una de esas realmente
necesitaba el trabajo y… en todo caso,
no me costaría buscar algo de
información sobre sus trabajos pasados,
referencias, ese tipo de cosas…
ESTELA
Gracias. Ahora, si podemos hablar en
otro momento, estoy un poco cansada…
Celina se retira. Estela hojea de nuevo el currículum de
Verónica, que tiene a su lado. Se detiene en la fotografía de
la joven, observándola atentamente.
71 EXT. ALMACÉN – DÍA
Verónica camina en dirección al almacén donde trabaja Julia.
En su camino se cruza con el jefe de Julia, a quien reconoce.
JULIA
¿Qué tal? ¿Sabe si Julia vino a trabajar
hoy?
JEFE
No. Julia renunció dos semanas atrás.
44.
JULIA
¿Y usted no sabe dónde…?
JEFE
No, y honestamente tampoco me importa.
Si no te molesta…
Verónica observa al jefe alejarse, luego entra en el almacén.
72 INT. ALMACÉN – DÍA
Verónica ingresa al almacén. Se acerca a la zona de la caja,
la cual es atendida por un hombre joven. Éste termina de
atender a una clienta.
CAJERO
Diez, veinte, veinticinco. Gracias. ¿Te
puedo ayudar?
VERÓNICA
Sí, gracias. Recién me crucé en la calle
con tu jefe, y me contó que Julia ya no
trabaja acá. Soy amiga de ella, pero
perdí su número de teléfono…
CAJERO
No tengo su número, pero creo que tengo
anotada por acá su dirección. Me pidió
que le llevase unas cosas que se olvidó
acá en el almacén… eso sí, es bastante
lejos.
VERÓNICA
No importa, yo me ocupo.
El cajero anota una dirección en un pedazo de papel, luego se
lo entrega. Verónica le sonríe.
CORTE A:
73 EXT. DEPARTAMENTO JULIA – DÍA
Verónica toca el timbre de un edificio pequeño y bohemio.
Lleva consigo una caja con objetos varios. Una voz femenina
atiende.
45.
JULIA (OFF)
¿Quién es?
VERÓNICA
Hola, vengo a hacer…una entrega...
JULIA (OFF)
¿Verónica?
VERÓNICA
Antes de que cuelgues… quiero hablar,
¿puede ser?
Julia permanece en silencio por un momento, seguido por un
timbre.
JULIA (OFF)
Pasá…
74 INT. DEPARTAMENTO JULIA – DÍA
Verónica ingresa al departamento de un ambiente de Julia,
desordenado y de decoración ecléctica. Julia se halla a un
costado de la habitación, trabajando en una pintura.
JULIA
Qué sorpresa, ¿a qué se debe la visita?
VERÓNICA
Tu compañero me dijo que tenía que
entregarte un par de cosas, así que
aproveché para ahorrarle el trabajo y
pasar por acá.
JULIA
Podés dejar la caja encima de la cama…
Verónica apoya la caja, luego se acerca a Julia.
VERÓNICA
¿Por qué renunciaste?
JULIA
¿No es obvio? Uno puede dejarse
arrastrar como un perro hasta cierto
46.
punto. No voy a sacrificar mi dignidad
por un salario de mierda...
VERÓNICA
Bueno, pero… ¿qué vas a hacer ahora?
Julia señala a un par de pinturas que se acumulan en un
armario.
JULIA
Con suerte, vender un par de estas en
ferias. Aunque, la verdad, no les tengo
tanta fe como a ésta…
Julia y Verónica observan la pintura en que Julia se hallaba
trabajando previamente: esta retrata a una mujer de espaldas,
en cuyo hombro reposa una pequeña mariposa negra. Verónica
observa la pintura con detención.
VERÓNICA
¡Me encanta! ¿En qué está inspirada?
JULIA
Bueno, es… el retrato de una persona de
la cual me siento distanciada. Es
interesante cómo podemos estar tan
preocupados con nuestros propios asuntos
que ni notaríamos si una mariposa se
parara en nuestro hombro. ¿No te parece?
Verónica sonríe. Julia la invita con un gesto a sentarse en
un pequeño sillón.
JULIA
¿Te puedo ofrecer café? Es de ayer, pero
todavía no huele mal, así que…
VERÓNICA
No, gracias. Estoy bien.
Julia observa a Verónica de reojo.
VERÓNICA
¿Pasa algo?
JULIA
Mirá… quería pedirte disculpas por lo
que pasó la otra vez, esa discusión, o
47.
lo que sea. No tendría que haberte
juzgado, al fin y al cabo todos nos
arreglamos como podemos, y…
VERÓNICA
No, tenías razón… en parte. Estela puede
ser difícil, pero realmente me importa
ese chico, y que su propia madre sea tan
negligente con él…
JULIA
No tenés que explicarme, tranquila. En
fin, espero que estemos bien ahora…
VERÓNICA
Yo también, la verdad es que por mucho
tiempo no tuve a nadie a quien pudiese
llamar amiga…
Julia le sonríe.
JULIA
No me aceptaste el café, ¿pero sabés
qué? Mi vecina me regaló un pedazo de
torta marmolada ayer, y estaba
espectacular. Voy a ver si todavía le
queda un poco…
Julia sale del departamento. Verónica se mantiene sentada,
observando a su alrededor. Un tiempo después se levanta,
acercándose a la zona donde Julia guarda sus pinturas.
Verónica echa una mirada hacia la puerta, luego comienza a
inspeccionar los cuadros. Uno de ellos muestra a una paloma,
encerrada en una jaula dorada. Otro retrata a una muñeca, a
la cual le falta un ojo, colgando del brazo de una persona.
Una tercera pintura muestra a una joven abriendo una caja, de
la cual sale una marea de color.
Julia entra, sorprendiendo a Verónica en el acto.
JULIA
¿Está buena mi interpretación de “La
caja de Pandora”, eh?
VERÓNICA
Perdón, no quería entrometerme…
48.
JULIA
Todo bien, no te preocupes. Me gusta
cuando la gente puede apreciar el arte…
Julia sonríe.
JULIA
¿Sabés que estaba pensando? Ya que las
dos estamos en necesidad de desahogarnos
un poco, ¿qué te parece ir a un campo de
tiro? Conozco uno no muy lejos de acá,
la dueña es amiga mía…
VERÓNICA
¿Campo de tiro? No sé, nunca fui a uno
antes…
JULIA
Te sorprendería lo terapeútico que puede
ser cagar a tiros a un blanco en un
papel.
VERÓNICA
Es que… nunca usé un arma antes, no sé
si me sienta cómoda...
JULIA
Tranquila, que yo te enseño, no es tan
difícil como parece. Podés imaginarte a
Estela en el blanco y todo…
Verónica la observa.
VERÓNICA
Tranqui, es un chiste. ¿Vamos, entonces?
VERÓNICA
Bueno, por qué no…
Julia le guiña un ojo. Verónica le sonríe, incómoda.
49.
CORTE A:
75 INT. CAMPO DE TIRO – DÍA
Verónica y Julia entran a la zona de tiro, ambas usando
lentes y audífonos protectores.
VERÓNICA
Esto es mucho para mí, Julia. Mejor me
voy…
Verónica intenta quitarse los audífonos, pero Julia la
detiene.
JULIA
Si nunca lo intentás, ¿cómo vas a saber?
Tranquila, que voy a mostrarte como se
hace…
Julia toma el arma y se coloca en posición de disparo,
tomando el arma con una mano y estabilizándola con la otra.
JULIA
La posición de las manos es importante:
debería ser tal como te estoy mostrando,
para evitar que te lastimes…
Julia apunta hacia el blanco, cerrando un ojo para mayor
visualización.
JULIA
Es muy importante que mantengas la vista
concentrada en la mira frontal, así
lográs un tiro más preciso.
Julia se prepara y luego de un momento dispara varias rondas
con precisión.
JULIA
¿Ves? No es tan difícil si lo hacés
tranquila y con confianza.
Julia le entrega la pistola a Verónica. Ésta posiciona los
brazos, sosteniéndola tentativamente. Verónica se coloca
detrás de ella y la ayuda.
JULIA
Este codo va recto, así, ¿ves?
50.
Verónica sonríe de modo nervioso, incómoda ante el tacto de
Julia. Luego de posicionarse, dispara hacia el blanco,
sobresaltándose ante la agitación de la pistola.
JULIA
Tranquila, cuesta acostumbrarse a la
sacudida, pero ya va a salir. Probá otra
vez…
Verónica vuelve a disparar, esta vez con un mejor
mantenimiento de su postura. El disparo llega cerca del
blanco.
JULIA
¡Muy bien!
Verónica observa fijamente el blanco por un momento. Luego
sonríe a Julia.
CORTE A:
76 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica coloca una cinta de video dentro de un VHS y se
arrellana en el sillón.
EN TELEVISOR:
Verónica (12) y Lucas (5) juegan a la orilla de un lago.
Lucas lanza un puñado de barro a su hermana.
VERÓNICA
¡Agg, me lo pegaste en el pelo!
Verónica ríe y luego arremete lanzando otro puñado hacia su
hermano.
VOLVEMOS A:
Verónica ríe observando el video, mientras que una lágrima se
desliza por su mejilla.
EN TELEVISOR:
José, el padre de ambos chicos, les alerta desde detrás de la
cámara.
51.
JOSÉ (V.O.)
¡Basta, ustedes dos!
Verónica y Lucas ríen con complicidad, luego se lanzan al
agua, donde chapotean y juegan.
La cinta corta a la antigua sala de estar de los Gutiérrez.
Verónica viste un disfraz de princesa, su madre Sara se
acerca con una torta de cumpleaños. Los invitados a su
alrededor cantan.
INVITADA:
¡Y ahora los tres deseos!
El cuarto se silencia por unos segundos mientras Verónica
piensa. Luego Verónica sopla las velas, estallando el cuarto
en aplausos.
VOLVEMOS A:
Verónica mira la cinta, llorando y sonriendo.
SARA (V.O.)
¡María, nada de dedos en la torta!
José entra de modo torpe a la habitación, cerrando la puerta
con estruendo. Verónica lo observa desde el sillón. José se
mantiene parado en su lugar por un momento, mirando el
televisor. Luego se acerca al televisor, y de modo violento
lo desenchufa.
VERÓNICA
¡Ey! ¿Qué hacés?
JOSÉ
Ya te lo repetí antes, ante mí no se ven
esos videos…
VERÓNICA
¿Por qué? ¿Tanto miedo le tenés a ver en
lo que te convertiste?
JOSÉ
(severo)
¡No te estoy faltando el respeto, así
que no me lo faltes a mí!
52.
VERÓNICA
Perdón…
JOSÉ
Quiero lo mejor para vos, por más que
pienses lo contrario… tenemos que seguir
adelante…
VERÓNICA
No soy una nena, papá. ¿Cuándo vas a
entenderlo? Puedo enfrentarme al pasado.
JOSÉ
¿Es por eso que cuando entré estabas
llorando? ¿O vas a decirme que estabas
cortando cebolla?
VERÓNICA
Gracias, papá, por esta conversación tan
sana…
Verónica camina hacia la habitación. José se mantiene de
espaldas.
JOSÉ
Hija, disculpame. Si supieras que las
cosas no son tan fáciles como parecen,
capaz que… entenderías por qué te lo
digo…
VERÓNICA
¿Qué es lo que no es tan fácil? ¿Aceptar
la realidad? Sí, eso debe ser un enorme
dolor para vos. Lucas se fue…
Verónica respira antes de continuar hablando.
VERÓNICA
Aprendí a aceptarlo, pero no voy a
borrarlo de mi memoria porque vos lo
quieras. Capaz sea hora de que aceptes
lo que pasó, en vez de tratar de
taparlo. A veces pienso que no podrías
ser más cruel…
Verónica sale de la habitación. José se sienta en el sofá,
con la cabeza entre las manos.
53.
CORTE A:
77 EXT. PLAZA, SECTOR DE JUEGOS – DÍA
Sector de juegos de una plaza barrial. Adrián y Verónica
ingresan. Verónica lleva puestos anteojos de sol.
VERÓNICA
Bueno, ahora vamos a sacarnos los
zapatos, que sino…
ADRIÁN
¡No!
Adrián corre hacia el tobogán.
VERÓNICA
¡Adrián, volvé acá!
Verónica sigue a Adrián, que se sube al tobogán de niños.
VERÓNICA
¡No subas tan rápido, que te podés
lastimar!
Adrián se desliza por el tobogán, riendo. Verónica suspira.
FUNDE A:
78 EXT. PLAZA – DÍA
Adrián corretea por el lugar, juntando hojas del piso.
Verónica le observa, con frustración.
VERÓNICA
¡Vení a sentarte, te digo! ¡Y dejá de
tocar esas hojas!
Adrián se tropieza y cae, sangre emanando de su rodilla.
CORTE A:
79 EXT. CASA RIVAROLA – DÍA
Estela sale de la casa, mientras Celina estaciona su auto
frente a ésta. Celina abandona su auto y se encuentra con
Estela.
54.
ESTELA
Hola Celi. Estaba yendo a buscar a
Adrián da la plaza, quiero llevarlo a
comprarse algo de ropa. Últimamente está
pasando demasiado tiempo con Verónica, y
se está poniendo un poco…
Celina le coloca una mano en el hombro a Estela.
CELINA
Tendríamos que hablar. ¿Te parece que
entremos?
Estela asiente, ambas mujeres ingresan a la casa.
CORTE A:
80 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Celina toma asiento en el sillón. Estela se mantiene parada.
ESTELA
¿Te traigo algo de tomar, un té?
CELINA
No, gracias. En realidad no tengo mucho
tiempo, pero… hay algo que encontré
sobre Verónica, y quería que lo supieras
lo antes posible.
Estela se acomoda en el sillón.
CORTE A:
81 EXT. PLAZA - DÍA
Verónica sienta a Adrián junto a ella en un banco,
observándole la cara.
VERÓNICA
¡Mirá el corte que te hiciste! Pero no,
tenías que corretear como un pavo. Vamos
a comer, ¿querés?, después te lo
desinfecto en casa…
Verónica y Adrián se sientan en un banco de plaza. Verónica
intenta poner un pañuelo sobre la herida de Adrián, pero este
se niega.
55.
VERÓNICA
Bueno, dejá que sangre entonces, vas a
ver qué lindo que se pone…
Verónica saca de una pequeña vianda un sándwich y un pote con
papilla. Adrián intenta tomar el sándwich, pero Verónica lo
aleja.
VERÓNICA
No, no, eso no es para vos. Ahora, abra
la boca…
Verónica toma una cucharada de papilla e intenta dársela a
Adrián, pero este no abre la boca.
VERÓNICA
Por favor, no te pongas caprichoso.
Adrián mira a Verónica, desafiante, y le saca la lengua.
Verónica le toma el brazo, sobresaltándolo.
VERÓNICA
¡Basta, Lucas! ¡O te comportás o te dejo
acá mismo!
Adrián le observa, asustado. Verónica mantiene su mirada fija
en él por un momento: instantáneamente evita el contacto,
mirando hacia otro lado. Tras una pausa abraza a Adrián.
VERÓNICA
Perdón… perdoname… estoy un poco cansada
hoy, no más…
Verónica se levanta, tomando a Adrián de la mano.
VERÓNICA
Mirá, ¿por qué no vas a jugar un rato?
Te dejo subirte al tobogán, y al sube-y-
baja, ¿dale?
Adrián mira de reojo a Verónica, luego se dirige al sector de
juegos. Colocándose su cartera al hombro camina hasta
colocarse debajo de un árbol, donde comienza a llorar. Saca
un pañuelo de su cartera con el cual limpia sus lágrimas.
56.
CORTE A:
82 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Estela camina a través de la habitación, dando pasos largos y
meditados. Celina la observa desde el sillón.
ESTELA
Tendría que haberme dado cuenta... pero
no, la mujer en sus referencias habló
tan bien de ella. Quién sabe cuánto le
habrá pagado…
CELINA
Bueno, según lo que averigué, trabajó
para esa señora durante varios años.
Pero en todo su registro, no apareció
una vez que haya servido en una casa con
chicos: los González Romero, los
Vallarta, son referencias falsas…
ESTELA
Me mintió desde el momento que entró a
trabajar: la dejé que se acercara a mi
hijo, cuando no tenía idea de lo que
estaba haciendo. Podría haberlo
lastimado…
CELINA
Con lo que tenemos es suficiente para
despedirla. Podés hacerlo por lo bajo,
te evitás que haga lío y no necesitás
pagarle…
Estela se detiene en su caminata. Se sienta en un sillón
orejero, manteniéndose en silencio.
ESTELA
Todavía no. Primero le va a quedar bien
claro que conmigo no se jode…
Estela prende un cigarrillo. Celina la observa de reojo.
57.
CORTE A:
83 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica ingresa al departamento: se quita el abrigo y la
bufanda, cuelga su llave. Se dirige directamente a la cocina.
84 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
Verónica abre el estante debajo del lavatorio y saca de éste
una olla, que llena con agua y pone al fuego. Abre una
estantería y toma un sobre de sopa, que vierte dentro de la
olla. En la sala un CRISTAL SE ROMPE contra el piso,
sobresaltando a Verónica.
85 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica se acerca hasta el sillón, donde su padre se halla
sentado. Pedazos de vidrio de un vaso y el líquido de su
interior están esparcidos por el piso.
VERÓNICA
Papá… ¿estás bien?
JOSÉ
Llegaste tarde, de nuevo.
VERÓNICA
¿Te sentís mal? Puedo llamar un taxi y…
JOSÉ
No.
Verónica se acerca lentamente a su padre, el cual sostiene en
sus manos una fotografía de los cuatro integrantes de la
familia, sonrientes alrededor de una torta de cumpleaños.
JOSÉ
El cumpleaños de Lucas… ¿te acordás?
Estaba tan contento con el auto a pilas
que le regalamos. Tuve que ahorrar dos
meses enteros para comprárselo…
Verónica le coloca una mano en la frente a su padre.
VERÓNICA
Sí, me acuerdo… estás un poco caliente,
¿por qué no te acostás un rato?
58.
JOSÉ
¿No eras vos la que dijiste que tenía
que estar más en contacto con mis
sentimientos, o una boludez así? Bueno…
lo estoy intentando…
VERÓNICA
Me parece bien, papá, pero…
José se levanta del sillón y se lanza en brazos de su hija,
abrazándola. Verónica le observa extrañada, sin devolver el
abrazo.
VERÓNICA
Por Dios, papá, tenés una baranda. ¿Por
qué no vas a ducharte?
JOSÉ
Tu hermano, él te quería tanto. Nunca
pude darle… a ninguno de los dos…
VERÓNICA
No es tiempo para hablar de Lucas.
Podemos discutirlo en otro momento.
Verónica comienza a caminar hacia el baño, llevando a su
padre. Éste balbucea, afectado por la ebriedad.
JOSÉ
Esa noche, cuando falleció...
Verónica se detiene. Observa a su padre.
VERÓNICA
Papá… fue un accidente, los dos lo
sabemos. Estaba en mi cuarto, y él se
subió al banquito para buscar los
alfajores…
José se libera del brazo de su hija, desplomándose contra la
pared de la sala.
JOSÉ
Sí, hija… pero si lo hubieses ayudado,
quizás…
59.
Verónica se sienta junto a su padre, sin decir palabra. Ambos
se mantienen en silencio. El semblante de José pierde su
dureza, una lágrima cae por su mejilla.
VERÓNICA
¿Pensás que yo no me arrepiento todo el
tiempo de no haberle podido ayudar?
¿Pensás que… que me alegré de que esto
pasara?
JOSÉ
Sabés que siempre quise mucho a tu
hermano… era mi hijo varón, tenés que
entender. No podía soportar que se
hubiera ido, así como así...
Verónica no responde. Se levanta y camina hasta un punto de
la sala, luego se detiene. José la observa.
JOSÉ
Por favor, tenés que perdonarme… ya sé
que te lastimé muchas veces, pero tuve
mucho resentimiento por tanto tiempo… a
tu hermano… por favor, mirame…
Verónica enfrenta a su padre.
VERÓNICA
Necesito un poco de tiempo… para pensar.
JOSÉ
¿Eso… eso es todo lo que tenés para
decir?
Verónica se dirige a su habitación, cerrando la puerta. José
se mantiene sentado, mirando el piso.
86 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
Verónica dobla un suéter y lo guarda en un pequeño bolso,
apoyado en la cama. Procede a hacer lo mismo con un pantalón,
sus acciones son mecánicas y concisas.
87 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – NOCHE
Verónica sale de la habitación con su bolso en mano. José se
halla sentado de nuevo en el sillón, fumando un cigarrillo.
60.
Se levanta y observa a Verónica, sus ojos rojizos. Verónica
le devuelve la mirada.
Verónica se dirige a la puerta, la cual abre y cierra
rápidamente. José se mantiene en su lugar, exhalando el humo
de su cigarrillo.
CORTE A:
88 INT. CASA RIVAROLA, COCINA – DÍA
Verónica mira la televisión mientras plancha. Estela entra a
la habitación.
ESTELA
Así que mirando la novela, ¿eh?
Estela coloca su mirada en la plancha, con la cual Verónica
está quemando uno de sus pañuelos. Arrebata la plancha a
Verónica y la coloca a un lado.
ESTELA
¡Por Dios, casi incendiás mi pañuelo
importado de la India! ¿En qué mundo
estás?
VERÓNICA
Perdón, no quise… fue un accidente…
ESTELA
Claro, todo es un accidente últimamente…
Estela la observa de reojo. Verónica no devuelve la mirada.
ESTELA
Mejor dejemos la plancha por hoy, tengo
una lista de cosas que podés hacer…
Estela entrega a Verónica una lista de papel, la cual
Verónica lee.
VERÓNICA
“Repasar la estantería con
antigüedades”. Pero si la repasé la
semana pasada…
61.
ESTELA
¿Cuál es el problema? Repasala de nuevo.
Sabés que existe algo llamado polvo,
¿no?
Estela esboza una sonrisa maliciosa, Verónica la observa
fijamente.
ESTELA
También voy a necesitar que te tomes el
colectivo hasta Colegiales para recoger
las invitaciones de la imprenta. Ah, y
dejé un par de pantalones en la
tintorería, si podés ir a buscarlos…
Estela se retira. Verónica sostiene el pañuelo de Estela,
apretándolo con fuerza.
FUNDE A:
89 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica limpia sin ánimo la estantería donde Estela
recolecta sus antigüedades. Toma en sus manos un pequeño
cenicero de cristal, sobre el cual pasa un trapo. Estela
entra a la habitación.
ESTELA
Deberías salir ahora para Colegiales.
Escuché que viajar en colectivo a partir
de las 5 es insoportable…
Verónica fuerza una sonrisa. Estela se da vuelta para
abandonar el cuarto, pero es sobresaltada por cristal
rompiéndose. Estela se da vuelta, hallando pedazos de cristal
desparramados por la habitación.
ESTELA
¿Tenés manos de manteca o qué?
VERÓNICA
Uy, perdón… de verdad, no sé en donde
tengo la cabeza hoy.
ESTELA
Claro… trae la escoba y limpiá este
desastre…
62.
VERÓNICA
No.
Estela la observa, desafiante.
ESTELA
¿Perdón?
VERÓNICA
A menos que me lo pidas con educación,
no tengo por qué hacerlo.
ESTELA
¿Educación? Sos una, vos, para hablar de
educación…
Estela se para frente a Verónica, enfrentándola.
ESTELA
Podés hacerte la mosquita muerta todo lo
que quieras, pero a mí no me jodés. Te
esforzaste mucho en montar todo este
jueguito, pero no te va a resultar…
Verónica se agacha para tomar un pedazo de cristal del piso,
el cual acaricia en su mano. Estela retrocede.
VERÓNICA
¿Pensás que voy a dejar a ese pobre
chico al cuidado de una alcohólica
deprimente como vos?
ESTELA
Tenés mucho nervio para una mugrienta
maleducada…
VERÓNICA
¿Ah, sí? Esta mugrienta tiene el cariño
de tu hijo, y eso es algo que no podés
comprar.
Verónica se da vuelta, sonriendo levemente. Estela le clava
una mirada.
63.
ESTELA
Desde mañana estás despedida. No quiero
volver a verte cerca de mí o de Adrián,
¿entendiste?
Sin volverse hacia ella, Verónica sale de la habitación.
Estela agarra bruscamente una copa y saca una botella de vino
de la heladera, sirviéndose una copa.
CORTE A:
90 EXT. DEPARTAMENTO JULIA - NOCHE
Verónica, empapada por la lluvia, toca el timbre del
departamento de Julia. Julia abre la puerta.
JULIA
¡Boluda, me asustaste! Por un segundo
pensé que eras la nena del Exorcista…
VERÓNICA
No estoy para chistes, Julia…
JULIA
OK, perdón. Pasá y hablamos.
Verónica asiente y entra.
91 INT. DEPARTAMENTO JULIA – NOCHE
Verónica se quita el abrigo y camina hacia un sillón, donde
se deja caer. Julia extrae de un armario un calentador
portátil.
JULIA
Mirate, estás congelada: a ver si esto
te ayuda un poco…
Julia conecta el calentador. Luego va hacia la cocina, donde
coloca una pava con agua caliente en la hornalla.
VERÓNICA
No tenés que hacerme nada, estoy bien…
JULIA
No jodas. Ahora te lo hago.
Julia se sienta frente a Verónica, sonriente.
64.
JULIA
¿Qué pasa?
Verónica suspira, llevándose una mano a la cara.
VERÓNICA
Bueno, básicamente… le rompí un cenicero
muy caro a Estela, la taché de
alcohólica y me despidió. También dejé a
mi papá solo y no tengo donde quedarme…
JULIA
¿En serio le rompiste algo a la estirada
esa?
Verónica lanza una mirada rápida a Julia.
JULIA
Honestamente, dejar ese trabajo sería lo
mejor que te podía pasar. Somos
artistas, espíritus libres… no servimos
para ser tratadas como trapos.
VERÓNICA
No es tan fácil… en fin, quería saber si
puedo quedarme acá por hoy, te prometo
que mañana consigo un cuarto y…
JULIA
Por favor. No sos ninguna molestia,
podés quedarte todo lo que necesites…
Julia le ofrece una mano a Verónica, la cual Verónica toma.
VERÓNICA
Gracias. En serio.
JULIA
Para algo están las amigas, ¿no? Aparte
de robarte al novio, usar el mismo
vestido y tratarte como bosta, digo…
Verónica y Julia ríen juntas.
65.
FUNDE A:
92 INT. DEPARTAMENTO JULIA – NOCHE
Verónica y Julia se hallan paradas frente a un lienzo, en el
cual ambas colorean.
JULIA
Pintar es como estar frente al mar, ¿no
te parece? Una sensación sobrecogedora
de grandeza, de liberación, de
tranquilidad…
VERÓNICA
(riendo)
En serio, ¿qué te fumaste?
JULIA
¡Nada, te juro! Tuve mis días jodidos,
pero ya llevo bastante tiempo limpia…
Julia observa a Verónica, concentrada en su pintura.
Sonriendo pícaramente moja su pincel en pintura roja,
marcando con éste el hombro descubierto de Verónica. Ésta
observa su hombro, con la boca abierta en sorpresa. Toma un
pequeño contenedor donde ha colocado pintura azul, el cual
lanza sobre la musculosa blanca de Julia. Julia contra-ataca
lanzando lo restante de su vaso de agua a Verónica.
Ambas se dejan caer sobre la cama, riendo. Por un momento
intercambian miradas, luego ambas miran hacia el techo,
sonriendo.
CORTE A:
93 INT. DEPARTAMENTO JULIA – NOCHE
Verónica duerme sobre el sillón, tapada con una sábana. Es
despertada por la voz de Julia, proveniente del baño, quien
mantiene una discusión con otra persona. Levantándose con
sigilo, Verónica se dirige detrás de la puerta.
JULIA
Por favor, mamá no hagas un escándalo.
Sabés que esto es algo que quiero hace
tiempo… ¡Claro, esto es siempre sobre
vos! Nunca te importó un carajo que yo
sea felíz, ¿no?
66.
Verónica continúa oyendo a través de la puerta, confundida.
JULIA
No podés decirme qué tengo o no tengo
que hacer. ¿Por qué siempre hasta la
pregunta más chica se transforma en una
discusión con vos? Y después te quejás
de estar sola, ¿no?...
Julia continúa discutiendo con la persona al teléfono.
Verónica vuelve a recostarse, quedándose en vela.
CORTE A:
94 INT. DEPARTAMENTO JULIA - MEDIODÍA
Julia y Verónica almuerzan, sentadas a la mesa. Ambas comen
en silencio. Verónica levanta la vista de su plato,
observando a Julia que le sonríe. Devuelve la sonrisa.
JULIA
Perdón si soy muy metida, ¿pero qué pasó
con tu papá? ¿Pensé que estaba enfermo?
VERÓNICA
No, pero… hay una vecina en nuestro
departamento que puede cuidarlo. Igual,
nunca aceptaría a un enfermero. Llevo
con él 19 años, necesitaba alejarme
aunque sea un mes o dos…
JULIA
Te entiendo. Yo casi no hablo con mis
papás…
Julia se acerca con una bandeja de té, la cual posiciona en
la mesita baja frente al sillón.
VERÓNICA
Desde hace un par de años no es el
mismo. Sobre todo después de lo de
Lucas…
JULIA
¿Lucas?
67.
VERÓNICA
(incómoda)
Es… una historia larga. Disculpame, no
quería…
JULIA
No, está bien… ¿por qué no vamos al
museo a la tarde? Escuché que están
dando una exhibición re copada de arte
italiano… dale, así te relajás un poco…
VERÓNICA
Sí, estaría bueno...
Julia sonríe a Verónica. Verónica bebe su té.
CORTE A:
95 INT. MUSEO – NOCHE
Verónica y Julia se unen a un grupo de personas, lideradas
por un guía de museo. El grupo se detiene a contemplar una
pintura religiosa.
GUÍA
Lo que tenemos acá es una obra titulada
“Presentación en el Templo”, realizada
en 1333 por Paolo Veneziano. Como pueden
observar, retrata el momento de
presentación del bebé Jesús a…
VERÓNICA
Gracias por traerme, no sabés hace
cuánto tiempo no venía a un lugar así.
JULIA
No hay problema. La vida es una sola,
¿no? No tiene sentido pasársela
encerrado: hay que explorar,
arriesgarse…
VERÓNICA
Sí… tenés razón.
Verónica y Julia continúan caminando junto con el grupo.
Verónica se detiene, contemplando una pintura al fondo de la
sala. Alejándose del grupo se acerca a ella: la obra retrata
68.
a la Virgen María sosteniendo en brazos al niño Jesús,
rodeada de un halo de luz.
Verónica observa la pintura, obnubilada. Julia se acerca.
VERÓNICA
Ey, están yendo a la zona de las
cerámicas. ¿Venís?
Verónica, sin reaccionar al comentario, continúa observando
la pintura. Julia la contempla, luego vuelve con el grupo.
CORTE A:
96 EXT. BAR – DÍA
Verónica se halla sentada en un pequeño bar, ubicado en la
cuadra opuesta a la casa de los Rivarola. Observa a Estela
salir de la casa, vistiendo un gran abrigo y gafas de sol
oscuras. Con manerismos apurados, Estela sube a su auto y se
aleja. Verónica termina rápidamente su café y se levanta de
la mesa, dirigiéndose a cruzar la calle.
MESERA
¡Ey! ¡No pagaste el café!
Verónica vuelve rápidamente hacia su mesa y lanza dos
billetes sobre ella.
VERÓNICA
Quedate con el cambio.
CORTE A:
97 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Verónica, aún con su saco y cartera, entra a la habitación de
Adrián, el cual llora. Verónica lo levanta de su cuna e
intenta calmarlo.
VERÓNICA
Shhh… ¿qué pasó, precioso? Tranquilo,
estoy acá para cuidarte…
Verónica acaricia la mejilla de Adrián suavemente. Alarmada
acerca su cara a la del niño, notando un moretón cerca de su
ojo derecho. Verónica apoya al niño en su cuna y sale de la
habitación.
69.
CORTE A:
98 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – DÍA
Verónica ingresa al living, con paso determinado. Toma el
teléfono y marca rápidamente un número.
VERÓNICA
Sí, quisiera pedir un taxi, por favor.
La dirección es Manuela Pedraza 2520.
Gracias.
CORTE A:
99 INT. HOSPITAL, SALA DE ESPERA – DÍA
Verónica se halla sentada en una sala de espera, con los
brazos cruzados. Golpea su pie derecho contra el piso con
insistencia. Observa a Estela entrar a la sala de espera,
dirigiéndose directamente hacia ella.
ESTELA
¿Qué paso con mi bebé? ¿Dónde está?
VERÓNICA
Todavía está con el doctor. Sabés, pensé
que como alcohólica habías tocado fondo,
pero todavía querés hacerle sufrir más…
ESTELA
¡Eso fue un accidente, no tenés ninguna
prueba!
Verónica se acerca a Estela, oliendo el aroma de su ropa.
VERÓNICA
¿Que tenés una baranda a alcohol
terrible no es una prueba? ¿Cuántas
copas te bajaste hoy?
ESTELA
Eso no es de tu incumbencia. Ya no
trabajás para esta familia. Si no fuese
por Adrián, estaría denunciándote ahora
mismo por haberte acercado siquiera a mi
casa… te hice dejar la llave, ¿cómo lo
hiciste? ¿Rompiste una ventana?
70.
VERÓNICA
Tuve la precaución de hacer una copia.
Claramente no se puede dejarte al
cuidado de nadie, menos de un niño…
ESTELA
¡Dámela!
VERÓNICA
¿Realmente querés hacer una escena acá?
Estela arranca a Verónica su cartera, ante la mirada curiosa
de los demás pacientes en la sala. La abre y extrae la copia
de la llave, que guarda en su propio bolso.
ESTELA
Te divertís poniendo a prueba mi
paciencia, ¿no?
VERÓNICA
Tanto como vos te divertís haciendo
miserable a tu propio hijo. ¿Qué viene
después, decirle que vas a comprar
puchos y no volver más?
Adrián y el médico salen de uno de los consultorios. Estela
corre hasta éste e intenta abrazarlo, pero el niño se niega.
Estela lo mira, extrañada.
MÉDICO
Está algo confundido y mareado todavía,
producto del golpe. Necesita descansar…
VERÓNICA
¿Pero no está grave?...
MÉDICO
No, por suerte el golpe fue menor. Con
el remedio que le receté y un poco de
descanso va a estar bien en un par de
días…
El médico se retira a su consultorio. Estela toma a Adrián de
la mano, pero este llora e intenta soltarse para ir hacia
Verónica.
ADRIÁN
¡Vero! ¡Quiero Vero!
71.
ESTELA
Nos vamos a casa, Adrián.
Verónica no responde, se limita a mirar a Adrián con una leve
sonrisa. Adrián patalea, intentando soltarse de su madre y
gimiendo.
ESTELA
¡Adrián, no voy a repetirlo: o te portás
bien o nada de televisión en un mes!
¡Nos vamos!
Estela logra tomar a Adrián entre brazos y camina hacia la
salida, dedicando una mirada profunda y colérica a Verónica.
Adrián, cuya cara está apoyada sobre el hombro de su madre,
mira a Verónica con lágrimas en los ojos: esta le devuelve
una mirada. Mientras los pacientes en la sala la observan,
Verónica se mantiene erguida y callada. Pocos segundos
después sale tranquilamente.
100 INT. DEPARTAMENTO JULIA – NOCHE
Verónica se traslada de un punto al otro del departamento.
Julia la observa, sentada en el sillón con un pocillo de
café. Las dos se mantienen en silencio por un momento.
JULIA
Entonces… ¿te va a denunciar?
VERÓNICA
Supongo. O me pondrá una orden de
restricción. La muy forra les va a
inventar algún cuento chino…
JULIA
Bueno, no es que seas inocente, tampoco.
¿Por qué carajo se te ocurriría meterte
ahí de nuevo? La mina ya te despidió. Y
en todo caso, sólo generás más
expectativas en el chico…
Verónica se detiene. Observa a Julia, de un modo que hace a
Julia moverse incómoda en su asiento.
VERÓNICA
No lo entendés, ¿no? Esa mujer es
completamente negligente y usa a su hijo
como un juguete cuando le conviene. Es
72.
una borracha manipuladora, Julia, y
tenemos que exponerla…
Julia revuelve el pocillo de café en sus manos, sin
responder.
VERÓNICA
¿Qué pasa? ¿Ahora de repente te bajás,
no vas a bancarme?
JULIA
Decime la verdad, Vero, ¿no te parece
que te estás yendo de mambo con todo
ésto?
VERÓNICA
¿De mambo? Es ella la que se está
dejando llevar por el alcohol, ¡y golpea
a su propio hijo! ¿No te das cuenta de
lo horrible que es eso?
JULIA
No sabés si realmente lo golpeó, pudo
haber sido un accidente. No todo lo que
vemos…
VERÓNICA
¿Así que ahora estás de su lado? ¿Es
eso?
JULIA
No, Verónica, no hay lados acá, dejá de
ser tan infantil. Lo que me preocupa es
el chico.
VERÓNICA
¿Pensás que a mí no me preocupa? Tuve
que pasar horas sentada ahí, viendo como
su mamá se emborracha y lo trata como a
una mierda. Todo lo que no quería hacer,
me lo dio a mí, y ahora llora y patalea
porque le “saqué” a su hijo…
JULIA
No estoy discutiendo eso, sé que ese
chico te importa, pero… mirá, no quería
meterme porque tus cosas son tus cosas,
pero el otro día en el museo, te
quedaste tanto tiempo mirando ese
73.
cuadro. ¿Hay algo que no me estés
contando?
VERÓNICA
Ya que tanto querés hablar sobre arte,
¿por qué no me explicás qué significan
todos esos cuadros tuyos, eh? ¿Con la
paloma, y la caja de Pandora, y la
mariposa? Me parece que sos vos la que
tiene un complejo…
El semblante de Julia se endurece.
JULIA
No tengo por qué explicarme: esos
cuadros son personales, y además, el
arte no es blanco o negro.
VERÓNICA
Ahá. Ahora ves cómo se siente que te
cuestionen, ¿no?
Verónica toma su cartera y se coloca el abrigo.
JULIA
Por favor, Vero, no quiero pelear.
Quiero ayudarte…
VERÓNICA
No podés ayudarme.
JULIA
(alzando la voz)
¿Qué soy, entonces? ¿Una boluda que
tiene que escucharte llorar una y otra
vez sobre cómo te gustaría ser la mamá
de ese pobre chico?
Verónica se detiene en su camino a la puerta. El ambiente se
pone silencioso por un momento, ninguna de las dos se mueve.
JULIA
Perdoname… no quería insultarte, pero…
Verónica sale de la casa. Julia va hacia la cocina y se sirve
otra copa de vino.
74.
CORTE A:
101 INT. HOTEL – NOCHE
Habitación de un hotel pequeño y barato en el centro de la
ciudad. Verónica se da vueltas en la cama, intentando
conciliar el sueño.
FUNDE A:
102 INT. HABITACIÓN DE HOSPITAL – DÍA
Una habitación de hospital, inundada de una luz clara. Sara,
madre de Verónica, duerme en su cama. Verónica se halla
sentada junto a ella, observándola. Sara se despierta,
girando su cara hasta enfrentar a Verónica.
VERÓNICA
¿Cómo te sentís?
SARA
No mucho mejor que ayer, querida.
VERÓNICA
Los doctores están haciendo lo mejor que
pueden, ma, pero… ellos dicen que…
SARA
¿Que no me queda mucho? No te preocupes,
hija. Ya quedé en paz con eso…
Verónica toma la mano de su madre.
VERÓNICA
Mamá, hay algo que tengo que decirte...
hace un par de meses, yo…
Sara, mirando hacia la ventana y sin registrar las palabras
de su hija, comienza a hablar sobre ella.
SARA
Querida, ¿harías una última cosa por mí?
Ya sé que hiciste tanto, y yo no te lo
pude retribuír, o tuve miedo de hacerlo…
VERÓNICA
No te preocupes por eso ahora, mamá.
Decime qué es…
75.
SARA
Necesito que le digas algo… a Luquitas…
Verónica se enmudece al oír el nombre de su hermano. Finge
una sonrisa ante su madre.
VERÓNICA
Mamá… Lucas…
SARA
Dejame terminar, por favor. Quiero que
le digas que lo quiero, y… también
quiero que lo cuides. Él es tan frágil,
no tiene tu misma tenacidad…
Verónica se mantiene callada por un momento, luego suspira.
VERÓNICA
Está bien, mamá. Te lo prometo. Ahora
descansá un poco, ¿sí?
Sara aprieta la mano de su hija, sonriendo. Luego se reclina
en su cama, cerrando los ojos. Verónica suspira, intentando
no llorar.
CORTE A:
103 INT. EDIFICIO, PASILLO – DÍA
José sale de su departamento al pasillo del edificio,
llevando consigo dos bolsos. Cierra la puerta de su
departamento con llave. Su vecina ROSA (58), una mujer de
cabello rizado, robusta y corpulenta, se acerca a ayudarle.
ROSA
Por favor, Don José, ¿acarreando
tremendo peso con el problema de espalda
que tiene? Venga, le ayudo…
JOSÉ
No, por favor, yo puedo…
Ignorando el pedido de José, Rosa toma los bolsos y los
traslada frente al ascensor. Toca el botón para llamar el
ascensor, luego se acerca hasta José.
76.
ROSA
¿Y para qué es el bolso, se va de viaje?
No me parece mal, pasa tanto tiempo
encerrado acá, un poco de sol le va a
venir de maravilla. Yo recién volví ayer
de las termas, mire qué coincidencia. Me
gané un viaje y la invité a mi amiga
Elena, nos la pasamos de bien. Fuimos a…
JOSÉ
No, no es un viaje. Decidí anotarme en
uno de esos hogares para gente mayor:
siempre me parecieron una mierda,
honestamente, pero uno llega a cierta
edad y tiene poca alternativa…
ROSA
¿Ah, sí? ¿Pero qué pasó con Verónica, se
mudó? ¿Quién le estuvo ayudando con la
insulina?
JOSÉ
Gladys del 5° C me estuvo ayudando.
Verónica… necesitaba un tiempo para sí
misma. Ya pasó tanto tiempo desde que mi
esposa falleció, y todo ese tiempo
estuvo ocupándose de mí…
ROSA
Pero ella lo adora, don José. No sabe lo
bien que me habla de usted…
José esboza una ligera sonrisa.
JOSÉ
Sí, definitivamente eramos felices
entonces. Pero, la vida cambia…
Rosa intenta hablar, pero José la detiene.
JOSÉ
Disculpá, pero el taxista está
esperándome abajo, y me va a putear de
lo lindo si me sigo retrasando... de
hecho, creo que con el apuro me olvidé
algo adentro. ¿Te molestaría ir
entregando los bolsos mientras lo busco?
77.
ROSA
Por supuesto…
Rosa abre la puerta del ascensor, entrando los bolsos en
éste. José vuelve a abrir la puerta de su departamento,
ingresando.
104 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, SALA – DÍA
José abre un amplio armario situado en la sala, del cual
extrae una caja cerrada con cinta. La observa
melancólicamente por un momento, luego sale del departamento.
CORTE A:
105 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – DÍA
Estela sacude de modo violento a su hijo, el cual,
enrojecido, no para de llorar.
ESTELA
Verónica no va a venir, ¡así que dejá de
joder! Yo soy tu madre, carajo, ¿por qué
me tratás así?
CORTE A:
108 EXT. EDIFICIO – DÍA
Verónica se halla parada sobre la vereda, frente al edificio
donde solía vivir con su padre. Da una pitada al cigarrillo
que lleva en su mano, luego lo lanza al piso. Se dirige hacia
la entrada.
CORTE A:
109 INT. EDIFICIO, PASILLO - DÍA
Verónica abre la puerta del ascensor. Camina hasta su
departamento. En aquel momento Rosa sale de su departamento
con una bolsa de basura en la mano.
ROSA
Verónica, ¡qué sorpresa! No la esperaba
por acá…
78.
VERÓNICA
Hola, Rosa. Solo vengo a visitar a mi
papá por un rato. Disculpe…
Verónica comienza a poner la llave en la puerta de su
departamento. Rosa le coloca una mano en el hombro.
ROSA
Querida… tengo que decirte algo…
VERÓNICA
No tengo tiempo para oír los chismes del
barrio, Rosa. Podemos hablar en otro
momento…
ROSA
¿Chismes? Yo nunca hablo chismes. Pero
en todo caso, no es nada de eso. Su
padre ya no está viviendo aquí.
Verónica se detiene, la puerta a medio abrir. Vuelve a
cerrarla y enfrenta a Rosa.
VERÓNICA
(furiosa)
¿Cómo?
ROSA
Él decidió por su cuenta anotarse en uno
de esos geriátricos. Tiene que
entenderlo, ya está mayor y…
VERÓNICA
(irritada)
¿Así que lo dejó irse a quién sabe
donde, él solo, sin consultarme?
ROSA
No sabría donde contactarla. Y no pensé
que fuera a tomárselo tan mal. Me dijo
que él iba a pagárselo con unos ahorros
que tiene…
VERÓNICA
¿Así que se llevaron a mi papá a un
hogar sin avisarme, y tengo que estar
saltando en una pata? ¿Quién se va a
79.
encargar ahora de que tome sus remedios
y que siga su dieta, eh?
ROSA
Tranquilícese, estoy segura de que van a
cuidar perfectamente de su padre. Y
puede ir a visitarlo, ¿no? De hecho,
tengo la dirección anotada…
VERÓNICA
Ya hizo suficiente, Rosa.
Verónica abre la puerta, cerrándola de un portazo.
110 INT. DEPARTAMENTO GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – DÍA
Verónica entra a la habitación, dejándose caer sobre la
antigua cama de su padre. Luego de un momento de silencio se
inclina hacia la mesa de luz de su padre, cuyo cajón abre.
Saca de este una fotografía familiar. Suspira mientras la
observa.
CORTE A:
111 INT. HOTEL – NOCHE
Verónica duerme incómodamente en su cama, estirándose y dando
vueltas. Una brisa entra por la ventana entreabierta.
FUNDE A:
112 INT. CASA GUTIÉRREZ, BAÑO – NOCHE
Verónica (16) entra al baño, cerrando la puerta fugazmente.
Sentada sobre el inodoro toma la prueba de embarazo, leyendo
sus resultados. Luego de leerlo apoya la prueba sobre un
estante, inexpresiva. Se queda sentada por un momento: la
prueba de embarazo muestra dos rayas.
FUNDE A:
113 INT. CONSULTORIO, OFICINA – DÍA
Verónica se halla sentada en un consultorio médico. Juega con
un mechón de pelo, ansiosa. El doctor entra y se sienta
frente a ella, su expresión compasiva.
80.
VERÓNICA
¿Qué pasó, Doctor? Por favor, dígame que
el bebé está bien…
DOCTOR
Lamentablemente el bebé no sobrevivió.
Lo siento mucho… puedo ofrecerle unas…
Verónica suspira. Levanta la mirada para ver al doctor, que
la observa con compasión.
VERÓNICA
Disculpe, tengo que pasar al baño…
DOCTOR
Sí, por supuesto…
Verónica se levanta, dirigiéndose a la puerta.
FUNDE A:
114 INT. CONSULTORIO, BAÑO – DÍA
Verónica llora frente al espejo, su rímel corriéndose. Abre
el grifo y se moja la cara. Luego extrae de su cartera un
tubo de rímel, el cual se aplica. Retoca rápidamente su
cabello y sale.
CORTE A:
115 INT. DEPARTAMENTO JULIA – TARDE
Verónica camina de un lado al otro del departamento de Julia,
colérica. Julia se halla sentada en el sillón.
VERÓNICA
Hija de puta… ¿cómo tiene el nervio para
pegarle a alguien tan chico e indefenso?
JULIA
No lo tiene, Vero, esa mujer es
alcohólica. Ya sé que lo hace no está
bien, ¿pero por qué no llamás a…?
VERÓNICA
No, esto es algo que vamos a resolver
cara a cara.
81.
JULIA
Por favor, pensá en Adrián. Todo este
drama no le beneficia en nada…
VERÓNICA
Adrián se merece ver el tipo de persona
que es. ¿No fuiste vos la que dijo que
no tenía sentido vivir con
arrepentimientos?
Julia suspira, levantándose del sillón. Verónica se coloca el
abrigo.
JULIA
Bueno… entonces, hacé lo que creas
necesario. Pero por favor, no lastimes a
nadie.
Verónica no responde. Termina de abrocharse su abrigo y sale
por la puerta.
CORTE A:
116 EXT. CASA RIVAROLA – TARDE
Verónica toca insistentemente el timbre junto a la puerta.
Estela se asoma a la puerta.
ESTELA
¿Quién…?
Al observar a Verónica, Estela intenta cerrar inmediatamente
la puerta, pero Verónica logra agarrarla.
VERÓNICA
(firme)
Tenemos que hablar.
ESTELA
No, no “tenemos” que hacer nada. Traté
de ser cortés con vos, pero no me dejás
alternativa, voy a llamar a la policía
ahora mismo…
CORTE A:
117 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – TARDE
Estela marca nerviosamente un número en el teléfono. Verónica
la observa.
82.
VERÓNICA
Yo que vos no me molestaría. No tengo un
arma, ni te estoy amenazando. Sólo
quiero hablar…
Estela observa el tubo del teléfono por un momento. Luego lo
cuelga. Hace un gesto a Verónica para sentarse.
ESTELA
Hablemos, entonces.
Estela se inclina sobre una bandeja de té ya colocada sobre
la mesita, sirviendo una taza y ofreciéndosela a Verónica.
Esta acepta. Ambas mujeres sorben su taza de té, mirándose de
reojo.
VERÓNICA
Quiero que sepas que me preocupo no sólo
por tu hijo, pero por vos también… tenés
un problema grave con la bebida, y creo
que necesitás ayuda para superarlo…
ESTELA
Ahá. Así que entrás a mi casa por un par
de meses y ya te atrevés a
diagnosticarme de alcohólica…
VERÓNICA
No es sólo la bebida, es tu actitud. Mi
papá también es alcohólico, y por mucho
tiempo le costó aceptarlo, pero…
ESTELA
No me vengas ahora con historias de
empatía. Sé muy bien lo que querés…
VERÓNICA
¿Ah, sí?
ESTELA
Querés a mi hijo, y conmigo encerrada en
un loquero todo se te va a hacer mucho
más fácil, ¿no?
VERÓNICA
¿Me creés capaz de algo así?
83.
ESTELA
Creo que sos capaz de eso y mucho más:
falsificar referencias, poner en peligro
la vida de mi pobre hijo…
Verónica comienza a reírse de modo extraño e incómodo,
descolocando a Estela.
VERÓNICA
No podés pensar en serio que soy yo la
que lo pone en peligro. ¡Vi con mis
propios ojos cómo lo golpeabas, el
moretón que le dejaste cuando YO fui la
que tuvo que llevarlo al hospital!
El semblante de Estela se torna serio.
ESTELA
Dejá de inventar mentiras, ¿querés?
Nunca golpearía a mi hijo a propósito...
Verónica se levanta y comienza a caminar alrededor de la
sala, remarcando viciosamente sus palabras.
VERÓNICA
No digo que lo harías, digo que ya pasó
y va a seguir pasando. ¿Sabés que
pienso? Que sos una horrible persona.
Maltratando a un hijo que nunca quisiste
tener, cuando otras personas…
Verónica se detiene. Carraspea y continúa.
VERÓNICA
Cuando otras personas tienen tanto deseo
de concebir y no lo logran. ¿Cómo te
hace sentir eso?
ESTELA
No sos nadie para decirme lo que tengo o
no que hacer con mi hijo…
VERÓNICA
No, yo no, pero tus padres sí… ¿o me
equivoco?
84.
Estela apoya fuertemente su taza de té sobre la mesa,
haciendo temblar la bandeja.
ESTELA
Basta. No tenés derecho a… juzgarme así…
VERÓNICA
¿Cómo te convencieron? ¿Sacándote parte
de la herencia, echándote de patitas a
la calle?
ESTELA
Dejá de hacerte la Madre Teresa,
¿querés? Adrián nunca sería feliz con
una persona tan egoísta como vos. Lo
único que hiciste desde el momento que
entraste acá con tus referencias falsas,
es tratar de ponerlo en mi contra. No
creas que no me di cuenta. Ojalá nunca
puedas tener un hijo, si es eso lo que
va a recibir…
Verónica observa a Estela, progresivamente cerrando los puños
en frustración. Luego de un momento de silencio, Verónica
toma su abrigo y se para frente a la puerta del living,
observando glacialmente a Estela.
VERÓNICA
No querés joder conmigo.
Verónica sale. Estela entrecruza las manos, mirando a
Verónica alejarse.
CORTE A:
118 INT. DEPARTAMENTO DE JULIA – TARDE
Verónica entra al departamento de Julia, animada. Apoya sus
pertenencias sobre el sillón y comienza a caminar por el
espacio. Julia la observa.
Verónica hace un gesto a Julia para que se siente. Al
sentarse ambas, Verónica toma la mano de Julia.
VERÓNICA
Ya sé que no va a sonar bien, pero…
tengo que sacar a Adrián de esa casa, y
necesito que me ayudes.
85.
JULIA
¿Es un chiste, no?
VERÓNICA
(cortante)
No. Es algo que necesito hacer, Julia,
no sólo para él, para mí también…
JULIA
¿Y no se te ocurrió pensar en Estela?
¿En que te va a tirar a la cana encima?
¿Y a dónde vas a vivir, eh? ¿Cómo vas a
alimentar al chico?
VERÓNICA
Ya lo tengo arreglado: un lugar donde
quedarnos, lejos de acá…
Julia se levanta y comienza a caminar por el departamento,
entrecruzando las manos. Verónica la enfrenta.
VERÓNICA
Por favor, necesito que me ayudes. Vos
viste lo manipuladora y violenta que es
esa mujer…
JULIA
Pero esta no es la forma de manejarlo,
Vero…
VERÓNICA
(apasionada)
Por ahí no, pero es la única que tengo.
Ya fueron… demasiadas pérdidas en mi
vida… necesito esto para poder salir
adelante.
Julia contempla a Verónica por un momento.
JULIA
No te confundas, sé lo que es… perder a
alguien… pero alterar la vida de un
chico de este modo… ¿no pensás que va a
preguntar por su mamá en algún momento?
¿Qué vas a decirle?
86.
VERÓNICA
(alzando la voz)
Sé que le puedo dar una mejor vida, una
donde no tenga que preocuparse de que
Estela vuelva borracha y le pegue cada
noche… o tener que pasar al sistema y
andar rotando entre familias que lo
traten para el orto… ¿o te parece que
eso es lo mejor para él?
El semblante de Julia se endurece. Se sienta en el sillón,
callada. Verónica la observa expectante.
JULIA
Está bien… si estás tan convencida, no
soy nadie para juzgarte. ¿Qué necesitás?
Verónica se sienta junto a Julia. Ambas se miran por un
momento.
CORTE A:
119 INT. HOGAR DE ANCIANOS, HABITACIÓN DE JOSÉ – DÍA
Una habitación doble, espaciosa y bien iluminada. José se
halla sentado en una pequeña mesita, leyendo un libro. ANDREA
(35), una de las trabajadoras del lugar, se acerca a José.
ANDREA
José, tenés una visita. ¿Querés
atenderla acá o en el salón?
JOSÉ
Acá está bien. Gracias, Andrea.
La trabajadora se retira. José suspira, cerrando su libro. La
trabajadora vuelve con Verónica, que le saluda con la mano.
José se levanta y abraza a su hija. Ésta no reacciona por un
momento, luego extiende un brazo que coloca por detrás de su
padre. Ambos se sientan, mientras Andrea se retira.
José y Verónica se observan por un instante, sin hablarse.
José sonríe, Verónica devuelve la sonrisa.
VERÓNICA
Papá…
87.
JOSÉ
Por favor, dejame hablar a mí primero.
Ya sé que tendría que haberte dicho que
me mudé acá, pero no quería preocuparte.
VERÓNICA
Los dos podríamos haber manejado la
situación mejor…
JOSÉ
Mi papá fue igual desde que se enfermó,
se ponía en pedo y me trataba como el
culo todo el tiempo, y… bueno, uno dice
de joven cómo no quiere parecerse a sus
padres, pero supongo que es inevitable.
Solo espero que puedas perdonarme.
José toma la mano de su hija.
JOSÉ
¿Sabes que acá no se está tan mal? Nos
dan tiempo para dormir hasta tarde,
podemos salir al jardín, y también vamos
una vez por semana de excursión… además,
tienen un muy buen grupo de soporte… ya
llevo dos semanas sin tomar…
VERÓNICA
Me alegro, papá.
JOSÉ
No puedo decirte cuánto…
Verónica aprieta la mano de su padre, como una señal para
acallarle.
VERÓNICA
Por favor, papá, no hablemos.
José asiente y sonríe levemente, mientras una BRISA SUAVE
sopla a través de la ventana. Ambos se reclinan en sus
sillas, observando por la ventana.
120 INT. EDIFICIO DE OFICINAS, ASCENSOR – DÍA
Julia, vestida con un sobretodo y anteojos oscuros, termina
de aplicarse lápiz labial, observándose en el espejo de un
ascensor. El ascensor se detiene, Julia guarda rápidamente el
labial en su cartera.
88.
121 INT. EDIFICIO DE OFICINAS, PASILLO – DÍA
Julia camina por un pasillo amplio, de colores neutros. Se
detiene frente a una puerta con el número “202”, toca a la
puerta. Pocos segundos después Celina abre la puerta.
CELINA
Buenas tardes. Carolina, es, ¿no?
JULIA
Sí…
Celina extiende una mano a Julia, que ésta acepta.
CELINA
Pasá, por favor…
122 INT. EDIFICIO DE OFICINAS, OFICINA DE CELINA – DÍA
Julia se sienta en una silla posicionada frente al
escritorio, mientras que Celina ocupa la silla principal. La
oficina es pequeña pero está elegantemente decorada.
CELINA
¿Pudiste traer los documentos que te
pedí?
Julia extrae de su cartera una carpeta con papeles, que
entrega a Celina. Celina los observa.
CELINA
De entrada tengo que decirte que va a
ser necesario recortar ciertos costos,
si es tu intención hacer la recepción en
esta locación…
JULIA
Claro, lo que sea necesario. Es un lugar
que tiene mucha historia para nosotros,
y… bueno, sólo pensamos casarnos una
vez, así que tiene que ser inolvidable,
¿no?
CELINA
Claro que sí. Ahora, estuve haciendo
averiguaciones en relación al catering,
y pensaba que…
89.
Julia comienza a carraspear. Saca de su bolsillo un pañuelo,
sobre el cual tose.
JULIA
Perdón… este clima me tiene trastornada…
¿no tendrás un poco de agua?
Celina levanta el tubo de su teléfono, preparada para marcar
un número, pero Julia la detiene, carraspeando de modo aún
más intenso.
JULIA
No… es necesario que sea agua mineral.
Puede ser del bidón. ¿Por favor?
Celina observa a Julia de reojo, luego se levanta de su
asiento.
CELINA
Ya vuelvo.
Celina sale de la habitación. Julia se levanta de modo
precipitado, observando a Celina alejarse. Luego de observar
por un momento a través de esta se dirige a un silloncito
ubicado al costado del escritorio, donde la cartera de Celina
reposa. Julia comienza a revolver la cartera, hasta encontrar
una pequeña llave, la cual guarda en su propia cartera.
Julia guarda rápidamente los objetos dentro de la cartera y
la cierra, dirigiéndose a su asiento. Antes de que Julia
pueda sentarse, Celina entra con un vaso de agua en la mano.
CELINA
¿Pasa algo?
JULIA
Tengo que… irme. Disculpame, es que
surgió una emergencia familiar… la mamá
de mi novio… está en el hospital ahora
mismo, tengo que ir a verla. Pero yo te
llamo y arreglamos otra cita, ¿sí?
Julia saluda de modo torpe a Celina, sale de la habitación
apuradamente.
90.
CORTE A:
123 INT. HOGAR DE ANCIANOS, HABITACIÓN DE JOSÉ – DÍA
Luego de un momento de silencio José observa el libro que
leía anteriormente, apoyado sobre la mesa. Lo empuja hacia su
hija.
JOSÉ
Este libro fue un regalo de tu mamá,
cuando cumplimos diez años de casados.
Nunca quise leerlo, menos después de
que... tuvo que irse… pero, siempre se
puede empezar, ¿no?
Verónica abre el libro y comienza a hojearlo: las páginas,
afectadas por el paso del tiempo, están escritas con frases.
JOSÉ
Quiero que lo tengas. Puede que te sirva
en algún momento. Ahora que me acuerdo,
tengo un par de cosas más que quiero
entregarte…
José se levanta y abre un armario, del cual extrae una caja
sellada. La coloca sobre su cama y procede a abrirla.
JOSÉ
Acá hay varias cosas que junté de
nuestra antigua casa, antes de mudarnos…
VERÓNICA
Pero, pensé que habías vendido todo…
JOSÉ
La mayoría de las cosas, sí. Pero quería
que tuviésemos algo para recordar a tu
madre y… a tu hermano. No tuve el valor
para abrirla, hasta ahora.
José saca de la caja dos portarretratos con fotografías, una
pelota desinflada y un oso de peluche.
JOSÉ
Con esta pelota le enseñé a tu hermano a
jugar al fútbol, ¿te acordás? Y este
91.
osito, fue tu primer juguete, el de tu
hermano también…
Verónica toma uno de los portarretratos, que muestra a su
padre y madre en su fiesta de casamiento. José observa la
fotografía junto con ella.
JOSÉ
Eramos tan jóvenes en ese tiempo…
teníamos el mundo a nuestro alcance…
José suspira. Luego mete los objetos de nuevo en la caja, que
entrega a Verónica.
JOSÉ
Quiero que vos las tengas… pueden ser
las únicas cosas que queden para
recordarnos el día de mañana…
Verónica queda en silencio por un momento, observando sobre
el hombro de su padre.
JOSÉ
¿En qué pensás?
VERÓNICA
No… no es nada.
JOSÉ
Sé que no fui el mejor padre, y te
merecías mejor. Por tanto tiempo te
culpé por… lo que le pasó a Lucas… fue
una actitud horrible de mi parte…
VERÓNICA
Solo quiero pedirte una cosa… que trates
de ponerte bien, por el bien de todos.
JOSÉ
Pero… ¿ya te vas? ¿A dónde?
VERÓNICA
Es… algo que tengo que hacer, no puedo
explicártelo, al menos por ahora… pero
te pido que me comprendas.
92.
JOSÉ
Está bien… ya sos lo suficientemente
grande como para tomar tus propias
decisiones. Pero tené cuidado ahí
afuera, ¿sí?
Verónica observa a su padre por un momento, luego le abraza.
José devuelve el abrazo, su semblante tornándose sombrío.
CORTE A:
124 EXT. CALLE – MADRUGADA
Verónica y Julia viajan en un automóvil, conducido por Julia.
Julia detiene el auto a poca distancia de la casa de los
Rivarola.
125 INT. AUTOMÓVIL – MADRUGADA
Julia extrae del bolsillo de su chaqueta una llave, que
entrega a Verónica
INT. AUTOMÓVIL – MADRUGADA
Julia extrae del bolsillo de su chaqueta una llave, que
entrega a Verónica
JULIA
¿Estás segura de esto? No sabemos cómo
va a estar Estela…
VERÓNICA
Solo… estacioná donde arreglamos y
esperame ahí, ¿sí?
Julia la observa por un momento. Una SIRENA DE POLICÍA
sobresalta a las dos mujeres, Verónica guarda rápidamente la
llave en su bolsillo. Un coche de policía pasa frente a la
casa.
JULIA
No somos Thelma y Louise, precisamente,
así que… mejor nos apuramos.
Verónica baja del automóvil, Julia arranca la marcha de
nuevo.
93.
126 EXT. CASA RIVAROLA, ENTRADA – MADRUGADA
Verónica camina hasta la puerta y empuja la llave dentro de
la cerradura, con precisión. Poco tiempo después, Verónica
logra abrir la puerta de entrada, ingresando al hogar.
127 INT. CASA RIVAROLA, HALL DE ENTRADA – MADRUGADA
Verónica cierra levemente la puerta. El interior de la casa
se halla completamente silencioso. En el living, una de las
lámparas se mantiene prendida.
128 INT. CASA RIVAROLA, LIVING – MADRUGADA
Verónica observa a Estela, tumbada sobre un sillón en su bata
de baño. Verónica se acerca, sentándose junto a ella en
silencio. Luego de un momento Verónica se levanta,
colocándose de espaldas y extrayendo un objeto de su cartera.
Coloca el objeto junto a Estela: una fotografía de Adrián y
Estela, extraída de su álbum de fotos, en la cual la cara de
Estela ha sido recortada.
Un LLANTO AGUDO irrumpe en la habitación: Verónica observa a
Estela una última vez, luego se aleja.
CORTE A:
129 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – MADRUGADA
Adrián, acostando en su cuna, llora y gime. Al entrar
Verónica se detiene, observándola. Verónica toma al niño
entre sus brazos y lo abraza pasionalmente.
VERÓNICA
Shhh… ya no tenés que llorar más…
Verónica sonríe a Adrián, emocionada. Adrián apoya su cabeza
en su pecho. Verónica se mantiene en su posición por un
momento, luego apoya a Adrián en su cuna nuevamente.
130 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ESTELA – MADRUGADA
Verónica corre dentro de la habitación, abriendo la cartera
de Estela y tomando su billetera, de la cual saca unos
cuantos billetes, que guarda en su propia cartera.
94.
131 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – MADRUGADA
Verónica vuelve a buscar a Adrián, el cual sostiene un oso de
peluche. Lo toma en sus brazos. Adrián apunta su dedo hacia
una pequeña biblioteca, en la cual reposan libros de cuentos.
VERÓNICA
No hay tiempo, amor, nos tenemos que ir.
En el viaje leemos uno, ¿sí?
Verónica se acerca a la biblioteca, tomando un pequeño libro
ilustrado, que guarda en su cartera.
CORTE A:
132 EXT. CALLE – MADRUGADA
Julia fuma un cigarrillo, apoyada contra la puerta del
automóvil. Extrae de su bolsillo un pedazo de fotografía, que
muestra a Julia, adolescente, sonriendo. El resto de la
fotografía se halla cortada, parte de un brazo abrazando a
Julia por detrás.
Luego de un momento levanta la vista, observando a Verónica
caminar rápidamente hacia ella, cargando con Adrián. Guarda
el pedazo de fotografía en su bolsillo.
VERÓNICA
¿Tenés el bolso, no?
Un tren pasa por detrás de las dos mujeres, obligándoles a
subir el tono de su voz.
JULIA
Ya está en la valija. ¿Estás segura que
no necesitás plata?
VERÓNICA
No te preocupes, ya la conseguí… es
suficiente para este mes.
JULIA
Escuchame, yo… no tengo mucha razón por
la que quedarme acá. ¿Por qué no me
dejás que vaya con vos? Dos salarios son
mejores que uno, puedo ayudarte con
Adrián y…
95.
VERÓNICA
(cortante)
No puedo ponerte en ese tipo de peligro,
así que por favor, no insistas. Hiciste
mucho por mí, en serio, ahora andá y
hacé algo por vos misma… lo que sea que
necesites…
JULIA
No pensé que hubiera alguien más cabeza
dura que yo… pero, Dios trabaja de
formas misteriosas, dicen…
Verónica extrae de su bolsillo un papel, que le entrega a
Julia.
VERÓNICA
Si algo llegara a pasar… este papel
tiene nuestra dirección. Sos la única
persona en la que confío para dártelo.
Pero por favor, no se te ocurra venir en
ninguna otra circunstancia… sé cómo
manejar un arma…
Julia sonríe. Verónica sube al auto, sentándose con Adrián en
su regazo. Julia sube y prende el motor. Ambas se miran por
un momento, luego Julia arranca el auto.
CORTE A:
133 INT. AUTOBÚS – DÍA
Sentada en la parte trasera de un autobús, poblado de poca
gente, Verónica mira el paisaje verde por la ventana,
mientras Adrián duerme en su regazo. Adrián abre los ojos y
sonríe a Verónica, quien le sonríe de vuelta.
VERÓNICA
Dormí, mi amor… ya no hay nadie que te
pueda lastimar…
Adrián vuelve a cerrar los ojos. Una mujer de mediana edad,
sentada en la fila de asientos a la izquierda de Verónica,
levanta los ojos de su libro para observar la situación.
MUJER
Qué lindo nene… ¿cuántos años tiene?
96.
Verónica le dirige una mirada, sin reaccionar. Luego de un
momento sonríe.
VERÓNICA
Va a cumplir cuatro años dentro de poco…
es mi alegría de vivir…
MUJER
No me imagino lo que debe ser, vivir con
un hombre maltratador…
VERÓNICA
S-sí… era muy tóxico, pero ahora podemos
empezar una nueva vida, lejos de todo…
MUJER
Hay pocas mujeres que tienen el coraje
de hacer lo que estás haciendo. Te
felicito…
La mujer sonríe levemente, luego vuelve a su libro. Verónica
acaricia la frente de Adrián.
CORTE A:
134 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – DÍA
Distrito de Villarino, Buenos Aires. Una casa pequeña,
decorada tradicionalmente. Verónica apoya su bolso junto a un
sillón, luego camina por la sala con Adrián en brazos.
Observa un cuadro colgado sobre la mesa de comedor, el cual
muestra a un hombre pescando en un bote, iluminado por la luz
de la luna. Luego de observar el cuadro Verónica se dirige
hacia la habitación.
CORTE A:
135 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – DÍA
La habitación es espaciosa. Una cama de dos plazas y un
pequeño armario de madera decoran el espacio. Verónica camina
por la habitación.
VERÓNICA
Lindo cuarto, ¿no? Habría que conseguir
una cuna, pero eso no es tan complicado…
97.
podemos poner tus nuevos juguetes por
ahí, y una biblioteca…
Verónica se sienta sobre la cama, con Adrián en su regazo. Le
da un beso en la mejilla al niño.
VERÓNICA
Ya sé que no es la casa más elegante,
pero es nuestro hogar como una familia,
al fin… y tengo una sensación de que
vamos a ser muy felices acá…
CORTE A:
136 EXT. LAGUNA “LA SALADA” – DÍA
Verónica, que exhibe el cabello teñido de un color café
claro, ayuda a Adrián a meterse al agua. Ambos visten trajes
de baño.
ADRIÁN
¡No, no quiero!
VERÓNICA
Dale, que está linda el agua…
Verónica comienza a jugar con Adrián en el agua, tomándole de
los brazos y bailando. Adrián, inicialmente reticente,
comienza a reír, salpicando a Verónica.
CORTE A:
137 EXT. MERCADO DE PLAZA – DÍA
Una gran plaza, repleta de consumidores. Verónica se halla
detrás de un stand, alrededor del cual exhibe obras de arte
pintadas por ella misma. Charla con una clienta, que observa
sus productos.
CLIENTA
Estoy buscando algo que quede lindo
colgado en un comedor. ¿Qué me sugerís?
Verónica se da vuelta, toma una pintura apoyada en el suelo y
la muestra a la clienta. La pintura exhibe un jarrón de
flores de decoración intricada.
98.
VERÓNICA
Este podría ir perfecto. Los colores son
agradables y no demasiado vibrantes,
perfecto para un espacio como el
comedor.
CLIENTA
¡Me encanta! ¿A cuanto está?
Verónica sonríe.
CORTE A:
138 EXT. COLEGIO – DÍA
Verónica y Adrián se hallan parados frente a un colegio. Un
gran número de niños y padres se hallan en el mismo lugar,
abrazando y saludando a sus hijos. Verónica da un abrazo
fuerte a Adrián.
VERÓNICA
Portate bien, ¿sí? Y más vale que
prestes atención, porque quiero escuchar
todo lo que aprendiste cuando venga a
buscarte…
Una de las maestras sale a la puerta y comienza a recibir a
los niños. Adrián comienza a llorar, agarrándose del brazo de
Verónica, quien intenta abrazarlo nuevamente para consolarlo.
VERÓNICA
No llores, mi amor… vas a pasarla bien…
ADRIÁN
¡No te vayas!
VERÓNICA
Pero el colegio es sólo para nenes como
vos. Dale, sino la profesora se va a
enojar…
El llanto de Adrián continúa. Verónica abre su cartera,
sacando de ésta un chocolate chico.
VERÓNICA
Si prometés no llorar más, te doy esto
para el recreo…
99.
Adrián observa a Verónica, que le guiña un ojo. Adrián toma
el chocolate y corre hacia dentro. Verónica sonríe.
CORTE A:
139 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – NOCHE
Verónica y Adrián se hallan bajo las sábanas de la cama,
leyendo un cuento iluminados por la luz de una linterna.
VERÓNICA
(dramáticamente)
Entonces el hombre removió la capa que
tapaba su cara y… ¡clavando sus dientes
en su cuello, bebió toda su sangre!
Verónica se lanza sobre Adrián, simulando morder su cuello.
ADRIÁN
¡Ahh!
Adrián se cruza de brazos. Verónica comienza a hacerle
cosquillas.
CORTE A:
140 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, ESTUDIO – DÍA
Una habitación de paredes blancas descascaradas y piso
desgastado. Verónica se halla en un rincón de la habitación,
pintando concentrada sobre un lienzo.
Adrián entra a la habitación, con una pelota bajo el brazo.
ADRIÁN
¿Vamos a jugar a la plaza?
VERÓNICA
(irritada)
Estoy ocupada, Adrián, ¿no ves?
ADRIÁN
Dale, má, un rato…
VERÓNICA
¡Ya te dije que no! Además, deberías
estar terminando tu tarea en vez de
tontear por ahí...
100.
ADRIÁN
Ya la terminé. ¿Puedo ir yo sólo a la
plaza?
VERÓNICA
¡Ni se te ocurra! Con todo lo que pasa
últimamente…
ADRIÁN
Mamá, Caperucita Roja es un cuento, no
es de verdad…
VERÓNICA
¡Dejá de ser insolente, querés!
ADRIÁN
¡Ufa! ¿Puedo ver tele, por lo menos?
VERÓNICA
Bueno, con tal que me dejes tranquila…
¡pero nada de esos dibujitos estúpidos,
mirá un documental o algo así!
Adrián se aleja del cuarto. Verónica continúa pintando, pero
comete un error y sobrecarga de color una zona.
VERÓNICA
¡Mier…!
Desde la sala interviene la TELEVISIÓN, a un volumen alto.
VERÓNICA
¡Bajá el volumen de esa cosa! ¿Querés?
Verónica se lleva una mano a la frente, masajeándola.
CORTE A:
141 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, COCINA – DÍA
Adrián se halla sentado a la mesa de la cocina, terminando de
comer un plato de cereales con leche. Verónica, vestida con
un vestido floreado, termina de preparar un sándwich.
VERÓNICA
¿Terminaste el dibujo para biología, no?
101.
ADRIÁN
Sí, mamá…
VERÓNICA
No me respondas con ese tonito. Tus
notas bajaron este último bimestre, así
que si no terminás la tarea, no hay
televisión. Así de fácil.
ADRIÁN
¿Otra vez un sándwich? ¿Por qué no me
puedo comprar algo en el kiosco?
VERÓNICA
Porque lo único que venden en el kiosco
ese son porquerías. Si querés rendir
bien, tenés que comer bien…
Adrián toma el sándwich de mala gana y lo guarda en su
mochila.
VERÓNICA
Ahora andá, que se te va a hacer tarde.
Un beso para mamá…
Adrián besa a Verónica en la mejilla, luego se retira.
Verónica comienza a lavar los platos del desayuno. En un
momento levanta la mirada y observa por la ventana a su hijo,
caminando en dirección a la escuela. Esboza una sonrisa.
CORTE A:
142 EXT. SUPERMERCADO – DÍA
Un supermercado de la zona, amplio y con gran concurrencia.
Verónica toma un carro de compras, colocados en la parte
exterior del supermercado, y entra rápidamente. Viste un
abrigo y lentes de sol oscuros.
CORTE A:
143 INT. SUPERMERCADO - DÍA
Verónica se acerca a la góndola de los alimentos conservados,
de donde toma una lata de arvejas y de salsa de tomate,
guardándolas en su carrito.
102.
Se dirige luego a la frutería, de donde recoge un kilo de
manzanas, entregándoselas a la trabajadora a cargo de la
balanza.
TRABAJADORA
Hola linda, ¿qué tal tu día?
Verónica no responde. Toma las manzanas y se aleja.
En la caja, Verónica termina de pagar su compra. Recibe su
vuelto y toma las bolsas, dirigiéndose hacia la salida. En
aquel momento una mujer con un carrito entra por la puerta,
atropellando por poco a Verónica. Verónica apoya sus bolsas
en el piso, confrontando a la mujer.
VERÓNICA
(furiosa)
¿Por qué no mirás, tarada? ¡Casi me
sacás una pierna!
MUJER
¡Disculpame! No quería…
Verónica repara por un momento en la cara de la mujer, su
semblante tornándose rígido. Esta le devuelve la mirada.
MUJER
Esperá. ¿Te conozco?...
Verónica no responde, mantiendo la cabeza gacha. Esquiva a la
mujer y sale del establecimiento.
MUJER
¡Ey! ¡Te olvidás tus bolsas!
144 EXT. SUPERMERCADO - DÍA
Verónica aumenta la velocidad de su caminata, sin mirar
atrás.
103.
CORTE A:
145 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – DÍA
Verónica cierra la puerta de entrada precipitadamente. Se
apoya contra ésta por un momento, respirando con dificultad.
Se quita los lentes y el abrigo, que deja caer en el suelo.
Luego de recuperar su respiración, cuelga su abrigo y va
hacia la cocina.
146 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, COCINA – DÍA
Verónica abre un armario al fondo de la habitación, del cual
extrae una aspiradora.
147 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – DÍA
Verónica se arremanga, luego conecta la aspiradora y comienza
a pasarla fervientemente por la alfombra. El SONIDO de la
aspiradora calma a Verónica, cuyo lenguaje corporal se
tranquiliza a medida que aspira.
Suena el TELÉFONO. Verónica, sobresaltada, apaga la
aspiradora y se apura a contestarlo.
VERÓNICA
¿Hola?...ah, qué tal… sí, estoy
trabajando en eso, ya casi la termino…
sí, ya sé que hace dos semanas te dije
lo mismo, pero ando ocupada, ¿sabés?,
tengo un hijo que críar, y… no, por
favor, te digo que pronto va a estar
lista… sí, no hay problema… gracias.
Verónica corta el teléfono. Suspira, secándose el sudor de la
frente con su brazo. Acto seguido se dirige a un pequeño
cuarto, frente a la habitación.
148 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, ESTUDIO – DÍA
Verónica entra a una pequeña habitación de paredes blancas
descascaradas y piso desgastado. La habitación se halla vacía
a excepción de un rincón, en el cual Verónica acumula una
serie de lienzos, algunos con pinturas finalizadas y otros
cubiertos. Verónica se dirige a tomar una de las pinturas, de
104.
las cuales retira la tela que la cubre, descubriendo una
mancha notable de pintura roja sobre la parte inferior de la
obra. Verónica observa con irritación la pintura.
CORTE A:
149 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – TARDE
Adrián entra por la puerta.
ADRIÁN
¡Ya llegué!
Adrián se quita su mochila, apoyándola junto a la puerta.
Observa a su madre, que se halla sentada en el sillón,
cruzada de brazos.
VERÓNICA
¿Por qué tardaste tanto en venir?
ADRIÁN
Vine caminando con Andrés, y hablamos
por el camino, por eso se nos hizo
tarde. Perdón…
VERÓNICA
Te dije que no quiero que pierdas tiempo
con tus amiguitos: te venís a casa y
punto. ¿O no entendés lo peligroso que
puede ser ahí afuera?
ADRIÁN
Si me compraras un celular como a los
demás, te hubiera avisado…
VERÓNICA
Ese no es el punto. El punto es que tu
irresponsabilidad te va a costar caro.
No hay televisión ni jueguitos por dos
semanas. A ver si así reflexionás un
poco…
ADRIÁN
¿¡Qué?! ¿Por hablar con mi amigo? ¡Estás
loca!
Verónica le agarra el brazo a Adrián.
105.
VERÓNICA
No digas esas cosas de tu madre. Y no,
no es sólo eso… ¿cuántas veces te dije
que el estudio es un espacio privado de
mamá? ¿Te lo dije al menos cinco veces,
no? Y qué veo hoy, que el señor tiró
pintura encima de una obra muy
importante que tengo que entregar esta
misma semana. ¿Te gustaría que yo abra
tu mochila y te rompa la tarea? ¿Eh?
ADRIÁN
Pero eso fue un accidente, ¡en serio!
Quería ver la pintura, y el balde estaba
en el piso, lo pateé sin querer.
Perdoname…
VERÓNICA
¡Esas pinturas no son para “ver”!
¿Entendiste? Son personales… ya te dije
que el espacio privado de los otros no
es de tu incumbencia.
ADRIÁN
Pero…
VERÓNICA
¡Basta! ¡A tu cuarto, Lucas, ahora
mismo!
Ambos se quedan en silencio por un momento. Adrián observa a
su madre, mientras ésta baja la vista, evitando el contacto
visual.
ADRIÁN
¿Quién es Lucas?...
VERÓNICA
A tu cuarto, dije. Y cambiate, que vamos
a cenar en un rato.
Adrián se dirige a la habitación. Verónica se muerde el
labio, intentando empujar las lágrimas.
106.
CORTE A:
150 INT. CASA GUTIÉRREZ, HABITACIÓN – NOCHE
Una habitación pequeña y hacinada, compartida por Verónica y
su hermano. Verónica cierra la puerta con un portazo. Prende
una radio pequeña a un volumen alto, lanzándose sobre su
cama.
151 INT. CASA GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
Lucas termina de escribir en un cuaderno. Lo cierra y se
levanta de la silla.
152 INT. CASA GUTIÉRREZ, PASILLO – NOCHE
Lucas se acerca a la habitación de su hermana. RETUMBA en el
pasillo el sonido de la radio. Lucas se queda parado por un
momento frente a la puerta de su hermana, luego da vuelta e
invierte su camino.
153 INT. CASA GUTIÉRREZ, COCINA – NOCHE
Lucas arrastra un banco de un extremo de la cocina,
colocándolo frente a la alacena. Sube arriba del banco, el
cual se balancea. Lucas abre la alacena, tanteando para
agarrar una caja de alfajores, ubicada en el primer estante.
Parado en puntas de pie, Lucas se halla cerca de alcanzar la
caja, cuando el banco tambalea.
LUCAS
¡Ah!
Lucas intenta aferrarse a la puerta de la alacena, pero no lo
logra, cayendo bruscamente hacia un costado. La música,
proveniente de la habitación de Verónica, aún retumba en el
fondo.
CORTE A:
154 EXT. CEMENTERIO – TARDE
José camina por el empedrado de un cementerio, observando las
tumbas a su alrededor. Viste un saco y pantalón de vestir
negros, y lleva entre sus manos un ramo de flores colorido.
Se detiene frente a una tumba con la siguiente inscripción:
107.
LUCAS GUTIÉRREZ
(1982-1989)
José se mantiene en silencio por un momento, observando la
tumba con expresión solemne. Finalmente se agacha, removiendo
las flores marchitas al pie de la tumba y reemplazándolas.
JOSÉ
Ya sé… es la primera vez que te traigo
flores desde el funeral…
José esboza una leve sonrisa.
JOSÉ
No pasa un día sin que te extrañe… tu
risa, sobre todo. Te reté tantas veces
por reírte, pero ahora que no está me
doy cuenta de cuánto la extraño…
José carraspea, intentando no emocionarse.
JOSÉ
Tu hermana te extraña mucho, también; no
tengo noticia de ella hace mucho tiempo,
pero pasó tanto tiempo cuidando de mí,
entendí que es tiempo de dejarla hacer
su propia vida. Espero que puedas
perdonar cómo la traté durante todo este
tiempo… el alcohol no ayudó para nada.
La culpé por tanto tiempo, pero… todo
pasa por una razón, y sé que Dios te
tiene en su buena gloria ahora mismo…
José se agacha, colocando una mano en la tumba de su hijo.
JOSÉ
Todavía me acuerdo del día en que
naciste… fue cuatro semanas antes de lo
previsto, no estábamos seguros de si
ibas a sobrevivir. Pero lograron
salvarte…
José saca un pañuelo del bolsillo de su saco, con el cual se
seca disimuladamente una lágrima.
108.
JOSÉ
Solamente… prometeme que vas a jugar y
reír ahí arriba, ¿sí?, como no pudiste…
hacerlo acá. Pronto vamos a reunirnos…
Andrea se acerca a José, tomándole la mano.
ANDREA
¿Ya estás listo para seguir?
José asiente. Andrea le coloca un brazo por encima del
hombro, ambos se alejan.
CORTE A:
155 INT. RESTAURANTE FAMILIAR – NOCHE
Verónica y Adrián se hallan sentados a la mesa de un
restaurante familiar, pequeño y casi vacío. Ambos cenan en
silencio, oyéndose únicamente el sonido de los cubiertos y de
los vasos. Adrián mira ocasionalmente a su madre, que no le
devuelve la mirada.
ADRIÁN
Mamá… ¿por qué te enojás tanto por una
pintura? Ya te dije perdón…
VERÓNICA
Una palabra vacía no significa nada.
Veremos si el castigo te ayuda a
reflexionar algo sobre respeto…
El ambiente se torna silencioso de nuevo. Verónica termina su
plato. Adrián remueve el suyo con el tenedor.
VERÓNICA
Terminá la espinaca…
ADRIÁN
¿Alguna vez voy a ver a mi mamá?
Verónica, que se ha levantado con su plato, lo apoya
bruscamente sobre la mesa.
VERÓNICA
¿Qué es eso? Yo soy tu mamá…
109.
ADRIÁN
Ya lo sé, pero tengo una mamá biológica,
¿no?
VERÓNICA
No vamos a hablar de eso ahora.
Verónica se levanta, dirigiéndose a la barra. Adrián se
mantiene sentado.
CORTE A:
156 INT. SEDE DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – NOCHE
Una habitación amplia e iluminada. Estela, vistiendo ropas
holgadas y el cabello suelto, se halla sentada en un círculo
de sillas, liderado por un hombre de mediana edad, el mentor
del grupo. Una mujer mayor, sentada al lado de Estela,
termina de contar su historia.
MUJER
(emocionada)
Ya pasaron cuatro años, y estoy
intentando reconectarme con él. Sé que
todavía… no cree que vaya a poder
recuperarme… pero estoy determinada a
probarle que se equivoca. Gracias.
El grupo aplaude. Estela estruja sus manos con nerviosismo.
MENTOR
Muchas gracias, Laura; no tengo duda de
que todo va a resultar bien con tu
esposo. Ahora, tenemos a una nueva
integrante en el grupo que me gustaría
todos conozcan. ¿Por qué no te
presentás?
El mentor señala a Estela. Estela saluda con la mano desde su
asiento.
ESTELA
Hola a todos… me llamo Estela.
TODOS
Hola, Estela…
110.
ESTELA
Bueno, yo…
Estela se detiene, los ojos de todos los presentes fijados en
ella.
MENTOR
No tenés por qué apurarte. Tomate tu
tiempo…
ESTELA
…Sufrí de alcoholismo por… un largo
tiempo, me negaba a aceptarlo y estuve
cerca de caer en un coma… logré
rehabilitarme y llevar tres años y medio
sobria, y hace poco tiempo… volví a
recaer. La ansiedad es tan dificil de
controlar, a veces, sentís que vas a
explotar a menos que…
MENTOR
¿Qué creés que la provoca, esa explosión
adentro tuyo?
Estela carraspea, intentando mantener la compostura.
ESTELA
Perdí cosas muy importantes, mi casa, y…
también a alguien muy cercano a mí. Lo
empujé, en realidad… no hay un día en
que no me arrepienta, pero… a la vez,
quiero salir adelante, ¿sabés?...
La mujer que habló previamente toma la mano de Estela,
sonriéndole.
MENTOR
Todos acá te entendemos…
ESTELA
Siento que… dejé que otros me empujaran,
e hice muchas cosas para las cuales no
estaba preparada, terminé lastimando a
otros por culpa de eso…
MENTOR
Si la persona que alejaste estuviese
acá, ¿qué le dirías?
111.
ESTELA
Que… no espero que nunca pueda
comprender lo que hice, pero que sepa
que realmente me arrepiento, y quiero
mejorar. Hace un par de días pude rentar
un departamento, y quiero empezar a
estudiar de nuevo…
MENTOR
Sos muy brava por contar tu historia,
Estela, y por tener la actitud de seguir
adelante: es algo de lo que muchos
podrían aprender. Te lo agradecemos.
El grupo aplaude a Estela, quien esboza una media sonrisa,
sus ojos apesumbrados.
CORTE A:
157 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, COCINA - NOCHE
Verónica y Adrián se hallan en medio de una discusión.
Verónica lava los platos, mientras Adrián está parado en el
marco de la puerta.
VERÓNICA
Ya dije una vez que no, así que dejá de
romper. ¡Y menos aún después de lo que
hiciste con la pintura!
ADRIÁN
¡Por favor, mamá! ¡Va a ser una fiesta
gigante, con payasos, y dibujantes!
VERÓNICA
No me interesa: no conozco a los padres
de ese chico y no me inspira confianza.
Además tenés que concentrarte en tus
estudios, y no en fiestas, ¿o querés
terminar con un trabajo mediocre?
ADRIÁN
¿Como el tuyo?
Verónica suelta el plato que sostiene en sus manos.
112.
VERÓNICA
Linda boquita que tenés con la que te
dio todo. ¿Dónde estarías ahora si no
fuera por mí, eh?
ADRIÁN
¡Siempre hacés lo mismo, pensás solo en
vos! Nunca puedo ir a ver a mis amigos,
ni jugar con ellos…
VERÓNICA
No te preocupes, que entiendo muy bien
sobre qué es todo esto… querés
abandonarme. Nunca agradeciste todo lo
que hago por vos, cómo me sacrifico.
Estás ansioso por crecer y dejarme a
pudrir, ¿no?
ADRIÁN
¿De qué hablás?
VERÓNICA
¡Pero no te va a resultar! Aunque te
tenga que encerrar entre estas cuatro
paredes, vas a respetarme, ¿entendiste?
Verónica agarra del brazo a Adrián, quien se encuentra al
borde de las lágrimas.
VERÓNICA
¿Entendiste?
ADRIÁN
¡Sí!
Adrián se suelta de su madre, corriendo hacia su habitación.
VERÓNICA
¡Dale, escapate nomás! ¡Y llorando,
encima! ¡Todo un hombre!
Verónica inhala profundamente para calmarse, luego continúa
lavando la losa.
113.
CORTE A:
158 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – NOCHE
Verónica da vueltas en la cama, incómoda. A su lado, Adrián
duerme.
FUNDE A:
159 INT. CASA RIVAROLA, HABITACIÓN DE ADRIÁN – NOCHE
Verónica abre la puerta del cuarto sigilosamente, el
picaporte chirriando. Observa la habitación, perfectamente
ordenada. Los juguetes y libros se hallan en su lugar; una
leve brisa entra por la ventana entre abierta. Una suave
melodía de órgano suena en el ambiente.
Verónica, vestida con un camisón blanco y zapatillas de
noche, comienza a caminar hacia la cuna del bebé, la cual se
halla cubierta por una tela blanca. Al remover la tela para
observar dentro de la cuna, Verónica descubre con horror a
Adrián, acostado en el interior, su cuerpo indefenso y sin
señal de vida. Verónica toma al niño en sus brazos,
abrazándole fuertemente, pero éste no responde.
VERÓNICA
(gritando)
¡No, por favor, no!
El grito de Verónica se transforma en un llanto desesperado.
Abraza al niño con mayor intensidad, intentando aferrarse a
él.
CORTE A:
160 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – NOCHE
Verónica despierta, sobresaltada. Se sienta sobre la cama,
quedándose en silencio por un momento. Luego se coloca unas
zapatillas de noche y se levanta.
CORTE A:
161 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, BAÑO – NOCHE
Verónica levanta la cara, de la cual caen gotas de agua. Se
saca con una toalla, acto seguido observa su reflejo en el
espejo. Con movimientos suaves pasa sus dedos sobre la piel
de su cara, luego por su cabello.
114.
Un frasco de pastillas reposa cerca de Verónica, quien lo
toma y extrae de éste dos pastillas blancas y pequeñas. Las
observa en la palma de su mano, luego las engulle. Al
terminar se observa nuevamente en el espejo.
CORTE A:
162 INT. MOTEL, BAÑO – DÍA
Un pequeño y sucio baño en un motel de carretera. Julia se
observa al espejo. Inhala profundamente; luego abre la
canilla del grifo y se moja la cara.
JULIA
Vos podés…
Julia se arregla levemente el pelo, luego sale del cuarto.
CORTE A:
163 EXT. CASA – TARDE
Una casa grande y sólidamente construida. Julia suspira,
luego se acerca a la entrada y toca el timbre. Pocos segundos
después aparece a la puerta HERNÁN (26), un hombre de buen
vestir y ojos similares a Julia.
HERNÁN
¿Sí?...
Julia observa al jóven, sorprendida. Ambos se mantienen en
silencio por un momento, mirándose incómodamente.
JULIA
N-no… digo, disculpame… me confundí de
casa…
Julia se da la vuelta, intentando resumir la marcha.
HERNÁN
¿A quién buscás? Por ahí te puedo
ayudar…
JULIA
Olga… Maretto.
115.
El semblante de Hernán se transforma en uno de preocupación.
Se coloca una mano detrás del cuello. Julia se mantiene de
espaldas a él.
HERNÁN
Sí, la conozco… es mi mamá. Y ya sé
quién sos. Nos contó sobre vos…
JULIA
Mi nombre es Julia. Y… antes de que
digas nada, no vine acá a mendigar por
plata, ni a pedirle nada. Solo quiero
poder hablarle, aunque sea unos minutos…
Hernán mira al suelo, ensombrecido. Julia capta la mirada.
HERNÁN
Sé que ella querría hablar con vos
también. Pero… falleció hace dos días.
Tenía cáncer de pulmón…
Julia cierra los ojos, quedándose en silencio por un momento.
Hernán la observa desde lejos.
HERNÁN
Dijo cosas buenas de vos, ¿sabés? Que le
gustaba mucho tu sonrisa, y que se
arrepentía de haber sido tan joven
cuando te tuvo… ¿querés pasar un rato,
tomar un café?
JULIA
No… gracias. Sólo… dale mis saludos
cuando vayas a verla…
HERNÁN
Claro…
Julia se aleja, sin mirar atrás. Sonríe levemente, mientras
una lágrima cae de su mejilla.
CORTE A:
164 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – NOCHE
Verónica se halla acostada en la cama, con los ojos abiertos.
Adrián, subiéndose a su cama, le toca con una mano el hombro.
Verónica se da vuelta para mirarlo.
116.
VERÓNICA
¿Qué pasa? ¿Te sentís mal?
ADRIÁN
No puedo dormir…
Adrián se recuesta en la cama, mirando hacia el lado
izquierdo. Verónica le abraza, ambos se quedan en silencio
por un momento. Verónica observa a Adrián con una sonrisa que
gradualmente desaparece. En un momento, Adrián se da vuelta
para mirar a su madre frente a frente.
ADRIÁN
¿Mamá? Gracias…
VERÓNICA
¿Por qué, mi amor?
ADRIÁN
Por ser tan buena. Ya sé que te hago
enojar, mucho…
VERÓNICA
Pero sabés que te quiero, más allá de
que peleemos de vez en cuando, ¿no?
ADRIÁN
Sí, no es eso, es que… vos siempre estás
para ayudarme. Los chicos en el colegio
se reían de mí el otro día, decían que
no sos mi mamá verdadera: pero para mí,
sí que lo sos…
Verónica mira a Adrián, emocionada por sus palabras.
VERÓNICA
Sé que sos chico todavía, pero… no
teníamos otra chance. Tu madre no era
una buena persona, y te quiero demasiado
como para tener que verte sufriendo.
¿Entendés eso?
ADRIÁN
Sí… te quiero, mamá.
VERÓNICA
Yo también. Ahora a dormir, ¿sí?
117.
Adrián se da vuelta y cierra los ojos. Verónica comienza a
llorar.
CORTE A:
165 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – NOCHE
Verónica, con la mirada perdida en el horizonte, toca el pelo
de Adrián, que se halla dormido.
VERÓNICA
¿Sabés cuanto lo extraño? Su risa… nos
curaba a todos de cualquier mal humor o
problema que tuviésemos. A veces me
gustaría haber sido yo la que sufrió ese
golpe… Tenía tanto por aprender, y por
ver… le recé a Dios todas las noches,
pidiéndole que volviese. Y sentí que lo
hacía cuando quedé embarazada, pero…
tampoco era mi destino…
Verónica se levanta y se coloca sus zapatillas de noche.
Camina hacia la ventana, donde se detiene a mirar el
exterior.
VERÓNICA
Me di cuenta de que lo único que quería…
no era que volviese… sino escuchar por
última vez que dijera “Te quiero”… como
cada noche antes de dormir… y poder
decírselo de nuevo…
Verónica se dirige al armario, el cual abre. Extrae un
abrigo, que coloca por encima de su camisón. Sus movimientos
son precisos y mecánicos, pero su boca se frunce en una suave
sonrisa. Se acerca a Adrián, quien continúa durmiendo.
Verónica da un beso en la frente a Adrián. Luego sale de la
habitación.
118.
CORTE A:
166 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – NOCHE
Verónica se halla parada junto al teléfono, sosteniendo el
tubo junto a su oído. Sonríe levemente, mientras espera en
silencio.
CORTE A:
167 INT. DEPARTAMENTO DE JULIA – DÍA
Julia ingresa en su departamento, poniendo su bolso junto a
la puerta. Observa la luz indicadora del contestador
automático en su teléfono. Se acerca y presiona un botón,
luego dirigiéndose a la cocina. La VOZ de Verónica, comienza
a sonar.
VERÓNICA
…Julia, soy yo. La razón por la que te
llamo es que llegó mi tiempo de ir a
buscar otra aventura. Así es la vida,
¿no?, una experiencia tras otra…
CORTE A:
168 EXT. LAGO – NOCHE
Verónica se detiene frente a la orilla de un lago, rodeado de
vegetación y algunas piedras. Sumerge un pie en el agua,
creando una onda. Observa brevemente su reflejo en el agua.
CORTE A:
169 INT. DEPARTAMENTO DE JULIA - DÍA
Julia, que prepara café, apoya la cafetera en la mesa
abruptamente, acercándose al teléfono con expresión
preocupada.
VERÓNICA
...Estoy lo suficientemente contenta con
lo fuerte y honesto que Adrián es para
saber que ya no me necesita, ni yo a él.
Pero todavía es un chico, por lo cual
confío en vos para darle protección,
119.
hasta el momento en que… pueda
arreglárselas él sólo…
El mensaje finaliza. Julia coloca una mano sobre su boca,
sentándose al borde del sillón. Mira hacia la pared frente a
ella, donde se halla colgado un lienzo salpicado con manchas
de pintura, al extremo del cual se lee “VERÓNICA G.”.
FUNDE A:
170 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, DORMITORIO – DÍA
Una luz cálida entra por la ventana. Adrián se despierta,
sentándose en la cama y observando a su alrededor. Acto
seguido se levanta.
CORTE A:
171 EXT. LAGO – NOCHE
Verónica se halla parada frente al lago, su pelo ondeando con
el viento. Dirige su mirada hacia el horizonte, su semblante
calmo e inexpresivo.
CORTE A:
172 INT. CASA DE VERÓNICA Y ADRIÁN, SALA – DÍA
Adrián se encuentra en la sala, la cual se halla ordenada y
vacía, sin rastro de Verónica.
ADRIÁN
¿Mamá?...
Adrián echa una mirada alrededor del cuarto. Se dirige hacia
la cocina, cuando observa un papel doblado sobre la mesa.
Toma el papel y lo desdobla, hallando escrito en éste las
palabras a una canción de cuna, la cual Verónica cantaba a
éste de niño. Adrián observa el papel, confundido.
CORTE A:
173 EXT. LAGO – DÍA
Un hombre, con una caña de pescar al hombro, camina por la
zona del lago. Se detiene frente a un objeto que el agua ha
120.
traído a la orilla, el cual toma en sus manos: un collar,
fabricado con cuentas blancas y azules.
FUNDE A NEGRO.