trabajo de economia politica iii-fase i
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P.N.F. en Geociencias-Universidad Nacional Politécnica Experimental de Maracaibo.Febrero de 2013
Participante:
T.S.U. Bosch O; María C.
T.S.U. Boscan Jose.
Prof.:
Ing. Adilianes Díaz
Sección 6041.
Maracaibo, Febrero de 2.013.
SINTESIS
Republica Bolivariana de Venezuela.Ministerio del Poder Popular Para La Educación Universitaria.Universidad Nacional experimental Politécnica de Maracaibo.
Departamento de Geociencias.Programa Nacional de Formación en Geociencias.
Economía Politica III
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EL COSTO DE PRODUCCIÓN Y SU LUGAR EN LA GESTIÓN ECONÓMICA
SOCIALISTA.
COSTO DE PRODUCCIÓN.
Parte del valor de los productos elaborados, se expresa en forma monetaria e incluye las
inversiones en medios de producción consumidos y en la remuneración del trabajo. Durante el
movimiento cíclico de los recursos, estas dos partes del valor se separan y aparecen como gastos
en dinero de las empresas que funcionan sobre la base del cálculo económico, destinados a
adquirir los elementos materiales de la producción y a remunerar el trabajo. El costo de producción
constituye un importantísimo índice generalizador de la actividad económico—productiva de las
empresas socialistas. Se planifica y se calcula por los elementos de las inversiones (presupuesto
de producción) y por los capítulos de cálculo de los gastos (costo de los distintos tipos do artículos
y de la producción global de mercancías)
GESTIÓN ECONÓMICA.
Es el proceso mediante el cual se toman las decisiones fundamentales en la economía y se
asegura su cumplimiento.
Desde que existe la división social del trabajo y se generan excedentes, la gestión incluye
los procesos de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como
los de la apropiación y distribución de excedentes.
También, la reproducción de las condiciones esenciales del sistema socioeconómico
imperante: Los tipos de propiedad, las relaciones sociales de producción, la cultura, y el Estado
que los impone a toda la sociedad.
EL MODELO ECONÓMICO, LA GESTIÓN SOCIALISTA Y LA DEFENSA INTEGRAL DE
LA PATRIA Y LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA.
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Con este modelo económico y de gestión de la economía, es seguro que la mayor parte de
la población: los(as) trabajadores(as) del campo y la ciudad, así como los del Estado, las
comunidades, los(as) productores(as) libres asociados, los(as) estudiantes(as) y capas medias,
participarán activamente en las tareas necesarias para defender la soberanía nacional y el
proyecto socialista, puesto que ellos estarán estrechamente ligados a un proceso revolucionario
que toma en cuenta los intereses de la inmensa mayoría del pueblo y crea las mejores condiciones
y posibilidades para avanzar hacia la mayor suma de estabilidad, seguridad y felicidad posibles.
El modelo de Desarrollo Económico y de Gestión debe ser evaluado semestral, anual y
quinquenalmente, mediante Asambleas realizadas de manera separada y conjunta, por los
integrantes de las Comisiones de Dirección Múltiple, a escala local, regional y nacional, así como
por cadenas productivas y sectores económicos, como mecanismo concreto para que el poder
constituyente realice de manera oportuna, democrática y protagónica, las correcciones necesarias
para superar las desviaciones y acelerar el cumplimiento de los objetivos propuestos.
REVOLUCIÓN Y MAXIMIZACIÓN DE LA CALIDAD.
Los revolucionarios tenemos que olvidarnos del conformismo y actuar en consecuencia
para lograr la eficiencia política y la calidad revolucionaria sin importar si ello perjudica o no los
intereses grupales y/o particulares de quienes les ha tocado en suerte dirigir las instituciones
públicas en nombre del proceso revolucionario bolivariano.
Esto nos exige a los revolucionarios la superación del individualismo y de la fragmentación
tradicional del Estado burgués-liberal impuestos por los sectores dominantes, a tal grado que
cualquier acción de gobierno se ve ajena a los ojos del pueblo, les afecte en uno u otro sentido. De
ahí que tenga que cumplirse -ineludiblemente- con una serie de mecanismos participativos
establecidos en la Constitución y en las leyes del poder popular para que el proceso de cambios
revolucionarios avance y se profundice, ante lo cual no le cabe a los gobernantes regionales y
locales (y el conjunto de servidores públicos) que se catalogan de revolucionarios otra cosa que
contribuir efectivamente a la instauración de un nuevo modelo de Estado; en el caso venezolano,
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de un Estado comunal socialista, lo que implica la generación de un debate teórico respecto a sus
fundamentos principales en atención a lo que significa el ejercicio de la democracia participativa y
protagónica en contraposición a la democracia representativa.
Como sea, el reto del proceso revolucionario bolivariano va más allá de lo dicho por el
Presidente Chávez, puesto que no es suficiente alcanzar la eficiencia política y la calidad
revolucionaria si éstas no están orientadas hacia la consecución del cambio estructural del Estado
vigente mediante la participación constante y consciente de las bases populares, además de la
incorporación y actuación de verdaderos cuadros revolucionarios en las diferentes instituciones
públicas con el objetivo de hacerlo realmente posible.
PRODUCTIVIDAD Y COSTO EN LA INDUSTRIA DE PROPIEDAD SOCIALISTA.
La industrialización socialista es un proceso planificado de rápido crecimiento y desarrollo
de las capacidades productivas y tecnológicas dedicadas a transformar materias primas en
insumos básicos, bienes intermedios y productos de consumo final, con el fin de satisfacer las
crecientes demandas y necesidades del aparato productivo nacional y de la población.
Es la fuerza motriz para impulsar la transformación de una economía rentista, que casi todo
lo importa y poco produce, en una nueva economía independiente y soberana. Es la única
estrategia posible para transformar el modelo primario-exportador que impusieron las grandes
potencias industrializadas y nos condenó a ser exportadores de petróleo y materias primas por un
nuevo modelo productivo capaz de sustituir eficientemente importaciones, diversificar la oferta
exportable y, de esta manera, ahorrar y generar nuevas fuentes de divisas que nos hagan menos
dependientes del ingreso petrolero.
La industrialización socialista es un componente fundamental de una política económica
diseñada para avanzar hacia el logro de los objetivos de seguridad y soberanía alimentaria y
productiva. Es la mejor manera de generar empleos verdaderamente fructíferos, cuya
remuneración tenga como contrapartida la producción de una abundante oferta de bienes y
servicios destinados a satisfacer las necesidades básicas y esenciales del pueblo trabajador, sin
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romper el equilibrio que se debe preservar entre la oferta y la demanda para contribuir a estabilizar
los precios. Además, al satisfacer la demanda interna con producción nacional se evita que los
ajustes en el tipo de cambio -que encarecen el componente importado y repercuten en la estructura
de costos-, desborden las presiones inflacionarias. Por eso requiere un manejo inteligente de la
política macroeconómica y microeconómica; es decir, la fijación de un tipo de cambio que exprese
la verdadera productividad de la economía no petrolera; una política arancelaria y fiscal que
desaliente las importaciones y favorezca la producción nacional; así como incentivos monetarios y
financieros para la inversión productiva.
PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO, EXCEDENTE ECONÓMICO Y SALARIO.
El rendimiento eficiencia de la actividad productiva de los hombres expresada por la
correlación entre el gasto de trabajo (en escala de la sociedad, de una rama, de una empresa o de
un solo trabajador) y la cantidad de bienes materiales producidos (establecida en dinero o en
especie) en una unidad de tiempo. Se determina por la cantidad de tiempo invertido en elaborar la
unidad de producción o por la cantidad de producción fabricada en la unidad de tiempo. El nivel de
la productividad del trabajo es un índice importantísimo del carácter progresivo de un modo de
producción de un régimen social dado. Todo nuevo régimen social, indicó Lenin, vence al que le
precede consiguiendo una mayor productividad del trabajo. Elevar la productividad del trabajo
significa economizar trabajo vivo y trabajo social, o sea, reducir el tiempo socialmente necesario
para producir la unidad de mercancía, rebajar su valor. La proporción de trabajo vivo disminuye
mientras que la proporción de trabajo pasado (materializado) aumenta relativamente y de tal modo
que se reduce la suma global de trabajo encerrado, en la mercancía. En esta ley se manifiesta el
decisivo significado del progreso de la técnica para el crecimiento de la productividad del trabajo. El
nivel y los ritmos de crecimiento de la productividad del trabajo social dependen de muchos
factores, ante todo del grado de desarrollo de las fuerzas productivas. "La capacidad productiva del
trabajo depende de una serie de factores, entre los cuales se cuentan el grado medio de destreza
del obrero, el nivel de progreso de la ciencia y de sus aplicaciones, la organización social del
proceso de producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción y las condiciones
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naturales" (C. Marx). Estos factores principales, de los que depende el crecimiento de la
productividad del trabajo, no actúan de igual manera en las distintas formaciones económico-
sociales; su acción es determinada por las relaciones de producción dominantes.
FUENTE DE INFORMACION
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Padrón Guillén, J. (1996). Análisis del Discurso e Investigación. Temas para Seminario. Caracas: Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. ISBN: 980-288-055-1.