trabajo de autoconocimiento lydia del … · importante sentido del humor. ... gente que no conozco...
TRANSCRIPT
CLAUDIO NARANJO
Afán de gustar, de ser popular, de recibir admiración.
Curiosidad y búsqueda de nuevos horizontes y experiencias y
de ideas.
Locuacidad que sirve tanto para la exhibición de
conocimientos como para “enrollar” a los demás
persuasivamente en mis ideas, proyectos y deseos. Es una
forma de conseguir el objetivo de mis deseos a través de
buenas explicaciones.
Carácter “fresco” que consigue lo que quiere por su simpatía
y sus ingeniosos argumentos.
Deseo de placer y evitación del dolor.
Cobardía enmascarada donde la persona se refugia en el
placer para huir de la angustia.
Hedonismo de lo agradable y evitación de lo desagradable.
Rebeldía indirecta y sutil: anticonvencionalismo. Desdeña lo
acostumbrado y se siente atraído siempre por lo inusual y la
innovación.
Proyección de una buena imagen de sí y en mayor medida que
otros se siente bien, aunque es fruto de una continua
propaganda ante el mundo y ante sí mismo que contrapesa
una también consciente inseguridad.
Espera un reconocimiento especial no solo por su talento sino
por su modestia y si disposición fraternal
Mecanismo de defensa llamado “racionalización”: atribuir a
los propios actos una motivación diferente y socialmente más
admirable o aceptable que la real, esencialmente la parte
aprovechadora de la persona, en tanto que se despliega de
forma llamativa un estilo generoso y servicial.
Importante sentido del humor. Hablador simpático,
persona que divierte y se divierte: sabe reírse de sí mismo
(distanciándose así de sus verdaderas emociones), sabe
divertir y reírse de los demás, defendiéndose así de
tomarles completamente en serio.
Gran deseo de contacto, es narcisista y falto de delicadeza
para con los demás.
Admite su defecto y acomoda la crítica de los demás.
CARACTERÍSTICAS PROPIAS DEL ENEATIPO
VII:LA GULA
LO QUE LOS DEMÁS Y YO MISMA CONOCEMOS DE MÍ
Soy una persona activa y participativa que siempre está
proponiendo planes y moviendo a la gente para hacer
cosas.
Soy amiga de mis amigos y siempre estoy disponible
para la gente a la que quiero.
Optimista, alegre, divertida , con mucho sentido del
humor pero responsable a la vez.
Me gusta aprender de todo y de todos y ayudar y
enseñar a los demás.
Soy empática y me gusta mucho el contacto con la
gente y escuchar, conocer y entender a las personas de
verdad.
Generosa (desprendida y humana).
Sincera y directa.
LO QUE LOS DEMÁS Y YO MISMA CONOCEMOS DE MÍ
En un principio soy desconfiada con las personas que
no conozco y no me doy a conocer fácilmente
mostrándome muy seria y reservada.
Soy muy selectiva y exigente en cuanto a relaciones.
Despistada, desordenada, dispersa e impuntual.
Me muestro prepotente y orgullosa cuando creo que
llevo razón. Me “crezco” en estas situaciones y
pierdo toda humildad cuando me llevan la contraria.
Tengo arrebatos y explosiones de impulsividad y mal
genio cuando pienso que algo no es justo, no se
hacen o no me salen las cosas como yo quiero, o
cuando estoy estresada y cansada por algo, perdiendo
así toda razón que pudiera llevar.
LO QUE SÓLO YO SÉ DE MÍ
Soy una persona con una gran capacidad de adaptación en
cuanto a ambientes, situaciones y personas. Sé como
“envolver” y llevar a la gente a mi terreno.
Soy muy impaciente: cuando quiero algo lo quiero ya.
En ocasiones soy algo egocéntrica. No me gusta pasar
desapercibida, al contrario, me gusta destacar y sentirme
diferente, única y especial.
A veces soy demasiado protectora con la gente a la que
quiero lo que puede llegar a convertirse en una forma algo
posesiva de actuar.
Soy en exceso exigente conmigo misma llegando a no
sentirme casi nunca satisfecha con lo que hago pensando
que podría haberlo hecho mejor, lo que me lleva a
sentirme a menudo insatisfecha, fracasada y rabiosa
conmigo.
LO QUE SÓLO YO SÉ DE MÍ
En algunas ocasiones me siento torpe e inferior a los
demás y en estas situaciones o bien me comporto de forma
sumisa, salgo huyendo o respondo de forma soberbia,
extremista y cortante.
A lo que más importancia doy es a las personas y a mi
relación con ellas. Me afectan mucho las relaciones tanto
para bien como para mal y cuando he perdido mi equilibrio
emocional, la mayoría de las veces, se ha debido a
problemas y a desengaños en este ámbito. Esto, a su vez,
ha hecho que me vuelva algo desconfiada y distante.
Soy una persona sensible que necesita mucho cariño y
aceptación pero no se pedir ese cariño y en la mayoría de
los casos tampoco sé darlo. Hacerlo me hace sentir
vulnerable. Al contrario, me muestro independiente y
autosuficiente y en ocasiones también fría e inaccesible.
Todo esto no es más que una coraza con la que intento
evitar que me hagan daño pero este escudo, a su vez, me
acarrea mucho sufrimiento ya que me cohibe y frena a la
hora de mostrar mis sentimientos hacía los demás.
LO QUE SÓLO YO SÉ DE MÍ
Cuando no tengo un objetivo claro, rumbo a seguir o falta
de actividades que me llenen y motiven, me invade el
nerviosismo, la ansiedad, la impulsividad, el desorden, la
inseguridad, miedos, pesimismo y carácter depresivo. En
esos momentos soy como una “noria emocional”.
Suelo pagar mis frustraciones e inseguridades con las dos
personas más cercanas a mí; mis padres, tratándoles en
ocasiones de forma bastante borde y malhumorada, dando
rienda suelta a mi carácter explosivo y mal genio. Luego
me arrepiento de esta forma de comportarme y me siento
mal conmigo misma.
En muchas ocasiones no confío lo suficiente en mí y me
reprimo de hacer cosas y vivir experiencias que realmente
me gustaría vivir. Eso a la vez hace que me sienta cobarde
y que sienta una norme rabia y desprecio hacía mí misma.
A veces soy demasiado imaginativa y fantasiosa y me
recreo en esas fantasías en vez de llevarlas a la práctica.
LO QUE LOS DEMÁS CONOCEN DE MI Y YO NO
Me muestro poco cariñosa, lejana y distante no solo con la
gente que no conozco sino también con la gente a la que
quiero.
Cuando saco mi mal genio llego a herir a la gente con mis
contestaciones y forma de actuar irónica y cortante.
Caprichosa y egoísta en el sentido de que siempre me
quiero salir con la mía y si tengo que “arrasar” a mi paso
para conseguirlo, lo hago aunque luego muestre
arrepentimiento.
Creativa y original, también espontánea y natural aunque
pierdo esa espontaneidad en situaciones en las que no me
siento segura o intimidada.
Valiente e independiente.
Inteligente, constante y perseverante.
Muchos cambios de humor.
LO QUE NI YO NI LOS DEMÁS CONOCEMOS DE MÍ
Imagino que en mi subconsciente se encuentran
todas mis potencialidades latentes y recursos
aún por descubrir.
También creo que se encuentra el origen de
todos mis miedos e inseguridades que en
ocasiones debilitan mi personalidad.
Por último, acontecimientos de primera infancia
que me han marcado para bien y para mal y que
me han hecho ser quien soy.
Nací un 12 de Abril hace 25 años en Madrid.
Procedo de una familia muy pequeña pero muy
unida a la que adoro y de la que soy muy
dependiente.
Por problemas económicos y de trabajo, mis
padres decidieron no tener más hijos. El ser hija
única es algo que nunca me ha gustado
demasiado y aún a día de hoy echo en falta el
haber tenido hermanos. Este vacío lo he
compensado con mis primas y primo a los que
considero mis hermanos, y más adelante con mis
amigos, que son esenciales para mí y a los que
también considero como de mi familia.
De pequeña pasaba muchas
temporadas con mi abuela
paterna a la que quiero,
admiro y me siento muy
unida.
Mi abuela enviudó muy joven
y por eso se refugió tanto en
mí. De ella he aprendido
muchos valores y sobre todo
a respetar a los demás.
También creo que me ha
transmitido su gran fuerza y
coraje en la vida.
Desde que era pequeña he necesitado mucho a la gente, he
tenido siempre una gran necesidad de afecto.
Cuando era adolescente confundía ese afecto con faltas de
respeto hacía mi misma y sumisión hacía los demás que hoy
en día ya he superado. Poco a poco he ido aprendiendo que si
antes no te quieres y respetas a ti misma, nadie te va a
querer ni a respetar jamás.
Hace tiempo me preocupaba mucho de lo que la gente
pensara sobre mí e intentaba agradar a toda costa. Hoy en
día disfruto de quien soy sin preocuparme de lo que piensen
los demás sobre mi persona. He entendido que habrá
personas con las que congenie y otras con las que no pero
que nunca debo fallarme a mi misma.
Con 19 años llegué a sentirme muy perdida y a no saber
muy bien quien era ni qué quería hacer en la vida.
De ser una chica alegre de sobresalientes en el colegio e
instituto, dejé de estudiar y sólo trabajaba los fines de
semana para gastarme todo el dinero que ganaba en
fiestas y en caprichos con los que intentaba llenar el gran
vacío que sentía.
La situación en mi casa se convirtió en insostenible debido
a mi actitud y llegué a tener unos niveles tan bajos de
autoestima y una pérdida de control de mi vida tan grande
que me llevaron a caer en una depresión y a pedir ayuda
profesional.
Realicé una terapia psicológica que duró más o menos un
año y que me dio la oportunidad de conocerme, quererme,
valorarme, hacerme respetar y reconducir mi vida.
Hacer esa terapia fue un proceso muy duro pero a la vez,
la mejor decisión que he tomado nunca. A partir de ese
momento creo que empecé a madurar y a convertirme en
la persona que soy hoy en día.
Sobre todo me gustaría ser una buena profesional en mi
trabajo y disfrutar siempre haciendo lo que hago. No
podría trabajar en algo que no me llenara o no me hiciera
sentirme útil y realizada.
Me gustaría proyectar y elaborar mi propio centro
educativo para personas con N.E.E.
Me gustaría también conocer mundo y encontrar mi sitio,
es decir, no quiero vivir con la sensación que a veces me
invade, de que no tengo todo lo que quiero o que no he
encontrado el lugar donde echar raíces.
Me gustaría formar una familia, si puede ser numerosa y
sentirme llena y feliz en mi vida personal. Uno de mis
mayores miedos es la soledad y no encontrar a una persona
con la que compartir mi vida y ser feliz haciéndolo.
En definitiva, quiero disfrutar de todo lo que me ofrece la
vida y que el día que me vaya lo haga con la sensación de
no haberme perdido nada.
Soy muy consciente de que yo misma soy mi única y mayor
enemiga que me impide llegar a dónde quiero y que me
“pongo la zancadilla” una y otra vez para conseguir lo que
deseo.
En situaciones en las que tengo que dar lo mejor de mí o
de presión, los nervios, miedos e inseguridades se
apoderan de mí y me paralizan y frenan a la hora de tomar
decisiones.
Muchas veces no hago cosas que deseo hacer (como por
ejemplo el irme una temporada yo sola al extranjero) por
falta de confianza en mi misma. Pienso que yo sola no voy
a saber buscarme la vida. Me muestro cobarde y
“chiquitita” y eso es algo que odio de mi misma y que me
hace sentir muy frustrada y rabiosa. Pienso que me estoy
perdiendo muchas cosas debido a esa falta de confianza
que aún aflora en mí en algunas ocasiones y que es algo
que aún debo superar.