trabajo de diploma · 2018. 11. 17. · al dedicado e inquebrantable trabajo de mis tutoras sandra,...

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Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca Facultad de Geología y Mecánica Trabajo de Diploma Tesis de diploma presentada en opción al Título Académico de Ingeniero Geólogo. Título: Estudio litológico y bioestratigráfico de los depósitos del Jurásico Superior–Cretácico Inferior Valanginiano de la región Sierra del Rosario, Provincia de Pinar del Río, Cuba Occidental. Autor: Osmany Pérez-Machado Milán. Tutores: Msc. Santa Gil González. Msc. Sandra Pilar Díaz Díaz. Lic. Maida Daylín Peña Borrego. Pinar del Río, 2009

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  • Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca

    Facultad de Geología y Mecánica

    Trabajo de Diploma Tesis de diploma presentada en opción al Título Académico de Ingeniero Geólogo.

    Título: Estudio litológico y bioestratigráfico de los depósitos del Jurásico Superior–Cretácico Inferior Valanginiano de la región Sierra del Rosario, Provincia de Pinar del Río, Cuba Occidental.

    Autor: Osmany Pérez-Machado Milán.

    Tutores: Msc. Santa Gil González. Msc. Sandra Pilar Díaz Díaz. Lic. Maida Daylín Peña Borrego.

    Pinar del Río, 2009

  • Pensamiento:

    “Las palabras están de más cuando no fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando

    no añaden”.

    José Martí.

  • PÁGINA DE ACEPTACIÓN

    _________________________________________ Presidente del Tribunal _________________________________________ Secretario _________________________________________ Vocal

    DECLARACIÓN DE AUTORIDAD

  • Declaramos que somos autores de este Trabajo de Diploma y que autorizamos a la

    Universidad de Pinar del Río, a hacer uso del mismo, con la finalidad que estime

    conveniente.

    Firma: __________________________________

    Osmany Pérez-Machado Milán [email protected]

    Osmany Pérez-Machado Milán autoriza la divulgación del presente trabajo de

    diploma bajo licencia Creative Commons de tipo Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada, se permite su copia y distribución por cualquier medio siempre que mantenga el reconocimiento de sus autores, no haga uso comercial de las

    obras y no realice ninguna modificación de ellas. La licencia completa puede

    consultarse en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode

    Osmany Pérez-Machado Milán autoriza al Dpto. de Geología adscrito a la

    Universidad de Pinar del Río a distribuir el presente trabajo de diploma en formato

    digital bajo la licencia Creative Commons descrita anteriormente y a conservarlo por

    tiempo indefinido, según los requerimientos de la institución, en el repositorio de

    materiales didácticos disponible en: "[Inserte URL del repositorio]"

    Osmany Pérez-Machado Milán autoriza al Dpto. de Geología adscrito a la

    Universidad de pinar del Río a distribuir el presente trabajo de diploma en formato

    digital bajo la licencia Creative Commons descrita anteriormente y a conservarlo por

    tiempo indefinido, según los requerimientos de la institución, en el repositorio de

    tesinas disponible en: http://revistas.mes.edu.cu

  • Agradecimientos A mi mamá, ya que sin ella no hubiese sido posible mi existencia en este

    mundo. A Tellito que supo guiarme por los caminos de la verdad, viendo siempre más

    allá del límite de la vista. Al dedicado e inquebrantable trabajo de mis tutoras Sandra, Santa y Maida. A los profesores del departamento, en especial a Cobiella y a la profe Ana

    Ibis, por comprenderme todos estos años. A Tita, mi hermana, que me enseñó que de la rutina diaria también se

    aprende ya que se adquiere experiencia. A la ternura incondicional de mis sobrinos Daylín, Rolnel, Melodis, Lea y

    Laura. A mis grandes amigas Damaris, Yunia y Yunet. A mi maravillosa amiga psicóloga Ana. A mis vecinos, en especial a Leydi y Fela. Y a las tantas personas maravillosas de este mundo: ahí estás incluido tú, el

    que me ayudó, el que siempre estuvo dispuesto, el que me brindó amor. A ti y a los demás, agradecido por siempre.

  • Dedicatoria

    A la ingenuidad sabia de mi madre y a la inquebrantable

    Memoria de quien fue mi padre: Terry.

  • Resumen Los depósitos de las formaciones Artemisa y Sumidero afloran en la Sierra del

    Rosario, Cordillera de Guaniguanico y representan las secuencias de margen

    continental del Jurásico Superior Kimmerigdiano al Cretácico Inferior Valanginiano.

    En estos depósitos se confirma la presencia de tres facies fundamentales: facies de

    cuencas y condiciones neríticas de mares abiertos, facies de talud y facies con

    elementos de aguas someras.

    La facies de cuencas y condiciones neríticas de mares abiertos es la más común y

    con la cual prácticamente se ha caracterizado ambas formaciones. Diferentes

    elementos lito y biofaciales permiten establecer una correspondencia entre estos

    depósitos y las secuencias propias de los cinturones 1 y 2 de Wilson (1975).

    La facies de talud y la facies con elementos de aguas someras dada por la

    presencia de packestone y rudstone contenedores de oolitos y organismos

    bentónicos que permiten corresponder estas secuencias con las propias de los

    cinturones faciales 3 y 4 de Wilson., están menos distribuida que la anterior y puede

    observarse en ambas unidades con un ligero predominio en la Formación Artemisa.

    Es confirmada la edad (Cretácico Inferior Berriasiano-Valanginiano) atribuida a la

    Formación Sumidero. No obstante fueron datadas del Jurásico Superior-Cretácico

    Inferior (Berriasiano parte baja) muestras tomadas en corte del Río Caimito

    indicando el Jurasico la presencia de Saccocoma, reporte no muy común en rocas

    de esta unidad.

    Se identificó para la Formación Artemisa la Biozona de Crassicollaria, de acuerdo

    con la presencia de Nannoconus junto a Crassicollaria sp., Crassicollaria aff. C.

    brevis, formas grandes de Calpionella alpina y Colomisphaera sp.,

    correspondiente al Tithoniano Superior.

  • Abstract

    Artemisa and Sumidero units crop out in Sierra del Rosario, Guaniguanico

    mountains in western Cuba and represent carbonatic sequences belong the

    continental passive margin. The age interval range from Upper Jurassic

    (kimmerigian) to Lower Cretacic (valanginian). Three independent facies are

    reported within these units: nerictic (open sea) basin deposits, talud facies and

    shalow water deposits.

    The neritic deposits are the communest facies and constitute the base for the

    classification of both units. Different lito and biofacial elements allow a correlation

    between these deposits and the sequences of Wilson belts one and two (1975).

    The remaining facies (talud and shalow water deposits) are characterized by the

    presence of packstone and rudstone that contains oolites and bentonic

    microrganisms. These characteristic can be compared with the facial belts three and

    four of the Wilson facies. These facies are less common than the neritic facies and

    are observed in both Artemisa and Sumidero units. There is a slight increment of

    them within the Artemisa unit compares with Sumidero.

    As a result of intense biostratigraphic studies the Lower Cretacic (berriasian-

    valanginian) is confirmed for Sumidero unit. However some individual samples from

    Río Caimito yielded Upper Jurassic-Lower Cretacic (lower berriasian) due to the the

    presence of Saccocoma, a very uncommon report for the rocks of this unit. In

    Artemisa units a Crassicollaria biozone was identified according to Nannoconus,

    Crassicollaria sp, Crassicollaria aff, C. brevis, general forms of Calpionella

    alpina and Colomisphaera sp, all of them indicating an Upper Jurassic (upper

    tithonian) age.

  • INDICE INTRODUCCION..................................................................................................1 CAPITULO I. CARACTERISTICAS FISICO-GEOGRAFICAS Y GEOLOGICAS DEL AREA DE ESTUDIO............................................................................................4

    I.1.Ubicación Geográfica…………………………………………………4

    I.2. Situación Geológica del Area de estudio…………………………..8 I.2.1 Geología Regional……………………………………………….8 I.2.2 Estratigrafía……………………………………………………….10

    I.2.3 Tectónica………………………………………………………….22

    I.2.4 Magmatismo……………………………………………………...23

    CAPITULO II. HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES ANTERIORES……….26 CAPITULO III. METODOLOGIA Y MATERIALES UTILIZADOS EN LA INVESTIGACION…………………………………………………………………….31 III.1 Ubicación geográfica de las muestras estudiadas…………..32

    III.2 Preparación de las muestras…………………………………..33

    III.3 Determinaciones petrográficas………………………………..35

    III.4 Determinaciones paleontológicas……………………..………36

    III.5 Determinación de microfacies………………………………….37

    CAPITULO IV. ASPECTOS ESTRATIGRAFICOS DE LOS SEDIMENTOS DEL JURASICO SUPERIOR-CRETACICO INFERIOR VALANGINIANO DE SIERRA DEL ROSARIO…………………………………………………………….38 IV.1 Caracterización litológica y rasgos sedimentológicos de los

    depósitos………………………………………………………………………………43

    CAPITULO V. CARACTERIZACION PETROGRAFICA Y MICROFACIAL DE LOS SEDIMENTOS DEL JURASICO SUPERIOR-CRETACICO INFERIOR VALANGINIANO DE SIERRA DEL ROSARIO…………………………………..57 V.1 Variedades Petrográficas. Tipos texturales de calizas………...57

    V.2 Clasificación de las Microfacies según Wilson………………….59

  • V.3 Clasificación de las Microfacies según Pszczolkowski………...61

    CAPITULO VI. CARACTERIZACION BIOESTRATIGRAFICA Y CONSIDERACIONES PALEOAMBIENTALES DE LOS SEDIMENTOS DEL JURÁSICO SUPERIOR-CRETÁCICO INFERIOR VALANGINIANO EN SIERRRA DEL ROSARIO……………………………………………………………………….66

    VI.1 Caracterización Bioestratigrafíca y Paleoambiental de los

    sedimentos del Jurásico Superior-Cretácico Inferior Valanginiano en Sierra del

    Rosario………………………………………………………………………………...69

    CONCLUCIONES……………………………………………………………………84 BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………...86 ANEXOS………………………………………………………………………………89

  • 1

    INTRODUCCION

    Los depósitos del Jurásico Superior Oxfordiano al Cretácico Inferior Valanginiano

    (Formaciones Artemisa y Sumidero) afloran mayoritariamente en la Cordillera de

    Guaniguanico, provincia de Pinar del Río, Cuba Occidental y representan las

    secuencias de margen continental del Jurásico Superior Oxfordiano al Cretácico

    Inferior Neocomiano de la unidad tectonoestratigráfica Sierra del Rosario.

    Los primeros trabajos, comenzaron a realizarse a principios del siglo XIX por Lewis

    en 1932, al noroeste del poblado de Artemisa con el nombre de "Artemisa

    Limestone", pero no es hasta 1965 por Furrazola-Bermúdez que realizada el primer

    estudio de los microfósiles tithonianos en Sierra del Rosario.

    Tal conjunto sedimentario, ha sido estudiado por numerosos investigadores

    distinguiendo en las mismas variaciones litofaciales y diferentes sub-unidades de

    mayor o menor uso por los estudiosos del tema, también se realiza un estudio

    microfacial de la parte baja de la Formación Artemisa en Sierra del Rosario donde

    se describe cinco microfacies a partir del contenido micropaleontológico de estas

    rocas, donde predominan: Saccocoma-Didemnidae entre otras, siendo estos de

    gram importancia para las reconstrucciones paleoambientales y bioestratigráficas.

  • 2

    Diseño de Investigación

    PROBLEMA No existe una caracterización detallada y diferenciada de los depósitos del Jurásico

    Superior-Cretácico Inferior Valanginiano en Sierra del Rosario.

    OBJETO Depósitos del Jurásico Superior–Cretácico Inferior parte baja en la región Sierra del

    Rosario, Provincia Pinar del Río.

    OBJETIVO GENERAL Caracterizar litológica y bioestratigráficamente depósitos del Jurásico Superior–

    Cretácico Inferior (parte baja) por datos de subsuelo y superficie, en la región Sierra

    del Rosario.

    OBJETIVOS ESPECIFICOS 1. Identificar principales grupos taxonómicos presente y relacionarlos con las

    biozonas correspondientes haciendo hincapié en aquellos taxones poco estudiados

    tanto en superficie como en subsuelo.

    2. Caracterizar microfacialmente estos depósitos relacionándolos con las

    secuencias propias de los cinturones faciales de Wilson, J. L. (1975) y sus

    microfacies estándar.

    3. Realizar algunas consideraciones de tipo paleoambiental a partir del contenido

    litológico y paleontológico.

  • 3

    HIPOTESIS Si se logran Identificar los principales grupos taxonómicos presente en el área de

    estudio y relacionarlos con las biozona correspondientes, así como caracterizar

    microfacialmente sus depósitos y relacionarlos con las secuencias propias de los

    cinturones faciales de Wilson, (1975) y sus microfacies estándar, se podrá

    enriquecer el conocimiento litológico y bioestratigráfico de los depósitos del Jurásico

    Superior-Cretácico Inferior Valanginiano para Sierra del Rosario.

  • 4

    CAPITULO I. CARACTERISTICAS FISICO-GEOGRAFICAS Y GEOLÓGICAS DEL AREA DE ESTUDIO.

    I.1 Ubicación geográfica

    La UTE Sierra del Rosario está ubicada en el extremo oriental de la Cordillera de

    Guaniguanico en el Occidente de Cuba; según la división político-administrativa, la

    mayor parte de la misma, se ubica en el noreste de Pinar del Río y solo una

    pequeña porción en la provincia de La Habana.

    La falla Pinar constituye un límite tectónico bien definido al sur de la sierra, mientras

    que al norte el límite morfológico consiste en el contacto abrupto con la región

    ondulada situada entre Cayajabos y La Mulata, debido al contraste litológico entre

    ambas regiones (Cobiella-Reguera y Hernández-Escobar, 1990) (Fig. I.1).

    Fig. I.1 Ubicación geográfica del área de Sierra del Rosario.

  • 5

    • Relieve La Sierra del Rosario presenta un complicado relieve y está caracterizado por

    cadenas de montañas relativamente bajas que se extienden en dirección este-

    oeste, separadas por zonas deprimidas y alargadas en la misma dirección.

    Según el Atlas Nacional de Cuba en su edición de 1970 y 1989, en la Sierra del

    Rosario las alturas predominantes varían entre 500 y 670m y las pendientes entre

    15 y 35°. Específicamente en la zona de Las Terrazas, las alturas predominantes

    oscilan entre 100 y 300 m. Estas particularidades morfológicas favorecen la erosión

    y la denudación como principales procesos exógenos en la zona.

    La sierra termina en el extremo oriental de la zona de Las Terrazas en una especie

    de espolón que se proyecta hasta el poblado de Cayajabos, formado por colinas de

    cimas redondeadas. Es muy notable la disminución de las elevaciones al este de El

    Taburete, las que sufren un descenso de altura del orden de 200-300 m (Cobiella-

    Reguera y Hernández-Escobar, 1990).

    • Red hidrográfica La red de drenaje característica de la región está dada por la presencia de

    corrientes intermitentes y afluentes temporales de ríos y arroyos permanentes

    formando una red fluvial de tipo dendrítica bastante densa. Los principales ríos

    fluyen de norte a sur en su flanco meridional y a la inversa en el flanco norte. En

    general las corrientes de agua son pequeñas y los valles generados son estrechos y

    profundos. Entre las principales corrientes se encuentran los ríos San Claudio, San

    Cristóbal, San Francisco, Bayate y San Juan, ubicándose parte de las cuencas de

    los dos últimos en la zona de Las Terrazas. Los arroyos Masón y Pedernales se

    localizan al oeste y este de Las Terrazas respectivamente.

    • Clima La Sierra del Rosario se enmarca dentro del clima tropical lluvioso de condiciones

    marítimas con distribución estacional de las precipitaciones. La temperatura media

    anual oscila entre 26 - 28 °C. Para los meses de invierno la temperatura oscila entre

    20 - 22°C (aunque se alcanzan temperaturas de 6-10°C, por la acción de frentes de

  • 6

    aire frío que afectan al territorio nacional, provenientes del norte), destacándose

    esta zona entre las más frías del país. Para los meses de verano la temperatura del

    aire puede alcanzar valores de hasta 36°C. La humedad relativa promedio del aire

    es del 98 %. La media anual de precipitaciones oscila entre 1400-1600 mm. El mes

    mas lluvioso ha ido desplazándose desde octubre hasta septiembre, así mismo ha

    disminuido la pluviosidad media hasta los 1200 mm por año. En general es notable

    la influencia del relieve en las condiciones climáticas.

    • Vegetación Los suelos y la vegetación se pueden simplificar estableciendo una relación de

    distribución con el relieve y las características litológicas de las distintas secuencias

    que se desarrollan en la región. En el área se incluye la zona de montaña

    perteneciente a Las Terrazas, la cual está reconocida como Reserva de la Biosfera

    y comprende 500 ha de bosque. Se desarrolla una vegetación natural de bosques

    tropicales siempre verdes y otra zona con vegetación de matorrales y comunidades

    herbáceas secundarias.

    • Vías de comunicación, población, agricultura y recursos minerales. Geografía económica: En los últimos años la Sierra del Rosario ha alcanzado

    notables avances económicos, siendo los más representativos el turismo, la

    prospección gasopetrolífera además de la actividad agroforestal ya existente.

    Debido a este creciente desarrollo se ha creado una infraestructura de caminos que

    ha mejorado el acceso a la zona. Las más importantes vías de comunicación son la

    carretera axial de montaña que la atraviesa longitudinalmente y las carreteras San

    Cristóbal - Bahía Honda y Candelaria San Diego de Nuñez que la cortan de Norte a

    Sur. Al Este del territorio se ubica la carretera Cayajabos-Cabañas y al Suroeste y

    Sur la Autopista Nacional.

    En nuestra área de estudio la principal vía de comunicación es la citada carretera

    axial, que la atraviesa de un extremo a otro. A partir de esta vía nacen caminos

    forestales hacia el Norte y Sur los cuales dan acceso a las elevaciones que la

  • 7

    flanquean. En el área ondulada del Valle La Pastora existe una carretera que une a

    la axial con la Autopista Nacional en su kilómetro 51.

    Existen caminos y terraplenes que conectan a esta carretera con diversas

    instalaciones pecuarias en el Valle La Pastora.

    El carácter de la economía está determinado por el relieve de la región

    predominando la actividad forestal. En los terrenos ondulados entre Cayajabos y las

    montañas radican numerosas vaquerías pertenecientes a la empresa Los Naranjos,

    así como una finca dedicada a la cría de caballos de raza. También encontramos

    varias micropresas en dicho valle y existe una en el río San Juan cerca de Las

    Terrazas.

    La población se encuentra en los poblados Los Cayos, Quiñones, Las Terrazas,

    Cayajabos y el caserío San Luis. En los últimos años se ha desarrollado el turismo

    en la Sierra del Rosario, representado esto por las bases de campismo La Chorrera,

    El Taburete y el hotel Moka para el turismo internacional.

    La Sierra del Rosario presenta una densidad poblacional entre 0.4 y 1.80 hab/km2,

    alcanzando los mayores valores en los poblados de Las Terrazas y Cayajabos, que

    constituyen los principales centros poblacionales (Atlas Nacional de Cuba, 1989).

    Durante el siglo XIX el cultivo y explotación del café en los cafetales Franceses a

    través de un sistema de latifundios, constituyó el renglón económico esencial de la

    Sierra del Rosario. En la actualidad la actividad agrícola predominante es la forestal,

    en la que sobresale la zona de Las Terrazas, donde la realización de un sistema de

    terrazas permitió la siembra de más de nueve millones de árboles. Se desarrolla

    también una incipiente actividad ganadera representada en numerosas vaquerías.

    Se realiza la explotación de serpentinita y roca caliza, concentrada en canteras

    ubicadas en el sector de la Loma del Mulo.

    La puesta en marcha del complejo turístico Las Terrazas, coloca al turismo como la

    actividad primordial para la zona, favoreciendo otros sectores como la construcción,

    ante la demanda de lugares adecuados para el desarrollo de esta actividad, la

    restauración de las ruinas de los cafetales franceses y la investigación de dicho

    patrimonio agroindustrial. Surge entonces un ejemplo de desarrollo sostenible para

  • 8

    el resto del mundo, en el que se logra el equilibrio entre el cuidado por el medio

    ambiente, el patrimonio histórico y una economía creciente.

    I.II. CARACTERISTICAS GEOLOGICAS DE SIERRA DEL ROSARIO. I.2.1 Geología Regional.

    El área de estudio está ubicada en la porción más oriental del cinturón plegado y

    cabalgado Guaniguanico. Según el criterio de muchos investigadores, es una de las

    regiones más importantes para el desciframiento de la geología de Cuba e incluso

    de la zona del Caribe (Pszczolkowski, 1978, 1999; Cobiella-Reguera et al., 2000,

    Cofiño-Arada, 2002), además, presenta determinado potencial de hidrocarburos. La

    sierra ha sido extendida por datos de geología de superficie y perforaciones

    profundas hasta la región de Martín Mesa, provincia La Habana (Pszczolkowski,

    1999, Cofiño-Arada, 2002). La misma contiene una serie de nappes cabalgados

    como resultado de la compresión durante la orogenia cubana (Pszczolkowski 1971,

    en: Pszczolkowski 1978), que resultan ser el elemento más característico de su

    tectónica.

    La presencia de rocas sedimentarias del paleomargen pasivo de América del Norte

    en Cuba, ha sido reconocida por diversos autores (e.g. Meyerhoff y Hatten, 1974;

    Pardo, 1975; Pszczolkowski, 1986; Iturralde-Vinent, 1996; en Pszczolkowski, 1999).

    Actualmente se reconocen tres grandes áreas de afloramientos de este

    paleomargen: Cordillera de Guaniguanico, norte de Cuba central y la zona de Maisí.

    La cordillera de Guaniguanico ha recibido distintas denominaciones a lo largo de la

    historia de las investigaciones geológicas realizadas a diferentes escalas.

    Pszczolkowski (1975), la designó con el nombre de zona estructuro facial de

    Guaniguanico. El término de terreno Guaniguanico fue introducido por Iturralde-

    Vinent (1994), quien presentó un esquema tectónico generalizado para la provincia

    de Pinar del Río. La Sierra del Rosario la considera como perteneciente al Terreno

    Guaniguanico, como parte de los Terrenos Cubanos Suroccidentales y a su vez

    asume la subdivisión en Rosario sur, Rosario Norte, establecida por Pszczólkowski

  • 9

    en 1978. Otras clasificaciones dividen la zona Guaniguanico, en dos subzonas: Los

    Órganos y El Rosario (Martínez et. al., 1994, en Cofiño-Arada, 2002). Pszczolkowski

    (1999), en su división del terreno Guaniguanico (Fig.I.2.1), distinguió dos cinturones

    tectonoestratigráficos para Sierra del Rosario: cinturón Rosario meridional y cinturón

    Rosario septentrional. Según Pszczolkowski (1994) en Cofiño-Arada (2002), “La

    secuencia sur donde abunda los depósitos Jurásicos, comprende las unidades

    tectónicas: La Zarza, Mameyal, Caimito, Taco Taco, Cinco Pesos y Los Tumbos,

    mientras que en la norte, donde predominan las rocas cretácicas de Polier se

    encuentran las unidades de Belén-Vigoa, Naranjo, Dolores, La Serafina, Cangre y

    Sierra Chiquita”. Su corte estratigráfico se extiende desde el Jurásico hasta el

    Eoceno Inferior

    Fig. I.2.1 Unidades tectonoestratigráficas del Terreno Guaniguanico, según Pszczolkowski (1999).

    En el sistema de la exploración petrolera (Simon, 1993), se establece y argumenta

    un modelo geológico que reconoce dos dominios paleogeográficos: uno

    denominado Pinar del Río relacionado con la microplaca Yucatán y el otro Las

    Villas, relacionado con el Bloque Florida-Bahamas. Ambos están separados por la

    Falla transformante Sán Andrés, reconocida por sísmica en el sureste del Golfo de

  • 10

    México (Buffer, 1991). Dicha falla separa geológicamente la Sierra del Rosario de la

    Sierra de los Organos, en el período post-rift, a partir del Jurásico Superior post-

    Oxfordiano. Por consiguiente, la Sierra del Rosario se sitúa en su palinspatía en el

    Dominio Las Villas, justo al sur de la unidad tectonoestratigráfica Placetas (en

    Blanco-Bustamante, 2002). El corte estratigráfico de la Sierra del Rosario guarda

    una similitud más estrecha con la sucesión estratigráfica de Placetas que con la de

    la Sierra de los Órganos. Dentro de este enfoque se contempla el uso del término

    unidad tectonoestratigráfica según Hatten et al., 1988. Este término con la misma

    acepción se utiliza por los geólogos del Reino Unido. Es utilizado también por

    Marton y Buffler (1999) en la evolución paleogeográfica del sureste del Golfo de

    México.

    I.2.2 Estratigrafía. La unidad tectonoestratigráfica Sierra del Rosario está ubicada en la porción más

    oriental de la Cordillera de Guaniguanico, ocupando gran parte del NE de la

    provincia de Pinar del Río, extendida según datos de perforaciones profundas hasta

    la región de Martín Mesa, provincia de La Habana (Pszczolkowski, 1982). En la

    región septentrional la secuencia de Rosario está sobrecorrida por las ofiolitas y el

    arco volcánico extinto sobre los que yacen los depósitos sinorogénicos. Esta

    complejidad tectónica ha sido vista y descrita en los pozos Mariel 1 y 2. Hacia el

    occidente, las rocas de la Sierra del Rosario se prolongan hasta las alturas de

    Pizarra del Norte (Fernández-Carmona, 1998).

    La UTE Sierra del Rosario presenta una columna estatigráfica que se inicia con

    rocas del Jurásico Inferior y Medio y termina con los sedimentos orogénicos del

    Eoceno Inferior basal. Abarca diferentes ciclos sedimentarios y en menor escala

    magmáticos, ocurridos desde su inicio en el Jurásico hasta su deformación en los

    depósitos del Eoceno conjuntamente con las ofiolitas y secuencias vulcanógeno-

    sedimentarias.

    La Sierra del Rosario está constituída por una serie de mantos tectónicos con

    emplazamientos de sur a norte donde se distinguen 2 grandes grupos de mantos,

    meridional y septentrional, caracterizados por una distinta inclinación de los planos

  • 11

    de sobrecorrimientos y cortes estratigráficos. En superficie se han descrito al menos

    5 mantos tectónicos que internamente presentan diversas escamas menores. Cada

    manto norteño posee su propio corte estratigráfico, siendo la Formación Polier del

    Cretácico Inferior Hauteriviano-Aptiano, la unidad principal en casi todos, en tanto

    que las demás unidades pueden o no estar presentes (Cobiella-Reguera;

    Fernández-Carmona, 1998). Sin embargo, los mantos más meridionales se

    caracterizan por contener fundamentalmente rocas del Jurásico Superior como se

    evidencia en el corte del Pozo CHD-1X en la inmediaciones del pueblo de

    Guanajay. La Formación Manacas de la parte basal del Eoceno Inferior, marca

    generalmente el tope de los mantos, aunque pudiera estar ausente en alguno de

    ellos (Fernández-Carmona, 1998).

    A continuación (auxiliándonos también del léxico estratigráfico, 2001), aparecerá

    una breve descripción de las unidades litoestratigráficas propias de etapas de

    synrift, de deriva y orogenia, presentes en el área de estudio abarcando edades

    desde el Jurásico Medio? hasta el Eoceno Inferior

    Etapa de SynRift:

    Formación San Cayetano (sc) Descrita por DeGolyer (1918) y redescrita por Palmer (1940); Hatten (1957);.

    Haczewski (1976); Hernández en: Martínez González y Fernández de Lara (1988). La formación se expone en afloramientos principalmente en Sierra de los Órganos y

    Sierra del Rosario. En UTE La Esperanza, se conocen varios pozos petroleros: Los

    Arroyos 1 (3805-5008 m); Puerto Esperanza 2 (2410-3128 m) y Puerto Esperanza 3

    (1500-1936 m), desde la zona de Puerto Esperanza hasta Arroyos de Mantua. Es

    también registrada bajo el neoautóctono en pozos petroleros (Linares Cala, 2003)

    en las zonas de Guane e Isabel Rubio: Guanahacabibes 1 (1020-2200 m), Guane

    1(200-800 m), Pinar 3 (1080-3488 m).

    Está compuesta por lutitas y argilitas de color gris a gris oscuro, pardo y violáceas,

    finamente estratificadas con aspecto pizarroso intercaladas con areniscas

    cuarzosas y cuarzo-micáceas, estratificadas de color blanquecino o amarillo rojizo,

    a veces algo oxidado y con espesores variables. También afloran aleuroareniscas

    estratificadas de color naranja intercaladas con limolitas. En las limolitas aparecen

  • 12

    con frecuencia concreciones terrígenas con estructura concéntrica que

    generalmente oscilan entre 2-4 cm de diámetro. Las limolitas y lutitas pueden

    contener abundante materia orgánica siendo muy carbonosas y con una coloración

    gris muy oscuro a negras cuando no están muy meteorizadas (García Delgado et

    al., 2003).

    Además de los conocidos reportes de ammonites y de algunos helechos

    (Piazopteris branneri) reportados por Areces-Mallea (1991), Dueñas y Linares

    Cala (2001) dieron a conocer la presencia de varias taxa de palinomorfos terrestes y marinos en la Formación San Cayetano, donde se distinguen varias especies de

    Sporastriletes, Circumpolles, así como dinoflagelados encontrados en la localidad

    Cinco Pesos en la provincia de Pinar del Río. Permitiendo corroborar la edad Jurásico Inferior-Jurásico Superior (Oxfordiano) para la unidad. Se desconocen sus contactos inferiores pero está cubierta concordantemente por

    las formaciones Artemisa (Miembro La Zarza), Francisco y Jagua (Miembro Pan de

    Azúcar) y discordantemente por las formaciones Guane, Paso Real y Villarroja. Su

    proceso de formación fue producto de la depositación en un mar somero,

    influenciado por sedimentación deltáica. En la secuencia Sierra de los Órganos, la

    sedimentación carbonática comenzó, mientras todavía se acumulaban depósitos

    terrígenos con espesores que no sobrepasan los 6000 m.

    Formación El Sábalo (es) Originalmente descrita por Pszczolkowski y Albear (1983) como “secuencia

    vulcanógeno-sedimentaria” de Sierra del Rosario y posteriormente denominada por

    el propio Pszczólkowski (1989 y 1994). Otros autores han hecho aportes en cuanto

    a la característica de su magmatismo (Cobiella-Reguera, 1992 y 1996)

    Sus depósitos tienen una buena distribución entre la región de Soroa y la carretera

    San Cristóbal-Bahía Honda, en Sierra del Rosario. Las diabasas son las rocas más

    comunes, de color verde oscuro cuando están frescas, los basaltos se presentan

    como capas concordantes entre los sedimentos, las calizas son el componente

    sedimentario más característico, intercalándose frecuentemente entre las diabasas

    y los basaltos. De las rocas terrígenas, las limolitas y argilitas son vulcanomícticas y

    las areniscas son cuarzosas. Esta unidad presenta abundantes deformaciones

  • 13

    sinsedimentarias en la que participan conjuntamente con las rocas sedimentarias

    las diabasas y los basaltos y su espesor en superficie se ha calculado en unos 150

    m y en pozos ha llegado a 426 m (PE-12), (Martínez et al., 1991). Las rocas

    sedimentarias se formaron en un ambiente reductor evidente por la abundancia de

    materia orgánica y pirita singenética. La composición litoclástica evidencia una

    fuente de aporte con corteza continental. La presencia de deslizamiento de tipo

    gravitacional conjuntamente con todo lo anterior apunta hacia una acumulación en

    un margen continental distensional (pasivo), (Cobiella-Reguera, 1996). Los

    hallazgos en los últimos años de fósiles en los sedimentos, reportan la presencia

    de: Globochaete alpina, Didemnoides moreti, Didemnoides sp., Didemnum

    carpaticum, D. minutum, Colomisphera cf. nagyi, C. cf pieninensis,

    Calciodinelloidea (Pszczolkowski, 1994 a y b). Su edad se extiende desde el

    Jurásico Superior Calloviano? hasta el Oxfordiano, con mas probabilidad Oxfordiano

    Medio (Cobiella-Reguera, 1996 y 2000; Pszczólkowski, 1999 a y b).

    El subyacente de dicha formación se desconoce. Está cubierta concordantemente

    por el Miembro La Zarza (Formación Artemisa). En ocasiones se observa el

    contacto tectónico con los depósitos caóticos de la Formación Manacas.

    Formación Artemisa (at) Nombrada por Lewis (1932) y redescrita por Judoley y Furrazola-Bermúdez (1968);

    Pszczolkowski et al. (1978, 1987), Martínez et al. (1991), Cobiella-Reguera (2009),

    Blanco Bustamante et al. (2002), Linares (2003), Estos 3 últimos autores redujeron

    la extensión de la unidad en edad y composición litológica elevando el miembro

    superior Sumidero a la categoría de formación quedando constituida por el miembro

    La Zarza y paquete de facies más someras de nominación discutida (Miembro San

    Vicente). De este modo será tratada la unidad en este trabajo dado el uso que en

    este concepto ha tenido en la exploración petrolera. Geográficamente aflora en

    Sierra del Rosario y NE de las Alturas de Pizarras del Norte, provincia de Pinar del

    Río y muy limitadamente al NW de Santa María del Rosario, provincia La Habana.

    En el subsuelo ha sido cortada por los pozos: Cayajabos-3 (915-1517 m, 1930-2263

    m), Martín Mesa 2 (3105-3275 m) y el CDH-1x presente en 3 mantos: superior

    (1225-1580 m), medio (2085-2425 m) e inferior (2505-2710 m).

  • 14

    Esta unidad comprende calizas micríticas bien estratificadas, calcilutitas,

    calcarenitas y algunas calciruditas. En la base de la formación aparecen,

    esporádicamente, limolitas y areniscas de grano fino.

    La parte más baja de la formación, se considera de edad Oxfordiano Superior a

    Kimmerigdiano; la parte alta corresponde a edad Tithoniano, con calizas pelágicas e

    intercalaciones de argilitas bituminosas. Numerosas especies de amonites,

    calpionélidos y representantes de incertae sedis identifican los pisos dentro de la

    formación. Pszczólkowski (1978) calculó el espesor entre 300 y 800 m,

    evidentemente exagerado. Las secciones Tithonianas Medias no superan los 40 m,

    por lo que el espesor total no debe superar los 150 m (Linares Cala, 2003).

    Yace discordantemente sobre las formaciones El Sábalo, Francisco y San

    Cayetano. Linares Cala (2003) considera que el contacto de la unidad con los

    depósitos infrayacentes en el área es de tipo tectónico, a veces se ven superficies

    de despegues. La sobreyacen concordantemente las formaciones Sumidero, Polier

    y Santa Teresa y discordantemente las formaciones Cacarajícara, Guanajay y Paso

    Real.

    La Formación Artemisa es en parte un equivalente temporal y facial de la

    Formación Guasasa (Linares-Cala, 2003; Gil González, 2005)

    Formación Sumidero (Sm) Inicialmente descrita por Pszczólkowski et al. (1978) como miembro superior de la

    Formación Artemisa y elevada de rango estratigráfico por los autores citados en

    párrafos anteriores. Dada la importancia en su calidad de reservorios y por los

    estudios bioestratigráfico y sedimentológicos de los que ha sido objeto en los

    últimos años en pos de la exploración petrolera, en el presente trabajo es asumida

    en condición de unidad litoestratigráfica independiente.

    Distribuída solamente en Sierra del Rosario y su corte representativo se encuentra

    en el valle del Río Los Palacios, a 200 m de la margen occidental del mismo, al sur

    de las Lomas de Sumidero. Se observa también al norte de Seboruco, Linares y en

    la cantera del barrio Frías al sur de Soroa.

  • 15

    La misma está compuesto por micritas de colores pardo claro, rosáceas, grises

    claras, grises oscuras hasta negras, con finas intercalaciones de silicitas y calizas

    moteadas grises-violáceas finamente estratificadas, laminadas, intercaladas con

    rocas arcillosas y pedernales cubriendo concordantemente a la Formación

    Artemisa. La edad de la Formación Sumidero es Berriasiano-Valaginiano donde se

    define una abundante y característica asociación fosilífera principalmente de

    calpionélidos, nannopláncton calcáreo y radiolarios que indican un ambiente nerítico

    externo-cuenca en el que los principales productores de materia orgánica eran el

    fitoplancton, que constituye una fuente importante para la generación de petróleo

    (Fernández-Carmona, 1998).

    Los depósitos del Miembro Sumidero alcanzan un espesor máximo de 250 m,

    aunque generalmente oscila entre 100 y 200 m. Tiene su mayor distribución areal y

    extensión en las secuencias de Rosario del Sur. Está presente en los cortes de los

    pozos Chacón 2 (1700-2040 m), Martín Mesa 2 (2230-3105 m), Martín Mesa 4

    (2260-2490 m) y CHD-1X (945-1225 m y 1875-2085 m).

    Formación Polier (pl) Descrita por Pszczolkowski en: Pszczólkowski et al. (1978, 1987) se desarrolla en la

    Sierra del Rosario y su determinación está basada en los extensos afloramientos

    existentes en Lomas de Polier y en Lomas de Braciliano Roble. En el subsuelo

    aparece en los cortes de pozos como: Martín Mesa 1 (825-1632 m y 1960-2233 m)

    Martín Mesa 2 (1130-1525 m y 1850-2230 m), Martín Mesa 3 (2350-2476 m, 2668-

    3205 m y 3502-3800 m) y Chacón 2 (960-1646 m), Caridad 4 (825-1080 m),

    Cayajabos 3 (0-677 m), Pinar 2 (864-1074 m y 2725-3465 m) y CDH-1x (710-945

    m). Constituida litológicamente por calizas micríticas, calizas margosas, areniscas

    cuarcíferas, esquistos calcáreos y argilitas calcáreas para un espesor de 300 m. Las

    capas más jóvenes esencialmente terrígenas fueron separadas como Miembro El

    Roble. Se depositó en un ambiente hemipelágico con influencia importante de las

    corrientes de turbidez. Yace concordantemente sobre el Miembro Sumidero

    (Formación Artemisa) y cubierta concordantemente por la Formación Santa Teresa.

    El contenido de microfósilesl de la unidad esta formado por Nannoconus,

  • 16

    radiolarios y Colomisphaera spp. La facies de calizas ricas en nannocónidos es

    bastante extendida con característica de horizonte regional útil para la correlación

    (Fernández-Carmona, 1998). Los sedimentos clásticos son turbiditas con rasgos

    más bien distales (Cobiella-Reguera, 1997). Existen indefiniciones en cuanto a la

    edad de sus límites inferiores y superiores. Cobiella-Reguera et al. (1997) le

    atribuye una edad Berriasiano-Barremiano y con duda hasta el Aptiano, mientras

    que (Fernández-Carmona, 1998, Blanco-Bustamante et al., 2002) datan su edad a

    partir del Hauteriviano-Aptiano con predominio de los depósitos del Hauteriviano-

    Barremiano.

    Miembro El Roble (erb) Nombrada por Pszczólkowski en: Pszczólkowski et al. (1975) y una edad del

    Cretácico Inferior (Albiano) al Cretácico Inferior (Aptiano). Desarrollándose así en la

    secuencia septentrional de Sierra del Rosario y yaciendo concordantemente sobre

    la parte no diferenciada de la Formación Polier. Está cubierta concordantemente

    por la Formación Santa Teresa y caracterizándose por areniscas cuarzosas de

    grano medio en capas que varían de medias a gruesas, con intercalaciones finas de

    argilitas. En la parte media aparecen calizas micríticas y en la superior calizas

    detríticas. La mayoría de las capas de areniscas presentan estratifcación

    gradacional y abundantes jeroglifos con espesores que no excede los 30 m. El

    holoestratotipo es de 25 m depositándose en un ambiente hemipelágico.

    Formación Santa Teresa (st): Descrita por Wassall en: Wassall y Pardo (1952) y redescrita por Iolkicev y Goranov

    en: Kantchev et al. (1978); Pszczólkowski (1988). Se distribuye en Sierra del

    Rosario en forma de franjas estrechas y alargadas.

    Esta formación esta compuesta por silicitas cuarzo-calcedónicas, radioláricas en

    capas finas (1-10 cm) de colores negro, gris verdoso y carmelita que contienen

    óxidos de hierro y manganeso. En las silicitas se observan intercalaciones de

    argilitas-limolitas de color pardo, capas finas de calizas micríticas y margas de

    colores variados, en ocasiones claro hasta negro. En las calizas aparecen

  • 17

    abundantes microfósiles. Las limolitas contienen restos abundantes de radiolarios.

    Localmente en algunos afloramientos de estos estratos, se observan capas finas de

    tufitas. Es bastante frecuente encontrar areniscas cuarzosas silicificadas de granos

    gruesos en la parte baja del corte (García Delgado et al., 2003). Han sido

    reportados por Linares Cala y Sosa (2002) microfósiles del Aptiano-Albiano en la

    secuencia silíceo-carbonatada de esta unidad en el Valle de Pons en Pinar del Río.

    Dueñas y Linares Cala (2001), reportan la presencia de palinomorfos que solo

    permiten datar la muestra del Jurásico al Cretácico Medio. La edad más conocida

    para dicha unidad es de Cretácico Inferior Aptiano-Cretácico Superior Cenomaniano

    (Cobiella-Reguera, 2000; García Delgado et al., 2003).

    Está cubierta concordantemente por las formaciones Carmita y Pinalilla y

    transgresivamente por las formaciones Amaro, Arabos, Cacarajícara, Paso Real,

    Ranchuelo y la unidad informal olistostroma Vega Alta. Transiciona lateralmente a la

    Formación Esperanza (García Delgado et al., 2003). Sus espesores oscilan entre 40

    y 200 m. Se depositó en una cuenca de aguas marinas profundas.

    Formación Carmita (cr) Nombrada por Truitt en: Truitt y Pardo (1953) y renombrada por Iolkicev y Goranov

    en: Kantchev et al. (1978); Iturralde-Vinent et al., en: Belmustakov et al. (1981) y

    Pszczólkowski (1985).

    Se desarrolla en forma de franjas alargadas y estrechas en Sierra del Rosario.

    En subsuelo están presentes en los cortes de los pozos: Martín Mesa 1 (755-825 m,

    1808-1960 m), Pinar 2 I (555-770 m, 1074-1244 m ,1918-2105 m, 2700-2725 m)

    CHD-1x (1780-1875 m) y Chacón 2 (808-960 m, 1646-1700 m). Constituyen a

    estas, calizas de distintos tipos, donde predominan las micríticas, a menudo las

    silíceas y las detríticas, de colores blanco a crema claro y en menor grado crema

    oscuro a rojo ladrillo, con intercalaciones de argilitas, limolitas, silicitas pardas y

    rojas, areniscas calcáreas, calizas arenosas y margas en espesores que oscilan

    entre 40 y 200 m depositados en un ambiente deposicional de aguas marinas

    profundas, y probablemente, al menos en parte sobre el talud insular.

  • 18

    La edad asignada a estos depósitos es Cretácico Inferior Albiano-Cretácico Superior

    Cenomaniano (Blanco-Bustamante et al., 2002, Cobiella–Reguera, 2000). Yace

    concordantemente sobre la Formación Santa Teresa y discordantemente sobre la

    Formación Veloz. Está cubierta concordantemente por la Formación Moreno y

    transgresivamente por las formaciones Amaro, Arabos, Cacarajícara y Guevara.

    Formación Moreno (mo) Distinguida por Pszczólkowski en 1976. Se desarrolla en Sierra del Rosario.

    Debido a su isocronía y parecido litológico con la Formación Vía Blanca es muy

    probable que estos depósitos, en profundidad, hayan sido hasta el momento

    atribuidos erróneamente a la citada unidad, por lo que es muy probable su

    presencia en los pozos Martín Mesa 1 (450-760 m), Martín Mesa 3 (1125-1302 m),

    Martín Mesa 5A (1060-1396 m) y Martín Mesa 21(595-830 m), Según Echevarria et

    al., 1994; Sánchez-Arango et al., 2002, Gil-González et al., 2008, 2009). Litológicamente esta formación está compuesta en la parte inferior del corte por

    calcarenitas arenosas hasta calcilutitas, a veces con estratificación graduada. En la

    parte superior aparecen como elementos predominantes las rocas terrígenas,

    fundamentalmente argilitas con capas de calizas subordinadas. Las areniscas de la

    parte superior del corte son fundamentalmente polimícticas, con gran cantidad de

    material clástico de carácter vulcanomíctico. Este material aparece también en las

    calizas arenosas. Depósitos similares aparecen en varios de los pozos Martín Mesa

    (MM-1 3, 5A y 21) los cuales generalmente se encuentran en la parte basal de las

    secuencias del Paleógeno y que por su composición litológica pudiera servir de

    sello a los hidrocarburos infrayacentes (Echevarría et al., 1994). En los cortes de los

    pozos Martín Mesa 1 (450-760 m), Martín Mesa 3 (1125-1302 m) y MM 21(595-830

    m) fueron establecidas por Aguilar y Gil-González, dos tipos de facies: la limosa

    arenosa diferenciada en los pozos Martín Mesa-1 (653-760 m) y Martín Mesa 21

    (595-830 m).y la carbonatada–areno-arcillosas presente en los pozos MM-1 (450-

    653 m), MM-3 (1125-1302 m), MM-21 (595-830 m), MM-33 (1400-1448 m) y

    perfectamente correlacionable con los paquetes calcilutítico y clástico carbonatado

  • 19

    diferenciadas en superficie (García Delgado et al., 2007; Brey del Rey, 2007,2008;

    Gil-González, 2008).

    Esta unidad se formó en una cuenca marina hemipelágica durante la transformación

    del margen continental de pasivo a activo, por lo que estuvo acompañada de

    inestabilidad tectónica, fuerte erosión y variabilidad en el aporte terrígeno por esta

    razón su orictocenosis la constituyen: foraminíferos planctónicos, como fósiles

    acumulados, foraminíferos bentónicos grandes, como fósil resedimentado, así como

    Incertae Sedis. Es numerosa la presencia de fauna redepositada constituida

    fundamentalmente por foraminíferos tanto planctónicos como bentónicos. La edad

    considerada para la unidad es del Cretácico Superior Campaniano-Maastrichtiano

    (García-Delgado et al., 2003).

    Formación Cacarajícara (ccj) Primero descrita por Hatten (1957) y posterior Pszczolkowski en: Pszczolkowski et

    al. (1975); Furrazola-Bermúdez en: Linares Cala et al. (1985) la redescriben. Esta

    se desarrolla en la Sierra del Rosario. Presente en el subsuelo en diferentes mantos

    tectónicos, vinculada estratigráfica o tectónicamente con depósitos del margen

    continental (Formación Polier) y discordantemente con la Formación Manacas

    también de cuenca frontal. Ha sido identificada en el área de Martín Mesa en los

    pozos: Caridad 4 (1080-1200 m), Martín Mesa 1 (1632-1820 m); Martín Mesa 3

    (1302-2350 m, 2467-2679 m, 3420-3475 m), Martín Mesa 5(1500-1529 m), Martín

    Mesa 5A (1396-1481 m), Martín Mesa 20A (818-830 m), Martín Mesa 21 (870-1040

    m).

    Estas rocas constituyen una megaturbidita calcárea o megacapa clástico

    carbonatada (Pszczolkowski, 1986) la cual se caracteriza por una litología de tipo

    gradacional comenzando en su base por brechas que pasan gradualmente a

    calcarenitas, las cuales conforman la parte principal de toda la sucesión clástica,

    estas a su vez pasan a calcilutitas con las cuales culmina el corte de la formación.

    Diversos autores (Psczólkowski, 1986, 1994; Psczólkowski et al., 1992, Gil-

    González et al., 1996, 1998, 2007, 2008; Kiyokawa et al., 2002, Takayama et al.,

    1999, 2000) han estudiado la unidad desde diferentes aspectos.

  • 20

    En el subsuelo han sido descritas 3 litofacies (Aguilar y Gil-González en: Brey del

    Rey, 2007) que coinciden con los paquetes descritos para esta unidad en superficie

    Facies Calcirudítica (paquete inferior) observada y estudiada en el pozo Martín

    Mesa 3 en los siguientes intervalos 2050-2350 m y 2460-2480 m; Facies

    Calcarenítica (paquete medio) localizada en los pozos MM 3 (1302-2053 m) y el MM

    21 (870-1040 m), Facies calcilutítica (paquete superior). Reportadas en los pozos:

    MM 1 (1632-1808 m), MM-3 (3385-3475 m), MM 4 (925-1150 m). Es característica

    de estas facies clásticas la presencia mayoritaria de bioclastos de facies someras y

    pelágicas, representados por foraminíferos planctónicos, bentónicos grandes y

    pequeños.La clasificación tafonómica de los fósiles por su estado de conservación

    en fósiles acumulados, resedimentados y redepositados realizada en esta unidad

    (Gil-González et al., 1996, 2008, 2009), ha permitido una mejor datación y

    confirmación de la edad Maastrichtiano Superior Tope de estos depósitos.

    Formación Ancón (anc) La Formación Ancón aparece extensamente descrita por Myczynski et al en:

    Pszczolkowski et al., 1975 y posteriormente fue completada por García Delgado en:

    Martínez, et al., 1991. Distribuída limitadamente en forma de faja estrecha y

    discontinua en la Cordillera de Guaniguanico.

    La formación esta constituida por cuatro paquetes litológicos bien diferenciados, dos

    miembros de brechas, La Güira y La Legua, un paquete de calizas y un paquete de

    rocas siliciclásticas, ambos innominados. El paquete de calizas fue denominado por

    Myczynski como “Secuencia de calizas grises verdosas rosadas y rojas”, esta

    formado por calizas micríticas de colores grises, grises verdosas, rosadas, rojas con

    diferente potencia de los estratos, en ocasiones en la base de las calizas se

    presentan finas intercalaciones de pedernales gris y gris oscuro. También se

    presentan algunas capas delgadas intercaladas de brechas.

    El paquete de rocas siliciclásticas fue descrito en el pozo PE-19 perforado durante

    los trabajos de levantamiento Geológico CAME-IV, Martínez González et al., 1991.

    Litológicamente esta compuesto por: calizas biodetríticas de color gris, limolitas con

    intercalaciones de argilita de color verdoso, areniscas finas y gruesas de

  • 21

    composición polimícticas con numerosos cristales de pirita, brechas calcáreas con

    fragmentos de caliza, silicitas, y limolitas calcáreas. Las areniscas de grano medio

    polimícticas presentan estratificación fina a laminar, de color gris, las limolitas y

    argilitas gradacionan unas a otras pero predominando las areniscas finas con

    micropliegues de deslizamiento y estratificación fina a laminar, de color gris verdoso

    a verde, con algunas capitas de argilitas y una capa de caliza fragmentaria

    recristalizada. Este paquete fue observado en superficie por Linares Cala en las

    cercanías de la localidad donde se perforó el pozo PE-19. Blanco-Bustamante et al.

    (2002) discuten la pertenencia de las rocas terrígenas a la unidad ya que contrasta

    con la composición clástico carbonatada conocida y establecida para la misma, así

    mismo consideran que este paquete terrígeno podría pertenecer a la parte basal del

    Miembro Pica Pica de la Formación Manacas.

    Se encontraron afloramientos de la Formación Ancón en las elevaciones situadas

    al sur de la localidad de Moncada, yaciendo discordante y directamente sobre la

    Formación. Pons, lo que evidencia el acuñamiento rápido de la Formación

    Moncada hacia el sur, además, se han observado numerosos bloques en el

    olistostroma (García Delgado, 2003). La abundancia de foraminíferos planctónicos

    de los géneros Acarinina, morozovella y Planorotslites permiten datarla de

    Paleoceno Superior-Eoceno Inferior (parte baja).

    Yace discordantemente sobre la Formación Cacarajícara y las formaciones

    Guasasa y Pons. Está cubierta concordantemente por el Miembro Pica Pica

    (Formación Manacas) y discordantemente por la unidad informal olistostroma Vieja

    (Formación Manacas).

    Formación Manacas (mnc) Fue nombrada por vez primera por Hatten (1957) y renombrada por Piotrowska et

    al., en: Pszczólkowski et al. (1975) y extendida hacia la región de Martín Mesa en

    los trabajos de Martínez et al., 1991. Se desarrolla como franjas alargadas, a lo

    largo de la cordillera de Guaniguanico, provincia de Pinar del Río, y en la región de

    Martín Mesa, provincia Habana. La mayoría de los pozos de la serie Martín Mesa

    están sobre depósitos de la Formación Manacas y/o se repiten a lo largo del corte

  • 22

    de los pozos como parte de diferentes mantos tectónicos sobre todo su parte

    olistrostrómica: Martín Mesa 1 (0-450 m), Martín Mesa 3 (0-1125 m, 3205-3420 m),

    Martín Mesa 5 (0-1125 m), Martín Mesa 5A (0-1500 m), Martín Mesa 20 (0-528 m),

    Martín Mesa 20A (0-592 m), Martín Mesa 24 (0-737 m).

    Litológicamente es reconocida por: areniscas polimícticas, limolitas, argilitas,

    calcarenitas, pedernales, calizas, depósitos caóticos policomponentes de matriz

    terrígena, polimíctica con intercalaciones de areniscas vulcanomícticas y silicitas

    para un espesor alrededor de 200 m.

    Los olistolitos provienen de las formaciones carbonatadas Jurásicas y del Cretácico

    Inferior y Medio del Margen Continental (UTE Sierra del Rosario), de rocas clástico-

    carbonatadas de la Formación Cacarajícara y ofiolitas entre otros. Los numerosos

    bloques muestreados anterior del olistostroma arrojaron diferentes edades:

    Jurásico, Cretácico Inferior Albiano-Cretácico Superior Turoniano, Cretácico Inferior

    Albiano, Cretácico Superior Campaniano, Cretácico Superior Campaniano-

    Maastrichtiano, Cretácico Superior Maastrichtiano, Paleoceno. Algunas muestras de

    superficie y de subsuelo han arrojado una edad Paleoceno Superior-Eoceno Inferior

    que han constituido nuevos reportes paleontológicos para la formación (García

    Delgado et al., 2008). Aún no existen cálculos sobre su espesor en la zona de

    Martín Mesa. Son depósitos sinorogénicos formados por corrientes turbidíticas en el

    talud continental, asociados al sobrecorrimiento de los complejos del arco volcánico

    Cretácico y las ofiolitas sobre los depósitos de la cordillera de Guaniguanico.

    Su Miembro Pica Pica yace concordantemente sobre la Formación Ancón, y es

    discordante sobre la Formación Cacarajícara y los grupos Buenavista y Viñales.

    También yace concordantemente sobre la Formación Santa Teresa. Está cubierta

    discordantemente por la Formación Martín Mesa y por la Formación Guane, pero

    generalmente su límite superior es erosional.

    I.2.3 Tectónica La UTE Sierra del Rosario fue subdividida por Pszczolkowski (Pszczolkowski et al.,

    1975; Pszczolkowski 1976) en dos diferentes secuencias: secuencia de Rosario

    Norte y secuencia de Rosario Sur, (división que ha sido aceptada hasta el momento

  • 23

    actual), cada una dislocada en varios mantos o unidades tectónicas para una

    característica estructura de nappe-escamada. Tal como se dijo, éste autor también

    señaló que las unidades de la secuencia de Rosario del Sur cabalgaron sobre el

    cinturón de mogotes de los Organos; en la parte más oriental formando un manto

    tectónico subhorizontal.

    Astajov et al. (1981) destacaron que las unidades de Rosario del Sur se extienden

    por todo el territorio de Alturas de Pizarras del Norte, más al oeste del límite

    establecido entre las unidades de Los Organos y Rosario por Pszczólkowski et al.

    (1975), señalando además que sus diferentes escamas tectónicas tenían una

    vergencia sur, sobrecorriendo desde el norte al cinturón de mogotes a través de la

    denominada Falla Frontal. La vergencia sur de las estructuras en diferentes

    unidades de la UTE Sierra del Rosario fue también destacada en Martínez et al.

    (1988, 1991). Se demostró, sin lugar a dudas, que las unidades de Alturas de

    Pizarras del Norte son totalmente independientes de Alturas de Pizarras del Sur,

    encontrándose el cinturón de mogotes sobrecorrido desde el sur por el manto

    tectónico que compone la segunda y, desde el norte, por unidades tectónicas de la

    secuencia de Rosario del Sur extendidas a lo largo de Pizarras del Norte. En

    Martínez et al. (1988), Martínez y Vázquez (1987) y Pszczolkowski (1994 a y 1999)

    se considera que las unidades de la secuencia de Rosario del Sur ocupan las

    Alturas de Pizarras del Norte hasta el mismo límite occidental cubierto del Terreno

    Guaniguanico. De acuerdo con esto, la Subzona Los Organos se compondría

    solamente por dos unidades de orden principal (Alturas de Pizarras del Sur y el

    cinturón de mogotes), pues Alturas de Pizarras del Norte se trataría de la

    prolongación occidental de unidades de la UTE Sierra del Rosario.

    I.2.4 Magmatismo. Las rocas intrusivas y efusivas presentes en el territorio están representadas por

    distintas secuencias, que responden a diferentes eventos magmáticos.

  • 24

    Magmatismo Jurásico Calloviano?-Oxfordiano: En Cuba Occidental se registran

    varios cortes de mafitas jurásicas. En este período se destaca la secuencia

    vulcanógeno-sedimentarias perteneciente a la Formación El Sábalo que aflora en

    las unidades septentrionales de la UTE Sierra del Rosario. Según Cobiella-Reguera

    (1996), las diabasas y los basaltos a partir de los análisis químicos realizados se

    encuentran mayoritariamente en el campo de los basaltos de acuerdo a la

    clasificación de Le Bas et al. (1986). Las andesitas registradas posiblemente se

    deban a la presencia de sílice secundaria. El citado autor infiere de acuerdo a los

    resultados obtenidos, una tendencia subalcalina en las rocas analizadas. Plantea

    que la composición petrográfica y rasgos petroquímicos de las mafitas

    conjuntamente con sus formas de yacencia evidencia que el magmatismo de

    formación es de carácter fisural, originados en condiciones distensionales

    Magmatismo Cretácico Inferior-Neocomiano: Diferentes investigadores sugieren la

    presencia de un magmatismo más joven y de importancia subordinada transcurrido

    durante el Cretácico temprano, registrado también en rocas de la Formación

    Esperanza, el cual se manifiesta en forma de pequeños cuerpos subvolcánicos (tipo

    sills) de diabasas y derrames de lavas basálticas emplazadas concordantemente

    entre los depósitos carbonatados pertenecientes a la Formación Sumidero de edad

    Jurásico Superior-Cretácico Inferior Neocomiano (Martínez et al., 1991, en Cofiño,

    2002, Ortiz-Vivanco, 1991). Dichos cuerpos están localizados en la porción centro-

    oriental de la Sierra del Rosario y posee espesores que no rebasan las decenas de

    metros.

    Magmatismo Cretácico Inferior Aptiano-Cretácico Superior Santoniano.

    Las rocas ultramáficas que se relacionan con este complejo están presentes en esta

    zona, asociadas a fajas de melange y olistostromas, así como a cuerpos

    lenticulares de considerables dimensiones. Según los datos del levantamiento

    geológico CAME IV a escala 1:50 000 realizado por Martínez et al. (1991), los

    cuerpos ultrabásicos que afloran en los límites en la UTE Sierra del Rosario se

    encuentran asociados a:

  • 25

    a) Formación Manacas.

    La Formación Manacas es una secuencia clásica de origen olitostrómico, se

    reportaron cuerpos lenticulares de diferentes dimensiones en los planos frontales de

    los mantos de sobrecorrimientos y constituyen en sí, bloques ultrabásicos

    serpentinizados del complejo ultramáfico obducido, que en ocasiones constituyen

    placas de un melange maclado con el olistostroma.

    b) Melange de la Falla Pinar.

    El melange de la Falla Pinar no presenta en el área de estudio un desarrollo

    continuo sino que forma pequeños cuerpos aislados con espesores que no rebasan

    los 250 m. El exponente de mayor relevancia fue interceptado desde la profundidad

    de 279 m. hasta los 489 m. por el pozo estructural No. 17, según reportó de

    Martínez et al. (1991), donde en una matriz serpentinítica cizallada y tectonizada se

    incluyen abundantes bloques de diversas dimensiones.

    C) Rocas máficas de complejos cumulativos.

    El complejo gabroide de la asociación ofiolítica en nuestra área presenta un

    desarrollo limitado y se manifiesta en forma de bloques aislados, asociados a zonas

    de melanges y olistostromas. En el extremo nororiental de la subzona el Rosario

    fueron reportados pequeños cuerpos de gabros asociados a las secuencias

    olistostrómicas de la Formación Manacas, ya que constituyen olistolitos de la

    misma.

  • 26

    CAPITULO II. HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES ANTERIORES.

    Los primeros trabajos geológicos de Sierra del Rosario, comenzaron a realizarse a

    principios del siglo XIX, cuando algunas compañías extranjeras se interesaron en la

    posibilidad de encontrar y extraer menas de cobre, hierro, níquel y asfalto. Dichos

    trabajos tienen un carácter histórico más que geológico para el conocimiento de la

    región.

    A partir del 1901, durante la época de intervención norteamericana, comenzaron a

    llegar a Cuba geólogos como Hayes, Vaugham y Spencer; los cuales, después de

    un rápido conocimiento de las provincias del país presentaron el esquema de las

    estructuras geológicas, incluyendo el de la provincia Pinar del Río.

    En 1932, Lewis realizó un amplio estudio de la geología de nuestro país, incluyendo

    el primer mapa geológico moderno; donde en su texto explicativo aparece la

    primera mención de las calizas de Artemisa, que dicho autor llamó “Artemisa

    limestone” y que consideró de edad Jurásico-Cretácico inferior.

    Posteriormente durante 1939-1943 las compañías norteamericanas realizaron los

    trabajos de búsqueda y exploración sobre las cortezas lateríticas de intemperismo

    del macizo de ultrabasitas de Cajalbana.

    En 1956 Truitt y Bronnimann presentaron su informe “Geología de Pinar del Río e

    Isla de Pinos “, cuyo interés estriba en las descripciones de las formaciones San

    Cayetano, Jagua, Viñales, Artemisa y otras.

    Teniendo en cuenta el análisis estructuro-facial de la región, Truitt determinó cuatro

    cinturones faciales con sus cortes característicos: Sierra de los Organos, Sierra del

    Rosario, Cacarajícara y Bahía Honda.

    Entre las investigaciones geológicas más interesantes y argumentadas en este

    período se encuentra el trabajo realizado por Hatten (1957) para la parte

    septentrional de la provincia, elaborando un esquema estratigráfico y un mapa

    geológico a escala 1:250000 que debido a su importancia se mantiene vigente.

  • 27

    Todas estas investigaciones se refieren al período pre-revolucionario del estudio

    geológico de la región.

    Después del triunfo de la revolución las investigaciones geólogo-geofísicas han

    jugado un papel muy importante, las mismas están encaminadas a elevar el

    potencial minero-metalúrgico y materiales no metálicos.

    En 1960, Andreu confeccionó el mapa geológico de la provincia Pinar del Río a

    escala 1:25 000, este mapa se considera el primero que dio una idea general de la

    geología y la tectónica de la región.

    En la década del 60-70 se debe citar investigaciones de gran importancia realizadas

    por geólogos cubanos y soviéticos como: Judoley y Furrazola-Bermúdez (1968)

    publicado bajo el nombre de “Estratigrafía y Fauna del Jurásico en Cuba”; con el

    aporte de nuevos datos que enriquecieron el conocimiento geológico del Jurásico

    en Pinar del Río. Birukov y Messina hicieron trabajos de búsqueda y levantamiento

    a escala 1:50 000 en la parte occidental del área.

    Distintos trabajos de generalización estratigráficas se realizaron en los años 1972-

    1975, entre los cuales se destacan Vasov, Furrazola-Bermúdez, García Delgado y

    otros que confeccionaron un esquema estratigráfico de los depósitos Mesozoicos-

    Cenozoicos en Cuba.

    Un grupo de geólogos de la Academia de Ciencias de Cuba y Polonia bajo la

    dirección de Pszczolkowki, realizaron durante los años 1970-1975 el levantamiento

    a escala 1: 250 000 de la provincia Pinar del Río. Dentro de los límites de Pinar del

    Río distinguieron tres zonas estructuro-facial: San Diego de los Baños, Bahía Honda

    y Guaniguanico, con subzonas bien definidas en la Sierra de los Órganos, Sierra del

    Rosario y las unidades metamórficas.

    Durante este período aparecen varias publicaciones y monografías de carácter

    general, pero que tocan aspectos relacionados con la geología de la provincia,

    dentro de ellos podemos citar: “Los Aptychus de Cuba” por Hausa (1974);

    “Resumen estratigráfico de los sedimentos mesozoicos de Cuba” por Kunezov,

    Vassov, Furrazola-Bermúdez y otros (1977).

  • 28

    En 1980 concluyen los trabajos para la confección de los mapas geológicos y

    metalogénicos a escala 1: 500 000 para la provincia de Pinar del Río, Mormil,

    Norman y otros.

    En esta etapa comienza la realización de la búsqueda y exploración del yacimiento

    Sierra Azul bajo la dirección de Danieluk, Ortega et al., aprobando sus informes en

    los años 1986-1987 respectivamente.

    En el año 1985 concluye la confección del mapa geológico de Cuba a escala 1: 500

    000 y su texto explicativo (Linares Cala y otros); veinte años después de publicado

    el primero, donde se recoge lo más actual hasta ese momento de la geología de

    Cuba.

    Por esta fecha también concluye la confección del mapa geológico de Cuba a

    escala 1: 250 000 por la Academia de Ciencias de Cuba. Otros trabajos sobre la

    geología de la provincia podemos encontrarlos en “Contribución a la Geología de

    Pinar del Río” de Pszczolkowski y otros (1987); “Nuevas consideraciones acerca de

    la litoestratigrafía del Cretácico y el Paleógeno de la Sierra del Rosario” de

    Pszczolkowski (1988) que aportó nuevos datos sobre la columna estratigráfica del

    área.

    Díaz y Furrazola-Bermúdez (1984-1988) presentaron un estudio

    micropaleontológico, bioestratigráfico y litofacial de las secuencias carbonatadas

    Cretácicas de la zona Remedios que incluye el macizo de Guajaibón, en

    elevaciones Yagüajay-Chambas y Sagua Remedios, Sierra Cubitas y elevaciones

    de Gibara, donde se ofrece un estudio detallado de la fauna, reportándose nuevos

    datos de suma importancia para el establecimiento de la bioestratigrafía del área.

    En 1992 se concluyó el levantamiento geológico a escala 1: 50 000 (Martínez et al.,

    inédito) con nuevos aportes al conocimiento de la estratigrafía, tectónica,

    magmatismo e historia del desarrollo geológico de las diferentes zonas estructuro-

    faciales presentes en la provincia.

    Díaz et al., en prensa (1992) exponen nuevos criterios acerca de la estratigrafía y

    paleontología del banco carbonatado Cretácico Remedios del área Cuba Norte-

    Bahamas.

  • 29

    En la década del 90 se continuaron los estudios de la Sierra del Rosario con un

    carácter regional o tratando de resolver algunos aspectos particulares de la

    geología de la misma y cuyos resultados han sido expuestos en diferentes eventos

    científicos y/o están en prensa para ser publicados; entre los mismos podemos citar:

    Cobiella et. al. (1992, 1994).

    Myczynski, y Pszczolkowski, (1994) en su trabajo sobre Estratigrafía y Microfacies

    del Tithoniano en la Sierra del Rosario (Formación Artemisa), distingue el horizonte

    Parakeratinites sp. y tres biozonas de ammonites, las cuales correlacionan con las

    biozonas Saccocoma, Chitinoidella y Crassicollaria; por otro lado diferencian cinco

    microfacies por primera vez teniendo en cuenta el contenido biogénico: Saccocoma-

    Didemnidae, microfacies con Calcisfera, microfacies con Globochaete, microfacies

    con Chitinoidella y microfacies radioláricas. El esquema bioestratigráfico en

    cuestión, se corresponde salvo algunas modificaciones, con el introducido por

    Myczynski et al. (1989) para los depósitos tithonianos de la cordillera de

    Guaniguanico

    Pszczolkowski, 1994, publica formalmente el nuevo esquema litoestratigráfico de los

    depósitos Cretácicos-Paleogénicos de la Sierra del Rosario establecido por el en

    1988. Este esquema publicado presenta algunas modificaciones respecto al

    original, inédito pero conocido y utilizado.

    Blanco-Bustamante et al. (2002), estudiaron los depósitos en el subsuelo y

    reportaron la presencia de la unidad en los pozos Martín Mesa 2, Cayajabos 3 y

    CHD-IX. No reconocieron el miembro San Vicente dentro de la Formación Artemisa,

    por aflorar según los referidos autores, limitadamente en la Sierra del Rosario y

    constituir una incongruencia en la nomenclatura estratigráfica pues el miembro de

    una formación no lo puede ser a la vez de otra. Eliminaron prácticamente todos los

    miembros, ya que al quedar excluidos San Vicente y elevar al rango de formación al

    Miembro Sumidero, la subdivisión para ellos no tiene sentido. Sin embargo,

    proponen la existencia del Miembro Cayajabos para distinguir el tipo de corte

    carbonatado con aporte terrígeno de la secuencia carbonatada, ignorando el

    Miembro La Zarza. dentro de la Formación Artemisa.

  • 30

    Gil-González et al., Confirman tres facies fundamentales en la Formación Artemisa

    sensus lato: facies de cuencas y condiciones neríticas de mares abiertos, facies de

    talud y facies con elementos de aguas someras: los cuales pueden asociarse con

    los diferentes miembros de la Formación Guasasa. Consideran que la facies de

    cuencas y condiciones neríticas de mares abiertos es la más común y con la cual

    prácticamente se ha caracterizado la Formación Artemisa. A partir de los diferentes

    elementos lito y biofaciales encontrados establecen una correspondencia entre

    estos depósitos y las secuencias propias de los cinturones 1 y 2 de Wilson (1980).

    Esta facies puede ser identificada con la de los miembros El Americano y

    Tumbadero La facies de talud para ellos menos distribuida que la anterior y

    observable en áreas aledañas al Mirador de Soroa la comparan con las propias de

    los cinturones faciales 3 y 4 de Wilson, debido a la mezcla de sedimentos de grano

    fino con estructura de deslizamiento gravitacional y sedimentos fragmentarios.

    Define la facies con elementos de aguas someras por la presencia de grainstone

    contenedores de oolitos y organismos bentónicos. Concluyen que tanto la facie

    anterior como esta, evidencian la presencia de depósitos tipo San Vicente en Sierra

    del Rosario.

  • 31

    CAPITULO III. METODOLOGIA Y MATARIALES UTILIZADOS EN LA INVESTIGACION. Para el estudio litológico y bioestratigráfico de los depósitos del Jurásico Superior-

    Cretácico Inferior valanginiano de Sierra del Rosario, se hizo un levantamiento de

    los materiales primarios donde se parte de la revisión bibliográfica, y se dispone de

    la hoja cartográfica 3584-II (San Cristobal-1:50 000), también se contó con los

    materiales del tema de investigación "Estratigrafía de la Sierra del Rosario" dirigido

    por Cobiella-Regera y Gil-Gonzalez (2000), en revista de Geología y Minería, así

    como otros documentos facilitados por la Universidad y el CEINPET entre los que

    se destacan tarjetas de pozos, secciones delgadas, libretas de campo, etc.) y de

    toda la información disponible que permitiera el amarre geográfico y aportara datos

    complementarios a las muestras estudiadas (ver Figura III)

    Fig. III Diagrama de flujo

  • 32

    III.1 Ubicación geográfica de las muestras estudiadas.

    Se analizaron (84) secciones delgadas de superficies, pertenecientes a las formaciones Artemisa y Sumidero. De estas secciones (34) corresponden a la

    Formación Sumidero y (50) a la Formación Artemisa. (ver tabla del anexo textual 1).

    Las muestras fueron tomadas en las localidades Mameyal, La muralla, Río Caimito,

    Los Bermejales, Carretera Soroa Cinco Pesos, Rangel y Las Terrazas (cerca de los

    baños del río San Juan), (ver Tabla III.1 y figura III.1), en la región montañosa Sierra

    del Rosario así como tarjetas de núcleos de los pozos, Cayajabos 3 y Chacón 2,

    (ver tabla del anexo textual 2).

    Tab. III.1.1 Localización de muestras estudiadas.

    Coordenadas No Localidades Nombre de la muestra

    X Y

    Tipo de análisis

    Cantidad de muestras

    1 W Mameyal SP-1-04 EL-100-04 259 331 328 334 SD SD

    4 2

    2 Lecho Río Caimito SP-16-04 246 090 329 050 SD 4 3 Perfil Río Caimito SP-17 247 404 326 881 SD 14 4 Lecho Río Caimito EL-102 247 404 326 881 SD 10 5 Los Bermejales CSA SD 7

    Muestras Puntuales 8 6 La muralla EL-110-20 284 440 325 306 SD 7 Rancho Mundito (La tranquilidad) EL-124-3-20 274 079 320 970 SD 8 Carretera Soroa-Cinco Pesos EL-112 280 608 329 325 SD

    9 Carretera Soroa-Cinco Pesos (El Sábalo) EL-135-1-20 271 100 321 000 SD

    10 Rangel (San Cristobal-Cinco Pesos) EL-143-1-20 276 350 326 750 SD

    11 Parte oriental de Sierra del Rosario CB SD 23

    12 Baños del río San Juan, Las Terrazas Os SD 12

  • 33

    Fig. III.1 Mapa de ubicación geográfica de las muestras de estudio. III.2 Preparación de las muestras.

    La preparación de las muestras estuvo basada en la Norma Ramal para la

    preparación de Secciones Delgadas de muestras de rocas para su estudio

    paleontológico o petrográfico vigente a partir de 1979 hasta la actualidad en el

    departamento de muestrería del CEINPET, donde fueron confeccionadas las

    secciones delgadas Os.

    1-Fundamento del método.

    La preparación de una sección delgada consiste en la reducción, por un proceso

    mecánico, del espesor de una lámina de una muestra de roca hasta el valor

    requerido, de acuerdo a su objetivo: paleontológico: 0,05 +/- 0.005 mm y

    petrográfico: 0,03 +/- 0.005 mm.

  • 34

    2- Procedimiento.

    2.1- Corte un pedazo de la muestra de dimensiones no mayores que las del

    portaobjeto, preferiblemente de longitud 1 cm. menor que el portaobjeto y de un

    espesor de 3 a 4 mm., o más según la roca.

    2.2- Pula una de las caras de la muestra utilizando el abrasivo grueso en el plato

    giratorio y el abrasivo fino en la mesa con la plancha de cristal. Esto se hace para

    obtener una superficie lisa.

    2.3- Coloque sobre la plancha y/o horno eléctrico la muestra y el portaobjeto a

    utilizar y espere a que se calienten, conectándola al máximo de temperatura. El

    objetivo de esto es, a la vez de calentar para pegar la muestra al portaobjeto, secar

    y limpiar las muestras. Si estas tienen impregnaciones de petróleo es necesario

    enjuagarlas regularmente con tetracloruro de carbono y continuar el proceso de

    secado.

    2.4 Retire el portaobjeto y las muestras con las pinzas, cubra la parte pulida de la

    muestra y el portaobjeto con una capa de cemento termoplástico, pegue la muestra

    en el cristal cuidando de eliminar todo el aire entre las dos superficies.

    2.5- Comience el proceso de abrasión utilizando el abrasivo más grueso en el plato

    giratorio hasta reducir el espesor hasta 0,5 mm aproximadamente, de acuerdo con

    el tipo de roca, para evitar dañarla.

    2.6- Continúe el proceso con el abrasivo medio en la plancha de cristal, reduciendo

    la muestra hasta donde sea posible. Termine con el abrasivo fino, el cual además

    pulirá la muestra

    2.7- Mientras este trabajando con el abrasivo fino mida regularmente el espesor de

    la muestra con el microscopio, rectificando las partes que no tengan el espesor

    requerido.

  • 35

    2.8- Terminado el proceso raspe el cemento termoplástico del portaobjeto con la

    espátula y proceda a pegar sobre la muestra el cubreobjeto. Si la muestra es

    carbonatada se deja fuera del cubreobjeto una parte de la sección. Para el pegado

    del cubreobjeto se calienta la sección en la llama del mechero y se funde el

    bálsamo de Canadá recogido en un agitador. Ponga una capa de bálamo sobre la

    muestra y el cristal y pegue el uno al otro cuidando de eliminar el aire entre las

    superficies.

    2.9- Una vez enfriada la sección, raspe el Bálsamo con la espátula y limpie con

    alcohol.

    2.10- Escriba en uno de los bordes la identificación de las muestras.

    III.3 Determinaciones petrográficas.

    Para este estudio se realizó una redescricción de las muestras anteriormente

    observadas por Sosa, Gil-González, Linares Cala, Cobiella-Reguera y por el

    propio autor bajo la tutoria del Petrógrafo Carlos Morales del CEINPET.

    De todas las muestras (12) fueron analizadas por el autor y (72) fueron redescritas y

    vueltas a clasificar. Lo que permitió llegar a enriquecer los resultados de la

    investigación describiendo por vez primera y con mayor detalle dicha formación.

    El método seguido para el estudio petrográfico fue la observación visual bajo el

    microscopio óptico LEICA. Para realizar las descripciones petrográficas de las rocas

    carbonatadas se tuvo en cuenta la clasificación de Dunham en 1962, modificada y

    ampliada por Embry y Klovan, 1971 (Figura III.3.1)

  • 36

    Fig.III.3.1 Tabla de clasificación de las calizas, basadas en su textura deposicional según Dunham (1962) modificada y ampliada por Embry y Klovan (1971). III.4 Determinaciones paleontológicas.

    El contenido de microfósiles fue determinado por el autor bajo la acesoria de las

    micropaleontólogas Silvia Blanco y Maida Peña, utilizándose la clasificación

    sistemática de Furrazola-Bermúdez y kreisel (1973) para calpionélidos; Borza

    (1969) para los cadosínidos

    Las consideraciones bioestratigráficas estuvieron basadas en: Fernandez-Carmona

    y Pendás-Amador (1998).

  • 37

    III.5 Determinación de microfacies.

    Para el estudio microfacial de la Formación Artemisa se utilizaron los materiales ya existentes, a ello, se le sumaron las observaciones de campo del autor a partir de

    varios afloramientos descritos al norte del Río San Juan, en las cercanías del

    poblado Las Terrazas, Sierra del Rosario donde también se tomaron algunas

    muestras para ampliar un poco más el conocimiento y poder aportar datos más

    recientes al trabajo en general.

    Para la clasificación de las microfacies se tuvieron en cuenta los cinturones faciales

    y las microfacies estándar de Wilson, 1980 (Figura III.5.2 y anexo gráfico1), así

    como las microfacies establecidas por Myczynsky y Pszczólkowski (1994), para la

    parte baja de la Formación Artemisa y la extrapolación de las mismas para la parte

    alta de dicha formación realizada por Montenegro y. De la O (tesis de diplioma,

    1996).

    Fig.III.5.2 Representación esquemática de los cinturones faciales estándar de Wilson

    (1975).

    Para mayor información, los resultados más detallados se encuentran en tablas y

    esquemas que se pueden apreciar en los siguientes capítulos y en los anexos.

  • 38

    CAPITULO IV. ASPECTOS ESTRATIGRAFICOS DE LOS SEDIMENTOS DEL JURASICO SUPERIOR OXFORDIANO–CRETACICO INFERIOR VALANGINIANO DE SIERRA DEL ROSARIO.

    Introducción

    Los depósitos del Jurásico Superior Oxfordiano al Cretácico Inferior Valanginiano

    (Formaciones Artemisa y Sumidero) afloran mayoritariamente en la Cordillera de

    Guaniguanico, provincia de Pinar del Río, Cuba Occidental y representan las

    secuencias de margen continental del Jurásico Superior Oxfordiano al Cretácico

    Inferior Neocomiano de la unidad tectonoestratigráfica Sierra del Rosario. En el

    subsuelo ha sido cortada por los pozos: Cayajabos 3, Chacón 2, CHD-1x, Martín

    Mesa 2 y 4.

    Tal conjunto sedimentario, ha sido estudiado por numerosos investigadores

    distinguiendo en las mismas variaciones litofaciales y diferentes subunidades de

    mayor o menor uso por los estudiosos del tema. Autores como Martínez et al.

    (1991) y García Delgado et al. (2003), adoptan con pocas variaciones el esquema

    establecido por Pszczólkowski et al. (1978, 1987), y aprobado por el Léxico

    Estratigráfico de Cuba, donde la Formación Artemisa aparece constituida por los

    miembros La Zarza y Sumidero. Se maneja también con mayor o menor aceptación

    la existencia de un tercer miembro de facies menos profunda cuya equivalencia e

    igual denominación que el miembro San Vicente no ha tenido igual acogida que los

    anteriormente mencionados. El Miembro San Vicente se reconoce muy

    limitadamente en Sierra del Rosario, además de constituir una incongruencia en la

    nomenclatura, pues un miembro de una formación no lo puede ser a la vez de otra;

    como se conoce, el propio Pszczolkowski (1978) consideró a San Vicente como

    miembro de la Formación Guasasa en Sierra de los Organos.

    Para la exploración petrolera ha predominado la tendencia a elevar el Miembro

    Sumidero al rango de formación (Sánchez Arango, 1993), considerando como

    Formación Artemisa el denominado miembro La Zarza. Al eliminarse dos miembros

  • 39

    de la formación, el uso del tercero (la Zarza) sería superfluo. En el presente estudio

    es asumida la unidad en el rango de formación (Ver capítulo I epígrafe I.2.2)

    Adentrándonos en la historia del conocimiento geológico de estos depósitos

    independientemente de esquemas y rangos estratigráficos, estos son mencionados

    por primera vez por Lewis en 1932 al noroeste de este poblado con el nombre de

    "Artemisa Limestone", infiriéndole una edad Jurásico Superior-Cretácico Inferior. En

    1957, Hatten incluye estas capas dentro de la Formación Rosario término que cree

    más completo que el de Artemisa. Herrera en1961 elevó esta formación a rango de

    grupo y la subdividió en Formación Aptychus y Yaya. Judoley y Furrazola-Bermúdez

    (1968) distinguieron como área tipo el área comprendida desde Cinco Pesos hasta

    el norte de San Cristóbal, además plantearon que los afloramientos más

    característicos se observan entre los mogotes La Zarza y El Toro en el camino de

    Puerta de la Muralla a Cinco Pesos. La edad de estos depósitos fue definida por los

    citados autores a partir del estudio principalmente de ammonites iniciado por Imlay

    en 1942. Otros investigadores como: Houša, 1974b; Myczynski, en Psczólkowski et

    al. (1975); Kutek y Wierzbowski, en Kutek et al. ( 1976) y sumándose de la Torre

    (1972-1975) y Furrazola-Bermúdez y Kreisel (1973) con las determinaciones de

    calpionélidos han contribuido a designar en su conjunto a estas rocas (Formación

    Artemisa sensus latus) y datarlas de Oxfordiano Medio, parte superior (o al

    Oxfordiano Superior, parte inferior) hasta el Hauteriviano.

    Chang en: Martínez et al., 1991 (inédito), agrega a la subdivisión de la Formación

    Artemisa una unidad informal la cual nombra El Mirador. Ellos describieron calizas

    masivas con lentes y nódulos de silicitas, brechas calcáreas en la base y calizas

    estratificadas en la cercanía del tope, presentando variaciones litofaciales que la

    diferencian del resto del corte de la formación. Los autores consideran, que a pesar

    de su similitud litológica con las rocas del miembro San Vicente de la Formación

    Guasasa en la Sierra de los Organos y considerarla en sinominia, no debe ser

    contemplada como una misma unidad litoestratigráfica. No obstante, la ausencia de

    fósiles y la no determinación de las secuencias que la suprayacen, se data

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    tentativamente de edad Jurásico Superior Kimmeridgiano-Cretácico Inferior

    Berriasiano.

    Myczynski y Pszczolkowski (1994) en su trabajo sobre Estratigrafía y Microfacies

    del Tithoniano en la Sierra del Rosario (Formación Artemisa), distingue el horizonte

    Parakeratinites sp. y tres zonas de ammonites, las cuales correlacionan con las

    zonas Saccocoma, Chitinoidella y Crassicollaria; por otro lado diferencian cinco microfacies por primera vez teniendo en cuenta el contenido fosilífero: Saccocoma-

    Didemnidae, microfacies con Calcisfera, microfacies con Globochaete, microfacies

    con Chitinoidella y microfacies de Radio