1. El término “prehistoria” refiere a una etapa de la historia que ha estudiado a los seres humanos y su cultura, desde sus orígenes hasta la aparición de la escritura.

Ha sido concebida como una disciplina histórica ya que orienta su estudio y el de sus manifestaciones culturales en las dimensiones del espacio y el tiempo, pero también es una disciplina científica porque ha desarrollado una serie sistemática de métodos y técnicas de carácter científico. Su proyección científica se sitúa en dos direcciones básicas: por un lado, la investigación científica del origen y pasado de los seres humanos, apoyándose en testimonios materiales que se han recuperado a través de la arqueología, y por el otro, la elaboración de un esquema interpretativo del pasado de la humanidad.

En sus comienzos, la Prehistoria adoptó los fundamentos básicos de la Paleontología para establecer las fases culturales de la Geología y así fechar los acontecimientos; y de la Historia para poder interpretarlos.

Se la define a la Prehistoria como la ciencia que estudia los restos de los seres humanos y de sus actividades, con el fin de interpretar su forma de vida en una época pretérita. Esta ciencia se dedica principalmente a la recuperación de los restos prehistóricos.

Sus objetivos fundamentales son:

El estudio del origen de la especie humana y sus primeras manifestaciones culturales. El estudio del medio orgánico e inorgánico en el que se desarrollaron las primeras

actividades humanas. La formación y desarrollo de la cultura. Los modos de vida y de subsistencia de las comunidades prehistóricas. Los aspectos sociales, tecnológicos, de formas de producción, de organización, creencias y

ritual funerario. Interpretación científica del pasado.

Su límite cronológico inferior se situa hoy cercano a los tres millones de años, cuando aparecen las primeras evidencias de actividad humana. Sin embargo, el limite superior es mas problemático debido a que la aparición de la escritura es un hecho histórico diacrónico en distintas partes del mundo.

2. Se suele afirmar que dos grandes coordenadas de la Historia son el espacio y el tiempo. En Prehistoria esta situación es más compleja debido a que en la mayoría de los casos estamos haciendo referencias a segmentos de tiempo excesivamente grandes, que sólo podemos aprehender desde la perspectiva geológica o con la utilización de sistemas de datación que hacen referencia a miles o millones de años respecto del presente.

Llamamos tiempo a un período o espacio cronológico durante el cual sucede una acción o acontecimiento. Es también un conjunto universal que entendemos como la dimensión que representa la sucesión de los acontecimientos. En Arqueología podemos utilizar diferentes escalas para medir tiempo; y en Prehistoria, los periodos son una forma de jerarquización de la cultura en

el tiempo. Se caracterizan porque tienen elementos culturales, tecnológicos y sociales que los diferencian de otros periodos anteriores o posteriores. De manera que las cronologías responden a la necesidad de disponer de una ordenación coherente del tiempo en el que se han desarrollado las culturas.

Los prehistoriadores suelen utilizar ciertas denominaciones que hacen referencia a las unidades de investigación en relación con el tiempo y el espacio. Las más usadas son:

Cultura arqueológica: es una unidad histórica completa y aprehensible en un espacio determinado y en un tiempo concreto, que tiene sus propios sistemas y estructuras y su propia dinámica.

Grupo cultural: variante regional de una cultura. Complejo cultural: grupo de culturas emparentadas por un substrato común. Tecnocomplejo: determinado estadio de evolución cultural técnica, económica y social,

independientemente del espacio y del tiempo.

La división de la Prehistoria en períodos cronológicos y culturales obedece a la necesidad de facilitar la comprensión de los conceptos “tiempo” y “cultura”, en una etapa que se caracteriza por ser la de mayor duración en la historia humana. Las actuales denominaciones de períodos y fases son inadecuadas para aplicar a todo el mundo, pero, se siguen utilizando por tradición académica y por comodidad didáctica. Para entender mejor el periodo prehistórico se ha intentado dividir la Prehistoria cronológicamente, teniendo en cuenta aspectos tecnológicos y tipológicos, y aspectos culturales, sociales y económicos.

En la actualidad se acepta el siguiente esquema para Europa y la mayor parte del mundo viejo:

Paleolítico inferior:

Pale inferior arcaico complejo de los cantos trabajados (en África: Olduvaiense)

Abbevillense (solo para la zona de las terrazas del rio Somme en Francia) Complejo Achalense

Facies regionales: Micoquiense, Clactoniense, Tayaciense, Evenoisiense.

Paleolítico medio:

Musteriense

Paleolítico superior:

Perigordiense y Auriñanciense Solutrence Magdaleniense

Mesolítico:

Mesolítico Epipaleolitico Subneolitico

Neolítico:

Precerámico A y B, cerámico A y B

Edad de los metales:

Calcolítico, edad del bronce, edad del hierro (Prehistoria reciente)

Paleolítico inferior, medio y superior: cazadores y recolectores del Pleistoceno. Es la etapa más larga de la historia humana, que va desde la aparición de los primeros seres humanos hasta el final del Pleistoceno, hace unos 10.000 años.

Epipaleolítico y Mesolítico: cazadores y recolectores de inicio del Holoceno, desde 9.000 a.C hasta los inicios del Neolítico en las diferentes partes del mundo.

Neolítico: primeros agricultores y ganaderos y los primeros ensayos de vida en comunidad en pequeñas aldeas. Desde 8.000 a.C hasta los inicios del Calcolítico.

Calcolítico o edad de Cobre: orígenes de la metalúrgica de cobre, principios de la vida urbana en el Próximo Oriente y primeras sociedades complejas.

Edad de bronce: vida urbana en muchas partes del Viejo Mundo, metalúrgica de bronce y sociedades de jefatura. En Europa, entre 2.500 y 800 a.C

Edad de Hierro: aparición de los primeros estados, utilización generalizada del hierro y transición a la época histórica.

En América, los prehistoriadores y arqueólogos elaboraron una terminología diferente para referirse a acontecimientos semejantes en el Nuevo Mundo ya que en el continente americano existían condiciones diferentes que impedían aplicar el esquema de Europa. Así, G. R Wylley y Ph. Phillips propusieron el siguiente:

1. Período Lítico (orígenes en época glaciar, equivalente al Paleolìtico europeo)2. Peíodo Arcaico (nómades del postglaciar, equivalente al Mesolítico y Epipaleolítico

europeos)3. Período Formativo (inicio de la agricultura, equivalente al Neolítico europeo)4. Período Clásico (civilizaciones urbanas, equivalente a la Edad de los Metales europea)5. Período Postclásico (imperios prehispánicos)

Todas estas periodizaciones no son más que esquemas de trabajo que tienen cierto valor referencial general, pero que deben adaptarse a las circunstancias arqueológicas de cada área o

zona geográfica, ya que no en todas partes del mundo los hechos sucedieron de la misma forma ni tuvieron la misma importancia.

1. La arqueología es una disciplina integrada a la antropología por cuanto estudia la cultura humana en el pasado y, al mismo tiempo, es también una ciencia social, ya que busca interpretar todo lo que aconteció en cada una de las sociedades e intenta explicar los procesos que produjeron los cambios culturales.La antropología es la ciencia que comprende el estudio de todas las manifestaciones culturales del hombre en el pasado y el presente. La arqueología puede ser caracterizada como la disciplina antropológica que constituye conocimiento sobre la cultura humana a través de los restos materiales. El registro arqueológico también incluye los datos sobre el ambiente en el cual los grupos humanos elaboraron sus estrategias culturales a lo largo del tiempo. El objetivo científico de la arqueología no es el estudio de las cosas sino de los comportamientos humanos y el conjunto de saberes y creencias que le dan sentido y que están representados en los restos materiales. Intenta caracterizar, comprender y explicar esos comportamientos y sus cambios a través del tiempo.

2. Bajo el contexto histórico, el sentido del concepto de prehistoria se relaciona con la visión etnocéntrica de los europeos sobre el pasado de los pueblos que se encontraban por fuera de Europa. El prefijo pre denota antelación, condición previa o ausencia; por ello, etimológicamente designaría a los tiempos en que los hombres “carecían de historia”. Los arqueólogos que investigan los tiempos prehistóricos reconstruyen la historia de los hombres que no escribían, ya que no es posible concebir una humanidad sin historia: en cualquier tiempo o espacio, con o sin documentos escritos, los hombres siempre son los protagonistas de la historia. Las principales cuestiones que preocupan a estos arqueólogos se vinculan con el origen, el desarrollo y los cambios de comportamiento de los seres humanos y otras cuestiones más específicas de los diferentes grupos que vivieron en el pasado.Los arqueólogos que se interesan por las sociedades de las que existe alguna referencia escrita también trabajan con los vestigios materiales y a partir de su estudio formulan hipótesis y explicaciones arqueológicas.Entre las grandes cuestiones que se debaten en los estudios arqueológicos actuales, sobresalen como temas centrales de discusión, el origen del comportamiento humano y el de las más antiguas manifestaciones del pensamiento simbólico, la diversidad de las formas de vida cazadora-recolectoras, las explicaciones sobre el origen de la domesticación de plantas y animales, el pasaje hacia las formas urbanas, los factores que pudieron haber intervenido para que las sociedades se organizaran en grandes Estados, las transformaciones de los Estados antiguos en Estados nacionales modernos, el surgimiento de las sociedades coloniales y del capitalismo.