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Tormenta y Amor

Tormenta y AmorLindsay Amstrong

Resumen: Sarah era, segn Cliff Wyatt, una solterona empedernida La joven tena veintisis aos, usaba gafas y era la maestra d una tranquila escuela pblica.Cliff solia decir que incluso sus gestos y sus comentarios eran los propios de una mujer que se habia ido a vivir a aquel lugar porque no podia encontrar marido.Pero, tal vez, Sarah no quera ningn marido... De cualquier forma, l pareca dispuesto a cambiar el rumbo de su vida, aunque la joven no saba an si poda tomarse en serio a alguien como Cliff Wvaff.

CAPTULO 1CMO est usted seorita Sutherland? Sintese, por favor.Sarah Sutherland titube brevemente y parpade un par de veces. Acababa de ser presentada a Cliff Wyatt y la experiencia le resultaba todava impactante, as que se sent frente al viejo escritorio de roble, sin que se le ocurriera nada que decir. Esper a que l continuara.Y lo hizo, despus de una leve pausa, durante la cual Sarah sinti como si hasta el ltimo detalle de su persona hubiera sido cuidadosamente escudriado. Cliff Wyatt fij la mirada en su rostro, de delicada forma ovalada, dominado por unas gafas de grueso armazn, y dijo:-Como usted sabe, me he hecho cargo de Edgeleigh Station y, como probablemente ya ha adivinado, necesitar hacer algunos cambios. Los bajos precios de la carne y mtodos anticuados, as como algunas otras cosas, han hecho que esta propiedad funcione con prdidas desde hace algn tiempo, as que tenemos que recortar gastos. Por lo tanto, puede usted darme tres buenas razones para que nos quedemos con usted?Sarah mir a Cliff Wyatt con los ojos abiertos de par en par. l ya no estaba sentado, como ella, sino apoyado en el marco de la ventana que haba detrs de su silla. Cliff era con toda probabilidad, pens Sarah, el hombre ms guapo que haba visto desde haca aos. Tena el pelo oscuro, ojos tambin oscuros, facciones clsicas, una piel de tono ligeramente aceitunado, una boca bien dibujada y un tipo que habra hecho sentirse orgulloso a cualquier atleta: hombros muy anchos, caderas estrechas, piernas largas y estatura elevada. Calcul que deba medir ms de dos metros de altura. Para terminar de completar aquella imagen, sus gestos reflejaban una fuerte personalidad.Sarah se sent ms erguida al recordar la pregunta.-Puedo darle una docena de buenas razones, seor Wyatt -contest en tono cortante-, y otra docena, o ms, de razones menores; pero si usted no es capaz de comprender las ventajas de tener una escuela y una maestra residente en una finca de las proporciones de sta, y situada en un lugar tan aislado, sera una prdida de tiempo intentar explicrselas.Cliff arque una ceja y murmur:-Habla usted como una verdadera maestra de escuela. Bueno... -retir la silla y se sent-, supongamos que soy imbcil, como usted insina. En otras palabras, aclreme las cosas. Desde luego, me gustara dejar bien en claro que estoy a favor de la educacin y mi pregunta no est basada en la indiferencia ante una buena preparacin escolar -levant un bolgrafo de la mesa y seal a Sarah con l en un gesto de arrogancia que la irrit todava ms.-He ledo en alguna parte -murmur ella-, que es un grave insulto para algunos hombros que se les considera ignorantes, incultos y sin inclinaciones artsticas, pero ya que usted lo dice, en ese contexto y aplicado a usted mismo, es cierto. La Escuela del Aire hace unalabor magnfica; pero slo es una alternativa cuando no se cuenta con las instalaciones adecuadas. En este caso, existe una alternativa gracias al cuidado y la consideracin de los dueos anteriores -le dirigi una mirada irnica y continu con voz tranquila-: Puedo tambin garantizarle que todos mis alumnos se han beneficiado con mis enseanzas y si no me cree, puede hablar con sus padres. Desde luego ... -se detuvo y mir a Cliff Wyatt fijamente-, si usted no puede pagarme eso es otra cosa.La expresin de Cliff Wyatt no cambi cuando dijo en tono divertido:-Tiene usted la lengua muy suelta, por lo que veo, seorita Sutherland. Yo siempre he credo que las maestras de escuela nacen, no se hacen. Vaya... -se interrumpi y la mir con inters, fijndose en su sencilla blusa de algodn blanco. en sus vaqueros y sus botas, en su falta de maquillaje o de cualquier otro tipo de artificio- ...hasta tiene usted el aspecto de la clsica solterona, desde luego, nadie podra negar que tiene todas las caractersticas de una autntica maestra. Es usted, segn tengo entendido, una solterona empedernida, verdad? -aadi mientras consultaba brevemente los papeles que tena frente a l. Continu antes de que Sarah pudiera hablar-: Ah, s, tiene veintisis aos y es soltera. Nunca se ha casado, ni es probable que lo haga. No, eso no lo dice aqu: es slo mi intuicin -aadi al ver que Sarah se quedaba con la boca abierta-. Usted no se vera fea, si se preocupara un poco ms por su aspecto, ya sabe. Est un poco delgada, pero tiene una piel y un pelo bonito... -se interrumpi. cuando Sarah se levant y dio un puetazo en el escritorio haciendo que todos los papeles saltaran.Y no pareci molestarse cuando la joven dijo, rechinando los dientes:-Cmo se atreve usted? Nada me gustara ms en este momento que... romperle la boca! Cliff sonri.-Vaya, sera interesante aunque tal vez un poco desigual. Para empezar, no s si podra levantarla con una mano, pero estoy seguro de que podra hacerlo con dos, as que creo que ser mejor que sigamos intercambiando insultos en lugar de golpes -la mir con expresin interrogante-. Tiene usted la costumbre de andar por ah amenazando a la gente con pegarla?Sarah respir hondo y se pregunt si se habra vuelto repentinamente loca.-No -dijo en tono cortante y volvi a tomar aire-. No -repiti ms controlada aunque todava estaba furiosa-, pero debo confesar que nunca haba sido insultada de esta manera... Tiene usted la costumbre de andar por ah, diciendo estupideces, seor Wyatt?-No -contest con una sonrisa forzada. Se apoy en la silla-. Sin embargo, creo que el primer disparo en esta pequea guerra lo ha hecho usted.-Es posible que tenga razn -replic Sarah-, pero usted me ha puesto inmediatamente a la defensiva, insinuando que tal vez no hubiera ninguna razn para mantener en funcionamiento la escuela, y lanzando despus comentarios ofensivos sobre las maestras de escuela.-Eso es todo? -murmur Cliff, pero cuando Sarah abri la boca para contestar, continu con un brillo ligeramente perverso en los ojos-. En cuando a las buenas o malas razones, me permite sealarle un par de cosas? No habr siquiera escuela sobre la cual discutir, si Edgeleigh quiebra, as que no puedo permitirme el lujo de hacer muchos gestos filantrpicos y necesito tomar algunas decisiones, como nuevo propietario y patrn de este lugar -sonri levemente-. Estoy acostumbrado a enfrentarme abiertamente a los problemas, sin vacilar, y sin andarme con rodeos. Pero ahora que la he conocido, seorita Sutherland y. cuando por lo menos tres parejas de padres me han dicho que es usted una maestra excelente y que no saben que habran hecho sin usted, adems de que he tenido oportunidad de conocerla... y de notar lo apasionadamente que defiende su escuela... puede quedarse. Al menos por ahora.-Usted... usted siempre... trata de asustar... o ms bien de provocar a sus empleados, como ha hecho conmigo esta maana, seor Wyatt? O lo ha hechousted slo en mi caso?-Tiene alguna razn para pensar que estoy dndole un trato especial. seorita Sutherland? -replic l a su vez.-Tal vez tenga una aversin innata a las mujeres solteras, como suele ocurrirles a todos los hombres machistas- sugiri Sarah con muy evidente menosprecio.-Cielos! -Cliff Wyatt la mir con perezosa diversin-. Tengo la sensacin de que nos esperan momentos interesantes, seorita Sutherland. Sera divertido que al final descubriramos que no tenemos objetivos opuestos, verdad?-No s que quiere decir usted con eso.-No se da cuenta, eh? -se encogi de hombros-.Mientras tanto, tal vez deba limitarme a llevar este lugar y usted a encargarse de su escuela. De esa forma podramos lograr, ...limitar este conflicto antes de que vaya ms all de lo razonable. Debo suponer que acepta usted quedarse?Sarah se mordi el labio y trat de contenerse, pero pocas veces haba albergado sentimientos tan contradictorios como en ese momento y se oy decir con irona:-Supongo que s, pero le puedo asegurar que har todo lo posible para no cruzarme en su camino.-Bien -Cliff se puso de pie-. Va usted a tener dos nuevos alumnos, por cierto.-S?-Los hijos de mi hermana. Va a vivir aqu conmigo por ahora. Se acaba de separar de su marido. Los nios tienen seis y siete aos. Quiere usted que se los presente ahora mismo o le gustara calmarse y dominar antes la frustracin que le producen los hombres machistas?Los ojos de Sarah relampaguearon de forma peligrosa, pero en el momento en el que abri la boca para hablar, se abri tambin bruscamente la puerta y entraron cuatro personas en el estudio.-Bueno, esto resuelve la cuestin -murmur Cliff Wyatt-. Seorita Sutherland, permtame presentarle a mi hermana Amy, mis sobrinos, Sally y Ben, y Wendy Wilson. Amy, te presento a... Sarah... creo que se apellida Sutherland, es la maestra.Los siguientes minutos fueron bastante confusos, pero Sarah tuvo varias impresiones dominantes... que Amy Weston y Wendy Wilson. que por lo visto era su mejor amiga, eran ambas mujeres muy elegantes, perfectamente arregladas y vestidas, que no podan haber estado tan fuera de lugar como lo estaban en esos momentos, en una hacienda ganadera, aunque lo hubieran intentado, con sus vestidos de diseo exclusivo, sus largas uas pintadas, sus delicadas sandalias y su maquillaje, aplicado de forma experta. Eran, adems, dos mujeres que hacan un notable contraste. Amy era una delicada rubia, de estatura baja, mientras que Wendy era morena, alta, de ojos verdes y tena una figura extraordinaria.Tanto Sally como Ben eran rubios y de ojos azules, como su madre; pero mientras Sally se retraa con timidez, Sarah reconoci en Ben todos los rasgos de un nio lleno de energa, atrevido y travieso como pocos.Una vez que terminaron los saludos y las presentaciones, Amy dijo:-Bueno, menos mal que hay una escuela, pero sinceramente, Cliff, este lugar es... increble! La casa es viejsima y hay trabajadores por todas partes y todo es tan... -hizo un gesto de impotencia-. Es... bueno, parece como si hubiramos retrocedido en el tiempo. No saba que estaba tan lejos y en un lugar tan salvaje -dijo con vehemencia.-Te lo advert, Amy -contest Cliff Wyatt con impaciencia-. La casa estar terminada en breve y modernizada hasta donde sea posible. Adems, hay un ama de llaves as que no tendrs que mover ni un dedo, aunque seas muy capaz de hacerlo -aadi secamente. Y continu diciendo-: Dime una cosa: preferas haberte quedado, o tal vez haber languidecido sea una expresin ms adecuada, sola en Brisbane, puesto que dices que no tienes intenciones de volver a Coorilla?A Amy no pareci afectarla ninguna de las ofensas y adopt una expresin de nostalgia.-Por lo menos poda haber salido de compras en Brisbane. Y acabo de conocer al ama de llaves, Cliff -aadi con ms nfasis-. El] es... bueno, no s qu decir...En ese momento intervino Wendy Wilson:-Probablemente tenga un corazn de oro bajo esa voluminosa figura y esa peculiar... manera de ser -sugiri con una voz ronca y extraamente sensual.-Lo tiene -dijo Sarah.Todos los ojos se volvieron hacia ella y a Sarah le llam la atencin que fuera Wendy y no Amy la que le dijo:-Usted probablemente podra ayudarnos un poco, seorita Sutherland. Como usted ve, en este momento nos sentimos como peces fuera del agua. Podra usted... ayudarnos a establecer buenas relaciones con la gente de aqu?-Por supuesto -contest Sarah, aunque comprendi que la mayor parte de los trabajadores mirara con gran desconfianza a las dos mujeres, posiblemente durante mucho tiempo. Tambin empez a sentirse molesta por la forma que Wendy la miraba hacindola sentir que no estaba ni vestida ni arreglada de forma adecuada y que como empleada no deba valer mucho.-Entonces, asunto arreglado -'dijo Cliff Wyatt con firmeza-. Llveselos de aqu por favor, seorita Sutherland. En este momento tengo muchas cosas que hacer. Oh. y me gustara revisar la escuela y todos los servicios de los que est usted tan orgullosa..., digamos como a las cuatro de esta tarde. Nos veremos all. Se volvi hacia otro lado y levant el telfono.- Cliff puede ser insoportable en ocasiones -dijo Amy en tono desconsolado.Estaban en la enorme cocina de la hacienda, a donde Sarah las haba conducido. La casa de Edgeleigh era un hermoso ejemplo, aunque un poco ajado, de la arquitectura colonial de Queensland, tena espaciosas habitaciones de techo alto, amplias terrazas y un techo verde muy inclinado. Como haba entablado una gran amistad con los dueos anteriores, Sarah conoca bien la casa y se sinti aliviada al comprobar que la modernizacin a la que Cliff Wyatt se haba referido se limitaba slo a los baos y la cocina y que al resto de la casa le estaban devolviendo su antiguo esplendor, con pintura nueva y reparaciones que se hacan respetando el estilo de la poca.-Cliff est en posicin de hacer lo que quiere -dijo Wendy Wilson con cierta sequedad-. Y tienes que admitir que te habras sentido muy desgraciada viviendo sola en Brisbane, querida.-Supongo que s -las lgrimas brillaron momentneamente en los ojos de Amy-. Ests segura de que slo puedes quedarte una semana, Wendy? Este lugar... -mir a su alrededor- ...bueno, tengo la impresin de que no voy a ser capaz de soportarlo.-A m me gusta -declar Ben.Wendy mir a su alrededor con aire pensativo.-Tal vez pueda una semana ms. Bueno, seorita Sutherland, el ama de llaves que tanto ha asustado a Amy parece haber desaparecido.-Llmeme Sarah -murmur Sarah-. La seora Tibbs debe haber ido a recoger la leche; lo hace siempre a esta hora. Les gustara venir conmigo a conocer la escuela?-Yo no quiero empezar la escuela hoy! -protest Ben.-Oh, no te preocupes por eso -contest Sarah-. Es sbado.Varias horas ms tarde, Sarah se sent en los escalones del frente de su muy sencilla casita de madera, situada al lado de la escuela, y vio la camioneta Land Rover, con Wendy Wilson al volante, alejarse. No slo haba llevado a Wendy, Amy y compaa, a conocer la escuela, sino que haba tomado prestado uno de los coches de la propiedad para presentarles a las esposas de los trabajadores y ensearles los establos, las caballerizas, las bodegas de la maquinaria y otras instalaciones. Pero eso no garantizaba que el recorrido hubiera sido un xito, ni que de esa forma pudiera convencer a Cliff de la conveniencia de que se quedara.Haba diez hombres empleados de manera permanente en Edgeleigh, cuatro de ellos casados. Entre todos, proporcionaban los doce alumnos fijos que Sarah tena. Y ah estaba la seora Tibbs, que era una verdadera institucin en la propiedad. Era una mujer enorme y formidable, que poda enlazar un becerro ella sola y, sin embargo. tena la mano ms sensible que era posible imaginar para hacer pasteles. Y aunque todos la llamaban siempre seora Tibbs, el paradero del seor Tibbs segua siendo un misterio. Durante el recorrido por la hacienda, la haban encontrado en casa de Jean Lawson, esposa del capataz de la hacienda.Sarah haba intentado establecer algn tipo de puente entre los recin llegados y las dos mujeres que eran ya parte antigua de la comunidad, y Jean Lawson se haba esforzado por mostrarse agradable: sin embargo, la seora Tibbs haba continuado mostrndose amable e inaccesible... aunque haba permitido, que su mirada se detuviera unos momentos en los nios, particularmente en Sally. La seora Tibbs tena una gran debilidad por los nios.Bueno, no poda hacer ms, pens Sarah, y movi la cabeza de un lado a otro con tristeza. En realidad, era digno de agradecimiento hacer lo que haba hecho despus de cmo haba sido tratada por Cliff, eso sin tener en cuenta los aires de superioridad de la seorita Wendy Wilson...Empez a pensar en su nuevo jefe. Deba tener alrededor de treinta y cinco aos, decidi, e inmediatamente pens con amargura que debera haber hecho algn comentario sobre su soltera ya que era evidente que tampoco l estaba casado. En realidad, se saba desde que haba empezado a comentarse que haba comprado la finca.Sarah hizo una mueca, apoy la barbilla en las manos y dej que su mente vagara hacia el pasado. En cuanto se haba sabido que Edgeleigh cambiaba de dueo se haban empezado a hacer muchas especulaciones. Una vez que se haba confirmado que la rica familia Wyatt lo haba comprado, las especulaciones se haban teido de respeto. Sarah no saba nada de ellos; ella no era originaria de Queensland, y mucho menos experta en las grandes familias del estado. Pero rpidamente se haba enterado de que eran dueos de varias haciendas. Coorilla haba sido mencionada con frecuencia como una lujosa hacienda y verdadero hogar de la familia. Se deca que si alguien poda cambiar la suerte de Edgeleigh, era Cliff Wyatt.Eso no me sorprendera murmur secamente para s misma, pero eso no significa que no sea un hombre muy desagradable, tpicamente machista.Entonces suspir y mir a su alrededor. Edgeleigh haba sido su hogar durante el ltimo ao. Estaba situada en el oeste de Queensland. Tena muchos miles de acres de extensin y en la hacienda se criaban miles de cabezas de ganado. Haca un calor intenso en verano, y fro, viento y lluvia en invierno. No era el lugar ms hermoso del mundo, a menos que se disfrutara de los paisajes ridos y secos y que se tuviera una sutil sensibilidad para el color. Los verdes no eran brillantes ni exuberantes y siempre predominaba el color, en tonos muy diversos, que algunas veces se acercaban ms al ocre y otras resultaban tan plidos que eran casi deslumbrantes. Los colores del ciclo podan quitarle a uno el aliento. Haba siempre una sensacin ilimitada de espacio. Y en primavera aparecan las flores silvestres que al abrir cubran la tierra de azules, amarillos, rojos y violetas...Pero no era slo a los colores y al espacio a lo que Sarah se haba vuelto adicta, sino a la libertad de tener su propia escuela. Contuvo la respiracin al darse cuenta, de pronto, del dolor que le causara tener que irse.A los veintisis aos no tena una relacin seria con ningn hombre, era verdad, pero ella casi nunca lo consideraba como algo que faltara a su vida. Por una parte, tena razones para ser un poco escptica respecto a las relaciones entre hombres y mujeres; por otra,tena verdadera pasin por la enseanza... por otra, le fascinaban las manualidades, como el papel mach, la elaboracin de alfombras y cosas as. Era buena costurera, cocinera creativa y le apasionaban las plantas. Tena macetas con hierbas aromticas y de cuanta planta productiva pudiera crecer en una maceta. Y, de algn modo, siempre llegaba hasta ella cuanta criatura salvaje, herida o extraviada, encontrara alguien por ah, ya fuera un pequeo canguro hurfano, un koala o algn pjaro al que se le hubieran roto las alas.Su casita era una sinfona de color, gracias a sus trabajos artsticos y a sus hazaas de jardinera.S, sera muy duro para ella irse, pens con un suspiro y se recre en su escuela. Aunque el nmero permanente de alumnos era de doce por el momento, tena una poblacin flotante, que algunas veces duplicaba esa cifra, de nios y ocasionalmente de adultos procedentes de los peones y vaqueros, en su mayor parte aborgenes, que acudan a trabajar en pocas determinadas. Nunca rechazaba a nadie que quisiera aprender. Era asombroso cmo muchos de esos nios que estaban de paso volvan una y otra vez. Para sus doce alumnos permanentes, ella era ms que una simple maestra; era la confidente de sus padres, con frecuencia la niera, algunas veces la enfermera, la consejera que saba un poco de las grandes ciudades que algunos de ellos nunca haban conocido, y muchas cosas ms.A veces era hasta la costurera, pens con una leve sonrisa. Se levant, entr a la casa y se dirigi hacia un improvisado maniqu, retir la sbana protectora a un lado y contempl el vestido de novia que estaba hacindole a Cindy Lawson, que acababa de cumplir dieciocho aos e iba a casarse con uno de los vaqueros de una hacienda vecina. Cindy estaba decidida a casarse con un vestido que la gente de Edgeleigh recordara durante aos. Aquel vestido lo tena todo, o lo tendra cuando estuviera terminado, pens Sarah con tristeza. La sencilla tela blanca del vestido estaba en el proceso de ser embellecida con encajes, lentejuelas, perlas, cintas, y con varias capas de tul bajo la falda. Si no se mostraba firme, la pobre de Cindy no iba a poder soportar el peso del vestido, le dijo divertida. Pero por lo menos todo iba a estar cosido con mucho cuidado. pens, mientras acariciaba una manga con gesto distrado. Descubri que su mente, por alguna razn, volva por su propia voluntad a Cliff Wyatt... y a la sensacin incmoda que tena de que l se haba dado cuenta, desde el primer momento, del efecto que haba tenido en ella.Lo cual no lo haca menos detestable, pens. Entonces consult su reloj de pulsera y decidi pasar la hora siguiente, hasta las cuatro, poniendo en perfecto orden la escuela.Fue una prdida de tiempo. A las cuatro y media, no haba aparecido nadie; a las cinco y media, Sarah ya decidi que no iba a presentarse; a las seis de la tarde cerr con firmeza la puerta del frente de su casa, para protegerse del fro creciente de un atardecer otoal. Prepar un pollo con hierbas, bacon y setas, y se permiti un placer del que disfrutaba slo de vez en cuando: un vaso de vino para calmar la desagradable sensacin de que estaba siendo utilizada por un hombre arrogante. Puso un disco compacto de Bach en el aparato de sonido, se quit la goma del pelo y se pas los dedos por l y empez despus a coser las ltimas, absolutamente las ltimas perlas, se dijo a s misma con firmeza, en el vestido de novia de Cindy Lawson, mientras el pollo se iba haciendo.Estaba tan enfrascada en esa delicada tarea que cuando llamaron a la puerta, simplemente dijo en tono distrado que pasaran. Pens que deba ser uno de sus alumnos o uno de los padres. Se llev la sorpresa de su vida cuando oy decir:-Aleluya! Es posible que haya sido terriblemente injusto, seorita Sutherland?Sarah se dio bruscamente la vuelta y se encontr con Cliff Wyatt de pie al lado de la puerta de su casa, con la mirada clavada en el vestido de novia.-Qu... qu creacin! -aadi en tono burln y desvi la mirada del vestido para fijarla en Sarah, que se encontraba de pie. sin zapatos, slo con los calcetines puestos-. Pero, sabe usted?... -murmur, mientras reparaba en su pelo suelto y en el bonito chaleco que se haba puesto para protegerse del fro-. Me la podra imaginar con un vestido... ms sencillo.Sarah cerr la boca con brusquedad, rompi la hebra de algodn con la que estaba cosiendo y puso la aguja con cuidado en el alfiletero, antes de decir con frialdad:-El vestido no es mo, seor Wyatt, as que no ha cometido ninguna injusticia conmigo y su insinuacin sobre mis gustos en cuestin de moda no me afecta, porque no he elegido yo este vestido.-Le pido disculpas -dijo l muy serio-. As que hace vestidos de novia en su tiempo libre?-No, no es as -contest disgustada-. Bueno, estoy haciendo ste en mi tiempo libre, pero es el primero que hago. Es para Cindy Lawson. Tal vez haya notado que esta parte del mundo no est densamente poblada de modistas, as que... yo... bueno, me ofreca a ayudar.Cliff se ech a rer.-En realidad, esta misma tarde me han hecho notar con sobrada insistencia la falta de modistas, peluqueras, boutiques... y qu s yo qu ms. Mi hermana piensa que no se puede vivir sin esas cosas -aadi ya sin humor.-Bueno, yo creo que ya deba usted conocer su opinin antes de traerla aqu erijo Sarah con franqueza.-Cierto -reconoci l secamente-. Lo que no era tan evidente para m era que se le ocurrira, en este momento tan inoportuno, decidir que era una esposa injustamente tratada y que vendra corriendo a refugiarse a mi lado.Sarah se encogi de hombros, como si eso no fuera asunto suyo, y dijo en tono cortante:-Si ha venido usted a ver la escuela, ya la he cerrado con llave y llega con tres horas de retraso.-Parece que debo disculparme de nuevo contest l con amabilidad-, y lo hago con mucho gusto. Me he entretenido haciendo otras cosas y no haba ningn telfono para llamarla cerca de donde estaba.-Oh! -Sarah lo mir y descubri que le costaba respirar-. Bueno... -se interrumpi y trat de alcanzar su botas-. Supongo que puedo abrirla... oh... la cena! Si me espera un momento, la quitar del fuego...-No, no lo haga... Eso es lo que est produciendo ese delicioso aroma? Y no se moleste en ponerse las botas -aadi educadamente-. En realidad slo he venido a explicarle que me haba entretenido; podemos ver la escuela otro da. Pero hay algo que s podra hacer usted por m -dijo. Recorri la habitacin con la mirada y se fij en la botella de vino abierta que haba sobre el mostrador que separaba la sala de la cocina-. Podra ofrecerme una copa.Sarah pestae. Se quit las gafas y se frot los ojos.-Usted quiere... sentarse a tomar una copa conmigo? -pregunt con recelo, mientras volva a ponerse las gafas.-Por qu no? -pregunt-. Me parece una cosa esencialmente civilizada-. Adems, a m tambin me gusta Bach.-Muy bien -dijo Sarah y levant con aire ligeramente desafiante la barbilla; sabia perfectamente que Cliff se estaba riendo de ella-. Me estaba tomando un vaso de vino; no es nada extraordinario, pero...-Ser mejor que lo beba y se porte bien, seor Wyatt -dijo Cliff con suavidad-. Har lo posible, seorita.Y tuvo la desfachatez de sentarse en un silln y dirigir a Sarah una expresin tranquila e inocente.Sarah fue a buscar otro vaso con toda la compostura de que era capaz y apart el pollo del fuego. Se sent frente a l, despus de entregarle el vaso, e intent pensar en algo oportuno que decir.Cliff habl por ella.-Usted ha nacido en este tipo de ambiente, seorita Sutherland?-No. Por qu lo pregunta?-Parece usted extremadamente adaptada en l.-Me gusta --dijo Sarah lentamente-. Por una parte-continu con una ligera chispa de irona en sus ojos azules-, como usted ha supuesto muy correctamente, me encanta ensear...-Tambin podra dar clases en una ciudad.-Pero no tendra mi propia escuela.-Ya veo -dijo l con aire pensativo-. Pero, debe haber otras cosas que le gusten del lugar, no?-Oh. s las hay. Pero son difciles de expresar con palabras -murmur ella para no comprometerse, y sorbi un poco de vino.-Nunca habra pensado que podan faltarle a usted las palabras. No creo que eso sea un problema para usted.Sarah frunci el ceo y dijo con cierta aspereza:-Por qu tengo la impresin de que esto va a empezar a convertirse en una discusin parecida a la que hemos tenido esta maana?-La verdad -contest l- es que yo estoy tratando de hacerla salir de su caparazn de forma amistosa, pero se est resistiendo con fuerza. Con demasiada fuerza teniendo en cuenta su tamao. Pero, desde luego, yo debera haber comprendido que la pequeez de estatura y la pequeez de espritu son dos cosas muy diferentes; de hecho, debera haberme dado cuenta desde el momento en que se ofreci usted a romperme la bocaSarah lo mir fijamente, pero no consigui que la expresin de Cliff le dijera nada. Cliff pareca ligeramente menos agresivo que por la maana, como si estuviera disfrutando de la oportunidad de relajarse.-A lo mejor no olvido ni perdono tan fcilmente -dijo Sarah por fin.-Ah, bien. Me permite decirle que se tiene muchomenos aspecto de maestra de escuela que esta maana? -Cliff fij la mirada en su pelo suelto, que tena tendencia a alborotarse cuando no lo llevaba recogido, y mostraba mejor los reflejos dorados de su color castao, adems de hacer resaltar la estructura de su rostro. Despus baj hacia sus manos y hacia sus pies, cubiertos slo por los calcetines blancos...-S -murmur Cliff-, no parece tan mojigata, ni tan correcta, ni tan furiosa. Ha pensado alguna vez en usar lentillas? Tiene unos ojos preciosos.Sarah se ruboriz, pero se oblig a decir con frialdad:-La adulacin no lo llevar a ninguna parte, seor Wyatt. Hace muchos aos que soy consciente de que no soy ninguna belleza.-Por ah se dice que la belleza est en los ojos de quien la ve -susurr Cliff en tono pensativo-. Me parece realmente... inexplicable que su habilidad como ama de casa, por s sola, no haya hecho que algn hombre quiera convertirla en su esposa.-Si eso es intentar sacarme de mi caparazn de forma muy amistosa -dijo en tono cortante-, no me atrevo a pensar cmo ser usted cuando pretende ser hostil.Cliff se encogi de hombros y la mir con el ceo ligeramente fruncido.-No s por qu me parece usted un enigma, seorita Sutherland.-Pues no lo soy, soy perfectamente normal! Y al margen de lo que usted piense continu en tono despectivo-, preferira morir a que un hombre se casara conmigo por mis habilidades domsticas.As que usted cree en el amor, en las grandes pasiones... y en todo ese tipo de cosas?-S... -Sarah se interrumpi bruscamente y se mordi el labio.-Le ha sucedido a usted alguna vez?-No... mire, por qu estamos hablando de esto -dijo con una mezcla de confusin e irritacin-. Eso no tiene nada que ver con usted!-De cualquier modo, me gusta hablar de ello -dijo con dulzura y termin de beber el contenido de su vaso-. No supongo... que no habr cruzado por su mente la idea de ofrecerme un poco de esa tentadora cazuela. verdad?-No, por supuesto que no. Por qu no vuelve a su casa? Estoy segura de que la seora Tibbs tiene algo igualmente tentador.-Ah, volver a casa y a la seora Tibbs -murmur l-. Amy estaba llorando la ltima vez que me asom, y tambin Sally, para solidarizarse con ella... me gustara saber si se es un hbito de las nias. Por lo dems, Wendy y la seora Tibbs daban vueltas una alrededor de la otra, como tigresas desconfiadas, y Ben haba desbordado la baera. No, no puede decirme que mi casa sea un lugar muy pacfico en este momento.-No sabe cunto le compadezco.Cliff solt una carcajada y su risa tuvo un efecto extrao en Sarah que descubri, entre otras cosas, que pareca quitarle el aliento.-Ciertamente es usted una digna oponente, seorita Sutherland -dijo l-. Muy bien, me considerar despedido. Buenas noches -aadi y se levant-. Oh, he pensado organizar una barbacoa maana por la tarde, para todos los que vivimos en la propiedad. Le gustara venir?-Yo... s, muchas gracias -dijo Sarah, un poco rgida.-Buena chica -respondi l con ligereza-. Y me har otro favor?Sarah se levant tambin y lo mir con desconfianza.Cliff sonri levemente. La habitacin no era muy grande y estaban de pie, bastante cerca uno del otro, de modo que ella tuvo que levantar la mirada desde su metro sesenta de estatura.-Qu? -pregunt con voz tersa.-Oh, nada desesperado ni peligroso -contest l muy serio. La observ con la misma expresin desconfiada y preocupada de ella-. Nada inmoral.Por supuesto y a su pesar, Sarah volvi a ruborizarse.-No -continu l-. Slo quera saber si seria usted tan bondadosa como para servir de... mediadora, creo que es la palabra correcta, entre Amy y la seora Tibbs, o con quien sea necesario, para convertir esta barbacoa en un xito. Me gusta pensar que esto podra ser fundamental para ayudarnos a todos a conocernos mejor y, en consecuencia, a trabajar mejor juntos.-Muy bien, lo har -erijo Sarah.-Gracias. Buenas noches, seorita Sutherland -dijo l en tono formal. Pero en sus ojos haba aparecido otra vez un brillo de perversa diversin. Sarah descubri horrorizada que no tena absolutamente nada que responderle; se limit a darse la vuelta diciendo ella misma buenas noches en un murmullo.Mientras estaba cenando descubri, para todava mayor horror suyo, que se senta nerviosa y solitaria. Pero, por qu tena que sentirse as despus de haber estado con un hombre que pareca aprovecharse del efecto que probablemente tena en todas las mujeres que se cruzaban a su paso? Por qu tena que decir las cosas que deca, o expresar algn tipo de inters en ella? No, aquello era... un juego, se dijo. Y aunque ella misma hubiera avivado su inters con su furia aquella maana... tena muchas razones para estar furiosa!As que... pens, no se le ocurra imaginarse que se va a aprovechar de m, seor Cliff Wyatt!CAPTULO 2ES UNA gran amabilidad por tu parte, Sarah -dijo Wendy Wilson.-No es nada -contest Sarah, que estaba sentada en la cocina de la casa de la hacienda, tomndose una taza del caf que haca la seora Tibbs, a la maana siguiente--. El seor Wyatt me pidi que ayudara..-l te lo pidi? --por alguna razn, Wendy la observ con una ligera expresin de hostilidad.Aunque eran las diez de la maana. Amy no se haba levantado todava y la seora Tibbs era quien haba dado de desayunar a los nios y les haba hecho un poco de masa para que jugaran con ella.-Amy -continu diciendo Wendy- estaba tan nerviosa anoche, que decidimos dejarla dormir hasta tarde esta maana. Supongo que te has enterado de que ha roto con su esposo, verdad?-S, lo siento mucho -dijo Sarah con suavidad.-Y supongo que no querr molestarse con esta barbacoa, as que voy a actuar en su representacin. Si pudieras decirme lo que hay que hacer, Sarah, me pondr inmediatamente a hacerlo.-Est bien. Si avisamos a Jim Lawson, puede encargarse que dos hombres caven un par de hoyos para la barbacoa, pongan el carbn y yo puedo...Pero Wendy inmediatamente se dirigi al telfono que haba en la pared, consult la lista de nmeros que haba clavada junto a l y procedi a llamar a los Lawson.Sarah no pudo evitar arquear una ceja. No esperaba que se notara, pero descubri que la seora Tibbs la estaba mirando con una expresin que pareca decir:no digas nada! en sus ojos. Despus se volvi otra vez hacia el fregadero.Wendy y Jim Lawson tardaron diez minutos en ponerse de acuerdo. Wendy quera saber, muy especificamente, dnde los iban a cavar y por qu haban escogido ese lugar. Era evidente que Jim haba sugerido el lugar de costumbre: un cuadrado que haba frente a la bodega de maquinaria. Haba algo de csped, dos viejos rboles y unas mesas y bancas permanentes en l. Era el lugar en el que habitualmente se reunan. Se le consideraba algo as como el corazn de la hacienda. Wendy haba pensado que el jardn que haba detrs de la casa era un lugar ms adecuado. Sin embargo, al final cedi a las razones de Jim Lawson y qued arreglado que podran empezar a comer a las cinco de la tarde. Volvi hacia la mesa de la cocina y dijo:-Bueno, supongo que la costumbre es asar carne. Seora Tibbs, tendra usted la bondad de seleccionar la carne que se va a usar? Vendrn dos hombres a recogerla. As podremos ocuparnos nosotras de las ensaladas --aadi.-Ensaladas! - gru la seora Tibbs-. Aqu no van a comer seoritos remilgosos, ni mujercitas almidonadas. Ensaladas, vaya! -y se cruz de brazos.-Perdonen mi error -murmur Wendy-. Que vamos a comer entonces con la carne?Sarah intervino rpidamente, antes de que la seora Tibbs abriera la boca.-Arroz. Generalmente hacemos varias ollas de curry o de goulash. Jean Lawson hace una fuente de patatas realmente muy sabrosas y la seora Tibbs pan de maz, que sirve con salsa.-Muy bien -dijo Wendy, con una levsima expresin de disgusto al or mencionar el pan de maz-. No te importara, Sarah, volver a llamar a los Lawson, para pedirle a Jean que haga las patatas? Se ocupa alguien de hacer el goulash o el curry?-Yo misma, y har lo que yo decida -anunci la seora Tibbs, con los brazos todava cruzados.Entonces se me ocurre una idea maravillosa -dijo Wendy con ingenio-. Yo hago un curry realmente bueno, seora Tibbs, as que, por qu no hace usted el goulash?-Est usted insinuando que quiere usted hacer el curry aqu, en mi cocina?-S, pero le propongo algo... si usted piensa que mi curry es malo, seora Tibbs, se lo dar de comer a los cerdos, o a los animales que tengan aqu equivalentes a ellos.-Es una apuesta, seorita? -pregunt la seora Tibbs en tono inexpresivo.-S.-La acepto!-Bien. Ahora, en cuanto al arroz...-Yo har el arroz -dijo Sarah, esforzndose por no rer.-Excelente -Wendy se qued pensativa un momento-. Qu se bebe?-Cerveza -contestaron Sarah y la seora Tibbs al mismo tiempo, aunque la seora Tibbs aadi:-Y no sugiera usted bebidas fuertes o vino, seorita. Cuando hay licores ms fuertes, suele haber tambin muchas peleas.Wendy hizo una mueca, pero no dijo nada ms al respecto.-Cuntas personas vendrn?-Oh... diez, veintitrs, veintisiete... alrededor de treinta y dos; hay que tener en cuenta a los peones que estn ahora en la hacienda; pero catorce de los asistentes sern nios -dijo Sarah.-Qu horror! -exclam Wendy.-No se preocupe. Generalmente, yo me encargo de ellos. Juego con ellos y los entretengo hasta que la comida est lista. Si vamos a comer a las cinco, generalmente nos reunimos una hora antes... -Sarah se interrumpi al ver entrar a Amy lentamente en la cocina, con una hermosa bata de seda y con el rostro plido y la expresin desolada.-Supongo que es demasiado esperar que la barbacoa haya sido cancelada, verdad? --fue lo primero que dijo.A las cuatro de esa tarde, Sarah estaba ya en la zona de la barbacoa, como la mayor parte de los otros empleados, pero no haba seales todava de los habitantes .de la casa principal. Y percibi un cierto grado de tensin que no se senta normalmente, mientras el humo se elevaba en el aire y los animales que se estaban asando daban lentas vueltas sobre los agujeros llenos de carbones ardientes.Era una hermosa tarde y el sol empezaba a ponerse. La mayor parte de los hombres, que haban nacido y crecido trabajando de vaqueros, se haba quitado el sombrero que normalmente pareca pegado a su cabeza. Casi todos calzaban botas de cuero. Sus cinturones estaban tachonados con adornos de plata. A nadie poda caberle la menor duda, se encontraban en una tierra de vaqueros. Muchas de las personas que habla all, haban nacido y crecido en una silla de montar.Por un par de minutos, Sarah dej de hacer lo que estaba haciendo, colocar los platos en una de las mesas de madera, y encontrarse en un lugar tan lejos del mundo, con aquella gente de hablar lento, pero no por eso menos sabio, y de costumbres muy sencillas.Entonces vio dos camionetas Land Rover que se acercaban procedentes de la casa, y todos se pusieron en actitud de alerta.Fue Cliff Wyatt el que logr romper el hielo en una magistral exhibicin de diplomacia, que Sarah no pudo menos de aplaudir en secreto. En solo diez minutos, tuvo a todo el mundo bebiendo y hablando. Haba colocado a Amy entre Jean y Cindy Lawson. l mismo estaba, con una cerveza en la mano, rodeado de hombres.-No est mal coment la seora Tibbs, cuando coloc una olla al lado del arroz de Sarah-. Con l podra llevarme bien. Pero ella... es muy diferente-aadi en tono sombro.-Se refiere a Amy?-No! sa no se quedar mucho tiempo. Me refiero a la otra, a la que tiene ojos verdes, de gata.-Vamos, Wendy no se va a quedar definitivamente aqu -contest Sarah. La seora Tibbs la mir con severo desprecio-. Qu quiere usted decir? -pregunt con una sonrisa-. No le ha salido bien el curry?-El curry le ha salido excelente -reconoci la seora Tibbs--. Pero no significa que tenga que caerme bien.-Todava no entiendo por qu ella puede ser un problema -dijo Sarah, frunciendo un poco el ceo.-Entonces te lo voy a explicar, aunque se supone que en este sitio t eres la maestra... Esa mujer planea convertirse en la seora Wyatt algn da. Recuerda mis palabras.Sarah la mir boquiabierta.-Oh...!-S, tiene sentido, verdad? Bueno, tal vez no para gente como t, que eres tan inocentona en esas cosas... --No lo soy! -protest Sarah.-Claro que lo eres! -respondi la seora Tibbs en tono indulgente-. Acaso el veterinario no te ha estado cortejando durante meses enteros... sin que lo hayas notado siquiera? Y no me digas que no es verdad.Sarah trag saliva.-No es cierto!-Qu no es cierto? -pregunt Wendy Wilson, que llevaba otra olla-. Aqu est mi curry -aadi con amabilidad--. La seora Tibbs me ha permitido servirlo. Sarah, t podras ayudarme de dos formas... encargndote un poco de Amy, o ayudando con Sally y Ben. Podras empezar a organizar a los nios.Sarah domin las ganas de decirle a Wendy Wilson que se fuera al diablo y dijo con rigidez: -Bien, me encargar de los nios.

La barbacoa fue un gran xito. Casi desde el primer momento, Ben particip en los juegos con vigor e iniciativa, y hasta Sally solt por fin la mano de Sarah y consinti en participar con los dems. Y cuando sirvieron la comida, Sarah hizo que los nios se sentaran en crculo de tal modo que comieron de forma bastante ordenada, pero con evidente placer. Slo cuando terminaron, los dej ir a correr un poco, en la oscuridad iluminada por las fogatas, y a jugar a los indios y los vaqueros. Wendy logr establecer buena relacin con las esposas y las hijas mayores de los trabajadores, en una exhibicin de diplomacia casi tan magistral como la de Cliff Wyatt. De cualquier modo irrit a Sarah por razones que no le resultaba fcil analizar. Lleg a la conclusin de que Wendy le desagradaba sin remedio, hiciera lo que hiciera.Seguramente todo aquello no poda tener nada que ver con la ambicin de Wendy de convertirse en la esposa de Cliff Wyatt... o s?, se pregunt a s misma en una ocasin; entonces sacudi la cabeza en un gesto de incredulidad, pero aadi para s misma: No s siquiera si eso es verdad o es slo un producto de la fantasa de la seora Tibbs! Sin embargo, la irona de ese pensamiento la hizo sentirse curiosamente incmoda, as que decidi olvidarse definitivamente del asunto.Pero fue mucho ms difcil olvidarlo, cuando tuvo una prueba irrefutable de la teora de la seora Tibbs esa misma noche.Haba ayudado a la seora Tibbs a recoger todo, cuando acab la barbacoa. Amy se llev a sus hijos a acostar y Wendy y Cliff desaparecieron. Una vez que ellas terminaron de lavar hasta el ltimo plato, se sentaron a tomar una taza de t en la cocina. Entonces Sarah bostez, dio las buenas noches y sali por la puerta de atrs, para dirigirse a su casa. Tena que recorrer unos cuatrocientos metros para llegar hasta all. Se ci bien la cazadora y se frot las manos, mientras bajaba los escalones posteriores y daba la vuelta a la casa. La noche era despejada, estrellada y fra. Camin en silencio sobre el csped, unos cuantos metros, hasta que oy voces y se detuvo, insegura. Procedan de arriba, de la terraza, e inmediatamente reconoci la voz de Wendy. No slo la reconoci, sino que oy lo que deca y la forma en que lo estaba diciendo...-Debes admitir que me he portado bien esta noche, querido.Muy bien -contest Cliff Wyatt.Seguramente merezco un poco ms que eso por haber... matado tantos dragones, por decirlo as, no? -el tono ronco y sensual de la voz de Wendy llegaba hasta Sarah con perfecta claridad en el aire fro de la noche.-Qu esperabas?-Esto --dijo, y Sarah no pudo evitar el contemplar la escena. Sus ojos se haban adaptado a la oscuridad y pudo ver tanto a Wendy como a Cliff Wyatt, no con mucho detalle, pero s sus siluetas, y vio que Wendy se acercaba a l y levantaba la mirada hacia sus ojos. Se quedaron as durante un largo momento; entonces Sarah vio cmo Cliff Wyatt bajaba lentamente la cabeza hasta Wendy y se besaban.Entonces Sarah se dio la vuelta y se desliz hacia el otro lado de la casa.-Pero, usted cree en Santa Claus, seorita Sutherland? -pregunt Billy Pascoe. Era un nio delgado, nervioso, muy aficionado a causar problemas. Tena en el pelo algunos remolinos que hacan imposible domarlo.-Bueno, generalmente slo los nios creen en Santa Claus. Billy; pero puedo jurar que la Navidad pasada vi a alguien muy parecido a Santa Claus, cruzar Edgeleigh a caballo...-Usted siempre nos dice que no debemos jurar, seorita.-S, es verdad, pero ste es un tipo diferente de juramento y no tiene nada que ver con la costumbre de decir palabrotas...-De cualquier manera, se supone que viaja en un reno y que...-A lo mejor su reno estaba enfermo, Billy -dijo Sarah con suavidad-. Y ahora, como faltan dos minutos para las tres y ya es casi hora de que toque la campana, puedes recoger los cuadernos de dibujo, Billy... Billy -dijo con calma, pero mir con firmeza al nio hasta que cedi malhumorado e hizo lo que le decan Y t, Ben, puedes guardar los lpices de colores.Ben se puso de pie de un salto y obedeci de buena gana. Estaba recogiendo las pinturas cuando exclam mirando por encima del hombro de Sarah:-To Cliff!Sarah no se volvi, levant la campana y la hizo sonar. -Muy bien, podis iros.Cliff Wyatt esper hasta que todos salieron ruidosamente de la escuela, antes de decir nada. Despus se puso frente a ella y dijo:-Esa ha sido una pieza maestra de diplomacia, seorita Sutherland. He pensado que la iba a ganar en esa cuestin de los juramentos.Sara hizo una mueca.-Son los nios como Billy Pascoe los que obligan a las maestras a no decir mentiras. Cunto tiempo lleva usted aqu?-No mucho... me parece que tiene usted una elevada proporcin de nios menores de nueve aos en la escuela.-En realidad, tengo tres adolescentes, pero como van a tener pronto un examen, los he dejado salir despus del almuerzo. A veces es ms fcil para ellos estudiar en su casa.-Tiene algn genio entre ellos? Sarah se encogi de hombros.-No lo s, pero Donald Lawson, el hermano de Cindy, es muy inteligente y podr ir a la universidad... con un poco de suerte.-A qu tipo de suerte se refiere?-A la aprobacin de su padre -dijo Sarah en voz baja--. Jim est un poco confundido. A l le resulta extrao tener un hijo que est ms interesado en la Teora de la Relatividad que en el ganado. Y, para ser sincera, Donald ya est fuera de mi alcance como alumno. Debera estar asistiendo a una buena escuela superior, pero... -sonri brevemente-. Estoy segura de que las cosas se arreglarn. Ha venido a ver las instalaciones? Por dnde quiere empezar? -aadi ella con entusiasmo.Cliff la observ un momento, con el ceo ligeramen te fruncido.-Tal vez no.Sarah lo mir con exasperacin:-Por qu no?-No creo que ste sea un buen momento para eso.-Es mucho mejor momento ahora, que la escuela ha terminado, que venir a espiarme cuando tengo a Billy Pascoe tratando de crucificarme hablando de Santa Claus, frente a un grupo de nios ms pequeos que l --contest Sarah con irritacin.-As que por eso est usted enfadada, eh? Pero a m me ha parecido que controlaba usted muy bien la situacin.-No estoy... enfadada Sarah neg su frustracin.-Irritada, entonces? -sugiri l--. He hecho algo ms que la haya molestado?Sarah lo mir fijamente y descubri que el corazn le palpitaba de forma extraa. Estaba aterrada, pero era imposible que Cliff hubiera adivinado lo que senta desde que lo haba visto besando a Wendy Wilson en la terraza la noche anterior.-Sera mejor que me lo dijera usted -dijo l despus de una pequea pausa, extraamente tensa.Sarah pareci volver a la vida.-No! Quiero decir no, no me pasa nada. Mire, estoy muy bien, en realidad, as que, por qu no hacemos el recorrido y terminamos de una vez con eso...? -de pronto comprendi lo extrao que sonaba lo que estaba diciendo- Oh, caramba! -aadi-. Tal vez tenga usted razn.Lo que l habra dicho a eso qued para siempre en el misterio, porque mientras l la miraba con el ceo todava fruncido, Ben y Sally volvieron a la escuela exigiendo saber si l haba ido a buscarlos.-S -dijo lentamente-. Por qu no? -y aadi con voz inexpresiva-: Ser otro da, entonces, seorita Sutherland?-S, gracias. Cuando a usted le parezca -dijo Sarah y gimi interiormente al darse cuenta de lo servil que eso sonaba.Pasaron dos semanas antes de que tuviera algo ms que un pasajero contacto con Cliff Wyatt; pero era imposible no darse cuenta de su presencia diariamente en la propiedad. Tanto sus alumnos, como sus padres, hablaban constantemente de lo que haca, de los cambios que estaba realizando. Haba un aire de esperanza y expectacin en el lugar que haba sustituido a la sensacin de estar luchando con todo en contra, que haba prevalecido antes de que la hacienda fuera vendida.Se hizo evidente, tambin, que Cliff no era todo dulzura, como Sarah poda haberles dicho desde un principio, sino que era un patrn exigente que esperaba que todos se esforzaran que poda ser fro, cortante, sarcstico y desagradable cuando no lo hacan.Pero a ella, pens con un suspiro, aquel hombre haba conseguido desequilibrarla y no consegua tranquilizarse de ninguna manera. Si no oyera hablar tanto de l, sera ms fcil y, desde luego, si no tuviera que verlo nunca, todava ms...Pero no era fcil evitar a Cliff Wyatt, aunque lo viera generalmente a distancia; pero aun as, su estatura y su porte tranquilo lo hacan inconfundible, como tambin su aire de autoridad. Ya fuera montado a caballo, subiendo al helicptero que l mismo pilotaba algunas veces, o simplemente caminando hacia la casa, aquel hombre provocaba en ella el mismo impacto absurdo que haba sentido la primera vez que haba puesto los ojos en l.Desde luego, eso tena que desaparecer, se dijo a s misma ms de una vez. Tena veintisis aos! Ya no era una ridcula adolescente... Y l no le gustaba siquiera. No poda ser una mujer adulta y racional, si estaba obsesionada por un hombre que le desagradaba.sa fue la razn por la que en una de las ocasiones en las que estuvo brevemente en contacto con l, se mostr tambin ms cordial que de costumbre con Tim Markwell, el veterinario, que estaba con Cliff cuando los tres se encontraron. Sarah llegaba con los nios de un pequeo paseo que haban hecho como parte de una clase de ciencias naturales.Tim no era tan alto como Cliff Wyatt, pero era un hombre apuesto, tranquilo, con una actitud amable y bondadosa hacia los animales y hacia los seres humanos. l pilotaba su propio avin. Tena su base en Longreach y atenda a los animales en una zona de centenares de millas cuadradas. Despus de dirigirle una sonrisa particularmente cariosa se encontr esperando, contra toda esperanza, que la seora Tibbs hubiera estado equivocada. Record con inquietud que no se haba equivocado en lo relativo a Wendy Wilson.-Hola, Sarah --dijo Tim con tranquilidad, pero con una leve expresin de sorpresa-. Habis estado estudiando la flora y la fauna local?-S -contest ella-, y hemos hablado tanto que creo que hemos agotado el tema.En realidad, estaba un poco cansada, aunque no tena una razn real para estarlo.-Por qu no da por terminadas las clases por hoy? -sugiri Cliff Wyatt, despus de someterla a un penetrante escrutinio.-Oh, no -Sarah pareci escandalizada-. No puedo hacer eso!-Ah, pero yo s -dijo l, y se volvi hacia el grupo de chicos, a los que dijo que la escueta haba concluido por ese da. Los nios, encantados con aquel inesperado golpe de suerte, no necesitaron ninguna presin adicional para irse corriendo, encantados de la vida.-Cmo ha podido hacer eso? -pregunt Sarah mirndolo con incredulidad.-Ha sido muy sencillo -contest l muy serio, aunque con evidente irona.-Pues no debera haberlo hecho!-Por qu no? Un par de horas de descanso no les van a hacer ningn dao a ellos y podran hacerle mucho bien a usted.-Pero est usted minando mi autoridad!-Lo dudo -dijo l lentamente-. No cree que est exagerando un poco?-Tal vez tenga usted razn -dijo bruscamente y se dio la vuelta, para alejarse de ah.-Oh, por cierto, Sarah -dijo Tim-. Ese wombal enfermo que me llev a la clnica se ha recuperado completamente y se est convirtiendo en una pesadilla. Se come mis zapatos y mis calcetines!Sarah se dio la vuelta y una sonrisa ilumin su rostro.-Oh, Tim, cunto me alegro! No que se coma tus zapatos y tus calcetines, sino que se haya recuperado. Qu vas a hacer con l?-Tengo la impresin de que no voy a poder librarme de l -contest Tim con tristeza-. A menos que... no quieres que te lo devuelva?Sarah hizo una mueca.-No estoy segura de poder enfrentarme a un wombat mimado, adems de... bueno, algunos nios que tengo a mi cargo.-Entonces, te libero del problema!

Sarah pas la tarde trabajando en el traje de Cindy y rindose a s misma por la imagen que estaba dando.Tres das ms tarde fue llamada a la casa y cuando lleg se encontr a Amy baada en lgrimas, a Wendy cerca de ella y Cliff Wyatt cortante y desagradable.- Sintese, Sarah.Estaban reunidos en la habitacin ms grande de la casa, que serva tambin como comedor. Era un saln amplio y gracioso, de techo alto, un arco de madera dividiendo las dos reas. Los muebles, advirti Sarah, echando un rpido vistazo a su alrededor, eran preciosos; haba una mesa redonda de caoba, con un grueso pedestal central y ocho sillas en el comedor, un juego de sala de piel y dos exquisitas alfombras persas en el piso de madera restaurado.-Le hemos pedido que venga para que nos d su opinin sobre si Sally y Ben pueden quedarse aqu un par de semanas, sin su madre -dijo Cliff Wyatt.Sarah parpade y Amy dijo llorosa.1-Tienes que decirlo de esa forma tan horrible? Lo dices como si los estuviera abandonando!-De ninguna manera estoy diciendo tal cosa -contest l en tono cortante-. Lo que s me parece completamente ridculo, es que te los lleves durante tiempo indefinido, interrumpiendo sus estudios y alterando toda su vida, mientras t tratas de poner en orden la tuya. Sarah... -se volvi hacia ella- como si eso no fuera evidente, quieres decirnos cmo se estn adaptando?Sarah contest lentamente:-Muy bien. Ben puede ser un poco travieso en ocasiones, pero eso es muy natural en los nios de su edad, sobretodo si son tan inteligentes como l. Y ahora que he descubierto que tiene una gran aficin al dibujo y que le encanta pintar, le he estado dando algunas clases extras de pintura y est encantado. En cuanto a Sally, ya tiene una amiga; se han vuelto inseparables y eso la ha ayudado a vencer un poco su timidez. Yo dira que ambos son felices y estn muy bien adaptados.-Y no podemos decir que t los hayas ayudado, Amy -dijo su hermano, implacable.El resultado fue inevitable. Amy empez a sollozar en forma convulsiva y Wendy murmur:-Cliff, no creo que esto est sirviendo de nada. Sara se puso de pie.-Yo me...-Sintese -orden Cliff Wyatt.Pero Sarah no obedeci y lo mir con un ligero brillo de furia en los ojos.-Esto no tiene nada que ver conmigo.-Por supuesto que lo tiene, si Amy puede estar segura de su inters en Sally y en Ben, podra irse con la conciencia ms tranquila.Sarah le dirigi una mirada tan dura y cortante como la suya.Claro que estoy interesada en ellos. Y si la seora Tihh, necesita ayuda para cuidarlos, puede contar conmigo. La ayudar encantada.-Bien, eso est arreglado, entonces -dijo Cliff Wyatt decididamente, pero Amy slo solloz con ms fuerza. Sarah mir a Cliff y despus camin hacia donde estaba su hermana y dijo con amabilidad.Estarn bien con nosotros durante un tiempo, Amy. Pero creo que debe decirles que no ser por mucho tiempo. Y debe hacer un esfuerzo por mostrarse tranquila y cariosa antes de irse.Tratar de hacerlo... lo intentar! -solloz Amy . Oh, gracias, Sarah! Yo s que la seora Tibbs es muy buena con ellos, pero usted es una persona tan sensata... La he observado tratar a los nios y cmo hace todoon un gesto resuelto, se son la nariz, trag saliva varias veces y logr sonrer dbilmente.-Es la personificacin de la sensatez -murmur Cliff Wyatt, mientras a Sarah se le ocurran dos cosas: que nunca se haba dado cuenta de lo que Amy pensaba de ella, porque crea que a Amy no le interesaba nada de lo que suceda a su alrededor y que se estaba metiendo en un verdadero lo.1

CAPTULO 3AMY Y Wendy se fueron da y medio ms tarde y durante el siguiente par de das, Sarah observ a Ben y a Sally con especial cuidado, pero no pudo detectar ningn trauma. Y el tercer da despus de la partida de su madre, llegaron a la escuela rebosantes de importancia, con una invitacin para Sarah a cenar esa noche con ellos en la casa.Sarah gimi en su interior, pero, al ver sus caritas ansiosas comprendi que no poda rechazar la invitacin, aunque le habra encantado hacerlo, porque todava estaba indignada con Cliff Wyatt por sus actitudes autoritarias.Sin embargo, la cena que compartieron con los nios fue una comida agradable y durante ella se hizo evidente algo que a Sarah no se le haba ocurrido antes: que Sally y Ben queran mucho a su to.Ayud a la seora Tibbs a acostarlos, les ley un cuento y despus fue a buscar a su patrn para darle las buenas noches, pero se encontr con que la seora Tibbs haba hecho caf para ellos y lo haba servido en la sala.-Yo...-Sintese, Sarah -dijo Cliff Wyatt de buen humor-. No hace falta que se vaya corriendo. No soy realmente el ogro por el que usted me toma.Ella titube, pero cuando Cliff le sirvi una taza de caf, se sent y acept el caf, dando las gracias en voz baja.-As que no hay ningn problema con nuestros hurfanos temporales, supongo, verdad?-No, que yo sepa contest-. Han... han tenido noticias de Amy?-S. Llama por telfono todos los das. Est viviendo con Wendy, pero no estoy seguro de que sa sea una buena idea.Sarah arque las cejas.- Wendy es una persona muy... segura de s misma -dijo pensativo- Amy nunca lo ha sido, pero quiere practicar la filosofa de Wendy respecto al amor, los hombres y el matrimonio... -se encogi de hombros.-Parecen muy buenas amigas.-Se conocen desde que eran nias, pero mientras que Amy se cas y tuvo hijos siendo quiz demasiado joven para saber lo que haca, Wendy ha estado completamente dedicada a su profesin. Hasta la fecha -aadi.Sarah frunci ligeramente el ceo, tratando de interpretar el tono de Cliff. De pronto, se oy a s misma preguntar:-Cmo es el esposo de Amy?Cliff tard ms de un minuto en contestar.-Lo extrao del caso es que l es un buen amigo mo y trabaja para m.-Oh.-S -reconoci Cliff con tristeza-. Es una situacin difcil. Y aunque l no es, tal vez, el mejor marido del mundo, tampoco es un ogro. Pero algo no ha funcionado entre ellos, y Amy es mi hermana.-Me alegra orle decir eso -murmur Sarah.Cliff le dirigi una mirada divertida.-Por qu dice eso? Porque usted pertenece al club universal de las mujeres? O porque piensa que hay que responder siempre a la llamada de la sangre? -Ambas cosas, probablemente -dijo Sarah en tono custico.-Si quiere que le diga lo que pienso del matrimonio de mi hermana, la verdad es que creo que ya es hora de que ella siente cabeza y deje de tratar de encontrar luz de luna y rosas en cada rincn de su vida: de que deje de preocuparse por peluqueros y ropa. y se ocupe ms de ser madre y esposa. Las cosas estaran mucho mejor si lo hiciera. Pero si le dijera todo esto, usted tomara partido inmediato a su favor, no es cierto?Sarah lo mir con frialdad.-No, de ninguna manera. Pero le dira que es probablemente imposible saber con exactitud lo que pasa entre un hombre y una mujer y slo un estpido puede creerse capaz de hacerlo.-Ah, bien, me sorprendera mucho si estuviera equivocado, pero --dijo con lentitud, de ninguna manera impresionado por los comentarios de ella-, est usted recopilando una larga lista, Sarah.Sarah frunci el ceo.-No s qu quiere decir con eso.-Me ha llamado tonto, un hombre que mina su autoridad... oh, y no olvidemos que soy un tipo machista y desagradable. Pero, dgame algo... qu hay entre usted y Tim Markwell?Lo inesperado de la pregunta hizo que Sarah se ruborizara.-Ese no es asunto suyo... no tiene nada que ver con usted, nada -dijo casi tartamudeante.-Entonces, no hace falta que proteste tanto. Pero yo dira que haran una buena pareja.La furia que sinti casi quit a Sarah el aliento. -Usted no sabe nada de eso -exclam-. Usted slo est siendo...Cliff arque una ceja y esper un momento.-Otro calificativo? No me preocupa, sabe? En realidad disfruto de nuestros pequeos encuentros.Sarah rechin los dientes, pero antes de que pudiera decir algo, l continu con toda tranquilidad:-No estoy del todo seguro de por qu tengo esta... habilidad para enfurecerla, mientras que Tim aparentemente no la tiene. De ah mi pregunta.Todo lo que usted dice est calculado para enfurecerme de un modo o de otro -contest Sarah con frialdad.Eso parece. Pero puedo decirle, por ejemplo, que me sentira mucho ms feliz si viera a Amy pasar algn tiempo aqu, con usted, para que aprendiera algunas de las cosas prcticas y bsicas de la vida. No me diga que eso no es un cumplido...Sarah se puso de pie.-Depende de cmo lo vea -dijo-. Si est insinuando, por ejemplo, que soy una persona muy prctica, para la que la luz de la luna y las rosas no existen...-Sarah... -se puso de pie, y la mir muy serio-. Yo creo que deba alentar un poco ms a Tim... lo digo porque me parece que est mostrando todos los sntomas clsicos de una joven que se ha ido al otro extremo... al extremo opuesto al de Amy, quiero decir... y que en realidad, se est muriendo por un poco de luz de luna y rosas.Sarah estaba tan ofendida que se qued sin habla.-Y en este momento -continu, con una mirada repentinamente intensa- es cuando usted me abofetea. supongo, seorita Sutherland. Pero, no cree usted que podra haber un final ms adecuado para esta discusin? Siempre podra responder abrazndola y besndola hasta dejarla sin respiracin.-No se atreva! -tartamude ella.-Por qu no? -pregunt l lentamente-. Soy tan capaz como Tim Markwell de proporcionarle un poco de luz de luna y rosas, me imagino... por qu no lo ponemos a prueba? -Y, sin esperar respuesta, antes de que Sarah pudiera adivinar sus intenciones, le quit las gafas haciendo que Sarah se sintiera no slo invadida por un remolino de sensaciones, sino que estuviera de pronto en la desventajosa posicin de tener que mirarlo con sus ojos miopes-. As est mucho mejor, y es mucho ms cmodo para hacer esto, estoy seguro.Esto, fue abrazarla y bajar sus labios hacia los de ella.-No, no! -protest- No debe hacerlo... seor Wyatt! Por favor...-Probablemente tenga usted razn... no debera hacerlo --dijo Cliff, mientras deslizaba las manos por su espalda-. Pero la verdad es que voy a hacerlo... no s por qu, pero usted me intriga realmente, seorita Sutherland. Es posible que sea virgen todava?Sarah solt una exclamacin ahogada y trat de liberarse, aunque sin hacer demasiado esfuerzo. Cliff la mantuvo en sus brazos y cuando dej de forcejear, se limit simplemente a acercarla un poco ms y a continuar besndola.Cinco minutos ms tarde se separaron. Sarah se llev una mano a la boca y dijo con aire indefenso:-Esto es terrible!-No, no lo es -la contradijo l, en un tono de voz completamente diferente y mantuvo las manos en su cintura, hasta que ella dej de tambalearse. Entonces la solt y Sarah mir a su alrededor completamente perpleja -. Toma -le dio sus gafas.Sarah intent decir algo, pero Cliff se le adelant.-Sintate, Sarah. Te servir un poco ms de caf.-No... -contest con voz temblorosa-. No, ya me voy.-Vas a hacer lo que yo digo -le rode la cintura con los brazos y la hizo sentarse en la silla que haba detrs de ella-. Toma -volvi a decir, unos minutos ms tarde, y puso una taza de caf a su lado-. Tmatelo aadi con amabilidad y se dio la vuelta para servirse otra taza.Sarah cerr los ojos, se pas la lengua por los labios y entonces bebi un poco de caf. Unos segundos despus, empez a tranquilizarse un poco. Para entonces Cliff ya estaba sentado frente a ella, con su propia taza de caf. Cuando sus miradas por fin se encontraron, Sarah dijo con una extraa mezcla de desolacin y reproche:-No debera haber hecho eso.Se rega por no haber sido capaz de decir nada ms ingenioso.-Probablemente no -contest l con aire pensativo, mientras la mantena cautiva de su mirada-. Pero debes admitir que no ha estado nada mal.-Bueno, espero que no vaya usted a dar demasiada importancia a esto, seor Wyatt, porque estara cometiendo un gran error si lo hiciera.-De verdad? No s -murmur con una ligera sonrisa-. Eres virgen, Sarah?Sarah apret los labios:-Le voy a decir lo que soy, seor Wyatt...-Creo que deberas tutearme y llamarme Cliff -la interrumpi l con otra sonrisita, aquella vez decididamente burlona -. No me gusta que hablemos como si hubiramos salido de una telenovela.-Le voy a decir lo que soy, seor Wyatt -repiti Sarah-. Soy una mujer que siente que usted se ha aprovechado de ella de una forma intolerable.-Intolerable? -Cliff arque una ceja--. Perdname, pero me parece que a ti te ha gustado que yo me haya aprovechado de ti de esa manera... intolerable.-Bueno... bueno, sea lo que sea, en cualquier caso... -se interrumpi para dirigirle una mirada glacial ...cmo describira usted la situacin de una mujer que soporta ser besada por un hombre que lo hace slo por capricho? Porque yo no lo he provocado. No tengo la menor duda de que para usted slo ha sido un capricho. Sucede que lo vi besando a Wendy Wilson hace slo un par de semanas -dijo con menosprecio-, as que no trate de decirme que no es usted ni ms ni menos que...-Ah, eso lo explica todo -murmur Cliff Wyatt-. Un hombre infiel y traicionero... eso era lo que ibas a decir? -pregunt con amabilidad-. Eso aade tres nuevos insultos a tu repertorio.-Qu es lo que explica eso? --pregunt Sarah furiosa.-Por qu me miras como si fuera un ser despreciable. Por cierto, no advert tu presencia cuando estaba con Wendy, pero, ya que fue as... -se encogi de hombros y la mir con un cierto brillo malicioso en los ojos.-Creo que deberas explicarme si desapruebas que la haya besado por razones morales, o personales.-No mezclemos las cosas personales en esto -dijo con voz tensa-. Y yo no estaba espiando; simplemente volva a casa despus de la barbacoa, cuando, bueno, usted y Wendy estaban en la terraza y no me di cuenta hasta que era demasiado tarde. Pero hablando de cuestiones morales, sigo pensando que es razonable oponerse a ser besada cuando usted... simplemente cuando usted...-Aunque hayas disfrutado, Sarah?Sarah tom aire y se puso de pie.Buenas noche, seor Wyatt -dijo con toda la tranquilidad que fue capaz.-Y aqu termina el sermn --murmur l lentamente con el mismo brillo burln en la mirada-. Est bien, vyase a la cama, seorita Sutherland. Pero permtame decirle, que Wendy y yo no tenemos ninguna... relacin formal y que...-Se sinti usted obligado? Lo creo.Cliff se ech a rer.-La verdad es que fui besado, ms que lo contrario, pero no iba a decir eso; no me parece muy galante de mi parte. En cambio, en tu caso me sent momentnea, pero sinceramente intrigado, aunque no sabra decir por qu.-Es el colmo dee interrumpi bruscamente.-Bueno, no es para que te lo tomes as, Sara --dijo l en forma razonable --. Pareces estar tan segura de que ha sido una cosa tan terriblemente condenable, tan inaceptable para ti. a pesar de ciertas manifestaciones que indican lo contrario, que no puedo dejar de preguntarme qu ha sido lo que realmente me intrigaba. Quieres que te acompae a tu casa?Sarah se dio media vuelta y se fue.

Durmi mal durante las noches siguientes y sufri las consecuencias de el da, en forma de irritabilidad. Sus doce alumnos le resultaban abrumadores. As que a las cinco de la tarde del viernes estuvo encantada de poder encerrarse en su casa, quitarse las botas y hundirse en un silln.Pero lo peor de todo, decidi, lo que realmente la haca sufrir, era que no poda olvidar los pocos minutos que haba pasado en los brazos de Cliff Wyatt.Se quit las gafas, apoy la cabeza en el respaldo, en un gesto de cansancio y se puso a pensar si realmente deseaba un poco de romanticismo en su vida. Pero, cmo haba podido ocurrirle eso a ella? Se pregunt desolada. Era perfectamente feliz hasta que... sera se el efecto que Cliff tena en todas las mujeres? No saba si esa respuesta la haca sentirse mejor o peor. No saba por qu siempre se pona tan tensa cuando estaba con l, pero se supona que segua siendo una maestra de escuela sensata, seria, que no poda competir con Wendy Wilson... No, basta, Sarah! se orden a s misma y se incorpor violentamente. Lo que tena que hacer era sacar todas esas tonteras de su mente.Son el telfono.Lo mir con enfado, pero decidi contestarlo. Era la madre de Billy Pascoe, que llamaba asustada porque Billy haba desaparecido.-Estoy segura de que no ha desaparecido, Mary -dijo Sarah en tono consolador. Aquello suceda cada quince das-. Estoy segura de que lo encontrars escondido en el almacn de la maquinaria.-Heevisado perfectamente el almacn de la maquinaria y en todos los lugares en los que poda haberse escondido -contest Mary Pascoe a travs del telfono. Despus aadi en tono acusador-: me ha dicho que usted se haba enfadado hoy con l por algo que no haba hecho.Sarah se apoy contra la pared, con gesto cansado y pens en las perpetuas interrupciones que Billy Pascoe haca en clase, en sus eternas preguntas y en su increble facilidad para ser inoportuno e impertinente, una situacin a la que contribua, sin duda, una madre nerviosa y un padre que beba demasiado. Sin embargo, nada de eso cambiaba el hecho de que posiblemente haba sido ms estricta aquel da con l de lo que era necesario y sinti un repentino ataque de remordimiento.-Dnde esta Mike? -pregunt, refirindose al padre de Billy.-Estn acampando esta noche lejos de aqu, reuniendo el ganado... y no hay un hombre en toda la hacienda!-Muy bien, Mary, ahora mismo voy hacia all. Estoy segura de que lo encontraremos en alguna parte.Pero al amanecer del da siguiente. Billy Pascoe no haba sido encontrado. Como se senta cada vez ms culpable, aunque saba que Billy era un genio para esconderse y que no lo encontraran hasta que l quisiera. Sarah se mont en una camioneta y decidi ampliar el rea de bsqueda. Haba varios cobertizos abandonados en un radio de cinco o seis kilmetros a la redonda. Sin duda poda haber llegado andando a cualquiera de ellos. Dej a Jean Lawson y a la seora Tibbs a cargo de las madres y los nios que estaban en la hacienda y les dijo que slo estara fuera una hora, como mucho.Fue una decisin desastrosa. La camioneta tuvo un fallo en el motor en el lugar ms lejano al que haban previsto llegar y, como no saba nada de mecnica, no tena idea de que le haba pasado, as que decidi volver a casa andando. Para su desgracia, meti el pie en una madriguera y el resultado fue que el tobillo empez a hinchrsele de forma alarmante y le empez a doler terriblemente. Se sent en el suelo, apoy la cabeza en las manos y sinti ganas de llorar, de simple frustracin.Dos horas ms tarde, cuando haba avanzado cojeando una pequea distancia, fue encontrada por uno de los trabajadores del rancho. Afortunadamente, lleg a caballo, con otro caballo para ella.-Oh, Charlie, gracias a Dios! -exclam con voz ahogada, cuando reconoci la cara del joven aborigen que de vez en cuando asista a la escuela-. Cmo me has encontrado?-He seguido sus huellas, seorita --respondi Charlie con una amplia sonrisa. Baj del caballo y se arrodill a su lado-. Vaya! Tiene fatal ese tobillo.-Lo s. He metido el pie en una madriguera. Estaba buscando a Billy Pascoe...-Ya no tiene que preocuparse por l, seorita Sarah -dijo Charlie en tono consolador-. Lo han encontrado... en el tejado de su propia casa.Sarah apret los puos.-Lo saba, lo saba! Saba que iba a aparecer en cualquier momento... Bueno es una buena noticia, Charlie - hizo una mueca de dolor cuando el joven la ayud a levantarse y a subir al segundo caballo. Cuando empezaron a avanza, pregunt con cierta preocupacin-: Quin... te ha enviado a buscarme, Charlie?-Cliff. Yo le he dicho que podra encontrarte y me ha credo. Tienes que encontrarla, maldita sea! me ha dicho. No me importa cmo -explic Charlie, riendo alegremente.-Estaba... de mal humor? -pregunt Sarah-. Por qu ha vuelto a casa?-Esta maana temprano, ese loco de Willy Doughboy. se ha dejado pisotear por un animal, de nuestro propio ganado... eso ha puesto nerviosos a los otros del rebao... y todo el ganado ha salido corriendo. Vamos a tardar dos das en volver a juntarlo! En cualquier caso, l me ha dicho que lo acompaara a llevar a Willy a su casa en helicptero para que lo viera cuanto antes el mdico. Y qu nos hemos encontrado al llegar? El mdico ya haba llegado, pero haba tambin un montn de mujeres y de nios, corriendo de un lado para otro, como locos, porque usted se haba marchado y se haba perdido, y a Billy Pascoe tampoco lo encontraban. Al enterarse Cliff se ha puesto furioso! -termin, y se ech a rer de nuevo, como si la escapada del ganado, la furia de Cliff Wyatt y todo lo dems, fueracosa de risa.-Cmo han encontrado a Billy?-Yo creo que debe haber odo a Cliff, porque ha aparecido de repente. Ha dicho que se haba quedado dormido y no haba odo nada. Ese chiquillo es una verdadera lata!-Tienes mucha razn -dijo Sarah con conviccin en el momento en que llegaban delante del almacn de la maquinaria, donde fueron recibidos con entusiasmo. Cliff Wyatt avanz hacia los caballos.-Dnde diablos ha estado usted, seorita Sutherland? -pregunt con frialdad, y aadi en tono cortante-: No cree que una persona perdida ya era suficiente?Sarah pens varias cosas a la vez: que el tobillo le dola de forma insoportable, que Cliff Wyatt, vestido de color caqui, con botas y cubierto de polvo pareca un verdadero ganadero, y sobre todo, la domin el pensamiento de que deba tratar de conservar la calma delante de toda aquella gente. As que dijo con cuidado:-He pensado que Billy poda haberse metido en uno de los cobertizos abandonados que hay por los alrededores; sin embargo, cuando estaba como a cuatro o cinco kilmetros de aqu, se me ha roto la camioneta. Desgraciadamente, no s prcticamente nada de mecnica; pero no me haba perdido, seor Wyatt; habra vuelto, tarde o temprano -termin con frialdad.-Habra tardado muchsimo tiempo -coment Charlie, que evidentemente no perciba la tensin que haba en el ambiente-. Trae un tobillo que no me gusta nada. Se ha metido en una madriguera -aadi.Cliff Wyatt le levant la pierna de los vaqueros, lanz un juramento en voz alta y, sin ms, la levant del caballo y empez a caminar con ella en brazos.-Tenga la bondad de bajarme, seor Wyatt! -orden ella furiosa, olvidando que haba decidido no perder los estribos.-No, no pienso hacerlo. Y cllate ya, Sarah, y obedceme -contest Cliff. Todos los chicos que los seguan. con evidente inters, abrieron los ojos de par en par y contuvieron la respiracin.-Oigame bien --empez a decir ella.-T eres la que vas a or, Sarah Sutherland, y esconde las uas, porque no te voy a llevar a mi harn. como tu pequea alma de solterona est deseando que haga. Simplemente estoy llevndote a la sala de primeros auxilios, donde el Doctor Volante est cosiendo a Willy Doughboy, para que te vea el tobillo.Sin poder evitarlo, Sarah estall en furiosas lgrimas de frustracin. Ante eso, Cliff Wyatt respir profundamente, levant los ojos al cielo, jur en voz alta y continu con paso decidido hacia la sala de primeros auxilios. En ese momento, todos los espectadores se esfumaron.No voy a quedarme aqu.Cliff se cruz de brazos y apoy los hombros contra el marco de la puerta de un dormitorio para invitados de su casa y mir a Sarah fijamente. Estaba sentada en la cama en la que l acababa de dejarla con la cara quemada por el sol y los ojos llenos de lgrimas; tena el pelo alborotado, la ropa sucia y cl tobillo vendado.-Y qu sugieres, entonces?-pregunt l con frialdad-.Te acaban de decir que no puedes apoyar el tobillo por lo menos en dos das.-Puedo descansar en mi propia casa. Estoy segura de que no me van a dejar morirme de hambre, y Charlie ha prometido hacerme una muleta. Quin se cree que es usted?-Mi querida Sarah...-se alej de la puerta-por mucho que esto te disguste, te quedars aqu donde la seora Tihbs puede cuidarte y, como tendremos que cerrar la escuela durante una semana, puedes ayudarla entreteniendo un poco a Sally y a Ben. Es el arreglo ms prctico y sensato; adems, tendrs que aceptarlo porque lo digo yo, y cuanto antes domines tu ridculo mal carcter, mejor. Y no te molestes en decirme que me porto como si este lugar fuera mo... porque lo es.-Yo no iba a... -Sarah se interrumpi.-O algo por el estilo.Sarah lanz un tembloroso suspiro de exasperacin y descubri que volva a tener los ojos llenos de lgrimas. Se limpi la nariz con el dorso de la mano y, finalmente, ella misma empez a lanzar juramentos.-Me alegro que Billy no est -dijo Cliff plcidamente. Te encuentras mejor?-Slo me gustara que usted se fuera...-Para no ponerte otra vez a llorar sobre mi hombro.--No me habra puesto a llorar, si no hubiera pasado una maana infernal, adems de una noche sin dormir, si no me doliera el tobillo y, si usted no me hubiera insultado terriblemente... y si no me hubiera sentido culpable por la desaparicin de Billy Pascoe --dijo Sarah con amargura.Cliff se sent en un extremo de la cama y la mir con el ceo fruncido.-Por qu tenas que sentirte culpable por Billy?-Fui un poco dura con l, ayer -hizo un gesto de desolacin-. Su madre pens que sa era la razn de que se hubiera escondido.-Sarah, incluso desde mi limitada experiencia con Billy Pascoe, me resulta evidente que necesitaras la paciencia de un santo para no enfadarte con l.-Pero se es el problema. Normalmente, tengo la...bueno, no la paciencia de un santo, pero s ms paciencia de la que tengo ltimamente.-Y a qu atribuyes esta repentina falta de paciencia?-Tal vez necesito un poco de descanso --musit.-Entonces sta es la solucin, tienes que quedarte en casa, no crees Sarah?Sarah lo mir, y aunque la expresin de Cliff era inescrutable, tuvo la incomodable sensacin de que l comprenda demasiado bien la causa de su problema.Si... bueno, es posible que tenga usted razn -dijo a toda prisa-. Yo... est bien...

La seora Tibbs le prepar el bao, la ayud a llegar hasta la baera y despus dej que remojara sus desventuras un buen rato; no era fcil relajarse cuando uno tena a un hombre como Cliff metido en la cabeza.Finalmente, vestida con un camisn limpio y metida en la cama del cuarto de invitados, con el tobillo bien acomodado sobre una almohada, se qued profundamente dormida. Durmi durante horas, sin soar siquiera.Fueron Ben y Sally los que la despertaron. Se adelantaron un poco a la seora Tibbs, que le llev una bandeja con la cena. Sarah comi con sorprendente apetito, mientras los nios le contaban que su to Cliff haba hecho que llevaran de su casa muchas de sus cosas, incluyendo el traje de novia de Cindy Lawson, para que no tuviera tiempo de aburrirse, aadieron muy serios.Sarah hizo una mueca. Pero fue difcil no sentirse conmovida, cuando los dos nios le llevaron su rompecabezas favorito, la seora Tibbs proporcion una bandeja grande y empezaron a armarlo juntos, procurando, con solcito cuidado, no hacerle dao a Sarah en el tobillo cuando subieron a la cama.Fui Cliff el que los mand a dormir aproximadamente una hora ms tarde. Los nios aceptaron la orden sin protestar y Sarah estuvo a punto de emocionarse, cuando ambos le dieron un abrazo y las buenas noches.-Cmo te encuentras? -pregunt Cliff cuando la seora Tibbs se los llev para baarlos. Cliff se haba duchado y se haba puesto unos pantalones grises y una camisa a cuadros grises y blancos.Sarah subi un poco ms la ropa de la cama. --Bien, gracias.-No creo que sea verdad -dijo l con una sonrisa-.No olvides que el mdico te ha dejado unos analgsicos para que soportes el dolor durante los prximos das. -He tomado uno... despus de la cena.-Bien. Y cmo van las quemaduras del sol? se acerc un poco ms.-La seora Tibbs me ha dado lanolina.La buena y vieja lanolina. As que no necesitas nada... ni una buena copa de brandy?Sarah pestae y se pas la lengua por los labios. -No creo que me sentara bien con las pastillas. -No, claro que no... qu tonto soy. Pero he pensado que eso te ayudara a relajarte lo suficiente y te ayudara a olvidarte de algunas de las cosas que te he dicho hoy. Sarah lo mir con los ojos abiertos de par en par. --Est usted disculpndose? -pregunt incrdula. Cliff acerc una silla y se sent al lado de la cama. -Por qu no me dices exactamente de qu crees que debo disculparme? Entonces lo hara encantado.-No cree que el haber dicho delante de todo el mundo que yo soy una solterona frustrada merece una disculpa? O decirme que me callara la boca delante de todos mis alumnos?-Bueno, siento mucho haberte dicho que te callaras delante de todos tus alumnos. En cuanto a lo otro...Pero Sarah dijo de repente con gesto cansado:-No lo haga. Por favor... no podramos dejar las cosas as?l le sostuvo la mirada. Entonces dijo en un tono diferente de voz, ms tranquilo:-Pero t sabes que eso no va a resolver nada, Sarah, verdad? Porque creo que eres una persona muy sincera a la que le resulta difcil no decir lo que piensa y porque yo, dentro de mis limitaciones, tambin soy as. Esto quiere decir que no podemos seguir andndonos con rodeos. Por lo menos a ti no te est haciendo ningn bien.Sarah trag saliva.-Est bien --se incorpor poco sobre las almohadas para no sentirse tan en desventaja y se alis el camisn. Despus cruz las manos frente a ella, sobre la ropa de cama-. Supongo que este tipo de cosas suceden de vez en cuando.-Te suceden a ti con frecuencia?Oh, Dios! pens ella. Por qu le estaba haciendo pasar por eso?-Tal vez no haya sido una forma muy correcta de expresarlo -dijo lentamente, aunque estaba pensando a toda prisa-. Lo que quiero decir es que la vida me ha enseado que no es muy prudente precipitar las cosas. Y yo creo... tengo la firme conviccin de que cuando... un hombre aparece en la vida de una mujer tiene que ser el hombre adecuado; tiene que ser especial y convertirse en la cosa ms importante de su vida, y si no es todas esas cosas, yo prefiero quedarme como estoy... o como estaba --aadi mirndolo con tristeza.-Ya veo -repuso l con lentitud-. Pero las cosas no suelen ser as, Sarah.-Por otra parte, tengo una conviccin igualmente firme de que, despus de haber conseguido todo lo que tengo, tirarlo por la borda por alguien como usted, a quien casi no conozco y acerca de quien, si me perdona, tengo grandes dudas, sera una enorme tontera por mi parte.-Me alegro de que por lo menos tengas dudas.Para su propio asombro, cuando advirti la expresin traviesa y divertida de Cliff, Sarah sonri.-Usted sabe lo que quiero decir.-Lo que quieres decir es que a menos que haga yo todo lo que un hombre suele hacer para conquistar a una mujer con fines matrimoniales, no ests dispuesta a tenerme en cuenta siquiera.-Eso s que suena a telenovela -replic ella, ya sin sonrer.-Pero en cualquier caso es cierto.-No se le haba ocurrido pensarlo?No, Sarah, no se me haba ocurrido -contest l con calma-. Aunque debo confesar que s he pensado que cuando no ests discutiendo conmigo, eres una persona bastante pacfica... bien organizada...-Ya me haba dicho eso antes -lo interrumpi Sarah, con considerable irona.-Y t contestaste que preferas morir a que se casaran contigo por tus habilidades domsticas. -Y no he cambiado de opinin! -aadi con rapidez--: As que ahora que ya hemos aclarado las cosas, tal vez podamos dejar de pelear.-Bueno, podemos intentarlo -Cliff se puso de pie con una enigmtica sonrisa-. Que te gustara hacer ahora?-Continuar durmiendo, supongo. No tengo muchas opciones por ahora, verdad?-Haba pensado que a lo mejor te gustara abordar otro problema, para que fueras adaptndote a la situacin.Sarah abri los ojos como platos al comprender el significado real de sus palabras.-Vyase, por favor -lo mir con amargura y pregunt-: Por qu cuando las mujeres tratamos de ser razonables sobre estas cosas, los hombres siempre se oponen?-No puedo contestar por los hombres en general, pero en este caso es posible que este hombre sepa que hay cosas que no son siempre susceptibles de ser sometidas a la razn. Ah tiene un pensamiento que puede analizar antes de dormirse, seorita Sutherland. Buenas noches. Espero que no te moleste el tobillo durante la noche.Sarah observ cmo se cerraba la puerta y suspir.

CAPITULO 4

AFORTUNADAMENTE para ella, Sarah se libr de la presencia de Cliff Wyatt durante los siguientes cuatro das. As ella pudo concentrarse en su decisin de sacar a Cliff de su cabeza. Pero era terriblemente difcil.Pens que deba tener algo que ver en eso el hecho de estar en su casa. Sospech tambin que tena mucho que ver con la seora Tibbs, que, por razones que slo ella saba, haba empezado a consultarla todo tipo de cosas, como si estuviera a cargo de la casa.A pesar de que slo poda andar con ayuda de la muleta que Charlie le haba hecho, y de que en los primeros dos das no pudo hacerlo ni siquiera con ella, el hecho de estar en la casa de Cliff la tena curiosamente fascinada, casi contra su voluntad. La impresionaba que la casa estuviera tan bien amueblada, pero que tuviera un aire impersonal. Era una casa tan maravillosa, que mereca mejor suerte, se dijo en una ocasin. Por qu ni Wendy ni Amy haban hecho nada al respecto? se pregunt. Bueno, por lo menos Wendy, se corrigi a s misma, porque haba llegado a la conclusin de que a pesar de las negativas de Cliff Wyatt de que hubiera una relacin formal entre Wendy y l, la propia Wendy tena otras ideas. Para empeorar las cosas, la seora Tibbs se dedic a la tarea de ensearlelos aparadores llenos de cristalera, cubiertos, objetos de plata, mantelera, jarrones, adornos, lmparas, y hasta cuadros guardados, todava sin desembalar.-Esta casa necesita el toque de una mujer -dijo la seora Tibbs.-Yo... esto me sorprende un poco -contest Sarah-. Quiero decir, yo pensaba que en cuanto pusiera en orden Edgeleigh... bueno, l se ira de aqu. Tengo entendido que Coorilla es su verdadero hogar.La seora Tibbs lanz un bufido.-Mire, el plan era que Coorilla fuera entregado a esa tonta de Amy y a su esposo, para que ellos vivieran all y Cliff pensaba quedarse aqu. Pero ahora que Amy se ha separado de su marido, no van a poder hacer las cosas como haban planeado.Ya veo.-Desde luego, la seorita Ojos verdes quera ayudar a decorar esta casa, pero Cliff no la alent mucho a que lo hiciera --dijo la seora Tibbs dirigindole una rpida y significativa mirada a Sarah.-As que ahora piensa que se equivoc al juzgar las intenciones de Wendy?-Nada de eso! Para ella, Cliff contina siendo un objetivo... El que Cliff se deje atrapar es otra cosa.-Porque l no la alent a...? -Sarah hizo un gesto elocuente con la mano.La seora Tibbs hizo una mueca, pareca estar luchando con el dilema de ser sincera o continuar alentndola.-Bueno, lo que le dijo Cliff a Wendy fue que hasta que no decidieran qu diablos iba a pasar con Amy, deban dejar todo tal como estaba. Pero recuerde mis palabras, Sarah, la seorita Wendy Wilson va a descubrir que no es tarea fcil pescar a Cliff Wyatt.-Bueno, eso no es asunto mo! -coment Sarah y se dio la vuelta.La seora Tibbs buf de nuevo.Durante esos cuatro das, Sarah se concentr principalmente en superar su lesin y en mantener a Sally y a Ben ocupados y contentos. La nica ocasin en la que decidi aportar algo a la casa fue la tarde del cuarto da, cuando encontr cuatro rosas preciosas en el jardn, un poco silvestre y abandonado, las cort y fue a buscar un jarrn para ellas.Aquella noche, despus de que los nios se hubieran acostado, ella estaba en la sala, de pie colocando las rosas en un jarrn de plata, cuando Cliff volvi a la casa.Sarah no lo esperaba, porque haba corrido la voz de que el grupo que haba ido a reunir el ganado no volvera hasta la maana siguiente.Cuando vio a Cliff en el umbral de la puerta, Sarah retir las manos de las flores, como si de pronto le quemaran; se puso tan nerviosa que se apoy excesivamente en el tobillo y tuvo que apoyarse bruscamente en la muleta para no perder cl equilibrio.-No lo he odo! -dijo titubeante.-Ya lo s.El tono de Cliff era cortante y su voz fra. Dej que la recorriera de abajo arriba con la mirada. Sarah llevaba una falda plisada, azul marino y un esponjoso suter blanco de angora, que ella misma se haba tejido; se haba recogido el pelo hacia atrs, con una cinta azul marino.-No lo esperbamos hasta maana --aadi ella, tratando de imitar la frialdad de su voz-. Han tenido algn problema?Despus de una pausa curiosamente tensa, Cliff contest:-S. He tenido una avera en el helicptero, as que he tenido que volver a tierra. Debas de estar muy hundida en tus pensamientos para no haber odo la camioneta.Yo... s -contest la joven con voz ronca. Tuvo la clara sensacin de que no era slo la avera del helicptero lo que le molestaba, sino tambin algo que ella haba hecho. Y aunque Sarah saba perfectamente bien por qu se haba asustado tanto al verlo, esperaba que l no lo supiera--. Creo que la seora Tibbs ya se ha ido a acostar. Puedo prepararle algo de comer? Parece cansado e irritable.-Estoy cansado e irritable -se pas la mano por el pelo--. S, Sarah, puedes hacerlo -dijo en tono cortante-. Un poco de caf y un bocadillo; tengo que volver esta misma noche en la camioneta.Se dio la vuelta y desapareci en direccin de su dormitorio.Por un momento, Sarah se qued donde estaba, con una mano en la boca y expresin de desolacin. Despus se dirigi cojeando hacia la cocina.-Gracias -dijo Cliff, cuando termin el ltimo de los sandwiches tostados de pollo que Sarah le haba preparado y termin de tomarse el caf-. Cmo va todo por aqu? -dijo de pronto.-Muy bien. Sally y Ben estn contentos. Amy ha llamado por telfono todos los das y... bueno, todo va bien -repiti.-Y qu me dices de ti?-Casi como nueva.-Cuando te has asustado al verme, no me lo has parecido. En realidad me ha dado la impresin de que el tobillo todava te molesta.Lo dijo con rudeza, como si fuera una fuente adicional de molestia para l.-Aunque as fuera, no s por qu le molesta -dijo ella con tranquilidad y le sirvi otra taza de caf.-Entonces te lo dir yo -dijo l-. Antes de verme a m, estabas totalmente sumida en tus pensamientos y parecas tranquila y feliz. De hecho, he tenido la sensacin de que pertenecas plenamente a esta casa.Sarah cerr los ojos exasperada. Cliff haba dado en el clavo. Antes de verlo, la firme rienda que Sarah haba puesto a sus sentimientos se haba escapado de sus manos brevemente y se haba entregado al placer de decorar con cuatro rosas una hermosa habitacin de una bella casa. Y era , desde luego, la razn de que hubiera reaccionado con ese aire de culpa.Y eso -continu l-, por alguna razn, me ha hecho recordar lo mucho que disfrutaste cuando te bes, Sarah, y pensar cunto me gustara volver a hacerlo, en lugar de tener que recorrer ms de treinta kilmetros para llegar al campamento, por un camino endemoniado, y a mitad de la noche. Es extrao, no te parece? --dijo en tono burln y se apoy en el respaldo de su silla, con los brazos cruzados sobre el ancho jersey gris que se haba puesto encima de la camisa y los pantalones caqui.-S que lo es -contest ella con dolor-, puesto que no pertenezco a esta casa y en ningn momento he sentido nada parecido...-Necesitaras forzar mucho tu imaginacin para sentir algo parecido? -pregunt l, arqueando irnico una ceja.-Basta! -murmur ella-. Yo estoy aqu slo porque usted mi pidi que me quedara; yo ya saba que no era lo que deba hacer... -se interrumpi bruscamente.Por ti? -sugiri l y aadi secament