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Texto: Miguel Ángel Mesa.Presentación: Asun Gutiérrez.Fotografía: Montaña de las Bienaventuranzas.Música: Barber. Adagio para cuerda.
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Felices quienes no pretenden ser más que una pizca de sal, un destello de luz, para ser la levadura de un mundo nuevo, dejando un regusto en el paladar y una brizna de esperanza
a cada persona que encuentren en su camino.
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Felices quienes se entregan generosamente en cada actividad que emprenden,
y no exigen nada a cambio. Quienes saben perdonar las debilidades
y pedir perdón por sus incoherencias.
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Felices quienes hablan siempre con sinceridad,
cuyas palabras no van más allá del sí o del no;
quienes ante una ofensa o un engaño, ofrecen siempre una amable espera
y una nueva oportunidad.
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Felices quienes tienen el amor, el servicio y la ternura Felices quienes tienen el amor, el servicio y la ternura como el ideal en su vivencia cotidiana.como el ideal en su vivencia cotidiana.
Y se esfuerzan por no odiar y dialogar, incluso con los que les hacen daño. Y se esfuerzan por no odiar y dialogar, incluso con los que les hacen daño.
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Felices quienes no desean llegar a la perfección, sino únicamente experimentar y vivir la misericordia con los demás,
aprendiendo de nuestro buen Dios, que hace salir cada día el sol sobre todos los seres humanos sin excepción.
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Felices quienes de sus buenas acciones nadie se entera, Felices quienes de sus buenas acciones nadie se entera, quienes oran al Padre en el silencio de su corazón y en el corazón de su quienes oran al Padre en el silencio de su corazón y en el corazón de su
existencia, quienes comparten buena parte de lo que tienen y sonexistencia, quienes comparten buena parte de lo que tienen y son sin dar a conocer el remitente. sin dar a conocer el remitente.
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Felices quienes tienen como su mayor tesoro no el dominar a nadie, Felices quienes tienen como su mayor tesoro no el dominar a nadie, ni el consumir cosas inútilmente, sino que su gran riqueza son los demás: ni el consumir cosas inútilmente, sino que su gran riqueza son los demás:
su familia, sus amigos, su comunidad su familia, sus amigos, su comunidad y los más débiles y marginados del mundo del que se sienten parte. y los más débiles y marginados del mundo del que se sienten parte.
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Felices quienes no se angustian ante las dificultades de la vida, sino que las afrontan con serenidad y buen ánimo,
sacando fuerzas para seguir adelante de su hondón personal y de los buenos consejos que les ofrecen quienes les quieren de verdad.
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Felices quienes no critican, ni murmuran, ni condenan, Felices quienes no critican, ni murmuran, ni condenan, sino que analizan antes sus debilidades y disculpan las de los sino que analizan antes sus debilidades y disculpan las de los
otros,otros,
mostrando en cada caso su indulgencia y consuelo.mostrando en cada caso su indulgencia y consuelo.
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Felices quienes construyen sobre la roca firme de la amistad, del cariño, de la compasión y de la solidaridad.
Aquí radica la esencia de la fraternidad universal y la regla fundamental para la convivencia:
“Todo lo queráis que hagan por vosotros, hacedlo también vosotros por ellos”.
Ahí se encuentra también la voluntad de Dios: buscar sencilla, humana y esforzadamente la felicidad y la plenitud de los
demás. En ese camino de donación encontrarán también la suya.
Miguel Ángel Mesa
Mundaka