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CENTRO DE ACTUALIZACIÓN DEL MAGISTERIO EN ZACATECAS
LICENCIATURA EN ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DEL ESPAÑOL EN
EDUCACIÓN SECUNDARIA
III Semestre
CICLO ESCOLAR 2019-2020
TEXTO ARGUMENTATIVO SOBRE
LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
Nombre de la Alumna: Elizabeth Arenas Castrejón
Curso: Práctica docente en el aula
Impartido por: Mtra. Cruz Eréndida Vidaña Dávila
Zacatecas, Zac., 08 de noviembre del 2020.
Introducción
A continuación es presentado el siguiente trabajo correspondiente al producto final de la
primera unidad del curso Práctica docente en el aula, el propósito del mismo es argumentar
la importancia de llevar a cabo el estudio de la investigación acción, el cual es elaborado a
partir de la consulta de diversas fuentes que permitieron reflexionar y profundizar en el tema,
comprendiendo así los elementos fundamentales que lo componen y que requiere este
proceso para la resolución de problemas que pudieran presentarse a la hora de la práctica en
la función de un profesor, situación que resulta ser de interés personal para conocer, entender
y desarrollar habilidades que permitan en un futuro mejorar como docente las prácticas
educativas, así mismo se le invita al lector para adentrarse en este tema y consolide sus
conocimientos a través de la siguiente argumentación que procura llevarlo a percibir la
importancia de la investigación-acción.
En primer lugar se encuentra el propósito y la utilidad de este tipo de investigación y
enseguida se integran algunos conceptos de varios autores que detallan la intención de la
investigación acción y con el soporte de estos mismos es construido uno propio a manera de
reflexión, posteriormente se localiza un análisis referente a la importancia de este estudio y
es argumentado de qué manera favorece la práctica reflexiva del profesor en los centros
educativos, además de explicar las diferencias que existen con otro tipo de investigaciones.
En segundo plano aparece un cuadro comparativo que permite visualizar diferencias y
similitudes, características y los procesos que proponen los modelos de la investigación
acción, a través de su elaboración es viable manifestar porqué uno de ellos es seleccionado
para emplear en la problemática detectada en la primer Jornada de prácticas y su forma de
implementar en la siguiente que corresponde al mes de noviembre.
Por último es presentada una conclusión que aborda de manera general la importancia de la
investigación acción en la práctica docente.
La investigación-acción
Para explicar de manera más profunda el proceso de la investigación-acción y su importancia,
es necesario comenzar agregando su propósito, el cual lo encontramos detallado de esta
manera: “El propósito fundamental de la investigación-acción no es tanto la generación de
conocimiento como el cuestionar las prácticas sociales y los valores que las integran con la
finalidad de explicitarlos. La investigación-acción es un poderoso instrumento para
reconstruir las prácticas y los discursos sociales. Se propone mejorar la educación a través
del cambio y aprender a partir de las consecuencias de los cambios” (Latorre, 2005, p. 27)
por tanto la utilidad de este tipo de investigación se basa en que sirven o son funcionales para
poder “obtener información retrospectiva acerca de un fenómeno, situación o programa y, en
ocasiones, la única fuente para acceder a una determinada información. Tal sería el caso si
queremos iniciar una evaluación para comprender por qué un programa presenta unas
determinadas características. El análisis de los documentos nos permitiría conocer el
propósito, la justificación y la historia del programa” (Ibídem). Es por ello que los
profesionales en la educación deberían sustentar sus prácticas a través de esta investigación
para poder tener la posibilidad de detectar problemáticas y darles solución por medio de la
información retrospectiva de la misma.
Existen autores que definen la investigación-acción desde diversos panoramas, como Kurt
Lewin quien acuñó este término señala que “se trata de una actividad emprendida por grupos
o comunidades con objeto de modificar sus circunstancias de acuerdo con una concepción
compartida por sus miembros de los valores humanos. Refuerza y mantiene el sentido de
comunidad, como medio para conseguir el bien común, en vez de promover el bien
exclusivamente individual” (Elliot, 2000, p.15), al paso del tiempo reaparecen nuevas
concepciones de la misma, una de ellas es la que plantea Bartolomé, para él, “es un proceso
reflexivo que vincula dinámicamente la investigación, la acción y la formación, realizada por
profesionales de las ciencias sociales, acerca de su propia práctica. Se lleva a cabo en equipo,
con o sin ayuda de un facilitador externo al grupo” (Latorre, 2005, p. 24) y enseguida Elliot
retoma y construye una definición más completa de la misma, lo interesante aquí es que este
autor nos introduce al tema de la generación de un cambio, pues en su concepción abarca que
es “un estudio de una situación social con el fin de mejorar la calidad de la acción dentro de
la misma. La entiende como una reflexión sobre las acciones humanas y las situaciones
sociales vividas por el profesorado que tiene como objetivo ampliar la comprensión de los
docentes de sus problemas prácticos. Las acciones van encaminadas a modificar la situación
una vez que se logre una comprensión más profunda de los problemas (Ibídem).
Al analizar las ideas de estos autores es evidente que la investigación-acción concierne
aplicarla en el campo educativo para investigar cómo es realizada la propia actividad del
profesor en sus clases, es decir, de qué manera impacta la forma en que brinda a los alumnos
los contenidos y qué actitudes, valores y pensamientos les muestra, pero infiere en que es
necesario hacer uso de la reflexión para lograr entender este punto, otro aspecto relevante es
que se centra en la búsqueda de mejoras continuas, lo cual quiere decir que no interesa solo
conocer cómo son sus prácticas sino que también se preocupa por mejorarlas en el ambiente
grupal y no debe enfocarse a resolver la necesidad o problemática de un solo estudiante como
bien lo menciona Lewin.
Conforme a lo anterior, una propia construcción de lo que es la investigación-acción en el
campo educativo sería la siguiente: es el análisis de una acción o ciertas acciones que ejecuta
el profesor frente a sus alumnos al impartir sus clases, permite indagar a profundidad los
obstáculos y facilitadores que se le presentan para llevar a cabo un óptimo proceso de
enseñanza-aprendizaje relacionado simultáneamente con la interacción y comunicación que
tiene con sus alumnos, esto a través de la propia reflexión, la cual se logra obtener por medio
de la realización de diversas técnicas que dirigen un proceso de planificación y siguen un
proceso cíclico, este último está orientado a direccionar sus acciones hacia una perspectiva
modificadora para conseguir mejores resultados en el rendimiento y aprovechamiento de las
clases.
Las características de este tipo de investigación las encontramos de manera muy detallada en
el libro de Jhon Elliot “La investigación acción en educación”, y al examinarlas permiten
comprender su importancia y el efecto que tiene en el profesorado, las cuales precisan lo
siguiente:
1. La investigación-acción analiza las acciones humanas y las situaciones sociales
experimentadas por los profesores.
2. El propósito consiste en profundizar la comprensión del profesor (diagnóstico) de su
problema. Por tanto, adopta una postura exploratoria frente a cualesquiera
definiciones iniciales de su propia situación que el profesor pueda mantener.
3. La investigación-acción adopta una postura teórica según la cual la acción
emprendida para cambiar la situación se suspende temporalmente hasta conseguir
una comprensión más profunda del problema práctico en cuestión.
4. Al explicar "lo que sucede", la investigación-acción construye un "guión" sobre el
hecho en cuestión, relacionándolo con un contexto de contingencias mutuamente
interdependientes, o sea, hechos que se agrupan porque la ocurrencia de uno depende
de la aparición de los demás.
5. La investigación-acción interpreta "lo que ocurre" desde el punto de vista de quienes
actúan e interactúan en la situación problema, por ejemplo, profesores y alumnos,
profesores y director.
6. Como la investigación-acción considera la situación desde el punto de vista de los
participantes, describirá y explicará "lo que sucede" con el mismo lenguaje utilizado
por ellos; o sea, con el lenguaje de sentido común que la gente usa para describir y
explicar las acciones humanas y las situaciones sociales en la vida diaria.
7. Como la investigación-acción contempla los problemas desde el punto de vista de
quienes están implicados en ellos, sólo puede ser válida a través del diálogo libre de
trabas con ellos.
8. Como la investigación-acción incluye el diálogo libre de trabas entre el
"investigador" (se trate de un extraño o de un profesor/investigador) y los
participantes, debe haber un flujo libre de información entre ellos (Elliot, 2000, pp.
5-6).
Por tanto la investigación-acción es sumamente significativa para un docente puesto que, a
través de ella puede detectar y darle solución a problemáticas presentadas en su práctica,
tiene la opción de corregir algunos tropiezos que dificultan el entendimiento con sus alumnos
y a medida de que va reflexionando sobre sus propios errores, aprende a transformarlos, por
ello es que el proceso de la investigación-acción posee una gran importancia, permite al
profesor cambiar, evolucionar e innovar su forma de brindar las clases, lo importante es que
aprenda a modificar sus costumbres, hábitos, actitudes y valores, sin embargo, para ello se
requiere tomar una postura accesible, es decir, estar abierto a la aceptación de sugerencias,
consejos, opiniones de otros colegas y mismos estudiantes, en sí de las personas involucradas
para entender desde su perspectiva las posibles fallas sobre su práctica y para conocer el
punto de vista desde otro ángulo, de otra manera resulta complicado que logre profundizar
en la reflexión, aspecto al que se le da mayor peso por su capacidad de entendimiento a la
práctica realizada. Al considerar todo esto, se llega a la conclusión de que el trabajo de la
investigación-acción no es una tarea fácil, requiere llevar a cabo desde la demostración y
desempeño de aptitudes y actitudes como el desarrollo de habilidades encaminadas a buscar
mejorar la práctica, lo cual implica diseñar estrategias y actividades enfocadas a lograr dicho
propósito que exige al profesor realizar un análisis profundo del problema y de las personas
implicadas.
Y como bien lo ha manifestado Elliot en algunas de sus obras, el trabajar desde las
perspectivas del paradigma de investigación-acción en la práctica educativa resulta muy
prometedor, por el hecho de que la práctica reflexiva del profesor favorece ampliamente el
proceso de enseñanza en los centros educativos, dichos beneficios recaen en que el propio
profesor puede conseguir mantener el control sobre sus prácticas profesionales, organizar la
información recabada sobre posibles problemáticas y la implementación de estrategias para
generar el cambio en las mismas, incluso si se lo propone puede conseguir a través de ello
crear un lazo más estrecho donde tiene cavidad la comunicación, empatía e interacción con
el alumnado, este último aspecto también resulta muy favorecedor porque así se facilita la
generación de conocimientos en los estudiantes y puede verse reflejado en su rendimiento
escolar y participación en clase.
Cabe resaltar que siempre van a existir problemáticas en todas las instituciones educativas,
es por ello que se debería efectuar como rutina la aplicación de la investigación-acción,
considerando que ésta puede ser un medio para estabilizar los problemas detectados y a su
vez los actores escolares se dedican a mejorar el ejercicio de las prácticas educativas para
brindar un servicio de mayor calidad, como afirma Handy “la organización logra el éxito no
por la adopción de una forma pura, sino por la adecuada mezcla. El problema de
institucionalizar una cultura de tarea que apoye la investigación-acción educativa no consiste
en desechar la emergente cultura del rol, sino en descubrir cómo implantar aquélla de manera
que viva en una postura dialéctica fructífera con la última, sin resultar ahogada por ella”
(Elliot, 2000, p. 20).
Es necesario aclarar que existen otro tipo de investigaciones destinadas al campo educativo,
sin embargo, la de acción como su nombre lo dice se diferencia de las demás por que pretende
llegar a valerse de acciones a través de la ejecución y diseño de un plan enfocado a lograr un
cambio que mejore la práctica educativa, otro de los rasgos importantes de la investigación-
acción es que se tome en cuenta el análisis y reflexión durante el proceso, interesa también
incluir valores individuales, pues se refiere a una investigación sobre la persona, en el sentido
de que los profesionales investigan sus propias acciones.
A partir de lo que señala Pring (2000) pueden rescatarse además de lo anterior, cuatro
particularidades que otras investigaciones no sostienen, las cuales expresan que esta
investigación es:
Cíclica, recursiva. Pasos similares tienden a repetirse en una secuencia
similar.
Participativa. Los clientes e informantes se implican como socios, o al menos
como participantes activos, en el proceso de investigación.
Cualitativa. Trata más con el lenguaje que con los números.
Reflexiva. La reflexión crítica sobre el proceso y los resultados son partes
importantes de cada ciclo (Latorre, 2005, p. 28).
Por último es necesario agregar que este tipo de investigación integra cuatro modelos,
formulados por Lewin, Kemmis, Elliot y Whitehead, estos autores brindan una opinión
diferente de acuerdo a cómo es posible llevar a cabo la investigación siguiendo una serie de
acciones que ellos mismos proponen, tales modelos son presentados a continuación en el
siguiente cuadro comparativo, donde se encuentran detalladas las características de cada uno,
además se identifican en él las diferencias, similitudes y el proceso sugerido a realizar, al
analizarlo se puede observar claramente que los autores coinciden en la forma de estructurar
tal modelo pero cada uno diseña el planteamiento en distinto orden.
Modelos de la investigación-acción
Modelos de
investigación-
acción
Modelo de Lewin Modelo de Kemmis Modelo de Elliot Modelo de Whitehead
Características
Describió la investigación-
acción como ciclos de
acción reflexiva. Cada ciclo
se compone de una serie de
pasos: planificación, acción
y evaluación de la acción.
Comienza con una idea
general sobre un tema de
interés sobre el que se
elabora un plan de acción.
La organiza sobre dos ejes:
uno estratégico, constituido
por la acción y la reflexión;
y otro organizativo,
constituido por la
planificación y la
observación. Ambas
dimensiones están en
continua interacción, de
manera que se establece
una dinámica que
contribuye a resolver los
problemas y a comprender
las prácticas que tienen
lugar en la vida cotidiana de
la escuela.
Toma como punto de
partida el modelo cíclico
de Lewin, comprende
tres momentos: elaborar
un plan, ponerlo en
marcha y evaluarlo;
rectificar el plan, ponerlo
en marcha y evaluarlo, y
así sucesivamente.
Crítico con las propuestas
de Kemmís y de Elliott por
entender que se alejan
bastante de la realidad
educativa convirtiéndose
más en un ejercicio
académico que en un
modelo que permita
mejorar la relación entre
teoría educativa y
autodesarrollo profesional,
propone una espiral de
ciclos.
Proceso a seguir Exploración de una idea
inicial, poner en marcha el
plan general y evaluarlo.
Rectificar el plan y repetir
la acción de evaluar.
Planifica, actúa, observa y
reflexiona. Revisa y
replantea el plan para
reconstruir nuevamente
estrategias.
Identificar una idea
general, describir e
interpretar el problema a
investigar, exploración o
planteamiento de las
hipótesis de acción como
acciones que hay que
realizar para cambiar la
práctica y construcción
del plan de acción.
Experimentar un problema,
imaginar la solución del
mismo, ponerla en práctica,
evaluar los resultados y
modificar la práctica.
Diferencias El modelo de Kemmis no integra la evaluación como una de sus fases a diferencia de los demás, asimismo no todos
construyen el plan de acción conforme al planteamiento de hipótesis. A Elliot le interesa añadir la explicación de fallos
encontrados en la implementación punto que no abordan los otros autores y Whitehead se preocupa por relacionar la
teoría con el autodesarrollo personal mientras que los demás expresan un ejercicio puramente de reflexión.
Similitudes Los cuatro modelos desarrollan un plan de acción para mejorar algo que ya ocurre o una problemática detectada, siguen
un proceso cíclico y hacen uso de la reflexión.
A continuación son integradas las representaciones que corresponden al proceso de cada
modelo que proponen los autores para llevar a cabo la investigación-acción, con el propósito
de dejar una idea más clara sobre los pasos o fases a seguir con cada uno.
Representación #1. Modelo de investigación-acción de Lewin (1946).
El modelo de Lewin se basa en buscar una idea central de la cual partir para diseñar un plan
general, en este caso sería el plan de acción que busca darle solución al fenómeno detectado
y poner en marcha las estrategias con las que se procura lograr, una vez realizado el plan es
necesario hacer uso de la evaluación para identificar los progresos obtenidos. Posteriormente
plantea llevar un proceso cíclico a través de la rectificación del plan para volver a evaluar
aspectos relevantes ocurridos en la investigación.
Representación #2. Modelo de investigación-acción de Kemmis (1989).
Kemmis plantea en su modelo el seguimiento de tres ciclos, el primero está encaminado a
planear, es decir elaborar las actividades a realizar para resolver los problemas de la escuela
que se pudieran presentar y actuar seguido de ello, en el segundo ciclo conviene revisar a
detalle el plan para replantear las acciones que no tuvieron impacto, iniciando así ya un nuevo
ciclo revirtiendo dicho plan y por último en su fase tres se enfoca a organizar el proceso sobre
dos ejes fundamentales, tomando una perspectiva que son estratégica, constituida por la
acción y la reflexión y la otra organizativa, constituida por la planificación y la observación.
Representación #3. Modelo de investigación-acción de Elliot (1993).
Al igual que Kemmis, Elliot propone la composición de tres ciclos, en el primero se debe
elegir una idea inicial deseada a mejorar, se descubren y analizan los hechos de tal idea para
comenzar a elaborar un plan general e implementarlo, enseguida conviene revisar los efectos
obtenidos al haberlo llevado a cabo y como investigador es necesario al final de este ciclo
reconocer los fallos que tuvo el plan y los efectos generados para corregirlo sin olvidar la
revisión de la idea central. En el segundo ciclo al haber corregido el plan es posible volver
repetir las mismas acciones del primero, es decir, se revisa la implementación y explica el
tipo de fallos encontrados y en el tercero se continúa con los mismos pasos, teniendo siempre
en cuenta la idea general.
Representación #4. Modelo de investigación-acción de Whitehead (1989).
Para Whitehead resulta imprescindible ponerse en el lugar o sentir el problema detectado, así
que partió de esta acción para llevar a cabo el proceso de la investigación, la segunda fase se
enfoca a la mejora del problema debido a que debe imaginarse la solución, se pasa directo a
ponerla en práctica sin ninguna elaboración de plan general. Enseguida evalúa los resultados
alcanzados de las acciones llevadas a cabo para darle solución y por último se encamina a
modificar la práctica conforme a los resultados obtenidos.
Al haber analizado y comprendido los modelos anteriores es posible seleccionar ahora uno
de ellos para aplicarlo en la problemática que fue detectada en la primer Jornada de prácticas
que se llevó a cabo de manera virtual con el grupo de 1: D, perteneciente a la Escuela
Secundaria General Prof. Armando Cruz Palomino ubicada en el municipio de Jerez De
García Salinas, Zacatecas. Al estar inmersa en los grupos de whatsApp y la plataforma de
Classroom fue que se observó la dinámica que se maneja dentro del grupo y se identificó tal
problema, el cual es: Nula comunicación entre la relación alumno-docente, debido a que
no existe una relación de interacción ni de comunicación entre los alumnos y la maestra
titular del grupo, ella se encarga de enviar las actividades semanalmente y cada que pueden
y por el medio que tienen acceso ellos envían evidencias de los trabajos, por tanto no se
observa una explicación detallada de tareas, la expresión de inquietudes, dudas,
sugerencias y lo que resulta más grave no se les brinda a los alumnos ninguna clase por
medio de alguna aplicación, esto se debe al tipo de contexto en el que se sitúan los
estudiantes, pues de acuerdo a lo que manifiesta la maestra no todos tienen la
disponibilidad ni el recurso para conectarse constantemente, además de que existen
alumnos que tienen otras obligaciones aparte del cumplimiento escolar como es el
dedicarse a laborar en el campo, lo cual les absorbe gran parte de su tiempo.
Por tanto resulta conveniente implementar el modelo que propone Lewin que de acuerdo
a su metodología, se debe partir de una idea general a través de la búsqueda de hechos, la
cual es la problemática manifestada en los renglones anteriores, enseguida se pretende
pasar a elaborar el plan de acción como lo indica este autor sería la fase dos, estaría
dirigido a tratar este problema teniendo en cuenta las posibilidades y limitaciones, un
ejemplo de este último sería la conexión a internet y que no todos los estudiantes cuentan
con un dispositivo para estar interactuando de manera activa dentro del grupo, al tener
bien trazados estos dos puntos ahora si es prudente diseñar estrategias a realizar para lograr
la solución y el cambio, aspectos que siguen siendo parte del plan general, finalmente al
haber ejecutado el plan es necesario recurrir a la fase tres, en donde Lewin señala evaluar
el proceso, lo cual servirá para llegar a la comprensión y reflexión de las situaciones que
se alcanzaron a mejorar, además de las posibles complicaciones que volvieron a surgir y
que limitaron el trabajo para considerar modificarlas en la próxima Jornada buscando así
llegar a la última fase que es rectificar el plan y repetir la acción de evaluar para cumplir
con el proceso cíclico que nos sugiere este autor.
Este ciclo se pretende implementar en las siguientes Jornadas de prácticas con el grupo
asignado de la siguiente manera:
En un primer momento se diseñará el plan de acción integrando estrategias encaminadas
a llevar a cabo sesiones virtuales con los alumnos solicitando la autorización de la maestra
titular e invitándola a estar presente, buscando que los estudiantes se presenten y dialoguen
sobre sus gustos y hobbies para crear un espacio de confianza, que expresen sus
inquietudes sobre el contenido trabajado y sugieran horarios para conectarse en lo
posterior. Así mismo encontrar la manera de acercarme a los padres de familia por medio
del grupo de WhatsAp para brindarles apoyo a ellos y a sus hijos en cuanto al tema de la
realización de trabajos que resultan doblemente complicados con esta nueva realidad
virtual en su proceso de aprendizaje, esto a través de la comunicación constante por el
grupo.
Solicitar a los alumnos que elaboren un producto relacionado a redactar las complicaciones
que se les han presentado al elaborar las tareas, las dudas y las emociones que han surgido
en ellos para tratar el tema en sesiones virtuales y la forma de evaluar sería tomando en
cuenta la asistencia y participación obtenida de los estudiantes en las reuniones virtuales,
si los productos cumplen con los indicadores propuestos y al identificar cuántos alumnos
a partir de las reuniones escriben comentarios en el grupo de WhatsAapp.
Se tiene pensado llevar a cabo en la práctica correspondiente al mes de noviembre y la
rectificación del plan sería al término de esta para volver a aplicar las acciones en la
próxima y evaluar reiteradamente los logros, esperando como futura docente poder aportar
con pequeñas acciones para generar un cambio que pueda beneficiar la comunicación en
esta situación actual.
Conclusión
Al revisar los elementos de la investigación-acción y sus características se puede concluir
que es una herramienta fundamental y muy importante en la práctica docente, puesto que nos
permite mejorar como profesionales y visualizar nuestros propios errores y fallas a la hora
de brindar una clase, además al aplicarla en nuestra práctica diaria podemos llegar a entender
mejor a nuestros estudiantes, cosa que es indispensable para ayudarlos a progresar sin olvidar
que debemos tomar un papel de guía en su proceso y ser facilitadores de conocimiento, nos
ayuda también a modificar nuestras propias concepciones de algunas situaciones, poner en
práctica valores y cambiar costumbres, lo cual hace que exista una transformación e
innovación en el ambiente del aula y que los alumnos abandonen la rutina mostrándose
interesados, activos y participativos.
También es importante porque nos ayuda a ser más abiertos y reflexivos aceptando
sugerencias de nuestro trabajo por parte de otros profesionales o colegas y esto puede ser
muy favorecedor porque conforme a la experiencia de otros se puede rescatar la forma en
que ellos les funcionó hacer tal cosa o llevar a cabo las soluciones que nos brindan, por todo
esto es que considero que la investigación-acción es una propuesta muy eficaz para emplear
cuando nos encontremos atrapados en una problemática a la hora de nuestra práctica
educativa.
Bibliografía
Elliot, J. (2000). La investigación-acción en educación: Morata, S.L.
Latorre, A. (2005). La investigación-acción. Conocer y cambiar la práctica educativa,
Barcelona: Graó