texos selectividad

Upload: malditasmatematicas2859

Post on 30-May-2018

223 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    1/8

    NIETZSCHE, F

    El crepsculo de los dolos (1888).La "razn" en la filosofa

    1Me pregunta usted qu cosas son idiosincrasia en los filsofos?... Por ejemplo,

    su falta de sentido histrico, su odio a la nocin misma de devenir, su egipticismo. Elloscreen otorgar un honor a una cosa cuando la deshistorizan, sub specie aeterni [desde la

    perspectiva de lo eterno], cuando hacen de ella una momia. Todo lo que los filsofoshan venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales; de sus manosno sali vivo nada real. Matan, rellenan de paja, esos seores idlatras de los conceptos,cuando adoran, - se vuelven mortalmente peligrosos para todo, cuando adoran. La muer-

    te, el cambio, la vejez, as como la procreacin y el crecimiento son para ellosobjeciones, - incluso refutaciones. Lo que es no deviene; lo que deviene no es... Ahora

    bien, todos ellos creen, incluso con desesperacin, en lo que es. Mas como no puedenapoderarse de ello, buscan razones de por qu se les retiene. "Tiene que haber unailusin, un engao en el hecho de que no percibamos lo que es: dnde se esconde elengaador? - "Lo tenemos, gritan dichosos, es la sensibilidad! Estos sentidos, quetambin en otros aspectos son tan inmorales, nos engaan acerca del mundo verdadero.Moraleja: deshacerse del engao de los sentidos, del devenir, de la historia [Historie], dela mentira, - la historia no es ms que fe en los sentidos, fe en la mentira. Moraleja:decir no a todo lo que otorga fe a los sentidos, a todo el resto de la humanidad: todo les "pueblo". Ser filsofo, ser momia, representar el montono-tesmo con una mmicade sepulturero! - Y, sobre todo, fuera el cuerpo, esa lamentable ide fixe [idea fija] delos sentidos!, sujeto a todos los errores de la lgica que existen, refutado, inclusoimposible, aun cuando es lo bastante insolente para comportarse como si fuera real! ... "

    2

    Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Herclito. Mientras que el

    resto del pueblo de los filsofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque stosmostraban pluralidad y modificacin, l rechaz su testimonio porque mostraban lascosas como si tuviesen duracin y unidad. Tambin Herclito fue injusto con los

    sentidos. Estos no mienten ni del modo como creen los elatas ni del modo como creal, - no mienten de ninguna manera. Lo que nosotros hacemos. de su testimonio, eso eslo que introduce la mentira, por ejemplo la mentira de la unidad, la mentira de lacoseidad, de la sustancia, de la duracin... La "razn" es la causa de que nosotrosfalseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el devenir, el perecer, el cambio, lossentidos no mienten... Pero Herclito tendr eternamente razn al decir que el ser es unaficcin vaca. El mundo "aparente" es el nico: el "mundo verdadero" no es ms que unaadido mentiroso...

    3

    1

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    2/8

    - Y qu sutiles instrumentos de observacin tenemos en nuestros sentidos! Esanariz, por ejemplo de la que ningn filsofo ha hablado todava con veneracin ygratitud, es hasta este momento incluso el ms delicado de los instrumentos que estn anuestra disposicin: es capaz de registrar incluso diferencias mnimas de movimientoque ni siquiera el espectroscopio registra. Hoy nosotros poseemos ciencia exactamente

    en la medida en que nos hemos decidido a aceptar el testimonio de los sentidos, - enque hemos aprendido a seguir aguzndolos, armndolos, pensndolos hasta el final. Elresto es un aborto y todava-no-ciencia: quiero decir, metafsica, teologa, psicologa,teora del conocimiento. 0 ciencia formal, teora de los signos: como la lgica, y esalgica aplicada, la matemtica. En ellas la realidad no llega a aparecer, ni siquiera como

    problema; y tampoco como la cuestin de qu valor tiene en general eseconvencionalismo de signos que es la lgica.-

    4

    La otra idiosincrasia de los filsofos no es menos peligrosa: consiste enconfundir lo ltimo y lo primero. Ponen al comienzo, como comienzo, lo que viene alfinal - por desgracia!, pues no debera siquiera venir!- los "conceptos supremos", esdecir, los conceptos ms generales, los ms vacos, el ltimo humo de la realidad que seevapora. Esto es, una vez ms, slo expresin de su modo de venerar: a lo superior no lees lcito provenir de lo inferior, no le es lcito provenir de nada... Moraleja: todo lo quees de primer rango tiene que ser causa sui [causa de s mismo]. El proceder de algodistinto es considerado como una objecin, como algo que pone en entredicho el valor.Todos los valores supremos son de primer rango, ninguno de los conceptos supremos, loexistente, lo incondicionado, lo bueno, lo verdadero, lo perfecto - ninguno de ellos

    puede haber devenido, por consiguiente tiene que ser causa sui. Mas ninguna de esascosas puede ser tampoco desigual una de otra, no puede estar en contradiccin consigomisma... Con esto tienen los filsofos su estupendo concepto "Dios"... Lo ltimo, lo mstenue, lo ms vaco es puesto como lo primero, como causa en s, como ensrealissimum [ente realsimo]... (Que la humanidad haya tenido que tomar en serio lasdolencias cerebrales de unos enfermos tejedores de telaraas! - Y lo ha pagado caro! ...

    5

    - Contrapongamos a esto, por fin, el modo tan distinto como nosotros (-digonosotros por cortesa ...) vemos el problema del error y de la apariencia. En otro tiempose tomaba la modificacin, el cambio, el devenir en general como prueba de apariencia,

    como signo de que ah tiene que haber algo que nos induce a error. Hoy, a la inversa, enla exacta medida en que el prejuicio de la razn nos fuerza a asignar unidad, identidad,duracin, sustancia, causa, coseidad, ser, nos vemos en cierto modo cogidos en el error,necesitados al error; aun cuando, basndonos en una verificacin rigurosa, dentro denosotros estemos muy seguros de que es ah donde est el error. Ocurre con esto lomismo que con los movimientos de una gran constelacin: en stos el error tiene comoabogado permanente a nuestro ojo, all a nuestro lenguaje. Por su gnesis el lenguaje

    pertenece a la poca de la forma ms rudimentaria de psicologa: penetramos en unfetichismo grosero cuando adquirimos consciencia de los presupuestos bsicos de lametafsica del lenguaje, dicho con claridad: de la razn. Ese fetichismo ve en todas

    partes agentes y acciones: cree que la voluntad es la causa en general, cree en el "yo",

    cree que el yo es un ser, que el yo es una sustancia, y proyecta sobre todas las cosas lacreencia en la sustancia-yo -as es como crea el concepto "cosa"... El ser es aadido con

    2

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    3/8

    el pensamiento, es introducido subrepticiamente en todas partes como causa; delconcepto "yo" es del que se sigue, como derivado, el concepto "ser"... Al comienzo estese grande y funesto error de que la voluntad es algo que produce efectos,- de que lavoluntad es una facultad... Hoy sabemos que no es ms que una palabra... Mucho mstarde, en un mundo mil veces ms ilustrado, lleg a la consciencia de los filsofos, para

    su sorpresa, la seguridad, la certeza subjetiva en el manejo de las categoras de la razn:ellos sacaron la conclusin de que esas categoras no podan proceder de la empiria, - laempiria entera, decan, est, en efecto, en contradiccin con ellas. De dnde proceden,

    pues? - Y tanto en India como en Grecia se cometi el mismo error: "nosotros tenemosque haber habitado ya alguna vez en un mundo ms alto (- en lugar de en un mundomucho ms bajo: lo cual habra sido la verdad! ), nosotros tenemos que haber sidodivinos, (pues poseemos la razn!"... De hecho, hasta ahora nada ha tenido una fuerza

    persuasiva ms ingenua que el error acerca del ser, tal como fue formulado, porejemplo, por los elatas: ese error tiene en favor suyo, en efecto, cada palabra, cadafrase que nosotros pronunciamos! -Tambin los adversarios de los elatas sucumbierona la seduccin de su concepto de ser: entre otros Demcrito, cuando invent su tomo...

    La "razn" en el lenguaje: oh, qu vieja hembra engaadora! Temo que no vamos adesembarazarnos de Dios porque continuamos creyendo en la gramtica...

    6Se me estar agradecido si condenso un conocimiento tan esencial, tan nuevo,

    en cuatro tesis: as facilito la comprensin, as provoco la contradiccin.Primera tesis. Las razones por las que "este" mundo ha sido calificado de

    aparente fundamentan, antes bien, su realidad, -otra especie distinta de realidad esabsolutamente indemostrable.

    Segunda tesis. Los signos distintivos que han sido asignados al "ser verdadero"

    de las cosas son los signos distintivos del no-ser, de la nada, -a base de ponerlo encontradiccin con el mundo real es como se ha construido el "mundo verdadero": unmundo aparente de hecho, en cuanto es meramente una ilusin ptico-moral.

    Tercera tesis. Inventar fbulas acerca de "otro" mundo distinto de ste no tienesentido, presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia, deempequeecimiento, de recelo frente a la vida: en este ltimo caso tomamos venganzade la vida con la fantasmagora de "otra" vida distinta de sta, "mejor" que sta.

    Cuarta tesis. Dividir el mundo en un mundo "verdadero" y en un mundo"aparente", ya sea al modo del cristianismo, ya sea al modo de Kant (en ltima instancia,un cristiano alevoso), es nicamente una sugestin de la dcadence, -un sntoma de vidadescendente... El hecho de que el artista estime ms la apariencia que la realidad noconstituye una objecin contra esta tesis. Pues "la apariencia" significa aqu la realidaduna vez ms, slo que seleccionada, reforzada, corregida... El artista trgico no es un

    pesimista, -dice precisamente s incluso a todo lo problemtico y terrible, es dionisaco...

    Cmo el "mundo verdadero" acab convirtindose en una fbula

    3

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    4/8

    ORTEGA Y GASSET, J

    El tema de nuestro tiempo.

    "LA DOCTRINA DEL PUNTO DE VISTA"

    Contraponer la cultura a la vida y reclamar para sta la plenitud de sus derechosfrente a aqulla no es hacer profesin de fe anticultural. Si se interpreta as lo dichoanteriormente, se practica una perfecta tergiversacin. Quedan intactos los valores de lacultura; nicamente se niega su exclusivismo. Durante siglos se viene hablandoexclusivamente de la necesidad que la vida tiene de la cultura. Sin desvirtuar lo msmnimo esta necesidad, se sostiene aqu que la cultura no necesita menos de la vida.Ambos poderes -el inmanente de lo biolgico y el trascendente de la cultura- quedan deesta suerte cara a cara, con iguales ttulos, sin supeditacin del uno al otro. Es te trato

    leal de ambos permite plantear de una manera clara el problema de sus relaciones ypreparar una sntesis ms franca y slida. Por consiguiente, lo dicho hasta aqu es slopreparacin para esa sntesis en que culturalismo y vitalismo, al fundirse, desaparecen.

    Recurdese el comienzo de este estudio. La tradicin moderna nos ofrece dos

    maneras opuestas de hacer frente a la antinomia entre vida y cultura. Una de ellas, elracionalismo, para salvar la cultura niega todo sentido a la vida. La otra, el relativismo,ensaya la operacin inversa: desvanece el valor objetivo de la cultura para dejar paso ala vida. Ambas soluciones, que a las generaciones anteriores parecan suficientes, noencuentran eco en nuestra sensibilidad. Una y otra viven a costa de ceguerascomplementarias. Como nuestro tiempo no padece esas obnubilaciones, como se ve contoda claridad en el sentido de ambas potencias litigantes, ni se aviene a aceptar que laverdad, que la justicia, que la belleza no existen, ni a olvidarse de que para existirnecesitan el soporte de la vitalidad.

    Aclaremos este punto concretndonos a la porcin mejor definible de la cultura:

    el conocimiento.El conocimiento es la adquisicin de verdades, y en las verdades se nos

    manifiesta el universo trascendente (transubjetivo) de la realidad. Las verdades soneternas, nicas e invariables. Cmo es posible su insaculacin dentro del sujeto?. La

    respuesta del Racionalismo es taxativa: slo es posible el conocimiento si la realidadpuede penetrar en l sin la menor deformacin. El sujeto tiene, pues, que ser un mediotransparente, sin peculiaridad o color alguno, ayer igual a hoy y maana -por tanto,ultravital y extrahistrico. Vida es peculiaridad, cambio, desarrollo; en una palabra:historia.

    La respuesta del relativismo no es menos taxativa. El conocimiento es

    imposible; no hay una realidad trascendente, porque todo sujeto real es un recintopeculiarmente modelado. Al entrar en l la realidad se deformara, y esta deformacinindividual sera lo que cada ser tomase por la pretendida realidad.

    Es interesante advertir cmo en estos ltimos tiempos, sin comn acuerdo nipremeditacin, psicologa, y teora del conocimiento, al revisar los hechos

    4

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    5/8

    de que ambas actitudes partan, han tenido que rectificarlos, coincidiendo en una nuevamanera de plantear la cuestin.

    El sujeto, ni es un medio transparente, un "yo puro" idntico e invariable, ni su

    recepcin de la realidad produce en sta deformaciones. Los hechos imponen una

    tercera opinin, sntesis ejemplar de ambas. Cuando se interpone un cedazo o retculaen una corriente, deja pasar unas cosas y detiene otras; se dir que las selecciona, perono que las deforma. Esta es la funcin del sujeto, del ser viviente ante la realidadcsmica que le circunda. Ni se deja traspasar sin ms ni ms por ella, como aconteceraal imaginario ente racional creado por las definiciones racionalistas, ni finge l unarealidad ilusoria. Su funcin es claramente selectiva. De la infinidad de los elementosque integran la realidad, el individuo, aparato receptor, deja pasar un cierto nmero deellos, cuya forma y contenido coinciden con las mallas de su retcula sensible. Lasdems cosas- fenmenos, hechos, verdades- quedan fueran, ignoradas, no percibidas.

    Un ejemplo elemental y puramente fisiolgico se encuentra en la visin y en la

    audicin. El aparato ocular y el auditivo de la especie humana reciben ondas vibratoriasdesde cierta velocidad mnima hasta cierta velocidad mxima. Los colores y sonidosque queden ms all o ms ac de ambos lmites le son desconocidos. Por tanto, suestructura vital influye en la recepcin de la realidad; pero esto no quiere decir que suinfluencia o intervencin traiga consigo una deformacin. Todo un amplio repertorio decolores y sonidos reales, perfectamente reales, llega a su interior y sabe de ellos.

    Como son los colores y sonidos acontece con las verdades. La estructura

    psquica de cada individuo viene a ser un rgano perceptor, dotado de una formadeterminada que permite la comprensin de ciertas verdades y est condenado ainexorable ceguera para otras. As mismo, para cada pueblo y cada poca tienen su almatpica, es decir, una retcula con mallas de amplitud y perfil definidos que le prestanrigorosa afinidad con ciertas verdades e incorregible ineptitud para llegar a ciertas otras.Esto significa que todas las pocas y todos los pueblos han gozado su congrua porcinde verdad, y no tiene sentido que pueblo ni poca algunos pretendan oponerse a losdems, como si a ellos les hubiese cabido en el reparto la verdad entera. Todos tienen su

    puesto determinado en la serie histrica; ninguno puede aspirar a salirse de ella, porqueesto equivaldra a convertirse en un ente abstracto, con integra renuncia a la existencia.

    Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin

    embargo, no ven lo mismo. La distinta situacin hace que el paisaje se organice ante

    ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer trmino y acusa con vigortodos sus detalles, para el otro se halla en el ltimo, y queda oscuro y borroso. Adems,como las cosas puestas unas detrs se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos

    percibir porciones del paisaje que al otro no llegan. Tendra sentido que cada cualdeclarase falso el paisaje ajeno?. Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro.Pero tampoco tendra sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus

    paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondra que hay un tercer paisaje autntico, elcual no se halla sometido a las mismas condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese

    paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad csmica es tal, que slo puedeser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentesde la realidad. Lejos de ser su deformacin, es su organizacin. Una realidad que vista

    desde cualquier punto resultase siempre idntica es un concepto absurdo.

    5

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    6/8

    Lo que acontece con la visin corprea se cumple igualmente en todo lo dems.Todo conocimiento es desde un punto de vista determinado. La species aeternitatis, deSpinoza, el punto de vista ubicuo, absoluto, no existe propiamente: es un punto de vistaficticio y abstracto. No dudamos de su utilidad instrumental para ciertos menesteres delconocimiento; pero es preciso no olvidar que desde l no se ve lo real. El punto de vista

    abstracto slo proporciona abstracciones.Esta manera de pensar lleva a una reforma radical de la filosofa y, lo que

    importa ms, de nuestra sensacin csmica.La individualidad de cada sujeto era el indominable estorbo que la tradicin

    intelectual de los ltimos tiempos encontraba para que el conocimiento pudiese justificarsu pretensin de conseguir la verdad. Dos sujetos diferentes -se pensaba- llegarn averdades divergentes. Ahora vemos que la divergencia entre los mundos de dos sujetosno implica la falsedad de uno de ellos. Al contrario, precisamente porque lo que cadacual ve es una realidad y no una ficcin, tiene que ser su aspecto distinto del que otro

    percibe. Esa divergencia no es contradiccin, sino complemento. Si el universo hubiesepresentado una faz idntica a los ojos de un griego socrtico que a los de un yanqui,deberamos pensar que el universo no tiene verdadera realidad, independiente de lossujetos. Porque esa coincidencia de aspecto ante dos hombres colocados en puntos tandiversos como son la Atenas del siglo V y la Nueva York del XX indicara que no setrataba de una realidad externa a ellos, sino de una imaginacin que por azar se producaidnticamente en dos sujetos.

    Cada vida es un punto de vista sobre el universo. En rigor, lo que ella ve no lo

    puede ver otra. Cada individuo -persona, pueblo, poca- es un rgano insustituible parala conquista de la verdad. He aqu cmo sta, que por s misma es ajena a lasvariaciones histricas, adquiere una dimensin vital. Sin el desarrollo, el cambio

    perpetuo y la inagotable aventura que constituyen la vida, el universo, la omnmodaverdad, quedara ignorada.

    El error inveterado consista en suponer que la realidad tena por s misma, e

    independientemente del punto de vista que sobre ella se tomara, una fisonoma propia.Pensando as, claro est, toda visin de ella desde un punto determinado no coincidiracon ese su aspecto absoluto y, por tanto, sera falsa. Pero es el caso que la realidad,como un paisaje, tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verdicas yautnticas. La sola perspectiva falsa es esa que pretende ser la nica. Dicho de otra

    manera: lo falso es la utopa, la verdad no localizada, vista desde . Elutopista -y esto ha sido en esencia el racionalismo- es el que ms yerra, porque es elhombre que no se conserva fiel a su punto de vista, que deserta de su puesto.

    Hasta ahora la filosofa ha sido siempre utpica. Por eso pretenda cada sistemavaler para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensin vital,histrica, perspectivista, haca una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrinadel punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la

    perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo as su articulacin con otros sistemasfuturos o exticos. La razn pura tienen que ser sustituida por una razn vital, dondeaqulla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformacin.

    Cuando hoy miramos las filosofas del pasado, incluyendo las del ltimo siglo,

    notamos en ellas ciertos rasgos de primitivismo. Empleo esta palabra en el estrictosentido que tiene cuando es referida a los pintores del quattrocento. Por qu llamamos

    6

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    7/8

    a stos "primitivos"? )En qu consiste su primitivismo? En su ingenuidad, en su candor-se dice-. Pero cul es la razn del candor y de la ingenuidad, cul su esencia? Sinduda, es el olvido de s mismo. El pintor primitivo pinta el mundo desde su punto devista -bajo el imperio de las ideas, valoraciones, sentimientos que le son privados-, perocree que lo pinta segn l es. Por lo mismo, olvida introducir en su obra su personalidad;

    nos ofrece aqulla como si se hubiera fabricado a s misma, sin intervencin de unsujeto determinado, fijo en un lugar del espacio y en un instante del tiempo. Nosotros,naturalmente, vemos en el cuadro el reflejo de su individualidad y vemos, a la par, quel no la vea, que se ignoraba a si mismo y se crea una pupila annima abierta sobre eluniverso. Esta ignorancia de s mismo es la fuente encantadora de la ingenuidad.

    Mas la complacencia que el candor nos proporciona incluye y supone la

    desestima del candoroso. Se trata de un benvolo menosprecio. Gozamos del pintor primitivo, como gozamos del alma infantil, precisamente, porque nos sentimossuperiores a ellos. Nuestra visin del mundo es mucho ms, amplia, ms compleja, msllena de reservas, encrucijadas, escotillones. Al movernos en nuestro mbito vital

    sentimos ste como algo ilimitado, indomable, peligroso y difcil. En cambio alasomarnos al universo del nio o del pintor primitivo vemos que es un pequeo circulo,

    perfectamente concluso y dominable, con un repertorio reducido de objetos yperipecias. La vida imaginaria que llevamos durante el rato de esa contemplacin nosparece un juego fcil que momentneamente nos liberta de nuestra grave y problemticaexistencia. La gracia del candor es, pues, la delectacin del fuerte en la flaqueza deldbil.

    El atractivo que sobre nosotros tienen las filosofas pretritas es del mismo tipo.

    Su claro y sencillo esquematismo, su ingenua ilusin de haber descubierto toda laverdad, la seguridad con que se asientan en frmulas que suponen inconmovibles nosdan la impresin de un orbe concluso, definido y definitivo, donde ya no hay problemas,donde todo est ya resuelto. Nada ms grato que pasear unas horas por mundos tanclaros y tan mansos. Pero cuando tornamos a nosotros mismos y volvemos a sentir eluniverso con nuestra propia sensibilidad, vemos que el mundo definido por esasfilosofas no era, en verdad el mundo, sino el horizonte de sus autores. Lo que ellosinterpretaban como limite del universo, tras el cual no haba nada ms, era slo la lneacurva con que su perspectiva cerraba su paisaje. Toda filosofa que quiera curarse de eseinveterado primitivismo, de esa pertinaz utopa, necesita corregir ese error, evitando quelo que es blando y dilatable horizonte se anquilose en mundo.

    Ahora bien; la reduccin o conversin del mundo a horizonte no resta lo msmnimo de realidad a aqul; simplemente lo refiere al sujeto viviente, cuyo mundo es, lodota de una dimensin vital, lo localiza en la corriente de la vida, que va de pueblo en

    pueblo, de generacin en generacin, de individuo en individuo, apoderndose de larealidad universal.

    De esta manera, la peculiaridad de cada ser, su diferencia individual, lejos deestorbarle para captar la verdad, es precisamente el rgano por el cual puede ver la

    porcin de realidad que le corresponde. De esta manera, aparece cada individuo, cadageneracin, cada poca como un aparato de conocimiento insustituible. La verdadintegral slo se obtiene articulando lo que el prjimo ve con lo que yo veo, y assucesivamente. Cada individuo es un punto de vista esencial. Yuxtaponiendo las

    visiones parciales de todos se lograra tejer la verdad omnmoda y absoluta. Ahora bien:esta suma de las perspectivas individuales, este conocimiento de lo que todos y cada

    7

  • 8/14/2019 Texos Selectividad

    8/8

    uno han visto y saben, esta omnisciencia, esta verdadera es el sublimeoficio que atribuimos a Dios. Dios es tambin un punto de vista; pero no porque poseaun mirador fuera del rea humana que le haga ver directamente la realidad universal,como si fuera un viejo racionalista. Dios no es racionalista. Su punto de vista es el decada uno de nosotros; nuestra verdad parcial es tambin verdad para Dios. De tal

    modo es verdica nuestra perspectiva y autntica nuestra realidad! Slo que Dios, comodice el catecismo, est en todas partes y por eso goza de todos los puntos de vista y ensu ilimitada vitalidad recoge y armoniza todos nuestros horizontes. Dios es el smbolodel torrente vital, al travs de cuyas infinitas retculas va pasando poco a poco eluniverso, que queda as impregnado de vida, consagrado, es decir, visto, amado, odiado,sufrido y gozado.

    Sostena Malebranche que si nosotros conocemos, alguna verdad es porque

    vemos las cosas en Dios, desde el punto de vista de Dios. Ms verosmil me parece loinverso: que Dios ve las cosas al travs de los hombres, que los hombres son losrganos visuales de la divinidad.

    Por eso conviene no defraudar la sublime necesidad que de nosotros tiene, e

    hincndonos bien en el lugar que nos hallamos, con una profunda fidelidad a nuestroorganismo, a lo que vitalmente somos, abrir bien los ojos sobre el contorno y aceptar lafaena que nos propone el destino: el tema de nuestro tiempo.

    8