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UNIVERSIDAD NACIONAL SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE FORMACION PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA E HISTORIA PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA PRESENTADO POR: BACH. CLAUDIANO SAUÑE LOPEZ ACESOR: Dr. JOSÉ OCHATOMA PARAVICINO Investigaciones Arqueológicas en un sitio del Intermedio Tardío: Hualla RAQARAQAY

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UNIVERSIDAD NACIONAL SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA DE FORMACION PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA E HISTORIA

PARA OBTENER EL TITULO DE:

LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA

PRESENTADO POR:

BACH. CLAUDIANO SAUÑE LOPEZ

ACESOR:

Dr. JOSÉ OCHATOMA PARAVICINO

AYACUCHO – PERÚ

2015

RAQARAQ

AYInvestigaciones Arqueológicas en un sitio del Intermedio Tardío:

Hualla

A mis padres, Ciprian Sauñey Benita Lopez

RECONOCIMIENTO

TABLA DE CONTENIDO

CAPITULO I: INFORMACIÓN GENERALES DE LA COMUNIDAD

Ubicación

Medio ambiente

Topografía

Aspectos Climáticos

Suelo

Hidrografía

Vegetación

Actividad económica

CAPÍTULO II: CONTEXTO GEOGRÁFICO Y ANTESEDENTES DE INVESTIGACIÓN

Ubicación

Topográfica

Vegetación

Antecedentes

CAPÍTULO III: EL INTERMEDIO TARDÍO Y LA SOCIEDAD CHANKA

El intermedio tardío

Los Chankas

CAPÍTULO IV: METODOLOGÍA Y EXCAVACIÓN

Excavación arqueológica en la Unidad I

Excavación arqueológica en la Unidad II

CAPITULO V: ANÁLISIS DEL MATERIAL CERÁMICO

Artefactos

CAPITULO VI: ANÁLISIS DEL MATERIAL ÓSEO – CONTEXTOS FUNERARIOS

Contexto funerario N° 1 (óseo Humano)

Contexto funerario N° 3 (óseo Humano)

Contexto funerario N° 4 (óseo Humano)

Contexto funerario N° 5 (óseo Humano)

Contexto funerario N° 2 (óseo animal)

Tratamiento de los individuos

Asociaciones

CAPITULO VII: ANÁLISIS DEL MATERIAL LÍTICO

Artefactos

CAPITULO VIII: CONSIDERACIONES FINALES

Discusiones

Conclusiones

INTRODUCCIÓN

La arqueología es una ciencia científica que tiene por objeto el estudio de los restos

materiales dejados por nuestros antepasados en el curso de su existencia.

La arqueología se ocupa del estudio de la cultura (material) de los pueblos ya

desaparecidos (Lumbreras, 1974)

La siguiente investigación se refiere al que hacer arqueológico, específicamente,

básicamente a la obtención del dato empírico (excavación arqueológica), realizados como

parte del Proyecto de “INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL SECTOR DE

VEGACHAYUQ MOQO – WARI”.

La excavación arqueológica puede ser definido como un procedimiento mediante el cual,

a través de la remoción sistemática del suelo se puede recuperar información empírica

contenida en los elementos culturales tangibles enterrados junto a sus contextos

asociados, dicho de otro modo, se trata de una técnica sistemática ordenada para

recuperar el contenido cultural dentro de un contexto, no se trata de una simple remoción

de escombros o la recolección de su contenido, sino es un procedimiento técnico que

requiere formación teórica y experiencia.

La investigación de este tema fue un interés académico y también como futuro profesional

en este campo, el interés es conocer más sobre el proceso histórico desarrollado por la

sociedad que ocupo, específicamente, el espacio investigado.

Para la obtención del dato empírico, se utilizaron métodos y técnicas. Para en inicio el

sistema de cuadriculación o plano cartesiano, pozos de cateo, excavación por capas

estratigráficas y, definidas los espacios arquitectónicos, la excavación se realizó por

recintos (EA).

Los objetivos principales planteados para desarrollar las excavaciones en el Sector de

Vegachayuq Moqo, se encuentran enmarcados en el proyecto señalado líneas arriba. Y

los objetivos secundarios fueron planteados en relación específica a los Espacios

Arquitectónicos excavados durante el proyecto.

Como objetivos generales nos hemos propuesto los siguientes:

Realizar investigaciones arqueológicas para definir la función que cumplió el sector

de Vegachaqoy Moqo dentro del complejo arqueológico Wari.

Generar un centro de investigación con participación de docentes y estudiantes

de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.

Los objetivos secundarios o específicos que nos propusimos son:

1.

2. Definir los momentos de ocupación del espacio arquitectónico (EA).

3. Definir las técnicas constructivas del espacio arquitectónico (EA) investigado.

4. Definir la función social de cada uno de los espacios arquitectónicos.

5. Proponer la cronología relativa.

La hipótesis que manejamos y nos formulamos para la realización del siguiente trabajo es:

Por los indicios existentes en la superficie del sector 1, subsector B-III de Vegachayoq

Moqo, se presume que existen plataformas y espacios arquitectónicos vinculados a

actividades rituales o residenciales desarrollados por parte de la elite gobernante Huari.

El presente informe está desarrollado en cuatro capítulos que tratan de las

investigaciones llevadas en los Espacios arquitectónicos del sector 1, subsector B III; las

mismas que serán expuestas en forma secuencial, en cada uno de las siguientes

capítulos.

El primer capítulo trata sobre el aspecto geográfico del territorio ayacuchano, para luego

llegar específicamente, hasta el espacio geográfico donde se realizaron las

investigaciones (Huari). Del mismo modo se presenta una breve descripción del clima,

fauna, flora y extensión. De la misma forma se hace una breve referencia de los

antecedentes de las investigaciones llevadas en Huari que se remontan a su

descubrimiento en 1551. Por último se presenta las diferentes propuestas del sector

(Vegachayuq Moqo).

En el segundo capítulo se expone todo el proceso de la obtención del dato empírico, los

diferentes métodos y técnicas utilizadas durante la investigación, al igual que las

descripciones de cada una de las capas definidas en cada uno de los Espacios

Arquitectónicos asociándolos con los diferentes materiales culturales halladas durante el

proceso de excavación. La descripción de las diferentes capas estratigráficas, en cada

uno de los espacios arquitectónicos, se expone con sus respectivas fotografías más los

dibujos de planta para un mejor entender. De la misma forma, la descripción de la

arquitectura fue presentada luego de la descripción de todas las capas (en cada uno de

los espacios arquitectónicos), las mismas que presentan sus respectivos registros gráficos

(dibujo de paramento, de corte).

El tercer capítulo trata sobre la secuencia constructiva y las fases de ocupación del sector

1, subsector BIII, donde cada descripción estará acompañada con sus respectivas

imágenes fotográficas y cuadros que ayudaran nuestra explicación.

En el cuarto y último capítulo se trata sobre las apreciaciones finales del trabajo, al igual

las discusiones de los datos obtenidos y propuestas, los cuales nos ayudara a proponer

algunos planteamientos y dar conclusiones a partir de los Espacios Arquitectónicos

investigados en el sector 1, subsector B III de Vegachayuq Moqo. También se presenta un

listado de las diferentes bibliografías consultadas que hicieron posible el desarrollo del

presente informe. Por último se presenta los anexos, en los que se adjunta los mapas

geográficos de Ayacucho y del sitio de Huari.

Objetivos generales del proyecto

Objetivos particulares

Determinar la cronología relativa del Sitio Raqaraqay

Determinar las técnicas y el proceso constructivo de la arquitectura

Proponer el patrón de entierro de los grupos humanos que ocuparon Raqaraqay

Definir las funcionalidades de cada uno de los espacios arquitectónicos

excavados.

Analizar los materiales arqueológicos recuperados durante la excavación.

Determinar sexo, edad y los posibles traumas de cada uno de los contextos

funerarios.

Definir las áreas de actividad en cada una las Unidades excavadas.

CAPITULO I

INFORMACIÓN GENERALES DE LA COMUNIDAD E INVESTIGACIONES PREVIOS

Ubicación

San Pedro de Hualla es uno de los 15 distritos de la provincia de Víctor Fajardo,

departamento de Ayacucho. En la actualidad cuenta con un único anexo, Tiquihua,

situado al lado sur del distrito.

Está ubicada en la parte sur central de la provincia de Víctor Fajardo y al sur este del

departamento de Ayacucho, a la margen derecha del rio Pampas de norte a sur. A una

altitud de 3341 m. s. n. m. Con una extensión territorial de 46, 532.0. Has. (Maldonado.

2007)

Los límites del distrito de Hualla son: por el norte con el distrito de Cayara y Huancapi, por

el sur con el distrito de Canaria, ambos de la provincia de Fajardo. Por el oeste con el

distrito de Sacsamarca de la provinvia de Huancasancos, por el este con el río pampas

distrito de Accomarca provincia de Vilcashuaman. (Maldonado. 2007).

Medio ambiente

San Pedro de Hualla posee una extensión territorial de 46,532.0 Has. Presenta una

topografía accidentada, un clima variado y quebradas profundas. Ubicado en la margen

derecha del valle interandino del rio Pampas, surcado por riachuelos que nacen de las

partes altas del distrito. Esta variedad topográfica determina la formación de diferentes

pisos ecológicos.

Yunga Fluvial, según Pulgar Vidal (1985), esta región se ubica entre los 1,000 metros

hasta los 2,500 m.s.n.m. Esta región se ubica en la quebrada al borde del río Pampas que

está ubicado a 2,200 m.s.n.m. que corresponde a zonas del valle (Qullqikucho, Quñay, ),

con temperatura promedio anual de 20° C, donde el espacio es aprovechado con el

cultivo de árboles frutales.

La segunda región que ocupa este distrito es la región Quechua, que se ubica entre los

2.500 y los 3,500 metros sobre el nivel del mar. En esta región está ubicado el distrito de

Hualla a una altitud de 3,341 m.s.n.m. que está compuesta por estrechas fajas ondulantes

que constituye el fondo de la quebrada, áreas planas muy inclinadas cuyo suelo se puede

aprovechar en sectores reducidos, acantilados perpendiculares, desfiladeros, pendientes

y también áreas casi planas que son muy bien aprovechados.

La tercera región es el Suni, el cual se eleva desde los 3,500 hasta los 4,100 metros

sobre el nivel del mar. Pulgar Vidal (1985). Algunos de los espacios que se encuentran en

esta región natural, en Hualla, son: Wachwaqasa, Cachipata que se ubican a más de

4,000 metros sobre el nivel del mar, con temperatura muy frígida y el espacio es

aprovechado para la crianza y pastoreo de los camélidos sudamericanos como también,

del vacuno y ovejas.

Flora

La comunidad de San Pedro de Hualla, presenta una diversidad natural de plantas

nativas, conocidas y utilizadas por los pobladores de manera tradicional de acuerdo a las

necesidades. Entre las plantas exóticas se observa el eucalipto y en las plantas nativas se

registran como: el Qenwa, el Lambras, molle, Rayan, Maguey y Chancalpi. Estas plantas

son utilizadas de diversas formas; entre estas para el combustible, madera para el

techado de las casas, instrumentos de labranza y otros. Entre las plantas que son

utilizadas en el uso ritual son: waylla ichu, romero, hierba santa, rakiraki, allí wayta (clavel)

y otro.

Fauna

San pedro de Hualla en sus 46,532.0 Has. de extensión territorial alberga una gran

variedad de fauna silvestre y doméstica. Entre éstos ultimas especies están los: vacunos,

ovinos, porcino, equino, etc; la crianza de los mismos representa una de sus principales

actividades económicas. De igual forma existe la crianza de los camélidos sudamericanos

(alpaca y llama) en las partes altas y frígidas.

Entre las especies silvestres se encuentran gran variedad de aves, entre estos están el

cóndor, el perdiz, cernícalo, el halcón, etc. Entre las especies silvetres también se puede

señalar la vizcacha, la comadreja, el zorro, el venado, zorrino, etc.

Aspectos climáticos

La estación total promedio anual reportada por la estación Huancapi en los últimos 5 años

es de 835.42 mm.

El distrito de Hualla presenta un clima variado, como consecuencia de la topografía

accidentada que presenta. Esta variedad topográfica determina la formación de diferentes

pisos ecológicos, los mismos con su propia flora y su fauna. La temperatura medio anual

es de 14.51 °C registrado en la estación de Huacanpi. Los 46,532.0 Has. del territorio de

Hualla presenta tres variedades de temperatura, los cuales se señalan a continuación:

Cálido en las quebradas del Valle del Rio Pampas (altitud 2,200 msnm) con

temperatura promedio anual de 20 °C.

Semi cálido en las áreas colindantes del Valle del rio Pampas, templados en zonas

con 2,500 msnm.

Frígida en zonas por encima de los 3,000 msnm las Punas se encuentran a una

altura máxima de 4,425 msnm.

Suelo

La estructura de los suelos es franco arcilloso, franco arcilloso limoso y de coloraciones

que van desde el rojo, blanco, gris y negro oscuro; asimismo se observa en algunas

partes terrenos de buena calidad para la agricultura y pastoreo, apropiados para la

siembra de productos de pan llevar, pastos asociados, etc. La topografía de algunos

sitios, así como las características de los suelos, muestran condiciones favorables para

desarrollar una actividad agrícola y ganadera.

Geología

Como fuente de información de acudió al Mapa Geológico del Cuadrángulo de Ayacucho,

elaborado por el ministerio de Energía y Minas, Carta Geológico Nacional (INGEMMET)

del que se puede apreciar lo siguiente:

Las rocas que afloran en el ámbito de Hualla, consisten principalmente en rocas

areniscas, arcillas, calizas limos y conglomerados formando estos elementos litológicos

unidades sedimentarias y metamórficas, integrando una cuenca gigante que comprende

desde el paleozoico inferior hasta el cuaternario.

La parte estratigráfica contiene plegamientos pequeños debido a esfuerzos de

comprensión horizontales a las que se someten las estructuras. Las elevaciones

topográficas que superan los 3,450 msnm, se crean como consecuencia de los

movimientos tectónicos ocurridos durante el terciario superior hace aproximadamente 12

millones de años.

Investigaciones previas

EN 1999, Vivanco Pomacanchari realiza una prospección arqueológica en la cima de la

cadena de montañas que corre de norte a sur al lado este de la quebrada de Qenwamayo

o Huancapi, en donde se ocupa, específicamente, de dos sitios: ÑAUPALLAQTA y

RAQARAQAYPATA, donde las evidencia demuestran que el patrón arquitectónico y el

uso de espacio de los sitios mencionados responde a razones estratégicos de orden

netamente ofensivo. Ñawpallaqta y Raqaraqaypata responde a una compleja organización

de ocupaciones tardías. El patrón de asentamiento en la parte alta, lugares nunca antes

ocupados, explica una etapa intrincada del proceso precolombino, la ocupación de la cima

de la cadena de montañas asegura el control, defensa y preparación para contestar

cualquier ataque que pudiera sufrir de los enemigos.

El mismo investigador, en 2008 realiza una prospección arqueológica en el territorio de

Hanan Chillques, Canaria. En donde se registra gran cantidad de sitios. Donde las

evidencias hacen concluir que los primeros vecinos, del territorio de Canaria, fueron

grupos humanos apropiadores de alimentos y los productores de alimentos desarrollaron

un alto nivel tecnológico agrícola, pastoril y artesanal, además de arquitectura e

inhumación. En concludion, los cazadores y recolectores, ocuparon cuevas y abrigos

rocosos; mientras, los cazadores especializados expresan modos de vida distinto a la

ocupación temprana, son productores de alimentos donde las primeras formas de

domesticación de plantas y animales es pa base de sociedades aldeanas, con la cerámica

llega la influencia externa de chavin y paracas, luego la cultura local Warpa, el desarrollo

Wari, el arcaísmo Chanka o Lucana, Antamarca y finalmente el Tawantinsuyu (Vivanco.

2008: Pág. 71).

Canchari Huamaní (2012), realiza excavaciones arqueológicas en el sitio arqueológico de

Raqaraqay, el mismo que fue prospectado por Vivanco (1999). Donde los hallazgos hacen

concluir que Raqaraqay es un poblado perteneciente al periodo denominado como

Intermedio Tardío, el cual se ubica en la cima del cerro del mismo nombre a 3954

m.s.n.m. En este poblado ubicado en un paraje inhóspito donde desarrollo de la vida

humana es extrema y difícil se encuentra una variedad de estructuras construidas

estratégicamente parea proteger a la población, la misma que se expresa en conjuntos

arquitectónicos como: zanjas, murallas pasadizos, terrazas, terraplenes, fuentes de agua,

escalinatas, rampas, estructuras circulares, accesos, caminos que llegan al poblado de

diversas partes de la región, etc. Las edificaciones revelan una época te turbulencia social

expresada en las diferentes formas arquitectónicas mencionadas, con ausencia de

edificios públicos y/o protocolares.

El 2012, Villavicencio Hinostroza

Por otro lado, Arango Claudio (2013), realiza un estudio sobre “Patrones de Asentamiento

durante el Intermedio tardío en el complejo arqueológico de Condormarka” en la cuenca

alta del rio pampas. Con el cual concluye que los sitios de Condormarka, Chaupimarka,

Tomac y Pucaranra, corresponden a un mismo complejo, el complejo arqueológico de

Condormarka. Señala que el asentamiento de este sitio responde a una estrategia de

ocupación relacionado al problema social imperante, generado evidentemente por el

desmoronamiento de la organización Wari.

CAPÍTULO II

EL INTERMEDIO TARDÍO Y LA PROBLEMÁTICA CHANKA

EL INTERMEDIO TARDÍO

El periodo de Desarrollos regionales o también conocido como: Intermedio Tardío, aún es

muy difícil de definir cronológicamente, cada investigador propone una cronología

diferente: Canziani 2000; Bauer y Aráoz y Kellett 2013 (1000 – 1400 D.C.), Lumbreras

1969 (1200 – 1470, D.C), Duccio 1991 (900 – 1440, D.C), González Carre, Denise Pozzi-

Escot, Muriel Pozzi-Escot, Vivanco 1987 (1100 – 1400 D.C).

.Pero en que estos investigadores sí coinciden, es en el punto de inicio de este periodo, el

cual se inicia con la declinación del imperio Wari (Lumbreras 1969), (Duccio 1991),

(Canziani 2000), (Bauer, Aráoz y Kellett 2013)

Al respecto, Lumbreras (2007) señala que la caída de este Imperio sucede desde la

época 4, siglo XII. Después de este siglo, aquellos pueblos que habían sido sometidos al

imperio Wari retoman su camino independiente de desarrollo. MIENTRAS QUE PARA

Duccio Bonavia ( ) LA desintegración DE STE ESTE IMPERIO SE DA INICIO DOS

EPOCAS ANTES AL PROPUESTO DE LUMBRERAS, ÉL PROPONE QUE LA

DESINTEGRACION SE DA INICIO a fines de la época 2, a partir del cual hay un largo

tiempo, durante el cual siguen sintiéndose las influencias de Wari, pero con marcadas

diferencias. Este proceso permitirá que en diferentes lugares del territorio se produzca un

movimiento de retorno a los orígenes, a las viejas tradiciones que quedaron truncadas con

la imposición imperial, pero que no habían desaparecido y permanecían latentes, aunque

no podrán ser nunca más las mismas ya que llevarán para siempre consigo la huella que

los Huari que les habían impuesto.

Al producirse la decadencia del Estado Wari, se rompe rotundamente la unidad que se

había impuesto en los Andes Centrales, reiniciándose una nueva era de desarrollos

regionales, en la cual, sin embargo, el carácter de las sociedades andinas estaba

fuertemente orientado hacia la formación de organizaciones políticas regionales o locales.

Con este periodo se entra a la legendaria edad de los héroes fundadores de las naciones

encontradas por los españoles en el siglo XVI y se entra, también, a un espacio de tiempo

lleno de problemas… (Lumbreras 1969: 273).

Es una época en la que los sociedades prehispánica de los andes centrales abandonan la

unidad cultural que les impuso el dominio del imperio Wari y pasan a desarrollar su

particular personalidad cultural y social revitalizando sus antiguas tradiciones y asimismo,

identificándose regionalmente con cada territorio que ocupaban, explotando sus propios

recursos y ocupando espacialmente y de manera permanente cada región del antiguo

territorio andino. (González Carre, et. 1987: 9).

EL PROBLEMA CHANKA

Con este periodo se entra a la legendaria edad de los héroes fundadores de las naciones

encontradas por los españoles en el siglo XVI y se entra, también, a un espacio de tiempo

lleno de problemas… la idea general era de que antes de los Inkas en todo el Perú

existían una serie de tribus esparcidas, sin orden ni valor, dependiente de la naturaleza y

dispuestos al vasallaje; se les llamaba despectivamente behetrías; (Lumbreras 1969 -

273). Lo cierto es que durante los siglos siguientes, en cada región florecieron estados

independientes, poderosos reinos como el de Chimú o el de Cusco, son de un desarrollo

apoteósico de las nuevas ciudades surgidas en cada región después de la caída de Wari

(Lumbreras 1974 - 195).

Diferentes investigadores se han dedicado al estudio de este periodo, entre ellos

González Carré (1981), quien señala, que para la Sierra Central, la declinación del

Imperio Wari trajo como consecuencia el surgimiento de etnias que se integraron en

diversas nacionalidades andinas. A través de las crónicas indica que durante esta época

vivieron los Huancas, Chiriguanos, Chocorbos, Soras, Licanas, Pocras, chancas y entre

muchos otros. Pero que el de mayor importancia habría sido la nación Chanca, el

investigador señala que bajo esta denominación debieron integrarse un conjunto de

pueblos y nacionalidades para formar una confederación

En la búsqueda bibliográfica sobre las investigaciones existentes sobre esta época y las

etnias, encontramos a Pio Max Medina (1938), quien habla sobre los Pocras en su

artículo “estudio de los Pocras”, en los cual atribuye la cerámica Wari a este grupo y que

ubica cronológicamente contemporáneo a los Tiwanaku. De igual forma refiriere que los

Pocras habrían formado parte de la confederación Chanca:

“Cuenta la tradición, que años después de ese éxodo, los Pokras, tribu de la

confederación Chanca, no pudiendo soportar el yugo extranjero, sorprendieron

una noche a los representantes del Inca y los degollaron. Fue entonces que

Viracocha irritado por la obstinada rebelión de los chancas, emprendió viaje

para reprimirlos severamente y después de un sangrienta batalla trabada en

las inmediaciones de Quinua hizo con los prisioneros un ejemplar

escarcimiento, ahorcándolos en una quebrada que hoy se conoce con el

nombre de “Ayahuarcu”…Viracocha olvido con los chancas,…, la tradición

humanitaria de sus antepasados y, no satisfecho con el exterminio de sus

sempiternos enemigos, destruyó la ciudad de Viñaque o Huari pues a esa

época corresponde la decadencia y ruina de ésta (Pio Max Medina 1938. 10)”.

Así mismo, habla sobre el sitio arqueológico de Huari, del cual refiere así:

“…, hallara la confirmación de la tesis de que Huari fue en otra época. El

epicentro de la gran cultura chanca y que esta se manifestó y tuvo

irradiaciones lejanas antes de su aniquilamiento por los conquistadores Incas

(Pio Max Medina 1938. 17)”.

En conclusión, el Dr. Pio Max Medina reconoce con el nombre de Pocras a la cultura

Huari, el cual con las investigaciones posteriores es reconocido como el Primer Imperio

Andino. De igual forma, el material arqueológico que identifica a este Imperio, es atribuido

también a este grupo.

También, señala que el capital del primer imperio andino habría sido el epicentro de los

Chancas y que éste habría sido invadido y destruido por los Incas como consecuencia a

su rebelión.

Posteriores investigaciones, también reconocen la presencia de la etnia Pocra, pero

cronológicamente lo ubican en el periodo Intermedio Tardío. Entre estos investigadores

señalamos a Purizaga Vega (1972) quien, basándose en los cronistas del siglo XVI y XVII,

señala que el ayllu Pocra estaba circunscrito solamente a la región de Huamanga.

De igual forma, Lumbreras refiere así sobre esta etnia:

“Nada sabemos de los que ocurrió entre la caída del imperio Wari y la época

en la que los Inkas sometieron a Ayacucho a una situación colonial. De esta

época, sabemos que Allí vivía un grupo étnico que se identificaban como

“Pocras”, en casas pequeñas y humildes, y por la mayor parte, redondas,

supliendo con el arte, la pobreza y necesidad de ropa. No usan casas

grandes, y si alguna hay de tiempo antiguo, nadie la habita ni sirve para más

de hacer borracheras en ella y otras bellaquerías (Lumbreras 1974. 195 -

196)”

Purizaga dice así sobre la existencia de los Pocras:

“Últimamente se ha puesto en tela de juicio la existencia de la cultura con el

nombre de “Pocras” (Purizaga. 1972. 3)”.

Por otro lado, el nombre de “Chanca” se encuentra en las primeras crónicas del siglo XVI

y XVII (Cieza 1553, Cap. XC) y (Garcilaso de la Vega. 1953. Cap. VX. Lib. IV), en ella

hablan sobre este grupo y son reconocidos por haber sitiado la ciudad de Cusco y haber

mantenido una prolongada pugna con los Incas. A continuación citamos a los dos

cronistas señalados líneas arriba: en palabras de Cieza de León.

“de la provincia de Andabailas, y lo que contiene en ella hasta legar al vale de

Xaquixaguana Cuando yo entre en la provincia era señor della un indio

principal llamado Basco, y los naturales han por nombre chancas. Andan

vestidos con mantas y camisetas de lana. Fueron en los tiempos pasados tan

valientes (a lo que dice) estos, que no solamente ganaron tierras y senorios,

mas pudieron tanto, que tuvieron cercado la ciudad del Cuzco. (Cieza 1553,

Cap. XC)”

Así, los Chancas eran conocidos por haber tenido la reputación de crueles y sanguinarios,

pues tenían la costumbre de reducir las cabezas de los jefes vencidos, que caían en su

poder (Rostworowski. El ataque chanca. 4)

Por otro lado, las crónicas también, son han presentado algunas características para

conocer particularidades que han permitido a las investigaciones arqueológicas identificar

ocupaciones, características arquitectónicas defensivas, entre otros. También, gracias a

estos informes sabemos que los Chancas fueron una sociedad guerrera y que este

nombre encerraba un conjunto de etnias, como nos dice Garcilaso de la Vega:

“debajo de este apellido Chanka se encierran otras muchas como son:

Huancohuallu, Utunsulla, Uranmarca, Uillca y otros, los cuales se jactan

descender de diversos padres, unos de una fuente, otros de una laguna, otros

de un collado muy alto; y cada nación tenia por dios a lo que tenía por padre, y

le ofrecía sacrificios. Los antepasados de aquellas naciones vinieron de

lejanas tierras y conquistaron muchas provincias, hasta llegar donde entonces

estaban, que la provincia Antahuailla, la cual ganaron por fuerza de armas, y

echaron sus antiguos moradores fuera della y arrinconaron y estrecharon a los

indios Quechuas en sus provincias, ganándoles muchas tierras; sujetándoles

a que les diesen tributo; tratabanlos con tiranía; hicieron otras cosas famosas

de que hoy se precian sus descendientes”. (Garcilaso de la Vega. 1953. Cap.

XV. Lib. IV, citado por González Carré et. al. 1987).

Los Chankas vivieron en esta región de la sierra central del Perú después de la sociedad

Wari. Lucharon con los Incas en una larga guerra por el dominio del territorio y en parte el

origen del Imperio Tawantinsuyo,… (González Carré, et al. 1987).

Así mismo la información contenida en crónicas y otros documentos nos permiten

informarnos que los pueblos chankas mantuvieron una prolongada guerra con los Incas

que en aquellos momentos pretendían ampliar sus dominios mediante conquista a partir

de la región del Cusco, pero su avance de sur a norte se veía impedido por la presencia

Chanka en los territorios de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, presencia por otro lado

que había supuesto varios enfrentamientos y una fuerte disputa por el dominio de los

territorios de Andahuaylas y los pueblos Quechua que residían en el lugar (González

Carré et. 1987: 10).

Así como se habla que los Chancas que acorralaron la ciudad de Cusco y que

mantuvieron una prolongada guerra con los Incas, y como consecuencia la victoria de

estos últimos y con su posterior aniquilamiento de los chancas. También se habla de que

los Chancas habrían sido grupos extraños al territorio ayacuchano que habrían

contribuido para la destrucción del Imperio Wari. Entre .los investigadores que señalan

como grupos externo están Purizaga Vega (1972) y Lumbreras (1974).

En palabras de Purizaga Vega:

“Los Chancas, con sus continuas incursiones al norte de Pampas contribuirían

a la destrucción de Huari y, durante la época de la confederación tribal,

llegaron a tener fuertes contactos culturales con los habitantes de Ayacucho

que se refleja en la cerámica y la arquitectura. Tan fuertes que coincidieron

con sus planes políticos de formar un ejército y atacar el Cusco (Purizaga

Vega. 1972: 35)”

Por su parte Lumbreras dice así:

“Parece que con Wari sucedió lo que con otros imperios en desgracia; sus

vecinos barbaros de las montañas del Apurímac, se aprovecharon de la crisis

y los invadieron. Esto es una hipótesis, pero explica la casi total extinción de

Wari y su reemplazo por una cultura de aspecto bárbaro que los cusqueños,

mucho más tarde, conocieron con el nombre de chanca. Su destrucción no

parece haber sido del todo catastrófica, pero estuvo muy cerca de serlo. A

partir de entonces, no floreció más una ciudad en la región, y toda la

planificación urbana y las grandes obras, no pudieron hacerse más; peor aún,

parece que quienes vivieron en Ayacucho después del siglo XIII, no sabían

nada de una forma de “vida urbana”. Bien les cae aquello de Barbaros;

refugiados en la cumbre de los cerros, con casas circulares, desordenados

con una producción artesanal evidentemente “autosuficiente”:… (Lumbreras

1974: 233)”.

En los dos citas anteriores nos da a conocer que los Chancas fueron grupos externos al

territorio ayacuchano, quienes colaboraron en la decadencia del Imperio Wari, pero

también hay otros investigadores (González Carré et. al. 1987; Vivanco Pomacanchari.

……; Jefrey Gamarra ……) quienes plantean lo opuesto.

Al respecto, en palabras de González Carré:

“La observación de la cultura material Chanka nos lleva a pensar que estos

pueblos necesitaron de un proceso y un tiempo necesario para consolidar sus

tradiciones, y afianzar sus vínculos culturales, históricos, políticos, para

integrarse en una nación que pudo hacer frente a los Incas. Estos hace

suponer que muchos de aquellos grupos étnicos vivían en la región del Rio

Pampas desde los tiempos de Wari, como grupos rurales que no tenían

participación en la vida imperial y citadina de Wari, sino más bien fueron

grupos posiblemente marginales al Imperio Wari, y al declinar éste ocuparon el

territorio haciéndolo suyo progresivamente. (González Carré et. al. 1987)”

Por su parte Jefrey Gamarra en su artículo “El problema de estado en Ayacucho durante

el intermedio tardío: una hipótesis de trabajo” plantea una hipótesis basados en el

reconocimiento arqueológico en algunos sitios chanca. Señala que este grupo es un

desprendimiento de Wari, que según sus observaciones, los sitios chancas se ubican en

las zonas periféricas de los centros de producción agrícola de los Wari en la cuenca del

ríos Pampas, y conversaciones con otros investigadores llega a la conclusión de que

estos grupos ya existían, como etnia sometida a los Wari durante el Horizonte Medio.

Eran poblaciones marginales a los Wari, contemporáneos a ellos y que al destruirse el

éste estado continúo subsistiendo como un desprendimiento del mismo.

Otro de los problemas para este periodo es, si realmente existió la denominada por,

muchos investigadores, la “Confederación Chanca”.

Al respecto, dos investigadores, Jefrey Gamarra…. y Brian S. Bauer et al., se pronuncian

sobre el tema. Jefrey Gamarra dice asi:

“No existen evidencias que muestren la existencia de un estado durante la

fase del Intermedio tardío en Ayacucho. Tampoco se puede demostrar la

existencia de una confederación Chanca u otros grupos que tengan una

jefatura central y que hayan desarrollado formas estáticas de organización

descentralizadas”.

Por su parte Brian S. Bauer se manifiesta así:

“Aunque los investigadores modernos a menudo denominan “Confederación

Chanca” a la fuerza combinada, la información contenida en las crónicas

clásicas a cerca de su composición social es tan ambigua que nadie entiende

claramente cómo estuvo organizada o siquiera incluso si existió o no.

Debe asimismo señalarse que no sabemos claramente cuanto podría haber

durado esta confederación. Algunos arqueólogos sugieren que ella perduró

por varias generaciones y constituyó la base de un amplio grupo cultural

regional (González Carré, 1979; 1982; 1992a; González Carré et. al. 1987;

González Carré et. al. 1988). Tal vez alternativamente podría haber durado

muy poco, unos cuanto años. O lo que resulta aún más intrigante es que tal

vez jamás existió realmente: el retrato histórico de una amenaza chanca

podría haber sido mayormente una invención de los incas, para justificar su

propia expansión imperial”. (Brian S. Bauer et al. 2013: 45)

De la anterior cita, cuando el investigador al señalar, “la información contenida en las

crónicas clásicas a cerca de su composición social es tan ambigua que nadie entiende

claramente cómo estuvo organizada o siquiera incluso si existió o no” y “aún más

intrigante es que tal vez jamás existió realmente”, se pone en contra de todas información

obtenida en los primeros siglos de la invasión, el cual es uno de los elementos muy

importantes para dar una posible explicación de nuestro Perú prehispánico. Si bien los

cronistas adquirieron toda información de la población de aquel entonces, cuando los

hechos ya habían pasado varias décadas, por lo tanto la información dada a los cronistas

era lo que el entrevistado recordaba. Por lo tanto el trabajo del investigador esta en

buscar toda información escrita y esto, confirmar con trabajos arqueológicos.

De lo segundo se puede decir: si bien es cierto que en las crónicas no se habla de una

confederación propiamente dicha, pero sí se habla de una agrupación de varios grupos

para un mismo objetivo. Como los señalan los cronistas (Garcilaso de la Vega. 1953. Cap.

XV. Lib. IV) y (Cieza 1553, Cap. XC), y algunos investigadores que dedican su

investigación a este periodo: como González Carré (1987), quien luego de un análisis de

la cultura material chanca dice así:

“El análisis de los objetos y elementos Chankas nos ha puesto frente a la

evidencia de una cultura material, integrada por un conjunto de elementos que

se repiten en forma recurrente en más de 300 yacimientos identificados en un

área determinada, y dentro de un periodo de tiempo conocido. Esto nos lleva a

proponer que estamos ante un conjunto de grupos étnicos que se integraron

en una nación que los cronistas denominan Chanka, y que esta referencia

documental tiene su correspondencia en las evidencias arqueológicas…

(González Carré et. al. 1987)”.

Por su parte, Lumbreras señala. No sabemos si estos guerreros formaban parte de una

sola organización política, o si más bien representaban una confederación de pequeños

grupos que unían sus fuerzas para la guerra, ni tampoco contamos con información

concreta del territorio que habitaban, o si toda o una gran parte de la provincia de la sierra

central pertenecía a la alianza chanca. (Lumbreras 1974a: 198, citado por Brian S. Bauer

et al. 2013: 45).

Como una respuesta a la primera interrogante de que se hace Lumbreras, González

Carré, señala que los “Chankas como una nación se integraron por señoríos, que eran

unidades políticas de cierta autonomía, que reconocían la jefatura de un jefe étnico en

tiempos de paz. No existía un poder central unificador de manera permanente y éste sólo

se ejercía en tiempos de guerra, cuando era disponible que se integren todos los grupos

que se reconocían miembros de la nación para formar los ejércitos. En estas

circunstancias, sí había un proceso de unidad política con poder central, pero esto sólo

duraba durante tiempos de guerra o conflicto y asimismo, se nombraba un jefe para la

guerra y líderes guerreros que representaban las parcialidades de Hurin y Hanan en que

se dividía la nación Chanka en su conjunto (González Carré 1992. 87)”.

En cuanto al espacio cultural, a la cual también, Lumbreras hace referencia en la cita

anterior. Se dice que el espacio cultural Chanka se integra en el departamento de

Huancavelica en la provincia de Castrovirreyna, e incorpora en la totalidad del territorio de

Ayacucho y se prolonga hasta el departamento de Apurímac, teniendo como límite natural

la zona donde se unen los ríos Pampas y Apurímac (González Carré 1992. 39).

Investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el departamento de Huancavelica

permitió identificar cuarentaicuatro asentamientos arqueológicos cuya cultura material es

de filiación Chanka. Estos asentamientos arqueológicos se ubican en las provincias de

castrovirreyna, Huaytará y Huancavelica, o sea territorialmente siguiendo el curso de la

cuenca de rio Pampas que se interna en el territorio del departamento de Ayacucho.

Específicamente, alrededor de la laguna de Choclococha, se ubican once asentamientos

arqueológicos con material Chanka, cuya análisis permite concluir que los sitios tuvieron

una larga ocupación en el tiempo ya que presentan muestras de los cuatro tipos en los

que se clasifica el estilo cerámico Chanka, los cuales representan los momentos más

tempranos de la ocupación Chanka del territorio, hasta sus últimos momentos. Por lo cual

se puede considerar, que los territorios de Huancavelica fueron los primeros en ser

ocupados por los pueblos Chanka y que a partir de ellos los grupos migraron y fueron

estableciéndose y conquistando los territorios del departamento de Ayacucho y

Andahuaylas en el departamento de Apurímac (González Carré 1992. 78).

Otro punto en que Brian S. Bauer esta desacuerdo, con los investigadores que se ocupan

del Periodo Intermedio Tardío, es en el uso de Chanca como un terminar para denominar

a todos los grupos que ocuparon el área de las sierra Centrales durante este periodo. En

palabras de Brian S. Bauer:

El uso de “Chanca” como un término general para los restos del Periodo

Intermedio Tardío en los Andes Centrales además distrae, puesto que impide

que los investigadores preparen cronologías locales detalladas, y aplica un

lente homogeneizador a través del cual el pasado de la sierra central viene

siendo reconstruido. También ignora el simple hecho de que sabemos que los

distintos grupos que vivían a lo largo y ancho de la región se consideraban a

sí mismo como entidades distintas en mucho contextos, y tal vez en la

mayoría de ellos, con su propio nombre, fronteras, jefes, tradiciones,

santuarios y mitologías (Brian S. Bauer et al. 2013: 47).

El patrón de asentamiento de los Chankas, está casi definido. Diferentes investigaciones

arqueológicas, tanto superficiales y excavaciones, llevadas hasta la fecha; Lumbreras

(1959, 1969, 1974); González Carré et al. (1987, 1988); González Carré, (1979; 1992);

Vivanco Pomacanchari (1999, 2004, 2005, 2007, 2008); Canchari Huamaní (2012);

Villavicencio Hinostroza (2012); Arango Claudio (2013); Brian S. Bauer et al. (2013);

demuestran que estos grupos, los Chankas, abandonaron toda vida urbana para situaron

en espacios inhóspitos y escarpados casi inaccesibles en las cimas y laderas de los

cerros. De igual forma, el patrón arquitectónico se define en aldeas dispersas, los

investigadores señalan, sin orden alguna. En donde predominan estructuras

arquitectónicas de corte circular construido con piedras sin cantear, tal cual fue tomado

del campo u obtenido de las canteras, unidas con argamasa de barro.

Hasta la fecha las investigaciones no se han registrado diferenciaciones arquitectónicas,

como estructuras habitacionales, de culto, entre otros. En casi la totalidad de espacios

correspondientes a este periodo, el espacio arquitectónico esta circundado total o parcial

por muros muy anchos y altos. Nuestra área de estudio no es ajena a ello, este muro de

defensa fue construido en la parte más vulnerable. Razón por la cual, las investigaciones

concluyen que la época denominado Intermedio Tardío, fue una época de convulsión

social.

El material arqueológico (cerámica) asociado a este grupo, “está integrado por diversas

clases de objetos que desde un punto de vista de análisis técnico y artístico rompen con

la tradición alfarera previa al periodo intermedio tardío en la sierra central”. (González

Carré et al. 1987: 27).

Por su parte Lumbreras, también, señala algunas de las características que presentan la

cerámica de este periodo: “La cerámica es generalmente llana, de superficie áspera y a

veces con un engobe rojo muy diluido que cubre toda la superficie. La decoración en

relieve, con aplicaciones de botones o figuritas de arcilla, complementada con incisiones o

estampado circular”. (Lumbreras .1969: 304)

Es una cerámica que se caracteriza por su aspecto rudimentario y primitivo, debido a

diferencias en la elaboración, la materia prima utilizado para su elaboración están mal

seleccionados y que también el proceso del cocido no son homogéneos, la superficie está

mal acabado y la decoración que lo aplicaron son muy incipientes, donde existen líneas

pintadas con colores gris, negro y blanco sobre rojo diluido. También se aplicaron

incisiones cerca del borde, como también caras con ojos salientes. (González Carré

1988)

Diferentes investigaciones, tanto superficiales como excavaciones y con su posterior

análisis del material arqueológico (González Carré et. al. 1987) en territorio ayacuchano,

sobre todo en la en el área ligada al río Pampas, que es territorio Chanka. Se ha

identificado grupos cerámicos como Tanta Orqo, Qachisqo, Arqalla, Aya Orqo y las

modificaciones del estilo Inka, luego que estos conquistaron la región.

Cada uno de los grupos cerámicos señalados anteriormente, se encuentra distribuidas en

el territorio ayacuchano. En cuanto a su denominación de estos grupos cerámicos, se

debe al sitio donde fueron ubicados; es así que, Lumbreras, en uno de sus exploraciones

por el valle de Cachi, encima de las tierras del fondo Kasa-cancha, registra una cerámica

muy tosca, de un aspecto más bien rudo, apenas decorado con adornos plásticos o

incisiones, todo ello en forma descuidada, generalmente de color rojo; a este tipo de

cerámica lo denomina como “Arqalla” en función al sitio.

Es el grupo más representativo en la región y del periodo Intermedio Tardío, además se

registran en la mayoría de los sitios arqueológicos de esta época. (González Carré et. al.

1987: 215)

De igual forma, en el sitio de Aya Orqo, que se ubica en la cima del cerro en las alturas de

Huascahuara. Cuando Lumbreras realiza pozos de cateo en ese sitio, registra gran

cantidad de tiestos de cerámica, en ella hay un grupo predominante a la cual lo denomina

Aya Orqo: este grupo se caracteriza presentar una pasta mucho más fina, pintado con

blanco o gris sobre una superficie roja engobada y pulida, que sugiere tener parentesco

con la cerámica Inka. (Lumbreras .1974: 201-202)

Este grupo cerámico es reducido en número y bastante escaso en los asentamientos

arqueológicos. Espacialmente se encuentran en Cangallo, VilcasHuamán, Huamanga,

Tambo, Parinacochas y Andahuaylas. (González Carré 1992: 59)

En cuanto al grupo denominado Tanta Orqo, este se caracteriza por presentar pintado con

hasta tres colores (blanco, gris o negro y rojo); los mismos que llevan a proponer, a los

investigadores, que aún mantiene algunas tradiciones cerámicos de la cultura Wari.

También, se dice que este grupo represente el abandono progresivo de las tradiciones

previas que tienen relación con Wari y el avance y consolidación de manifestaciones

estilísticas propiamente Chanka. Y último se señala el grupo Qachisqo, en palabras de

Lumbreras (1974), es una cerámica monocroma, decorada a base de aplicaciones

plásticas, mucho más elaborado que Arqalla. También se puede observas “incisiones,

siendo especialmente características los cantaros con cara gollete, donde los ojos de los

personajes de obtienen con aplicaciones e incisiones”. (González Carré 1992: 58). Por las

características que este grupo presenta se propone que, probablemente, se trata de

objetos relacionados a laguna función de ofrenda o de culto.

ORGANIZACIÓN RELIGIOSA

Durante el Horizonte medio, la religión estaba institucionalizada. Como testigo a ello, las

excavaciones llegadas en la metrópoli Wari, Vegachayuq Moqo, denominan como el

sector ceremonial más importante conocida hasta el momento. Así, a través de las

excavaciones llevadas por Enrique Bragayrac y Gonzalez Carré en 1987, es el conocido

como Vegachayuq Moqo o Tempo Mayor que es un buen ejemplo de la arquitectura

pública y probablemente religioso.

De igual forma, Lumbreras (2007), refiere que este sector es el templo principal de la

ciudad de Huari, también señala que se encuentran piedras labradas que son parte de

edificios sagrados a modo de pirámides con plataformas en forma de D, cuya función es

ceremonial. Por su parte Ochatoma y Cabrera (2010), señalan que “Huari tuvo una

necesidad de manifestar su ideología por medio de construcciones monumentales donde

realizaban las ceremonias y los rituales religiosos. Es así que Vegachayuq Moqo, habría

sido el espacio donde se llevaban estas actividades religiosas”. Así, los Wari mantenían

una estructura religiosa que era impuesta, junto con la económica y la política, a los

pueblos conquistados.

De igual forma durante el imperio de Tawantinsuyu, los Inkas organizaron el culto en

función de un dios preponderante que era el sol. Las actividades religiosas en todos sus

aspectos eran administradas por una jerarquía sacerdotal, los templos eran los lugares de

culto y la institución religiosa mantenía fuertes vínculos con el estado y cumplía una

función de sostén ideológico de la nobleza gobernante (González Carré 1992: 80).

Así, como se puede ver que durante los periodos Horizonte Medio (Wari) y el periodo del

Imperio Inca, la religión jugo un rol muy importante durante el desarrollo de estos

Imperios, mientras que para el Periodo del Intermedio Tardío o los Estados Regionales,

para la sierra central (los Chankas) que encuentra entre estos dos periodos. Las

investigaciones arqueológicas (superficiales ni excavaciones) llevados hasta la fecha no

han logrado identificar en ningún asentamiento Chanka alguna estructura que demuestre

la existencia de un templo o lugar de culto. De igual forma el análisis de la cultura material

(la cerámica, lítica, madera y otros), tampoco han permitido identificar ningún utensilio,

artefacto y otro objeto cuya función sea especializada para el culto religioso (González

Carré et al. 1987).

Se dice que durante este periodo, los Chankas organizaron su culto en función de

huancas, del cual quedan informaciones crónicas los cuales pasamos a ciatr:

“El cronista collahua Pachacuti Yamqui Salcamayhua nos dice que cuando el

Inca Pachacutec llego a Vilcashuaman encontró siete huacas que tenían los

siguientes nombres: “Ay ssa Villca“, “Pariaca”, “Chinchacocha”, “Vallalo” y

“Chuqui Uacra”. Las otras dos pertenecían a los cañaris” (Pachacuti, 1950:

239-240; citado por Purizaga 1972: 42).

“Visitando esta provincia, halle muy mucha suma de guacas y las destrui y

queme, y dexe memoria en los que mande hazer de fabricas, con toda cuenta

y razón” (Duviols 1967: 29, citado por González Carré 1992: 80).

“Halle mas de otras dos mil guacas visitando esta provincia, que las pude

haver, mande quemar y deshacer, y deje memoria en los libros de fabrica que

hize en las doctrinas” (Duviols 1967: 28, citado por González Carré 1992: 81)

De igual forma, en la sociedad Chanka, las huancas Generalmente eran piedras de

dimensiones significativas, cerros, lagunas, ríos, cuevas y animales, y los grupos étnicos

que integraban esta nación se identificaban con ellas. Algunas eran reconocidas como

lugar de origen o pacarina, como es el caso de la laguna de Choclococha; algunos

animales como el puma se les reconocia como antepasados y algunas piedras y plantas

eran motivo de veneración en recuerdo de sus héroes civilizadores y fundadores

(González Carré 1992: 80).

Como dice las citas que estas huancas o lugares sagrados como cerros, cuevas, etc.

fueron destruidos durante la extirpación de idolatrías para luego ubicar, en esos lugares

sagrados, generalmente una cruz que simboliza la religión católica. Es así que en el

espacio de nuestro estudio el cerro prominente denominado antiguamente……………..,

en donde se ubican los espacio funerario del antiguo poblado (Raqaraqay) y que en la

actualidad es el patrono del pueble. Actualmente este cerro es conocido con el nombre de

un santo “San Cristóbal”, en cuya cima se ubica la cruz y que actualmente, cada 24 del

mes de Junio, es venerado por la población Huallina. En los tiempos cuando Raqaraqay

era aún ocupado, probablemente en este cerro se ubicaba una huaca o que el mismo

cumplía esa función; razón por la cual, la construcción de sus estructuras mortuorias en

ese lugar. En actualidad estas estructuras mortuorias se encuentran muy destruidas; el

cual, probablemente fue hecho en épocas de la extirpación de idolatrías por hecho de ser

un espacio sagrado para la sociedad de aquel entonces. Para su posterior ubicación de

una cruz que perdura hasta nuestros días.

CAPÍTULO III

MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

Arqueología del paisaje

El principio básico de la arqueología del paisaje es muy simple: los seres humanos del

pasado no se limitaban a vivir, deshacerse de artefactos o construir asentamientos, sino

que también interaccionaban con el paisaje. Por tanto la arqueología del paisaje se

encarga de la evidencia que se encuentra fuera de los yacimientos (Timothy Insoll 1993.

72). El mismo investigador cita una analogía del arqueólogo ingles O. G. S. Crawford:

Un documento que ha sido escrito y borrado una y otra vez; y la tarea del

arqueólogo de campo consiste en descifrarlo. Los límites implicados son, por

supuesto, los caminos y los límites entre campos, los bosques, las granjas y

otros lugares de habitación, y todo los demás productos del trabajo humano;

éstas son las letras y las palabras escritas sobre la tierra. Pero no es fácil

leerlas, porque mientras el documento sobre pergamino casi nunca era

borrado más de una o dos veces, la tierra ha visto sometida a un cambio

continuo a través del tiempo (Crawford: 51).

Patrón de asentamiento

A mediado de los años 1960 algunas arqueólogas y arqueólogos comenzaron a abogar

por la introducción en el análisis arqueológico de técnicas y conceptos tomados de la

corriente antropológica de la Ecología Cultural, lo hacen desde la constatación de que l

paradigma histórico-cultural no había sabido hacer frente al problema de las relaciones

entre las sociedades humanas y su medio ambienten de una forma satisfactoria. La

Ecología Cultural propuso con éxito una gran cantidad de principios científicos que

transformaron eficiente y radicalmente el modo en que los arqueólogos estudian las

relaciones entre las comunidades humanas y sus nichos ecológicos (García Sanjuán

2005: 184-185).

El impacto de la Ecología Cultural en arqueología comenzó realmente en los años 1950 a

través del propio Steward, uno de los antropólogos de su tiempo que más consiente fue

del valor de los datos arqueológicos para el estudio de la evolución cultural y social en el

sentido más amplio. Más tarde igualmente relevantes las contribuciones de L. Binford y K.

Butzer. Posiblemente, las tres repercusiones arqueológicas más significativas de la

Ecología Cultural son: i) la aparición de la arqueología de asentamiento y,

ulteriormente, del análisis arqueológico espacial, ii) la definición metodológica del análisis

paleoambiental y la Geoarqueología y, iii) la renovación materialista del concepto de

cultura (García Sanjuán 2005: 196).

En lo que se refiere al desarrollo de la arqueología de asentamientos, fue Steward quien

persuadió al arqueólogo Gordon Willey para que, como parte del proyecto de estudio de la

sociedad preincaica de Perú que dirigía a comienzos de los cincuenta, aplicase un

enfoque de análisis ecológico basado en el examen de la distribución de asentamientos

respecto a las principales variables medioambientales. A partir de esa experiencia, el

análisis de la distribución de asentamientos humanos en sus diferentes categorías

funcionales y a través de sus distintas fases cronológicas se convierte en un método

fundamental de analizar la implantación de una sociedad o cultura en un nicho ecológico

dado y por tanto su relación dinámica con el medio ambiente,… El paso epistemológico

dado en ese momento es de enorme trascendencia y supone una gran innovación ya que

pasa a asumirse que el registro arqueológico, o mejor dicho el registro arqueológico de

asentamientos, refleja directamente las pautas de interacción que una cultura (o una

secuencia de ellas) tuvo en su día con la naturaleza (García Sanjuán 2005: 196).

De este modo, es Gordon Willey quien aplica el estudio sobre el patrón de asentamiento

en el Valle de Virú y es también, quien da una primera definición. Señala que el Patrón de

Asentamiento, es el modo en el cual el hombre se desarrolla en el medio ambiente en que

vive. Se refiere a las viviendas, su arreglo o distribución y a la naturaleza y disposición de

otros edificios en relación a la vida comunal. Estos asentamientos reflejan el medio

ambiente natural, el nivel tecnológico de sus habitantes y varias instituciones de

interacción social y control que esa cultura mantenía. Además ofrece un punto de partida

estratégico para la interpretación funcional de las culturas arqueológicas ya que en gran

parte, los patrones de asentamiento están condicionados por las necesidades culturales

(Willey 1953: 1).

Por su parte William Allan en 1972 patrocina un enfoque fuertemente enraizado en la

ecología, da prioridad a dos factores causales: el ambiente y el tecnológico. Entre los

ambientales destacan básicamente el tipo de suelo, el clima, la disponibilidad de agua, la

vegetación y el tipo de plantas comestibles o cultivables. Entre los tecnológicos se

encuentran factores que tienen que ver con los elementos de las fuerzas productivas y

que accionan sobre el asentamiento de acuerdo al grado de desarrollo de las mismas.

Asimismo (Doxiadis 1977), sostiene que las sociedades humanas tienden a organizar y a

distribuir sus comunidades aprovechando su medio ambiente, aspecto culturalmente

determinado por la sociedad (William Allan 1972 citado por …………..2012: 30).

Entierro primario

Se trata del depósito de un cadáver en su ubicación definitiva. Los cuales pueden ser

consecuencia de un ritual o simplemente del lugar de depósito de un cadáver.

Un enterramiento primario puede ser individual o colectivo. En el primer caso, el esqueleto

estará dispuesto tal cual fue depositado. Mientras que en el segundo caso, obviamente se

trata de un enterramiento de más de un cadáver, lo cual puede significar un

desplazamiento de los restos más antiguos para acondicionar nuevos restos. Ello puede

significar que los primeros se presenten total o parcialmente desarticulados, sin que ello

suponga el carácter secundario de los restos originales (Campillo y Eulália. 2004. Pág.

201)

Entierro secundario

Consisten normalmente en agrupaciones de huesos no articulados y representan un

método de enterramiento formado por sucesivos pasos. En un primer paso se despoja de

los huesos de las partes blandas, ya sea por procedimientos pasivos –descomposición al

aire libre del cadáver- o activos – procedimiento a la descarnación del cadáver-. En un

segundo paso se procede a recolectar los huesos, que pueden conservar o no algunas

articulaciones conexas y que puede producirse al poco tiempo o mucho tiempo (Campillo

y Eulália. 2004. pág. 202).

Áreas de actividad

Según Linda Manzanilla (1986: 11), un área de actividad es la concentración y asociación

de materias primas, instrumentos o desechos en superficies o volúmenes específicos, que

reflejen actividades particulares.

Por su parte, López Aguilar (1984: 29) considera que un área de actividad es un

agrupamiento de materiales arqueológicos culturales, sean artefactos, con limites

espaciales, cuya distribución y organización interna es consecuencia de la realización de

una o varias tareas específicas, que a su vez tuvo limites en su dimensión física. Se

podría decir que la unidad básica del registro arqueológico para listar y organizar las

diversas actividades que un grupo social realizó en el área de actividad, concepto que

supone la caracterización de un contexto arqueológico, basada en la naturaleza y

disposición espacial de sus componentes, cuya asociación es explicable en cuanto a su

interrelación funcional mediada por actividades determinadas. Esto supondría la inferencia

en torno a las actividades a partir de la información de los contextos donde fueron

realizadas; sin embargo, en esta instancia no se está ordenando las unidades de

información referidas directamente al registro arqueológico, sino a las actividades

inferidas para conformar una representación conceptual de la singularidad de la vida

cotidiana (López Aguilar citado por Ochatoma 2007: 28).

Según Barba y Manzanilla (1987), las áreas de actividad se pueden dividir en interiores y

exteriores respecto a la extensión de la unidad habitacional. Entre las exteriores se

menciona a los depósitos de agua, los campos de cultivo, las canteras, entre otros. En el

interior estarían las áreas de actividad techada, por ejemplo: áreas de preparación y

consumo de alimentos, dormitorios, áreas de culto doméstico, almacenes. También

incluyen las áreas circundantes abiertas como los patios, huertos, basurales, corrales,

pozos. Etc. (Barba y Manzanilla citado por Ochatoma 2007: 29)

CAPÍTULO IV

TRABAJO DE CAMPO

En general el trabajo de campo consiste en la acumulación de datos empíricos, los cuales

están constituidos por el conjunto de restos materiales dejados por el hombre como

producto de su actividad social. la forma de acumular los datos arqueológicos es mediante

técnicas de prospección y excavación,… la prospección arqueológico es el procedimiento

por medio del cual el arqueólogo toma contacto con el espacio en el que están situados

los vestigios de la actividad social que se busca, estos es, el medio ambiente natural o

habitad, los recursos existentes y los espacios modificados por el hombre,…el

procedimiento de prospección implica la acumulación de muestras de los diversos

materiales que se requieren para la elaboración de los datos en el laboratorio. Por

excavación arqueológica, consiste en el examen morfológico y estructural de un contexto

de actividad humana que, por causas de su uso, reuso, abandono y otros eventos

naturales o sociales, se encuentra “enterrado” en condiciones que requieren su

excavación para ser observado (Lumbreras 2005: 89-93).

1. PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

El trabajo superficial realizado, por nuestra persona, se efecto independientemente del

trabajo realizado previo a la excavación arqueológica, el cual fue llevado a cargo de los

elaboradores del proyecto y meses antes.

El trabajo superficial realizado por nuestra persona, se realizaron posteriormente a la

excavación, pensando en la elaboración de la tesis. Para lo cual, nuestro objetivo fue

recuperar toda la información existente del sitio. Por lo tanto, inicialmente se delimitaron el

área a prospectar, para luego planificar el tipo o la estrategia a emplear en este trabajo.

El total de área delimitado es de …….. m2. Para un buen registro superficial se decidió

emplear el tipo de prospección denominado: estrategia de cobertura. Señalan que

dentro de este tipo existen dos alternativas genéricas: la cobertura total (o peinado

intensivo de toda el área de estudio) y el muestreo (selección de una fracción muestral

de la zona de estudio).

El tipo de prospección que creemos lo adecuado para realizar nuestra investigación

superficial es: la cobertura total o peinado intensivo de toda el área de estudio . Este tipo

de prospección “ofrece la ventaja de que supone un peinado exhaustivo del territorio,

incremente el número de evidencias disponibles y proporciona una lectura continua del

territorio de las sociedades del pasado (García Sanjuán 2005: 71).

Si bien es cierto que este tipo de prospección es especialmente recomendable en

situaciones donde las condiciones de perceptibilidad son malas y en caso de

prospecciones derivadas por actuaciones administrativas de urgencia ante la construcción

de obras de gran envergadura que puedan comportar la destrucción de yacimientos

(García Sanjuán 2005: 71).

El trabajo superficial nos ha proporcionado gran cantidad de información empírica que nos

permitirá elaborar la información arqueológica documentada. El dato arqueológico

constituye la diversidad de las evidencias arqueológicas que se encuentran o perciben en

el espacio superficial del antiguo poblado, denominado actualmente Raqaraqay: las

estructuras arquitectónicas, las áreas de circulación, las canteras, los fragmentos de

cerámica, los patios, los espacios públicos, etc. los cuales fueron registrados debidamente

producto a una prospección intensiva.

Cada uno de los datos arqueológicos fue registrado adecuadamente en el cuaderno de

campo y de igual forma su registro gráfico, mientras que la cerámica diagnostica fue

recolectado para su posterior análisis en el laboratorio.

A continuación pasamos a detallar la información superficial obtenida:

El área de estudio corresponde a un cerro prominente, donde la cima se ubica sobre los

3888 m. sobre el nivel del mar. Esta localizado próximo entre dos poblados y que el

espacio, también corresponde a los mismos.

El lado Sur de este cerro corresponde al distrito de San Pedro de Hualla, el mismo que se

ubica próximo a la ladera del cerro; mientras que el lado Norte corresponde al centro

poblado de Chincheros que también se ubica próximo a la ladera del cerro. Como límite

natural de estos dos poblados es la cima del cerro.

El cerro está constituido por lava volcánica solidificada. De forma alargada que corre de

Este – Oeste. Es sobre la cima y la fardería de este cerro que se registra gran cantidad de

restos arquitectónicos, ubicadas sobres espacios habilitados de forma exprofeso.

1.1 DESCRIPCIÓN

Para una descripción detallada se realizaron por los cuatro lados cardinales del cerro:

1.1.1.Lado Norte. Este lado presenta un espacio accidentado y libre de

vegetaciones mayores, solo se registran pequeñas vegetaciones propios de la zona (ichu)

que no impiden la visibilidad de la ladera o fardería de esta lado. En las laderas se

registra gran cantidad de material inorgánico (cascajo), se trata de desechos de piedras

menudas que habrían sido lanzados hacia este lado al momento de habilitar los espacios

planicies o en el momento de la obtención de la materia prima (piedras).

En cuanto al material arqueológico se pueden registrar poca cantidad de estructuras

arquitectónicas, probablemente este se debió a lo accidentado del terreno. En cuanto al

material tangible se registran escasa cantidad de tiestos de cerámica y material lítico

como: fragmento de mortero que se encuentran entre las estructuras y cascajos.

1.1.2.Lado Sur. Este lado presenta un espacio menos accidentado y también, es

el espacio por donde se puede acceder al sitio por donde uno vea conveniente. En cuanto

a la vegetación presenta mayor abundancia, pero se trata de vegetación propia de la zona

(ichu). La vegetación que presenta mayor altura y abundante se registra en el interior de

las estructuras. También se puede observar la presencia del cascajo pero en menor

cantidad.

Hacia este lado se registra la mayor cantidad de estructuras arquitectónicas y en mejor

estado de conservación, donde la mayor altura del muro mejor conservado es de 1.60 m.

En cuanto al material arqueológico se registran escasos fragmentos de cerámica y

algunos líticos fragmentados. También se registra el camino prehispánico que habría

servido de acceso al sitio arqueológico.

Por la fardería o ladera de este lado cruza la carretera contemporánea que conduce hacia

a las punas de Hualla el mismo que corto el camino prehispánico que lleva al sitio

arqueológico. Paralelo con la carretera contemporánea se observa la presencia de un

camino probablemente Inca que también, conduce a las punas de Hualla. En el punto

donde fue cortado el camino prehispánico que conduce hacia Raqaraqay permite pensar

que este camino, probablemente habría estado conectado al camino Inca, esto por la

cercanía que existe entre estos dos caminos.

La delimitación de nuestra área de investigación, hacia este lado finaliza en la quebrada

por donde corre un pequeño riachuelo. Es en esta quebrada que finaliza el camino Inca,

exactamente próximo a una toma de agua que en la actualidad abastece al pueblo.

1.1.3.Lado Este. Hacia este lado se ubica el abra. Aproximadamente a 100 m.

hacia la base de la abra se ubica parte del muralla que encierra al sitio arqueológico. En

cuanto a la vegetación presentan las mismas características que los otros lados.

El camino prehispánico que conduce hacia el sitio arqueológico, llega y culmina en la

base de esta abra. A partir de este espacio el área que continua hacia el sitio

arqueológico es muy fácil de recorrer que no necesita un camino para llegar hacia al sitio.

La presencia del muro que delimita entre el interior y exterior del sitio arqueológico de este

lado, probablemente fue construido por el fácil acceso de este lado, porque el muro que

comunica el exterior y el interior del sitio no se registra en los otros lados.

En cuanto al material arqueológico se registran escasa cantidad de tiestos de cerámica al

interior del sitio, mientras que pasado el muro limítrofe no se registran material alguno.

1.1.4.Lado Oeste. Este espacio presenta un área muy accidentado en

comparación con los lados descritos anteriormente. Hacia este lado finaliza el cerro,

presenta una caída de aproximadamente 110° y en partes 90°. Es un espacio donde se

ubica abundante cantidad de vegetación propia de la zona que también, no dificulta la

visibilidad de este lado.

Si se da una mirada desde el poblado hacia este lado del cerro, se puede notar que es el

lado más prominente, en la actualidad es el patrono del pueblo en cuya cima se ubica una

cruz. Hacia este lado también se ubica el camino que probablemente sería

contemporáneo, el cual conduce hacia la cruz.

1.1.5.Acceso al sitio arqueológico

Si bien el lado Sur del sitio ofrece un espacio amplio poco accidentado y por donde es

posible el acceso, no por un camino definido, sino abiertamente por donde uno lo vea

conveniente. Pero es por este mismo lado, que en la actualidad, existe dos vías de

acceso bien definidos a partir del pueblo de Hualla.

Para ambos accesos se debe tomar el camino hacia la periferia del pueblo por la calle

San Cristóbal hasta llegar al reservorio de agua, a partir de este punto uno debe decidir

tomar uno de las vías de acceso que conducirá hasta la cima del sitio arqueológico.

El primer acceso es a partir del punto (reservorio de agua), desde donde se inicia a

ascender por el cerro San Cristóbal hasta la cima en donde, en actualidad, se ubica una

cruz. Este recorrido se hace por un camino de herradura contemporánea que se

encuentra en regular estado de conservación, este mismo camino es recorrido cada 24 de

junio de cada año, en penitencia. Hasta la actualidad este cerro es el patrono del pueblo

en donde se ubica una cruz.

El segundo acceso, también se inicia del mismo punto. En este caso se sigue por la

carretera que va rumbo las alturas de Hualla, aproximadamente a 20 minutos de recorrido

del punto (reservorio de agua) se encuentra un acceso ascendente en el lado derecho de

la vía, se trata de un camino prehispánico que se encuentra en mal estado de

conservación y está en continuo destrucción, principalmente por los animales. Este

camino llega a las orillas del sitio, exactamente al lado Este. A unos 100 m

aproximadamente, este camino se pierde porque a partir de este punto se inicia un

espacio abierto y muy fácil de acceder y que por este espacio habría continuado el

ingreso al sitio arqueológico cruzando antes por el cerco perimétrico que encierra el sitio.

1.1.6.Las canteras. Raqaraqay es un cerro compuesta por tufo volcánico en

toda su extensión. De este modo los componentes arquitectónicos existentes fueron

construidos, en su totalidad, por este material.

En el momento de habilitar los espacios planicies, tuvieron que extraerse gran cantidad de

piedras, por lo tanto cada uno de los espacios habilitados habrían servido como cantera.

En la actualidad aún es posible observar uno de los lugares, de las tantas que habría

existido, se ubica exactamente en la cima.

1.2. SECTORIZACIÓN DEL SITIO ARQUEOLÓGICO

El estudio superficial nos ha permitido dividir el espacio arqueológico y con ella las

estructuras arquitectónicas en dos sectores A y B. Para tal división se tomaron dos

factores: 1) la altitud del espacio y 2) el tipo de estructuras arquitectónicas. La

sectorización del sitio arqueológico, también se realizó con el objetivo de realizar una

descripción detallada y con esto identificar si entre estos dos espacios existen diferencias

arquitectónicas y se si encuentra esta diferencia, probablemente estaríamos frente a una

diferenciación social, que hasta la fecha investigaciones arqueológicas llevadas para este

periodo señalan que arquitectónicamente no demuestran la existencia de clases sociales.

La sectorización se realizó, porque el cerro presenta dos espacios de diferentes

elevaciones o altitudes. EL Sector A, el espacio de mayor elevación (3.888 msnm la

cima), mientras que el espacio de menor elevación (3.710 msnm la cima) es denominado

Sector B. En la actualidad, estos espacios reciben nombre diferentes, Raqaraqay es el

espacio al que nosotros denominaremos como Sector A, mientras que el Sector B es

conocido como San Cristóbal. En este último espacio es donde está ubicada la cruz y es

el patrono del pueblo.

1.2.1 Sector A

La cima de este sector está sobre los 3,888 m. sobre el nivel de mar. La cima es un

pequeño área ligeramente planicie que corre de Este a Oeste. Ahí se ubica el 77% de las

estructuras arquitectónicas, exactamente 285 estructuras arquitectónicas que están

ubicadas entre la cima y la ladera.

El registro de cada uno de estas estructuras fue posible, porque se encuentran en regular

estado de conservación. Aún es posible identificar los vanos de acceso y la estructura

arquitectónica mejor conservada presenta 1.60 m de altura, mientras que la estructura

que presenta el muro que sufrió mayor destrucción presenta 40 cm. de altura (lado más

destruido).

1.2.1.1 Muros de defensa: Hacia el lado oeste, se ubica el muro limítrofe que

probablemente encerraba el sitio arqueológico. Muchos o para no decir todos los sitios

que corresponden a este periodo se encuentran circundados completamente por este

muro. Mientras que en Raqaraqay, solo se observa en el lado más vulnerable (Oeste). En

el resto del área no se llega a registrar restos de este muro. Mientras que hacia el lado

norte se registra dos estructuras circulares pequeñas en comparación con el resto de las

estructuras (3 m. de diámetro aproximadamente). En cuanto a su ubicación es muy

separado de uno al otro, pasando estas estructuras recién se registran las estructuras de

mayor diámetro. La presencia de estas dos estructuras pequeñas, para nuestro pensar,

se trataría de estructuras de vigilancia a falta del muro de defensa hacia este lado. Claro

que se necesita realizarse una excavación sistemática en estas estructuras para definir la

funcionalidad específica, la probable funcionalidad que proponemos a partir del estudio

superficial es pura especulación.

1.2.1.2 Espacios en proceso de habilitación sin estructura arquitectónica: otro de

los elementos que nos dan datos para una propuesta sobre la el tiempo de existencia de

este sitio son los espacios libres, se tratan de espacios habilitados para la construcción de

estructuras arquitectónicas, pero no fueron concluidas. En ella se puede observar la

técnica empleada en el proceso de habilitar un espacio previo a la construcción de una

estructura arquitectónica, se construyeron hasta dos muros simples a medida que se fue

el ancho de espacio, y probablemente cuando el ancho del espacio ya es propicio se

concluía con la construcción de un muro de contención con piedras de dimensiones

grandes como se puede observar en el resto de espacio. Estos espacios libres de

estructuras arquitectónicas, generalmente se encuentran ubicadas en las laderas del lado

oeste y suroeste.

1.2.1.3 Estructuras arquitectónicas probablemente reducidas: es otro elemento

cultural que muestra este sector, se trata de estructuras arquitectónicas con muros

secundarios en el interior. Se tratan de muros que se construyeron con las mismas

técnicas que el resto de las estructura. Por las características que muestran, no se puede

pensar que encierran algo porque el espacio que existe entre el muro primario y el

secundario es muy pequeño (30 cm. aproximadamente), además se encuentra en una de

los lados que van paralelo con el muro primario.

1.2.1.4 Arquitectura. En cuanto al tipo de arquitectura ubicado en este espacio es

diferente con la arquitectura del sector B. Esa diferencia radica en que las pilastras o

jambas de las estructuras de este sector fueron construidas con piedras de dimensiones

medianas unidas con mortero de barro.

En algunas de las estructuras de este sector se observa la presencia de muros,

construidos con la misma técnica y tipo que el resto de la estructura, en el interior de las

estructuras arquitectónicas. Por las características superficiales (ancho y altura) que

presentan estos muros, permite pensar que se trataría de muros secundarios construidos,

probablemente para reducir el espacio. El por qué la presencia de estos muros, sin antes

realizar una excavación en éstas, es puro especulación.

Otro característica que presenta este sector es que; en la cima de éste se ubica dos

estructuras arquitectónicas con acceso a un único patio y una tercera en proceso de

construcción (espacio excavado), también con acceso al mismo patio. Éste espacio

llama la atención, porque se trata un único y se ubica en la cima, lo cual permite pensar

que probablemente se trate de un espacio de mayor importancia con respecto al resto de

las estructuras. Lo cual no será posible confirmar sin antes realizar una excavación.

Lamentablemente, excavamos en la tercera estructura, el cual se trataría de una

estructura en proceso de construcción y que no fue concluido, por lo cual la excavación no

proporcionó mucha información porque ahí aún no se realizaron actividades sociales.

1.2.2 Sector B

La cima de este sector se ubica entre los 3,710 m. sobre el nivel del mar. La cima es un

espacio ligeramente planicie, pero mejor y de mayor extensión que la cima del sector A.

pero este espacio presenta una que otra de estructuras arquitectónicas y el mayor

porcentaje del espacio se encuentra libre de construcciones.

Las estructuras arquitectónicas se encuentran ubicadas en la ladera del sector y se

contabilizó un total de 86 estructuras arquitectónicas que se encuentran en mal estado de

conservación en comparación con las estructuras del sector A.

Hacia el lado Sur de este sector, se registra un conjunto de andenerías que se encuentran

en mal estado conservación, también fue destruido o cortado por la construcción de la

carretera contemporánea que conduce hacia las punas de Hualla. Actualmente, en parte

de este espacio se realizan sembríos que también, contribuyo en su destrucción.

1.2.2.1 Arquitectura. Si bien la investigación superficial permitió determinar que en

este sector se encuentran en menor porcentaje de arquitecturas, pero existen algunas

diferencia: primero, en la construcción de las pilastras o jambas emplearon piedras

enormes, los cuales fueron acomodadas de forma vertical adaptándolos en la

construcción. Segundo existe una estructura que presenta la forma en D, el acceso se

encuentra hacia este lado, el material constructivo son los mismos elementos que se

usaron en todos las construcciones; sin una excavación en ese lugar no se sabrá si este

espacio es diferente en cuanto a su funcionalidad con el resto de las arquitecturas o

simplemente se trata de una construcción……………..

1.3. COMPONENTES ARQUITECTÓNICOS

1.3.1 Terrazas o muros de contención

La terrazas o muros de contención consisten es estructuras que fueron construidos para

ganar espacios planicies o en la habilitación de espacios planicies para luego construir

estructuras arquitectónicas sobre ella. Generalmente se construyeron en áreas de

pendiente pronunciado.

Fueron construidos con piedras del lugar de dimensiones grandes y medianas,

probablemente unidas con argamasa de barro, pero en la actualidad no se llaga a

observar este elemento. Pareciera que en su construcción las piedras no fueron unidas

con argamasa, pero también se podría pensar en que la argamasa se fue perdiendo por

paso del tiempo, más la intensidad de la lluvia que se da en esta zona.

La técnica utilizada en su construcción fueron las mismas que se utilizó en la construcción

de todos los componentes arquitectónicos. Muro de doble hilera y el tipo del muro es el

encajonado.

1.3.2 Patios

Se tratan de espacios abiertos de forma cuadrangular (norte – sur 7 m. y este – Oeste 9

m.) que se ubican frente al acceso de cada uno de las estructuras arquitectónicas.

En el recorrido del sitio se puede definir que el 99% de los patios poseen tan solo una

estructura arquitectónica y el 1%, presenta dos estructuras arquitectónicas que tienen

acceso a un único patio, el cual se puede observar en la cima del sector A.

En la cima del sitio, estos patios están delimitados con muros construidos con la misma

técnica que las estructuras arquitectónicas. En la actualidad es muy difícil de definir el

acceso a cada uno de las estructuras arquitectónicas y su patio; porque se observa que

todo el contorno se encuentra encerrado por muros, probablemente haya existido una

especie de umbral de algunos centímetros en uno de sus lados, los cuales quedaron

uniformizados en altura con el derrumbe del resto del muro.

En las laderas, para la construcción de una estructura arquitectónica, en primer momento

se habilitaron estos espacios, aproximadamente de unos 13 metros de largo (E - O) y 7

metros de ancho. Habilitado el espacio planicie se pasa a construir la estructura

arquitectónica en un área promedio de 7x7 dejando el resto para un patio.

1.3.3 Pasadizos o Áreas de circulación

El mal estado de conservación del sitio arqueológico, con piedras caídas de los muros y lo

abundante de vegetación que cubre toda la superficie, no permiten visibilizar si en este

sitio arqueológico, los constructores de las estructuras arquitectónicas, también habrían

construido áreas de circulación como: pasadizos, escalinatas, rampas, etc. que permitiera

recorrer libremente en el interior del sitio. Pero en un recorrido por todo el espacio

arqueológico se puede observar la existencia de algunos estrechos pasadizos entre

estructura y estructura. Estos pasadizos son estrechos (0,80 m.) que solo permiten

recorrer una personal a la vez.

1.3.4 Caminos

Se pueden distinguir dos tipos de caminos:

1.3.4.1 Primer camino. Fue cortado por la carretera que va hacia a las alturas de

Hualla. Desde ese punto se inicia el camino de forma ascendente circundando las laderas

del cerro hasta llegar al lado Oeste, conde termina.

Se trata de un camino prehispánico de 1.50 m de ancho aproximadamente que habría

servido de acceso directamente al sitio arqueológico. Se trata de un camino que en su

construcción se levantaron muros en ambas lados (superior e inferior). En el lado inferior

se construyeron muros de contención con el fin de habilitar un espacio planicie para el

área de recorrido. Mientras que el muro del lado superior se construyó con el fin de evitar

la pérdida o deterioro del área de recorrido en épocas de lluvia.

En algunos partes del camino se observa un recorrido de forma vertical, el mal estado de

conservación no permite ver ahí habrían existido escalinatas; por la forma del camino es

muy probable que en esas partes sí existieron escalinatas y que el factor climático y

antrópico se encargaron de su destrucción.

El camino se encuentra en mal estado conservación y su deterioro es latente, debido a

que en la actualidad, el área, sirve para el pastoreo de los animales.

1.3.4.2 Segundo camino. Está ubicado próximo a la quebrada que corre paralelo

con la carretera contemporáneo. Por las características que muestra se puede señalar

que se trata de un camino Wari o Inca. Señalamos que se trataría de un probable camino

Wari, porque en el espacio de Hualla también, se registra un sitio perteneciente a esta

cultura. O probablemente Inca, porque se dirige hacia las alturas de Hualla y ahí existe

una estructura Inca.

Una tercera hipótesis seria de que probablemente, fue construido y utilizado por los Wari

durante el Horizonte Medio. Luego de su colapso y abandono de sus estructuras de este

Imperio; con su posterior conquista de los Incas, el cual se evidenciaría por la existencia

de una estructura Inca ubicada en este espacio, las estructuras como el camino fue

reutilizado tal cual se muestran en muchos otros lugares.

En cuanto a la calidad en su construcción, este camino presenta mejor elaboración y el

espacio de corrido es más amplio (aproximadamente 3 m. de ancho) que el canino que

lleva hacia a la cima del sitio arqueológico (1.50 m. de ancho).

Los muros que delimitan el camino están elaborados con piedras de dimensiones grandes

y medianas unidas con argamasa y se presentan en ambos lados. Por otro lado, el estado

de conservación es regular y actualmente aun es utilizado por los pobladores en recorrido

hacia sus chacras o traslado de sus animales día a día.

1.3.5. Fuentes de agua

La fuente de agua más próxima al sitio se ubica en la quebrada al lado sur

La toma de agua es conocido actualmente como: ñawinpukio, se trata de una pequeña

caverna de cuya interior sale el elemente líquido, probablemente esta caverna habría

existido desde épocas muy remotas y que también habría abastecido a la población de

esa época. El camino prehispánico que conduce hacia el sitio arqueológico y que fue

cortado por la construcción del camino moderno parece que se dirigía hacia la caverna.

Probablemente esta caverna habría abastecido a la gente que vivía en Raqaraqay; la idea

se da por la inexistencia, en la actualidad, de otras tomas de agua más próximos al sitio.

1.3.6. Murallas

Para el periodo intermedio tardío, las murallas y las zanjas están presentes en casi todos

los sitos investigados hasta la fecha, los cuales tienes una función de protección al sitio.

Muchas veces, los sitios arqueológicos están circundados todo el contorno del cerro como

una especie de anillo y otros veces estos, están acompañados por zanjas.

Raqaraqay, también cuenta con la protección de este muro. Está ubicado en el lado Este,

construido con piedras de dimensiones grades. Esta construcción se encuentra ubicada

en el punto de mayor vulnerabilidad de paso al sitio donde la característica del terreno es

de suave pendiente y de fácil acceso.

1.3.7. Áreas de entierro

Las áreas de entierros se ubican en los abrigos rocos de este sitio. La investigación

superficial permitió el registro de diez abrigos rocosos modificados con construcciones de

muros, en donde se depositaron sus muertos. Como testigos de esa actividad, en la

actualidad, se encuentran gran cantidad de restos óseos sueltos en el interior de cada uno

de estos espacios.

Estos espacios están ubicados hacia el lado Oeste del sitio, exactamente en el espacio

inaccesible del cerro San Cristóbal, por debajo de la Cruz.

De igual forma, hacia el lado Este del sito, también se ubican estructuras de esta

naturales.

1.3.8. Áreas libres

El sitio arqueológico posee un solo espacio de esta naturaleza. Está ubicado en la cima

del sector B, se trata de un espacio libre de construcciones, es un área casi planicie libre

de construcciones que no presenta delimitación alguna o algún otro indicador que haga

pensar que se trata de una área ex profesamente dejado o construido para una actividad

específica. Hacia el lado norte se encuentra delimitado por estructuras arquitectónicas y

de igual forma por el lado sur. Las estructuras arquitectónicas que delimitan no tienen un

vano de acceso hacia este espacio abierto, sino poseen un patio independiente. Hacia el

lado Oeste continua hasta la final del cerro, pero desde cierto punto el ancho se reduce a

un camino de herradura que lleva hasta el final (hasta la cruz).

1.4. ARQUITECTURA

El patrón arquitectónico de este sitio, presenta las mismas características descritas para

el Intermedio Tardío. Son estructuras construidas a base de piedras (tufo volcánico) que

fueron obtenidas en su totalidad del mismo cerro, son muy escasas las piedras como

cantos rodados u otros minerales incluidas en la construcción.

Realizado el estudio superficial se concluye que el 100% de las estructuras construidas en

este sitio son de corte circular, Con vano de acceso generalmente a los lado (Este -

Oeste). En estructuras que presentan mejor conservación se trataron de definir la

presencia de ventanas u otros elementos, pero pareciera que estos, no fueron incluidos.

El tipo de muro empleado y la ausencia de ventanas en las estructuras, probablemente

fue con el objetivo de mantener una temperatura cálida en el interior de las estructuras,

porque el sitio se ubica en la región Puna que se caracteriza por presentar temperatura

frígida durante el día y aún más por las noches.

En algunas de las estructuras se observa la presencia de muros, construidos con la

misma técnica y tipo que el resto de la estructura, en el interior de las estructuras

arquitectónicas. Por las características superficiales (ancho y altura) que presentan estos

muros, permite pensar que se trataría de muros secundarios construidos, probablemente

para reducir el espacio. El por qué la presencia de estos muros, sin antes realizar una

excavación en estas estructuras, es puro especulación.

1.4.1. Técnicas de construcción

La técnica utilizada en la construcción de las estructuras arquitectónicas es el conocido

como: Mampostería ordinaria, el cual está definido como la técnica que se hace con

piedras o mampuestos irregulares, que no han sido objeto de ningún trabajo, es decir tal

cual fueron recogidos del campo o fueron extraídos de las canteras.

Efectivamente, las estructuras de Raqaraqay fueron construidos con piedras que fueron

extraídos del mismo cerro, en los cuales no se realizaron ningún tipo de trabajo antes de

colocarlos en los muros.

En cuanto al tratamiento de los paramentos se percibe dos tipos: los paramentos internos

presentan mejor acabado en comparación con los externos. En este último, no buscaron

dar uniformidad o aparejo, mientras que en el paramento interno, sí se buscó la

uniformidad, para lo cual, colocaron piedras con caras planas para así obtener un

paramento parejo.

El tipo de construcción de los muros es conocido como: el encajonado, donde en la

construcción de los muros de los lados se utilizan piedras de dimensiones medianas y

grandes unidas con mortero de barro. Entre estas dos piedras se rellena con cascajos,

entre este material, también se puede observar fragmentos de cerámica.

El tamaño promedio de las estructuras de Raqaraqay de 6.90 m. de norte a sur y 6.70 m.

de este a oeste. De igual forma el promedio del ancho de los muros es de 80 cm. Mientras

que los muros de contención presentan una altura de hasta 1.80 m. Construidos con las

mismas piedras y de dimensiones mucho más grandes,

Existe una diferencia entre el muro interno y externo, esto radica en que este último no fue

construido verticalmente, sino es ligeramente convexa; mientras que el muro interno sí fue

construido de forma vertical

2. EXCAVACIÓN ARQUEOLOGICA

METODOLOGÍA DE EXCAVACIÓN

Las áreas de excavación (I - II) corresponden a conjuntos arquitectónicos de forma

circular con limites bien definidos ubicadas en dos espacios diferentes: la unidad I se

ubica en la cima del sector A, a una altura de 3,888 msnm; mientras que la unidad II se

ubica en la ladera del lado Sur del mismo sector a una altura de 3,710 msnm.

En concordancia con nuestros objetivos, nuestras excavaciones fueron realizadas en

área, de tal modo que nuestras unidades mínimas de excavación corresponden a las

unidades arquitectónicas que previamente habíamos registrado como: unidad I y II.

Las capas, naturales o culturales, fueron designadas alfabéticamente con letras

mayúsculas (A, B, C,....., etc.) de arriba hacia abajo, y, en algunos casos, subdivididas en

niveles (designados con números arábigos. 1, 2, 3, etc.) de acuerdo a los criterios de color

(Color Munsell Chart), composición, granulometría y textura.

En nuestro sistema de registro el término contexto se utiliza para registrar tales como

fogones, hoyos, depósitos semisubterráneos, vasijas enteras, o asociaciones de

materiales que representan una actividad particular y que alteran la estratigrafía natural o

cultural. Los contextos se numeran correlativamente en las dos unidades arquitectónicas.

El contenido de los niveles de ocupación y de los contextos funerarios fueron tamizados

empleando cernidores de 1/16 de pulgada.

Todo el proceso descrito fue documentado en cuadernos de campo e inventarios, con

registros fotográficos (cámara digital) y registros gráficos, estos últimos consistentes en

dibujos de planta en escala 1/20 para las superficies de ocupación, en 1/10 para

contextos funerarios, y cortes en 1/20. Finalmente, al tener expuesta todo el conjunto

arquitectónico se realizó un dibujo en detalle piedra por piedra de la arquitectura, en

escala 1/20.

En cuanto a la preparación preliminar del material arqueológico para su estudio en

gabinete, dicho material fue registrado en fichas, las cuales consignan los datos de

nombre del sitio, sector, unidad de excavación, unidad arquitectónica, capa, nivel,

contexto, nombre del arqueólogo a cargo de la excavación, notas y fecha. Los restos

arqueológicos fueron separados según el tipo de material (cerámico, lítico, malacológico,

metal, artefactos, etc.) asignándole a cada bolsa un número de inventario.

2.1. EXCAVACIÓN DE LA UNIDAD I

UBICACIÓN

La unidad I se encuentra ubicada en la cima del sitio Arqueológico de Raqaraqay a una

altitud de 3.892 msnm. Se trata de una estructura semicircular, del cual solo se puede

observar la cimentación, por lo cual no se llega a definir el acceso.

Este espacio arquitectónico constituye parte de dos conjuntos arquitectónicos que tienen

el acceso hacia un mismo patio. Lo cual indica que el espacio excavado, también habría

sido planificado para tener el acceso hacia el mismo patio al igual que las dos estructuras

a los cuales se encuentra asociado.

Por el lado Oeste conserva el muro de mayor altura (73 cm.), mientras que por el lado Sur

se encuentra una estructura circular de mayor dimensión, al cual se encuentra adosado.

CAPA S

La capa superficial está constituido por gran cantidad de grava y piedras sueltas, al lado

Sur, los cuales son producto del derrumbe del muro de la estructura contigua. De la

misma forma se registra abúndate gramínea entre ellas conga, ichu, raíces y pequeñas

plantas de la zona, además de insectos como los grillos, arañas (tarántulas), hormigas,

ciempiés. Presenta piedras sueltas de tamaños regulares que van desde los 40 cm de

largo por 30 cm de ancho y las más pequeñas que van desde 10 cm x 8 cm, las cuales

fueron registradas debidamente.

La capa presenta una consistencia semi compacta, de coloración marrón con una

tonalidad clara, de granulometría media fina. El grosor de capa promedio es de 6 - 10 cm.

Como componente orgánico se registra gran cantidad de raíces y como componente

culturales se registrar fragmentos de material cerámico y lítico (desechos de talla como

obsidiana, cuarzo).

Al lado sur de la estructura del muro número 3 (muro derrumbado), se registró una capa

de tierra compactada de color marrón oscuro en el que se registró acumulación de

material cerámico de un total de 26 fragmentos de distintos dimensiones.

CAPA A

La capa A está definida por una capa de tierra de consistencia suelta con relativa

humedad, de un color marrón oscura de granulometría media fina. Con inclusiones de

piedras angulosas que van desde los 20 cm. de largo por 10 cm. de ancho las más

grandes y las más pequeñas desde 4 x 6 cm.

Como componentes orgánicos están presentes las raíces en abundante cantidad que

vienen desde la capa superficial, mientras que como componentes culturales se registran

regular cantidad de fragmentos de material cerámico, lítico (desechos de talla como

obsidiana, cuarzo).

De la misma forma se llega a registrar un amontonamiento de fragmentos de material

cerámico, algunos óseos y esquirlas de obsidiana que fue definido como contexto N° 02.

Al lado norte y Oeste de la estructura se observa una capa de tierra de consistencia suelta

de color negro en el que se definió un contexto (lado norte).

Cabe mencionar que la capa relativamente gruesa se encuentra en el lado este.

CONTEXTO N°2

Se ubica cerca al muro del lado Norte, se trata de una concentración de óseos de

camélido con dimensiones que varían entre los 12 y 3 cm, como también fragmentos de

cerámica de 10 cm y las más pequeñas de 3cm y pequeños desechos de talla de material

lítico, todos estos distribuidos sin ningún orden. El espacio que abarca es de 80 cm. largo

y 32 cm. de ancho y cubierta con una capa de tierra de color negro.

CAPA B

Esta capa está definida por la presencia de la roca madre que se distribuye en todo el

área intervenida de manera irregular. La consistencia de esta capa es dura de

granulometría gruesa, media y fina con inclusión fuerte de grava. El color de la capa es

amarillo de tonalidad oscuro, presenta algunas raicillas en la superficie.

2.2. UNIDAD II

Está ubicada en la ladera del lado Sur del sector A, a una altura de 3,887 m. sobre el nivel

del mar.

Es una estructura de forma circular de mampostería ordinaria. El material constructivo

utilizado son piedras angulosas de formación volcánica unidas con mortero de barro.

Hacia el lado Norte se observa que la roca madre fue aprovechada en el proceso de su

construcción utilizando como parte del muro.

La técnica de construcción es el tipo de encajonado, el cual consiste en colocar piedras

de tamaños medianos y grandes, unidos con mortero de barro en ambos lados y entre

estas se rellenó con cascajo. Entre este último material se incluyó fragmentos de

cerámica.

Las dimensiones que presenta el espacio arquitectónico son: 6.90 m. de norte a sur y 6.70

m de este a oeste, el grosor del muro varía entre 60 a 70 cm. aproximadamente. Los

muros presentan dos hileras, 7 hiladas en el muro del lado norte y 5 hiladas en el muro

del lado sur. El muro interno del lado Norte presenta una altura mejor conservada (1.30

m.), 70 cm. de roca madre y 60 cm. de muro. Mientras que el muro externo del lado Sur

presenta una altura de 1.80 m. de altura que abarca, tanto el muro de contención y el

muro principal de la estructura. El acceso está orientado hacia el Sureste, las dimensiones

conservadas son: 1m. de largo y 28 cm de altura.

En cuanto a su conservación es malo, ya que se observa el colapso de algunas piedras,

pero la cantidad de los materiales colapsados permite pensar que la altura de esta

estructura no habría pasado 1,50 m.

Descripción:

Capa S

En cuanto a la Unidad II, esta capa se encuentra cubierta por vegetación propia de la

zona formada en mayor proporción por gramíneas de tallo corto. La capa está

compuesta por tierra orgánica, raicillas de gramíneas propio de la zona “ichu”, con

inclusión de piedras angulosas de formas irregulares de tamaño pequeño (10 x 5 x 4 cm),

medianas (30 x 28 x 8 cm) y grandes (50 x 28 x 10 cm). De coloración marrón claro,

granulometría grumosa, de consistencia semicompacta y sin presencia de humedad al

momento de su excavación. La capa presenta un ligero declive de Norte a Sur.

Dicha capa presenta espesor promedio de 9cm, (máx 10 y mín 8 cm.), con inclinación de

Noreste a suroeste y de formación natural por procesos geológicos externos (erosión,

transporte y sedimentación), al igual que antrópicas (ganadería) por actividades que se

realizan en la zona. Como material cultural asociado a esta capa se halló escasos

fragmentos de cerámica dispersa, en mayor proporción correspondientes a cuerpos de

vasijas pequeñas y medianas, de igual modo se pueden observar en regular cantidad en

el relleno constructivo de los muros y también se registró escaso material lítico como

desechos de talla; piedras con huellas de uso fragmentado que no se pudieron identificar.

Como componentes orgánicos de esta capa están las raicillas intrusivas, algunos

insectos, que son propios de la zona y escasa cantidad de restos óseos de camélidos.

Hacia el lado Noreste de la estructura se observa parte del muro colapsado hacia el

interior de la estructura, en donde se registra el mayor porcentaje de material cerámico.

HALLAZGO N° 1

Fue hallado próximo al muro Noreste. Se trata parte

de un artefacto elaborado en material óseo de

animal. En la actualidad se le conoce como pallapa.

Exactamente, el hallazgo se trata de la parte distal, el

cual presenta mayor desgaste que los hallazgos 6 y

7. Presenta mal estado de conservación en

comparación con hallazgos 6 y 7 que fueron elaborados en el mismo material.

Dimensiones: largo 5.3 cm., grosor 0.4 cm., ancho de la punta (distal) 0.4 cm. y ancho de

la marte mesial (parte fragmentada) 1 cm.

CONTEXTO N° 1

Se registró en la parte noreste de la unidad cerca al

acceso, específicamente debajo del muro colapsado.

Se trata de un amontonamiento de material cerámico, un

total de 119 fragmentos entre diagnóstico y no

diagnóstico.

110 fragmentos corresponden objetos cerrados de pasta media fina de consistencia semi

compacta. En cuanto al tratamiento superficial se observa un alisado con estrías, mientras

que en la superficie interna se observa un alisado tosco. Casi la totalidad de los

fragmentos presenta un engobe de color rojo en la superficie externa. Por las

características presentes en cada uno de los fragmentos se presume que se trata partes

de un solo objeto. 9 fragmentos corresponden a una olla, el cual presenta un color ante

con un acabado tosco. Estos fragmentos también corresponden a un solo objeto, el cual

es restaurado luego de su lavado de cada fragmento.

CAPA A

Por otro lado la capa A de la Unidad II, se encuentra compuesta por tierra orgánica, con

presencia escasa de raicillas de gramíneas, con inclusiones de piedras angulosas de

formas irregulares y algunos tufos volcánicos de tamaño pequeño (7 x 5 x 4 cm),

mediano (20 x 15 x 12 cm) dispersos al interior de la capa. De coloración marrón tonalidad

oscuro, granulometría medianamente fina, consistencia semicompacta a suelta y con

presencia de humedad relativa al momento de su excavación.

Dicha capa presenta espesor promedio de 7 cm, (máx 8. y mín 5 cm.), Presenta un ligero

declive de norte – sur. De formación procesos geológicos externos (erosión y

deposición), el material cultural asociado es escasa, formada básicamente por cerámica

dispersa, en mayor proporción pertenecientes a cuerpos de vasijas de tamaño pequeño y

mediano, restos de talla de obsidiana, piedras fragmentados con huellas de uso (mano de

moler), entre otros no identificados que también presentan huellas de haber sido usado.

Próximo al acceso se registró un batan (maray) en mal estado de conservación que está

fragmentado en dos, el fragmento más grande mide de 20cm a 25cm aproximadamente.

Del mismo modo, se registra escasos fragmentos de restos óseos de camélido en algunos

casos presentan huellas de haber sido quemado. Al lado Oeste del recinto se registró una

doble hilera de piedras de forma media luna que pertenecen a un pequeño muro

secundario adosados al muro primario de este recinto.

En esta capa se registró el hallazgo N° 2, 3,4 y 5. Y el contexto N°3.

HALLAZGO N° 2

Se trata de una punta de proyectil fragmentado,

en material no identificado, del cual solo se

conservó la parte distal que presenta huellas de

retoques. Probablemente, durante el proceso de

su elaboración, se pudo haber fragmentado y

luego fue desechado, por lo cual no presenta

huellas de uso.

Presentaba una dirección hacia el lado sur, fue

ubicada cerca al muro Norte. Las medidas son 01.5 cm x 02.5cm grosor 01cm

aproximadamente.

Las coordenadas de su ubicación son: 3873msnm. L 0612003. UTM. 8469986.

HALLAZGO N° 3

Se trata de una punta de proyectil fragmentado

en un material no identificado, solo se conserva la

parte distal, el cual presenta huellas de retoques.

Probablemente, durante el proceso de su elaboración, se pudo haber fragmentado y luego

fue desechado.

Presentaba una dirección hacia el lado norte, se ubicó cerca al muro Norte de la

estructura. Las medidas que presenta son: largo 0.1cm y ancho 1.05 cm y grosor 01cm

aproximadamente.

Las coordenadas de su ubicación son: 3878msnm. L 0612005. UTM.8469984.

HALLAZGO N° 4

Se trata de una makana integra (completo),

elaborado en material lítico. Presenta la forma

circular con una horadación en su parte central.

Las dimensiones que presenta son de 7cm.

aproximadamente. Este material lítico (makana)

se halló junto al muro Oeste y asociado a un

pequeño fragmento de material lítico que

presenta huellas de uso, pero no fue definido a

que artefacto pertenece por su tamaño. De igual forma un fragmento de cerámica,

correspondiente a cuerpo de cántaro.

Este material cultural (makana) presenta huellas de desgaste en uno de sus lados. En la

parte central (hoyuelo) donde se incrusta el mango, se registró restos de carbón, que

probablemente sería parte del mango.

Las coordenadas de su ubicación son: 3882msnm. L 0612005. UTM. 8469984.

HALLAZGO N° 5

Este hallazgo se trata de una rueca (piruro)

fragmentado (3 fragmentos) elaborado en arcilla,

de forma semicircular con dimensiones de 5.2 x

6.4cm. y 0.8cm de espesor aproximadamente. Presenta un pequeño hoyuelo en la parte

central. Este artefacto habría servido para hilar las fibras de los camélidos.

Se ubicó en el lado Sur del recinto asociado a un óseo de camélido, los cuales se

encontraban cubiertas por tierra oscura.

Las coordenadas de su ubicación son: 3880msnm. L 0612002. UTM. 8469984.

CONTEXTO N° 3

Se trata de un amontonamiento de fragmentos de

cerámica, un promedio de 20 a 30 unidades, los

cuales corresponden a cuerpos de una vasija de

tamaño pequeño y mediano, que no presentan

ninguna decoración. Este contexto se ubicó cerca

al acceso, próximo al batan (maray) fragmentado.

Las coordenadas de su ubicación son:

3872msnm. L 0612005. UTM. 8469984.

CAPA B

Mientras que la capa B de la Unidad II se encuentra compuesta por tierra orgánica, con

presencia escasa de raicillas de gramíneas, inclusiones de piedras angulosas de formas

irregulares y algunos tufos volcánicos entre pequeños y medianos dispersos al interior de

la capa. La tierra presenta una coloración negra, de granulometría media fina, de

consistencia semicompacta a suelta.

Dicha capa presenta espesor promedio de 8cm, (máx 10. y mín 5 cm.), Presenta un

ligero declive en dirección de norte a sur. El material cultural asociado es escasa,

formada básicamente por fragmentos de cerámica, diagnósticos (en mínimo porcentaje) y

no diagnósticos, correspondiente en mayor porcentaje a cuerpos de vasijas de tamaño

pequeño; restos de talla de obsidiana y cuarzo; piedras fragmentados con huellas de uso

(mano de moler); restos de carbón y restos óseos de camélidos en mínima cantidad en

mal estado de conservación.

Hacia lado Oeste de la estructura se definió un murete de una hilera y una helada que

presenta forma de media luna, que esta adosado al muro primario de este recinto.

Muy próximo al acceso se registró un batan (maray) fragmentado en la capa A, ya en

esta capa (B), junto a este batan se halló tres piedras con huellas de uso, los cuales más

el batán, fueron definidos como CONTEXTO Nro. 5. Próximo a este contexto se define

otro, como CONTEXTO Nro. 4.

De la misma forma, dentro de esta capa, se llegó a registrar el HALLAZGO Nro. 6 y 7, de

igual modo el CONTEXTO FUNERARIO N° 1 y 2.

HALLAZGO N°6

Este hallazgo se trata de un instrumento

elaborado en material óseo, se trata de un

artefacto conocido, en la actualidad, como

pallapa. Presenta huellas de uso en todo su

espacio y con un pequeño orificio en su parte

proximal.

Se registró dentro de una capa de tierra de

consistencia semicompacta grumosa, hacia el

lado suroeste a 1.20m del acceso, junto al muro principal con dirección hacia el noroeste.

En cuanto a su estado de conservación es regular con pequeños fisuras en parte mesial.

Este instrumento pudo haber sido utilizado en la elaborar sus tejidos, como hoy en la

actualidad lo siguen utilizando los pobladores andinos, artefactos semejante a este objeto

hallado. Las dimensiones que presenta son: 16cm. de largo 1cm. de ancho y 1cm. grosor

aproximadamente.

Las coordenadas de su ubicación son: 3877msnm. L 0612005. UTM 8469984.

HALLAZGO N° 7

Se trata de un artefacto de similar característica

que el hallazgo Nro. 6. Fue elaborado en material

óseo quemado. Presenta huellas de uso en la

parte distal. Se halló fragmentado en un total de

cinco unidades. El lado proximal, donde se

ubicaba el orificio del artefacto no se llegó a

hallar.

Se registró hacia el lado norte del batán fragmentado, junto al muro lado norte, que cuyas

dimensiones son: largo 13cm. ancho 1cm. aproximadamente. La parte distal tiene una

orientación hacia el lado noreste.

Las coordenadas de su ubicación son: 3881msnm. L 612007. UTM8469986.

CONTEXTO N° 4

Se trata de una concentración de fragmentos de

cerámica, que al parecer formarían parte de una

sola vasija, estos tiestos de cerámica

mayormente corresponden al cuerpo de la vasija.

Por las características que presenta, de ser una

vasija cerrada se trataría de una olla. Este

contexto fue ubicado hacia el lado Norte del

batán a unos 62 a 80 cm. de distancia, cerca al

muro principal lado norte. Los tiestos fueron hallados cubiertas por una capa de tierra de

color negra húmeda, por lo cual no fue posible definir algún diseño o engobe en los

tiestos.

Las coordenadas de su ubicación son: 3874msnm. L 812004. UTM 8469984.

CONTEXTO N° 5

Este contexto se define por el hallazgo de seis

líticos fragmentadas, cuatro de ellos son cantos

rodados con huellas de uso, que se ubican junto

al batan fragmentado. Este último material fue

elaborado en arenisca. El conjunto de estos

materiales se definen como contexto Nro. 5.

Se trata de una concentración de seis piedras fragmentos, cuatro de ellas presentan

huellas de uso. Dos de ellas se trata de un manos de moler; el tercero de ellos presenta

una pequeña hondonada o huellas de desgaste, el cual se trata de una muchka; el cuarto

corresponde al batan; mientras que las otras dos piedras son lajas que no presentan

huellas de uso.

Se ubican a 30cm del acceso, junto al muro principal de este recinto. Las dimensiones de

estas piedras son: mano de moler 12 x 10cm, y el más pequeño es de 6 x 8cm; muchka

10 x 11cm, batan fragmentado 40 x 20cm. este último se encuentra en mal estado de

conservación, ya que se presenta erosionando.

Las coordenadas de su ubicación son: 3883msnm. L 612007. UTM 8469982.

CONTEXTO FUNERARIO N°1

Se trata de un entierro primario, el cual se encuentra por debajo de la tierra de color negro

de consistencia semicompacta. La boca del contexto aparece en la capa B, el cual se

trata de una pequeña fosa de forma irregular elaborado en la roca madre. Presenta las

siguientes dimensiones 50 cm. de Norte a Sur y 30cm de Este a Oeste. El entierro se trata

de un infante que se encuentra en posición flexionado donde la cabeza y el tronco, están

en dirección hacia el Norte, las manos están ubicadas al costado de la cabeza y las

piernas flexionadas con dirección a la cara. El individuo se encuentra de costado o de

lado, donde el lado izquierdo descansa sobre la roca madre (cubito lateral derecho).

Las partes del óseo mejor conservado son los carpos, metacarpos, cubito y radio derecho.

De la misma forma, llegaron a conservarse parte del rostro como: mandíbula superior e

inferior, con ellas algunos dientes (incisivos y premolares), mientras que el resto del

sistema óseo presentan mal estado de conservación, lo cual no permitió su identificación.

Próximo a este entierro se registra un fragmento de cerámica correspondiente a una base

cónica. La profundidad de la fosa es de 10 a 20cm. con un ligero declive de Norte a Sur a

unos 50cm. del muro Sur.

Las coordenadas de su ubicación son: 3877msnm. L 0612005. UTM 8469982.

CONTEXTO FUNERARIO N°2

Se ubicó en el lado Oeste de la estructura,

exactamente entre el espacio que forman entre el

muro principal y el muro secundario. Consiste en una

aglomeración de restos óseos de camélido

(dentadura).

Durante el proceso de la excavación se llegó a definir dos niveles, los mismos pasamos a

describir.

Nivel 1

Capa de consistencia semicompacta, de

granulometría media fina, de color negro con

inclusión de escasas raíces. El grosor de la capa

es de 10cm. aproximadamente, que presenta un

ligero desnivel hacia el lado sur.

Como material cultural se registró dientes sueltos

y parte de algunas mandíbulas inferiores

fragmentadas de camélido, próximo a estos, 2

fragmentos de cerámica no diagnostico pertenecientes a cuerpo de vasijas.

Nivel 2

Este nivel se encuentra registrado en capa C, el

cual fue definido por la presencia de tierra de

color beige de 26 cm. de grosor

aproximadamente, de consistencia semicompacta de una granulometría media fina. En

esta capa aumenta la presencia de las mandíbulas.

Probablemente se trata de una ofrenda de mandíbulas de camélidos, el cual se trata de

acumulación de mandíbulas de este animal de forma dispersa y no presentan ningún

orden, están sobrepuestas unas sobre otras. Se trata de mandíbulas inferiores de

diferentes edades como: adultos, medianos y pequeños. El mayor porcentaje de estas,

aún conservan algunas dentaduras, de igual forma la mayoría se encuentran en mal

estado de conservación. En la base de este contexto funerario que es la roca madre se

registra un mortero de arcilla de una coloración rojizo que es de consistencia compacta,

sobre esta se depositaron las mandíbulas.

Como elemento de asociación se registró un lítico que presenta huellas de uso, se trata

de un mano de moler fragmentado de 15 cm. de largo por 12 cm. de ancho, y 10 cm. de

grosor. La base o nivel en la que culmina el contexto funerario se define como la capa C

(Roca madre).

Las coordenadas de su ubicación son: 3873msnm. L 0612002 UTM 8469986.

CAPA C

Esta capa se definió por la presencia de

la capa estéril o la roca madre, pero

Lítico fragmentado: mano de moler.

como muestra la imagen, la capa fue cortada en algunos puntos en donde se registra una

capa de tierra de color beige.

La superficie es de forma irregular con depresiones y elevaciones poco consistentes.

Prosiguiendo con las excavaciones en los espacios ya señalados se llegaron a registrar

contextos funerarios, tanto primarios y secundarios. Cada uno de estos con sus

respectivas asociaciones. El dibujo de planta muestra cada uno de los contextos

funerarios y su ubicación que a continuación se detalla cada uno de ellos:

CONTEXTO FUNERARIO N°3

Se registró hacia el lado Sur de la

estructura, el área está cubierta por

una capa de tierra de color beige de

consistencia semicompacta, de

granulometría media fina.

El contexto funerario se trata de dos individuos posesionados en una misma forma,

ubicados o depositados en una matriz funerario de forma irregular elaborado ex

profesamente en la roca madre, con dimensiones de 1.40 m. de Norte a Sur, 75 cm. de

Este a Oeste y una profundidad de 36cm.

A primera impresión se trataría de un hombre y una mujer ya de edades adulta, los cuales

fueron registrados como individuo N°1 e individuo Nro. 2 para una adecuada y mejor

descripción. Por la posición y el orden que guardan se llega a definir como un contexto

primario.

El individuo N°1 se ubica al lado Oeste o lado

derecho con dirección al sur. Fue depositado

en posición flexionado donde el lado derecho

descansa sobre la roca madre. Las costillas se

ubican sobre el fémur, la tibia y el peroné. Las

manos se les ubico sobre el rostro, el cráneo

presenta una ligera deformación.

Referente a las fracturas se observa dos partes

del cuerpo, una de ellas es el lado izquierdo de la mandíbula inferior, presenta una

fractura total; mientras que la segunda fractura se registran en la parte media de la tibia y

la peroné, también presentan una fractura total. De igual forma, se encuentran facturas las

costillas que se encuentran sobre la tibia y el peroné. Con el respectivo análisis de estos

restos se llegara a determinar si estas fracturas fueron hechas premorten o posmorten.

Como un hallazgo intrusivo, se registró una pequeña lamina de metal de forma

cuadrangular de 01.3cm de largo por 01 cm de ancho, es una pequeña cuenta que

presenta un pequeño agujero en uno de sus lados. Este objeto fue ubicado exactamente

sobre la parte fracturada del fémur izquierdo, fue cubierta con las costillas.

El individuo N°2, también está en posición flexionado, donde el lado izquierdo descansa

sobre la roca madre. En cuanto al tratamiento del cuerpo, también presenta las mismas

características que el individuo 1. Pero en este segundo individuo se observa que las

extremidades inferiores fueron mucho más flexionadas, porque en este caso las rodillas

alcanzan hasta la mandíbula. Junto a este resto no se registró material intrusivo. Lo que

llama la atención, en este individuo es que el cráneo no conserva la mandíbula inferior.

Individuo 1 a la derecha e individuo 2 a la izquierda

Durante el recojo de estos restos no se llagaron a registrar dentadura alguna. Por lo cual

se concluye que este cuerpo fue depositado sin estas partes.

En comparación al porcentaje de la conservación de los restos óseos, el individuo N° 2

presenta un mayor deterioro en comparación con el individuo N° 1. Este fenómeno será

discutido luego de nuestro análisis de cada uno de los restos.

La ubicación de los restos del pie del individuo N° 2 sobre el fémur derecho del individuo

N° 1, permite proponer que este último individuo fue depositado primero y posteriormente

el segundo individuo. Ambos individuos fueron depositados frente a frente, el contacto se

da en la frente, exactamente hay contacto en el punto denominado glabela.

Ajuar funerario

Los elementos asociados a este entierro son: un vaso elaborado de arcilla con engobe

rojo y un óseo de animal, también pintado de rojo toda la superficie y con trabajo

exprofeso en uno de sus lados. El primer ajuar presenta, aproximadamente el 95% de sus

partes conservadas; mientras que el segundo presenta una fractura de extremo a

extremo. Las dimensiones son: 12 cm. de largo por 2.5 cm de grosor. Estos elementos

fueron colocados próximos a los pies.

Elementos intrusivos

Junto a este contexto funerario se hallaron algunos restos de carbón y entre la capa de

tierra que cubría a estos cuerpos y por debajo del mismo, también se hallaron algunos

óseos humanos (metatarsos), los cuales no corresponden a los individuos. Este contexto,

también posee un lítico fragmentado, el cual corresponde, probablemente parte de un

batan que presenta desgaste en uno de sus lados. Fue ubicado próximo a la pelvis del

individuo 1, como muestra la imagen.

Las coordenadas de su ubicación son: 3874msnm. L0612000. UTM8469980.

CONTEXTO FUNERARIO N°4

Se ubica en la parte central de la estructura. Durante el proceso de la excavación se

registra dos niveles, los cuales pasamos a detallarlo:

NIVEL 1

Lítico fragmentado

Ajuar funerario

Es de consistencia semicompacta de granulometría media fina de color negro, el grosor

de la capa es de 10cm. aproximadamente donde se registra el CONTEXTO N° 6. El cual

se detalla a continuación.

Contexto N° 6

Se trata de un amontonamiento de tiestos de

cerámica con engobe rojo pertenecientes en

mayor proporción a cuerpos de una vasija, son

fragmentos no diagnósticos. Este contexto se

ubicó en la parte casi central del recinto, hacia

el lado oeste del acceso.

Las coordenadas de su ubicación son: 3885

msnm. L 0612008 UTM 8469980.

NIVEL 2

De consistencia suelta, granulometría media fina de color beige oscuro, el grosor de la

capa es de 5 a 7 cm. aproximadamente donde se registró el CONTEXTO FUNERARIO

Nro. 4. El cual se detalla a continuación.

Este contexto funerario se encuentra por debajo de la tierra de color beige oscuro, de

consistencia semicompacta, de granulometría media fina. Se trata de una fosa (matriz

funerario) de forma irregular elaborado en la roca madre con dimensiones de 40 cm. de

Norte a Sur y 53cm. de Este a Oeste.

Corresponde a un entierro primario en posición flexionado. Se trata de un entierro de un

infante, que se encuentra con la cabeza y el tronco con dirección hacia el lado Noreste,

las manos se ubican al costado de la cabeza o cara, la posición de las piernas no es

definida pero al parecer estaba flexionado. Al parecer la posición del individuo se

encuentra de costado o de lado (no fue definido por el estado de conservación). Los

óseos más conservados son el fémur izquierdo y derecho, tibia y peroné izquierdo y

derecho, radio y cubito derecho, pelvis, clavícula derecha, omoplato izquierdo y derecho y

la columna vertebrar. El resto de los óseos se encontraron en mal estado de conservación

como las costillas izquierdo y derecho, humero izquierdo y derecho y algunos óseos no

identificados en su mayor porcentaje. Con respecto al cráneo, se encuentra en mal estado

de conservación, la bóveda craneana se encuentra en seis fragmentos.

Como ajuar funerario se registra una punta de obsidiana, cuyas dimensiones son de 4 cm

de largo y 2 cm. de ancho, fue colocado próximo a los pies.

La profundidad del matriz funerario es de 30 cm. y la base corresponde a la capa C (roca

madre) donde fue depositado el individuo.

Las coordenadas de su ubicación son: 3871msnm. L0612001. UTM 8469982.

CONTEXTO FUNERARIO N°5

Se trata de un pequeño espacio de

tierra de color beige oscuro en medio

de la roca madre, el cual está ubicado próximo al acceso. Cuyas dimensiones son: 1m de

norte a sur y 60 cm. de este a oeste. Durante el proceso de excavación se definió dos

niveles los cuales se detalla.

NIVEL N°1

La capa de tierra de color beige oscuro de

consistencia semicompacta, de granulometría

media fina, sin inclusión de algún elemento como

piedras.

A 10 cm. de la capa, se definió el cráneo un de individuo y próximo a este los ajuares

funerarios, depositadas de forma ordenada (como muestra la imagen) que consisten de

un fragmento de mandíbula de camélido, restos de carbón, fragmento de una figurina de

probable camélido y una rueca o piruru.

A 20 cm por debajo del cráneo y los ajuares

funerarios se debela el resto del cuerpo del

individuo, el cual presenta regular estado de

conservación a diferencia del cráneo que sufrió una

fractura total, probablemente luego del abandono de la estructura, a consecuencia de la

caída de las piedras.

El material que cubre el resto del cuerpo está compuesto por el mismo que cubría los

ajuares funerarios.

Retirado la capa de tierra que se encontraba por debajo de los ajuares se debela

completamente el cuerpo del

individuo, es así que en el brazo

izquierdo, exactamente junto al

hueso cubito, se ubica una cuenta

de forma circular elaborado en óseo

plano con un pequeño agujero en

uno de sus extremos. Es de 2.5 cm.

de diámetro.

El contexto funerario corresponde a

un entierro primario, se trata de un

individuo que por las características o algunos indicadores como del cráneo, la presencia

del tercer mular, huellas de desgaste y presencia de caries; se trata de una persona ya de

edad adulta.

Presenta una orientación hacia el lado sureste con relación a la cabeza, con la vista hacia

el lado norte. Por la forma y la posición del cuerpo, permite proponer que el individuo

habría recibido un tratamiento igual que los cuerpos del contexto funerario Nro. 3 previo al

entierro (momificación simple). Se observa que las dos rodillas fueron introducidas dentro

de las costillas, los pies se ubicaron cerca a la pelvis, las manos se registraron sobre la

cara y presenta una posición flexionada (cubito lateral derecho flexionado).

El 80% de los restos óseos presentan regular estado de conservación, mientras que el

20% del restante se registró como óseos no identificado por su mal estado de

conservación. El lado izquierdo o la parte que estuvo en contacto con la base de la fosa

se encontraron en muy mal estado de conservación.

El espacio donde se depositó el individuo se trata de una fosa y el matriz funerario es de

forma irregular elaborado ex profesamente en la roca madre con dimensiones de 1m. de

Norte a Sur y 60 cm. de Este a Oeste y de 30 cm. de profundidad.

NIVEL 2

Este nivel se define al retirar el cuerpo del

individuo, donde se registra tierra de color

amarillento y color rojizo hacia el lado Oeste,

mientras que el resto del espacio es de color

beige en donde se registra un lítico con huellas

de uso, se trata parte de un mano de moler

fragmentado, de 18 cm. de largo x 10 cm. de

ancho.

La capa es de consistencia semiconpacta de granulometría media fina, de color beige

claro. Al interior de este nivel se registró escasos fragmentos de cerámica, desechos de

talla en obsidiana, escasos restos de carbón, escasos restos óseos de camélido y una

dentadura humana, restos óseos humanos no identificados y una mandíbula inferior

humana que aún conserva dos dentaduras, que por las características del mentón

correspondería a una mujer. Se encuentra en mal estado de conservación. Esta

mandíbula se registró a unos 20 cm. por debajo del individuo. Se halló en un espacio

rectangular (fosa) formado por cuatro lajas, una de estas lajas que delimita la fosa

presenta huellas de uso, es un mano de moler fragmentado, donde la base de esta fosa

es más angosto (12 x 20cm.) que la boca (25 x40cm.). Los cuales fueron depositados

intencionalmente sobre la roca madre.

Las coordenadas de su ubicación son: 3875 msnm. L 0612007 UTM: 8469990

Nivel 2: presencia de la mandíbula inferior humano.

CONTEXTO FUNERARIO N° 6

Está ubicado hacia el lado Sur de la

estructura, de una capa de tierra de

coloración beige, de consistencia semicompacta y de granulometría media fina, el grosor

de la capa es de 30 a 40 cm. aproximadamente y 1 m de largo.

Como material cultural se registra algunos óseos humanos escaso fragmento de

cerámica, restos de carbón, una mandíbula de camélido fragmentado, también restos

óseos de cuy correspondiente a la mandíbula. De igual forma se registran dos líticos, el

primero se trata de un batan con huellas de uso, cuyas dimensiones son: 42 x 23 cm. y

unos 20 cm de grosor. El segundo lítico consiste en una mano de moler de forma

aplanada o laja con huellas de uso, con dimensiones 18 x 13 cm.

De la misma forma hacia este lado se registra los HALLAZGO N ro. 8 y 9. Entre los

contextos funerarios N° 3 y 6, se registra el contexto N°7, que consiste en una

acumulación de ceniza y tierra blanca (probable cal).

Analizado el material arqueológico se define las siguientes partes:

Óseos humanos, entre estas se encuentra 7 metatarsos, cuatro costillas, una dentadura

y un union de los pies; estos correspondiente a un adulto de igual forma se hallan un

femur, una escapula esquierda y una dentadura; estos ultimos correspondientes al de un

niño.

Óseso de camellidos un total de 73 en mal estado de conservacion. Entre estas

fragmentos de huesos largos, costillas y fragmento de mandibulas. Tambien se registra

escas cantidad de oseos de ruedores que corresponden a mandibula, una escapula y

costillas.

HALLAZGO N° 8

Mano de moler fragmentado.Mandíbula de roedor

Se trata de una figurina de un probable camélido

elaborado en arcilla, el cual no presenta la cabeza, ni

la pata delantera, las dimensiones son 4 cm. de largo

y 1 cm. de ancho. El hallazgo es igual al ajuar

funerario registrado en contexto funerario N° 5

HALLAZGO N° 9

Se trata de una pequeña lámina de metal de forma

cuadrangular que presenta un color dorado, cuyas

medidas son: largo 1,03 cm. ancho 1 cm.

aproximadamente. Presenta dos pequeños orificios

en uno de sus lados, al parecer seria parte de una

pequeña cuenta. Este hallazgo es semejante a la

lámina de metal que se registró en las costillas del

individuo N° 1 del contexto funerario N° 3.

Analizado el material óseo y la recurrencia de los ajuares funerarios (hallazgos N° 8 y 9)

registrados en este espacio, se define que el espacio se trata de un contexto Funerario

disturbado.

CONTEXTO N°7

Este contexto se trata de una concentración de ceniza de coloración oscura y tierra de un

color blanquecino que probablemente sería (cal), al interior de la ceniza se registró óseos

quemados en mínima proporción. La ceniza y la tierra blanca (cal) se encuentran

separadas a una distancia de 20 a 30cm. aproximadamente.

Se ubica junto al muro principal del lado sur.

Las coordenadas de su ubicación son: Ceniza: 3889msnm. L 0612007. UTM 8469984.

Tierra blanca (cal): 3889msnm. L 0612006. UTM 8469984.

CAPITULO VIII

CONSIDERACIONES FINALES

DISCUSIONES

CONCLUSIÓN

1. Los trabajos de campo en RAQARAQAY nos ha permitido definir que estas dos

estructuras (Unidad I y II) que se ubican en diferentes Sectores A y B

Contexto N° 7Concentración de probable ceniza

Contexto N° 7Concentración de probable cal y ceniza

respectivamente, presentan dos etapas diferentes de ocupación, esto debido a las

diferencias que se presentan en el grosor de sus capas y la altura de sus muros

conservados. La unidad I, probablemente representa una última etapa de

ocupación del sitio Raqaraqay. Este planteamiento se basa por el grosor de la

capa y la altura del muro que conserva en uno de sus lados (Este), el cual

representaría únicamente la cimentación o la base de una estructura que se

construye al inicio de toda construcción arquitectónica, el muro del lado Oeste que

presenta una mayor altura, no correspondería a la estructura que se encontraba

en proceso de construcción (cimentación), sino, esto en primera habría formado

parte del muro divisorio, al cual se adosaron el muro de cimentación. De este

modo se concluye que la estructura de la Unidad I Sector A se encontraba en un

proceso de construcción al momento de su abandono del sitio Raqaraqay, por

ende representa la última etapa del sitio.

Mientras que la estructura de la Unidad II del Sector B, representa una etapa

temprana de ocupación del sitio, el cual se plantea por los diferentes hallazgos que

en ella llegaron a registrarse, el cual representa constante y largo tiempo de

actividad humana en el interior de este recinto.

El hallazgo de un batán y un espacio de almacenamiento en el interior de esta

estructura circular, propone que la funcionalidad de este recinto fue un área de uso

doméstico habitacional, en donde se realizaron todo tipo de actividad cotidiana. De

la misma forma este hallazgo (batan) permite plantear que el piso del recinto se

ubicaba por debajo de éste. Lo cual no se llegó a definir, pero la presencia de la

tierra de color negra distribuidos en casi toda la superficie interna de la estructura

permite concluir que el piso fue elaborado con tierra, el cual habría sido traído de

otros lugares específicamente, debido a que este tipo de tierra no se encuentra en

este cerro.

2. En la actualidad las poblaciones andinas aun vienen practicando algunas ofrendas

hacia sus animales, lo cual varía en cada sociedad. Por ejemplo uno de estas

prácticas es al momento de degollar para su alimentación, donde cortan la lana de

varios partes del cuerpo del animal, el cual es enterrado, esto con el objetivo de

que el resto de sus animales sigan reproduciéndose. El hallazgo del entierro de

las 31 mandíbulas de los camélidos en el interior de la estructura, permite pensar

en esta posibilidad, ya que se trataba de un animal que servía para su

alimentación, medio de transporte y lana.

3. Cualesquiera que sean las causas de la caída política del sistema Imperial Wari no

significó la desaparición de su influencia cultural. De algún modo las sociedades

Andinas quedaron marcadas por el sello de esta Sociedad. La presencia de un

sitio Wari ubicados en el valle de este pueblo (Hualla), señala que el área fue

controlado y los grupos humanos influenciados con la cultura de esta sociedad

imperial. El hallazgo de dos entierros humanos (C.F. N° 3 y C.F. N° 5) en el interior

de la estructura del Sector B, Unidad II recuerda el patrón funerario propio de este

Imperio, quienes convivían junto con sus muertos. Este patrón seria uno de los

sellos que dejo la sociedad Wari, el cual aún siguió siendo recordados o

practicados por las sociedades que fueron dominadas luego de su caída, por lo

menos es los que se ve en el sitio de RAQARAQAY, específicamente en la Unidad

II del Sector B. Pero, esta práctica se ve con algunos variantes, una de estas es el

tipo de matriz funerario, durante la época de Sociedad Wari, estas era muy bien

elaborado con piedras de tamaño uniforme y de formas bien definida

(cuadrangular o circular); mientras que el tipo de matriz funerario que se llegó a

registrar en RAQARAQAY es muy diferente, estas solo fueron elaborados en la

roca madre sin mucha profundidad y de forma irregular.

La presencia de dos tipos de patrón funerario en este sitio, permite pensar en dos

posibilidades. Los entierros ubicados en el interior de la estructura, probablemente

se traten de entierros tempranos que recuerdan el patrón funerario Wari o se

traten de personajes de jerarquía o más importantes, mientras que los entierros en

cuevas o cavernas del cerro San Cristóbal ya corresponderían a un patrón

funerario de las épocas finales de la cultura Chanka o se traten de entierros

múltiples de la población.

Por el tipo de ajuar funerario que presentan cada uno de estos dos entierros y por

el tipo de matriz Funerario donde fueron depositados (C.F. N° 3 y C.F. N° 5), se

concluye que el entierro que se llegó a hallar en el Contexto Funerario N° 5,

representa mayor jerarquía en comparación con el entierro del Contexto Funerario

N° 3.

4. El hallazgo de dos entierros infantes sin algún ajuar funerario, en el interior de la

estructura, permite plantear el mal tiempo en que vivían (Periodo del Intermedio

Tardío) y el área mismo donde estaba ubicado esta sociedad no era lo adecuado,

por lo cual se presenta la mortandad en los inicios de la vida.

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