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el suicidio como opcionTRANSCRIPT
CONCEPCION GENERAL DE LA VIDA Y LA MUERTE EN EMIL MAGNUS CIORAN
MARTIN EMILIO ORTEGA CARVAJAL
Tesina para optar el título de
Filósofo (Licenciado)
Director
P. Jaime Palacio
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA
FACULTAD ECLESIASTICA DE FILOSOFIA
MEDELLÍN
1996
TABLA DE CONTENIDO
Páginas
INTRODUCCION ______________________________________ 5
1. CAPITULO PRIMERO: CONCEPCION GENERAL DE LA VIDA HUMANA EN E.M. CIORAN 8
1.1 EL HOMBRE Y SU VIDA _____________________________ 8
1.2 EL HOMBRE Y LOS OTROS __________________________ 16
1.3 LA CIVILIZACION: TRAGEDIA DEL HOMBRE ____________ 23
1.4 LA VIDA: UNA OBLIGACION? ________________________ 29
2. CAPITULO SEGUNDO: LA MUERTE PARA EMIL CIORAN ______________________ 33
2.1 LA MUERTE: UNA OPCION LIBRE Y LIBERADORA ______ 33
2.2 EL SUICIDIO: UNA SALIDA PARA LA TRAGEDIA? _______ 46
CITAS BIBLIOGRAFICAS ______________________________ 52
BIBLIOGRAFIA BASICA _______________________________ 56
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D E D I C A T O R I A
A los "desencantados" de la vida y de cualquier proyecto humano;A los curiosos de la muerte... ya quienes se cansaron de ser.A los suicidas en potencia...
A todo ser que respire.
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La universidad no aprueba ni desaprueba las opiniones emitidas en los trabajos de grado, tales opiniones deben considerarse como propias del autor:
Nota de aceptación
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________________________________Presidente del jurado
_________________________________Jurado
_________________________________Jurado
Ciudad y fecha
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INTRODUCCION
"Quien no sepa leer, que no me lea,que es fácil que el diablo lo posea."
(F. Nietzsche)
"Maldito sea quien en las futuras reimpresionesde mis obras cambie a sabiendas cualquier cosa, ya sea una frase o una sola palabra, una sílaba,
una letra, un signo de puntuación."(Schopenhauer)
Con "temor y temblor" me he acercado al pensamiento de Emil Magnus
Cioran, conocido como "anti profeta" del siglo XX; nacido en Rasinari
(Rumania) en 1911 y muerto en París en junio de 1995.
Sus obras, cargadas del cinismo de los antiguos griegos, buscan responder a
una inquietud esencial: Cómo vivir en un mundo desquiciado y en el que la
razón se ha revelado como un mito.
El "veneno" de su reflexión, mezcla de sarcasmo y lucidez, desnuda
violentamente la realidad y nos coloca frente a la nada. Aquella exagerada
lucidez desbarata las utopías, los proyectos que la civilización levantó sobre la
ilusión.
La historia deja de ser el único relato válido de la realidad; el progreso,
justificador de injusticias, es cuestionado y desmitificado. El hombre mismo
será visto como un "monstruo" que destroza a sus semejantes llevado por sus
ansias de gloria y de poder.
Todo lo que el hombre pueda realizar será en siempre en vano, puesto que
sólo actuará por fanatismo y para calmar su sed (egoísta) de absoluto; tarea
que le será siempre imposible, a menos que se familiarice con la muerte, y,
mediante ésta, retroceda a sus orígenes, recupere su antigua inocencia
perdida, y alcance la inmortalidad que le pertenece.
En mi parecer, nada se escapa de la crítica de Cioran. La modernidad, la
técnica, el progreso, las religiones, la historia, la decadencia, los fanatismos
ideológicos... Pero a pesar de todo, el autor no se deja encasillar en ninguna
escuela de pensamiento, no acepta adjetivos para su filosofía, y aquí encontré
mi primer reto: evitar las etiquetas que puedan clasificar a Cioran.
Con el pensamiento "reaccionario" de Cioran, el lector podrá poner en tela de
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juicio muchos aspectos de la cultura, la sociedad y la civilización; en una
palabra: poner en tela de juicio la vida del hombre y del mismo modo la
muerte; buscando, si no es posible plenificar y dar sentido a la primera, por lo
menos justificar y aceptar la segunda como opción salvadora y necesaria.
La presente tesina no pretende ser un "tratado" completo sobre el
pensamiento de Cioran; es tan sólo una "pincelada" sobre las concepciones de
la vida y la muerte del hombre, tratando de rescatar el suicidio como una
opción "libre" y liberadora para éste.
Reconociendo las posibles deficiencias humanas en el presente trabajo; invito
al lector al encuentro "personal" y directo con las obras de Cioran, para lo cual
citaré las palabras de Fernando Savater: " Por mi parte, evidentemente,
recomiendo al lector la lectura de todas las obras de Cioran, e incluso me
permito profetizar que si se contagia a fondo de su pensamiento sufrirá un
cruel síndrome de abstinencia cuando le falten sus páginas."
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L A V I D A Y L A M U E R T E ENE M I L M A G N U S C I O R A N
1. CAPITULO PRIMERO:
CONCEPCION GENERAL DE LA VIDA HUMANA EN E. M.
CIORAN
1.1 EL HOMBRE Y SU VIDA:
"Pensar en uno mismo es malo; pensar en la especie, con el celo de un obseso, es todavía peor: es prestarle un fundamento objetivo una justificación filosófica a las miserias arbitrarias de la introspección".(1)
En Cioran encontramos, ante todo, cierta aversión a mirar al hombre de hoy y
de todos los tiempos; "sometido" a su propia civilización y cultura, enloquecido
por su deseo de poder y de gloria, y " eternamente perturbado por la nostalgia
de su inocencia perdida. La existencia se percibe como una anomalía, un
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descuido del creador, un error lamentable tanto para Dios como para el
hombre".
Ser hombre es una verdadera sorpresa, y es nuestra situación específica.
"Es menos natural ser hombre, que solamente ser. Eso lo sentimos por instinto, de ahí esa voluptuosa transformación cada vez que nos alejamos de nosotros mismos para identificarnos con el sueño bendito de los objetos. No somos realmente nosotros hasta que, puestos frente a uno mismo, no coincidimos con nada, ni siquiera con nuestra singularidad." (2)
Cioran desarrolla su "escepticismo filosófico" y su pensamiento cínico a partir
de los relatos bíblicos sobre los orígenes del hombre, para analizar el error o
"pecado" que sumergió al hombre en el tiempo, el devenir histórico y el
absurdo de la vida misma.
El primer hombre tenía ya, cierto anticipo de saber, cierta racionalidad, una
especie de ciencia autoignorada, oculta detrás de una falsa inocencia. fué así
como la serpiente descubrió en el hombre aquel deseo de "saber" y se
aprovechó de su inteligencia y de su psicología porque la serpiente es el mejor
psicólogo según Cioran: "Descubrió que lo que el hombre pedía era morir,
queriéndo igualar al crador por el saber y no por la inmortalidad"(3)
Sinembargo, para Dios no había ningún problema; ¿por que temer a la
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inmortalidad de un ignorante? Mientras el hombre sea ignorante de la ciencia y
del mal, no hay problemas con él. El gran peligro estaba, en que el hombre
llegara a poseer eternidad y ciencia simultaneamente; es por esto que Dios se
indignó tanto " hasta perder el juicio " frente a Adan culpable.Dios se había
adelantado a prohibir al hombre su mayor deseo secreto y pudo haber sido
mejor politica el haberle prohibido el otro árbol en lugar del primero. Dios no lo
hizo porque sabia que el hombre aspiraba taimado a la dignidad de monstruo,
y que no se dejaria seducir por la perspectiva de la inmortalidad en cuanto tal,
demasiado accesible demaciado banal. La muerte, por el contrario pintoresca
de otra manera, investida con el prestigio de la novedad, podia intrigar a un
aventurero dispuesto a arriesgar por ella su paz y su seguridad.
Tanto la paz como la seguridad son relativas -según Cioran- tan sólo en el
paraíso, el hombre tenía la posibilidad de ser plenamente dichoso; ahora,
despues de haber caído en el tiempo, en castigo por su pecado, ha sido
condenado a la infelicidad, a la incapacidad para la dicha. En el cielo la tuvo a
la mano, fácil de apropiársela eternamente pero la rechazó, y desde entonces
la persigue incansable, y si la tuviese no se adaptaría a ella.
La existencia, comenzada con una infracción a la sabiduría, constituye una
infidelidad a la ignorancia, al don de la ignorancia. Precipitados en el tiempo, a
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causa del saber, fuimos dotados de destino, pues sólo fuera del paraíso hay
destino. Si hubiéramos caído de una inocencia completa, la extrañaríamos con
vehemencia. Pero no, el veneno ya estaba en nosotros, crecía y se apoderaba
de nosotros, nos individualizaba.
Separados de nosotros mismos, se necesitaba separarnos de Dios; quien al
crearnos había rebajado su dignidad. Todos nuestros esfuerzos y
conocimientos tienden a disminuírlo y a empañar su integridad.
"Mientras más nos domina el deseo de conocer, signo de perversidad y de
corrupción, más nos vuelve incapaces de permanecer en el interior de
cualquier realidad." (4)
El hombre no posée vocación de eternidad, de ser así, se hubiera contentado
con Dios... Pero aspiraba a emanciparse, a separarse de él y lo logró más allá
de sus esperanzas.
El hombre rompió con el cielo y con la tierra, con la unidad de la realidad;
introduciéndo un principio de fragmentación que vendría a destruir el orden y el
anonimato. Separado del creador se volvió individuo, fisura del ser (fractura), y
supo de su mortalidad asumiendo su nombre hasta la provocación. Su orgullo
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creció junto con su confusión. Moría a su manera, pero moría del todo, eso le
humillaba profundamente. Despues se dirigió a los animales, sus compañeros
de antaño, y a las plantas; las cuales se congratulaban en Dios, mientras el
hombre se ahogaba en El.
Los animales poséen cierta superioridad frente a los hombres; porque los
primeros se confunden en su condición, mientras que el hombre es el " eterno
inadaptado", extranjero de su ser, una verdadera contradicción. En vano
tratará de recuperar la vida que perdió y de la que huyó por curiosidad hacia la
muerte.
Qué es realmente el hombre para Cioran?
"Un inadaptado exhausto y sinembargo incansable, sin raices, conquistador, justamente por desarraigado, un nómada fulminado e indomable; ávido por remediar sus insuficiéncias, y ante el fracaso violentando todo a su alrededor, un devastador que acumula fechoría tras fechoría rabioso de ver que un insecto obtiene sin dificultad lo que él, con tantos esfuerzos, no sabría adquirir." (5)
En su búsqueda por recuperar la vida perdida, se aleja cada vez más de su
antigua inocencia; cae sin parar de la eternidad. Quiza aún podría salvarse
rivalizando con Dios en sutileza, en matíz, en discernimiento: pero no pretende
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alcanzar el mismo grado de poder. El hombre es, pues, el eterno inconforme;
inmerso en la nostalgia de lo perdido, lucha contra sí mismo para alejarse de
su tragedia, de su no-ser, de su nada.
El hombre es también, un ser peligroso por su capacidad de degenerar. La
soberbia de un espíritu degenerado suele ser peligrosa: el hombre carga
constantemente una existencia limitada; está obligado por sus deficiencias a
ser plástico.
Por temor o vergüenza a asumir su propia identidad, se disfraza adoptando
conductas salvajes que lo colocan entre la astucia y el delirio. Figuras como el
león y el tigre son encarnadas en los hombres ilusos que invierten el poder de
los débiles por encima de los fuertes; ellos crean las dictaduras y los
regímenes esclavistas, basándose especialmente en la propia debilidad, el
temor y los complejos.
"El hombre es pues, aquél animal "anormal", poco dotado para subsistir y
afirmarse; violento por desfallecimiento y no por rigor, intratable por su
debilidad, agresivo a causa de su propia inadaptabilidad." (6)
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Estando loco por recibir méritos y en búsqueda del éxito, ha diseñado los
medios para llegar a este; y no lo hubiese conseguido si tuviese los
imperativos de la lucha por la existencia.
Exagerado en todo por necesidad vital (no se adapta a lo que es) desprovisto
de tacto (ciencia innata de la vida) poco hábil para discernir lo absoluto de lo
inmediato, aparece, en el conjunto de la naturaleza como un episodio, una
disgresion, como un aguafiestas, un extravagante, un descarriado que todo lo
complica, incluso su miedo, transformándolo en miedo a sí
mismo, en temor a su destino de reventado que lo enorme seduce, expuesto a
una fatalidad que intimidaría a un dios.
El hombre tiene más destino que su creador (trágico es su privilegio) por eso
evade su problema, esconde su pánico y evita el encuentro consigo mismo.
No hay forma de vivir simultáneamente en la inocencia y en el miedo, sobre
todo cuando éste último es sed de tormentos, apertura hacia lo funesto y
codicia de lo desconocido.
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El miedo es auxiliar del futuro humano. El miedo nos estimula, y al impedirnos
vivir al unísono con nosotros mismos, nos obliga a afirmarnos mediante la
huída.
Si continuamos abordando a éste "pobre hombre" desde el pensamiento de
Cioran, nos veremos inmersos en un nihilismo radical, que para no aparecer
como exagerado y demasiado trágico, el autor hace uso de figuras y
disfracismos; sin embargo, detrás del aparente humor de sus escritos, aún
permanece el veneno, su cinismo, la esencia de nuestra reflexión.
"Si Dios pudo decir que él era "aquél que es", el hombre, por oposición, podría
definirse como "aquél que no es". Y justamente esa ausencia, ese déficit de
existencia es lo que, despertando por reacción su altivéz, lo incita al reto o a la
ferocidad." (7)
El hombre es eternamente antisocial. Al estar des identificado y "solo", reniega
de sí mismo y se vuelve el gran traidor para el ser, en su lucha por salir del
anonimato, en su intento por canjear la eternidad por el devenir. La mejor
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"prueba" de su anti naturaleza es " su aislamiento " que sólo es comparable a
su precariedad.
El hombre es extranjero en su propia esencia: lleva en sí y sobre sí algo de
irreal, de no terrestre... A fuerza de vaguedad y de equívoco es de aquí y no
es de aquí.
"Una sombra luchando contra simulacros, un sonámbulo que se mira caminar,
que contempla sus movimientos sin discernir ni su dirección ni su razón." (8)
1.2 EL HOMBRE Y LOS OTROS:
Abordamos aquí, un tema fundamental para comprender al hombre y sus
relaciones con sigo mismo y con los demás. Nuestro intento será la elección
entre la alteridad del "ser con", el hombre comunicado e integrado a una
sociedad, en la cual se desarrolla y hace historia; y el "individuo" para quién la
sociedad es obstáculo o enfermedad.
En esta encrucijada, desarrollaré mi reflexión sobre el pensamiento de Cioran,
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con la mínima pretensión de no "traicionar" su filosofía colocando etiquetas
innecesarias que tan sólo reflejan el fanatismo y la intolerancia en el
pensamiento.
"La insistencia de un monstruo sobre otro monstruo es doblemente
monstruosa: olvidar al hombre, e inclusive a la idea que encarna, debería
constituir el preámbulo de cualquier terapia. La salvación viene del ser, no de
los seres, pues nadie se cura en contacto con sus propios males." (9)
Encontramos en Cioran un pensamiento similar al de T. Hobbes con relación al
carácter de alteridad humana. El "homo homini lupus" conlleva el sentimiento
de dolor y desconcierto ante la realidad violenta e inhumana de los hombres.
En Cioran, el hombre se vuelve monstruo para el mismo hombre a causa de la
civilización.
El hombre civilizado, en su búsqueda de identidad plena y afirmación, se
encarniza en borrar todo lo que le sea irregular, a tal punto de caer en la
indecencia.
"Empleamos la mayor parte de nuestras vigilias en despedazar con el pensamiento a nuestros enemigos, en arrancarles los ojos y las
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entrañas, en presionar y vaciar sus venas, en pisotear y machacar cada uno de sus órganos, dejándoles, únicamente, por lástima, el placer de su esqueleto. Hecha esta concesión, nos tranquilizamos y, hartos de fatiga, caemos en el sueño. Reposo bien ganado despues de tan minucioso encarnizamiento. Debemos, por otra parte, recuperar fuerzas para poder recomenzar en la noche siguiente, para emprender una tarea que descorazonaría a un Hércules carnicero." (10)
Un hombre "civilizado", inmerso dentro del engranaje de una sociedad
materialista; que busca constantemente su plena afirmación por encima de
quien sea; anhelante insaciable de poder y riquezas; vacío hasta la ridiculez de
una dimensión espiritual trascendente; no puede ser nada más que un
monstruo para sus semejantes.
La culpa de toda esta desgracia la tiene -según Cioran- la civilización y su
velocidad de movimiento. Si el hombre se hubiese querido contentar con lo
que primariamente fue, si se hubiese estancado en la barbarie, al lado de las
bestias, sin buscar sobrepasarlas, ni siquiera igualarlas; de seguro hoy la
realidad sería menos lamentable.
"El animal más inmundo vive en cierto sentido mejor que nosotros. Sin
necesidad de ir a las cloacas a buscar recetas de sabiduría." (11)
"Sólo en la medida en que nos apartemos de nuestra definición, seremos
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nosotros mismos. Al estilo de Nietzsche nos definimos como "aquél animal
cuyo tipo no está aún determinado" ." (12)
"Obnubilados por la metamorfosis, por lo posible... acumulamos irrealidad y nos dilatamos en falso; pues desde que uno se sabe y se siente hombre, aspira al gigantismo, quiere parecer más de lo que es. El hombre, en cuanto "animal razonable", es un animal perdido que busca forjarse una segunda naturaleza. "El hombre se complace en una insatisfacción que raya el vértigo." (13)
El hombre es un ser "disfrazado". Rechaza su verdadera identidad, para
esconderse bajo las máscaras de la civilización. Su estado de insinceridad lo
transporta desde los seres (legítimos) hacia las cosas (menos legítimas);
negando su identidad, y separándolo de sí mismo. Su narcicismo es
imperdonable : condenado el hombre a los excesos del querer, mientras más
es él, más se quiere.
"En su debilidad busca afirmación mediante la voluntad, estigma de su
imperfección y medio de hundimiento humano. En vez de buscar
autoencontrarse y conciliarse con su fondo intemporal, ha dirigido sus
facultades hacia el exterior, hacia la historia." (14)
Caído en el tiempo, el hombre debía haber actuado al revés de lo que hizo.
Por qué no hizo un esfuerzo opuesto al que exige la adhesión al tiempo?. Se
gasta la misma energía para salvarse que para perderse; y al perderse
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comprueba su fracaso del cual podía huir negándose a las maniobras del
devenir, pero que al dejarse seducir por éstas, se embriagó en la ilusión.
"Estado de gracia a base de embriaguez que sólo otorga el consentimiento de
la irrealidad. " (15)
"Todo lo que el hombre ha llevado a cabo desde su caída en el tiempo, forma
parte de su acomodo a lo insustancial, a la ilusión adquirida, al hábito de
encarar como existente lo que no es." (16}
"El hombre vive ejercitado en las apariencias, especializado en las naderías :
acumula conocimientos, reflejo de las apariencias, pero no tiene un
conocimiento verdadero; su falsa ciencia, réplica de su falsa inocencia, al
alejarlo del absoluto, hace que sea inútil todo lo que sabe." (17)
Aquí tenemos una crítica a la racionalidad moderna y contemporánea; una
posición inconforme con el "pensamiento ilustrado". Para Cioran es inútil y
"vergonzoso" todo conocimiento, toda ciencia que pretenda explicar la realidad
de un modo absoluto, y más aún, desde cualquier parcela del saber general.
"La antinomia es completa entre pensar y meditar, entre saltar de un problema
a otro, y ahondar en uno sólo." (18)
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Para Cioran, es mil veces preferible hacer voto de locura o “Para Cioran, es mil
veces preferible hacer voto de locura o disolverse en Dios que prosperar
gracias a simulacros. Una plegaria inarticulada, repetida interiormente hasta la
estupidización o el orgasmo, tiene más de peso que una idea, que todas las
ideas." (19) Buscar cualquier mundo, salvo éste, abismarse en un himno
silencioso hasta el vacío, lanzarse al aprendizaje de un "lugar " aparte.
"Conocer es verdaderamente, comprometerse con lo esencial, penetrarlo con
la mirada, no con el análisis o con la palabra." (20)
El hombre se caracteriza por ser "hablador", escandaloso... Todo su ruido es
consecuencia del pecado original. La racionalidad humana aliena y hace
perder al hombre en su mundo. "... Mientras no se libere de un saber
matafísicamente superficial, perseverará en esa existencia adulterada, sin
bases ni consisténcia, y donde todo es falso." (21)
El hombre: inepto para vivir, finge la vida; esa es la razón por la cual su culto a
lo inminente, rayano en el éxtasis, desfallece ante lo que ignora, busca y teme,
ante el instante que aguarda, en el que espera existir y en el que, como en el
instante anterior, apenas existe.
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El hombre deberá rechazar los absolutismos históricos, los protagonismos y
las ideologías. Quienes aún viven en la idolatría del mañana no tienen futuro.
"Habiendo despojado al presente de su dimensión eterna, sólo les queda la
voluntad, su gran recurso y su castigo.." (22)
El hombre depende de órdenes incompatibles, contradictorias; Nuestra
especie, en cuanto única, se sitúa fuera de los reinos. Aunque exteriormente
tengamos todo lo de bestias y nada de la divinidad, la Teología da mejor
cuenta de nuestro estado que la Zoología. Dios es una anomalía ; el animal
no; igual que Dios, nosotros perdemos dignidad, existimos gracias a nuestras
irreductibilidades.
En Cioran vemos una Antropología "dura" en cuanto considera al hombre como un "error". "El hombre es sin duda, una falla, pero una falla magistral; obra de un virtuoso del fracaso. Hasta en su mediocridad es extraordinario, prestigioso incluso cuando se le detesta. El creador mismo se haya 'afligido en su corazón' por haberlo creado." (23)
Dura es la realidad de ser hombre; diríase casi una maldición; a causa de un
error primigenio hemos sido lanzados en el tiempo, o en el mismo fracaso.
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Cioran no admite ser encasillado dentro de ninguna corriente de la Filosofía.
Sus personajes favoritos: el escéptico y el bárbaro, son el síntoma de su
aversión contra la historia, la civilización, la racionalidad, el cristianismo y
cualquier elaboración (cosmovisión) sistemática-racional del mundo y del
hombre. Ni siquiera la labor del filósofo se escapó de su veneno; Cioran a
pesar de ser un crítico escéptico, odia la crítica, y cualquier opinión.
"Calificar, nombrar los actos, es ceder a la manía de opinar; ahora bien, como dijo un sabio: las opiniones son "tumores" que destruyen la integridad de nuestra naturaleza, y la naturaleza misma. ...Si nos abstuviéramos de emitir opiniones, penetraríamos en la verdadera inocencia, y quemando las etapas hacia atrás, mediante una saludable regresión, renaceríamos bajo el árbol de la vida." (24)
Sintetizando, para concluir éste pensamiento sobre el hombre y su vida
cotidiana, sus relaciones y vacíos; recordemos cómo el error del hombre fué el
haber preferido corromperse con la racionalidad que lo separaba de los
animales, en vez de elegir la eternidad, la infinitud que lo unía y configuraba
más con Dios.
Como consecuencia de éste error viene la caída en el tiempo, la amenaza del
destino, la nostalgia por la inocencia primera, el vacío existencial, la insaciable
sed de absoluto... y el gran deseo de poder y autoafirmación. Hasta aquí
llegamos y nos encontramos con un hombre monstruo: autodestructor,
"complicado", ruidoso, corrupto... que nos transporta con su sola mirada desde
el sentimiento de dolor y vergüenza, hasta el deseo mismo de rechazarlo,
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inclusive... eliminarlo.
1.3 LA CIVILIZACION : TRAGEDIA DEL HOMBRE
"La historia no es más que un desfile de falsos absolutos, una sucesión de
templos elevados a pretextos, un envilecimiento del espíritu ante lo
improbable." (25)
El fanatismo de los hombres por una ideología, una creencia, una religión, o
cualquier empresa, ha llevado todo proyecto desde la simple posibilidad hasta
la intolerante obligacion de ser realizada; de este modo, la sociedad se vuelve
intolerante, se fracciona, se encasilla y clasifica a sus semejantes por las
etiquetas; jamás por el ser, nunca por lo esencial.
Nos hemos situado ante un hombre "civilizado", ilustrado y fanático de sus
ideas: el intolerante por antonomasia.
"Su capacidad de adorar es responsable de todos sus crímenes: el que ama
indebidamente a un dios, obliga a los otros a amarlo, en espera de
exterminarlos si se rehusan." (26)
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"Sólo actuamos bajo la fascinación de lo imposible: esto significa que una sociedad incapaz de dar a luz una utopía y de abocarse a ella, está amenazada de esclerósis y de ruina. La sensatez, a la que nada fascina, recomienda la felicidad dada, existente; el hombre la rechaza, y ese mero rechazo hace de él un animal histórico, es decir, un animal aficionado a la felicidad imaginada." (27)
El origen de aquella ilusión torpe que aleja al hombre de su natural condición,
surge de su mismo modo de vivir, de su misma civilizacion, traducida en
categorias de progreso, avance cientifico y tecnológico, y decadencia de lo
humano.
El hombre crea las utopías a partir de sus necesidades; se vale de su entorno
para crear subterfugios que disimulen sus carencias, su vacío, su nulidad.
La miseria en cuanto estado social y económico del hombre, se ha convertido
en auxiliar para la fabricación de las utopías; se ha vuelto cómplice y materia
de trabajo para éstas.
Sin la realidad de la miseria, el hombre viviría desocupado y retraído; pero
cuando ella está presente, lo ocupa y lo preocupa; bien sea porque lo atrae o
porque lo molesta. Por su parte, la miseria misma, tampoco puede prescindir
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de él; ella necesita la mediación de un teórico, de un ferviente del futuro, sobre
todo porque ella misma, meditación interminable sobre la posibilidad de
escapar de su propio presente, no soportaría la desolación sin la obsesión de
otra tierra.
"Estamos ahogados en el mal. No es que todos nuestros actos sean malos,
pero cuando cometemos algunos buenos sufrimos por haber contrarrestado
nuestros movimientos espontáneos: la práctica de la virtud se reduce a un
ejercicio de penitencia, al aprendizaje de la maceración." (28)
Para los hombres, caídos en el tiempo por un error, por una falta inicial; la vida
no se mira más que como una pesadilla insoportable frente a la cual, y como
salida a la angustia inicial y a la nostalgia por la primera inocencia perdida, el
hombre se llena de ilusiones y de máscaras, pretendiendo con ello, disimular
su propia miseria. Entre sus utopías más usuales están: la historia, la literatura,
la religión, la fe en el progreso... y todos sus fanatismos. Pero, mientras se
distrae con las utopías, el hombre se olvida de su verdadera naturaleza,
descuida su vacío existencial, y abandona su decadencia al igual que su
capacidad de optar por el suicidio. Culpable de la anterior "mentira" es la
civilización que ha llegado con su racionalismo exagerado a "envenenarlo
todo"; su
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carga de fanatismos y utopías apesta.
"La razón: herrumbre de nuestra vitalidad.Es el loco que hay en nosotros el que nos obliga a la aventura; si nos abandona estamos perdidos; todo depende de él, incluso nuestra vida vegetativa; es él quien nos invita a respirar, quien nos fuerza a ello, y es tambien él quien empuja a la sangre a pasearse por nuestras venas. si se retira, nos quedamos sólos! No se puede ser normal y vivo a la vez." (29)
El mero hecho ya de vivir, implica una anomalía con relación al ser. A través
de la vida estamos lanzados en el tiempo, lo cual nos condiciona mediante la
subjetividad. Todo se relativiza a causa de la conciencia.
"Decididamente todo se degrada y se corrompe en nuestras
conciencias:incluso el vacío es en ellas impuro." (30)
Tan sólo la música se escapa a ésta critica de la civilización. Para Cioran, la
música responde a otra realidad (no racional) : La música es la gran escusa
del mundo moderno, un fenómeno sin paralelo en ninguna otra tradición. No
hay comparación alguna frente a Monteverdi, Bach y Mozart; gracias a ellos,
Occidente revela su fisonomía y alcanza su profundidad.
"Desde el renacimiento, toda la modernidad ha podido amar la razón hasta su
perversidad; su verdadero genio fué sinembargo un genio afectivo. El mal que
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más le honra? la hipertrofia del alma." (31)
Lo único que se salva de la crítica a la civilización ilustrada es aquello que
escape al fanatismo, y por el contrario realce al espíritu trascendiendo la
realidad temporal y filtrándose por el vacío.
No todos los hombres están condenados a vivir de la ilusión y de lo efímero ;
algunos ya, han descubierto el sinsentido de las utopías y de la fe en el
progreso y ahora optan por alejarse de aquellos falsos refugios, prefiriendo la
inacción, el estancamiento.
"A veces pasa entre los hombres que prefieren alejarse de la ilusión, escapar de la persecución del deseo, de la tiranía del instinto de conservación. Halagado por la perspectiva de caer, pisotea su voluntad, se ejerce en apatía, se yergue contra sí mismo y llama en su auxilio a un genio malo. Atareado, presa de mil actividades que lo dañan, descubre un dinamismo cuyo atractivo no había sospechado, el dinamismo de la descomposición ; se siente muy orgulloso: por fin va a poder renovarse a sus expensas." (32)
Quienes siguen los pasos de la historia y del progreso,"avanzando" a través
del tiempo y la modernidad, marcan un eterno caminar hacia el final de lo
indestructible; la peor señal de su satanismo es su capacidad de movimiento,
su dinamismo para someter y transformar sin consideración.
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Por eso el progreso se hace equivalente a la caída, una versión profana de la
condenación.
"El movimiento es una heregía, por ello nos atrae y nos lanzamos en él,
prefiriéndolo a la ortodoxia de la quietud, deprabados irremediablemente...
fuimos hechos para vegetar, para florecer en la inercia, y no para perdernos en
la velocidad." (33)
"Avidez y horror de la conciencia, la historia traduce juntamente el deseo de un
animal lisiado de cumplir su vocación y el temor de llegar a lograrlo." (34)
1.4 LA VIDA : ¿UNA OBLIGACION?
"Sólo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de
existir; todos los otros, empezando por el anarquista, pactan con el desorden
establecido." (35)
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La vida misma, no siendo más que un cúmulo de ilusiones vanas sostenidas
por el fanatismo de las religiones y el "progreso anhelado", merece, en un
momento privilegiado de la existencia, despertar a su condición real; descubrir
su enajenamiento y afrontar su nada, su vacío.
Al llegar a este punto de nuestra reflexión, me viene a la memoria, un
personaje bastante interesante, cuya existencia se debate entre el absurdo y la
acción sin llegar nunca a una satisfacción. Hablo de Sísifo; un " individuo" que
ha sido condenado por los dioses, a cargar (rodar) una roca hasta lo alto de
una colina, para luego verla rodar nuevamente hasta su lugar inicial... todo un
trabajo absurdo, que se prolonga eternamente; un sinsentido que parece no
tener fin... por lo menos si no se lo imputamos nosotros mismos.
"Sísifo, el héroe absurdo. Lo es tanto por sus pasiones como por su tormento.
Su desprecio de los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la
vida le valieron ese suplicio indecible en el que todo el ser se dedica a no
acabar nada." (36)
La vida se nos presenta con su carga de "sorpresas", las cuales a veces no
poseen continuidad ya que todas nos llevan al fracaso, sea de un modo o de
otro.
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"La dicha y lo absurdo son dos hijos de la misma tierra... El obrero actual trabaja durante todos los dias de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo; pero no es trágico sino en los "momentos raros" en que se hace conciente...Sísifo proletario de los dioses, impotente rebelde, conoce toda la magnitud de su condición miserable: en ella piensa durante su descenso... La clarividencia que debía constituir su tormento, consuma al mismo tiempo su victoria. No hay destino que no se venza con el desprecio." (37)
El paso siguiente al proceso de "autoconocimiento" o mejor aún, "conocimiento
de la propia miseria", es la reacción radical que adopta el hombre ante las
antiguas falacias, utopías y máscaras, que, llenas de fanatismo, trataron de
explicar el sentido de la existencia falseando la realidad, disfrazando la esencia
de nuestra podredumbre.
"Toda la alegría silenciosa de Sísifo consiste en eso. Su destino le pertenece, la roca es lo suyo. Del mismo modo, el hombre absurdo cuando contempla su tormento, hace callar a todos los ídolos... El hombre absurdo dice que sí y su esfuerzo no terminará nunca. Si hay un destino personal, no hay un destino superior, o, por lo menos no hay mas que uno, al que juzga fatal y despreciable." (38)
El acto de descubrir el absurdo de la existencia, nos conmueve, nos"desinfla" y
nos lleva a rechazar cualquier idea, proyecto de salvación o de esperanza. El
hombre absurdo acaba de perder toda relación con lo trascendente; ahora es
preciso negar su existencia por encima de toda posibilidad, con tal de
salvaguardar el sentido de mi sinsentido, mi nada, mi no-ser.
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Es necesario que Dios no exista, o por lo menos, si existe, que sea el peor, un
malvado...
"Duramos en tanto duran nuestras ficciones. Cuando las ponemos en claro,
nuestro capital de mentiras, nuestro fondo religioso se desvanece. Existir
equivale a un acto de fe, a una protesta contra la verdad, a una plegaria
interminable." (39)
Todo hombre fanático de la religión, bien sea un creyente o un ateo, ya han
tomado la única decición que marca a un ser: ideas, doctrinas, simples
fachadas, caprichos y accidentes.
Una existencia que no conlleva a nada, ¿valdrá la pena realmente asumirla y
mantenerla? Aquí tenemos la pregunta esencial de nuestra reflexión.
"Intente lo que intente, nunca será más que la manifestación de una
decadencia, patente o camuflada..." (40)
En su vida cotidiana, los hombres viven de múltiples afirmaciones; se movilizan
de un "sí" a otro. Aplauden a lo real, o a lo que les parece como tal. Todo lo
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explican y lo justifican, bien sea mediante la filosofía, la religión o la historia.
Sólo pocos se acostumbran a la negación; Negar: no hay nada como eso para
emancipar el espíritu. Sinembargo, la negación es fecunda sólo cuando la
asimilamos como conquista; ya despues de aprehenderla nos aprisiona y nos
esclaviza ante la nada.
"Pensándolo bien, más vale que no haya nada. Si hubiese algo, se viviría en la
aprehensión de no poder hacerse con ello... Puesto que no hay nada, todos los
instantes son perfectos y nulos, y es indiferente el gozar de ellos o no." (41)
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2. CAPITULO SEGUNDO
LA MUERTE PARA EMIL CIORAN
2.1 LA MUERTE : UNA OPCION LIBRE Y LIBERADORA
"Por qué no me mato? si supiese exactamente lo que me lo impide, no tendría ya más preguntas para hacerme puesto que habría respondido a todas. Para no atormentarse más hay que dejarse arrastrar a un profundo interés, dejar de estar intrigado por este mundo o por el otro, caer en el nada-me-importa de los muertos. ¿Cómo mirar a un vivo sin imaginarlo cadáver, cómo contemplar a un cadáver sin ponerse en su lugar? Ser supera al entendimiento, ser da miedo." (42)
Partiendo de la afirmación anterior, nos encontramos "cara a cara" con la
realidad de la muerte; un fenómeno que atañe a todos los seres vivos de todas
las especies, pero que sólo causa intriga, "temor y temblor" en los hombres.
Estos, dotados de conciencia y de autoreflexion ven en la muerte una
amenaza radical a la existencia misma.
La muerte, como lo sabemos, es una realidad dura e "ilógica" sobre todo
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cuando la miramos desde el campo afectivo, familiar y social; siempre será una
dura realidad cuando presenciamos el velorio de algún ser que estuvo cercano
a nosotros.
Tambien, puede hacerse "normal" el fenómeno de la muerte en nuestra
sociedad, nuestra cultura, y de éste modo nos veremos implicados en
actitudes de indiferencia y apatía que poco a poco han deshumanizado al
mundo. Pero tambien existe otro tipo de reacción frente a la muerte, y es la
actitud de identificación, encariñamiento y abandono "confiado", que llevan al
hombre a anhelar la muerte como si ella fuera "su única salvación".
Vamos a analizar a éste último tipo de hombres; a aquellos que aman la
muerte y se entregan a ella con una pasión increíble.
Los amantes de la muerte son aquellos hombres cuya lucidez logró superar las
artimañas de la civilización; son una especie diferente,hombres especiales,
diríamos, quizá una "encarnación del Superhombre" (Nietzsche). Estos
hombres logran descubrir lo ilógico de la existencia, comprenden su vacío
existencial, su precariedad, el absurdo de una vida "pesada" que finaliza con la
muerte: barrera insuperable.
Ellos reconocen que su aparente realidad es sólo ilusión de tontos, y ven entre
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sus semejantes una situación semejante al infierno; por eso reniegan de la
vida, por eso se les llama los traidores del ser, porque rechazan su identidad y
prefieren confundirse con la nada.
"Estamos todos en el fondo de un infierno, cada instante del cual es un
milagro... Cada ser es un himno destruído." (43)
Mi existencia no es asumida más que como un "error" del creador, un pequeñó
descuido del aciago demiurgo, en el cual y a causa del cual fuimos
precipitados en el tiempo, y cargamos con sus consecuencias.
"Frívolo y disperso, aficionado en todos los campos, no habré conocido a fondo
más “Frívolo y disperso, aficionado en todos los campos, no habré conocido a
fondo más que el inconveniente de haber nacido." (44)
Mi presencia en el mundo, más que un error se ha tornado en una desgracia
insoportable, por eso ha surgido dentro de mí la regunta esencial por la
necesidad u obligación de mi presencia" en el mundo. Ya no quiero estar entre
las dimensiones de lo espacial y del tiempo.
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Ante la realidad de un mundo confuso, se presenta más tentadora la opción de
aislamiento, nulidad y rechazo. Frente al mundo en movimiento de desarrollo y
progreso, ante el universo dinámico y evolucionista, se presenta la "tentadora"
propuesta del estatismo, la quietud; una tentación a la parálisis.
"Nadie tiene la audacia de gritar "No quiero hacer nada!" ; se es más
indulgente con un asesino que con un espíritu liberado de sus actos." (45)
Nuestro ser caricaturesco no coincide con lo que realmente deberíamos ser;
por eso afirmamos que el hombre es un himno roto o destruído.
Somos una fisura del ser, pero estamos llenos de máscaras que la ilusión de la
modernidad nos legaron para nuestra propia desnaturalización.
Somos seres inautenticos, fruto de cualquier error esencial desde los inicios
del universo. En nosotros está reflejada la trampa que el no-ser tendió al ser
mediante la ilusión de lo que "parece ser" pero que no es.
"Merced a qué truco lo que parece ser escapó al control de lo que no es?
Bastó un momento de descuido, de debilidad en el seno de la nada: las larvas
se aprovecharon; una laguna en su vigilancia: y aquí estamos." (46)
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En consecuencia, si de la nada nos hemos escapado, a partir de un descuido
"trágico", es hora de volver a nuestro lugar y condición primigenia. De éste
modo, entonces por qué temerle a la muerte?; por qué no mejor amarla y
desearla?
La muerte es, la que en última instancia, condiciona la existencia de cada
persona, de cada individuo; de nuestro modo de verla dependen nuestras
actitudes, nuestras ilusiones y esperanzas, si es que las tenemos.
"Cada uno es su sentimiento de la muerte. De ello se sigue que no podrían
denunciarse las experiencias de los místicos y de los enfermos como falsas,
aunque si puede dudarse de las interpretaciones que dan de ellas." (47)
El hombre enfermo y el místico viven una experiencia de muerte muy distinta a
los demás. Hay en ellos cierto deseo por morir; un deseo por "descanzar del
dolor" en el caso del enfermo, y un deseo de plenitud de absoluto para el
místico.
"Nosotros somos la muerte y todo es la muerte. Nos arrastra, nos lleva, nos
arroja al suelo o nos lanza más allá del espacio... Aunque poseamos la ciencia
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del destino y seamos una enciclopedia de fatalidades, empero nada sabemos,
pues es ella quien todo lo sabe de nosotros." (48)
Todos llevamos dentro algo de muerte; por eso, la muerte, no sólo es una
etapa de nuestra existencia, una situación inevitable, única, presente en un
tiempo y en un lugar; sino que la muerte es tambien : la posibilidad que tengo
de rebelarme contra mi entorno, contra mi Yo. La muerte como una opción
libre y liberadora me permite renunciar a ser marioneta del destino cuando me
niego a permanecer caído en el tiempo y vacío de esencia.
"... Esa nostalgia de lo no nato y de lo innombrado, son otros tantos modos de
liquidar lo adquirido por la evolución para reencontrar, mediante un salto hacia
atrás, el instante que precedió al sacudimiento del devenir. "(49)
El principio de muerte se muestra patente en toda la realidad del hombre de
hoy. La "cultura de la muerte" que invade hoy todos los ámbitos de la vida
social, familiar,política... ha llenado de intolerancia y de fanatismo violento a la
sociedad y ha deshumanizado al hombre, dejándolo por debajo de las bestias.
Por más que se intente disimular y disfrazar la realidad trágica del hombre de
hoy, nunca se podrá esconder el principio de muerte que mueve a la sociedad.
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"El principio de muerte, inherente a todos los regímenes, es más perceptible en
las repúblicas que en las dictaduras: las primeras lo proclaman y lo exhiben,
las segundas lo disimulan y lo niegan." (50)
Cada vez que recuerdo con Heidegger que el hombre es un "ser para la
muerte", despierto la lucidez de mi pensamiento reaccionario, y a partir de allí,
comprendo el sinsentido de la "tarea de vivir". Frente a una posición tan lúcida
y radical de la existencia, sólo se logran realizar en la vida (ilusoria) dos tipos
de hombre: el loco y el poeta.
En el pensamiento de Cioran es fundamental la figura del Quijote de la
mancha, por su capacidad de delirio, su ilusión de cambiar el mundo a través
de su espada. Todo hombre participa de cierto delirio común, el cual sostiene a
base de ilusión, la existencia concreta de cada individuo.
"Sueños monstruosos pueblan las tiendas de ultramarinos y las iglesias: no he
sorprendido a nadie que no viviese en el delirio." (51)
Si no pertenezco realmente a éste mundo ni a ésta realidad; si mi
presencia es en última instancia ilusión, carencia de ser; si soy el traidor del ser
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en cuanto encarnado y disfrazado, negador de la propia esencia por mi
presencia en el aquí y en el ahora... ntonces, por qué no decidirme hoy a
abandonar esta faceta ilusoria que es mi vida?
"La vida, acceso de locura que estremece a la tierra... Respiro: eso basta para
que me encierren. Incapaz de alcanzar las claridades de la muerte, repto en la
sombra de los días, y aún existo, tan sólo por la voluntad de dejar de existir."
(52)
Hay que ser un verdadero "Don quijote" para encontrarle sentido y una
"misión" al milagro de existir; tener un buen propósito o proyecto como el de
"socorrer viudas y desfacer tuertos" para alcanzar por lo menos el deseo de
vivir que sostuvo siempre el ingenioso hidalgo en su época.
En éstas reflexiones profundas sobre la lógica y el sentido de la existencia, me
he encontrado con diversos planteamientos de carácter existencialista y con
algunos personajes de la literatura, que si bien no pretendo acomodarlos al
pensamiento de Cioran, si me serán de gran utilidad, sobre todo para ilustrar
de algún modo el complejo idioma de los suicidas. Un personaje especial del
francés Sain-Exupéry es el principito, quien caminará desde ahora en nuestra
reflexión, aportando serios planteamientos sobre la vida y sus complejidades.
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Asombrado y fatigado por la "complicada" realidad del planeta tierra, nuestro
principito decide abandonarlo. La desición es tan radical que él opta aún
teniendo que soportar el
sacrificio de la propia vida; el único medio para regresar a su estado inicial, a
su lugar de orígen es la muerte; y él no la teme porque considera que vale la
pena morir. De igual modo, el hombre que se descubre en su no-ser, en su
vacío y en su precariedad, deseará regresar al "reposo inicial" cueste lo que
cueste; en esto radica la nostalgia por la primera inocencia perdida; y si es
preciso morir por recuperarla, lo hará gustoso.
"Un impulso subito nos empuja y nos hunde ahí: Queremos recobrar en un instante lo que perdimos desde siempre y reparar de pronto el error de haber nacido? Nada desvela mejor el sentido metafísico de la nostalgia como su imposibilidad para coincidir con algún momento del tiempo; por eso busca consuelo en un pasado lejano, inmemorial, refractario a los siglos y anterior al devenir." (53)
Volviendo al asunto del principito, es preciso que determinemos el grado de
desencanto que precipitó a nuestro personaje, a una aversión radical por el
mundo "adulto y materialista".
Recordemos cómo nuestro principito había salido de su planeta en busca de
amigos, y para conocer otros lugares; su desencanto comenzó cuando visitó
ciertos personajes, cuya vida era insoportablemente monótona y "ridícula".
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Un rey solitario, para quien todos los existentes eran sus súbditos, pero que en
el fondo no sabía ni gobernarse a sí mismo; Un vanidoso ansioso de tener
admiradores, cuya vida ridícula dependía de las alabanzas y reconocimientos
de la gente; El borracho que deseaba ocultar la verguenza de su vicio; un
hombre de negocios, tipo serio y exacto que no perdía tiempo en tonterías de
niños porque estaba siempre ocupado; Un farolero de trabajo monótono pero
de lógica, tipo responsable y analítico, que había descubierto la inútil tarea de
acelerar el tiempo y la historia; al parecer, se trataba de un hombre especial,
aquél que se ocupa de otras cosas, y no sólo de sí mismo.
Otro personaje criticado por Exupéry en el principito era el señór geógrafo,
gran escritor de libros y tratados, un tipo demaciado importante para estar en
contacto con la realidad por lo cual mejor se valía de sus exploradores y creía
en éstos según la moral de sus vidas; he aquí a un hombre que no conoce su
propio planeta, tampoco se acerca a la realidad porque se cree importante, lo
que si hace es llenar grandes tomos de inútil teoría; para éste señor, el
conocimiento sólo se deberá aplicar a las cosas eternas, nunca a las
efímeras,como por ejemplo pensar en una rosa...
Regresando a Cioran, vamos a ver la afinidad existente entre la crítica de Saint
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Exupéry contra el mundo materialista e inhumano, y el rechazo radical de
Cioran por la civilización "ilustrada" de nuestro siglo y las utopías que la
sostienen.
Recordemos lo que planteabamos al inicio de esta reflexión: el hombre como
un "monstruo" para sus semejantes. Podemos descubrir en el hombre un
enfermizo deseo de poder, una profunda sed de absolutizarse por encima de
todo y de todos; tal era el caso del rey y el vanidoso en la literatura de Exupéry.
"Dentro de cada hombre resuena un grito: "quiero ser elogiado"... Corrijamos el
Génesis: si el hombre echó a perder su felicidad inicial, fue menos por el gusto
hacia la ciencia que por apetito de gloria. ... Y la gloria es verdaderamente
diabólica, tanto en su principio como en sus manifestaciones." (54)
Algunos hombres, cuya realidad les abruma y la desean ocultar o disfrazar, se
buscan los medios para crear la ilusión y olvidarse de la nada, para olvidar la
muerte misma; tal es el caso del borracho en el principito. Como él, hay en el
mundo miles de personas que buscan en la droga, el alcohol y el sexo, un
desenfreno que les incremente la ilusión de la "libertad", y disimule en ellos su
incapacidad para realizarse y ser felices en el mundo.
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Ante el placer, la felicidad y la ilusión, aparece la muerte como una amenaza
radical a la realización plena.
"No he conocido una sóla sensación de plenitud, de dicha verdadera sin
pensar que era el momento justo de retirarme para siempre." (55)
Hombres como el farolero, llevan sobre sí el peso de una vida monótona y
agitada; pero son concientes de que su vida es su propio castigo (como el
caso de Sísifo) y aceptan con "humilde desprecio" la inútil tarea de ser, el
inconveniente de haber nacido. "Vivir es ir perdiendo terreno" (56)
Otros hombres que han descubierto su finitud, su precariedad y el "error" de su
existencia, para consolarse del dolor del no-ser, y para mantener la ilusión de
perpetuar por lo menos el nombre y la memoria, se dedican a escribir; se
hacen maniáticos de la pluma y el tintero. Cioran ve en ellos, no sólo el deseo
de reconocimiento, sed de poder y vanidad, sino tambien, cierto temor a
"desaparecer", miedo a morir y acabarse.
"Cuando el hombre olvida que es mortal se siente empujado a hacer grandes
cosas, y a veces lo logra. Este olvido, fruto de la desmesura, es al mismo
tiempo la causa de sus desgracias. "Mortal, piensa como mortal." La
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Antiguedad inventó la modestia trágica." (57)
Podemos ver en el principito una faceta del suicidio. Realmente, fue la forma
como él regresó a su lugar de orígen y se reunió con los suyos:la rosa y sus
volcanes...
No pretendo invitar a nadie a que se suicide, puesto que no soy partidario del
suicidio; pero una reflexión de éste tipo deberá darnos pautas para "evaluar un
poco el sentido y dirección que damos diariamente a nuestra existencia.
Cuando hemos vivido "seguros" de lo que nos ha dado la cultura y la
civilización, creyendo en lo que nos han enseñado y esperando lo que nos han
prometido...
Surge la duda y el escepticismo radical, para señalar nuestro error de vivir en
el eterno absurdo, apegados a las utopías y fanatismos. He aquí un "choque"
interesante.
Entonces, surge la pregunta por los fundamentos: ¿Cómo fundamentar la
existencia independientemente de la realidad? ¿Qué dirección (vector)
podremos trazarle que supere el dolor y la angustia por la finitud? Qué tipo de
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trascendencia podemos recuperar para darle sentido a la vida del hombre,
ahora que el demiurgo ha abandonado su obra?
Este tipo de interrogantes son la esencia de nuestra reflexión, cuya finalidad
será motivar la reflexión "por via negativa" sobre la existencia concreta del
hombre.
En la anterior reflexión sobre el principito no se pretende "marcar" a Ciorán en
un pensamiento determinado; Cioran mismo se opone a ello. El objetivo de
ésta comparación es de tipo metodológico, es decir, lo empleamos para ilustrar
mejor el pensamiento que nos lleva a despreciar la civilización que ha
"deshumanizado" a la sociedad en pro del progreso.
Despues de abordar el tema de la muerte como una opción "libre" y liberadora
del hombre, oportunidad que le permite acceder a los orígenes y recuperar la
inocencia perdida; nos queda ahora por explicar, cómo el suicidio puede llegar
a ser una puerta de salida frente a la tragedia misma de la vida.
2.2 EL SUICIDIO: ¿UNA SALIDA PARA LA TRAGEDIA?
La realidad del hombre es por naturaleza problemática. La vida misma, por
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estar llena de complicaciones de todos los estilos y de todo órden, se ha vuelto
"pesada" , y es preciso buscar una salida ante el "inconveniente de vivir".
"La muerte es demaciado exacta; todas las razones se encuentran de su lado. Misteriosa para nuestros instintos, se dibuja, ante nuestra reflexión, límpida, sin prestigios y sin los falsos atractivos de lo desconocido. La vida en cambio inspira más espanto que la muerte. La vida es la gran desconocida que actúa a fuerza de acumular misterios nulos y de monopolizar el sinsentido. Si le damos un fin preciso a la vida,ésta se desvanece ya que su esencia es la inexactitud." (58)
Existen múltiples patrones de clasificación para los hombres; de hecho que
ninguno podrá darnos una definición absoluta y globalizante.
Al hombre podemos clasificarlo infinitamente según su modo de pensar, sus
humores, sus inclinaciones, sus sueños y sus glandulas. Pero siempre habrá
algo nuevo en él: se cambia de ideas como de corbatas; pues toda idea, todo
criterio viene de lo exterior, de las configuraciones y de los accidentes del
tiempo. Solamente hay algo fijo en el hombre: dentro de él cohabita la idea de
la muerte, una idea invariable, idea esencial y necesaria.
"Pero hay algo que viene de nosotros mismos, una realidad invisible, pero interiormente verificable, una presencia insólita y de siempre, que puede concebirse en todo instante y que no nos atrevemos jamás a admitir, y que no tiene actualidad más que antes de su consumación: es la muerte, el verdadero criterio... y es ella, la más íntima dimensión de todos los vivientes." (59)
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No nos neguemos la curiosidad natural que nos produce la idea de la muerte.
Además del miedo, podemos experimentar la "novedad de la muerte"; porque
de verdad que es una dimensión de lo desconocido que se ofrece de modo
gratuito y necesario.
Para un hombre que sufre en el pleno sentido de la palabra, la muerte tan sólo
será el grato alivio de sus penas. Recordemos el relato Biblico de Job, cuya
angustia lo precipitó a maldecir su existencia y desear su propia muerte,
aniquilándose desde el mismo dia de su concepción.
E. M. Cioran maldice de modo similar su nacimiento.
"Que sea maldita para siempre la estrella bajo la que nací, que ningún cielo quiera protegerla, que se disperse por el espacio como un polvo sin honra! y el instante traidor que me precipitó entre las creaturas,"sea por siempre tachado de las listas del tiempo" Mis deseos no pueden ya compadecerse con ésta mezcla de vida y de muerte en que se envilece cotidianamente la eternidad." (60)
Un hombre sacudido por la crisis existencial, ahonda en sus orígenes para
encontrarle algún sentido mínimo a aquella existencia que "soporta" con
dificultad.
"En lugar de atenerme al hecho de nacer como me aconseja el sentido común,
me arriesgo, hacia atrás, retrocedo cada vez más hacia no sé qué comienzos,
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voy de origen en origen. Un día, quizá, logre alcanzar el origen mismo, para
descanzar en él, o hundirme." (61)
Aunque no fuimos interrogados antes de nacer; ni nadie nos pidió
consentimiento para lanzarnos en el tiempo; sino que la vida nos fué, diríamos
impuesta por un destino o un ser superior; sinembargo, ya estando vivos, la
vida es nuestra, nos pertenece y tendríamos que realizarnos en ella, a menos
que eligiésemos rechazarla y morir.
"Hubo un tiempo en que el tiempo no existía... El rechazo del nacimiento no es
otra cosa que la nostalgia de ese tiempo anterior al tiempo." (62)
Una razón poderosa para pensar en el suicidio como una opción natural y
lúcida del hombre, es el planteamiento de un estado superior, simple y perfecto
para el hombre fuera de ésta vida.
La posibilidad de regresar a un estado puro y perfecto, donde se recupere de
su caída y adquiera su antigua inocencia, apasionan al hombre y lo colocan en
la disyuntiva de la vida y la muerte. Una encrucijada entre ser o no-ser se
coloca frente al hombre: ¿valdrá realmente la pena seguir alimentando la
ilusión "siempre desconocida" de la vida en un mundo de monstruos? O será
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más factible regresar a mis verdaderos orígenes más allá de la muerte?
"La muerte no es absolutamente inútil. Despues de todo,gracias a ella, nos
será dado recobrar el espacio anterior al nacimiento, nuestro único espacio..."
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"No me perdono el haber nacido. Es como si, al insinuarme en éste mundo, hubiese profanado un misterio, traicionado algún compromiso de magnitud, cometido una falta de incalificable gravedad. Pero a veces soy menos tajante: nacer me parece una calamidad que, de no haberla conocido, me tendria inconsolable." (64)
Pensándolo bien;cuando la vida no alcanza a apasionarnos tanto como la
muerte, cuando no reviste ningún sentido especial la tarea de existir, de hacer
historia... No parecería extraño el hecho de plantearnos la muerte misma como
una "solución" a las
complicaciones de la vida. Pero para llegar a una reflexión semejante, es
preciso haber pasado por un proceso de desintoxicación de la civilización;
proceso que nos lleva al desprecio de la ilusión de los fanatismos y nos
despierta a una lucidéz extrema y única, la lucidéz que nos da la libertad de
optar por la nada o por el ser.
"La lucidéz es el único vicio que hace al hombre libre:libre en un desierto." (65)
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Según Cioran: vivir es ir perdiendo terreno.En éste mismo sentido, morir será
retornar a una verdadera posibilidad, ya que toda nuestra vida no es más que
ilusión, simulacro, mentira... Todo parece indicar que somos extranjeros de
nuestra propia realidad; y en esto las bestias nos superan.
"Toda mi vida he vivido con el sentimiento de haber sido alejado de mi
verdadero sitio. Si la expresión: "exilio metafísico" no tuviera ningún sentido, mi
propia existencia se lo daría." (66)
"Por qué temer al vacío que nos espera si no difiere en nada del que nos precedió? Este argumento de los antiguos contra el miedo a la muerte no puede servir de consuelo. Antes, se tenía la suerte de no existir; ahora se existe, y es esa parcela de existencia, o sea de infortunio, la que teme desaparecer. Parcela no es la palabra, puesto que cada cual se prefiere, o, por lo menos, se iguala, al universo." (67)
Si ya la vida nos tiene decepcionados; comencemos a mirar la muerte con
buenos ojos, pues, ya en algunas ocaciones hemos envidiado la suerte de los
muertos.
"Si la muerte es tan horrible como se pretende, Cómo es posible que al cabo
de cierto tiempo estimemos "felíz" a quienquiera que, amigo o enemigo, haya
dejado de vivir? " (68)
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Para finalizar ésta reflexión es preciso reconocer que el significado de la vida
es amplio y diverso para cada ser. No pretendemos en ningún momento llevar
al lector al pesimismo inactivo, aunque nuestro método sea la contrastación
escéptica; lo que sí buscamos es "crear cuestionamientos" con relación a
nuestra vida y la dirección que le damos a ésta
La vida puede llegar a ser lo máximo, pero también será fatal; todo depende
del sentido que cada hombre le confiera.
"Extraordinario y nulo; estos adjetivos se aplican a cierto acto, y, en
consecuencia, a todo lo que resulta de él: a la vida en primer lugar." (69)
A Tí, "lector valiente" que has recorrido conmigo, y con Cioran, ésta absurda
reflexión sobre nuestra absurda realidadexistencial; me restará animarte para
que sigas los pasos de la dialéctica, para que filosofes cada instante de tu vida,
libre de prejuicios y de dogmas... sólo así te harás dueño de tu realidad y de tu
pensamiento.
"El primer pensador fue sin duda alguna, el primer maniático del por qué.
Manía poco habitual y de ninguna manera contagiosa. Raros, en efecto, son
los que la padecen, los que están roídos por la pregunta y sin poder aceptar
ninguna certeza, pues nacieron en la consternación." (70)
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CITAS BILIOGRAFICAS
(1) CIORAN, E. M. La caída en el tiempo Caracas: Monte Avila, 1977; p.15
(2) Ibid., p.16
(3) Ibid., p.17
(4) Ibid., p.18
(5) Ibid., p 20
(6) Ibid., p.21
(7) Ibid., p.23
(8) Ibid., p.24
54
54
(9) Ibid., p.25
(10) CIORAN, E. M. Historia y utopía Barcelona: Tusquets, 1995. p.87
(11) CIORAN, E. M. La caída en el tiempo Caracas: Monte Avila, 1977; p.26
(12) Ibid., p.26
(13) Ibid., p.27
(14) Ibid., P.28
(15) Ibid., p.28
(16) Ibid., p.28
(17) Ibid., p.28
(18) Ibid., p.28
(19) Ibid., p 29
(20) Ibid., p.29
(21) Ibid., p.29
(22) Ibid., p.29
(23) Ibid., p.30
(24) Ibid., p.31
(25) CIORAN E. M. Adios a la filosofía Madrid: Alianza, 1994. p.7
(26) Ibid., p.8
(27) CIORAN, E. M. Historia y utopía Barcelona: Tusquets; 1995. p.118
55
55
(28) Ibid., p.125
(29) CIORAN, E. M. Adios a la filosofía Madrid: Alianza, 1994. P. 22
(30) Ibid., p.25
(31) Ibid., p.25
(32) Ibid., p.26
(33) Ibid., p.26
(34) Ibid., p.26
(35) CIORAN E.M. El aciago demiurgo París: Gallimard; 1969
(36) CAMUS, Albert "El mito de Sísifo"
(37) Ibid
(38) Ibid
(39) CIORAN, E. M. Breviario de podredumbre París: Gallimard; 1949
(40) CIORAN, E. M. El aciago demiurgo París: Gallimard: 1969
(41) Ibid
(42) CIORAN, E. M. Adios a la filosofía Madrid: Alianza, 1994; p 131
(43) Ibid., p 135
(44) Ibid., p 135
(45) Ibid., p 137
56
56
(46) Ibid., p 142
(47) Ibid., p 96
(48) Ibid., p.98
(49) CIORAN, E. M. La caída en el tiempo Caracas: Monte Avila; 1977 p.92
(50) CIORAN, E. M. Historia y Utopía Barcelona: Tusquets, 1995 p.82
(51) CIORAN, E. M. Adios a la filosofía Madrid: Alianza, 1994; p.144
(52) Ibid., p. 144
(53) CIORAN, E. M. Historia y Utopía Barcelona: Tusquets, 1995 p. 126
(54) CIORAN, E. M. La caída en el tiempo Caracas: Monte Avila; 1977 p.86
(55) CIORAN, E. M. Del inconveniente de haber nacido Madrid: Taurus, 1995. p.141
(56) Ibid., p.90
(57) Ibid., p.149
(58) CIORAN, E. M. Adios a la filosofía Madrid: Alianza; 1994, p.11
(59) Ibid., p. 12
(60) CIORAN, E. M. Breviario de podredumbre París: Gallimard; 1949
(61) CIORAN, E. M. Del inconveniente de haber nacido Madrid: Taurus, 1995 p.23
57
57
(62) Ibid., p.21
(63) Ibid., p.168
(64) Ibid
(65) Ibid., p.17
(66) Ibid., p.78
(67) Ibid., p. 90
(68) Ibid
(69) Ibid., p. 17
(70) Ibid., p.40
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BIBLIOGRAFIA BASICA
CIORAN, Emil Magnus Adios a la Filosofía Madrid: Alianza, 1994; 146p.
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CIORAN, E. M. Del inconveniente de haber nacido Madrid: Taurus, 1995, 187p.
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CIORAN, E. M. Historia y utopía Barcelona: Tusquets, 1995 162p.
CIORAN, E. M. La caída en el tiempo Caracas: Monte Avila, 1977 157p.
CIORAN, E. M. La tentación de existir París: Gallimard, 1956
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