termogenesis y psicofotografia
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TERMOGENESIS
Dentro del grupo de fenómenos Psi-Gamma, encontramos entre otros de menor importancia:
Este fenómeno se produce cuando la energía desprendida del médium hace
variar la temperatura ambiente del habitáculo en que se encuentra.
Definimos que los entidades de baja frecuencia son demoniacos, tambien hay
muchas personas sienten frio al sentir la presencia de alguno de estos seres, y
hemos explicado que estos seres se alimentan de odio, tristeza y de todo lo
malo que pueda pasarle a alguna persona, tambien descrubrimos sobre como
son invocados para dañar y perjudicar y tambien sabemos que este tipo de
energias subterraneas se alimentan de calor por eso las personas sienten
escalofrios, se alimentan del calor humano y del calor de las habitaciones por
eso el ambiente se torna frío.
Normalmente cuando surgen entidades de baja frecuencia hay cambios algo
radicales en las temperaturas de los lugares debido a lo que explique
anteriormente de la alimentacion de calor de los espiritus de baja frecuencia.
En el siguiente video podemos apreciar una termogénesis. Nuestra compañera
Sara exclama que tiene fio y de repente por detrás suya aparecen unos
destellos normalmente causados por entidades.
¿QUÉ ES LA PSICOFOTOGRAFÍA?
La psicofotografía o fotografía de espíritus comenzó en la segunda mitad del siglo XIX con el
trabajo de
William H. Mumler. Esta técnica se ha vuelto relativamente popular en la actualidad ya que es
una de las principales herramientas de los buscadores de fantasmas para comprobar la
presencia de una de estas entidades en torno a una persona o un sitio determinado.
El investigador paranormal William Hope (1863-1933) se convirtió en uno de los más diestros
fotógrafos de espíritus a principios del siglo XX, al punto que llegó a fundar el grupo de
espiritistas Crewe Circle Spirtualists, el cual cotidianamente invocaba sesiones para
interactuar con fantasmas. Gracias a ello Hope tuvo acceso a retratar decenas de personas o
familias que alegaban estar siendo acechados por entidades del más allá.
Afortunadamente para nosotros el trabajo de Hope ha sido conservado, gracias a lo cual hoy
podemos compartirles eta serie de imágenes que muestran a personas físicamente presentes
acompañadas de seres cuya presencia es aparentemente metafísica. Obviamente Hope fue
acusado de farsante, pero su legado fotográfico, más allá de que posiblemente represente un
documento visual sobre entidades fantasmagóricas (lo cual bien puede creerse o simplemente
considerarse como trucos ópticos), lo cierto es que, desde un punto de vista puramente
artístico, la estética implícita en estas imágenes es verdaderamente inspiradora, e incluso,
desde una perspectiva tal vez un tanto funesta, pueden manifestar una alta sensualidad.
LOS OTROS SERIOS
En 1914 el profesor de filosofía de la Universidad de Columbia,James H.
Hyslop estudió una serie de fotografías hechas en un periodo de varios años
por la señora Marguerite Du Pont Lee, una de las herederas de la
“powder people” de Du Pont[1]. La señora Lee comenzó sus “fotografías
psíquicas” bajo la tutela del doctorKemper Bocock, un ministro episcopal
famoso por haber compuesto varios himnos religiosos, que había muerto diez
años atrás y que se comunicaba con la señora mediante la escritura
automática.
Las condiciones de observación y control de las imágenes de la señora Lee
eran muy poco adecuadas, según declaró Hyslop.
Mediante escritura automática Bocock le pidió a la señora Lee que intentara la
fotografía psíquica. Marguerite comenzó a fotografiar pinturas al óleo de
Bocock o de ella misma, colocadas sobre una silla. Algunas de las fotos
mostraban reflejos luminosos e incluso caras amorfas. Algunas de ellas se
parecían al pastor. Luego la señora Lee le pidió a William M. Keeler,
experto en fotografías de espíritus, que le ayudara en sus experimentos. De
esa manera el espíritu de Bocock comenzó a aparecer más claramente en las
fotografías: bailando, rezando y en otras distintas poses.
En 1920 murió Hyslop y su puesto lo tomó Walter F. Prince. Entonces todo
cambió. Prince notó que en todas las fotografías de Bocock, la cabeza del
ministro aparecía en tres cuartos o de perfil (ya sea de izquierda o derecha),
pero siempre guardando la misma pose. Nunca sonreía ni mostraba ninguna
expresión. Todas las fotografías se parecían a las únicas dos que se le habían
tomado en vida (curiosamente de tres cuartos y de perfil).
El fantasma de Bocock tenía otra singularidad: su cuerpo podía ser gordo,
delgado, alto o bajito, pero en todas las fotos parecía no tener cuello. Para
Prince no había duda, se había tomado la cabeza de Bocock y se le
fotografiaba sobre el cuerpo de otras personas.
Además de los ya mencionados en los cuatro artículos anteriores, se conocen
varios médiums que en su momento afirmaron tener el poder de hacer
fotografías de espíritus. Son muchos los nombres:
Johannes Bruz en 1976, E. L. T. Mesens en
1927, Reimers yChristian Schad en 1960. Todos ellos de Alemania.
Rogers y Raymond Welsh en los Estados Unidos. Welsh se especializa
en “desnudos artísticos” de fantasmas[2]. Su ex esposa,Margaret E. W.
Fleming, continuó con sus experimentos y fue estudiada por el mismo
doctor Jules Eisenbud. El mismo doctor estudió a un par de
hermanos, Richard Veilleux y Fred Veilleux, de Waterville, Maine,
quienes a través de la ouija recibieron instrucciones para hacer fotografías de
espíritus. Una de las fotografías más conocidas es la de la hija de Fred, Carol,
quien obtuvo una cara flotando en el cementerio de Pine Grove, en junio de
1968
Hippolyte Ferdinand Baraduc, Bonnet, Louis
Darget, David,Colombés, Delanne, M. M. De Saint-
Albin, Duguid, Durville, Girod,Charles
Lancelin, Lefranc, Luys, Roger Pillard y Warcollier en Francia.
Baraduc realizó las experiencia más bizarras. En mayo de 1907, tras la muerte
de su hijo André Baraduc, observó una curiosa formación de vapores sobre
el ataúd. Hippolyte fotografió los vapores. Seis meses después, el 15 de
octubre de 1907, acongojada por la pena, murió Nadine, la esposa de
Hippolyte.. Baraduc ya estaba preparado y comenzó a sacar fotografías cada
cinco minutos. A los 15 y 20 minutos obtuvo las fotos que lo hicieron famoso:
sobre el cuerpo inerte de Nadine se ven algunas luces que van difuminándose
conforme pasa e tiempo.
La señora Ada Deane, Duguid, la señora Agnes Guppy, Gladys
Hayter, Hudson, John Meyers, Reeves, Russel, Slater, la
señoraVearcombe y Willians en Inglaterra.
La señora Hayter, de Londres, comenzó sus experimentos en fotografía
psíquica cuando en 1970 compró una cámara Instamatic. Comenzaron a
aparecer rayas luminosas, extrañas nieblas e incluso fantasmas.
Damián y Ermete Fontana en Italia. Este último nacido en Sassuolo,
cerca de Módena, quien supuestamente producía fotografías psíquicas sobre
placas fotográficas vírgenes con sólo la imposición de sus manos.
Adrien Majewski en Polonia.
En Japón, el doctor Tomokichi Fukurai, de la Universidad Imperial de
Tokio, realizado entre 1910 y 1913, le valió su renuncia a la universidad. Su
trabajo Toshi to Nensha (Fotografía de espíritus) fue publicado en 1913 y 18
años después fue traducido al inglés[3]. Fukurai trabajaba con placas secas
que exponía a los “poderes” de sus médiums. Los experimentos consistían en
tratar de fotografiar pensamientos de formas simples, caligrafías hasta seres
humanos vivos. Los experimentos se realizaban a distancias de más de 500
kilómetros.
En 1910 era ayudante de profesor de sicología en esa universidad y comenzó a
trabajar con una clarividente llamada Chizuko Mifune, pero resultó ser un
fraude. Apenada por haber sido descubierta, Chizuko se suicidó en 1911, a los
25 años, tomando veneno[4]. Creyente convencido de lo sobrenatural, Fukurai
no se amilanó y pronto encontró otra médium llamada Ikoku Nagao, que
resultó que también hacía fraudes.
Fukurai continuó con sus estudios y en 1913 encontró a Sadako
Takahashi quien, además de clarividente, tenía el poder de hacer fotografías
de espíritus (Nensha). Los médiums se sucedieron uno a otro. Por el
laboratorio de Fukurai pasaron entre otros: la señoritaTetsuko Moritake, la
señora Tsuneyo Mifune, Tenshin Takeuchi,Isai Watanabe e incluso
el famoso médium inglés William Hope.
Uno de sus mejores médiums la señora Sadako Takahashi, en estado de
trance, se desdoblaba en un ser que se presentaba como “Duende”.
El más espectacular de todos estos médiums estudiados por Fukurai lo fue el
psíquico japonés Koichi Mita[5] quien, de acuerdo conToshiya
Nakaoka, director de la Asociación Japonesa para la Investigación
Psicotrónica y del Instituto Fukurai de Psicología de Niza
Kadori, “proyectó mentalmente una imagen del lado oscuro de la Luna
en una placa fotográfica, 26 años antes que cualquiera la viera”.
De acuerdo con el periodista John Cooke[6], la foto fue hecha en noviembre
de 1933 en la ciudad de Gifu, y fue confirmada por el Lunik III en octubre de
1959.
Cooke afirma que la fotografía ha estado bajo estricto control desde que fue
hecha. Sin embargo, no existen datos del original debido a que la ciudad de
Gifu fue borrada del mapa durante la Segunda Guerra Mundial. Si en realidad
existió un original la pregunta es ¿cómo logró “sobrevivir” a la guerra? No se
sabe.
El ingeniero de la NASA, James Oberg hace el siguiente comentario[7]:
“El aspecto más desconcertante de la fotografía es que se parece mucho a las
fotos del Lunik III. Empero, las fotografías del Lunik III son de una pobre calidad
y contienen muchos errores de interpretación y otros (una cadena montañosa,
orgullosamente bautizada como “Montañas Soviéticas”, resultó ser un error de
transmisión).
“Aún considerando la gran similitud de las fotografías (el ángulo de
visión, distancia de la toma, condiciones luminosas, y otras
numerosas variables que son idénticas) podemos suponer que la foto
de Mita es una versión modificada o retocada de la foto rusa”.
Las fotos más recientes del lado oscuro de la Luna son bastante distintas a las
del Lunik II y de Mita. En resumen, es un fraude posterior a 1959.
Masuaki Kiyota es otro psíquico japonés. Fue descubierto por el
parapsicólogo Tosio Kasahara y se hizo famoso por ser la versión japonesa
de Uri Geller. Pero, además de doblar cucharas, Kiyota hace la rutina de Ted
Serios. Nuevamente Eisenbud estudió este médium y lo expuso a los rayos X
en 1984. Para Eisenbud los poderes de Kiyota eran auténticos. Pero no para la
televisión nipona. En un programa de ese mismo 1984, se encontró, en una
película de alta velocidad, que Masuaki hacía trampas. Actualmente Kasahara
se ha dedicado a cantar pop.
Mencionaremos sólo tangencialmente el caso del padre benedictinoAlfredo
Marcello Pellegrino Maria Ernetti. (1925-1994), exorcista que trabajó
en Venecia y dijo haber construido un “cronovisor” mediante el cual fue capaz
de fotografiar a Cristo en el momento de su crucifixión. La fotografía ha
aparecido en diversas publicaciones de lo paranormal pero en realidad es un
acercamiento a la cara del Cristo de un crucifijo conservado en el Santuario del
Amor Misericordioso, de Collevalenza, en la italiana provincia de Perugia.
LA FOTOGRAFÍA KIRLIAN
No podía faltar en este trabajo hacer mención de la famosa fotografía Kirlian.
Este tipo de fotografía con electricidad no es algo nuevo. Sus orígenes se
remontan a finales del siglo XIX. George Christopher
Lichtemberg comenzó a experimentar con partículas de polvo electrificadas.
Las fotos que él obtuvo fueron llamadas “Electrografías”.
En 1898 durante la quinta exhibición fotográfica en Rusia, Jacob J. von
Narkieviez- Jodko presentó varias fotografías realizadas a partir de una
descarga eléctrica. Sus experimentos los inició en 1892 y utilizaba una placa
electrificada. Llamó a este técnica simplemente Fotografía eléctrica. Ya
habíamos visto que el coronel Eugéne Auguste Albert De Rochas
D’Aiglun hacía fotos utilizando una bobina de Rumkorff. Por la misma época,
a principios del siglo XX, tanto el americano F. E. Nipler, como el checo B.
Navratil revisaron las publicaciones sobre esta técnica. Navratil y el ruso M.
Pogorelski continuaron las experiencias de Narkieviez-Jodko. En Porto Alegre
(RS), Brasil el padre jesuita Roberto Landell de Moura inventó, en 1904,
un ingenio bautizado como “Máquina Bioelectrográfica”. En las fotos aparecía
un halo, que él llamó “Perianto”. Continuó sacando fotografías con ese aparato
hasta 1912, año en que la iglesia católica le prohibió seguir sus investigaciones
que ya se estaban dirigiendo más hacia el espiritismo. El mismo Hippolyte
Baraduc se servía de un campo eléctrico para efectuar sus fotografías. Para tal
efecto hacía uso de una bobina de Rumkorff. En 1939, los investigadores S.
Prat yJ. Schlemmer (también checoslovacos) publicaron fotografías de
hojas envueltas en coronas de chispas[8]. Ellos pensaron en alguna radiación
desconocida, tal como en el siglo XIX se había hablado de los Rayos
N “descubiertos” por René Blondlot, los Rayos V, Rayos Y,Rayos Xx,
etcétera, haciendo referencia a los Rayos X de Röntgen[9].
Finalmente, y anterior a los esposos Kirlian, en 1949 el profesorGeorgi
Spivak, de la Universidad de Moscú, también logró imágenes
electrográficas[10].
El aparato Kirlian más elemental utiliza una bobina Tesla conectada a una
placa de metal. Se coloca la película y el objeto que se va a fotografiar sobre la
placa, en la oscuridad. Al pasar la corriente eléctrica sobre este dispositivo, la
película registra una imagen del objeto rodeada de halos luminosos. Las cosas
inanimadas dan lugar a una imagen constante invariable, mientras que las
cosas vivientes emiten continuamente colores cambiantes, lo que por lo demás
es del todo lógico, sin que tenga nada que ver el aura o cuerpo astral.
Si se utiliza corriente alterna tendremos como resultado el disparador de una
cámara de alta velocidad, pues en el mismo fragmento de película se logran
varias exposiciones, y ya que los metales son magníficos conductores, el
destello es continuo y sin variación, mientras que las sustancias vivas se
pueden considerar como dieléctricos, por lo que se podrá apreciar esa
variación en forma y color.
Algunos autores presentan como prueba de la existencia del aura el hecho de
que el resplandor va desapareciendo conforme la planta o tejido va muriendo.
Pero es sólo el cambio de las propiedades dieléctricas al irse secando la
planta. Otros presentan como prueba la variación en color relacionado con las
emociones o las enfermedades.
EL INFORME ROGO
Uno de los principales detractores de la fotografía Kirlian como fuente de
fotografías paranormales surgió dentro del mismo campo de la parapsicología.
Se trataba del parapsicólogo americano Scott D. Rogo. Él llegó a las
siguientes conclusiones:
“En los primeros años setenta en los Estados Unidos, empezó a oírse
hablar por todas partes del trabajo de Semyon Kirlian y su esposa,
quienes habían descubierto accidentalmente que, al colocar un objeto
en un campo de alta frecuencia y fotografiarlo, aparecía un halo a su
alrededor. Si bien al principio los Kirlian no se pronunciaron sobre la
naturaleza de dicho halo o corona, algunos parapsicólogos
entusiastas occidentales manifestaron de inmediato que la pareja
había fotografiado el aura humana, el halo brillante que rodea el
cuerpo.
“Los seguidores de la nueva moda pretendían que la enfermedad, la
actitud mental, etc., causaban alteraciones en la corona y que
indudablemente se había descubierto algo de orden psíquico. Pronto
se emprendieron investigaciones sobre el efecto Kirlian, dirigidas
porDouglas Dean en Newark, Nueva Jersey, y la doctora Thelma
Moss en Los Angeles. Así mismo se investigaba en Sonoma State
College de California. En los tres casos respetados parapsicólogos se
pusieron al timón de lo que yo consideraba un barco a punto de
hundirse. Se aventuraron todo tipo de hipótesis. Cualquier cambio en
el pensamiento afectaba el aura, los sanadores psíquicos mostraban
diseños distintos a las personas normales, etc. En realidad, los planos
del aparato ruso original eran tan vagos y, en ciertos aspectos, tan
carentes de significado que las máquinas empleadas en los Estados
Unidos tuvieron casi que inventarse de nuevo.
“En 1972, visité uno de los principales laboratorios dedicados al
efecto Kirlian. La visita sirvió de poco para animarme a creer que este
tipo de fotografía fuera algo más que otra moda y otra falacia. En mi
recorrido y en las diversas visitas que siguieron, me acompañó un
joven ayudante, que realizaba la mayor parte del trabajo. Le pedí que
me explicara exactamente cómo operaba el aparato, pero se
reconoció con pesar incapaz de hacerlo. He aquí un principio poco
prometedor.
“Pronto vi que, no sólo el conjunto del aparato era increíblemente
defectuoso, sino que, además, sus operadores ignoraban hasta dónde
llegaban sus posibilidades y las variables que intervenían. Me
aseguraron que la humedad no alteraba el funcionamiento del
equipo. Sin embargo, en dos ocasiones y a escondidas del operador,
me lamí el dedo antes de fotografiarlo y… no apareció aura alguna. El
ayudante se excitó mucho con este hecho y le concedió una gran
importancia psíquica. Incluso después de confesarle que me había
lamido el dedo, el asistente siguió sosteniendo que la humedad no
desorganizaba el aparato. Se lo demostré de nuevo, repitiendo mi
operación y fotografiando el dedo. Todo lo que conseguimos fue el
débil contorno de una aura llena de agujeros.
“En otra visita, le mostré al ayudante que, variando la presión del
dedo en la plataforma fotográfica, se obtenía un aura de distinto
tamaño. El hombre se vio obligado a aceptarlo. Le expliqué cómo
construir un dispositivo poco costoso, que equilibraría la plataforma y
mediría la presión del dedo. Solucionando así el problema. Al cabo de
varias semanas, no había instalado dispositivo alguno, y el equipo de
investigación seguía fotografiando auras alegremente, sin
preocuparse de las deficiencias del aparato. También demostré que
el calor corporal modificaba los resultados de la máquina. Estoy
convencido de que las variables incontroladas de presión, calor,
tiempo de exposición, humedad, que se supone no afectan al
proceso, son de hecho la causa de los insólitos resultados
conseguidos. Cuando los pensamientos de una persona cambian, la
variación va acompañada a menudo de cambios en la resistencia
eléctrica de la piel y de otras características psicofisiológicas muy
sutiles. Es esto lo que afecta a las fotografías, y no el aura humana.
“A pesar de todo, los resultados de estas ‘investigaciones’ se han publicado en
revistas y se les ha dado una gran difusión en los medios de comunicación. Mis
críticas no van dirigidas a la fotografía Kirlian en sí, sino a muchos de los que
se dedican a investigarla. Parecen como si sintieran antipatía contra los
procedimientos experimentales correctos, además de padecer una falta de
preparación tanto en ciencias físicas como en fotografía. No es extraño que se
produzcan resultados increíbles. Cuando comuniqué a un investigador mi
preocupación por estos procedimientos defectuosos, se limitó a responderme
que, puesto que todo su trabajo era ‘exploratorio’, no tenía necesidad de
proceder a una experimentación controlada. Uno se pregunta de qué escuela
de experimentación proviene este novicio”.
Algunos parapsicólogos habían descubierto que, al fotografiar una porción de
una hoja, en la fotografía aparecía la hoja entera. A este fenómeno se le dio el
nombre de “efecto de la hoja fantasma”. Scott Rogo dice a este respecto lo
siguiente:
“El dictamen final sobre el efecto Kirlian se pronunció en 1974, en la
convención de la Parapsychological Association, por medio de un
informe del doctor William Joines. Joines –que efectuó
investigaciones rigurosamente controladas en la Universidad de
Duke- demostró de modo concluyente que el efecto Kirlian y los
extraños diseños presentados por la ‘aura’ se explican sin dificultad
por el efecto corona. Y Joines superó el efecto de la hoja fantasma al
fotografiar un efecto de roca fantasma. La Universidad de Stanford,
por su parte, llegó a conclusiones similares. Publicó un informe
condenatorio sobre la fotografía Kirlian en la revista Psychic de
diciembre de 1974.
“Sin embargo, estoy seguro de que, a pesar de sus descubrimientos,
Joines será tildado de iconoclasta y que los parapsicólogos dedicados
a investigar la fotografía Kirlian ignorarán cualquier hallazgo contrario
a los suyos propios. Y continuarán tomando fotografías y admirando,
llenos de reverencia, sus falsas auras”[11].
¿QUÉ FOTOGRAFIAMOS CON LA CÁMARA KIRLIAN?
En contra de lo que piensan los adeptos de la fotografía Kirlian[12] la simple
estimulación de la piel con la corriente de alta frecuencia que se emplea en las
fotos Kirlian da lugar a que el cuerpo irradie partículas eléctricas –iones-, que
dan como resultado varias descargas en corona (algo similar a los Fuegos de
San Elmo) que son captadas en la placa. A este fenómeno se le llama “Emisión
de electrones fríos”.
Cuando se coloca un objeto en un campo eléctrico de alta frecuencia, se
producen a su alrededor emisiones que pueden fotografiarse. Si se introduce
un dedo en el campo, se estimulan las propiedades dieléctricas de la piel. Una
película sensible recoge los electrones e iones producidos en el campo por el
estímulo. El efecto no tiene nada nuevo. Se utilizaba hace años en la industria
para detectar defectos en los metales.
El médico húngaro Albert von Szent-Györgyi, que en 1937 recibió el
premio Nóbel de Medicina y Fisiología por su descubrimiento de la vitamina C,
sus estudios de los procesos de oxidoreducción en organismos animales y
vegetales y por su investigación en Bioquímica de las contracciones
musculares, pensaba que las células eran como una fábrica que efectúa
operaciones eléctricas. La célula transforma las sustancias químicas en
energía (mecánica, eléctrica, calor, etc.), y viceversa. La célula se alimenta ya
sea de sustancias químicas o de energía (luz), produciendo varios
subproductos de deshecho, en su mayor parte en fase gaseosa.
Si sometemos una célula a un campo electromagnético de alta frecuencia,
puede llegar a descomponerse o a emitir varios subproductos gaseosos que en
un momento pueden ionizarse debido al alto potencial eléctrico.
Cada elemento que constituye un reactivo químico, emite en una diferente
longitud de onda del espectro (diferente color), así, el sodio emite un color
amarillo, el potasio un lila, el nitrógeno un azul, el neón un rojo, etc. Esto
explica los tonos y cambios de colores presentes en las fotografías Kirlian.
La hipótesis se confirma al saber que las fotografías Kirlian de personas que
han ingerido medicamentos u otros compuestos químicos presentan patrones
de color diferentes de las personas que no los han ingerido.
En cuanto a la relación con las emociones o enfermedades es bien sabido que
la bioquímica de la célula cambia debido a estos factores. Estos cambios
biológicos se traducen en cambios químicos que a su vez producen diferentes
colores en la placa.
Además, las variaciones en voltaje del aparto redundan en variaciones en el
tono e intensidad de color de la fotografía tomada.
El ingeniero Sigurd von Wurmb[13] plantea este interrogante:
“¿Fotografiamos realmente con el método Kirlian el aura de un objeto o de un
ser viviente o simplemente el campo electromagnético que el cuerpo engendra
al ser circulado por una corriente, o las emanaciones térmicas del mismo al ser
colocado en el seno de un campo magnético?”
Von Wurmb cita un artículo del ingeniero Franz Seidl, aparecido en la revista
alemana Esotera (febrero de 1973) en que éste último critica la interpretación
hecha sobre las fotografías Kirlian que aparentemente revelan la “muerte” de
una hoja o “el apagar del aura”. Seidl escribe:
“Si la hoja es fresca y llena de savia, ella es un mejor conductor de la corriente
y muestra una aureola fuertemente marcada. Pero si ésta se seca, también
desaparece la savia conductora de corriente y la fotografía queda semiborrada,
sin fuerza. Esto se produce durante los ensayos en el campo de alta
frecuencia. El ‘movimiento de puntos luminosos y galaxias’ se debe al efecto
térmico, que obliga a la savia a acelerar su recorrido por la hoja, evaporándose
al mismo tiempo”.
Finalmente, von Wurmb destaca que “lo que toma la fotografía Kirlian es
la irradiación que produce la descarga de campos de alta frecuencia
(30,000 voltios y 50,000 Hertz) sobre la película virgen, pero no el
‘aura’”.
Confirmando este último punto, el ingeniero L. R. Costa[14], señala que
deben distinguirse las imágenes de “los fenómenos del campo
bioplasmático obtenidas por la fotografía Kirlian de aquellas
correspondientes al efecto corona o efecto Tesla, determinadas por
elevados voltajes eléctricos”.
El ingeniero Costa estima que las “Kirliangrafías obtenidas, según
publicaciones diversas, pueden resultar de mucha utilidad para la
ciencia médica”.
De todo lo anterior vemos que sin necesidad de hacer uso de la hipótesis del
aura humana, la fotografía Kirlian tiene una sencilla explicación física de ser: es
simplemente un efecto corona.
Actualmente, con el advenimiento de las cámaras digitales ha aparecido una
nueva moda de fotografías paranormales. Se trata de los llamados “orbs”, y en
estos no nos extenderemos mucho ya que sólo se trata de polvo (u otros
objetos delante de la cámara) que reflejan la luz del flash.
Podemos concluir esta serie diciendo que no conocemos ninguna fotografía
verdaderamente paranormal, o que por lo menos sea difícil de explicar en
términos de la herramienta científica actual.
La historia de la psicofotografía