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    Segunda poca. ao 2Enero-marzo de 2011

    Sin teora revolucionaria no hay accin revolucionaria!

    Revista de teora y poltica del Partido

    Popular Socialista de Mxico

    Juan Campos Vega/Las nefastas consecuencias del mal llamado pacto por Mxico las reformas neoliberales de pea nieto y sussecuaces Omar Pereira Hernndez/El programa neoliberal 2012-2018 para Mxico y el Acuerdo Estratgico Transpacico de

    Asociacin Econmica, PPT Cuauhtmoc Amezcua Dromundo/Otra vez a discusin los instrumentos, los objetivos y la va de la lucharevolucionaria urgente en Mxico Jos Santos Cervantes/La clase obrera en la nacionalizacin de la industria petrolera mexicana, yla dupla imperialismo-burguesa aptrida en el camino a profundizar y consolidar su privatizacin Tesis para el II Congreso de la

    Internacional Comunista Expropiacin, nacionalizacin y socializacin

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    LAS NEFASTAS CONSECUENCIAS DEL MAL LLAMADO PACTO POR MXICOLAS REFORMAS NEOLIBERALES DE PEA NIETO Y SUS SECUACESPor Juan Campos Vega* 2

    EL PROGRAMA NEOLIBERAL 2012-2018 PARA MXICO Y EL ACUERDO ESTRATGICOTRANSPACFICO DE ASOCIACIN ECONMICA, PPTPor Omar Pereira Hernndez 10

    OTRA VEZ A DISCUSIN LOS INSTRUMENTOS, LOS OBJETIVOS Y LA VADE LA LUCHA REVOLUCIONARIA URGENTE EN MXICO.Por Cuauhtmoc Amezcua Dromundo. 21

    LA CLASE OBRERA EN LA NACIONALIZACIN DE LA INDUSTRIA PETROLERA MEXICANA,Y LA DUPLA IMPERIALISMO-BURGUESA APTRIDA EN EL CAMINO A PROFUNDIZARY CONSOLIDAR SU PRIVATIZACINJos Santos Cervantes. 33

    TESIS PARA EL II CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA 41

    EXPROPIACIN, NACIONALIZACIN Y SOCIALIZACIN1* 46

    Indice

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    Tercer poca. ao 3, nm. 1, Marzo abril de 2013

    del Partido Popular Socialista de MxicoRevista de teora y poltica

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    Por Juan Campos Vega*

    La publicidad gubernamental pretende hacernoscreer que las polticas diseadas por el nuevo

    gobierno e incluidas en el mal llamado Pacto porMxico, suscrito por Enrique Pea Nieto y los diri-gentes de los partidos: Revolucionario Institucional(PRI), Accin Nacional (PAN) y de la RevolucinDemocrtica (PRD), darn solucin a viejos y nue-vos problemas que enfrentan el pueblo y la nacin.Nada ms alejado de la realidad.

    Haciendo a un lado las polticas asistencialistasy de obras pblicas que todos los gobiernos rea-lizan en menor o mayor medida, en los aspectosesenciales, el neoliberalismo sigue presidiendo laconduccin de la administracin pblica. Todo pa-rece indicar, que los ofrecimientos incluidos en elprimer punto del Pacto por Mxico, en especial los

    de proporcionar acceso universal a los servicios desalud, seguro de desempleo, seguro de vida para je-fas de familia y una pensin a todos los mexicanosmayores de 65 aos que no cuenten con un sistemade ahorro para el retiro o pensin del IMSS o delISSSTE, as como ms y mejores empleos pro-mesa incumplida por los gobiernos neoliberales de

    Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo,Vicente Fox y Felipe Caldern, lo que se constatacon el desmedido crecimiento del empleo infor-mal1 y de la miseria2, tienen su contrapartida enel segundo punto del mismo pacto, que incorpo-ra medidas econmicas favorables a los interesesdel gran capital, as como el pretendido impulso alcrecimiento econmico, por la va de intensiicar la

    competencia en todos los sectores, especialmenteen telecomunicaciones, transporte, servicios inan-cieros y energa, por medio de una mayor inversinde capital privado, particularmente extranjero.

    Para lograr lo anterior, el gobierno se propo-ne impulsar reformas como la energtica paraconvertir a ese sector en un poderoso motor del

    1 INEGI, I yl. C l b 2012,

    O l S Il 1, 27.65% lbl ; Il Lbl 1 qly, , l ll b, bj qlb l, 59.82% l bl.

    2 CONAPO, Mx 53 ll b. D 2010 2012, ll 300 l x l bl b x, 11.7 ll-, 13 ll.

    LAS NEFASTAS CONSECUENCIAS DEL MAL

    LLAMADO PACTO POR MXICO LAS REFORMASNEOLIBERALES DE PEA NIETO Y SUS SECUACES

    *Mb l D Pl l PPS M

    www.ppsm.org.mx

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    crecimiento econmico por medio de la atraccinde inversin extranjera desde luego y realizarlos cambios que permitan crear un entorno de com-petencia; adems, incrementar la productividadagropecuaria por medio del otorgamiento de cr-dito oportuno y a tasas preferenciales a pequeosy medianos productores a ejidatarios y comu-neros no, desde luego; asimismo, realizar unareforma iscal para reducir el sector informal de la

    economa y revisar el diseo y la ejecucin de losimpuestos directos e indirectos incluye la ame-naza de gravar con el impuesto al valor agregado(IVA) a medicinas y alimentos, es decir, realizarlas llamadas reformas estructurales en materia deenerga y en el mbito iscal, principalmente.

    Lo primero que es necesario aclarar es que el cre-cimiento econmico, tan ofrecido desde 1982 y tanausente de la economa mexicana en estas tres d-cadas apenas mayor de 2%, porcentaje cercanoal crecimiento poblacional no sera la panacea anuestros problemas, porque el crecimiento econ-mico consiste solamente en cambios cuantitativos,en el incremento del producto interno bruto (PIB),es decir, en el aumento de la produccin de bienesy servicios en un periodo determinado, sin que im-plique, necesariamente, mejora alguna en el nivelde vida de la poblacin.

    La sociedad mexicana, que se caracteriza porser una de las ms injustas de nuestro planeta encuanto a distribucin del ingreso se reiere, impide

    que el crecimiento econmico si lo hubierapudiera contribuir a la solucin de los problemasque enfrenta la mayora de la poblacin. Los indi-cadores de incremento del ingreso per cpita norelejan el problema es su magnitud real; en este

    terreno, no importa que el promedio de ingreso

    en Mxico crezca, si la distribucin se va haciendocada vez ms injusta, si un pequeo nmero de oli-garcas y capitalistas extranjeros se hacen cada vezms ricos a expensas de la pobreza y miseria de lamayora de los mexicanos.

    Lo que interesa es garantizar el desarrolloeconmico, porque ste adiciona a los cambioscuantitativos, los cualitativos, es decir, asegura que

    la riqueza creada est orientada a mejorar el bien-estar econmico y social de sus habitantes. Lo queMxico requiere es una poltica que tenga como i-nalidad garantizar el desarrollo econmico.

    Para lograr ese objetivo, la nacin mexicana nodebe depender del exterior. La dependencia del ca-pital inanciero internacional impide la solucin de

    los problemas esenciales: la ampliacin y fortale-cimiento de las industrias de las reas estratgicasy de los servicios pblicos fundamentales, que de-ben permanecer en manos del Estado; as como elmejoramiento de la agricultura, particularmenteejidal y comunal, y la que se encuentra en manos deautnticos pequeos propietarios, que debe contar,entre otros apoyos, con crdito oportuno y baratopor parte de las dependencias e instituciones delgobierno.

    La experiencia demuestra que la exportacin decapitales de las naciones industrializadas hacia lospases atrasados en el caso de Mxico particu-larmente de los capitales estadounidenses tienecomo inalidad el control, directo o indirecto, de to-das las ramas de su economa, en particular de laelectricidad y del petrleo, por su importancia fun-damental para el desarrollo econmico; tambinpara impedir la creacin de industrias nacionales,hacer imposible la formacin de capitales nacio-nales, y obligar a Mxico a depender en mayormedida de los Estados Unidos en el mbito comer-cial; mantenernos como pas atrasado, llevarse laplusvala generada por el trabajo de nuestro pue-blo, y hacer de Mxico un pas de inmigrantes queproporcionan mano de obra barata a la economaestadounidense. Ello explica la nula contribucindel capital extranjero para superar el subdesarro-llo, mucho menos para conquistar la independencia

    econmica de un pas; porque cuando se desarro-llan las fuerzas productivas debido a la presenciade capital extranjero, para el pas que lo recibe sloquedan bajos salarios e impuestos reducidos.

    De la misma manera, sin el desarrollo econmi-co independiente del exterior, no se puede resolverel del acceso de las mayoras a una educacin b-sica de calidad ni se pueden formar los cuadros

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    tcnicos para el rpido crecimiento de las fuerzasproductivas ni preparar los profesionales de lasdistintas ramas de las ciencias, las humanidades ydel arte, porque la orientacin de los diversos ni-veles de la educacin pblica se deine en funcin

    de las directivas de los organismos internacionalesal servicio de los pases imperialistas: la educacinbsica por las orientaciones de la Organizacinpara la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos(OCDE) y las de la educacin media y superior porlas exigencias del Banco Mundial (BM).

    Lo mismo se puede airmar del problema de la

    conservacin de la salud; del derecho al trabajoahora cada vez ms lejano por las recientes re-formas regresivas a la Ley Federal del Trabajo, queatentan contra las conquistas y los intereses de lostrabajadores y de otros aspectos sociales impor-tantes para el bienestar de los mexicanos.

    De todas las polticas contrarias al inters nacio-nal y popular incluidas en los discursos de EnriquePea Nieto, e incorporadas al Pacto por Mxico,conviene destacar tres de suma importancia:

    PRIMERA. Educacin de Calidad y con

    Equidad. Establece que en los ltimos aos se haavanzado de manera importante en la coberturaeducativa. Que los nuevos retos consisten en cul-minar esta expansin, pero sobre todo en elevarla calidad de la educacin de los mexicanos paraprepararlos mejor como ciudadanos y personasproductivas. Que para ello, se impulsar una re-forma legal y administrativa con tres objetivoscomplementarios entre s: aumentar la calidad dela educacin bsica que se releje en mejores re-sultados en las evaluaciones internacionales comoPISA; aumentar la matrcula y mejorar la calidad

    en los sistemas de educacin media superior y su-perior; recuperar para el Estado la rectora delsistema educativo nacional, manteniendo el prin-cipio de laicidad.3

    Comentario. Lo primero que resalta en este

    3 V P Mx, . 4, ://-x.//

    tema es que destaca los aspectos esenciales delproblema educativo: la ampliacin de la cobertura,la elevacin de la calidad, y la orientacin de la edu-cacin que deine el tipo de mexicano que se desea

    formar: un ente productivo; ni ms, ni menos.

    En el aspecto de la cobertura educativa, los da-tos estadsticos elaborados por el propio gobiernoa lo largo del siglo pasado y en lo que va del presen-te, conirman que la cobertura educativa de nivel

    bsico ha avanzado siempre, de manera sistemti-ca; pero tratndose del nivel medio y superior laairmacin es falsa, lo conirman los propios da-tos gubernamentales que certiican que millones

    de jvenes no tienen acceso a estos niveles educa-tivos, a menos que los que suscriben el Pacto porMxico se estn reiriendo al incremento del nme-ro de escuelas particulares que han proliferado singarantizar calidad alguna en la enseanza como loreconoce la propia Secretara de Educacin Pblica,que al referirse a este tema asegura que:

    El grupo lder en la acreditacin de losprogramas certificados por su buenacalidad est integrado por las universidadespblicas federales, estatales y lasuniversidades tecnolgicas [...] siguen lasuniversidades pblicas estatales de apoyo

    solidario, los institutos tecnolgicos y lasuniversidades politcnicas, [...] En el ltimogrupo se encuentran las universidadesprivadas.4

    Respecto de la calidad de la enseanza que seofrece en la educacin bsica, sta est supedita-da a los resultados que se obtengan del Informedel Programa Internacional para la Evaluacin deEstudiantes (PISA) que se realiza en forma trienala estudiantes de 15 aos de edad, independiente-

    mente del nivel escolar en el que se encuentren,por encargo de los gobiernos y sus institucioneseducativas, para examinar tres reas: habilidad lec-tora, matemticas y ciencias naturales.

    PISA no mide el conocimiento como tal, sino

    4 K Al, U y -l, j xl, L J,Mx, D. F., 7 2013, . 36.

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    la capacidad conocimientos, aptitudes y com-petencias de los estudiantes para entender yresolver problemas autnticos: habilidad lectorapara entender los manuales con los que se operanlas mquinas y no para estudiar la historia, cono-cer el presente y disfrutar de la literatura y el arte;conocimiento bsico de matemticas y cienciaspara la misma inalidad, y no para aprender a ra-zonar; es decir, se trata de una educacin utilitariaal servicio de los monopolios y del capital inancie-ro internacional. PISA tampoco analiza los planes yprogramas escolares nacionales, lo que le interesaes que la educacin que se imparta sirva a los ines

    establecidos.

    En la prueba de 2009, de 61 participantes,Mxico se ubic en cada rea de la siguiente ma-nera: Habilidad lectora, lugar 44, con 425 puntos,por debajo del promedio de la OCDE, de 493 pun-tos; en Matemticas en el lugar 46, con 419 puntos,por debajo del promedio de la OCDE, de 496 pun-tos; en Ciencias en el lugar 46, con 416 puntos, pordebajo del promedio de la OCDE, de 493 puntos, yen todos los casos superado por escaso margen porChile y Uruguay.

    Pero la inalidad de PISA, que es un instru-mento de la Organizacin para la Cooperacin yel Desarrollo Econmicos (OCDE), no consiste so-lamente en describir la situacin de la educacinescolar de los pases participantes, sino tambin enpromover cambios en la misma, ya que donde se i-jan las normas para la reforma educativa mexicanaes en:

    El Acuerdo de Cooperacin MxicoOCDEpara mejorar la calidad de las escuelasmexicanas firmado en 2010. Medianteste se asigna a las autoridades unconjunto de estrategias para la accin,as como el establecimiento de un marcopara la evaluacin e incentivos para losdocentes. Ah se encuentran en esencialas orientaciones que han dado paso a lasreformas de la ACE, de las que se derivanlas reformas curriculares y de gestinestablecidas en el Acuerdo Secretarial 592

    de la SEP y los nuevos lineamientos decarrera magisterial.5

    En el caso de la educacin media y superior, hacetiempo que el Banco Mundial ha venido insistiendoen la necesidad de que no haya diferencia entre laeducacin pblica y la privada, pero esa diferenciano se reiere a la calidad sino a los contenidos. Lo

    que el BM desea es que se destinen menores recur-sos a las ciencias sociales y a las humanidades, queincluso se reduzcan a las ciencias naturales, y queel mayor lujo de recursos se destine a las carreras

    vinculadas a la produccin, para crear los cuadrosmedios que requiere la industria extranjera que seapropia, cada vez en mayor medida, de los recursosnaturales, de la industria, la banca y el comercioque antes se encontraban en manos del Estado ode empresarios nacionales.

    De lo que no habla el Pacto por Mxico, es de laorientacin que debe presidir la educacin nacio-nal, del tipo de mexicano que se pretende formarcon el modelo educativo impuesto por los instru-mentos internacionales al servicio de los interesesimperialistas y contrarios a los de la nacin y elpueblo de Mxico. En estas condiciones, se puedeavanzar signiicativamente en la cobertura edu-cativa, incluso se puede mejorar la calidad de laenseanza; pero los resultados de ese esfuerzo nocontribuirn a mejorar las condiciones de vida yexistencia del pueblo mexicano, particularmentede los trabajadores, sino a engrosar la ya enormesganancias del gran capital nacional y extranjero.

    El dao para las nuevas generaciones de mexica-nos, que generar la reforma educativa, promoviday aprobada por Enrique Pea Nieto y cmplices, esincalculable.

    SEGUNDA. Reforma energtica. Convertir alsector en uno de los ms poderosos motores delcrecimiento econmico por medio de la atraccinde inversin. Mantener en manos de la nacin, lapropiedad y el control de los hidrocarburos, as

    5 A A D, El l l l 3 b l lbl l y l bl, bl-, 2013.

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    como ampliar la capacidad de exploracin y pro-duccin de los mismos, y realizar reformas paracrear un entorno de competencia en los procesoseconmicos de reinacin, petroqumica y trans-porte de hidrocarburos. Realizar las reformasnecesarias, para transformar a PEMEX en una em-presa pblica que tenga la capacidad de competirhasta convertirse en una empresa de clase mun-dial, para lo que ser necesario dotarla de reglas degobierno corporativo.6

    Comentario. Los aspectos importantes que sederivan de la lectura de los anteriores enunciadosnos lleva a considerar:

    1. Que implica la decisin de incluir la partici-pacin de capital privado en las operacionesde PEMEX, o sea, de continuar y profundizarel proceso de privatizacin de la paraestatal.

    2. Que a la vez que mantiene en manos de lanacin la extraccin y venta de hidrocar-buros, propicia la competencia mediante laparticipacin del capital privado en la rei-nacin, la petroqumica y el transporte dehidrocarburos.

    3. Que los aspectos anteriores y otros ms desemejante naturaleza, forman parte de losPrincipios de Gobierno Corporativo, disea-dos por la Organizacin para la Cooperaciny el Desarrollo Econmicos (OCDE), en 1999,y revisados en 2004, y que son los siguientes:

    I. Garantizar la Base de un Marco Eicaz

    para el Gobierno Corporativo

    El marco para el gobierno corporativo de-

    ber promover la transparencia y eicaciade los mercados, ser coherente con el r-gimen legal y articular de forma clara elreparto de responsabilidades entre lasdistintas autoridades supervisoras, regu-ladoras y ejecutoras.

    6 V P Mx, . 13-14, ://x.//

    II. Los Derechos de los Accionistas yFunciones Clave en el mbito de laPropiedad

    El marco para el gobierno corporativo de-ber amparar y facilitar el ejercicio de losderechos de los accionistas.

    III. Tratamiento Equitativo de losAccionistas

    El marco para el gobierno corporativodeber garantizar un trato equitativo atodos los accionistas, incluidos los mino-ritarios y los extranjeros.

    IV. El Papel de las Partes Interesadas en elmbito del Gobierno Corporativo

    El marco para el gobierno corporativo de-ber reconocer los derechos de las partesinteresadas establecidos por ley o a tra-vs de acuerdos mutuos, y fomentar lacooperacin activa entre sociedades y laspartes interesadas con vistas a la creacinde riqueza y empleo, y a facilitar la sos-tenibilidad de empresas sanas desde elpunto de vista inanciero.

    Todos los accionistas deben tener la opor-tunidad de realizar un recurso efectivo encaso de violacin de sus derechos.

    V. Divulgacin de Datos y Transparencia

    El marco para el gobierno corporativo de-ber garantizar la revelacin oportunay precisa de todas las cuestiones mate-

    riales relativas a la sociedad, incluida lasituacin inanciera, los resultados, la ti-tularidad y el gobierno de la empresa.

    VI. Las Responsabilidades del Consejo

    El marco para el gobierno corporativo de-ber garantizar la orientacin estratgicade la empresa, el control efectivo de la di-

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    reccin ejecutiva por parte del Consejo yla responsabilidad de ste frente a la em-presa y los accionistas.7

    No debe quedar duda alguna, de que sta es unade las decisiones ms graves contra el patrimo-nio del pueblo y de la nacin. De aprobarse en elprximo semestre la reforma energtica, como hananunciado los neoliberales que suscriben el pac-to, se estar regresando, en materia de petrleo, acondiciones cercanas a las prevalecientes en 1938,antes de que la lucha organizada de la clase tra-bajadora mexicana, agrupada en la Confederacinde Trabajadores de Mxico (CTM), dirigida porVicente lombardo Toledano, y la decisin patriti-ca del presidente Lzaro Crdenas, hicieran posiblela expropiacin y nacionalizacin del petrleo.

    TERCERA. Reforma hacendaria eiciente y

    equitativa que sea palanca de desarrollo. Parafortalecer la capacidad recaudatoria del Estado serequieren los siguientes aspectos: mejorar y sim-pliicar el cobro de los impuestos; incrementar la

    base de contribuyentes y combatir la elusin y laevasin iscales; eliminar los privilegios iscales, en

    particular, el rgimen de consolidacin iscal; re-ducir el sector informal de la economa, y revisarel diseo y la ejecucin de los impuestos directose indirectos, as como revisar y suprimir subsidiosregresivos en el sector energtico y en el campo.8

    Comentario. La exigencia de realizar las llama-das reformas estructurales, entre ellas una reformaiscal con las orientaciones sealadas en el prra-fo anterior, tambin proviene del exterior, en elforo Mxico 2013: Polticas pblicas para un de-sarrollo incluyente organizado por la OCDE, elBM, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

    y la Comisin Econmica para Amrica Latina y elCaribe (CEPAL), Gurra dijo que la reforma ms

    7 O l C y l DllE, P Gb C lOCDE, P, 2004, . 17-24, ://www..///l/37191543.

    8 V P Mx, . 16-17, ://x.//

    urgente en Mxico es la iscal, para ampliar la re-caudacin, porque eso le dar viabilidad a todas lasdems reformas, en particular a los esfuerzos parareducir la desigualdad en un pas donde, dijo, la di-ferencia de ingresos entre los ms ricos y los mspobres es de 27 veces.9

    En el mismo evento, la OCDE y el BM indica-ron que Mxico puede crecer 6% en su productointerno bruto (PIB) si el nuevo gobierno apruebaun paquete de reformas estructurales, con el quebuscar aumentar el promedio anual de 2% de laltima dcada.10

    En el aspecto iscal, tratndose de los impues-tos, los neoliberales en lugar de establecer unlmite a las utilidades del capital invertido, queobligue a pagar a los empresarios de acuerdo conel capital de que disponen, que libere de impues-tos a los pequeos productores, que estimule lasactividades necesarias y las tiles, que restrinja lasnocivas o superluas11, han optado por ampliarla base gravable, es decir, someter a un mayor n-mero de mexicanos, por ejemplo: incluir a los quetrabajan en la economa informal y que apenas so-breviven con sus ingresos; imponer tasas ms altasa los impuestos al consumo, o incluir alimentos ymedicinas, medidas que afectan a los mexicanos demenores ingresos, y otras medidas con la mismaorientacin, todo lo cual no resuelve, sino agudi-za, otro de los grandes problemas nacionales: laexcesivamente injusta distribucin de la riquezapblica.

    Cules sern las consecuencias principales de

    9 I OCDE, CEPAL, BM y BID Mx j l l l l, L J l, 09 2013, ://www.j..x/

    l/2013/01/09/112521316--b-l-y-b---x--j-l-l-l

    10 V C y J Cl M AOCDE y BM Mx l,L J, Mx, D. F. 12 2013, . 24.

    11 V Lb l, Al l b-l ll, Nl l E,

    l. 3, Mx, C E Fl Pl ySl V Lb l, 1998, . 1120.

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    todas estas decisiones antinacionales y antipopula-res, incluidas en el mal llamado Pacto por Mxico,redactado con las orientaciones neoliberales que ca-racterizan a los ltimos cinco gobiernos y al actual?

    Que la economa nacional seguir orientada aservir a los intereses del exterior. Que el Estado se-guir impedido de asumir su responsabilidad depromotor directo de la produccin e impulsor de laeconoma para multiplicar las fuerzas productivas,dejando esa tarea al sector privado, particularmen-te extranjero, cuya nica motivacin es obtener elmayor lucro posible. Que, en consecuencia, el mer-cado interno, por la falta de empleos y los bajossalarios, seguir deprimindose. Que privatizarlas empresas estatales, entregar a los monopolioslas riquezas del subsuelo y propiciar la presenciadel capital privado en las empresas de las reas es-tratgicas de la economa del pas, en manos delEstado, hace que Mxico transite peligrosamentepor el camino de convertirse en una colonia abso-luta del capital inanciero internacional.

    Ante las pretensiones del gobierno de PeaNieto y de los partidos neoliberales que suscri-ben el Pacto por Mxico, los sectores progresistasy revolucionarios deben reivindicar la poltica denacionalizaciones, porque contina siendo la vaeicaz para enfrentar las pretensiones imperia-listas, el camino adecuado para hacer progresara Mxico en el orden econmico, y para liberarlode los monopolios extranjeros; de igual forma, de-ben defender la necesidad de fortalecer el papeldel Estado en la economa, como productor direc-to de bienes y servicios, porque solamente de estamanera ser posible mejorar la distribucin de lariqueza pblica, producto del esfuerzo cotidianodel pueblo trabajador.

    Frente a las polticas neoliberales, urge levantarun proyecto econmico, poltico, social y culturalantimperialista, democrtico y popular, avaladopor todos los sectores antineoliberales. Porque,como airmaba Vicente Lombardo Toledano, en

    resolver estos grandes problemas: en favor de lamayora y no de la minora, estriba el desarrollo

    progresivo de Mxico.12

    12 V Lb l, M Pk?L x l l, Ob --l, VI, l 11, Mx, C EFl, Pl y Sl V Lb l-, 2011, . 109.

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    Presentacin

    El Acuerdo Estratgico Transpacico de

    Asociacin Econmica (TPP, por sus siglas eningls) constituye una nueva etapa, ms acentuada,del proceso de integracin econmica internacio-nal y liberacin del comercio que impulsan elcapital inanciero y los monopolios trasnacionales

    en la etapa neoliberal, en este caso sobre todo losestadounidenses.

    Se trata de una de las formas de adaptacin ysobrevivencia que ese grupo todava poderoso delgran capital pone en marcha, frente a la amenazamortal que le signiica la crisis general del siste-ma capitalista mundial y su histrica tendenciaa la baja de la tasa de ganancia, pero tiene otrascaractersticas: es tambin una estrategia para ob-tener ventajas frente a otros competidores como

    los de la Unin Europea-- en la aguda lucha inter-imperialista, y una accin enderezada de maneraconcreta contra China, el pas que de entre todos haalcanzado las ms altas y continuadas tasas de cre-cimiento de su producto y que, de continuarse latendencia de las ltimas dcadas, en breve pasar aser la primera potencia econmica mundial, por loque Estados Unidos la ve como un enemigo al quees urgente detener.

    La incorporacin de Mxico al TPP, iniciadaen el gobierno de Caldern y acelerada por el dePea, profundizara la dependencia de la nacinrespecto del capital imperialista, sobre todo el nor-teamericano, y la explotacin y saqueo de nuestrasriquezas para beneicio ajeno. Adems, como ocu-rri hace dos dcadas con el TLCAN, hoy de nuevacuenta, las reformas estructurales que Pea secompromete a acelerar y que en su caso aparece-ran formalmente como decisiones surgidas de lasinstituciones nacionales, como el Congreso de laUnin y la Presidencia de la Repblica, en verdadforman parte de las condiciones ya preestablecidasen el TPP, desde fuera de los mbitos de la sobe-rana nacional. All, en el TPP estn pactadas, porejemplo, la privatizacin de la industria petrolera,la reforma laboral, la reforma educativa y la is-cal, entre otras.

    Todo esto queda a la vista en el estudio queOmar Pereira Hernndez, experto en este asunto,escribi con un sentido puramente acadmico ysin tomar partido desde el punto de vista de la con-tradiccin imperialismo-liberacin nacional, paraTeora y Prctica con el ttulo de El TPP y Mxico,que se publica textual a continuacin.

    L y P.

    EL PROGRAMA NEOLIBERAL 2012-2018PARA MXICO Y EL ACUERDO ESTRATGICO

    TRANSPACFICO DE ASOCIACIN ECONMICA, PPT

    Pea responde a los intereses de Estados Uni-

    dos, no a los de nuestro pas.

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    EL TPP Y MXICO

    Por Omar Pereira Hernndez

    Desde la entrada de Estados Unidos al AcuerdoEstratgico Transpacico de Asociacin Econmica

    (TPP, por sus siglas en ingls) en el 2008, se ha ha-blado y escrito mucho acerca de los alcances yobjetivos estratgicos y geopolticos de esta ne-gociacin comercial internacional. En el caso deMxico, desde que se anunciar oicialmente la in-tencin de incorporacin en noviembre de 2011, seha comenzado, sobre todo, desde el gobierno y elsector acadmico y empresarial, ha dibujar los con-tornos de lo que ste podra signiicar para el pas.

    Pero con todo, para el gran pblico, sigue siendouna incgnita que es el TPP, que objetivos persiguey cuales pueden ser los beneicios y potenciales

    perjuicios para Mxico. Este trabajo trata de darrespuesta a todas esas interrogantes.

    Orgenes del TPP y membresaactual

    El TPP, es una iniciativa lanzada de manera con-junta por el entonces presidente Ricardo Lagos, deChile, el primer ministro de Singapur, Goh ChokTong y la primera ministra de Nueva Zelanda,Helen Clark, en el ao 2002, en el marco de la re-unin de la APEC en Los Cabos, Mxico. Conocidooriginalmente como P4, se subscribi el 3 de ju-nio de 2005 por Chile, Singapur, Nueva Zelanda yBrunei Darussalam, entrando en vigencia oicial-mente desde el 28 de mayo de 2006.

    Algunos pases, como Mxico, fueron invitados

    desde el principio a participar en la iniciativa, quebuscaba entonces la creacin de un rea de librecomercio que conectara a ambas orillas del pac-ico, pero para la entonces administracin de Fox,

    cuya nica prioridad en poltica econmica exte-rior era la relacin con EE.UU, no se le vio inters yla invitacin se diluy con el tiempo.

    Con la incorporacin formal, en octubre de

    2012, de los ltimos pases a las negociaciones,la membresa del TPP queda conformada de la si-guiente manera: Chile, Singapur, Nueva Zelanda,Brunei Darussalam (todos en 6/2005); EstadosUnidos (02/2008); Australia; Per; Vietnam (to-dos en 11/2008); Malasia (10/2010), Mxico yCanad (06/2012). Japn (11/2011) y Costa Rica02/2012), han oicializado su intencin de incor-porarse a las negociaciones, sin que hasta ahora sehaya adoptado una decisin favorable al respecto.

    La incorporacin de Japn pasa por el compro-miso de Tokio a abrir su mercado agrcola, a lo cualse ha venido negando desde las negociaciones deDoha. No obstante, el actual gobierno del PrimerMinistro, Noda, ha reiterado su voluntad de im-plementar reformas estructurales que hagan msabierto al pas, a pesar de la oposicin del sectoragrcola nipn. Sin embargo, el inters poltico yeconmico de EE.UU en la incorporacin de Tokiosin dudas favorecer su inclusin, ms tempranoque tarde.

    Por otra parte, llama poderosamente la atencinla ausencia de importantes economas emergentesasiticas como China, India, Sur Corea, Indonesia,Filipinas y Tailandia, por solo mencionar algunas.Lo ms relevante es que la ausencia se da, inclu-so, a pesar de la insistencia de Washington sobrealgunos pases de la regin para su inclusin, es-pecialmente notable en los casos de Corea del Sury el resto de los miembros de la ASEAN1, en espe-

    1 L ASEAN, A N l SA, 10 : I, l-, Ml, S, Fl, V, L, Cby,B Dl y My. O -l 1967 l 5 , y y l 1999. R l 8.61% l bl l,

    2012 605 ll y l 2011 l3.25% l b (PIB) l l.S l lbl - l PIB l l q l l, y q l 4.5% l PIB PPA l, l l 3,5 bll USD. E ,Mx l 1.65% l bl l, l 1.7% y l 2.2% l PIB l l y PPA,

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    cial Tailandia, Indonesia y Filipinas. El ms recientefracaso en las gestiones norteamericanas, acaba detener lugar durante la gira de Obama por Tailandia ysu encuentro con los pases de la ASEAN en PhnomPenh, Camboya, en el marco de la 21 Cumbre de di-cha organizacin.

    Que es el TPP?

    Para algunos, el Acuerdo EstratgicoTranspacico de Asociacin Econmica, es actual-mente la negociacin comercial plurilateral msrelevante y ambiciosa a nivel internacional por lacobertura de productos y disciplinas que incluye.Desde los inicios sus defensores resaltaron comosus principales beneicios el hecho de que es un

    amplio e incluyente acuerdo, tanto en trminosde estar abierto a la participacin de otros pases,as como que puede coexistir cmodamente jun-to a otras iniciativas de integracin comercial en laregin.

    El TPP, prev la negociacin y adopcin, siempredesde la perspectiva de lograr los estndares msaltos en una negociacin comercial liberalizadora,de los siguientes captulos (entre otros): regulaciny controles fronterizos, aduanas, coherencia regu-latoria, competitividad, medio ambiente, desarrollode Pymes, propiedad intelectual, mercado laboral,limitaciones al sector estatal de la economa, co-mercio de bienes, inversiones, acceso a mercados,reglas de origen, medidas sanitarias-itosanitarias

    y barreras tcnicas al comercio, servicios, comprasde gobierno y solucin de controversias.

    Pretende ser inclusivo y de alta calidad, quesiente las bases para el crecimiento econmico, el

    desarrollo y la generacin de empleo de los pasesmiembros, y que a su vez, se convierta en el funda-mento para un futuro Acuerdo de Libre Comerciodel Asia-Pacico (FTAAP, por sus siglas en ingls).

    En esencia, el TPP es un acuerdo de liberali-zacin econmica, sin exclusiones de productos

    .

    (excepto unos cuantos para Brunei), que busca es-tablecer una asociacin estratgica que trasciendalo puramente comercial, incorporando tambin losmbitos econmico, inanciero, cientico-tecnol-gico, regulatorios y de cooperacin.

    La incorporacin de nuevos miembros es po-sible, tanto de pases integrantes como para nointegrantes del Foro de Cooperacin EconmicaAsia-Paciico2 (APEC, por sus siglas en ingles), peroslo s se logra el consenso de todos los miembrosy s las nuevas incorporaciones aceptan las con-diciones ya negociadas en su ausencia, tal y comoquedaron redactadas.

    Las negociaciones, de cada capitulo y del acuer-do en general son secretas, y se desarrollan sinla participacin de la sociedad civil de los pa-ses miembros. Este es uno de los factores quems revuelo ha causado en algunos de los pasesmiembros, ya que es percibido como altamenteconlictivo. Es obvio, que para temas tan espino-sos y que en no pocos casos tienen que ver con lasoberana nacional, como propiedad intelectual,reforma laboral, acuerdos medioambientales, co-herencia regulatoria etc., la transparencia deberaser uno de los principios ms importantes a la horade realizar el control de la negociacin de acuerdos

    2 F lll 1989, l l l y l l l P, q l l -b l, y . C y , l yl l , l , l y y l ll l l y l l P.L l P Nl B l 21 q l APEC ql l 56% l

    l, q j l 46%l lbl. APEC, b lq l: Voluntarismo ( l- l b l lq l y l l- l q l l bl B) yRegionalismo Abierto ( - q bl q l lbly l q ll APEC bx b y )

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    de esta magnitud, que le permita a la sociedad civilen su conjunto, desde una posicin critica, enten-der el alcance de lo que se negocia.

    El secretismo, ha levantado suspicacias yuna creciente oposicin en pases como Chile,Australia, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Dehecho, no resultara exagerado describir al TPPcomo la negociacin comercial ms secreta ymenos transparente de la historia, como ya lo hi-ciera, el investigador independiente, Andrew GavinMarshall3.

    Otra caracterstica, que los idelogos del TPPdestacan es que tiene la meta explcita de apoyar elproceso para alcanzar el libre comercio de bienes,servicios e inversiones dentro del APEC en 2020,segn lo acordado por los lderes de este foro en1994, en Bogor, Indonesia4 (las llamadas Metasde Bogor). No obstante, aun de concretarse el TPPsu incidencia real sobre las Metas de Bogor (libreinversin y libre comercio) sern exclusivamentepara los miembros, porque a diferencia de APEC, elTPP es un acuerdo comercial preferencial, es decir,discrimina en favor de sus miembros y en detri-mento de los no miembros.

    Resulta evidente, por los temas tratados quese trata de un acuerdo que va mucho ms all delo puramente comercial, de ah que algunos ya lohayan bautizado, sobre todo desde la entrada deMxico, como un TLCAN con esteroides o golpe

    3 Aw G Mll, y b Ml, C,q b b l, l, . b Pj M T Pl Bk Pj. P ll Wy S S? T -P P

    Glbl C, bl l 25 b 2012, l P Wb RUH-OU.ORG. V lbl : hp://hilodirecto.com.mx/tpp-gran-miste-rio-el-golpe-global

    4 L APEC lObj l M B y l llbl y l l l y l l 2010 l ll y l 2020 l ll. E l.

    corporativo. Bsicamente, los negociadores nortea-mericanos han basado sus propuestas de captulossobre la base de algunos de los componentes mspolmicos del TLCAN, pero ahora yendo inclu-so ms all en el poder que se les quiere dar a lascorporaciones.

    Los detractores del Acuerdo EstratgicoTranspacico de Asociacin Econmica, llaman la

    atencin de que ste supone nuevos derechos yprivilegios para las corporaciones y restriccionespermanentes a la regulacin gubernamental, yaque se incluyen nuevas garantas para que los in-versores faciliten la deslocalizacin de empleos yejerzan control sobre los recursos naturales, y li-miten severamente la regulacin de los serviciosinancieros, del uso de la tierra, la seguridad ali-mentaria y los recursos naturales, la energa, eltabaco, la salud y otros (Wallach, 2012).

    El captulo de inversiones que se iltr a la pren-sa tambin muestra que bajo el TPP se ampliarael sistema legal paralelo incluido en el TLCAN.Llamado Investor-State Dispute Resolution, quefaculta a las corporaciones a demandar a los gobier-nos fuera de sus sistemas judiciales internos porcualquier accin que las corporaciones considerenque socavan sus beneicios esperados futuros o sus

    derechos en el marco del pacto5.

    Ciertamente, resulta dicil tener certezas sobre

    el tamao del impacto negativo o positivo que pue-da traer el TPP sobre los pases irmantes y sobre la

    economa global en su conjunto, dado el secretismoy la poca transparencia que han caracterizado lasnegociaciones, pero obviamente, el acuerdo buscacambiar los estndares de lo que conocamos hastahoy como libre comercio.

    5 E bl l - b l q j l l b l l l.L l LCAN jl bl l b 350 ll l q bl l b x, l l l, l y .

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    Las economas que forman parte del TPP hoy,representan el 30% del PIB mundial, el 19% de lasexportaciones y el 22% de las importaciones, a ni-vel global. Estas cifras, por si solas demuestran laimportancia que para la nueva arquitectura eco-nmica y poltica mundial, podra jugar el AcuerdoEstratgico Transpacico de Asociacin Econmica

    una vez concretado.

    El estado actual de las negociaciones, se puedecaliicar como de avanzado. Hoy, ya hay consenso

    generalizado en la mayora de los tpicos, mismosque por ende estn cerrados a la negociacin de losnuevos miembros (incluyendo Mxico y Canad),que deben aceptar lo ya acordado y adaptar susmarcos regulatorios a lo especiicado en el TPP. Sin

    embargo, las discusiones en los temas de propiedadintelectual, cambio climtico, el acceso al mercadofarmacutico, y las reformas en el marcado labo-ral, entre otros, han sido de los ms conlictivos

    en su negociacin y han dado al traste con el inte-rs norteamericano de concluir las negociacionesen un tiempo relativamente corto6. Inicialmente,se pensaba que poda anunciarse su irma deini-tiva en la Cumbre de APEC, en Vladivostok, Rusia,en septiembre de este ao, pero en julio los nor-teamericanos anunciaron la necesidad de nuevasrondas de negociacin y aseguraron que estaralisto para su implementacin hacia mediados o i-nales del 2013.

    6 D L Wll, Directora de la di-visin de Public Cizens Global Trade Watch, Al q l bl - ll, y ll y N Zl

    EE.UU. q l l b l l , q q l q l E U. - l l EE.UU. x- l l l l .A, EE.UU. q b l l l l l, y -l l- l l l .

    Evolucin del TPP: el reacomodo dela geopoltica asitica y mundial

    En sus inicios, dada la magnitud de las econo-mas de los pases irmantes, el Acuerdo Estratgico

    Transpacico de Asociacin Econmica fue per-cibido como un nuevo intento liberalizador porconectar dos regiones con potencialidades cre-cientes, Asia y Amrica Latina, a travs del Pacico,

    pero con una incidencia general muy baja sobre laeconoma global y, por tanto, su importancia fue re-lativa e incluso pases como Mxico, desestimaronentonces su incorporacin.

    El TPP, va a tomar relevancia real desde queEstados Unidos decide incorporarse en el ao2008 y, sobre todo, desde la declaracin pblica deObama, un ao despus, destacando la importanciadel acuerdo transpacico como mecanismo para

    lograr una zona de libre comercio de Asia-Pacico.

    Desde entonces, se hizo evidente que el objetivode Estados Unidos era convertir al TPP en un enteeconmico, pero sobre todo geopoltico que le per-mitiese a la vez que la reinsercin en la regin conun rol protagnico, la contencin de China.

    No es ocioso destacar, que la incorporacin deEE.UU al TPP y la decisin de convertir a este me-canismo en la punta de lanza de su nueva polticaasitica, se da justamente en momentos de avancesen las diversas iniciativas regionales encabezadasprincipalmente por la ASEAN, China, Japn y Coreadel Sur, orientadas a lograr una convergencia entrela compleja red de acuerdos comerciales prefe-renciales que se venan desarrollando entonces,destacndose por su relevancia econmica los me-canismos de ASEAN + 37; ASEAN + 68 y la Cumbre

    7 C l 10 b lASEAN C, J y C l S. E l l l 2002 l bl bl Lb C A Ol-EAFA, l l- q l l. Hy l ASEAN lb (LC) y C,J y C l S, j l q lb l 13 -.

    8 C l 10 ASEAN C-

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    Trilateral Japn-China-Corea del Sur9. Iniciativastodas, que buscaban y buscan reforzar el papel ysigniicado de la regin en la economa global, pero

    tambin en la geopoltica y donde China, por su pa-pel creciente en la economa y la poltica mundial,jugaba y juega, un rol protagnico indiscutible y re-conocido por el resto de la regin.

    En ese contexto general, y aun cuando para el2008, la materializacin de una zona de libre co-mercio asitica slida y robusta no pareca cercanaen el corto plazo, el solo hecho de que estuviera ennegociacin una arquitectura regional que dividaa Asia-Pacico por el medio era vista con gran pre-ocupacin en EE.UU., en tanto, supona la creacinde un bloque exclusivamente asitico, promovi-do y liderado por China, y que dejaba a EE.UU. enuna situacin desventajosa en la regin econmicams dinmica del mundo, y debilitaba los vncu-los de seguridad que ha mantenido histricamenteWashington con Asia Oriental, desde el inal de la

    Segunda Guerra Mundial.

    En este escenario, las autoridades de EE.UU. con-cluyeron que la expansin gradual del TPP era vitare imprescindible para construir una comunidad

    , C l S, J, Al, N Zl I.A, l 21 b 2012, l l21 Cb l ASEAN, l - l q l lb y l , l q b, l l l l PIB y l lbl. Cb 3l ll y PIB b 17.23 bll USD. S q l l2015.

    9 Cb ll C-J-C l S, l b 1999, l l Cb ASEAN+3, Fl. D l 2008,

    lq , l ll Cb ll, q lb 5 l l l, l l l j 2012, C. S bj lb q l 4 l, l ASEAN+6, N y lU E. E b 2012, l l l l - l LC ll, q l l2015.

    transpacica que contrarrestara las tendencias

    centrpetas que se observan en Asia Oriental.

    La premura norteamericana por cerrar lasnegociaciones y su decisin de bilateralizar la acep-tacin de las nuevas incorporaciones, sin importarla opinin de los restantes miembros, evidenciaque buscan sacar ventajas, imponer criterios, queseran cuando menos diciles de cumplir por pa-ses como China, Indonesia o la India, por solo citar3 ejemplos.

    A diferencia del resto de los miembros y an encontra de ellos, EE.UU ha defendido su postura deque cada nuevo miembro debe ser aceptado pre-viamente por el Congreso norteamericano, sloas EE.UU dara su consentimiento para la nuevaincorporacin. La postura norteamericana hace in-dicar que preieren que el TPP termine siendo un

    conjunto de acuerdos bilaterales, lo que signii-ca que potencialmente China, Indonesia e India ocualquier otro nuevo miembro tendran que nego-ciar bilateralmente con los EE.UU, sin importar losdeseos y el consenso entre los otros miembros. Esoes justamente lo que se considera como el principalobstculo para la adhesin de otros miembros y loque lleva a muchos a pensar que se hace con todala intencionalidad de mantener a China y a otrospases de la regin fuera del acuerdo, aislados, almenos durante el proceso de negociacin inal

    del TPP, lo que obligara a los futuros miembros aadoptar el acuerdo en su totalidad.

    Si el TPP quiere ser realmente signiicativo,

    debera cumplir con su objetivo declarado de lacreacin de un importante acuerdo de toda la re-gin; y para ello se requiere un calendario claro yrealista para abordar cuestiones pendientes en las

    negociaciones y potencialmente aceptables por to-dos. Se supone que el TPP busca uniicar la zonade Asia-Paciico, hacer frente a las necesidades del

    siglo XXI que otros acuerdos de libre comercio nosatisfacen, pero sin una cuidadosa consideracinde diseo, y un marco regulatorio manejable, esprobable que el resultado sea el inverso y se termi-ne por excluir la participacin de socios claves parael dinamismo regional.

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    Los negociadores estadounidenses a pesarde la retorica, estn ms enfocados en deinir los

    contornos en que se deben aceptar las regulacio-nes laborales, medioambientales y los derechos depropiedad intelectual que siendo importantes, noson temas prioritarios para deinir la eicacia y la

    competitividad regional. Todo ello hace percibir, enno pocos sectores de los pases de la regin Asia-Pacico, al TPP como un impulso al libre comercio

    pero desde la perspectiva y bajo las reglas nortea-mericanas, no necesariamente aceptadas por lazona en su conjunto.

    Hoy queda claro que el TPP, es la piedra angu-lar de la nueva poltica norteamericana para AsiaPacico. En otras palabras, si el objetivo estratgi-co general de la Casa Blanca es hacer de esa reginel pivote de la poltica exterior norteamericana,el TPP es concebido como el instrumento centralpara el logro de dicho objetivo estratgico.

    El acuerdo, es percibido en algunos pases asiti-cos no solo como un mecanismo de contencin quebusca entorpecer los esfuerzos de concertacin re-gional impulsado a travs de los mecanismos yamencionados de ASEAN+3, ASEAN+6 y la Cumbretrilateral, sino tambin como un ente que puedeprovocar la fractura estratgica de la regin entremiembros y no miembros del TPP.

    Dado que existe el peligro real de una escisinde la regin y que tambin existe la apreciacinde que el TPP es un mecanismo de contencin yen cierta manera de aislamiento a China, y comoquiera que sta es un actor clave en el escenarioasitico y contendiente en la geopoltica mundial,es indispensable, hacer referencia, aunque sea bre-vemente, a la posicin China, respecto al acuerdo

    transpacico.

    Beijing, no ha sido invitado a unirse al TPP, nitampoco ha mostrado inters oicial en partici-par. Partiendo de la percepcin China y de lo queha sido hasta ahora la prctica seguida por EE.UUen las negociaciones del TPP, se desprenden dosposibles escenarios en la vinculacin de China al

    Acuerdo Estratgico Transpacico de Asociacin

    Econmica:

    Escenario 1: Un TPP, sin la incorporacin deChina y otras economas emergentes de Asia.En efecto, si el TPP progresa en los trminosen que a Estados Unidos le interesa, sobre todoen temas de propiedad intelectual, reformalaboral y liberalizacin de mercados, enton-ces ciertamente sera muy posible vislumbrarun escenario futuro sin la incorporacin deBeijing y, por ende, acrecentara el peligro dela divisin geoestratgica, poltica y econmicade la regin. En estas circunstancias la priori-dad para Estados Unidos y para el xito mismodel TPP, estara en la incorporacin de Japny Sur-Corea y el fortalecimiento de la alianzacon ellos para equilibrar y contener la inluen-cia China.

    Escenario 2: Un TPP, que cumple su objetivooriginal, de servir de base para en gran acuer-do de Libre Comercio de la regin. Beijing anteel peligro de quedar aislado decide incorpo-rarse al TPP, en deinitiva el acuerdo recoge la

    esencia de lo que ha sido la poltica econmi-ca china en los ltimos aos, y puede ser vistacomo una oportunidad para profundizar la li-beralizacin e internacionalizacin (en lo quese reiere a estndares de regulacin, acceso,

    reforma laboral etc.) de la economa nacional.Beijing podra tratar este acuerdo comercialcomo ya lo hizo con su adhesin a la OMC, conuna actitud activa pero prudente y lexible, to-mando las decisiones estrictamente basadasen los mejores intereses del pas.

    Si bien el escenario 2 no es descartable, parece

    el ms dicil de concretar. Si China va a ser capazde adherirse al TPP despus de que el acuerdo hasido negociado, ese acuerdo tendra que ser dise-ado para permitir una adhesin abierta y ese noparece ser el objetivo de EE.UU. Esto no quiere de-cir, que China no debera estar sujeto a las reglasdel TPP: es que las reglas deben ser estructuradasde manera que China y el resto de las otras eco-

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    nomas emergentes, como Indonesia y la India, sepuedan mover a su entero cumplimiento de mane-ra progresiva a lo largo del tiempo, de acuerdo consus propios programas de reforma y los interesesde toda la regin.

    Hablando desde la objetividad, no parece viable,que pases como China, India e Indonesia, dondeprincipios como soberana, nacionalismo e inte-rs nacional, se mezclan y juegan un papel clave enel diseo de sus polticas, terminen ajustndose adeterminadas normas de Estados Unidos y menosque lo puedan hacer de inmediato. El hecho de quetengan, adems, que negociar bilateralmente suincorporacin con EE.UU y que sta en ltima ins-tancia dependa del Congreso, hacen prcticamenteinviable el primer escenario.

    Quien perdera ms, el TPP sin la incorporacinde China o China fuera del TPP? Es una preguntacomn hoy y que tiene una respuesta ms o me-nos exacta a partir de las simulaciones econmicasrealizadas por Li y Whalley, del National Bureau ofEconomic Research (NBER)10,

    Si bajo el TPP se desgravara por completo el co-mercio entre sus miembros para 2015, el impactoen las utilidades del comercio de China se ha estima-do en -0.011%. Por el contrario, si China ingresaraal TPP las utilidades de su comercio aumentaran1.125%. El beneicio o las perdidas (segn sea el

    escenario) para el comercio intra TPP seran mayo-res si China es marginada del acuerdo. China, es elprimer o segundo socio comercial para la mayorade los pases miembros del TPP y tiene acuerdosde Libre Comercio con 7 de ellos (Nueva Zelanda,Per, Chile, Brunei, Singapur, Malasia y Vietnam)y est en negociaciones para la irma de un TLC

    con Australia, lo que evidencia la importancia delgigante asitico para las economas miembros delTPP, importancia, que dicho sea de paso, no cam-

    10 El NBER y - l B. El l q : Li, C Whalley, J, C : A Nl Sl A of EIl (My 2012). NBER Wk P N. w18090.Albl SSRN: ://./b=2062723

    biar por el hecho de permanecer Beijing, fuera delacuerdo. En otras palabras, el impacto de que elTPP avanzara sin China tendra cierto matiz nega-tivo, pero en una escala, abrumadoramente, menor.

    Por el contrario, est claro que el TPP, tendraun mayor xito, mayor representatividad e impac-to global, si la economa china es incorporada, ascomo tambin si se logra la entrada de otras econo-mas emergentes regionales como India, Indonesia,Corea del Sur, Filipinas, Taiwn, Hong Kong etc.Desde mi perspectiva, Washington, apuesta msque a la prohibicin de la entrada de China, a au-mentar el costo de su adherencia al TPP.

    Confrontado con esta situacin, Beijing ha refor-zado sus esfuerzos para hacer avanzar los procesosde integracin asiticos, poniendo ahora especialatencin en el mecanismo ASEAN+6, que acaba deanunciar formalmente el inicio de negociacionespara la creacin de una zona de libre comercio parael ao 2015 y la instauracin de un rea de librecomercio con Japn y Corea del Sur, que tambinanunci recientemente el inicio de las negociacio-nes formales.

    Sin dudas, en la implementacin y posteriorevolucin del Acuerdo Estratgico Transpacico de

    Asociacin Econmica, estar no solo el pulso delprincipal conlicto geoestratgico de los prximos

    aos, sino el reacomodo de la geopoltica mundial.

    Mxico y el TPP

    Mxico, expres formalmente su intencin departicipar en el Acuerdo Estratgico Transpacico

    de Asociacin Econmica en el marco de la Cumbre

    de APEC, en Honolulu, Estados Unidos, en no-viembre de 2011. Tras una serie de gestiones conlos pases miembros y la aprobacin formal delCongreso norteamericano, fue invitada oicialmen-te a participar en junio del 2012.

    El entonces Secretario de Economa, BrunoFerrari, particip en septiembre, en el marco de laCumbre de APEC en Vladivostok, en la primera re-

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    unin de Ministros del TPP como miembro formaldel grupo (06/09/2012) y los negociadores mexi-canos se unieron formalmente a las negociacionesen noviembre.

    Como ya se haba mencionado, Mxico fue in-vitado a participar en el TPP, incluso antes de laadherencia de EE.UU, pero la administracin delentonces Presidente Fox, desentendi la solicitud,pues al no estar EE.UU, evidentemente y desde laperspectiva cortoplacista y la limitada proyeccinestratgica de la economa y de las relaciones in-ternacionales, el TPP era poco signiicativo.

    El comercio total de Mxico con los pasesmiembros del TPP (restantes 10 miembros) pasode poco ms de 135 mil millones de dlares nor-teamericanos (USD por sus siglas en ingles) en elao 2000 a los 495.514 millones 456 mil USD alcierre del 2011, lo que supone un crecimiento del76%.

    En el 2011, Mxico registro un supervit en elcomercio con el resto de los miembros del TPP porvalor de ms de 106,439 millones de USD, peroque se concentr solo en el comercio con 5 pasesEE.UU, Canad, Australia, Per y Bruni, ya que conel resto tiene dicit, especialmente signiicativos

    con Malasia, Vietnam y Singapur.

    Las exportaciones mexicanas hacia el resto delos miembros del TPP han venido creciendo de ma-nera vertiginosa, durante la ultima dcada, perootra vez de manera focalizada y concentrada enunos pocos pases: EE.UU, Canad y, en menor me-dida, hacia Chile, Australia y Per; para el resto elvalor de las exportaciones no sobrepasa, en ningncaso, los 600 millones de USD.

    Para quien se pregunte si Mxico debe estar en elTPP, una respuesta desde el sentido comn y desdela lgica poltico-econmica obligan a un rotundos. Para Mxico, la participacin en este mecanismocomercial multilateral tiene importantes connota-ciones estratgicas, desde la perspectiva asitica,pero, sobre todo, desde la perspectiva norteame-ricana. No debemos engaarnos, es cierto que el

    TPP puede y debe incrementar y mejorar la inte-raccin econmica con Asia, pero lo que determinla inclusin mexicana en el acuerdo es el temor aperder competitividad y espacios en el mercadonorteamericano frente a otros pases miembros,principalmente los asiticos.

    Ventajas y Desventajas de laentrada de Mxico al TPP

    Es obvio, que la importancia del TPP paraMxico pasa necesariamente por la relevancia queen la estrategia econmica estadounidense juega elTPP y por la preminencia del mercado norteameri-cano para la economa mexicana.

    Para Mxico, no es coherente desde el puntode vista econmico, ni poltico quedar fuera de lanegociacin, en tanto esta engloba a su primer ytercer socio econmico y las perspectivas futurasdel mercado de Amrica del Norte. Del comerciototal con los pases miembros del TPP, el 90.6%corresponde al comercio bilateral con EE.UU, pro-porcin que sube hasta el 94.7%, si sumamostambin a Canad. Estos nmeros explican y justi-ican por si solos la necesidad de incorporacin de

    Mxico al TPP.

    A priori, la principal ventaja de entrar al acuerdoahora, cuando an las negociaciones no terminandel todo, es que da a Mxico la capacidad de po-der incidir en el diseo de un acuerdo que afectaraal pas de cualquier forma, aun en el caso de ha-ber decidido no entrar. Es cierto, que el alcance deesta ventaja es limitado, porque una parte consi-derable del acuerdo ya esta consensuado y no seabrir a nuevas negociaciones, pero al menos, que-

    da la posibilidad de incluir los intereses de Mxicoen aquellos captulos aun abiertos a la negociacin.

    El acuerdo tambin ofrece otras ventajas paranada desdeables en el corto y mediano plazo, sitenemos en cuenta que Estados Unidos continuarsiendo la principal prioridad econmica, espere-mos que no la nica, para el gobierno de Enrique

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    Pea Nieto, entre las que podemos sealar lassiguientes:

    Continuar y catalizar el proceso de incorpora-cin de la produccin mexicana a las cadenasde exportacin norteamericanas y en sentidogeneral a las de Amrica del Norte;

    Abre una oportunidad para incidir en el diseode reglas de origen para competir en el mer-cado norteamericano en sectores de inters deMxico,

    Incrementa el atractivo de Mxico como des-tino de inversin y evita quedar en desventajafrente a EE.UU. y Canad en este concepto;

    Nos permite obtener reciprocidad por el acce-so de otros al mercado de EE.UU.;

    Ciertamente, abre posibilidades para la diver-siicacin econmico-comercial de Mxico,

    pero su aprovechamiento depender, en buenamedida, de la capacidad del ejecutivo nacio-nal para apoyar el potencial exportador de lasPYMES.

    Ahora bien, algunas de estas ventajas, podranconvertirse en desventajas si el ejecutivo mexica-no no termina de entender la necesidad y urgenciade implementar un modelo de desarrollo econmi-co independiente y diversiicado. Si la entrada al

    TPP, al inal slo sirve para actualizar y mejorar

    el NAFTA, como ya prevn algunos acadmicos, elincremento de la dependencia a las cadenas pro-ductivas y exportadoras de EE.UU, terminarbeneiciando, como hasta ahora, a unas cuantas

    familias del pas, y har ms evidente, en el largo

    plazo, la incapacidad estructural del actual mo-delo de desarrollo de acumular capital y generarrentas que puedan ser utilizadas en la creacin deempleos bien remunerados y en el bienestar deuna parte sustancial de la poblacin mexicana, hoymarginada del proceso de desarrollo del pas.

    La entrada al TPP, no signiica que de mane-ra automtica el pas incrementara su canasta

    exportadora y mucho menos que aumentar no-tablemente sus exportaciones hacia los pasesasiticos miembros del TPP, con los cuales Mxicotiene un claro y abultado dicit (con la excepcin

    de Brunei Darussalam, con quien se mantiene uncomercio bilateral de un nivel muy poco relevante),o incluso que incremente sus exportaciones signi-icativamente a pases como Chile, Per o Canad,

    con quienes adems ya tiene irmado tratados de

    libre comercio. En otras palabras, no hay una re-lacin directamente proporcional entre entradaal TPP y diversiicacin de los mercados expor-tables, ello pasa necesariamente por un apoyosustancial del gobierno con planes de fomento a laexportacin (organizacin de giras empresariales,creacin de un fondo estatal de ayuda a la exporta-cin, rgimen iscal lexible, etc.), pero tambin de

    un cambio de actitud del sector empresarial, quedebe conjugar una visin de largo plazo con unaaptitud ms proactiva y audaz en el posicionamien-to de los productos mexicanos en otros mercadosdistintos al estadounidense.

    Si no se dan estos cambios, el TPP no solo notendra una incidencia econmica y comercial enla diversiicacin de los mercados exportables de

    Mxico, sino que incluso el pas podra ampliaraun ms su dicit comercial con estos pases asi-ticos, los cuales estaran aprovechando el tamaodel mercado mexicano y las ventajas de acceso queprev el acuerdo, para aumentar considerablemen-te sus exportaciones.

    Resulta llamativo, el cambio de actitud nortea-mericana, de no querer nuevos miembros hastainalizada las negociaciones a favorecer y catalizar

    la entrada de Canad y Mxico. Una lectura lgica,indica que las trabas que ha encontrado Estados

    Unidos para aprobar algunas de sus propuestaspor parte de otros miembros del TPP, favoreci laentrada de ambos pases que ya aceptaron muchasde estas ideas en el TLCAN y, por ende, Washingtonespera que las nuevas incorporaciones refuercensus posiciones y puntos de vistas en las negociacio-nes. Ojala, y en este proceso, Mxico logre mantenerla independencia y los intereses nacionales, porencima del comprometimiento en la relacin con

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    Estados Unidos.

    Por otra parte, la entrada tarda al TPP, impli-ca, de hecho, una limitada capacidad de maniobrae inluencia sobre el alcance total del acuerdo. En

    sentido general, las asociaciones empresariales ycomerciales de Mxico, apoyan la incorporacindel pas al esquema del TPP, porque entienden quees una oportunidad para replantearse las bases dela asociacin con Estados Unidos.

    No obstante, la poca transparencia y el secre-tismo que acompaan las negociaciones y el hechocierto de que no se conoce la letra de lo ya acor-dado, abre una incertidumbre preocupante acercade los potenciales beneicios y perjuicios que ste

    trae para los diferentes sectores de la economanacional. Para responder a la cuestin de comoy cuando se atendern las sensibilidades, es ne-cesario que el gobierno elabore un programa deconjunto con la comunidad empresarial, sindical,acadmica y la sociedad civil para determinar si lonegociado resulta favorable y disear un plan deaccin para responder oportunamente a los sec-tores que se vean perjudicados en la negociacin.Desafortunadamente, hasta hoy nada indica queese sea el camino que se seguir.

    Como ya he mencionado en otras partes de estetrabajo, la incorporacin al TPP no es abierta, locual implica una aceptacin total de lo ya consen-suado en nuestra ausencia y, por ende, ello implicaun anlisis detallado de cada accin para evitarcomplicaciones futuras. Es imprescindible pres-tar especial atencin a la letra pequea de lo yaacordado y con las decisiones que se adopten en elproceso de negociacin en lo adelante, para que s-tas no terminen por lesionar la soberana nacional.

    En tal sentido, y teniendo en cuenta el carcter se-creto de las negociaciones, urge a la sociedad civilun monitoreo constante de lo poco que se va il-trando de las negociaciones para alertar e intentarfrenar a tiempo cualquier medida o decisin que seencamine en esa direccin.

    Es tal sentido, es necesario destacar que enel Senado mexicano, a travs de la Comisin de

    Relaciones Exteriores, la senadora Iris VianeyMendoza, emiti a inales de noviembre un exordio

    para recibir un informe sobre las implicaciones delacuerdo en [el] uso de Internet, nuevas tecnologasde la informacin y la comunicacin, y el mercadode medicamentos. Se trata de apenas un primerpaso, que aunque positivo para nada interiere en

    el avance de las negociaciones, ya que el exordiono es vinculante, las preguntas giran slo en tornodel captulo de propiedad intelectual, apenas unode los ms de 25 que componen al TPP, y que cier-tamente llega tarde y en un momento inoportuno,pues coincidi con el cambio de gobierno, justiica-cin ms que apropiada para demorar la respuesta.

    Dado que lo que esta en juego es, en buena me-dida, el futuro de la economa mexicana; el tipode relacionamiento que tendremos con EstadosUnidos y el capital corporativo nacional e inter-nacional; y que ciertamente las propuestas que senegocian en torno al TPP abarcan temas tan disimi-les como acceso a mercados, regulacin mercadofarmacutico, control de fronteras, libertad en eluso del internet, propiedad intelectual, medioam-biente y un largo etc., todas con una directaincidencia sobre la poblacin nacional, el Senado,el Congreso de la Repblica y la sociedad civil deconjunto, deberan exigir el acceso publico a losdocumentos en negociacin, o al menos, una ma-yor interaccin entre los entes gubernamentalesque llevan el acuerdo y el pblico en general.

    Por ultimo, ante el peligro evidente y crecien-te de que el Acuerdo Estratgico Transpacico de

    Asociacin Econmica se convierta en centro deuna disputa geoestratgica entre EE.UU y otras po-tencias asiticas, resulta apremiante evitar que loacordado termine inteririendo en las relaciones de

    Mxico con otros pases, especialmente con China.Para Mxico, que es miembro de APEC e integra elTPP y la Alianza del Pacico, desde luego, ste es

    un desao que debe encarar desde ya, con altura de

    miras y con una prospectiva que le permita avanzar,sin quedar entrapado en el juego norteamericanode contencin a China, en un escenario que puedevolverse cada vez ms incontrolable. Hacerle sim-plemente el juego a Estados Unidos, podra dejar a

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    Mxico es una posicin desfavorable para insertar-se de manera directa y real en la regin del mundoque es y continuar siendo el motor de la economaglobal y a donde se traslada, de manera vertigino-sa, el epicentro de la geopoltica mundial.

    Bibliografa Bsica

    Baker, Juan Carlos, Acuerdo EstratgicoTranspacico de Asociacin Econmica TPP,

    Implicaciones para Mxico, (febrero 2012).Secretaria de Economa.

    Cai Penghong, The Trans-Paciic Partnership:

    A Chinese Perspective (2011)

    Gavin Marshall, Andrew, Why So Secretive?The Trans-Paciic Partnership as Global

    Coup, (25 de noviembre de 2012). PginaWeb de TRUTH-OUT.ORG. Versin en espa-ol disponible en: http://hilodirecto.com.mx/tpp-gran-misterio-el-golpe-global

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    Scollay, Robert y Gonzales-Vigl, Fernando: Losacuerdo comerciales en Asia-Paciico de cara a

    los objetivos de APEC. (2003)

    Artculos de Prensa mexicana e internacional.

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    Por Cuauhtmoc Amezcua Dromundo.

    1. El reciente proceso electoral, lalucha contra Pea y el momento

    actual.

    Enrique Pea Nieto, lacayo del imperialismo,lleg a la presidencia de la Repblica luego de

    atropellar la voluntad del pueblo. De inmediatose dio a la tarea de demostrar su subordinacin asus amos para lo que despleg una serie de medi-das orientadas a profundizar el camino neoliberalpor el que sus antecesores, Miguel de la MadridHurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto ZedilloPonce de Len, Vicente Fox Quezada y Felipe deJess Caldern Hinojosa han venido hundiendo al

    pas.

    Un pacto por Mxico celebrado con sus com-parsas, el Partido de Accin Nacional, PAN, y elPartido de la Revolucin Democrtica, PRD, le fuetil para aparentar que su gobierno cuenta conun amplio consenso democrtico y as tratar delavarse el rostro sucio por la compra del voto, en-tre otras modalidades del fraude; y fue, a la vez, el

    Para enfrentar y derrotar el programa neoliberal de Pea:

    OTRA VEZ A DISCUSIN LOS INSTRUMENTOS,LOS OBJETIVOS Y LA VA DE LA LUCHA

    REVOLUCIONARIA URGENTE EN MXICO.

    compromiso de complicidad de esos dos partidospara implementar, junto con el gobierno y el PRI,las medidas neoliberales de tercera generacin.

    Y vino enseguida la ofensiva relmpago contrala clase trabajadora y el pueblo de Mxico y con-tra la independencia y la soberana de la nacin:reforma laboral en los trminos que ha venido exi-giendo el capital corporativo internacional y local,para precarizar las condiciones de trabajo e incre-mentar la tasa de ganancia de los patrones, a costade incrementar la explotacin de los trabajadoresy arrebatarles derechos sociales conquistados trasdcadas de abnegadas luchas.

    Reforma educativa que camina en paraleloa la laboral. Destaca el hecho de que, bajo el de-maggico argumento de que el magisterio tienecaractersticas que le brindan identidad propia y

    la distinguen del resto de los servidores pblicos,1

    genera un rgimen laboral especial para los traba-jadores de la educacin, a partir de una legislacindiferenciada que indebida e injustamente los se-para del resto de los trabajadores del pas, es decir,los retira del Artculo 123 constitucional, para in-corporarlos a un rgimen distinto, creado paraellos en el Artculo 3, y en el que estarn sujetosa una relacin laboral cuyas condiciones las decide

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    el patrn-gobierno de manera unilateral. Se tratade un accin que fragmenta todava ms la norma-tividad a que est sujeta la clase trabajadora, lo quepromueve su dispersin como clase social en be-neicio de la clase explotadora; atenta contra los

    derechos laborales de los trabajadores del magis-terio, disminuyndolos en comparacin con los quepueden disponer los trabajadores de otras ramas, yles crea inestabilidad en el trabajo, con el pretextode mejorar su preparacin acadmica y los resul-tados de la educacin. Otros pasos posteriores deesta reforma irn en tres sentidos: a) supeditar ca-balmente la formacin de las nuevas generacionesde mexicanos a la funcin que el mercado interna-cional contemporneo asigna a nuestra fuerza detrabajo, slo como subordinada y complementaria;b) generar en nuestros hijos y nietos una menta-lidad manipulable y dcil, no dispuesta a lucharpor su liberacin, la equidad y la justicia social; yc) convertir de manera plena la educacin en unamercanca con la que puedan lucrar, a sus anchas,los capitalistas que as lo deseen.

    Reforma iscal y hacendaria, en cuyo centro est

    la aplicacin del IVA generalizado a todo tipo demercancas, incluidos los medicamentos y los ali-mentos de consumo popular, que por hoy estnexentos, y otras medidas igualmente orientadas aaumentar an en mayor grado la carga iscal sobre

    las espaldas del pueblo pobre, y descargarla de losbolsillos de los magnates.

    Y viene la privatizacin de Pemex

    Qu nos toca hacer ante su feroz ofensiva?Luchar por todos los medios contra todas y cadauna de esas polticas que nos golpean directa-mente, en tanto que beneician an ms al capital

    imperialista y a la clase social que nos explota, estoparece claro, pero el hecho es que en este marco sehan puesto a discusin de nueva cuenta los temasde los objetivos, los instrumentos y las vas adecua-das para el combate.

    Ahora bien, para valorar con acierto el momen-to actual de la lucha contra Pea y su programaneoliberal y profundamente proimperialista, y to-

    mar las decisiones adecuadas, hay que partir delexamen de la batalla electoral, desde el punto devista de la participacin que la clase trabajadoray el pueblo tuvieron en ella, ms all de los polti-cos profesionales y los partidos registrados1, quehoy en da, ms que partidos, son simples empre-sas dedicadas al lucro, incluso los que se dicen deizquierda.

    Lo que ms destac, en ese sentido, fue la inter-vencin en la lucha electoral de una amplia gamade fuerzas populares y obreras que sumaron suesfuerzo al de las otras, diversas, que apoyaron aAndrs Manuel Lpez Obrador la nica opcinantineoliberal-- con lo que enfrentaron a Pea y atodo el entramado neoliberal. De esta manera, entorno a dicho candidato se form un frente plu-riclasista y pluriideolgico, en el que se puedenlocalizar tres segmentos:

    Uno, que podemos caliicar como institucio-nal y polticamente oportunista, se form con elgrupo de tres partidos registrados que inscribie-ron la candidatura de Lpez Obrador: el PRD, elMovimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo,cada uno por clculos convenencieros, aunqueaparentaron estar guiados por principios y con-vicciones. Este segmento, como es natural, en laetapa postelectoral seguir siendo oportunis-ta y estar al margen de la lucha contra Pea y elneoliberalismo.

    Otro segmento lo integr el Movimiento deRegeneracin Nacional, MORENA, que fue la baseelectoral propia de AMLO; el contingente com-puesto por cientos de miles de mexicanos delpueblo con los que pudo dialogar en reunionespequeas, por el nmero de asistentes, durante

    un largo peregrinar por el territorio nacional, delos que recogi su experiencia y su sentir respec-

    1 L ll l l- l l l l l l, q - l y l . D l x q, l l l, b .

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    to a los problemas que sufren y a la incidencia delneoliberalismo como factor que vino a agravar di-chos problemas de manera ininita. Ese dialogar

    con el pueblo sin duda inluy decisivamente en

    la mutacin que Lpez Obrador registr hacia unaposicin antineoliberal deinida, muy superior

    a la que tuvo en su candidatura de 2006, cuandoslo quera limar las aristas ms ilosas del neo-liberalismo, pero sin rechazarlo, como ya lo haceen su libro La maia que se adue de Mxico... y

    el 20122. A esos mismos grupos del pueblo, a lavez los convenci con sus opiniones y puntos devista sobre qu habra que hacer y cmo hacer-lo para cambiar las cosas; en concreto, librar unalucha pacica tenaz por la va electoral, y gan su

    conianza convirtindose en su lder indiscutible.

    Quien haya seguido todo ese perodo con aten-cin compartir el juicio de que ese contingente sehubiera formalizado como partido poltico desdeantes de las pasadas elecciones y hubiera parti-cipado en ellas como tal, si no hubieran existidolos obstculos de procedimiento que los enemigosde Lpez Obrador y su proyecto crearon expresa-mente para impedirlo. Este segmento, por cuantoa su composicin social, es francamente popular;y en lo poltico, por lo que se reiere a su base

    multitudinaria y su principal dirigente, se pue-de deinir como antineoliberal, lo que no implica

    que compartan esa posicin los numerosos pol-ticos profesionales oportunistas formados en lasilas del PRD y partidos aines que aparecieron en

    las ilas del MORENA, llevando con ellos sus viejos

    vicios. Por esto ltimo y tambin por los vncu-los que Lpez Obrador tuvo con el PRD en otrosmomentosalgunos observadores confundenal MORENA con el segmento oportunista, pero laconfusin se sustenta sobre todo en la ausencia deun anlisis poltico cuidadoso. Este segmento, a di-

    ferencia del anterior, no cabe duda que en la etapapostelectoral estar del lado de las fuerzas popula-res en la pelea contra el neoliberalismo.

    El tercer segmento lo formaron decenas,

    2 E l El lb L Ob, l j 2012, bl yP N. 3, l l lbl AMLO q fj lb.

    centenares tal vez, de agrupaciones, partidos,movimientos y frentes de carcter nacional, re-gional y local, ajenos a los partidos mencionadosy a MORENA, unos numricamente pequeos yotros ms numerosos. Su composicin social popu-lar y de trabajadores; aunque heterogneo desdeel punto de vista ideolgico, cont con la militan-cia de varios destacamentos organizados, estoss de izquierda. Entre otros partidos y grupos re-volucionarios y progresistas, formaron parte deeste segmento la Organizacin Poltica de losTrabajadores y el Pueblo, OPT, y el Partido PopularSocialista de Mxico, as como amplios conjuntosde trabajadores electricistas, mineros, docentes yde muchas otras ramas de la produccin; nume-rosos jvenes y mujeres e inclusive grupos de laburguesa pequea y mediana.

    Sobre este segmento hay que precisar que, entrminos generales, su integracin al frente obra-dorista acaeci de facto, pues se fue dando sin quela mayora de los grupos citados sostuvieran discu-siones previas con el candidato ni entre ellos; sinque irmaran compromisos programticos ni pac-tos de tipo alguno; sin que los proyectos diversosque unas y otras agrupaciones sostenan, fueranexpresamente compartidos por los dems, aunquees obvio que existan puntos de coincidencia en as-pectos medulares. Lo cierto es que cada grupo seuni a la lucha por decisin propia y slo en unospocos casos hubo algunas formalidades, como conla OPT. Este amplio segmento del frente, entre suscaractersticas, tuvo una autonoma notoria que serelej, entre otras cuestiones, en que no todos sus

    concurrentes aceptaron las decisiones tcticas delcandidato slo algunas-- y menos asumieron lasde los partidos con registro. Tampoco respalda-ron a todos los que aspiraban a otros puestos de

    eleccin, como diputados y senadores, aunque losapoyara el propio Lpez Obrador; es ms: variasorganizaciones repudiaron pblicamente a ciertosaspirantes, casi siempre con justeza, dada su tra-yectoria en la vida poltica y social, endeble y sintica. No obstante estas peculiaridades, este seg-mento hizo aportes valiosos a la campaa electoraly est llamado a desempear un papel medular enla lucha postelectoral.

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    Para concluir la valoracin que se viene hacien-do, es til destacar que la dimensin y la amplituddel frente obradorista y en particular del tercersegmento-- fue tal que muy pocas fuerzas popula-res y de izquierda quedaron al margen del mismo,si bien entre ellas hubo distintos grados de com-promiso y apoyo a la lucha: unas respaldaron lacandidatura de Lpez Obrador con decisin, con-vencidas de que su factible victoria signiicara que

    en su mandato el poder ejecutivo ya no sera elprincipal promotor y ejecutor de las polticas neo-liberales, como ha sido por treinta aos, y que, deser impulsado por una activa movilizacin popular,incluso llegara a contribuir a la gradual destruc-cin de todo el entramado que el imperialismo yla burguesa ttere han tejido con el propsito deconsolidar su dominio y explotacin. As lo vio elPPS de Mxico y se esforz en difundir su punto devista, con el in de elevar la conciencia de la clase

    trabajadora. Adems, sustent el criterio de quela actual correlacin de fuerzas en el continente,donde Estados Unidos ha perdido su hegemonafrente a la decisin emancipadora y unitaria de lamayora de los pases latinoamericanos con Cuba,Venezuela, Bolivia y Ecuador a la cabeza, pero tam-bin con Brasil, Argentina y otros ms que asumenactitudes que ya no son sumisas ante el imperio,creara las condiciones para que un gobierno noneoliberal en Mxico entrara en la dinmica li-beradora que prevalece en la regin, de manerapaulatina pero inexorable, a pesar de que LpezObrador empezara siendo moderado en compa-racin con varios de los aludidos. Otras fuerzas deeste segmento tuvieron titubeos, pero ayudaron enla batalla, por lo que slo un puado de individuosy grupos, con sectarismo agudo y poca incidenciaen la vida nacional, quedaron al margen o de planorechazaron esa candidatura argumentado su ca-

    rcter burgus.

    Pero al terminarse la etapa electoral, en la quese crearon las condiciones para el surgimien-to del frente amplio ya analizado, sus integrantesvolvieron a su dispersin previa, como era de es-perarse. Los del primer segmento, que acudieronal frente obradorista por clculos y conveniencias,en la nueva situacin, con Pea en la presidencia,

    percibieron otras posibilidades. El PRD acudi pre-suroso a irmar el ya citado Pacto por Mxico,

    junto con el gobierno, el PRI y el PAN. Adems, seencamina hacia la alianza con el PAN para postularcandidatos en las prximas elecciones locales envarias entidades del pas, senda que ya ha recorri-do en otras ocasiones con la mayor desvergenza.Por lo que hace al PT, ha anunciado su intencin deir en alianza con el PRI en Baja California, y tampo-co sera la primera vez que se aliara con ese partidoy/o con el PAN, segn convenga a sus dirigentes.No es de sorprender que estos partidos acten as;hubiera sido ingenuo esperar otra conducta dequienes hacen de la poltica un simple negocio.

    Por su parte, el Movimiento de RegeneracinNacional, superada la fecha que los enemigos deLpez Obrador pusieron como lmite de la artiicio-sa imposibilidad que impusieron para formalizarun nuevo partido, se ha lanzado de lleno a cumplircon todos los requisitos para ese in. Es claro que

    se trata de un contingente que acta conforme a laconcepcin de AMLO de que para cambiar las cosaslo que hace falta es librar una lucha pacica tenaz

    por la va electoral; y tambin conforme a la ideo-loga antineoliberal de su dirigente, que perseveraen la lucha contra la reforma laboral y la iscal, la

    privatizacin de Pemex y otras medidas medularesdel programa de Pea y de la dupla imperialismo-burguesa aptrida.

    Por lo que hace a la gran diversidad de otrosintegrantes del frente obradorista que referimoscomo el tercer segmento, varios de los cuales en lacampaa haban dejado de lado temporalmente lospuntos de vista que han sostenido de manera tra-dicional sobre los objetivos, los instrumentos y lava de la lucha, al quedar atrs la coyuntura elec-

    toral retomaron sus ideas previas idnticas o convariaciones con lo que se reaviv un debate queya exista. Procede analizar este debate, con el ni-mo de avanzar de nueva cuenta hacia la unidad enla accin, que es un requisito indispensable para li-brar la batalla contra Pea y el neoliberalismo, conposibilidades de victoria.

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    2. Sobre la necesidad de revisary acordar los objetivos de lalucha, desde el punto de vista

    de los contingentes populares yantineoliberales.

    Hay que reconocer que entre quienes estuvimosen el gran frente obradorista existe una diversidadde concepciones sobre el objetivo histrico de lalucha, que tienen que ver con conceptos propios deuna u otra clase social y tambin con las tesis queunas u otras corrientes han sostenido a lo largo deltiempo.

    Por ejemplo, las corrientes burguesas, aunquealgunas, en Amrica Latina y en Mxico, estn dis-puestas a luchar contra el neoliberalismo y hastapor la liberacin nacional, como en efecto lo estn,no conciben la desaparicin de la sociedad capita-lista ni a corto ni a largo plazo; creen que bastarnciertos cambios en algunas sobreestructuras, comoel sistema poltico-democrtico, la educacin yotras, para resolver los problemas sociales y acabarcon las injusticias. Por tanto, con algunas de estascorrientes podemos y debemos compartir la lu-cha para echar a los neoliberales y para conquistarnuestra segunda y deinitiva independencia, pero

    debemos tener claridad de que no compartiremosla lucha por el socialismo, puesto que, en cuanto aese objetivo, sus intereses de clase son contrariosa los nuestros. Los socialdemcratas, que son unavariante del pensamiento burgus, en su mayoraapoyan hoy en da al neoliberalismo, as sucedecon la mayora de los partidos de tipo que se agru-pan en la llamada Internacional Socialista, y desdeluego tambin con los grupos cupulares de los dospartidos mexicanos miembros de la misma, el PRD

    y en el PRI. Por tanto, estn del lado contrario de latrinchera, de modo que sera absurdo concebirloscomo aliados nuestros. Existe una variante entrelos socialdemcratas que an incluyen en su hablala palabra socialismo, pero lo plantean como unaconsecuencia de una serie de pequeos cambiospor los que el sistema capitalista se ira reforman-do, sin cambios radicales, rupturas, ni mutacionesde carcter cualitativo en la sociedad. Segn ellos,

    el socialismo acabara siendo una especie de ca-pitalismo con rostro humano. No son stas, sinembargo, posiciones de carcter popular.

    En otro extremo, los anarquistas tienen la opi-nin de que toda forma de estado y todo tipo deautoridad debe desaparecer de inmediato; ni si-quiera conciben un estado proletario. Es decir,rechazan el pensamiento revolucionario de Marx.

    Ahora, dentro de la lnea revolucionaria que seacoge a Marx, tambin hay varias opiniones respec-to del objetivo histrico: unos suponen que nuestrasociedad est madura para realizar una revolucinsocialista que tome el poder, establezca la dicta-dura del proletariado e instituya el socialismo deinmediato. Otras corrientes al revs, rechazan porobsoleta la idea de la toma del poder por el prole-tariado y estiman que el poder se debe construirdesde abajo en un lento proceso. Por nuestra parte,procurando apegarnos al pensamiento marxista demanera rigurosa pero jams dogmtica, airmamos

    que el objetivo histrico de la clase trabajadoraes la desaparicin de la propiedad privada de losmedios de produccin y cambio y, con ello, la delcapitalismo y la de todo tipo de explotacin deunos humanos por otros, y la construccin de unasociedad superior en todos los rdenes: el tico, eldemocrtico, el humanstico, el de la valoracin yproteccin del medio ambiente, entre otros. Perosabemos que el proceso de transicin de la so-ciedad actual a sa, de nuevo tipo, es complejo yno obedece a urgencias desesperadas ni volun-tarismos que segn Lenin relejan mentalidades

    pequeoburguesas, sino que requiere de grandestransformaciones revolucionarias en la base eco-nmica de la sociedad y en sus sobreestructuras,que han de ser resultado de un tenaz esfuerzo y de

    un trabajo que no es lineal, sino, como ya se dijo,complejo. Coincidimos, entre otros, con el experi-mentado dirigente de la Revolucin Cubana, FidelCastro, quien ha dicho que para llegar al socialis-mo Es necesario, es imprescindible que el puebloconozca qu es el socialismo, en qu consiste el so-cialismo, y cmo se llega a esa sociedad, y que aesa sociedad no se llega en veinticuatro horas, nien un mes, ni en dos aos, que a esa sociedad ms

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    justa no se llega si no es sobre la base del traba-jo y sobre la base del desarrollo econmico de lanacin, y sobre la base del desarrollo de nuestrasriquezas, porque es imposible establecer esa so-ciedad ms justa sin un aumento extraordinario enla produccin de bienes, que permita a todos losciudadanos de un pas la satisfaccin de todas susnecesidades2. Asimismo, concebimos que puestoque Amrica Latina y Mxico forman parte del sub-sistema subyugado dentro del sistema capitalistamundial contemporneo, el primer paso en nues-tro trnsito hacia una sociedad socialista consisteen nuestra liberacin respecto del imperialismo.

    Como se ve, las diferencias sobre el objetivo his-trico son profundas y no fciles de zanjar. Mas porfortuna hay adems otros objetivos: los de medianoplazo y los de inmediata realizacin. Los objetivosde mediano plazo estn en el camino entre los quenos proponemos como inalidad histrica y los que

    queremos alcanzar con urgencia; pero son stos l-timos los que debemos discutir en primer trmino,por su premura y porque son los que ofrecen me-nos diicultades para construir ideas comunes.

    Adems, porque a las fuerzas populares, an-tineoliberales y revolucionarias nos convieneabordarlos pronto para llegar a acuerdos en estetema y sobre esa base combatir juntos al enemigocomn, multiplicando las posibilidades de obtenerla victoria, dejando para despus las discrepanciasque tenemos y cuyo debate no es urgente.

    Si as procedemos, nos ser fcil comprenderque, puesto que la disyuntiva que presidi el perio-do electoral no se limit a ese corto lapso y siguepresente hoy en da, los mismos objetivos que hi-cieron posible el amplio frente unitario de facto en

    torno a Lpez Obrador, tambin siguen vigentes.En efecto, el dilema sigue estando entre la ambi-cin del capital imperialista y la burguesa aptridade mantener y profundizar la explotacin despia-dada de los trabajadores y el saqueo descomunalde nuestros recursos, y nuestra necesidad de de-tener y revertir ese proceso injusto, para lo que esindispensable echar a los neoliberales y a sus amosde dentro y fuera del pas.

    Nuestro objetivo urgente en esta etapa postelec-toral, exactamente como lo fue en la etapa electoral,debe ser echar a los neoliberales. Aunque con unacomplicacin: como parte de esta misma lucha, hoydebemos enfrentar todas las acciones de Pea que,tal y como lo previmos, tan pronto se instal enla presidencia y aun desde antes desat la ofensi-va neoliberal que ya referimos, pues est apuradoen demostrar a sus amos imperialistas y de la granburguesa local, que l y el PRI son sus servidoresieles y eicaces, por encima de los panistas que es-tuvieron a cargo durante los doce aos pasados;porque a esto se reduce la rivalidad entre el PANy el PRI de nuestros das, a una lucha por ganar laconianza y el favor de los dueos del capital impe-rialista, a quienes uno y otro sirven de rodillas.

    Procede, por tanto, q