teoria geotermia

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TÍTULO: AHORRO DE ENERGÍA. APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA GEOTÉRMICA EN LAS INSTALACIONES DE CLIMATIZACIÓN AUTOR/ES: ANA MARÍA GARCÍA LÓPEZ EMPRESA/ORGANISMO: CIATESA

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TÍTULO: AHORRO DE ENERGÍA. APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA GEOTÉRMICA EN LAS INSTALACIONES DE CLIMATIZACIÓN AUTOR/ES: ANA MARÍA GARCÍA LÓPEZ EMPRESA/ORGANISMO: CIATESA

INTRODUCCIÓN El empleo de equipos que usan agua en el circuito exterior unidos a captadores geotérmicos que aprovechan la energía acumulada en el terreno, es una práctica habitual desde hace más de veinte años en países centroeuropeos. De hecho esta práctica se ha incrementado en los últimos años como consecuencia del aumento de instalaciones de climatización en dichos países, ya que con una bomba de calor se cubren las necesidades tanto en frío como en calor con un solo sistema. Esto no sería posible empleando bombas de calor que empleen el aire exterior como sumidero o fuente de calor ya que las temperaturas exteriores en invierno son tan bajas que el rendimiento de los equipos es mínimo en estas condiciones, y en muchos casos se baja de los límites de funcionamiento que marca el fabricante. Por el contrario, el terreno permite temperaturas de agua y consecuentemente frigoríficas menos extremas y constantes a lo largo de toda la estación, pudiendo emplearse la bomba de calor en invierno. Sin embargo es prácticamente inexistente el uso de la geotermia en los países de la cuenca mediterránea, ya que en esta zona las temperaturas más benignas permiten el uso del aire como fuente o sumidero para los equipos bomba de calor y por otra parte, el coste económico y la dificultad técnica son mayores en una instalación con captadores que en una convencional empleando el aire exterior. No obstante, realizando un buen dimensionado del captador geotérmico, y en función del tipo de terreno, en la mayoría de los casos se obtienen rendimientos globales de las instalaciones muy por encima de aquellas con equipos que usan aire en el circuito exterior, circunstancia que hace conveniente el estudio de la aplicación geotérmica en sistemas de climatización. En el presente trabajo se presenta la simulación informática de un edificio de oficinas situado en la Universidad de Valencia al que se climatiza usando un equipo aire-agua que emplea el aire exterior como fuente o sumidero de calor y un equipo agua-agua que emplea un captador geotérmico como fuente o sumidero de calor. Los datos expuestos son parte de los resultados obtenidos en el marco del Proyecto GEOCOOL Geothermal Heat Pump for Cooling and Heating along Coastal Areas, contract NN5-2001-00847, financiado por la Unión Europea dentro del V Programa Marco y en el que participan la Universidad Politécnica de Valencia, la Aristotle University of Thessaloniki (AUTH), el Ente per le Nuove tecnologie, l’Energia e l’Ambiente (ENEA), Groenholland, AEDIE y CIATESA. Se ha simulado el comportamiento del sistema con distintas configuraciones de captadores con el fin de comprobar la influencia de factores como la disposición de los tubos o el relleno entre los mismos. Se verá también el rendimiento obtenido con un sistema u otro en modo frío y calor en un horizonte de 25 años.

En el momento de elaborar este documento, se han comenzado ya las mediciones reales en dicho sistema con el fin de contrastar y corroborar la veracidad de dichas simulaciones. ENERGÍA GEOTÉRMICA La tierra posee en su interior un núcleo incandescente que se encuentra a gran temperatura. Como consecuencia de la existencia de grietas parte de este núcleo, también llamado magma, puede aflorar a la superficie terrestre, creando lo que llamamos volcanes. Es pues evidente que la tierra experimenta un aumento de temperatura al aumentar la profundidad en dirección al núcleo. Este aumento puede estimarse en unos 24ºK/km de profundidad, con gradientes que oscilan entre los 9 y los 48ºK/km. A la energía que la tierra desprende se le conoce como geotérmica y al uso de dicha energía se le conoce como aplicaciones geotérmicas. El uso directo de los fluidos termales es la aplicación más común. En función de la temperatura y la profundidad el uso de la energía geotérmica se clasifica en:

• Aplicaciones de alta temperatura: Por encima de los 150ºC (utilizada en centrales eléctricas por ejemplo).

• Aplicaciones de media temperatura: Entre los 35 y 150ºC, es empleada de forma directa para calefacción o producción de frío por absorción.

• Aplicaciones de baja temperatura. Dentro de éstas últimas se encuadran los captadores geotérmicos unidos a la bomba de calor. Los equipos empleados normalmente son del tipo agua-agua o bien agua-aire de forma que en la unidad exterior del equipo el fluido de intercambio es agua, que cederá la energía sobrante o la captará del terreno según el modo de funcionamiento frío o calor. Esta aplicación geotérmica es indirecta, ya que lo que realmente se aprovecha del terreno, es la temperatura constante que éste tiene a unos metros de distancia de la superficie y su invariabilidad en función de las condiciones exteriores. Es precisamente este hecho lo que hace interesante el uso de esta energía, ya que al ser la temperatura del terreno prácticamente constante, también lo es la temperatura de intercambio en el circuito de agua y como consecuencia la temperatura frigorífica en la bomba de calor, lo que implica que el rendimiento es muy constante a lo largo de toda la temporada. Este hecho unido a la selección del captador de manera que dicho rendimiento sea suficientemente alto es lo que supone un ahorro de energía frente a un sistema convencional.

VARIACIÓN DEL RENDIMIENTO DE LA BOMBA DE CALOR EN FUNCIÓN DE LA TEMPERATURA La bomba de calor basa su tecnología en la máquina de Carnot. El foco frío o fuente cede calor al refrigerante enfriándose, el foco caliente o sumidero, absorbe calor del refrigerante calentándose, y el fluido frigorífico recorre el ciclo actuando de medio intermedio para el trasvase de energía. Por su parte el compresor actúa como elemento que aumenta la presión del refrigerante absorbiendo una energía (Figura 1).

Figura 1.- Máquina de Carnot El ciclo frigorífico de este equipo en el diagrama de Mollier quedaría como sigue (Figura 2), donde puede verse que la energía frigorífica cedida por la fuente fría al evaporador más la energía consumida por el compresor es igual a la energía cedida por el condensador a la fuente caliente o sumidero.

Figura 2.- Ciclo teórico de Carnot en el diagra de Mollier Presión – Entalpía

Por tanto, si expresamos el rendimiento como la potencia frigorífica o calorífica obtenida dividido por la potencia absorbida por el compresor llegaremos a [1]. Al rendimiento del equipo trabajando en modo calor se le denomina COP (Coefficient of Performance) y en modo frío EER (Efficiency Energy Rate) operando con las expresiones anteriores se obtiene que el rendimiento del equipo depende sólo de las temperaturas del foco frío y el foco caliente [2] y [3]. Si tomamos como ejemplo una bomba de calor aire-agua en la que el fluido de intercambio en la unidad exterior sea el aire exterior, tendremos que en invierno el foco frío sería el ambiente exterior, si Tf disminuye, el rendimiento del equipo disminuirá y como consecuencia la potencia calorífica que produzca será menor para una misma potencia absorbida, vemos pues, que cuando más necesaria es la producción de calor menor será la producción de la misma en el equipo. Esto ocurrirá a lo largo de toda la estación y será más acusado en lugares con temperaturas exteriores extremas (zonas interiores). Si analizamos el EER en verano, nos encontramos con el mismo resultado.

TfTcTcCOP−

= [2]

TfTcTfEER−

= [3]

Donde: Tc = Temperatura del foco caliente Tf = Temperatura del foco frío COP = Rendimiento en modo calor EER = Rendimiento en modo frío Como conclusión obtenemos que cuanto mayor sea la temperatura del foco frío y menor la del foco caliente, mejor rendimiento frigorífico se obtiene en el equipo, respetando los límites impuestos por la válvula de expansión. Por tanto, si empleamos un intercambiador enterrado suficientemente grande podemos tener temperaturas de intercambio muy beneficiosas para un alto rendimiento. En contraposición la inversión inicial es más cara, y no siempre hay espacio suficiente disponible, por tanto habrá que llegar a una solución de compromiso que proporcione el rendimiento óptimo. DIMENSIONADO DE LOS CAPTADORES Visto lo anterior, el correcto dimensionado del captador es la pieza clave de este tipo de instalaciones. Son múltiples los factores que influyen en el cálculo de la longitud del intercambiador.

1 EER Pconsumida

Pconsumida ca Pfrigorífi Pconsumida

a Pcalorífic COP + = +

= = [1]

En la literatura pueden encontrarse funciones que expresan la transferencia térmica de un tubo al terreno en régimen transitorio. Operando con dichas expresiones se llega a la función que determina la longitud del intercambiador enterrado. Dicha longitud será función de los parámetros que se detallan a continuación.

),,,,( RsCapTfTsQfLcaptador = [4] Donde: Q = Calor a disipar o captar por el terreno Ts = Temperatura del suelo Tf = Temperatura del fluido que circula por los tubos (normalmente agua o bien agua glicolada) Cap = Morfología y tipo de material del captador Rs = Resistencia térmica del suelo En primer lugar deberá conocerse el calor extraído o cedido al suelo, éste viene impuesto por la bomba de calor que sea necesaria. Para calcular dicho equipo se deben calcular las necesidades térmicas máximas simultáneas tanto en frío como en calor y con ellas conocer el equipo a instalar. La energía a disipar en verano será como anteriormente vimos la suma del calor absorbido por el evaporador más la energía absorbida por el compresor y en invierno la energía que debe captarse será igual a la frigorífica. Un dato fundamental es la energía necesaria a lo largo de toda la estación y que viene impuesta en gran parte por el perfil horario de uso del edificio, puesto que el intercambiador tendrá mayor o menor longitud en función a dicho uso, ya que demandas intermitentes permiten la recuperación del terreno y favorecen un mejor intercambio. Calor cedido al terreno en modo frío [5] y captado del terreno en modo calor [6]:

+∗=+=

EERQfrigQabsQfrigQced 11 [5]

−∗=−=

COPQcalorifQabsQcalorifQabs 11 [6]

La temperatura del suelo deberá calcularse según la profundidad a la que se encuentre el captador. Es claro que esta temperatura dependerá de la temperatura superficial del terreno, y dicha temperatura no sólo depende de la exterior, sino también del tipo de suelo, se tiene por ejemplo, que para iguales temperaturas exteriores, dependiendo del tipo de suelo la variación de la temperatura superficial puede ser muy alta en suelos más compactos y duros y prácticamente constante en otros de tipo arcilloso. Por otro lado, en función del uso que tenga el sistema de climatización el terreno tendrá capacidad para recuperar la temperatura o por el contrario irá aumentando su temperatura en verano y disminuyéndola en invierno empeorando de este modo su capacidad de intercambio con el captador llegando en el peor de los casos a la saturación.

La temperatura del suelo será función de los siguientes parámetros:

),,,,sup( tCeKxerfTfTsuelo = [7] Donde: Tsuelo = Temperatura del suelo a una determinada profundidad Tsup = Temperatura del suelo en la superficie x= Profundidad K = Conductividad térmica del terreno Ce = Calor específico del terreno t= Tiempo La temperatura del fluido influye directamente en el dimensionado del captador, ya que cuanta más diferencia exista entre ésta y el terreno la transferencia de calor será mejor y por tanto se necesitará menor longitud de captador y el ahorro económico será mayor. Así en verano por ejemplo, cuanto más alta sea la temperatura del fluido mayor diferencia existirá entre el terreno y éste y mejor será el intercambio. Sin embargo, la temperatura del fluido también influye en el rendimiento del equipo frigorífico y en este caso el comportamiento es el contrario, en verano, cuanto más baja sea la temperatura del fluido en el lado del condensador, mejor será el rendimiento del equipo tal como vimos en [3]. El mismo razonamiento puede emplearse en funcionamiento bomba de calor. Deberemos pues llegar a una solución de compromiso. La morfología y tipo de material del captador son datos fácilmente conocidos del polietileno que se emplee en el captador y no requieren una descripción detallada. Por último, debe calcularse la resistencia térmica del terreno que será función de la conductividad térmica, la difusividad (se obtiene dividiendo la conductividad por el calor específico), el tiempo de intercambio y dimensión del hueco donde esté enterrado el intercambiador. Los datos de conductividad y calor específico según el tipo de suelo pueden conseguirse en cualquier bibliografía especializada. En España existen 17 tipos de suelos registrados y cada uno con unas características térmicas, estos suelos están distribuidos según las regiones. Sin embargo, la conductividad varía sensiblemente en función de la saturación de agua del terreno, por tanto, los datos obtenidos en la bibliografía deben considerarse sólo a título orientativo, y como primera aproximación, en cada caso particular se recomienda realizar una cata del terreno, ya que los valores pueden ser muy dispares.

TIPOS DE CAPTADORES En primer lugar hay que decir que existen dos tipos de intercambiadores dependiendo del tipo de fluido que circula por el interior de los tubos: refrigerante o agua / agua glicolada. El primer tipo de intercambiadores no se contemplan en este artículo, en ellos, el refrigerante se distribuye mediante tuberías de cobre plastificadas a lo largo del terreno actuando éste directamente como condensador o evaporador. Requieren un gran volumen de refrigerante y una instalación delicada, además de suponer un alto riesgo de fugas y un mantenimiento complejo. Los intercambiadores usados mayoritariamente son aquellos en los que por los tubos circula agua o agua glicolada dependiendo de las temperaturas a las que vaya a trabajar la bomba de calor. En función de la disposición de los tubos en el terreno, existen también dos grandes divisiones de intercambiadores: Horizontales y Verticales. Los horizontales (Figura 3) son muy fáciles de instalar, la profundidad a la que deben enterrarse es como mínimo de 1,5 metros, oscilando normalmente entre los 2 y los 5 metros, la disposición puede ser muy variada y su ventaja principal es el bajo coste de la instalación, especialmente si se aprovecha el movimiento de tierra necesario para realizar los cimientos del edificio y al mismo tiempo excavar la superficie necesaria para el intercambiador. Entre las desventajas se encuentra que necesitamos mayor superficie de intercambiador, ya que la conductividad térmica es menos favorable y el sistema en general es más sensible a los cambios de temperatura exterior. Por otra parte, la superficie necesaria para instalarlo en la mayoría de las ocasiones no está disponible. Los intercambiadores verticales (Figura 3) consisten en dos tubos plásticos de pequeño diámetro en forma de U enterrados en un pozo que puede tener una profundidad variable entre los 50 y los 200 metros. Estos tubos son uno de ida y otro de vuelta, pueden llevar cada cierta profundidad algún sistema de separación que los mantenga siempre a distancia, también se pueden poner distintos tipos de relleno entre los tubos (arena, el propio material del terreno o material de más alta conducción). Estos últimos intercambiadores no se ven influenciados por la temperatura exterior y se requiere muy poca superficie para su instalación, además de necesitar menos longitud de tubo por ser la transferencia de calor mayor por metro lineal de captador. Sin embargo, su coste de instalación es mucho mayor debido a la perforación del pozo. La instalación propuesta en este documento contempla diferentes configuraciones de captadores verticales.

Figura 3.- Ejemplo de captadores geotérmicos horizontales y verticales Las disposiciones posibles de los captadores tanto horizontales como verticales son múltiples y todo dependerá del espacio con que se cuente y de la profundidad a la que se pueda excavar. A continuación se presentan algunas posibles configuraciones horizontales y verticales (Figuras 4.1, a 4.4). Las pantallas están tomadas de un programa de cálculo de intercambiadores enterrados. Las configuraciones horizontales son fáciles de interpretar, en cuanto a la vertical simplemente comentar que aparece la vista en planta de los pozos, de modo que cada círculo sería un pozo en el que habría dos tubos uno de ida y otro de vuelta formando U.

Figura 4.1.- Disposición Horizontal con varios circuitos al mismo nivel

Figura 4.2.- Disposición Horizontal con varios circuitos al mismo nivel y dos niveles de tubos

Figura 4.3.- Disposición Horizontal con varios circuitos en paralelo en el mismo nivel y varios niveles de tubos

Figura 4.4.- Disposición Vertical con varios circuitos en paralelo y N pozos en dirección X y M pozos en dirección Y

En los captadores de tipo vertical, el material de relleno y el uso o no de separadores puede afectar a la capacidad de transmisión de calor hacia el terreno. A continuación (Figura 5 y 6) se muestra una simulación de la evolución de la temperatura del agua dentro de los tubos empleando diferentes materiales de relleno. La figura 5 presenta la temperatura a la que retorna el agua a la bomba de calor en una simulación de la respuesta del terreno ante una carga teórica constante de calefacción (extracción de calor del terreno) de 24 horas de duración. La simulación que se presenta se ha hecho con dos tipos de materiales de relleno diferentes y separadores en ambos casos. Los rellenos son: bentonita al 10% de humedad y grava. La hipótesis es la de una carga de calor constante, por lo tanto, al ser el caudal de agua constante, en el lado de la bomba de calor, se mantendrá el salto térmico constante, en este caso igual a 5ºC. En el lado del intercambiador, a menor conductividad del terreno, mayor tendrá que ser el salto térmico agua-terreno. En la figura 5 se aprecia como la temperatura del agua es hasta 3ºC más baja en el caso de la bentonita comparada con la grava.

Otro dato que se extrae de la curva, es que conforme avanza el tiempo, el terreno se ‘satura’, es decir se enfría y por tanto el agua retorna cada vez más fría del intercambiador. Por consiguiente el COP se deteriora. En modo frío las diferencias de temperatura son aún mayores. El rendimiento instantáneo de un equipo agua-agua con el régimen de temperaturas impuesto por ambos rellenos, puede consultarse en la documentación técnica del fabricante donde se comprueba que el rendimiento es un 6% menor en el caso de la bentonita que en la grava. Modo calor Tª agua circuito exterior: 16/11ºC Tª agua circuito interior: 45/50ºC Rendimiento: 3,50 Tª agua circuito exterior: 12/7ºC Tª agua circuito interior: 45/50ºC Rendimiento: 3,33 Por tanto, se ve claramente que la bentonita tiene una peor conductividad térmica que la grava, lo que supone una diferencia de temperaturas importante, y que redunda en una diferencia importante de rendimiento en el equipo. Como conclusión puede decirse que el relleno entre los tubos es un factor importante a la hora de seleccionar la construcción del captador.

EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA DEL AGUA PARA DIFERENTES MATERIALES DE RELLENO, CAPTADORES

VERTICALES, CARGA EN CALEFACCIÓN

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

2 5 10 15 25

Horas

Tem

pera

tura

(ºC

)

GRAVA

BENTONITA 10% HUMEDAD

Figura 5.- Simulación para captador vertical con distintos materiales de relleno sometido a carga pico durante 24 horas en modo calefacción

EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA DEL AGUA PARA DIFERENTES MATERIALES DE RELLENO, CAPTADORES

VERTICALES, CARGA EN REFRIGERACIÓN

30

32

34

36

38

40

42

44

46

2 5 10 15 25

Horas

Tem

pera

tura

(ºC

)

GRAVA

BENTONITA 10% HUMEDAD

Figura 6.- Simulación para captador vertical con distintos materiales de relleno sometido a carga pico durante 24 horas en modo refrigeración

COMPARA CIÓN DE UN SISTEMA DE CLIMATIZACIÓN CON EQUIPOS AIRE-AGUA Y EQUIPOS AGUA-AGUA CON INTERCAMBIADORES ENTERRADOS Para poder comparar ambos sistemas de climatización con y sin captador, es necesario conocer el rendimiento de la instalación, que se define como el cociente entre la energía térmica suministrada (ya sea en modo frío o calor) y la energía eléctrica consumida por el sistema (compresor, ventiladores, sistema de bombeo, etc). Este cociente debe conocerse a lo largo de toda la estación (rendimiento medio estacional), ya que como se ha visto, el perfil de cargas, el comportamiento del suelo y la potencia suministrada por el equipo frigorífico varían a lo largo de todo el año, y es necesario computar los resultados en toda la estación de calor y de frío para conocer el ahorro real. Para poder lograr esto, se han empleado varios programas de simulación que obtienen el comportamiento de cada uno de los elementos del sistema.

− El perfil de cargas de calefacción y refrigeración a lo largo de toda la temporada.

− Modelado de la bomba de calor con el fin de conocer la potencia frigorífica / calorífica y el rendimiento del equipo en cada momento de uso del mismo.

− La resistencia térmica del terreno a lo largo de toda la temporada − El consumo adicional de elementos como bombas, ventiladores de

equipos, etc. − La evolución de la temperatura del agua dentro del captador a lo largo

de toda la temporada.

Además, se ha obtenido el rendimiento medio estacional para diferentes materiales de relleno. En la Figura 7 puede verse el rendimiento medio estacional en un horizonte de 25 años tanto en frío como en calor para un captador vertical con 6 pozos en configuración 3 x 2, el relleno empleado es bentonita al 10% de humedad. En este caso se ve cómo el rendimiento en modo frío es mayor (casi 4,6 el primer año) que en modo calor (inferior a 4 el primer año), esta diferencia se va acortando a lo largo de los primeros años de explotación, la razón es que para el edificio simulado la carga en calor es menor que en frío (13 kW en calor y 17 kW en frío) y esto implica que a nivel global existe una descompensación de energía por lo que el suelo poco a poco se irá calentando de forma que será más favorable para el intercambio en modo calor y menos favorable para el intercambio en modo frío. Esta circunstancia se dará en la mayoría de las instalaciones en nuestro país, ya que por tener un clima cálido, las necesidades de frío en la mayoría de las regiones son superiores a las de calor.

RENDIMIENTO MEDIO ESTACIONAL DE LA INSTALACIÓN CON EQUIPOS AGUA-AGUA Y CAPTADOR GEOTÉRMICO VERTICAL CON RELLENO DE

BENTONITA AL 10%

3,4

3,6

3,8

4

4,2

4,4

4,6

4,8

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

Años

BOMBA DE CALOR

REFRIGERACIÓN

Figura 7.- Rendimiento medio estacional de la instalación en funcionamiento frío y calor con captador geotérmico y equipo bomba de calor agua-agua

En cuanto al tipo de relleno, la simulación muestra que la bentonita al 10% de humedad es efectivamente la que peor rendimiento estacional obtiene a lo largo de los 25 años de funcionamiento, siendo el mejor relleno la grava, confirmando lo expuesto anteriormente (Figura 6). A continuación se muestra la mejora obtenida en el rendimiento medio estacional en calor (Figura 8) y en frío (Figura 9) comparando la instalación con un equipo aire-agua y con el equipo agua-agua y el captador vertical. En modo

calor el rendimiento inicial es casi del 33% y mejora a lo largo de los años hasta superar el 36%. En modo frío, como puede verse, la mejora es casi del 67% el primer año de funcionamiento, y como consecuencia de la saturación del terreno esta mejora baja a lo largo de los años llegando a un valor más o menos constante del 52%. VALIDEZ DE LA SIMULACIÓN Es claro pues que el ahorro de energía existe en este tipo de instalaciones. Sin embargo, los datos obtenidos son, como hasta ahora se ha dicho, fruto de simulaciones. El paso siguiente es contrastarlos con un sistema real. Actualmente ya se están registrando datos reales en el edificio de oficinas anteriormente mencionado y se está realizando una monitorización exhaustiva de dicha instalación con el fin de obtener resultados reales para contrastar con los teóricos.

MEJORA EN EL RENDIMIENTO (%) ESTACIONAL DE UNA INSTALACIÓN CON UN EQUIPO AGUA-AGUA CONECTADO A UN CAPTADOR

GEOTÉRMICO VERTICAL FRENTE A LA INSTALACIÓN CON UN EQUIPO AIRE-AGUA. FUNCIONAMIENTO EN CALOR

32

32,5

33

33,5

34

34,5

35

35,5

36

36,5

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

Años

%

Figura 8.- Mejora del rendimiento medio estacional de la instalación con equipo agua-agua con captador geotérmico vertical vs equipo aire-agua.

Funcionamiento en calor

MEJORA EN EL RENDIMIENTO (%) ESTACIONAL DE UNA INSTALACIÓN CON UN EQUIPO AGUA-AGUA CONECTADO A UN CAPTADOR

GEOTÉRMICO VERTICAL FRENTE A LA INSTALACIÓN CON UN EQUIPO AIRE-AGUA. FUNCIONAMIENTO EN FRÍO

45

47

49

51

53

55

57

59

61

63

65

67

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

Años

%

Figura 9.- Mejora del rendimiento medio estacional de la instalación con equipo agua-agua con captador geotérmico vertical vs equipo aire-agua.

Funcionamiento en frío