tema del mes corrupciÓn causas de la corrupción · situación de elegir y decidir su modo de...

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BS Don Bosco en Centroamérica 5 La corrupción siempre se consideró como un pro- blema propio del mundo de la política y de los jue- gos de poder partidistas. A l tema de la corrupción se unió, desde los años ochen- ta, el de la ineficiencia de las instituciones públicas para respon- der a las necesidades de los ciuda- danos. Oportunismo e incapacidad fueron así los dos denominadores que fueron atribuidos al sistema político y al Estado en todas partes. A esta imagen negativa de la políti- ca se pretendió oponer la imagen del mundo económico, eficiente, ordenado y honesto. El hombre eco- nómico pasó a encarnar todas las virtudes que el hombre político ha- bía perdido. El tiempo se ha encargado de mos- trar otra verdad. Desde Asia hasta Norte América, pasando por Euro- pa, se han ido sucediendo a nivel mundial casos clamorosos de co- rrupción del mundo empresarial. Las prácticas de corrupción empresarial no están relacionadas sólo con los sobornos o prebendas a los admi- nistradores del sector público, sino que se relacionan con la falta de transparencia o la manipulación de la información sobre las operacio- nes de las compañías. El caso de Enron y otras importantes compa- ñías norteamericanas es un ejemplo claro y reciente de este fenómeno, que más que una simple lección sec- torial, constituye un llamado de atención a todos los actores de la vida social. Causas de la corrupción MARIO OLMOS Las razones profundas de un fe- nómeno que no es nuevo Cuando se analizan las causas de la corrupción en cualquier sociedad, los factores que suelen enumerarse son casi siempre los mismos: defi- ciencia del sistema de leyes, abuso del poder económico o político, fal- ta de voluntad para castigar a los infractores, proteccionismo político, compadrazgo o clientelismo. No existe duda sobre la relación de la corrupción con cada uno de estos factores de manera individual y de todos ellos en su conjunto. Sin em- bargo, no constituyen los únicos ele- mentos que dan cuenta de este fe- nómeno hoy tan extendido. Una sociedad no se fundamenta sólo en las estructuras organizativas que sus ciudadanos crean como res- puesta a sus necesidades, sino de manera más profunda, en los valo- res, percepciones y actitudes que ellos utilizan como criterios para sus relaciones entre sí. Las instituciones sociales y las prác- ticas que las caracterizan son en buena medida el reflejo de los mo- dos de pensar y de actuar de sus habitantes. La corrupción, tanto po- lítica como empresarial, no es un acto individual o grupal transitorio. Su carácter social evidencia que se produce y se sustenta a partir de las estructuras mismas de la sociedad. Las actitudes mismas de los ciuda- danos, como la apatía o el permisivismo, dan razón de las prác- ticas económicas, sociales o políti- cas que están a la base de los actos de corrupción. Como el mismo nombre del fenó- meno lo indica, corromper los fines a los cuales se orientan la vida eco- nómica, social o política es lo que caracteriza este problema. Por ello, para su superación es necesario pri- mero reconocer que estos campos poseen fines específicos, relaciona- dos con el bien común, que es pre- ciso respetar; además de que existe un código de normas y valores que CORRUPCIÓN TEMA DEL MES

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BS Don Bosco en Centroamérica 5

La corrupción siempre seconsideró como un pro-

blema propio del mundode la política y de los jue-gos de poder partidistas.

Al tema de la corrupción seunió, desde los años ochen-ta, el de la ineficiencia de las

instituciones públicas para respon-der a las necesidades de los ciuda-danos. Oportunismo e incapacidadfueron así los dos denominadoresque fueron atribuidos al sistemapolítico y al Estado en todas partes.

A esta imagen negativa de la políti-ca se pretendió oponer la imagendel mundo económico, eficiente,ordenado y honesto. El hombre eco-nómico pasó a encarnar todas lasvirtudes que el hombre político ha-bía perdido.

El tiempo se ha encargado de mos-trar otra verdad. Desde Asia hastaNorte América, pasando por Euro-pa, se han ido sucediendo a nivelmundial casos clamorosos de co-rrupción del mundo empresarial. Lasprácticas de corrupción empresarialno están relacionadas sólo con lossobornos o prebendas a los admi-nistradores del sector público, sinoque se relacionan con la falta detransparencia o la manipulación dela información sobre las operacio-nes de las compañías. El caso deEnron y otras importantes compa-ñías norteamericanas es un ejemploclaro y reciente de este fenómeno,que más que una simple lección sec-torial, constituye un llamado deatención a todos los actores de lavida social.

Causas de la corrupciónMARIO OLMOS

Las razones profundas de un fe-nómeno que no es nuevo

Cuando se analizan las causas de lacorrupción en cualquier sociedad,los factores que suelen enumerarseson casi siempre los mismos: defi-ciencia del sistema de leyes, abusodel poder económico o político, fal-ta de voluntad para castigar a losinfractores, proteccionismo político,compadrazgo o clientelismo. Noexiste duda sobre la relación de lacorrupción con cada uno de estosfactores de manera individual y detodos ellos en su conjunto. Sin em-bargo, no constituyen los únicos ele-mentos que dan cuenta de este fe-nómeno hoy tan extendido.

Una sociedad no se fundamentasólo en las estructuras organizativasque sus ciudadanos crean como res-puesta a sus necesidades, sino demanera más profunda, en los valo-res, percepciones y actitudes queellos utilizan como criterios para susrelaciones entre sí.

Las instituciones sociales y las prác-ticas que las caracterizan son enbuena medida el reflejo de los mo-dos de pensar y de actuar de sushabitantes. La corrupción, tanto po-lítica como empresarial, no es unacto individual o grupal transitorio.Su carácter social evidencia que seproduce y se sustenta a partir de lasestructuras mismas de la sociedad.Las actitudes mismas de los ciuda-danos, como la apatía o elpermisivismo, dan razón de las prác-ticas económicas, sociales o políti-cas que están a la base de los actosde corrupción.

Como el mismo nombre del fenó-meno lo indica, corromper los finesa los cuales se orientan la vida eco-nómica, social o política es lo quecaracteriza este problema. Por ello,para su superación es necesario pri-mero reconocer que estos camposposeen fines específicos, relaciona-dos con el bien común, que es pre-ciso respetar; además de que existeun código de normas y valores que

CORRUPCIÓNTEMA DEL MES

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TEMA DEL MES

quien actúa en estos campos debecumplir de cara a toda la sociedad.

Cuando el político o el empresarioconsideran que no tienen ningunaresponsabilidad en el ejercicio de susacciones sociales entonces se gene-ra la corrupción. En este contextomentir, abusar del poder que sedetenta, utilizar recursos que no sonpropios sino de otros, no constitu-yen un problema cuando no se tie-ne conciencia de la responsabilidadante los otros o esta responsabili-dad no es exigida por los ciudada-nos que deberían exigir resultadospositivos de dichas acciones.

Una exacerbada promoción del in-dividualismo ha tenido al final susconsecuencias sobre una cierta cul-tura empresarial que la promovía.Ha generado individuos incapacesde respetar los compromisos y lospactos de confianza sobre los cua-les han descansado siempre el in-tercambio y los negocios. En una

palabra, se ha deteriorado el capi-tal social que hace posible confiaren los otros y que fortalece el sen-tido y los mecanismos de responsa-bilidad social.

La responsabilidad social comopatrón de conducta

Esta cultura debe cambiar, comen-zando por la mayor implicación detodos los ciudadanos en pedir cuen-tas a los sectores económicos y po-líticos. La responsabilidad social noes un concepto optativo a ser asu-mido por un pequeño grupo deempresas dentro de la sociedad. Laacción transparente, la internaliza-ción de costos, la responsabilidadpor elevar el nivel de vida de las per-sonas asociadas en la empresa, sonelementos que el sector empresarialdebe asumir como patrón de con-ducta obligatorio. Esta cultura debegenerarse a partir de una mayorparticipación y acción conciente delos ciudadanos, los cuales están lla-

mados a exigir mayor transparenciay responsabilidad tanto de los acto-res económicos como políticos. Losmecanismos para ejercer dicho con-trol y rendición de cuentas son cla-ros, comenzando por el voto del ciu-dadano y el poder adquisitivo quetiene el consumidor.

La indiferencia ante las prácticas decorrupción que se generan en losámbitos político y económico no esun lujo que nos podemos permitiren nuestros países centroamerica-nos, donde a la limitada disponibili-dad de medios se une la malversa-ción de los recursos que todos ge-neramos como resultado de nues-tro trabajo. Sin una clase empresa-rial respetuosa de la legalidad y res-ponsable de sus acciones frente a lasociedad es imposible hablar de unverdadero desarrollo económico so-cial.

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CORRUPCIÓN

Para muchos pensadores hasido un enigma y un tema dereflexión de gran interés.

Cuando hago una buena acción, mipropia conciencia queda complaci-da y me felicita. Cuando hago algomalo, toma el papel de abogadoacusador y de juez que sentencia,un juez insobornable, que no medeja en paz, por más que sea yomismo el juzgador y el juzgado. Laexperiencia provoca estupor: ¿cómoes que mi propia conciencia me acu-sa a mí, si soy yo mismo quientomo las decisiones? ¿Por qué esavoz, que procede de mi propio inte-rior, me trata como si yo fuera“otro” y me pone en el banquillode los acusados y hasta en el estra-do de los condenados de maneraimplacable?

Esa voz de la conciencia no es másque un signo de una realidad inne-gable: el hombre es un ser moral.El animal, en su actuar, se guía por

ROLANDO ECHEVERRÍA

los impulsos que desatan sus instin-tos. Así, cuando un tigre hambrien-to ve una presa, todo su organismose ordena en función de la caza: laagudeza de la vista, la finura del ol-fato, la tensión de los músculos, lavelocidad de sus patas, la presión delas quijadas, la agudeza de sus ga-rras, hasta que la presa cae venciday se convierte en comida para sa-ciar su apetito. El animal no necesi-ta decidir, la conducta a seguir estáinscrita en su instinto: si tiene ham-bre, mata y come. Los impulsos pre-determinan su acción y el tigre nose va a salir de ese rol que le impo-ne la naturaleza. Con el ser huma-no no sucede lo mismo. El hombreno está predeterminado por los ins-tintos. Si bien es cierto parte de suactuación está motivada por los im-pulsos psico-orgánicos, el hombreposee una facultad superior, la in-teligencia racional, que lo pone en

situación de elegir y decidir su modode proceder. De ahí nace la dimen-sión moral: el hombre es responsa-ble de sus actos. En efecto, mien-tras el animal, para realizarse comotal, no tiene más que seguir sus ins-tintos, el hombre, en cambio, estállamado a decidir lo que va a hacercon su vida.

Decía el sabio Aristóteles que todolo que el ser humano se proponetiende a un fin. Ahora bien, en nues-tra actuación concreta hay finespróximos y fines últimos, que sonlos que le dan sentido a los prime-ros. Por ejemplo, yo ejerzo un tra-bajo para ganar dinero; pero el di-nero no es el fin último, sino queme va a servir para comprar víveres,ropa, etc.; y esto, a su vez, es ad-quirido para subsanar ciertas nece-sidades y poder vivir satisfactoria-mente. Entonces cabe la pregunta:

Por quéser éticosNo sé si a usted le ha llamado laatención ese fenómeno de nues-tro mundo interior que se llama

la “voz de la conciencia”.

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TEMA DEL MES

¿hay un “fin último” en el actuarhumano en general? Aristóteles res-ponde afirmativamente: el fin últi-mo de todo es la felicidad. Ésta hade ser entendida como ese desarro-llo pleno y armónico de todas lasdimensiones del ser humano. Deaquí es de donde surgen las cate-gorías de “bien” y “mal”. Se ha deentender como “bueno” moral-mente lo que contribuye al plenodesarrollo del ser humano, lo queme hace más humano, a mí y a missemejantes; por contraposición, es“malo” éticamente hablando lo quefrena, obstaculiza o impide el plenoy armónico desarrollo del ser huma-no, sea en mi persona o en la de losdemás. Por eso el filósofo alemánEmanuel Kant expresaba así lo quepara él es la “regla de oro” de laética: “Actúa de tal manera queconsideres a la humanidad, seaen tu persona, sea en la personade cada uno de los demás, siem-pre como fin y nunca como sim-ple medio”. Así pues, la ética noconsiste en una serie de normasimpuestas desde fuera, ni muchomenos es una especie de “camisade fuerza” a la cual irremediable-mente tenemos que acomodarnuestra conducta, pues, de lo con-trario, o la sociedad nos reprueba,o la conciencia no nos va a dejar enpaz. La ética es una dimensión delser humano que tiende a orientarnuestra conducta a la consecuciónde nuestro fin último: la felicidad,el logro de la plenitud humana.

Cuando nuestra conciencia nos dasu aprobación por haber actuadobien, simplemente nos está indican-do que estamos bien orientadoshacia esa plenitud humana; cuan-do, por el contrario, nos acusa y re-prueba, es porque nos hemos apar-tado del camino que lleva a la felici-dad, nuestra o de los semejantes.

¿Se imagina usted una sociedad enla que estuviera permitido y no seconsiderara delito mentir, robar,matar, secuestrar, insultar, engañar,etc.? Sería un caos, una sociedad enla cual la convivencia humana resul-taría imposible, donde privaría la“ley del más fuerte”, donde nadiese podría fiar de nadie y todos des-confiarían de todo el mundo. Hayciertos valores que deben ser respe-tados para que el ser humano pue-da vivir bien y desarrollarse conve-nientemente: el respeto a la vida, ala propiedad, a la integridad física yde los propios bienes, a la libertad,a la propia dignidad, etc. Bien sedice que los imperios que han exis-tido históricamente empezaron adeclinar cuando en ellos se introdu-jo la corrupción moral. Y es que lainmoralidad produce a la larga unasociedad des-moralizada. Una socie-dad moralmente educada es unasociedad noble, digna, estimable, unambiente donde el ser humano en-cuentra el espacio idóneo para al-canzar su pleno desarrollo. Una so-ciedad moralmente corrupta com-promete el desarrollo pleno de susmiembros y está condenada al fra-caso.

Criteriosbásicosde éticaempresarial

LUIS FERNANDO DUBÓN

Un joven empresario mecomentaba que él estabaconvencido de que la éti-ca no tenía nada que vercon su trabajo profesio-

nal, que eran dos realida-des diferentes y ajenas la

una a la otra.

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CORRUPCIÓN

Son muchos los que creen quela ética no tiene nada que de-cir a la economía, la medicina,

la biología, la ingeniería, la adminis-tración de empresas, la ciencia engeneral. Esto es un gravísimo error.Las ciencias humanas tienen una di-mensión moral porque están referi-das a la persona. Y la persona es unser moral por naturaleza.

La persona está tomando constan-temente decisiones, eligiendo, ha-ciendo un discernimiento entre locorrecto y lo incorrecto, lo verdade-ro y lo falso, lo justo y lo injusto, lodebido y lo indebido, lo bueno y lomalo. El hombre y la mujer son lossujetos de la vida y de la actividaden cualquier área en que se desem-peñen. La ética es la ciencia de laconducta humana libre y responsa-ble, y constantemente se preguntasobre lo que se debe hacer a nivelpersonal y social.

Al hablar de trabajo, hablamos derelaciones entre seres humanos, queviven esas relaciones no solo desdeel punto de vista de la eficacia, deldinero y del poder. Juan Pablo II hallamado la atención en repetidasocasiones sobre las tentaciones dela conciencia y de la actividad em-presarial: la sed insaciable de lucro,la ganancia fácil e inmoral, el des-pilfarro, la tentación del poder y delplacer, las ambiciones desmedidas,el egoísmo desenfrenado, la falta dehonestidad en los negocios y las in-justicias hacia los trabajadores.

Un criterio ético fundamental es re-conocer que las relaciones empre-sariales son primariamente relacio-nes entre personas: el empresario,los administradores, los trabajado-res a todo nivel. Son personas conuna dignidad que debe ser respeta-da, promovida, defendida, cuidada.El trabajo es para el hombre, y no el

hombre para el trabajo. La empresaes para el hombre, y no el hombrepara la empresa. Primero están laspersonas, luego lo demás.

La persona en una empresa no pue-de quedar reducida únicamente a sucapacidad productiva. La persona nose mide sólo por su eficacia. La per-sona es un ser libre, responsable,inteligente. Es “alguien”, y no“algo”. Trabaja no sólo por un sala-rio, sino también para ayudar a per-feccionar y mejorar el mundo en quevive. En el trabajo se refleja y se co-munica. En el trabajo se realizacomo persona.

La honestidad, la honradez, la fide-lidad, la solidaridad son manifesta-ciones de la identidad de la perso-na en el mundo empresarial. Estolleva a la búsqueda de la justicia enlas relaciones laborales, según de-rechos, deberes y responsabilidadesde todos los implicados en la em-presa.

Los beneficios económicos de losagentes humanos de la empresa ysus familias deben mirar a la satis-facción de sus necesidades huma-nas, que incluyen las derivadas dela cultura y del espíritu.

El ambiente físico de la empresadebe ofrecer higiene, practicidad,comodidad y estética, que favorez-ca la calidad del trabajo y el desa-rrollo de la persona.

Los criterios morales fundamentalesen una empresa se perciben conmayor claridad si se acentúa la pers-pectiva de que se trata de una rela-ción entre personas, más allá de lasfunciones de las mismas: empresa-rios y asalariados, jefes y subalter-nos.

La persona no se midesólo por su eficacia.

Es “alguien”, y no “algo”

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TEMA DEL MES

Corrupción es todo acto quesignifique fraude, engaño al

público, desvío de fondos,robo de dinero o bienes,servicios no prestados de

mala fe, negociaciones fal-sas, etc. La corrupción abar-ca las diferentes ramas de lavida pública y privada y mástarde o más temprano tieneconsecuencias en los indivi-

duos y en las sociedades.

MIGUEL MUÑOZ, CS Y EQUIPO - CENTRO

DE FORMACIÓN INTEGRAL “ATILIO

GIORDANI” – CEFIA La corrupción no puede clasifi-carse simplemente en privada(de las empresas, de los empre-

sarios y empleados) y pública (de losEstados, Gobiernos, funcionarios).

Se da el empresario corrupto sólocuando el Estado lo permite con le-yes blandas o facilitando la corrup-ción, el desvío de fondos, el robo,la malversación.

Veamos algún ejemplo:

Una empresa financiera, sin autori-zación gubernamental contralora,colecta dinero del público ofrecien-do jugosos intereses (más altos quelos bancos). Cuando esta empresapor extraños movimientos va a laquiebra, sus ahorrantes pierden

grandes cantidades de dinero (lamayoría de los ahorrantes pertene-cían a la clase media, pensionados,medianos comerciantes), sin que elEstado pueda o quiera que los pro-pietarios de la empresa respondany devuelvan a sus depositantes almenos el dinero depositado. ¿Co-rrupción empresarial? Definitiva-mente que sí. Los empresarios pro-pietarios de esta financiera hacíanmovimientos y negocios fraudulen-tos con el dinero de sus depositan-tes. Sin embargo, los funcionariosgubernamentales los toleraron yencubrieron por bastante tiempo y,luego de la quiebra, los siguieronencubriendo, de tal manera que eldinero malversado no fue devueltoa sus legítimos dueños.

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CORRUPCIÓN

El Instituto del Seguro Social favo-rece a una empresa privada con con-tratos especiales sin licitación públi-ca como manda la ley de contrata-ciones. Esta empresa privada haceun buen negocio con métodos frau-dulentos. ¿Corrupción empresarial?Por supuesto que sí. Se vale de susinfluencias o “mordidas” a funcio-narios públicos para ser favorecida.Ni la auditoría del Instituto de Se-guridad Social ni la Corte de Cuen-tas de la Republica (Contraloría Es-tatal) denuncian nada o promuevenjuicios por corrupción. Otra vez, co-rrupción privada tolerada desde losfuncionarios del Estado.

La corrupción no sólo se debe a laspersonas privadas, sino a la no apli-cación de las leyes y a la deshones-tidad de funcionarios gubernamen-tales, que tienen la función de cum-plirlas y hacerlas cumplir.

Una empresa de telecomunicacionescobra a sus clientes una cuota adi-cional sin el consentimiento de es-tos. Esta cuota representa millonesde dólares mensuales por un servi-cio no autorizado por el cliente y lamayoría de veces no utilizado. ElSuperintendente de Telecomunica-ciones sanciona a dicha empresa porcorrupción comercial (está hacien-do cobros fraudulentos). La instan-cia ministerial superior no sólo des-estima la sanción (que era una mul-ta también millonaria y la obligaciónde devolver a los clientes lo cobra-do), sino que un mes después re-mueve de su puesto al funcionariode la Contraloría Comercial en Te-lecomunicaciones. ¿Otro caso decorrupción privada? Por supuestoque sí, pero amparado por la noaplicación de las leyes (encubrimien-to).

La corrupción es una grave falta ala moral cristiana, a la dignidad hu-mana y al bien común.

Ella representa una deshumaniza-ción para quien la comete. Su con-ciencia es “silenciada”. El corrupto

sabe que comete un acto delibera-do de corrupción y no lo asume. Elpecado deshumaniza a las personas.

La corrupción genera una cadenacontagiosa. Todo corrupto tiene uncorruptor, alguien que le enseñó ahacer “la viveza”. Esta cadena seconvierte en una “estructura depecado”. Corruptos y corruptoresestán incluso dispuestos a matarpara no ser descubiertos o para ven-garse de quien los descubrió.

La corrupción constituye un peca-do de orden social contra la solida-ridad porque priva a los más necesi-tados de los servicios a que tienenderecho. Los corruptos buscan ad-quirir ganancias y evadir impuestos.Así, los servicios de salud, educa-ción, comunicaciones y otros servi-cios sociales no pueden llegar a susdestinatarios. La corrupción engen-dra pobreza social.

¿Qué hacer como ciudadanos y ciu-dadanas para enfrentar la corrup-ción?

Debemos manifestar claramente alos corruptos que sus delitos no que-darán sin castigo. El dinero y los bie-nes que los corruptos malversan tie-nen dueño. Su dueño legítimo es elusuario del servicio.

Equipo de CEFIA

Tenemos el derecho (y en muchoscasos el deber) de organizarnos paraprevenir o denunciar actos de co-rrupción privada o estatal.

Debemos fortalecer los valores de lahonestidad, la veracidad y la solida-ridad en nuestras familias, entrenuestros hermanos, con nuestroshijos, dando valor a la familia comoescuela de vida. Si en casa se ense-ña a ser honesto, lo normal es quelas personas sean honestas toda lavida; si se tolera la deshonestidad,“la viveza”, “las movidas”, el ho-gar se convierte en escuela de co-rrupción.

No debemos aceptar el dinero o losbienes mal habidos, hay que recha-zar donaciones que por su origenllevan el veneno dentro, aunque sedediquen a obras de bien. AlbertoMasferrer llamaba “dinero maldito”a las ganancias producidas por elalcohol, el tabaco, la prostitución,la usura.

No perder la esperanza. Muchaspersonas viven y trabajan a diariopara ganarse honestamente el sus-tento de sus familias. La denunciaoportuna, la rendición pública decuentas, la honestidad deben seradornos de nuestra casa y de nues-tras personas.

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TEMA DEL MES

¿Quién gana más dinero,el empresario corrupto oel empresario honrado?¿Es posible construir unpatrimonio empresarial

siendo honesto?¿El empresario honesto

está destinado fatalmenteal fracaso?

Si voy por la calle y le hago lasanteriores preguntas a quienesme encuentre, estoy seguro de

que la mayoría de las respuestas quereciba coincidirán en dar mayor ven-taja al corrupto y quedará mal pa-rado el honesto; al menos en lo queentendemos como “éxito material”.

La gente, en general, piensa que elhonesto lleva las de perder, y que elcorrupto, con sus trampas, influen-cias y pagos “por favores”, tienetodas las de ganar.

Según la mentalidad generalizada,no es negocio ser recto, veraz, ho-nesto. Buena parte de la gente pien-sa que el desafío de ser empresarioexitoso es imposible para los correc-tos y justos.

Hay razones para fundamentar estamanera de pensar. Cuando la cali-dad de un producto no es la que seofreció, cuando el peso es inferioral que se describe en el envase,

cuando un bien no funciona a per-fección aún estando nuevo, gene-ralmente concluimos que hay robo,dolo, mala intención.

Sin embargo, seguimos consumien-do productos y servicios que nossatisfacen y llenan nuestra expecta-tivas, nos volvemos clientes fieles aciertas marcas. ¿Por que será? Larespuesta es sencilla: nos gustan.Pero aquí ya no pensamos que de-trás de esto hay personas correctas,justas, empeñadas en la verdad.Senci l lamente,como las cosasdeben ser así, yano emitimos jui-cios de valor po-sitivos. Nos pare-ce natural que seobre con transpa-rencia y verdad.

Guardamos memoria fiel de quiennos engaña, pero no llevamos re-cord de quienes actúan bien.

Quiero llegar entonces a la primeraconclusión: Hay empresarios y per-sonas rectas y no son pocas. Lamen-tablemente, también hay corruptose injustos. Estos nunca faltaron nifaltarán. Pero, por favor, no son to-dos.

Tengo la percepción de que el nú-mero de personas correctas y hones-tas va en ascenso. Será una idea sinmayor fundamento. Pero hay dosmotivos que mueven a esto: los prin-cipios y la conveniencia.

Por principios, sean estos religiososo de la simple observancia de la leynatural, hay personas que, conse-cuentes con lo que creen, lo practi-can en su vida profesional.

O por convenien-cia. Cada vez sehace necesariodecir la verdad,ser veraz. Y alcontrario, en elmundo de los ne-gocios cada día es

más difícil mentir y engañar al pú-blico, al consumidor. Al trampososiempre se le descubre; la puedehacer una o dos veces, pero no siem-pre.

En el ambiente cada vez más com-petitivo de nuestra sociedad no vanquedando muchos espacios paramentir en peso, tamaño y calidad.El consumidor lo sabe y no se dejaengañar una segunda vez. La infor-mación cada vez más abundante

ALBERTO PADILLA AQUINO

DIRECTOR EJECUTIVO DE LA CÁMARA

DE COMERCIO E INDUSTRIA

DE EL SALVADOR

De empresarios,

HONESTIDADy coRrupciOn

Tengo la percepciónde que el número

de personas correctasy honestas vaen ascenso.

BS Don Bosco en Centroamérica 13

CORRUPCIÓN

permite conocer más, comparar, ele-gir con objetividad. La llamada so-ciedad civil adquiere mayor partici-pación y ejerce una auditoría socialque juzga y denuncia.

En resumen, por principios o porconveniencia, debemos ser hones-tos.

En semanas recientes meha tocado presenciar un

lamentable caso de lo quela legislación en Guate-

mala califica como “robode propiedad intelectual y

competencia desleal”.

Un gerente que, al verse des-pedido de una organización,decide llevarse consigo toda

la información posible sobre basesde datos de clientes, servicios de laempresa, network de proveedores,metodologías de trabajo y procedi-mientos de mercadeo, con el obje-tivo deliberado de establecer su pro-pio negocio para ofrecer los mismosservicios que la empresa para la cuallaboraba. Para poner la guinda alpastel, invita a un grupo de vende-dores de la empresa anterior paraque lo acompañen en su nueva“aventura empresarial.” Se tratóentonces de robo de secretos indus-triales y de personal calificado, ele-

Un caso parafortalecer lagestión por

valores en laempresa

JULIO D. CASTELLANOS H.PROFESOR DE LA ESCUELA SUPERIOR

DE ALTA GERENCIA

UNIVERSIDAD MESOAMERICANA -GUATEMALA

mentos que conforman la esenciamisma del “capital intelectual” deuna empresa.

Este caso ha sido interesante desdediversos puntos de vista. En primerlugar, nos permite ver la vulnerabili-dad de las empre-sas, cuando in-vierten en perso-nas con una éticacuestionable. Ensegundo lugar,nos hace ver lanecesidad de es-tablecer mecanismos de selecciónde personal mucho más orientadosa determinar el historial ético de loscandidatos a un puesto de trabajo.En tercer lugar, nos ofrece una opor-tunidad para medir el efecto finan-ciero del robo de los intangibles en

Naturalmente que las decisiones quedescansan en principios tienen basesólida. Como cristianos, los actos ydecisiones de cada día, fundamen-tados en la fe, adquieren otra cate-goría y trascendencia que nada tie-ne que ver con la conveniencia, ano ser la conveniencia de ser autén-ticos.

Y llego a la segunda y última con-clusión: No hay incompatibilidadentre la honestidad y el éxito. Másbien, éste es el secreto del éxito: serveraz y justo. Es buen negocio sercorrecto. Las personas honestas lle-van las de ganar.

una empresa: la pérdida de produc-tividad y el impacto de la compe-tencia desleal que conoce el propio“know how.” Finalmente, nos invi-ta a reflexionar sobre los mecanis-mos de protección legal que las em-presas deben implementar en sus

políticas de ges-tión para defen-derse de estas si-tuaciones aleja-das de la ética.

Muchas personaspodrían argu-

mentar que este no es sino otro casode “libre empresa,” en el cual el ge-rente en cuestión no hizo sino de-fender su derecho a la prosperidady su bienestar personal. Sin embar-go, es notorio que el método -elrobo- no podría ser nunca un com-portamiento moralmente válido.

Un gerente que, al ver-se despedido de unaorganización, decide

llevarse consigo toda lainformación posible

BS Don Bosco en Centroamérica14

TEMA DEL MES

No me ha sido difícil con-ciliar mi identidad cristia-

na con mi vida profesio-nal. Como cristiano

he creído en el amory beneficio a nuestros se-mejantes. Este conceptoha sido el pilar sobre elcual he desarrollado mi

vida profesional.

Influencia de las raíces cristianasFERMÍN TOMÁS CHAN FUNG

MIEMBRO DEL SINDICATO DE INDUSTRIA-LES DE PANAMÁ Las decisiones profesionales que

he tomado pocas veces me hancausado conflictos con mis

principios religiosos. He tratado deque mis acciones logren el mayorbeneficio para las personas involu-cradas en mis quehaceres. Algunasdecisiones mías han sido criticadaspor colegas, preocupados por losprecedentes, sobre todo de índolelaboral, que pudieran crear. La sa-tisfacción del mayor beneficio paratodos ha superado con creces cual-quier crítica recibida.

Crecí en una familia católica y uni-da. Mi madre se preocupó por in-culcarnos principios religiosos. Mipadre trató de ayudar a sus seme-jantes, conocidos y extraños, porqueestuvo agradecido por las oportu-nidades y beneficios que recibió ensu vida, a pesar de haber emigradodesde la China, a una edad muy jo-ven, a una tierra, cultura e idiomatotalmente extraña para él.

El hecho de pertenecer por 27 añosal Club Rotario de Panamá me hapermitido conocer e identificarmecon las necesidades y problemas denuestros semejantes.

BS Don Bosco en Centroamérica 15

CORRUPCIÓN

Corrupción es echar a perder, alterar.Desde el punto de vista social es la con-ducta que se extravía de las obligacio-nes normales debido a intereses propios.Si el Estado es corrompido, transmite laidea de que las personas busquen unasalida fácil a sus problemas.

La corrupción en nuestro país no es unsecreto. Es uno de los principales pro-blemas que nos agobian. Existe tanto enel ámbito público como en el privado. Lacorrupción aquí es sistemática, estruc-tural y en crecimiento. Para erradicareste problema es necesario tomar con-ciencia de él y tratar de eliminarlo. Losmedios de comunicación denuncian lacorrupción pública, pero no la privada.

Las instituciones oficiales y privadas seven afectadas o beneficiadas por estemal, que nos hunde en el atraso y la po-breza. Cualquier obra, trámite o pagocontiene manifestaciones de corrupción.El ciudadano o empresario se siente or-gulloso al evadir contribuciones, impues-tos o pagos. Esto “les favorece”, perose hace un gran daño al país.

El problema tiende a agravarse. No secastiga a los autores de actos de corrup-ción. El deseo desenfrenado de tener ypoder es su causa. Sólo tomando con-ciencia del daño social que provoca, sepuede pensar en que acabará este mal.

Vivimos en una sociedad de carencias.Hay personas con puestos en institucio-nes que buscan su propio beneficio sintomar en cuenta el daño que causan alos demás.

Es posible ser honrado y tener éxito enla vida. Todo depende del respeto a símismo y a los demás.

La oportunidad de cometer actos de co-rrupción se presenta a todos. En nues-tro ambiente de colegio hay compañe-ros tentados por copiar o comprar tareasy exámenes. Estos pequeños delitos lesvan perjudicando desde ahora su vida.

Quinto Curso: Daniel A. Rivas G.,David A. Reynoso R., Luis M.Estrada, Raúl A. Leony A. yRigoberto Morales V.

La corrupción, tanto pública como em-presarial, ha alcanzado niveles tan altosen nuestro país que de seguir así corre-mos el riesgo de caer en el caos, quenos afectaría política y económicamen-te.

La corrupción ha provocado daños enor-mes a nuestro país a lo largo de la his-toria. Constituye además uno de los prin-cipales factores del estancamiento eco-nómico en muchos países. Es ademásuna causa significativa de la enormebrecha entre ricos y pobres

Debido a las prácticas ilícitas de ciertosfuncionarios se ha deteriorado la cali-dad de servicios sociales: salud, vivien-da, alimentación, educación.

El comportamiento humano está influi-do por su entorno. Si lo envuelve la co-rrupción, ésta lo va a influir. Los mediosde comunicación masiva son particular-mente influyentes.

Una persona deshonesta no podrá ex-perimentar la satisfacción de alcanzaruna meta por los propios medios. Care-cer de honradez conduce a la persona aniveles inferiores.A. Ramírez G., Carlos E. OrtegaH., William Blandino L, RobertoBendaña E., Francisco Álvarez M.

Instituto Técnico Ricaldone El SalvadorLa corrupción en nuestro tiempo es cotidiana y bastante alta. Las personas en elpoder lo utilizan para beneficio propio. El poder corrompe. El éxito puede ser entendi-do de diversas formas. Para una madre, el hijo tiene éxito si es trabajador y tiene unafamilia estable. Un empresario puede medir su éxito únicamente por lo económico.Desde jóvenes se empieza a notar la corrupción: varios alumnos no entregaron eldinero que recogieron para una campaña nacional de beneficencia.

Medardo Hernández, Carlos Melara, Roberto Santamaría, Manuel Chévez,Rubén Ramos, Marcial Reyes,

Los jóvenes hablan¿Cómo ven los jóvenes el problema de la corrupción? Ellos tienen elalma sensible. La resignación no les ha marchitado el espíritu. Alumnosdel último año de algunos centros educativos salesianos reflexionaronsobre el tema. Por razones de espacio, no fue posible presentar todo suaporte de grupo.

CÓDIGO ÉTICOEMPESARIALNo explotación infantil.No agresión al equilibrioecológico.Respeto a las personas.No vinculación a empresasde armamento.No maltratar a los animales.Ninguna vinculación con alco-hol, tabaco o juego.

Colegio Salesiano San Juan Bosco,Granada, Nicaragua

Colegio Salesiano Don Bosco, Guatemala