tema 6 - oncenio de leguia part ii

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CURSO: HISTORIA DEL PERÚ GRADO: 5º FECHA:16/04/13 TEMA: EL ONCENIO DE LEGUÍA (1919 – 190), PARTE II PROFESOR RAFAEL CÁRDENAS MORÁN I. EL ASPECTO INTERNACIONAL Ya desde su primer gobierno Leguía entendió la importancia de sellar nuestras fronteras y por ello trazó un plan a largo plazo que continuó durante el «Oncenio». Durante el primer gobierno había solucionado los diferendos con Brasil – Tratado Velarde Río Branco – y con Bolivia – Tratado Polo Bustamante – pero quedaba pendiente el problema de la selva con Colombia, y las provincias «cautivas» de Tacna y Arica con Chile. Desde antaño Colombia reclamaba los territorios de Maynas. La situación se agravó en 1911 con los incidentes del Río Caquetá y Putumayo, afortunadamente se libró positivamente la situación tras el enfrentamiento de La Pedrera, dirigido por el entonces coronel Óscar R. Benavides. Para 1922, Leguía autorizó la firma del Tratado Salomón Lozano, el mismo que fue ratificado por el Congreso peruano en sesión secreta de 1927. El Perú cedió el Trapecio Amazónico, además del territorio que comprendía el espacio entre los ríos Caquetá y Putumayo, la comunidad de Leticia y la tan ansiada salida al Río Amazonas. A cambio, el Perú recibió el triángulo de San Miguel de Sucumbios que luego cedimos a Ecuador en 1942. El problema con Chile se remontaba al tratado incumplido de Ancón de 1883. Se estipuló un plebiscito para las provincias de Tacna y Arica luego de los 10 años de cautiverio, pero esto nunca ocurrió. Recién en 1929 se solucionaría el problema con el Tratado Rada Ramio – Figueroa Larraín o también denominado Tratado de Lima –. Mediante este documento, Perú cede a perpetuidad Arica y recupera Tacna, Chile nos indemnizó con 6 000 000 de pesos y entregó las servidumbres de Arica (un muelle, un terminal ferroviario y una aduana). El documento más lesivo para la soberanía nacional fue El Laudo de París que se firmó con la Internacional Petroleum Company (IPC). El Perú cedió el suelo y subsuelo de La Brea y Pariñas a la empresa norteamericana, compro- metiéndose a no cobrarle impuestos por 25 años y entregarle las tareas de explorar, explotar y craquear el petróleo por 50 años. Debido al contrato firmado, esta empresa cobraría protagonismo en la política nacional durante los próximos años. II. ASPECTO SOCIAL Gracias a la bonanza que experimentó nuestra economía en los primeros años del Leguiísmo, el régimen se permitió celebrar con suma fastuosidad los centenarios de la Independencia del Perú (1921) y de la batalla de Ayacucho (1924). La, hasta entonces, “Villa limeña”, se transformó en una ciudad moderna para la época. El casco urbano fue totalmente renovado – inclusive el Palacio de Gobierno que extrañamente se incendió unos días antes del centenario de la Independencia del Perú y ornamentado con los monumentos llegados de todas las latitudes del mundo. Lima fue considerada como una de las capitales más bellas de Sudamérica; sin embargo el urbanismo no había alcanzado a todas las zonas de la capital y el ritmo de la modernización no se pudo mantener en toda la población capitalina. Para 1919, se estimaba un total de 296 000 hectáreas de tierra irrigada artificialmente en la costa, 3 000 kilómetros de ferrocarriles, y 198 kilómetros para vías automovilísticas. El régimen estimaba ampliar las tierras agrícolas a 494 000 hectáreas, 4 500 kilómetros de ferrocarril y 49 000 kilómetros de carreteras. Aunque ello resultó fundamental para comunicar a Lima con algunas zonas productivas del Perú, gran parte de nuestro país seguía aislado del mundo. III. ASPECTO CULTURAL Durante este régimen se arraigó El Indigenismo como respuesta inmediata al problema del indio y su influencia se prolongó hasta los años 70 del siglo XX. Fue la Constitución de 1920 la primera que reivindicó el derecho de los indígenas. Así, el artículo 41 establecía la protección a la propiedad de las comunidades indígenas, y el artículo 58 señalaba que el Estado protegía a la raza indígena, dictando leyes especiales para su desarrollo y cultura en armonía con sus necesidades. Entre los pensadores e intelectuales de la época destacan: José

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Page 1: Tema 6 - Oncenio de Leguia Part II

CURSO: HISTORIA DEL PERÚ GRADO: 5º FECHA:16/04/13TEMA: EL ONCENIO DE LEGUÍA (1919 – 190), PARTE II PROFESOR RAFAEL CÁRDENAS MORÁN

I. EL ASPECTO INTERNACIONAL

Ya desde su primer gobierno Leguía entendió la importancia de sellar nuestras fronteras y por ello trazó un plan a largo plazo que continuó durante el «Oncenio».

Durante el primer gobierno había solucionado los diferendos con Brasil – Tratado Velarde Río Branco – y con Bolivia – Tratado Polo Bustamante – pero quedaba pendiente el problema de la selva con Colombia, y las provincias «cautivas» de Tacna y Arica con Chile.

Desde antaño Colombia reclamaba los territorios de Maynas. La situación se agravó en 1911 con los incidentes del Río Caquetá y Putumayo, afortunadamente se libró positivamente la situación tras el enfrentamiento de La Pedrera, dirigido por el entonces coronel Óscar R. Benavides. Para 1922, Leguía autorizó la firma del Tratado Salomón Lozano, el mismo que fue ratificado por el Congreso peruano en sesión secreta de 1927. El Perú cedió el Trapecio Amazónico, además del territorio que comprendía el espacio entre los ríos Caquetá y Putumayo, la comunidad de Leticia y la tan ansiada salida al Río Amazonas. A cambio, el Perú recibió el triángulo de San Miguel de Sucumbios que luego cedimos a Ecuador en 1942.

El problema con Chile se remontaba al tratado incumplido de Ancón de 1883. Se estipuló un plebiscito para las provincias de Tacna y Arica luego de los 10 años de cautiverio, pero esto nunca ocurrió. Recién en 1929 se solucionaría el problema con el Tratado Rada Ramio – Figueroa Larraín o también denominado Tratado de Lima

–. Mediante este documento, Perú cede a perpetuidad Arica y recupera Tacna, Chile nos indemnizó con 6 000 000 de pesos y entregó las servidumbres de Arica (un muelle, un terminal ferroviario y una aduana).

El documento más lesivo para la soberanía nacional fue El Laudo de París que se firmó con la Internacional Petroleum Company (IPC). El Perú cedió el suelo y subsuelo de La Brea y Pariñas a la empresa norteamericana, compro-metiéndose a no cobrarle impuestos por 25 años y entregarle las tareas de explorar, explotar y craquear el petróleo por 50 años. Debido al contrato firmado, esta empresa cobraría protagonismo en la política nacional durante los próximos años.

II. ASPECTO SOCIAL

Gracias a la bonanza que experimentó nuestra economía en los primeros años del Leguiísmo, el régimen se permitió celebrar con suma fastuosidad los centenarios de la Independencia del Perú (1921) y de la batalla de Ayacucho (1924). La, hasta entonces, “Villa limeña”, se transformó en una ciudad moderna para la época. El casco urbano fue totalmente renovado – inclusive el Palacio de Gobierno que extrañamente se incendió unos días antes del centenario de la Independencia del Perú – y ornamentado con los monumentos llegados de todas las latitudes del mundo. Lima fue considerada como una de las capitales más bellas de Sudamérica; sin embargo el urbanismo no había alcanzado a todas las zonas de la capital y el ritmo de la modernización no se pudo mantener en toda la población capitalina.

Para 1919, se estimaba un total de 296 000 hectáreas de tierra irrigada artificialmente en la costa, 3 000 kilómetros de ferrocarriles, y 198 kilómetros para vías automovilísticas. El régimen estimaba ampliar las tierras agrícolas a 494 000 hectáreas, 4 500 kilómetros de ferrocarril y 49 000 kilómetros de carreteras. Aunque ello resultó

fundamental para comunicar a Lima con algunas zonas productivas del Perú, gran parte de nuestro país seguía aislado del mundo.

III. ASPECTO CULTURAL

Durante este régimen se arraigó El Indigenismo como respuesta inmediata al problema del indio y su influencia se prolongó hasta los años 70 del siglo XX.

Fue la Constitución de 1920 la primera que reivindicó el derecho de los indígenas. Así, el artículo 41 establecía la protección a la propiedad de las comunidades indígenas, y el artículo 58 señalaba que el Estado protegía a la raza indígena, dictando leyes especiales para su desarrollo y cultura en armonía con sus necesidades. Entre los pensadores e intelectuales de la época destacan: José Sabogal, Hildebrando Castro Pozo, Abelardo Gamarra, José Carlos Mariátegui, entre otros.

IV. EL OCASO DEL LEGUIÍSMO

Como es sabido, nuestro país era altamente dependiente del capital extranjero, sobre todo del norteamericano, y obviamente ello nos tornaba vulnerables. Es por ello que la devastadora crisis de 1929 nos afectó de inmediato.

La crisis desatada por la caída de precios en la bolsa de valores de Wall Street – acentuada el jueves 24 de octubre de 1929 – se ahondó con la quiebra de bancos y empresas agrícolas con inversiones en nuestro país, tal es el caso del banco más fuerte hasta ese entonces: El Banco de Perú y Londres (quebrado el mismo año de la crisis). Estados Unidos desarrolló una serie de medidas proteccionistas que afectaron la capacidad de consumo de los países exportadores de materia prima, pues, se redujo el ingreso por concepto de ventas de sus productos.

El Perú se afectó con la baja de precios de nuestros productos en el mercado internacional y perjudicó directamente al presupuesto nacional, se devaluó la moneda, y se paralizó la producción en la mayoría de sectores, se elevó el costo de vida, aumentó el desempleo, se incrementó el porcentaje de trabajadores con sueldos impagos, disminuyó el poder adquisitivo de la población urbana, entre otros problemas socioeconómicos. El Estado atacó el problema económico reduciendo el presupuesto nacional y dejando de pagar la deuda externa. Los pagos se retomaron a partir de 1947. A todo ello, debe sumarse el estilo personalista y autocrático de su gobierno que generó resentimientos entre sus detractores. La caída del Leguiísmo era inminente.

El Golpe de Estado empezó en Arequipa, dirigido por el coronel Sánchez Cerro – apoyado por los civilistas – y justificado jurídicamente por el abogado José Luis Bustamante y Rivero, a través del «Manifiesto de Arequipa». El levantamiento se produjo el 22 de agosto de 1930. El 25 tomaban la capital y apresaban a Leguía que intentó escapar en el Crucero Grau. El Golpe de Estado dirigido por Sánchez Cerro pone fin al régimen dictatorial leguiísta y marca el inicio del denominado “Tercer Militarismo Peruano”.

ACTIVIDAD: 1. Menciona cómo nos afectó la crisis económica de 1929. 2. Señala qué ganó el Perú con el Tratado de 1929. 3. Señala porqué se considera al Laudo de París como un documento vergonzoso. 4. Menciona qué aspectos positivos y negativos encuentras en el régimen leguiísta. 5. Dibuja un mapa del Perú señalando los territorios que cedió Leguía durante sus dos gobiernos (1908 – 1912 y 1919 – 1930).