tema 2. el sustantivo y el adjetivo calificativo...este caso, la concordancia depende del género...
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TEMA 2. EL SUSTANTIVO Y EL ADJETIVO CALIFICATIVO
MÁS SOBRE EL GÉNERO
Comunes. Tienen la misma forma para los dos géneros gramaticales. Son los artículos y los adjetivos los que determinan el género: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional.
Epicenos. Su forma es única y pueden ser masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) o femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). En este caso, la concordancia depende del género gramatical del sustantivo, no del sexo del referente; así, debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano.
Ambiguos. Admiten su uso en uno u otro género, sin que ello implique cambios de significado: el/la armazón, el/la dracma, el/la mar, el/la vodka. De los sustantivos ambiguos, solo ánade y cobaya designan seres animados.
Soluciones :
Los adjetivos calificativos son : dulce, sabrosa,grande, fresca, azul dulces, verde, roja , nueva
fresca, hermosa.
SOLUCIONES
1. Sustantivos son: pájaro, pelota, Elena, Alberto, cama, falda, perro,
pantalón, gomas.
2. Los sustantivos son :
_ Juan, escaleras, casa
_escritorio. Profesora
_ lápiz
_ árboles, parque. Hojas
_ Amalia, ventana
3. Femeninos son : ratita, computadora, esmeralda, mesada. Lapicera
4. Sustantivos propios: chica, emperatriz, domadora, francesa, profetisa,
actriz.
5. Comunes son : mesa, computadora, caja , galletas
6. Propios son : Fátima, Martín, Buenos Aires, Pedro
7. Individual : avispa, estrella, diente, álamo, perro, casa
8. Sustantivos abstractos: confianza, flaqueza, atención,
dulzura,maldad,belleza.
EJERCICIOS
En este artículo te proponemos un texto en el que tendrás que localizar los sustantivos y
adjetivos que contenga. En la corrección, los sustantivos aparecerán en negrita y los
adjetivos entrecomillados. ¡Comencemos!
Texto:
“La adolescencia, como ya hemos dicho, es una época de grandes cambios físicos,
psíquicos y socio-emocionales. El adolescente ha de adaptarse a estos cambios y crear
una identidad propia, lo que produce una propensión a la inestabilidad emocional. Nos
encontramos entonces con un adolescente que experimenta continuos cambios de humor
y de estado de ánimo, que magnifica todos los problemas y que otorga una gran relevancia
a la opinión que su entorno tiene sobre él.
No existe una fórmula mágica que solucione este estado en el que se encuentra el
adolescente y muchos de ellos tendrán que pasar por esta etapa como parte de su
desarrollo madurativo, pero sí que podemos ayudarle a digerir estos cambios haciéndole
sentir apoyado, comprendido, querido y valorado e intentando mostrarle la importancia
justa que tiene cada uno de los problemas a los que se enfrenta.
Los adolescentes luchan por tener una mayor independencia ya que están formando su
propia identidad, pero a pesar de ello necesitan el arropo de sus mayores. Para ayudar a
estos adolescentes debemos brindarles cierta libertad para que puedan adquirir una mayor
confianza y aprendan a valerse por sí mismos, pero siempre bajo nuestra supervisión,
estableciendo unos límites claros que han de cumplir, haciéndoles sentir nuestro apoyo,
ofreciéndoles opciones razonables para que puedan elegir, comunicándonos con ellos a
través de mensajes claros y coherentes y evitando el castigo y la disciplina injusta que
provocan rebelión y hostilidad en el adolescente llegando a influir negativamente en su
autoestima.
A medida que el adolescente va madurando podemos ir concediéndole progresivamente
mayores privilegios en cuanto a su independencia y autonomía.”
Solución:
“La adolescencia, como ya hemos dicho, es una época de “grandes” cambios “físicos”,
“psíquicos” y “socio-emocionales”. El adolescente ha de adaptarse a estos cambios y
crear una identidad “propia”, lo que produce una propensión a
la inestabilidad “emocional”. Nos encontramos entonces con un adolescente que
experimenta “continuos” cambios de humor y de estado de ánimo, que magnifica todos
los problemas y que otorga una gran relevancia a la opinión que su entorno tiene sobre
él.
No existe una fórmula “mágica” que solucione este estado en el que se encuentra
el adolescente y muchos de ellos tendrán que pasar por esta etapa como parte de
su desarrollo “madurativo”, pero sí que podemos ayudarle a digerir
estos cambios haciéndole sentir “apoyado”, “comprendido”, “querido” y “valorado” e
intentando mostrarle la importancia “justa” que tiene cada uno de los problemas a los
que se enfrenta.
Los adolescentes luchan por tener una “mayor” independencia ya que están formando
su “propia” identidad, pero a pesar de ello necesitan el arropo de sus mayores. Para
ayudar a estos adolescentes debemos brindarles “cierta” libertad para que puedan
adquirir una “mayor” confianza y aprendan a valerse por sí mismos, pero siempre bajo
nuestra supervisión, estableciendo unos límites “claros” que han de cumplir, haciéndoles
sentir nuestro apoyo, ofreciéndoles opciones “razonables” para que puedan elegir,
comunicándonos con ellos a través de mensajes “claros” y “coherentes” y evitando
el castigo y la disciplina “injusta” que provocan rebelión y hostilidad en
el adolescente llegando a influir negativamente en su autoestima.
A medida que el adolescente va madurando podemos ir concediéndole progresivamente
“mayores” privilegios en cuanto a su independencia y autonomía.”