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TEMA IB/ PRINCIPALES UNIDADES MORFOESTRUCTURALES: ZÓCALOS, MACIZOS ANTIGUOS, CADENAS de PLEGAMIENTO, CUENCAS SEDIMENTARIAS

Hemos visto que la ubicación de la península Ibérica entre los continentes africano y europeo ha tenido una acentuada transcendencia tanto en la organización de sus roquedos como en la configuración de sus principales relieves. Geólogos y geógrafos suponen la existencia de una placa (ver vocabulario: placas tectónicas) de modestas dimensiones (Fg. 22), denominada microplaca ibérica que estructuralmente estaría formada por un núcleo o zócalo formado por rocas muy antiguas engendrado por la orogenia herciniana.

- Fig. 22 - Con el paso del tiempo, este núcleo ha ido incorporando terrenos de edades más modernas (Secundario y Terciario) al adosar a sus contornos otras formaciones que se levantaron con la orogenia alpina. La serie de movimientos orogénicos sufridos por nuestra placa así como por el resto de las masas continentales (especialmente, la placa africana y la placa europea) a lo largo de millones de años, ha tenido como resultado la aprición de un conjunto de estructuras que junto al modelado ejercido por la erosión han configurado las grandes unidades del relieve peninsular.

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Así pues, cabe diferenciar entre unidades morfoestructurales y unidades de relieve. Unidades morfoestructurales son aquellas cuyo origen y estructura se debe a la acción de determinadas fuerzas orogénicas (tectónica) y que, tras su formación, han sufrido una larga evolución al haber sido afectadas por la erosión y por posteriores fuerzas tectónicas. Las unidades de relieve son conjuntos más complejos ya que además de las formas que se deben a la tectónica y la erosión incorporan otras características (aspecto, situación, clima, vegetación, etc.) que son las que verdaderamente les proporcionan unidad formando un todo homógeneo.

En ocasiones una unidad morfoestructural puede contener varias unidades de relieve bien diferenciadas a pesar de que todas forman parte de una misma estructura; es lo que ocurre con el zócalo herciniano de La Meseta. Por el contrario, una unidad de relieve puede contener dos estructuras diferentes; es lo que ocurre con la Cordillera Cantábrica en la que el sector occidental es un macizo antiguo herciniano y el oriental corresponde a una estructura plegada durante la orogenia alpina. Desde el punto de vista estructural, las unidades que aparecen en la Península Ibérica las podemos clasificar en tres grupos fundamentales que previamente vamos a definir: 1. - ESTRUCTURAS PALEOZOICAS: ZÓCALOS* Y MACIZOS ANTIGUOS*.(Es imprescindible comenzar con la definición y explicación de lo que es un zócalo y un macizo antiguo; ver vocabulario). En la Península Ibérica Ambas estructuras se corresponden con el llamado dominio geoestructural hercínico aunque de forma simplificada lo llamaremos dominio herciniano; esta denominación hace referencia a la Orogenia Herciniana* responsable de la formación del plegamiento del mismo nombre cuyos restos han dejado en la actual Península Ibérica la estructura básica en torno a la que se disponen el resto de formaciones posteriores. Dos son los tipos de estructuras que han derivado del desmantelamiento de las cordilleras que se formaron con el plegamiento herciniano: Zócalos y Macizos Antiguos. La forma más correcta para denominar a esta estructura básica que constituye el núcleo en torno al que se disponen el resto de formaciones sería la de zócalo herciniano de la Meseta. En la actualidad el bloque más importante y extenso que perdura como resto del zócalo herciniano es el zócalo de La Meseta (Fg. 23); en este bloque la evolución sufrida con posterioridad ha provocado formas de relieve diferenciadas, aunque todas pertenezcan a una misma estructura: Macizo Galaico-Portugués (también llamado Galaico-Leonés o Galaico-Duriense), Sistema Central y Montes de Toledo. En la imagen de la figura 23 puede apreciarse que también se integra dentro de este bloque el sector occidental de la actual Cordillera Cantábrica (Asturias); efectivamente se trata de un bloque de formación herciniana pero la particularidad que presenta este sector es que NUNCA LLEGÓ A SER ARRASADO Y CONVERTIDO EN ZÓCALO sino que ha perdurado como un resto desgastado de la primitiva cordillera de forma que debe considerarse como un MACIZO ANTIGUO. No obstante, conviene advertir que en los últimos años se está utilizando el término macizo antiguo de forma genérica para designar a todos los restos de formáción paleozoica sin distinguir origen ni evolución posterior.

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- Fig. 23 - En el reborde oriental este zócalo se ha fracturado y desciende escalonadamente hacia el Mediterráneo; sobre esta estructura paleozoica y fracturada, debida a la Orogenia Herciniana (Fg. 24), se ha adosado otra estructura posterior y plegada (Fig. 25), debida a la Orogenia Alpina. La fusión o convergencia de ambas estructuras ha dado lugar a una unidad de relieve que conocemos como Sistema Ibérico.

- Fig. 24 -

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- Fig. 25 - En el parte sur de este zócalo paleozoico que constituye La Meseta se produjo un hundimiento de parte del bloque (fosa) que, sin llegar a fracturarse del todo (flexión-falla) dejó un importante desnivel entre la superficie del zócalo y la fosa; este desnivel corresponde a la unidad de relieve conocida como Sierra Morena (Fg. 26).

- Fig. 26 - Al comenzar el Mesozoico, junto al zócalo herciniano de La Meseta quedaban otros restos que habían resistido mejor la erosión y todavía no habían sufrido un proceso de arrasamiento; eran macizos antiguos, es decir, montañas ya viejas pero no arrasadas hasta la raíz, de formas redondeadas y pesadas y de altura media. A este tipo de unidad estructural pertenece el Macizo Asturiano que constituye el sector occidental de una unidad de relieve que conocemos como Cordillera Cantábrica.

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Otros macizos antiguos, también restos del plegamiento herciniano, habrían sido el Macizo Catalano-Balear, el Macizo del Ebro, el Macizo de Aquitania y el Macizo Bético-Rifeño( ver imágenes correspondientes a la evolución geológica); el macizo del Ebro se habría hundido por un proceso isostático (ver isostasia*) y restos de los demas macizos habrían perdurado en: - el eje axial del Pirineo (Fg. 27).

- Fig. 27 - - zonas de las Cadenas Costero Catalanas y norte de la isla de Menorca (Fig. 28). En el puerto de Mahón, en Menorca, se observa con toda claridad la diferencia entre materiales del Mioceno (Era Terciaria) y los restos del antiguo macizo herciniano que ha perdurado también en parte de las Cordilleras Costero- Catalanas. En la parte derecha de la fotografía e isla central, se encuentran los terrenos paleozoicos, los más antiguos, visiblemente desgastados por la erosión y que contrastan con los terrenos de la orilla izquierda correspondientes a una sedimentación posterior producida durante el Mioceno.

- Fig. 28 -

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- cordilleras Béticas, especialmente en la Penibética (Fig. 29).

- Fig. 29 - Todo este conjunto de estructuras hercinianas presenta, desde el punto de vista litológico, rocas fuertemente metamorfizadas y granitizadas, de naturaleza silícea, que producen materiales rígidos, por lo que las formas generadas son fracturas y grandes abombamientos, nunca pliegues. Este tipo de superficies, por lo tanto, suelen formar cumbres suaves aunque la erosión glaciar posterior ha creado relieves abruptos y accidentados como puede apreciarse en algunas zonas del Pirineo Axial (Fig. 30).

- Fig. 30 -

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2.- CORDILLERAS DE PLEGAMIENTO. Ocupan, aproximadamente, la mitad oriental de la Península Ibérica. Son cordilleras afectadas por fuertes plegamientos, formadas por materiales sedimentarios marinos depositados durante el Mesozoico en profundas fosas. Son montañas jóvenes y de considerable altura. Es importante considerar que la Orogenia Alpina tuvo lugar en la Era Terciaria, también llamada Cenozoico; a esta orogenia se debe la formación de estas grandes unidades del relieve español pero no hay que olvidar que todas presentan elementos estructurales diferenciados: una parte se debe a la existencia de macizos antiguos formados con anterioridad y constituidos por terrenos paleozoicos y otra parte se debe al plegamiento de los materiales depositados en el geosinclinal* mesozoico. Ambas estructuras forman los relieves que conocemos como: Sistema Ibérico (Fig. 31); Cordilleras Costero-Catalanas (Fig. 32); Sistema Bético y Pirineos (Fig.33).

- Fig. 31 -

- Fig. 32 -

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ELS ENCANTATS EN EL PIRINEO AXIAL

- Fig. 33 - 3.- DEPRESIONES TERCIARIAS O CUENCAS DE SEDIMENTACIÓN. Se trata de estructuras formadas por la sedimentación de materiales y que ha tenido lugar durante la era terciaria y cuaternaria(Fig. 34); son formaciones postalpinas cuya sedimentación se ha producido sobre dos tipos de estructuras bien diferenciadas:

- Fig. 34 -

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A) Sobre abombamientos cóncavos del zócalo paleozoico de La Meseta dando lugar a coberteras sedimentarias de mayor o menos espeso espesor (Fgs. 35, 36). A este tipo pertenecen los relieves de llanura que conocemos como cuencas del Duero, Tajo y Guadiana. CUENCAS SEDIMENTARIAS; esta cubeta de sedimentación entre dos macizos antiguos tiene unos pocos metros de espesor por lo que constituye apenas una cobertera.

- Fig. 35 -

- Fig. 36 - B) Sobre fosas tectónicas originadas con la Orogenia Alpina que han sido posteriormente rellenadas o colmatadas de sedimentos; por eso también se les llama depresiones prealpinas (Fg. 37). A este tipo pertenecen los relieves de llanura que conocemos como Depresión del Ebro (Fig. 38,) y Depresión del Guadalquivir (Fig. 39).

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En las depresiones al pie de las montañas se acumulan los aluviones y los derrubios de roca arrancados por la erosión de los torrentes y glaciares que descienden de ellas. Bajo el peso de semejante cantidad de aluviones la fosa tiende a hundirse aún más.

- Fig. 37 -

- Fig. 38 - Como conclusión, tan sólo destacar la importancia, en la configuración del relieve peninsular, de las estructuras formadas durante el paleozoico con el ciclo orogénico herciniano; estas estructuras habrían formado el núcleo fundamental al que se adosaron el resto de formaciones que tuvieron lugar con el ciclo orogénico alpino (Fg. 40).

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- Fig. 39 -

- Fig. 40 -

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Todo lo expuesto afecta a la Península Ibérica e Islas Baleares; las cordilleras que recorren los bordes occidental y oriental en Mallorca pueden considerarse una continuación del Sistema Bético (Fg. 41); se trata de calizas plegadas que en el sector occidental han modelado una costa escarpada de espectacular belleza.

- Fig. 41 - En el caso del Archipiélago Canario las estructuras fundamentales que han configurado el relieve de estas islas son de dos tipos: - Macizos antiguos ligados a antiguos procesos de vulcanismo cuyos restos ya estan muy deteriorados en la actualidad aunque también hay importantes aportaciones volcánicas recientes, la más destacada puede apreciarse en el Parque Nacional de Timanfaya, relieve formado por una erupción volcánica en el siglo XVIII (Figs. 42 y 43). - Dorsales a las que hay que asociar la aparición de relieves volcánicos recientes. En ocasiones, el relieve corresponde a verdaderos afloramientos de estas dorsales oceánicas que son de un tamaño mucho más reducido que las grandes dorsales que atraviesan el centro de los océanos. Completan el panorama una activa sedimentación de materiales blandos hasta el punto de formarse relieves montañoso a partir de dunas fósiles.

- Fig. 42 -

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- Fig. 43 -