telenovelas: educación sentimental de las mexicanas
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Presentación para lectura, sobre la influencia de las telenovelas en la construcción de la identidad femenina de las mexicanas.TRANSCRIPT
TELENOVELAS: EDUCACIÓN SENTIMENTAL DE LAS MEXICANAS.
La telenovela, es el género televisivo preferido de la población mexicana, pues de los 20 programas más vistos en la historia de México, 17 han sido telenovelas, e indudablemente tienen una gran influencia en las masas sociales. La audiencia aficionada a las telenovelas en nuestro país, son predominantemente mujeres; un 60% de personas de nivel socioeconómico bajo, un 30% de medio y un 10% de alto, así como un 40% de hombres.
Los requisitos para que una novela sea exitosa son, su apego a las reglas de género, el triangulo amoroso, el asenso social de Cenicienta, actores y actrices que cumplan los cánones de belleza y el suspenso. Para identificar al televidente, los realizadores de telenovelas, enmarcan el contexto social y nivel sociocultural que vivimos actualmente.
A través de ellas se recrea el plano de la vida personal e íntima, como el despertar sexual, el divorcio de los padres, infidelidad, etc. La espectadora y el espectador ya conocen los mecanismos narrativos que permiten predecir la trama: pobres se casan con ricos, los enamorados no pueden estar juntos, hay enredos y confusiones entre los personajes y absurdas coincidencias que impiden conocer la verdad reveladora.
Si ya todos conocemos la misma historia ¿Por qué siguen teniendo tanto éxito? …
Bueno, la imagen es un medio importante para aceptar o rechazar algún pensamiento, una idea, una realidad o creencia, y establecer una verdad. Las telenovelas tienen una importancia en la conformación de maneras de expresión de lo afectivo, pueden ser instancias de educación sentimental a nivel colectivo, además, se cuentan aventuras y desventuras que sirven para formarse un juicio sobre lo adecuado o incorrecto de determinados comportamientos sociales.
La mujer encuentra, por este medio, una forma de evaluar el mundo privado en el que se encuentra sumergida. Pone a prueba sus conocimientos y experiencias vitales, y lo toma como oportunidad para entender mejor la vida. Se aprende cuál es el “amor verdadero”, el dolor, los celos, el odio, la amistad, lo que se espera tolera y lo que no en una relación de pareja.
También hay mujeres detractoras del género, quienes argumentan que las tramas son inverosímiles, “jaladas de los pelos”. Sin embargo, este género no es ingenuo; seduce con la identificación en el dolor y el gozo de las representaciones de la realidad cotidiana, y a la vez son un agente socializador para las mujeres, pues no solo las ven, se comentan, se critican, se ven en familia.
La telenovela en México, es un factor que influye en la perspectiva de género, más allá, en la identidad de la mujer. La vida real es más poderosa que la televisión en el desarrollo de la identidad de género; sin embargo, en los personajes de telenovelas, las niñas también encuentran modelos a quienes observar e imitar en lo femenino.
Las mexicanas admiran el ascenso social de una mujer en una telenovela, ya sea por esfuerzo propio, o por situaciones milagrosas, también admiran a las mujeres preparadas, con trabajo, a las que no aceptan el maltrato físico, a las que enfrentan el machismo de su marido, y las que se enamoran en la edad madura.
De la misma manera, la mexicana se apropia de estereotipos de madre y esposa.
Las diferencias en la identidad de género no se basan en determinantes bilógicas, sino en la construcción social que ha definido arbitrariamente las identidades según una sociedad estructurada en el patriarcado.
Las telenovelas que cumplen con los valores patriarcales, son aquellas en las que se santifica el dolor, el aguante y la entrega total de una mujer a su esposo o a su papel de madre.
Son estas, las más dañinas para las mexicanas, pues promueven la creencia de que es normal que las mujeres sufran más que los hombres, o de que ellas son las únicas responsables del cuidado de la familia y el hogar.
El presente, es un tema polémico, del que hay mucha tela de donde cortar. En definitiva se puede asegurar que las mexicanas seguirán viendo telenovelas; por eso como psicóloga, me parece importante que las telenovelas sigan siendo un objeto de estudio y se utilicen como una herramienta de terapia social. Como mujer, espero que cada generación sea más crítica al observar, que se cuestione las verdades impuestas y al final las mire como lo que son; ficciones entretenidas.
Referencias:Padilla-De la Torre, M. R. (2005). Ser mujer se aprende, enseña, disfruta y sufre. Telenovela, cultura e identidad de género. Culturales, 1 (1), 143-176. Recuperado de http://redalyc.uaemex.mx/pdf/694/69410107.pdf
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