tejiendo los lazos de un legado: qhapaq nan - camino principal

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Tejiendo los lazos de un legado Qhapaq Ñan Camino Principal Andino hacia la nominación de un patrimonio común, rico y diverso, de valor universal Tejiendo los lazos de un legado Qhapaq Ñan Camino Principal Andino hacia la nominación de un patrimonio común, rico y diverso, de valor universal

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Page 1: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

Tejiendo los lazos de un legado

Qhapaq ÑanCamino Principal Andinohacia la nominación de un patrimonio común,

rico y diverso, de valor universal

Tejiendo los lazos de un legado

Qhapaq ÑanCamino Principal Andinohacia la nominación de un patrimonio común,

rico y diverso, de valor universal

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Tejiendo los lazos de un legado.Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino:

hacia la nominación de un patrimonio común,rico y diverso, de valor universal

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Tejiendo los lazos de un legado

Qhapaq ÑanCamino Principal Andinohacia la nominación de un patrimonio común,

rico y diverso, de valor universal

MINISTERIO DEEDUCACIÓN, CULTURAY DEPORTE

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino:hacia la nominación de un patrimonio común, rico y diverso, de valor universal

© Representación de UNESCO en PerúAv. Javier Prado Este 2465San Borja - PERÚEdificio Museo de la Nación, piso 8Teléfono: (51 1) 476 9871Fax: (51 1) 476 9872Email: [email protected]ágina web: www:unesco.org/lima

Primera edición: junio 2004Tiraje: 500 ejemplares

Coordinación: Ciro Caraballo PerichiNuria Sanz

Edición: Susana FinocchiettiDiseño y diagramación: Gisella ScheuchFotografías: Ciro Caraballo Perichi

Nuria SanzInfografía: p. 17, gentil cesión de la Empresa Editora El Comercio S.A., Lima

Derechos Reservados

ISBN N°: 9972-841-05-7Hecho el Depósito Legal N°: 1501412004-5070

Impreso en el Perú – Printed in Peru

La información contenida, las denominaciones empleadas ylas opiniones vertidas en esta publicación, así como lapresentación de los datos que en ella figuran, no implican departe de la UNESCO, ninguna toma de posición, ni su puntode vista oficial, solo comprometen a sus autores.

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La Representación de UNESCO en el Perú agradece a todos aquéllosque han comprometido su querer, su saber y su experiencia para dar

inicio a un proceso sin precedentes, como es la nominación «QhapaqÑan - Camino Principal Andino», como patrimonio de la humanidad.

Esta publicación constituye la primera entregade una serieque acompañará dicho proceso y que permitirá además, documentarlo,

sistematizarlo y socializarlo.

Nuestro agradecimiento a la Cooperación Española, que por intermediodel Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, y su contribución al

Centro del Patrimonio Mundial, ha hecho posible la «Reunión deExpertos sobre el proceso de preparación de la candidatura de nomina-

ción del Qhapaq Ñan para su inscripción en la Lista del PatrimonioMundial», Cusco, 24 y 25 de octubre de 2003, y esta publicación.

PATRICIA URIBE

Representante de la UNESCO en Perú

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ANTECEDENTES ................................................................................................................................................. 11

PRESENTACIÓN ................................................................................................................................................. 13

Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino: hacia la nominación de un bien excepcional

en la Lista del Patrimonio MundialCiro Caraballo Perichi .......................................................................................................................................... 19

Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino y el proceso de su candidaturacomo Bien susceptible de ser inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial

Nuria Sanz ............................................................................................................................................................. 28

Riqueza y complejidad del Qhapaq Ñan. Su identificación y puesta en valor

Victoria Castro ....................................................................................................................................................... 40

Riqueza, complejidad y riesgos de los programas de conservación, valoración y manejo del patrimonio

cultural inmaterial en comunidades nativas y rurales de los Andes, desde una visión antropológica

David Vicente De Rojas Silva ................................................................................................................................ 48

El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservación de la biodiversidad mediante

el establecimiento de redes de áreas naturales protegidasLuis Alfaro ................................................................................................................................................................................................................................................................................. 63

El camino principal andino Qhapaq Ñan: una reflexión en tornoa la rearticulación e integración de las comunidades andinas

Ramiro Molina Rivero ........................................................................................................................................... 73

Oportunidades y retos en el desarrollo de productos turísticos sostenibles y responsables,

relacionados con el Qhapaq Ñan

María Eugenia Bacci ............................................................................................................................................. 78

CONTENIDO

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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Uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs)para la puesta en valor del Qhapaq Ñan

Erick Iriarte Ahon .................................................................................................................................................. 88

Un proyecto sugerente: poética y práctica del Camino de Santiago de Compostela

José Antonio Fernández de Rota ........................................................................................................................... 97

«Reunión de expertos sobre el proceso de preparación de la candidatura de nominacióndel Qhapaq Ñan para su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial» .......................................................... 105

Conclusiones y recomendaciones ........................................................................................................................ 108

Programa ............................................................................................................................................................... 110

Participantes ......................................................................................................................................................... 112

ANEXOS

I. Texto de la inscripción del «Qhapaq Ñan - Camino Inca» en la Lista Indicativa del Perú, 2001................. 117II. Acta de compromiso ..................................................................................................................................... 118

III. «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

Informe final, conclusiones y recomendaciones .......................................................................................... 120IV. Declaración conjunta de Presidentes del Grupo de Río .............................................................................. 125

V. Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca» ........... 126

VI. Propuesta de Cusco ...................................................................................................................................... 131

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Presentación

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ANTECEDENTES

Los Incas formalizaron un sistema vial que sostu-vo la dinámica de integración administrativa, polí-tica y cultural de la región andina por más de dosdécadas. Este sistema se articuló a partir del Cami-no Troncal de la Sierra, citado en las crónicas tem-pranas como «Qhapaq Ñan» o Camino del Princi-pal. Constituyó la obra tecnológica más importan-te de la América prehispánica dirigida a la integra-ción territorial en zonas de compleja geografía. Alo largo de más de 23.000 km, este sistema de ca-minos, almacenes, puestos de control y centros po-blados logró concentrar la sabiduría de todos losgrupos étnicos pre-existentes en este variado terri-torio, comunicando los pueblos desde el sur de laactual Colombia hasta el sur de Chile y Argentina.

El Qhapaq Ñan, construido en la búsqueda deuna integración territorial, atraviesa los más diver-sos ecosistemas del continente; alberga una singu-lar diversidad biológica y excepcionales valoresculturales; sin embargo, constituye una región dealta vulnerabilidad económica, social y ambiental,que requiere que las actuales generaciones conti-núen dando respuestas adecuadas, como en el pa-sado, a la cambiante relación entre la base naturaldel territorio y los usos del suelo.

Los restos materiales de esta importante obrapermanecen en espera de su rescate arqueológicoy puesta en valor cultural y económico; igualmen-te importantes son las manifestaciones culturales,tales como la infraestructura agrícola tradicional,los sitios de carácter sagrado, las fiestas locales yregionales, la gastronomía, los conocimientos tra-dicionales y otros, que constituyen un mosaico com-plejo de valores de profunda raigambre, presente,aún hoy, en las comunidades indígenas y mestizas,que habitan a lo largo de su ruta, buena parte deellas, en pobreza crítica.

Si bien el Qhapaq Ñan es conocido por especia-listas de la arqueología y de la historia, sigue sien-do un espacio abierto para la investigación y desa-rrollo económico y cultural en el mundo andino.Bajo el liderazgo del Perú (el estado peruano en elaño 2001, declaró como Interés Nacional la Recu-peración del Sistema Vial Inca «Qhapaq Ñan» me-diante el D.S. N° 031-2001-ED, y lo inscribió en laLista Indicativa del Centro del Patrimonio Mun-dial1), los países de la región iniciaron ante laUNESCO, las gestiones pertinentes para la inscrip-ción del Qhapaq Ñan en la Lista del PatrimonioMundial. Ello permitió que los representantes de

1 Anexo I: Texto de la inscripción del «Qhapaq Ñan - Camino Inca» en la Lista Indicativa del Perú, 2001; p. 117.

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Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú asisten-tes a una reunión del Centro del Patrimonio Mun-dial en Montevideo (marzo de 2002)2, subscribie-ran un Acta, manifestando la importancia de pro-mover acciones conjuntas de investigación,metodología de valoración e incorporación comu-nitaria, así como políticas de desarrollo y turismosustentable de carácter regional.

El documento «Los caminos andinos prehispá-nicos y las rutas del Tahuantinsuyo» elaborado enMontevideo, durante la 1ª Reunión de InformesPeriódicos del Patrimonio Mundial, en marzo de2002, permitió inscribir nacionalmente el CaminoInca en la lista tentativa; el Centro del PatrimonioMundial se comprometió a preparar la primera re-unión de expertos para iniciar los trámites de pre-sentación de candidatura.

En dicho encuentro, Perú convocó a los paísesparticipantes para asistir a una reunión técnica quese realizaría en la ciudad de Lima, el 1 y 2 de abrildel 20033. Chile, Bolivia, Ecuador y Argentina, queya habían adelantado acciones de investigación desus principales sitios, expusieron sus avances en elencuentro que se llevó a cabo en Argentina, en laciudad de Jujuy, en febrero de ese mismo año.

Durante la «1ª Reunión Técnica Regional Qha-paq Ñan-Camino Inca», realizada en Lima, se ex-puso el trabajo elaborado por los técnicos repre-sentantes de los países participantes. Entre losacuerdos se dio prioridad al comienzo de un proce-so de cooperación regional con el objeto de pre-sentar una única nominación para su inscripción.Se solicitó al Centro del Patrimonio Mundial queinformara durante la vigésimo séptima reunión delComité del Patrimonio Mundial, sobre las accio-nes emprendidas hasta la fecha por los Estados par-ticipantes en el proyecto. La Unidad de América

Latina y el Caribe presentó el documento 03/27.Doc Inf 13, donde se exponían los resultados obte-nidos a través de las actividades anteriores, entreellas el deseo manifiesto de las Delegaciones Per-manentes de que el Centro del Patrimonio Mun-dial fuera el coordinador general del proyecto denominación. El Comité del Patrimonio Mundialadoptó la decisión 13/27 COM 13.2 en la que cla-ramente expresaba su interés por dicho proyecto.

En mayo de 2003, durante la XVII Reunión delGrupo de Río, los presidentes de dicho Grupo con-vinieron en suscribir conjuntamente, una Declara-ción donde se comprometieron a posibilitar la ins-cripción del Qhapaq Ñan dentro del Proyecto delCamino Principal Andino4.

El Centro del Patrimonio Mundial programó la2ª Reunión Técnica Qhapaq Ñan - Camino Princi-pal Andino, para el 24 y el 25 de octubre del 2003,a realizarse en la ciudad de Cusco, Perú. Este en-cuentro de expertos fue organizado para reunir vo-luntades técnicas e institucionales entre los paísesque comparten en su territorio una herencia cultu-ral y natural excepcional como es el Qhapaq Ñan.

El proyecto Qhapaq Ñan se presenta como unaoportunidad única para incorporar acciones regio-nales: en lo referente a políticas y prácticas de inte-gración, en la preservación de áreas naturales y laconformación de corredores biológicos; en el resca-te y puesta en valor de excepcionales monumentosarqueológicos; en la activación y puesta en valorsocio económico de las culturas ancestrales, así comoen la elaboración de propuestas de desarrollo turís-tico integral, con participación comunitaria.

Esta publicación recoge los criterios y concep-tos que se debatieron en esa reunión, y constituyeun hito teórico muy importante para el proceso denominación trans y multinacional.

2 Anexo II: Acta de compromiso; pp. 118-119.3 Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca» Informe final, conclusiones y recomendaciones; pp.120-124.4 Anexo IV: Declaración conjunta de Presidentes del Grupo de Río; p. 125.

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Presentación

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PRESENTACIÓN

El Centro del Patrimonio Mundial ha sido el desti-natario de los deseos de seis Estados Parte de laConvención del Patrimonio Mundial para definirun proceso de cooperación internacional que tengacomo colofón la nominación del Camino PrincipalAndino, bien patrimonial trans-fronterizo que com-parten los países de Argentina, Bolivia, Chile, Co-lombia, Ecuador y Perú. Desde el 29 de enero de2003, el Centro del Patrimonio Mundial ofreció susede en París para comenzar a conciliar las expec-tativas de cada uno de los Estados Miembros, enuna labor que es de todos.

Como es su misión, el Centro del PatrimonioMundial ha organizado, por deseo expreso de losRepresentantes Permanentes de sus Países en Pa-rís, reuniones, sesiones informativas y actividades,con el fin de articular un proceso complejo y almismo tiempo referencial para el cumplimiento dela filosofía del texto madre: la Convención del Pa-trimonio Mundial Cultural y Natural.

El Centro ha acompañado los procesos institu-cionales de concertación y ha sido informado delos procesos políticos emprendidos por dichos Paí-ses. La segunda «Reunión Técnica Qhapaq Ñan -Camino Principal Andino» representa un nuevopaso en el camino ya iniciado, y dado el simbolis-mo a un lugar como el Cusco, implica el compro-miso de acompañar el esfuerzo compartido.

Este proceso debe entenderse principalmentecomo una oportunidad, no sólo de comunicaciónfísica entre los países de la región, sino como un

claro escenario de cooperación internacional en tér-minos del Patrimonio Mundial; servirá, sin dudaalguna, para establecer nuevos criterios y dinámi-cas de formas de trabajo conjuntas, entre países quecomparten bienes patrimoniales comunes, sea porcontinuidad espacial, o como fruto de las dinámi-cas socio-históricas que los generaron, y se con-vertirá en referente para otras instancias que ahoratambién figuran en la Lista Indicativa del Patrimo-nio Mundial, como La Ruta de la Seda y La Falladel Rift.

Este esfuerzo en el proceso de candidatura delCamino Principal Andino es un procedimiento pio-nero que generará pautas técnicas y metodologíaspara candidaturas que están por venir. La propues-ta de inscripción del Qhapaq Ñan en la Lista delPatrimonio Mundial abre una nueva vía de explo-ración, para la experiencia acumulada en tres dé-cadas de vigencia de la Convención del Patrimo-nio Mundial Cultural y Natural.

El Centro del Patrimonio Mundial ha organiza-do un segundo encuentro, para reunir voluntadestécnicas e institucionales, entre los países que com-parten en su territorio una herencia cultural y natu-ral excepcional, como es el Qhapaq Ñan: una víade comunicación que, a través de un proceso conti-nuo de transformación a lo largo de los siglos, per-mitió la difusión y madurez de las culturas regio-nales y una relación armónica entre el ser humanoy la naturaleza. El Camino facilitó la gestación yapropiación de valores culturales y productivos, a

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lo largo de más de 23.000 km dentro del mundoandino.

El proceso civilizador que acompañó al Cami-no, permite, actualmente, disponer de fuentes tes-timoniales de lo que fuera un extraordinario con-junto de rutas e infraestructuras edificadas. Hoycontemplamos, con asombro, la riqueza culturaltransmitida, viva en el desarrollo de cientos de di-versidades culturales a lo largo del mismo: lenguas,técnicas, pensamiento, mitos, música y costumbres,que aún conviven armoniosamente con la natura-leza andina.

El documento «Los caminos andinos prehispá-nicos y las rutas del Tahuantinsuyo», elaborado enMontevideo en marzo de 2002, durante la 1ª Re-unión de Informes Periódicos del Patrimonio Mun-dial, permitió dar inicio a las distintas acciones quehoy proseguimos. En dicha reunión se invitó a lospaíses a inscribir el Camino Inca en su Lista Indi-cativa, y el Centro del Patrimonio Mundial se com-prometió a preparar la Segunda Reunión de exper-tos para propiciar su candidatura.

Posteriormente, durante la «1ª Reunión Técni-ca Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca», realiza-da en Lima durante el 1 y el 2 de abril de 2003, sepresentó el trabajo preparado por los técnicos re-presentantes de los Países participantes. Entre losacuerdos se dio prioridad al siguiente punto:

• Comenzar un proceso de cooperación regionalcon el objeto de presentar una única nomina-ción para su inscripción.

Para ello, se solicitó al Centro del Patrimonio Mun-dial que informara durante la 27ª Sesión del Comi-té del Patrimonio Mundial sobre las acciones em-prendidas hasta la fecha por los Estados partici-pantes en el proyecto. La Unidad de América Lati-na y el Caribe presentó el documento WHC-03/27.COM/INF.13, sobre los resultados obtenidos através de las actividades anteriores, entre ellas, eldeseo expreso de las Delegaciones Permanentes,de que el Centro del Patrimonio Mundial fuera elcoordinador general del proyecto de candidatura.

El Comité del Patrimonio Mundial adoptó la deci-sión 27 COM 13.2, la que expresa, claramente, suinterés por dicho proyecto y el deseo de recibir in-formación pormenorizada en China durante la 28ªSesión del Comité, que se llevará a cabo a media-dos del año 2004.

Con ocasión de la Décimo Sexta reunión delGrupo de Río, los Presidentes de los seis EstadosParte se comprometieron, mediante Declaraciónexpresa, a respaldar el proyecto «Qhapaq Ñan - Ca-mino Principal Andino», para su inscripción comositio del Patrimonio Mundial. El texto de la Decla-ración sostiene en forma explícita:

«... consideramos que un bien cultural querepresenta la integración y comunicación an-cestral de nuestros pueblos y que permitió elintercambio cultural, idiomático, económico,político y social, de tal magnitud para Améri-ca, que hasta hoy es palpable, tiene una com-plejidad, una fuerza y una envergadura, que dotaa esta ruta de un valor universal excepcional,por lo que emprenderemos los esfuerzos nece-sarios para que cada uno de nuestros países lo-gre inscribir el Qhapaq Ñan - Camino Princi-pal Andino en la Lista del Patrimonio Mundial».

Como se sabe, toda inscripción de un bien en laLista del Patrimonio Mundial pasa en primer tér-mino por la identificación de los criterios de valoruniversal y excepcionalidad. Es por ello que, comoobjetivos de la 2ª Reunión Técnica se propuso:

• Definir conceptualmente el bien Qhapaq Ñancomo también su naturaleza arqueológica, his-tórica, paisajística, antropológica, etnográficay ambiental.

• Definir etimológicamente Qhapaq Ñan y lascategorías que lo califican.

• Determinar aquellos criterios que aseguren unmínimo común denominador para incluir sitios,vestigios, tramos, comunidades, paisajes o cos-movisiones como demostrativos del QhapaqÑan en cada país.

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Presentación

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Además:

• Recopilar y sistematizar las investigaciones rea-lizadas por cada uno de los Países, consideran-do los cuestionarios previamente elaborados, yla discusión entre los grupos de trabajo de di-cha reunión.

• Presentar, discutir y establecer consenso entrelas posibles modalidades para la inscripción delQhapaq Ñan en la Lista de Patrimonio Mun-dial, e identificar los mecanismos operaciona-les que permitan avanzar en el proceso, es de-cir, identificar un pre-modelo de candidatura.

• Acordar un calendario de actividades para elaño 2004, a través de la asistencia técnica in-ternacional del Fondo del Patrimonio Mundial.

• Definir un grupo de trabajo responsable de lacoordinación internacional del proyecto.

• Establecer un espacio electrónico de intercam-bio de información, atendiendo a la solicitudya formulada en Montevideo y Lima, que ac-túe como instrumento de trabajo cotidiano en-tre los equipos nacionales.

Hasta hoy, en la historia de la Convención, tre-ce son los lugares inscritos en la Lista del Patrimo-nio Mundial como sitios de carácter trans-fronteri-zo. Ocho se refieren a sitios naturales; uno con ca-rácter mixto y cuatro considerados bienesculturales. Entre estos últimos, dos han sido con-ceptuados como paisaje cultural. Ninguno, hastala fecha, es fruto de seis voluntades nacionales.

Seis de las candidaturas transnacionales comen-zaron como proceso nacional, y su transnacionali-dad se debe a haber presentado, posteriormente, ex-tensiones a la nominación original. No se puedeperder la oportunidad de conceptuar y consensuaruna definición conjunta para un bien común a seisnaciones. Se trata de determinar un proceso de pues-ta en marcha de un proyecto unitario. Ahora bien,¿cuál es la forma de compartir esfuerzos y al mis-mo tiempo respetar la urgencia variable que el pro-ceso conlleva en cada una de las realidades nacio-nales? La respuesta a esta pregunta se dará en el

proceso y cada país expresará libremente sus ex-pectativas, sus deseos y sus prioridades, en el mo-mento de formular una acción transnacional de estecarácter.

Como nominaciones seriadas, no transnaciona-les, la Lista del Patrimonio Mundial cuenta conmás de 300 casos. Se trata de seleccionar dentrode las fronteras de cada país, propiedades sin co-nexión física, pero sí contextual o temática, ex-presión de un mismo valor cultural o natural uni-versal. Son muy pocas las candidaturas que hancombinado los aspectos seriados y trans-fronteri-zos. Un ejemplo son las Misiones Jesuíticas Gua-raníes (Argentina/Brasil/Paraguay); en este caso,las cuatro Misiones Jesuíticas brasileñas fueronseguidas por cuatro Misiones argentinas, al añosiguiente de la primera fase de la nominación yfinalmente por Paraguay. Este es otro mecanismoque puede ser explorado: un país comienza el pro-ceso y el resto de países involucrados lo continúapaulatinamente, anexando sus propiedades a la no-minación inicial.

En un proyecto diacrónico resulta esencial de-finir inicialmente una intención común, y luegoidentificar conjuntamente lo compartido, median-te el proceso regular de nominación: definición delo que se va a nominar, su justificación, estudiocomparativo y, sobre todo, cómo cada parte contri-buye al valor universal del conjunto.

No podemos dejar de manifestar aquí, algunasde las cuestiones que pueden despertar más inte-rrogantes: los componentes de gestión y las posi-bilidades de articular los mecanismos legales, téc-nicos, sociológicos, culturales y económicos deconservación, que implican un bien común a seispaíses. Una discusión sobre este punto ayudará adespejar dudas y a optar por una forma u otra parapresentar la documentación para la candidatura.

No sería razonable limitar la lectura del Qha-paq Ñan a un espacio temporal restringido, a losaportes de una determinada cultura, o a los restosarqueológicos identificados. Tratarlo puramentecomo un bien de traza arqueológica significaríaeliminar su esencia: el rico proceso de interacción

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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cultural y los sustratos culturales que lo acompa-ñan, a través, y a la vera de sus caminos, que es-tructuran la relación entre zonas ecológicas diver-sas, testigos activos de una de las mayores diversi-dades culturales y biológicas del Planeta.Proyectarlo como un bloque integral también res-ponde a la necesidad de vincular producciones com-plementarias, al tiempo que se tejen lazos entre laherencia de distintas culturas, lenguas, experien-cias tecnológicas y cosmovisiones. Hoy el Caminoes la traza de una herencia material parcialmente

conservada, no completamente conocida y aún noregistrada ni inventariada en su totalidad.

Dada la complejidad del Qhapaq Ñan es nece-sario aprovechar la oportunidad de contar con lacompañía de expertos en diversas disciplinas, paradeterminar la más adecuada clasificación del bienen la Lista, buscando aquélla que exprese el con-cepto unitario del bien, pero que al mismo tiempopermita, en forma operativa, el manejo de los sec-tores, tramos, territorios o paisajes de valores ex-cepcionales concebidos en toda su diversidad.

FRANCESCO BANDARIN

Director del Centro del Patrimonio MundialUNESCO

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Ciro Caraballo Perichi

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Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino:hacia la nominación de un bien excepcional

en la Lista del Patrimonio Mundial

Ciro Caraballo Perichi

La propuesta de inscripción de «Qhapaq Ñan -Camino Principal Andino» en la Lista del Patrimo-nio Mundial, constituye una excelente oportunidadpara incluir en la elaboración del expediente de pre-sentación, la experiencia acumulada en las tres dé-cadas de vigencia de la Convención del Patrimo-nio Mundial, Natural y Cultural.

No es otra la razón por la cual el Centro delPatrimonio Mundial auspicia la realización de en-cuentros técnicos entre países firmantes de la Con-vención, que comparten en su territorio una heren-cia cultural y natural excepcional: el Qhapaq Ñan.Una vía de comunicación, que en un continuo pro-ceso de transformación, a través de los siglos, per-mitió la difusión y madurez de las culturas regio-nales; una relación armónica entre hombre y natu-raleza, que facilitó la gestación y apropiación devalores culturales y productivos a lo largo de másde 23.000 km1 del mundo andino.

El proceso civilizador que se desarrolló a lo lar-go del Qhapaq Ñan permite hoy disponer de com-ponentes testimoniales de lo que fuera un extraor-dinario conjunto de rutas e infraestructura edifica-da, así como asombrarse de la riqueza culturaltransmitida y aún viva, en la cultura de cientos decomunidades a lo largo del mismo: lenguas, técni-cas, pensamiento, mitos, música y costumbres, que

aún conviven armoniosamente con la naturalezaandina.

En 1972 la «Convención del Patrimonio Mun-dial» estableció orientaciones claras que daban res-puesta al riesgo que amenazaba a los bienes patri-moniales de todo el mundo, fruto de la visión dedesarrollo a corto plazo, que en forma exclusiva, ca-racterizaba entonces a los procesos de crecimientoindustrial y urbano. Varias de las razones esgrimi-das para la aprobación de la Convención eran porentonces ideas de vanguardia; hoy sirven de susten-to a la mayor parte de las propuestas y acciones que,con respecto a la valoración y conservación del pa-trimonio, prosperan en el ámbito mundial.

Las premisas básicas de 1972 fueron reforza-das, gracias al aprendizaje realizado en los sitiosinscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, pre-sentándose propuestas operativas en el documento«Directrices prácticas sobre la aplicación de laConvención para la Protección del PatrimonioMundial» (Centro del Patrimonio Mundial - WHC;marzo de 1999).

Por las características de esta nominación trans-nacional es conveniente hacer una breve referen-cia sobre dos de las premisas centrales de la «Con-vención del Patrimonio Mundial», que deben sercuidadosamente analizadas, con el objeto de iden-

1 Información presentada por el equipo de investigación del INC-Perú, 2003.

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Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino. Hacia la nominación de un bien excepcional en la Lista del Patrimonio Mundial

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tificar, categorizar y delimitar claramente el biendenominado «Qhapaq Ñan», inscrito en la «ListaTentativa de Sitios del Patrimonio Mundial»por lospaíses que asisten a este encuentro:

a) La responsabilidad mundial por los bienespatrimoniales excepcionales

La Convención tiene como uno de sus objetivoscentrales propiciar una visión de responsabilidadcompartida entre los estados firmantes, hacia losbienes patrimoniales de valor excepcional, consi-derándolos como una herencia perteneciente a todala humanidad, cuyo compromiso va más allá de lavisión interna y de la responsabilidad nacional.

Esta propuesta establece que la pérdida de es-tos bienes empobrece la naturaleza y la cultura detodo el planeta, y no sólo la de los ciudadanos deuna determinada urbe o país. Esta premisa sirvehoy en día de sustento a gran parte de los progra-mas de ayuda y préstamos internacionales otorga-dos para la conservación y el uso sostenible de losbienes patrimoniales, naturales y culturales. Es porello que toda inscripción de un bien en la Lista delPatrimonio Mundial pasa en primer término por laidentificación de los criterios de representación uni-versal y de excepcionalidad del bien.

En las «Directrices prácticas sobre la aplicaciónde la Convención para la Protección del Patrimo-nio Mundial» (WHC; marzo de 1999), se establece

textualmente: «Se puede considerar que algunoselementos de este patrimonio, por sus notablescualidades, tienen un valor universal excepcionaly merecen, por ende, una protección especial con-tra los peligros crecientes que los amenazan». Estacondición de «excepcionalidad» obliga, al mismotiempo, a establecer una delimitación física del bieny una especificación de las acciones preventivas,correctivas o de restauración del soporte materialy social de los valores que deben ser conservados.También conmina al estado, o estados parte, a de-mostrar la posibilidad de adelantar procesos queaseguren el manejo y la gestión del sitio, así comola apropiación y la difusión de los valores conteni-dos en él.

La asociación de varios Estados parte en el pro-ceso de identificación, valoración y conservaciónde bienes patrimoniales, naturales o culturales concontinuidad trans-fronteriza, o con identidad com-partida, ha sido un deseo auspiciado claramente enlas «Directrices prácticas sobre la aplicación de laConvención para la Protección del Patrimonio Mun-dial» (WHC; marzo de 1999).

Esta propuesta se inscribe en la visión de res-ponsabilidad compartida por los países parte parael auspicio de acciones de conservación, puesta envalor y uso social sostenible de los bienes patrimo-niales2.

La identificación de los valores del bien patri-monial y de los criterios que justifican su inclusión

2 En el articulado de las Directrices Prácticas se establece:16. Si un bien cultural y/o natural que responde a los criterios adoptados por el Comité se extiende más allá de las fronteras deun solo país, se aconseja a los Estados Partes interesados, que presenten una propuesta de inscripción común»...18. En consonancia con el espíritu de la Convención, los Estados Partes deberían, en la medida de lo posible, esforzarse porincluir en sus propuestas de inscripción bienes cuyo valor universal excepcional dimane de una simbiosis particularmenteimportante de características culturales y naturales.19. Los Estados Partes pueden proponer para una inscripción única, un conjunto de bienes culturales o naturales que puedenencontrarse separados geográficamente, siempre que estén vinculados entre ellos por pertenecer a:i) un mismo grupo histórico-cultural oii) un mismo tipo de bien característico de dicha zona geográfica,iii) una misma formación geomorfológica, una misma provincia biogeográfica o un mismo tipo de ecosistema y siempre ycuando sea el conjunto propiamente dicho, y no sus elementos constitutivos tomados individualmente, el que revista un valoruniversal excepcional.20. Cuando un conjunto de bienes culturales o naturales, según se define en el párrafo 19, comprenda bienes situados en elterritorio de más de un Estado Parte en la Convención, los Estados Partes interesados podrán, de común acuerdo, proponer unainscripción única».

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Ciro Caraballo Perichi

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en la Lista del Patrimonio Mundial, así como ladelimitación del área protegida, ha sido siempreuna tarea más fácil, que la de poner en marcha losmecanismos que aseguren la conservación del si-tio. Más difícil aún ha sido lograr la adecuada yamplia participación social que requiere una acciónde este tipo.

En las «Directrices prácticas sobre la aplicaciónde la Convención para la Protección del Patrimo-nio Mundial» (WHC; marzo de 1999) se especifi-ca la obligación de acompañar el expediente de pre-sentación del bien patrimonial con instrumentos le-gales y operativos que aseguren la conservación yel adecuado uso social del bien declarado: «La ins-cripción de un bien se diferirá hasta que el Estadodel que emane la propuesta haya demostrado sucompromiso de protegerlo. Este compromiso pue-de plasmarse en una legislación adecuada, en elsuministro de personal y en la financiación o unplan de gestión»3.

Por ello resulta un reto en este proceso transna-cional, poder identificar los valores excepcionalesdel bien, su autenticidad e integridad, los mecanis-mos adecuados para lograr un proceso abierto parasu inscripción, así como los instrumentos legales yoperativos que aseguren la conservación del bienpatrimonial.

b) La conservación del bien patrimonial y larealidad social donde éste se inserta

Otra propuesta fundamental contenida en el docu-mento central de la «Convención del PatrimonioMundial» es aquélla que establece que la conser-vación de los bienes patrimoniales no puede ais-larse de la realidad social y cultural en la que esteproceso se inserta. Es necesario promocionar la más

amplia participación de las comunidades que con-viven con el bien patrimonial, tanto en el procesode preparación del expediente de inscripción, comoen los planes y propuestas de manejo dentro de unmarco de desarrollo sostenible4.

Transcurridos más de 30 años de la aprobaciónde la Convención, quizá éste haya sido uno de losprincipios más difíciles de aplicar, sea debido a ladificultad metodológica y operativa de combinarlas estructuras ejecutoras responsables de los bie-nes en el ámbito nacional como nuevas propuestasde participación, o por la necesidad de adaptar le-yes, reglamentos y recursos presupuestarios a pro-puestas adecuadas de conservación y uso sosteni-ble del patrimonio.

En las «Directrices prácticas sobre la aplicaciónde la Convención para la Protección del Patrimo-nio Mundial» (WHC; marzo de 1999), se estable-ció la categoría de «paisajes culturales» enfatizán-dose que éstos representan…«las obras conjuntasdel hombre y la naturaleza» mencionadas en el Ar-tículo 1 de la Convención. Ilustran la evolución dela sociedad y de los asentamientos humanos a lolargo de los años, bajo la influencia de las limita-ciones y/o de las ventajas que presenta el entornonatural y las fuerzas sociales, económicas y cultu-rales sucesivas, internas y externas». Fruto de estacategorización donde se hacen inseparables delobjeto material, las prácticas, técnicas y valoressociales de la comunidad, la participación de lascomunidades en el proceso de definición, nomina-ción, manejo y gestión del bien es indispensable.

Por las razones aludidas, es conveniente esta-blecer acuerdos técnicos, políticos y culturales, quefaciliten la participación de las comunidades invo-lucradas en los procesos de identificación de losvalores del bien, así como en la definición de los

3 Directrices prácticas sobre la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial. Sección B. 11. En la sección «Gestión» dela propuesta de inscripción, los Estados Partes deberían presentar, además de los textos jurídicos que protegen el bien cuyainscripción se propone, una explicación sobre la manera en que dichas leyes funcionan. Este análisis es preferible a una simpleenumeración o compilación de textos jurídicos. UNESCO, 1999.4 Directrices. Sección B. 14. La participación de la población local en el proceso de solicitud de inscripción es esencial para queésta tome conciencia de la responsabilidad que comparte con el Estado Parte en cuanto al mantenimiento del sitio (1999).

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Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino. Hacia la nominación de un bien excepcional en la Lista del Patrimonio Mundial

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límites del área intangible y del área de protección.También es necesario definir las líneas estratégi-cas que sustenten las bases operativas del plan demanejo de gestión, así como los procedimientospara el monitoreo periódico de las condiciones ycontenidos de los valores tangibles e intangiblesdel bien cultural o natural declarado.

EL QHAPAQ ÑAN EN SU LECTURAHISTÓRICA

Para el Imperio Inca, los más de 23.000 km de ca-mino, entre principales y secundarios, era muchomás que un conjunto de rutas de comunicación. Setrataba de un sistema integral de producción, al-macenamiento, intercambio, control territorial y,especialmente, un medio para la expansión de lalengua quechua, la cultura y la cosmovisión verná-cula. Sin embargo, sería altamente taxativo, si seobservara este complejo tecnológico y cultural, conuna lente que sólo enfocara algo más de un siglode presencia incaica en toda la región andina.

Tanto los caminos, como las estructuras de de-fensa, alojamiento y almacenamiento, así como lastécnicas e infraestructura de producción que pu-sieron en práctica los Incas, fueron el resultado deun largo proceso civilizador en la región, que hoyclaramente puede datarse en más de cinco mil añosde antigüedad. La mayor parte de los tramos decamino que los Incas incorporaron a la red que hoyse llama Qhapaq Ñan, Camino Principal o del Prin-cipal, había servido de conector entre los centrosreligiosos y los poblados tempranos, como los delhorizonte Chavín, en la Sierra Central peruana, olos de la civilización Tiwanakota, con centro en elAltiplano, seguidos de la expansión Wari en el nodoayacuchano, así como de decenas de otros asenta-mientos con amplio control territorial en la costa yen la sierra.

Las comunidades que se asentaron a lo largo deesta vía compartían muchas de las técnicas de pro-ducción y construcción, así como una cosmovisiónque daba una respuesta coherente a la complejanaturaleza donde se insertaron.

Cabe a los Incas haberle dado unidad a una he-rencia común y estructurar a partir de ella, uno delos territorios políticos, sociales y culturales queaún muestra su honda repercusión en el funciona-miento actual del mundo andino.

Si bien la estructura económica colonial y laspropuestas republicanas de los distintos paísestransformaron las dinámicas económicas, sociales,territoriales y culturales del mundo andino, diver-sos tramos del Qhapaq Ñan siguieron siendo el prin-cipal vínculo entre minas, haciendas, ciudades ypuertos de la región, dejando sentir aún su presen-cia, no sólo física, sino cultural, expresándose enlenguas, fiestas, mercados, mitos e imaginarios.

Es por ello que limitar la lectura del Qhapaq Ñana un espacio temporal restringido; a los aportes deuna determinada cultura; o a los restos arqueológi-cos identificados, es dejar sin sentido el rico proce-so cultural aún vivo, el cual presenta, complemen-tando los distintos restos materiales, la riqueza deun complejo cultural que se gestó y difundió a lolargo de varios siglos, de un lado y otro del sinuosoy escarpado complejo de caminos andinos.

EL QHAPAQ ÑAN COMOOPORTUNIDAD DE DESARROLLOREGIONAL

Aunque aún hoy, muchos tramos del estrecho ca-mino siguen siendo la única opción de comunica-ción entre cientos de comunidades rurales, es bas-tante difícil pensar en el Qhapaq Ñan como unaoportunidad de comunicación física entre los paí-ses de la región. Sin embargo, quizá sea el más cla-ro símbolo de la conveniencia de abrir canales ha-cia una comunicación efectiva, y a planes de con-servación, de desarrollo sostenible y de turismonatural y cultural donde actualmente se ubican al-gunas de las zonas más empobrecidas de la región.

El Qhapaq Ñan se presenta como un modelo decómo se logró, con limitada tecnología, pero concreatividad y propuestas integrales, el manejo te-rritorial de un importante sector del continente sud-americano, caracterizado por su complejidad geo-

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gráfica. Más que un camino, esta red de comunica-ción fue un factor que facilitó el desarrollo econó-mico, social y cultural de millones de personas,gracias a las estructuras de relación, establecidasentre distintas zonas ecológicas, con la mayor di-versidad del planeta. Constituía un nexo para vin-cular producciones, con relaciones económicascomplementarias, y al mismo tiempo servía paratejer lazos entre la herencia de distintas culturas,tanto en lenguas, experiencias tecnológicas y com-plejos simbólicos.

La oportunidad de inscribir este bien excepcio-nal en la «Lista del Patrimonio Mundial» es tam-bién una ocasión para que, paralelamente al proce-so, los países firmantes de la «Carta-Acuerdo dePresidentes, Cusco 2003» adelanten acciones deplanificación para la implementación de proyectosespecíficos de investigación, conservación, puestaen valor, rescate y adecuación de producciones ytecnologías tradicionales, como también gestionarun turismo responsable. Es prioritario para la re-gión, auspiciar la valoración, la integración socialy el desarrollo sostenible de las comunidades que,aisladas durante siglos, han conservado la heren-cia viva de este magnifico aporte que el mundoandino hoy pone en conocimiento del mundo con-temporáneo.

EL QHAPAQ ÑAN Y LAS CATEGORÍASPARA LA NOMINACIÓN EN LA LISTA DELPATRIMONIO MUNDIAL

La «Convención del Patrimonio Mundial» y las«Directrices prácticas sobre la aplicación de laConvención para la Protección del Patrimonio Mun-dial» (WHC, marzo de 1999), establecen un limi-tado pero claro sistema de categorías que permitenla inscripción de un bien patrimonial. Sin embar-go, dada la complejidad del Qhapaq Ñan es nece-sario aprovechar esta oportunidad, donde expertosen diversas disciplinas y especialistas nacionalesse encuentran reunidos, con el fin de determinar lamás adecuada clasificación del bien en la Lista, bus-cando aquélla que exprese el concepto unitario del

bien, pero que al mismo tiempo permita en formaoperativa el manejo de los sectores, tramos o terri-torios con valores excepcionales.

A la complejidad de componentes y valores pre-sentes en su patrimonio cultural material e inmate-rial, así como natural, se suma la imposibilidad dedeclarar como unidad la totalidad de la extensiónterritorial que abarcó el sistema. Esta dificultad sehace más complicada aún, debido a varios factores:

a) El avance limitado de la investigación de susvalores (arqueológicos, históricos, culturaviva), de tecnologías en aplicación práctica,como también de la riqueza de paisajes que atra-viesa, tanto aquéllos con ninguna o mínima in-tervención, como también los transformadospor la mano del hombre.

b) La no-existencia de redes activas de comuni-cación, de información, de metodologías y detécnicas entre centros de investigación, comotambién los recursos que permitan acelerar elproceso.

El concepto Qhapaq Ñan, como bien para serinscrito en la Lista del Patrimonio Mundial es fun-damentalmente una voluntad, un propósito políti-co, concebido a partir de una herencia material par-cialmente conservada, pero no completamente co-nocida y que aún no está registrada ni inventariada.

Desde el punto de vista histórico, el Qhapaq Ñanfue un conector territorial funcional y administrati-vo que dio una respuesta creativa a las dificultadesgeográficas del continente, y articulaba mecanismosde poder y de gobierno. Se apoyó en la existencia decaminos e infraestructura construida a lo largo demás de 2.000 años de culturas andinas precedentesa los incas, que vinculaban el territorio en «tramos»,los que partían desde múltiples «salidas» y atendíandiversos centros de producción y de poder.

Los incas unificaron dicha estructura en menosde un siglo, dándole coherencia funcional e implan-tando núcleos complementarios para el comercio,el intercambio, la producción y el culto; determi-naron, además, sectores productivos de acuerdo conla topografía y el clima: pesca, minería y agricultu-

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ra, entre otros. Es por ello que, formando parte delQhapaq Ñan, se encuentran zonas donde la presen-cia arqueológica y de tradiciones vivas, permitenleer otras formas y expresiones culturales prece-dentes a la expansión quechua; estos valores úni-cos podrían perder peso, si se construye la lecturadel Qhapaq Ñan, a partir de la estructuración in-caica del sistema de caminos exclusivamente.

Con la llegada de los españoles las dinámicasincaicas colapsaron: todo el territorio se convirtióen otro, idéntico pero distinto. Fue otro el poder,otra la lengua, otros los productos de comercio,otros los mecanismos y las estructuras de goberna-bilidad. El nuevo sistema implantado y la nuevaestructuración administrativa, conocido como el Vi-rreinato del Perú, usó sectores del camino comovía de transporte, de abastecimiento y de comer-cio, pero conectado posteriormente con otros cen-tros, con otras prioridades y con nuevos destinos.El Qhapaq Ñan original dejó, entonces, de ser unorganizador de territorio, aunque algunos de suscaminos y poblados continuaron funcionando in-tegralmente como unidad cultural, sin embargo, ubi-cados hoy en distintos países.

Actualmente, este vasto complejo cultural y na-tural está constituido por:

• Restos arqueológicos y paisaje edificado: di-versos, dispersos, con distintos grados de sig-nificación, de posibilidad de lectura y de con-servación. Sectores de paisaje del Ande clara-mente transformados y conservados por lamano del hombre a través de sistemas de irri-gación y andenes de cultivo, que conformanpaisajes culturales arqueológicos, y activos degran significación e impacto visual.

• Tramos activos: articuladores de formas y ex-presiones culturales —materiales e inmateria-les— de gran riqueza, independientemente deque existan o no vestigios arqueológicos de va-lor excepcional. Estos tramos del camino si-guen vigentes hoy en su versión holista y re-producen, en una «micro-región», lo que en elpasado fue una opción orgánica e integral demanejo sostenible dentro de un amplio territo-

rio. Estos casos son tan valiosos como aqué-llos, donde los restos del camino físico y suinfraestructura permanecen aún como referen-te material.

• Sectores que atraviesan espacios de valor na-tural: El recorrido del camino, a lo largo de al-gunos de los territorios más diversos del pla-neta, obliga a relacionarlo con los espacios na-turales que éste recorre y donde aún están pre-sentes plantas y animales que sirvieron dereferente simbólico a las civilizaciones autóc-tonas, así como los genomas de plantas alimen-ticias y medicinales que aún hoy son básicospara la cultura local.

Esta diversidad de aproximaciones al bien obli-ga a una reflexión y a ponerse de acuerdo para lanominación tanto del sistema, como de sus compo-nentes.

¿Puede pensarse hoy el Qhapaq Ñan como unavía de comunicación territorial? Difícilmente; cons-tituye un «símbolo», pero no una realidad.

¿Es el Qhapaq Ñan objeto de investigación? Sí;en toda su extensión y en todas sus dimensiones.

¿Puede ser recorrido con fines turísticos? Sí,pero parcialmente; posiblemente sólo por tramosclaramente identificables, tanto en extensión, comopor los valores patrimoniales contenidos en él, quelo diferencia de «otros tramos» del camino y por lotanto le permiten una identidad propia dentro delconjunto de otros productos turísticos del sistema.

Pareciera entonces, que para el establecimientode la categoría del bien y para su proceso de ins-cripción-nominación se debería manejar al mismotiempo el concepto integral de Qhapaq Ñan conlos conceptos de «Sectores» o «Tramos», u otraacepción para la parcialidad «excepcional». Cadauno de estos «tramos» debe ser conservado, valo-rado, transformado en modelo de desarrollo soste-nible, y comercializado como producto turístico.

El concepto de « tramo» o de «sector» puedepermitir una visión integral del bien patrimonial;identificar más precisamente cuáles son los «valo-res excepcionales» que cada sector presenta; deli-mitarlo territorialmente; gestionarlo y manejarlo en

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función de la valoración, conservación, preserva-ción y sostenibilidad, y organizar procesos tempo-ralmente distanciados, de acuerdo con las dinámi-cas propias de cada región o país. Todo «tramo» o«sector» específico debería estar definido por laposibilidad de su «recorrido», donde se valorice elconcepto de camino, y se determine el conjunto deespacios, testimonios materiales, expresiones ymanifestaciones vivas, que mantengan un referen-te con las categorías de componentes del QhapaqÑan, con un sentido de integración. Los tramos«manejables» a mediano y largo plazo pueden con-vertirse en hitos simbólicos y «modélicos» a cortoplazo, con el fin de organizar los expedientes re-queridos para su inscripción.

De acuerdo con esta perspectiva, lo que se ins-cribiría serían «tramos» o «sectores» dentro de unconcepto macro del Qhapaq Ñan, todos con igualvalor excepcional y universal, donde se destaca-rían sus singularidades, así como su potencial dedesarrollo contemporáneo. Esto permitiría dotar de«identidad» a los diversos tramos, y enfatizar es-pecialmente, aquellas características «excepciona-les» que lo hacen único, sean éstas naturales, ar-queológicas, con poblados de valor excepcional,con componentes de bienes culturales inmaterialesreferidos al proceso, o sectores complejos confor-mados por la presencia de varios de estos valoresexcepcionales. Esta posibilidad facilitaría la cons-trucción de proyectos específicos que conservaranunidad en su concepto y propuesta, muy especial-mente aquéllos orientados al desarrollo de produc-tos turísticos, que, más que competitivos, deberíanser complementarios.

EL SEGUIMIENTO DE LAS ACCIONESCONVENIDAS

a) El acuerdo de Montevideo (marzo de 2002)

El documento «Los caminos andinos prehispáni-cos y las rutas del Tahuantinsuyo» elaborado enMontevideo en marzo de 2002, durante la 1ª Re-unión de Informes Periódicos del Patrimonio Mun-

dial, permitió dar inicio a las distintas acciones quenos han convocado para este encuentro. Sin em-bargo, algunas de las iniciativas y acuerdos allí con-tenidos no han sido puestos en práctica de maneraoperativa, entre ellos:

1. Establecer una red de puntos focales definidosen cada país. Para cada una de las reunioneslos países han instalado comisiones naciona-les, no en todos los casos representadas por lasmismas personas. En otros casos, parte de surepresentación ha estado conformada por per-sonalidades de las embajadas con sede en Lima.Con posterioridad a dichos encuentros, esta redno ha continuado con los vínculos previstos.

2. Determinar los mecanismos de comunicaciónnecesarios para compartir en forma periódicalos avances de los trabajos. Esta propuesta noha tenido continuidad.

3. Organizar un programa de seguimiento al pro-ceso durante cinco años. Este punto aún no estáclaramente definido.

Los ítems 4, 5 y 6 del Acuerdo se han cumpli-do. Éstos comprendían la realización del encuen-tro en Lima, que se efectuó en abril de 2003; laincorporación de Colombia al grupo de trabajo; elapoyo del Centro del Patrimonio Mundial, organi-zador de la reunión de Cusco, en coordinación ycooperación con la Oficina de UNESCO Lima.

b) Los acuerdos de Lima (abril de 2003)

En la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan-Camino Inca», que se llevó a cabo en Lima entre el1 y 2 de abril 2003, los técnicos representantes delos países participantes anticiparon un trabajo pre-liminar. En los acuerdos concertados se dio priori-dad a los siguientes puntos:

1. ... «que los Jefes de Estado de los países com-prometidos con esta cooperación técnica expre-sen su respaldo a la misma, en el marco de laXVII Reunión Cumbre del Grupo de Río, acelebrase en mayo próximo, en la ciudad del

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Cusco». Esto se cumplió mediante la redacciónde la Carta de los Presidentes

2. 3. y 4. «Que el Banco Interamericano de Desarro-llo elabore conjuntamente con los países un Plande Operaciones con el fin de iniciar la ejecucióndel proyecto lo más pronto posible». Este pro-yecto está en la etapa de diseño operativo.

5. «Que en la XXVIII Reunión del Comité del Pa-trimonio Mundial que tendrá lugar en China amediados del año en curso (2004), el Centrodel Patrimonio Mundial informe sobre las ac-ciones emprendidas hasta la fecha por los Es-tados participantes en el proyecto. La reunióndel Comité de Patrimonio Mundial se efectuóen París (del 29 de junio al 6 de julio de 2003);en su XXVII Sesión, el Documento 03/27, Do-cInf13 dio cuenta de los resultados obtenidoshasta la fecha e incorporó una serie de decisio-nes adoptadas por el Comité.

6. «Que los países que aún no lo hayan hecho,inscriban al Qhapaq Ñan en sus respectivas lis-tas indicativas». Además de Perú, Argentina yChile, se realizó la inscripción del Qhapaq Ñanen la Lista Indicativa de Bolivia.

Está pendiente la creación de un espacio de dis-cusión virtual para asegurar un intercambio per-manente de ideas entre todas las partes involucra-das, así como la identificación de otras iniciativas,programas y proyectos técnicos y financieros cu-yos objetivos sean concordantes con el proceso denominación. Asimismo es necesario identificar lasnecesidades específicas de los países comprometi-dos en este proyecto, con el objeto de crear equi-pos multidisciplinarios que faciliten la cooperaciónentre los países.

c) La carta de los Presidentes en Cusco (mayode 2003)

Con ocasión de la XVII Reunión del Grupo de Río,los presidentes de los seis países se comprometie-

ron a respaldar el proyecto «Qhapaq Ñan - CaminoPrincipal Andino», para su inscripción como sitiodel Patrimonio Mundial, así como auspiciar, den-tro de su contexto, la aplicación de programas decultura y desarrollo.

LAS ACCIONES PARA UN FUTUROPRÓXIMO

Definir las responsabilidades y cronogramas segúnlas siguientes proposiciones:

• Inscripción del Qhapaq Ñan en la lista indica-tiva de los países restantes.

• Activar la Red de información y trabajo con-junto a partir del primer trimestre del 2004.

• Adelantar las acciones de investigación y do-cumentación con metodologías compartidas yhomogéneas para todos los países.

• Identificar acciones propuestas o en ejecuciónpor parte de otras entidades, compatibles conlos objetivos del proceso de nominación en laLista del Patrimonio Mundial.

• Definir un calendario de propuestas / solici-tudes nacionales o sub-regionales de asisten-cia internacional al Fondo del PatrimonioMundial.

• Activar los mecanismos de participación decomunidades y actores locales en los procesosde identificación y en la preparación de los pla-nes de manejo y de gestión.

La experiencia de este importante procesotransnacional para la inscripción y posterior ma-nejo de un bien de importancia universal como elQhapaq Ñan, servirá, sin duda alguna, para esta-blecer nuevos criterios y dinámicas formas de tra-bajo conjunto entre países que comparten bienespatrimoniales comunes, sea por continuidad es-pacial, o fruto de la dinámica socio-histórica quelos generaron.

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Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

Qhapaq Ñan - Camino Principal Andinoy el proceso de su candidatura como bien susceptible

de ser inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial

Nuria Sanz

Las Repúblicas de Argentina, Bolivia, Chile, Co-lombia, Ecuador y Perú comparten en su territo-rio una herencia cultural común de valor excep-cional: el Qhapaq Ñan o Camino Principal Andi-no. Desde hace ya dos años, el Centro del Patri-monio Mundial acompaña a estos países en unproyecto pionero: la preparación de una candida-tura única de nominación del Qhapaq Ñan, parasu inscripción en la Lista del Patrimonio Mun-dial, a través de un proceso de cooperación regio-nal, original e innovador.

EL QHAPAQ ÑAN EN LA HISTORIA

El Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino fue eleje central del proyecto político-económico del Im-perio Inca. Este Camino Principal, de una longitudestimada de 6.000 km servía de enlace a una redarticulada de caminos e infraestructuras construi-das a lo largo de más de 2.000 años de culturasandinas que precedieron a los Incas. Todo este con-junto de caminos, de más de 23.000 km, vinculabadiversos centros productivos, administrativos y ce-remoniales.

El Camino, el Camino Principal, por otros de-nominado Camino Troncal de la Sierra, articula lasaltas cimas de las montañas andinas, cuyo trazadomás visible se delimita entre Quito y Mendoza. Aesta espina dorsal, que se aventura por las más al-tas cumbres, la acompañan otras vías que extien-

den su trazado N/S a lo largo de la costa del Pacífi-co. Entre ambas, a modo de corredores transversa-les, otros tantos caminos comunican costa, amazo-nía y puna.

La red de caminos incaicos entrelazaba los cen-tros de poder con las yungas, desiertos y selvas enlos más recónditos parajes del Imperio. La mallavial tejía todo tipo de relaciones en el territorio. Lacordillera no permitía trazados radiales, y el itine-rario estaba obligado a definir una secuencia lon-gitudinal, siguiendo una jerarquía elemental, basa-da en nudos de tráfico y ramales que disminuyensu tamaño y consistencia, a medida que se alejande los ejes principales. Su construcción respondióa intereses comerciales, políticos, administrativos,estratégicos y militares, cabalgando por cimas yfaldas de la cordillera andina, para llevar las misi-vas del Imperio.

La red de caminos incaicos permitió la expan-sión y la organización del Imperio Inca. Preceden-temente, la destreza de la cultura Wari y Chimúhabía sabido asociar grupos étnicos, santuarios yhuacas en ámbitos de carácter regional. El Incarioarticuló su red a nivel continental, y sus caminos,que se convirtieron en una expresión privilegiadade espíritu organizativo y de planificación de lafuerza de trabajo disponible, funcionaban como ins-trumento fundamental para unificar el Imperio deforma física y ordenada.

En el caso de los caminos, la proeza construc-tiva excedió las necesidades funcionales de una

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Nuria Sanz

red de comunicación. La enorme variedad tipoló-gica, de escalas, de técnicas, de acabados y tra-zos, de delimitaciones, de formas de construcción,de materiales, hablan de habilidades constructi-vas, técnicamente impecables. El detalle con quetrataban de atenuar altitudes, construidas sin másfuerza motriz que la humana, en ausencia de ani-males de tiro o de la rueda, y gracias sólo a lasrudas herramientas de piedra, madera o metal, dacuenta de una gran aventura imperial de éxito con-sagrado en pocas generaciones. La pericia con laque fueron pensados y la precisión con la que seconstruyeron los caminos, se complementaron conatentos programas de mantenimiento y renovaciónpermanente.

Los Incas del Cusco dotaron a tan señera infra-estructura, de un carácter unitario en menos de unsiglo, dándole coherencia funcional e implantandonúcleos complementarios para el comercio, el in-tercambio, la producción y el culto, adaptando lossectores productivos de acuerdo con la topografíay el clima, en todos y cada uno de los diferentespisos ecológicos que se encuentran a lo largo delCamino.

Pero el Qhapaq Ñan fue también una vía de co-municación que permitió la difusión y madurez delas culturas regionales, y la apropiación de valoresculturales comunes, gracias a la expansión de len-guas como la quechua y la aymara, y con ellas, desu cultura y sus cosmovisiones. Hoy, los paisajesculturales del Qhapaq Ñan conforman un contextoexcepcional, en el que las culturas vivas andinascontinúan siendo portadoras de un mensaje univer-sal: la capacidad humana de convertir en ambientede vida, una de las geografías más difíciles del con-tinente americano.

En una primera mirada, el mundo andino pare-ce un medio domesticado, silenciosamente, a tra-vés de formas de solidaridad que trascienden mu-chas generaciones. Una idea de lo andino en elimaginario remite a paisajes desprovistos de pre-sencia humana, como si se tratara de un mundopoco transitado, donde la diversidad se conviertesin duda en la gran recurrencia. Frente a las mag-níficas construcciones incaicas, el sistema de po-

blación habla hoy de una presencia prudente, deuna voluntad de resistencia y de prácticas cultu-rales y productivas de combate cotidiano, en con-traste con una naturaleza adorada y hostil. El sis-tema de poblamiento testimonia la aventura he-roica de sucesivas generaciones. Esta empresa esun proceso inacabado que empieza a buscar nue-vas formas de inventar el futuro, con la energíade la misma proeza y la templanza del que conocelas dificultades.

La geografía andina es una geografía fractura-da. La ingeniosidad con la que el medio natural hasido humanizado, desde los sistemas de cultivo alos adoratorios, fueron modelando la fisonomía delos Andes a través de muchos siglos de tecnología,y de cambios sociales y políticos. Aún hoy, su te-rritorio mantiene profundos lazos enraizados contradiciones de medio milenio de antigüedad, quenecesitan una clave de lectura inspirada en la di-versidad para poder ser descifradas.

El Camino Principal Andino constituyó unamega-unidad de valor universal, de un gran lugarmultinacional. Ha sido la manifestación de un he-roísmo silencioso, de formas elementales llenas desabiduría, que atraviesan diferencias ecológico/eco-nómicas en vertical, enlazando culturas ligadas in-disociablemente con una de las geografías más ex-tremas del planeta. Las reuniones de expertos, comola que en este caso particular ha convocado el Cen-tro del Patrimonio Mundial, contribuyen para iden-tificar la significación cultural y el valor de unidaddel conjunto, con el fin de barajar las modalidadesde inscripción a través de distintas fórmulas de co-operación técnica.

TRABAJOS PRELIMINARES A LA REUNIÓNDE CUSCO

Con base en las anteriores premisas comenzamos adefinir los propósitos de la reunión de Cusco. Seestablecieron objetivos generales (ver Presentación,pp. 12-13).

Con el propósito de comenzar con una base ho-mogénea de información, se enviaron dos

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Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

1 Anexo V: Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»; pp. 126-130.2 Los resultados analizados no incluyen la información sobre Ecuador.

cuestionarios1 a los participantes de la reunión.Fueron elaborados para ordenar ideas, actividades,proyectos en marcha, prioridades institucionales ydibujar un panorama, si no uniforme, sí con ciertosgrados de comparación, para viabilizar la discusiónsobre bases armónicas, al tiempo que se comenza-ba a recopilar noticias de procesos, y determinarquién sería el responsable en cada país, con res-pecto al proyecto de candidatura del Qhapaq Ñanpara la Lista de Patrimonio Mundial.

Con el fin de llegar a los resultados esperados,el cuestionario significó sólo un medio instrumen-tal para tener una aproximación sobre las visionesy realidades nacionales, los avances en los proce-sos de investigación y/o protección de todos aque-llos lugares, vestigios o recursos que, de una u otraforma, estuvieran relacionados con el bien patri-monial Qhapaq Ñan. En este sentido, se propusoun primer listado de interrogantes, que permitióhacer una lectura comparativa de las distintas vi-siones antes de la reunión, identificando de estamanera, cuáles serían los aspectos en los que lacooperación internacional debería profundizar.

El primer cuestionario estaba dividido en epí-grafes temáticos (patrimonio cultural, patrimonionatural, comunidades, aprovechamiento turísticodel patrimonio y cooperación internacional). Un se-gundo cuestionario estaba destinado a los técnicosy expertos, que en cada país habían comenzado ac-ciones y trabajos relacionados con la identificación,preservación y puesta en valor del Qhapaq Ñan2.

ANÁLISIS DE LAS INFORMACIONESRECOGIDAS EN LOS CUESTIONARIOS

Resultados en relación con el marcoinstitucional nacional del proyecto Qhapaq Ñan

Perú ha creado mecanismos de coordinación na-cionales de carácter multidisciplinario, para inte-

grar distintas competencias del Gobierno Local, Re-gional o Nacional, además de representantes de lasociedad civil organizada, que hace ya dos añoscomenzaron a desarrollar el Proyecto Qhapaq Ñan,gracias a un fondo presupuestario para la puesta enmarcha del proyecto de identificación, registro,excavación, preservación y puesta en valor de loscaminos incaicos y sus recursos culturales asocia-dos, capitaneados por el Instituto Nacional de Cul-tura (INC). El Gobierno del Perú ha asumido comoprioridad e interés nacional esta acción, avalada porlos Decretos Supremos N° 031-2001-ED y 035-2001-ED. El INC encabeza un programa en coor-dinación con: el Instituto Nacional de RecursosNaturales, la Oficina de Reservas Naturales, elVice-ministerio de Turismo, la Sub-Secretaría dePolítica Cultural Exterior del Ministerio de Rela-ciones Exteriores, el Vice-ministerio de Economíay Finanzas, el Vice-ministerio de Transporte, Co-municación y Construcción, el Vice-ministerio deEnergía y Minas, el Vice-ministerio de Agricultu-ra, el Consejo Nacional del Ambiente, la ComisiónNacional de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afro-peruanos, la Presidencias Regionales y GobiernosLocales, y el Ministerio de Defensa mediante laOficina de Desarrollo Nacional.

En cuanto a los proyectos de identificación, elINC /FONCODES (Fondo Nacional de Compen-sación y Desarrollo Social), han sido los respon-sables de los relevamientos de información en loreferente al trazado de los caminos y de sus luga-res patrimoniales arqueológicos y etnográficosasociados (históricos o actuales). El inventario yaestá muy avanzado y cubre la totalidad de la reden el territorio peruano. Los procesos de carto-grafía son escenarios privilegiados de la coopera-ción interdisciplinaria: institutos militares, archi-vos históricos y religiosos, registros hidrológicos,meteorológicos, aerofotogeográficos y medioam-bientales. El proyecto se va nutriendo con crucesde información. Hasta hoy, 42 sitios han sido ex-

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cavados, 22 topografiados, 11 puestos en valor,2000 km en las cuatro mega regiones; 50 arqueó-logos trabajan en el proceso, rastreando todo tipode evidencias a través de las crónicas de los S.XVI y XVII, los escritos de los viajeros de los S.XVIII, XIX y XX, hasta llegar a los textos deHyslop en la década de los 80.

Otros países como Colombia comenzaron pro-cesos liderados por el Instituto Colombiano de An-tropología e Historia que, si bien no llevan en sutítulo la denominación de Qhapaq Ñan, están ensa-yando metodologías y reglamentos legales y técni-cos, que sin duda van a resultar de gran valor paralos demás caminos, en cuanto a la protección e iden-tificación de redes camineras prehispánicas y co-loniales. Los aspectos inmateriales del camino (to-pónimos de lengua quechua, evidencias arqueoló-gicas de restos de camélidos, restos de conchas despondylus traídos de la costa ecuatoriana y encon-trados en las tumbas de Nariño, o los registros enfuentes históricas de los Yanacoyas) documentanimplícitamente, formas de expansión del mundo in-caico, aunque no existan vestigios arqueológicoshasta ahora descubiertos.

El bien patrimonial en Colombia es un bien denaturaleza intangible, si bien es cierto que las in-vestigaciones arqueológicas podrían revelar el usoy trazado de las vías de comunicación en épocaprehispánica. La región es muy montañosa, de ríosprofundamente encañonados en el nudo de Pasto,separada de la Meseta de Popayán por el río Patía.La zona está seriamente afectada por la confronta-ción armada que sufre el país, con intensa activi-dad guerrillera y paramilitar.

En Chile se ha constituido un grupo de trabajointerdisciplinario de especialistas en el tema incai-co y de profesionales de medio ambiente, de repre-sentantes de la Corporación Nacional de Desarro-llo Indígena, de la Corporación Nacional Forestal,del Servicio Nacional de Turismo y de entidadesde desarrollo social como FOSIS (Fondo Nacionalde Solidaridad y de Inversión Nacional), unidos enel esfuerzo, para sistematizar la información reco-gida por las numerosas instituciones necesariamen-te involucradas.

En el caso de Bolivia, la Dirección General deArqueología (DINAR) se ha encargado de los tra-bajos de registro de los sitios arqueológicos aso-ciados al Camino, y ha comenzado procesos de re-cuperación y puesta en valor de secciones del mis-mo: Camino Takesi, Choro, Yunga (tránsito delaltiplano al trópico), Cruz y la Ruta del Oro, perono se cuenta, hasta el momento, con levantamien-tos topográficos o geo-referenciales de los cami-nos en su territorio. La falta de conocimiento sobreel trazado del Qhapaq Ñan en Bolivia es lo quemotiva al país, para avanzar en un proceso que va asacar del anonimato a tan rico patrimonio.

La Argentina tiene una extensa historia de in-vestigación en la temática inca en general, y en elQhapaq Ñan en particular. Son numerosos los tra-bajos de campo que incluyen prospecciones inten-sivas, excavaciones, relevamientos planimétricosy topográficos. El Instituto Nacional de Antropo-logía y Pensamiento Latinoamericano, dependien-te de la Secretaría de Cultura de la Nación, estállevando a cabo un registro nacional de sitios ar-queológicos que incluye los establecimientos in-caicos y el Qhapaq Ñan. Asimismo, en la Adminis-tración de Parques Nacionales se realiza el «Re-gistro Nacional de recursos culturales» en áreasnaturales protegidas. Argentina va a conformar unComité Nacional Interdisciplinario e Interministe-rial, un Comité Interprovincial y Comités Provin-ciales Interdisciplinarios. Ya hay varios equipos queestán realizando investigaciones en diversas temáti-cas relacionadas con el patrimonio cultural del Qha-paq Ñan, que incluyen entre otras: arte rupestre, es-tudios urbanísticos, excavaciones sistemáticas desitios, textiles, etnohistoria, narrativa oral, etc.

LEGISLACIÓN: TIPOS DE FIGURAS DEPROTECCIÓN PARA EL CAMINO; LOSCAMINOS Y SUS PATRIMONIOSCULTURALES/NATURALES ASOCIADOS.REGLAMENTOS ESPECIALES

En general, los cuestionarios dejan entrever que secarece de figuras específicas de protección para los

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paisajes lineales o itinerarios culturales; sin em-bargo, dos ejemplos pueden servir para abrir eldebate: la figura específica de protección de itinera-rios culturales en Argentina, y el inventario e inves-tigación de los caminos de herradura en Colombia.

Las leyes de protección del Qhapaq Ñan comobien cultural son las leyes generales de proteccióndel Patrimonio Nacional de cada país. En Perú laLey 24047, así como la Ley Nacional de Patrimo-nio Cultural, dota de marco de protección al Cami-no, a los caminos y a sus patrimonios culturalesasociados. Existen sin embargo en el territorio pe-ruano, los reglamentos de uso del Camino Inca deMachu-Picchu que regulan el uso público de aproxi-madamente 30 km de tramo entre Ollantaytambo yMachu-Picchu.

En el caso de Colombia, la Ley Nacional deCultura 397 es el instrumento para declarar Biende Interés Cultural, pero además existe otro instru-mento jurídico de protección: Red de Caminos deHerradura (por ejemplo, los caminos coloniales delDepartamento de Cundinamarca).

En Argentina la Ley Nacional Nº 25743 de Pro-tección del Patrimonio Arqueológico y Paleonto-lógico, y el organismo encargado de su aplicación(Instituto Nacional de Antropología y Pensamien-to Latinoamericano), así como la Ley 12665: De-claración de monumento histórico nacional, lugary sitios de interés histórico-artístico, bien históri-co-artístico, conjunto de interés histórico-artístico(a través de la Comisión Nacional de Museos y deMonumentos y Lugares Históricos), son los mar-cos jurídicos que declaran y protegen los bienesculturales de la nación. Sin embargo, en el caso delproyecto que ahora nos ocupa, la Ley 22.351 / 80:Ley de parques y reservas nacionales y monumen-tos naturales, en conjunción con su Reglamento parala Conservación del Patrimonio Cultural en Juris-dicción de la Administración de Parques Naciona-les y Política de Manejo de Recursos Culturales (Re-solución 015/01), resulta esencialmente importante,ya que desde la legislación ambiental se provee, alCamino y a sus paisajes, de un marco de proteccióny gestión de carácter integrador, fundamental parala dimensión y naturaleza de este proyecto.

DEFINICIÓN DEL BIEN PATRIMONIALQHAPAQ ÑAN

Hasta el momento, el bien se encuentra inscrito enla Lista Tentativa de los siguientes países:

Argentina: C (Paisaje Cultural) (ii) (iii) (iv)Bolivia: C (i) (ii) (iii) (iv)Perú: C (ii) (iii) (iv) (v), (vi)

Entre las informaciones recogidas, los especialis-tas tienden a identificar el Qhapaq Ñan de manerageneral con el territorio del Tahuantinsuyo y loscuatro cuadrantes del Imperio Inca: el Camino es-tructura el territorio incaico. El Tahuantinsuyo oImperio Incaico, se dividía en cuatro cuadrantes.La división noroeste o Chinchasuyu incluía la ma-yor parte del Perú Central y Norte, Ecuador y Surde Colombia. El cuartel o provincia sudoeste era elKuntisuyu que abarcaba la costa en el Perú Cen-tral. Sobre las laderas de la selva oriental se exten-día el Antisuyu hacia el nordeste y sudeste. La pro-vincia más grande, el Kollasuyu, hacia el sur, in-cluía la cuenca del lago Titicaca, la mayor parte deBolivia, las tierras altas de Argentina hasta la pro-vincia de Mendoza, y la mitad norte de Chile. LosCaminos andinos tendían una trama que hacía po-sible un Imperio.

A lo largo del Imperio del Tahuantinsuyo, elQhapaq Ñan surca un territorio que enlaza diver-sos pueblos, regiones y ecosistemas de los Andes,conformando la vía de comunicación o «corredor»,reflejo de la compleja, efectiva e integradora orga-nización del estado. El sistema vial incaico, consus caminos de la costa, de las tierras altas y unagran red de caminos secundarios y transversales,unía todas y cada una de las tierras, posibilitandosu administración y la comunicación entre cada po-blación del imperio. Los diferentes itinerarios dancuenta de los espacios y sus recursos complemen-tarios, de los diversos establecimientos asociadosy de las actividades e infraestructuras desarrolla-das: puentes, poblados, fortificaciones, tambos,depósitos, minería, agricultura, etc.

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El Qhapaq Ñan se identifica como corredor delimperio, el Gran Camino Troncal de la Sierra, auxi-liado por caminos secundarios o transversales. Des-de el inicio se registra como un recurso lineal, inte-grador de paisajes, de valores patrimoniales, histó-ricos, sociales, científicos, económicos, y de lascosmovisiones asociadas a todos esos valores. Sedefine como corredor que enlaza espacios cultura-les de complementariedad económica, en relacióncon los distintos pisos ecológicos. Es necesario te-ner en cuenta la necesidad de recopilar todas las evi-dencias posibles, más allá de lo visible o recupera-ble por metodología arqueológica. Los países, porconsenso, han autorizado que el Camino PrincipalAndino, presente en una vasta porción de la Améri-ca Andina, sea portador de un significado histórico-antropológico y de una oportunidad excepcional deintegración de valores culturales compartidos.

La magnitud crucial de esta red de interrelacióny su recorrido a lo largo de valles profundos, sierrasaltas, montañas nevadas, pantanos, roquedales y ríostorrentosos, constituye un recurso cultural que per-mite incorporar la valorización de la diversidad deambientes o recursos naturales representados por elentorno que atraviesa. La noción de «recurso lineal»—el camino—, integrada a la de «paisajes» —elcamino y los ambientes circundantes— constituyenelementos teórico-metodológicos que van a servirpara la identificación, la protección y el manejo deeste patrimonio asociado.

Argentina convino desde el inicio, sobre una es-trategia cercana a la propuesta de Manejo Bio-re-gional de ecosistemas, referido al concepto de «nú-cleos»: definidos éstos, como aquellas áreas iden-tificadas como integrantes o continentes deunidades naturales y culturales relacionadas, queposeen alto valor para la renovación de las relacio-nes y procesos, que sustentan la biodiversidad y ladiversidad cultural de los ecosistemas. Los núcleosy los corredores conformaban en la época del Im-perio, una matriz de gran amplitud geográfica, querepresentaba el espacio global, con sus caracterís-ticas de diversidad y variedad ecosistémica.

Los caminos entrelazan multiformes valores his-tóricos tanto por la magnitud como por la calidad

del recurso, representativo del más complejo y ex-tenso sistema cultural sudamericano prehispánico,ligado al desarrollo del espacio americano andinoy a la vida de las sociedades actuales. Sin embar-go, la visión compartida por los países, no es unavisión historiográfica, sino que unánimemente con-sideran al patrimonio del Camino como «posibili-tador» del desarrollo social y económico de las ac-tuales y futuras sociedades involucradas. El Cami-no constituye un elemento crítico de la realidad delos estados cordilleranos sudamericanos, que, a tra-vés de este recurso patrimonial, pueden reconocery reconocerse en la identidad de un pasado común,sobre el cual es posible planificar y construir lasrelaciones actuales, hacia un desarrollo humanoproyectado al futuro.

El conjunto de unidades arqueológicas, quecomprende el recurso cultural, representa un po-tencial de alto valor científico, por el conocimien-to e información que provee, tanto para la com-prensión de los sistemas culturales del pasado,como para el estudio de las relaciones del hombrecon el medio, dentro de una amplia diversidad deambientes vinculados y, consecuentemente, haciael entendimiento de los procesos que conformaronla fisonomía actual.

La necesidad de conservación y uso sustenta-ble de tal patrimonio cultural se pone de manifies-to en el amplio espectro de los importantes valoresque contiene, cuyo reconocimiento, mantenimien-to y utilización en forma conjunta, no sólo garanti-zará el manejo y preservación homogéneos de losmismos, sino que también constituirá un importan-te factor de crecimiento para la región.

Actualmente, en los países se han propuestocriterios agrupados según las metodologías de re-gistros; el esquema que se presenta a continuaciónresponde a dichos criterios.

En cuanto a los caminos y su localización geográ-fica:• Camino Troncal de la Sierra• Caminos transversales hacia la Costa• Camino Costero• Caminos de penetración en la Amazonía

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Según su diseño constructivo:• Caminos principales (pavimentos y parapetos)• Caminos secundarios (guijarros, arena)• Senderos de chasquis

Rasgos estructurales/trazado:• Despejado• Despejado y Amojonado• Encerrado por muros• Empedrado• Adoquinado• Escalonado• Rampas• Talud/es de contención• Asociados: Túneles y Puentes• Adecuaciones coloniales, adecuaciones repu-

blicanas, etc.

En cuanto a la tipología de asentamientos asocia-dos: (arquitectura doméstica, edificios administra-tivos, sitios ceremoniales, lugares de extracciónminera):• Tambos• Pukaras• Plataformas ceremoniales (Ushnus)• Terrazas de cultivo asociadas• Centros Administrativos/Kalancas• Santuarios en Altura• Establecimientos mineros• Arquitectura militar defensiva• Molinos• Capillas coloniales

Argentina propone una guía-registro para elQhapaq Ñan, la red vial y el patrimonio culturalasociados:

Categorías taxonómicas

1. Red vial2. Posición geográfica y ecológica3. Tipo de emplazamiento y relación topográfica4. Patrón de instalación

4.1. Registro infraestructural cualitativo (ran-go edilicio)

4.2. Registro infraestructural cuantitativo (ta-maño edilicio)

5. Registro no infraestructural5.1. Cualitativo (rango del registro)5.2. Cuantitativo (intensidad del registro)

6. Situaciones de contacto6.1. Sitio Inca con indicadores mobiliarios lo-

cales6.2. Sitio Inca con indicadores locales más alóc-

tonos6.3. Sitio Inca al pie o frente a sitio receptor6.4. Sitio Inca inscripto dentro de un local6.5. Sitio local con indicadores mobiliarios

Inca, más red vial6.5.1. Registro en unidades constructivas

funerarias6.5.2. Registro en unidades constructivas

habitacionales

En cuanto a la declinación del registro de la RedVial, se propone el siguiente:

1. Camino despejado: el más frecuente cuantita-tivamente. Se observa la típica «rastrillada»,producida por la simple limpieza o por el tráfi-co pedestre.

2. Despejado y amojonado: Calzadas, que de tre-cho en trecho, poseían hileras de piedra sin lle-gar a constituir un muro.

3. Encerrado por muros: el camino atraviesa unapoblación quedando bordeado por los murosde los recintos

4. Empedrado: sectores en cuyo piso fueron dis-puestas piedras o lajas con diferente grado deregularidad y no muy cuidada terminación

5. Adoquinado: mayor regularidad en la seleccióny ensamble de las piedras o lozas del piso ycuidada terminación. Ausente en Argentina.

6. Adoquinado con desagüe: se le daba una con-vexidad al piso que permitía escurrir el agua.Ausente en Argentina

7. Escalonado: construcción de escalinatas quesortean las irregularidades del terreno.

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8. Con rampa: en sectores con pendiente se ate-nuaba la misma mediante su retoque o por re-lleno de piedra y ripio.

9. Con talud de contención: servía de refuerzo asectores del camino en zonas abruptas.

EL QHAPAQ ÑAN Y EL PATRIMONIONATURAL ASOCIADO

Es recurrente en todos los países que el Caminoatraviesa, la existencia de: Parques Nacionales,Reservas Nacionales, Monumentos Nacionales yÁreas Silvestres Protegidas. Sólo en Perú los ca-minos principales andinos prehispánicos surcan 56espacios naturales protegidos. Únicamente Perúcuenta con una legislación específica para sitiosnaturales sagrados. En relación con los sistemasde protección nacionales, países como Argentinahan avanzado, a partir de la ley de patrimonio na-tural, que preserva espacios culturales insertadosen áreas naturales protegidas. Mientras que en Ar-gentina el contexto de protección integrador pro-viene del ámbito de las autoridades medioambien-tales, en el caso de Bolivia el proyecto se insertaprimordialmente en las responsabilidades del Vice-Ministerio de Cultura.

En Chile por ejemplo se ha avanzado con la ca-tegorización de nuevas figuras de protección comoen el caso de los lugares sagrados, las áreas silves-tres protegidas privadas y las áreas de desarrolloindígena. Áreas protegidas naturales como el Par-que Nacional Lauca, la Reserva Nacional de lasVicuñas, y el Parque Nacional de Hullaillaco estánen directa relación con el Qhapaq Ñan.

En el caso argentino, en términos de patrimo-nio natural, el bien Qhapaq Ñan se encuentra re-presentado en tres áreas del Sistema Nacional deÁreas Protegidas. Estas tres áreas corresponden ala categoría de Parque Nacional. Ellas son: el Par-que Nacional Los Alisos, el Parque Nacional SanGuillermo (núcleo de la Reserva de la Biosfera SanGuillermo) y el Parque Nacional El Leoncito, equi-valentes a la Categoría II de la UICN.

La Administración de Parques Nacionales esresponsable de la conservación de los recursos na-turales y culturales, y por ende de la planificación,desarrollo de programas educativos e interpretati-vos, y de la creación de comunidades asesoras oconsultivas locales, que involucran a distintos ac-tores sociales de las áreas aledañas a los parques,en la tarea de protección y puesta en valor de losrecursos naturales y culturales. Con respecto a losbienes culturales, desde la Administración de Par-ques Nacionales se ha realizado un detallado rele-vamiento de los mismos, y se efectúa el seguimientoperiódico de la evolución de los sitios arqueológi-cos presentes en las áreas protegidas, entre los quese encuentran tramos del Qhapaq Ñan.

COMUNIDADES INDÍGENAS DELQHAPAQ ÑAN

Las comunidades asociadas al camino son de ca-rácter urbano, rural (costa, sierra, ceja de selva) y aveces, resultado de la evolución desde lo rural a lourbano, en procesos que desencadenan desarraigoy nuevas fórmulas de establecer identidades gru-pales.

Las comunidades indígenas del Qhapaq Ñan vi-ven, mayormente, en la pobreza, sufriendo las con-secuencias de su desarticulación económica y so-cial. En general, desconocen las posibilidades delpotencial de la riqueza cultural que les rodea, comoforma de mejorar su calidad de vida, en un mo-mento en que la práctica de preservación del patri-monio inmaterial se encuentra en desarrollo inci-piente. En el caso de Perú existen algunas expe-riencias que establecen relación entre el QhapaqÑan (turismo, arqueología, recuperación de icono-grafías tradicionales populares) y la vida de la co-munidad, como por ejemplo, el Proyecto Maras, elProyecto Kuntur Wasi y el Proyecto Vilcashuamán.Son comunidades que siguen transitando el Cami-no, y el Camino sigue vertebrando sus relacionessociales y económicas. Todavía falta hacer reali-dad el binomio: generación de desarrollo y recupe-

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ración de patrimonio en beneficio de las comuni-dades del Qhapaq Ñan.

En el territorio peruano se destacan también losprogramas de revalorización y reutilización de latecnología agrícola tradicional, como en el caso delos cultivos en Tanakas o terrazas o bien los Sukako-llus o sistemas de riego por camellones. Se recupe-ran ciertos tipos de producciones tradicionales, aun-que es más complejo restablecer los mercados tra-dicionales.

A través del cuestionario, se ha demostrado ellento pero evidente desarrollo de proyectos que in-volucran a la sociedad en la preservación del patri-monio, a través de programas educativos, como esel caso de Maras en Perú, o el caso de la cooperati-va hotelera en Tomarapi en el Parque NacionalSajama (Bolivia) o en Chile, donde la práctica depuesta en valor del patrimonio, mantiene en usouna parte esencial de las formas de vida de las co-munidades, por ejemplo en la provincia de Roa.

En la mayoría de los países, la legislación sobrelos derechos indígenas ha sido ampliamente deba-tida hace años en los Parlamentos Nacionales. Enel caso de Perú, la Ley de Comunidad Campesinay Ley de Comunidades Nativas reglamentan la re-gulación de los derechos culturales indígenas.

En Colombia pervive la adoración a la monta-ña, especialmente las cumbres nevadas del Vol-cán de Chiles, Cumbal y Azufral. El santuario deLas Lajas en Ipiales y las lagunas están asociadosa estas creencias. Sin embargo, allí no hay ningúntipo de vinculación entre las comunidades y losregistros arqueológicos asociados con lo pre-co-lonial. Se trata de sociedades campesinas mini-fundistas. La Constitución política de 1991 (Art.7, 10, 63, 7à, 72) y la Ley 21 de 1991, Convenio169, sobre pueblos indígenas y tribales de la OIT,crea espacios de participación y consulta; la Ley99 de 1993 identifica la participación indígena enel manejo de los recursos ambientales en territo-rio colombiano.

En el caso chileno, a menudo la aridez deja singente el camino y no siempre hay comunidadesasociadas con su itinerario. La Ley N°19253 de

1993 sobre protección, fomento y desarrollo de losderechos indígenas, también conocida como «LeyIndígena», aprueba el reglamento que regula la acre-ditación de la calidad de indígena, la constituciónde las comunidades indígenas y la protección de supatrimonio histórico. Se ha tratado sobre todo dedar un impulso para constituir comunidades, espe-cialmente en el ámbito rural.

En Bolivia, existen muchas diferencias entre losdistintos ámbitos del gobierno indígena. Las for-mas de gobierno se basan en el reconocimiento deun gobierno central y un poder comunal regido porautoridades originarias y sistema de elección pro-pio, autorizados por la comunidad para defendersus derechos y gestionar la política pública ante elPoder Ejecutivo Nacional.

En Argentina, los caminos están asociados concomunidades indígenas, mestizas y criollas. Per-siste la lengua quechua en algunos hablantes en elsector de la Puna, en el Noroeste Argentino (Pro-vincia de Jujuy y tal vez, en Salta) y en forma másextendida perviven ciertos aspectos de la econo-mía como la producción agrícola-ganadera, gastro-nomía o artesanía textil. La Declaración de Princi-pios de Territorio, Co-Manejo y Vínculo entre di-versidad y biología, concertada entre la APN y laConfederación Mapuche Neuquina (CMN) —Re-solución 204/00—, arroja iniciativas como el esta-blecimiento del Comité de Co-Manejo para el Par-que Nacional Lanín (Resolución 227/00). La natu-raleza de los acuerdos implica una repartición deresponsabilidades y competencias, y una clara de-finición entre el ejercicio de la autoridad pública ylas pautas de uso, acceso, control y manejo de losrecursos, además del aporte e influencia equitativade las partes (APN-CMN) tanto en la generación yplanteo de ideas, como en el posterior proceso detoma de decisiones. Otras leyes como la Ley23.750/89 de cesión en propiedad comunitaria dela tierra a la Comunidad Mapuche Curruhuinca ola Ley 25.510/01 de cesión en propiedad comuni-taria de la tierra a la Comunidad Mapuche Cayúnconstituyen buen ejemplo de las formulaciones delos derechos comunitarios en territorio argentino.

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TURISMO Y QHAPAQ ÑAN

A excepción del caso peruano y de algunas inicia-tivas incipientes en Bolivia, no hay legislación tu-rística nacional que afecte restrictivamente al Qha-paq Ñan, y que tampoco promueva el aprovecha-miento turístico de dicho bien patrimonial explíci-tamente. No existe, en la actualidad, un productoturístico comercializado que abarque un recorridoplurinacional relacionado con el Qhapaq Ñan. Losproductos turísticos accesibles en el mercado es-tán elaborados con base en atractivos conforma-dos por segmentos del camino del Inca o sitios pun-tuales, como pueden ser los testimonios arqueoló-gicos significativos, debido a su magnitud y buenestado de conservación.

En cuanto a la práctica turística asociada alQhapaq Ñan, los reglamentos nacionales se encuen-tran en proceso de realización, a medida que avan-zan los Planes de Ordenamiento Turístico, nacio-nales y locales. Los cuestionarios explicitan la es-casa presencia de comisiones interministeriales dePatrimonio /Turismo. Las prácticas turísticas per-tenecen a un amplio espectro de competencias:ministerios de transportes, economía y/o comercioen cada país. La imagen de marca de visita delQhapaq Ñan, por el momento queda acaparada porel producto turístico Inca Trail, correspondiente alos 30 km, que desde Ollantaytambo, acceden alSantuario Histórico de Machu-Picchu.

En Argentina, en el ámbito de la APN existenactualmente unidades asociadas al Qhapaq Ñanpuestas en valor, turísticamente. El Proyecto LaCiudacita (Parque Nacional Campo de los Alisos -Tucumán), si bien recibe una afluencia de visitan-tes con estricta autorización y control del área pro-tegida, no ha incorporado todavía todos los acon-dicionamientos que pueden considerarse de «puestaen valor». Los grupos de visitantes ascienden alsitio y son guiados por personal autorizado de lalocalidad de El Tesoro. Las investigaciones de mer-cado no se han realizado, salvo en casos muy espe-cíficos y limitados, para lo que se contrata pun-tualmente a empresas.

En Bolivia, el aprovechamiento turístico deQhapaq Ñan se concentra especialmente en el casodel Camino Takesi. Los campesinos aportaronmano de obra para hacer un trabajo de conserva-ción que incluyó la señalización. La poblaciónlocal que ha realizado el trabajo va a recibir losingresos, y con los fondos cubrirán los gastos quedemandan su mantenimiento y protección, con-trolando el paso de turistas y brindándoles los ser-vicios necesarios. En Bolivia la visita al QhapaqÑan tiene la voluntad de incluirse en el denomi-nado turismo de aventura.

Los paisajes culturales fueron adoptados comobienes patrimoniales en el seno de la Convencióndel Patrimonio Mundial Cultural y Natural en elaño 1992. Desde entonces, han funcionado comocategoría tipo, en la que se insertan los paisajesculturales lineales, es decir los itinerarios cultura-les. El concepto de ruta o itinerario cultural se hadiscutido en el seno del Comité Internacional deItinerarios Culturales de ICOMOS desde el año1994. En la última reunión celebrada en Madrid enmayo de 2003 se avanzó en una definición que sin-gularizará per se el itinerario cultural como cate-goría independiente de la de paisaje cultural. Unaruta cultural es un tipo de bien cultural caracteriza-do por una dinámica y funcionalidad propia a tra-vés de la historia, escenario de movimientos depersonas y culturas, a través de contactos recípro-cos de bienes, ideas, conocimientos, creencias yvalores, durante periodos significativos de tiempo.Los itinerarios culturales han sido escenario de fér-tiles cruces de culturas, reflejados tanto en su pa-trimonio tangible como intangible. Mientras estadiscusión avanza y va tomando forma en las Direc-trices Operativas, en los cuestionarios queda clarala voluntad de «candidatear» el bien, como un iti-nerario cultural de pleno derecho (paisaje culturallineal) que atraviesa paisajes culturales asociativoso evolutivos, relictos o continuos/ contemporáneos.

La Quebrada de Humahuaca es, hasta la fecha,el único paisaje andino inscrito en la Lista de Pa-trimonio Mundial. Ocho nuevos casos de rutas cul-turales para la región de América Latina y el Cari-

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be esperan en las Listas Tentativas de los respecti-vos países. En esta Lista, el Qhapaq Ñan (CaminoPrincipal Andino) es el itinerario con mayor reco-rrido espacial continental, y la mayor aventura quese presentará a la nominación, con la voluntad uná-nime de seis países del área Andina: Argentina, Bo-livia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

La evidencia y los recursos del camino son detan variada naturaleza, como multidisciplinarios sonlos equipos que están trabajando en cada uno delos países. Se trata de hacer avanzar el proyecto enun acercamiento plural a la historia y a las culturasque se desarrollan al amparo del Camino. Cuandoel camino pierde su traza arqueológica, su rastro seidentifica a través de topónimos, lenguas vivas ha-bladas, tradiciones, mercados, tejidos, productosagrícolas y de todas las formas posibles de patri-monio inmaterial.

Una treintena de universidades en los diferen-tes países y alrededor de una veintena de ONGstrabajan activamente en la definición y puesta envalor del Camino. Institutos de Estadística, Agen-cias de Cooperación Internacionales están elabo-

rando iniciativas que van a contribuir de algúnmodo, al desarrollo de proyectos de conservacióny puesta en valor del camino y sus paisajes. Faltasaber cómo conseguir asegurar la coordinaciónentre las acciones principales, para que cada acti-vidad facilite un proceso que es de todos.

El Camino ofrece una oportunidad privilegiadade relectura de una historia común. Hasta la fechano se cuenta con un producto de conjunto impresoen los libros de texto escolares. El proyecto puedeconvertirse en una tribuna académica de discusión,cuyo resultado provea de contenidos al texto co-mún de la historia para el público en edad escolar.

Los países confían en el valor educativo y eco-nómico del proyecto, como factor determinante parael progreso de la región. Un elemento clave para eldesarrollo social es el derivado de la recuperacióny consolidación del significado histórico y actualde los lugares del Camino. Tal condición refuerzalos vínculos entre las sociedades y sus ecosistemas,y aporta un entendimiento coherente de la realidady del funcionamiento, tanto de las prácticas pro-ductivas como de las cosmovisiones.

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Riqueza y complejidad del Qhapaq Ñan. Su identificación y puesta en valor

Riqueza y complejidad del Qhapaq Ñan.Su identificación y puesta en valor

Victoria Castro

El Proyecto Qhapaq Ñan es por naturaleza «pan-andino». Este aspecto se refiere tanto al territorioque cubre, como al sustrato cultural, rico y diver-so, que el Tahuantinsuyo organizó a su propia es-cala y a través de diferentes instituciones nacidasdel viejo ayllu andino. No obstante, para lograr estaunidad, fue necesario emprender una vasta empre-sa de ingeniería, que hoy se conoce como QhapaqÑan. Algunos tramos, en sus trazados básicos, par-ticularmente ramales del camino principal, puedenser herencia de las sociedades que precedieron alos Inka, tales como Chimú, Wari1, Tiwanaku y losSeñoríos Altiplánicos «circuí-titikaka» que amplia-ron sus dominios hacia el sur.

En otros lugares como el ámbito puneño, quecompromete la vertiente occidental, en Chile, y laoriental en Argentina, especialmente en Atacama,los pueblos pre-incaicos pareciera que no hubieranrealizado inversiones significativas en la construc-ción de caminos2, pero los senderos, sí inspiraron alos Inkas para establecer ramales interregionales.Por lo tanto, el Qhapaq Ñan es, principalmente, pro-ducto de una filosofía y estrategia expansiva, queva mucho más allá de sus componentes físicos.

El territorio que cubre el sistema de la red vialInka es un escenario de paisajes culturales diver-sos, articulados longitudinalmente, a través de mi-les de kilómetros. Una sola gran obra planificadapara unir espacios. Una ruta para el tráfico y circu-lación de bienes entre distintos pisos ecológicos yen distintas latitudes, conformada una vez que elTahuantinsuyo logró establecer los arreglos políti-cos con los diferentes pueblos involucrados.

La gran red vial, desplegada desde el sur deColombia hasta Chile, atravesó desiertos, sierrasy la alta puna, surcando, en algunos lugares, va-lles bajos cercanos al Pacífico como el llamado«Camino Inka Costero»3. En un esfuerzo mayor,penetró la selva, con caminos amplios y empe-drados, como el caso del camino del Choro enBolivia4 y las rutas al Zenta en las selvas occiden-tales argentinas5.

Pero el Qhapaq Ñan fue, en realidad, el sistemavial que articuló asentamientos locales, que esta-bleció una arquitectura directamente asociada comolos «chaskiwasi», los tambos y las «paskanas», quemarcó y sacralizó el paisaje a través del arte rupes-tre y de los adoratorios de altura. Constituyó eso y

1 Ver Schreiber, 1991.2 Cf. Nielsen, 2003.3 Hyslop, 1992.4 Avilés, 2001 MS.5 Ver Raffino, et al, 1991.

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mucho más, si se distingue lo que le interesó espe-cíficamente a cada territorio que surcó.

En la década de los años 80 e inicios de los 90,John Hyslop recorrió y describió finamente, docetramos de caminos Inka entre Ecuador y Argenti-na, aduciendo que solamente estaba documentan-do un 5% de los más de 20.000 km identificadoshasta ese entonces6. Después de este informe, pa-ralelamente surgieron unos equipos en varios paí-ses y regiones andinas, para estudiar el Qhapaq Ñan,algunos de los cuales aún mantienen su dedicaciónpor este tema. Cada tramo que se descubre o estu-dia sugiere nuevas preguntas. Sin embargo, Hys-lop no sólo nos legó un trabajo detallado, sino tam-bién una buena metodología que es ineludible, yademás, temas por resolver en la medida en que seavance en el conocimiento del Qhapaq Ñan.

Así como cada región presenta su diversidad yriqueza, lo que llamamos Qhapaq Ñan se va cons-truyendo físicamente de diferentes modos, aunqueestructuralmente sigue ciertos principios básicosque lo hacen reconocible. De esta forma, el cami-no podría haberse construido por despeje de pie-dras y llegar a alcanzar hasta 6 metros, aunque lomás recurrente es un ancho de 4 metros. En otrostramos, el camino se diseñó sobre sustratos roco-sos que se hoyaron con el uso. Es común para solu-cionar pendientes inclinadas, el uso de escalinatasy muros de contención y retención. Algunos cami-nos han requerido invertir una cantidad de trabajoconsiderable en cantidad y calidad, puesto que hansido empedrados, con piedras elaboradas.

Aunque en la planificación Inka se consideraraun ideal la rectitud de los caminos, el principio nun-ca fue rígido, ya que el Qhapaq Ñan se adapta a lascondiciones naturales y culturales de cada zona.Es así como se puede apreciar que una vía que naceformalmente con un ancho de 4 a 5 metros, puede,de acuerdo con el terreno y paisaje que atraviese,convertirse en algunos tramos, en un sendero deno más de un metro de ancho. La importancia resi-

de en la circulación, pero también en distancias,no disturbando asentamientos locales y otra seriede consideraciones que obedecen a normas de bue-na convivencia.

Desde el punto de vista cultural, todos los ca-minos se construyeron para acceder a recursos ysitios apreciados, pero muy especialmente para co-municar poblaciones, que en este caso particular,representaban una vez dominadas, fuerza de traba-jo convenidas por arreglos diplomáticos cuandofuera posible. A su vez, los caminos Inka articula-ron sitios de diferentes funciones, como por ejem-plo, lugares ceremoniales, como los adoratorios dealtura; económicos, como las minas; sitios agríco-las y áreas de vegas y provisión, para abastecer alos camélidos con buena alimentación y agua. Tam-bién fueron necesarios para apoyar las acciones dela burocracia administrativa que los propios Inkasdesarrollaron. Entre la arquitectura asociada, la mássignificativa por la regularidad de su presencia, yestrechamente relacionada con el camino, son lostampu o tambos, que denotan rasgos singulares deldiseño arquitectónico y constructivo Inka, como lasformas de los vanos y el doble muro. Lo mismosucede con las apachetas.

Estos tampu, que articulan tramos del camino,requerían ciertas condiciones ambientales para seremplazados, entre las cuales la cercanía al agua yal recurso forrajero eran las más perentorias. Casiparecía ser una norma no alterar en lo posible losasentamientos locales, pero sí poder recurrir a sugente.

No obstante estas regularidades, es preciso te-ner en cuenta que el sentido práctico de la tradi-ción andina estuvo presente, y es por ello que no sepuede encontrar una composición arquitectónicaclásica en todas las regiones. Sin embargo, las aso-ciaciones de diferentes tipos de materialidades, ysu recurrencia, ayudan a identificar lo Inka, desdelo imperial a lo local. Así podríamos decir que existeal menos, lo Inka clásico, Cusco céntrico, o Impe-

6 Hyslop, 1984, 1992.

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rial; lo Inka Provincial, con el sello de cada «suyu»;y lo Inka local.

Por otra parte, se encuentran rasgos que clara-mente son más acentuados en ciertas regiones comolos adoratorios de altura, los que se concentraronen el Kollasuyu y que naturalmente, requirieroncaminos de acceso. Éstos no siempre resultan mo-numentales, pero habitualmente la «Capacocha» y/ o sus ofrendas en la cumbre, sí lo son. Asimismoconstituyen un buen ejemplo de dónde se congre-gaba la mayor cantidad de energía humana.

Un tema directamente asociado al Qhapaq Ñanse refiere a la construcción de puentes que unierontramos, los que fueron levantados de distintas ma-terias primas como piedra o madera, esta últimaensogada con cuerdas de fibra vegetal o animal.Dichos puentes constituían un acceso fundamentalen el momento de cruzar profundas quebradas en-tre altos planos.

MARCO REFERENCIAL Y METODOLOGÍADE ESTUDIO. UN APORTE AL ESTUDIODEL QHAPAQ ÑAN A PARTIR DE UNAEXPERIENCIA REGIONAL7

Actualmente, podemos asumir que los paisajes sonfruto de sistemas de valores asociados a gruposhumanos específicos8. En este ámbito, uno de losaportes que más apreciamos para estudiar el Qha-paq Ñan, es la comprensión del paisaje como cons-trucción cultural. Podemos considerar el paisajecomo un conjunto significativo de normativas yconvenciones, por medio de las cuales los seres hu-manos le otorgan sentido a su mundo. Como cons-trucción cultural, los paisajes se encuentran inser-tos en relaciones espacio-temporales, en las cualeslos individuos se forman y reconocen. El paisaje

es tan fundamental en la configuración social, quesu conocimiento permite crear y reproducir dife-rentes estrategias para su inserción en el mundo ysu relación con los otros9.

Los seres humanos han otorgado a su paisajeuna toponimia propia, llena de sentido, que consti-tuye un conjunto de lugares relacionados e inte-grados por caminos, poblaciones móviles y narra-tivas, donde expresan sus percepciones y emocio-nes. Es una topografía a la que se le ha conferidohumanidad, transformándola en un código culturalrelacionado con la vida. Para la gente de la región,el paisaje está investido de poderes mágicos10. Asíhumanizado, es un sistema de gran significación, através del cual, la sociedad se reproduce y se trans-forma11.

Al mismo tiempo, el tema de los paisajes cultu-rales y sus diferentes categorías ha sido preocupa-ción, no sólo de las corrientes post-procesuales yestructuralistas de la arqueología, sino también delos temas patrimoniales de la humanidad, que hantenido en la UNESCO, con la organización de ta-lleres de trabajo, su principal exponente. En 1996,la UNESCO, ofreció una serie de conceptos vincu-lados con este tema, con el fin de promover el re-conocimiento de esta categoría y contribuir a sal-vaguardar patrimonios en peligro a nivel mundial.Entre otros, considera que los paisajes culturalesrepresentan trabajos combinados del hombre y dela naturaleza; son ilustrativos de la evolución de lasociedad humana y del asentamiento, a través deltiempo, bajo la influencia de oportunidades pre-sentadas por el ambiente natural y por sucesivasfuerzas sociales, culturales y económicas.

Por ello, el término «paisaje cultural» involu-cra una diversidad de manifestaciones de la inte-racción entre la humanidad y su medio ambiente.Los paisajes culturales de las sociedades tradicio-

7 Castro et al; 2000.8 Cf. Hodder et al, 1987; Wagstaff 1987.9 Castro, V. et al, op. cit.10 Ibid11 Cf. Tilley, 1994.

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nales reflejan, a menudo, técnicas específicas dedesarrollo sustentable del uso de la tierra, y unadeterminada relación espiritual con la naturaleza.Su protección puede contribuir para perfeccionarlas técnicas modernas en el uso de la tierra, y man-tener o promover valores positivos relacionados conel paisaje.

Los paisajes culturales, según lo que establecela UNESCO, comprenden varias categorías. Dosde ellas son significativas para el objeto en estu-dio. Una corresponde al concepto de (1.) «paisajeevolucionado orgánicamente». Éste resulta de im-perativos religiosos, políticos, sociales y económi-cos, y se ha desarrollado por asociación con elambiente natural. Contiene a su vez, dos subcate-gorías, una de las cuales constituye el «paisaje re-licto», que se define por un proceso evolutivo quellegó a su término en algún momento del pasado,pero que, no obstante, sus rasgos distintivos aúnpueden distinguirse materialmente. La otra subca-tegoría remite al concepto de (1.2.) «Paisaje decontinuidad», que es aquél que mantiene un rolsocial activo en la sociedad actual, fuertemente re-lacionado con un modo de vida tradicional, y cuyoproceso evolutivo aún sigue en desarrollo, exhibien-do una evidencia material significativa por su per-manencia en el tiempo. La otra categoría es el (2)«paisaje cultural asociativo», que se define en vir-tud de fuertes alianzas religiosas, artísticas y cul-turales con el ambiente natural12 y su significaciónen la vida actual de las personas. Ninguna de estascategorías y subcategorías son necesariamente ex-cluyentes entre sí.

Pareciera que todas estas formas de paisajesculturales coexisten en los territorios por los quepasa el Qhapaq Ñan y del cual forman parte. Estospaisajes podrían ser impactados por efectos de pla-nes regionales, mediante acciones como extracciónde sus aguas, deterioro severo de su valor científi-

co y al mismo tiempo patrimonial, alteraciones so-bre los asentamientos humanos y la vida misma delas comunidades, entre otros13. Todo ello obliga aun trabajo urgente.

Por otra parte, uno de los temas poco investi-gados en los Andes, y cuyo estudio se recomiendafomentar, es el de las «rutas», una forma de paisajecultural andino, dispersa por este gran territorio,pero que permite avanzar más en el concepto deinter-regionalidad. En otras palabras, por medio delos paisajes culturales es posible rescatar y conso-lidar vínculos entre distintas comarcas de los An-des14.

La construcción social del paisaje comunica, apartir de los relatos orales sobre los antepasados opoblaciones foráneas que se establecieron en laregión, elementos que son esenciales para el obje-tivo y la metodología de su estudio. La construc-ción imaginaria del paisaje se realiza, principalmen-te, por medio de la memoria tradicional. Ésta esuna cuestión que se asocia a la estrategia de inves-tigación, puesto que la memoria histórica de lospueblos originarios tiene un valor insospechado,para comprender elementos arqueológicos, peroparticularmente, para orientar las investigacionesarqueológicas y generar reflexiones acerca de suactiva significación en el pasado y en el presente.Ello denota la integración del concepto de «paisajecultural asociativo»15.

El análisis de estos relatos elaborados con es-trategias cruzadas desde la arqueología, el presen-te etnográfico, la etnohistoria y la historia, así comoel trabajo con diccionarios de lenguas nativas y geo-gráficos, documentos fotográficos y cartografía his-tórica, pueden permitir avances significativos enel conocimiento de la topografía, de los caminos ysenderos, como también en la comprensión de laideología y de otras esferas involucradas con la rea-lidad.

12 UNESCO, 1996.13 Castro, V., 1998.14 Mujica, 1998.15 Castro, et al, op. cit.

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Una acabada prospección de las rutas, con apo-yo de informantes locales que ilustren sobre aspec-tos de toponimia, donde haya abundancia de nom-bres que tienen directa relación con el Inka, las tra-diciones y los mitos locales de esta misma filiación,sería muy útil para abordar el conocimiento de uncomponente esencial en las relaciones del ser hu-mano con el paisaje que habita, y que tiene que vercon su domesticación, a través de su experiencia,su uso y explotación16. Por ello, transitar por terri-torios andinos es acercarse a una red de senderos ycaminos que no son sino el reflejo de esa particularforma de explotar el medio, relacionarse, y más aún,intentar comprender la cosmología de los pueblos,es decir, la manera de penetrar en su entorno.

SUGERENCIA METODOLÓGICA17

Para cuantificar el camino del inka y prever ries-gos de confusión con otros caminos de tiemposcoloniales y republicanos que aprovecharon su tra-zado, se sugiere el uso de cartografía 1:250.000 y,cuando sea posible, 1:50.000, así como fotografíaaérea. Se debiera utilizar en todas las prospeccio-nes GPS, que permite datos precisos y estándares.Esta nueva técnica de los Sistemas Globales dePosicionamiento Satelital (GPS), utilizada en te-rreno, junto con el análisis cartográfico y el regis-tro de elementos asociados a las rutas, permite tra-bajar los datos en gabinete con un Sistema de In-formación Geográfico (SIG).

El SIG es un conjunto organizado de informa-ción o registro computacional, diseñado para al-macenar, analizar y mostrar en forma eficiente, todala información geográfica, pues permite integrarcada rasgo cartografiado, y relacionarlo con regis-tros de otra base de datos. Esta integración ofrecela perspectiva de un análisis espacial detallado, ca-

paz de incluir preguntas como, ¿dónde está? (algo),¿cuán lejos?, etc.

Como los datos del SIG se ordenan por estratosy cada uno de ellos contiene un solo tipo de infor-mación, éstos pueden superponerse (por ejemplo,sobre un mapa de suelos, de cobertura vegetal, desitios arqueológicos, de sistema vial, etc.). Este tipode análisis es posible, porque el SIG da cuenta dereferencias geográficas, por medio de un sistemade coordenadas del «mundo real» (latitud, longi-tud, UTM). Se debieran realizar mediciones deta-lladas de las diferentes rutas y rasgos asociados,además de todos los datos referenciales que nece-siten obtenerse con el GPS. Se sabe que al menosdos grupos de trabajo vinculados al estudio delQhapaq Ñan, uno en Chile y otro en Cusco18, estánutilizando esta metodología para el estudio de tra-mos del camino principal.

El registro de los rasgos asociados se podría rea-lizar con una ficha general y una específica, segúnsea el caso (por ejemplo, arte rupestre, arquitectu-ra) consignando la particularidad de su adyacenciaal camino o sendero en estudio. También deberíanconsignarse los rasgos sobresalientes del paisajenatural, vinculados con las rutas. Siempre es nece-sario el registro fotográfico, dibujos de planta parala arquitectura y dibujo técnico para el arte rupes-tre. Este acopio de datos podría hacerse por cua-drículas dirigidas, o muestreo al azar, dependiendode la naturaleza del espacio susceptible de análisisy de su potencial informativo.

En gabinete, se analizarán los materiales de lasrecolecciones de superficie. Otros restos exhuma-dos no alfareros, que puedan presentarse eventual-mente, serán examinados y descritos, de acuerdocon metodologías y técnicas ad hoc orientadas porespecialistas. Estas sugerencias están abiertas anuevos aportes, pero se percibe como ineludible lautilización de una misma metodología siempre que

16 Ver Castro y Varela, 200017 Ibid.18 Presentación Proyecto Qhapaq Ñan - Cusco, en Reunión Temática Lima, abril de 2003.

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sea posible. No se recomienda la realización deexcavaciones extensivas de los rasgos asociados alcamino, sino su despeje para facilitar visibilidaden caso de ser necesario.

Demás está decir que el Qhapaq Ñan cumplecon todos los criterios de valor universal estableci-dos para bienes culturales, por la convención dePatrimonio Mundial Cultural y Natural tal comofuera señalado detalladamente por la delegaciónchilena en la reunión del Qhapaq Ñan, realizada enLima19.

RIESGOS Y DIFICULTADES EN ELPROCESO DE NOMINACIÓN EN ELÁMBITO INTERNACIONAL

En principio, minimizar los riesgos, depende en par-te, del compromiso que adquieran los países miem-bros del proyecto.

Al igual que en tiempos del Inka, actualmente,los países involucrados son muy diferentes, parti-cularmente en términos de manejo del patrimonio.Por ejemplo, Perú cuenta con el Instituto Nacionalde Cultura considerado casi como un ministerio,con una presencia efectiva en todo el país, con fun-cionarios de origen local, que perciben sueldo delEstado peruano, y que son los encargados de velar,de manera efectiva, por el patrimonio.

La realidad es diferente en Chile, donde el con-sejo de Monumentos Nacionales obliga la protec-ción de los sitios arqueológicos, por parte del Mi-nisterio de la Ley, pero no cuenta con el personalnecesario para el manejo y gestión de los sitios,con la excepción del apoyo de la CorporaciónNacional Forestal en casos especiales, y de lospueblos originarios, a los que se les delega fun-ciones de administración de los sitios arqueológi-cos. Probablemente esta situación difiera, en cadapaís, en otros aspectos.

Sin una clara delimitación, protección legal ygestión de los sitios arqueológicos y la integracióny coordinación de expertos, de instituciones y deautoridades, no sería posible alcanzar la meta pro-puesta. Ello incluye buscar la armonía para el ma-nejo de los sitios fronterizos.

Es necesario que las medidas de protección ymantenimiento dependan de las normativas u orien-taciones presentadas por la UNESCO, y que obe-dezcan a políticas transversales de los Estados Miem-bros de la Convención del Patrimonio Mundial, conel fin de que esta tarea no pase a manos privadas.

Hay otros temas sensibles que requieren la vo-luntad de generar entendimiento entre los especia-listas y los pueblos que sean afectados por estapuesta en valor. Un tema de educación mutua, enel trato y en el entendimiento.

19 Consejo de Monumentos Nacionales, 2003.

REFERENCIAS

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Riqueza y complejidad del Qhapaq Ñan. Su identificación y puesta en valor

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Riqueza, complejidad y riesgos de los programas de conservación,valoración y manejo del patrimonio cultural inmaterial en comunidades

nativas y rurales de los Andes, desde una visión antropológica

David Vicente De Rojas Silva

Con el nombre de Qhapaq Ñan o Gran Camino Inkase conoce la amplia red vial precolombina, con23.189 km de extensión, (Hyslop,1992, p. 54) quealcanzó su pleno desarrollo y consolidación bajola compleja administración del Imperio Incaico.Constituía una estructura e infraestructura de co-municación, que posteriormente permitió expan-dir los afanes de conquista y colonización de laAmérica andina, para la Corona Española; espa-cios jurisdiccionales que más tarde se transforma-ron en los territorios republicanos de Colombia,Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

«Al reconocer un territorio y una historia co-munes en el pasado, se sientan las bases para fo-mentar una nueva corriente de pensamiento, en laque todos nos reconocemos como herederos e inte-grantes de un solo pueblo. El hecho de poseer unafabulosa red de caminos antiguos, sin paralelo enel mundo, constituye un nuevo elemento de identi-dad nacional y regional, que enaltece la imagende la región en el extranjero, al presentarla comoposeedora de una gran riqueza histórica y unavariada gama de paisajes y tradiciones» (Espino-sa, 2000, pp. 204-205).

Como primera inquietud, para establecer los al-cances de nuestra propuesta, se debe profundizaren la significación conceptual-metodológica refe-rente al trabajo de interpretación antropológica, consu correspondiente visión etnográfica de los alcan-ces del pasado, del presente, y con proyección alfuturo de la gran red vial andina., Ello está referido

a la multiplicidad de etnias y pueblos existentes enlos territorios que ocupaba al final de la etapa pre-colombina, y que fueran administrados por losInkas, con posterioridad. A la llegada de los espa-ñoles, estos parajes viales fueron utilizados comomedio de conquista e imposición (al igual que su-cediera precedentemente con los Inkas y tambiéncon los anteriores grupos sociales), sumándose es-tamentos europeos, africanos e incluso grupos asiá-ticos, quienes asimilaron de alguna manera la per-sonalidad ancestralmente conservada. Con el ad-venimiento de las repúblicas, con sabor entre criolloy nativo, se mantuvieron las motivaciones y el ca-rácter del vetusto camino, que poco a poco se re-dujo a intermitentes tramos de uso cotidiano. En laactualidad, todavía cumple esporádicamente algu-nas de las funciones iniciales con que fueron traza-das sus vías.

Se debe considerar también, que en la organi-zación histórica de los originales caminos del Ande,éstos debían cumplir condiciones y satisfacer ne-cesidades. Conviene señalar aquí, cuáles eran esasdemandas; quiénes las tipificaron; quiénes cons-truyeron el citado gran camino; qué misiones de-bían cumplir; quiénes utilizaban sus servicios y bon-dades; cuáles eran sus estructuras, así como res-ponder otras preguntas que permitirán interpretarlos usos y beneficios, su posible manejo perjudi-cial para algunos grupos socio-culturales y la faci-lidad con que otros aprovecharon su estructura einfraestructura, a través de los tiempos.

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Otra reflexión de referencia obligatoria es elpaisaje étnico-cultural de los pobladores de los An-des en las diferentes secuencias históricas y con-textos sociales. Los conceptos de «Territorio y Te-rritorialidad», sobre los que se asientan y surcanestos caminos, deben precisarse convenientemen-te en este estudio preliminar. Del mismo modo, elsentido que se tiene de la palabra «Paisaje» debeestar ligado necesariamente a la percepción huma-na de la identificación del medio ambiente ecoló-gico y aún más, si consideramos que el hombre de-fine esa percepción mediante la valoración cultu-ral. El paisaje cultural es una referencia básica deidentidad para las poblaciones que moran en ámbi-tos geográficos y espacios territoriales concretos.Es aquí donde se producen las apropiaciones con-ceptuales y los sincretismos ideológicos. El Qha-paq Ñan tiene muchos años de pervivencia en sufunción de acercar pueblos y estrechar culturas.

Quizá un acápite que debería resaltarse está re-ferido a los actores sociales que han utilizado este«Gran Camino Andino» y todavía lo siguen em-pleando. Las sociedades precolombinas, que fue-ron numerosas, establecieron parámetros simbóli-cos y esquemas particulares de utilización de susvías, debido a la presencia constante y persistentede grupos que correspondían a sociedades pluriét-nicas. Por dicha razón es necesario esclarecer losalcances conceptuales de lo que significa etnia y loque conlleva el término «etnicidad».

Muy cercana a esta última expresión se sitúanlos valores de identidad-cultura y de «otredad»,pues en todo momento, sea sincrónica y diacróni-camente, alguna sociedad en particular dominabaculturalmente a las otras que utilizaban también losbeneficios del Qhapaq Ñan. Esa «otredad» mani-festada lingüísticamente, arrastraba idiosincrasiasy modalidades de vida siempre cambiantes. En lafase terminal de la etapa prehispánica se identificóa lo largo del camino una lengua, el quechua, y unavisión simbólico-cultural, la misma que está aúnvigente en diferentes latitudes de su seccionado eintermitente desarrollo vinculante y longitudinal.

Por último sería necesario establecer cómo sereconocen e insertan las acciones de conservación,

valoración y manejo del patrimonio inmaterial pro-pio de las culturas nativas, así como de aquellasotras de extracción rural. Cabe destacar la riquezaque entraña los alcances de ese milenario CaminoAndino, así como su complejidad, dado el variadí-simo acervo cultural que por él aconteció a lo largodel tiempo y que hoy en día permanece, si no puro,por lo menos algo más que insinuado. Siempre exis-ten peligros y riesgos de pérdida del patrimoniocultural debido a su desatención por indiferencia,o por deliberados atentados destructivos. Las difi-cultades en la ejecución de los programas son afor-tunadamente puntuales. Un programa de «concien-tización», así como la declaratoria e inscripción porparte de la UNESCO como Patrimonio Cultural dela Humanidad, facilitaría la atención necesaria delos países actualmente comprometidos, con el finde lograr una administración coherente de gestióny consolidación, y alcanzar efectos multiplicado-res que permitan el desarrollo diferenciado de es-pacios productivos.

1. LA ETNOGRAFÍA, UNA VISIÓNANTROPOLÓGICA DE CORRELACIÓNÉTNICO-CIVILIZADORA

Como consecuencia de la segunda guerra mundial,las naciones occidentales fueron tomadas comoobjeto de análisis de manera explícita por las nue-vas corrientes antropológicas de interpretación. LaEscuela Americana de Cultura y Personalidad co-menzó a estudiar «el carácter nacional». Mediantedicho estudio se originó una asistencia a las nacio-nes aisladas y, con mayor empeño, a aquéllas con-sideradas «enemigas», quizá «extrañas» o «diferen-tes». Se trató de dar una interpretación académicacon el fin de instituir un nuevo objeto de análisisantropológico, al que se le dio el nombre de «Ca-rácter Nacional», que contenía verdaderos univer-sos culturales, donde las categorías básicas corres-pondían a las antiguas definiciones de las «socie-dades simples».

El tratamiento metodológico de investigaciónbajo la modalidad de «Estudios a Distancia» esta-

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Riqueza, complejidad y riesgos de los programas de conservación, valoración y manejo del patrimonio cultural inmaterial...

blecía que... «los antropólogos, obligados a noemprender la tarea tradicional de observación par-ticipante prolongada en el campo, ahora entrevis-tarían a inmigrantes, analizarían obras dearte...(novelas o películas hechas en otros países)o examinarían producciones mediáticas, con el finde alcanzar universos culturales siempre clasifi-cados como «nacionales». Las fronteras entre lospaíses fueron tratadas como culturales, y las fron-teras culturales lo fueron como nacionales, por loque delimitaban nuevos objetos de estudio» (F.Neiburg y M. Goldman, 2001, p. 96). El objetivoprincipal era, entonces, registrar y estudiar la di-versidad cultural entre originarios e inmigrantes devarias procedencias nacionales, pequeñas comuni-dades de asiento rural y aún de urbes con poblacio-nes amplias y muy diversas. Para ello la Antropo-logía Aplicada y otras disciplinas como la Sociolo-gía y la Psicología también «aplicadas», buscabanresponder a «problemas prácticos» ligados al pro-ceso de homogeneización social y cultural, carac-terísticos de la composición de los Estados-Nación,con raigambre común. Por las razones expuestas,un unificador como el «Gran Camino en los An-des», vínculo intercultural y multiétnico, ha moti-vado la aplicación de esta visión antropológica.

La Etnografía como disciplina antropológica,describe y localiza culturas específicas, documen-tando información objetiva de sociedades cuyoshechos señalan identificación y procesos de cam-bio social y cultural. Su metodología consiste enconocer la realidad socio-cultural de los grupos hu-manos, sin mezclar teorías preestablecidas con loshechos registrados en la realidad. George E. Mar-cus (2001, p. 111) ya en los años ochenta, señalabados modalidades para las investigaciones etnográ-ficas, tipificándolas como:

a) La más usual, mantener la observación centra-da sobre una localidad, al tiempo que, por otrosmedios (archivos) y métodos (teorías), inter-prete el contexto del «sistema mundo», comouna manera de contextualizar las descripcio-nes etnográficas en términos, en los que los pre-dicamentos de los sujetos locales, sean descri-

tos y analizados. Al respecto se debe tomar encuenta que tales etnografías han producido pro-fundos análisis sobre la resistencia y adapta-ción; se han agrupado según intereses relacio-nados con las dinámicas de «la demarcaciónabsoluta» y se han centrado en las relaciones,el lenguaje y los objetivos del encuentro. Estamodalidad ha demostrado que el eje del análi-sis etnográfico contemporáneo no se encuen-tra en reclamar algún estado cultural previo, osu sutil preservación, a pesar de los cambios,sino en las nuevas formas culturales que hansurgido según las situaciones coloniales subal-ternas.

b) La otra modalidad de investigación etnográfi-ca, menos común, se incorpora conscientemen-te al «sistema mundo», asociado actualmentecon el empuje del capital intelectual, denomi-nado «Posmoderno»; sale de los medios y si-tuaciones locales de lo convencional, y consi-dera la circulación de significados, objetos eidentidades culturales en un tiempo-espaciodifuso. Esta clase de análisis define si un obje-to de estudio puede permanecer centrado en unasola localidad intensamente investigada, o sidesarrolla estrategias de investigación dondese reconozcan conceptos teóricos sobre el «sis-tema mundo», pero que no dependa de ellospara delinear la «contextualización» en la queestán enmarcados los sujetos.

Esta Etnografía móvil toma trayectorias ines-peradas al seguir formaciones culturales a través ydentro de múltiples sitios de actividad que desesta-bilizan la distribución, por ejemplo, entre el mun-do de vida y sistema, distribución a partir de la cualse han concebido múltiples etnografías,… «del mis-mo modo en que esta modalidad investiga y cons-truye etnográficamente aspectos del sistema en símismo, a través de conexiones y asociaciones queaparecen sugeridas en las localidades» (Neilburgy Goldman, 2001, pp. 111-112).

Es posible llevar a cabo este modelo de etnogra-fía, con la aplicación de diferentes estrategias de

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mapeo y con desafíos que planteen supuestos incor-porados en el mismo método etnográfico. Para ellobasta seguir empíricamente el impulso direccionalde los procesos culturales, para arribar exitosamen-te a una etnografía multi-local. Aunque algunas prác-ticas se han realizado dentro de marcos conceptua-les tradicionales, la antropología participó en áreasinterdisciplinarias. Lo que se pretende hallar comofinalidad, son las perspectivas y los compromisostradicionales respecto del propio método etnográfi-co (que tal vez podría ser recusado), pero que va-lientemente demanda temas de ética, compromiso yactivismo; por ello resulta que esta etnografía multi-local esté concebida aparentemente dentro de los li-neamientos del pasado positivismo.

Al revisar vetustas crónicas coloniales y otrosdocumentos tempranos, se emplean sistemas típi-cos de comunicación, que como fuentes, sus análi-sis y consideraciones, son espacios importantes dedonde surge necesariamente la investigación etno-gráfica multi-local.

2. LOS CAMINOS DE LOS ANDES Y SUORGANIZACIÓN HISTÓRICO-SOCIAL

Al recorrer nuevas fronteras, los caminos descubren,integran, intercambian, o permiten la dominación;muestran, también, contrastes ecológicos que se com-plementan entren sí a lo largo de las rutas, señalan-do en ellas diferentes asentamientos correspondien-tes a patrones culturales relacionados con el tipo dehábitat. Con referencia al Gran Camino Andino seenfatiza el manejo inkaico, a lo que se suman lastransformaciones durante el proceso complejo de laconquista y luego del coloniaje español.

El origen y/o pertenencia cultural de dicho cami-no, surge desde una muy remota edad, cuando secrearon sendas rudimentarias iniciales, propias delperíodo arcaico, hasta transformarse, en períodosposteriores, en calzadas con acabados líticos y lle-gar a ser, en tiempos modernos, por trechos, magní-ficas vías carreteras pavimentadas. Estas rutas cons-tituyen escenarios históricos, caracterizadas jerárqui-camente, por diversos niveles constructivos.

Las investigadoras Karen Stohert (1967, p. 11)y Sonia Avilés (1998, p. X), al observar la presen-cia de algún camino en general (en el primer caso)y restos del Gran Camino Inka en particular (en elsegundo), se preguntaron:

¿Quiénes planificaron este Camino?, ¿quié-nes lo construyeron?, ¿quiénes lo modificarono añadieron nuevos esquemas?, ¿quiénes lo uti-lizaron y con qué fines?, ¿quiénes lo conserva-ron y/o destruyeron parcial o totalmente?,¿cómo se dieron esos procesos a lo largo de lahistoria?, y tantas otras posibilidades que nosdejan con mil conjeturas. Un camino lleva ensí mismo, las huellas del tiempo, reflejando elprograma al cual sirvió.

A los caminos se les otorgan diversos usos de-pendiendo de los intereses de la sociedad que loscrea así como los organiza (Avilés, 1989). Las fun-ciones otorgadas a cada camino, o a cada trecho,son específicas dentro de un contexto social, comovía de transporte, de administración socio-políticao comercial, y de intercambio dentro de la econo-mía. Funciones éstas que no siempre fueron fijas,sino que se adaptaron sincrónicamente al momen-to histórico por el que atravesaba la sociedad. Porello, valen estas preguntas: ¿Cuáles fueron las mo-tivaciones para establecer determinadas rutas?,¿Qué procesos sociales se concluyeron o alcanza-ron debido al nexo establecido? Las necesidadesde integración y transporte han sido siempre exi-gencias de grandes grupos sociales marginados, acausa de la carencia de vías de comunicación.

Las rutas son elementos de integración e inte-racción en las áreas involucradas, debido a los nexosque se crean a través de ellas. Por tales razones, loscaminos, mediante sus vías, son factores claves paralas relaciones humanas, como vínculo tanto de laspersonas como de los lugares. Ligan los espacios;efectivizan el desarrollo en los lugares integrados,aunque no de manera uniforme; por ello, aquelloslugares no «conectados» son descartados por el sis-tema.

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La mayoría de las vías muestran una dicotomíabásica entre aquéllas que podríamos llamar «for-males y las «informales» (Trombold, 1991, p. 3).Las primeras serían las planificadas, que general-mente cuentan con una amplia infraestructura; lassegundas surgen como conectores mínimos, o sinninguna labor creativa; mantenimiento poco o nuloen los senderos, huellas, vías de herradura y rutasde trueque (T. Earle, 1991).

Los caminos son ejes de tránsito para vinculardiferentes culturas, utilizados a través de los dife-rentes procesos históricos. Vistos de este modo, loscaminos andinos preexistentes fueron aprovecha-dos y complementados por los Inkas, para facilitarlas estrategias de penetración imperial en otras re-giones, donde podían explorar y explotar relacio-nes de intercambio, instalación de mitimaes o avan-ces militares.

La integración de zonas tradicionales y densa-mente pobladas, ofrecen un gran potencial de manode obra, o de demandas de vituallas y pertrechos,haciendo viable el manejo político e ideológico(Murra, 1989). Por otra parte, los caminos con ob-jetivos religiosos conducen a santuarios y adorato-rios en diferentes niveles de altitud; aquéllos confunciones militares, sirven de vía hacia las fronte-ras, a enclaves estratégicos, a fortalezas defensi-vas, como también para facilitar el abastecimientode las tropas (Bandelier, 1910; Beorchia, 1978).

Para el manejo administrativo, los caminos re-lacionan postas y centros estatales de abastecimien-to y almacenaje de recursos, con rutas frecuenta-das entre burócratas, técnicos especialistas y pos-tillones de correo (D’Altry, 1992, p. 118).

En lo referente al uso económico, durante elperíodo incaico y en los tiempos de la conquista ycolonización, los caminos facilitaban el transportede recursos, se empleaban para comerciar, proveero intercambiar productos y tecnologías (Núñez yDillehay, 1995) en expansiones horizontales radia-das y de control vertical de nichos ecológicos (J.Murra, 1972). Los caminos generalmente incluíanpuntos de control y de enclave (Xéres, 1531;P.Pizarro, 1533; Cieza, 1553); y se complementa-ban con puentes, tambos, pascanas y pukaras (Cie-

za de León, 1553; Poma de Ayala, 1612; Stotharl,1967, p. 13; J. Rowe, 1967, pp. 62-71; Hyslop,1992, pp. 210-111).

Con posterioridad a la Conquista, los hispanosheredaron una vasta y completa red de vías y cami-nos. …«Lo único que hicieron los españoles de losprimeros tiempos de la Colonia fue mejorar las víasque ya existían, ensancharlas algo y levantar al-guna que otra plataforma o alguno que otro puen-te... (esos caminos) habían sido abiertos muchoantes por los quechuas y los aymaras… muchotiempo antes de la llegada de los españoles…»(Santa Cruz 1941, p. 47).

Gran cantidad de historiadores concuerda conesta reutilización española de las vías de comuni-cación, comprobándose por el hecho de que no seconstruyeron nuevas rutas bajo la administracióncolonial (Soux, 1987, p. 93). Actualmente «...lasvías de comunicación han quedado estacionarias,y, sin incurrir en exageración, se puede afirmar,que los caminos que actualmente existen, especial-mente en la comprensión de… (Las tierras yungasy valles) poco o nada han variado de la época delcoloniaje…» (Morales, 1929, p. 27).

Los antiguos caminos prehispánicos de pene-tración en las tierras con estribaciones y valles in-terandinos, continúan siendo utilizados en la ac-tualidad por diversos viajeros y campesinos loca-les (Avilés, 1998, p. 149).

3. PAISAJE ÉTNICO-CULTURAL DE LOSCORDILLERANOS ANDINOS

Contactarse inter-disciplinariamente con la Geo-grafía Cultural podría ser beneficioso para la An-tropología y aún para la Sociología en diferentesaspectos. El concepto de «Territorio» según laAntropología, sería aquel espacio apropiado y va-lorizado por un grupo social que lo emplea paraasegurar su reproducción y para satisfacer susnecesidades vitales. En tanto, la Geografía rela-ciona el concepto de Territorio con el de Paisa-je, siendo éste, un símbolo metonímico, y com-ponente además, del Territorio, pero con un ca-

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rácter diferenciador. …«La Cultura, entendidacomo pauta de significados, constituye una di-mensión fundamental del territorio, porque laapropiación del espacio no tiene sólo un carác-ter instrumental sino también simbólico-expre-sivo» (G. Giménez, 2001, p. 4).

El territorio entonces, bajo estas premisas, seconstituye en el marco obligado para determina-dos fenómenos sociales, como el arraigo, el apegoo la querencia, pero principalmente como senti-miento de pertenencia socio-territorial, y hasta dedinámicas sociales como la movilidad, la migra-ción e inclusive en ciertos casos la propia globali-zación.

La territorialidad contiene un concepto suma-mente importante para entender aquellas identida-des sociales con territorio ocupado y reconocido(caso de las etnias); además permite esclarecer losfenómenos derivados del sentimiento de pertenen-cia. Los geógrafos mantienen una concepción pre-cisa acerca del territorio, entendiéndolo como aquelespacio tomado por un grupo social para cumplirrequerimientos básicos de supervivencia (Schei-bling, 1994, p. 82).

La apropiación territorial está dada por señalesterminales sobre una superficie; se trata de opera-ciones de delimitación de fronteras, de control yde jerarquización de puntos nodales (poblaciones,islas, desiertos, ciudades, etc.) y del trazado de ru-tas, de vías de comunicación y de toda clase deredes vinculantes (Raffestin, 1980, pp. 131-137).

Las prácticas espaciales a través de las cualesse fabrica un territorio, se reducen a tres operacio-nes estratégicas:

a) la división o partición de superficies o espacios;b) el establecimiento de nodos; yc) la construcción planificada de redes. Ello, como

«sistema territorial», surge por demandas polí-ticas, requerimientos económicos y considera-ciones socio-culturales.

Los territorios apropiados son de naturalezamulti-escalar, es decir que pueden ser observadosen diferentes niveles de la escala geográfica, sean

éstas locales, regionales, nacionales, plurinaciona-les o mundiales.

El nivel más elemental corresponde al de la«casa-habitación», que es como una prolongacióndel propio cuerpo físico de las personas. El siguientenivel está dado por el espacio de los «TerritorioPróximos», que se extienden más allá de la casa-habitación (pueblo, barrio, municipio o ciudad) yaunque es de carácter local genera afectación yapego, a partir de garantizar la seguridad, la educa-ción, la solidaridad vecinal, las celebraciones y en-tretenimientos, pero sobre todo (por interés de nues-tro tema) «el mantenimiento de caminos y rutas deinterconexión» con otros lugares (Di Méo, 2000,p. 101). El último de los niveles atañe a los «terri-torios intermediarios» entre el de tipo local y el«vasto mundo», cuyo arquetipo sería la región(Moles y Rohmer, 1998, p. 101).

Como regiones, se consideran tres tipos ideales:

1. las Regiones Fluidas;2. las Regiones de Arraigo; y3. las Regiones Funcionales.

Las primeras corresponden a poblaciones noestabilizadas (recolectoras, cazadoras, nómadas oseminómadas). Las segundas son correlativas conlas viejas civilizaciones campesinas (aldeas y po-blados estacionarios y/o sedentarios). Las últimascorresponden a los espacios enteramente domina-dos por civilizaciones (ciudades y grandes metró-polis).

El término «paisaje «reviste un concepto geo-gráfico estrechamente relacionado con el territo-rio. Esta traducción visible del ecosistema, se com-plementa con la percepción vivencial del territo-rio, donde los actores sociales entremezclan suafectividad, su imaginario y su aprendizaje socio-cultural. La idea de un conjunto unificado entre elhábitat y la adaptación de artificio humano, crean,como «Paisaje Cultural», los ámbitos rurales o agrí-colas, paisajes urbanos, industriales, turísticos, etc.

El paisaje señala la diferenciación y el contras-te entre territorios en diferentes niveles de la esca-la geográfica, destacando la supuesta personalidad

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o especificidad de los mismos. El espacio territo-rial concreto está cargado de símbolos y de conno-taciones valorativas, y es allí, donde el paisaje fre-cuentemente funciona como un referente excepcio-nal de la identidad socio-territorial. Por lo tanto, elterritorio adopta una dimensión simbólica, seña-lando una íntima relación entre él y la cultura. En-tre las complejas formas de relación inmediata en-tre cultura y territorio, se señalan la ecológica, laetnográfica, y la de los procesos de identidad vin-culados con el sentimiento de pertenencia socio-territorial.

Entre las relaciones de dimensión ecológica sehalla el paisaje regional y natural, que se transfor-ma en símbolo metonímico de toda una región, con-virtiéndose en un geo-símbolo, con una amplia car-ga representativa del pasado histórico; se manifies-ta, además, mediante una extensión ecológica deuna cultura regional, con paisajes rurales, urbanoso pueblerinos, como el hábitat y sus monumentos,las redes de caminos y brechas, y los canales deriego, entre otros (Demarchi, 1983, p. 5).

En cuanto a las relaciones de carácter etnográ-fico, la región puede considerarse como área dedistribución de instituciones y prácticas culturalesespecíficas y distintivas (Mercier, 1971, p. 83). Estose denomina «Área Cultural», con característicasetnográficas que conllevan: pautas distintivas decomportamiento, trajes típicos regionales, festivi-dades del ciclo anual, rituales específicos del ciclode vida, danzas y expresiones artísticas lugareñas,cocina y gastronomía tradicional, formas lingüísti-cas o de «socio-lectos» del lugar, etc. (Bouchard,1994, pp. 110-120).

La cultura entonces, y a partir de estos crite-rios, se «internaliza» con la región, apropiándosesubjetivamente de ella; se desprende como «obje-to de representación y como apego afectivo» y ade-más como «símbolo de identidad socio-territorial».

La «identidad regional» deriva del sentido depertenencia socio-regional, y se da cuando, por lomenos una parte significativa de los pobladores deun espacio regional, han logrado incorporar a supropio sistema cultural, los símbolos, los valores ylas aspiraciones más profundas de su región.

La imagen que se presenta entonces, resultaríaser más o menos compleja y tendría como susten-to, un patrimonio pasado o presente, un entornonatural valorizado, una historia, una actividad eco-nómica específica, o quizá a la postre, una combi-nación de todos los aspectos mencionados.

Las migraciones internacionales, no anulan laquerencia y el apego, así como el sentimiento depertenencia de las poblaciones hacia su región deorigen y/o pervivencia. En todo caso, se revitali-za el nexo con las identidades locales, establecien-do un modelo típico que Smith (1994, cif. Gimé-nez, 2001, p. 13) denomina «comunidad transna-cional».

4. LAS COMUNIDADES NATIVAS Y LOSGRUPOS RURALES DE LOS ANDES

Los Andes han sido escenario de diversas relacio-nes socio-económicas de cambio y desarrollo, de-bido a la interacción entre las distintas culturas ysociedades que han albergado. Los vínculos vialesintegrados por circuitos caravaneros iniciales, comoresponsables del complejo proceso de circulaciónde bienes entre distantes y distintos territorios quese expanden hacia el Norte y el Sur de los Andes,así como entre las vertientes occidentales costerasdel Pacífico y las orientales selváticas, en cuya com-posición de diversidad de entornos y ecologías ubi-cados en los espacios inter-cordilleranos, manifies-tan interacciones ampliamente abiertas, accesiblesy directas (Núñez y Dillehay, 1995).

Los asentamientos precarios, las etnias, las na-ciones y los complejos estados americanos origi-narios, que se conformaron antes de la llegada delos europeos, contaron con composiciones de cul-turas diferentes y sociedades de variadas estructu-ras. El Gran Camino de los Andes ha debido, nece-sariamente, contar con mecanismos de interaccióninterétnica, para conservar el orden y la permanen-cia de las vías.

La interculturalidad, en función del patrimoniocompartido, tiene diferentes visiones según seanlas culturas que las valoran. La base de la intercul-

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turalidad es el desarrollo de la identidad y la perte-nencia étnica, que consiste en la adscripción a unascategorías que clasifica a una persona de acuerdocon su identidad básica, determinada por su origeny formación étnico-cultural (T. Huanca, 2000, p.65). En la medida que en que los actores utilizanlas categorías étnicas para clasificarse a sí mismosy a los demás, con fines de interacción, se van con-formando los diversos grupos. Por ello, se consi-dera que prevalece una relación de interdependen-cia entre etnia e identidad. Entre el vínculo de pai-saje y de medio geográfico, existe unacorrespondencia, un paralelismo con la cultura yel espacio físico, que otorga a la persona aquellascaracterísticas básicas de identificación con su gru-po social.

Son «etnias», aquellas unidades sociales de or-den tradicional, que poseen una conciencia de gru-po y pertenencia entre sus miembros, los que se di-ferencian de otros grupos (otredad), por compartirentre ellos lazos comunes de nacionalidad, territo-rio, cultura, valores, somatología racial y una tradi-ción histórica (identidad). Estas etnias, constituyencada una, una unidad (estática) de permanencia, cu-yas características pueden variar a lo largo del tiem-po (dinámica). El incremento de la población al in-terior de una etnia puede generar su desplazamientogeográfico, su separación o transformación, al su-frir el contacto con otros grupos étnicos (otredad).

En las últimas décadas del siglo XX, el término«etnia», dentro del ámbito andino, ha pasado a sersinónimo de «grupo indígena», y se ha acuñado eltérmino de «minorías étnicas», para designar aque-llas agrupaciones culturales de poca relevancia nu-mérica y cultural.

«La etnicidad es una forma de organizaciónsocial basada en categorías, que clasifica a laspersonas en función de su origen supuesto, y quese encuentra validada en la interacción social,por el empleo de señales culturales, socialmentediferenciadas» (Poutignat y Streiff-Fernat, 1999,p. 154).

A partir de esa definición es posible identificarlos problemas significativos de la etnicidad, y és-tos son básicamente los siguientes:

a) La atribución y aceptación de categorías refe-ridas a la auto-identificación.

b) Las fronteras del grupo como base de la dico-tomía: nosotros-ellos, y como origen de perte-nencia.

c) La fijación de los símbolos que permiten la pre-sencia de la identidad, los cuales componen lacreencia del origen común con elementos «fic-ticios», pero que luego se convierten en «natu-rales» como la lengua, el territorio, la religión,etc. y parecen descender de un origen común.

d) La relevancia étnica en el tejido social, conmúltiples recursos para admitir diferentes inte-racciones e identidades (Herrera, Cárdenas,Terceros, 2003, p. 15).

Durante la Colonia española, los estratos socia-les comprendían en primer lugar a los peninsulareso «Blancos Españoles» (detentadores del poderpolítico y económico), a los cuales se agregabanlos «Blancos Criollos» (españoles nacidos en Amé-rica); después estaban los «Mestizos» («Cholos»:hijos de blanco e india); «Mulatos» (de blanco ynegra); y «Zambos» (de indio y negra), quienes, enconjunto, constituían la mayoría étnica dominante,y cuando se los liberaba, podían ejercer activida-des diversas, aunque siempre bajo la dependenciade los peninsulares y de los blancos criollos. Apar-te estaban las clases menos favorecidas, como los«Negros Africanos» traídos como esclavos, y susdescendientes americanos o «Negros Criollos»; ypor último estaban los «Indios» o indígenas, quecomo nativos lugareños, valían menos que un ne-gro esclavo, pues a este último había que comprar-lo como bien de importación.

El desarrollo económico durante la Colonia sedebió a la explotación minera y la actividad agro-pecuaria; sin embargo, las comunicaciones, a tra-vés de los caminos y las rutas para comerciar, fue-ron necesarias, ya sea por medio de arreos o portransportación en carruajes. En este aspecto, jugóun importantísimo papel, la presencia estable derutas existentes desde tiempos pretéritos. Las mi-nas argentíferas demandaban azogue, coca, vitua-llas, alimentos, utensilios, madera, metales forja-

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dos, animales de carga o tiro, ropa, etc. Las hacien-das señoriales en la sierra y las plantaciones en lacosta exportaban productos, materias primas y ma-nufacturadas, telas de los obrajes, algodón, lana,azúcar, bebidas alcohólicas, aguardientes, chanca-ca, vinos, etc. De igual manera las estancias reque-rían un buen estado de las rutas, por donde se pro-veían los mercados de ganado para consumo ali-menticio, tracción, cabalgaduras y cueros.

Las poblaciones y asentamientos humanos deorden rural y/o de minoría étnica, se hallan aún es-tablecidos a lo largo o muy cercanamente, de loque fuera el Qhapaq Ñan. Este excelente nexo vialha sido un hilo conductor del desarrollo organiza-do de estos grupos humanos. El idioma o lengua,la idiosincrasia, el concepto de lo sobrenatural, lamedicina tradicional, la cosmogonía, y más aún, lasabiduría popular, han pasado de generación en ge-neración, conservando valores ancestrales.

El sincretismo es una de las características cul-turales del poblador de los Andes, así como el sen-tido de reciprocidad inherente a su idiosincrasia.Por estas dos concepciones andinas, aún pervivetanto el idioma nativo como las ideas del mundosobrenatural, todavía ambivalentes, con la lenguay las creencias ideológicas europeas. La estructurafamiliar y los términos referenciales de parentescoconviven, lo nativo con lo foráneo, generalmentesuperponiéndose, al igual que el uso de los símbo-los políticos de gobierno. En fin, el folklore y aque-llo tradicionalmente subjetivo e inmaterial, al igualque la producción artesanal tangible, se constitu-yen necesariamente en valores patrimoniales de lagran cultura andina.

5. LA IDENTIDAD CULTURAL Y LAOTREDAD COMPETITIVA

La identidad individual, entendida como la capaci-dad que tiene un actor social de hablar y actuardiferenciándose de otros y permaneciendo idénti-co a sí mismo, se relaciona con la identidad colec-tiva, ya que esta última precisa de la existencia deotras personas para distinguirse y ser reconocida.

En la dinámica de la interacción entre lo indivi-dual y lo colectivo podemos señalar que la identi-dad social y colectiva, por su parte, tendría que ase-gurar al grupo su continuidad o permanencia, esta-bleciendo en el tiempo, sus límites respecto de sumedio natural y/o social, regulando además aque-llo que determina la pertenencia al grupo y los re-quisitos que definen esa pertenencia; por último,también regularía los criterios para reconocerse yser reconocido como miembro del grupo.

Tomando en cuenta lo anterior, se puede inferirque, si la identidad es aquello que nos torna identi-ficables, reconocibles; aquello que permite que po-damos ser tratados como totalidades y como úni-cos a la vez, entonces somos parte de un «conjuntode iguales».

El contacto de culturas distintas no es un hechoaislado, sino que ese primer trato inicia un procesode interacción entre grupos, y no simplemente detransferencia de prácticas culturales. En algunoscasos suele suceder que esa mutua transferencia deelementos culturales ha implicado una desarticula-ción en los patrones establecidos de una y otra cul-tura. Es por la integración que se producen fenó-menos de reacomodo de los elementos «extraños,»de «otredad», o de desajuste de los elementos cul-turales propios.

Muchas veces se emplea más bien el términode «transculturación» de manera sinónima al de«aculturación», pero podrían diferenciarse en quela aculturación se refiere a la pérdida gradual o to-tal de la propia cultura, desde el punto de vista deuna sola cultura; en tanto que la transculturación,se refiere al fenómeno de mutua influencia entredos o más culturas.

Los términos de aculturación o de transcultura-ción, no implican necesariamente que se esté ha-ciendo referencia al contacto entre una cultura oc-cidental y otra no occidental o nativa, o a la disqui-sición entre cultura rural y cultura urbana; tambiénpuede darse el caso en que la cultura urbana se su-perponga a la rural, y se convierten en «otredades».

Entre las «otredades», tal vez la referida a lalingüística, es la que más ha impactado sobre lasculturas americanas. Si se tomara en cuenta el pro-

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ceso de acomodo de aquellas culturas nativas quesobresalieron, o lograron imponer sus patrones ca-racterísticos, se comprendería que seguramente hasido labor bastante ardua el entenderse y aún, so-breponerse. Cada lengua conlleva necesariamen-te la identificación de conceptos, sin los cuales lavaloración expresiva es nula. De igual manera, laadaptación del europeo al Nuevo Mundo fue tam-bién una empresa muy exigente en terrenos lin-güísticos, pues con el fenómeno del choque cul-tural que significó la Conquista, apareció la dife-rencia idiomática como un aspecto más, en los quese trasluce nítidamente la alteridad, aquel impac-to de la presencia de «los otros» (Weinrich, 1988,p.231).

Al encontrarse con hombres y elementos del re-ciente mundo americano, los colonizadores no du-daron en calificar de «irracional» y de «bárbaro» o«salvaje», a casi todo lo que sus sentidos podíanpercibir, como concepción etnocentrista europea.Los nativos americanos también experimentaronigual extrañeza y hasta rechazo, principalmentehacia el idioma español (Vitar, 1996, p. 145-246).

Según Beatriz Vitar, durante el siglo XVIII, cier-tos pueblos reaccionaron al fenómeno colonizadorrechazando el intercambio lingüístico con los agen-tes evangelizadores. Hubo grupos que llegaron a«instrumentalizar» su lengua «desde el silencio»,negándose a hablar, oponiéndose así, en una resis-tencia pasiva y «muda» al avance colonizador. Estemutismo indígena fue tipificado como «hosco y par-co», dentro de la irracionalidad. Aún en el presen-te, éste es un fenómeno que pone de manifiesto lapervivencia de una forma muy peculiar de resis-tencia, manteniendo actitudes de reserva con res-pecto al contacto y comunicación con los blancos(Meliá, 1978, p. 60).

Se debe entender que la empresa de coloniza-ción, ya sea Inka, o hispánica, implicó un largo pro-ceso de lucha por la supremacía del quechua o delcastellano respectivamente, en aquellos dominiospan-andinos. La lengua tendría de esa manera, lamisión funcional, y hasta esencial, de contribuir aldominio de la población nativa. El concepto impe-rial de la lengua, sustentado en su empleo hegemó-

nico dentro de los territorios considerados, comosímbolo del dominio político y la superioridad cul-tural de un determinado pueblo, impregnó la vi-sión de los distintos agentes colonizadores en las«Indias» (Vitar, 1996, p. 146).

La situación idiomática en las colonias hispa-nas de América, durante la etapa tardía (2ª mitaddel siglo XVIII), distaba mucho de ser satisfacto-ria en lo que se refiere a la castellanización de lapoblación nativa. La pluralidad lingüística que ca-racterizaba al continente americano y puntualmen-te al mundo andino, determinó una elasticidad másflexible de las concepciones etnocentristas queimpulsó la creación de métodos de comunicaciónverbal, con la implantación de una «Lengua Ge-neral» en determinadas áreas coloniales, o bien lade recurrir al uso de las lenguas autóctonas paraevangelizar a la población indígena (ibid, p. 148-153).

En tiempos del incario, la vigencia del idiomaquechua alcanzó ribetes universales en el territorioandino, debiéndose en gran parte a la presencia delQhapaq Ñan como sistema de comunicación.

6. LOS PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN,VALORACIÓN Y MANEJO DELPATRIMONIO INMATERIAL DE LACULTURA NATIVA RURAL

La inventiva humana nace de la necesidad de satis-facer alguna demanda; por ello, halla un «Centrode Difusión» inicial, desde donde los elementos cul-turales se propagan bajo el concepto «edad - área»como elementos más antiguos y/o primigenios. Porlo tanto, se puede reconocer un «Área de Difusión»,que se refiere a la distribución geográfica de ele-mentos culturales, aquéllos que resultan comunesa varios grupos, aunque éstos hayan modificadoalgunos de sus componentes. Estos principios «di-fusionistas», resultan los más convenientes para losintereses referidos al Qhapaq Ñan.

El Relativismo Cultural podría aplicarse a pun-tuales expresiones culturales que se identifican conámbitos geográficos diferentes y/o asentamientos

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sociales aislados. De cualquier manera, hay un vín-culo con lo explicitado, en función de la acultura-ción y de la transculturación, que podría ademásfacilitar la aplicación adicional del método etno-histórico.

La interculturalidad podría ser un elemento cla-ve para plantear una propuesta de acción educati-va; así mismo, permitiría caracterizar las prácticassociales y culturales de los miembros de la actualsociedad andina, donde predominan la diversidadcultural y el multilingüismo. Además de la dimen-sión material, los contactos culturales tienen un va-lor simbólico y ritual, que han dado lugar al surgi-miento de procesos diversos de sincretismo, readap-tación, reorganización, resistencia, y en algunoscasos hasta de aislamiento. La interculturalidadcotidiana puede, entonces, convertirse en una rea-lidad conflictiva de relaciones desiguales y asimé-tricas, que se expresan por medio de interaccionespersonales y grupales, caracterizadas por agresio-nes, violencias, discriminaciones y manifestacio-nes de una segregación racista abierta o encubierta(T. Huanca, 2000, pp. 66-67).

El empleo de ciertas expresiones lingüísticaspara designar individuos o grupos, resultan verda-deros «marcadores sociales» para diferenciar a lospobladores citadinos de los rurales, indicacionesque determinan posiciones sociales y culturales.

Con la práctica diaria y el devenir histórico,toda creación del hombre se convierte en Patri-monio Cultural. De esa forma, los bienes cultura-les materiales e inmateriales creados o apropia-dos de manera colectiva, pertenecen a todos y acada uno de los miembros del grupo. Por ello sehace necesario considerar como Patrimonio Cul-tural Nativo, todo lo generado, sea sagrado o pro-fano, que se halle circunscrito dentro de los terri-torios indígenas. El primer lugar corresponderíaal lenguaje, luego los mitos encerrados en la na-turaleza, las artes y artesanías expresadas en lostejidos, la cerámica, la madera trabajada y la ar-quitectura; se consideran también las danzas, lamúsica y los cantos, así como las actitudes y ges-tos peculiares de los grupos, incluidas las accio-nes biológico-fisiológicas.

En este sentido, se señala que el antecedenteidiomático resulta uno de los ejes principales paraestablecer vínculos de relación. El español sería lalengua dominante, común a todos los estados andi-nos contemporáneos, aunque debiera considerarsela importancia del quechua que, como lengua uni-ficadora de finales de la época precolombina, dejómuy marcado el sentir identificador de su alcancenativo, siendo aún en nuestros días un idioma vivo,parte del acervo nacional del «país profundo» envarias de las naciones andinas sudamericanas. Nose pueden olvidar otras lenguas habladas en luga-res puntuales y poco extensos, como la aymara, lapuquina, la callawaya u otras, que van languide-ciendo lentamente, para acabar en el olvido y laextinción por su poco o ningún uso.

La «conservación» es un tratamiento especial quese aplica a áreas y estructuras de probado carácter ysignificado histórico, con notable valor cultural, encondiciones aceptables de supervivencia, con el finde proceder a su rehabilitación y mantenimiento.

En cuanto a la «valoración», se debe considerarla ponderación ordenada y evaluada del bien cul-tural, ameritando su continuidad, sus característi-cas de identificación y la factibilidad de un usoarraigado, hacia proyecciones de un tiempo aún porvenir. Corresponde también, tener en cuenta la es-timación que se hace por el grado de utilidad o ap-titud de los bienes, a través de la significación oreferencia de la importancia simbólica que se leasigna al bien.

En la América indígena ancestral, el acervo cul-tural que debe considerarse patrimonial está expre-sado por representaciones materiales, técnicas yartísticas; sin embargo, mantiene también una va-loración de igual magnitud, toda aquella manifes-tación cultural conceptualmente ideológica e intan-gible, que constituya verdadero ejemplo de la ca-pacidad creadora de nuestros antepasados. Por lotanto, este patrimonio no podría quedar sólo en elrecuerdo y en todo caso, tendría que convertirse enun hito de identidad global y representación denuestra idiosincrasia andina, capaz de ayudar aconstruir una sociedad futura, según modelo pro-pio, que es lo importante.

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Si no se atiende con presteza esa percepciónvalorativa del patrimonio como un bien verda-deramente rentable, los usos y costumbres, losrituales, las tradiciones y las festividades reli-giosas, pueden ser modificados, minimizados otransformados de acuerdo con las expectativasy/o hitos caprichosos de foráneos de recienteasentamiento, quienes suelen «degradar» el ver-dadero patrimonio inmaterial, hasta lograr suextinción y su pérdida irreversible. Tal vez, latoma de conciencia a través de la educación, po-dría alertar al poblador andino sobre la respon-sabilidad que tiene, al ser depositario de bienesculturales patrimoniales.

7. LA RIQUEZA Y LA COMPLEJIDAD DELA VALORACIÓN DE LOS PROGRAMASDE MANEJO DEL PATRIMONIOCULTURAL INMATERIAL

Los programas de manejo del patrimonio culturalinmaterial tienen entre sus asignaciones, identifi-car, rescatar, revalorar, conservar y estimular elmantenimiento a través del empleo, la práctica y elejercicio vivo de lo considerado como bien patri-monial antropológico. La riqueza cultural andinaconsiste en un emporio de sistemas vernáculos,originales, con connotaciones específicas de todasy cada una de las sociedades que se acogieron a losámbitos del macizo montañoso andino, y que en laactualidad, todavía permanecen «refugiándose»entre sus delirantes y disímiles topografías. A ellose suman aquellas etnias que siendo de origen fo-ráneo, «otredad» que se les asignó en un primermomento, pero que más tarde hallaron su propiaidentidad dentro de terruño adoptivo.

Cuanto mayor sea el tiempo de permanenciadentro del cotidiano ejercicio cultural, mayor serála valoración que se tenga sobre todo aquelloidentificado como patrimonio. Es conveniente re-ferirse específicamente a la cultura y a su difusiónsobre la base de la organización social, lo que im-plica considerar específicamente la conservaciónde las formas de vida, no sólo en relación estrecha

con los ecosistemas, sino con otros entornos comoel urbano (Machuca, 2000, pp. 172-174).

Si se parte de esa base, tendrían que definirsepolíticas de «ordenamiento territorial» originadasen consensos democráticos que respetasen los de-rechos territoriales y los relativos a la organizacióny la gestión comunitarias. Por ello, resulta impor-tante velar por que los bienes culturales no pierdansu carácter social; esto puede lograrse con la parti-cipación directa de la comunidad en las tareas deprotección y restauración de sus bienes culturales,siguiendo políticas propias de gestión que, en estecaso específico, definirán cada uno de los paísesintegrantes de este bien tan importante como es elQhapaq Ñan (Ibid, pp. 175-177).

Entre los valores significativos que han tras-cendido mediante los antiguos caminos precolom-binos sobre los Andes, se deben señalar el idiomao lengua común, actualmente referido al Caste-llano, y particularmente al ancestral y maternoidioma quechua, que fuera la lengua unificadorade los pueblos asentados en los Andes; la cosmo-gonía, como explicación de los fenómenos querodean al hombre; los mitos, demandas ideales querepresentan verdades que deben cumplirse perma-nentemente, pues provienen del estado psicológi-co del hombre primitivo, quien se fiaba únicamen-te del testimonio de sus sentidos; las deidadesancestrales, como Wiracocha o su versión ante-rior, el Aymara Tunupa, personaje pan-andino teo-gónico que gobierna el universo, arquetipo de lasformas, señor del mar y de los hombres; la Pacha-mama, deidad tutelar cosmogónica de la tierra, dedonde proviene, que genera irradiaciones cósmi-cas, esposa de Wiracocha y madre de todo cuantose mueve sobre la tierra; el «sincretismo religio-so», que como estructura ideológica nativa, seacomoda y superpone, alternando valores con pa-trones ideológicos.

Si se compatibilizan dichas valoraciones con lascreencias cristianas, Wirococha correspondería aDios Padre, la Pachamama a la Virgen María, y losotros santos cristianos semejarían a los fenómenosnaturales manifestados en la teogonía andina. Comopersonajes complementarios aparecen los Achachi-

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las o Apus, divinidades míticas de los ayllos, quedevienen de los antepasados. El «panteón nativo»contó entre sus divinidades con Illapa, que repre-senta el fuego y está asociado con el patrón Santia-go Apóstol. El Eqeqo, divinidad doméstica de lafecundación y la riqueza. Las Apachetas, de origenfilogénico, como símbolos de comunicación, quereciben espacio en santuarios y wakas sobre altu-ras geográficas. Las Wakas son los lugares origi-narios de donde emergieron los hombres para go-bernar la tierra; por ello, se las consideran sitiossagrados, como templos o santuarios. El curande-rismo, ejercido a través de la intervención de losespíritus, de médicos y especialistas curanderos,chamanes, etc.

Asimismo surgen los espíritus maléficos: la ma-gia, con sus técnicas animistas que asegura podermodificar la naturaleza, es práctica muy extendidaaún; el uso de oraciones y fórmulas; los pagos odespachos; la misa, mesa alta o baja, con sus en-tendidos; los pueblos originarios y su relación conla tierra, el despojo colonial y sus modificaciones,el despojo republicano con su nueva carga migra-toria y occidentalizada; las instituciones ancestra-les como la reciprocidad y sus valoraciones com-prometidas.

Todos los elementos expresivos, consideradoscomo folklore tradicional, representan actividadessimbólicas que favorecen lo social, lo intangiblecomo son las ceremonias y enfermedades típicas yendémicas. También son altamente significativaslas pautas de comportamiento, tales como los rap-tos y matrimonios; los «compadrazgos»; las insti-tuciones inkanas como el Ayni, la Minka, y otros.Igualmente son representativas las expresionesoníricas, de protección, como amuletos; las vesti-mentas típicas y según las ocasiones particulares,la gastronomía. En fin, muchas son las manifesta-ciones culturales que la antropología podría regis-trar como bienes patrimoniales compartidos, a lolargo de los Andes, por las poblaciones étnicas na-tivas y estamentos rurales, que con pocas variacio-nes mantienen esta médula cultural unificada.

8. LOS RIESGOS, LOS PELIGROS Y LASDIFICULTADES EN LA EJECUCIÓN DELOS PROGRAMAS DE CONSERVACIÓNY MANEJO DEL PATRIMONIO

Son muchos los riesgos de pervivencia de los valo-res patrimoniales en los contextos rurales como elQhapaq Ñan. Son de alto impacto aquéllos quetransforman el medio ambiente, así como las for-mas de vida en la comunidad nativa y/o rural, don-de la intrusión de credos sectarios ajenos a la reali-dad repercuten negativamente, al no respetar lasidentidades y valores locales; el uso descontroladodel turismo; la ampliación de fronteras agrícolas yurbanas; la migración campo-ciudad con la consi-guiente pérdida de valores y olvido de lo manteni-do; la penetración cultural a través del idioma yotras prácticas.

Tales valores también pueden ser afectados porfenómenos endógenos como: la carencia de una or-ganización comunitaria que preserve concientementeel patrimonio; la falta de dicha concientización acercade la significación histórica del pasado y del presen-te; la influencia negativa de los medios de comuni-cación que estimulan la pérdida de valores propios;el detrimento de la autoestima y la degradación delsentido de pertenencia local; la debilidad económi-ca, así como la falta de capacidad administrativa desus propios recursos; o la pérdida de mecanismos decomunicación en lenguas nativas.

Otros fenómenos provienen de las transforma-ciones económicas, como puede ser: la utilizaciónde las culturas autóctonas como bienes de consu-mo por actividades lucrativas particularmente in-teresadas en falsas prácticas culturales y/o turísti-cas; la innovación de ejercicios tradicionales condesconocimiento de la originalidad; la generaciónde procesos mercantilistas que conducen a la mar-ginación rural y/o étnica por beneficios atrayentesde los propios actores sociales. De igual modo, pue-den afectar los impactos producidos por el desa-rrollo de políticas que desconocen los asentamien-tos comunitarios; la ausencia de políticas naciona-

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les sobre desarrollo cultural; la dificultad en la com-prensión y la carencia de decisión política de losgobiernos nacionales en apoyo a la auto gestióncomunitaria; el desconocimiento por parte de lasautoridades acerca del potencial ofrecido por la plu-riculturalidad y variaciones ecológicas, así como

el escaso acceso a los medios, y la poca participa-ción de las comunidades en búsqueda de su desa-rrollo. No se puede dejar de mencionar las ausen-cias de políticas nacionales que se ocupen de lacultura, de los conflictos sociales, de la poluciónambiental y de las enfermedades endémicas.

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David Vicente De Rojas Silva

El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservaciónde la biodiversidad mediante el establecimiento de redes

de áreas naturales protegidas

Luis Alfaro

1 Estrategia Regional de Biodiversidad para los Países del Trópico Andino. www.comunidadandina.org/desarrollo/taller2.htm2 UNEP WCMC IUCN WCPA Conceptos básicos y Categorías de Manejo de Áreas Protegidas www.unep-wcmc.org/protected_areas/categories/esp/index.html

1. INTRODUCCIÓN

La conservación de la diversidad biológica ha evo-lucionado desde la prioridad de proteger las espe-cies hasta la preservación de su hábitat, para arri-bar recientemente al enfoque de conservación porecosistemas. Esta evolución ha enriquecido el con-cepto de gestión de las áreas naturales protegidas(ANP), particularmente, aquello referente a la ne-cesidad de manejarlas como partes de un ampliomosaico de usos del suelo, y promoviendo su pla-nificación, dentro de un marco que incorpore pro-cesos más amplios de ordenamiento territorial.

1.1. Enfoque eco-sistémico para laconservación de la diversidad biológica

A pesar del impacto que el enfoque eco-sistémicoha tenido en la gestión de las ANP, aún no cuentacon suficientes instrumentos y medios que permi-tan su desarrollo e implementación. De acuerdo conlo expresado, dicho marco conceptual permite unlenguaje común; por lo tanto, en lo referente a lagestión de los ecosistemas, es conveniente que com-prenda la relación de las actividades humanas conel funcionamiento de la naturaleza1.

Los ecosistemas en los Andes presentan unaestrecha relación con las actividades humanas quese han desarrollado en ellos; por supuesto, depen-de del tipo y magnitud de intervención que hayanrecibido. Se encuentran ecosistemas con diferen-tes grados de transformación, y por lo tanto el di-seño de redes de ANP deberá tener en cuenta di-chos grados de intervención, tomando como refe-rencia el objetivo primario de las ANP para laconservación de la diversidad biológica2.

La definición conceptual que encauza la ges-tión de los ecosistemas como unidades que inte-gran lo natural con lo cultural tiene implicanciasprácticas difíciles de enfrentar, dado que al com-plejo mosaico de usos del suelo se asocia tambiénun conjunto de actores públicos y privados con dis-tintas responsabilidades e intereses. La creación de«nuevas» estructuras administrativas para la ges-tión del territorio bajo este enfoque, en muchoscasos, es resistida cuando afectan intereses de cor-to plazo, pero sobre todo fracasan, cuando no cuen-tan con suficiente legitimidad social para su im-plementación, pues ésta debe cimentarse a partirde una visión compartida.

No debe simplificarse el problema, entendién-dolo sólo como un tema de negociación para esta-

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El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservación de la biodiversidad...

Cuadro 1: Una aproximación a la equivalencia entre los niveles de organización de la biodiversi-dad con la organización político-administrativa e instrumentos de conservación aplicables

3 Dr. Hans Fox Timmling. Reflexiones en torno al Ordenamiento Territorial Regionalhttp://zeus.dci.ubiobio.cl/~laboplan/revista/revista6/indice6.htm

blecer «una visión común». De acuerdo con losconceptos modernos de ordenamiento del territo-rio se pone en duda la idea de un «ordenamientoterritorial perfecto», ausente de desequilibrios y deconflictos y sin impactos en los recursos natura-les3. La realidad indica que existe un ajuste y des-ajuste permanentes entre el medio natural y la in-tervención del hombre. Lo que ocurre hoy, y desdemiles de años atrás con respecto a la relación de ladinámica del hombre con los espacios naturales, es

que éstos son vistos como recursos. Este hecho debeentenderse en toda su magnitud, para tener unaaproximación a una visión compartida de la con-servación de la biodiversidad.

Otro aspecto a considerar en el enfoque eco-sistémico es el tema de las escalas espaciales en la«organización» de la diversidad biológica y su re-lación con los diversos actores. En el cuadro si-guiente se presenta una orientación interesante queno pretende ser rígida sino más bien orientadora:

Fuente: Elaborado por María Marconi. Las tres primeras columnas modificado de Noss (1990 en Instituto Humboldt et al,1998). En: Estrategia Regional de Biodiversidad para los Países del Trópico Andino. Secretaría General de la ComunidadAndina 2002.www.comunidadandina.org/desarrollo/taller2.htm

Nivel deorganización

1. Biosférico /Continental

2. Regional /Paisaje

3. LocalComunidadbiótica

4. Especiepoblación

Componentes naturales

Unidades biogeográfi-cas Grandes biomas

Diversidad eco-sistémicaEco-regionesPaisajes

Composición, estructu-ra, riqueza, diversidadEspecies clave(raras) amenazadas,endémicas

Abundancia Distribu-ción Requerimientos dehábitat

Procesos ecológicos

Procesos ecológicosevolutivosProcesos geológicosProcesos ambientalesglobales

Dinámica natural deformaciónDinámica de perturba-ción RegeneraciónSucesiones vegetalesResilencia

Circuitos de matera yenergía (cadena trófica)Relaciones predador-presa Relacionesplanta-animalCompetencia inter-específica

Competencia,Natalidad, mortalidadTasa de crecimiento

Componentessocioculturales

Organizacionesglobales y regionales

Países o NacionesAcuerdos regionales

MunicipioConcesión forestal.Área natural protegidaComunidad indígena ocampesina(tierras comunales)

Área de manejo derecursosPredios privados

Instrumentos de gestión

Convenciones globales,Agenda 21Red de Reservas deBiosfera

Eco-regional Cuencascompartidas Corredoresde conservación

Prácticas tradicionalesde manejo de recursosPlanes de manejoMicro-cuencas

Cría en cautiverio,rancheo, recuperaciónde hábitat y poblacio-nes

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Luis Alfaro

4 Perú 1999 Estrategia Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Plan Director. www.irena.gob.pe

A los cuatro niveles de organización natural dela biodiversidad les corresponde interrelacionesmás complejas tanto temporales como espaciales,y suelen darse casos que se entrecruzan, por ejem-plo, a un ANP puede ubicársela en varios de estosniveles, o encontrarse dentro de un sistema nacio-nal o redes regionales.

La importancia de la propuesta de rearticula-ción regional mediante el Qhapaq Ñan radica enque brinda un marco a escala regional y en casca-da, hacia los ámbitos locales, que sirve para imple-mentar un ordenamiento del territorio con un enfo-que eco-sistémico, y permite el desarrollo de redesde ANP representativas de los distintos niveles deorganización natural de la biodiversidad.

1.2. Diseño de los sistemas de ANP

Los Sistemas Nacionales de Áreas Naturales Pro-tegidas, juegan un rol clave para conservar mues-tras representativas de la diversidad biológica, ybuscan que sus elementos constitutivos conformenun todo ordenado, que interactúe y funcione orgá-nicamente. Los sistemas tienen su base en el am-biente físico, conformado por las áreas naturalesprotegidas con sus componentes bióticos y abióti-cos, y se complementan con el componente social,integrado por los diversos actores (administraciónnacional, gobiernos regionales, gobiernos locales,población local, empresa privada, organizacionesprivadas de conservación, agencias de cooperación,entre otros)4.

Los sistemas nacionales, en general, se guíanpor los siguientes principios:

• Marco unificado de gestión: Las áreas natura-les protegidas, deben ser atendidas en su con-junto, con una visión integral e integrada ycomo parte del patrimonio de la Nación, cuyomanejo y gestión exigen una dirección técnica

unitaria, que debe cautelarse de acuerdo conun enfoque sistémico.

• Desconcentración y descentralización: Es con-veniente asignar y delegar funciones según losniveles, tomando en cuenta la importancia y lacomplejidad del manejo de las diferentes ANP,promoviendo una mayor participación de la so-ciedad y evitando la excesiva centralización quegenera una mínima capacidad de acción en lasANP.

• Tran-sectorialidad: Se debe reconocer que lacomplejidad de situaciones que supone el ma-nejo de las ANP tiene a largo plazo consecuen-cias administrativas.

• Participación: La estructura y las relaciones quedefinen la institucionalidad del Sistema supo-ne que los actores deben mantener una fuerteinteracción entre los mismos; en particular,cuando al interior de las comunidades localesse implementen mecanismos que cambien la re-lación de «Estado - Usuarios» a «Estado - So-cios para la Conservación».

Las ANP de carácter nacional constituyen elmarco articulador de los Sistemas Nacionales y aellos a su vez se vinculan redes de áreas de distin-tos niveles (regionales, locales, privadas) que enconjunto pueden generar condiciones apropiadaspara:

• La conservación de los recursos genéticos, delas especies animales y vegetales, de los eco-sistemas y de los paisajes.

• El acercamiento entre la conservación y el usosostenible de los recursos naturales, que pro-mueve una estrecha cooperación con las po-blaciones locales.

• El incremento de las actividades de investiga-ción, educación, formación y monitoreo, queestán dirigidas a diversificar las opciones deuso y manejo de los recursos.

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El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservación de la biodiversidad...

5 Convenio de Diversidad Biológica. Diversidad Biológica de Montañas. 2002 UNEP/CBD/8/6 www.biodiv.org

Sin embargo, a pesar de los importantes avan-ces hechos en la región, se ha constatado que eldiseño de los sistemas de ANP ha tenido proble-mas con los siguientes aspectos:

• sub-representación de paisajes usados por elhombre;

• sub-representación de paisajes marinos;• falta de estudios de representatividad y de cri-

terios comunes para definirlas;• diseños inadecuados de áreas protegidas indi-

viduales;• tamaños de áreas insuficientes para el mante-

nimiento de mínimas poblaciones viables.

El primer aspecto resulta notorio en lo concer-niente a los paisajes andinos; es en este ámbito don-de los sistemas de ANP no reflejan el modeladodel paisaje y la riqueza de la biodiversidad, a causade la mano del hombre. Así mismo estos paisajesalbergan especies de fauna y flora silvestre que aúnno están suficientemente protegidas.

Por otro lado no se puede perder de vista que,particularmente en los Andes, los recursos de di-versidad biológica, básicamente, están relaciona-dos con la actividad agrícola y pecuaria, que a suvez, está íntimamente vinculada con el manejo derecursos de la biodiversidad en un entorno paisajís-tico de gran atractivo5.

Esta riqueza de paisajes tiene un alto potencialturístico; sin embargo muchas veces el pobladorlocal no tiene acceso a estos recursos, sea porqueen muchos casos hay poca promoción de visitas, oporque los costos no están a su alcance, a pesar deser de uso público, derecho que debe ser reconoci-do, promovido y ejercido.

Por ello la gestión de las ANP y el diseño de lossistemas deben dar una respuesta a las expectati-vas del poblador local que ha visto la creación deáreas protegidas, en muchos casos, como una pér-dida de acceso a recursos y sin obtener beneficios.Los habitantes locales perciben a las ANP como

medios del Estado para restringir, antes que am-pliar y mejorar, sus ingresos familiares.

Frente a las amenazas y oportunidades que seplantean en el cambio global, la gestión de las ANPdebe ser generadora de más valores públicos y be-neficios de los que actualmente aportan a la socie-dad, y las alianzas estratégicas interinstitucionalesconstituyen un elemento clave para lograr los ob-jetivos deseados.

1.3. Amenazas para la conservación de labiodiversidad

Las economías que basan sus ingresos en la ex-tracción de recursos naturales sin generar valoragregado están claramente asociadas a lo que sedenomina estrategias insostenibles de desarrollo.Este tipo de economías requiere fundamentalmen-te un ejército de recolectores (los pobres del cam-po) y en pirámide, la concentración del acopio delos recursos (acopiadores).

En muchos países es la principal causa subya-cente de pérdida de biodiversidad, no sólo por eldetrimento del hábitat y de los ecosistemas, sinopor la erosión del capital genético, con el agravan-te de que la degradación genética está asociada a lacarencia de conocimientos sobre la producción delas diferentes variedades de razas y de los sitiosdonde más prosperan.

Es esencial para la comunidad conservacionis-ta construir alianzas para facilitar el ordenamientodel aprovechamiento de los recursos naturales, detal modo, que en la gestión de los componentes dela biodiversidad, que sustentan el desarrollo huma-no, se cambien los actuales patrones de aprovecha-miento, es decir:

• aprovechamiento ilegal de recursos naturales(RRNN);

• ejecución de programas estatales que incenti-van la pérdida de la biodiversidad;

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Luis Alfaro

6 Estrategia Nacional de Biodiversidad del Perú. www.conam.gob.pe/endb7 www.conam.gob.pe/endb8 Estrategia Regional de Biodiversidad para los Países del Trópico Andino. Secretaria General de la Comunidad Andina 2002www.comunidadandina.org

• insuficientes mecanismos de participación enla gestión de los recursos naturales;

• extracción insostenible de recursos naturalesfomentada por grupos poderosos que perjudi-can a las poblaciones locales y su calidad devida; y

• limitada información para la opinión públicasobre los valores de la biodiversidad.

Debido a esto, los Andes han sufrido un proce-so largo de destrucción de su cobertura boscosa.Los bosques alto-andinos, como los queñuales (Po-lylepis spp.) y kolli (Buddleja spp.), así como losde vertientes y valles interandinos han sido elimi-nados paulatinamente desde la época prehispánicay más intensamente durante los últimos siglos. Estedeterioro afecta tremendamente las cuencas de losríos y las tierras agrícolas con procesos erosivosde diversa índole, lo que constituye hoy, uno de losproblemas más graves para el caso del Perú6.

2. AMPLIACIÓN DE LA COBERTURA DECONSERVACIÓN DE LABIODIVERSIDAD

2.1. Desarrollo de un marco favorable parala conservación de la diversidadbiológica

Usualmente para destacar la situación de nuestrospaíses con respecto a su importancia mundial de-bido a su rica biodiversidad se publican registrosde diversidad específica. En este caso es necesa-rio referirse a otros componentes de la biodiver-sidad. El Perú ha sido identificado como uno delos centros de origen de la agricultura y la gana-dería, y en consecuencia, uno de los sitios mun-diales más importantes de recursos genéticos tan-

to de plantas como de animales. Aquí, algunosdatos7:

• Es el primer país en variedades de papa, ajíes,maíz (36 variedades), tubérculos y raíces andi-nas.

• Tiene un alto sitial en frutas, cucurbitáceas,plantas medicinales, ornamentales, alimenti-cias.

• Posee 128 especies de plantas nativas domésti-cas con centenares y hasta miles de varieda-des, además de las formas silvestres de esasplantas (cerca de 150 especies silvestres depapas y 15 de tomates, por ejemplo).

• Posee varias especies de animales originariosde la región andina: la alpaca, la vicuña (Lamavicugna), la llama, variedad doméstica del gua-naco (Lama guanicoe), el guanaco, el cuy, ma-mífero roedor doméstico de la familia del po-ronccoy (Cavia tschudii); el pato criollo, va-riedad doméstica del pato amazónico (Cairinamoschata) y la cochinilla (Dactilopius costae).

De los cuatro cultivos más importantes para laalimentación humana en el ámbito mundial (trigo,arroz, papa y maíz), el Perú es poseedor de altadiversidad genética de dos de ellos, la papa y elmaíz. Esta diversidad biológica es extremadamen-te vulnerable al cambio climático, la globalizacióny sus impactos8.

Por dicha razón, y para que la biodiversidad sigaproporcionando bienes y servicios que se necesi-tan para el desarrollo, los Estados y la sociedad ensu conjunto al suscribir los compromisos del Con-venio de la Diversidad Biológica han asumido elreto de:

• Proteger aquellos hábitats frágiles y preservarmuestras representativas de la diversidad bio-

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El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservación de la biodiversidad...

9 UICN 2003 Áreas Protegidas de Latinoamérica. De Caracas a Durban. www.sur.iucn.org

lógica del país a través de sistemas nacionalesde áreas protegidas.

• Promover la conservación del capital genéticosilvestre y cultivado.

• Gestionar en forma sostenible el hábitat natu-ral para que aporte medios de subsistencia ydesarrollo.

• Impedir actividades con impacto negativo enla biodiversidad y en las poblaciones más po-bres.

En concordancia con esto, en la región se haimpulsado la construcción de un marco, en parti-cular normativo, que facilite el desarrollo de ini-ciativas que posibiliten el ordenamiento de las ac-tividades de aprovechamiento de recursos natura-les, de tal modo que en la gestión de loscomponentes de la biodiversidad que sustentan eldesarrollo humano se adopten estrategias sosteni-bles de desarrollo. Para lograr un marco favorablepara la conservación de la biodiversidad, los admi-nistradores de las ANP deben estar preparados paraenfrentar los retos y oportunidades de la globaliza-ción; ésta ha promovido por ejemplo, una incesan-te disminución del rol de los gobiernos nacionales,los que han inducido el impulso de procesos dedescentralización y/o «tercerización» de las fun-ciones públicas. En este contexto es cada vez másfuerte la exigencia de transferencia de funciones alos niveles regionales y locales. A su vez, los orga-nismos financieros internacionales presionan a lospaíses para impulsar estos programas.

En el caso de las ANP de carácter nacional escada vez más frecuente que los gobiernos locales yregionales influyan firmemente sobre el gobiernonacional para que les trasfiera la administración delas ANP ubicadas en su territorio. En muchas oca-siones, motivados más por la riqueza de recursosque contienen estos territorios, que por su compro-miso con su conservación. Desde este punto de vis-

ta, una adecuada conducción del Sistema exigemantener los principios que lo rigen, pero enten-diendo que efectivamente hay un legítimo derechode las regiones, municipios y pobladores locales,para exigir que las ANP generen aportes a su desa-rrollo9, sin que ello implique la fragmentación dela conducción del Sistema y la defensa de su inte-gridad. Un elemento clave para conciliar estos in-tereses es fortalecer los roles de estos niveles, conel fin de impulsar sistemas complementarios al na-cional, y promover una efectiva participación lo-cal en la gestión de las ANP.

En atención a las expectativas regionales esimportante tomar en cuenta las experiencias dedescentralización en materia de gestión de recur-sos naturales que han tenido impacto negativo endiferentes países. El fracaso de procesos de des-centralización de las ANP de carácter nacional,básicamente está asociado a la pérdida de un mar-co conceptual de gestión de los Sistemas. Ello mu-chas veces ha sido provocado por la debilidad delos gobiernos nacionales para asegurar la conser-vación de los recursos naturales en las ANP, por loque la sociedad organizada ha demandado tambiénmayores espacios de participación en estos territo-rios e incluso ha impulsado iniciativas privadas deconservación. Si bien esto es muy positivo, conti-núa siendo un deber del Estado considerar las ANPde carácter nacional, en particular los Sitios de Pa-trimonio Mundial, dentro de sus prioridades, otor-gándoles los recursos básicos y necesarios para sugestión.

2.2. Descentralización y ordenamientoterritorial

En la actualidad existe una creciente transferenciade responsabilidades y decisiones a los gobiernoslocales en muchos países de la región. Este proceso

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Luis Alfaro

10 Convenio de Diversidad Biológica. Diversidad Biológica de Montañas 2003 UNEP/CBD/8/6. www.biodiv.org11 Hacia el control y la participación democrática en el manejo de la biodiversidad agrícola.www.biodiversidadla.org/article/articleview/3171/1/13

ha tenido como contexto una fuerte presión internay externa que ha promovido la implementación delegislación para su desarrollo, lo que constituye unfactor clave para ser tomado en cuenta en la agendade la conservación de la diversidad biológica.

Por ello, es un momento histórico desde la ópti-ca del ordenamiento del territorio estar presentesen este proceso para incorporar enfoques eco-sis-témicos. Por lo tanto las administraciones de lasANP necesitan tener capacidades suficientes paracolaborar con las organizaciones que definen losplanes de ordenamiento del territorio. Esto es váli-do también para los responsables de la gestión delpatrimonio cultural.

La implementación de medidas de conservacióncomplementarias a las ANP de carácter nacionaldebe tener en cuenta el interesante proceso dentrodel ámbito de los gobiernos locales y las iniciati-vas de la población, para conservar sus recursosnaturales y resolver problemas de calidad ambien-tal, por ejemplo: humedales, cabeceras de cuenca,bosques etc. Lo interesante es la confluencia deintereses locales con preocupaciones de carácterglobal, como los humedales, el cambio climático,la desertificación, la conservación de la biodiver-sidad, etc.

En estos ámbitos, donde confluyen muchos ac-tores que tienen intervenciones territoriales espe-cíficas, juegan un rol clave los gobiernos regiona-les o locales, actores privados como las comunida-des campesinas y nativas en la gestión de losecosistemas y las redes de ANP abarcando unaamplia gama de objetivos10. El Qhapaq Ñan en estecontexto puede favorecer la construcción de unared «desde abajo y con legitimidad social». Un rolparticularmente clave lo tienen las comunidadeslocales que en sus tierras buscan alternativas deaprovechamiento de sus recursos con criterios desostenibilidad.

2.3. Participación de las comunidades locales

En una red tan amplia como la prevista para elQhapaq Ñan, en lo referido a las diferentes escalasde la gestión de la biodiversidad, es necesario ge-nerar un amplio proceso de apropiación de la ini-ciativa de rearticulación del Camino.

Una discusión sobre tipologías de participaciónse puede revisar en Michel P. Pimbert11. En estetrabajo se identifican siete tipologías: Participaciónpasiva; Participación brindando información; Par-ticipación por consulta; Participación por incenti-vos materiales; Participación funcional; Participa-ción interactiva; y Auto-movilización.

La participación debe ser una clara expresióndel establecimiento de derechos y responsabilida-des que requiere:

• Un proceso a lo largo del cual los actores vanreforzando conceptos y capacidades de diálogo.

• El fortalecimiento de las capacidades de todoslos actores.

• El acceso a la información de manera oportunay adecuada.

• El acceso al análisis de alternativas.• La definición de deberes y derechos que impli-

ca la participación formalizando acuerdos yratificándolos a lo largo del proceso.

• La identificación de los intereses de todos losactores, particularmente, con respecto a los re-cursos críticos, objetivos y prioridades de con-servación.

• La identificación de los roles de todos los acto-res de acuerdo con la definición de la conduc-ción de los procesos en los diferentes nivelesde ANP.

• El fortalecimiento de las capacidades de la ad-ministración de ANP en el concepto y metodo-logías participativas.

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El Qhapaq Ñan como oportunidad para la conservación de la biodiversidad...

12 Convenio de Diversidad Biológica. Diversidad Biológica de Montañas. 2003 UNEP/CBD/8/6. www.biodiv.org13 www.comunidadandina.org/desarrollo/taller2.htm14 WPC REC 5.01 del Congreso Mundial de Parques UICN Durban, Sudáfrica. Septiembre de 2003. www.iucn.org/themes/wcpa/wcp2003

3. EL QHAPAQ ÑAN COMOOPORTUNIDAD DE ARTICULACIÓNDE REDES DE ANP

3.1. Medidas para llevar a cabo un marcocomún para el desarrollo de la red

Entender el enfoque por ecosistemas es compren-der, en lo referido a las ANP, que éstas son compo-nentes de paisajes más amplios, en los que la agri-cultura, la silvicultura y otros usos del suelo, tam-bién deben ser considerados dentro de la tarea demantener la diversidad biológica característica dela región12.

Si se consideran las distintas escalas dentro delos países y en el ámbito regional, la tarea de am-pliar la cobertura de conservación de la diversidadbiológica a través de redes de ANP con el enfoquede ecosistemas, debe realizarse orientándola haciaun marco más amplio que le dé su carácter sistémi-co. Un punto de partida clave es concertar medidasque permitan establecer criterios comunes en eldesarrollo del conocimiento de los ecosistemas yen la aplicación de medidas de conservación comose recomienda en la Estrategia Regional de Biodi-versidad para los Países del Trópico Andino13:

• Organizar estudios ecológicos, para entendermejor el funcionamiento de los ecosistemas ylas poblaciones.

• Incrementar el conocimiento de la biodiversi-dad de los países de la red y establecer basesde datos para intercambiar información.

• Formar grupos multinacionales para unificarmapas de prioridad de conservación y promo-ver estudios taxonómicos y genéticos para al-canzar un mayor nivel de diferenciación de lasespecies.

• Desarrollar programas de carácter binacionalo regional para el manejo sostenible de ecosis-temas, aprovechando experiencias y leccionesaprendidas por los países de la región.

• Incorporar la participación de la población lo-cal en la gestión de ecosistemas.

• Diseñar programas de recuperación de ecosis-temas degradados, identificando las capacida-des nacionales en metodologías de restauracióny la transferencia de tecnologías entre paísesde la región.

• Identificar las necesidades de protección (ANPde distintos niveles).

• Promover la transmisión de conocimiento a to-dos los niveles

En lo referente a la red de ANP se debería:

• Analizar la viabilidad del sistema en términosdel diseño de las áreas individuales.

• Evaluar la relación entre: la representación eco-lógica, la representación taxonómica y la va-riabilidad genética, con el fin de mejorar la co-bertura de representatividad de los sistemas na-cionales.

• Incorporarse a los procesos de ordenamientoterritorial/zonificación ecológica-económica,diseño de políticas de uso de recursos natura-les en zonas de amortiguamiento y áreas de co-nectividad.

• Desarrollar, dentro de la óptica del ordenamien-to territorial, y «desde abajo», redes de ANP queconformen sistemas complementarios y robus-tos14 para que a las ANP de carácter nacional seles permita ampliar la cobertura de conservaciónincluyendo, bajo iniciativa propia de las comu-nidades, áreas de conservación privadas, comu-nales, municipales, regionales etc.

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Luis Alfaro

15 www.cab.int.co/premio/definiciones.htm

3.2. El Qhapaq Ñan como patrimoniocultural articulador de la ampliación dela cobertura de conservación de ladiversidad biológica en los Andes

En el contexto de una articulación necesaria de re-des de conservación del patrimonio natural y cul-tural de nuestras naciones, es indudable que elmarco integrador del Qhapaq Ñan, constituye unformidable estímulo para unir voluntades brindan-do identidad y sentido de pertenencia a las unida-des de la red de ANP de distintos niveles, que per-mita implementar una agenda de conservación.

Los proyectos que se desarrollen en este en-torno convienen que sean complementarios y ge-neradores de sinergias, donde las unidades «natu-

rales» y «culturales» de conservación deben obe-decer a un concepto sistémico de mayor enverga-dura en el cual «el todo es más que la suma de laspartes».

Este bien alberga tramos con distintas caracte-rísticas, que lo hace excepcional tanto desde el pun-to de vista natural como cultural. Pero sobre todotiene un valor patrimonial para el futuro si es quese trabaja por una re-articulación que lo conviertanuevamente en camino y en medio para un flujovigoroso del desarrollo regional.

Como define el Convenio Andrés Bello «El pa-trimonio debe ser un activo de la memoria y no unpasivo de la nostalgia. La comunidad debe apro-piarse de este valor positivo, usándolo en su vidacotidiana y proyectándolo al futuro»15.

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El camino principal andino «Qhapaq Ñan»: una reflexión en torno a la rearticulación e integración de las comunidades andinas

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Ramiro Molina Rivero

El camino principal andino Qhapaq Ñan:una reflexión en torno a la rearticulación e integración

de las comunidades andinas

Ramiro Molina Rivero

1. BREVES TRAZOS HISTÓRICOS

El Camino Principal Andino conocido como Qha-paq Ñan fue construido por pueblos que vivían muydistantes de Europa, continente donde su gente des-confiaba y evitaba la comunicación caminera porrazones de riegos a la seguridad humana. En estastierras, al contrario, se expandía y promovía la ar-ticulación de espacios muy distantes unos de otros,con el objetivo de unir y relacionar poblacionesmuy diversas.

De esta manera las culturas andinas pudieronsuperar no sólo las diferencias geográficas sino ar-ticular muchas naciones, reinos y etnias en una uni-dad, que en un momento dado se constituyeron enel Tahuantinsuyo, así como anteriormente habíanformado parte de otras civilizaciones más antiguas,tan importantes en su extraordinaria extensión geo-gráfica como en su estructura organizativa.

Sin embargo, e irónicamente, las grandes haza-ñas camineras de las culturas andinas se convirtie-ron en medios eficientes de su propia destrucción.Cuando los nuevos invasores arribaron a esta partedel mundo, llegaron con armas desconocidas. Laeficiencia del sistema de caminos, sus puentes biencuidados, las vías regularmente mantenidas y susservicios de correo altamente eficientes, contribu-yó, más que otro elemento, a la destrucción finaldel imperio incaico.

Los beneficios del sistema de caminos no sólocondujeron la conquista española hacia el éxito,

sino que se tradujeron en la consolidación colo-nial, convirtiendo a los «tambos» en pueblos; lospueblos en ciudades, y en el siglo XVIII, las ciuda-des, en metrópolis. Sin excepción, cada gran urbeconsolidada en la colonia —Quito, Cajamarca,Cusco, Arequipa, Trujillo, Lima, Ica, Puno, La Paz,Cochabamba, Oruro, Sucre, Salta, Santiago y mu-chas otras más—, tuvieron como origen una po-blación prehispánica.

Por lo tanto los caminos se convirtieron en elescenario de una historia de más de 1.000 años deduración, desde los tiempos preincaicos hasta nues-tros días, marcados por procesos de modernidad,post-modernidad y globalización.

El reto histórico es cómo convertir una antiguahazaña civilizadora en eje articulador de una so-ciedad democrática, respetuosa de la diversidad, ycon base en sus profundas raíces culturales.

2. LA GLOBALIZACIÓN Y EL IMPACTOEN EL TEJIDO SOCIAL

La globalización ha sido identificada con la mo-dernización del estado, la economía de mercado,la democracia liberal y, principalmente, con loscambios tecnológicos en los medios masivos de co-municación. Sin embargo, hoy la globalización seasocia también con procesos de transformaciónsocial que, como resultado de los cambios ante-riormente mencionados, tiende hacia la homogeni-

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El camino principal andino «Qhapaq Ñan»: una reflexión en torno a la rearticulación e integración de las comunidades andinas

zación sociocultural, acompañada de nuevos patro-nes de consumo «intemacionalizados», como diríaOscar Ugarteche. Algunos economistas como Ke-nichi Olimae sostienen que hoy, como nunca an-tes, lo global y lo moderno «apunta al norte», yaque los beneficios fluyen con mayor «direccionali-dad» hacia allí, creando brechas cada vez mayoresentre los países ricos y los pobres.

Si bien algunos sostienen, como Hernando deSoto, que el Estado es una traba en América Latina,su eliminación, como solución, es una respuesta ideo-lógica en nombre del pragmatismo. Pero además dela privatización, la exportación se ha convertido enla principal articulación con los mercados interna-cionales obligando a los «países en desarrollo» a in-vertir desproporcionadamente en este sector. El di-lema: exportar o morir, olvida los requisitos del de-sarrollo, como por ejemplo, mejorar las condicionesde la población, particularmente de los sectoresmenos favorecidos; articular la sociedad y moderni-zar el conjunto social sin exclusión alguna. El mer-cado no va a resolver por arte de magia dichos re-querimientos, porque no es su competencia, sino quecorresponde al Estado actuar como cadena de trans-misión de la modernización. El mercado deberíaactuar únicamente donde sea rentable.

A diferencia de las estrategias desarrollistas quehacían del Estado el motor del proceso, la estrate-gia neoliberal predominante en nuestros días tomaal mercado como el principio constitutivo de la re-organización social. Al hacer del mercado un enteordenador del proceso, los países latinoamericanosimpulsan no sólo una vigorosa expansión de la eco-nomía mercantilista, sino también, y sobre todo, lainstauración de una verdadera sociedad de merca-do. Es decir, donde se imponen los criterios pro-pios de la racionalidad mercantil: competitividad,productividad y rentabilidad. Estos tres principiosdel mercado moldean una nueva mentalidad del in-tercambio: todo es «transable».

El cálculo utilitarista de costo-beneficio propiode la sociedad de mercado da lugar a una nuevasociabilidad. La competencia sin tregua fomentaun individualismo sumamente creativo y ágil, paradesarrollar estrategias exitosas independientes, pero

a la vez, muy reacio a todo compromiso colectivo.Entonces, todas las relaciones de reciprocidad, so-lidaridad, eso que muchos denominan el «capitalsocial» y que constituye los cimientos del tejidosocial en las comunidades andinas, se debilita. Esta«des-solidarización» tiene su propio precio: se pagacon un clima de inseguridad generalizada.

3. LA INTEGRACIÓN REGIONAL Y LADESCENTRALIZACIÓN:DOS TENDENCIAS OPUESTAS PEROCOMPLEMENTARIAS

La globalización transforma dos importantes di-mensiones del ser humano marcadas por el redi-mensionamiento del espacio y el redimensiona-miento del tiempo. En lo referente al redimensio-namiento del espacio es notorio el cambio de esca-las. La política ya no opera exclusivamente en elámbito nacional; cada día adquieren mayor pesolos problemas de escala global, mientras que losproblemas de escala local se hacen visibles, perose mantienen aún en la marginalidad. Ese efecto dedisminución del rol estatal nacional, y la crecientey perversa tendencia hacia lo «global» pueden seramortiguadas por una integración regional, que res-ponda a sus propias raíces históricas y establezcaprofundas huellas de identidad sociocultural.

Como efecto de la integración regional se ten-dría fronteras nacionales más porosas, pero por otraparte, los límites entre grupos sociales, que se vuel-ven más rígidos con la globalización, se articularíande una manera viable. No se debe olvidar que den-tro de los efectos de la caída del Muro de Berlín y laglobalización de un modo de economía único, losconflictos interétnicos se intensificaron esencialmen-te al interior de las fronteras de los estados naciona-les. Sus reivindicaciones fueron parcialmente res-pondidas por los sistemas democráticos liberales,pero de ninguna manera satisfactoriamente.

El movimiento trasnacional indígena que se dioen los años ‘80 y ‘90 fue notorio, y desempeñó unpapel importante en las reformas democráticas lati-noamericanas, incluyendo en los contenidos consti-

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Ramiro Molina Rivero

1 Zúñiga y Ansión, 1997.

tucionales, valores como el respeto y el reconoci-miento a la «multietnicidad», dentro de las socieda-des americanas. Este movimiento continental se viofortalecido por acciones generadas en las NacionesUnidas, mediante la inclusión de nuevas legislacio-nes que hacen especial referencia a la promoción delos derechos indígenas y a los derechos humanos.Por lo tanto se han creado las condiciones adecua-das para replantear nuevas formas de integración quese funden en los espacios históricos con profundas ysensibles huellas de identidad común.

Es preciso observar el redimensionamiento deltiempo, que en años recientes ha tenido una acelera-ción vertiginosa. Como consecuencia, el ritmo devida es cada día más rápido, estimulando la pérdidade memoria del pasado inmediato, con lo que se ad-vierte el desvanecimiento del futuro; es decir, pre-valece la simultaneidad: muchas cosas pasan al mis-mo tiempo aquí y en el mundo, expresados por losmedios de comunicación como el «Síndrome CNN».

Este fenómeno acelera la «arritmia» entre latoma de decisiones en el nivel gubernamental y laparticipación de una nueva ciudadanía, muy diver-sa —especialmente indígena— que se activa bajouna lógica distinta, generando una sobrecarga enel ámbito político. Esta sobrecarga requiere de untratamiento urgente, que responda a la diversidadcultural, pero desde una perspectiva dialoguista queimplique un enfoque hacia la «interculturalidad»;es decir, una mayor participación ciudadana en latoma de decisiones políticas.

4. LA «INTERCULTURALIDAD» BASE DEUNA DEMOCRACIA PLURALISTA

Uno de los debates de las ciencias sociales y deldiseño de políticas públicas gira en torno a la posi-bilidad de construir sistemas políticos que combi-nen el respeto por los derechos ciudadanos con elreconocimiento de la diversidad cultural.

Migración, expansión del mercado y masifica-ción de los medios de comunicación han contri-

buido a la aceleración e intensificación de dos pro-cesos paralelos: la globalización u homogenizaciónde la cultura y la creciente diversificación de lasexpresiones culturales.

La necesidad de articular las diferencias por lavía del respeto a la diversidad pasa por una pers-pectiva de la «interculturalidad»; para ello hay quediferenciar dos dimensiones de ésta:

• La «interculturalidad» como punto de partida,es decir la situación de hecho.

• La «interculturalidad» como meta por alcan-zar, que sería el principio normativo.

En el primer caso está expresada por el hechoconcreto de las realidades de los países de la re-gión, donde las diferencias, la discriminación y elracismo, aún se practican en gran medida, debido ala pertenencia étnica y sociocultural.

En el segundo caso la interculturalidad (norma-tiva) se refiere a una propuesta ético-política quebusca perfeccionar el concepto de ciudadanía, conel fin de incorporar a los derechos ya consagradosde libertad e igualdad ante la ley, el reconocimien-to de los derechos culturales de los pueblos, nacio-nes y grupos étnicos.

En la actualidad se hace evidente que los idea-les democráticos formales no garantizan automáti-camente el reconocimiento y el respeto de las dife-rencias culturales. Por lo tanto, es preciso perfec-cionar la democracia con el fin de construirciudadanías diferenciadas, que aseguren que cadapersona tenga protegido su derecho a la igualdadcomo ser humano, y su reconocimiento como miem-bro de un grupo étnico o pueblo.

He ahí donde se enlaza el debate sobre la inter-culturalidad. Se trata de asumir positivamente ladiversidad cultural, de generar formas y canalespara entablar un dialogo horizontal y garantizar elflujo de las influencias mutuas en el espacio de con-vivencia y aceptar que el intercambio cultural esun proceso abierto que genera constantemente nue-vas formas de expresión y organización1.

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El camino principal andino «Qhapaq Ñan»: una reflexión en torno a la rearticulación e integración de las comunidades andinas

5. UNA REARTICULACIÓN DE LA«INTERCULTURALIDAD» ANDINA PORLA VÍA DEL CAMINO PRINCIPALQHAPAQ ÑAN

Dadas las reflexiones expuestas: efectos nocivosde la globalización en regiones marginales en elproceso de acumulación; redimensionamiento delespacio que confina lo nacional abriéndose a lo glo-bal; redimensionamiento del tiempo que generaarritmias entre las tomas de decisiones al margende la participación ciudadana en su diversidad; yfinalmente, como punto clave en el diseño de polí-ticas públicas, la necesidad de desarrollar enfoquesde «interculturalidad» como medio de establecerrelaciones horizontales entre «diferentes», la inte-gración regional implica la puesta en marcha de unproyecto común como es el de Qhapaq Ñan, queresponde a todas éstas reflexiones convirtiéndoseen una oportunidad que genera múltiples ejes devertebración, articulación e integración regional.

La historia enseña algunas lecciones a pesar dela memorias corta, y desde un sentido tanto prácti-co como simbólico, deberá constituir cuatro ele-mentos articuladores de múltiples ejes, pues la con-ciencia no sólo opera y se activa a través de lo uti-litario, sino que además, es necesario tener encuenta los sentidos y las significaciones que se ledan a las cosas:

a) Eje vertebral de la comunidad de las nacio-nes andinas

El eje vertebral de la comunidad de las nacionesandinas (incluyendo Argentina) responde a la ne-cesidad de establecer lazos concretos a partir depolíticas de Estado que fomenten y aseguren la ar-ticulación de esfuerzos científicos, programas dedesarrollo sostenible, regulación ambiental, forta-lecimiento de la participación ciudadana y seguri-dad jurídica.

b) Eje articulador de la costa, los Andes y losllanos como forma de re-articulación de laverticalidad

El eje articulador geográfico transversal respon-de a la necesidad de ampliar la base productivabajo el concepto de la complementariedad alimen-taria a lo largo de los caminos que histórica y re-cientemente han transitado las grandes recuas ycaravanas de llamas con carga de productos parael trueque y el intercambio inter-ecológico. La par-ticipación de las comunidades en diferentes pisosecológicos es la clave del éxito de esta articula-ción, por lo tanto se limita a apoyar las iniciativasde la propia sociedad en sus diferentes formas deorganización.

c) Eje de construcción de la «interculturalidad»como espacio articulación social diversa

El eje de la «interculturalidad» es esencial para con-solidar el tejido social en una trama de relacioneshorizontales, recomponiendo redes y asociacionesentre comunidades indígenas campesinas, univer-sidades, entidades de desarrollo y agencias del Es-tado. La fuerza de este eje del Qhapaq Ñan es elreconocimiento del otro, en un esfuerzo común paralograr una participación plena entre los diferentesactores.

d) Eje de articulación de las memorias colectivas

Este eje está dirigido a incorporar nociones deconstrucción de identidades distintas pero bajo uneje común articulado por el camino principal -Qhapaq Ñan. El vínculo se construye a partir delreconocimiento de la diversidad cultural en cuan-to a la historia, la tradición y la memoria. En estecaso concreto, fomentar los diferentes caminos,rutas y trajines que marcaron la historia del olvi-do y de la memoria. Como ejemplo, se hace refe-rencia a los caminos de Tunupa en el Collasuyu,la ruta de la plata y del comercio, que coincidecon el propio Qhapaq Ñan, pero en distintos pe-riodos históricos, donde se ha marcado una hue-lla en la identidad de vastas regiones y diversidadde culturas, hoy en día unidas, bajo una identidadcomún, simplemente como ciudadanos latinoame-ricanos.

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Ramiro Molina Rivero

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Oportunidades y retos en el desarrollo de productos turísticos sostenibles y responsables, relacionados con el Qhapaq Ñan

Oportunidades y retos en el desarrollo de productos turísticos sosteniblesy responsables, relacionados con el Qhapaq Ñan

María Eugenia Bacci

EL TURISMO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

La evolución del turismo ha sido irregular en losúltimos años debido a los acontecimientos de im-pacto en el flujo de turistas, aunque la Organiza-ción Mundial de Turismo mantiene sus prediccio-nes de 1.56 billones de llegadas en el 2020. El retopara el Qhapaq Ñan debe basarse en el diseño deuna estrategia de posicionamiento del producto enmercados de alto rendimiento, diversificando laoferta para enfrentar escenarios cambiantes en elmundo. Asimismo, la tendencia creciente, especial-mente en los países europeos, es viajar hacia desti-nos donde el turista pueda conocer y aprender so-bre la forma de vida de los locales, lo que repre-senta una oportunidad para el Qhapaq Ñan dadalas características de sus espacios y la especifici-dad de sus comunidades.

La relación entre el turismo y el patrimonio mun-dial se vislumbra como positiva para ambas áreas.Pero: ¿Cómo se traduce el deber ser en términosconcretos para las comunidades locales? A conti-nuación se presentan una serie de tareas concretaspara lograr productos turísticos sostenibles:

1. Definir: ¿Qué producto queremos ofrecer?, to-mando en cuenta nuestras ventajas competiti-vas y nuestras necesidades económicas y so-ciales. Tener los objetivos claros es la primeracondición para el éxito del turismo.

2. Estructurar: El segundo paso en el desarrollode productos turísticos sostenibles es estructu-rar el producto, prepararlo y ponerlo a puntopara cumplir con los principios y la visión quedefinimos en el punto anterior. Es en esta fasedonde tenemos el mayor trabajo en casa. Di-cho de otra forma, es poner la casa en orden ylas cosas en su sitio para el turismo.

3. Promover: Una vez que seamos claros en lo quequeremos y con «la casa en orden» debemospromocionar el producto que se ha preparado,es decir, seducir e informar a los segmentos demercados seleccionados, sobre sus atributos. Esaquí cuando se presenta la promesa, y por esoquien promociona el producto debe conocerloy sentirlo en toda su dimensión con el fin deconquistar al turista.

4. Implantar: Una vez que se hayan completadolas etapas anteriores, nuestros invitados salende su lugar de origen y llegan al destino que leshayamos propuesto. Es un momento de encuen-tros, de aprendizaje, tanto para los anfitrionescomo para los turistas.

Si los sitios de atractivo no están preparadospara recibir visitantes, no tienen planes de manejoque les permitan decir cuánto es mucho y trabajaruna estrategia de diversificación de destinos y lu-gares, y no tienen poblaciones sensibilizadas y ca-pacitadas para atenderlos, el deterioro será inevi-

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María Eugenia Bacci

1 WTO. Tourism Highlights, Edition 2003.

table. Un plan estratégico de Turismo es indispen-sable para el éxito.

1. DESEMPEÑO DEL TURISMO

Según cifras de la Organización Mundial del Tu-rismo (OMT), durante los años 2001 y 2002 el des-empeño del turismo experimentó una sensible bajaen el ritmo de crecimiento, debido principalmentea cambios en el comportamiento del mercado y laeconomía mundial, así como acontecimientos deimpacto mundial como el ataque terrorista de sep-tiembre de 2001 en Nueva York, la epidemia deSARS en el 2002 y la guerra en Irak.

Estas condiciones adversas resultaron no sóloen una baja del ingreso por turismo en el mundo,sino en un comportamiento cauteloso de parte dela demanda, prefiriendo destinos nacionales o des-tinos conocidos, cercanos al lugar de residencia yaccesibles por vía terrestre. Muchas empresas pa-saron y están pasando por tiempos difíciles, en par-ticular las líneas aéreas y todos los sectores depen-dientes, en mayor escala, del tráfico intercontinen-tal. Otros rubros, particularmente los dedicados alos viajes de especial interés y las visitas a amigosy familiares, se han beneficiado de esta situación1.

En términos de los mercados de origen, el turis-mo internacional continúa concentrado principal-mente en los países industrializados de Europa,América, Asia del Este y el Pacífico. Actualmenteun porcentaje alto de estos viajes se efectúan en lamisma región, a diferencia de la tendencia en tiem-pos normales, cuando los viajes entre regiones cre-cían a un ritmo más rápido.

Todo lo anterior nos sugiere que debemos sercautelosos en el desarrollo del turismo, de formatal que se relacione con otras actividades económi-cas que lo complementen, con impacto positivo enlas economías locales y la maximización de lasoportunidades que ofrece el mercado turístico mun-dial dentro del contexto integral del Qhapaq Ñan.

2. PROYECCIONES DEL TURISMOMUNDIAL

Aunque la evolución del turismo ha sido irregularen los últimos años debido a los acontecimientosya señalados, la Organización Mundial de Turis-mo mantiene sus predicciones para los próximosaños. Como se ha dicho, indica que los arribos in-ternacionales alcanzarán 1.56 billones de llegadaspara el año 2020, 1.18 interregionales y 0.38 co-rresponderán a viajes largos. Los ingresos directosestarán en el orden de los US$ 2 trillones en el mis-mo 2020.

El total de arribos de turistas por región mues-tra que para el 2020 las tres zonas con mayor nú-mero de turistas serán Europa (717 millones de tu-ristas), Asia del Este - Pacífico (397 millones) yAmérica (282 millones), seguidas por África, elMedio Oriente y el Sur de Asia. Sin embargo, paraAmérica las predicciones indican que la tasa decrecimiento bajará a 18 % en el 2020. Para el 2010América perderá su posición de segunda región ennivel de arribos frente a Asia Central - Pacífico, lacual recibirá el 25 % de los arribos en el 2020.

Si nos basamos en estas proyecciones vemosque los destinos ubicados en la región americanacompetirán por cuotas de mercado con destinos si-milares en Asia del Este - Pacífico. El reto para elQhapaq Ñan es lograr la innovación en su estrate-gia de posicionamiento como producto «paraguas»y sus ofertas específicas, aprovechando la diversi-dad de recursos.

Se prevé que los viajes largos crecerán en un5,4 % por año sobre el periodo 1995-2020, mien-tras que los viajes interregionales lo harán en un3,8 %. Cualquiera sea el caso, el destino debe apos-tar a alguno de estos dos escenarios: crecimientodel mercado regional y local, o los viajes largos,con el fin de hacer sostenible la actividad turísticaen el largo plazo.

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2 Mr. Herve Barré, Chief Research Unit, Division of Cultural Heritage, UNESCO Paris. Cultural Heritage and Tourism Develo-pment WTO, 2001.

1999 Tendencias en la demanda

Uno de los pilares de la actividad turística ha sidoel deseo inherente del ser humano por ver y apren-der acerca de la identidad cultural en las diferentesregiones del mundo. La creciente tendencia en lademanda turística, especialmente en los países eu-ropeos, por viajar de forma independiente hacia des-tinos para conocer y aprender diversas formas devida de los lugareños, por preferir hoteles peque-ños con una atmósfera local sin depender de pa-quetes previamente establecidos, representa unaoportunidad para el Qhapaq Ñan, dada las caracte-rísticas de sus espacios y la especificidad de suscomunidades.

Igualmente la OMT indica que el segmento denaturaleza y cultura será el sector con mayor pers-pectiva de crecimiento en los próximos años. Lasestimaciones pronostican un aumento del 20%anual, muy por encima del crecimiento del turismoconvencional. Asimismo, se prevé que la poblaciónde personas mayores continuará creciendo dramá-ticamente en la Unión Europea, Estados Unidos,Canadá y Japón, lo que favorece los segmentos demercado interesados en productos culturales.

2000 Desarrollo del producto turístico.¿Qué debemos hacer?

Se ha aceptado que el turismo, bien planificado,puede ser un instrumento de desarrollo y una for-ma efectiva de preservar la diversidad culturalmundial, y es en este contexto que la UNESCO2

ha desarrollado principios para avanzar en este pro-ceso:

1. Relacionar directamente la política de turismocon la protección del patrimonio natural y cul-tural.

2. Dar prioridad a la protección del patrimoniocultural con un estricto cumplimiento de lo con-tenido en la Convención.

3. Fortalecer las alianzas entre los socios del sec-tor público y privado.

4. Comprometer a la sociedad civil en los paísesde destino y en los países de origen de los tu-ristas hacia la protección del patrimonio comouna política compartida.

Por otra parte, el apoyo de los organismos conresponsabilidad en el tema del patrimonio debe ga-rantizar el éxito de la alianza mencionada. Los ac-tores locales deben prepararse para la gestión deestos sitios una vez declarados, y hacerlo de formaefectiva y acertada. Los destinos turísticos tienencaracterísticas diferentes según el nivel de desa-rrollo en que se encuentren. Los productos turísti-cos cumplen con un ciclo de vida al igual que cual-quier organismo vivo:

• En la etapa de lanzamiento todavía se mantie-ne la escala deseada y el volumen de los turis-tas es pequeño y los pobladores se interrela-cionan con ellos de manera armónica.

• En la etapa de crecimiento se observa un au-mento del número de visitantes, se congestio-nan los servicios y la población ve amenazadosu nivel de vida; sin embargo, el ambiente deprogreso y la actividad social y económica esestimulante por lo que la población se involu-cra activamente en la actividad.

• Así se llega, luego de unos años a la madurez,cuando se siente el desgaste en los servicios ylos pobladores resienten la creciente presenciade los turistas. Si esta decadencia no es atendi-da y no se toman medidas para la reactivacióny mejoras de los problemas causados por la si-tuación recesiva de una actividad en retroceso,el producto entra en una última etapa de conse-

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cuencias imprevisibles, normalmente adversapara el sistema local.

Esto debe ser considerado especialmente parael caso que nos ocupa, el Camino Principal Andi-no, dentro del cual se encuentran destinos en dife-rentes etapas de desarrollo turístico, desde aqué-llos ya posicionados en el mercado, como es el casodel Camino Inca de Ollantaytambo a Machu Pic-chu en Perú, hasta otros destinos aún en etapas in-cipientes de desarrollo.

La experiencia indica que las palabras justas yahan sido dichas, todos compartimos la necesidadde desarrollar el turismo de una manera sosteniblecon el fin de obtener beneficios para las socieda-des. Debemos, ahora, avanzar en la definición delcómo, una tarea pendiente en la mayoría de los ca-sos. El desarrollo del turismo requiere atenciónhacia los pequeños detalles, el día a día que sobre-pasa el tiempo de los planes y operativos de tem-porada.

¿Cómo se traduce el «deber ser» en términosconcretos para las comunidades locales? ¿Cómo setraduce el sofisticado lenguaje del turismo en lacotidianidad de estas sociedades?, y lo que es másimportante, ¿cómo estas comunidades logran capi-talizar las ventajas de ser los protagonistas de supatrimonio?

A continuación se presenta una serie de tareasconcretas propuestas para lograr productos turísti-cos sostenibles y responsables, vale decir, imbri-cados en el día a día de las comunidades que ro-dean al Qhapaq Ñan:

1. Definir

Primero debemos preguntarnos ¿Qué producto que-remos ofrecer y para quién?, tomando en cuentanuestras ventajas competitivas y nuestras necesi-dades económicas y sociales. Tener los objetivosclaros, mirar en la misma dirección, es la primeracondición para el éxito del desarrollo del turismo.

El producto turístico (Fig. N° 1) es una combi-nación de atractivos, actividades y servicios nece-

sarios para convertir en experiencia de vida la visi-ta a un destino determinado. Es por esto que losvalores agregados que les incorporemos a estos ele-mentos resultan clave para el éxito del turismo.

Los atractivos turísticos son la materia prima,el detonador que genera la atención del turista ycomo tal, su conservación debe estar entre los ob-jetivos prioritarios en el desarrollo del producto.

Fig. N° 1Componentes del Producto Turístico

Fuente: elaboración propia.

El carácter multidisciplinario y multisectorialdel producto obliga necesariamente a negociar conlos grupos de interés, con el fin de incorporar susnecesidades y requerimientos. Con esta participa-ción desde el inicio, se garantiza el seguimiento delas acciones por parte de la misma comunidad an-fitriona.

El producto turístico tiene al ser humano comoeje central; es para él que se realizan los esfuerzosde su desarrollo. Resulta entonces indispensable,definir las características que deberán tener, por unlado, los turistas (sus motivaciones, perfil sociode-mográfico, actitudes ante la vida) y por el otro, elpapel de la población local y el anfitrión en eseproducto turístico.

Veamos ahora cuales son los componentes dela experiencia turística, como elemento definitoriodel producto. Debemos analizarla en todas sus eta-pas con el fin de lograr ofertas más acordes con lasnecesidades del usuario y su proceso integral.

Los atractivos forman parte de la experienciadel turista en el destino, pero también están pre-

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sentes, de forma intangible, en el «antes» de su via-je, en su mente según sus intereses, en el grado deinformación que posea del sitio; luego de su visitapuede quedar ligado a ellos en forma de recuerdos,fotos, películas, información que lleva a su lugarde origen y la posible participación en las laboresde conservación de los sitios.

Fuente: elaboración propia.

Fig. N° 2Componentes de la Experiencia Turística

Comprender la lógica del producto turístico, susenormes potencialidades y sus inmensos retos, pasapor ver más allá de las realidades de cada sitio. Eléxito de esta fase reside en convencer primero anuestra gente y lograr una visión compartida.

En la siguiente Fig. N° 3 se presentan las pre-guntas claves dentro del triángulo de la co-heren-cia, una condición indispensable en el producto tu-rístico de calidad:

2. Estructurar

El segundo paso en el desarrollo de productos tu-rísticos sostenibles es estructurar el producto, pre-pararlo y ponerlo a punto para cumplir con los prin-cipios y la visión que definimos en el punto ante-rior. Es en esta fase donde tenemos el mayor traba-jo en casa. Dicho de otra forma, es poner la casa enorden y las cosas en su sitio para el turismo.

En este proceso están incluidas muchas de lasacciones de planificación que generalmente efec-túan los organismos públicos en forma des-coordi-nada y repetitiva. Para poner a punto el destino te-nemos que ordenar los usos, el qué, el cómo, elcuándo, el dónde y el por qué; es decir, los planesde ordenamiento territorial, los planes de manejode sitios, de manejo de cuencas, planes urbanos,etc. El territorio debe reflejar nuestros objetivos yla visión de destino que definimos en la primeraetapa. La tenencia de la tierra y las normas legalesde inversión foránea en áreas rurales componen un

Públicos objetivos

CO HERENCIA

Valores

• ¿Quién queremos que sea nuestro público objetivo?• ¿Quiénes están más preparados para apreciarnos?• ¿Estamos nosotros preparados para satisfacer a este usuario?

¿Quiénes fuimos? ¿Qué nos falta?¿Quiénes somos? ¿Qué nos sobra?¿Qué queremos ser? ¿Quiénes son diferentes

a nosotros?¿Sabemos nuestro punto ¿Qué otros son parecidosde diferencia? a nosotros?¿Qué es lo mejor y lo peor ¿Qué oportunidades nos dade nosotros? todo esto?

Fuente: Joseph Chias, 1999.

Fig. N° 3Triángulo de la coherencia en el productoturístico

Posicionamiento

OperadoresAsociaciones

FamiliaIntereses

MemoriasRecuerdos

ColaboraciónFotos

Lugares de llegadaTraslados

AlojamientoAtractivos

ComunidadesServiciosPaisaje

CarreterasSenderos

Modos de vidaContexto Ambiental

ArtesaníaSeguridad Aeropuerto

ANTES DESPUÉS

DURANTE

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tema que debe ocupar las agendas de las autorida-des, pues la experiencia nos indica, que estos ele-mentos constituyen la base de cualquier desarrolloturístico.

En el caso de sitios declarados patrimonio mun-dial este requerimiento es aún más perentorio. Ladeclaratoria les da una imagen «de marca» que au-menta las expectativas del visitante sobre la cali-dad de la oferta y la sostenibilidad del sitio. Diga-mos que «entran» en el mercado turístico por elhecho de aparecer en la lista sin haberse preparadopara ello, lo que se contradice con los motivos porlos cuales se les otorgó esa distinción. Se está anteel peligro de su posible destrucción por no haber-los preparado para recibir la presión de un gran nú-mero de turistas y de sus expectativas.

Las expectativas que genera la declaratoria paralas comunidades son pocas veces cumplidas; losrecursos financieros que el Estado prometió al mo-mento de la inscripción, seguramente desaparecen

cuando se confrontan con otros intereses y realida-des; es debido a una situación de indiferencia ins-titucional y financiera que se compromete su con-dición patrimonial única, por efecto de la falta deplanificación y un manejo inadecuado.

Dentro de esta puesta a punto del territorio esindispensable garantizar la protección de los bie-nes naturales y culturales que conforman el desti-no. Muchos de estos sitios y manifestaciones sonfrágiles y la relación de calidad / cantidad debe de-finirse con base en la capacidad de carga del sitio,un concepto complejo pero necesario para su ma-nejo. No hay fórmulas; son las comunidades loca-les, en conjunto con los encargados del manejo delos sitios, además de las consideraciones de ima-gen, posicionamiento y objetivos, los encargadosde definir el número máximo de visitantes en tér-minos prácticos, y gestionar el sitio. Algunas delas estrategias recomendadas para controlar estenúmero son:

1. Definición de zonificación y rutas que permitan controlar los números por áreas.

2. Organización de políticas de cobro por entrada y servicios

3. Establecimiento de cuotas diarias de visitantes

4. Extensión de los horarios de servicios para diseminar las visitas a lo largo del día

5. Creación de centros de visitantes que manejen los flujos de los mismos.

6. Uso de técnicas de interpretación que permitan exhibiciones lejos de los sitios frágiles

7. Cierre de áreas muy frágiles por periodos de reposo, hasta tanto no se tengan los medios para su

correcto manejo.

8. Control de visitantes mediante la limitación de capacidades de los transportes.

9. Diferenciación, por segmentos, de usuarios de forma creativa y pro-activa.

10. Diversificación de la oferta en el destino.

Esta etapa tiene que ver con los pequeños de-talles, ésos que generalmente están bajo la super-visión de las municipalidades. La infraestructurade servicios básicos es uno de los elementos, quesi funciona no se ve y nadie nota, pero si no fun-ciona, se convierte en un enemigo de la calidaddel servicio y de la imagen del destino. Este pun-to, junto con los servicios médicos y la seguridad,

constituyen una problemática en la mayoría de losdestinos.

Es el momento de incorporar todo lo referente ala preparación del recurso humano que llevará ade-lante las diferentes tareas del desarrollo del pro-ducto turístico. Asimismo deben incluirse todas lasdestrezas necesarias para preparar el escenario don-de el turista vivirá una experiencia única; desde los

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taxistas en el punto de entrada hasta el guía espe-cializado, pasando por los encargados de la seguri-dad del turista y el mantenimiento de los serviciosde recepción. La capacitación y sensibilización sonclaves para el éxito de estos sitios como destinosturísticos.

Otra tarea importante es el seguimiento de losmercados para detectar cambios de forma impre-vista y el manejo de las estadísticas, de manera quepermitan tener información para la toma de deci-siones, y así poder trabajar con una estrategia demercados coherente e integral. Si el producto tu-rístico es genérico, como el caso del Qhapaq Ñan,estas estadísticas deben trabajarse de forma con-junta para lograr la coherencia de imagen y la sos-tenibilidad requerida. Luego cada destino, dentrodel producto genérico, manejará los indicadores quepermitan el seguimiento y control de los objetivosplanteados.

La comercialización es también una tarea queestá incluida en esta etapa. De acuerdo con las de-cisiones tomadas al inicio del proceso, la comer-cialización incluye toda la información sobre lascaracterísticas del producto, sus componentes yespecificidades, en coordinación con el proceso deselección de los canales que más convengan.

3. Promover

Una vez que se tenga la claridad suficiente en lo quese quiere y con «la casa en orden», debemos promo-cionar el producto que se ha preparado; es decir se-ducir e informar a los segmentos de mercados selec-cionados sobre sus atributos. Es aquí cuando se pre-senta la «promesa», y por eso quien promociona elproducto, debe conocerlo y sentirlo en toda su di-mensión, con el fin de conquistar al turista.

La información acertada y de calidad sobre eldestino es uno de los elementos más importantesen el desarrollo de esta etapa. La información so-bre estos productos especializados debe llegar alvisitante con anterioridad a su visita, con el propó-sito de sensibilizarlo sobre el destino, y prepararlopara la experiencia.

Por otro lado, el manejo de la imagen es uno delos temas de mayor importancia y puede, al igualque la comercialización, trabajarse en conjunto conotros destinos, para minimizar costos y asociar des-tinos con temas. Los tiempos en esta etapa son lar-gos, no es verdad que hoy se coloca un anuncio ymañana se presentarán los turistas en las puertas.Se calcula un promedio de 2 a 3 años para posicio-nar un destino de manera que comience a recibirturistas de forma regular. Por eso es tan importanteel trabajo de monitoreo de la calidad, ya que a ve-ces todo ese trabajo se puede perder por un malmanejo en el momento de prestar el servicio.

4. Implantar

Finalmente, una vez cumplidos los puntos anterio-res, los invitados salen de sus lugares de origen yllegan a su destino; es ahí donde se presenta el lla-mado «momento de la verdad»; momento de en-cuentros, de aprendizaje, tanto para los anfitrionescomo para los turistas. Generar un clima de servi-cio, controles de calidad y monitoreo permanente,son acciones para acometer en esta fase.

Durante esta etapa se comprueba si, lo que contanto empeño y dedicación se ha planificado, fun-ciona. Lo inexorable de esta fase conspira contrala paciencia y la buena disposición de la poblacióncuando se ve que, si en las comunidades existenproblemas internos que hacen que quieran estarsolos, el sistema turístico ya comenzó a funcionary no se puede parar. Por lo tanto, se deben mante-ner los niveles de calidad ofrecidos, independien-temente de estas realidades.

No se puede cometer el error de pensar que, sise trabaja con segmentos de mercado especializa-do (con mayor respeto hacia el destino), el proble-ma de sostenibilidad está solucionado. La idea deque los viajeros independientes y expertos son másfáciles de monitorear que aquéllos que compran lospaquetes de gran escala, no siempre es cierta. Mu-chos de estos turistas individuales incursionan ensitios sensibles sin la correspondiente compañía dealgún local que pueda orientar su recorrido, lo cual

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expone a los sitios a posibles daños irreversibles.Es importante tener en cuenta que todos los visi-tantes que seleccionan destinos con recursos patri-moniales excepcionales deben sentirse privilegia-dos al visitar el sitio, y en consecuencia, mostrarun mayor respeto por lo que visitan.

PARA CONCLUIR

La elaboración de un plan estratégico que actúecomo la bitácora para desempeñarse en turismo, yla existencia de una «torre de control»que dirijalas acciones en forma integral, se presentan comoindispensables a la hora de promocionar turística-mente un territorio como el Qhapaq Ñan. Para esto,es necesario, realizar estudios de mercado con elfin de conocer al cliente y definir objetivos públi-cos, nacionales, regionales y receptivos. Otras ta-reas en el ámbito de estructuración del productoson la adecuación de infraestructura y serviciosbásicos, investigación, conservación y puesta envalor del patrimonio, así como establecer accionesprioritarias, desarrollar líneas de productos turísti-cos innovadores: rutas, circuitos, artesanía, gastro-nomía, historia y testimonios, entre otros.

Igualmente importante es la preparación de in-formación accesible, de calidad, dirigida a los seg-mentos escogidos, y la capacitación imprescindi-ble de las comunidades en las necesidades identifi-cadas, como también la apertura de líneas definanciamiento, que garantizarán la apropiación delplan, por parte de la comunidad.

Para nuestros países, el turismo receptivo es cier-tamente una importante fuente de divisas y genera-ción de empleos. Pero, ante una actividad con altacompetitividad y muy sensible a los cambios en elcontexto, tanto nacional como internacional, sedebe ser cauteloso en su planificación. Es perento-rio apoyar la estrategia de desarrollo turístico conotros sectores de la economía, con el propósito dehacer sostenible el progreso de las poblaciones quehabitan nuestros destinos turísticos.

A través de muchos años se han aprendido lec-ciones y se han adquirido experiencias significati-

vas, entre las que merecen destacarse: si los sitiosde atractivo no están preparados para recibir visi-tantes, no tienen planes de manejo que les permitadecir cuánto es mucho y trabajar estrategias de di-versificación de destinos, no tienen poblacionessensibilizadas y capacitadas para atender a los tu-ristas, el deterioro de los sitios patrimoniales mun-diales tiende a empeorar en el corto plazo, y porconsiguiente, la pérdida de mercados en el media-no y largo plazo es inevitable.

No sólo se debe pensar en los sitios con atracti-vos turísticos, sino también en los demás elemen-tos que intervienen en esta actividad, tales comoservicios de líneas aéreas, aeropuertos, destinos ycentros de ciudades, servicios públicos, etc. Estopone un peso adicional en los presupuestos de losgobiernos, compitiendo con sectores prioritarioscomo la salud y la educación; por lo tanto, paraconformar un programa de desarrollo turístico in-tegral que beneficie a las comunidades locales, esprimordial exigirle al estado, políticas acordes conla articulación de proyectos relevantes para la ex-pansión turística.

En muchos casos, las comunidades visitadas sonpequeñas, sin una base económica sólida, cuyosjóvenes tienden a emigrar en busca de mejores opor-tunidades de trabajo. Lo ideal sería que su patri-monio les brindara un lugar en su sitio de residen-cia, lo cual trae aparejado, adicionalmente, un sen-tido de pertenencia que se traduce en calidad devida y protección de los recursos patrimoniales.

La posibilidad de incluir un vasto territorio en lalista de patrimonio mundial es a la vez oportunidady reto. El solo proceso de unir compromisos para laconsolidación de todos los elementos que constitu-yen el producto turístico es ya enriquecedor. Estaposibilidad enaltece el producto actual y tiende la-zos para trabajar la actividad turística de forma co-ordinada. Es de esperar, que todo este esfuerzo depreparación de la Documentación de Declaratoria,contribuya al conocimiento en profundidad del Qha-paq Ñan, a la integración de sus actores y destinos através del turismo, complementándose, en vez decompetir entre sí, más aún, cuando se trata de desti-nos que pertenecen a un mismo espacio cultural.

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REFERENCIAS

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Bacci, M., Mujica E.; Turismo Rural en El Ángel, Carchi, Ecuador. Perspectivas y Posibilidades; Estudio preparado paraCONDESAN, Lima Perú, 2000.

Chias, Joseph; El Mercado todavía son personas. Ideología, metodología y experiencias de marketing; Editorial Mc Graw Hill.Madrid, España, 1999.

Juan-Tresserras, J.; «Patrimonio, turismo y desarrollo local: situación y perspectivas»; Ponencia en Curso «Modelos de Ges-tión Cultural; Ciudad, Patrimonio Cultural y Turismo». Pamplona, España, 2001.

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World Tourism Organization (WTO); Tourism Highlights; 2003——; Cultural Heritage and Tourism Development; A report on the International Conference on Cultural Tourism. Siem Reap,

Cambodia. Madrid, España, 2000.

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María Eugenia Bacci

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Uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs) para la puesta en valor del Qhapaq Ñan

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Uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs)para la puesta en valor del Qhapaq Ñan

Erick Iriarte Ahon

«Al que vive en esta época e insiste en creer que puede portarse comosi viviera en el pasado, le ocurre lo mismo que el que mira hacia atrás

y camina hacia adelante: acaba tropezando y partiéndose la cabeza».CESAR DE ECHAGUE1

1 Mallorquí, José. El Coyote, «Seis Tréboles».

Vivimos en la Sociedad de la Información. Esta esuna realidad innegable. Aún cuando la cantidad depoblación conectada no supere en algunos paísesde la región el 5%, el impacto de la Sociedad de laInformación ya se hace sentir en la vida diaria.

Una Sociedad de la Información implica un usointensivo de las Tecnologías de la Información ylas Comunicaciones (TICs); este uso de TICs se daen la recolección, sistematización, almacenamien-to y comparación de información con relación adeterminado tema o realidad. Es útil la definiciónque hace la CEPAL sobre el uso de TICs en losprocesos sociales:

Las TICs se definen como sistemas tecno-lógicos mediante los que se recibe, manipula yprocesa información, y que facilitan la comu-nicación entre dos o más interlocutores. Por lotanto, las TIC son algo más que informática ycomputadoras, puesto que no funcionan comosistemas aislados, sino en conexión con otras,mediante una red. También son algo más quetecnologías de emisión y difusión (como tele-visión y radio), puesto que no sólo dan cuentade la divulgación de la información, sino queademás permiten una comunicación interacti-va. El actual proceso de «convergencia de TIC»(es decir, la fusión de las tecnologías de infor-

mación y divulgación, las tecnologías de la co-municación y las soluciones informáticas) tien-de a la coalescencia de tres caminos tecnológi-cos separados en un único sistema que, de for-ma simplificada, se denomina TIC (o la «redde redes»).

Es pues de este modo que la Sociedad de la In-formación, por medio de las TICs, y en especialdel Internet expresa un cambio en la sociedad y enlos modos de interactuar de los seres humanos. Deesta manera, queda establecido que el eje de la So-ciedad de la Información no es la Tecnología sinoel ser humano.

Si se tiene como base al ser humano se planteantres áreas, que se entrecruzan, los ejes de trabajoen redes. Estos tres ejes son:

1. Acceso / Infraestructura

El ser humano, eje de la Sociedad de la Informa-ción, requiere conectarse al sistema. Se pasa de underecho de información que se mantiene, a un de-recho conexo que es el derecho de acceder a la in-formación. Pero el acceso no solo existe en conec-tividad (cables), sino en instrumentos idóneos deacuerdo con las realidades individuales.

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Erick Iriarte Ahon

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2 RFC: Request for Comments, documentos bases de la autoregulación del Internet, establecida por la misma comunidad delInternet.. http://www.ietf.org

2. Contenidos

El acceso es relevante en el proceso, pero se re-quiere conectarse a algún sitio, a un espacio que lepueda proveer información en su propio idioma.Una información que pueda entender y que le pue-da servir para la creación de conocimiento.

3. Enseñanza / Capacitación

Se deben encontrar mecanismos para que los indi-viduos puedan acceder a contenidos idóneos demanera tal, que obtengan información relevantepara la creación de conocimiento. Es decir la capa-citación no es solo para usar la tecnología, sino paraproducir conocimiento, y enseñar la interactividaddel sistema, es decir, enseñar a ser productor deinformación, y no solo un receptor.

Una vez reconocidos los ejes indicados, se losbusca en un marco de redes de información. Debeestablecerse de manera clara, que las redes de in-formación no son necesariamente redes de Inter-net, son redes de información tal como han sidoestablecidas en las comunidades ya existentes. Unejemplo son las redes de comunicación/informa-ción de las ferias, espacios donde los individuos seencuentran con otros e intercambian información,que ahora ha sido tecnificada; de este modo, elpunto permanente (es decir donde se hace la feria)recoge información proveniente de otras redes (porejemplo radio/Internet) y la entrega al circuito dealtoparlantes durante la Feria.

Finalmente sobre la estructura de redes se en-cuentra el marco de las políticas. Entiéndase por«políticas» los lineamientos que se plantean paraguiar la actividad de las redes con base en los trespilares antes indicados. Estas políticas pueden es-tablecerse por dos caminos posibles: la regulacióny la autorregulación. La regulación está relaciona-da con las normas, las leyes, los reglamentos; aque-

lla legislación implantada por mecanismos deter-minados por la comunidad/sociedad, con el fin defijar los lineamientos para el trabajo de las redes.

Por otra parte, se sitúa la autorregulación, ele-mento que implica que las mismas personas, comopartes de la red indicada, instituyen sus propiosmétodos de limitación de derechos y deberes/res-ponsabilidades, tales como las normas de conduc-ta en el comercio (INCOTERMS) o las RFC2 quedan las pautas para el funcionamiento del Internet,sin que éstas se encuentren en determinada legisla-ción de un país o región.

Es necesario establecer mecanismos de Alian-zas Público-Privadas (Sociedad Civil, Academia,Sector Privado, Gobierno), que permitan el desa-rrollo de las Políticas Públicas y en especial de lasdenominadas Políticas de Estado, que son aquéllascon mayor trascendencia, sobre las cuales deberíanasentarse las políticas públicas; debajo de ellas seencuentran los componentes de regulación/autorre-gulación posibles de dar viabilidad a la Sociedadde la Información.

De este modo, como planteamiento teórico base,para establecer el marco de la Sociedad de la Infor-mación se ha estructurado lo siguiente:

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Oportunidades y retos en el desarrollo de productos turísticos sostenibles y responsables, relacionados con el Qhapaq Ñan

3 Castells, Manuel. Lección inaugural del programa de doctorado sobre sociedad de la información y del conocimiento enUniversitat Oberta de Catalunya - UOC.http://campus.uoc.es/web/cat/index.html4 Faya, Apocrifos de Muadib.

Es necesario rescatar lo que establece ManuelCastells, en relación con lo que está haciendo elInternet en esta Sociedad de la Información; estaspalabras nos dan una pauta sobre la implicanciasocial del cambio, que afecta no sólo a cuestionesde tecnología, o de algunos, sino que perjudica atodos (conectados o no) y menoscaba todos los pro-cesos de la vida misma.

«Internet es la sociedad, expresa los proce-sos sociales, los intereses sociales, los valoressociales, las instituciones sociales. ¿Cuál es,pues, la especificidad de Internet, si es la so-ciedad? La especificidad es que constituye labase material y tecnológica de la sociedad red,es la infraestructura tecnológica y el medio or-ganizativo que permite el desarrollo de una se-rie de nuevas formas de relación social que notienen su origen en Internet, que son fruto deuna serie de cambios históricos pero que nopodrían desarrollarse sin Internet. Esa socie-dad red es la sociedad que yo analizo, cuya es-tructura social está construida en torno a redesde información a partir de la tecnología de in-formación microelectrónica estructurada en In-ternet. Pero Internet en ese sentido no es sim-plemente una tecnología; es el medio de comu-nicación que constituye la forma organizativade nuestras sociedades, es el equivalente a loque fue la factoría o la gran corporación en laera industrial. Internet es el corazón de un nue-vo paradigma, socio técnico que constituye enrealidad la base material de nuestras vidas y denuestras formas de relación, de trabajo y decomunicación. Lo que hace Internet es proce-sar la virtualidad y transformarla en nuestrarealidad, constituyendo la sociedad red, que esla sociedad en que vivimos».3

Como nunca antes, la tecnología tiene una utili-dad increíble para el conocimiento, reconocimien-to, investigación y puesta en valor de los hechosculturales de nuestro pasado; esta utilidad acarreaun avance significativo en la protección de los de-rechos culturales de los pueblos.

REDES DE INFORMACIÓN

«El sustento de toda comunidad son sus integran-tes, que la hacen vivir, crecer, desarrollarse, multi-plicarse y casi siempre morir». Una comunidad deInternet es todo ello pero tiene una ventaja: el es-pacio y el tiempo son relativos históricamente, porende, la comunidad puede sobrevivir. ... «en tantose nutra de forma constante por alguna fuerza co-hesionadora».4

El uso de TICs genera redes de información,que a su vez pueden crear «Comunidades Digitalesde Investigación».

Una «Comunidad Digital» se define como unespacio de interactuación de individuos en relacióncon un determinado tema; mediante el uso de lasTICs, dicha interactuación se basa en el intercam-bio de la información para la creación de un cono-cimiento compartido. En este caso concreto, elQhapaq Ñan, puede asociarse.

Dicha comunidad digital usa las TICs para or-ganizar dispositivos comunes de recolección, pro-cesamiento, sistematización y puesta en conoci-miento, por parte de terceros, de la información quese elabore desde sus unidades de producción deinformación.

Los investigadores digitales tienden a actuar demanera gregaria. A estas formas se les denominacomunidades, sean relacionadas por el interés te-mático o por las cualidades de los mismos (nacio-

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nalidad, proveedor de servicios, uso de determina-do producto).

La evolución del Internet con base en las pági-nas web dejó de lado el desarrollo de comunida-des, en especial las científicas, pero solo resulta-ron exitosos aquellos emprendimientos de Internet,basados o relacionados con proyectos web, que con-templaban la utilización de formas de comunida-des, puesto que ellas constituían, en sí mismas,fuentes de conocimiento (científico y/o práctico)sobre determinada temática. Las comunidades, enespecial las científicas, que se desarrollan en Inter-net, se encuentran relacionadas con la entidad quelos acoge pero no le son propias; las personas sonfieles, en tanto que los espacios comunitarios lessean de utilidad para sus propias labores e investi-gaciones.

Las primeras comunidades digitales que se co-nocen están vinculadas a las comunidades científi-cas, de allí que las más acreditadas fueran las co-munidades de noticias, ligadas primariamente aONGs. y organismos de cyber-derechos; el segun-do nivel corresponde a la creación de comunida-des basadas en las listas temáticas (la creación delistserv y de listz fueron de desarrollo fundamentalpara esa época); de allí el uso se extendió con elauge de las listas de interés de uso frecuente (comoegroups, yahoogroups, y similares).

Antes que un usuario novato, el miembro de unacomunidad, y en especial de listas de interés y deespacios digitales, es un experto interesado (ade-más probablemente consumidor de boletines de dis-tribución de información), mientras que el usuariomenos experimentado (novato) está asociado a co-munidades webs del tipo Geocities o Xoom, pues-to que le interesa la presencia, antes que la crea-ción del conocimiento; además le resulta de mayorutilidad los foros y «chats».

Estas comunidades, actualmente, constituyen unode los principales espacios de creación del conoci-miento, puesto que permiten tener a muchas perso-nas de diversos espacios relacionándose de maneracasi permanente. La principal ventaja de las comu-nidades científicas digitales, es que la cantidad deinformación que circula en la red es altísima, aun-

que no está adecuadamente procesada, por lo cuallos trabajos en equipo son la principal fuente paraproducir nuevos conocimientos, así como para sis-tematizar los existentes y presentar los nuevos.

IMPACTO SOCIAL DE LASCOMUNIDADES DE INTERNET

En términos generales, se define al «impacto so-cial» como los cambios —positivos o negativos—que surgen a partir de la utilización de los servi-cios de Internet al interior de los centros de trabajo(como instituciones e individuos), en el uso perso-nal cotidiano y en el entorno de individuos e insti-tuciones como resultado de modificaciones en lacomunicación e información adquirida, y/o en losproductos y servicios ofrecidos. El impacto no sólohace referencia a los cambios tangibles o materia-les, sino también a las expectativas, percepcionesy conocimientos de las personas. Sobre la base dela medición de este impacto es posible inferir surepercusión social global en la sociedad digital.

Si se parte del supuesto que el «impacto social»de establecer una Comunidad Digital de Investiga-ción recae en cómo un mayor acceso al crecienteespectro de información y comunicación afecta a:

1. Los investigadores, en su vida cotidiana, en elcentro laboral o de estudio, en las costumbresy cultura de trabajo, en su percepción del mun-do, en sus conocimientos y aplicación de la in-formación adquirida.

2. Las estructuras de las instituciones, medianteuna mirada al interior de las organizaciones,de los procesos de toma de decisiones y las for-mas cómo se diseñan políticas; esto implicaobservar cómo la red ha sido introducida en lasorganizaciones, quiénes tienen acceso a ella,cómo se manifiesta en la jerarquía institucio-nal, cómo ha modificado procesos y conteni-dos. Medir, a la vez, hasta qué punto se «insti-tucionaliza», es decir qué reglas, restricciones,estímulos existen en el uso de Internet dentrodel proceso productivo, educativo y comuni-

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Uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs) para la puesta en valor del Qhapaq Ñan

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cativo, y el papel que juega en la eficacia y efi-ciencia institucional e individual.

3. La calidad, cantidad y variedad de servicios yproductos ofrecidos por los usuarios de la REDen su entorno: usuarios, otros investigadores.Lo esencial radica en entender cómo y hastaqué punto Internet repercute sobre la cantidady calidad de los «outputs» de los individuos yde las organizaciones, cada uno al interior desu sector específico de actuación (familiar, em-presarial, académico, de promoción al desarro-llo, etc.).

Una primera hipótesis consiste en que el mayoracceso y variedad de información, podría —en tér-minos ideales— enriquecer el proceso de toma dedecisiones y las políticas asumidas por las respec-tivas organizaciones y organismos gubernamenta-les, así como en los espacios académicos y en lasformas de relaciones personales. La introducciónde cualquier herramienta o técnica, no obstante, de-pende de cómo se incorpora, en la práctica organi-zativa y personal, en la voluntad política institu-cional y en las predisposiciones personales para suuso. Uno de los factores que contribuyen a la intro-ducción de una nueva técnica es el grado de socia-lización y comprensión de sus alcances y virtudes,especialmente por parte de aquéllos que diseñanlas políticas institucionales.

La segunda hipótesis se refiere a que Internetdemocratiza las relaciones sociales al permitir unmayor acceso, flujo e informalidad, en las comuni-caciones. El control sobre la comunicación e infor-mación se debilita al autorizar el flujo libre de in-formación mundial (Norte-Sur y Sur-Sur), entre go-bierno y gobernados, sociedad civil, académica ysector privado, y entre ciudadanos que discuten, secapacitan y se conectan entre sí. Un obstáculo cla-ro en sociedades pobres se percibe en función conla infraestructura técnica disponible, que aparejaun costo relativamente alto y poco asequible.

La tercera hipótesis trata sobre el acceso quedeben tener los investigadores a una mayor infor-mación y comunicación, lo que incide directamen-te sobre la cantidad y calidad de servicios y pro-

ductos ofrecidos. Esto debería ocurrir por diversasrazones. Internet permite que:

a) Cualquier organización e individuo investiga-dor rompa su relativo aislamiento.

b) El acceso a nuevas tecnologías, donde las ex-periencias de trabajo, documentación, metodo-logías y demás, no necesiten la tradicional es-pera para que ser publicadas.

c) La ampliación del abanico y de la variedad defuentes de información, de consulta y de inter-cambio de opiniones se dé a un costo menor alde las tecnologías convencionales; esta hipóte-sis está en función de las facilidades técnicasexistentes para el uso de la red y del nivel deconocimiento de los investigadores.

HERRAMIENTAS A UTILIZAR

Las TICs presentan una diversidad de herramien-tas para el desarrollo de comunidades digitales.Estas herramientas deben entenderse como asisten-tes para la recopilación, sistematización, produc-ción y valoración de información, y por ende, deconocimiento, tanto por parte de los investigado-res, de manera individual, como, y especialmente,de comunidades digitales de investigación.

Entre las herramientas que se proponen paraestablecer una Comunidad Digital se encuentranlas siguientes:

• Intranet: implica el uso de las TICs de un modocerrado; un esquema que puede estar en unared cerrada o en una red abierta pero con unacceso restringido.Algunas de las utilidades que plantea el uso deIntranet son:• Mecanismos web para carga de informa-

ción recopilada.• Espacio para diálogo.• Seguimiento de las reuniones que se reali-

cen.• Espacio para toma de decisión.

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• Bases de datos comunes y compartidas (in-tegradas).

• Base de datos de terminología.

• Listas de Correo: entre las herramientas másantiguas en relación con Internet se encuentrael correo electrónico. Con el correr del tiempo,se pasó, desde el listado de direcciones de co-rreo, a los mecanismos de envío automático deinformación, hasta los actuales servidores delistas, vehículos de integración científica de ex-trema utilidad para la transferencia de infor-mación.Entre los diversos tipos de listas de correo po-demos ubicar los siguientes:• De libre acceso: son listas establecidas de

manera que cualquiera pueda participar dela recepción de información, o puedan serutilizadas para participación de los indivi-duos con relación a los espacios que pue-da establecer la Comunidad Digital de In-vestigación de libre acceso.

• Temáticas / especialistas: en el caso espe-cífico del Qhapaq Ñan las listas temáticasse deberán establecer de acuerdo con losrequerimientos (arqueología, antropología,aspectos técnicos/tecnológicos, turísticos,etc.) El acceso es solamente para la Co-munidad Digital de Investigación.

• Para la toma de decisión política: suertede ágora permanente, de modo tal, queaquéllos que tengan que tomar las decisio-nes en relación con la actividad de la Co-munidad Digital de Investigación puedanacceder fácilmente.

• Extranet: es la forma de vinculación de la Co-munidad Digital de Investigación con la Socie-dad; es la plataforma de interacción con aqué-llos que recibirán la información y que se ser-virán de la misma para generar conocimiento.Un Portal es una Extranet; un sitio integradorde información, que deberá abarcar los diver-sos aspectos sociales de la puesta en valor delQhapaq Ñan.

La Extranet es, por lo tanto, el mecanismo porel cual se presentará la información; debe serinteractivo, con espacios para la participaciónde los individuos (foros, listas, servidores denoticias, etc.).

• Boletín Digital: constituye un contacto perma-nente entre la Comunidad Digital de Investiga-ción y la Sociedad Civil, pero no tanto por laweb (aunque pudiera serlo), sino por medio delcorreo electrónico. Una suerte de periódico quemantiene al individuo al tanto de nueva infor-mación.El Boletín también puede ser de acceso restrin-gido; un «Mural de Información»que sirve paramantener la actividad y novedades dentro de laComunidad.Sea cual fuere el camino (boletín para la co-munidad, o boletín de libre acceso), deberá pen-sarse como un mecanismo de mantenimientode información.

SITUACIONES POR ENFRENTAR

Desde un inicio se ha planteado que el proceso dela Sociedad de la Información no está basado entecnología sino en seres humanos. De este modolas situaciones que se pueden enfrentar no estarándadas tanto por problemas relacionados con la tec-nología, sino con los seres humanos; en este casolos investigadores, que se involucrarían en una po-sible Comunidad Digital del Qhapaq Ñan.

Con base en el esquema inicial, los problemasque se enfrentarían para la creación de una Comu-nidad Digital de Investigación podrían ser:

a) Falta de Conectividad.b) Falta de Investigadores capacitados en TICs.c) Información proporcionada.d) Uso de Tecnología no compatible (para reco-

lección, almacenamiento, presentación o inte-gración de datos).

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Uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs) para la puesta en valor del Qhapaq Ñan

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a) Falta de Conectividad

Dado que este análisis se da en la Comunidad Di-gital de Investigación, es esencial que se encuentreconectada; no puede entenderse que los integran-tes de la red no tengan una conectividad real.Se puede relacionar la conectividad con las Comu-nidades que se encuentran en torno del Qhapaq Ñan,y en este caso deberán utilizarse los mecanismospresentados por el ICA (Instituto de Conectividadde las Ameritas).

b) Falta de Investigadores capacitados en TICs

El uso de las TICs no requiere un entrenamiento«super-especial», pero sí demanda capacitación,que esté imbuida de la mística de la integración dela información; del compartir la información, dadoque es en el compartir donde se establece un meca-nismo de integración y de «feed-back».La capacitación en el uso de TICs no solamenteimplicará saber usarlas, sino utilizar los mecanis-mos de búsqueda de información, integración de lamisma, y el uso de plataformas para la recopila-ción, sistematización y valoración.

c) Información proporcionada

Una de las peores limitantes que enfrentan las Co-munidades Digitales es «el secretismo». El no com-partir, por considerar que se «pierde»información.

Si no se logra la mística del trabajo en conjunto,pluridisciplinario y plurinacional, las TICs resultanuna herramienta de mínima utilidad. La esencia delas Comunidades Digitales está en la interrelación,en el feed-back, en el compartir. Compartir infor-mación genera más información y más conocimien-to. Esta idea tiene que «internalizarse».

d) Uso de Tecnología no compatible (para re-colección, almacenamiento, presentación eintegración de datos)

Dada la diversidad de tecnologías que se han utili-zado en las herramientas de recolección, almace-

namiento, presentación e integración de datos, és-tas deben conformarse adecuadamente, porque, deno hacerlo, se tendrá material disperso que no po-drá ser analizado coordinadamente. Por ello, esnecesario establecer una plataforma con concep-tos y parámetros comunes, o establecer una plata-forma de enlace, que pueda interpretar los datos.

USOS SOCIALES DE LA INFORMACIÓNGENERADA POR LA PUESTA EN VALORDEL QHAPAQ ÑAN

Si la recolección de datos incluye un mapeo de lascomunidades que viven de los productos turísticosque existen, de los sitios que se conservan, una pla-taforma web servirá como:

• Espacio digital para promocionar dichos sitios/comunidades.

• Espacio de puesta en conocimiento, por partede terceros, de información de dichos sitios/comunidades.

• Promoción de los productos turísticos.• Plataforma de promoción económica de las

comunidades involucradas.• Fomento del uso de las TICs en dichas comu-

nidades, como mecanismos de participaciónsocial.

CONCLUSIONES

1. Mecanismos de trabajo en red por medio deComunidades Digitales basados en la necesi-dad de trabajar en equipo, y en las ventajas queofrece este trabajo.

2. Herramientas a utilizar: Intranet, Extranet, Lis-tas de Correo y Boletines Digitales.

3. Creación de una comunidad digital beneficio-sa, tanto para los procesos previos a la puestaen valor, como para las fases de seguimiento.No sólo beneficia a los investigadores, sino alas comunidades que se encuentren afectadaspor la puesta en valor del Qhapaq Ñan, siem-

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pre y cuando se establezcan políticas claras parafavorecer a todas aquellas comunidades que seentrelazan con el camino.

4. Diseño de plataformas y uso de herramientasconcebidas en ambientes de compatibilidadmetodológica y tecnológica.

5. Establecimiento de responsabilidades que im-pliquen:

a) Administración de la Comunidad Digitalde Investigación.

b) Administración de la intranet/extranet.c) Administración de las listas de interés.d) Alojamiento de la información producida.

o en proceso.e) Diseño de herramientas comunes para la

integración de la información.

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Un proyecto sugerente:poética y práctica del Camino de Santiago de Compostela

José Antonio Fernández de Rota

EVOCACIÓN HISTÓRICA

Desde los primeros siglos del cristianismo, era tra-dición en España, que el Apóstol Santiago habíapredicado allí, y que cuando murió, sus discípulosllevaron su cuerpo en barco, para enterrarlo en suquerido Finisterrae. A principios del Siglo IX, laPenínsula había sido invadida, y la mayoría de supoblación convertida al islamismo. En las monta-ñas del Norte, grupos de cristianos habían organi-zado el pequeño Reino de Asturias. En aquellostiempos, un pastor, que llevaba su rebaño a guar-dar de noche, pudo observar cómo sobre un campocaían estrellas, fenómeno que se repitió durante lasnoches siguientes. Dio noticia de ello a los sacer-dotes y al Obispo, quien decidió que se excavaseen aquel lugar. Apareció una sepultura que consi-deraron era la del Apóstol Santiago. El Rey Alfon-so II ordenó que se levantase allí una Iglesia paradar culto a tan Santo Sepulcro. El lugar fue deno-minado Campus Stellae (Campo de la Estrella) dedonde proviene el término «Compostela». Se ini-ció, con el apoyo del Obispo y del Rey, un Caminode peregrinación que conectaba Oviedo con San-tiago y tiene una distancia de 300 km. Pero ade-más, los promotores del Camino descubrieron unaimportante coincidencia: El firmamento ofrecíacada noche un plano astronómico del nuevo Cami-no. La Vía Láctea o Camino de Santiago recorríaen el cielo, la dirección Este-Oeste que el viandan-

te debía transitar. Un camino de estrellas conducíahacia el Campo de la Estrella.

A partir de estos místicos y poéticos presupues-tos, el Camino encontró imaginativos promotoresque abrieron nuevas y extraordinarias posibilida-des. La peregrinación a Tierra Santa llegó a hacer-se, en algunos momentos, impracticable. Los Pa-pas reforzaron con numerosos privilegios los ali-cientes de la Peregrinación Jacobea, en un extremocasi aislado, hacia la última frontera de Occidente.Inicialmente el Camino avanzaba por un territorioabrupto, entre las montañas y el mar Cantábrico.Era un recorrido arduo, pero las montañas lo sepa-raban de tierras controladas o amenazadas por losmusulmanes. Sin embargo, a mediados del SigloIX, después de fuertes sequías, los musulmanesabandonaron las pobres estepas del Valle del Due-ro, para concentrar su atención en las mejores tie-rras peninsulares. Los reyes asturianos aprovecha-ron la ocasión para repoblar aquellas tierras atra-yendo a cristianos residentes en el sur (mozárabes)y fortificando la región. Se promovió el Camino alsur de las montañas por tierras más llanas, y se ro-busteció el control de este territorio; no pocos pe-regrinos aprovecharon las ventajas que ofrecían losreyes para asentarse como colonos en los pueblosdel Camino.

En el Siglo XII, las rutas de peregrinos rumbo aSantiago, partían de los más alejados rincones deEuropa. Francia, Italia, Alemania, suministraban un

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Un proyecto sugerente: poética y práctica del Camino de Santiago

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número creciente de peregrinos. En el Siglo XIII,cobraron importancia las peregrinaciones maríti-mas: los viajeros se juntaban en puertos determi-nados de las Islas Británicas o de las costas delBáltico, donde los barcos les conducían a puertosde Galicia, para concluir desde allí, su peregrina-ción por tierra. Se había creado con ello una gigan-tesca red turístico-religiosa.

Esta extraordinaria tarea de puesta en valor pa-trimonial y aprovechamiento turístico de un lega-do religioso, se apoyó en un complejo conjunto deelementos y actividades. En primer lugar, contó conun repertorio de símbolos de gran atractivo. El se-pulcro del Apóstol y su iglesia eran el eje central,apoyados en sus estrellas fundacionales. El pere-grino se vestía con un ropaje característico: báculoo bordón con la calabaza para llevar el agua, escar-cela, zurrón y sombrero característico... Especialrelevancia adquirió la concha de peregrino, que lle-vaba colgada para beber. Era la concha de la quesurgía, en el mundo clásico, Venus, la diosa delamor, la concha venérea (llamada en gallego, de«vieira») Pasó a ser la concha de Santiago y estesímbolo apareció en multitud de iglesias y edifi-cios, marcando de forma concisa y breve, su refe-rencia al Camino. El camino también tuvo su pie-dra mágica, el negro azabache, la única piedra queflota en el agua.

Se atendió la infraestructura del Camino; se re-pararon las viejas calzadas; se construyeron puen-tes; se levantaron albergues y hospitales. Se aten-dió, además, la seguridad de los peregrinos; la Or-den de Santiago se fundó inicialmente para laprotección de los viandantes del Camino, aunqueluego se encargaron de otras funciones militares.El Camino fue adornado con multitud de atracti-vos de diversa especie. En determinado punto, elcaminante podía apartarse para visitar una iglesiade especiales características, en la que se conce-dían ciertas indulgencias; otro, era un lugar famo-so por cierto tipo de milagros y curaciones. Másadelante los monjes dieron amable acogida en unmagnífico monasterio asentado en un placenterovalle. Otras veces, las diversiones eran menos mís-ticas. Así por ejemplo, algunas de las aldeas del

Camino eran conocidas como pueblos-prostíbulo,y se podía jugar y beber en los numerosos mesonesy tabernas de la Calzada.

Los Papas, por su parte, brindaron otro impor-tante estímulo, con la concesión de IndulgenciasPlenarias y otros beneficios para el Año Santo Com-postelano que se reguló mediante Bula desde 1182.Es Año Santo, cuando el día de Santiago, el 25 dejulio cae Domingo. Esta circunstancia se producecon una cadencia de 6 años - 5 -6 -11. Así fueronAños Santos el 1982, 93, 99 y serán el 04, 10, 21…Esta concesión evoca la celebración judaica queconvocaba a los creyentes en el templo de Jerusa-lén cada 50 años. Este privilegio se concedió a laperegrinación romana bastante después, en el 1300.Con esta hábil estrategia motivadora, se ha dotadode heterogeneidad al tiempo, al igual que se habíaheterogeneizado el espacio.

La peregrinación marca lugares sagrados querompen la uniformidad espacial; se crea una vene-ración y respeto por lugares e itinerarios; venera-ción que ciertos antropólogos han denominado «to-pofilia». Al igual que con el espacio, el Año Santorompe la continuidad y monotonía del tiempo dis-tinguiendo años sagrados. Su expectativa y espe-cial motivación anima a decidirse a muchos, quesin ello pospondrían, o ni siquiera pensarían enacudir. Estamos ante estrategias de amplia tradi-ción en el mundo de los ritos.

Todo ese esfuerzo de organización depara mu-chas sorpresas; así por ejemplo, en pleno siglo XIIse podía hablar de una primera «guía Michelín»del Camino. El «Liber Sancti Iacobi», llamado«Codex Calistinus» describía con todo detalle elCamino Francés; contaba la manea de ser y la len-gua de los vascos, de los gallegos, de los mejorestrayectos, de sus peligros, de numerosos atractivosque se podían encontrar; todo ello, adornado pordeliciosas pinturas y viñetas; una calificada propa-ganda turístico-patrimonial.

A lo largo de la Edad Media, los datos incom-pletos permiten atisbar en la evolución demográfi-ca de caminantes, sus momentos de crisis y sus al-zas. Esas curvas sinuosas cobraron nuevas dimen-siones con la Edad Moderna. En el Siglo XVI, la

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José Antonio Fernández de Rota

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reforma luterana se mostró radicalmente crítica;para Lutero se debía acabar con todo tipo de rome-rías. De los países del Norte vinieron contados pe-regrinos católicos, a partir de entonces. Pero tam-bién en los países del sur surgieron, con el Conci-lio de Trento, otros inconvenientes sobre este tipode devociones. Muchos consideraron preferibles lasdevociones marianas y otros lugares de romería. Aprincipios del Siglo XVIII, el Camino experimen-tó un nuevo aumento de atención; la Ilustración, laRevolución Francesa, y las guerras napoleónicas,supusieron casi la desaparición de esta multisecu-lar peregrinación. Como una evocación personal,permítaseme comentar que a fines de 1940 estuvepasando el verano con mi familia, a 5 km de Meli-de. La casa que habitábamos, lindaba con un pol-voriento camino y tenía adelante una vieja fuente.Nunca supimos que aquél fuese el Camino de San-tiago, a pesar de ser mi padre, profesor de Historia,y muy aficionado a estos temas. Nadie al parecerlo recordaba, excepto alguna asociación minorita-ria, que recorría a veces, parte del viejo Caminomedieval. Hoy día, ese sendero cerca de Santiago,es recorrido por multitud de peregrinos; tanto elcamino como la fuente de los peregrinos figurandebidamente señalizados en los planos y rutas quese divulgan.

NUEVA PUESTA EN VALOR PATRIMONIAL

En torno a los sesenta, asistimos a una notable re-novación de las inquietudes patrimoniales y de susposibilidades de recuperación y proyección turísti-cas. A ello contribuyó el crecimiento económicoeuropeo y las nuevas circunstancias de divulgacióncultural. En España en concreto, el desarrollo deestos procesos es notablemente acelerado. El turis-mo cultural y el entusiasmo por las marchas, acam-padas, senderismo, influyeron claramente en eldesarrollo de un renovado interés. La restauraciónde monumentos del Camino fue una de las priori-dades. Se iniciaron campañas de promoción y di-vulgación, y el Camino de Santiago dejó de ser sólomedieval para adquirir actualidad creciente. A ello

se sumó una importante razón política; se soñabacon crear una Comunidad Europea; hacían faltasímbolos, y el Camino de Santiago vincula en sured comunicativa, a todos los países de Europa.

En cuanto a la evolución numérica de caminan-tes, se expide una guía orientadora con certifica-dos que prueban haber realizado la peregrinación.No todos los caminantes recogen su certificado; elnúmero real es por lo tanto superior, pero su evolu-ción es un referente significativo. En 1984 fueronpoco más de 2.000; en los años siguientes creció arazón de un millar por año hasta 1992, en que su-peró la cifra de 9.000. En 1993, el número se mul-tiplicó por 10, acercándose a los 100.000. ¿Qué su-cedió? El año 1993 fue un año santo, 11 años des-pués del anterior. En ese tiempo se hizo unapropaganda especial, centrada en lo excepcional deesa efeméride. Se creó un organismo que gestionólas actividades y recursos del año santo y se llevó acabo una extensa difusión. Fue en ese año que sedeclaró el Camino español de Santiago como Pa-trimonio Mundial. El Papa apoyó el «Xacobeo» vi-sitando Santiago y reuniéndose con medio millónde jóvenes en el Monte del Gozo; el monte desdecuya cumbre, los peregrinos divisan por primeravez las torres de la Catedral de Santiago.

Señalemos algunos de los elementos que hansido utilizados para su difusión. En primer lugar,se ha realizado una completa señalización. El ico-no principal es la estrella cayendo sobre el «Cam-pus Stellae», acompañada de una nueva constela-ción: las estrellas de la comunidad europea. Estaseñal principal está seguida por flechas indicado-ras en todos los puntos en que es posible la confu-sión o duda del viandante. Esta señalización se harealizado en todos los caminos de España y Portu-gal que confluyen hacia Santiago y, así mismo, enlas principales rutas de Francia. La señalización hasido temprana y bien organizada en Baviera y enSuiza (cuatro caminos marcados). Han sido anun-ciadas las rutas en Finlandia, e incluso en Islandia,por caminos que bajan al puerto de Reykiavick. Estedispositivo orientador y simbólico se completa conotros como la acreditación de haber sido peregri-no. Para ello, el peregrino debe recoger una carti-

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Un proyecto sugerente: poética y práctica del Camino de Santiago

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lla que le certifica como tal, y después tiene quesolicitar los sellos de control en los distintos pun-tos del camino. Los sellos pueden estar en despa-chos parroquiales, o con más frecuencia, en baresdel Camino. Tienen acceso a dicha cartilla, los pe-regrinos que van caminando, en bicicleta o a caba-llo. La cartilla de peregrino da derecho (además dela atención sanitaria), a ser hospedado, de formagratuita, en los albergues de peregrinos que jalo-nan la calzada. En ellos hay a su disposición lite-ras, duchas, sitio donde preparar su comida y co-medores. Algunos son de construcción nueva, perootros son adaptaciones de viejas casas o de anti-guos albergues y hospitales centenarios, tambiénhay hospedaje en varios de los magníficos monas-terios que jalonan su recorrido. Al final de su mar-cha, «La Compostelana», la acreditación en latíncertifica que ha hecho el peregrinaje. La informa-ción escrita comprende mapas generales y rutasconcretas de carácter municipal, así como infor-mación acerca de las posibilidades, lugares impor-tantes para visitar, etc. El despliegue publicitariono escatima medios, patrocinando eventos depor-tivos, organizando exposiciones y actividades cul-turales diversas.

Después del éxito del primer Xacobeo organi-zado de forma tan compleja, el crecimiento del nú-mero de peregrinos es notorio. El Xacobeo 99 su-peró las 150.000 acreditaciones, aunque las cifrasde ocupación de los albergues, como se ha expre-sado, hablan de números claramente superiores. Enlos años que no son «santos» las cifras son inferio-res, pero, a pesar de ello, en el 2002 se superó lacifra de 70.000 acreditaciones. Con frecuencia, losalbergues en ciertas fechas son insuficientes, portal razón, los ayuntamientos suelen habilitar poli-deportivos y otras instalaciones municipales; algu-nos pequeños pueblos han debido albergar, en oca-siones, a dos o tres mil peregrinos en una noche.

Desde el punto de vista económico, este tipo deturista intensamente cultural y de ascético sacrifi-cio no aporta, en general, grandes beneficios, perosu papel paradigmático es elemento motivador deotra suerte de turismo culto, que recorre parte delCamino en automóvil, o que visita Santiago, apor-

tando una sustanciosa contribución. Aunque es di-fícil dar cifras exactas, se calcula que en el últimoAño Santo visitaron Santiago unos cinco millonesde personas.

DISTINTAS POSIBLIDADES CRÍTICAS

Todo este imaginativo edificio que se acaba de des-cribir, puede ser criticado de múltiples maneras.Sugeriré como ejemplo, dos secuencias críticas. Enprimer lugar, este conjunto de caminos al que nosreferimos, puede ser entendido de diversas formas,atendiendo su propia materialidad y función. Mu-chos de ellos fueron construidos con fines muy di-versos a los que hemos repasado aquí. Buena partede estos recorridos transitan calzadas romanas.Como dice el viejo refrán…»todos los caminosconducen a Roma». Nuestro mapa, en este sentido,sería más adecuado, si en vez de mostrar los cami-nos orientados hacia Santiago, los pintásemos orien-tados hacia Roma. Incluso después, estos senderosfueron utilizados para otros fines. Se podría decir,que como objetivo de su construcción y restaura-ción, tan sólo una menor parte ha sido construidacon el propósito de conducir a Santiago. Incluso ala hora de peregrinar, los viandantes cambiaban confrecuencia el recorrido, debido a derrumbes, peli-gro de malhechores, mejora de otros caminos al-ternativos. El Camino era algo vivo y cambiante.Su apariencia ha sido erigida con frecuencia paraotros fines, pero además, en muchos casos, no nosqueda materialidad antigua alguna por observar.Unas veces, porque se ha construido sobre ella unamoderna carretera, otras, porque sólo vemos unsendero más, sin riqueza arqueológica de ningúntipo.

Este tipo de críticas no preocupan demasiado alos que piensan que un camino forma parte de unaarquitectura moral y simbólica del paisaje, con unanclaje material y espacial. Lo más indispensabledel camino, lo que constituye su realidad, es el pe-regrino, con su riqueza simbólica y las pautas mo-rales que le llevan a caminar por allí. Las críticascobran más fuerza, cuando se apoyan en el campo

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del significado y del valor. Los Caminos de Santia-go han significado, por desgracia, muchas cosas, yno sólo paz y solidaridad.

El Camino de Santiago no siempre ha entraña-do concordia y salvaguardia. Su nacimiento tuvolugar en un momento de confrontación entre cris-tianos y musulmanes. Posteriormente el Rey Ra-miro I utilizó la fuerza simbólica del Apóstol comoarma contra el enemigo. En la leyenda, Santiago seapareció como un guerrero, un caballero armado,cabalgando con caballo blanco que atacaba y des-organizaba al ejército enemigo. Las imágenes deSantiago «matamoros» y el grito de guerra de «San-tiago» y «cierra España» se convirtieron en «slo-gan» simbólico. Fue también un símbolo de luchaentre dos religiones hermanas. La mayoría de loshabitantes de España, entonces musulmanes, queperegrinaban, lo hacían hacia el Este, hacia la Meca;mientras la minoría de españoles del Norte atraíanhacia el extremo Oeste a los peregrinos europeos.Los unos caminaban hacia los áridos desiertos deArabia, los otros hacia las verdes praderas y bos-ques de la costa atlántica. Santiago fue símbolo tam-bién de discordia en los tiempos de la Reforma pro-testante; fue uno de los emblemas de desunión en-tre los cristianos. ¿Quiere decir todo esto quenuestra evocación patrimonial del Camino es inau-téntica?

AUTENTICIDAD Y ÉXITO DE LAACTIVIDAD PATRIMONIAL

Un aspecto fundamental que debemos plantearnosa la hora de abordar el problemático tema de laautenticidad patrimonial es la comprensión de losniveles inevitables de simulacro que toda rehabili-tación y presentación patrimonial necesariamenteconllevan. En primer lugar, la recuperación ansia-da de la esencia original de un bien heredado sueleser imposible. Pero además aunque fuese posible,su origen es un momento importante, pero no estoda su historia. La recuperación de todo su dina-mismo histórico es también inviable. En ocasio-nes, las técnicas actuales nos permiten ofrecer si-

multáneamente la contemplación de varios momen-tos, cuya selección es discutible y en la que difícil-mente podemos brindar algún tipo de síntesis ade-cuada. Pero sobre todo, aquella antigua ruina, ves-tigio del pasado, se encuentra en un nuevo contex-to; tal vez el tráfico urbano y sus anunciosluminosos enmarcan un sitio que resulta nuevo enrelación con sus nuevas circunstancias. En cual-quier caso, las cosas necesitan, para ser culturales,estar dotadas de un significado que sólo puedenconcederles las personas; es decir, tienen vida cul-tural tan sólo en la vida de las personas. Adquierenasí, en los nuevos tiempos, nuevos significados yfunciones que les hacen ser distintas de lo que enotros tiempos fueron.

Se debe, por lo tanto, aceptar el inevitable ca-rácter de simulacro de toda actividad «patrimonia-lizadora». La exigencia de autenticidad debe tenersiempre en cuenta, que nunca se puede engañar niocultar nada a los usuarios. Se debe brindarles lomejor de la ciencia y de las interpretaciones, lo máseficaz de las técnicas y lo más imaginativo de losmétodos, pero nunca hay que olvidar el carácterre-presentativo de la evocación de la herencia cul-tural que se les ofrece para su disfrute. La reflexiónsobre las teorías de la «performance», el acento ensu carácter de representación ayuda a comprendermejor qué puede ser lo auténtico en el patrimonio.La verdad del patrimonio es verdad, dentro de unproceso comunicativo. Nadie considera que un ac-tor teatral sea inauténtico, porque al representar lamuerte de su personaje simule que está muriendo.Lo que se le pide es que reviva lo que se siente antela muerte de un hombre. Si lo logra, es un actormuy auténtico, y entregado de verdad a su público.Como dijo Northrop Frye, nadie va a ver Macbethpara aprender historia de Escocia, sino para ver loque siente un hombre que ha ganado un Reino yperdido su alma.

La verdad del patrimonio se construye en el diá-logo entre los gestores o protagonistas por una par-te, y los espectadores o usuarios por la otra. Es ne-cesario saber conectarse con las expectativas de losusuarios, saber sugerirles nuevos intereses y, enúltima instancia, ayudarles a participar de forma

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Un proyecto sugerente: poética y práctica del Camino de Santiago

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que se conviertan en protagonistas, a aquéllos quese acercaron como espectadores.

Bajo estos presupuestos, el Camino de Santia-go ofrece a los nuevos peregrinos que lo recorren,muchas formas de ser auténticos peregrinos. Elcamino les brinda un haz de símbolos poderosa-mente evocadores. Los símbolos condensan en símismos, multitud de significados que pueden sercaptados y sentidos de múltiples maneras. Los di-ferentes grupos pueden aprovechar estos símbolosbajo muy diversos presupuestos, coherentes con suspropias historias y convicciones. Para unos, supon-drá la experiencia de participar en una tradiciónreligiosa, para otros, espiritual, para muchos, cul-tural. Algunos en el Camino se sentirán especial-mente europeos…

Van a poder disfrutar como tantos peregrinosde nuevas formas de convivencia. Es frecuente con-templar peregrinos solitarios. Éstos se pueden re-lacionar en el camino y en los albergues, con otrosviajeros. Las paradas para descansar les permitirácomunicarse con otros solitarios o con pequeñosgrupos (parejas, familias) con los que vuelven acoincidir en diversos momentos. El Camino brin-da la ocasión de conocer gente de diversos países,movidos por distintos motivos. Otras veces son aso-ciaciones o instituciones las que organizan una pe-regrinación colectiva. Algunos llevan a cabo acti-vidades culturales en los pueblos del camino, y lagente del lugar les corresponde, brindándoles susespectáculos o festejos tradicionales.

El peregrinar ha sido caracterizado por algunosantropólogos, como una práctica equiparable conlos ritos de paso. El peregrino corta con los hábitosy preocupaciones de su vida diaria, marcha a unespacio nuevo y dentro de un tiempo diferente. Sulargo periplo en un espacio y tiempo «de nadie», lepermite volver a reintegrarse después, a su vidaanterior, de alguna forma, transformado. Tambiénla convivencia del pequeño grupo de peregrinos,lejos de su patria y de sus compromisos sociales,es vista como la formación en una situación nueva,la experiencia de una vida en «comunidad», unarelación colectiva, especialmente humana.

Las marchas, el senderismo, las «acampadas»en la naturaleza, como ya se ha expresado antes, sehan convertido en práctica de gran atractivo paramuchos. El disfrute del entorno del camino se daen el marco de un paisaje, donde su estrecha inte-racción con la cultura, es especialmente manifies-ta. Se pisa sobre las huellas dejadas por multitudde peregrinos; se mira y contempla por encima desus miradas. La infraestructura del Camino, susconventos, las iglesias, los pueblos surgidos al ca-lor de la calzada, el esfuerzo agrícola y ganaderoque transformó y sigue transformando el territorio,todo, habla continuamente de un entorno que hasido la casa multisecular compartida por tanta gen-te; es la manifestación de una naturaleza humani-zada y humanizante.

La barrera montañosa de los Pirineos y sus puer-tos coronados con cruces en medio del bosque;constituyen la puerta de entrada del peregrino enEspaña. Luego debe recorrer la reseca estepa deCastilla, bajo el sol tórrido del verano o el crudoazote del frío y viento invernal. Son tierras llanas,donde la torre de la iglesia del siguiente pueblo sedivisa en el horizonte, a poco de iniciar la jornada,pero parece alejarse del caminante durante su mar-cha, para acabar dejándose alcanzar al anochecer.Por último, tras un nuevo puerto presidido por unade las iglesias más antiguas del Camino, el pere-grino entra en las verdes frondosidades de la cam-piña gallega. Falta poco para llegar a Compostela;el cansancio deja su huela, y los maltrechos pies seresienten por la caminata; se agradece un paisajetan dulce para poder superar los últimos kilóme-tros del desafío.

El usuario del patrimonio se ha convertido enel gran protagonista. Sus posibilidades de iniciati-va y creación son múltiples; no se le ha ofrecido unpatrimonio muerto, sino que se le ha brindado unCamino vivo. No se le oferta tan sólo una repre-sentación patrimonial, él es uno de los artífices yprotagonistas del Camino. Él representa la pere-grinación con la misma autoridad que la represen-taron en su tiempo los peregrinos medievales y detiempos posteriores. Es igual a ellos, un peregrino,

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y como ellos, de una forma tan auténtica, ha hechocamino al andar. Se ha sentido identificado dentrode una tradición, con un grupo de pertenencia mul-tisecular; ha respetado las normas básicas y sím-bolos de un buen peregrino, y se ha sumado men-talmente a un largo encadenamiento hermenéuti-co, añadiendo sus propias interpretaciones, a lasinterpretaciones de los antiguos.

Todo el marco de la peregrinación, entreveran-do historia, paisaje y arte, es un marco de extraor-

dinario atractivo, pero el espectáculo único y pe-culiar, el que polariza la atención de quien lo visi-ta, y da sentido a todos los demás componentes, esel peregrino. Ellos, los peregrinos en su marco,agentes de la peregrinación, usuarios de su patri-monio y espectáculo en una pieza, dotados de altosniveles de autenticidad patrimonial, constituyen lavisión más emotiva. Al menos en este estilo y for-ma de patrimonio parece ser que autenticidad yéxito patrimonial van de la mano.

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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«Reunión de expertos sobre el proceso de preparación de la candidatura de nominación del Qhapaq Ñan»

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1 Anexos II, III y IV.

«Reunión de expertos sobre el proceso de preparaciónde la candidatura de nominación del Qhapaq Ñan

para su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial»Cusco, 24 y 25 de octubre de 2003

El Centro del Patrimonio Mundial ha sido el desti-natario de los deseos de seis Estados Parte para de-finir un proceso de cooperación internacional quetenga como fin la nominación de un bien trans-fron-terizo común.

La propuesta de inscripción del «Qhapaq Ñan -Camino Principal Andino» en la Lista del Patrimo-nio Mundial, abre una nueva vía que servirá, sinduda alguna, para establecer nuevos criterios y di-námicas de formas de trabajo conjuntas, entre paí-ses que comparten bienes patrimoniales comunes.Constituye un proceso pionero, pues se formulanpautas técnicas y metodologías nuevas, dentro deun claro escenario de cooperación internacional entérminos del Patrimonio Mundial, teniendo en cuen-ta la experiencia acumulada en las tres décadas devigencia de la Convención del Patrimonio Mun-dial, Natural y Cultural.

Dentro de este contexto, el Centro del Patrimo-nio Mundial auspició la realización de esta reuniónen Cusco, en la que participaron expertos regiona-les y representantes de los países involucrados enel proceso de candidatura del «Qhapaq Ñan - Ca-mino Principal Andino».

Esta reunión tuvo como antecedentes los docu-mentos y acuerdos subscritos en reuniones ante-riores1. Entre dichos antecedentes es necesario te-ner en cuenta las propuestas y los lineamientos sur-

gidos de las reuniones del Centro del PatrimonioMundial, con las Delegaciones permanentes de lospaíses en París en el período 2002-2003.

La Reunión Técnica del Cusco 2003, tuvo comopropósito central:

• Facilitar el proceso para la presentación de lacandidatura de nominación del Qhapaq Ñan -Camino Principal Andino, y su inscripción enla Lista del Patrimonio Mundial.

Sus objetivos específicos fueron los siguientes:

• Definir conceptualmente el bien Qhapaq Ñancomo también su naturaleza arqueológica, his-tórica, paisajística, antropológica, etnográficay ambiental.

• Especificar aquellos criterios que aseguren unmínimo común denominador para incluir sitios,vestigios, tramos, comunidades, paisajes o cos-movisiones como demostrativos del QhapaqÑan.

• Recopilar y sistematizar las investigaciones ini-cialmente realizadas por cada uno de los paí-ses.

• Presentar, discutir y establecer consenso entrelas posibles modalidades para la inscripción delQhapaq Ñan en la Lista del Patrimonio Mun-

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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2 Anexo V: Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»; pp. 126-130.

dial e identificar los mecanismos operaciona-les que permitan avanzar en el proceso.

• Poner en contacto especialistas en distintoscampos y favorecer el intercambio de visionesy de experiencias, con el fin de establecer loscriterios, sobre los cuales el bien Qhapaq Ñanjustifique su inscripción dentro de la Lista dePatrimonio Mundial.

• Esclarecer peligros y dificultades dentro delproceso de nominación, en el ámbito interna-cional.

• Plantear un calendario realista de actividadespara el año 2004 a través de la asistencia técni-ca internacional.

• Determinar formas de colaboración interinsti-tucional con otros organismos internacionales(UICN, BID, etc.).

• Establecer un grupo de trabajo, responsable dela coordinación internacional del proyecto, yseleccionar los coordinadores nacionales queintervendrán por sectores temáticos.

• Definir un pre-diseño de sitio web con espacioInternet / Intranet para gestionar el proceso dela nominación.

La preparación del encuentro tuvo como mate-rial de soporte los siguientes documentos:

a) Documento base para la preparación depresentaciones y discusión

El Centro del Patrimonio Mundial, con la colabo-ración de la Representación de UNESCO-Lima, ela-boró un documento base, con el fin de canalizar yorientar las presentaciones de los expertos y losdebates de los representantes de los países parte.Este documento enfatiza la necesidad de: definirlos valores excepcionales del bien para todos lostramos a ser inscritos; establecer planes de manejoe instrumentos de gestión para los mismos; auspi-ciar la participación de las comunidades en el pro-ceso de selección y definición de valores, así como

la elaboración de los planes maestros y de gestiónde los sitios. En él también se resumen los objeti-vos alcanzados en las reuniones previas y se esta-blecen las nuevas metas.

El documento base fue validado por las delega-ciones, y se le incorporó, a la edición final, los ajus-tes y las aclaraciones solicitados por los represen-tantes de los países parte.

b) Cuestionarios2

El Centro del Patrimonio Mundial elaboró dos cues-tionaros que fueron enviados previamente a lospaíses participantes del proyecto. El primero de loscuestionarios enfatiza el proceso de avance en laidentificación de los valores excepcionales delQhapaq Ñan, así como en las instituciones que ade-lantan las investigaciones y las condiciones lega-les que nacionalmente apoyarían el proceso de no-minación en cada país. El segundo tiene por objetoconocer la situación de investigación y difusión delos valores del Qhapaq Ñan, en tanto bien de valorpatrimonial. Las respuestas a las cuestiones plan-teadas en las encuestas permitieron conocer losespacios de participación legal y efectiva de lascomunidades indígenas y rurales de su entorno enlos procesos, así como las dinámicas del turismocon relación a la utilización del Qhapaq Ñan comoatractivo, y como componente de productos turís-ticos específicos.

Tales respuestas no fueron homogéneas, ponien-do de relieve los diferentes tiempos y alcances delproceso, dentro de las instituciones nacionales quetienen bajo su responsabilidad las diferentes áreastemáticas, relacionadas con la preparación de ex-pedientes técnicos para el Qhapaq Ñan.

Dado el carácter eminentemente técnico de lareunión, el diseño de la misma tuvo como uno delos elementos centrales, la presentación de sieteconferencias preparadas específicamente por losexpertos regionales. Las exposiciones tenían comoobjeto ampliar el marco teórico sobre el Qhapaq

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«Reunión de expertos sobre el proceso de preparación de la candidatura de nominación del Qhapaq Ñan»

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3 La lista completa de los representantes oficiales de los países y de todos los participantes en pp. 112-115.

Ñan, así como dar a conocer el estado del arte enlos temas de: arqueología; antropología; desarro-llo comunitario; patrimonio natural y áreas prote-gidas; turismo; desarrollo de redes y sistemas deinformación. En forma ilustrativa se presentó elmanejo de un bien cultural binacional ya inscritoen la Lista del Patrimonio Mundial, como es el casodel Camino de Santiago de Compostela.

La reunión técnica del Cusco se desarrolló concuatro categorías de participantes:

• Representaciones oficiales de los paísesLas invitaciones a los países miembros para quedesignaran a sus representaciones fueron coor-dinadas con las Delegaciones Permanentes antela UNESCO en París. En esta condición parti-ciparon un total de 20 personas, más un obser-vador por el Ecuador, país que no tuvo repre-sentación oficial3.Correspondió a estos participantes la exposi-ción de los procesos que se estaban siguiendoen sus países, para el estudio y preparación delos expedientes, que presentarían la candidatu-ra del Qhapaq Ñan; posteriormente se llevarona cabo diálogos donde se discutieron los dis-tintos criterios establecidos en las disertacio-nes, así como la redacción y aprobación de lasconclusiones y recomendaciones emanadas dedicha reunión.

• Representantes del Centro del Patrimonio Mun-dial y de la Representación de la UNESCO enel PerúLa reunión estuvo encabezada por el Directordel Centro de Patrimonio Mundial y la Repre-sentante de la UNESCO en el Perú. Asistieroncomo apoyo técnico la Coordinadora del Pro-

yecto Qhapac Ñan, Especialista de Programadel Centro de Patrimonio Mundial para Améri-ca Latina y el Caribe y un consultor contratadopor la Representación de la UNESCO-Lima.Para su preparación y organización se contó,además, con el apoyo administrativo y logísti-co de la representación de la UNESCO en elPerú.

• Panel de ExpertosComo se estableció anteriormente, durante elencuentro participaron permanentemente lossiete expertos designados con el fin de analizary discutir sobre las áreas temáticas relaciona-das con el Qhapaq Ñan; estos especialistas fue-ron seleccionados por el Centro del Patrimo-nio Mundial y la Representación de UNESCOen el Perú, quienes con la presentación de susdisertaciones permitieron ubicar en un contex-to técnico las discusiones, y facilitaron el pro-ceso de elaboración de las conclusiones y re-comendaciones.

• ObservadoresLa presencia de observadores de institucionesque trabajan en temas relacionados con los pro-yectos del Qhapaq Ñan en la región, facilitó lasecuencia técnica de la reunión. Se contó con laparticipación de un antropólogo, como represen-tante de la Organización de Estados Iberoameri-canos para la Educación, la Ciencia y la Culturay de una bióloga, en representación del Institutopara la Conservación e Investigación de la Bio-diversidad, de la Academia Nacional de Cien-cias de Bolivia. Igualmente se permitió la asis-tencia durante las presentaciones, de un limita-do número de observadores locales.

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El Qhapaq Ñan, como conector ancestral, actual-mente sigue siendo una vía de transmisión cul-tural; un camino de contacto, de intercambio debienes, de conocimientos, de valores y de cultu-ras; escenario de múltiples formas de organiza-ción social, sistemas productivos y cosmovisio-nes, en un vasto territorio de Sudamérica. Es laevidencia de un ingenio constructivo, y a la vez,expresión preferida de formas de movilidad con-tinua y recíproca, portador de una visión pluralde la Historia y escenario privilegiado para lacooperación cultural.

Como ruta material, ilustra varias etapas de de-sarrollo humano en distintas épocas. Dentro de unmarco de excepcional biodiversidad, el Qhapaq Ñanposee áreas de gran valor ecológico para la conser-vación de todos sus componentes biológicos; dife-rentes eco-regiones, articuladas territorialmenteentre costa, sierra, y selva, que conservan vivas susespecificidades culturales.

El importante patrimonio inmaterial presente alo largo de este bien, en especial las comunidadesoriginarias, urbanas y rurales contemporáneas, consus prácticas rituales, religiosas y simbólicas, susformas de vida, sus creencias y sus cosmovisionesde valor universal, que conforman su soporte, exi-gen de este Proyecto, particular atención, pues esasriquísimas tradiciones que sustenta el Qhapaq Ñanse ven amenazadas hoy, por los efectos homoge-neizadores de la globalización, que tiende a mini-mizar lo diferente y lo local.

Amenazados, también, están los bienes cultu-rales de este camino, por las modernas obras deinfraestructura. El turismo sostenible y responsa-ble puede ser una de las estrategias de desarrollolocal y una oportunidad de educación e informa-ción sobre el bien patrimonial. En todo caso, debeestar orientado y comprometido con la conserva-ción de los sitios visitados, y que a la vez, ofrezcaingresos que eleven la calidad de vida de las comu-nidades. Ese proceso debe contar con la participa-ción de las comunidades desde su inicio.

Por todo ello:

1. Se considera, que de acuerdo con la voluntadpolítica expresada por los países que firmaronla Resolución de Cusco sobre el Qhapaq Ñan:Camino Principal Andino, en mayo del 2003,es recomendable el establecimiento en cadapaís, de una «instancia nacional de coordina-ción inter-institucional y multidisciplinaria»que sirva para facilitar el proceso y el segui-miento legal, técnico, financiero y político dela puesta en valor del Qhapaq Ñan, con el finde inscribirlo en la lista del Patrimonio Mun-dial. Dicha estructura deberá asimismo asegu-rar que la coordinación va a favorecer, desdesu inicio, la participación ciudadana y comuni-taria en todo el proceso.

2. Se propone, en conjunción con el punto ante-rior, la constitución de un «comité de coordi-nación internacional y de seguimiento», con un

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Conclusiones y recomendaciones

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representante de cada país, que deberá reunir-se cada seis meses, con presidencia rotativa.

3. Se procurará organizar dos reuniones del Co-mité con grupos de trabajo en el próximo año,para tratar los términos de asistencia interna-cional solicitada al Comité del Patrimonio Mun-dial.

4. Estas reuniones podrían combinarse con la rea-lización de un Taller Regional sobre la excep-cionalidad de los paisajes culturales del Qha-paq Ñan, acompañado de un módulo específi-co sobre la homogeneización de fichas de re-gistro del Qhapaq Ñan (arqueológicas,históricas, antropológicas, ambientales, etc.) yotro módulo sobre «Pautas para los Planes deManejo de los Paisajes del Qhapaq Ñan».

5. Como apoyo para el cumplimiento de este ob-jetivo se recomienda priorizar la elaboraciónde un glosario de términos homologables (tex-tuales y gráficos) del Qhapaq Ñan, dando unmarco terminológico común al proyecto. La De-legación Peruana ha ofrecido su disponibilidadpara liderar y coordinar esta actividad.

6. Se propone el establecimiento de un mecanis-mo de comunicación de los diversos actores in-volucrados en el proyecto Qhapaq Ñan. En estaprimera etapa se hará a través de una lista decorreo moderado, coordinada por el Centro delPatrimonio Mundial y se creará un repositoriodigital para documentación de los países miem-bros. Cada país deberá nombrar un «punto fo-cal», es decir, un responsable de la coordina-ción nacional en las cuestiones técnicas del pro-ceso de nominación. Dicho coordinador serála persona encargada de servir de enlace con elCentro del Patrimonio Mundial en la Lista decorreo moderado, la que recibirá la clave deacceso.

7. Se plantea la preparación de algunos expedien-tes de nominación, preferiblemente trans-fron-terizos como por ejemplo: Ecuador-Colombia/Perú-Bolivia/Chile-Argentina.

8. Se recomienda coordinar informaciones relati-vas a proyectos ya en curso, que pueden fun-cionar como experiencias piloto de referencia,

para los países involucrados en el proceso denominación. En este sentido, es convenienteconocer las experiencias ya existentes en lospaíses (casos: Maras - Perú, Quebrada de Hu-mahuaca - Argentina, El Leoncito - Argentina;Camino Takesi en Bolivia, entre otros), que ser-virán de base metodológica, para los trabajosde preparación de las candidaturas para la ins-cripción del Qhapaq Ñan.

9. Se aconseja tener en cuenta el marco concep-tual proporcionado por: el Manejo Bioregio-nal (Miller, 1996): Matrices, Núcleos y Corre-dores; Manejo Holístico (Savory, 1999): Pers-pectiva de la Totalidad y las partes relaciona-das; Manejo Integrado del Patrimonio Culturaly Natural (Hurtado Mendoza, 1998): Ecosiste-mas Socio Culturales; y el concepto de PaisajeCultural (UNESCO, 1992). Estos marcos con-ceptuales se adaptarán a la consideración delpresente proyecto en función de proveer ele-mentos de comprensión para la inscripción delbien, y el manejo del patrimonio que involu-cra. En tal sentido, el Qhapaq Ñan debe enten-derse como un conjunto de elementos relacio-nados, que ofrece una imagen global y dondemetodológicamente se deberá mantener, recu-perar, fortalecer y/o recrear las relaciones quelo constituyen.

10. Ante la magnitud del proyecto y sus múltiplesimplicancias, los representantes nacionales con-sideran fundamental el desarrollo de relacio-nes con otras instituciones internacionales, na-cionales y privadas, sobre la base de una defi-nición clara y precisa de responsabilidades yobjetivos propios del proceso de nominación,y de objetivos compatibles con otros proyectosen curso.

11. Los representantes oficiales de los países par-ticipantes en este encuentro acuerdan elevarante la reunión de Ministros de Cultura de laregión, que se efectuará en Santa Cruz de laSierra, Bolivia, en noviembre de 2003, la de-claratoria de interés por la inscripción conjun-ta del Qhapaq Ñan en la Lista del PatrimonioMundial de la UNESCO.

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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PROGRAMA

VIERNES 24 DE OCTUBRE DE 2003

Ceremonia de apertura

Breve presentación institucional de los países participantes

Presentación de los expertos invitados

Aprobación de la agenda de trabajo

Presentación del Documento BaseCiro Caraballo, Especialista de Programa de Patrimonio Cultural, UNESCO Lima

«El Centro de Patrimonio Mundial y la inscripción del Qhapaq Ñan»Nuria Sanz, Especialista del Programa del Centro del Patrimonio Mundial

Comentarios

«Riqueza, complejidad y riesgos en los programas de conservación, valoración y manejodel patrimonio arqueológico a lo largo del Qhapaq Ñan»Victoria Castro (Chile)

«Riqueza, complejidad y riesgos de los programas de conservación, valoración y manejodel patrimonio cultural inmaterial en comunidades nativas y rurales de los Andes desdeuna visión antropológica»David De Rojas Silva (Bolivia)

Presentación sobre el uso de satélites para el monitoreo de sitios patrimonialesDelegación Argentina

«Visión y oportunidad que brinda la protección del Qhapaq Ñan desde los criterios de lasáreas naturales protegidas, y riqueza de genomas en la agricultura tradicional andina»Luis Alfaro (Perú)

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Programa

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«Un proyecto sugeridor: poética y práctica del ‘Camino de Santiago’»José Antonio Fernández (España)

Establecimiento de líneas de trabajo

Definición de los grupos

SÁBADO 25 DE OCTUBRE DE 2003

«Experiencias y Avances del Proyecto Qhapaq Ñan en la Región Cusco»Wilfredo Yépez (Perú)

«Oportunidades y retos en el desarrollo de productos turísticos sostenibles y responsablesrelacionados con el Qhapaq Ñan»María Eugenia Bacci (Venezuela)

Comentarios

«Conceptos y experiencias en programas recientes de desarrollo sostenible encomunidades nativas y rurales de los Andes»Ramiro Molina Rivero (Bolivia)

«Oportunidades y retos en la organización de redes de información»Erik Iriarte (Perú)

Discusión general e instalación de las mesas de trabajo

Lectura de propuestas, recomendaciones y acciones de seguimiento

Adopción del plan de acción

Ceremonia de clausura

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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PARTICIPANTES

REPRESENTANTES OFICIALES DE LOS PAÍSES

• Argentina

Magdalena FaillaceLicenciada en LetrasSecretaría de Cultura de la PresidenciaAlvear 1690Buenos AiresTelf.: (54 11) 4129 2503/2446Fax: (54 11) 4129 2459E-mail: [email protected]

Alejandro GarcíaLicenciado en Relaciones InternacionalesSecretaría de Turismo de la Presidencia de la NaciónSuipacha 1111, Piso 21Buenos AiresTelf.: (54 11) 4312 0442Fax: (54 11) 4313 6834E-mail: [email protected]

Gastón IzaguirreEstudianteComisión Nacional de Actividades EspacialesAv. Paseo Colón 751Buenos AiresTelf.: (54 11) 4331 0074E-mail: [email protected]

Félix MenicocciDiplomáticoComisión Nacional de Actividades EspacialesAv. Paseo Colón 751Buenos Aires

Telf.: (54 11) 4343 0631Fax: (54 11) 4331 3446Email: [email protected]

Roberto MolinariArqueólogoAdministración de Parques NacionalesAv. Santa Fe 6901059, Buenos AiresTelefax: (54 11) 4383 1181E-mail: [email protected]

Susana PataroDiplomáticaMinisterio de Relaciones ExterioresEsmeralda 1212, Piso 111007, Buenos AiresTelf.: (54 11) 4819 7824Fax: (54 11) 4819 7818E-mail: [email protected]

Juan Martín RepettoArquitectoComisión Nacional de Museos y Monumentos yLugares HistóricosAv. de Mayo 568Buenos AiresTelf.: (54 11) 4475 2563E-mail: [email protected]

• Bolivia

Paz PadillaEscritor

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Participantes

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Viceministerio de CulturaPalacio Chico esq. PotosíLa PazTelf.: 211 4474 / 241 4001E-mail: [email protected]

Freddy ArcePlanificadorDirección Nacional de ArqueologíaCalle Tiwanaku 93La PazTelefax: 222 5176E-mai: [email protected]

Javier EscalanteArquitectoDirección Nacional de ArqueologíaCalle Tiwanaku 93La PazTelf: 233 1633E-mail: [email protected]

Ana María PachecoDiplomática, EconomistaMinisterio de Relaciones Exteriores y CultoPlaza Murillo, Ingavi esq. JunínLa PazTelf.: 240 8900 / 278 5419Fax: 211 3204E-mail: [email protected]

• Colombia

María Victoria UribeAntropólogaInstituto Colombiano de Antropología e HistoriaCalle 12 # 2-41,BogotáTelf.: (57 1) 561 9400E-mail: [email protected]

• Chile

Ángel CabezaArqueólogoConsejo de Monumentos Nacionales de ChileAv. Vicuña Mackenna 84Providencia, SantiagoTelf.: (56 2) 665 1518E-mail: [email protected]

Mario VásquezArqueólogoConsejo de Monumentos Nacionales de ChileAv. Vicuña Mackenna 84Providencia, SantiagoTelf.: (56 2) 665 1518Fax: (56 2) 665 1521E-mail: [email protected]

Pedro ArayaIngeniero ForestalCorporación Nacional ForestalPaseo Bulnes 259, of. 704SantiagoTelf.: (56 2) 390 0297Fax: (56 2) 390 0295E-mail: [email protected]

• Perú

Luis Guillermo Lumbreras SalcedoDirector NacionalInstituto Nacional de CulturaAv. Javier Prado Este 2465, 8º PisoSan Borja - Lima 41Telf.: (51 1) 476 3579Fax: (51 1) 476 9880E-mail: [email protected]

Carlos VásquezDiplomáticoMinisterio de Relaciones ExterioresJr. Ucayali 371Lima 1Telf.: (51 1) 446 1088 / 311 2763 / 311 2760Fax: (51 1) 311 2762E-mail: [email protected]

David UgarteAntropólogoDirector del Instituto Nacional de Cultura, RegiónCuscoSan Bernardo s/nCuscoTelf.: (51 84) 27 3120 / 22 3831

Edwin BenaventeArquitectoInstituto Nacional de CulturaAv. Javier Prado Este 2465, 8º Piso, San BorjaLima

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

114

Telf.: (51 1) 9808 5749 / 225 44 23E-mail: [email protected]

Ana María HoyleArqueólogaInstituto Nacional de CulturaIndependencia 572TrujilloTelefax: (51 44) 24 8744E-mail: [email protected]

REPRESENTANTES DEL CENTRO DELPATRIMONIO MUNDIAL Y DE LAREPRESENTACIÓN DE UNESCO-LIMA

Francesco BandarínArquitectoDirectorCentro del Patrimonio MundialUNESCO7 Place de Fontenoy,75007, ParísFranciaTelf.: (33 1) 4568 1571E-mail: [email protected]

Nuria SanzArqueólogaCoordinadora del Proyecto Qhapac ÑanEspecialista de ProgramaCentro del Patrimonio Mundial para América Latina yel CaribeUNESCO7 Place de Fontenoy,75007, ParísFranciaTelf.: (33 1) 4568 1571E-mail: [email protected]

Patricia UribeRepresentanteUNESCO-LimaAv. Javier Prado Este 2465, 8º PisoSan BorjaLimaTelf.: (51 1) 224 25 26/ 476 98 71Fax: (51 1) 476 98 72E-mail: [email protected]

Ciro CaraballoArquitectoConsultor UNESCO-LimaAv. Javier Prado Este 2465, 8º PisoSan BorjaLimaTelf.: (51 1) 224 25 26/ 476 98 71Fax: (51 1) 476 98 72E-mail: [email protected]

ESPECIALISTAS

David de Rojas SilvaAntropólogoLa PazBoliviaTelf.: 272 3200E-mail: [email protected]

Ramiro Molina RiveroAntropólogoEspecialista en participación comunitariaUniversidad de la CordilleraCalle Chaco 1161La PazBoliviaTelf.: 272 21 40Fax: 247 74 42E-mail: [email protected]

María Victoria Castro RojasArqueólogaUniversidad de ChileLas Perdices 575La Reina, SantiagoChileTelf.: (56 2) 678 77 57/ 77 60Fax: (56 2) 678 77 56E-mail: [email protected]

José Antonio Fernández de RotaProfesorUniversidad de La CoruñaRonda de Orteiro 146La Coruña15007, EspañaTelf.: 981 23 36 47Fax: 981 16 70 00E-mail: [email protected]

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Participantes

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Luis Alberto AlfaroMeteorólogoEspecialista en manejo de áreas naturalesAv. Benavides 2422MirafloresPerúTelf.: (51 1) 271 2530/ 9643 76 80Fax: (51 1) 225 10 55E-mail: [email protected]

Erick Iriarte AhonAbogadoEspecialista en redes de informaciónAlfa-RediAv. José Pardo 329, Ap. 303MirafloresPerúTelf.: (51 1) 9791 76 93/ 241 65 63Fax: (51 1) 447 20 71E-mail: [email protected]

María Eugenia BacciArquitectaConsultora en turismoAv. Circ. Del SolEdificio María Eugenia, Ap. 5 BSanta Paula, SebucanCaracasVenezuelaTelf.: (58 2) 12987 43 28 Cel : 0416 612 65 34Fax: (58 2) 987 43 28E-mail: [email protected]; [email protected]

OBSERVADORES

Hernán Crespo ToralArquitectoEx Sub-director General de Cultura de la UNESCOLa Cumbre 336, Carlos Montufar - Quito 32EcuadorTelefax: (593 22) 44 72 31E-mail: [email protected]

Daniel GonzálezAntropólogoOrganización Estados Iberoamericanos para laEducación, la Ciencia y la CulturaSQS 104 – Bloco G, Ap. 605Brasilia CEP 70343-070BrasilTelf.: (55) 61 323 24 13Fax: (55) 61 224 08 49E-mail: [email protected]

Carmen MirandaBiólogaInstituto para Conservación e Investigación de laBiodiversidadAcademia Nacional de CienciasUICNAv. 16 de Julio 1732 - La PazBoliviaTelf.: (591) 2 235 06 12Fax: (591) 2 212 00 40E-mail: [email protected]

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Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca». Informe final, conclusiones y recomendaciones

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Anexo II: Acta de compromiso

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ANEXO ITexto de la inscripción del «Qhapaq Ñan - Camino Inca»

en la Lista Indicativa del Perú, 2001

«The Great Inka Trail, Qhapaq Ñan or Inka fian, was a complex road, administrative, transporta-tion and communications system that was also used as a means to demarcate the four basic divisio-ns of the so-called Inka Empire. The development of this system considered three basic characte-ristics: gathering of population, gradient of the ground, and natural composition of the soil. A mainpath started in Cusco towards each of the four ‘suyos’ (regions). The roads were inscribed in thegeography of the State.

The system comprised almost all the territory of the Andes, including nowadays Perú, Bolivia,Ecuador, Argentina and Chile. It was formed by four main roads clearly recognizable, and manysecondary roads which still are in the process of being identified (some of them may be identifiedby natural and/or artificial indicators).

Great part of the system was built over more ancient roads. It presented a series of architecturalstructures, each of which had different and specific functions. Bridges and pulley bridges usedover rivers were built to save the continuity of trails along the rugged geography of the Andes.Beside the roads, the transportation system was composed of other important architectural ele-ments such as ‘tampus’ (lodging places with storage facilities), ‘kanchas’ (rectangular spaces su-rrounded by walls enclosing several structures), ‘kallankas’ (large rectangular buildings withinthe kanchas, probably used as rest areas), storage facilities (warehouses) and other minor architec-tural elements but not of a lesser importance, such as ‘apachetas’, ‘chaskiwasis’, sacred sites,control places for people and products and other evidences such as landmarks, boundary marksand ‘huancas’.

It is important to emphasize that the purpose of the transportation system was also to connectCusco with the main administrative centers of the Inca empire, such as Vilcashuarnan (Ayacucho),Tambo Colorado (Ica), Incawasi and Pachacamac (Lima), Xauxa (Junin), Huanuco Pampa (Hu-anuco), Caxamarca (Cajamarca), Tomebamba and Ingapirca (Ecuador), Pasto (Colombia), Cocha-bamba (Bolivia), San Pedro de Atacama (Chile), and La Paya (Argentina).

The Inca transportation system had to conform to a very diverse geography, from the highmountains of the Andes to the plains of the coastal region, from the driest regions of the desert tothe small and most fertile valleys of the Andes. The system remains as an evidence of the ingenio-us constructive technology which was adapted to this difficult geography. As the trails gain accessto different landscapes a varied of natural settings complement this cultural heritage».

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Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca». Informe final, conclusiones y recomendaciones

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ANEXO IIActa de compromiso

Montevideo, marzo de 2002

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Anexo II: Acta de compromiso

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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ANEXO III«1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

Informe final, conclusiones y recomendacionesLima, 1 y 2 de abril de 2003

Documento Base para la Inscripción del «Qhapaq Ñan - Camino Inca» en la Lista delPatrimonio Mundial

Este documento tiene por objeto proponer un conjunto de planteamientos que sirvan de guía paralas intervenciones y discusiones que tendrán lugar durante la reunión internacional y los procesosque se podrán convenir orientados a la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de un biende la importancia y magnitud del Qhapaq Ñan - Camino Inca.

Antecedentes

El Qhapaq Ñan - Camino Inca, a solicitud del Gobierno del Perú, se inscribió en la Lista Indicativadel Patrimonio Mundial en el año 2002, con el respaldo de Argentina, Chile, Bolivia y Ecuador.

Ello dio lugar a que, con ocasión de la «Reunión Regional de la UNESCO sobre los InformesPeriódicos de los Sitios Inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial», realizada en Montevideo enmarzo de ese mismo año, la Representación peruana propusiera a los Representantes de Argenti-na, Bolivia, Colombia, Chile y Ecuador, la realización en Lima de una reunión técnica que permi-tiera definir y precisar conceptos, modalidades de acción y mecanismos de coordinación.

Diversas circunstancias impidieron que con anterioridad se concretara esta importante cita. Apesar de ello varias iniciativas han tenido lugar y han comenzado a generar espacios de acción y dereflexión:

• El Proyecto IUCNLa IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) presentó al BID, a fines delaño pasado, un perfil de proyecto para la creación de un «Sistema de Áreas Protegidas a lo largo dela Gran Ruta Inca», con un costo estimado en US$ 2,1 millones. Una misión del BID visitó el Perúa mediados de febrero pasado para evaluar con las autoridades peruanas la viabilidad del perfil. Seoptó por elaborar un Plan de Desarrollo Regional de carácter integral sobre el tema.

• Las reuniones en ParísEl 29 de enero de 2003, el Director del Centro del Patrimonio Mundial convocó en París a losrepresentantes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, para realizar un primer

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Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca». Informe final, conclusiones y recomendaciones

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intercambio de puntos de vista sobre los pasos a seguir y las coordinaciones a efectuar para lograr,en un plazo razonable, la inscripción del Camino Inca en la Lista del Patrimonio Mundial.

Como resultado de dicha reunión, se acordó que el Perú se encargue de la organización de unareunión técnica, con el apoyo financiero del Centro del Patrimonio Mundial, para iniciar el proce-so de concertación de criterios en torno al desarrollo de este proyecto.

Posteriormente, el 21 de febrero de 2003, la Delegación del Perú ante la UNESCO convocó alos representantes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador para informarles sobre lascaracterísticas y alcances del proyecto sobre la Ruta Inca o Qhapaq Ñan que el Gobierno del Perúviene negociando con el Banco Interamericano de Desarrollo.

• La reunión en JujuyEn Argentina (Jujuy) tuvo lugar una reunión de las provincias comprometidas en la ruta del «Ca-mino del Inca»con la participación de los especialistas locales y representantes del gobierno ar-gentino. El tema fue examinar lo que se conocía sobre los «Caminos de los Incas» en Argentina,desde Jujuy hasta Mendoza, y se llegó a programar las tareas asociadas para integrar un ProyectoNacional de Estudio de los Caminos y asimismo, apoyar la iniciativa de un proyecto multinacionalsobre el «Camino del Inca», así como la sectorización de los trabajos realizados.

• Reunión del Gobierno del Perú con el BIDEl Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno del Perú, en el mes de febrero pasado,suscribieron un Memorando de Entendimiento con el objeto de obtener fondos no reembolsablespara el proyecto «Ruta Inca-Qhapaq Ñan». El perfil de alcance regional del referido proyecto dedesarrollo ha sido distribuido a todos los países concernidos. Una vez recibida la expresión deinterés de los países por esta iniciativa, se procedería a preparar el documento final para presentara la cooperación de este Organismo Internacional.

A ello se añade que cada país ha avanzado en estudios técnicos del Camino Inca o iniciadoprogramas y proyectos que se derivan del interés suscitado.

Propósito

Presentar, analizar y construir conceptos y propuestas que permitan conciliar puntos de vista conel fin de establecer lineamientos y criterios comunes para la inscripción del Qhapaq Ñan - CaminoInca como Patrimonio de la Humanidad dentro de las categorías en uso por el Comité del Patrimo-nio Mundial, o incluso estableciendo nuevas propuestas a partir de experiencias multinacionalesya existentes, pero manteniendo los espacios de autonomía de gestión en cada país.

El Qhapaq Ñan - Camino Inca debería considerarse en su integralidad, con una visión quesupere la tradicional concepción de un camino de compleja ingeniería pre-industrial que atraviesalos Andes. En efecto, el Qhapaq Ñan - Camino Inca» constituyó un sistema vial que, aprovechan-do largos siglos de experiencia en ingeniería de caminos de las culturas pre-incaicas, logró enlazarlos principales centros religiosos y administrativos del Tahuantinsuyo, y al mismo tiempo asegu-rar la administración de un territorio muy complejo.

La presencia de «tampus», «qolcas», «kalancas» y «andenes» podría considerarse como algosecundario si se les apartara de una visión integral del sistema vial. El Qhapaq Ñan - Camino Inca,más allá de la función de comunicación física fue el eje para la transmisión de la cosmovisiónandina, siendo el principal vehículo para la difusión de técnicas de producción, de relaciones conel mundo material; para propalar lenguas de compleja estructura; para extender formas organiza-

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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tivas del trabajo y de la sociedad que aún permanecen vivas en cientos de comunidades herederasde este patrimonio y que habitan todavía a todo lo largo de su extensión.

Tan importante como su pasado es su futuro: Este es un desafío que implica la posibilidad deintegrar propuestas de desarrollo sustentable y de turismo responsable de carácter multinacional,en muchas áreas geográficas que hasta ahora han permanecido al margen de las visiones conven-cionales de un desarrollo «hacia afuera».

El reto

Llegar a acuerdos técnicos y operativos que permitan elaborar una propuesta en concordancia conla inscripción en la Lista Indicativa del Centro del Patrimonio Mundial.

La Convención del Patrimonio Mundial y los lineamientos para su aplicación establecen cua-tro categorías básicas para la inscripción de bienes de valor patrimonial en la Lista del PatrimonioMundial: «Patrimonio Natural»; «Patrimonio Cultural»; «Sitios mixtos» y «Paisaje Cultural».

El texto mismo que justifica los valores del Qhapaq Ñan - Camino Inca deja abierta la posibi-lidad de constituir un expediente con propuestas que superen la visión individual del objeto: «nose debe descartar la posibilidad de designar largas áreas lineales que representen redes significati-vas de transporte y comunicación».

Por otra parte la presentación del expediente podría hacerse individual por cada país o enconjunto. Las dos posibilidades tienen antecedentes en el Comité del Patrimonio Mundial:

• Formar parte de una única inscripción, como el «Camino de Santiago».• Mediante procesos consecutivos de inscripciones constituyendo un conjunto, como «Las For-

tificaciones del Caribe».

Por otra parte, tan importante como la definición de criterios comunes para la inscripción en laLista del Patrimonio Mundial, es la definición de lineamientos que permitan construir un eficazmecanismo de gestión y seguimiento en el manejo del bien, así como su sostenibilidad, incorpo-rando la participación de las comunidades que habitan a lo largo de este espacio y su cultura viva.

Los interrogantes

• ¿Cuánto ha avanzado cada uno de los países?• ¿A qué categoría y con que modalidad de presentación se inscribirían los distintos espacios de

valor excepcional a lo largo del Qhapaq Ñan - Camino Inca?• ¿Cuáles serían los criterios para definir los valores naturales para una posible declaratoria

como bien mixto?• ¿Cómo integrar los amplios paisajes culturales, a lo largo del camino, a los procesos de con-

servación de los valores y manejo sostenible?• ¿Cómo valorar los inseparables patrimonios inmateriales que comparten cientos de pequeñas

comunidades rurales a lo largo del sistema vial?

Propósitos

a) Plantear, discutir y concertar definiciones y principios que permitan establecer criterios unifi-cados y compartidos para iniciar la preparación de los expedientes técnicos que conduzcan a

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Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca». Informe final, conclusiones y recomendaciones

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la inscripción del Qhapaq Ñan - Camino Inca como Patrimonio Cultural y Natural de la Hu-manidad.

b) Proponer modalidades de identificación, actuación, investigación, conservación, puesta envalor u otras que permitan hacer viable el proceso de inscripción en la Lista del PatrimonioMundial.

c) Analizar criterios que propicien la participación y el desarrollo sostenible de las comunidadesque habitan a todo lo largo del territorio aledaño al Qhapaq Ñan - Camino Inca.

d) Establecer lineamientos comunes para la difusión, preservación y promoción de este patrimo-nio, con fines tanto científicos como educativos, sociales y turísticos

e) Constituir una red que facilite el intercambio permanente de información y compartir losavances alcanzados por cada país involucrado.

Conclusiones y Recomendaciones para la inscripción del Qhapaq Ñan en la Lista delPatrimonio Mundial

Los representantes de todos los países participantes coincidieron en reafirmar su compromiso paralograr el objetivo de declarar al Qhapaq Ñan, como Patrimonio de la Humanidad.

La denominación Qhapaq Ñan (Camino Inca) es una idea fuerza, que incluye una gran red deinfraestructura vial prehispánica, inclusive pre-incaica, pero integrada formalmente por los Incasen el siglo XV.

En consideración a las especificidades nacionales, coincidieron también en la conveniencia dellevar a cabo un proceso de cooperación regional con el objeto de presentar una única nominaciónpara su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial.

En ese sentido, acordaron formular las siguientes recomendaciones:

1. Que los Jefes de Estado de los países involucrados en el proyecto de inscripción del QhapaqÑan en la Lista del Patrimonio Mundial expresen su respaldo al mismo, en una DeclaraciónConjunta a ser adoptada con ocasión de la XVII Reunión Cumbre del Grupo de Río, a cele-brarse en mayo próximo, en la ciudad del Cusco.

2. Que en la XXVII Reunión del Comité del Patrimonio Mundial que tendrá lugar en China amediados del año en curso, el Centro del Patrimonio Mundial informe sobre las accionesemprendidas hasta la fecha por los Estados participantes en el proyecto y los resultados deesta Primera Reunión Técnica Regional, con el fin de definir los posibles procesos de coope-ración técnica y financiera para los dos próximos años. En tal sentido, se recomienda que elCentro del Patrimonio Mundial de la UNESCO efectúe las acciones de coordinación y segui-miento del proyecto.

3. Que para acceder a la cooperación internacional del Fondo del Patrimonio Mundial es esen-cial que los países que aún no lo hayan hecho, inscriban al Qhapaq Ñan en sus respectivaslistas indicativas.

4. Que se celebre próximamente una reunión de carácter científico en el Perú, organizada por elCentro del Patrimonio Mundial conjuntamente con los Gobiernos, para acordar lineamientos,criterios y marcos de referencia comunes, así como un cronograma de trabajo con miras a lapreparación de los expedientes correspondientes para la inscripción del Qhapaq Ñan en laLista del Patrimonio Mundial.

5. Que, en el marco de esta reunión, se propicie un debate entre las partes involucradas sobre lacategorización del Qhapaq Ñan como bien del Patrimonio Mundial.

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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6. Que se busque la complementación del proyecto de inscripción del Qhapaq Ñan en la Listadel Patrimonio Mundial con otras iniciativas, programas y proyectos, técnicos y financieros,cuyos objetivos sean concordantes con el proceso de nominación.

7. Que el Centro del Patrimonio Mundial considere la posibilidad de crear un espacio de discu-sión virtual para asegurar un intercambio permanente de ideas entre todas las partes involu-cradas.

8. Que a través de una encuesta elaborada por el Centro del Patrimonio Mundial se identifiquenlos recursos humanos, técnicos y financieros disponibles, así como también se definan lasnecesidades específicas de los países comprometidos en este proyecto, con el objeto de crearequipos multidisciplinarios que faciliten la cooperación entre los países.

9. Que, con el objeto de enriquecer y dinamizar el proceso, se aprovechen las valiosas experien-cias que, en algunos de los países involucrados en este proyecto, ya han sido llevadas a caboen términos de identificación de tramos, gestión de los sitios, elaboración de inventarios ytrabajo con las comunidades locales.

Finalmente, se establecieron preliminarmente puntos focales en cada país para la coordinación yseguimiento de la ejecución de este proyecto, la lista de los cuales figura a continuación:

ARGENTINAMaría Susana PataroMinisterio de Relaciones Exteriores, ComercioInternacional y CultoDirección de Organismos InternacionalesEsmeralda 1212, Piso 11(1007) Buenos Aires, ArgentinaTelf.: 00 5411 48197824/ 7772Fax: 00 5411 48197818E-mail: [email protected]

BOLIVIAPaz Padilla OsinagaDirector General de Patrimonio CulturalViceministerio de Cultura«Palacio Chico» c. Ayacucho esq. Potosí,La PazTelf.: 2114474 – 2200975E-mail: [email protected]

CHILEÁngel Cabeza MonteiraSecretario EjecutivoConsejo de Monumentos NacionalesAv. Vicuña Mackenna 84, ProvidenciaSantiagoChileTelefax: (562) 665 1518, 665 1521E-mail: [email protected]

PERÚLuis Guillermo Lumbreras SalcedoDirector NacionalInstituto Nacional de CulturaAvenida Javier Prado Este N° 2465, piso 8San Borja - Lima 41Telf.: (511) 476 99 33Fax: (51 1) 476 98 80E-mail: [email protected]

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Anexo III: «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca». Informe final, conclusiones y recomendaciones

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ANEXO IVDeclaración conjunta de Presidentes del Grupo de Río

Cusco, 23 de mayo de 2003

UNESDOC
Note
Página parcialmente ilegible
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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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ANEXO VCuestionario de especialistas para la

«1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

Documento elaborado por: Nuria SanzCoordinadora del Proyecto Qhapaq Ñan

Centro del Patrimonio Mundial

CUESTIONARIO I

1. Con respecto a la Convención del Patrimonio Mundial y al proceso de nominación1.1. ¿Tiene inscrito su país el Qhapaq Ñan en la lista indicativa nacional? ¿Bajo qué catego-

ría?1.2. ¿Podría confirmar si este proyecto de nominación es una prioridad para su país durante

los próximos tres años?1.3. ¿Cuáles serían los mecanismos de coordinación institucional que su país podría estable-

cer para poder avanzar en el expediente de nominación?1.4. ¿Qué institución o instituciones nacionales estarían comprometidas con la coordinación

del proceso en su país?1.5. ¿Qué otras instituciones tienen programas de trabajo orientados a coadyuvar y/o com-

plementar el proceso de nominación del bien patrimonial?1.6. ¿Existen en su país universidades; centros de investigación; asociaciones y/o ONG’s

que tengan programas y proyectos específicos relacionados con preparación de investi-gación, inventarios u otra documentación orientada a conformar el expediente de nomi-nación del bien patrimonial?

1.7. ¿Existe o sería factible designar un ente y un profesional responsable para la coordina-ción del proceso en su país?

1.8. ¿Podría estimar cuál sería la dotación técnico-financiera que sus autoridades estarían encapacidad de destinar al programa Qhapaq Ñan para adelantar un proceso de nomina-ción?

2. Con respecto al bien como Patrimonio Cultural2.1. ¿Cuál sería la definición del Qhapaq Ñan en términos de patrimonio cultural que defini-

ría su país?2.2. ¿A qué realidades hace referencia en el ámbito nacional?2.3. ¿Existe en la legislación nacional una figura de protección específica que resguarde los

bienes naturales y/o culturales que conforman el sustento de la nominación del bienpatrimonial?

2.4. ¿Existe algún instrumento jurídico específico para la protección de las rutas históricas,culturales y patrimoniales, o de los itinerarios culturales? Especificar qué tipo de figurajurídica y ejemplos nacionales.

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Anexo V: Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

127

2.5. ¿Podría Ud. brevemente indicar qué trabajos de investigación, conservación y gestiónse están adelantando en su país, específicamente orientados a preparar la nominacióndel bien patrimonial?

2.6. ¿Qué instituciones están trabajando en la protección y puesta en valor del patrimoniocultural, específicamente orientadas al bien patrimonial en el ámbito nacional, regionalo local?

3. Con respecto al bien como Patrimonio Natural3.1. ¿Podría definir el bien cultural en términos de patrimonio natural?3.2. ¿A qué realidades hace referencia en el ámbito nacional?3.3. ¿Existe en la legislación nacional alguna figura de protección que defina jurídicamente

el patrimonio natural en relación con el bien patrimonial Qhapaq Ñan?3.4. ¿Podría Ud. describir brevemente, desde el punto de vista de la protección patrimonial,

las áreas naturales que forman parte de los espacios geográficos relacionados con elQhapaq Ñan en su país?

3.5. ¿En la actualidad con qué tipo de documentación cartográfica y científica se cuentapara analizar y definir las áreas naturales protegidas relacionadas con el bien patrimo-nial? ¿Cuáles son las instituciones responsables?

3.6. ¿Se cuenta con la identificación de sitios naturales sagrados en los espacios relaciona-dos con el bien patrimonial?

4. Las Comunidades Indígenas y rurales tradicionales en el espacio del bien patrimonial4.1. ¿Qué tipo de comunidades están asociadas con los espacios del Qhapaq Ñan en su país?4.2. ¿Puede incluir información sobre legislaciones y prácticas de reconocimiento de los

derechos de las comunidades ancestrales en su país?4.3. ¿Podría indicar qué entidades nacionales, universidades o centros de investigación tie-

nen actualmente programas de trabajo en las comunidades asociadas con los espaciosdel Qhapaq Ñan en su país?

4.4. ¿Podría definir el papel de las organizaciones no gubernamentales, o de otras instanciasasociativas: federaciones, asociaciones, y entidades que fomenten la participación co-munitaria en la vida social y cultural, dentro de los espacios y territorios relacionadoscon el Qhapaq Ñan en su país?

4.5. ¿Existen en su país experiencias de gestión de sitios arqueológicos donde participen lascomunidades indígenas o rurales tradicionales?

5. Aprovechamiento turístico de los recursos culturales, naturales y comunitarios (turis-mo en comunidades)5.1. ¿Podría definir el marco de la legislación que en su país afecte a un tipo de producto

turístico como el que podría elaborarse a partir del bien patrimonial Qhapaq Ñan?5.2. ¿Existe actualmente algún un producto turístico que en su país se promociones como

Qhapaq Ñan?5.3. ¿Cuáles son las instituciones, universidades o centros de investigación que realizan

estudios estadísticos de definición de producto, de índices de visita, de estudios demercado, de proyecciones de demanda, asociados al turismo cultural y/o natural?

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Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

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CUESTIONARIO II

ENCUESTA:1. Patrimonio Cultural

1.1. Investigación y conservación1.1.1. En el caso de los sitios que forman parte del Qhapaq Ñan, ¿puede referirse al

trabajo de campo ya realizado en su país? Levantamientos topográficos, pros-pecciones o excavaciones arqueológicas, etc.).

1.1.2. ¿Se está llevando a cabo un registro o inventario de los sitios que forman partedel Qhapaq Ñan?

1.1.3. ¿Sobre qué bases tipológicas, qué criterios de caracterización, qué forma de cla-sificación de tramos, se están llevando a cabo tales registros? ¿Podría suminis-trar una ficha tipo, de cada uno, como referencia?Por ejemplo: Para el Camino en sí mismo: tipos de pavimentación, túneles, puen-tes, tipos de muros de contención, adecuaciones coloniales, adecuaciones repu-blicanas, etc. Asociados al camino: arquitectura doméstica, edificios administra-tivos, sitios ceremoniales, lugares de extracción minera, terrazas, capillas colo-niales, casas de hacienda, molinos, etc.

1.1.4. ¿Podrían presentar en la Reunión una copia cartográfica nacional del QhapaqÑan en su país?

1.1.5. ¿Existe cartografía U.T.M. o GIS?1.1.6. ¿Cuáles son las instituciones responsables de los trabajos cartográficos del Qha-

paq Ñan?1.1.7. ¿Se han realizado investigaciones en archivos históricos, eclesiásticos, universi-

tarios y/o privados, sobre cartografía histórica?1.1.8. ¿Cuáles son las instituciones responsables de dicha investigación?1.1.9. ¿Se han realizado investigaciones sobre literatura y viajes, relacionadas con el

Qhapaq Ñan?1.1.10.¿Han circulado publicaciones nacionales, científicas o de divulgación, sobre el

Qhapaq Ñan?1.1.11. ¿Qué centros de investigación o universidades están trabajando sobre los temas

de patrimonio cultural relacionados con el Qhapaq Ñan?1.1.12.¿Sobre qué temas de investigación relacionados con el patrimonio cultural del

Qhapaq Ñan se trabaja actualmente?1.1.13.¿Existen trabajos de investigadores y/o escritores a título individual?

1.2. Gestión1.2.1. ¿Qué instituciones, públicas o privadas, están trabajando en la puesta en valor

delpatrimonio cultural de los sectores identificados con el Qhapaq Ñan a nivelnacional, regional o local?

1.3. Difusión y promoción1.3.1. ¿Se han realizado exposiciones u otras actividades educativas y/o documentales

de difusión y promoción del patrimonio cultural del Qhapaq Ñan?1.3.2. ¿Existen museos, centros de interpretación o centros de visitantes, donde se mues-

tre qué es el patrimonio cultural del Qhapaq Ñan?1.3.3. ¿Existen en los libros de texto escolares definiciones y estudios sobre el Qhapaq

Ñan y su importancia cultural?

Page 124: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

Anexo V: Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

129

2. Patrimonio Natural2.1. Definición del bien

2.1.1. ¿Podría definir Qhapaq Ñan en términos de patrimonio natural?2.1.2. Desde el punto de vista de la protección patrimonial de las áreas naturales rela-

cionadas con el Qhapaq Ñan, ¿qué tipo de categorías se están aplicando? ¿Podríadar ejemplos?

2.1.3. ¿Se cuenta con documentación cartográfica, científica y cultural suficiente, parala definición de áreas naturales protegidas asociadas al Qhapaq Ñan?

2.1.4. ¿Qué instituciones en su país son las responsables de este proceso?2.2. Investigación y Conservación

2.2.1. ¿Hay inventarios y/o registros de posibles sitios naturales asociados a sectores otramos del Qhapaq Ñan?

2.2.2. ¿Se cuenta con la identificación de sitios naturales sagrados?2.2.3. ¿Qué universidades y centros de investigación están trabajando en la indagación

del patrimonio natural asociado con el Qhapaq Ñan?2.3. Gestión

2.3.1. ¿Hay instituciones trabajando en la protección y puesta en valor del patrimonionatural asociado con el Qhapaq Ñan a nivel nacional, regional o local? ¿Cuáles?

2.3.2. ¿Existen asociaciones comunitarias, ONG’s y empresas privadas trabajando enla puesta en valor del patrimonio natural asociado con el Qhapaq Ñan?

2.4. Difusión y promoción2.4.1. ¿Se han realizado exposiciones u otras actividades educativas y/o documentales

de difusión y promoción del patrimonio natural asociado con el Qhapaq Ñan?2.4.2. ¿Existen museos, centros de interpretación, de visitantes, donde se muestre la

asociación del Qhapaq Ñan con el patrimonio natural?2.4.3. ¿Existen en los libros de texto escolares definiciones y estudios sobre el patri-

monio natural asociado al Qhapaq Ñan?

3. Patrimonio inmaterial y comunidades relacionadas con el Qhapaq Ñan3.1. Definición del bien y/o investigación

3.1.1. ¿Existen inventarios del patrimonio inmaterial y de las comunidades asociadas atramos del Qhapaq Ñan?

3.1.2. ¿Qué tipo de comunidades (indígenas; mestizas tradicionales; contemporáneas,etc), están asociadas a tramos del Qhapaq Ñan? ¿Podría dar algunos ejemplos,indicando lenguas u otros valores materiales y organizativos relevantes?

3.1.3. ¿Qué conoce de las dinámicas de sus mercados, sus patrones tradicionales ocontemporáneos de producción e intercambio, sus índices migratorios, etc.?

3.1.4. ¿Qué tipo de documentación y/o registro hay de sus prácticas culturales simbó-licas, de sus ceremonias religiosas, de sus formas de espiritualidad (mitos, luga-res sagrados) de sus cosmovisiones?

3.1.5. ¿Conoce universidades o centros de investigación que estén trabajando con co-munidades asociadas al Qhapaq Ñan?

3.1.6. ¿Cuáles son las instituciones responsables de la investigación etnográfica y an-tropológica asociada al Qhapaq Ñan?

Page 125: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino

130

3.2. Apropiación, difusión y promoción3.2.1. ¿Existen proyectos de campo realizados sobre la puesta en valor de los sectores

del Qhapaq Ñan en relación con las comunidades locales? ¿Podría mencionarejemplos?

3.2.2. ¿Podría adjuntar la referencia a algunas fuentes de documentación histórica ycontemporánea sobre las comunidades andinas asociadas al Qhapaq Ñan?

3.2.3. ¿Se han realizado exposiciones u otras actividades educativas y/o documentalesde difusión y promoción de los trabajos de las comunidades indígenas para lapuesta en valor del Qhapaq Ñan?

3.3. Gestión3.3.1. ¿Existen actividades relacionadas con la recuperación de la infraestructura pro-

ductivay cultural tradicional asociada al Qhapaq Ñan?3.3.2. ¿Cómo definiría el grado de compromiso de las comunidades asociadas al Qha-

paq Ñan con su patrimonio cultural y natural?3.3.3. ¿Podría definir el papel de las organizaciones no gubernamentales, o de otras

instancias asociativas, en el fomento de la participación comunitaria dentro de lavida social y cultural de sus territorios?

3.3.4. ¿Existen en su país experiencias de gestión de sitios arqueológicos con partici-pación de las comunidades indígenas?

4. Aprovechamiento turístico de los recursos culturales, naturales y comunitarios (turis-mo en comunidades)4.1. ¿Existe/n un/varios producto/s turístico/s relacionados con tramos del Qhapaq Ñan en

supaís? ¿Cómo están definidos? ¿Qué tipo de visita se realiza?4.2. ¿Podría definir el marco de legislación turística que afecta a un tipo de producto turísti-

co como el Qhapaq Ñan?4.3. ¿Existen regulaciones especiales para las áreas, sitios y paisajes asociados al Qhapaq

Ñan, tanto para su comercialización como para su visita?4.4. ¿Existe en su país una ley de desarrollo, planificación o promoción turística? ¿De qué

manera afecta al Qhapaq Ñan?4.5. Investigación

4.5.1. ¿Existen universidades o centros de investigación que realicen estudios estadís-ticos, de definición de producto, de índices de visita, de estudios de mercado, deproyecciones de demanda, asociados al turismo del Qhapaq Ñan?

4.5.2. ¿Cuál serían los tipos de productos turísticos que podrían estar asociados al Qha-paq Ñan? ¿Puede dar algún ejemplo?

4.5.3. ¿Cuáles son las instituciones responsables de la gestión turística del patrimonionatural y cultural asociado al Qhapaq Ñan?

4.5.4. ¿Existen comisiones mixtas o interinstitucionales de trabajo entre turismo y cul-tura, naturaleza y comunidades andinas?

4.5.5. En el caso de existir, ¿cuál es el sistema de redistribución de beneficios por losboletos de ingresos a los sitios asociados al Qhapaq Ñan? ¿Qué parte se asignapara la conservación? ¿Qué parte se destina a las comunidades?

4.5.6. ¿Cuál es la participación de las comunidades locales en la puesta en valor turís-tico del patrimonio asociado al Qhapaq Ñan? Ejemplos.

4.5.7. En el caso de existir, ¿cuál es el tipo de promoción y comercialización nacionalo internacional del producto Qhapaq Ñan o de los subproductos asociados?

4.5.8. ¿Existe una imagen de marca turística Qhapaq Ñan en su país?

Page 126: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

Anexo V: Cuestionario de especialistas para la «1ª Reunión Técnica Regional Qhapaq Ñan - Camino Inca»

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ANEXO VIPropuesta de Cusco

Page 127: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

Tejiendo los lazos de un legado.Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino:

hacia la nominación de un patrimonio común, rico y diverso, de valor universal

fue impresa en los talleres deSiklos S. R. Ltda.

Junio de 2004

Page 128: Tejiendo los lazos de un legado: Qhapaq Nan - Camino Principal

El «Qhapaq Ñan - Camino Principal Andi-no» fue el eje central del proyecto político-eco-nómico del Imperio Inca. Este camino princi-pal, de una longitud estimada de 6.000 km, ser-vía de enlace a una red articulada de caminose infraestructuras construidas a lo largo de másde 2.000 años de culturas andinas que prece-dieron a los Incas. Todo este conjunto de cami-nos, de más de 23.000 km, vinculaba diversoscentros productivos, administrativos y ceremo-niales.

El camino «Camino Principal», por otros de-nominado «Camino Troncal de la Sierra», arti-cula las altas cimas de las montañas andinas,cuyo trazado más visible se delimita entre Qui-to y Mendoza. A esta espina dorsal, que se aven-tura por las más altas cumbres, la acompañanotras vías que extienden su trazado N/S a lolargo de la costa del Pacífico. Entre ambas, amodo de corredores transversales, otros tan-tos caminos comunican costa, amazonía y puna.

La propuesta de inscripción de «QhapaqÑan - Camino Principal Andino» en la Lista delPatrimonio Mundial, constituye una excelenteoportunidad para incluir en la elaboración del

expediente de presentación, la experiencia acu-mulada en las tres décadas de vigencia de laConvención del Patrimonio Mundial, Natural yCultural.

No es otra la razón por la cual el Centro delPatrimonio Mundial auspicia la realización deencuentros técnicos entre países firmantes dela Convención, que comparten en su territoriouna herencia cultural y natural excepcional: el«Qhapaq Ñan». Una vía de comunicación, queen un continuo proceso de transformación, através de los siglos, permitió la difusión y ma-durez de las culturas regionales; una relaciónarmónica entre hombre y naturaleza, que faci-litó la gestación y apropiación de valores cultu-rales y productivos.

La experiencia de este importante procesotransnacional para la inscripción y posterior ma-nejo de un bien de importancia universal comoel «Qhapaq Ñan», servirá, sin duda alguna, paraestablecer nuevos criterios y dinámicas formasde trabajo conjunto entre países que compar-ten bienes patrimoniales comunes, sea por con-tinuidad espacial, o fruto de la dinámica socio-histórica que los generaron.