-Amor como cuidado y conocimiento de sí mismo. Conócete a ti mismo, cuídate a ti mismo. El Amor es la parte activa de una tríada: Amor, conocer, cuidar. Además, es la parte activa de otra tríada: Amor, Inteligencia, Ciencia. El Amor (agente, positivo, activo, masculino), deviene en la obtención de la Inteligencia (paciente, negativo, pasivo, femenino) que por Ley de Tres genera la Ciencia.

-El Amor como Piedad, pero no como una piedad convencional que ubica una relación de diferencia en la cual hay uno que perdona o salva a otro. Piedad como actos de amor con respecto de los otros.

-El hermetismo como filosofía de la Piedad o filosofía piadosa. Una piedad relacionada con el Amor como energía, no como afecto. Amor que revela la ubicación de cada uno en el cosmos. Amor que se recibe del plano de lo increado y se difunde en la creación cuando se manifiesta. Filosofía que lleva a la aceptación de todos, de todo y de si mismo porque en todos y en todo hay una chispa del Todo. El amor que deja de lado las cosas malas para permitir la Ciencia, el reconocimiento de lo bueno, siendo así la filosofía de la piedad. Reconociendo lo sacro en todo y en todos, se llega a la Piedad.

-El Amor lleva a la compresión, a la conciencia. Tomar conciencia es la aceptación de toda la creación, la superación de las polaridades que se dan en este plano. Es la aceptación de los otros que nace por revelación de la chispa del Todo que está en cada creatura.

-El Amor para la aceptación de los demás es también una energía que lleva a simpatizar con las debilidades ajenas. El cultivo de la relación con los demás y su comprensión porque se aceptó al otro. Se requiere de cultivar la meditación, silencio interior para que la energía superior del amor se manifieste a través de nosotros. Es el Amor una energía que puede dirigir al amor sentimiento o afecto, así como a la inteligencia, la voluntad. El silencio y el secreto del trabajo interior son inseparables del Amor.