talens_práctica crítica y reflexión metapoética

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TALENS, Jenaro (1980). “Práctica crítica y reflexión metapoética” en Alonso Hernández, José Luis (red.). Teorías semiológicas aplicadas a textos españoles. Zamora: Universidad de Groningen (Holanda). (¿Libro USC?) (232) No hay “sistema”, sino obras concretas e individualizadas que se distancian entre sí siguiendo una trayectoria propia e instransferible. Por supuesto que la producción de sentido que solemos denominar “información suministrada por la obra” no es tal, puesto que no está en la obra sino que es producida a partir de ella. En una primera aproximación, podríamos resumir este tema diciendo que la obra no comunica (o al menos, no lo es porque comunique), sino que expresa, permitiendo ser significada, y en consecuencia, poseer sentido… La experiencia estética (literaria o poética en el caso que nos ocupa) es de tipo sensible y no intelectiva; la intelección funciona siempre a poesteriori. …la ambiguamente llamada metapoesía, propia de la generación española surgida con posterioridad a 1965. … propondré, en primer lugar, unas cuantas premisas básicas de las que parto y que por razones de tiempo no me será posible más que enunciar: a) (233) un texto literario no es una presencia-objeto, sino un especial discursivo en acto. Espacio de escritura haciéndose, dentro del cual se dan las condiciones para que un enunciado (esto es, un conjunto de proposiciones) pueda enunciarse en tanto enunciado-situación. a.1. Interpretar un texto, por tanto, no es sino una lectura productora de sentido de ese espacio y no una mera actualización de su significado implícito. a.2. La producción de sentido no debe entenderse en términos de polisentido… sino en tanto sometida a lo que ene otro lugar he llamado restricción semántica. El texto impone la dirección de la lectura, de lo contrario cualquier interpretación sería plausible, válida y arbitraria, y la existencia misma de un método analítico quedaría injustificada. a.3. Definiremos el espacio del texto como una estructura articulada a dominante estética (de goce), y su lectura/interpretación como la producción de sentido a partir de ella. b) No hablaremos de comunicación/significación… sino de sentido. En alguna medida podremos definir el lenguaje literario

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Page 1: Talens_Práctica Crítica y Reflexión Metapoética

TALENS, Jenaro (1980). “Práctica crítica y reflexión metapoética” en Alonso Hernández, José Luis (red.). Teorías semiológicas aplicadas a textos españoles. Zamora: Universidad de Groningen (Holanda). (¿Libro USC?)

(232) No hay “sistema”, sino obras concretas e individualizadas que se distancian entre sí siguiendo una trayectoria propia e instransferible. Por supuesto que la producción de sentido que solemos denominar “información suministrada por la obra” no es tal, puesto que no está en la obra sino que es producida a partir de ella. En una primera aproximación, podríamos resumir este tema diciendo que la obra no comunica (o al menos, no lo es porque comunique), sino que expresa, permitiendo ser significada, y en consecuencia, poseer sentido… La experiencia estética (literaria o poética en el caso que nos ocupa) es de tipo sensible y no intelectiva; la intelección funciona siempre a poesteriori.

…la ambiguamente llamada metapoesía, propia de la generación española surgida con posterioridad a 1965. … propondré, en primer lugar, unas cuantas premisas básicas de las que parto y que por razones de tiempo no me será posible más que enunciar:

a) (233) un texto literario no es una presencia-objeto, sino un especial discursivo en acto. Espacio de escritura haciéndose, dentro del cual se dan las condiciones para que un enunciado (esto es, un conjunto de proposiciones) pueda enunciarse en tanto enunciado-situación.

a.1. Interpretar un texto, por tanto, no es sino una lectura productora de sentido de ese espacio y no una mera actualización de su significado implícito. a.2. La producción de sentido no debe entenderse en términos de polisentido… sino en tanto sometida a lo que ene otro lugar he llamado restricción semántica. El texto impone la dirección de la lectura, de lo contrario cualquier interpretación sería plausible, válida y arbitraria, y la existencia misma de un método analítico quedaría injustificada. a.3. Definiremos el espacio del texto como una estructura articulada a dominante estética (de goce), y su lectura/interpretación como la producción de sentido a partir de ella.

b) No hablaremos de comunicación/significación… sino de sentido. En alguna medida podremos definir el lenguaje literario en términos de lenguaje de publicidad, según la conocida fórmula de Jean-Pierre Voyer: “lenguaje que habla de lo que no vende, para vender aquello de lo que no habla”… Lo publicitario no se distingue de lo literario en tanto éste no sustituya la univocidad de su objeto por la dispersión o ausencia de objetos en que polarizar su posible acción. Es en esa medida en la que podemos considerar gran parte del trabajo metapoético del lenguaje publicitario.

c) Siempre es un yo el que habla… de hecho ese yo es también un espacio articulado y articulable, y construido a partir del texto (el yo real no tiene acceso al lenguaje).

d) Todo lenguaje es siempre lenguaje de poder, por cuanto la posesión de los significados es una cuestión de posesión de los códigos que los cifran y descifran… La cuestión es ver si el trabajo literario reproduce ese poder o intenta destruirlo; y aquí llegamos a la cuestión de la metaliteratura, la metapoesía.

En principio el concepto operativo proviene de la utilización metafórica de un término tomado de la lingüística: metalenguaje, entendiendo como tal un sistema semiótico cerrado, autónomo y articulado, es decir, un lenguaje cuya particularidad rside en el hecho de tener otro lenguaje como universo referencial. La metapoesía sería, en ese sentido, un lenguaje que tiene como universo de referencia el lenguaje

María Clara Lucifora, 05/12/09,
Esto es de lo que hablaba Osvaldo Silvestre sobre la materialidad de la literatura, distinta de la teoría de la interpretación ineludible. El que sea de tipo sensible equivale a decir que es “presencia”.
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poético. (234) En primer lugar, conviene aclarar que, al igual que el metalenguaje, la metaliteratura no debe confundirse como la función metapoética (metaliteria) de un determinado mensaje. No se la define como función ni como mensaje, sino como tal metaliteratura, es decir, como lenguaje. Ahora bien, en tanto lenguaje, la metapoesía debe poseer sus características… el lenguaje divide en unidades mínimas, articula y estructura su universo referencial. Si la metapoesía posee esta característica, quiere decir qu, o bien es redundante (hace lo que previamente constituye la poesía como lenguaje), o bien estructura un lenguaje que previamente no lo estaría, lo que, de entrada, resulta contradictorio con la definición misma de la poesía como lenguaje. ¿Cuál es, por otra parte, el universo referencial de la poesía como lenguaje?... la realidad conformada históricamente como literatura, las otras obras… Lo fundamental, en todo caso, es la [relación] que se establece con la realidad a que pertenece [la literatura], por una parte, y con lo real, por otra. En cuanto éste último no accede al lenguaje, la relación que entre ambos espacios se desarrolla es del orden de lo simbólico y funciona más que por medio del lenguaje, a través de las figuras que lo recorren. Cuanta mayor sea la incidencia en esas fisuras (los huecos, los silencios), mayor será el grado de trabajo en esa relación. Pero en cuanto a la que atañe al binomio obra concreta/realidad-literatura es claro que puede ser tal que haga centro motor de su desarrollo el análisis de lo que la hace posible: es lo que llamaremos la función metaliteraria (metapoética), sin por ello constituirse en lenguaje como tal…

Cabría establecer tres categorías diferenciadas en que se manifiesta la función metapoética: a) como lenguaje analítico; b) como lenguaje reflexivo y c) como lenguaje crítico.

La primera doble distinción, que tomo de Habermas, define por una parte el lenguaje analítico como el uso del lenguaje que toma la metacomunicación sólo como medio (235) para alcanzar un entendimiento en tanto objeto, y por otra, el lenguaje reflexivo como el uso del lenguaje que toma la posible comunicación sobre objetos … sólo como medio para alcanzar un entendimiento acerca del sentido en que se aplican los enunciados… Mientras el primero constituye su autonomía como clausura y se desarrolla en el interior del código cuyas actualizaciones analiza, el segundo niega esa autonomía al tratar de buscar las inscripciones de otros lenguajes (otras realidades) en la literatura. Ninguno, sin embargo, se centra en la relación simbólica con lo real, cuya no-presencia en cualquier tipo de lenguaje constituye, de hecho, la principal inscripción (represión) del poder. Es el tercer tipo de lenguaje apuntado antes el que aborda esta problemática, no usando aquel como medio sino simplemente usándolo, dejándole hablar, dejando que el deseo hable a través suyo… sin finalidad, por tanto, sin implicaciones de saber… ni de juicios de valor… Este tercer tipo de utilización de la función metapoética del lenguaje “poesía” como dispositivo de trabajo es así, quizá, la única, de las tres citadas, a la que podría otorgarse ese papel desenmascarador comentado antes, por cuanto, en su práctica, lo realiza aunque no hable de él. Y en la medida de su propuesta de desorden, de propiciar la expresión de lo indecible (lo real), no sólo niega que todo esté dicho sino que afirma su carácter de no clausura, de continuum, de interminable, de todo lo por decir.

María Clara Lucifora, 05/12/09,
Es importante tenerlo en cuenta!!!