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TABAQUISMO: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de tabaco mata en la actualidad a más
de cinco millones de personas al año y dentro de los cinco principales riesgos de mortalidad es la
causa de muerte más prevenible; asimismo según la OMS más del 70% de las muertes por cáncer de
pulmón, bronquios y tráquea son atribuibles al consumo de tabaco y de mantenerse la tendencia
actual se proyecta que para el año 2030 el consumo de tabaco matara más de ocho millones de
personas al año. Por dichas razones el consumo de tabaco es una prioridad de salud pública, la cual
intenta su regulación mediante, por ejemplo, prohibiciones de publicidad directa e indirecta,
aumentos de impuestos y precios de productos de tabaco, creación de espacios sin humo en los
lugares públicos y de trabajo, y mensajes sanitarios visibles y claros en los paquetes de tabaco.
A partir del artículo de Fritz L. Laux (2000) se indica la existencia de diversas críticas por parte de
algunos economistas académicos a las políticas de salud pública encaminadas a la regulación del
consumo del tabaco por su carencia en una adecuada justificación analítica del bienestar. El autor
pretende abordar dichas críticas al exponer como falla de mercado a los costos impuestos por el
comportamiento de fumar en los fumadores mismos, denominándolo como una externalidad
intrapersonal o de adición, lo que de lejos presenta como los costos sociales más grandes de fumar; y
sustenta la falla de mercado con 3 argumentos fundamentales que se refieren a los fumadores
jóvenes, los fumadores adultos y su comportamiento irracional, y los efectos de pares que magnifican
los costos de los anteriores argumentos; de manera que como resultado, defiende la intervención del
estado en el control y la mitigación de los efectos negativos generados por esta falla.
De modo general, la adolescencia es una etapa caracterizada por la rebeldía hacia las normas y
autoridades, la exploración y experimentación de nuevas cosas, y la vulnerabilidad atribuida a la falta
de experiencia. Para el caso colombiano, según la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes
(EMTAJ), realizada por el Instituto Nacional de Cancerología, mostró que cerca del 10% piensa que
por ser fumador se es más atractivo y el 23% cree que por ello se tiene más amigos; por otra parte
cerca del 22% de los adolescentes entre 13 y 15 años fuman, iniciando el consumo alrededor de los
12 años. De ahí que, para la juventud el consumo de tabaco esté relacionado con factores
psicosociales como la búsqueda de independencia, rebeldía y aceptación social, lo cual influenciará a
su vez el consumo de los compañeros o personas alrededor (efecto de pares); ejemplo de esto, es que
según el Ministerio de Salud para el 2007 en Colombia el consumo de cigarrillo (prevalencia de uso
del último mes) es cercano al 10% entre los adolescentes de 11 a 18 años de edad, y el consumo entre
los hombres es superior al de las mujeres, 11,9% versus 7,9%. Por todas estas razones el
comportamiento de fumar no se verá reflejado como las preferencias reveladas racionales de los
jóvenes que maximizan su bienestar; en consecuencia se justifica que las decisiones de consumo de
los jóvenes sean guiadas por los padres y los gobiernos.
Ahora bien, según Fritz L. Laux (2000), los efectos de la adicción al tabaco que se adquiere cuando
se consume cigarrillo de joven se traduce en una estimación de entre 1.5 y 19 años de tabaquismo en
adultos. Para Colombia, la cifra de adultos fumadores está alrededor de los seis millones y
anualmente mueren alrededor de 21 mil personas por enfermedades asociadas al consumo de
cigarrillo, además de que el 60% de los fumadores, aproximadamente, empezaron a consumir tabaco
antes de los 13 años y más del 90% antes de los 20, lo que demuestra de manera clara, una causalidad
del comportamiento de los fumadores adultos con la adicción adquirida por el consumo de tabaco
cuando eran jóvenes.
Es así que para Colombia la mortalidad registrada en 2009 en las Estadísticas Vitales del DANE, da
cuenta que 13.759 muertes fueron atribuidas al consumo de tabaco, representando el 14,3% del total
de los fallecimientos registrados en ese año en el país. Como consecuencia de lo anterior, y apoyando
lo expuesto por el autor, existen dudas con respecto a la racionalidad del consumo de cigarrillos por
parte de los adultos y esto se da a través de la incapacidad de ver (miopía) y cuantificar los costos
presentes y futuros del tabaquismo, los cuales no se ven reflejados en los impuestos pigovianos;
muestra de esto es, que para Colombia, se calcula que el sistema de salud tiene que pagar en los
gastos de atención médica para los fumadores enfermos recursos por $3,1 billones, que sumados a
los $1,2 billones correspondientes a la pérdida de ingresos económicos por mortalidad y discapacidad
asociadas al tabaquismo, no corresponden a la suma del total de los jornales de trabajo en la
producción del tabaco, el pago a los empleados de la industria y el recaudo nacional de impuestos al
tabaco1 (que corresponde para 2015 a $658.95 por cada cajetilla de 20 unidades).
Finalmente, favoreciendo la conclusión del autor, el consumo de cigarrillos está influido
considerablemente por la adicción, que es adquirida de joven (y magnificada por el efecto de pares) y
mantenida de adulto, la cual genera una externalidad intrapersonal que se justifica ser tratada
mediante la intervención estatal a través de diferentes políticas de salud pública que permitan una
disminución en el consumo de tabaco (de jóvenes y adultos) y sus efectos mortales. Para Colombia,
existe evidencia de mejora del fallo de mercado, a través de políticas intervencionistas como la
1 Boletín electrónico para los actores del sistema de salud en Colombia [En línea] no. 42 agosto 26 de 2013. [Fecha de Consulta: 12 Marzo
de 2015]. Disponible en: http://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/COM/Enlace_MinSalud_42.pdf
prohibición de la venta al detal (o menudeo) de todos los productos de tabaco; prohibición de toda
forma de promoción, publicidad y patrocinio de todos los productos del tabaco; y una regulación más
estricta hacia la vente a menores de edad, que se ven reflejados en una disminución del consumo de
tabaco actual en jóvenes y su proyección de consumo futuro; adicionalmente, políticas como
ambientes libres de humo en todos los lugares de trabajo, interiores y lugares públicos cerrados; han
tenido impactos positivos en los efectos sobre la salud de los fumadores pasivos. Gracias a todas esas
políticas intervencionistas, Colombia es pionero en la prevención del consumo del tabaco en
Suramérica.
BIBLIOGRAFÍA:
Laux, Fritz L. (2000). Addiction as a market failure: using rational addiction results to justify tobacco
regulation. Journal of Health Economics 19 (2000). 421–437
Boletín electrónico para los actores del sistema de salud en Colombia [En línea] no. 42 agosto 26 de
2013. MinSalud [Consulta: 12 Marzo de 2015]. Disponible en:
http://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/COM/
Enlace_MinSalud_42.pdf
Nuevas medidas para el control del consumo de tabaco en Colombia. [En línea]. Información
Institucional. Ministerio de la Protección Social. [Consulta: 12 Marzo de 2015]. Disponible en:
http://www.javeriana.edu.co/documents/245769/320570/Medidas+consumo+tabaco.pdf/2871e472-
8649-4652-af37-6c5e28d706e3
Socialización del informe final de evaluación de necesidades para la ampliación del Convenio Marco
de Control del Tabaco Cifras oficiales para Colombia. [En línea]. MinSalud. [Consulta: 12 Marzo de
2015]. Disponible en: http://www.minsalud.gov.co/Documents/General/Cifras-tabaco-Colombia.pdf
Iniciativa Liberarse del Tabaco. [En línea]. Organización Mundial de la Salud. [Consulta: 12 Marzo
de 2015]. Disponible en: http://www.who.int/tobacco/health_priority/es/
Camilo Alberto Acuña Mancilla 1018437651