t1 10176739 la noche de las valientes - planetadelibros · en medio de un mar de nubes, el sol...
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A C A B A D O S
D i S E Ñ A D O R
E D I T O R
C O R R E C T O R
E S P E C I F I C A C I O N E S
nombre: Silvia
nombre: Marta V., Iván
nombre:
Nº de TINTAS: 4/0
TINTAS DIRECTAS:
LAMINADO:
PLASTIFICADO:
brillo mate
uvi brillo uvi mate
relieve
falso relieve
purpurina:
estampación:
troquel
título: La noche de las valientes
encuadernación: Rústica con solapas
medidas tripa: 13 x 19,5 cm.
medidas frontal cubierta: 13,2 x 19,5
medidas contra cubierta: 13,2 x 19,5
medidas solapas: 8
ancho lomo definitivo: 7 mm
OBSERVACIONES:
Fecha:
Destiny
Es la legendaria escuela ubicada en el cielo de Aura. En ella, las jóvenes Melowy aprenderán a desarrollar su poder, a ser valientes y a en-contrar su camino.
El sueñose cumple
La noche de las valientes
El día de la felicidad
El canto de la luna
El encanto del hielo
El libro secreto
La noche de las valientes
La noche de las valientesEn plena noche, la profesora de Técnicas de Defensa ha dejado a Electra y sus amigas en un bosque para poner a prueba su valentía. Las Melowy tendrán que construirse un refugio, buscar comida y sobrevivir hasta el día siguiente.
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10176739PVP 7,95 €
www.planetadelibrosinfantilyjuvenil.com
¡5 amigas en lasalas de un sueño!
Maya, Electra, Selene, Clío, Kora
Danielle Star
La noche de las valientes
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Todos los nombres y personajes relacionados en este libro son copyright de Atlantyca Dreamfarm s.r.l. y licencia exclusiva de Atlantyca S.p.A. en esta versión original. Todos los derechos reservados.
Textos: Danielle StarColaboración editorial: Lucia VaccarinoIlustraciones: Nicoletta Baldari, Barbara Bargiggia, Alessandra Bracaglia, Igor Chimissu, Erika De Pieri, Miriam Gambino, Emilio Urbano, Patrizia Zangrilli
Título original: La notte del coraggioVersión original publicada por RCS Libri S.pA. (Fabbri Editori)© de la traducción: Helena Aguilà, 2016
Destino Infantil & Juvenilinfoinfantilyjuvenil@planeta.eswww.planetadelibrosinfantilyjuvenil.comwww.planetadelibros.comEditado por Editorial Planeta, S. A.
© 2016 - Atlantyca Dreamfarm s.r.l., Italia © 2017 de la edición en lengua española: Editorial Planeta, S. A.Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona
Derechos internacionales © Atlantyca S.p.A., Via Leopardi, 8, 20123 Milán - [email protected] / www.atlantyca.com
Primera edición: marzo de 2017ISBN: 978-84-08-16750-1Depósito legal: B. 176-2017Impreso en España - Printed in Spain
El papel utilizado para la impresión de este libro es cien por cien libre de cloro y está calificado como papel ecológico.
No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Arts. 270 y siguientes del Código Penal). Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47.
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1.
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En Destiny, la escuela para Melowy colgada en medio de un mar de nubes, el sol había salido hacía unas cuantas horas. Las alum-nas ya estaban en el aula, esperando a la nue-va profesora.
De repente, se abrió la puerta y un tornado sacudió a las potrillas, que estaban sentadas en sus pupitres.
La profesora Tornado
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El tornado voló haciendo remolinos hacia la mesa de la profesora, levantando papeles, lápi-ces y libros. No era una de esas tormentas con nombre femenino que se elevan hacia el cielo y destruyen campos y ciudades. Era una cria-tura de carne y hueso.
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Vestía una ca-zadora de cuero y un
sombrero vaquero que debía tener cien años.
Llevaba varios cin-turones y el aliento no le olía precisamente a menta.
Era ella. La temible profesora de Técnicas de Defensa.
Entre las alumnas se empezaron a oír ruidos de sillas y también murmullos inquietos.
—¡Silencio! —advirtió la profesora—. En can -tada de conoceros. Me llamo Ariad na y me
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han asignado la difícil tarea de enseñaros a sa-lir adelante solas en cualquier circunstancia. Así es que no perdamos un tiempo precioso, blandengues: vamos a empezar la clase. ¿Sabéis por qué estáis aquí hoy?
Ninguna Melowy se atrevía a hablar.—¿Se os ha secado la lengua?Electra fue la primera en responder.—Estamos aquí... para afrontar la prueba de
supervivencia.—Exacto, querida. ¿Cómo te llamas?—Electra.—Como ha dicho vuestra compañera Eléc-
trica, estáis aquí para someteros a la dificilísi-ma prueba de supervivencia. En realidad... po-cas sobreviven a ella.
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Al pronunciar las últimas palabras, la profe-sora Ariadna se rio como si hubiera dicho algo muy gra cioso.
—Perdone... —la decidida Melowy de ca-bello rojo fuego se atrevió a hablar de nuevo—. No me llamo Eléctrica, sino Electra.
—Tienes razón, Demetria, aunque es mejor que sepáis que me cuesta bas-tante recordar los nombres... Bue-no, volvamos al tema: ¿para vo-so tras, blanden-gues, qué signi-fica «so bre vivir»?
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—Blandengue lo será ella –le susurró Kora a Maya que estaba delante de ella.
Las cinco compañeras se habían sentado jun-tas, porque no conocían bien a las otras Me-lowy y se sentían perdidas en aquella inmensa aula, con las paredes tapizadas de libros y las altas cristaleras desde las que se veía todo Des-tiny con su mar de nubes.
—La nueva profe parece muy antipática...Esta vez fue Clío quien habló. Sus amigas se
volvieron hacia ella; sentían curiosidad por sa-ber qué diría y añadió:
El origen de Clío era tan misterioso como las estrellas. La habían encontrado en la escalera de Destiny cuando era un bebé y no conocía su reino ni a sus padres, pero siempre decía cosas
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originales y se atrevía a dar su opinión, aunque fuera distinta a la del grupo.
—Sobrevivir significa seguir con vida des-pués de pasar por situaciones peligrosas, como...
La Melowy sin reino no tuvo tiempo de aca-bar la frase, porque Selene la interrumpió:
—...Como pasar una semana entera sin po-der escuchar música rock.
La profesora de Técnicas de Defensa abrió la boca y luego la cerró como si se hubiera tra-gado una fruta en mal estado. O una cuchara-dita de jarabe amargo...
—¿Cómo te llamas, querida?—Selene.—Muy bien, Irene, verás como con el tiempo
y la experiencia se te aclararán un poco las
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ideas... ¿Alguien más quiere explicar qué signi-fica «sobrevivir»?
—Significa seguir con vida después de... ¿una visita al dentista? —preguntó Maya.
—¡O después de comer un plato de coliflor que no huele demasiado bien y, además, sin sal-sa! —dijo Electra muy convencida.
—Mis jóvenes y que-ridísimas potrillas, qué fuerte, ejem, qué suerte tenéis de estar aquí. Creo que ha llegado el momento de saber el verdadero signifi-cado de la palabra
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«sobrevivir». Ahora, levantaos y po-neos en fila. Os llevaré al Bosque de los Colores, un lugar má gico cerca del castillo de Destiny. Allí aprenderéis muchas cosas. Por ejemplo, a construir un refugio para la noche. A encender un fue-go. A alimentaros con las frutas de la naturaleza. Y recordad: no tendréis demasiado tiempo para terminar todas las fases de la prueba. Como máximo a las diez de la mañana deberéis volver al cam-pamento... vivas, por supuesto.
Luego la pro fesora Ariadna se echó a reír, pero nadie rio con ella.
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—Perdone, ejem... es que no tenemos reloj —dijo Electra.
—¡Qué reloj! ¡Nada de reloj! ¿Es que nunca miras el sol, tesoro? ¡No hay mejor reloj! Y tú lo sabes muy bien, porque eres del Reino del Día —dijo Ariadna. Luego añadió, dirigiéndose a las demás—: La escuela os ha preparado estas mochilas, y dentro encontraréis todo lo necesario para la prueba.
Hizo una señal con la cabeza, lanzo unos ra-yos rosados y, en la espalda de cada Melowy, apareció una mochila con el color de su piel o el de sus alas.
—Me gustan los detalles... y éste me queda muy bien —le comentó Kora a Electra, ense-ñándole su bonita mochila azul hielo.
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—Qué profesora tan rara... —comentó su compañera—. No se acuerda de nuestros nom-bres, pero sí sabe de qué reino somos.
—Yo la congelaría y después la encerraría en el congelad...
Pero antes de que Kora terminara de hablar, la profesora Ariadna llamó de nuevo la atención
a sus alumnas.—Una cosa más,
blandengues: para re sistir en el bos-que y aprender to-dos sus secretos, no iréis con las amigas, sino en gru pitos de seis.
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Entonces Kora, Electra, Maya, Clío y Selene se miraron: «¡Ni se le ocurra separarnos!».
—Vosotras ya sois cinco —dijo la profesora, como si les hubiera leído el pensamiento—. ¿Y ahora decidme, quién quiere unirse a este grupito?
—Yo —respondió una voz desde el fondo del aula.
—¡¿Eris?! —se extrañó Electra al verla acer-carse rápidamente.
—¿Por qué quiere ir con nosotras?, si no nos soporta —murmuró Selene, intentando que Ariadna no la oyera—. Y desde que me tiró pin-tura por encima en el musical, yo tampoco la soporto a ella.
—Es probable que quiera conocernos mejor. Con ese carácter que tiene, seguro que no debe
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tener demasiadas amigas en Destiny —comentó Electra en voz baja.
—Mmm... no me fío de-masiado —dijo Clío—, pero quizá debería darle una oportunidad.
—Si Eris quiere que seamos ami-gas, yo estoy aquí. —Maya era muy sensible y siempre estaba dispuesta a ayudar a la gente con problemas.
—Sí, estamos aquí —dijeron el resto de sus compañeras.
—A ver, blandengues, ¿qué es este ruido tan molesto? —las riñó Ariadna—. ¡Callaos de una vez, por favor!
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De repente Kora se volvió hacia la mesa de la profesora y...
¡Ariadna había desaparecido!Absorbida por las sombras y las ramas.Las paredes del aula ya no existían.En su lugar había un bosque espeso.
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