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TM MARTES 8.MAY.2018 HERALDO DE ARAGÓN 04 EN CUERPO AJENO Una de las campañas de comu- nicación científica más exitosas la protagonizó el físico Jean Foucault en 1851. Quiso reu- nir a los mejores investigadores de la época en la presentación de su famoso péndulo alojado en la cú- pula del Panteón de París y redac- tó una invitación que forma parte de la historia de la ciencia: «Usted está invitado a ver cómo gira la Tierra». Algo de este estilo podría ser el reclamo de La Máquina de Ser Otro: «Usted está invitado a sentir cómo es tener otro cuerpo». Porque aquellos que prueban es- te dispositivo experimentan cómo es ver el mundo siendo otra mu- jer, otro hombre, un amigo cerca- no, un extraño, un anciano o un ni- ño, con solo unas gafas inmersivas y una cámara de vídeo. ¿QUÉ ES LA MÁQUINA DE SER OTRO? Desarrollada en Barcelona por el colectivo Beanotherlab, equipo interdisciplinar formado por in- genieros, neurocientíficos y artis- tas, e instalada ahora mismo en Etopia, esta tecnología sorprende por su sencillo funcionamiento. Los sujetos participan por pa- rejas, ambos con gafas inmersivas en las que se proyecta la imagen de una cámara situada en las ga- fas que lleva el participante con- trario. Cada integrante, por tanto, tiene acceso al vídeo registrado desde la perspectiva del otro usuario. Al probarse las gafas y abrir los ojos frente a un espejo, encontrarán la cara de otra perso- na. Mirarán hacia abajo y verán unas manos que no son las suyas. ¿Cómo logra el cerebro hacer creer que ese otro cuerpo es el TECNOLOGÍAS COGNITIVAS EMERGENTES >LA EXPERIENCIA DE ‘SER OTRO’ ¿Cómo sería el mundo si pudiéramos verlo a través de unos ojos distintos? ¿Cómo sería cambiarse el cuerpo con el de otra persona y saber qué se siente? ¿Nos ayudaría a entendernos mejor entre nosotros? ¿Nos ayudaría a comprender la realidad que el otro experimenta? TEXTO MANUEL G. BEDIA FOTOS TONI GALÁN UN SISTEMA DE REALIDAD VIRTUAL CORPORIZADA ESTÁ ABIERTO AL PÚBLICO ESTOS DÍAS EN ETOPIA EN PORTADA nera casi mágica, experimenta que esa mano le pertenece de un modo tan real como siente habi- tualmente que su cuerpo le obe- dece. Sucede de manera instan- tánea: el cerebro reconoce un cuerpo distinto pero lo asimila como propio. Gracias a esta sincronización de movimientos, los miembros de cada pareja logran una coordi- nación que les permite cambiar su autopercepción corporal y ex- perimentar la sensación de habi- tar un cuerpo ajeno. SINCRONIZACIÓN Y EMPATÍA Pero el efecto de la máquina no se redu- ce a este sorprendente intercam- bio corporal momentáneo. Los desarrolladores han estudiado cómo esta experiencia de sincro- nización despierta empatía por el otro sujeto. Tras participar, los ju- gadores manifiestan una cerca- nía instintiva y una visión del otro de una manera más armóni- ca y respetuosa. «Es desorienta- dor, nunca has tenido una expe- riencia como esta en tu vida», di- cen quienes lo prueban. A diferencia de otros proyec- tos que usan realidad virtual o avatares digitales, La Máquina de Ser Otro no posee alta sofistica- ción tecnológica. ¿Cómo es posi- ble engañar con tanta facilidad a nuestro cerebro? La explicación la proporciona una rama de la ciencia cognitiva que se autode- nomina cognición corporizada. EL AUTOR PERTENECE AL INTERACTIVE SYSTEMS, ADAPTIVITY, AUTONOMY AND COGNITION LAB (ISAAC LAB). INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN INGENIERÍA DE ARAGÓN (I3A) Dos personas experimentan la sensación de sentirse en el cuerpo del otro en la instalación ‘La Máquina de Ser Otro’, abierta al público en Etopia. de uno? ¿No se produce una sen- sación de extrañamiento? No ocurre porque ambos sujetos han sido instruidos para hacer los mismos movimientos y eje- cutarlos simultáneamente. De este modo, cuando uno abre y cierra repetidamente su mano, contempla cómo, en idéntica po- sición y con análogo ritmo, una mano que no es la suya hace exactamente el mismo gesto que uno está llevando a cabo. De ma-

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Page 1: T M 8.MAY.2018 EN PORTADA · tro de Arte y Tecnología Etopia de Zara-goza. Hasta el 16 de junio y de forma gratuita, podrán probarse dos expe-riencias diferentes conducidas por

TM MARTES 8.MAY.2018 HERALDO DE ARAGÓN 04

EN CUERPO AJENO Una de las campañas de comu-nicación científica más

exitosas la protagonizó el físico Jean Foucault en 1851. Quiso reu-nir a los mejores investigadores de la época en la presentación de su famoso péndulo alojado en la cú-pula del Panteón de París y redac-tó una invitación que forma parte de la historia de la ciencia: «Usted está invitado a ver cómo gira la Tierra». Algo de este estilo podría ser el reclamo de La Máquina de Ser Otro: «Usted está invitado a sentir cómo es tener otro cuerpo». Porque aquellos que prueban es-te dispositivo experimentan cómo es ver el mundo siendo otra mu-jer, otro hombre, un amigo cerca-no, un extraño, un anciano o un ni-ño, con solo unas gafas inmersivas y una cámara de vídeo.

¿QUÉ ES LA MÁQUINA DE SER OTRO? Desarrollada en Barcelona por el colectivo Beanotherlab, equipo interdisciplinar formado por in-genieros, neurocientíficos y artis-tas, e instalada ahora mismo en Etopia, esta tecnología sorprende por su sencillo funcionamiento.

Los sujetos participan por pa-rejas, ambos con gafas inmersivas en las que se proyecta la imagen de una cámara situada en las ga-fas que lleva el participante con-trario. Cada integrante, por tanto, tiene acceso al vídeo registrado desde la perspectiva del otro usuario. Al probarse las gafas y abrir los ojos frente a un espejo, encontrarán la cara de otra perso-na. Mirarán hacia abajo y verán unas manos que no son las suyas.

¿Cómo logra el cerebro hacer creer que ese otro cuerpo es el

TECNOLOGÍAS COGNITIVAS EMERGENTES >LA EXPERIENCIA DE ‘SER OTRO’¿Cómo sería el mundo si pudiéramos verlo a través de unos ojos distintos? ¿Cómo sería cambiarse el cuerpo con el de otra persona y saber qué se siente? ¿Nos ayudaría a entendernos mejor entre nosotros? ¿Nos ayudaría a comprender la realidad que el otro experimenta? TEXTO MANUEL G. BEDIA FOTOS TONI GALÁN

UN SISTEMA DE REALIDAD VIRTUAL

CORPORIZADA ESTÁ ABIERTO

AL PÚBLICO ESTOS DÍAS EN ETOPIA

EN PORTADA

nera casi mágica, experimenta que esa mano le pertenece de un modo tan real como siente habi-tualmente que su cuerpo le obe-dece. Sucede de manera instan-tánea: el cerebro reconoce un cuerpo distinto pero lo asimila como propio.

Gracias a esta sincronización de movimientos, los miembros de cada pareja logran una coordi-nación que les permite cambiar su autopercepción corporal y ex-perimentar la sensación de habi-tar un cuerpo ajeno.

SINCRONIZACIÓN Y EMPATÍA Pero el efecto de la máquina no se redu-ce a este sorprendente intercam-bio corporal momentáneo. Los desarrolladores han estudiado cómo esta experiencia de sincro-nización despierta empatía por el

otro sujeto. Tras participar, los ju-gadores manifiestan una cerca-nía instintiva y una visión del otro de una manera más armóni-ca y respetuosa. «Es desorienta-dor, nunca has tenido una expe-riencia como esta en tu vida», di-cen quienes lo prueban.

A diferencia de otros proyec-tos que usan realidad virtual o avatares digitales, La Máquina de Ser Otro no posee alta sofistica-ción tecnológica. ¿Cómo es posi-ble engañar con tanta facilidad a nuestro cerebro? La explicación la proporciona una rama de la ciencia cognitiva que se autode-nomina cognición corporizada.

EL AUTOR PERTENECE AL INTERACTIVE SYSTEMS, ADAPTIVITY, AUTONOMY AND COGNITION LAB (ISAAC LAB). INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN INGENIERÍA DE ARAGÓN (I3A)

Dos personas experimentan la sensación de sentirse en el cuerpo del otro en la instalación ‘La Máquina de Ser Otro’, abierta al público en Etopia.

de uno? ¿No se produce una sen-sación de extrañamiento? No ocurre porque ambos sujetos han sido instruidos para hacer los mismos movimientos y eje-cutarlos simultáneamente. De este modo, cuando uno abre y cierra repetidamente su mano, contempla cómo, en idéntica po-sición y con análogo ritmo, una mano que no es la suya hace exactamente el mismo gesto que uno está llevando a cabo. De ma-

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TM MARTES 8.MAY.2018 HERALDO DE ARAGÓN 05

INTERCAMBIO DE CUERPOSColocadas una frente a otra, dos personas imitan sus movimientos.

EL SUEÑO HUMANO DE COMPRENDER AL OTRO

Uno de los pensadores más significati-vos de la filosofía contemporánea, Frie-drich Nietzsche, afirmaba que todas las tensiones y cegueras de la cultura occi-dental tenían su origen en algo que ocu-rrió en la Grecia clásica.

En aquella época se consideraba que existían verdades que se transmitían a través de la experiencia colectiva entre los asistentes a una tragedia teatral cuando se identificaban con los perso-najes, compartiendo las mismas emo-ciones que se representaban sobre el escenario. Los griegos acuñaron el tér-mino ‘catarsis’ para referirse a ese tipo de experiencia vicaria. En esencia, a tra-vés de la compasión y la empatía, se producía una identificación emocional que les hacía participar del sufrimiento de los protagonistas.

Para Nietzsche, toda esta profundi-dad de la existencia humana quedó en-terrada desde el momento en que se aceptó que la realidad podía capturarse

gracias a una red hecha de razones, di-solviendo la complejidad de la vida y sustituyéndola por la neutralidad de la lógica y el conocimiento racional.

Si Nietzsche viviera, quizás este po-dría ser un momento para reconciliarse con la ciencia. Estamos siendo testigos de cómo la tecnología puede permitir conectar a unos humanos con otros de una manera tan profunda como nunca antes se había visto. Podríamos estar en situación de alterar nuestras percepcio-nes y superar las limitaciones biológi-cas y cognitivas que nos acompañan desde siempre y caracterizan como es-pecie. Estas tecnologías de realidad vir-tual podrían proporcionarnos una capa-cidad de entendimiento que no consis-ta únicamente en hacer explícito un sig-nificado que hasta entonces uno no co-noce. Quizás estemos a punto de cum-plir uno de los sueños de la humanidad: salir de nuestras certezas y comprender la experiencia ajena.

LA MÁQUINA DE SER OTRO, EXPERIENCIA E INVESTIGACIÓN EN ZARAGOZA

La Máquina de Ser Otro, obra del colec-tivo Beanotherlab, estará abierta al pú-blico durante casi dos meses en el Cen-tro de Arte y Tecnología Etopia de Zara-goza. Hasta el 16 de junio y de forma gratuita, podrán probarse dos expe-riencias diferentes conducidas por me-diadores. En ‘La Biblioteca de Nosotros’, se invita a ponerse en la piel de otras personas para experimentar su día a día. ‘Body Swap’ permite a dos partici-

pantes intercambiar perspectiva y cuerpo durante la experiencia. Tras ese periodo, se dispondrá de la má-quina para actividades de investigación. El grupo ISAAC (Interactive Systems, Adaptivity, Autonomy and Cognition) de la Universidad de Zaragoza tiene previs-to desarrollar varios proyectos relacio-nados con el ámbito clínico, en particu-lar, comprender la relación que existe entre los desajustes sensomotores en

pacientes de párkinson y la distorsión que sienten en su percepción del tiem-po. Estos trabajos se realizarán con el so-porte del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), donde ac-tualmente existe una línea de investiga-ción en Tecnologías de Interacción Cog-nitiva que forma parte de sus Programas Científicos. Con ella se busca mejorar la interacción con dispositivos artificiales de manera más intuitiva y natural.

EL SORPRENDENTE EFECTO PROTEO>ESE CUERPO ES MÍOCONOCIMIENTO CORPORIZADO Aun-que durante mucho tiempo la postura tradicional en ciencia cognitiva entendió las mentes co-mo ordenadores y los procesos mentales como mecanismos de procesamiento de símbolos, hoy somos conscientes de la impor-tancia que tiene el cuerpo en la constitución de nuestras capaci-dades cognitivas y en los aspec-tos de nuestra vida mental.

Desde esta perspectiva pode-mos explicar cómo construye una vivencia nuestro cerebro. Aparentemente, si observo una escena que sucede en mi entorno, una imagen de la realidad se me presenta directamente. Mi men-te parece ‘hacer una foto interna’ del objeto que me interesa. Sin embargo, todo lo que percibimos es, en cierto sentido, una ilusión. Nuestras percepciones, aunque parezcan el reflejo de realidades externas, en realidad son cons-trucciones mentales creadas a partir de la combinación de in-formación sensorial de todo tipo.

Si todas nuestras vivencias co-tidianas son constructos menta-les, también lo son aquellas que se refieren a nuestra experiencia corporal. La percepción que te-nemos de nuestro cuerpo es el re-sultado de cómo combina el ce-rebro la vista, el tacto y la propio-cepción (la posición muscular) para crear una sensación convin-cente de corporalidad. Si un cuer-po que no es el mío se comporta como el mío, se mueve donde yo le indico e interactúa con el mun-do como yo le ordeno, la expe-riencia de apropiamiento es auto-mática: ese cuerpo es mío.

Pero lo que ven delante suyo no son sus manos, sino las del otro participante.

Cámaras subjetivas registran lo que tienen delante. Un ordenador recibe las imágenes y las intercambia.

Las gafas inmersivas proyectan el vídeo desde la perspectiva del otro (en la imagen, ante un espejo).

Cada uno de los participantes se siente dentro del cuerpo de la otra persona.

Este fenómeno se conoce en neurociencia como el ‘efecto Pro-teo’ y se explota en ocasiones en el ámbito clínico. Las prótesis mé-dicas o incluso algo tan sencillo como el bastón de un ciego se pue-den llegar a experimentar como parte de nuestro organismo. Aun-que sean dispositivos externos a nosotros, si su funcionamiento es-tá bien sintonizado, su interacción con el mundo se convierte en una extensión de nuestras capacida-des. Por eso el ciego con su bastón nota el suelo (y no el bastón en la mano). En este caso, el cerebro in-tegra el dispositivo en el usuario, extendiendo su corporalidad más allá de la frontera de su piel.

Así de asombroso y así de sim-ple. Si la imagen de un cuerpo aje-no y completamente diferente, in-cluso con extensiones artificiales, se integra con naturalidad al ser combinada con información de otros sentidos, como el tacto o la propiocepción, el cerebro certifi-cará que cumple las propiedades para ser un posible cuerpo y lo considerará real.

El siguiente efecto experimen-tado no es menos impactante. Gracias a ese ‘intercambio corpo-ral’ podemos sumergirnos en la identidad de otro sujeto y empati-zar con él por el hecho de compar-tir sus experiencias corporales. El vínculo establecido por compar-tir cuerpo involucra al sujeto co-mo protagonista de la acción, constituyendo una relación de sentido para él. Es otra sorpren-dente consecuencia de lo entrela-zadas que están las relaciones en-tre lo que pensamos y nuestros movimientos.