Monólogo teatral

Suspiros de un amor codificado

Rosa Juan Devesa

Curso de Escritura Teatral

www.laboratoriodeescritura.com

Luces tenues Se oye la tele de fondo, con anuncios publicitarios tipo: la casa de tu vida, disfruta de tu mejor luna de miel en el Caribe, seguros para toda la familia, pañales para tu precioso bebe… Kim está paseándose nerviosa delante de la tele. Cada vez que oye uno de estos anuncios de felicidad, se para nerviosa delante de la tele y se pone a soltarse y recogerse el pelo. De repente sale por un lado del escenario y vuelve con una botella de whisky en la mano. Se sienta en el sofá, se llena un vaso y se lo bebe de un trago. Se acerca a la mesita donde está el teléfono, y se concentra mirándolo fijamente, esperando a que suene. Oye otro anuncio de felicidad y se tira encima del sofá tapándose los oídos. Se recupera y se levanta rápidamente arrodillándose delante de la mesita del teléfono, esperando ansiosa. Se gira y se pone delante de un espejo que hay en la pared, muy cerca, observándose fijamente y como si acariciase su reflejo. Vuelve a sentarse en el sofá, se llena el vaso y se lo bebe, mirando directamente a la tele. Le entra el nerviosismo de nuevo y se suelta el pelo y se lo vuelve a recoger. Sale otra vez por un lado del escenario y entra con un martillo. Se queda con el brazo en alto mirando a la tele, al teléfono y al espejo. Se apagan las luces. Suena un fuerte golpe y ruido de cristales. Silencio.

(Aparece Kim, desaliñada, con el cabello deshecho, una bata de ir por casa,

con un martillo en la mano, delante una tele rota. Tiene la cara desencajada,

como de alguien que ha hecho algo y no sabe muy bien porqué. En escena

aparte de la tele hay un sofá, un espejo, una mesa baja y un teléfono.

Hablando al público).

Me miro en el espejo y te reconozco, siempre te reconozco.

Cierro los ojos y aún te veo.

Mis anhelos, tan semblantes a los tuyos, que aún en la distancia te siento

cercano.

(Mira la tele que acaba de romper). Apago la tele e imagino.

Empieza la programación temprana. (Lo dice deprisa y enfadada) Las

noticias no me afectan: presentadores con semblantes neutros nos

transmiten mediante rayos catódicos entretenimientos mediocres, nos

susurran en los noticiarios ataques producidos en la vecindad, jefes

enfadados, señoras amargadas, publicidad con sonrisas falsas... (Lanza el

martillo al suelo)

De repente te visualizo, (pausa, tierna y lentamente va a sentarse al sofá)

ocupas toda la pantalla. ¿Es su semblante el que tanto anhelo?

No puede ser. (Se enciende un cigarro)

Tu imagen es nítida cuando te observo.

Inmune a mis sentimientos vives tu fantasía y yo me lo creo. (Se sienta en el

sofá, adopta una pose de alerta, da una calada larga al cigarro y mira

fijamente a la tele).

(Se levanta, busca el mando a distancia en el sofá, lanzando todos los

cojines al aire, al final lo encuentra, desesperada, aprieta todos los botones

intentando cambiar de canal, se da cuenta que es imposible, lanza el mando

a distancia y se derrumba en el sofá con desesperación).

He quedado atrapada entre miles de anuncios de productos absurdos que

me impulsan, que se presentan como imprescindibles, intentan sabotear su

señal, aunque no consigo amedrentar mis deseos así, sin ti.

(Al público) ¿Donde está el mando a distancia de mi vida? Necesito

retroceder, pero es inútil, ya está. Ha desaparecido. (Mirando la pantalla de

la tele). La imagen que me devuelve la pantalla es un reflejo de mi alterada

faz, gris y fría, de lo que soy, de lo que me he convertido: un suspiro de

amor codificado.

Tus ondas magnéticas me hacen estremecer.

Todo ha sido tan rápido y húmedo. Pero suficiente para atraparme.

Mañana puede ser el día en que la araña atrape a su insecto... (Seductora)

(Se recuesta en el sofá con un talante cercano al de una protagonista de

películas de medianoche).

ROSA JUAN DEVESA Curso de Escritura Teatral. Enero 2012.

Laboratorio de Escritura

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