suÁrez de figeroa, cristobal - varias noticias importantes a la humana comunicación

8/2/2019 SUREZ DE FIGEROA, CRISTOBAL - Varias noticias importantes a la humana comunicacin

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CRISTBALSUREZDE FIGUEROA

Varias noticias importantesVarias noticias importantes

a la humana comunicacina la humana comunicacin


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[Preliminares] ..........................................................................................................................

Prlogo ....................................................................................................................................Variedad Primera ....................................................................................................................Variedad Segunda ...................................................................................................................Variedad Tercera .....................................................................................................................Variedad Cuarta ......................................................................................................................Variedad Quinta ......................................................................................................................Variedad Sexta..........................................................................................................................Variedad Stima ......................................................................................................................Variedad Octava....................................................................................................................Variedad Nona........................................................................................................................Variedad Dcima....................................................................................................................

Variedad Undcima...............................................................................................................Variedad Duodcima.............................................................................................................Variedad Decimatercia...........................................................................................................Variedad Decimacuarta.........................................................................................................Variedad Decimaquinta..........................................................................................................Variedad Decimasexta............................................................................................................Variedad Decimasptima.........................................................................................................Variedad Decimaoctava...........................................................................................................Variedad Decimanona............................................................................................................Variedad Vigsima.................................................................................................................


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[PRELIMINARES]

SUMADELA TASA.

EST tasado este libro intitulado Varias noticias importantes a la humana comunicaa cuatro maraveds en papel, y tiene sesenta y tres pliegos. Pas ante Juan de Jerez, en das del mes de Mayo de mil y seiscientos y veinte y uno.

FEDE ERRATAS.

ESTE libro intitulado Varias noticias importantes a la humana comunicacin est bifielmente impreso con su original. Madrid y Mayo 4 de 1621.

EL LICENCIADO MURCIADELA LL

SUMADEL PRIVILEGIO.

TIENE privilegio por diez aos el Dotor Cristbal Surez de Figueroa para imprimirlibro intitulado Varias noticias importantes a la humana comunicacin despachado e

oficio de Juan de Jerez a siete das del mes de Noviembre de mil y seiscientos y veinte, cparece por su original.

APROBACINDEL ORDINARIO.

POR mandado de V. A. he hecho ver este libro intitulado Varias noticias importanteshumana comunicacin compuesto por el Dotor Cristbal Surez de Figueroa, y no tiene contra la Fe y buenas costumbres, y as se le puede dar licencia para imprimirle, en Ma13 de Mayo de 1620.

EL DOTORAR

SEGUNDA APROBACIN.

POR mandado de V. A. he visto un libro cuyo ttulo es Varias noticias importanteshumana comunicacin, compuesto por el Dotor Cristbal Surez de Figueroa, el contiene un rico aparato para los que desean saber: da singulares documentos Filosfinaturales, y morales, ilustrados con varias noticias de historias, de ejemplos, de sucesos, upor su buena direccin prsperos y para ser imitados: otros por inadvertidos infelices y evitar: todo dispuesto en copioso y modesto estilo. No hallo cosa alguna contra nuestra s


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Fe Catlica y buenas costumbres, por que podr V. A. servirse de mandar se d a su Aut

licencia que pide para imprimirlo, y lo firm en Madrid a 22 de Otubre de 1620 aos.D. JUANDE ZALDIERNAY NAVARR

[DEDICATORIA]

AL EXCELENTSIMOSEORD. LVARODE ALENCASTRO1,

DUQUEDE AVERO, ETC.

HABIENDO en la publicacin deste libro, comprehensor de la institucin de costumby de lo que concierne al compuesto vivir en todo estado y condicin, segn los precept

dotrinas de antiguos sabios, de eligir quien con magnfica inscripcin y respetada autoridaamparase, juzgu admirable para tal propsito la esclarecida sombra de V. ExcelenPorque a quin con mejor ttulo se debe oficio de pomposo escudo, que a Prncipe no maficionado a varias letras, que generoso bienhechor de sus profesores? Mas no le comtanto semejante ministerio por esta divina calidad, cuanto por ser su nclita personadechado de toda perfeta accin, una ley de toda loable vida. Sobre todo, vindose efelicsimo, as Econmico, como Poltico gobierno, resplandecer copiosamente las celedotes que en los siguientes discursos se encomiendan, se exaltan, y con acomodados ejemy vivas razones se persuaden. Es cierto servirn en el principio deste volumen su magnnnombre y venerado apellido (derivado de tantos serensimos Reyes de Portugal progenitores, de quien en tan prximo grado tanta sangre posee) igualmente de protecci

modelo, de freno y de imitacin. Tal los Romanos primeros solan al entrar en sus Palatener las estatuas y timbres de los ms famosos de su linaje para mostrarlos de mano en ma los hijos de tierna edad. Pretendan con narrarles sus egregias obras, abstenerlos del vicanimarlos a la virtud, siendo aquella gloriosa recordacin como un penetrador estmulo seguir a sus mayores. As al paso que lo promete la inclinacin y la benevolencia lo asegespero sealar V. Excelencia a este pequeo don algn lugar en su gracia; produciendnatural benignidad, y acostumbrada gratitud aliento casi milagroso para emprender el duen lo por venir mayores cosas de su servicio, cuya Excelentsima persona guarde nueSeor muchos aos.

EL DOTORCRISTBAL SUREZDE FIGUEFiscal, Iuez, Gouernador, Comissario contra vandol

y Auditor de gente de guerra que fue por su Mage

1O Lancastre, o Lancaster, duque de Aveiro (al S. de Oporto) y marqus de Torres-NovasNE de Lisboa). Falleci el 13 de septiembre de 1626.


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PRLOGO

SIENDO as, que es la vida milicia sobre la tierra, pasaje sobre la mar, conviene parbuen progreso ejercer las prevenciones que suelen para su acierto ambos smiles. Qignora ser la guerra un eplogo de industrias, un concurso de estratagemas para evpeligros, para conseguir vitorias? Pues la navegacin, qu apercibos, qu vigilanciarequiere, qu ministerios no solicita para escapar de tantas borrascas, para huir de taescollos? As el hombre en el espacio vital, peregrinacin ceida de tanta miseria, pasarla con menos, es necesario se valga de la ponderacin de los ojos, de la advertenci

los odos, como de plticas centinelas, como de sagaces instrumentos. Poca nocomunican las canas ociosas, y siempre residentes en un lugar. Parte se debe a los librolos revuelve ingenio vivo, si los medita maduro entendimiento: mas la mayor sin duda, atencin de las cosas, al escrutinio de muchos, diversos en calidades, opuestos en costumbEn los negocios ms arduos rbitro capacsimo es la prudencia, no menos discursiva endudas, que moderada en los afectos. Es de ver tras las alegaciones de varios acidentes, deba ser el juicio en tan importante causa como la vida.

Incierta, y casi imposible de inquirir es la condicin humana por las desigualdades dinclinacin, y ambages de su proceder. Hase de comparar la ms conocida a una Repblibre, y sin alguna sujecin, por el don que posee del albedro. No puede segn esto ser para con todos la manera de gobierno. El estilo que parecera a propsito con el flem

tendra usado con el colrico, felicidad cortsima. Piden diferentes humores artifdiferentes, caso que se desee conservar la exterior conversacin, y gozar no interpoladinterior quietud. Slo se mantienen en un ser las leyes de la virtud, cuyos bienes en ocasin se descubren infalibles. Sobre tan fuerte coluna solamente, como en propio cereposan y hallan reformacin las ms desenfrenadas fantasas, los bros ms incorregibPor eso si no hay gozo que deje de faltar casi luego que se recibe, en qu, si no en ella, scuanto se fuere superior y estimado lo pretendido, podr poner el ms ambicioso la esperade alguna prosperidad, que con toda brevedad no perezca? No hay cosa que justammerezca atributo de ser, si todo como se vee padece continua mudanza. Esto se represcon ms prontitud en el general teatro de la humana naturaleza, donde apenas en un instsuele volverse nada el sujeto ms gallardo. Inconstante y veloz es en la misma la deten

ms firme. Qu da, qu hora, qu punto pasa sin que se participe de algn dolor improvsin que se experimente alguna interna pasin? En la forma que no se conoce mar sin borrani guerra sin dao, as no hay grado sin perturbacin, ni valor sin envidia: motivo parasiempre haya de qu dolerse y lamentarse. Sera pues efeto de Cristiana cordura sealhombre algn puerto en que pudiese resistir a tan diversos infortunios como por momentcien. ste, si lo considero bien, consiste en la tranquilidad del nimo, que se consiguemedio de modos compuestos. Eligiendo en tal conformidad este seguro camino, mucho


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nuestros predecesores procedieron en el siglo que alcanzaron tan prudentes, y en todo

ejemplares, que muriendo dejaron universal deseo de s a todos los buenos.Es mi intento, en la prosecucin del presente volumen, confutando los errores del v

representar los aciertos de la virtud, unida a esta oposicin ventilada, breve narracinvulgares historias, para comn utilidad y recreacin. Si por el exceso en variar es hermonaturaleza, por el mesmo respeto confo no parecern feas estas noticias. Ojal hiciesttulo en el letor lo que la nobleza en el bien inclinado, que slo se vale della para odignamente. Sern los lazos de las materias que se fueren exponiendo principios asentadoel mundo desde su origen, y as como tan evidentes, poco necesitados de singular pruebya no falta algn ciego que ose negar en el Sol permanecientes resplandores. Los medesta enseanza se eligirn generales, por evitar los recelos de quien sin corregir sus malse muestra cuidadossimo en todo gnero de mala interpretacin. Aspiro, si no me enga

empresa no poco difcil en pretender esparcir discursos de tantas veras en siglo que tantdeleita con los de burlas: mas el ejemplo de las monedas confirma mi determinacialienta mi desconfianza, donde la de velln corriente por infinitas manos no quita su precestimacin a las de plata y oro. Tanto ms que en otros asuntos por m hasta ora publicame reconozco a mi patria deudor de copiosa cortesa, y de no menor generosidad, pues cocrecido inters que dellos ha resultado, he podido entretenerme tantos aos en sitio de taobligaciones como la Corte. As mientras su Majestad no me empleare en la continuacisu servicio, ser forzoso no intermitir este linaje de ocupacin, porque el talento no vivocio, ni corra el tiempo sin fruto. Hay algunos que con la hiel de sus entraas procavenenar, deshacer y deslucir cuanto digno de alabanza con virtuoso sudor fabrica el estudioso. stos por disimular su apasionada intencin dan ttulo de ajenos a los que

propios trabajos, aplicndoles nombre de mendigados fragmentos. De semejante idimpugnacin y pretendido menoscabo (aunque no me descuido, ni descuidar jams epuntual merecida correspondencia, por ser defetos con tales la modestia y tolerancia) esta vez debra ser la respuesta risa. Claro est conseguirn pblica nota de malos los lique de otros buenos, como suelen ciegos de guas, no participaren mucho. Poco se puofrecer que ya no se halle dicho, o por lo menos imaginado. Rzanse con unas matemismas casi todos los escritores, en cuya conformidad avisa el comn lenguaje: si quialcanzar lo que ha de ser, recorre a leer lo que ha sido. Con todo no se podr negarartificio ingenioso explicar con curioso estilo las cosas ms entre todos comunes y dantigedad ms repetidas. Abrcense segn esto, las advertencias que parecieren a propsin embarazarse con la insuficiencia, o fragilidad de quien las propone, pues por humild

merece ingratitud, ni ser correspondido con mengua el jardinero que de ajenas plantas coofrece regaladas frutas. Mas no en la apuntada malquerencia consiste el ms grave dGrandsima es la ignorancia de los ms ostentativos, sea o por desproporcionada disposico por habituada flojedad. Raros son los que dedican algn tiempo a cualquier sabia leccremisos y en toda ocasin olvidados de aprender y aprovechar. Es con seguridad, por mslo contradiga la lengua ms temeraria, el acto ms valiente de la humana capacidaorganizacin de un libro con discrecin ponderado, dispuesto con elegancia, y hermosecon erudicin, til y deleitoso, cuyas partes con delgada maestra correspondan siempre


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perfecin de un todo. Notable dificultad supone la resolucin de seguir igual empleo, sie

escassimo el nmero de los que cuerdamente obran algo por las imperfeciones y descuidque se halla sujeto el ms acrisolado discurso, la ms despierta imaginativa. Y aunque pmayor parte los autores, como tan interesados, anhelen por inferir en las plantas de sus otodo importante requisito, no siempre vemos logrados sus desvelos cuidadosos. Lo ciertcampea en casi inumerables modernos limitadsimo caudal de estudios para disponer madurez lo que con celeridad piensan, careciendo de suave docilidad para enmendarabsurdos que como indoctos cometen. Irrisin vincula a su memoria y venganza previesus adversarios quien con inculto, si fertil natural (como campo producidor de florespinas) engendra no bien formados hijos, y saca a luz mal castigados papeles: quienapetencia de inmortalidad no planta en el distrito de las letras firme y proporcionado edifCesan cuando la respiracin, las diligencias de aplauso, las competencias en saber,

siguiente posteridad remota en pasados odios, recta en presentes deliberaciones, pronuncsentencia de opinin al paso que descubriere magisterio en lo heredado, Fue siempre riddeslumbramiento y efeto de necia arrogancia oponerse a la fortaleza del arte con fesfuerzo de novedad, que ni como verismil recrea, ni ensea como erudita. Oh insenpresuncin, oh engaado pensamiento del que con imprudente satisfacin y aborrecsoberbia se enemista con la humildad, y se niega el beneficio de ajena vista y censurapues asido a la inmunidad deste sagrado, suplico a los que con leerlos honraren eborrones, no disculpen, sino castiguen cuanto notaren reprehensible en mtodo y locucirigor ser blandura, y gracia la correccin que con razn les aplicaren, pues podrn pomedio (ya resfriado el primer ardor) cobrar segunda vez mejor forma. Es fcil de conser esta protesta anticipada, esta debida resignacin el verdadero recurso y el ms se

camino de su aprovechamiento, y no el de suplir las faltas con la bien afecta intencinquien con pasin los ama, y sin sazn los publica.


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VARIEDAD PRIMERA

VIDE la fachada deste suntuoso edificio, si no pomposo y dilatado, por lo menos abreve elogio en aclamacin de la verdadera gloria, y honor, y en su correspondencia, siquun rasguo de invectiva contra sus conocidas contrarias, soberbia y vanagloria; paradescubiertas las calidades de los dos bandos, ame, o aborrezca el Lector, al paso que vpersuadir, o disuadir esto, o aquello; pues si no tuviere vendados los ojos del discursocierto arrojar el caudal de su aficin, donde reconociere mayor concurso de mritos.

Es costumbre atribuir gran corazn al que generoso y magnnimo aspira a estad

riquezas, mas si se considerase bien el blanco en que ponen la mira los ambiciosos, sldescubrira en su intencin, incentivos de aplauso, deseos de vanagloria para alimento dsoberbia. Naturales son al nimo estas pasiones, y tan daosas al alma, que si no se regucon templados modos, y se fundan sobre la virtud, fuente del honor, producen peligrefetos. Los que quieren (deca Sneca) hacer eleccin de una vida feliz, no conviene sigamanera de vivir que observa la mayor parte de los hombres, sino la de pocos. Esto se hcuando halla desprecio en la voluntad del honor aparente, la reputacin mundana. La visola juzga el sabio digna de su pensamiento, por ser quien puede llenar de verdafelicidad, y gloria permanente. Hace (segn Pndaro) grato todo sudor, sufrible toda fatigloor que se le sigue; puesto que como not Cicern, es propio de piedras no poner difereentre alabanza y vituperio. Mas sentimiento igual ha de tener por freno a la prudencia,

no conmoverse de modo que rompa los lmites de modestia. Este apetito de gran nombrpoderossimo en los sujetos ms templados. Corren a conseguirle los ms detenidos,parece nace asido al corazn semejante deseo. Por ste se apasionan, se ciegan, se precipy es sin duda dignsimo de toda estimacin, si los que le pretenden, fijan los ojos einterior, que es la slida virtud, no en la corteza, que es el aura popular. Es justo hucondicin de Igin, que segn poetas, se junto, pensando que con la diosa Juno, connube, de quien nacieron los Centauros. Los Romanos antiguos haban hecho erigir templos consecutivos, el uno dedicado a la virtud, y al honor el otro, mas de tal forma,ninguno pudiese entrar en el del honor, sin que pasase primero por el de la virtud. Casi epor decir fueran ambos en este siglo poco frecuentados de las gentes. Terrible avenidmaldades se ha esparcido por el mundo. Ahogada se ve la vida humana de tantos exceso

tantos crmenes: y as de sembrar vicios, qu fruto espera coger sino vituperios? Por tlos buenos anteponen la prdida del honor a la de la vida, a fin de lo entrar en el nmerlos que se contentan de una falsa idea en cambio de la misma cosa. La verdadera reputaconsiste primero en bondad y justicia, despus en guiar prudentemente las acciones humasegn propia obligacin, fundada en lo decente y honesto. Conviene no ignorar ser stomedios con que se adquiere el colmo de toda felicidad, con una duracin estable, y siempre firme. Por este camino solo se hacen los hombres sabios, justos, buenos, y por


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conducen a la mejor, y ms excelente profesin que pueda hallarse, esto es, a la rectitud d

razn y del juicio; plenitud despus de Dios, de lanaturaleza racional, y una disposicin del alma consenciente y concordante con

misma. La bondad pues, y reputacin que procede de la sabidura, y de la buena instrucces el primero grado para llegar al honor: puesto que dl como de viva fuente, sale todo lode virtuoso y loable obra en el hombre guiado de la prudencia: ya que, segn afirma Ciceninguno puede ser prudente sin ser bueno. Contraria parece esta opinin a la comnsiente, bastar recebir honras de quien las puede conferir por bueno, o mal camino, parapreferidos a cuantos no se hallaren constituidos en dignidad, aunque virtuosos. Persudpara esto no deberse medir el honor sino slo con la benevolencia y autoridad del Prncasistiendo en su nimo igual impresin, no obstante sean depravadas sus costumbrepsimas sus operaciones. Punto es ste que mereciera ms larga ponderacin, si despaci

considerara, cun importante viene a ser al levantar hombres humildes, la consideracisus partes. Resulta en no pequeo escndalo de la Repblica la colocacin de un indignalto puesto. Al nuevo Titulado, por ms vlido y facultoso que sea (cuando demrito) mtodos con desprecio particular, adquiriendo el valedor odios generales. Pues qu si aciesalir descorts, arrogante, soberbio?, entonces es imposible conservarse la fbrica daumento. Fuerza es que como fundada en falso caiga aceleradamente en tierra, llevamuchas veces tras s (con peligro de perderse) la reputacin del dueo, su buena opinincrdito. Errar en cosa tan clara es efeto de notable imprudencia: y as en tales aficioconviene medir las mercedes con los sujetos; porque despus empleos semejantes no vena salir infelices. Mas en el varn dotado de bondad qu largo galardn no es corto? O gracia de las gentes no se granjea con los premios que se le aplican? Propios de armas y le

son los ms sublimes grados, o por lo menos de sealada virtud, o calidad ilustre: mas cuael sujeto carece de todo, desdicha es grande admitirle al gobierno.La gloria, dice Sneca, debe ser seguida, no deseada. Adquirese con la grandeza

corazn, que mide todas las cosas con la conciencia, sin hacer cosa sin ostentacivanidad. El premio que en esta vida se debe esperar de toda buena obra, es el de habhecho, por quien el agente queda inmortal entre virtuosos. Qu poco inquieta al buenmurmuracin del malo! Obra intrpido, sin poner la mira en el camino ms cursado, ni eusanza ms comn. No procura, segn dicen, acomodarse con el tiempo, con temohallarse atrs. Antes ama quedar incgnito en la simplicidad propia, que hacerse lugar egrandes con detrimento de su alma. Tiene el prudente por mxima temer el juicio y opide pocos sabios, no el de la ignorante muchedumbre. As ejecuta sin recelo lo que le pa

justo, estable en su deliberacin, esento de todo peligro. Jams le trasporta el amor propara incurrir en la nota de alabarse; vicio (segn Aristteles) ms detestable que el mentiquien las ms veces viene acompaado. Cuanto el hombre, advierte Plutarco, posee mrazn por la Filosofa, tanto menos tiene de soberbia. Y los que no aspiran a ms que virtud, srvense de la ocasin y tiempo, haciendo caso slo de la loa que proviene de majuicio, y del consentimiento de los mejores. Con todo juzgara lcito el gloriarse de cosasverdad bien hechas por ancianos de famoso crdito, para encender la juventud a su imitacTal Homero hace cuente Nstor sus hazaas, para esforzar a Patroclo, y a otros nueve, co


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se elija la batalla de cuerpo cuerpo contra Hctor. Deste modo la exhortacin hecha co

demostracin de la obra, y el ejemplo con la pintura de la emulacin incita maravillosamey ocasiona coraje, infundiendo esperanza de poder venir al fin de cosa que se juzga no setodo imposible. Mas en esto, como en todo lo dems, hyase con cuidado la arrogaaborrecida de Dios, y de los hombres, causa de la corrupcin y prevaricacin de la humnaturaleza. La humildad y sumisin es ms loable que el orgullo y desvanecimiento depropias operaciones, aunque buenas. Por manera que observando el debido mconveniente y lcito es procurar con nimo generoso fabricarse eterno monumentoheroicos hechos, a imitacin de nuestros predecesores, amparo y esplendor de Espaa pnuestra, cuyos vitales cursos siguieron honrosas ocupaciones. Supo hacer admirablemente aquel osado y valiente Capitn Matatas, cuando no quiso obedecer atirnicos edictos de Antoco, por quien se hallaba sojuzgada y destruida Jerusaln. Arm

con cinco hijos que tena, sali a campaa, y haciendo rostro desde una pobre aldea quserva de habitacin, llamaba los que queran seguirle, con fin de recobrar la amada libeAl cabo tras muchas vitorias, conseguidas gloriosamente, reconocindose cercano al mexhort a sus hijos a proseguir intrpidamente su justa y santa deliberacin. Es cierto dijo) ser nuestros cuerpos mortales, y sujetos al comn curso de los otros; mas la memorilos hechos excelentes produce la inmortalidad, a quien quiero aspiris de tal forma, procediendo con suma animosidad, no sintas la muerte.

Permitido ser tambin, nos despierten los celos de buena gloria, como sea sin envdel aumento de ajenos bienes, de quien nos serviremos como de estmulos en los sucesolas cosas virtuosas. Sintiose herido desta suerte Temstocles, al entender una gran vithabida por Milicades en el llano de Maratn. Dijo por eso, inquietaba su reposo semej

nueva, queriendo inferir no concedera jams paz a su nimo, antes de haber con otro insacto excedido, o por lo menos igualado las alabanzas de Milicades. Tito Flaminio CRomano, que libr la Grecia de servitud, y deshizo dos veces en batalla a Filipo ReyMacedonia, se mostr tambin posedo deste deseo de gloria y honor. No con ser detractola honra y reputacin ajena, sino con ser de naturaleza grande y generosa. Cuando pponer la mano en los hechos ms importantes, era el primero, hallndose de mejor ganalos que tenan necesidad de su ayuda, que con los de quien poda esperarla. Juzgaba scuanto al granjearse gloria, como sus competidores, y los otros como materia en que ejerla propia virtud. Indicio fue asimismo de juventud, prometedora de muchos y granprogresos de s, el dolerse Julio Csar al ver la estatua de Alejandro, por no haber en su eimitado sus hazaas.

No slo en nuestros tiempos, segn proverbio, hincha la ciencia, sino cualqmenudencia, en que alguno sea prctico le desvanece, y altera en grado tan superior, morira por no caer en nota de insuficiente en aquello. Por ser un Indiano singular flechhabindole sido mandado tirase en presencia del grande Macedn, rehus hacer prueba dhabilidad, de que irritado el Monarca, le conden, si no obedeca, a muerte. Llevndole al suplicio, vuelto a uno de los que le conducan, dijo era verdad, haba sido por el pasdiestro tirador; mas que por no seguir tiempo haba semejante ejercicio, tema no shubiese olvidado, y que por eso le era ms agradable el morir, que ponerse en ocasi


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perder la reputacin adquirida. Locos en extremo los que siguen este camino, siend

mortales errar en las ms estudiadas acciones. Mas prosiguiendo los ejemplosmenosprecio de vanagloria, y tambin los de algunos supeditados de increble soberPompeyo el Magno dio notable indicio de no ser posedo de tal defeto. Tan lejos se hdeste contagio, que habiendo vencido, debelado del todo, y preso a Tigrn Rey de Armeam ms restituirlo a su Reino, y coligarle con los Romanos, que retenerlo, y hacerse pode su calamidad, conducindolo en triunfo a Roma, como era costumbre. Desechando enconformidad aquel estimadsimo aplauso que sola resultar de la miserable ostentacienemigos y despojos, afirm este gran caballero, estimaba mucho ms la gloria de mucsiglos, que la de un solo da. Al contrario del Tamborln vitorioso seversimo con Bayaseor de Turcos, no obstante fuese nacido de humildes padres. Es ya sabido, gusttenindolo por su prisionero, fuese conducido dentro de una jaula. Sustentbalo con

meajas que caan de su mesa, sirvindose de su persona como de escabel, cuando subcaballo. Mas Agatocles, aunque originado de un pobre alfaharero, supo valerse con difercordura de su grandeza, y mostrar el desprecio de aquel estado, sin olvidar la condicinprimero. ste habiendo sido por propia virtud electo Rey de Sicilia, quera se mezclaseordinario en su mesa vasos de barro entre los de oro y plata. Y para incitar a glorioempresas, adverta a quien le cortejaba, considerase cmo la perseverancia en las fatcolocaba en eminentes grados, y era causa de que los vasos de tierra se volviesen de orocuando la fortuna levanta los hombres de nfimo a sublime puesto, es justo no olvigranjea slo infamia y vituperio quien en la grandeza se porta con soberbia y villana, usamal de su autoridad y favor. Jams le nombran con el ttulo que a despecho de la Repbposee, sino con el que le ministra su vil proceder y trmino. Mal haya quien te dio entrad

su voluntad, dicen todos, quien te ampara y favorece, pues emplea las fuerzas de su podeel ms asqueroso excremento, sin calidad, sin valor, sin virtud. Al opsito los que eligeva de la modestia, ni en su felicidad pierden de vista la moderacin, adquieren de presengracia universal, y despus loable y perpetua fama. Para que se entienda consiste la grandel honor, la gloria en las virtudes de los hombres, no en las dignidades, en que se haconstituidos. Oh soberbia digna de indecible aborrecimiento! qu cuerdo no te desecha,virtuoso no te abomina? Admira el estilo de casas grandes en razn de hacerse servirrodillas mandan, y permiten les hablen los criados. Amigo, seas cuanto quisieres noble o qu pretendes quede reservado para tu Hacedor? Ciego est, y no s si diga prescito quieconsiente. De qu se ensoberbece el Cristiano, si los mayores Reyes tienen la micondicin de nacer y morir que los ms miserables? Perdiera sin duda la hinchazn y org

el ms alto en dignidad, si se acordara de la bajeza de su principio. En qu fundaelevacin, lodo frgil, viva putrefaccin, o cadver vivo? Edificio mal seguro, no te siedesmoronar, no reconoces la flaqueza de tu ser? Breve ejercicio te fatiga, leve calentudescolora, corto desvelo te descompone, accidente ligero te mata, importante, segn eviene a ser tu idolatra. Peda, cierto, pronto remedio tan exorbitante escndalo, imposicin de grave pena para comn escarmiento. Arrodllase san Juan absorto cohermosura del ngel, y dcele el mismo, Alza, no hagas tal, consiervo tuyo soy; eso slquede para Dios, universal dueo, en quien todas las cosas viven, se mueven, y


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Igulanse los humanos, as en los primeros claustros que les seal la naturaleza, como e

ltimo paradero, que es el sepulcro. Quin no condena el necio cuidado con que los mayregatean la cortesa? Si han de dar silla, si han de mandar cubrir, si han de hablarimpersonal, por no encontrar con la dudosa merced, desvelos ignorantes, advertenaborrecibles. Pregunto, impertinente recebidor, ceremonioso vano, qu te debe quiebusca, aunque te haya menester para algn expediente, si duerme y come en su casa, sella es tan seor como t en la tuya? Sabes que el odio que forjaste en su pecho, para abrtuyo, si pudiera, vituperando siempre tu nombre y proceder, por el disgusto que le diste?fuerza incomparable de la humildad! Los ojos lleva tras s un frailecito descalzo, y el altivo corre a postrarse a sus pies a besar su sayal. Cun diferente del ricazo soberbiopoderoso arrogante, que obliga a volver espalda, y a poner el sombrero sobre los ojuzgndole indigno de todo reconocimiento.

Herodes Agripa Rey de los Judos, habindose alegrado fuera de modo, hinchdosdesvanecdose, mientras desde el trono que ocupaba, adverta al pueblo le aclamase y dicon altos gritos, ser su voz de Dios, no de hombre: fue herido del cielo al improvissintindose roer, y consumir de gusanos, exclam al mismo pueblo: Mirad cmo el que allambades Dios, muere con dolores increbles. Diocleciano fue tan soberbio, quintitulaba hermano del Sol, y de la Luna. En esta conformidad public un edicto, en mandaba le besasen todos el pie, cuando sus predecesores daban la mano a los nobles, y del pueblo la rodilla; mas permiti Dios muriese rabiando. Dems de adquirir odiosoberbios, se hacen por momentos escarnecer y despreciar. El castigo que Filipo ReyMacedonia dio a Mencrates mdico, fue donoso. ste por singular en su arte se haca llaJpiter Salvador. De cuya arrogancia querindole castigar aquel buen Prncipe, le convi

un esplndido banquete. Fue, y hacindole sentar solo en una mesa aparte, se juzgprincipio no poco mejorado. Mas cuando vio le servan sin cesar en lugar de viandas humincienso, corrido y confuso, dej sin hablar palabra el convite.

Finalmente la cortesa y agrado es fundamento de la sabidura, y medio eficiente de tranquilidad. As para llegar a ella debemos aprender, que quien considerare con los ojoespritu el estado de la naturaleza humana, la instabilidad de su condicin, la brevedad dpresente vida, sujeta a un sbito movimiento, es cierto no caer en el precipicio dsoberbia. Desterrando pues todo impulso de presuncin, y todo amor de vanidad, se dbuscar el honor, slo por medio de la virtud, a quien siempre acompaa y sigue alabangloria. Por tanto sin procurar ser loados de los hombres, es justo hacer cosas dignas de lcon alegra de igualar, o exceder a los bien opinados, en razn de oficiosos, agradabl

corteses, medios con que se eternizan virtuosamente los buenos. Es de ver, segn el mediconocimiento, procedido de aos, viajes, y experiencias, con qu tiento se puede ponemira en este blanco, para no errar el tiro. Mas apuntemos en primer lugar de qu partes coesta habitacin terrestre, digna de ser antepuesta a otra cualquier narracin, como atracalbergue, y halagea estancia de vivientes.

Deleita en sumo grado la observante variedad de las cosas, desde que la hummemoria tuvo principio hasta la edad presente. Firmsimo es el palacio del hombre, crslo para su bien y uso. Qu parte suya no publica omnipotente a su artfice, considern


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excelente en belleza, admirable en diversidad, singular en duracin? Queda atnito q

escala la alteza de los cielos con las alas de la contemplacin, al descubrirlos tan inmensen sus contrarios movimientos tan sin reposo. Suspende toda imaginacin la viva clarirara hermosura, y fuerza incomparable de Sol y Luna, reconociendo ser con su invaricurso, causa ya de la luz, ya de la sombra. Qu discurso no impide el infinito nmerestrellas, til, y vistoso ornato de aquellos orbes? Por otra parte si se vuelven los ojosregin elementar, no los deja menos admirados la firmeza y estabilidad de la tierra, mude agua, que hacen juntas una masa redonda, punto indivisible, respeto del grandsimapenas imaginable firmamento. All campea inumerable cantidad de flores, yerbas, plantaanimales. Emlanse los tesoros ocultos de las minas, aspirando a la primaca de los metlas piedras, dignas de ser llamadas preciosas, por su forma, calidad, virtud. Pues qu recno produce el perpetuo manar de las fuentes, el continuo correr de los ros, y en gener

perfeccin de tantas cosas, gobernadas por la providencia divina, que de todas tiene particcuidado, siguiendo el orden que las dio al criarlas desde su principio? Por tanto, si bienjusto anteponer a cualquiera por particular asumpto deste libro, para el fin que en pretende de instruir al hombre en tanta diversidad de objetos, comenzando por el cielo, qulo ms superior, se debe advertir ha recebido de Dios muchas excelencias entre las ocriaturas, siendo esfrico, y teniendo en cada lado distantes del medio los extremos, que figura ms perfeta. Diole asimismo conveniente circular movimiento, esento deinconstancias y errores de las otras: mas esto no obstante, por tener cuerpo, no puenteramente hallarse libre de mudanzas y alteraciones. Ocho esferas ponan en lantiguos, descendiendo del firmamento por los siete Planetas. Observaron despus otronona y dcima. Afirmaban los nuevos Astrlogos dar vuelta al mundo la dcima en vein

cuatro horas, guiando de Oriente en Ocidente: y por este rapto tan impetuoso y ligero lltras s las otras inferiores, hacindoles dar la misma vuelta en el mismo espacio, si contrarios dste sus propios movimientos, partiendo por la siniestra desde Ocidente a OrieDecan era el giro de la nona, como ms lenta de cuarenta y nueve mil aos. Daban octava dos, uno de treinta y seis mil , y de siete mil otro. La de Saturno en treinta, lJpiter en doce, la de Marte en dos, la del Sol, Venus, y Mercurio en un ao; el de la Lunveinte y siete das y seis horas.

El tiempo fue ordenado de tal modo, con el cielo y estrellas, que habiendo tenidmismo principio, tendrn igualmente un mismo fin, o una misma conservacin. Los dmeses, aos, y siglos, que no eran antes que fuesen criadas estrellas, y Cielo, comenzaropunto que ellas: y por sus cursos fueron distintos y observados los nmeros, esto e

sucesin de los das a las noches por el movimiento cotidiano del firmamento. El mdespus que la Luna ha girado su cerco, llegando al Sol, el ao ordinario cuando el Socumplido su curso: el ao grande cuando los siete Planetas y las otras estrellas fijas vuelvsus primeros asientos, representando la misma naturaleza que era al principio, con qutermina el ser y vida de las cosas, segn la disposicin de la materia de que se hacompuestas, siendo la corrupcin de una, causa sucesiva de la generacin de otra. As juPlatn, sea alimento del mundo su misma consumacin, subrogando siempre a las vi


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nuevas criaturas, sin que jams falten las especies, que por este camino quedan c

inmortales.No obstante sea redondo el universo, ni haya en l alto, o bajo, diestro, o siniestro

teniendo en s parte diferente) respeto de nosotros decimos contener uno y otro. Es lo bsegn Aristteles, el Polo que se nos muestra, el que se esconde lo alto. El lado Orientaquien procede el primer movimiento, dcese diestro; siniestro el Ocidental, de quieorigina el contrario. Afirman pues, los Fsicos y Astrlogos, decender de la parte supecierta virtud, acompaada de luz y calor, llamada de algunos espritu del universo; de onaturaleza. Mzclase por medio la masa de su gran cuerpo, con que penetra, vivificmodera todas las cosas que debajo la Luna se hallan sujetas a variacin. sta siendo deficacia tiene su principio en el fuego y aire, que agitados de movimientos celeconmueven despus el agua y la tierra, y por el consiguiente las naturalezas compue

destos cuatro elementos as de hombres, animales, aves, peces, como de yerbas, planpiedras, metales. De all proceden diversas templanzas de individuos, inclinacioneingenios, costumbres, propiedades, vicios, virtudes, salud, enfermedad, vigor, flaqueza, lao breve trmino de vida. En fin concluyen, obedecer todo este inferior mundo al superiorgobernado por l, y del mismo depender en especial todos los sucesos. No ya que efetos provengan inviolable y necesariamente, dispuestos como por ley fatal: puesto que se puevitar con sabidura, divertir con divinas plegarias, diminuir con humana prudencimoderarse con egregia educacin. El Sol hace de todo prueba evidente, ilustrando todacosas con sus rayos. Con el nacer y morir constituye el da y la noche. Acercndosapartndose de nosotros, ocasiona continuamente la renovacin de los aos; y pooblicuidad del Zodaco (con ayuda de los doce Signos existentes en l, por los Solstici

Equinocios) distingue las cuatro estaciones, Primavera, Esto, Otoo, Invierno. Consistesto la graduacin de muerte y vida, y en esto el cambiarse las cosas, interviniendoprimeras calidades, calor y fro, seco y hmedo, templadas para engendrar, destempladas corromper.

En segundo lugar la Luna creciendo y menguando cada mes, dispone diversamentehumedades, sobre quien tiene dominio. Entre las otras maravillas, muestra su manifipoder sobre los flujos y reflujos en los Mares del Ocano. Tras esto, las otras estrerrantes, o ms firmes engendran mutaciones en el aire, vientos, lluvias, truenos, nieveardores; y con sus aspectos, eclipses, oposiciones, conjunciones, distancias y aparenproducen grandes y diversos acidentes, generales y particulares, de guerras, hambres, pede inundaciones, o sequedades, segn la correspondencia de las partes de Cielo y tierr

disposicin de la materia que encuentran, y la diversidad de los tiempos que obran. Sonelementos en el universo como materia y los cuerpos celestes, y las inteligencias como caeficientes: puesto que por la luz y calor que dellas procede prestan movimiento a las cinferiores. Dbense con todo referir a la octava y nona Esfera, las alteraciones ms racomo la de dominios; procediendo stas de su variable movimiento (llamado de trepidacya de Oriente, ya de Ocidente, ya de Medioda, ya de Setentrin.

Los grandes sucesos del mundo juzgaban los Caldeos, Persianos, Egipcios, y antigGriegos, por los eclipses de Sol, y Luna, y por las estrellas que miraban los lugares de


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mismos. En suma, toda mutacin consiste en la causa movente, y en la materia prima

causa movente es de dos maneras, una del motor primero, inmoble; la otra del mmovible, por cuya influencia y virtud (siempre dominando la divina providencia) los viindividuos son al mundo sensible incesantemente restaurados por medio de la generachacindose la materia prima sujeta a todos los movimientos de la misma perpetuidad.

La mutacin de la parte inferior del mundo, consiste principalmente en los cuelementos de quien es compuesto. La mudanza dstos es continua, tanto entre s juncuanto en cada uno aparte. Cuando se congela el agua parece piedra; espritu cuando evapEl aire abrasado se hace fuego, el fuego engruesecido aire. El aire denso se resuelvnieblas y nubes, de quien procede el agua. De forma, que por giro y vecindad se comunambos una generacin perpetua. As respeto de no detenerse en un mismo estado, es dipoder discernir uno de otro. Segn esto, no se dir ser la madre y receptculo deste mu

inferior la tierra, el aire, el fuego, o el agua. Llamarase pues una especie invisible y mixtaforma alguna, capaz de toda cosa, que slo se puede comprehender por inteligencia, fuerla noticia de los sentidos. En esta conformidad se puede decir, ser el fuego una parte dencendida, el agua otra hmeda: lo propio del aire y tierra, segn que la misma recibeformas, sufriendo las dems pasiones, por quien parece ser uniforme. Mas respeto de no tfuerzas, ni facultad semejante, ni del mismo peso, no retiene igualdad; antes desigualmentconmovida destos gneros. Por igual prosecucin son de una y otra parte llevadodistinguidos los unos de los otros por especie y calidad, conservando el orden que lespuesto, para que por la coherencia de los cuerpos diferentes, no se hallase en la confusintena el mundo antes de su constitucin.

Estos cuatro elementos as en naturaleza y calidad diferentes y contrarios entre s

hallan unidos con tal proporcin, que los ligeros por los graves son detenidos para qusuban. Al opsito a fin que los graves no caigan, son por los ligeros, que a lo alto inclinsustenidos; quedando por su esfuerzo iguales en su diversidad, yconstreidos en sus lugpor el perpetuo revolver del mundo. ste girando siempre en s mismo tiene en mcontrapesada la tierra, como ms baja de todos. Tambin ella los otros elementos contratenindola suspendida; en torno de quien est estendida el agua: despus sobre ambas, el haciendo los tres solo un globo. El fuego en lo ms alto situado entre el Cielo y el airepuro por la parte que toca los cuerpos celestes; mas impuro por donde se llega al recibiendo mutaciones en diversas formas. Y aunque por lo ms superior no tenga cosa qupueda corromper, quedando en su natural centro apto a su conservacin: con todoperseveran sus partes siempre en su pureza, por la deformidad del movimiento, que lo mu

revuelve, abatindolas hacia el aire hasta la tierra, donde se corrompen y desvanecen. Hasimismo el aire diversificado por los otros a quien se avecina, dividindose en tres paalta, baja, y media. Acrcase la alta al fuego, y a los movimientos celestes, siendo por vecindad sutilsimo. Por la baja, a la tierra, que le hace grueso, y por la media templadobien ms fro que en una y otra. Siendo as que la superior participa del calor de las estrela inferior viene a ser templada por los vapores del suelo, por la reverberacin de los radel sol, por los fuegos artificiales usados entre los hombres, y por los naturales escondidola tierra: ocasin de que la media, remota de las dos extremidades, persevere en su frial


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Por tanto hallndose el aire dispuesto en esta forma, es por la mayor parte vario, inconst

mudable cerca de la tierra, en particular, donde obra y padece, segn los varios sitiolugares,aspectos y cursos de estrellas. stos por su orto y ocaso contrarios, conmuevenexhalaciones y vapores, de quien proceden nieblas, nubes, granizos, relmpagos, truerayos, y otras calamidades. Por esta razn los vientos revolvindose entre s desigualmesoplan unos contra otros, siendo ya suaves, ya impetuosos. Mueve Jpiter los Setentrionlos Orientales el Sol, Marte los de Medioda, y los de Ocidente la Luna. Otros dicenmovidos de las cuatro triplicidades de los doce signos del Zodaco, conmoviendo los trecalidad caliente y seca al viento de la parte de Oriente, bajo de la lnea Equinocial, que Oa saber, viento de Levante se llama. Los tres de fra y seca al de Medioda, que sale bajoPolo Antrtico con nombre de Sur, esto es Meridional, o sea Ostro. Los tres clidhmedos al de Ocidente, asimismo bajo de la lnea Equinocial, dicho Oeste, que su

Poniente, o Cfiro. Los otros de calidad hmeda y fra impelen al que nace debajo el prtico, llamado Norte, Tramontana, o Aquiln. Tienen todos las propiedades diferensegn las partes de donde vienen, y los lugares por donde pasan. Asisten a los cuprincipales, por colaterales otros cuatro, llamndose los ocho, enteros, entre quien se motros ocho medios, y tambin otros seis cuartos de medios, con que es conducida tnavegacin.

El agua sobre que se navega, siendo al aire contigua, no padece menos variedad qumismo, formando ambos juntos un globo. As como la tierra siendo por su naturaleza secapuede subsistir sin humor, as el agua sin su arrimo, no tendra sobre qu contenerse. Porfueron unidas de tal forma, que abriendo la tierra sus venas y conductos, recibe el licor dque le sirve dentro y fuera como de lazos y ataduras. Toda agua por movimiento pro

deciende de alto; mas en el Ocano circuyendo la tierra, se reconocen tres. Uno de OrienOcidente: otro de Setentrin a Medioda: y el ltimo de su cotidiano flujo y reflujo, quseis en seis horas crece y se dilata, y despus descrece y se retira. Del primero es causa eltodos los das hace el firmamento, por cuyo mpetu son conmovidas todas las esferas, parte del fuego y aire. Procede el de Setentrin a Medioda de ser el mar ms alto eprimero que en el segundo, atento produce el fro de Setentrin ms agua que podra contel mar en la distancia, espacio y alteza de sus riberas. Al contrario de la que se hallMedioda, a quien consume el calor del Sol. De suerte que la una parte del agua Setentriimpele la otra hacia el lado ms bajo, y por eso se mueve accidentalmente del lugar dgeneracin. El tercero sigue las revoluciones de la Luna, que siempre creciendo y menguaaparece, ya con puntas, ya medio redonda, ya llena. Por eso siendo tan varia en s, n

maravilla lo sean los flujos y reflujos, que principalmente suceden por su respeto.En la tierra tambin no se halla cosa perpetua. Tal vez copia de licor, como primpetuoso, desboca, y una parte cubre, y tal es visto retirarse. Aqu se secan ros y fuentall otros manan y brotan. Los llanos se vuelven lagunas, o cobran forma de yermos. Otrobosques, labrados se hacen frtiles terrenos, y no pocos de fecundos estriles. Los monteallanan, levntanse las llanuras. Trganse los terremotos algunos lugares, o los abrasfuego. Descansa la heredad, despus de ser con demasa cultivada, y con reposo y benecobra nuevo vigor. Tras envejecerse en largo espacio la tierra, ya que no en el todo,


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menos en sus partes, se renueva y remoza. Vemos todos los aos del modo que

primavera, rociada de apacibles lluvias, conmovida de blandos vientos, caliente moderacin, echa fuera las semillas de todas las cosas que tena encerradas en el seno. rboles, que al parecer carecan de vida, brotan hojas, flores, frutos. Reverdecen las selven sus ramas y troncos anidan pjaros, que deseosos de generacin, a porfa cadulcemente. Selase entre todos el ruiseor, formando contrapuntos sobre las otras voNinguna sabe imitar aquella meloda tan sabrosa, aquella entonacin tan perfeta, aqufugas tan suaves. Qu arte no cede a los pasos de su garganta tan concertados? Ya subebaja, ya se encumbra. Hace quiebros admirables, y en compases espaciosos, foelevaciones que suspenden. Apenas se oye regalar el cielo con la voz, cuando con svelocidad la abate y despea. Con brevedad toda cosa nace, toda cosa crece, se adorengalana. Tales son las delicias de la primavera; mas prosiguiendo las mudanzas de

estaciones, se sigue el esto. De su ardiente rigor apenas hay vida de planta que escDesfallece la tierra, que lnguida ve hacer por instantes destrozos en su verde hermosurabien con su templanza y lluvias parece intenta el otoo resucitar lo estinto, reverdeceagostado, cuando el invierno comienza a escupir en su rostro nuevos agravios, llenandohorizontes de tristeza, de horror, de fro. Qu nieves no se atreven a marchitar sus verdoQu lodos no procuran desfigurar sus bellezas? con largas horas ceidas de escuridad perpetua. Por puntos en fin la fatigamos, instigados ms de satisfacer apetitos, que te solialimentos. Y sera con todo tolerable lo que la misma padece en la superficie, si la codicipenetrase y revolviese sus entraas, a fin de hallar oro, plata, cobre, sin otros metalpiedras de fbrica y preciosas. Ni slo es oprimida de los hombres, sino parece conspirado en su ruina los dems elementos, principalmente el cielo, cuya intemperie im

y quita no pequea parte de su virtud. No deba bastar al mar circuirla, y tener cubiertograndes espacios de su cuerpo, sin estenderse por lo interior con tantos golfos, unos de otan poco distantes, rompiendo montes, y abriendo quiebras, como si para su extensin fubreve su largo trmino? Sin esto, qu diminucin no le causan tantos ros, tantos lagosse descubren en su medio, tantos manantiales y arroyos, tantos torrentes repentinos? El aiconmueve, hacindola perder su verdadera propiedad, que es de ser inmoble, derribandslo casas y rboles, sino sepultando con terremotos ciudades, provincias y naciones. Deel fuego siendo tan frtil, que de s mismo se procrea, y de menudas centellas crvolvindose a menudo impetuoso y grande, la abrasa en muchos lugares. Parecer pmaravilla no haya quedado ya deshecha y consumida, hallndose por tantas partescontrastada: mas tan lejos se ve por estas causas de semejante ruina, que antes par

conservacin le prestan ayuda tales infortunios. Ya que los terremotos, por las quiebrashacen, dan salida a los vientos corruptos, que encerrados en su interior, ocasionan temblLas inundaciones limpian sus excrementos; los fuegos la purgan de superfluidades; los himoderan su ardor.

En esta forma la tierra, y otra cualquiera cosa del universo es por contrarios templaconservada. Por eso, no sin ocasin apetece los mismos tanto la naturaleza, formando detoda congruencia y hermosura.


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Este temperamento es causa de que las cosas, antes diversas y diferentes, jun

convengan y concuerden, para establecer, entretener, y hermosear st o aqulla, unindocontrariedad, y la enemistad amigndose. Deca, segn esto, Herclito, ser la guerra concordia padre y madre de todo, afirmando Homero, ofenda la naturaleza quien condenlas contenciones. Mas en tal junta, la unin debe sobrepasar las contrariedades; porquotra suerte se resolvera el particular, separndose los principios. As en el cielo conservacriado contrarios movimientos. Venus asiste cerca de Marte a fin de corregirimpetuosidad, de suyo corruptible; Jpiter cerca de Saturno, para mitigar su malicia. Amundo inferior, compuesto de elementos contrarios, se mantiene por la proporcin que tijuntos. Las naturalezas que se hacen dellos, se conservan por la templanza de caldiferente. Hllanse en el cuerpo del universo tierra, agua, aire, fuego, sol, Luna, y oestrellas. Concurren materia, forma, privacin, simplicidad, mistin, sustancia, canti

calidad, accin, pasin, y en esta conformidad se pudieran alegar innumerables smiletodas artes y ciencias: ya que slo pueden ser bien enseanzas por conferencias de contraconsiderando uno dellos principalmente, y por amor del uno accidentalmente el otro, a figuardarse: como la medicina, que por accidente trata la enfermedad, para evitndola, pentretener mejor la salud. La tica y Poltica no slo dan a entender lo honesto, lo justo y sino tambin lo deshonesto, lo injusto y daoso. Dervnse de aqu las comnmente llamantipatas, puestas por la naturaleza en todas cosas, as animadas como inanimadas.

En este teatro tan ceido de contrarios, tan adornado de opuestos, veen recprocamlos mortales representar sus acciones. Al ttulo deste libro querra pues, se debiese (opropio de noticias) la eleccin y hbito de lo bueno, el conocimiento y exclusin de lo mPara conseguir este intento, es bien se proponga, cules deban ser las partes y requisitos d

varn digno de alabanza. Luego las asechanzas que suelen poner los vicios a las virtudede qu modo profesando stas, se deben evitar aqullos. Y aunque se suele juzgar ms dla paz tras la guerra, y ms suave tras la tormenta la bonanza, sea lo mejor esta vez, larga armada para inopinada guerra, durable tranquilidad prevenida para contingente borrasca.

La noticia de s mismo se encargaba en Delfos al hombre, y aunque la advertencicomnmente aplicada al examen de los defetos, se puede no sin propiedad adaptar excelencia, y perfecin, digno por ella de ser no slo servido del resto de los animales, tambin asistido de los ngeles. Hzolo en fin Dios a su semejanza, coronndolo de glorhonor. Oh gran caudillo en la naturaleza, justo, santo y bueno fuiste criado; ojal los efede tu ser correspondieran a los sumos beneficios de tu creacin! Scrates fue el primero,ocupado al improviso de un profundo pensamiento, y arrebatado en alta contemplac

comenz a examinarse a s mismo. Para esto despreciando el camino que seguan todosFilsofos de su tiempo (que slo ponan estudio en inquirir las causas de las cosas natury en disputar curiosamente dellas) se dio todo al conocimiento de s, por venir inteligencia del alma, y a tratar de sus virtudes y bien supremo. Abrisele por este medpuerta de la sabidura, en que sali tan aprovechado, que tras la sentencia del OrDlfico, fue llamado en general el sabio, el justo, el Prncipe de los Filsofos, y el padre dFilosofa. Y es cierto, sacaron de sus palabras (escritas por sus dicpulos) los dems filosofaron, cuantos tesoros y flores se descubren en los campos y jardines de sus lib


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Blasonando Herclito de haber hecho una cosa sealada y digna de quien era, dijo hab

buscado a s. Este principio es por estremo necesario al hombre, como gua para encaminal verdadero conocimiento de Dios, don divino y particular de sus escogidos. Lo miense Scrates, advirtiendo, ser la obligacin de quien discurre buscar las razones decosas hasta hallar la razn divina por quien fueron hechas, para que habindola halladoadore y sirva. Propio oficio del sabio, ponderaba Platn, era conocer en primer lugamisma naturaleza: despus contemplar la divinidad, y finalmente poner sudor en las cque pueden ser ms tiles a los vivientes. La ignorancia de s, dice Lactancio, y el no spor qu, ni para qu haya nacido el hombre, es ocasin de errores y males, y de dejcamino derecho, por seguir el torcido: es causa de huir la va llana y fcil, y de caminarpenosas sendas, o speras montaas; errando lejos de la luz entre tinieblas. Si se tienevergenza ignorar las cosas que pertenecen a la vida humana, cunto mayor lo ser la f

de nuestro conocimiento? Fue pues, esta criatura compuesta de alma y cuerpo; alma inspipor Dios con espritu y vida; y cuerpo de excelente proporcin natural. Recibi forma dpotencia divina, habiendo recebido su ser del eterno Hacedor del universo. Qusola criarsu bondad incomprehensible, para que participase de su inmortalidad y felicidad permaneslo a fin de dar gloria a su propio Criador, y para hablar y hacer cosas que fuesen gratamismo, en reconocimiento de sus inumerables beneficios. De cuyo fin habiendo el homcado de su libre voluntad, por su ingratitud, y su inobediencia, fue despojado deornamentos y gracias, que de Dios haba primero recebido. Por tanto, todas las maldaimpurezas y malicias entraron en lugar de la justicia y santidad, habindose hecho siervopecado y de la muerte. De aqu tuvieron principio todas las perturbaciones de que hohalla su vida rodeada, teniendo el alma ceida de muchas pasiones molestas que le cau

perpetua guerra; y el cuerpo sujeto a inumerables trabajos. De aqu procedi el llantHerclito, movido a compasin de la humana naturaleza, tan combatida de violedisposiciones, tan contrastada de inevitables miserias. De aqu la risa de Demcritoconsiderar la inconstancia de sus obras, la incerteza de sus acciones. Homero tras hhecho comparacin de los animales, de uno a otro, tanto en la industria, cuanto eentretenimiento de su vida, exclam, ninguno haber de todos los que caminan sobre la titan miserable como el hombre. Deste aviso y noticia resultaron las horcas, que TimAteniense ofreca sus ciudadanos, a fin de abreviar el vital curso, no sin haberle algunos dcrdito. Plinio tratando de los grandes infortunios con que nace el mortal, afirm no dnacer, o serle mejor morir en naciendo. Era costumbre entre Citas llorar al nacer los hijoalegrarse con solenes fiestas al morir los parientes. Mas yo con paz de tan insignes Filso

faltos del entero conocimiento de Dios, y del culto y religin verdadera, refuto sus opiniopor tener slo por fundamento discursos dbiles con que pretendieron aniquilar el ghumano. Ni admito el arrojado parecer de otros, que quisieron conducir el hombre consideracin de su dignidad, como dotado de gracias excelentes. Persuadanle, poder llcon la viveza de su entendimiento hasta la inteligencia perfeta de los secretos mayoAadan, poderse hacer por s mismo con el estudio de la Filosofa (siguiendo su naturaldueo de todas las malas perturbaciones, aspirando con privarse dellas, a una suma virtuas libre de todos vicios, pasar una vida no menos feliz que perfeta. Esto han ensea


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mantenido vanamente los Estoicos, diciendo, se volvera quien siguiese su doctrina po

tarde varn virtuoso si fuese vicioso por la maana. Y si a dormir fuese ignorante, rstipobre, se levantara sabio, discreto y rico. Zenn, Sneca, Digenes, Crisipo y muchos (colmados en otros particulares de frutuossima doctrina) fueron desta opinin. Crisipo higual en virtud a Din con el mismo Jpiter, a quien atribuan la perfeta divinidad. Jatambin Sneca, de tener la vida por beneficio del Cielo, mas por s el hbito de vivir bPor este camino queriendo conceder a la potencia del hombre, disposicin excelente y divdieron motivo para elevarse en tan vana presuncin, orgullo y confianza de s, y de su prvirtud, que era forzoso fuese causa de su total perdicin.

Siguiendo pues el medio entre estas dos contrarias opiniones, as como en la mediocrse halla toda perfecin, y prosiguiendo lo que se comenz a decir del hombre, afirmosumamente necesario el conocimiento de s mismo, teniendo quien se llega bien a l, bast

ocasin para humillarse y gloriarse a un tiempo. Para humillarse primeramente, reconociesu vanidad, malicia, y corrupcin, en que se debe odiar, y desplacer, por ver esculpida econciencia su ruina y condenacin. Gloriarse despus en el conocimiento de Dios (que sinseparablemente el otro) sabiendo fue el Criador del mundo quien hall su origen, qconcert y trab sus miembros, quien le dio espritu, alma, y vida, y en suma, quien formnacimiento. Podr segn esto, en lo que no alcanzare recorrer a la misericordia divina, seguridad de no ser excluido, pues no en balde fue su artfice quien es todo poderoso, tpuro, todo sabio. Antes es verdad asentada, haberle criado para hacerle partcipe de su gldndole para ascender a ella desde el principio por gua, la Piedad, la Santidad, la ReligLa Piedad, para que conozca por ella tener a Dios por padre; la Santidad para rendirlecesar gloria; la Religin para entretenerle en continua meditacin de su gracia y buenas ob

sirvindole con vnculo indisoluble, como a su Criador. Mas nuestro padre primeromenos ingrato que inobediente, dejando estas lumbres divinas, por seguir su propia y lvoluntad (como si con tal desvo pudiera desenvolver muchas maravillas y secretos) pris, y a todos sus decendientes de la promesa que se le hizo de la eterna vida. De suerte, por la prevaricacin y malicia de su pecado, habiendo muerto a aquel vivir inocenfelicsimo, comenz a vivir una vida mortal, sujetando su cuerpo y alma a enfermeddaosas, a miserias infinitas, y sobre todo a la condenacin de eterna muerte. Dios todavafin bueno y piadoso quiso reconciliar y asegurar de la sucesin paterna de su hereninmortal a los que le agrad hacer por gracia muertos al pecado, y vivientes en l. Para admiti su ira satisfacin con la inocencia de su hijo, mundificndolos el caudal de su sapreciosa, con que les abri las puertas del Cielo, habindolos renovado en justicia, inoce

y santidad para abrazar la piedad y religin. Y conociendo podra el hombre, como tan fy dbil, lisiarse fcilmente debajo el grave peso de las calamidades a que la corrupcin dnaturaleza le sujetaba, y donde se detena durante esta vida mortal por el pecado heredittambin sabiendo con certeza, seran las furiosas y continuas pasiones, internadas y asidasu alma, conjuntas a la indisposiciones comunes del cuerpo, grandemente poderosas abatirle, y conducirle otra vez a precipicio, quiso esta divina misericordia quedase de nuen el espritu del hombre una centella de claridad, que con natural amor lo impeliese verdad y al deseo de inquirirla. Ni slo esto, sino que le compungiese y estimulase


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detenerse un punto en sus vicios. Este dbil instinto, movido, ayudado, y dispuesto po

gracia, virtud, y fuerza del Autor de todo bien, incita y conmueve al Cristiano, reengendpor el divino espritu, despus de haberse conocido, para aborrecer lo que en s tiene, y desear el bien y la justicia de que se halla vaco, y la libertad gloriosa de que se privforma, que ayudando la misma divina gracia, este santo deseo, le enciende en la doctrinlas Escrituras sagradas, que si bien del todo no puede remediar sus viciosas inclinaciones,lo menos le contiene y reprime, para que no se encaminen a algn daoso efeto. Por parte, le ensean a recebir las enfermedades de la carne por paterno castigo de sus pecadomedio necesario para domarla y tenerla en freno. Mustranle asimismo por el cumplimide la felicidad mundana, cmo pueda gozar de una vida pacfica, alimentada cocontemplacin de las obras admirables de la Divinidad, a quien debe aplicar toda adoracihonra. Dems, con la emienda y correcin de sus costumbres (naturalmente corrup

deprender a reglarse, segn el modelo de la virtud, hacindose digno del gobierno decosas humanas para provecho de muchos. Por el consiguiente podr por este camino llegla perfecin del sabio, juntando la vida activa a la contemplativa, con cierta esperanza desegunda vida inmortal y felicsima.

Pueden principalmente para esta institucin y estmulo servir los preceptos de granFilsofos, con los ejemplos (que son vivas razones) de su proceder, y de tantos famopersonajes, como la historia, madre de la antigedad, admira, y hace resplandecer. Mas jes proseguir la arquitectura deste pequeo mundo, deste individuo del hombre, anteponerle en estado que pueda dar principio al consorcio y comunicacin de los devivientes.


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VARIEDAD SEGUNDA

HLLANSE cuerpo y alma por naturaleza de tal forma conjuntos y ligados, que smuerte los puede separar. Por tanto con notable presteza desvanece de nuestros ojos, y cnombre de nada todo cuanto vemos en el hombre. Oh estraa miseria!, no bastaba (exclun moderno) nos recibiese el mundo en crcel tan horrible, sin que comenzsemos a vivicerca del morir, que fuese el principio de la vida las disposiciones ms cercanas de la mueVulvese en fin lo terrestre a la masa de quien sali, conforme al dicho de Aristteleresuelve todo en lo de que fue compuesto, partiendo lo invisible y espiritual a la inmortal

eterna, donde le fue dado su ser. Maravillosa sin duda en la naturaleza es esta unin y lAntes, segn muchos Filsofos muestra ser contra la misma: puesto que el alma ligera poes detenida dentro de cuerpo de suyo pesado. Ella, con calidad de fuego celeste dentrquien es fro y terreno, lo invisible dentro de lo palpable; y lo inmortal encerrado enlmites de lo mortal y caduco. Mas qu mucho si no hay sentido, ni imaginacin humanapueda comprehender la razn de los hechos de aquel soberbio Artfice del universo? Asabio por ms que presuma de sutil, no deja confundido fbrica tan artificiosa? O a quiescuridad del caso no hace embotar los filos, andar a tiento, o dar de ojos?

El tiempo que dura esta unin, es fuerza que as como todo lo que tiene movimiento eGlobo universal, viene a ser mantenido por concordante discordia, as tambin haya ealma y cuerpo cierta armona, que en medio de su continua contrariedad, de la ayuda del

se sustente el otro. El obedecer tal vez lo espiritual a lo que es de masa corruptible, nace dflaqueza de nuestro ser, y de su imperfecin. Porque segn Scrates, a proceder cFilsofos verdaderos, jams nos conformaramos con nosotros, antes sin cesar mostraramos repugnantes.

Es el cuerpo (hablando en general de las cosas que le tienen) quien se puede, ocupalugar, mensurar, y dividir en tres sentidos, longitud, latitud, y profundidad. ste Plutarco, ni es pesado, ni ligero, estando en su natural centro, mas en el estrao incligraveza. El de que nos toca tratar al presente, diremos ser carne, cuyo afecto es muerte, yoperaciones violencias, lascivias, enemistades y ofensas. Hallndose compuesto de macorruptible, es poco durable, como suele vaso de tierra.

Por otra parte, no es justo despreciar la admirable composicin desta celeste pla

Antes en ella como en pequeo mundo, podemos contemplar la excelencia de las omaravillosas de Dios, con tan grande exceso, que los ms sabios y elocuentes las pudicelebrar jams cumplidamente. Ni ocurrindonos del modo que le fabric desde el princcon su omnipotencia de un poco de barro, ser menester detenernos en inquirir, cdestroncada la masa primera, y encerrada en el retrete que le seal la naturaleza, de matan informe y pequea se pueda engendrar sujeto tan bien formado, sin tener en s padiferentes en color, ni en sustancia, cmo alimentarse, recebir ayuda, y salir a Finalmente, cmo los seis primeros das despus de la concepcin, no es otra cosa que le


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los nueve siguientes sangre; y carne los otros doce. Cmo en los deciocho que se sig

quede figurado; habiendo (segn pondera delgadamente un autor) no s qu mano divausente, o muerto el padre, dormida, o descuidada la madre, endurecido parte y formdella, aqu la canilla para el brazo, all el casco para la cabeza; amasando otra parte pacelebro, otra para el corazn, con tantos vnculos y ligaduras. Comienza pues a vivir el fry a tener sentimiento al da cuarenta y cinco despus de haberse concebido. Obra por cirarsima, y tanto ms admirable cuanto ms comn: ya que no se aprovecha engrandecerse, como otras maravillas, de la novedad. Secretos que pudieran parecer tms incomprehensibles al sentido ms despierto, cuanto su primera creacin. Si no pregucul mayor prodigio que llegar a engendrarse de una pequea gota de la humana simihuesos, venas, nervios, arterias, partes similares, disimilares, y orgnicas, piel y caformndose en las especies las figuras y semblantes que vemos de contino en los homb

Por tanto qu anotoma se podra hacer de todas las partes excelentes del cuerpo humanes suficiente la consideracin de la mnima para dejarnos no menos absortos que confuNada en l se halla superfluo, nada sobrado: ni hay partecilla sin quien pueda pasar lo noble cmodamente. No se vee cuando ms se mire con atencin, en toda su naturaleza que no participe y rinda tilmente aquello para que naci y fue destinada: que no se nupor s, haga y sufra; segn le es ms a propsito y conveniente, respeto de su mejora, yresto del principal edificio. El progreso y aumento de da en da, de hora en hora en un mipunto de cualquier parte y todas juntas, desde el instante de su ser, hasta el de su enperfecin, sin duda son asombros ms divinos que humanos. Hay debajo del Cielo cosaadmirable que los sentidos naturales, conjuntos y sujetos a la cabeza? La vista, el olfatodo, el gusto, el tacto, por quien dijo Platn: El sentido comn, que es como un recept

universal, conoce todas las cosas esternas. Aquella excelente propiedad de echar de s superfluidad til de su nutrimento, de quien procede la causa de la conservacin del ghumano, no infunde admiracin inaudita? La voz articulada a l solo particular, no es dde grande ponderacin? Cul mayor secreto de naturaleza puede ms bien robar imaginacin para dejarla atnita, como considerar en la infinita muchedumbre dehombres, la variedad de sus rostros, la diferencia de sus fisionomas, tan distanteparecerse con derivarse de una misma forma? Hace crecer ms la maravilla ver que tenitodos lengua con que hablar y cantar, jams semeje la habla y canto de uno al de otrodonde procede, conocerse a menudo por la voz antes que se vean los amigos y familiSingular cosa es por el consiguiente la de la mano, pues si cien mil escriben una cosa micon una misma pluma, tinta y veinte y tres letras, se diferencian todos en la forma, queda

por ella conocido el dueo.Qu cosa pues de las que residen en el cuerpo del hombre no se descubre colmadrara belleza, de vivo resplandor? Y con ser esto as le excede el alma en nobgrandemente. Infndesela Dios su Criador, con slo su poder y virtud, cuando yamiembros se hallan con figura. Difinindola los antiguos, entre otros dijo Tales Milesiouna naturaleza que se mueve siempre por s. Pitgoras, nmero que por s mismo se muPlatn, sustancia espiritual movedora de s, con nmero armnico. Aristteles, acto contdel cuerpo natural, e instrumental en potencia. El mismo Pitgoras afirm, era compuest


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entendimiento, sabidura, sentimiento y opinin, de quien proceden todas ciencias y artes

cuyo respeto es el hombre llamado racional, esto es, apto para discurrir por razn. AdvPlatn, hallarse tres virtudes en el alma, tocantes al conocer y entender, llamadas por respeto cognoscitivas, razn, inteligencia y fantasa, a quien correspondan otras pertenecientes a los apetitos, a saber; la voluntad, cuyo oficio es querer lo que le propointeligencia y razn. La clera que sigue lo que le representan razn y fantasa; concupiscencia que aprehende lo que le es puesto delante por la fantasa y sentidos.

Aristteles le aplica tres cosas de quien proceden las acciones humanas, senentendimiento, y apetito. Otros pusieron en ella cuatro partes, entendimiento, razn,concupiscencia. El entendimiento la eleva para la contemplacin de las cosas intelectualdivinas. La razn la gua por medio de prudencia en todas sus acciones. La ira recibe regmoderacin por virtud de magnanimidad; y la concupiscencia por la de templanza, con qu

establece una igualdad armnica, que rinde a cualquiera de sus partes lo que le pertenecems inteligible, comn y verdadera opinin que de la misma han tenido los ms sabconsiste en la divisin de dos partes, debajo de quien se hallan todas las decomprehendidas. Una espiritual e inteligente, donde est el discurso de la razn. Osensitiva, que es la voluntad errante y desordenada por s, donde asisten todosmovimientos contrarios a la razn junto con los malos deseos. En todos los discuFilosficos, escritos por estos grandes autores, se halla un notable error. Este consistquerer atribuir tal fuerza y poder a la razn (que dicen residir en el alma, como una luz pconducir el entendimiento; como una Reina para moderar la voluntad) que por ella solpuede el hombre gobernar ptimamente. Engao grandsimo, y no menor deslumbramieya que se conoce hallarse la humana razn por s toda corrupta y depravada. As debe

decir, que si bien el alma como espritu y vida, es indivisible, es inmortal (desatndopereciendo todo lo que se divide) se puede, esto no obstante, en el nter que se halla conjal cuerpo, llamar compuesta, y por el consiguiente sujeta a estas dos partes principaleinteligencia y voluntad. Sirve la inteligencia de comprehender todas las cosas que seproponen, y de discernir lo que dellas debemos excluir, o aceptar. Ejecuta la voluntad cula inteligencia juzga ser bueno, y huye lo que reprueba, conformndose con los Filsofoque el entendimiento, comprehensor de razn y sentidos, es como capitn y gobernadoralma, de quien pende la voluntad. Bien es verdad que de tal manera se hallan los depravados; el entendimiento ceido de tinieblas por el pecado del primer hombre, plagales cupo a todos sus hijos por hereditaria sucesin; y la voluntad tan corrupta por semejinobediencia, y tan debilitada para el bien, que si del cielo no le viene otra gua, que ense

entendimiento, enderece y conduzga la voluntad, slo sabrn obrar y proceder lostorcidamente: slo sabrn atraer el alma a s, que es lo mismo que a su total ruina, hacinconsentir a la ley de sus miembros, llenos de ignorancia, de escuridad, y malicia.

Mas con todo, si hemos reconocido en la masa corruptible, impura y pesada, dondhalla el alma contenida, materia de alabanza y contemplacin de cosas divinas, qupodra decir de la que en s es toda inmortal, de la que en un instante con sus discurspensamientos camina por todo el cielo, circuye toda la tierra, navega toda la mar, de laquien queda el cuerpo inmoble, y toda su hermosura vuelta putrefaccin, de la que sol


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puede hacer feliz, por los tesoros de la sabidura, a la misma propia y particular: ant

rgano solo por quien se puede inquirir, rastrear, y ver la divinidad? En qu forma se ppues aclamar la que por su naturaleza es invisible, la que tiene por agentes y operantes desencia la voluntad, el juicio, los sentidos, inteligencia, espritu, imaginacin y memoria,que contempla las cosas universales, y hace las particulares inteligibles, la que para aumde su incomparable beldad, posee prudencia, templanza, fortaleza y justicia, sin quieconvirtiera en confusin el excelente orden de todas las acciones humanas? Es en sumalma cosa tan grande y divina, que se juzga del todo imposible la puedan comprehendesentidos exteriores, y con mucha dificultad la razn. Della depende toda la felicidadhombre presente y futura, cuando limpio de todas perturbaciones, por la regeneraprocedida del espritu de Dios, se deleita, y slo recibe contento (en lo que segnnaturaleza puede llegarse a la perfeccin) con la sinceridad y virtud, colmada de espera

cierta de otro ms cumplido y perfeto gozo en la renovacin desta vida mortal, en la inmfelicsima.Este es el hombre que deseamos introducir en la conversacin del mundo, lleno, com

ha visto, de tantas dotes, de tantas excelencias. Resta manifestar ahora por mayornaturales pasiones, sus comunes dolencias. Solan decir algunos antiguos, no hallarse anms enemigo del hombre, que el hombre mismo. Naca esta aseveracin, de que teniedominio sobre todas las cosas, no se dominaba a s, antes era de sus apetitos predominadoexperiencia nos hace conocer cumplidamente la verdad desta sentencia. Sobre todconfirma el Doctor de las gentes, confesando no hacer el bien que quera, antes ms presmal que no quera hacer, lamentndose de no habitar en su carne bien alguno. De suerte qfin tengan efeto las buenas obras, hemos menester auxilio de gracia divina y especial.

consideracin no es vana, ni sin utilidad para el hombre, conocindose de tal forma unidmundo, y a cosas de suyo tan instables (cambindose de un estado en otro del todo contrque sin divino socorro por ningn caso alcanzara el cmo se debran evitar. El que hoy sano, espera la enfermedad, el enfermo la salud. El que tiene un deseo en el alma, le mumenudo en otro, antes que se cumpla el primero, y as vienen a ser ms largas las congque la vida. Todas edades son perseguidas de trabajos, siempre mayor el que llega postrLa riqueza recela peligros, y la pobreza padece daos. Salpcase de sangre el soldhiriendo, o fenece al golpe de una bala. El labrador combate con la fatiga. Arde si no se el varn, y el que abraza el matrimonio, padece grave tormento en guardar la propia muNo sosiega el mancebo, siempre temerario, y cercan a la vejez males infinitos. Quien crechonras y favores, se expone al agravio de la envidia. Suena al odo del avaro la vo

miserable, y sigue al largo gastador la infamia de perdido. Sirve el que pretende mandar, dudoso en su bien, anhela por cosa que alcanzada le atormenta. A quien ayer cansseveridad del padre, cercan hoy cuidados domsticos, y muchos buscando su honor, hallsu afrenta. Ninguno en suma contina y permanece en un mismo estado. Por eso Platn llal hombre animal voluble, esto es, fcil de mudarse, o inclinado a mudanza. Entre cuamales acarre al ser humano el deseo de deleite, el recelo de dolor, impresos ambos denuestra primera corrupcin en lo ms ntimo del alma, el ms grave y daoso es sin dudrepresentarle las cosas sensibles ms evidentes que las inteligibles, forzando a qu


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entendimiento haga ms por pasin, que por razn su examen y juicio. Porque co

costumbre de atender a la naturaleza vagabunda, incierta y mudable del cuerpo, como subsistente y visible, queda ciego (jams fue lince el sentido de carne) y pierdconocimiento de lo que tiene verdadera existencia. Pierde la lumbre del alma, que es inmy divina, y del todo inclinndose a la voluntad sensual, procura extinguir, o sufocar el insfrgil del espritu, que aunque dbilmente, aspira al verdadero bien, de quien se siente hcado con tal fuerza, que si Dios no le fortificase, y no le acompaase la razn, vendraduda a ser opreso de poderosos enemigos, conjurados para perderle. La palabra, Passegn los Filsofos dotados de mayor lumbre, es movimiento natural y actual en el alma. viene a ser de dos gneros. El uno fcil, bueno y santo, alegrndose de su verdadero bienotro potentsimo y pernicioso, deseando con ansia y codicia, y alterndose con inmodeplacer, por un bien imaginado falsamente.

La materia destos movimientos son opiniones, afectos, inclinaciones, que dejados enaturaleza, son respeto del pecado, depravados y corruptos, cuyo origen y raz son de nuepropia materia; a fin (segn dijo Platn) no piense alguno haber sido Dios causa de lo ma

En dos gneros (llegndose ms a la verdad) se puede comprehender y dividimuchedumbre destas pasiones que difinieron los antiguos. Tocar al primero lo que creepor Fe: al otro lo que resulta de nuestras opiniones y afectos. En aqul quecomprehendido cuanto se cree, piensa y desea de las cosas celestes, como de la verdajusticia, de la inmortalidad de la otra vida, y del venidero juicio. En el otro cuanto conciy mira las cosas terrestres, costumbres, gobierno de Econmica, de Poltica, y universalmtodas nuestras inclinaciones. Cuanto a lo que creemos por Fe, a que nos induce, el instintla divinidad, impreso en todas las almas, es de saber, las mueve, y hace aspirar al verdade

supremo bien, siendo ms poderoso, y de ms eficacia en unos que en otros. Si bien en toes propio del entendimiento humano carecer de seguro camino, para inquirir la verdad: atiene por oficio andar vagando en diversos errores, como quien camina en continuas tinieb

El segundo gnero de nuestras pasiones, llamadas propiamente perturbaciones, de qproceden todos los males, no son ms que inclinaciones y afectos, recebidos de nuvoluntad depravada, por los estmulos y halagos de la carne, repugnantes del todo divinidad de la naturaleza racional del alma. A stas debe extinguir (antes que cobpotencia) el discurso de la razn, con que, mediante la gracia divina, se repulsan y deshaY es cierto puede ser confusin de Catlicos ver la solicitud con que acudieron a losantiguos tnicos, enseando este camino con ejemplos, preceptos y dotrina. Verdad essi se considerase la utilidad que en oprimirlas se consigue, sera indecible la diligenc

cuidado que se pondra en semejante particular. Qu bienes no produce la exclusin deambicin vehemente, de una codicia insaciable, que aun en la sepultura no desamparasujeto? Qu tribulaciones, que molestias no ocasionan desenfrenados apetitos, disiinmoderados? Proceden (dice Plutarco) los supeditados destas dolencias como mareadosen ninguna parte del bajel hallan reposo. Dervanse de aqu las mudanzas de las vidas, dcondiciones, de los estados, que todos, y cada uno de por s no purga, sino antes aumentmiserias y enfermedades del alma, mientras no se quita della la causa que las produce, es, las ignorancias de las cosas, las imperfeciones de la razn. Estos son los males


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inquietan ricos y pobres; stas las calamidades que acompaan a grandes y pequeo

siervos y libres, a mozos y viejos, imitando al afligido enfermo, cuyo nimo lidia de concon bascas y penalidad. Nota de enfadosa a la mujer; acusa de ignorante al Mdlamntase de la cama mal hecha; juzga importuno al amigo que le visita, lleno de afliccidolores, hasta que cobrada la salud, se re de su pasada impertinencia. Mayores exorbitanocasiona la indisposicin del alma que la enfermedad del cuerpo. Regida con la razn, repoderosamente a todas las pasiones, corpreas, mas si la supeditan deseos, apetitoplaceres, obra como enfermo, querellosa, vencida, indispuesta. Qu serenidad pdescubrir el rostro del hombre que tiene el espritu tribulado? O qu impedimentohallar al efetuar las buenas y virtuosas acciones? Por eso encarga Demcrito, se tenga cuidado con el alma que con el cuerpo. Son peligrossimas las dolencias de aquConcense con dificultad, y con mayor se sanan. No as las del otro, a quien descompon

mnimo dolor, y pronto indicio de inflamacin, o alteracin de semblante, las descubmanifiesta. Esto sin los socorros que halla en los remedios, sobre todo contra las pasinaturales de sed, hambre, sueo, etc. Mas las del alma habindose hecho fuertes una quin sino el cielo las podr desarraigar? Asisten dentro calladamente agudsimos estmuque oprimen todo conocimiento. Quin podr aplicar medicina a la avaricia de un viejo,ambicin de un privado? O cundo darn ellos lugar a que se les aplique? Son malesremedio, por hallarse asidos al corazn. Propio de la razn era este oficio (segn Hesogua celeste, y sabidura divinamente inspirada, mas halla tomados los pasos, ni le aprovel ser fuerte, que se rinde a tan potentes estorbos.

Las armas contra estas pasiones han de ser los documentos que por el discurso desta furemos sembrando, con aditamento, ha de tener por mxima el varn introducid

formado en la idea, pelear y salir vitorioso de afectos desenfrenados, de ilcitos desConseguirase este intento con ms felicidad, si se advirtiere, ser slo las perturbacionesnimo opiniones admitidas de estragada voluntad, y defendidas de juicio depravado. Yas conviene refutar las errneas y falsas con razones buenas y slidas. Importa mucho soberana en el nimo, para dar a entender no ser bien ni mal lo que el mundo imagina sy que segn esto por ningn camino deben alterar al templado los excesos de dolor, o gNo como a muchos de la antigedad, cuyos corazones de tal manera fueron de vaccidentes violentados, que unos murieron de deseo, otros de temor; stos de melancolaalegra aqullos. Digoras y Quiln oyendo decir haban ganado sus hijos el premio enjuegos Olmpicos, sintieron tan ntimo impulso de contento, que la risa les sirvi de copara su fin. Erene Siciliano conducido en prisin, por haberle imputado ser de

compaeros que conspiraron contra Cayo Graco, atnito del juicio futuro, y supeditadterrible miedo, cay muerto al entrar en la crcel. En Madrid vimos encanecer en una nomancebo de veinte aos condenado a muerte; tanta vehemencia tuvo en l tan fuimaginacin. Plautio Numidio, sin los amantes de Teruel, viendo a su mujer difunta, se ritanto a la tristeza, que arrojndose sobre el cadver, dio lugar a que all le ahogase el doLa locura de Galeazo fue sin duda no menos extraordinaria. Deca ste muchas veces a cseora, a quien festejaba, morira por ella mil veces, si fuese menester. Ella al or


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instantes estos encarecimientos, por burlarse, le mand se echase en el ro. Obedeci Gal

al punto, quedndose por pasto de los peces en premio de la pronta ejecucin.Infirese de lo apuntado hasta aqu, no venir las perturbaciones por el verdadero bien

alma, sino slo por el falso, que es dolo de imprudentes, llamado por los Filsofos bienescuerpo y de fortuna. Estos siendo por naturaleza caducos, acompaados y seguinseparablemente de excesivo deseo, desenfrenado gozo, temor y melancola, son indigdel pensamiento del alma inmortal, no siendo justo llamarlos bienes, por poseerlos, ni mpor no los tener. Debemos en esta conformidad hacer en la planta de nuestro individuo lolos buenos cultores en las que corren por su cuenta: esto es, cortar los ramos muertosvaras intiles, porque no se lleve lo espurio la sustancia de lo legtimo. As aprenderemquerer y hacer lo que conviniere y fuere justo, con que se volvern enfermos sin accifuerza los dems quereres. Con esto har el alma su oficio en reprimir y mandar a todos

estmulos corpreos, extinguindolos al punto que fueren naciendo. Porque en la forma (Epcteto) que quien tiene bien sano el cuerpo, sufre con facilidad el calor y el fro; as eltiene bien compuesta el alma, soporta enojos, tristezas, alegras, y los dems afectos.

Confieso habr sido para muchos la tratada hasta ahora, materia de poco deleite, mse considerare bien, no era justo, tras haber exhortado generalmente al sguito del verdahonor y gloria, y por el consiguiente tras haber dibujado el universo por mayor, dejaemplear algunas lneas en el compuesto del hombre, antes de traerle a la conversacinmundo.

Ahora, para que dl se tenga ms entera noticia, y para que, segn en la Filosofabusquen las naturalezas por sus efetos, es de advertir, no ser uno el proceder desta habitacpuesto que conforme al clima de cada una se hallar diversidad en las cosas. Por es

conveniente proponer algo de su diferencia.Donde el aire pues, no es demasiado ardiente, ni es el fro spero y largo; donde nolluvias excesivas, ni vientos con demasiada violencia, antes las partes del ao perseveranmoderada disposicin, se halla grata temperie, salubridad de agua, fertilidad de tierra, comedio de cuyas cosas, el pas se hace agradable, de buena salud, apropiado para producir suerte de legumbres y mieses, para alimentar todas plantas domsticas y silvestres que enestaciones llevan frutos abundantemente. Hllanse los animales, las aves y peces mformados, ms frtiles, y de mejor gusto. Que de todo esto participe con grande benignidel cielo nuestra generosa Espaa, pudiera bien afirmar con no comunes hiprboles, si elas naciones tan envidiosas de su valor, tan codiciosas de sus tesoros, por ser patria, no fla pluma sospechosa.

Donde calor y fro, sequedad y humedad exceden, reciben ofensa todas las coproducindose de peor calidad. Mas las provincias templadas con mediana son frtilepara toda bondad ms que las otras a propsito. Sus moradores en su modo de vivirdelicados, de buen ingenio, sutil y apto para percibir las cosas ms difciles. Paran enmanos comnmente los grandes Imperios, las ilustres Monarquas, casi imposibleconservar a los que carecen de buena temperatura: ya que viene a ser su fiereza impedimnotable, para domar y hacer sujetas con duracin otras naciones. Asimismo los animnacid

suÁrez de figeroa, cristobal - varias noticias importantes a la humana comunicación

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