strauss, la política de desarrollo de occidente, 1989

5
HOMENAJE LA POLÍTICA DE DESARROLLO DE OCCIDENTE* Franz Josef Strauss** la política de ayuda al desarrollo de Occidente le falta desde hace años una estrategia coherente. Sobre todo la política de cooperación económica de la coalición liberal-socialdemócrata estaba llena de con- tradicciones, carecía de ideas y no significó mejoría para los pueblos bene- ficiados porque se la observaba bajo el prisma ideológico. Por ello he insistido desde hace mucho para que se imprima un nuevo rumbo en el área de la política de cooperación. Con alivio podemos constatar hoy que el Gobierno Federal ha reconocido la necesidad de crear una forma funda- mentalmente nueva de concebir esta problemática, y que esto ha sido llevado a la práctica a partir del nombramiento de Jürgen Warnke como titular de dicha cartera. Con motivo del balance de la política hacia el Tercer Mundo después de la Segunda Guerra Mundial, él introdujo una corrección del rumbo urgentemente necesaria y fundamental, impulsándola con valentía y decisión. Las vías que se han recorrido y agotado en la política de desarrollo, a menudo con la aplicación de una política económica y financiera errónea *Este artículo fue publicado por Desarrollo y Cooperación, 6 (Berlín: Fundación Alemana para el Desarrollo, 1988). La versión corresponde origi- nalmente a una introducción que escribió Franz Josef Strauss a un libro del ex Ministro de Cooperación Económica, Jürgen Warnke, sobre el tema. **Falleció el 3 de octubre de 1988, a los 73 años de edad. Fue Presidente del Estado de Baviera y líder de la Unión Social Cristiana (CSU). Además, fue uno de los políticos claves en el desarrollo de la República Federal de Alemania. A

Upload: victorfarrago

Post on 04-Dec-2015

214 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

.

TRANSCRIPT

Page 1: Strauss, La Política de Desarrollo de Occidente, 1989

HOMENAJE

LA POLÍTICA DE DESARROLLO DE OCCIDENTE*

Franz Josef Strauss**

la política de ayuda al desarrollo de Occidente le falta desdehace años una estrategia coherente. Sobre todo la política de cooperacióneconómica de la coalición liberal-socialdemócrata estaba llena de con-tradicciones, carecía de ideas y no significó mejoría para los pueblos bene-ficiados porque se la observaba bajo el prisma ideológico. Por ello heinsistido desde hace mucho para que se imprima un nuevo rumbo en el áreade la política de cooperación. Con alivio podemos constatar hoy que elGobierno Federal ha reconocido la necesidad de crear una forma funda-mentalmente nueva de concebir esta problemática, y que esto ha sidollevado a la práctica a partir del nombramiento de Jürgen Warnke comotitular de dicha cartera. Con motivo del balance de la política hacia elTercer Mundo después de la Segunda Guerra Mundial, él introdujo unacorrección del rumbo urgentemente necesaria y fundamental,impulsándola con valentía y decisión.

Las vías que se han recorrido y agotado en la política de desarrollo,a menudo con la aplicación de una política económica y financiera errónea

*Este artículo fue publicado por Desarrollo y Cooperación, 6 (Berlín:Fundación Alemana para el Desarrollo, 1988). La versión corresponde origi-nalmente a una introducción que escribió Franz Josef Strauss a un libro del exMinistro de Cooperación Económica, Jürgen Warnke, sobre el tema.

**Falleció el 3 de octubre de 1988, a los 73 años de edad. Fue Presidente delEstado de Baviera y líder de la Unión Social Cristiana (CSU). Además, fue uno delos políticos claves en el desarrollo de la República Federal de Alemania.

A

Page 2: Strauss, La Política de Desarrollo de Occidente, 1989

316 ESTUDIOS PÚBLICOS

tanto en los países en desarrollo como en los industriales, ha conducido aun callejón sin salida. Nombro, a modo de ayudamemorias, sólo algunosaspectos:

- el gigantesco endeudamiento de los países en desarrollo, con efec-tos peligrosos para el orden financiero internacional;

- el fomento de proyectos carentes de sentido y sólo realizados paraganar prestigio, sin tener en consideración las necesidades elementales delos países en desarrollo;

- el fracaso en la superación de las insuficiencias alimentarias enmuchos países del Tercer y Cuarto Mundo;

- la creación de burocracias distribuidoras, de carácter nacional einternacional, tan ineficientes como onerosas, en lugar de construir sis-temas económicos y sociales eficientes en los países en desarrollo.

Pese a los miles de millones que anualmente se bombearon y siguenbombeando por ejemplo hacia los países del África negra como ayuda aldesarrollo por parte de los Estados industriales, es precisamente esta partedel mundo la que en los últimos años se ha subdesarrollado trans-formándose en la villa miseria del mundo. El producto interno bruto de lospaíses africanos negros sigue reduciéndose. Cerca de un quinto de lapoblación africana dispone hoy de menos del mínimo para alimentarse. Lamortalidad infantil en África negra, que en el pasado se encontraba un 50por ciento por encima del promedio de los países en desarrollo, hoy es casiel doble más grave.

Responsable por la difícil situación de muchos países del TercerMundo es -junto a una política a menudo equivocada de los países endesarrollo- una política de desarrollo, que pese al empleo de enormescantidades de recursos, pese a la construcción de voluminosas burocraciasinternacionales y nacionales, pese a análisis, programas, planes e informessiempre nuevos, pese a innumerables comisiones y conferencias a lo largode decenios, nunca fue capaz de hacer su aporte a:

1. la superación de situaciones de emergencia actuales y al asegu-ramiento de las necesidades más elementales de los países en desarrollo, esdecir, a la ayuda urgente directa;

2. la creación de sistemas económicos y sociales eficientes conser-vando en lo posible sus tradiciones históricas y culturales, e identidad comopremisa para la integración de los países en desarrollo a un ordeneconómico internacional sustitutivo que se basa en la división del trabajo,

Page 3: Strauss, La Política de Desarrollo de Occidente, 1989

LA POLÍTICA DE DESARROLLO DE OCCIDENTE 317

es decir no sólo entender la ayuda al desarrollo como ayuda de emergencia,sino que ayuda al desarrollo como verdadera ayuda al esfuerzo propio.

Junto a la persecución de estos objetivos se trata de barrer lasmentiras sobre la ayuda al desarrollo,

- en el sentido de que la riqueza de los Estados industriales es lacausa esencial de la debilidad y la pobreza del Tercer Mundo.

- de que nuestro crecimiento económico se lleva a cabo a costa y encontra de los países en desarrollo.

- de que la economía mundial "capitalista" existente -aparente-mente injusta- puede ser suplida por un orden económico mundial másjusto, provisto de un mercado mundial de materias primas de carácterdirigista.

Sobre todo las ideas erróneas sobre los verdaderos motivos y causasdel bienestar, así como las doctrinas socialistas sobre la necesidad de unaredistribución permanente, paralizan en la actualidad la construcción delsistema económico y social eficiente en muchos países en desarrollo.

Fuera de eso, la Unión Soviética y sus satélites agudizan consciente-mente los conflictos existentes a través de una política imperialista yneocolonialista en relación con los países del Tercer Mundo, espe-cialmente con los de África y América Latina.

- Ellos difaman la ayuda al desarrollo de las naciones industriales.- Exportan su ideología totalitaria y colectivista.- Promueven desórdenes políticos y sociales.- Hacen dependientes financiera, económica, política y militar-

mente a los Estados del Tercer Mundo.

Ya que la libertad y el progreso para el propio pueblo sólo existencuando se combaten exitosamente el hambre y la miseria en el mundo, ytodos los pueblos pueden participar en los avances del futuro, nuestroobjetivo es crear un orden económico mundial realmente estable y libre.Esto presupone que los países en desarrollo realicen esfuerzos propiospara enfrentar los desafíos de la sociedad industrial moderna, que se basaen una división del trabajo, y de la economía mundial. La tarea de la ayudaal desarrollo radica en apoyar los esfuerzos propios de los países del TercerMundo. Una política occidental realista hacia el Tercer Mundo es por ellosiempre política de paz, porque les resta terreno a los objetivos políticos de

Page 4: Strauss, La Política de Desarrollo de Occidente, 1989

318 ESTUDIOS PÚBLICOS

Moscú, apoyados por la exportación de armas y de revolucionarios mundia-les, en las regiones económica y socialmente inestables del mundo.

En mi opinión no debe haber duda de que la ayuda al desarrollo sóloes posible sobre la base de una cooperación de confianza entre los paísesindustriales y los países del Tercer Mundo.

Esta cooperación demanda en primer lugar reconocimientos de losintereses vitales de ambas partes. Esto quiere decir que también los paísesen desarrollo deben reconocer que la ayuda al desarrollo no está ni puedeestar en contradicción con los intereses económicos y políticos esencialesde los países industriales. En relación con el Tercer Mundo, la política dedesarrollo exterior y económica no deben contradecirse, sino que comple-mentarse de manera lógica.

En ningún lugar del mundo los modelos económicos dirigistas,proteccionistas o colectivistas con planificación y administración centrali-zada y distribución burocrática han logrado superar la miseria y la pobreza.Sin una economía eficiente y competitiva a nivel internacional no se puedeprestar ningún tipo de ayuda exitosa al desarrollo. En un orden económicomundial libre, con un flujo de capital sin barreras y un comercio mundiallibre, sin proteccionismo y cuotas de importación, sin obstáculos adminis-trativos y burocráticos, sin estatizaciones, sin expropiaciones osocialización se encuentra el futuro del Tercer Mundo.

Los países en desarrollo necesitan nuestra ayuda económica,técnica, financiera. Necesitan nuestra ayuda en la formación de una capadirigente espiritual, industrial y científico-técnica, así como una capa mediade administración de artesanos, técnicos y obreros especializados. Perotambién necesitan nuestra ayuda política en la defensa ante el imperialismosoviético, el que a través de la exportación de su ideología revolucionaria yde armas intenta alterar la construcción pacífica y la creación de condi-ciones políticas y sociales estables.

Aquí tenemos un deber político y moral ante nuestros amigos, queconfían en nosotros. Como miembros del mundo libre, tenemos el deber deayudar a evitar que los hombres del Tercer Mundo, tras haberse liberadodel viejo colonialismo, sufran la imposición de dictaduras comunistastotalitarias.

Europeos y norteamericanos deberían cuidarse de situar la vara demedida de las concepciones ideales democráticas muy alta en las condi-ciones de los países en desarrollo. No tenemos derecho para ello. Sería unapeligrosa ilusión creer que los problemas más elementales de los países endesarrollo pudiesen solucionarse tan sólo a través de la transferencia de lademocracia occidental en su forma ideal hacia estos países. No debemosolvidar que también nuestro camino hacia la democracia libertaria fue

Page 5: Strauss, La Política de Desarrollo de Occidente, 1989

LA POLÍTICA DE DESARROLLO DE OCCIDENTE 319

largo. En el caso de los países en desarrollo se trata, en primer lugar, de quese creen premisas políticas estables para la organización de la vidaeconómica y político-social. A esto pertenecen la paz interior, la seguridadjurídica y las condiciones marco para el desarrollo de una economía demercado promisoria. En esta dirección debemos ofrecerles a los países endesarrollo toda la ayuda posible.