stamateas-no puedo ponerme límites a mí misma

13
No puedo ponerme límites a mí misma por Bernardo Stamateas Rut 3:1-6 Un día su suegra Noemí le dijo: --Hija mía, ¿no debiera yo buscarte un hogar Seguro donde no te falte nada? Además, ¿acaso Booz, con cuyas criadas has estado, no es nuestro pariente? Pues bien, él va esta noche a la era para aventar la cebada. Báñate y perfúmate, y ponte tu mejor ropa. Baja luego a la era, pero no dejes que él se dé cuenta de que estás allí hasta que haya terminado de comer y beber. Cuando se vaya a dormir, te fijas dónde se acuesta. Luego vas, le destapas los pies, y te acuestas allí. Verás que él mismo te dice lo que tienes que hacer. --Haré todo lo que me has dicho --respondió Rut. Y bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. ¿Cómo ponernos límites a nosotras mismas? La suegra le dice, báñate, es el primer consejo que le da. Segundo, perfúmate, ponete perfume y ponte la mejor ropa, porque si te ponés la mejor ropa algo bueno va a pasar en este día. Una persona no se puede poner límites porque vive sin límites, porque cree que ponerse límites es perder la libertad, cuando es todo lo contrario. El límite te está diciendo que estás libre, que podés limitarte, podés ponerte una barrera, un freno para lograr algo mejor. Pero en una persona que no puede ponerse límites empiezan a instalarse en la mente dos tipos de pensamientos. Primero, un pensamiento mágico: Las cosas en mi vida van a cambiar por si solas, ese es el pensamiento mágico. En algún momento se me va a dar, en algún momento algo me va a hacer clic adentro y me voy a dar cuenta que no tengo que abusar de la comida, del alcohol, del juego, que no tengo que abusar de mis emociones, que tengo que aprender a decir que no a los demás. En algún momento algo me va a pasar y me va a hacer clic, a eso se lo llama pensamiento mágico, esperar que venga de afuera la solución. Y también se te activan las "actividades mágicas". Por ejemplo, voy a hacer algo y de todo lo que haga algo me va a dar resultado. No sé qué voy a hacer, hago a

Upload: junchimuli

Post on 05-Dec-2014

56 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

No puedo ponerme límites a mí misma

por Bernardo Stamateas

Rut 3:1-6 Un día su suegra Noemí le dijo: --Hija mía, ¿no debiera yo buscarte un hogar Seguro donde no te falte nada? Además, ¿acaso Booz, con cuyas criadas has estado, no es nuestro pariente? Pues bien, él va esta noche a la era para aventar la cebada. Báñate y perfúmate, y ponte tu mejor ropa. Baja luego a la era, pero no dejes que él se dé cuenta de que estás allí hasta que haya terminado de comer y beber. Cuando se vaya a dormir, te fijas dónde se acuesta. Luego vas, le destapas los pies, y te acuestas allí. Verás que él mismo te dice lo que tienes que hacer. --Haré todo lo que me has dicho --respondió Rut. Y bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. ¿Cómo ponernos límites a nosotras mismas? La suegra le dice, báñate, es el primer consejo que le da. Segundo, perfúmate, ponete perfume y ponte la mejor ropa, porque si te ponés la mejor ropa algo bueno va a pasar en este día. Una persona no se puede poner límites porque vive sin límites, porque cree que ponerse límites es perder la libertad, cuando es todo lo contrario. El límite te está diciendo que estás libre, que podés limitarte, podés ponerte una barrera, un freno para lograr algo mejor. Pero en una persona que no puede ponerse límites empiezan a instalarse en la mente dos tipos de pensamientos.Primero, un pensamiento mágico: Las cosas en mi vida van a cambiar por si solas, ese es el pensamiento mágico. En algún momento se me va a dar, en algún momento algo me va a hacer clic adentro y me voy a dar cuenta que no tengo que abusar de la comida, del alcohol, del juego, que no tengo que abusar de mis emociones, que tengo que aprender a decir que no a los demás. En algún momento algo me va a pasar y me va a hacer clic, a eso se lo llama pensamiento mágico, esperar que venga de afuera la solución.Y también se te activan las "actividades mágicas". Por ejemplo, voy a hacer algo y de todo lo que haga algo me va a dar resultado. No sé qué voy a hacer, hago a ciegas y algo de todo lo que hago me va a dar resultados. Entonces, nos transformamos en personas expertas en dar puntadas sin hilo. Las mujeres somos expertas en puntadas sin hilo, trabajamos, hacemos un montón de cosas, pero no unimos nada en nuestra vida. Parece que hacemos y caminamos al azar. Pareciera que todo lo que hacemos nos da resultado y somos especialistas en eso, en lugar de decir, bueno, hacia dónde va mi vida, cuál es el enfoque que le quiero dar. Tengo que ser coherente, mi vida tiene que tener una dirección. Pero hacemos actividades mágicas, hago, después veo si me da algún resultado, porque no tenemos una cohesión entre una actividad y la otra. Nos levantamos a la mañana, hacemos un montón de cosas durante el día, durante la semana, durante el mes, pero sin una dirección, sin un propósito. Hacemos actividades sueltas y no sabemos qué estamos construyendo con nuestra vida. Hacemos, nos cansamos, pero no pasa nada, no terminamos de construir algo bueno y agradable porque damos puntadas sin hilo, o sea, no llegamos nunca a ningún lado. Ponete a pensar y analizá tu vida y tus años pasados, cosas que hiciste que no te llevaron a nada. Fueron actividades momentáneas, lo hice un año, esto lo hice dos

 

Page 2: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

años y después se te ocurrió hacer aquello durante tres meses, pero nada se junta con nada y nada te dio resultado, porque das puntadas sin hilo. Si vas a coser, hacelo bien. Si vas a coser, hacelo con hilo.En nuestra vida tenemos que tener sentido de propósito, lo que hago tiene que estar encaminado en otra actividad y esa actividad a otra, porque sé cuál es mi destino, sé hacia donde voy. No hago cosas para pasar el tiempo. No hago cosas para rellenar mi vida, para estar un poquito más contenta. Lo que hago tiene sentido y propósito, porque sé adónde quiero llegar cuando mi vida se termine en esta tierra, porque mi vida en Dios tiene propósito.Cuántas veces perdemos el tiempo. Y... no tengo otra cosa, cuando me jubile no sé que voy a hacer, porque no tenés sentido de propósito, porque tu vida no tiene dirección, porque no estás construyendo tu vida, estás viviendo pero no hacés una construcción de tu vida. Entonces te proponen algo y lo hacés, te dicen algo y decís, bueno, me engancho, voy. Y si el sábado vamos a bailar, voy a bailar. Pero estás construyendo algo. No, pero no tengo nada para hacer y pareciera ser que las mujeres siempre encajamos en los propósitos del otro, siempre encajamos en los tiempos del otro, porque no sabemos qué es lo que estamos construyendo con nuestra vida, cuál es la dirección y hacia dónde vamos.Para construir mi vida tengo que saber que lo más importante es aprender a ponerme límites personales, porque nos encanta ponerle límites a los demás pero no sabemos ponernos límites a nosotros y después nos cuesta ponerles límites a otros. Un límite es una barrera que le pongo a mi vida para que mi vida tenga un cauce, una dirección. Me estoy poniendo límites no para coartar mi libertad sino para dirigir guiar mi vida hacia donde apunta, hacia donde la quiero llevar. Porque no tengo que ser arrastrada por la vida, tengo que hacer la vida que quiero, tengo que hacerme objetivos, proponerme objetivos y metas para tener la vida que quiero. No puede ser que la vida me empuje, tengo que empujar la vida que quiero. Tengo que aprender a ponerme límites. Hoy vamos a ver algunos de esos límites que nos cuestan poner especialmente a las mujeres. Dice I Samuel 16:1,  dijo Dios a Samuel, ¿hasta cuándo llorarás a Saúl?, porque Samuel era un buen hombre, estaba preparado para ser un profeta, para profetizarle a la gente. En un momento deja de dirigirse hacia donde tenía que dirigirse en la vida y se empieza a desbordar en sus emociones y a llorar a Saúl. Cómo puede ser que Dios lo haya sacado a Saúl del reinado, cómo puede ser que haya pasado esto, cómo puede ser que ya no esté como rey. Y viene Dios como viene Dios a nuestra vida a hacernos esta pregunta, ¿hasta cuándo vas a seguir extralimitándote con tu salud? ¿Hasta cuándo vas a seguir extralimitándote emocionalmente? ¿Hasta cuándo vas a seguir teniendo ese pensamientos que te está torturando? ¿Hasta cuándo vas a seguir con esa conducta que está dañando tu vida? ¿Hasta cuándo? Esa es la pregunta de Dios, porque es la pregunta que te pone el límite. Hasta que no te preguntes ¿hasta cuándo voy a seguir con esto?, y sepas que el límite no viene de afuera sino que tiene que venir de adentro tuyo, porque querés otra vida, querés algo diferente para que lo que estás viviendo, va a venir el Señor a preguntar, ¿hasta cuándo?, porque Samuel lloraba lo que ya no tenía que llorar. Y tal vez estás llorando lo que no tenés que llorar, estás castigando tu cuerpo cuando ya no lo tenés que castigar, porque ahora recibiste la vida de Cristo.

Page 3: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

Entonces ¿por qué seguís castigándolo? Tal vez estés aguantando situaciones porque no podés ponerte un límite, decir, ya estoy grande, estoy crecida, no soy una nenita para seguir haciendo esto.Recibí un correo de una mujer que me dice, Alejandra, me voy al bingo todas las tardes. Y estoy teniendo problemas de pareja porque no me alcanza la plata para nada, me la juego toda y no puedo ponerme un límite. ¿Hasta cuándo? Porque esperamos los extremos, porque no nos preguntamos hasta cuándo, qué quiero ver en mi vida, cómo quiero que me conozcan, qué quiero hacer en mi vida, qué dirección quiero que mi vida tome, porque si no voy a tener este pensamiento mágico que en algún momento se me va a dar, algo me tiene que pasar para que cambie. ¿Por qué no hacés que las cosas te pasen porque querés que pasen y darle un sentido diferente a tu destino?Si no sabés ponerte límites que te cuiden no vas a poder ponerles límites a los otros, por eso tus hijos se te suben a la cabeza, por eso tu pareja te abusa, porque si no podés ponerte un límite, tampoco vas a poder ponerles los límites a los demás, o por lo menos les vas a querer poner y nadie te va a hacer caso porque no sabés ponerte límites.En segundo lugar, vas a perderte en el próximo paso que Dios quiere mostrarte, porque cuando uno está desbordado físicamente, está desbordado emocionalmente, está desbordado en cualquier área de su vida esa persona no puede ver que hay más adelante, porque lo único que te preocupa es ese desborde, tengo que comer, qué feo que tengo el cuerpo y si sigo así voy a explotar, no sé qué va a pasar. No podés ponerte un límite, no podés mirar el futuro. Dios le dice a Samuel, hasta cuándo vas a seguir llorando a Saúl. Necesito que tomes aceite y que vayas a ungir al próximo rey. Siempre Dios tiene una tarea para darte más adelante, pero necesita que sepas hasta cuándo vas a seguir con ese desborde, cuando va a ser el día que aprendas a ponerte límites. Hay un momento de decir, hasta acá llegué, a partir de hoy me pongo este límite, no estoy esperando que otro me lo ponga. No tengo un pensamiento mágico, alguien en algún momento con una varita mágica vendrá y me sacará ese desborde que tengo emocional o de comida o de lo que sea, sino que yo misma he decidido que el día es hoy, hoy me pongo límites para seguir dando frutos.Tengo que poner límites. No sé cuál es el límite que tenés que poner en tu vida, pero hay uno que tenés que poner seguro. Tal vez haya más áreas que tenés que limitar, pero hay un área que tenés que limitar y tiene que ser ahora, porque si no hasta cuándo lo vas a estirar. Rut era una mujer que aprendió sola en algunas áreas y con ayuda de su suegra en otras a poner límite.Primero, limitó su atmósfera. Ella había perdido a su esposo, había perdido todo lo que tenía. Hasta que toma la decisión de irse. Alrededor de ella había desesperación, había muerte, había angustia, todo lo que la rodeaba era dolor. La atmósfera era depresiva, de sufrimiento, de pobreza, de llanto, de agotamiento, de que nada podía avanzar y de pronto decide salir de esa atmósfera. Toma una decisión para ponerle límites a esa atmósfera negativa. Si no le ponés límite a lo que te rodea, a esa atmósfera negativa de peleas en tu casa, de discusiones, de enfermedades, de muerte, de queja, vas a terminar intoxicada porque las atmósferas te intoxican. Cuando estás en la iglesia y hablás con una persona que tuvo un milagro, otra que Dios le respondió sobre sus hijos, 

Page 4: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

otra que encontró trabajo, otra que se sanó de algo, esa atmósfera te hace fuerte, te hace sentirte viva.

La fe va a crecer porque las atmósferas te contagian y tal vez  tengas que poner un límite a la atmósfera negativa en la que estás viviendo hoy. Y ese es el primer límite que tenés que poner, porque si no ponés límites, te vas a terminar intoxicando. Y a mí me encanta porque una de las órdenes que Dios más da en la Biblia a hombres y mujeres extraordinarios era que tenían que dejar, dejá tu tierra y tu parentela, dejá los caminos cerrados, dejá esto, andate a otro lugar, dejá a tus parientes, dejar. Y dejar es poner un límite en la atmósfera para irte a una atmósfera bendecida. ¿Cómo es tu mañana cuando te levantás? Esta enviciada porque tenés que poner un límite ahí. No voy a vivir en esta atmósfera intoxicada, no voy a criticar como critican los demás, no me voy a bajonear como se bajonean los otros, no voy a hablar y chusmear del otro como lo hace mi vecina, no voy a presentarme delante de la vida como lo hace mi marido. Voy a cambiar mi atmósfera, dejo esto negativo y me meto en la atmósfera de fe, en la atmósfera de Dios donde todo lo que haga me va a salir bien. Cambiá, transformá tu atmosfera, ponete un límite.¿Qué pasa cuando estás con carácter feo? ¿Te podés poner un límite o no? ¿Qué pasa cuando estás enojada con algo, te ponés un límite o te desbordás? ¿Podés decir basta? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué atmósfera estoy creando alrededor mío? ¿Qué pasa cuando estás mintiendo? ¿Te podés poner un límite a la mentira? ¿O te encanta seguir mintiendo? ¿Podés cambiar tu atmósfera y meterte en la atmósfera de la verdad? A ver si la verdad me funciona, porque hasta ahora fui una mentirosa y manipuladora todo el tiempo. A ver si alguna vez en la vida me decido a decir la verdad y hablar con verdad y mi atmósfera cambia. Será que tu atmósfera en tu casa es de pelea, siempre estás con cara de perro y en tu casa todo el mundo está con cara de perro. No será hora de cambiar esa atmósfera. Entonces los tengo que dejar a todos. No, dejá vos de hacer eso, ponete límites a tu vida y decí, esto tiene que cambiar para mí. Eso tiene que cambiar y va a depender de vos. No es el pensamiento mágico, algo cambiará mi casa un día, el clima de mi casa va a ser diferente hoy, tiene que ser el día porque viene el Señor y dice, hasta cuándo con esa cara de perro, hasta cuándo con esa cara de dolor, hasta cuándo con ese enojo, hasta cuándo con esa mentira. Cuánto tiempo más vas a sostener esa mentira, hasta cuándo, aprendé a ponerte limites. El día es hoy, me cambio de atmósfera porque quiero vivir bien.

En segundo lugar, límites a mi pérdida. Todos perdimos cosas, el problema no es perderlas, el problema es que cuando sigue goteando la pérdida seguimos perdiendo. Perdimos cosas, sí, pero seguís perdiendo cosas. ¿Cuánta salud estás perdiendo por ese problema? ¿Cuántos amigos estás perdiendo por ese carácter? ¿Cuántas cosas lindas de la vida te estás perdiendo porque no podés ponerte un límite? Tenés que ponerte un límite a la pérdida. Y Rut dijo, ya perdí mucho, perdí a mi familia, perdí mi tierra, no quiero perder más. Ese es el primer límite que le tenés que poner a tu vida, no quiero perder más, limito la pérdida.

Page 5: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

Basta, no voy a perder más dinero, no voy a perder más salud, no voy a perder más tiempo, no voy a perder más mi vida. Hoy me pongo un límite. Y esta mujer dijo, voy a ir a trabajar porque no puedo vivir así. Se mudaron de atmósfera, llegaron a una tierra nueva. Dice, tengo que hacer algo diferente para no traer esa atmósfera de muerte, de pobreza a este lugar. Entonces, me voy a poner a trabajar. Ella cambió, hizo algo, se puso a trabajar. Pero la suegra le enseñó a enhebrar la aguja y a que la aguja tenía que tener hilo si quería tener un propósito en su vida. Le dijo, vas a trabajar, ¿para qué vas a trabajar? Contame, decime, te vas a mover todas las mañanas al levantarte temprano, vas a ir a hacer un trabajo de hombres, a recoger las espigas, esforzada, vas a venir lastimada, ¿para qué?, le dijo la suegra. Y esa es la pregunta que te tenés que hacer, ¿para qué estoy haciendo lo que estoy haciendo? ¿Para qué me estoy esforzando tanto? ¿Qué es lo que quiero lograr de mí? ¿Vale la pena? ¿Me está dando resultado esto que estoy haciendo para transformarme en la mujer o en el varón que quiero ser? ¿Tiene que ver esto con el diseño que tengo internamente de mi vida? Y esto es lo que le enseñó la suegra y la suegra le dijo, si vas a hacer algo, hacelo con hilo de coser. Si vas a dar una puntada, que lo que hagas acá te quede un hilo a lo que vas a hacer mañana y lo que hagas mañana te quede un hilo a lo que vas a hacer la próxima vez, para que cuando alguien vea tu vida, vea que diste puntada con hilo, es decir, que haya una continuidad y que armaste la mujer que querías ser. Tiene que terminar sus días diciendo, lo que hice, lo hice bien, soy la obra completa de Dios, soy la obra terminada de Dios. Pero tiene que saber, no viva más con los pensamientos mágicos, no viva más con las actividades mágicas. Cuando las pastoras me dicen, vamos a hacer una actividad, siempre pensamos que tenga poder con lo que queremos, que las mujeres aprendan, entiendan y conozcan. No es una actividad porque les queremos divertir un rato. Un campamento no es una actividad para que se diviertan dos días, sino para que cuando recuerden ese campamento sepan que las acercó más a las mujeres que quieren ser. Ella le dice, ¿qué querés? Querés instalarte en este lugar, qué clase de mujer querés ser, no querés ser una trabajadora toda la vida recogiendo espigas, querés algo mejor para tu vida. Te gustaría casarte. Sí, le dijo ella. Bueno, vamos a trabajar para que todo lo que hagas te lleve a los objetivos que querés. Y le dijo, te vas a encontrar con este hombre que es el dueño de todo. Dejá de estar con ese hombre que no te da ni la hora. ¿Querés una alegría o querés vivir siempre? ¿Esa es la clase de mujer que querés ser, en la que estás pensando? ¿Esa es la idea de mujer que tenés? Varón ¿esa es la idea de hombre que tenés? Me acuesto con todas, las hago felices a todas. ¿Esa es la clase de hombre? ¿Para eso se te dio la riqueza de la vida, Dios puso herramientas dentro de vos para construir eso nada más, para que seas el macho de América?Hay mucho más y le dijo, tu vida tiene que tener un proceso. Báñate, perfúmate, vístete con lo mejor. Ve donde duerme él, le vas a tapar los pies y te vas acostar ahí. Esa era una señal que quería algo con él. Se terminó casando con el dueño de todo y terminó siendo la dueña de todo. Si aprendés a dar buenos pasos, puntadas con hilo, vas a construir lo mejor de tu vida y vas a ser dueña de todo. Los límites que le pongas a tu vida van a determinar tu triunfo. Los límites que te pongas van a determinar tu triunfo. Si decís, bueno, quiero vivir hasta los ochenta años pero estar bien y verme siempre contenta, joven, con metas, que cuando esté viejita nadie me tenga que llevar de un lado al otro ni me tenga que meter en un geriátrico, tenés que dar puntadas

Page 6: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

con hilo. Saber qué vas a hacer hoy en tu presente para que llegues así a tu futuro. ¿Qué límite me tengo que poner hoy para romper otro límite? Tenemos un Dios que rompe límites, rompé los límites negativos y  ponete límites buenos a tu vida, tenés que encauzar tu vida. Si querés llegar bien a los ochenta años empezá a ponerte límites en lo que comés hoy, empezá a ponerte límites físicos. Tengo que salir a caminar, no puede ser que mi cuerpo esté estancado, que me agache y me duela todo. Necesito hacer algo con mi vida, porque quiero llegar a los ochenta, noventa años y no quiero que me lleven en una silla de ruedas, me lleven a un geriátrico y que me  tengan que poner los pañales y limpiarme.Hacé algo con tu vida, cuidate, ponete un límite hoy. Sé que cuesta porque los límites cuestan. Si querés ser una profesional porque decís, quiero romper el límite porque en mi casa nunca nadie fue profesional, quiero romper ese límite negativo y ser la primera profesional que haya en casa, tenés que ponerte un límite para estudiar. Decís, el tiempo que estaba usando antes para ir a tomar mate con mi vecina lo voy a usar para estudiar y te pones ese límite. Hay que ponerse límites. No es fácil, pero si tenés destino de propósito, querés adornarte como mujer, querés tener una vida diseñada por vos y no que te la diseñe otro, tenés que aprender a ponerte límites para saber hacia dónde estás llevando tu vida. ¿La vida te está llevando a vos? A veces las mujeres creemos que no somos parte de nada y por eso la vida te empuja hacia cualquier lado y terminás angustiándote porque decís, esta no es la vida que quería. Si no es la vida que querés, empezá a dar puntadas con hilo. Empezá a decir, esto lo voy a hacer porque estoy esperando esto, y esto lo hago porque se relaciona con aquello y me va a dar este resultado y esto hago, no para perder el tiempo sino que quiero lograr aquello. Empezá a decidir qué clase de vida querés vivir. Se puede y para eso vas a tener que empezar a ponerte límites. ¿Qué es lo que no te gusta que te está pasando? Hay un límite que te tenés que poner. No quiero sufrir más en el amor. Hay alguien que tenés que dejar de llamar, al que tenés que dejar de ver porque te está arruinando la vida y se lo estás permitiendo, porque no sabés hacia dónde va tu vida, qué clase de familia querés tener, qué clase de pareja querés tener. Empezá a ponerte límites. Voy a estudiar, voy a dejar de comer esto, voy a hacerme estudios, voy a ir al médico, voy a ir a trabajar, me voy a mover para terminar esa carrera, para hacer ese curso. Voy a dejar esta atmósfera negativa que me está matando y me voy a meter en la atmósfera de Dios donde todo lo que pasa es bendición y milagros. Cuáles son los límites que hoy te estás poniendo aunque te cuestan pero los estás poniendo y voy a saber hacia dónde se dirige tu vida. Es fácil saber cómo va a terminar sus años una mujer por los límites que se sabe poner hoy. Soy una jugadora compulsiva, ¿cómo hago? Ponete límites, pedí ayuda si no podés sola, pero ponete los límites. No digas, algún día algo me hará clic en la cabeza. No te va a hacer nada en la cabeza. A veces queremos activar la voluntad y la voluntad está dormida. Lo que tenés que hacer es hacerlo, aunque no tengas voluntad de hacerlo. ¿Cómo puede ser que un plato de comida, un cigarrillo, una bebida, un bingo pueda más que vos? Si tenés a Cristo adentro ¿cómo puede ser que todavía a ciertas cosas no les puedas decir que no, no les puedas poner un límite? Luchá con vos misma, ponete los límites para conseguir la mujer que deseás ser. Hay una mujer que querés ser y esa mujer se logra encauzándola, poniendo límites. No les tengas miedo. Hay poder dentro de tu vida. Me costó mucho aprender esto, porque empecé a ser invitada de todos los lugares. Queremos tenerte Alejandra, queremos que vengas acá. Hay un congreso allá y una charla que está allá y por qué no te venís a este otro lugar. Decía a todo sí, estaba bueno, todo era

Page 7: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

lindo y qué lindo ir a lugares donde te quieren. Está buenísimo que te inviten a Mendoza, a Córdoba, a Miami, a Chile, a Perú, a la feria del libro de Panamá. Todo es lindo porque te quieren y a las mujeres nos encanta estar donde nos quieren, porque siempre hacemos todo para que nos quieran. Entonces a todo decía sí, voy, hasta que me di cuenta que le estaba diciendo que sí a cosas que no respondían a mi plan, respondían al plan del otro. Queremos tenerla a Alejandra acá y consiguió su objetivo, pero no respondían al mío y me costó horrores entender eso, porque creía que tenía que ser como la Madre Teresa de Calcuta y quedar bien con todo el mundo y decirles que sí hasta que entendí, me ayudaron a entender que tenía que ponerme límites, porque el que no se puede poner límites es porque se cree omnipotente. No se puede poner límites, me como toda esta torta, todo este flan, total después lo bajo. Hay ahí omnipotencia, nada me hace mal, puedo con todo, decido cuándo parar y cuándo no parar. Hay mucha omnipotencia y la omnipotencia no es fe.Tuve que empezar a decidir no ir. Pero cómo, me decían, por qué va a ciertos lugares y a otros no, no somos de su nivel. No, no es eso, no responde a lo que Dios me dijo que hiciera y hacia donde quiero dirigir mi vida. Tuve que comerme el enojo de muchos, pero es parte de ponerme límites. Es parte de cuando quieras hacer una dieta, venga tu familia y te ponga las aceitunas y el quesito adelante,  pero cuando ponés un límite tenés que tener la seguridad que ese límite está armando tu destino. Entonces empecé a decir no acá, no allá. Pero usted no va a viajar. Sí voy a viajar cuando sepa que eso tiene que ver con mi propósito si no, no voy a salir. Voy a ir a tal lugar cuando sepa que tiene que ver con mi propósito. Voy a hacer el programa de televisión cuando sepa que tiene que ver con mi propósito, si no, no me muevo, porque sé el destino por el que quiero llevar mi vida. Entonces, aprenda a ponerse límites, no sea omnipotente, si no puede sola busque ayuda, búsquese una suegra. En este caso, Noemí representa al Espíritu Santo. Busque al Espíritu Santo que le va a decir los pasos que tiene que dar. Y sea obediente en los pasos, aunque parezcan pequeños, aunque parezcan pocos.  Porque entonces va a estar dando puntadas con hilo y cuando dé puntadas con hilo su vida va a estar armada como usted quiere.Pensá en la mayor bendición que Dios te haya dado hasta el día de hoy y ahora quiero que te la olvides, porque Dios te va a dar una bendición mucho más grande. Dios está enseñándote a administrar tu vida, porque se viene una bendición grande y necesita mujeres y hombres que estén encauzados, no que hagan lo que sea, no que hagan lo que venga, no que hagan cualquier cosa, sino que sepan que tienen un destino glorioso y todo lo que hacen apunta al destino glorioso. Olvidate de la bendición hermosa que tuviste porque Dios te trae una más maravillosa.

Hay cantidad de chicas y de chicos muy jovencitos con bebés en brazos, chicas adolescentes que están embarazadas, que han tenido un bebé. Las veo y me pregunto y digo, qué pena porque no es el diseño que querían para su vida. Pero no supieron ponerse un límite, porque a veces las mujeres con tal de ser amadas decimos sí a cualquier cosa. Y después tenemos los problemas de pareja, los problemas con los hijos, problemas y más problemas porque un día no supimos ponernos un límite, no supimos cuidar porque el límite cuida. Aprendé a ponerte un límite interno. Te tenés que poner un límite porque lo que hay dentro de vos es muy valioso, no está para desperdiciar, es muy valioso. Enseñales a tus hijos a armar la vida que quieren, no la que alguien les proponga. Deciles, escribirme qué clase de vida querés tener, cómo querés que sea, soñá con vos y soñá bien, soñá a lo

Page 8: Stamateas-No puedo ponerme límites a mí misma

grande. Y para romper tus límites primero tenés que aprender a ponértelos a vos. Gloria a Dios por eso.