spurgeon_el secreto de una vida feliz

8
chitando aunque no tengas cua- renta años de edad, recuerda que hay un lugar donde tu hoja mar- chita y amarilla puede hacerse re-  verdecer. Si pones al Señor siem- pre delante de ti, tú encontrarás paz en Él.  Y, a continuación, me pudiera estar dirigiendo a algunos que se consideran perfectamente felices en el mundo. Yo confieso que no los envidio, pero todavía me gus- ta oírte cantar tu canción, y con- tar la historia de qué bienaventu- ranza suministra el mundo. ¡Adviertes sobre qué frágiles pila- res este hermoso palacio tuyo es erigido! Estás sano, eso está en la  base de todo, tu estructur a corpo- ral está bien, y tú eres feliz. Pero supón que cayeras enfermo. O supón que esos cuantos cabellos grises pronto se multiplicaran, ¿dónde estará tu júbilo? O si tu riqueza tomara alas y volara lejos, ¿qué pues? O si vienes delante del Señor en juicio ¿qué pues? Oh, señor, este frágil cimiento se va; no es adecuado descansar tus eternas esperanzas sobre él. Eres como un niñito edificando su pe- queña casa de arena junto al mar; la marea viene subiendo; ¡oh, ni- ño, deja tu arena y huye de las olas! Hay una roca sobre la que puedes construir con piedras sóli- das una casa eterna, un palacio de felicidad que no se disolverá nun- ca. ¡Vete para allá!  Ahora, ustedes, pueblo cristia- no, si alguno de ustedes es infeliz,  yo desearía poder predicarle a partir de allí recordándole este texto, pero como no puedo, lo de-  jo en las manos del Espíritu San- to. Si te acercas a Dios serás tan feliz como los días son largos en mitad del verano, tus dudas y miedos huirán, y serás tan dicho- so como las aves del aire.  Y ustedes, cristianos felices, ustedes del ojo brillante y del pa- so elástico, podrían ser más feli- ces todavía acercándose más a Dios y permaneciendo en más plena comunión con Él; y aunque tú ya estás cantando, “Cuán feliz es la porción del peregrino”,  Serás todavía más bendecido si te vuelves más obediente, más su- miso a la voluntad divina, si estás más en sintonía con Jesús, y más permanentemente en comunión con el Padre. Esto es el cielo aba-  jo: que Dios se los conceda por causa de Cristo. Amén. Porción de la Escritura leída antes del sermón: Salmo 16. Traductor: Allan Román 23/Octubre/2014  www.spurgeon .com.mx SERMÓN PREDICADO LA MAÑANA DEL DOMINGO 16 DE JULIO DE 1876 POR CHARLES HADDON SPURGEON EN EL TABERNÁCULO METROPOLITANO, NEWINGTON, LONDRES. Impreso en los talleres de PUBLICACIONESBAUTISTAS “Compartiendo la Palabra de Dios en todas las direcciones Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante qu e toda espada de dos filos; . . .  Hebreos 4:12 [email protected] El Secreto de una Vida Feliz 16  Sermones Evangélicos Clásicos  Pastor del Tabernáculo Bautista Metropolitano de Londres.   www.spurgeon.com.mx

Upload: anonymous-vi3fs6tnxf

Post on 23-Feb-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 1/8

chitando aunque no tengas cua-renta años de edad, recuerda quehay un lugar donde tu hoja mar-chita y amarilla puede hacerse re-

 verdecer. Si pones al Señor siem-pre delante de ti, tú encontraráspaz en Él.

 Y, a continuación, me pudieraestar dirigiendo a algunos que seconsideran perfectamente felicesen el mundo. Yo confieso que nolos envidio, pero todavía me gus-ta oírte cantar tu canción, y con-tar la historia de qué bienaventu-ranza suministra el mundo.¡Adviertes sobre qué frágiles pila-res este hermoso palacio tuyo eserigido! Estás sano, eso está en la

 base de todo, tu estructura corpo-

ral está bien, y tú eres feliz. Perosupón que cayeras enfermo. Osupón que esos cuantos cabellosgrises pronto se multiplicaran,¿dónde estará tu júbilo? O si turiqueza tomara alas y volara lejos,¿qué pues? O si vienes delante delSeñor en juicio ¿qué pues? Oh,señor, este frágil cimiento se va;no es adecuado descansar tuseternas esperanzas sobre él. Eres

como un niñito edificando su pe-queña casa de arena junto al mar;la marea viene subiendo; ¡oh, ni-ño, deja tu arena y huye de lasolas! Hay una roca sobre la quepuedes construir con piedras sóli-das una casa eterna, un palacio de

felicidad que no se disolverá nun-ca. ¡Vete para allá!

 Ahora, ustedes, pueblo cristia-no, si alguno de ustedes es infeliz,

 yo desearía poder predicarle apartir de allí recordándole estetexto, pero como no puedo, lo de-

 jo en las manos del Espíritu San-to. Si te acercas a Dios serás tanfeliz como los días son largos enmitad del verano, tus dudas ymiedos huirán, y serás tan dicho-so como las aves del aire.

 Y ustedes, cristianos felices,ustedes del ojo brillante y del pa-so elástico, podrían ser más feli-ces todavía acercándose más aDios y permaneciendo en másplena comunión con Él; y aunque

tú ya estás cantando,“Cuán feliz es la porción del

peregrino”, Serás todavía más bendecido si

te vuelves más obediente, más su-miso a la voluntad divina, si estásmás en sintonía con Jesús, y máspermanentemente en comunióncon el Padre. Esto es el cielo aba-

 jo: que Dios se los conceda porcausa de Cristo. Amén.

Porción de la Escritura leídaantes del sermón: Salmo 16.

Traductor: Allan Román23/Octubre/2014

 www.spurgeon.com.mx

SERMÓN PREDICADO LA MAÑANA DEL DOMINGO 16 DE JULIO DE 1876POR CHARLES HADDON SPURGEON

EN EL TABERNÁCULO METROPOLITANO, NEWINGTON, LONDRES.

Impreso en los talleres de PUBLICACIONES BAUTISTAS 

“Compartiendo la Palabra de Dios en todas las direcciones” 

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y máscortante que toda espada de dos filos; . . .

 Hebreos 4:12

[email protected]

El Secreto de una Vida Feliz 16

 Sermones Evangélicos Clásicos 

 

Pastor del Tabernáculo Bautista Metropolitano de Londres. 

 www.spurgeon.com.mx

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 2/8

El Secreto de una Vida Feliz 

“A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, noseré conmovido”.

Salmo 16: 8.

En los versículos precedentes

leímos: “Las cuerdas me cayeronen lugares deleitosos, y es hermo-sa la heredad que me ha tocado”.Quien habla, por tanto, es un

 varón que está muy contento y fe-liz. No es lo más usual en el mun-do encontrar personas que enco-mian su suerte, y que manifiestanun conspicuo énfasis de satisfac-ción; es mucho más común oír ahombres rodeados de favores quelamentan la dureza de su caso.Las mentes contentas son casi tanescasas como los copos de nieveen la época de la cosecha. Elhombre que se deleita en su her-mosa heredad merece atención yharemos bien en aprender su se-creto. ¿Cómo es que es capaz desentirse tan feliz? Busquemoscómo llegó a esa paz, y descubra-mos la pista de seda que lo con-dujo a tal morada campestre dedeleite. Tal vez su camino seadapte a nuestros pies, y siguién-dolo podamos quedarnos tan per-fectamente contentos como él loestaba. ¡Oh Señor y dador de paz,ayúdanos en la búsqueda!

Pero, primero, ¿quién es estapersona que está tan singular-mente contenta? Para nuestroasombro encontramos que elEspíritu habla aquí por profecía

en el nombre y en la persona denuestro Señor Jesucristo. Es Élquien por el Espíritu dice aquí:

“Las cuerdas me cayeron en luga-

res deleitosos, y es hermosa laheredad que me ha tocado”. Élera el “varón de dolores, experi-mentado en quebranto”; despre-ciado y desechado entre los hom-

 bres”, no tenía dónde apoyar Sucabeza, con frecuencia experi-mentó hambre y sed; tenía unospocos amigos los cuales demos-traron no poseer fe en el tiempode su extrema adversidad: ¿cómopodía hablar así? Todo esto esmucho más alentador para noso-tros, porque si Él, que era el másafligido de los hombres era sinembargo capaz de sentir una cal-ma interior, un dulce contento,entonces tiene que ser posibleque nosotros los sintamos, ya quenuestro lote no es tan amargo.Nosotros no somos enviados parahacer expiación por el pecado, yde aquí que nuestras afliccionessean pocas comparadas con las denuestro Señor. Había una razónespecial para que estuviera turba-do, pues tomó nuestras afliccio-nes y llevó nuestros dolores; peroningún dolor expiatorio es exigi-do de nosotros, ni tampoco tene-mos aflicciones que soportar de lamano de Dios como castigos porel pecado, pues el Señor ha colo-cado todo eso sobre Él, y nosotros

hemos sido absueltos. Si el SeñorJesús, el varón de dolores, al-guien que lamentó todos Sus días,

El Secreto de una Vida Feliz 2

ción a semejanza de mi Señor,pues yo sé que mi redentor vive, yaunque los gusanos de la piel des-truyan este cuerpo, en mi carne

 veré a Dios, a quien contemplarépor mí mismo, y no otro”. Oh, elgozo de permanecer así en Dios yconfiando en Su poder presente,teniendo al Señor a tu diestra yluego permaneciendo en la apaci-

 ble seguridad de que no puedesser conmovido.

Sólo cuatro cosas y habré con-cluido. Primero, para aquellos deustedes que son infelices. Algu-nos de ustedes no forman partedel pueblo cristiano, sino que soncompletamente del mundo. Noeres feliz, y sin embargo, me atre-

 vo a decir que tienes una grancantidad de cosas para hacerte fe-liz. Estás colocado en apaciblescircunstancias, donde puedes dis-frutar todo cuanto quieras. La co-sa más triste en el mundo paradisfrutar eres tú mismo. Yo pue-do disfrutar a otras personas me-

 jor de lo que me disfruto a mímismo: disfrutarte a ti mismo ne-cesita un apetito muy depravado,

pues el egoísmo es sórdido, y, co-mo la serpiente, tiene asignado elpolvo como su alimento. Si pien-san que encontrarán placer en lamundanalidad, quisiera que re-cordaran a uno que probó esemétodo muy exhaustivamente,me refiero a Salomón, en la anti-güedad, que tenía toda la riquezaque un corazón pudiera desear, ytoda la sabiduría que un cerebro

pudiera contener, y sin embargo,era a la vez pobre y necio. Él ex-ploró el mundo de arriba abajo en

 busca de gozo, pero no lo en-contró. En una época entregó to-dos sus pensamientos a la arqui-tectura, y construyó espléndidospalacios, y después de haberlosedificado dijo: “Vanidad de vani-dades, todo es vanidad”. Se en-tregó a sus libros y estudió muyduro, pero después de haberlosexaminado por largo tiempo, di-

 jo: “No hay fin de hacer muchoslibros; y el mucho estudio es fati-ga de la carne”. Trató de cantarlea los hombres y cantarle a las mu-

 jeres, y a los peculiares deleitesde los reyes, pero cuando habíadisfrutado de esta manera almáximo de las posibilidades de lanaturaleza humana, dijo:

“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”. Plantó jardines, y di-señó canales de agua, y practicóla ingeniería; se inclinó un tiem-po a los placeres de un necio, ypronto estaba ávido en las activi-dades más nobles de un sabio; al-gunas veces estaba sobrio con laciencia, y en otros momentos es-taba excitado por la risa, probótodo, y encontró que todo gozo

terrenal es tan engañoso como lasmanzanas de Sodoma, que sonhermosas a la vista, pero que se

 vuelven cenizas en la mano. Nadadebajo de los cielos y nada porencima de los cielos puede hacera cualquier hombre feliz, apartede Dios, por mucho que escudri-ñes. Aparte de Dios puedes hacerun infierno, pero no puedes hacerun cielo, hagas lo que hagas. Oh,

 yo te suplico, hombre infeliz, si tehas cansado del mundo y estásenfermo de todo, si te estás mar-

15 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 3/8

torcidas; entonces comienzan denuevo, pero más bien pronto co-mienzan a apartarse como a otrasenda torcida; como Rubén, im-petuoso como las aguas, no serásel principal. En la vida de nuestroSeñor no hay interrupción, es unaarmonía continua. Las unidadesson observadas en Su grandiosacarrera, es como su túnica, la cualera sin costura, de un solo tejidode arriba abajo. Ahora, hermano,si pones siempre al Señor delantede ti, no serás conmovido, sinoque tu senda será como la del solen los cielos, subiendo desde elamanecer hasta el mediodía.

Poner al Señor delante de no-sotros impide que seamos movi-

dos por el terror. Se dice del cre- yente: “No tendrá temor de malasnoticias; su corazón está firme,confiado en Jehová”. El creyenteno es movido por un miedo tam-

 baleante. Un gran problema estápor ocurrirle, pero ha puesto alSeñor delante de él, y no es abati-do. Si como Jesús mismo es in-fluenciado momentáneamentepor una gran aflicción, con todo,

dice: “En el día que temo, yo en ticonfío”, y cuando ora es escucha-do en lo que temía.

Un hombre así no es conmovi-do por la tentación como para serarrastrado a un pecado sorpresi-

 vo. Si siempre pongo al Señor de-lante de mí no seré arrastrado poruna súbita tentación. Es cuandotienes baja la guardia que viene elpecado, y caes. Hablas desaconse-

 jablemente, te llenas de ira, hacestristes estragos en tu vida cristia-na, y todo porque tu ojo no estaba

enfocado en el Señor. Si hubierassabido que la tribulación venía encamino, habrías estado protegidocontra ella; y si hubieras puesto alSeñor siempre delante de ti,habrías estado preparado para elmundo, la carne, y el demonio, yhabrías sido escudado de cadadardo de fuego del maligno. Mo-remos en Dios, y Él será una pa-red de fuego en torno nuestro. Élnos guardará cada momento, pa-ra que nadie nos haga daño: Élnos guardará noche y día.

 Así no serás conmovido comopara fallar al final. Todos tienenque haber sentido el miedo no seaque después de todo al final de la

 vida resultara que no eres salvo.

¿No han sentido miedo de haber-se engañado a ustedes mismos, yque no fueran convertidos cuan-do pensaban que lo eran? ¿Quépasaría si resultara ser así? ¿Quéharás cuando la burbuja de la fal-sa esperanza se rompa? Ah, perosi pones al Señor siempre delantede ti, no serás conmovido por esemiedo, pues sabrás que tu Reden-tor vive; tendrás tal conciencia de

la presencia divina que entre-garás a Dios tu espíritu que partecomo a un fiel Creador. Notendrás miedo de morir, pues co-mo dijo Jesús: “Mi carne tambiénreposará confiadamente; porqueno dejarás mi alma en el Seol, nipermitirás que tu santo vea co-rrupción”, así que dirás: “Mi car-ne también reposará confiada-mente porque no dejarás mi alma

en el infierno, y aunque veo co-rrupción en cuanto a mi cuerpo,con todo resucitaré en incorrup-

El Secreto de una Vida Feliz 14

dijo sin embargo que las cuerdasle cayeron en lugares deleitosos, yes hermosa la heredad que le hatocado, tiene que ser más posibleque nos levantemos a un conten-tamiento similar si seguimos suregla y vivimos conforme a Suejemplo. ¿Cuál, entonces, es el se-creto de la perfecta paz y felicidadaquí abajo? Su precio está por en-cima de los rubíes: ¿dónde seaprenderá este arte? Las lámpa-ras mágicas y los maravillososanillos de los que leen en loscuentos de hadas los niños soncomo nada en valor comparadoscon esta verdadera piedra filoso-fal, este secreto místico del Señorque está con aquellos que le te-

men, por el cual Sus santos soncapacitados para disfrutar de lapaz de Dios que sobrepasa todoentendimiento, que mantiene suscorazones y mentes por Jesucris-to. ¡Oh Príncipe de Paz, concéde-nos este reposo!

Nuestro texto nos comparteclaramente el secreto de la mayorfelicidad que pueda encontrarsedebajo de los cielos, y, ciertamen-

te, revela la fuente escondida deesos placeres de lo alto que estána la diestra de Dios por siempre.La primera parte del excelentemétodo estriba en vivir siempreen la presencia del Señor, “A Je-hová he puesto siempre delantede mí”; la segunda parte se en-cuentra en confiar siempre en lapresencia del Señor: “Porque estáa mi diestra, no seré conmovido”.

I. Entonces, el secreto de lapaz es primero  VIVIR SIEM-

PRE EN LA PRESENCIA DELSEÑOR: “A Jehová he puestosiempre delante de mí”. Con elobjeto de entender lo que estosignifica vamos a intentar mante-ner nuestros ojos en la vida deJesús, y al mismo tiempo vamos aaplicar el texto a los santos; por-que aunque este pasaje es cum-plido preeminentemente en Él,con todo, puesto que los miem-

 bros participan de la naturalezade la cabeza, cada uno en su gra-do, eso que hizo Jesús y por loque obtuvo una dicha y un repososantos, ha de cumplirse en noso-tros para que entremos en el gozode nuestro Señor. ¿No nos pidenuestro Señor Jesús que llevemos

Su yugo sobre nosotros y queaprendamos de Él, para que asíhallemos descanso para nuestrasalmas?

 Yo entiendo que nuestro textosignifica primero, que debería-mos hacer de la presencia del Se-ñor el más grande de todos loshechos para nosotros. De todaslas cosas que son, Dios es primor-dialmente, y deberíamos conside-

rarlo bajo esa luz. Así era connuestro Señor Jesucristo. Él, co-mo un hombre, conocía de laexistencia de todas las cosas queson vistas, pero aun más recono-ció la existencia de Dios, que nopuede ser visto, ese grandiosoEspíritu que es a la vez invisible eincomprensible. Cuán vívidamen-te la presencia de Dios tiene quehaber sido percibida por Cristo en

todo momento, pues Él estaba enel Padre y el Padre en Él. Ustedes y yo no hemos visto nunca ni

 3 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 4/8

hemos entendido al Padre en elmismo grado en que Él lo hizo,aunque el Hijo nos lo ha revelado.Él entró en un reconocimientomás constante y más pleno de lapresencia de Dios en todos los lu-gares y cosas, del que hemoshecho hasta ahora. Con todo, ver-daderamente hemos visto al Pa-dre, pues hemos visto a Jesús porfe. Levantarán alas como las águi-las, y con el ojo de águila hemosmirado al sol en el rostro, y nohemos sido enceguecidos. ¿Noestá escrito: “Bienaventurados losde limpio corazón, porque ellos

 verán a Dios”? Se nos ha enseña-do a ver a Dios en torno nuestroen todas las cosas que existen, y

en todos los eventos que suceden; y nosotros bendecimos al Señorporque no vivimos como esos queestán “sin Dios en el mundo”, pe-ro el Espíritu nos enseña a reco-nocer la presencia de nuestroamoroso Padre que todo lo llena;con todo, yo creo que no la dis-cernimos tan constante e impre-sionantemente como nuestro Se-ñor Jesús lo hacía. Él miraba a los

montes, y la luz del sol en susfrentes era la sonrisa de Su Padre. Veía las llanuras, y sus cosechaseran un regalo de Su Padre. ParaÉl las olas del mar eran agitadasen tempestad por el aliento de SuPadre, o eran tranquilizadas porel susurro de Su Padre. Él ali-mentaba a la multitud, pero eracon el pan de Su Padre; y Él sana-

 ba a los enfermos, pero el Padre

hacía las obras. En todas las cosasacerca de Él reconocía continua yclaramente la presencia activa del

 Altísimo. Otros varones comenta- ban que los cuervos eran alimen-tados, pero Él dijo: “Vuestro Pa-dre celestial los alimenta”. Otroshombres notaban que los lirioseran hermosos a la vista, pero Éldiscernía que “la hierba del cam-po… Dios la viste así”. El Padrecelestial estaba en todas partes, yen todo para Jesús. Ahora, yo lepido a nuestro Señor que concedaque por el bendito Espíritu sea-mos siempre sensibles a la pre-sencia de Dios doquiera que este-mos. ¿No es acaso una tristeprueba de la alienación de nues-tra naturaleza que aunque Diosestá en todas partes tenemos queenseñarnos a percibirle en algún

punto? Suyas son las bellezas dela naturaleza, suyo el brillo del solque está trayendo la cosecha, su-

 yo el grano que se inclina que ale-gra al labrador, suyo el perfumeque carga el aire de las multitudesde flores, suyos los insectos queresplandecen a nuestro alrededorcomo joyas vivas; y sin embargo,el Creador y Sustentador de todasestas cosas es percibido en un

grado demasiado pequeño. Todoen el templo de la naturalezahabla de Su gloria, pero nuestrosoídos están sordos para escuchar.Todo, desde la gota del rocío alocéano refleja la Deidad y sin em-

 bargo, fallamos grandemente en ver el brillo eterno. Yo les suplico,hermanos míos, que oren paraque este texto sea grabado en suspropias almas: “A Jehová he

puesto siempre delante de mí”.Rehúsen ver cualquier cosa sin ver a Dios en ella. Consideren a

El Secreto de una Vida Feliz 4

ayuda práctica, para sostenernos y liberarnos. Cuán bendito tieneque ser sentir que no tenemos na-da a lo cual tenerle miedo en todoel mundo, pues Dios está a nues-tra diestra para cuidarnos sin im-portar lo que pase.

David dice, y Cristo dice pormedio de David: “No seré conmo-

 vido”, esto es, primero, no seréconmovido con ningún remordi-miento o lamentación en cuantoal pasado. Ah, hermanos, sihemos puesto al Señor siempredelante de nosotros, podemossentarnos y meditar sobre nues-tro curso de acción, y tiene mu-cho sobre lo cual reflexionar. Elhombre que sabe que ha vivido

como a los ojos de Dios no tendráque desear no haber nacido nun-ca: por el contrario, bendecirá alSeñor en todo momento por todolo que le sucede. Cristo tenía mu-chas aflicciones, pero nada de quéarrepentirse. ¡Qué vida fue la su-

 ya! Nunca tuvo que volver la mi-rada sobre ningún acto y arrepen-tirse de él. Todo lo hacía con Diosdelante de Él, y no era conmovi-

do. Una dama le dijo una vez a unministro que ella estaba asistien-do al teatro, y le comentó: “Haytantos placeres conectados con

 ver una obra de teatro; está elplacer de la anticipación antes deir, está el placer de disfrutarlocuando estás allí, y está el tercerplacer de reflexionar al respectoposteriormente”. El buen hombrereplicó: “Ah, señora, hay otro pla-

cer que no ha mencionado, y es elconsuelo que le proporcionará ensu lecho de muerte”. La ironía era

 bien merecida. Puedo mencionaresto como siendo la mayor reco-mendación de poner al Señor de-lante de ti, que da para reflexio-nar y producir consuelo en mediode la enfermedad y la muerte. Sipor gracia divina eres capaz de vi-

 vir una vida de comunión inque- brantada con Dios, constante-mente teniendo un ojo en Su pre-sencia, no tendrás que lamentarpor una vida malgastada. Tu mi-rada retrospectiva estará llena deplacer: en cuanto al pecado, yaestá cubierto por la sangre deCristo, y además de eso habríassido guardado de mil trampas altener el temor de Dios siempredelante de tus ojos; y así al revi-

sar el pasado no serás conmovidopor un amargo remordimiento.Podríamos tener que lamentar enel futuro muchas cosas que hace-mos ahora aunque pensamos queestamos actuando muy sabia-mente y bien, pero si el Señorestá siempre delante de nosotros,nuestros pasos estarán estableci-dos, porque son ordenados por elSeñor. Aun si cometes un error en

cuanto a la política, serás conso-lado por el conocimiento que fueuna falla de tu juicio, y no de tucorazón, si en verdad deseabassolamente servir al Señor.

 Amados, es bueno que viva-mos cerca de Dios, para que noseamos conmovidos en nuestraconsistencia en el camino de la

 verdadera religión. Hay muchosprofesantes cuyas vidas son es-

pasmódicas; están caminandocon Dios según una manera hoy,pero pronto se desvían a sendas

13 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 5/8

estos gozos mundanos, y pudieraentregarme a ellos, no hay nadaen ellos que me agrade. Vanidadde vanidades, todo es vanidad”.Otros están diciendo: „¿Quién nosmostrará el bien?‟ Pero mi únicapetición es: „Alza sobre nosotros,oh Jehová, la luz de tu rostro”.Dice: “Que otros hagan como lesplazca, pero yo y mi casa servire-mos a Jehová”. El cristiano nuncaes tan libre como cuando másestá bajo la ley de Cristo, nuncaes tanto él mismo como cuandose niega a sí mismo, y nunca estátan deleitado como cuando se de-leita en el Señor, y vive sólo parala gloria de Dios. Ahora, si esefuera el caso contigo, amado her-

mano, has aprendido el secretodel gozo.

El texto puede ser leído así enel hebreo: “A Jehová he puestoigualmente delante de mí”, estoes, igualmente: en todo momen-to. Él habla de las solitarias vigi-lias de la noche, y luego su co-razón le instruyó, pues estaba conDios. En la mañana exclama:“Despierto, y aún estoy contigo”.

Hemos de tener al Señor igual-mente delante de nosotros bajotodas las circunstancias: en nues-tras actividades comerciales asícomo en las reuniones de oración

 y en la escucha de sermones; enépocas de recreación así como enhoras de devoción, en el día desalud así como en la hora de lamuerte. Si rompes la cadena decomunión yendo donde no pue-

des esperar tener la presencia delSeñor, o hacer lo que el Señor nopuede sancionar, el vínculo roto

puede ser restaurado, pero siem-pre mostrará los remaches. Pu-dieras perder tu rollo como Cris-tiano en el árbol, y puedes regre-sar y encontrarlo, pero es muyduro regresar al mismo terreno, ydespués de regresar es difícil re-tomar la senda que prosigue. Laparte más dura del camino al cie-lo es la que tiene que ser atrave-sada tres veces: una vez cuando larecorres al principio, una segun-da vez cuando tienes que regresarcon llanto para encontrar tus evi-dencias perdidas, y luego de nue-

 vo cuando tienes que compensarel tiempo perdido. La rebelióncausa infelicidad, pero permane-cer con Dios crea paz como un río

que sigue fluyendo en un torrentelargamente continuado. Queridosamigos, he aquí el método de una

 vida bienaventurada: pruébalo yel resultado es seguro.

II. Voy a hablar muy breve-mente sobre el segundo encabe-zado. La segunda parte del secre-to sigue a la primera, que es,CONFIAR SIEMPRE EN LA

PRESENCIA DEL SEÑOR. Aquí hay confianza en Dios:“Porque está a mi diestra, no seréconmovido”. Aquí hay confianzade que Dios está cerca de noso-tros; confianza de que Dios nosama, pues no sólo está cerca denosotros, sino que está en el lugarde una amigable comunión; yconfianza de que Dios nos ayu-dará prácticamente, pues la dies-

tra es la mano de la destreza, lamano que hace el trabajo, y asíDios está cercano a Su pueblo con

El Secreto de una Vida Feliz 12

las criaturas como el espejo delgran Creador. No se imaginenhaber entendido Sus obras hastano haber sentido la presencia delgrandioso obrero mismo. Nocuenten con saber algo mientrasno lo sepan por Dios que está ensu interior, pues ese es el núcleoque contiene. Despierten en lamañana y reconozcan a Dios ensu recámara, pues Su bondad hadescorrido la cortina de la noche

 y ha quitado de sus párpados laseñal del sueño: vístanse y perci-

 ban el cuidado divino que les pro- vee de ropa de la hierba del cam-po y de las ovejas del redil. Vayanal desayunador y bendigan a Dioscuya riqueza ha puesto de nuevo

para ti una mesa en el desierto:sal a tus negocios y siente a Dioscontigo en todos los compromisosdel día: recuerda perpetuamenteque estás morando en Su casacuando estás trabajando ardua-mente por tu pan o estás involu-crado en el comercio. Por fin,después de un día bien invertido,regresa a tu familia y mira al Se-ñor en cada uno de sus miem-

 bros; reconoce Su bondad al pre-servar la vida y la salud; busca Supresencia en el altar familiarhaciendo que la casa sea un ver-dadero palacio donde moran loshijos del rey. Por fin, entrégate alsueño en la noche como a losabrazos de tu Dios o como sobreel pecho de tu Salvador. Esto es

 vivir felizmente. El mundano ol- vida a Dios, el pecador le deshon-

ra, el ateo le niega, pero el cristia-no vive en Él. “Porque en él vivi-mos, y nos movemos, y somos…

Linaje suyo somos”. Vemos comosombras a las cosas visibles; lascosas que tocamos y gustamos ymanejamos perecen con el uso;los elementos de esta sólida tierrase disolverán con calor hirviente,pero el Dios siempre presente aquien no podemos ver es el mis-mo, y Sus años no tienen un fin, ySu existencia es la única real y

 verdadera y eterna para nosotros.Él ha sido nuestra morada en to-das las generaciones, y sería per-

 verso en verdad no conocer nues-tro propio hogar eterno. Este esun ingrediente principal en elaceite del gozo, darnos cuenta deque el Señor está a nuestro alre-dedor “así como Jerusalén tiene

montes alrededor de ella… desdeahora y para siempre”.

En segundo lugar, las palabrasdel texto significan hacer de lagloria de Dios el único objetivo denuestras vidas. Así como en unacarrera un trofeo es exhibido de-lante de los corredores, así el co-razón del creyente pone la gloriade Dios ante sí como el trofeo porel cual se corre la carrera de la vi-

da. Sucedía lo mismo con nuestroamado Redentor; desde lo prime-ro hasta lo último, Él puso a Diossiempre delante de Él como el ob-

 jetivo de Su vida en la tierra.¿Encuentras en Él alguna vez unmotivo egoísta? ¿Es movido algu-na vez por alguna ambición ras-trera? ¿Acaso no está buscandosiempre el bien de los hombres ypor ese medio la gloria de Dios?

Siendo todavía un joven sube altemplo, no para exhibir Su preco-cidad, ni como otros hijos, para

 5 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 6/8

gratificarse con la admiraciónacumulada sobre Él por Su tem-prana sabiduría, sino que dice:“¿No sabíais que en los negociosde mi Padre me es necesario es-tar?” En días posteriores, cuandoha sido ungido para Su obra, sesienta junto a un pozo y toma Su

descanso; una mujer viene y con- versa con Él, pero Él no habla so- bre ningún tema ocioso; le habladel agua viva, busca su alma parasalvarla, y luego les dice a Susdiscípulos que tiene un alimentopara comer que ellos desconocen;pues era Su alimento y Su bebidahacer la voluntad de Aquel que leenvió.

Prosigue hacia la meta con in-

alterable intensidad de propósitohacia la consumación de la obraque Su Padre le había encomen-dado. Le ven presente en una bo-da, o reuniéndose con algunos enuna procesión fúnebre, pero enambos casos es encontrado apun-tando a la gloria de Dios. Si lo en-cuentras batallando con la multi-tud, o en el aposento encerradocon dos o tres, resucitando a los

muertos, si lees de Sus oracionesen la solitaria ladera del monte oescuchas Sus gemidos en el huer-to de Getsemaní, esta cosa hacetodavía por siempre: glorifica aSu Padre en la tierra. Desprecian-do la vergüenza y hollando bajo elpie el honor del mundo, vive paraDios y sólo para Dios. No sólo al-gunas veces y de vez en cuando, ocomo el agregado general de Su

 vida, es encontrado poniendo aDios delante de Él, sino siempre ysin excepción. En cada pensa-

miento, en cada palabra, en cadaacto, Dios estaba delante de Él, y

 vivía para Dios. Oh, que pudiéra-mos llegar a eso: Si, pues, come-mos o bebemos, o hacemos otracosa, queremos hacerlo todo parala gloria de Dios. ¡Oh, que no nosatreviéramos nunca a hacer lo

que deshonraría el nombre deDios! ¡Oh, que camináramos entodas las cosas como para agra-dar a Aquel que nos amó y se en-tregó por nosotros! Yo estoy se-guro, amados hermanos y herma-nas, que si se han propuesto esto,aunque se hubieren quedado de-masiado cortos en su deseo, contodo, en tal senda han encontradopaz para sus almas. Este es el Ca-

mino Real, la vía de la santidaddonde no se encontrará ningúnleón. Saber que Dios está presen-te, y vivir enteramente para agra-darle, ese es el camino de la con-dición placentera; cuídense ymanténganse allí. No hagan nun-ca nada que deshonraría el santonombre con el que son llamados,

 y no dejen nada sin hacer por du-ro que sea para la carne que quie-

re servir a la causa de Dios, asíserán como su Señor, y se vol- verán partícipes de Su paz. Estees el modo de vida por el cual unhombre probará anticipadamentelos festejos del cielo estando to-davía en el yermo de este mundo:que el Espíritu Santo nos conduz-ca a eso.

Un significado adicional de po-ner siempre al Señor delante de

nosotros es vivir de tal maneraque la presencia de Dios sea la re-gla y el soporte de nuestra obe-

El Secreto de una Vida Feliz 6

ñor, pues si le conocieras, el ca-mino de la santidad sería tu delei-te, y no pedirías licencia para pe-car. Yo puedo entender que cai-gas en pecado, pero no puedo en-tender que encuentres placer enello si eres un cristiano real. Losplaceres del mundo son para un

 verdadero creyente como las al-garrobas que comen los cerdos; ysi encuentras que son un buenalimento para tu alma entoncesseguramente no eres Suyo: loscerdos pueden estar satisfechoscon la comida de los cerdos, puesla providencia la destinó paraellos, pero el hijo de Dios, auncuando es un pródigo, no puedeestar satisfecho así; de buena ga-

na llenaría su vientre con las al-garrobas, pero es imposible queesté satisfecho de esa manera. Yoestoy seguro que si eres del Señorconsiderarás vivir cerca de Dios ydeleitarte en Él, no como una se-

 vera tarea, o como un aburri-miento, sino un lujo y un privile-gio deleitable por el que tu almatiene hambre y sed. Dirás con Da-

 vid: “Mi alma tiene sed de Dios,

del Dios vivo; ¿cuándo vendré, yme presentaré delante de Dios?”Para ti el lugar más selecto es elque está más cerca de tu Señor,aunque pudiera estar en el polvodel desprecio, o en el horno de laaflicción. Es tu ambición ser sub-

 yugado por el Señor Jesús para Síde manera sumamente completa,

 y luego ser a partir de ahora el lu-gar de Su morada, el instrumento

para Su uso, y lo mejor de todo, elobjeto de Su amor. Yo quisieramorar en la casa del Señor para

siempre, como un hijo en su casa,considerando el mundo presentecomo un piso inferior de esa casa,

 y el cielo en lo alto como el pisosuperior de la misma residencia.La presencia de Dios es nuestra

 bienaventuranza. Ahora, ¿hay algo respecto a la

 vida de nuestro Señor que pare-ciera estar bajo libertad limitada,o siendo compelido a actuar deotra manera de como lo habríadeseado? ¿Puedes sospechar entoda Su carrera de que en algúnmomento actuó en contra de Suinclinación? ¿Fue su vida constre-ñida y artificial? ¿Caminaba comoun hombre encadenado? ¿Vivíacomo uno presionado a entrar en

el ejército de los justos, como al-guien al que se le negaban place-res que habrían sido su elección,

 y como uno forzado a formas depiedad que eran desagradablespara Él? Para nada. Cristo es unhombre libre, viviendo desde Su

 yo más íntimo, siguiendo los me- jores deseos de Su corazón. Pue-den ver que dondequiera que estáactúa de acuerdo con Su naturale-

za, y es tan libre en lo que hacecomo los peces son libres en elmar, o las aves en el aire. Ahora,tal es el cristiano en este asuntode poner al Señor siempre delan-te de Él. Él actúa no por constric-ción sino voluntariamente, puesel Señor le ha dado una naturale-za que se deleita en eso en queDios se deleita. No dice: “Ay demí, estoy enjaulado como un

pájaro; mi vida es tan precisa ypuritana que estoy cansado deella”. “No”, -dice él- “si yo tuviera

11 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 7/8

ahora estoy hablando de Él comohombre, y como hombre Su co-razón estaba en perfecta armoníacon el corazón de Dios, no habíaen Él nada contrario a la voluntad

 y al designio del Padre, pero Sunaturaleza humana entera fue lle-

 vada en un curso paralelo con la

mente del Altísimo, y por esto esque siempre tenía paz.

Oh, hermanos y hermanas, queDios nos conceda gracia para te-ner comunión constantementecon Él. La oración no debía ser unasunto de las mañanas y de lasnoches solamente, sino que todoel día nuestro espíritu debería te-ner comunión con Dios. Padre,Tú estás tan cerca de nosotros, y

sin embargo, cuán lentos somospara hablarte. Enséñanos a noso-tros, Tus hijos, a estar hablandosiempre contigo, de manera quemientras caminamos en la tierranuestra conversación pueda seren el cielo. Que el Señor nos con-ceda tener un santo intercambiocon el cielo, oyendo lo que Dios elSeñor dirá y hablándole en res-puesta. A nosotros nos corres-

ponde oír las palabras del libroinspirado, y considerar las moni-ciones del clemente Espíritu, yluego que nuestro espíritu a su

 vez hable con Dios, y le dé a cono-cer sus peticiones. Yo espero queestén alcanzando esto por la un-ción divina del Espíritu Santo.Pues este es el grandioso secreto,el seguro cimiento de una vida fe-liz. La perpetua comunión con

Dios es el estado más excelso degozo que puede ser conocido en latierra. Aprendan a decir verdade-

ramente: “A Jehová he puesto de-lante de mí”, y tienen el secretodel Señor.

 Algo más sobre este punto,queridos amigos. Si hemos de serfelices, tenemos que seguir esta

 vida de cercanía con Dios debidoa nuestro deleite en ella, y por el

gozo que sentimos en ella. En verdad, una vida así no puede ser vivida de ninguna otra manera. Elmero deber y la ley no puedenoperar aquí. Si alguno dijera:“¡Qué terrible asunto ha de seresta comunión con Dios! ¡Cuánaburrido ha de ser este caminarcontinuo con Dios!” Entonces yoreplico: tu plática te delata, nocaptas las primeras cosas esencia-

les de una vida así, ni tampocopuedes siquiera adivinar lo quesignifica. En verdad, yo no te es-toy hablando del todo, sería inútilimponer un tema así en ti. Ex-cúsame, tú no sabes nada de la vi-da espiritual, nada de lo que esser un hijo de Dios, o de lo con-trario no despreciarías la comu-nión. Tienes que nacer de nuevo,

 y mientras no nazcas de nuevo ta-

les exhortaciones como las queestoy dando no se aplican a ti deltodo. Algún mero profesante pre-gunta burlonamente: “¿Qué,hemos de vivir siempre para lagloria de Dios, y no hemos dehacer nada que no le dé la gloria?Esto es establecer reglas muy es-trictas, y hacer que el camino alcielo sea muy angosto en verdad”.¿Así lo crees, amigo? Entonces te

diré claramente mi solemne sos-pecha acerca de ti: yo estoy per-suadido de que no conoces al Se-

El Secreto de una Vida Feliz 10

diencia. Así hacía Jesús. Ustedessaben muy bien que para muchossiervos el ojo del amo es más im-portante para hacerlos cuidado-sos y diligentes. Cuántos sólo sir-

 ven al ojo y agradan a los hom- bres. Quiten el ojo del amo, ycuán lentamente la labor se se-

guirá desarrollando; cuán a me-nudo la labor es realizada de unamanera desaliñada, o dejada in-conclusa por completo. El anti-guo proverbio declara que el ojodel amo hace más que sus dosmanos, y es verdad demasiadotristemente; sin embargo, no esequivocado decir que el ojo de suSeñor debería tener una gran in-fluencia sobre los siervos de Dios.

“He aquí, como los ojos de lossiervos miran a la mano de susseñores, y como los ojos de lasierva a la mano de su señora, asínuestros ojos miran a Jehovánuestro Dios”. Amados, ¿cómo vi-

 virían si Dios fuere visto mirán-donos? ¡Él está mirando! Vive así.Supón que en alguna acción demañana tú fueras especialmenteadvertido: “El Señor te observará

cuidadosamente, el Omniscientefijará todos Sus pensamientos enti, y detectará tus motivos y esca-neará tu espíritu, así como pesaráel acto mismo”. Si tuvieras unarevelación así, ¿cómo actuarías?

 Así deberías actuar en todo mo-mento, pues es verdad siempre.“Tú eres Dios que ve” es una ex-clamación para cada momentodel día y de la noche. ¿Puedes po-

ner tu dedo sobre cualquier partede la vida de Cristo y decir: “Él ol- vidó que el Padre le contemplaba

en este acto”? ¿No es la totalidadde la vida de Cristo un cuadro talque Dios mismo miró cada línea ytinte con infinita admiración?¿No has atravesado tú mismo lagalería de la vida del Salvador, yhaciendo una pausa en cada cua-dro y cada escena, has sido llena-

do de asombro y conducido a ex-clamar: “Él ha hecho bien todaslas cosas”? Cuando tu mente hasido más devota y más santa, ¿nohas admirado más que nunca ca-da pequeño rasgo del carácter detu Salvador, cada característicaseparada de cada acción de su vi-da, ya sea pública o privada? ElPadre estaba siempre con Él, y Élhizo siempre lo que le complacía.

¡Oh amados, quiera Dios que suobediencia fuera de igual maneramedida bajo la profunda concien-cia de que el gran Dios está vi-gilándolos en todo lo que hacen!Él te ha rodeado por detrás y pordelante, y ha puesto Su mano so-

 bre ti. Si tomas las alas de la ma-ñana y vuelas a los confines delmar, allí está Él; aun la oscuridadno se esconde de Él. Todo lo que

has hecho ha sido ejecutado en lapresencia de tu Padre celestial;¿has sentido esto? Ah, cuandodeshonraste al Señor Jesús Élmismo estaba mirando: Aquel aquien pertenecen esas manosperforadas oyeron tus cobardespalabras y vieron tus actos trai-cioneros, y te contemplaron ensorprendida aflicción, Su amigo,traicionándolo así. Cuando com-

partías con el mundo impío y erasuno de ellos, Él estaba tambiénallí, y ahora te muestra Sus heri-

7 C. H. Spurgeon

7/24/2019 Spurgeon_El Secreto de Una Vida Feliz

http://slidepdf.com/reader/full/spurgeonel-secreto-de-una-vida-feliz 8/8

das, y lleno de pena exclama:“Estas son las heridas que recibíen tu casa, en la casa de mi ami-go”. Los golpes de los amigos gol-pean en un lugar delicado, susheridas son las más crueles quepuedan recibirse, pues los enemi-gos perforan agudamente, pero

los amigos apuñalan con dagasenvenenadas. Cuando nosotrosacarreamos deshonra sobre Aquela quien profesamos amar, es des-honra en verdad. Oh, cuánto que-daría pendiente, y por otro ladocuánto más de otro tipo de cosassería ejecutado diligentemente, si

 verdaderamente pusiéramos alSeñor siempre delante de noso-tros.

Sin embargo, todavía nohemos expuesto completamentenuestro texto. Las palabras tienenque significar también que hemosde poner al Señor delante de no-sotros como la fuente de la cualhemos de derivar solaz y consueloen cada prueba. Jesús podía de-cir: “A Jehová he puesto siempredelante de mí”; pues esto fue loque hizo que sufriera pobreza y

nunca se quejara; esto fue lo quehizo que enfrentara injurias y es-putos y sin embargo permanecie-ra callado con maravillosa pa-ciencia, como oveja delante desus trasquiladores. Nunca se es-cucha a nuestro Seño clamar has-ta que el rostro de Su Padre esocultado de Él; entonces en ver-dad clama, “Dios mío, Dios mío,¿por qué me has desamparado?”

Cuando, debido a Su posición co-mo nuestra fianza, Dios mismoretiró la manifestación de Su fa-

 vor, entonces Sus dolores eranamargos y Su aflicción era des-

 bordante, pero ni ustedes ni yotendremos que soportar alguna

 vez algo parecido. Dios le desam-paró para que no tuviera que des-ampararnos jamás. Encontraránsiempre al Señor cerca en el día

del conflicto, y por tanto, si tienesalguna vez un Getsemaní, y la co-pa amarga no puede pasar de Tiexcepto que la bebas, pondrás alSeñor delante de Ti, y en esa pre-sencia animante serás capaz dedecir: “Pero no sea como yo quie-ro, sino como tú”, y bebes pacien-temente hasta las heces tu copaasignada. ¿Estás diciendo hoy:“Cuánto desearía tener más de las

comodidades de la vida, pero mismedios son tristemente escasos, y yo estoy muy enfermo y con unespíritu decaído”? Tu Salvadorfue tentado en todos los puntoscomo lo eres tú, pero Él pusosiempre al Señor delante de Él, ypor tanto estaba contento y decía:“Mi porción es Jehová, dijo mi al-ma; por tanto, en él esperaré. Lascuerdas me cayeron en lugares

deleitosos, y es hermosa la here-dad que me ha tocado”. Deja quetodo lo demás se vaya, hermanomío, pues si Dios está contigo, tútodavía serás sustentado. Que losamigos mueran uno después deotro, y que los consuelos terrena-les se desvanezcan como hojas deotoño, pero si tú pones al Señorsiempre delante de ti hay tal ple-nitud de gozo en cada atributo de

Dios, hay un cielo tal en cada vi-sión del rostro de Jesús, hay tal bienaventuranza sobrecogedora

El Secreto de una Vida Feliz 8

en cada gota del amor eterno deJehová, que no fallarás ni te verásdesanimado, sino que cantarásSus alabanzas en los fuegos másfieros. A ti te dirá: “No temas,porque yo estoy contigo; no des-mayes, porque yo soy tu Dios quete esfuerzo. Cuando pases por las

aguas, yo estaré contigo; y si porlos ríos, no te anegarán. Cuandopases por el fuego, no te que-mará, ni la llama arderá en ti”. Lapresencia de Dios hace que aun lamuerte sea deleitable, “Aunqueande en valle de sombra de muer-te, no temeré mal alguno, porquetú estarás conmigo”. Así ven uste-des que poner al Señor siempredelante de nosotros nos garantiza

un suministro de una consolaciónincesante.Sin embargo, adicionalmente,

estas palabras significan quehemos de sostener perpetua co-munión con Dios. Cuando Jesúsdijo: “A Jehová he puesto siem-pre delante de mí”, quería decirque Él estaba siempre en comu-nión con el Padre. Muy frecuente-mente la comunión era practica-

da en la oración, pues nuestro Se-ñor, aunque es descrito comoorando mucho, sin duda oraba in-finitamente más de lo que cual-quier evangelista haya registrado,pues Él estaba orando cuando na-die más lo sabía sino Él mismo ySu Dios, cuando incluso Sus la-

 bios no se movían. Su oraciónpública, o la oración que podíaser observada por otros, eran

hechas manifiestas por causa denosotros que estábamos con Él,pero era sólo un brote en la su-

perficie de la grandiosa roca deoración que puso el cimiento deSu vida santa. Muy bien dijo Él,cuando estaba junto a la tumbade Lázaro: “Yo sabía que siempreme oyes; pero lo dije por causa dela multitud que está alrededor”.Él estaba siempre en conversa-

ción con el Padre, que en verdadera el único sobre quien podíaapoyarse. ¿Qué consuelo podíarecibir de Pedro y Santiago yJuan? Él era como un padre conun número de hijitos alrededorsuyo, que ni siquiera podían en-tender los problemas de su padre,mucho menos sustentarlo bajo supeso. Como nuestro Señor estabasiempre en sagrada comunión

con Dios, tenía una gran aflicciónal contemplar el pecado de lahumanidad, sabiendo como sabíacuán odioso era para Dios. Él la-mentaría delante de Su Padre elpecado del pueblo, y continuaríaintercediendo todavía, orando to-da Su vida como oró al final,“Padre, perdónalos porque no sa-

 ben lo que hacen”. Así Él estabaen todo momento en la más pro-

funda sintonía con el Dios deamor. Yo no dudo de que nuestro Se-

ñor hablara a menudo con el Pa-dre en la forma de alabanza, puessi bien en una ocasión únicamen-te está registrado que se regocijó,con todo, sin duda siempre se re-gocijaba en Dios. ¿Cómo podíahacerlo de otra manera Su natu-raleza que regocijándose en el Se-

ñor? Todo Su corazón y alma ymente estaban alineados con lamente de Dios. Por supuesto que

9 C. H. Spurgeon