soy luego vengo soy luego voy sinopsis
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Sinopsis del libro "Soy, luego vengo; Soy, luego voy"TRANSCRIPT
Desde tiempo inmemorial existe la creencia de que ha de existir un hilo conductor
que conecte todas las leyes físicas conocidas en un único esquema, simple y
elegante. Einstein pensaba que la naturaleza era la expresión de las ideas más
simples concebibles, pero que además venga descrita por matemática simple,
escribió John Barrow, es un misterio dentro de un enigma.
Galileo pensaba que no era posible entender el Universo mientras no nos
familiaricemos con el lenguaje en que está escrito, triángulos, círculos y otras
figuras geométricas. En términos similares se expresó Kepler al decir que: “la
geometría ofreció a Dios un modelo para la Creación”
A lo largo de la Historia multitud de científicos y matemáticos han tratado de
establecer patrones comunes en el funcionamiento del universo y de los números ya
que, como es sabido, toda ley física tiene su correspondiente formulación
matemática. Lobachevsky, el creador de la geometría hiperbólica pensaba
firmemente que no hay rama de las matemáticas, por abstracta que sea, que no
pueda ser aplicada en el mundo "real".
Hoy día, en física, la unificación de la Teoría de la Relatividad de Einstein con la
gravedad a nivel "subatómico" constituye uno de los retos más interesantes de la
Ciencia. En el Universo de los números existe un patrón que sigue resistiéndose, de
igual forma, a los matemáticos: la fórmula de los números primos. El mayor avance
en este campo hay que buscarlo en la "Conjetura de Riemann", aunque muchos
piensen que se trata sólo de un éxito parcial. El mismo Euler, uno de los más
grandes matemáticos de la Historia, y creador de la que se conoce como "la fórmula
más bella del mundo" también se mostró escéptico al respecto llegando a decir que
éste era: (…) “un misterio en el que la mente humana jamás podrá penetrar”
G.H.Hardy comentó que si alguien realizara una demostración elemental del
Teorema de los Números Primos mostraría que el tema no se corresponde al modo
que habíamos supuesto y que sería el momento de reorganizar los libros y la teoría
reescrita.
"Soy, luego vengo; Soy, luego voy" es un viaje que se inicia hace miles de años y a
miles de kilómetros de aquí, en el Valle de Giza donde encontramos el mejor
ejemplo de perfección geométrica. Los antiguos "constructores" fueron, sin duda,
conocedores de unos conocimientos y tecnología que, hoy día, sólo alcanzamos a
vislumbrar. Sus construcciones nos revelan una perfección desconcertante y una
característica común: la utilización de los "números áureos" como la escala que
utilizaron en todas y cada una de las líneas que debieron de trazar.
Los números "divinos" tienen una característica profunda y difícil de apreciar:
operan en una escala diferente a los números que habitualmente hacemos servir;
Se mueven en planos espaciales o dimensiones diferentes.
Los antiguos griegos, parada obligada en este viaje fueron, de alguna forma,
depositarios de este antiguo conocimiento olvidado, que ha llegado hasta nuestros
días, envuelto en un aura de simbología y misterio. Una "leyenda" cuenta Drunvalo
Melchizedek explica que, Pitágoras, en su estancia en Egipto, fue conducido a los
pies de la "Esfinge" donde un sacerdote egipcio le reveló que la Gran Pirámide fue
diseñada por "Thoth" y donde le fue entregada su famosa fórmula.
A lo largo del mundo múltiples monumentos megalíticos se alinean con increíble
precisión. Decenas de monumentos del imperio griego y romano, así como
construcciones medievales que revelan, asimismo, en su planificación la utilización
de una geometría ancestral. Innumerables evidencias que, cuesta pensar que sean
tan sólo fruto de la casualidad. Las pirámides no sólo son un reflejo a escala de la
Tierra, tienen un mensaje y son un espejo donde nuestra cabeza, según Jacques
Grimault, debe volver su mirada.
Platón tenía la teoría de la existencia etérea e intemporal de las formulaciones
matemáticas que, según él, no pueblan el mundo físico sino el mundo de las ideas,
del "alma". El enfoque de Platón es, pues, el punto de partida para entender, sólo
con sumas y multiplicaciones como funciona el Universo y..., por tanto, tu "mente”.
Roger Penrose, platonista convencido, cree que hay serias discrepancias entre lo
que sentimos conscientemente, y lo que nuestras teorías (maravillosamente
precisas) afirman sobre la realidad del mundo físico. Esto queda en evidencia al
observar cómo, luego de cientos de años de evolución asistimos perplejos a ver la
acumulación de conjeturas matemáticas, en la mesa, pendientes de resolución.
El cosmólogo Max Tegmark cree en el Universo sólo existen las matemáticas, "Eso
es todo lo que existe", dice. Tales leyes matemáticas forman un tejido de sutil y
armoniosa unidad que, en opinión de Paul Davies son capaces de reflejar, a su vez,
el orden mismo del cosmos.
La presente teoría del Todo propone una fusión total de nuestras teorías físicas,
geometría y matemáticas. En este camino el objetivo es conectar todas esas escalas
en que el Universo parece dividirse, proponiendo una formulación común, un
patrón en el que ciencia y religión, mente y materia convergen en una expresión, a
su vez, del mismo concepto que, desde los albores de la Humanidad se tenía del
Universo: la Ley Suprema que Newton pensaba reinaba en él, la UNIDAD.
Si entendemos cómo funciona el Universo podemos controlarlo dice Hawkings: si
entendemos como el Universo crea y produce las diferentes escalas, entonces
tendremos las claves de como se divide el espacio y como éste crea nuestra realidad.
Si comprendiéramos eso, dice Nassim Harameinn, tendríamos realmente "Las
llaves de la Creación".
Si llegáramos a validar la teoría de la física áurea tendríamos las claves para
entender nuestra "conexión espacial”, la 4ª dimensión, allí donde reside el tiempo,
la gravedad o la energía universal y… el gran poder que, según Greg Bradenn,
durante tanto tiempo se nos ha tratado de ocultar: el poder del pensamiento grupal.