SOY FELIZHechos 8.26-40 registra la maravillosa conversión del eunuco etíope, quien venía leyendo los escritos de Isaías, pero que no entender. Dios permitió que Felipe el evangelista se le acerca y le anuncia el evangelio de Jesús. El evangelio de Jesús son las buenas nuevas de salvación. El versículo 36 dice, “… y yendo por el camino”, en el trayecto del camino, Felipe le habló al eunuco todo lo que era necesario para recibir la bendición de la salvación. El eunuco había entendido los pasos necesarios para ser salvo. Cuando llegan a cierta agua, el eunuco dice, “he aquí agua, ¿Qué impide que yo sea bautizado?” Felipe le dice, “si crees de todo corazón, bien puedes.” El eunuco responde, “creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”. Y, le bautizó.La historia del eunuco nos enseña el orden o los pasos de la conversión es: oír el evangelio de Jesús (8.35), creer en el evangelio de Jesús (8.37), arrepentirse de los pecados (2.38), confesar a Je´sus como el Hijo de Dios (8:37) y, bautizarse en agua (8.38). Esto concuerda exactamente con la gran comisión, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea será condenado” (Marcos 16.15,16).Felipe, como evangelista hizo su trabajo de anunciar el evangelio de Jesús. El eunuco obedeció el evangelio y por esta obediencia, ahora él es cristiano, luego finalmente el texto enseña que el eunuco “seguía gozoso su camino” (8.39). El llegar a ser cristiano es la experiencia más hermosa de la vida, porque el resultado se siempre la felicidad. Ahora que soy cristiano, SOY FELIZ.