somalia: donde los cristianos son cazados · 2013. 8. 19. · del norte. los somalíes quienes se...
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Voz MártiresServidores de la iglesia perseguida – Organización
Misionera sin fines de lucro – Asociado a ICA
SOMALIA:Donde los CristianosSon Cazados
Donde los cristianos son
“cazados”
“Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Así como el pámpano no puede llevar fruto por sí
mismo, sino permanece en la vid, así tampoco ustedes, sino permanecen en Mí. (Juan
15:4 Reina Valera Contemporánea)
Militares de Al-Shabab han prometido
eliminar de Somalia a los cristianos.
Somalia es el segundo país con la peor
persecución cristiana después de Corea
del Norte. Los somalíes quienes se
convierten en cristianos, casi seguro
enfrentan la muerte, y esto no solo en su
propio país sino en países vecinos a
donde tienen que huir como refugiados.
Dice un Director Regional de VOM: “En
Somalia, te matan si tan solo te
encuentran un poco de literatura”.
Por más de dos décadas, Somalia ha
sufrido guerras civiles. Tratados y
resoluciones no exitosas entre varias
facciones han hecho de la nación un
“estado falso”, a los ojos de la
comunidad internacional. El 90% de la
población es musulmana Sunita, y los
cristianos son el blanco de todas las
facciones quienes luchan por el control.
El grupo más peligroso es el grupo
islámico militante al-Shabab, el cual
controla la mayor parte del Sureste y el
centro de Somalia.
Al-Shabab, que significa “El joven” en
árabe, ha jurado deshacerse de los
cristianos en Somalia e imponer su
estricta interpretación de la Ley Shariah.
En el mes de Febrero del 2012, al-Shabab
se unió al grupo de al-Qaeda.
La comunidad cristiana más pequeña de
Somalia que antes era musulmana, es de
poco menos de 200 personas, y todos
son vistos como apóstatas por la
mayoría musulmana. Durante las guerras
civiles las iglesias han sido destruidas y
esto ha obligado a los cristianos a
reunirse en grupos pequeños en casas.
Cuando al-Shabab descubre a un
cristiano, muchas veces lo decapitan ahí
mismo, como le ocurrió a un joven de 17
años el 2011 en Mogadishu. Agentes de
al-Shabab han incluso asesinado a
cristianos después de seguirlos como
refugiados a campos en Etiopía y Kenia.
Muchos cristianos en Somalia desean
crecer espiritualmente al estudiar la
Palabra de Dios, pero el solo hecho de
tener una Biblia es suficiente para que
los encarcelen y los maten. Ninguno de
los creyentes que dieron sus testimonios
en las páginas siguientes poseía una
Biblia completa. Pero sus corazones
están tan llenos del amor de Cristo que
están dispuestos a sufrir por Él.
Abdi” fue despertado de
Su sueño por el sonido
de unas botas de hule
en el piso de concreto.
cuatro soldados de
al-Shabab habían
irrumpido en su casa
fuertemente armados.
Asustados de Ver a los
hombres, los Hijos de Abdi comenzaron a
llorar. Los militantes estaban llevando a cabo
búsquedas al azar en el vecindario de Abdi en
Somalia, en una parte controlada por el grupo
terrorista. Los soldados le apuntaron con el
arma y le demandaron saber a qué se dedicaba
y en donde trabajaba. Luego un soldado lo
tomó del cuello y lo sacó.
“Ellos saquearon mi casa. Revisaron mi
mochila y encontraron varias páginas de la
Biblia que tenían cruces en ellas.”
Ellos sabían que las páginas pertenecían a un
libro cristiano.
Inmediatamente lo arrojaron al suelo, le ataron
sus manos y lo vendaron. Luego lo metieron en
un camión y lo llevaron a un lugar a una hora
de su casa. Después
arrojaron a una celda subterránea. Le hicieron
un interrogatorio: “En donde las conseguiste?
Conoces a otros como tú? Quiénes son? Abdi
se rehusó a darles información. El conocía a
otros cristianos, pero quiso ahorrarles el
sufrimiento que él debía enfrentar.
“Comenzaron a torturarme. Me golpearon con
un palo de madera. Cuando me quitaron la
venda, noté tres cuerpos muertos en el cuarto.
Los habían colocado ahí solo para asustarme.”
Sus torturadores lo llamaron apóstata, y le
dijeron que lo iban a matar. Sufriendo tanto
dolor y temiendo una muerte inminente, Abdi
oró al Señor: “Le pedí al Señor que salvara mi
vida. Después de la oración, mi espíritu se
tranquilizó y ya no estaba tan preocupado
como antes”. Pero después de varios días en
una celda 12x12 y en horribles condiciones, su
estado fue afectado.
No había inodoro así que tenía que hacer sus
necesidades en una esquina del cuarto. La
falta de ventanas hacía el olor de los
desperdicios y los cuerpos muertos
insoportables.
Después de 10 días, se llevaron los cuerpos y
se le unieron dos personas más en la celda.
Cuando al fin los soldados de al-Shabab le
permitieron unas pocas horas fuera de su
celda, los tres prisioneros notaron un muro
escalable alrededor de la prisión. Juntos
podrían escapar.
“Una noche, los guardias pensaron que habían
asegurado nuestra celda pero no fue así. La
abrimos, corrimos hacía el muro y lo
comenzamos a escalar. Los guardias nos
dispararon. Las balas alcanzaron a uno de mis
compañeros, pero el otro prisionero y yo
saltamos el muro”.
Abdi y su otro compañero corrían por sus vidas
mientras los soldados los perseguían. Los dos
llegaron a la ciudad, y pasaron desapercibidos
entrando y saliendo de los callejones. Abdi
llamó a su esposa, quien pensaba que él estaba
muerto. Ella dijo: “No puede ser posible. Donde
estás? En verdad estás vivo? Ella lloró y gritó
de alegría y asombro. Ella salió inmediatamente
para verme”.
Su esposa lo llevó a un hospital donde recibió
atención médica. Tenía varios huesos
quebrados en su brazo así que le pusieron un
yeso.
Nueve meses después, Abdi sigue sufriendo
especialmente al levantar objetos pesados.
“Estoy feliz de haber pasado por esto ya que
ahora soy más fuerte espiritualmente. La gente
oró por mí para que pudiera escapar. Sus
oraciones son las que me salvaron mi vida.”
Abdi ha llevado a varios musulmanes a Cristo
después de su escape, y ahora vive con su
familia en una parte de Somalia controlada por
el Gobierno Federal Transitorio
Un trabajador de VOM anima a cristianos en una casa de ayuda
de VOM fuera de Somalia.
Encarcelado por la Palabra
de Dios
Amor sacrificial El ex musulmán “Diya”
amó tanto la Palabra
de Dios que se negó a
esconderla y a ocultar
la en su hogar. A pesar
del gran peligro por
esta acción, decidió
dejarla a la vista de
todos. La Biblia de
Diya en idioma somalí
fue una de sus posesiones que
sobrevivieron a un incendio en su casa
cuando la guerra civil estalló en 1991.
Algunas páginas se podían leer bien y
Diya pudo seguir leyendo su verso
favorito del Antiguo Testamento.
“Me gusta la historia de Abraham cuando
iba a sacrificar a su hijo Isaac y luego el
ángel le prohibió hacerlo”.
Del Nuevo Testamento Diya aprendió que
Jesús, El Cordero de Dios, dio su vida
para que todo el que confía en El tenga la
vida eterna. “Cuando leo la Biblia, me
conforta saber que Cristo está conmigo
siempre”.
Pero el amor de Diya a Cristo y su
Palabra pronto le pasarían factura.
Un día del año 2007, el hijo menor de Diya
sacó la Biblia. Se sentó fuera de la casa y
la abrió - al igual como lo hacía su padre.
Pero militantes armados islámicos que
pasaban por ahí en ese momento,
notaron el libro con una gran cruz en su
cubierta que el niño de seis años estaba
sosteniendo.“Tocaron a la puerta y
cuando abrí uno de ellos me golpeó en la
frente con su rifle. Caí inconsciente”.
La esposa de Diya escuchó a su hijo
llorar y corrió hacía la puerta. Luchó con
los soldados, y uno de ellos disparó. La
bala pasó a través del cráneo del niño y
el estómago de su madre. El hijo de Diya
murió instantáneamente y su madre un
poco después en el hospital. Los líderes
locales convencieron a los hombres de
que Diya era inocente. Aunque no fue
arrestado, Diya enfrentó una gran
tristeza.
“La parte más dura fue perder a mi hijo
ya que lo amaba mucho y no había vivido
su vida. Era un niño muy juguetón”.
Diya cree que perdió a su hijo debido a
su fe cristiana. Pero la muerte de ambos
lo ha hecho más fuerte. También dice que
ha perdonado a los responsables así
como la Biblia le instruye a hacer.
“Amar y perdonar a tus enemigos es algo
bueno. Yo sé que mi esposa y mi hijo
están con Jesucristo. Todo lo que ha
pasado ha sucedido por la gracia de
Dios. Ahora me siento más cerca de
Jesús que nunca antes”.
Mientras Diya lucha por mantener a sus
otros dos hijos, quiere que las personas
conozcan sobre la persecución cristiana
en Somalia. “Hay otras personas que han
pasado cosas mucho peores que las
mías. Estas cosas suceden y así es como
vivimos”.
Evangelistas ministran a somalíes quienes se refugian de la
violencia en campos esparcidos a través del país.
La justicia Shariah La herida del látigo en la espalda de “Fozia”
era insoportable. Había
perdido la cuenta y solo quería
que se detuvieran. Le
oró a Jesús para que
la rescatara de sus
opresores. La multitud
que asistió a su castigo
público animaban cada
golpe que ella recibía. Ellos los animaban a
seguirla golpeando por ser musulmanes o por
temor a ellos, Fozia no lo sabe.
Fozia debía de recibir 30 azotes ya que su ropa
era muy “reveladora”. La habían arrestado por
usar una hijab en lugar de una burqa. La hijab,
una cubierta para la cabeza tradicional y
modesta, es considerada inaceptable por los
islámicos quienes controlan la ciudad donde
Fozia vivía. Le han impuesto a la ciudad una
interpretación estricta de la ley Shariah y al
igual que los talibanes en Afganistán, exigen a
la mujer que se cubra toda su cabeza con la
burqa. Fozia era una cristiana secreta, y ella no
iba a seguir la ley islámica.
Después de que los azotes terminaran, Fozia
esperó que la multitud se dispersara para poder
irse. “No me fui antes, porque las personas que
me golpearon y la multitud quienes observaban
pensaban igual. Así que esperé a que todos se
fueran”.
Fozia se fue a su casa a pesar del dolor de sus
heridas. Cada azote le había
abierto la espalda haciendo que sangrara. “Una
vecina vino a mi casa para lavarme mis heridas.
Estaba sangrando y fue muy doloroso”. Fozia
permaneció en cama por dos días.
Los azotes no fueron los primeros sufrimientos
físicos de Fozia como cristiana. Como la
mayoría de las mujeres somalíes, Fozia tenía un
matrimonio arreglado. A sus 24 años, sus
padres le escogieron un esposo; un miembro
de 60 años de la misma tribu. El esposo de
Fozia tenía otras dos esposas, y cada una vivía
en una casa separada con sus hijos.
Fozia había abandonado en años recientes los
rituales islámicos cuando aceptó a Cristo, así
que no asistía más a la mezquita y ya no oraba
cinco veces al
día. Cuando su esposo se percató de todo esto,
le comenzó a llamar una “kafir” o sea una “no
creyente”. También abusó de ella físicamente
incluso cuando ella estaba embarazada.
“Me golpeaba para presionarme a orar. Me
abofeteaba y me golpeaba con el puño.
También me golpeó tan duro en el estómago
que causó un aborto”.
Finalmente, Fozia escapó de su esposo
abusador y se mudó con un amigo cristiano en
otra ciudad. Aunque tiene un lugar seguro
donde vivir y un trabajo que le permite
sobrevivir, Fozia sigue siendo perseguida por
las manos de los terroristas de al-Shabab
quienes no aprueban su cubierta de la cabeza.
Fozia dice que todo lo que
le ha pasado ha fortalecido
su fe. Ahora ora más que
antes y comparte de Jesús
con otros. Aunque ella no
tiene una Biblia, ella se
alimenta espiritualmente al
escuchar emisoras de radio cristianas en la
noche provenientes del país vecino de Kenia.
Fozia le pide a otros creyentes que oren para
que tenga una mejor vida, una más cerca al
reino de Dios, y que los creyentes somalíes
“soporten el peso de la vida cristiana” en una
nación islámica.
En cooperación con otros grupos, VOM ayuda a facilitar la entrega
de comida, vitaminas prenatales y otros suplementos a somalíes
desplazados por la violencia.
Un lugar de refugio “Basmah” tenía 7 meses de embarazo cuando
su esposo musulmán se divorció de ella. Sin
ningún lugar a donde ir regresó a la casa de su
madre donde dio a luz a su bebé. Cuando su
familia musulmana descubrió que se había
hecho cristiana su padrastro la echó de la casa.
Basmah dice: Él me dijo que estaba infectando
toda la familia, y me amenazó con matarme si
no me iba.
Basmah y su bebé se vieron obligados a vivir
en las calles hasta que un trabajador de VOM le
ofreció refugio en una casa de ayuda. “Yo
estaba orando a Dios para que me diera una
casa donde dormir y Él contestó las oraciones.
Esta es una casa de adoración, la casa de Dios,
estoy muy contenta de estar aquí” dice
Basmah.
Ex musulmanes como Basmah han encontrado
un lugar seguro donde vivir que está en una
ciudad en el cuerno de África. Esta casa de
ayuda no solo les ofrece un lugar donde comer
y dormir sino una hermandad espiritual y
discipulado. La dirigen cristianos maduros,
quiénes reciben no más de dos personas a la
vez. Van a ayudar a que estos musulmanes
eventualmente vivan por su propia cuenta
como creyentes bien establecidos
Que puedan proveer para ellos mismos.
Basmah dice que ha notado una gran diferencia
en su vida espiritual. Dice ella: “El mejor regalo
que Dios me dio fue Jesús, ahora tengo paz en
mi corazón; nada se compara a Él. Incluso
cuando tengo hambre tengo paz”.
La Voz de los Mártires ayuda a llevar más paz
espiritual a Somalia. Se planea proveer más
discipulado en ciudades seguras donde los
cristianos puedan estudiar el Evangelio, y
aprendan a compartir su fe. VOM también
ayuda a evangelistas somalíes a llevar a más
personas a Cristo. En algunos casos ayudamos
a éstos evangelistas a comenzar un negocio
pequeño para que puedan velar por sí mismos
y sus familias mientras comparten el Evangelio.
La pequeña comunidad cristiana en Somalia
necesita desesperadamente Biblias. Pero
poseer una Biblia impresa es muy peligroso,
Biblias en audio, etc., es prohibido por al-
Shabab porque son consideradas influencias
occidentales. Sin embargo con su ayuda,
llevaremos la Palabra de Dios de la manera más
práctica y creativa posible. También esperamos
proveerles de más casas de ayuda para
musulmanes convertidos al cristianismo
quiénes son perseguidos en toda la región,
lugares donde se puedan refugiar y crecer en
su fe.
Debido a que varias resoluciones y acuerdos
de paz han fracasado en Somalia, una solución
política a los problemas del país parece estar
muy lejana. Pero el alivio espiritual se necesita
urgentemente. Ore para que el sufrimiento en
esa área disminuya y que millones encuentren
la paz eterna al permanecer en el mejor regalo
de Dios – ¡Jesús, el vino verdadero!
Trabajadores de VOM entregan
suplementos médicos a una clínica.
En una casa de ayuda, los cristianos pueden estudiar la Biblia y hablar
abiertamente sobre su fe con otros cristianos – algo que no pueden hacer en
sus casas.
Centro Mundial de Oración por la Iglesia Perseguida “Richard Wurmbrand”
Su propósito: Mientras hayan cristianos perseguidos POR SU FE, así fuese uno solo alrededor del mundo nosotros levantaremos sus voces delante del altar de Dios.
Hebreos 13:3 Teléfono (506)22442164; 83721717 tel.-fax: 22443790, Apartado postal 500-3100 Santo Domingo de Heredia, cp 40301
Costa Rica, CA. E-mail: [email protected] Pagina web: www.persecucion.org
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