solos ante sueños
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Jesús g. escribe artículo para 2ºBach.TRANSCRIPT
Jesús González Javier
Profesor de Filosofía
Jesús González, profesor de Filosofía, escribe este estupendo
artículo para los alumnos de 2º de Bachillerato, que han pasado
una etapa muy importante en el instituto y, que, a partir de
ahora, otros retos o sueños aparecerán en sus vidas a los que
habrán de enfrentarse con el conocimiento y la responsabilidad
de adultos.
SOLOS ANTE VUESTROS SUEÑOS
Casi sin daros cuenta, habéis terminado un ciclo importante
de vuestras vidas. Comenzasteis en el instituto con la sonrisa
inocente y juguetona de la infancia y os marcháis con la mirada
del que tiene ciertas opiniones y está dispuesto a defenderlas.
Durante todo este tiempo de formación, hemos tenido un
espacio en común compartiendo: la luz, los pasillos, las palabras,
los libros, las risas y algún que otro enfado. Hemos trabajado con
el conocimiento de las matemáticas, la lengua y el inglés. Nos
hemos enredado con la historia, y la filosofía. Hemos fantaseado
con los dibujos y las redacciones. Hemos jugado con la amistad y
los amores. Nos hemos empujado en los pasillos y manchado con
las hierbas de primavera. Casi sin darnos cuenta, con la velocidad
que el sol se aleja del horizonte, hemos vivido ese periodo mágico
que va de la infancia a la juventud, descubriendo las opiniones y
el puro deseo de vivir. Ha sido hermoso por nuestra parte estar
junto a vosotros, y esperemos que para vosotros también haya
sido grato; hemos procurado, deciros cosas, conocimientos de
libros, pero sobre todo os hemos intentado transmitir una cierta
pasión por el hecho de conocer, por mostraros que la vida es algo
más que un espectáculo televisivo. Muchos de vosotros
continuaréis formándoos en la universidad y os pediría que os
esforcéis en los siguientes puntos que mencionaba el profesor
José Ramón Alonso rector de la Universidad de Salamanca, como
necesarios para todo universitario, en un artículo periodístico.
Decía así:
Primero, debe saber leer. Suena insultante, pero es cierto; debe
saber leer y extraer las ideas principales de un texto, someter a juicio
crítico lo que ese autor afirma, ser capaz de contrastar con otras
fuentes y llegar a conclusiones propias, personales.
Segundo, debe saber escribir; y no hablo de no cometer faltas de
ortografía, ni de saber poner letras juntas; eso hay que darlo por
hecho, sino de comunicar con claridad, con eficacia, con una extensión
equilibrada, con rigor en el uso de información externa, con la mente
puesta en el lector.
Tercero, debe saber hablar, hablar a una persona y hablar a 100. Ser
capaz de presentar las ideas propias e indagar las ajenas. Conducir y
ganar un debate. Respetar los tiempos y usar apoyos efectivos. No es
baladí: saber hablar bien se considera el primer factor de éxito en la
carrera profesional.
Cuarto, debe tener disciplina. Realizar esfuerzos continuados en el
tiempo, hacer un plan y cumplirlo; comprometerse y respetar los
compromisos. Ser leal con sus compañeros y consigo mismo. Y eso se
aprende en un aula, pero también en un equipo de rugby o en el coro
de la Universidad.
Quinto, debe tener una visión internacional. Debe expresarse en inglés
con soltura y tener ciertas habilidades en, al menos, otro idioma. Debe
conocer otros países como universitarios, esto implica tener unos
conocimientos básicos de la política, la historia, las aspiraciones,
fortalezas y dificultades de ese país.
Sexto, debe ser creativo. En su trabajo y en su vida. Debe explorar el
arte en cualquiera de sus manifestaciones. No sólo como espectador,
también como autor, no quedarse siempre al margen, pasivo o mero
crítico de lo que otros acometen, debe implicarse.
Séptimo, debe conocer las herramientas propias de su disciplina, sea el
método científico o las grandes tradiciones culturales de las
Humanidades.
Octavo, debe estar alfabetizado en las nuevas tecnologías. Chatear,
pero también configurar una cuenta de correo, usar una hoja de
cálculo, construir una base de datos y editar un texto, una imagen y un
vídeo.
Noveno, debe tener una cultura general. No puede ser que el estudiante
de Historia, ante una regla de tres, o calcular un tanto por ciento, diga
"yo es que soy de Letras"; ni que el de Ciencias no sepa quien era
Augusto.
Décimo: romper con los decálogos, con las tradiciones estúpidas, con
los criterios de rebaño, con el qué dirán y el me da lo mismo.
Undécimo y último: tiene que tener una visión ética. En todas las
épocas ha habido problemas y dilemas, perspectivas y limitaciones que
han dado la medida del ser humano de cada tiempo y cada lugar. Y eso
no es distinto en este siglo XXI, donde ya no hay problemas locales ni
soluciones únicas. Y eso es Espacio Europeo y eso es la Universidad.
A este mundo os tenéis que enfrentar pero, como podéis
apreciar, muchas de las cuestiones que señala el profesor Alonso
ya las conocéis, si no es en su totalidad, sí parcialmente, porque,
en definitiva, el bachiller es una visión de conjunto que os ayuda a
encontrar el camino que cada uno de vosotros quiere seguir. La
universidad solo es profundizar en uno de los muchos campos del
conocimiento sugerido en vuestros estudios de instituto, elegir
uno, profundizar en él, con tenacidad, mostrando la alegría del
que sabe que con esa información ayudará a los demás y a sí
mismo, porque todo conocimiento modifica la realidad y a la
persona que lo posee. Algunos de vosotros llegaréis a ser
importantes, incluso seréis sabios al descubrir los canales ocultos
que unen las cosas, otros abandonaréis los estudios, pero nunca
olvidéis que lo importante no es el lugar que ocupamos en la
escala social, las circunstancias en la mayoría de los casos son
ajenas, sino la forma de habitar ese lugar. De lo que cae sobre
nosotros no somos responsables; pero lo que sale de nosotros es
obra nuestra y no podemos eludirlo. Actúa siempre sintiendo la
alegría del que se siente orgullo de ser uno con los demás.
Y por último recordar que en cada uno de los profesores
del centro tenéis un amigo que está dispuesto a disfrutar con
vosotros en las pequeñas cosas de la vida y a compartir
esfuerzos si fuese necesario, porque es grato ser generoso con
aquellos que un día nos escucharon. Que tengáis suerte en
medio de los vientos de la vida, ahora estáis solos frente a
vuestros sueños, atreveos a hacerlos realidad.