SOLO BUSCANDO SE PUEDE ENCONTRAR

Buscando a alguien por todas partes y en todo momento, corría desesperado de aquí para allá por encontrarlo, no sabía que ni a quien buscaba, solo quería encontrarlo. Lo buscaba en lugares públicos así como en la soledad. Pensé encontrarlo en el campo y también en la ciudad. Intente encontrarlo en el ruido así como en la tranquilidad. Lo busque en las páginas de los libros e incluso en las redes sociales. Lo intente todo y fue en vano. Y fue así que buscando a alguien, un día me encontré conmigo mismo y fue el encuentro más maravilloso que me pudo ocurrir. Encontrándome conmigo mismo fue cuando también encontré a Dios ya que su imagen y semejanza de Él se refleja en mí mismo. Es ahí cuando entiendes que no es necesario cosa alguna para poder disfrutar de la vida. Ya que la vida en sí misma es suficiente y que todo es parte de ella, también comprendes que aun poseyéndolo todo, ese todo jamás te poseerá a ti. Eres verdaderamente libre. Encontrarse a sí mismo y a Dios es el mayor tesoro del ser humano. Parad y mirad donde estas, y partid de ahí ahora mismo. Ese es el secreto de todo gran comienzo.

Al final cual será el mayor tesoro de tu vida