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EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

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EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

» Pág. 02» Pág. 05» Pág. 07» Pág. 09» Pág. 11» Pág. 14» Pág. 15

EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

Contenidos

El proceso de urbanizaciónLa urbanización como proceso técnico La urbanización como proceso históricoEl proceso de urbanización en la actualidadSanta Fe: urbanización y suburbanizaciónImágenes (8-10)Imágenes (11-13)

Resumen

En la Unidad A ubicamos el momento del surgimiento de los primeros poblados hace unos 4.000 años. Sin embargo, hace solamente doscientos años (alrededor del 1800) sólo había una ciudad en el mundo, Londres, con una población de 1 millón de habitantes. La ciudad de Londres registraba, en 1801, 865.000 habitantes, en 1851, 2.685.000 habitantes (1).Al principio del siglo XX había tres ciudades con una población de 1 millón o más. En 1960, eran 114 ciuda-des, de las cuales 62 se localizaban en los países menos desarrollados. Entre 1960 y 1980, las ciudades millona-rias alcanzaron la cifra de 222, de las que 103 se encon-traban en los países menos desarrollados. Muchas de estas ciudades se expandieron absorbiendo los núcleos rurales próximos e, incluso, pequeños centros mercantiles y se constituyeron en áreas metropolitanas. En 1990, 280 áreas metropolitanas superan el millón de habitantes y de ellas dieciocho (Beijing, Bombay, Buenos Aires, El Cairo, Calcuta, Londres, Los Ángeles, México, Moscú, Nueva York, Osaka-Kobe, París, Rin-Ruhr, Río de Janeiro, Sao Paulo, Seúl, Shangai y Tokio-Yokohama) tie-nen más de diez millones de habitantes.

¿Por qué han crecido tanto las ciudades y tan rápido?Las ciudades han existido por miles de años, pero crecie-ron más rápidamente después de la Revolución Industrial y, desde 1950, el rápido crecimiento urbano se ha vuelto un fenómeno global. Las personas se mudan a la ciudades por varias razones, pero la razón más significativa es económica. Cuando la economía de una ciudad prospera, atrae población. La promesa de trabajo y confort, encanto y destello, atrae a la gente. También hay factores de impulso: las sequías o la explotación de campesinos pueden causar la extrema pobreza rural y eso crea el impulso de salir del campo.Las promesas de la ciudad no siempre se cumplen: no todos los que viven en la ciudad, ya sea que se hayan mudado o nacido allí, se benefician. La ciudad no siempre puede manejar el número de personas que llegan a ella, por esto la pobreza urbana y la falta de hogar se han con-vertido en un problema mundial. La pregunta todavía no se resuelve: ¿cómo podemos transformar las desventajas en ventajas para los habitan-tes de las ciudades?

Objetivos

» Entender que la urbanización es un proceso continuo

» Entender que la urbanización mundial es un fenómeno global y no pertenece a una sola parte del mundo

» Explicar la relación entre migración, crecimiento econó-mico y el crecimiento de población con respecto al creci-miento urbano

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Mirta G. Soijet*

Autora

* Arquitecta, Docente e Investigadora de la Cátedra de Urbanismo « A. Caballero» de la FADU - UNL

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Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio

Urbanización es la proporción de la población total concentrada en establecimientos urbanos o bien el incre-mento de esa proporción. (Kingsley Davis. La urbanización de la población humana).

En términos sencillos, el incremento demográfico es el número de personas que nacen cada año menos el número de muertes. El crecimiento poblacional se da cuando existe un índice positivo del mismo. Éste es el mayor factor en el crecimiento de la ciudades en paí-ses en vías de desarrollo.

Las migraciones también afectan el crecimiento de las ciudades. La migración rural - urbana se suscita cuando las personas del campo se mudan o emigran a la ciudad. Éste fue el mayor factor de crecimiento urbano después de la industrialización y hasta los años '70. Hoy, las migraciones internacionales o movimien-

El proceso de urbanización es un término que designa, por un lado, la transformación del medio natural o del suelo de uso rural en un nuevo producto, el medio construido que conforma en el tiempo lo que llamamos ciudad.

Pero también se denomina proceso de urbanización a la estrategia de ocupación organizada del territorio que lo configura como una red compuesta por numerosos centros urbanos distribuidos de una manera particular en el espacio, con una función específica respecto de la explotación del medio y un sistema de interconexiones que asegura su funcionamiento de conjunto.

Estas definiciones atribuyen al término la posibilidad de asumir un doble carácter: el de sustantivo y el de verbo. Para distinguirlos algunos autores (por ejemplo Gino

Germani) hablan de grado o nivel de urbanización para el primer caso y de proceso para el segundo. El atributo de “proceso” que generalmente agregamos al fenómeno lleva implícito, además del reconocimiento temporal, el carácter de continua transformación de la ciudad y sus componentes.En un somero análisis, las causas que provocan este pro-ceso pueden derivarse de particularidades de la pobla-ción o de la caracterización de las funciones y actividades urbanas. Referimos en el primer caso al crecimiento demográfico y a las migraciones. En el segundo, a las ven-tajas o menores costos derivados del hecho de que el pro-ceso productivo o las actividades de servicio se realizan concentrados en un lugar que se denomina técnicamente economías de escala y economías de aglomeración.

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

tos de personas de un país a otro se suman al gran número de habitantes de las ciudades más grandes del mundo.

Hay excepciones a esta regla: algunas ciudades son “creadas" por los gobiernos que quieren quitarle la carga a otras grandes ciudades. En algunos casos, para ser capital del país, como lo es Brasilia, que reem-plazó a Rio de Janeiro como ciudad capital de Brasil y significó la transferencia de las oficinas del gobierno, embajadas y negocios a una ciudad más pequeña para atraer a la población que sobrecarga otras ciudades.

CIUDADES CABECERA DE DEPARTAMENTOS (POR JERARQUÍAS URBANAS)

Ciudad Departamento Población 2001 (hab.)Tasa de crecimiento

1991-2001 (%)

RosarioSanta FeRafaelaReconquistaVilla ConstituciónSan LorenzoEsperanzaCasildaCañada de GómezSan JustoVeraCorondaSan JavierSan CristóbalTostadoLas RosasHelveciaSastreMelincué

RosarioLa CapitalCastellanosGral. ObligadoConstituciónSan LorenzoLas ColoniasCaserosIriondoSan JustoVeraSan JerónimoSan JavierSan Cristóbal9 de JulioBelgranoGaraySan MartínGral. López

907.884369.58783.66766.10044.38043.51435.86931.93029.75921.81519.75016.96915.60114.26114.24912.7308.5105.5342.228

0,115,8022,3020,166,865,7216,097,504,0214,236,8921,9418,37-3,905,516,0116,321,83-8,35

En el próximo cuadro se destaca la incidencia de las principales poblaciones respecto del total provincial. En este caso se ha tomado en consideración la población de esas ciudades cabeceras a las que se han sumado los habitantes de los asentamientos menores que reconocen continuidad física y funcional.

PORCENTAJE DE POBLACIÓN SOBRE EL TOTAL PROVINCIAL

Áreas aglomeradas Habitantes Poblac. sobre el total provinc. %

RosarioSanta FeAglomerado Reconquista - Avellaneda

1.164.166456.558

89.084

3915

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Fuente: Datos provistos por el IPEC. Censos 1991- 2001

Del análisis de algunos parámetros sobre la distribución poblacional de nuestra provincia, y considerando que sería necesaria una mayor profundización del tema para establecer diagnósticos sobre las causas de migraciones internas en el territorio provincial, pueden deducirse algunas conclusiones parciales, teniendo en cuenta aspectos económicos y productivos que provocan estas migraciones:» Se registra una fuerte polarización en cuanto a distribución de población entre el norte y el sur de la provincia que se vincula con los nuevos procesos de reconversión de la economía, sumados a factores que determinan el tipo de demanda de productos desde los mercados externos. Nuestra Provincia presenta hoy un claro y agudo desequilibrio entre un sector norte (de tierras áridas, poco fértiles para la producción de granos, con una gran escasez de vías de comunicación, miles de hectáreas anegadas por las aguas, con centros urbanos de poca población y muy distantes entre sí); un sector

centro (de transición en cuanto a densidad de población, con mayor presencia de comunicaciones y centros urbanos de mayor importancia), y un área sur (con las tierras más aptas de la Pampa húmeda para insertarse en el modelo de exportación de granos, con centro en el Área Metropolitana Gran Rosario, polo de una región con gran presencia de comunicaciones y servicios).

» De acuerdo a datos generales, según Censo 2001, las migraciones se producen desde poblaciones muy peque-ñas del centro y norte provincial hacia las ciudades más importantes. Las ciudades intermedias, las cabeceras de departamentos y las áreas metropolitanas son las recep-toras de esa población expulsada.

» Las áreas metropolitanas no registran crecimientos importantes. En el caso de Rosario no crece la ciudad cen-tral, sí en mayor medida algunas poblaciones de la perife-ria metropolitana.

(1) De Vries, Jan, La urbanización de Europa 1500-1800, Crítica, Barcelona, 1987.

Pero es necesario también atender a los efectos del proceso de urbanización particularmente en la provincia de Santa Fe.En el siguiente cuadro se muestra la cantidad de pobla-ción y el porcentaje de crecimiento en el período inter-censal 1991-2001 de las ciudades cabeceras de depar-tamentos de la provincia de Santa Fe. Observamos que las tasas de crecimiento son, en general, positivas, algunas de ellas con índices importantes, y a su vez encontramos algunas poblaciones con tasas negativas de crecimiento.

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Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

» Se registra un preocupante proceso de pérdida de población en centros urbanos muy pequeños, sobre todo en departamentos del centro y norte provincial.

» Es importante destacar la incapacidad de las ciudades receptoras de migraciones internas de la provincia para ofrecer empleo y ocupación a los nuevos habitantes. Un ejemplo de esto es que Rosario y Santa Fe registran altos índices de desocupación.

Muchas veces se plantea la disyuntiva de la ventaja o des-ventaja de la urbanización. El problema no es el hecho de

la urbanización en sí, sino el modo en que este proceso se desarrolla. Además de haberse mostrado como irre-versible, trae aparejada una serie enorme de ventajas al desarrollo humano.

En síntesis, las ciudades no aparecen y se transforman (sea extendiéndose o desapareciendo) porque sí, sino respondiendo a una estrategia de ocupación territorial que la sociedad, con una determinada cultura, tecnolo-gía y organización socioeconómica, visualiza como con-veniente para el logro de sus objetivos.

Urbanización es “todo fraccionamiento que determine la conformación de nuevos núcleos urbanos o suburba-nos, la ampliación y/o modificación de los ya existentes, con apertura de calles o pasajes públicos, de limitación total o parcial de manzanas y parcelamiento, el cual, y sobre la base de las disposiciones del presente regla-mento, comprende la provisión de infraestructura y la creación de espacios verdes o libres, destinados al equi-pamiento comunitario. Reglamento de Urbanizaciones y Subdivisiones de la ciudad de Santa Fe.

Urbanización es un proceso de concentración de la población que se desarrolla de dos maneras: la multiplica-ción de los puntos de concentración y el incremento del tamaño de las concentraciones individuales. Sus pará-metros cuantificables son: número de habitantes, densidad del asentamiento, proporción de las ocupaciones no agrícolas y diversidad de las mismas. (De Vries, Jan, La Urbanización de Europa 1500 1800, Crítica, Barcelona, 1987)

A las definiciones meramente cuantitativas, De Vries adiciona tres maneras diferentes de entender el tér-mino urbanización.

CONCEPTOS ASOCIADOSConcentración de la población o urbanización demográfica: Desplazamiento de población desde lugares rurales a asentamientos urbanos que incrementa el peso rela-tivo de estos últimos.

Urbanización de la sociedad o urbanización cultu-ral o del comportamiento: Proceso que introduce a la gente en un comporta-miento, modos de pensamiento y tipos de actividad “urbanos”, tanto si vive en ciudades como si no.

Urbanización estructural: Proceso o tendencia de cambio de la organización de la sociedad que alimenta la concentración de la pobla-ción en determinados puntos de territorio. Pone el acento en la concentración de actividades en esos pun-tos centrales.

A modo de síntesis, entonces, tendremos en cuenta dos aspectos para aclarar el término urbanización. Uno, relacionado estrictamente con lo físico, que refiere a la concentración de la población y la adapta-ción de los espacios para ello a través de la apertura de calles y la dotación de servicios, y otro, vinculado con lo social, que refiere a los comportamientos y a las cos-tumbres que caracterizan a una población urbana.

El proceso de urbanización referido ahora a la materiali-zación del hecho urbano en sí mismo requiere para el estudio de su concreción físico funcional de dos escalas de análisis. - el proceso que construye su materialización paso a paso y va configurando en el tiempo situaciones de conjunto que se diferencian para distintos períodos históricos tanto en su organización funcional como en su significado para el habitante. - el proceso como la técnica mediante la cual el hombre adapta a sus propios requerimientos el espacio o medio natural disponible y seleccionado para su asentamiento.

Como ello se realiza a través de las pautas culturales de apropiación del espacio de una sociedad determinada, lleva implícita una forma de usar el suelo natural y sus recursos. Así el estudio del crecimiento urbano de la ciudad puede reconstruir las fases sucesivas de desarrollo urbano desde los núcleos iniciales hasta la extensión actual. Consideraremos estas dos aproximaciones sintetizadas en el proceso técnico y el proceso histórico.

LA URBANIZACIÓN COMO PROCESO TÉCNICO

Las condiciones de trazado y subdivisiones, más las condiciones de ocupación del suelo, constituyen las variables básicas cuya posible combinación y grado de dominancia derivada de los usos define la conforma-ción del patrón de urbanización.

Equipamiento es el conjunto de instalaciones indis-pensables para el funcionamiento de la ciudad relacio-nadas con la sanidad, la cultura, la administración, la seguridad, el esparcimiento, el deporte, etc.Carlo Aymonino, en su trabajo Lo studio dei fenomeni urbani, entiende el equipamiento como aquellas edifi-

caciones que se encuentran destinadas a satisfacer las necesidades evidenciadas por los servicios.Infraestructura: redes que se consideran necesarias para la creación y el funcionamiento de una organiza-ción cualquiera. Además de los fluidos, el sistema de arterias rápidas, los accesos urbanos y los enlaces ferroviarios se encuadran dentro de esta categoría.

A. Caballero (2) sostiene que la dotación de equipa-mientos e infraestructura constituye el basamento sobre el cual se fundan nuevas y mejores calidades de vida urbana.

En el asentamiento para uso rural, la subdivisión del suelo correspondiente a la apropiación que los habitan-tes hacen de ese espacio se caracteriza por su gran dimensión destinada a la explotación agrícolo-ganadera o de otra actividad primaria y la predominancia del espa-cio libre respecto del espacio edificado. La transformación de ese suelo en urbano entraña una nueva subdivisión o parcelamiento de menores dimen-siones destinado al asentamiento de actividades diversas de la población que se albergan en tipos arquitectónicos variados cuyo asentamiento sobre aquella parcelación compone un tejido donde lo edificado predomina sobre el espacio libre. (Ver imágenes 8 y 9)

La nueva subdivisión que inicia así el proceso de urbani-zación se acompaña con la dotación de la infraestructura necesaria para resolver según la sofisticación tecnológica de la sociedad de que se trate los problemas de acceso a los servicios derivados de la concentración poblacional (dotación de agua, tratamiento de efluentes, etc.) a partir de la infraestructura viaria que queda definida por la geo-metría de la subdivisión que separa el espacio de dominio público que da acceso a los predios del potencial dominio privado.

Las calles que definen la configuración básica de un asentamiento, separando el dominio público (vías de cone-xión) del dominio privado al que dan acceso (lotes o parcelas) y delimitan manzanas configuran lo que denomi-namos habitualmente el trazado de la ciudad.El trazado, en consecuencia, constituye la matriz de origen de la apropiación que la población realiza del medio natural o rural para las funciones urbanas.Tejido es la ocupación del trazado por las arquitecturas. Se consideran tres componentes: la subdivisión del sue-lo, los agregados edilicios y los usos funcionales.

Las calles, las manzanas delimitadas por ellas y las par-celas contenidas en éstas, que constituyen la base del tejido urbano arquitectónico (estos conceptos ya fueron presentados en la Unidad A, pero se retoman en los recuadros), configuran lo que se denomina el trazado de la ciudad. El trazado, por lo tanto, es la matriz de origen de la apropiación que la población realiza del medio natu-ral para las fundaciones urbanas y es, por ende, el instru-mento básico del proceso de urbanización.

Aunque el trazado y el tejido resultantes de la ocupación determinada por las tipologías arquitectónicas obedecen a pautas culturales, teorías, y modelos formulados por la sociedad, nos interesa destacar aquí que su construc-ción, realizada por diferentes actores que utilizan medios y recursos, se manifiesta en una continua dinámica de

crecimiento que acompaña el crecimiento poblacional de un grupo humano que permanece en el lugar, según vié-ramos en el punto anterior.

El trazado y su ocupación inicial son afectados así por pro-cesos de expansión y/o renovación que configuran cam-bios dimensionales, morfológicos y funcionales que con-forman paisajes diferentes en el transcurrir histórico, complejizando la posibilidad de comprensión del con-junto hoy presente y que desarrollaremos en una próxima unidad.(Ver imágen 10)

Puede describirse sintéticamente el proceso de la siguiente manera: se localiza la actividad básica en un sitio que ofrece ventajas comparativas con relación a otros para la consecución de los objetivos de ocupación

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

territorial definidos en la estrategia de la sociedad al res-pecto; esta actividad atrae población, dando lugar a un asentamiento permanente de habitantes, los que para ello realizan la urbanización. Se consolida así un hecho central, la actividad que originó la ciudad (castillo, fuerte,

mercado, capilla, posta, administración territorial, etc.) y un hecho periférico al mismo, el asentamiento residencial consecuente. (Foglia, María Elena, La estructura urbana, Documento de la cátedra de Urbanismo I, FADU, 1994)

Centralidad es un indicador que hace referencia al nivel, cantidad y concentración de servicios y equipa-miento urbano en un espacio colectivo de cierta signi-ficación. Esta condición es expresiva de la dinámica de la ciudad en tanto mercado urbano que la localidad ofrece a sus pobladores en lo que hace a movimiento económico, valoración del suelo, prestación de servi-cios de cierta complejidad, actividad cultural, comer-cial, financiera, etc. Es una noción íntimamente ligada a los valores de identidad y pertenencia.Extensión metropolitana de Rosario. Proceso de for-

mación urbano-territorial y dinámica de transforma-ción. Convenio FAP&D UNR - Subsecretaría de Planeamiento y Control de Gestión. Provincia de Santa Fe. Convenio CFI, 1992.

Entendemos periferia como la extensión urbana defi-nida por el excedente de urbanización respecto del cen-tro. Implica una cuestión de posición con relación a la centralidad pero también una condición o cualidad en cuanto a la urbanidad. Sus rasgos estructurales son la extensión indefinida y la baja densidad de ocupación.

Los conceptos de actividades centrales y periferia resi-dencial hacen su aparición en la propia instancia de ges-tación de la ciudad.

Pero el asentamiento poblacional requiere de servicios como ya vimos y de equipamientos funcionales adecua-dos para asegurar el tipo y calidad de vida de la sociedad de que se trate (actividades diversas y comunes al con-junto tales como aprovisionamiento, culto, educación, etc.), y éstos se localizan adaptando el espacio urbani-zado (o a urbanizar) disponible según las pautas y cos-tumbres de esa misma sociedad.Por tales pautas culturales, a iguales requerimientos de las distintas actividades, les corresponderá un agrupa-miento localizacional y modos de adaptación al espacio relativamente comunes.Como lo reconocen diversos autores, centralidad o activi-dades centrales (en su doble acepción: central por su

importancia funcional y por su localización en el espacio), áreas periféricas residenciales y áreas periféricas adap-tadas a usos particulares constituyen una constante en la organización de las ciudades.Si relacionamos esta situación con el trazado y su red vial que posibilita las conexiones entre las diferentes activida-des y con las características fisiogeográficas del medio de inserción de la urbanización (tales como características topográficas, hídricas, etc.) las distintas áreas indicadas configuran en sus formas de localización, yuxtaposición, imbricación, etc., una estructura física y de organización de conjunto definida e identificable.Los actores sociales van adaptando así los espacios urba-nos a sus necesidades y son éstas las que garantizan la permanencia, articulación o imbricación, segregación, etc. que define una estructura determinada en un momento histórico cualquiera. Y ésta es la que se deno-mina, en términos urbanísticos, la estructura urbana.

La estructura urbana se lee a través de una organización de las partes por la que toda resultante posee cohesión y permanencia.

La estructura urbana sintetiza en un plano la combina-ción de los procesos de urbanización efectuados a través del tiempo; expresión de la geometría que marca las fases sucesivas de realización y la organización general de sus formas y permite la interpretación de su funciona-miento de conjunto.

(2) Caballero, Adrián. Arquitecto, docente e investigador de las facultades de arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario y Universidad Nacional del Litoral hasta el año 2003.

LA URBANIZACIÓN COMO PROCESO HISTÓRICO

En Europa, la ciudad aparece históricamente como mer-cado de la producción de un área rural generando una fuerza centrípeta (3). Pero en el caso de la ocupación de territorios conquistados y en especial en el caso de la América española, el proceso de urbanización territorial se da con un sentido inverso al europeo: el primer acto de la ocupación se produce a través de la fundación de ciu-

dades a las que se les asigna un rol administrativo res-pecto de un territorio definido en sus límites en términos teóricos desde donde se procede a la distribución de mer-cedes territoriales en una estrategia de conquistar poblando. (Ver imágen 11)

Numerosos autores sostienen esta comprensión del pro-ceso de urbanización hispanoamericano.

“...dentro del plan de conquista y colonización del territorio americano por los españoles... la urbaniza-ción es una meta deseable en sí misma, y se la consi-dera elemento esencial de la colonización...”. (De Terán, Fernando, La ciudad hispanoamericana: el sueño de un orden, CEHOPU, 1989)

“El hecho de una fundación de ciudad se enmarcaba en un espacio físico muy amplio y formaba el elemento base de una ordenación territorial ligada a un reparto de poder, o a una delegación del mando...”. (Gómez Ferrer Bayo, A., La ciudad iberoamericana, Generalitat Valenciana, 1992)

En este caso, entonces, la ciudad ejerce una fuerza cen-trífuga sobre un territorio cuyos límites quedan inicial-mente definidos de manera institucional y no como pro-ducto de una relación socioeconómica espontánea entre un centro y su área de mercado a la manera europea. Sin embargo, una vez establecidas y consolidadas las “ciuda-des territorio”, el funcionamiento de conjunto requiere de la aparición de otros centros menores de agrupamiento poblacional al servicio de la explotación de recursos de los lugares y del sistema de conexiones necesarias para el mantenimiento de la organización política y económico social instituida.

Por todo esto, la organización territorial que respondió en la América española a la estrategia de la conquista cons-truyó inicialmente un conjunto de centros urbanos de fun-ciones claramente definidas que se fue complementando a medida que se consolidaba la ocupación y explotación del territorio, con centros de agrupamiento poblacional espontáneos de funciones diversas, según los requeri-mientos propios del funcionamiento territorial mayor.

Entre los centros “fundados” se destacan las ciudades “puerto”, destinadas al aprovisionamiento y extracción de riquezas; la ciudad administrativa y la ciudad minera erigida para albergar el nucleamiento poblacional desti-nado a tal producción. (Ver imagen 12)

Entre los segundos (los que surgen espontáneamente), se destacan los nucleamientos poblacionales en el entorno de capillas, postas y estancias (clasificación pre-sentada, entre otros, por Jorge E. Hardoy, 1969 )

Mientras los centros poblacionales “fundados” tienen definidas sus áreas de influencia al menos en su sentido administrativo, los “espontáneos” van apareciendo con el rol que les da origen pero sin un área de influencia defi-nida, la que sólo hace su aparición cuando, en el proceso histórico de ocupación territorial, el nucleamiento pobla-

cional primigenio comienza a brindar servicios o se trans-forma en mercado de la producción de la población rural localizada en su entorno.

Recién cuando la ocupación del conjunto del territorio se consolida, los centros urbanos se diversifican en su oferta de prestación de servicios o transformación de materia prima y comienzan a delinear un área de influen-cia propia como consecuencia de fuerzas de intercambio bidireccionales centrípetas y centrífugas. Pero este pro-ceso y particularmente en el caso argentino como parte de las provincias pobres del imperio español en América, alcanza su definición posteriormente, a partir de la inte-gración de su territorio en una unidad nacional y del con-junto de las fuerzas de transformación del mismo que, al organizarlo, promueven la incorporación o no de los cen-tros urbanos iniciales al nuevo sistema productivo en ges-tación y su interrelación con los nuevos centros que se van creando contemporáneamente para el cumplimiento de su propia estrategia de ocupación territorial.

En el caso argentino, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la definición de una economía agroexportadora, los procesos concatenados del tendido de las líneas ferrovia-rias y la colonización agrícola primero, y los procesos de industrialización y el sistema vial para el transporte de carga después, van generando a su tiempo nuevos cen-tros urbanos o el desarrollo de los previamente existentes en procesos de urbanización que modifican la organiza-ción territorial colonial y el sistema de centros de las dis-tintas regiones por una parte, y caracterizan, por otra, las situaciones de crecimiento o decrecimiento de cada cen-tro según su significado en aquél. Así, el cambio en las estrategias de ocupación territorial de los diferentes perío-dos históricos en las distintas regiones define la significa-ción y asignación de roles o funciones urbanas básicas que marcarán el desarrollo de los centros en cada caso.

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

¿Cuáles son los rasgos estructurales del proceso de urbanización en la provincia de Santa Fe y cuál es su impacto sobre el territorio? ¿Cuáles son los rasgos actuales de ese proceso?

Hasta fines del siglo XVIII, la región del virreinato que ter-minaría siendo el actual territorio provincial se caracteriza por una cierta actividad comercial y por un lento pero sos-tenido crecimiento demográfico, acompañado por avan-ces en la conquista de las líneas de frontera. Había allí por entonces una reserva ganadera altamente codiciada por los territorios limítrofes. Las guerras civiles que suce-den a la independencia nacional entre 1816 y 1840 oca-sionan un retroceso en la ocupación del espacio y un nota-ble decrecimiento económico y poblacional. La región continúa sumida en el estancamiento hasta mediados del siglo XIX. Rosario registra 9.785 habitantes y la ciu-dad de Santa Fe, la capital, 6.102. Coronda, San Lorenzo y Constitución son las únicas “villas rurales”. Las transformaciones que habría de experimentar el actual territorio provincial en pocos años no encuentran parangón en los siglos anteriores. La inmigración y la colo-nización son los instrumentos para la organización de un nuevo sistema productivo que suplanta al precedente. En este contexto de cambio, las modificaciones del territorio obedecen a las nuevas demandas productivas y del inter-cambio: nuevas formas de división, de tenencia y de explotación de la tierra irrumpen en el cuadro ambiental tradicional, y una nueva red de centros de distribución se superpone a la existente, conectando los lugares de la producción con los puertos de salida a los mercados internacionales. Los tendidos ferroviarios inciden directa-mente sobre la nueva organización, marginando o exclu-yendo ciertas áreas, y colocando otras en un rol protagó-nico: el ferrocarril se convierte así en una componente estructural de la nueva conformación del territorio.

El Censo Nacional de 1869 revela ya un notable incre-mento de la población. La población urbana total de la provincia se ubica en seis ciudades o villas: Santa Fe, con 10.670 habitantes, Esperanza con 344, y Coronda con 1.245, en las regiones norte y centro. En la región sur, Rosario, que en 1858 tenía poco más de 9.000 habitan-tes, llega a los 23.169; San Lorenzo a los 675, y Constitución a los 610.

La crisis de 1930 marca un punto crítico en la evolución de la agricultura en el área y en el país, motivando un brusco fin de esta nueva expansión a causa de una rigu-rosa restricción de los créditos y de una falta de organiza-ción defensiva de los productores agrarios. Comienza en la provincia el proceso de expansión y desarrollo indus-

trial basado en la sustitución de importaciones, acompa-ñado por migraciones hacia los centros urbanos, en espe-cial Rosario y Santa Fe. Se registra una acentuación de las disparidades regionales norte-sur y el inicio del pro-ceso de metropolización. Pero para entonces, el patrón de asentamientos de la provincia estaba definitivamente sellado en sus aspectos estructurales.A partir de los años 20 se conforma el cordón industrial del sur de la provincia, en la región de Rosario, y hacia los '50 se extiende hacia Villa Constitución.El modelo sustitutivo que estimuló el desarrollo industrial del centro-sur de la provincia alcanzó a algunos centros urbanos de la región norte, como Reconquista-Avellaneda.En la década de los '60 el transporte automotor culmina un proceso de reemplazo del ferrocarril, sobre todo en el sistema de cargas, lo que repercute en la forma y la mag-nitud de los procesos de crecimiento de algunos centros urbanos. En las márgenes del río Paraná se construyen "puertos pri-vados", que rápidamente alcanzan a embarcar millones de toneladas de cereales y oleaginosas. Estas incorpora-ciones se prolongan en los años '80 con otras construc-ciones, que incluyen instalaciones destinadas al procesa-miento y embarque de manufacturas de origen agrope-cuario (y en particular de aceite de soja). En la integración entre plantas de almacenaje y servicios portuarios algu-nas empresas aprovechan la primera apertura de los años '80, situación que se profundiza con la desregulación ocu-rrida en los años '90.El proceso de urbanización adquiere un ritmo inusitado, tanto en lo que se refiere al desplazamiento hacia los gran-des centros como hacia los núcleos urbanos menores. En 1960 la población rural se redujo a menos de la mitad con respecto a la de 1947; mientras tanto, la población urbana creció notablemente, siendo en general los cen-tros más importantes los que lo hicieron en mayor medi-da. A partir de finales de la década de 1970 se inicia un proceso de disminución de los ritmos de crecimiento o de estancamiento de la población en los centros intermedios y pequeños que continuará hasta la actualidad, y que en algunos centros es de franca disminución.Hoy, tanto la distribución económica como la demográ-fica evidencian una fuerte concentración geográfica en el sur de la provincia, en particular en el área de influencia del sistema portuario de Rosario. La ciudad de Santa Fe, capital provincial reconoce un marcado predominio no sólo dimensional, sino también político y económico sobre una articulada red de centros intermedios y un número aún mayor de centros pequeños.

(3) Que determina la aparición de la ciudad como el resultado de la necesidad de concentrar funciones de servicios por parte de los habitantes de un área productiva inmediata.

EL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN LA ACTUALIDAD

Como se vio en la Unidad A, debemos hacer notar que las grandes causas para establecer ciudades (dominio de un territorio, intercambio comercial, aprovechamiento de recursos naturales locales) parecen no resultar válidas en un mundo en el que la distancia ya no es crítica y la des-centralización es ineludible. De acuerdo a este punto de vista, las personas ya no requieren estar cerca de un cen-tro para sobrevivir, pues las nuevas tecnologías de comu-nicación e información permiten que cualquier persona consiga lo que necesita sin estar nunca realmente aisla-da. También se dice que, si la persona ya no está atada a su trabajo ni a sus fuentes de educación (ya que pueden contactarse de manera virtual), podrá elegir su lugar de residencia sin importar siquiera si se encuentra dentro de un asentamiento establecido. En este escenario, la ciudad tradicional tal como la cono-cemos tiende a desaparecer por baja densidad (se habla de urban sprawl, términos dificultosos de traducir pero que se comprenden como “desparrame urbano”).

Los suburbios, que tienden siempre a eliminar el espacio público, se vuelven pequeños feudos privados que care-cen de la integración e identidad de una ciudad en el sen-tido tradicional. Las actividades no son ya heterogéneas, y la vida comunitaria se da de una manera controlada (no espontánea). Por otro lado, parece que los problemas de transporte se reducen, los recursos locales se conservan mejor y los conflictos sociales se atenúan.

Los geógrafos urbanos asumen la conformación de una ciudad abierta, que supera la compactación espacial de la época industrial para acometer una desconcentración sobre los espacios rurales circundantes. Estamos asis-tiendo a la explosión de la ciudad sobre la región, por la cual actividades económicas, población y vivienda se expanden y fluyen hacia las áreas rurales próximas a la ciudad. Por su parte, los geógrafos rurales hablan cada vez con más convencimiento del postproductivismo agra-rio, que significa que se supera definitivamente la vincu-lación funcional cuasi determinante del campo y de las actividades agrarias.

La urbanización postindustrial se puede definir genérica-mente como un fenómeno de cambio social asociado a la difusión de la cultura urbana en el territorio. Frente a la urbanización industrial clásica que genera la concentra-ción de población e industrias en grandes ciudades, los nuevos procesos de urbanización postindustrial generan movimientos centrífugos o desconcentradores desde las ciudades y regiones centrales hacia su periferia. Con estos flujos tiene lugar lo que se ha llamado urbanización del campo o urbanización difusa y la redistribución de acti-vidades económicas y población en el espacio. Se encuentra asociada al cambio de sentido de los movi-mientos migratorios campo-ciudad que se transforman en ciudad-campo.

La urbanización postindustrial implica la transformación rural al incentivar la diversificación social y económica de aquellas comunidades rurales que reciben inmigrantes procedentes de la ciudad.

Este fenómeno de urbanización desconcentrada está ínti-mamente relacionado con el nuevo tipo de sociedad deno-minada postindustrial y a la III Revolución Tecnológica, es decir al surgimiento de la era de las telecomunicaciones, computadoras y de la alta tecnología en general. Los avan-ces técnicos traen consigo cambios radicales en las for-mas de asentamiento humano en el territorio; con ellos las economías de aglomeración pierden vitalidad debido a la mejora de las comunicaciones que reducen los cos-tes de transporte. La universalización del automóvil parti-cular, la mejora de las redes de comunicación o la nueva división internacional del trabajo contribuyen a corregir desequilibrios territoriales y permiten el desarrollo econó-mico y social en áreas pobres y atrasadas (Burns, 1987). La Revolución Industrial trajo consigo los procesos de con-centración de población e industrias y la urbanización y crecimiento de las ciudades. Según los teóricos de la sociedad postindustrial (Bell, 1974), también denomi-nada de la información (Castells, 1989), la innovación tecnológica actual genera procesos contrarios de des-concentración y nuevas formas de urbanización.

La suburbanización tradicionalmente ha sido el proceso de crecimiento o extensión superficial de las ciudades (Clark, 1989), construyendo áreas suburbanas que son adyacentes a los espacios de edificación continua pro-piamente urbanos y que suelen ser espacios de transi-ción entre las ciudades y las áreas rurales, donde entran en competencia las funciones urbanas con las rurales. Generalmente muestran bajos niveles de densidad demo-gráfica y un alto volumen de movimientos pendulares que se dirigen a las áreas propiamente urbanas debido a la vinculación funcional de sus poblaciones residentes; existe una correspondencia entre las áreas suburbanas y la denominada Urban Fringe, que es la área de influencia directa de una ciudad.

El concepto de suburbanización es opuesto al de urbani-zación concentrada propio de la era industrial, del creci-miento espacial polarizado y de las economías de aglo-meración. Representa el ensanchamiento de la urbaniza-ción tradicional que se difunde o expande en el territorio de forma laxa y no polarizada. Es el vehículo que pro-mueve la urbanización del campo y permite "habitar la dis-tancia", al desvincular el lugar de trabajo del lugar de resi-dencia en relación directa con las mejoras y avances de las comunicaciones. (Ver imagen 13)

Debemos tener presente que han sido definidos dos modelos de expansión difusa de ciudad. Por una parte, el propio del mediterráneo tradicional por el cual la ciudad

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Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

es la expresión física de un núcleo amurallado que a partir del siglo XIX se expande sobre el campo más próximo pero que continúa siendo rural; y por otra parte, el modelo anglosajón por el cual la ciudad y la sociedad urbana se expanden sobre el campo sustituyendo su con-dición rural por la urbana (Monclús, 1998). La expansión de la ciudad sobre su región y, por tanto la conformación de la ciudad dispersa, guarda una estrecha relación con el modelo anglosajón. Los gustos por la vivienda unifami-liar frente al bloque de pisos y apartamentos es tradicio-nal en la sociedad británica, y debemos tener muy pre-sente que la ciudad se desborda sobre el campo a partir de los flujos de familias que optan por un nuevo estilo de vida más armónico con la naturaleza en la periferia rural de la ciudad. El crecimiento y revitalización de las peque-ñas localidades, pueblos, villas y aldeas, o de las ciuda-des medias frente al estancamiento o recesión de la tra-dicional ciudad compacta, del núcleo central de las áreas metropolitanas, sugiere la necesidad de asumir definiti-vamente la planificación territorial de la ciudad dispersa contemporánea.

La ciudad dispersa muestra algunas de las contradiccio-nes existentes. Polariza territorialmente la separación entre ricos y pobres que se disputan la periferia urbana. ¿No son las familias acomodadas las que pueden aco-meter el proyecto de vivir en una casa unifamiliar en áreas de baja densidad y continuar vinculadas funcional-mente a la ciudad? Pensemos en las urbanizaciones pri-vadas que tanto proliferan en las grandes ciudades. Pero también son las más pobres las que se asientan en bolsones inhabitables por sus condiciones de sanea-miento en los bordes urbanos ya que su actividad de sub-sistencia está vinculada a ellos.

Pensemos en la alta dependencia del transporte, en los desplazamientos masivos diarios, en el despilfarro ener-gético y de recursos para dotar de servicios a una pobla-ción desconcentrada, o en la ocupación indiscriminada de grandes lotes de suelo rural. Sin duda, las nuevas for-mas de urbanización dispersa son un reto para la ordena-ción y planificación del territorio.

También es cierto que el significado de las imágenes cul-turales del campo y de la ciudad es utilizado estratégica-mente por las inmobiliarias en particular y por el capital en general para hacer grandes negocios. La mercadotec-nia vende imágenes de estilos de vida ideales en armonía con los valores culturales de las personas. Éste es posi-blemente el caso del auge de los countries y barrios cerrados que son vistos como arcadias (4).

(4) Arcadia (mitología), región en la parte central del Peloponeso, Grecia. Era la residencia de Pan, dios de la naturaleza y patrono de los pastores. En la literatura se convirtió en pretexto de evocaciones poéticas de la vida pastoril. Mientras que el terreno real de la Arcadia es áspero y montañoso, el paisaje idealizado es ameno y fértil, donde vive una comunidad incontaminada de pastores y deida-des rústicas. Fuente: Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation

Las ideas de la arcadia y del paisaje idealizado serán recurrentes en la literatura y en la pintura para distintos periodos de la historia.

SANTA FE: URBANIZACIÓN Y SUBURBANIZACIÓN

En la Unidad A tomábamos ejemplos de Santa Fe para explicar qué pasa hoy con las ciudades. Probablemente, a través de este tema también podamos describir lo que sucede en nuestra ciudad con estos procesos de urbani-zación particulares y contemporáneos. Estos desarrollos han sido planteados superando las limitaciones estricta-mente jurisdiccionales para trabajar con la dimensión metropolitana de la ciudad (escala de aproximación que también se presentó en la Unidad A) y aceptando que hoy en día estas distintas formas expansivas coexisten y gene-ran efectos sobre toda el área.Si pensamos en la extensión hacia el norte: alimentada e incentivada por conectividades de acceso desde el terri-torio a la ciudad central (Avda. Blas Parera, Avda. Peñaloza y Aristóbulo del Valle), la forma de dispersión que adopta (5) absorbe incesante pero también sigilosa-mente tierras productivas, consolidándose lote por lote con predominio del vacío sobre el lleno y generando un tejido abierto, sin proyectos urbanísticos potenciadores, movilizadores o estructurantes. En el desgranamiento nor-te, la ciudad “naturalmente” se fue desbordando durante años, de manera casi imperceptible, tensionada por la presencia de las localidades de Recreo y Monte Vera.La condición de “grano fino” de su tejido, así como la mixtura de usos (con predominio residencial), son sus características más sobresalientes. Sobre las avenidas prevalecen usos comerciales, industriales y de servicio, vinculados a su franca accesibilidad. Numerosas inter-venciones aisladas de la obra pública en la construcción de complejos de viviendas colectivas (FONAVI) fueron localizadas en este sector en sus momentos de incipiente ocupación, y aunque sin haberse constituido en genera-dores de tejido, actualmente se hallan integrados a la ciudad expandida. Algunos aspectos para destacar en cuestiones ambienta-les son la absorción de tierras de cultivo del área periur-bana, cuyo paisaje hortícola se desarrolla desde la laguna Setúbal hasta una franja oeste de la Ruta Nacional N° 11 y, en segundo término, la degradación de los suelos pro-ducto de la extracción de materia prima para los hornos de ladrillos o para su venta como relleno, que termina for-mando “cavas” y la contaminación atmosférica, en espe-cial de ruidos y olores, potenciada por la presencia del vol-cadero de basura municipal. Esta extensión es la resultante de esta mixtura de urbani-zación y cultivos, imagen casi inseparable de progreso y pobreza, sobre la que poco se ha intervenido desde las prácticas urbanísticas concretas.

Con relación al borde oeste de la ciudad, existe una recu-rrencia en la cultura urbanística local (6) que lo imagina como un borde infraestructural y productivo, ligado a la conectividad vial de una circunvalación que continúa la ruta nacional 11, como un borde ferroportuario que ubica allí una estación centralizada, una relocalización del

puerto o un área industrial. Este enfoque responde también a la concepción de la ciudad ganada al río.

Cuando en la década pasada se consolidó el tramo de circunvalación oeste, el sector fue rápidamente ocu-pado por la extensión de los barrios del suroeste muchas veces de forma precaria en su materialidad e irregular en su tenencia. La presencia del terraplén también avaló la instalación de barrios de vivienda social y equipamientos planificados por organismos estatales. De la misma manera que en el sector este, la construcción de la defensa habilitó normativamente la ocupación de terrenos bajo cota de inundación. En el suroeste se suma a esta problemática, la afluencia de los desagües de escurrimiento de la planta urbana que son recibidos por los reservorios y elevados hacia el río Salado mediante bombas.

Sobre la autopista Santa Fe-Rosario, la extensión que avanza sobre el ejido de la ciudad de Santo Tomé tiene que ver con los barrios cerrados y los proyectos de tipo unitario y aislados. Esta modalidad de crecimiento “por saltos” habilitó tierra urbanizable sobre el eje vial incorporando nuevas jurisdicciones al conglomerado, fragmentos que quedan vinculados a la ciudad central a través de obras de infraestructura.

Hacia el sur la expansión se verifica en el crecimiento de un área lineal asentada en los bordes entre las dos grandes rutas (N°11 y N°19), que tienen como núcleo central a la ciudad de Santo Tomé, y que se combina con aspectos dispersivos similares a los de la zona norte con la inclusión en el tramo de la Ruta 19 de emplazamientos industriales y del aeropuerto en Sauce Viejo (Rn11).

Finalmente, hacia el este, los históricos asentamien-tos de La Guardia, Colastiné y Rincón se han visto afec-tados recientemente por un importante proceso de urbanización sustentado en la construcción de un ani-llo de defensas (1994) que estimuló no sólo el asenta-miento de viviendas finisemanales, sino también el de población permanente. El importante proceso de ocu-pación significa la urbanización de tierras cuya aptitud para ser ocupadas es materia de debate.

El tejido resultante es una mezcla de loteos preexis-tentes débilmente regulados, actividades productivas y nuevos loteos cuya imagen es asimilable a la subur-bia, articulada en este caso particular por el eje de la Ruta Provincial Nº 1. El crecimiento sostenido de estas áreas requiere de su estudio, reflexión y planificación a fin de ordenar los procesos existentes.

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BIBLIOGRAFÍA

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“El futuro de la ciudad. Vida urbana”, revista digital

Scripta Nova Nº 69 (68). Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona, 2000.

Capel, Horacio, La morfología de las ciudades. Colección La estrella polar. Ediciones del Serbal, 2002.

De Vries, Jan. La urbanización de Europa 1500-1800, Crítica. Barcelona, 1987.

Floriani H., Martínez de San Vicente. Un relevamiento de las principales transformaciones en la estructura y la mor-fología urbano-territoriales de Rosario y su área metropo-litana. En Actas (CD Rom) del VI Seminario Internacional de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre Globalización y Territorio, Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la UNR, 2001.

Foglia, María Elena, Maestría en Desarrollo Urbano, Universidad Nacional de Córdoba, pp.13 a 23.

Los procesos expansivos de la urbanización en Santa Fe. Los casos singulares de la expansión interior y la fluvial. Tesiaria: Arq. Graciela Mantovani, Santa Fe, 2002.

Paisajes intermedios. Materiales para la construcción de un paisaje contemporáneo. Tesiaria: Arq. Ma. Laura Bertuzzi, Santa Fe, 2000.

La construcción del territorio metropolitano. Tesiaria: Arq. Mirta Soijet, Paraná, 2002.

Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio

Actividad

Grafique en diferentes esquemas, dibujos o planos imágenes que muestren las características de la urbaniza-ción descriptas en las cuatro áreas reseñadas de Santa Fe (el norte, el este, el oeste, el sur). Busque fotografías que ilustren momentos del proceso de urbanización de una misma ciudad. Describa los cambios e intente ubi-car cronológicamente sendas imágenes.

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Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN

(5)

(6)

Que podríamos denominar “clásica” en este tipo de dinámicas urbanas.

Proyecto de Urbanización 1928, Plan Regulador 1947, Plan Nardi 1969, Plan Regulador 1980, Licitación años 90.

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Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio

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Imagen 8Folleto de venta de lotes sobre Avda. Blas Parera en Santa Fe. 1952

Imagen 9Anuncio Loteo “La Rinconada” Fuente: Cátedras Adrián Caballero FADU - UNL. Foto: Arq. Graciela Mantovani

Imagen 10Ciudad de Santa Fe. Plaza 25 de Mayo Fuente: Cátedras Adrián Caballero FADU UNL

Imagen 11Ambrogio Lorenzetti. El buen gobierno en el campo. 1348

Imagen 12La ciudad de Tucumán. Fuente: El sueño de un orden. CEHOPU

Imagen 13Vista aérea de la periferia de la

ciudad de Rosario

Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN