soberanía alimentaria, nº 05, marzo 2011

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  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    SoberanaAlimentaria

    BiodiversidadyCulturas

    MARZO 2011/NM. 5

    LAAGRICULTURAQUEPERJUDICALASALUD

    SEGURIDADO SOBERANAALIMENTARIA?

    LADRONESEN FRICA

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    Soberana Alimentaria, Biodiversidad yCulturas es una publicacin trimestral parael Estado espaol de informacin, debate y

    reflexin sobre temticas rurales bajo unaptica poltica de Soberana Alimentaria. Uninstrumento de pensamiento crtico hechopor las manos y para las manos de las gentesque integran los movimientos campesinos quedefienden un mundo rural vivo.

    La portada de la revista nmero 5 corresponde a una pintura al oleo de la pintora Jussara de Oliveira. Jussara, que significarbol de coco de palma en la lengua indgena tupiguaran de donde ella procede, reside desde hace aos en Eivissa. All el motivode la vida de sus obras ha sido la propia isla, sus paisajes, rboles, la naturaleza y la gente, especialmente la doa Pagessa (lasmujeres campesinas locales, vestidos con trajes ancestrales). Hoy en da, hay toda una generacin de jvenes que al ver una deestas abuelas, vestidas con sus trajes tradicionales exclaman: Mira, hay unajussara!.

    Las obras que ilustran los artculos de las secciones AMASANDO y EN PIE DE DE ESPIGA son ilustraciones delTaccuinumSanitatis, un manual medieval sobre el bienestar, basado en un tratado mdico rabe. Aunque describe con detalle laspropiedades benficas y dainas de los alimentos y las plantas, es ms que un herbario, pues incluye amplias secciones sobrela respiracin, el ejercicio, el descanso y la salud mental. Adems de su importancia para el estudio de la medicina medieval, elTaccuinum tiene inters tambin para el estudio de la agricultura; por ejemplo, la primera imagen en la que se puede identificaruna zanahoria una planta moderna se encuentra en l. Y nos ha parecido muy apropiado tomar algunas de estas imgenespara un nmero dedicado a la agricultura y la salud.

    Les invitamos a que se comuniquen con el equipo redactor ([email protected]) y nos envensus experiencias, sugerencias y comentarios as como aportaciones grficas para prximos nmeros. Los artculosfirmados son responsabilidad de sus autores. El material aqu recogido puede ser divulgado libremente, aunqueagradeceramos que citaran la fuente.

    Las organizaciones que coeditamos la revista Soberana Alimentaria, Biodiversidad y Culturas somos:

    SUSCRIPCIONESSi desea recibir trimestralmente la revista puede enviar sus datos completos a Revista Soberana Alimentaria,

    Biodiversidad y Culturas, por correo postal a: [ GRAIN. c/ Girona 25, principal. BARCELONA, 08010 ] por correo electrnico a:[ [email protected] ]

    Debe facilitarnos su nombre completo, direccin postal, telfono y correo electrnico. El coste de la suscripcin es de 30 anuales que deber ingresar en la cuenta corriente: 0128 0505 23 0100026011, haciendo clara referencia en el concepto a su nombre.

    Las organizaciones campesinas y otras organizaciones sociales pueden solicitar recibir ejemplares gratuitamente solicitndolosa alguna de las organizaciones colaboradoras o a la propia revista.

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    ORGANIZACIONESCOEDITORASLa Va CampesinaPlataforma RuralFundacin Agricultura Viva-COAGGRAIN

    ORGANIZACIONESCOLABORADORASACSUR-Las SegoviasAmigos de la TierraEcologistas en AccinEntrepueblosIngeniera Sin Fronteras ValenciaMundubatVeterinarios Sin FronterasXarxa de Consum SolidariFundacin Biodiversidad

    COMIT EDITORIALPaul Nicholson.Jernimo Aguado Martnez.Eduardo Navarro.Henk Hobbelink.Helen Groome.Beln Verdugo Martn.Marta G. Rivera Ferre.Ismael Sanz Remn.Fernando Fernndez Such.Carlos Vicente.Eva Torremocha.

    COORDINACINYEDICINGustavo [email protected]: +34 616 114 005

    ARTEYMAQUETACINwww.mareavacia.com

    DIRECCINPOSTAL:GRAINc/ Girona 25, principal08010 Barcelona

    WWW.SOBERANIAALIMENTARIA.INFO

    Depsito Legal B-13957-2010ISSN 2013-7567

    EDITORIALLa salud en el plato

    AMASANDO LA REALIDADCmo son los servicios sanitarios en el medio rural?Sin Soberana Alimentaria no hay seguridad alimentariaCon los alimentos nos construimos o nos destruimosLa exposicin a compuestos qumicos de las gentes

    campesinasEN PIE DE ESPIGA

    Transgnicos, experimentando con nuestra saludLa lucha social vence a las fumigaciones

    PALABRA DE CAMPOPig Business, un documental para actuarSomos paisaje

    ATAQUES Y RESISTENCIASManzanas localesLa tierra abuena a la genteLa dulce revolucinMuchas voces contra las agresiones medioambientalesLadrones merodeando por frica

    DE UN VISTAZO Y MUCHAS ARISTAS

    Las dioxinas aparecen para testificar que no hay SoberanaAlimentaria

    4

    61118

    23

    2530

    3235

    3638414446

    49

    Soberana Alimentaria

    Biodiversidad y Culturas

    MARZO

    2011/NM.5

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    La salud en el plato

    Cualquier persona tiene uno o ms ejemplos como

    el abuelo Santos y los aos que vivi, que fueron

    muchos y saludables. Estaba claro el porqu. Santosnaci y vivi siempre en un pequeo pueblo segoviano

    rodeado de naturaleza en estado puro. Sus labores, de hor-

    telano y ganadero, las llev a cabo sin productos qumicos.

    Y su alimentacin, basada en sopas, legumbres, verduras y

    poca carne, fue casi toda producida por la misma familia o

    la vecindad de los aledaos. La vejez le trajo, como es nor-

    mal, los consabidos achaques, con los que Santos demostr

    de nuevo su mucha fortaleza acumulada en cada bocanada

    inspirada durante los ochenta y tantos aos anteriores.

    Aunque, cuando su vida ya tocaba a su fin, los traslados a

    la capital para alguna hospitalizacin, prueba o revisin

    eran verdaderamente un engorro.

    Podemos decir actualmente lo mismo? Es decir

    tenemos referencias de que la salud de las personas vaya

    mejorando con esta civilizacin globalizada? Podemos

    afirmar que no, que obviamente han mejorado muchos los

    sistemas sanitarios, la medicina en general y que gracias

    a ella se sobreviven algunos aos pero la salud de las

    personas como el Planeta que nos acoge parece cada

    vez ms mermada.

    Mucho tiene que ver en todo esto nuestro sistemaalimentario global, que con un enfoque exclusivamente

    mercantilista produce, bsicamente, alimentos baratos

    de tres tipos: los de baja calidad (las verduras y frutas

    de invernadero, por ejemplo), los de dudosa calidad (los

    productos con elementos transgnicos, por ejemplo) y, a

    veces, los claramente dainos (alimentos contaminados

    con dioxinas, por ejemplo). Y aunque parezca que tene-

    mos mucho donde escoger, la globalizacin alimentaria,

    ms que diversificacin nos ha llevado a una homogenei-

    zacin de las dietas (ricas en azcares y grasas) que es en

    s misma un atentado contra la salud y la cultura culinariade la poblacin.

    Capear con alimentos de tantos orgenes ha requerido

    incrementar las medidas de seguridad alimentaria pero

    EDITORIAL*

    ni con ellas nos escapamos de crisis como las vacas locas,

    la gripe A o las mencionadas dioxinas. Porque no es una

    cuestin de ms vigilancia, es cuestin de recuperar unmodelo de produccin que nos encauce hacia una dieta

    equilibrada y sensata. De hecho, el diseo tan frreo de las

    normativas sanitarias para los alimentos, suele beneficiar

    a las grandes corporaciones y transformadoras de alimen-

    tos, arrinconando prcticas sencillas del campesinado, que

    favoreceran el consumo de proximidad y confianza.

    Pero adems se aprecia otra realidad. Si de alguna

    forma la salud, la fortaleza, en nuestra conciencia colec-

    tiva se la atribuye a la gente del campo gente saluda-

    ble, decimos, pensando en abuelos como Santos, esta

    situacin, tambin como consecuencia del modelo de

    produccin impuesto, ha cambiado. Las y los agricultores,

    los trabajadores y trabajadoras del campo son uno de los

    colectivos con ms riesgos de caer enfermos, no slo por

    accidentes laborales de esfuerzo, de empleo de maquina-

    ria o trabajos manuales, sino por el uso (y abuso) poco

    controlado de productos qumicos con los que, de nuevo,

    slo se enriquece la agroindustria. Las estadsticas son

    alarmantes.

    Y si en pocos aos mucho han cambiado las cosas para

    las gentes del campo, algunas lamentablemente, se man-tienen intactas, como es la discriminacin que existe en el

    acceso a los servicios pblicos sanitarios. Muchos pueblos

    del Estado carecen de algunos servicios bsicos (ecografas,

    radiografas, servicio de ginecologa, ambulancias) y

    casi siempre todo est demasiado lejos y demasiado centra-

    lizado, como sufri el abuelo Santos en sus ltimos aos.

    Las tendencias neoliberales y la actual crisis econmica

    slo hacen que acentuar el problema pues las medidas

    que se aplican tendentes a la privatizacin de los servicios

    sanitarios (como el copago), harn ms grande la brecha

    entre unos ciudadanos y otros. Entre la gente del mediorural y del medio urbano; entre las personas mayores y los

    ms jvenes; entre los ms pobres y los ms ricos, y desde

    luego entre mujeres y hombres.

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    *

    De todo esto se reflexiona y profundiza en el nmero 5

    de nuestra revista, pero complementado con ejemplos de

    lucha campesinas, rurales o urbanas que con imaginacin

    y tesn, se organizan colectivamente para combatir legis-

    laciones inadecuadas, para recuperar sabiduras despresti-

    giadas, variedades de cultivos locales o espacios urbanos

    en desuso, donde crecen ya alimentos sanos.La agricultura industrial no slo provoca la desapari-

    cin de muchas fincas y unidades agrarias, pobreza en el

    medio rural, competencia en los pases del Sur, desastres

    Recuperar nuestra soberana alimentaria con unaagricultura campesina a pequea escala como la nicava posible para alimentar al mundo de forma justa, sana y

    sostenible.

    medioambientales, etc., sino que tambin es la responsa-

    ble de muchas muertes en el campo y en la mesa. Por eso

    desde los movimientos campesinos se defiende recuperar

    el control de la agricultura y la alimentacin, es decir,

    recuperar nuestra soberana alimentaria con una agricul-

    tura campesina a pequea escala como la nica va posible

    para alimentar al mundo de forma justa, sana y sostenible.

    5EDITORIAL / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

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    *AMASANDOLAREALIDAD

    Cmo son losservicios sanitarios

    en el medio rural?En la localidad de Guardo, en el extremo noroeste de la provincia de Palencia, la revista SoberanaAlimentaria, Biodiversidad y Culturas organiz una tertulia pblica, un conversatorio para analizarla realidad de los servicios sanitarios en el medio rural. La calidad de vida en los pueblos, la fijacinde personas en el medio rural, y desde luego una cuestin bsica de derecho, obliga a que dichosservicios sean suficientes y apropiados a las particularidades de las gentes del campo. Es as?

    Conversatorio

    Para analizar esta temtica

    la revista encabezada por

    Fernando Fernndez del

    Consejo Editorial reuni en Guardo,

    un pueblo minero donde desde hace

    aos se reclama la necesidad de un

    Hospital comarcal, a Beln Collantes,

    Vicepresidenta de la Asociacin Pro

    Hospital Zona Norte de Palencia; a

    Fernando Aparicio, mdico de familia

    del Centro de salud de Guardo; aMarisi Martin, Procuradora en las

    Cortes de Castilla y Len por el Grupo

    Socialista; y a Mario Fernndez de la

    Asociacin por el derecho a la salud

    del Pas Vasco. 4 personas que pueden

    abordar el tema con conocimiento

    (usuarios y usuarias, profesionales de

    la salud, representantes ciudadanos y

    polticos), desde una zona rural en la

    que el pasado minero ha dejado como

    secuelas en mucha gente mayor gravesproblemas de salud como la silicosis

    y que tiene el hospital ms cercano a

    150 kilmetros de distancia.

    ENELMEDIORURALSOMOSCIU-DADANADETERCERACATEGORA.

    Beln, es muy clara en su primera

    intervencin respecto a las carencias

    de los sistemas sanitarios pblicos en

    su pueblo de Guardo. Es inaceptable

    que no contemos an con una unidad

    de urgencias mvil. Tenemos acceso

    en el centro de Salud a algunos espe-

    cialistas, pero sin embargo no cuentan

    con los recursos necesarios para poderdesarrollar su trabajo. Muchas veces

    te ves obligada a viajar a Palencia

    para pruebas sencillas como ecogra-

    fas, radiografas o simples anlisis.

    Nuestra pediatra no tiene sustituta

    o sustituto y claro cuando toma

    descanso nos quedamos sin servicio,

    y as muchas otras deficiencias que

    hacen para toda esta zona norte de

    Palencia imprescindible un Hospital

    Comarcal.

    Fernando, aade con ms detalleotras deficiencias que l como mdico

    detecta. Efectivamente, en el medio

    rural hay que resolver de forma prio-

    ritaria el tema de las urgencias, pues

    como sabemos para muchas pato-

    logas la primera hora es esencial

    para el curso de la situacin. Poder

    atender un ictus o un infarto en la

    primera hora es crucial y los 150 km

    de distancia del hospital ms cercano

    un hndicap muy grande. Tambinaunque en los ltimos aos se han

    hecho inversiones en la mejora de las

    infraestructuras, es habitual encontrar

    Lasdeficienciassanitarias sonclaramente una

    causa ms deabandono de lospueblos pequeos.

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    edificios viejos, pequeos y fros sin

    apenas mobiliario con una mesa de

    escritorio y una camilla sencilla y que

    dejan mucho que desear. En muchos

    lugares las historias clnicas an no

    estn informatizadas lo que nos haceperder mucha informacin clave,

    cuando un paciente nuestro es aten-

    dido en otro centro, algo como ha

    dicho Beln habitual. Tenemos falta

    de personal (faltan pediatras, traba-

    jadores/as sociales, fisioterapeutas),

    pero adems en vacaciones, el incre-

    mento de poblacin en los pueblos no

    se ve acompaado con el incremento

    de personal sanitario, a veces, incluso

    somos menos. Ya sabemos que la

    formacin de medicina familiar y

    comunitaria est muy desprestigiada,

    y tampoco es del todo adecuada. No

    se nos forma para trabajar desde

    la autosuficiencia ni teniendo en

    cuenta las condiciones particulares

    del medio rural. De alguna manera,

    las personas del medio rural estamos

    encadenadas a la industria sanitaria y

    farmacutica.Yo quisiera aadir unos datos

    explica Marisi porque no es acepta-

    ble la desigualdad entre la poblacin

    urbana y rural en temas de salud. No

    es lo mismo que te de un infarto en

    la capital de Valladolid, Palencia o

    Burgos que en Guardo o Cervera de

    Pisuerga. De hecho, de una pobla-

    cin de 25 millones de habitantes en

    Castilla y Len, 155.000 habitantes

    de las comarcas perifricas ruralesestn siendo atendidos en hospitales

    de otras comunidades. Las deficien-

    cias sanitarias son claramente una

    causa ms de abandono de los pueblos

    pequeos.

    LOSSERVICIOSDEATENCINPRIMARIASONLARESPUESTA.

    Si bien es claro que para muchascomarcas rurales, como la zona norte

    de Palencia es del todo necesario un

    hospital comarcal expone Fernando

    hemos de tener muy presente qu

    de las mejores de Europa, y nos ha

    permitido obtener una mejora en la

    calidad sanitaria altsima, pero en los

    ltimos aos, bajo la presin neo-

    liberal, se est desmantelando este

    tejido pblico. La atencin primariaes la menos costosa para las arcas

    pblicas y la que mejores resultados

    finales genera. Es ah donde debe-

    ran concentrarse las inversiones, de

    hecho, reclamo una discriminacin

    positiva sanitaria para fortalecer los

    servicios de atencin primaria en el

    medio rural. Todos los y las mdi-

    cos de cabecera de las zonas rurales,

    deberan, por ejemplo, poder consul-

    tar telemticamente las radiografas

    de sus pacientes hechas en hospitales

    centrales o comarcales.

    La atencin primaria, y en

    particular en el medio rural, es la

    Tendremos una sanidad de primera, para quien lapuede pagar, y una de segunda, pero en el medio rural nitan siquiera esos centros privados van a llegar, porque

    aqu no seran rentables, por lo tanto nosotros seremosciudadana de tercera.

    En el estado espaol, los

    municipios de menos de 20.000

    habitantes (es decir, el medio

    rural) integran el 20% de la

    poblacin y el 90% del territorio.

    modelo de sanidad hay que potenciar,

    y especialmente en el mundo rural.

    Yo apuesto por reforzar la

    atencin primaria. De hecho,

    el 80% de los problemas sani-

    tarios se resuelven en centros

    de atencin primaria, aunque

    lamentablemente en nuestraComunidad Autnoma slo

    se le dedica a este captulo

    el 16% del presupuesto de

    sanidad. Y del otro 20%

    que no podemos resolver y

    llega a los grandes hospitales

    centrales, un 60% se podra

    resolver en los hospitales

    comarcales como el que

    reclamamos.

    Mario incide en recordarque la atencin primaria

    del Estado espaol ha sido

    durante mucho tiempo

    7AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

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    cenicienta de nuestra salud pblica

    insiste Fernando. La salud no debe

    abordarse como resolver enfermeda-des, hay que prevenir que no se den.

    Es muy importante una visin inte-

    gral donde se interrelacione la salud

    con otros factores como el entorno

    fsico, la alimentacin, las condiciones

    laborales, si hay trabajo o no hay tra-

    bajo o vives para trabajar, la incer-

    tidumbre, la soledad. Con esa visin

    global y estratgica advertiramos

    muchas realidades propias del medio

    rural. Por ejemplo, tenemos un alto

    porcentaje de poblacin de la tercera

    edad que adems en muchos casos

    viven en condiciones de aislamiento

    y soledad. As pues necesitamos ms

    profesionales de la rehabilitacin y de

    enfermera. Tenemos muchas mujeres

    de cierta edad y con dolencias propias

    con muy poca autonoma en el acceso

    a los servicios y a cuyos pueblos

    muchas veces no llega el personalmdico. As pues la especialidad de

    ginecologa es bsica. Una buena

    atencin primaria se complementa

    con un hospital comarcal que puede

    resolver muchas hospitalizaciones que

    ahora se llevan a la capital como los

    cuidados paliativos, gestaciones y par-

    tos no complicados, ciruga ambulato-

    ria y muchas urgencias. Sera de una

    rentabilidad social indudable.

    Beln insiste en la desigualdad:Sin embargo en los ltimos aos

    se ha abandonado totalmente la

    construccin de estos hospitales

    comarcales simple y llanamente por

    una cuestin de eficiencia en el gasto

    basada en el ratio de habitantes. EnCastilla y Len tan solo existen dos

    hospitales comarcales y sin embargo

    hay seis comarcas perifricas en las

    cuales sera esencial este recurso. En

    las seis comarcas se han creado aso-

    ciaciones como la de Guardo y entre

    todas hemos creado una Plataforma

    que nos reunimos y coordinamos

    esfuerzos.

    LASAMENAZASAUNSISTEMASANITARIODBIL.

    Pero segn Marisi parece que los

    recursos y las inversiones viajan en

    direccin contraria. De hecho, dice:

    existe ciertamente un peligro de

    desmantelamiento de la salud pblica

    en general. Cada vez se invierte ms

    en conciertos con centros privados

    para tratamientos o pruebas espe-

    ciales, gastando ah un dinero quepodra invertirse en medicina pblica,

    o como venimos reclamando, en el

    medio rural donde se invierte poco,

    tarde y mal, lo que provoca que no se

    fije poblacin, y la falta de poblacin

    es la justificacin para no invertir ms

    en nuestras zonas y es la pescadilla

    que se muerde la cola. Quizs cuando

    se invierta, ya es demasiado tarde.

    Y el peligro es que con las crisis,

    coinciden las cuatro voces, es que esteproceso se agudice ms. Mario, en

    concreto seala lo que est ocurriendo

    con la privatizacin de la sanidad en

    El esfuerzolocal, las redes ylas plataformasson bsicas yla nica formaposible parasalvar la sanidadpblica espaola.

    *

    La atencin a laspersonas dependientes

    Los Presupuestos del Estado para 2011 bajan un 5,26% respecto alao anterior en el captulo de atencin a la dependencia pese a

    aumentar su demanda. Una vuelta ms de tuerca para perpetuar el

    sistema de cuidadoras familiares, donde las mujeres familiares y

    vecinas, como tejido informal, o con personas inmigrantes precarizadas

    suplen lo que deberan de ser atenciones profesionales y pblicas.

    LA SALUD PBLICA

    UN DERECHO MUNDIAL?

    El 80% del gasto sanitario

    mundial es utilizado solamente por

    el 20% de la poblacin mundial.

    Ms de 11 millones de personas

    fallecen al ao por falta de

    medicamentos esenciales

    Los medicamentos abundan

    slo all donde se pueden

    comprar, no donde hay mayor

    nmero de personas enfermas.

    En el mundo occidental,

    la industria de fabricacin

    de medicamentos no puede

    detenerse. Como no se investiga

    para enfermedades no rentables,

    se recurre a los variaciones

    simplistas de medicamentos

    ya conocidos, a la creacin de

    enfermedades inexistentes,

    o a la modificacin de losdinteles de los parmetros

    de laboratorios clnicos.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD8

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    *La asistencia sanitaria en el medio

    rural tiene un sesgo de gnero

    A los problemas ya enumerados de las mujeres se suman otros derivados

    de su propia realidad. Por un lado no podemos olvidar que las mujeres en elmedio rural, sobre todo las de cierta edad, no tienen autonoma para acudir

    al centro de salud y dependen de sus maridos, hijos o hermanos para que les

    lleven a los centros mdicos. En muchas zonas no se cuenta con servicios

    ginecolgicos y estas mujeres deben desplazarse a las capitales para poder

    seguir controles adecuado. La prevencin en temas tan importantes como el

    cncer de mama y tero se desarrolla mediante campaas que concentran

    a las mujeres en determinadas localidades en das sealados sin opcin a

    una asistencia habitual. En general son mujeres que han trabajado muy duro

    toda su vida y llegan a edades avanzadas con problemas que requieren un

    trato ms especfico. Por otra parte la atencin y seguimiento del embarazo

    en comarcas aisladas como las que describimos se desarrollan en la capital y

    cada visita de seguimiento de un embarazo exige casi un da completo, por no

    decir la presin en el momento de acercarse el parto o peor an cuando en el

    embarazo surgen complicaciones y vives a 150 km del hospital de referencia.

    mayores, las personas con pocos o

    nulos recursos en el medio rural,

    mayoritariamente mujeres Es decir

    justamente la gente que ms los nece-

    sita. Finalmente representar un pro-

    blema tambin de costes para la salud

    pblica porque esto provocar que la

    gente no vaya a los servicios preven-

    tivos tenindose que resolver muchas

    situaciones ya en momentos agudos ourgentes. S reafirma Mario como

    ha quedado demostrado en otros

    pases el copago ni tan siquiera sirve

    para disminuir la frecuencia final de

    visitas al mdico. Y todo el proceso

    administrativo del que conlleva el

    copagotambin genera un nuevo

    gasto. Un terrible nuevo mecanismo

    de desigualdad.

    Y Marisi puntualiza: Al copago

    deberamos llamarlo repago porqueno olvidemos que la salud pblica la

    pagamos entre toda la sociedad. La

    crisis puede llevar tambin a que se

    la Comunidad de Madrid, donde se

    han construido 8 hospitales priva-

    dos que funcionan con especialistas

    provenientes de hospitales pblicos,

    pagados con dinero pblico y que

    sus puestos originales no han sidocubiertos por nuevo personal. Y as

    muchas iniciativas en este sentido,

    que son falsas salidas que hipotecan

    el futuro sanitario de las prximas

    generaciones.

    Beln, insiste que s, efectiva-

    mente con estas privatizaciones se

    agudizarn los problemas. Tendremos

    una sanidad de primera, para quien la

    puede pagar, y una de segunda, pero

    en el medio rural ni tan siquiera esoscentros privados van a llegar, por-

    que aqu no seran rentables, por lo

    tanto nosotros seremos ciudadana de

    tercera.

    Fernando advierte de otro peligro

    para el sistema sanitario pblico y que

    lleva por nombre copago. Que se

    hable tanto del copago es una evi-

    dencia de que nos lo van a imponer.

    Y ser desastroso para las personas

    ancianas, las personas que tienen

    a su cargo nias, nios o personas

    9AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

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    PNo creis que he muerto(Jess Garca Pedrajas)No creis que he muertoal ser derrotadolas huellas slo estn vacas

    si no se han labrado.

    cierren consultorios locales, para cen-

    tralizarlos en cabeceras de comarca,

    que juntamente con el mal transporte

    interno que tenemos entre pueblos,

    representar un grave problema de

    inequidad.

    MEJORCOORDINACINSOCIOSANITARIA

    Para los y las participantes de la

    tertulia, en el medio rural es muy

    importante dar valor a la coordina-cin entre los servicios sanitarios y

    los sociales. Aunque existen entre

    ambos servicios algunos mecanismos

    de coordinacin no son funcionales.

    O no se hacen las reuniones, o no

    son operativas, explica Marisi. La

    responsabilidad se ha trasladado a las

    y los propios profesionales de base

    pero sin contar con el respaldo de

    las estructuras ms altas de los dos

    estamentos. Es una sobre carga detrabajo a profesionales que ya van

    saturados. De hecho en el terreno

    social hay dficit y desequilibrio de

    En Espaa son varias las

    asociaciones por el Derecho a la

    Salud existentes, y se agrupan

    en la Federacin de Asociaciones

    para la Defensa de la SanidadPblica (FADSP). Como nos

    explica Mario Fernndez de la

    organizacin vasca OSALDE,

    somos alrededor de doscientos

    profesionales, mdicos enfermeras,

    trabajadoras sociales, psiclogas

    y trabajadoras y trabajadores

    sanitarios en general, agrupados

    en defensa de la sanidad pblica,

    por considerar que es el nico

    sistema que puede garantizar elacceso en equidad a unos servicios

    de salud de calidad para toda la

    poblacin. Pensamos que la salud,

    como la alimentacin, son derechos

    bsicos de toda la poblacin y que

    deben ser as considerados: como

    derechos, no como mercancas.

    personal apunta Mario en el Pas

    Vasco slo contamos con una persona

    por comarca, y en Castilla y Len una

    para cada 3 comarcas.

    Una de las funciones bsicas de

    esta coordinacin, se seala en lamesa, se evidencia en la prevencin y

    seguimiento de los casos de violencia

    de gnero, muy presentes en el medio

    rural. Por eso sigue Mario, son los

    movimientos feministas quienes estn

    dando la pelea por afrontar mejor esta

    coordinacin. Adems, reflexiona

    Fernando el colectivo mdico tene-

    mos carencias al respecto. Somos una

    parte importante en la deteccin de

    casos de violencia de gnero, ms enlas sociedades rurales donde es habi-

    tual que por las presiones sociales y

    familiares estos casos se oculten.

    Beln nos recuerda otra de las

    cuestiones que esta coordinacin socio

    sanitaria debiera permitir, pero que

    se abandon hace aos, los famosos

    diagnsticos comunitarios de salud.

    Estos diagnsticos pretendan desa-

    rrollar un anlisis participativo por

    zonas donde se detectaran de forma

    clara los problemas ms generaliza-

    dos, determinadas dolencias que por

    cualquier cuestin estn ms extendi-

    das o dnde es necesario hacer mayor

    nfasis de cara a buenas medidas

    preventivas. Eran un instrumento

    fundamental en

    las zonas rurales

    para afrontar el

    tema, pero se hanabandonado.

    Y MSPARTICIPACINCIUDADANA.

    Resolver

    estas deficiencias

    sanitarias en el

    medio rural pasa

    por facilitar la

    participacin dela ciudadana en

    el diagnstico de

    la realidad, en

    la definicin de estrategias, una

    funcin que pareca adjudicada a los

    llamados Consejos de Salud, pero

    que en la prctica no tienen ms que

    una funcin meramente informa-

    tiva como denuncia Marisi. Y enlas zonas rurales, apunta Beln con

    menos personas, hay poca represen-

    tacin y mucha resignacin. Por

    eso contina es imprescindible la

    movilizacin ciudadana. Asociaciones

    como la nuestra existen en otros

    pueblos, y es importante unirnos y

    coordinarnos para ser ms fuertes

    frente a los polticos.

    Por ltimo Fernando, y en la

    misma lnea seala, que es impor-tante que las asociaciones ciudada-

    nas a favor de la salud pblica y la

    comunidad profesional generemos

    entre nosotros u nosotras espacios de

    confianza. Porque ambos colectivos,

    somos vctimas de un mal sistema

    sanitario. El esfuerzo local, las redes y

    las plataformas son bsicas y la nica

    forma posible para salvar la sanidad

    pblica espaola.

    *

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD10

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    SinSoberana Alimentariano hayseguridad alimentariaSi bien este artculo no pretende cuestionar la eficacia de las polticas y prcticas reglamenta-das para asegurar la salubridad de los alimentos, s que quiere plantear algunas ideas que desta-pan la aleatoriedad de algunas de ellas, as como reflexionar sobre las consecuencias sociales delas mismas en trminos de poder, quin gana y quin pierde. Hay que desenmascarar aquellassituaciones en las que los argumentos esgrimidos a favor de la seguridad de los alimentos, ade-ms de no atacar las verdaderas causas, son un ataque frontal a nuestra Soberana Alimentaria.

    Marta G. Rivera Ferre

    CAUSASDELAINSEGURIDADALI-MENTARIA: GLOBALIZACINEINDUS-TRIALIZACINDELAAGRICULTURA.

    Cada vez que nos llevamosun alimento a la boca esta-mos corriendo un graveriesgo para la salud? Esta frase, que

    nos puede parecer exagerada, hoy

    da muchas veces es una realidad.

    Muchas son las causas en las que

    un alimento, en lugar de ser fuente

    de salud, es fuente de enfermedad.Mantener una dieta desequilibrada,

    con alto contenido en azcares o

    grasas saturadas, favorece enferme-

    dades como la obesidad, diabetes, etc.

    Algunos alimentos pueden contener

    sustancias txicas, como pesticidas,

    o cancergenas, como algunos adi-

    tivos o conservantes. La industria,

    en ocasiones, para abaratar costes,

    aade sustancias prohibidas (mela-

    mina en leche infantil) o dudosas

    pero inexplicablemente no prohibidas

    (aceites industriales en pienso animal,

    origen de las dioxinas). Tambin se

    dan casos donde los alimentos estn

    contaminados con agentes bacteria-

    nos, vricos o fngicos. Por ltimo,

    existen otras vas a travs de los

    cuales los alimentos pueden afectar

    a nuestra salud y que todava estn

    en discusin, como son los alimen-

    tos modificados genticamente o la

    nanotecnologa aplicada a los alimen-

    tos. Ante este panorama tan incierto,

    la administracin y la industria se

    esfuerzan en presentar normativas yestndares encaminadas a garantizar

    la higiene de nuestros alimentos, o

    ms correctamente, a reducir el riesgo

    de contaminacin de los mismos.

    Existen varias y diversas causas

    que favorecen la inseguridad ali-

    mentaria y el que sta tenga hoy una

    dimensin internacional destacada.

    Una de las ms evidentes es la globa-

    lizacin alimentaria, que afecta a la

    seguridad alimentaria tanto desde laperspectiva del riesgo y la salud, como

    desde la desnutricin. En relacin

    a los alimentos seguros es evidente

    que la globalizacin alimentaria ha

    favorecido, por el alargamiento de la

    cadena, el incremento del nmero de

    manos que manipulan los alimentos

    y una mayor transformacin de los

    mismos, incrementando los puntos

    crticos y de riesgo en los que, por

    ejemplo, organismos infecciosos

    pueden contaminar la cadena. Esta

    situacin determina la necesidad de

    aumentar los controles y los mecanis-

    mos para evitar tales contaminacioneso elementos no controlados.

    La globalizacin alimentaria

    tambin ha impulsado la creacin y

    el abaratamiento de materias primas

    para la agroindustria, pasando de un

    mercado con base eminentemente

    local a un mercado global. Esto ha

    contribuido a lo que se conoce como

    la transicin de la nutricin, es decir,

    un cambio en el patrn alimentario

    hacia dietas con elevado contenidoenergtico que sabemos favorecen la

    obesidad y las enfermedades ligadas

    a la misma. Tambin la prdida de

    11AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    la cultura alimentaria y la homoge-

    nizacin de la alimentacin generan

    problemas de adaptacin a pueblos o

    etnias no acostumbrados, provocando

    por ejemplo, incapacidad de digerir

    determinados alimentos o reacciones

    alrgicas a los mismos. La inseguridad

    alimentaria tambin est relacionada

    con la percepcin del riesgo por los

    consumidores y consumidoras. En

    este sentido, se ha demostrado que

    la mayor cantidad de productos de

    distintas procedencias incrementan

    la sensacin de riesgo a la hora de

    tomar una decisin por parte de laciudadana.

    Otro elemento relacionado con

    la globalizacin que tambin incre-

    menta nuestra inseguridad alimenta-

    ria, as como la magnitud del riesgo al

    que estamos expuestos, es la indus-

    trializacin de la agricultura. Dicha

    industrializacin ha beneficiado a

    las grandes granjas y las cadenas de

    supermercados como proveedores

    principales de los alimentos. Si existeun problema de seguridad alimentaria

    en una empresa de este tipo, ste es

    de muchsimo mayor alcance que si

    afecta a una pequea granja de distri-

    bucin local.

    Un ltimo elemento que aumenta

    la importancia estratgica de las

    normativas de seguridad alimentaria

    a nivel internacional es la firma del

    acuerdo de agricultura en el marco

    de la Organizacin Mundial del

    Comercio (OMC). La eliminacin de

    aranceles en frontera (para favorecer

    la liberalizacin de los mercados), ha

    reducido la posibilidad de restringir

    la entrada a determinados alimentos

    procedentes de otros pases. De este

    modo, para controlar dicha entradaa los pases slo les queda la va de

    los alimentos seguros, convirtindose

    sta en un arma poltica de defensa

    de la poblacin nacional o de la

    industria alimentaria nacional, segn

    convenga. Igual que se alude a la

    seguridad alimentaria para vetar la

    entrada de alimentos en un pas por

    riesgo de contaminacin o similar, se

    incrementan los requisitos tcnicos y

    tecnolgicos como una barrera parala comercializacin de los pequeos

    agricultores y agricultoras en todo el

    mundo.

    Muchasde las reglasde seguridadalimentaria tienenpoco que ver conla salud de laspersonas y mscon los intereses

    de las grandescorporaciones.

    ELCOMPLEJOENTRAMADODECERTIFICACINDELOSALIMENTOSSEGUROS.

    Para garantizar la seguridad de

    los alimentos, se han generado un

    complejo entramado de estrategias y

    normativas, entidades de certificacin,

    auditoras, etc. que dificultan el enten-

    dimiento de cmo funciona esto de la

    *Seguridad Alimentaria: un concepto con doble significado

    El concepto de seguridad alimentaria es un concepto complejo que en castellano tiene un doble significado al proceder

    de dos conceptos anglosajones: food security (seguridad alimentaria), ms relacionado con la cantidad y suficienciade alimento y food safety (salubridad alimentaria), en referencia a la calidad e higiene de los alimentos. As, en funcin

    del contexto en el que se aluda a la seguridad alimentaria, nos solemos referir a una acepcin o a otra, o bien a ambas.

    Esto puede llevar a confusin en castellano, pues aun siendo los dos conceptos deseables, casi interdependientes,

    y objetivos irrenunciables en la alimentacin, en cada contexto se le dar ms importancia a uno o a otro.

    En los pases industrializados, la seguridad alimentaria suele ir ligada al concepto de food safety, es decir vinculado a la

    gestin del riesgo sanitario. Es un concepto con un fuerte componente tcnico que busca y ofrece herramientas para

    gestionar las diferentes crisis alimentarias en el mbito de la salud pblica, frecuentes en la cadena agroalimentaria

    globalizada, pero lamentablemente sin abordar en ningn caso, las causas fundamentales de dicha inseguridad

    alimentaria. La seguridad de los alimentos en el sistema alimentario global es adems una herramienta que permite

    continuar la estrategia de implantacin de un mercado global de alimentos. As, no sorprende que la propia Organizacin dela Naciones Unidas (ONU), trate el tema ms como un asunto comercial que de produccin de alimentos o de salud pblica.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD12

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    13/52

    Una cadenacorta permitira

    saber de

    inmediato elorigen de los

    productosconsumidos.

    seguridad alimentaria para la mayora

    de los consumidores y consumidoras

    y que, por otro lado, estn favore-

    ciendo los intereses de las grandes

    corporaciones alimentaria.

    Existen varios niveles de propues-tas normativas, distintos actores y

    diferentes herramientas de control.

    Destacamos, a nivel internacio-

    nal, el papel del Codex alimenta-

    rius (CA), una comisin mixta de

    la FAO (Organizacin Mundial

    de la Alimentacin) y la OMS

    (Organizacin Mundial de la Salud)

    encargada de desarrollar normas

    alimentarias, reglamentos y otros

    textos relacionados, con propuestas

    que a nivel internacional deberan

    cumplir los alimentos para poder

    ser comercializados. Lo que dicta-

    mina el CA es acatado sin discusinpor la OMC. Y quin compone el

    CA? Lo componen los gobiernos,

    pero el sector privado participa muy

    activamente en el mismo, mientras

    que otros sectores, como el propio

    campesinado, o el de las y los con-

    sumidores, rara vez participa en las

    reuniones.

    Adems de las normativas delCA, la industria alimentaria global

    ha ido desarrollando sus propios

    criterios para identificar aquellos

    productos que se pueden comerciali-

    zar a nivel internacional y cules no.

    Destacan los programas de buenas

    prcticas agrarias (GAP,

    por sus siglas en ingls:

    KenyaGAP, ThaiGAP,

    EurepGAP), de carcter

    voluntario y que cadapas desarrolla para

    sus propios productos.

    En la actualidad en

    la Unin Europea la

    industria ha desarrollado

    la GlobalGAP con el

    objetivo de que el resto

    de GAPs nacionales

    se ajusten al sistema

    europeo y se convierta

    en un referente global.

    As, cualquier granja

    que quiera colocar sus

    alimentos en el mer-

    cado internacional, es

    decir, en las estanteras

    de cualquier Carrefour,

    tienen que obtener

    la acreditacin de la

    GlobalGAP, si no, no

    tiene ninguna opcin.Estos estndares son en

    muchos casos inalcanza-

    bles para los pequeos productores

    y productoras. Tambin, las grandes

    cadenas de supermercados, como

    veremos despus, estn creando nor-

    mativas con sus propios estndares.

    Resulta preocupante observar

    cmo en la gestin del riesgo, la

    mayora de las iniciativas van enca-

    minadas a la autoinspeccin de laspropias compaas que comercializan

    los productos. El Estado delega en

    las propias empresas la gestin de

    13AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    14/52

    ese riesgo, perdiendo por tanto un

    elemento de control y poder en dicho

    mbito, privatizando los sistemas de

    gestin y certificacin, y reduciendo

    la transparencia del sistema.

    Y APESARDETANTASNORMAS,NOHAYCOHERENCIA.

    A pesar de los esfuerzos internacio-

    nales por desarrollar criterios comunes

    en temas de seguridad alimentaria,

    nos encontramos con grandes dife-

    rencias entre pases, lo cual como

    consumidores y consumidoras nos

    genera gran incertidumbre respecto

    a la seguridad de los alimentos y los

    mecanismos usados para garantizarla.As, nos encontramos con que algunas

    sustancias estn prohibidas en algunos

    pases y en otros no. Por ejemplo, el

    uso de hormonas, los transgnicos o

    el clembuterol, estn prohibidos o en

    discusin en Europa, pero permiti-

    dos en EEUU. Los aditivos, como la

    propia sacarina, prohibida en Francia

    y Canad. Algunas prcticas, como el

    bao en cloro en los pollos, estn per-

    mitidas en EEUU pero no en Europa.

    Por otro lado, existen diferencias en

    los niveles autorizados de otras sustan-

    cias, como algunos tipos de aditivos o

    pesticidas, o incluso el nivel de metales

    pesados o nitratos en agua, niveles que

    van cambiando conforme nuevas evi-

    dencias cientficas muestran mayor o

    menor grado inocuidad de los mismos.

    Esta falta de consenso y el alto

    grado de incertidumbre nos viene amostrar el diferente grado de riesgo

    que distintos pases estn dispuestos a

    asumir en relacin con la salud de la

    ciudadana, o bien, la fuerza e intereses

    que determinadas empresas tienen

    en dichos pases. En este sentido, no

    ayuda el que puntualmente salgan a

    la luz informaciones que relacionan

    a determinadas personas con respon-

    sabilidad en los comits de seguridad

    alimentaria o las administraciones conintereses o vnculos directos con la

    industria alimentaria, acusndolos de

    conflictos de intereses o corrupcin.

    Ante cualquier mnima duda de

    que un alimento no fuera seguro,

    debera prevalecer el principio de

    precaucin, pero lamentablemente,

    hoy prima en muchos casos el bene-

    ficio econmico. Por otro lado, cabrapreguntarse: y todas estas sustancias,

    son realmente necesarias para pro-

    ducir o conservar nuestros alimentos?

    En un mercado global, es posible,

    desde luego en un mercado local, son

    prescindibles.

    LASEGURIDADDELOSALIMEN-TOSUSADACONTRALA SOBERANA

    ALIMENTARIA.

    Vemos que los gobiernos ofrecenun marco legislativo general que

    no ataca las causas de la inseguri-

    dad alimentaria, primando aquellas

    normas que puedan beneficiar a las

    empresas nacionales. Finalmente son

    las empresas las que realmente esta-

    blecen la mayora de los estndares y

    las que recogen los beneficios. De esta

    manera perversa seleccionan los acto-res que les interesan, dejando fuera a

    la gran mayora de los productores y

    productoras. Veamos algunas formas

    de conseguirlo.

    Si bien sabemos que la lgica de la

    agroexportacin no es adecuada para

    las necesidades del pequeo campesi-

    nado de los pases del Sur, las dificul-

    tades legales que se imponen, hace

    todava ms difcil que ellas y ellos

    puedan beneficiarse del comerciode materias primas. Algunos de los

    estndares desarrollados por los pases

    pueden llegar a ser incluso ridculos,

    *

    Las puertas giratorias

    La autoridad europea de seguridad alimentaria (EFSA) tiene entre susobjetivos asesorar y comunicar sobre la seguridad de los alimentos,

    ofreciendo informes que, basados en investigaciones cientficas, determinan

    la inocuidad o no de aditivos alimentarios, pesticidas o de los transgnicos.

    Los informes de la EFSA no son vinculantes, pero la Comisin Europea

    suele hacer caso de sus conclusiones. Sin embargo, la EFSA ha sido

    acusada de no ser independiente, de usar como pruebas los informes de

    las empresas que desarrollan los productos a ser evaluados, y algunos de

    sus expertos han sido acusados de estar demasiado cerca de la industria

    alimentaria y de bebidas, acusndoseles de conflicto de intereses. Segn

    el Observatorio de las corporaciones europeas (CEO), tres miembros

    del consejo de administracin de la EFSA son a su vez consultores degrandes compaas alimentarias, trabajando en thinktanks financiados

    por la industria que intentan influir el debate poltico y cientfico sobre los

    riesgos alimentarios. Un cuarto miembro es director de un fondo que tiene

    acciones en una compaa que vende alimentos transgnicos. Segn el

    CEO, estos conflictos de intereses influyen en las valoraciones de estos

    miembros del consejo de administracin en su trabajo para la EFSA.

    Tambin la clase poltica ha sido acusada de favorecer los intereses

    de la industria corporativa de los alimentos. El caso ms reciente es el

    revelado por las informaciones de Wikileaks, en el que se relaciona al

    secretario de estado del medio rural del Ministerio de Medio ambiente,

    Rural y Marino de Espaa, de solicitar a la embajada americana

    para que presione en Bruselas a favor de los transgnicos.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD14

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    15/52

    como el caso de la prohibicin por

    parte de la UE del pescado de la India

    a final de los 90, en el que se conside-

    raba un riesgo sanitario inaceptable

    el que las paredes y suelos en los que

    se aterrizaba el pescado no se lavaran

    con agua potable, en un pas en el

    que aproximadamente 150 millones

    de personas no tienen acceso a agua

    potable. Un argumento similar se usen Tanzania, donde segn la ONU

    un 80% de los pescadores dependa de

    las exportaciones a la UE y quedaron

    fuera del mercado de un plumazo. La

    gran beneficiada en este caso fue la

    multinacional espaola Pescanova,

    que expandi su negocio a aguas

    africanas.

    Los gobiernos tambin usan este

    tipo de estndares cada vez ms en sus

    acuerdos bilaterales de libre comer-cio. As por ejemplo, un informe de

    la ONG Focus on the Global South

    seala que el prximo acuerdo de

    La seguridad de losalimentos en el sistemaalimentario global es

    adems una herramientaque permite continuar laestrategia de implantacinde un mercado global dealimentos.

    libre comercio entre la UE e India

    tendr un fuerte impacto sobre los

    pequeos pescadores, y fundamental-

    mente las mujeres, por las reglas de

    seguridad alimentaria que se impon-

    drn y que ellas no podrn cumplir.

    En definitiva, vemos que muchas de

    las reglas de seguridad alimentaria

    tienen poco que ver con la salud de

    las personas y ms con los interesesde las grandes corporaciones.

    Pero aunque los gobiernos definan

    el marco legal, la accin y la agenda

    estn en manos del sector privado.

    As, supermercados como Walmart,

    Tesco o Carrefour, gigantes de la

    distribucin a nivel internacional,

    desarrollan sus propios estndares,

    obligando a sus proveedores a cum-

    plirlos, y realizando por tanto una

    fuerte criba en relacin a quin puedey no puede vender en sus estanteras.

    En principio existe la percepcin de

    que puede ser una oportunidad para

    la agricultura de los pases empobre-

    cidos, y los gobiernos locales crean

    programas para adaptar a sus agricul-

    tores y agricultoras a tales estndares

    y facilitan la implantacin de los

    supermercados en su territorio. Pero

    las distribuidoras no suelen querer a

    la pequea produccin y en cuanto

    pueden, desarrollan estrategias para

    cambiar sus proveedores una vez yase han implantado en un mercado.

    Por otro lado, estos estndares tam-

    poco garantizan nuestra seguridad ali-

    mentaria. Un estudio de Greenpeace

    mostr que muestras de frutas y

    verduras recogidas entre 2002 y 2009

    en Walmart y otras grandes cadenas

    en China, tenan mucha mayor con-

    taminacin por pesticidas que las de

    pequeos mercados.

    Otro problema es que con laexpansin de los supermercados a los

    pases del Sur Global, la lnea de sepa-

    racin entre los mercados domsticos

    *La guerra del etiquetado

    Pareciera que a la industria alimentaria no le interesa que

    sepamos lo que comemos. Un claro ejemplo es el de laguerra del etiquetado. Cuando a mediados de los 80 en el

    Reino Unido una ONG plante un etiquetado basado en

    un semforo que permitiera fcilmente al consumidor o

    consumidora saber si el alimento en cuestin era bueno o

    malo para la salud, la industria puso en marcha el actual

    sistema donde se describen todos los ingredientes y las

    cantidades diarias recomendadas, pero que una persona

    de a pie difcilmente puede entender. Aunque inicialmente

    no se aprob este etiquetado del semforo por presiones

    de la industria, finalmente la gran cantidad de estudios

    sealando la idoneidad del mismo de cara al consumidorhan permitido que se pueda utilizar en el Reino Unido.

    Pero esta misma guerra se ha repetido en el 2010 a nivel

    europeo. Segn el Observatorio de las Corporaciones

    Europeo, la industria alimentaria europea se ha gastado

    1 billn de euros en derrotar el sistema del semforo

    y evitar su implantacin a nivel europeo. Ha sido el

    caso de lobby ms caro de la historia de la UE.

    PNo pensis que me he perdidoslo estoy cansadode mirar la tierra rotay los sueos arrasados.

    15AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    16/52

    y de exportacin es cada vez ms

    pequea, con lo que se tiende a utili-

    zar los mismos estndares para ambos,

    dejando a los pequeos productores

    y productoras en una situacin de

    agona.

    LA SOBERANA ALIMENTARIACOMOALTERNATIVAPARAUNA

    ALIMENTACINJUSTA, SEGURAYSOSTENIBLE.

    La Soberana Alimentaria es fun-

    damentalmente conocida por ser un

    conjunto de propuestas y estrategias

    polticas para alcanzar el derecho a la

    alimentacin, con la percepcin de

    abordarlo desde el mbito de la des-nutricin. Sin embargo, la Soberana

    Alimentaria, que apuesta por la relo-

    calizacin de los sistemas agroalimen-

    tarios y por modelos de produccin

    campesinos, podra permitir tambin

    incrementar la seguridad alimentaria

    desde la perspectiva del riesgo. Por un

    lado, los alimentos seran adecuados

    al contexto cultural, por otro lado,

    la agricultura campesina, desde el

    enfoque de la agroecologa, favore-

    cera la produccin de alimentos sin

    txicos, disminuyendo el riesgo de

    consumir alimentos contaminados a

    *

    Las pias de Ghana

    El gobierno de Ghana hizo un esfuerzo por crear un programa para la produccin de pia para los supermercadoseuropeos, pasando de 20.000 toneladas en el ao 2.000 a 50.000 en el 2004, producida fundamentalmente por pequeos

    productores y productoras y medianos comerciantes. Pero sin previo aviso, las cadenas europeas presionadas por la

    compaa americana Del Monte, decidieron unilateralmente comprar slo la variedad MD2, y no la Sweet Cayenne que

    se produca en Ghana, y a exigir la certificacin EuropGAP. Estos cambios estaban fuera del alcance de la pequea

    produccin, que tuvo que cerrar y dejar paso a las transnacionales. Hoy slo dos compaas controlan casi el 100% de

    las exportaciones de pia de Ghana, una americana y otra suiza, que se proveen slo de tres grandes productores.

    Un estudio de la FAO/OMS seala que el coste para un pequeo productor de la certificacin GlobalGAP es de aprox.

    1200 euros, lo que les lleva a concluir que efectivamente, no tiene ningn sentido para la pequea produccin. Slo las

    grandes empresas estn dispuestas a pagar este extracoste, porque el imperio que estn construyendo los supermercados

    les puede generar beneficios extras. Segn el director de la compaa Del Monte, Mohammad AbuGhazaleh, las

    cadenas supermercados buscan trabajar con quien les pueda asegurar que su producto viene de su propia granja, ha sido

    empaquetado en su propia planta, con sistemas de embarque bajo su control, as como la entrega al cliente. Su compaa

    produce el 39% de sus pltanos, el 84% de sus pias, y el 81% de sus melones, fundamentalmente en Centro Amrica.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD16

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    17/52

    nivel de granja, y socialmente justos.

    As mismo, el acortamiento de la

    cadena alimentaria y la reduccin del

    nmero de intermediarios y transfor-

    maciones sufridas por los alimentos

    disminuyen los puntos crticos enlos que los alimentos pudieran ser

    contaminados.

    Si bien las cadenas globalizadas

    requieren de la implementacin de

    herramientas como la trazabilidad

    para determinar el origen de poten-

    ciales fuentes de contaminacin y

    consecuentes crisis alimentarias,

    una cadena corta permitira saber de

    inmediato el origen de los productos

    consumidos.En cualquier caso, la agricultura

    campesina tambin requiere de unos

    estndares propios de seguridad

    alimentaria, adecuados a su escala y a

    su contexto. Estos estndares debe-

    ran ser desarrollados mediante la

    participacin tanto de los productores

    y productoras, como de los consumi-

    dores y consumidoras. La Soberana

    Alimentaria es una oportunidad para

    que la ciudadana pueda recuperar el

    control de su alimentacin y partici-

    par en la definicin de los estndares,

    con sistemas participativos de garan-

    ta u otros modelos que podamos

    definir.

    Artculo basado en:

    RIVERA FERRE, M.G. y SOLER, M.:

    El enfoque de la

    soberana alimentaria:

    ms all de la seguridad alimentaria,

    X Congreso de la Federacin Espaola

    de Sociologa, Pamplona, Agosto 2010.

    y

    Food safety: protecting whom?

    GRAIN, 2011

    Ante cualquiermnima duda deque un alimento

    no fuera seguro,debera prevalecerel principio deprecaucin, perolamentablemente,hoy prima en

    muchos casosel beneficioeconmico.

    Pesticides: not your problem?, Greenpeace, 2009:

    http://www.greenpeace.org/eastasia/news/China-pesticides.

    The Impacts of Private Food Safety Standards on the Food Chain and on PublicStandard-Setting Processes, Paper Prepared for FAO/WHO, Mayo 2009:ftp://ftp.fao.org/codex/cac/CAC32/al329Dbe.pdf

    REYDAR, A.:Food trust, ethics and safety in risk society, Sociological Research Online.

    SANDERS, T.A.:Food production and food safety, British Medical Journal, 318.

    Parasaberms

    *

    PNo digis que he huidosi en el campo he quedadono miris el cielomirad vuestras manos.

    17AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    Con los alimentosnos construimoso nos destruimos

    En las ltimas dcadas ha existido una gran transformacin en los hbitos alimentarios, algu-nos elegidos, otros dirigidos. Muchos ordenados por grandes multinacionales o transnaciona-les, que nos han adiestrado en una alimentacin refinada, manipulada, adulterada, no perece-dera (lo que no tiene vida tampoco puede morir) y llena de sustancias de sntesis o qumicas.Su procedencia es la agricultura industrial que, por agotamiento de la fertilidad de la tierra, nosda cada vez menos minerales y otros nutrientes. Con esta alimentacin, nos destruimos?

    Dr. Karmelo Bizkarra

    Ciencia sin consciencia no es ms que la ruina del alma.

    Franois Rabelais, famoso escritor francs del Renacimiento (14941553)

    HBITOSALIMENTICIOS, ELEGI-DOSODIRIGIDOS.

    Nuestra alimentacin ha dejadode conformarse en base anutrientes para pasar a depen-der de meros comestibles, es decir,

    sustancias que se pueden comer, pero

    no indica que contengan nutrientes, y

    menos aun nutrientes saludables.

    Las multinacionales o trasnacio-

    nales de la agricultura han favore-

    cido la enfermedad por su formatan desequilibrada de produccin,

    apoyando una agricultura que deja

    de ser cultura para llenarse de txicos

    de sntesis y biocidas. Estas mismas

    empresas fabrican los medicamentos

    que se van a usar luego para tratar o

    maltratar las enfermedades que han

    sido originadas por los cultivos inten-

    sivos, pesticidas, herbicidas,

    La transformacin, manipulacin

    y refinamiento de los alimentos altera

    especialmente las partes vitales de

    los mismos: las vitaminas, minerales,

    antioxidantes, pigmentos naturales...

    Las mayores alteraciones sufridas por

    los alimentos, durante miles y miles

    de aos, han tenido lugar durante el

    ltimo siglo. Los alimentos que se

    utilizan desde hace miles de aos son,

    quizs, reconocibles por la memoria

    celular del organismo, los industria-

    lizados son objetos extraos que el

    cuerpo no puede incorporar ni hacer-

    los partcipes de su organizacin. El

    organismo humano puede reconocer,

    en su memoria celular, el maz tierno,pero es incapaz de reconocer algo tan

    transformado y desvitalizado como

    los corn flakes tostados y llenos de

    azucares desnaturalizados, por mucho

    que a esa masa la llamemos cereales.

    Al mismo tiempo se ha dado un

    aumento de la ingestin diaria de

    caloras, incluidas las caloras vacas

    (sin sustancias nutritivas) del alcohol;

    una manipulacin y refinamiento

    de los alimentos; una carencia osubcarencia de vitaminas, minera-

    les, oligoelemento y antioxidantes;

    un aumento del consumo de carnes

    y grasas obtenidas en granjas de

    explotacin animal; una destruccin

    acelerada del equilibrio de la tierra

    que crea plantas enfermas, etc. La

    salud de la tierra, de los vegetales, de

    los animales y de los seres humanosest ligada entre s y si enfermamos la

    tierra enferma todo lo dems.

    ALIMENTOSDESNATURALIZADOS,CONMUCHASCALORASYPOCOSNUTRIENTES.

    Las cifras del Departamento de

    Agricultura de los Estados Unidos

    han mostrado una prdida de nutrien-

    tes en 43 especies cultivadas estu-

    diadas desde los aos 50 del siglopasado. En un anlisis ms reciente se

    ha visto que la vitamina C ha dismi-

    nuido en el 20%, el hierro en el 15%,

    Hemos perdidocontacto con losritmos de vida.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD18

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    19/52

    la riboflavina en el 3% y el calcio

    en el 16%. Como sealan algunos

    expertos, las plantas cultivadas de

    forma ecolgica tienen entre el 10%

    y el 50% ms de sustancias activas

    que las cultivadas en la agriculturaintensiva. El trigo, cultivado en USA

    desde hace ms de 130 aos, segn

    el Departamento de Agricultura, ha

    perdido casi un tercio de hierro, zinc

    y selenio.

    Actualmente estamos asistiendo a

    una adulteracin light a la que podra-

    mos llamar maquillaje nutricional: los

    huevos contienen ms omega3, la

    leche ms calcio, los yogures fitoeste-

    roles para disminuir el colesterol, lacocacola no tiene azcar, los postres

    son sin azcar aadido (con edulco-

    rantes an ms perjudiciales que el

    mismo azcar), etc., etc. A los produc-

    tos o comestibles manufacturados,

    se les aade una sustancia supuesta-

    mente saludable o dudosamente favo-

    rable y se les pone la etiqueta bueno

    para la salud o con aditivos autori-

    zados. Estos aditivos qumicos, por

    ejemplo, pueden alargar la vida de los

    alimentos a costa de desvitalizarlos,

    pero toman parte de

    los ms o menos 40 kg

    de sustancias o aditivos

    qumicos que ingerimos

    anualmente en nuestro

    pas. El engao eti-

    quetable es a veces tan

    calculado que aunque

    en el envase ponga sinconservantes, puede

    tener aromatizantes o

    edulcorantes, y es una

    buena manera de men-

    tir diciendo la verdad.

    COLONIZACINALIMENTARIA.

    El factor econmico

    ha sido siempre tras-

    cendental a la hora deelegir los alimentos y

    fue uno de los motivos

    importantes que dio

    lugar al gran consumo de aceites

    vegetales que sustituyeron al aceite

    de oliva. La caracterstica comn de

    estos aceites es que eran ms baratos.

    Este cambio fue respaldado por un

    orquestado marketing de empresas yorganismos para convencer que los

    aceites de semillas eran mejores para

    la salud que el aceite de oliva. Con el

    trasfondo de los aceites grasos insa-

    turados y su beneficio (verdadero o

    supuesto) sobre el colesterol, hubo un

    aumento del consumo de aceites no

    conocidos hasta entonces en nuestro

    entorno. Hoy en da vuelve a reco-

    nocerse que el aceite ms antiguo en

    la alimentacin humana, el aceite deoliva, es el ms recomendable para

    la salud. Otras veces la sustitucin

    o la invasin gastronmica viene de

    la mano de la publicidad y el poder

    econmico: Los donuts, la coca

    cola, las hamburguesas, los perritos

    calientes

    La posibilidad de conseguir

    alimentos frescos de la huerta de los

    vecinos y vecinas, del mercado sema-

    nal o de la pequea tienda del barrio

    va en disminucin. Se ha pasado de

    la elaboracin casera y artesanal a

    la industrial, donde unas mquinas

    cocinan para el ser humano de forma

    asptica, sin el contacto humano con

    el alimento. Antes la produccin y el

    consumo de alimentos era ms local,

    mientras hoy dependemos de una

    produccin cada vez

    ms alejada del lugar en

    el que vivimos.

    La preparacin de

    los alimentos se ha des-

    plazado de la cocina a

    la fbrica, a las grandes

    industrias de alimen-

    tacin. La aparicin delos hipermercados ha

    cambiado tambin radi-

    calmente los hbitos

    alimenticios. Ya no se

    hace la compra diaria,

    el pan fresco, la leche

    del da; sino que se hace

    la compra para toda la

    semana: el pan tostado

    o en molde, la leche

    esterilizada que durameses, los congelados

    para varios das, y todo

    ello sin hablar ni una

    Como sealanalgunos expertos,las plantas

    cultivadas deforma ecolgicatienen entre el10% y el 50% msde sustanciasactivas que las

    cultivadas enla agriculturaintensiva.

    19AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

    20/52

    sola palabra con nadie del estableci-

    miento. Un signo ms de individua-

    lismo en una sociedad donde cada vez

    contamos con menos gente que nos

    escuche.

    Hemos perdido contacto conlos ritmos de vida, no sabemos si la

    verdura que hay en el supermercado

    es de invernadero, est tratada o viene

    del otro lado del ocano Atlntico.

    Hemos olvidado las pocas de cosecha

    de las verduras. Comemos cualquier

    alimento en cualquier poca del ao.

    Ms que nunca, en este momento,

    es necesaria una educacin alimenti-

    cia infantil para que los nios y nias

    coman menos porqueras (porqueraviene de puerco): menos colacao,

    chipchops, choccrup, gominolas de

    plstico y chucheras qumicas sintti-

    cas. Una cultura alimenticia popular

    y sana reducira mucho la frecuencia

    de la mayora de las enfermedades

    crnicas y evitara la manipulacin y

    el abuso de los animales. Una cultura

    alimenticia donde la persona eligiese

    los alimentos ms saludables y no se

    dejase llevar por la publicidad y el

    marketing de las grandes empresas,

    en su intento de descerebrar al que ve

    su publicidad.

    MTODOSACTUALESDEGANADERA.

    Las tcnicas de ganadera actuales

    favorecen el hacinamiento y la inmo-

    vilizacin de los animales en lugares

    insalubres: se cran sin contacto con latierra, con falta de espacio, de movi-

    miento, de aire y de sol, lo que altera

    el equilibrio fisiolgico de los ani-

    males. Adems son transportados en

    psimas condiciones y con frecuencia

    tratados con sedantes para que estn

    ms tranquilos durante el traslado.

    Se prioriza la produccin, por

    encima de la salud de los animales.

    Se les atiborra o ceba de comida para

    un rpido engorde, en detrimentode su salud. Se les aporta comida no

    adecuada, forraje desequilibrado con

    abonos qumicos y contaminado con

    herbicidas, insecticidas, etc. Se utilizan

    antibiticos en dosis bajas porque

    favorecen una ganancia de peso de

    los animales criados. Antibiticos que

    ingerimos cuando comemos carne

    procedente de la crianza intensiva. Noparece una dieta muy saludable

    La ganadera de explotacin

    intensiva, tal como se realiza hoy, crea

    tambin gran cantidad de desechos

    que pueden ser contaminantes. Hoy

    en da la situacin llega a ser grave en

    las zonas con una alta concentracin

    de granjas de cerdos, derivada de la

    formacin de los purines o desechos

    de dichas granjas.

    Los alimentos de origen ecolgico,al no contener substancias artificiales,

    son asimilados correctamente por

    el organismo sin alterar las funcio-

    nes metablicas. Por el contrario,

    las sustancias qumicas o de nueva

    sntesis son irreconocibles para el

    metabolismo del organismo y quedan

    con frecuencia inalterables, deposita-

    das especialmente en las zonas grasas

    del cuerpo. El organismo, con toda

    su capacidad de autorregulacin,

    arrincona los txicos en los tejidos

    grasos para que no perjudiquen a los

    rganos vitales. Lo mismo sucede

    en los animales. En consecuencia

    cuando comemos carne grasa, todas

    las sustancias txicas depositadas y

    arrinconadas en ella son ingeridas por

    las personas y entran a tomar parte de

    nuestro organismo intoxicndolo.

    Los pesticidas usados en el campose concentran ms en la carne que

    en las verduras o

    en las frutas. No

    sirve el argu-

    mento de que

    todo est conta-

    minado ya que la

    carne est mucho

    ms contaminada

    que las verduras.

    Segn algunasinvestigaciones

    los productos

    animales tienen

    Los alimentosque se utilizan

    desde hacemiles de aosson, quizs,reconocibles porla memoria celulardel organismo, los

    industrializadosson objetosextraos queel cuerpo nopuede incorporarni hacerlos

    partcipes de suorganizacin.

    nueve veces ms pesticidas que los

    vegetales.

    ENAPOYODEUNAAGRICULTURAECOLGICA.

    La agricultura le da al ser humano

    el poder de intervenir sobre el equili-brio de la naturaleza, de manera que

    PNo me cerris los ojosporque an no he lloradoni he visto las cadenas

    rotas por los arados.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD20

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    *

    Mentalidad NPK: suelos pobres, alimentos pobrespor GRAIN

    Hoy da sabemos que las plantas absorben de 70 a 80 minerales diferentes de un suelo sano, mientras que losfertilizantes qumicos aaden nicamente unos pocos de ellos. A mediados del siglo XIX, el qumico alemn

    Justus von Liebig realiz una serie de experimentos en los que analiz la composicin de las plantas para procurar

    entender qu elementos eran esenciales para su desarrollo. Sus herramientas primitivas solamente identificaron

    tres: el nitrgeno, el fsforo y el potasio, conocidos por sus smbolos qumicos, NPK. Aunque posteriormente

    von Leibig reconoci la presencia de otros muchos minerales en las plantas, sus experimentos constituyeron la

    base de una industria qumica muy lucrativa, que vende NPK a agricultores y agricultoras con la promesa de

    incrementos milagrosos en los rendimientos de sus cultivos. Es cierto que los fertilizantes NPK revolucionaron a la

    agricultura, pero ha sido a cambio de una degradacin trgica de la calidad del suelo y de nuestros alimentos.

    En 1992, el informe oficial de la Cumbre de la Tierra de Ro concluy que hay una profunda preocupacin por las fuertes y

    continuadas bajadas en los valores minerales en los suelos de cultivos y praderas en todo el mundo. Esta frase se basa endatos que muestran que, durante los ltimos 100 aos, los niveles medios de minerales en tierras agrarias han bajado en

    todo el mundo, un 72% en Europa, un 76% en Asia y un 85% en Amrica del Norte. Gran parte de responsabilidad en esto lo

    tiene el empleo masivo de fertilizantes qumicos sintticos, en vez de mtodos ms naturales de promover la fert ilidad del

    suelo. Adems de esta prdida directa que la mentalidad NKP ha provocado, los fertilizantes qumicos tienen la tendencia

    de acidificar los suelos, matando as muchos organismos edficos (del suelo) que cumplen una funcin en la conversin de

    los minerales del suelo en compuestos qumicos que las plantas pueden aprovechar. Los pesticidas y herbicidas tambin

    pueden reducir la absorcin de minerales por las plantas ya que matan determinados tipos de hongos edficos que viven

    en simbiosis con las races de las plantas (conocida como microrriza). La simbiosis micorriza permite a las plantas acceder

    a un sistema mucho ms extenso de extraccin de minerales que los que sera posible nicamente con sus races.

    La consecuencia de todo esto es que la mayor parte de los alimentos que consumimos son deficitarios en minerales.

    En 1927, un equipo de investigacin de la Universidad Kings College de Londres empez a analizar el contenido

    en nutrientes de los alimentos. Se han repetido sus anlisis a intervalos regulares desde entonces, algo que nos

    permite tener una imagen nica de cmo la composicin de nuestros alimentos ha cambiado a lo largo del ltimo

    siglo. El Cuadro resume sus alarmantes resultados: nuestros alimentos han perdido un 2060% de sus minerales.

    Prdida del contenido medio de minerales de frutas y verduras en el Reino Unido entre 1940 y 1991

    Mineral Verduras Frutas

    Sodio 49% 29%

    Potasio 16% 19%

    Magnesio 24% 16%

    Calcio 46% 16%

    Hierro 27% 24%

    Cobre 76% 20%

    Zinc 59% 27%

    Un nuevo estudio publicado en 2006 revel que los niveles de minerales en los productos ganaderos han

    sufrido un descenso similar. Al comparar los niveles de 2002 con aquellos de 1940, el contenido de hierro

    en la leche ha bajado en un 62%, el nivel de tanto el calcio como del magnesio en el queso parmesano ha

    cado un 70% y el cobre presente en los productos lcteos haba bajado en un sorprendente 90%.

    Datos de: Marin Hum, Soil mineral depletion en Optimum Nutrition, 19 (3), Otoo 2006.

    Fuente: Earth Matters. Grain. Publicado en Seedling, Octubre de 2009. www.grain.org

    21AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    puede ganar en libertad e indepen-

    dencia y satisfacer adems sus nece-

    sidades y sus deseos. Pero tambin, la

    no consciente o imprudente actitud

    de agricultores y agricultoras, y la

    multinacionales agrcolas, empresasde fabricacin de pesticidas y herbi-

    cidas, multinacionales que blindan y

    explotan la venta de semillas trans-

    gnicas, etc., etc puede dar al traste

    con el equilibrio de la naturaleza y

    afectar, de paso, la salud de los seres

    que habitan la tierra, seres humanos

    incluidos.

    El agotamiento de la fertilidad de

    la tierra y la contaminacin de sta

    y de las aguas subterrneas por laactual agricultura y ganadera inten-

    siva indican claramente que el ser

    humano est escupiendo hacia el cielo

    obviando la accin inevitable de la

    fuerza de gravedad.

    En cambio, con la agricultura eco-

    lgica no se pone en riesgo la salud de

    la poblacin consumidora ni de las y

    los productores. Favorece un pensar

    ecolgico, sin apoyar la explotacin

    de la tierra sin escrpulos. Favorece

    un desarrollo sostenible de la agri-

    cultura. Los elementos biocidas o ele-mentos que desequilibran o destruyen

    la vida son utilizados en la agricultura

    qumica, mientras los elementos

    bioactivos o favorecedores de losprocesos vitales son los que se utilizan

    en agricultura ecolgica.

    El paradigma o visin global de la

    agricultura ecolgica es favorecer el

    equilibrio y la salud de la tierra que

    se expresa en la salud de las plantas

    que crecen de ella. El paradigma de

    la agricultura qumica se basa, por

    el contrario, en la explotacin de la

    tierra, y cuando el equilibrio se pierdese expresa en forma de plagas. La

    tierra es un organismo, no un meca-

    nismo que podemos manipular o

    utilizar y tirar. Su complejidad es

    mucho mayor de lo que imaginamos

    y cuando intervenimos, sin tener en

    cuenta el equilibrio y la capacidad

    de autorregulacin de la vida, pro-

    vocamos desequilibrios, trastornos,

    enfermedades de la tierra y de los que

    vivimos en ella.Los alimentos ecolgicos tienen

    ms gusto y el organismo mejora

    su salud al consumirlos. La eleccin

    de productos ecolgicos supone un

    compromiso con la naturaleza, con

    la tierra, con las y los agricultores

    responsables y un compromiso con

    nuestra salud y la salud de las genera-

    ciones venideras.

    En conclusin y para terminar,

    podemos aplicar en agricultura y

    ganadera lo que deca Hipcrates:

    Primum non nocere, antes de nada

    no hacer dao.

    Dr. Karmelo Bizkarra

    Centro de Salud Vital Zuhaizpe

    www.zuhaizpe.com

    La eleccinde productosecolgicos

    supone uncompromiso conla naturaleza, conla tierra, con lasy los agricultoresresponsables y

    un compromisocon nuestra saludy la salud de lasgeneracionesvenideras.

    POLLAN, Michel:Nutrition, mensonges et propagande, Thierry Souccar Editions, Francia,2008.

    LAWRENCE, Felicity:Quin decide lo que comemos?, Tendencias Editores, Barcelona. 2009.RIECHMANN, Jorge: Transgnicos: el haz y el envs, Catarata, Madrid, 2004.BIZKARRA, Karmelo:El arte de saber alimentarte, Editorial Descle De Brower, Bilbao,2011.

    Parasaberms

    *

    PNo quiero morir,an no he terminadode andar sencilloy de besar despacio.

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD22

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    La exposicin acompuestos qumicos delas gentes campesinasEn el transcurso de los ltimos 150 aos el ser humano ha fabricado muy diversos compuestos qu-micos con objeto de satisfacer las necesidades crecientes de un supuesto desarrollo. Desde el inicio

    de la revolucin industrial, se estiman en ms de 120.000 las sustancias qumicas de nueva snte-sis y los subproductos derivados de stas producidos por la actividad humana, censo que se incre-menta da a da. Se empiezan a evidenciar las consecuencias de estos compuestos qumicos en lasalud de la poblacin en general, en el propio medio ambiente, pero qu ocurre con el campesinadoy poblacin rural ms expuestos a productos utilizados en la agricultura industrial o convencional?

    Consejo de Redaccin

    PLAGASCONTRAQUIEN?

    Se ha manifestado frecuente-

    mente que la mecanizacin y

    el uso de compuestos qumicos

    ha supuesto un beneficio sustancial

    en la produccin agrcola. Se dice que

    gracias al empleo de plaguicidas, her-

    bicidas y fertilizantes, las cosechas se

    han visto incrementadas significativa-

    mente y las prdidas en la produccin

    se han reducido de forma espectacu-

    lar. Pero tambin se ha sealado el

    riesgo potencial para la vida animal

    y humana derivado de la exposicincontinuada a compuestos qumicos

    diseados como para combatir las

    plagas que afectan a los vegetales.

    Riesgo derivado por el empleo de

    carcter farmacolgico de algunos

    principios activos, como por la persis-

    tencia medioambiental de sustancias

    no utilizadas en la actualidad, pero

    empleadas en el pasado.

    La era de los plaguicidas qumicos

    comenz en el siglo pasado cuando

    se desarrollaron los sulfuros y se les

    encontr una aplicacin prctica

    como fungicidas. Posteriormente

    fueron los compuestos arsenicales los

    que se emplearon para el tratamiento

    de las plagas de insectos en la pro-

    duccin agrcola. En ambos casos se

    trataba de sustancias de una elevada

    toxicidad, lo que limit su empleo

    generalizado. Fue en 1940, al calor

    del inicio de la revolucin verde,

    cuando aparecieron en el mercado los

    primeros pesticidas organoclorados

    que tienen su mximo exponente en

    el DDT. Ya que, en principio, estos

    organoclorados presentaban baja

    toxicidad, su uso se vio enormementefavorecido y ocuparon una posicin

    dominante entre los plaguicidas qu-

    micos de nueva sntesis. Con poste-

    rioridad, se pusieron de manifiesto

    los inconvenientes de este compor-

    tamiento ya que la alta lipofilidad

    (afinidad por las grasas) junto con la

    estabilidad qumica resultan en una

    gran persistencia medioambiental y

    en una exacerbacin de los efectos

    biolgicos indeseables.Por importante que sea el uso

    histrico de DDT y su residuo

    medioambiental, lo cierto es que no

    es ms que un ejemplo de una gran

    familia de plaguicidas organoclorados

    que comparten muchas caractersticas

    comunes. La mayora de los pases

    industrializados tiene prohibida, hoy

    da, la utilizacin de muchos de estos

    compuestos, sin embargo, al igual que

    ocurra con DDT, debido a su persis-

    tencia en los medios naturales y su

    lipofilidad, pueden encontrarse an

    en cualquier ser vivo (desde los peces

    hasta las personas) y en cualquier

    parte del planeta, inclusive all donde

    nunca se utiliz.Relegados los organoclorados a un

    segundo lugar, los principales plagui-

    cidas utilizados hoy da en los pases

    industrializados pertenecen al grupo

    de los organofosforados, carbamatos

    y piretroides. Se trata de compuestos

    qumicos con una vida media mucho

    ms corta que los organoclorados,

    de tal manera que son menos persis-

    tentes y no se acumulan en el tejido

    adiposo. Pero, si estos plaguicidas hanpodido ser encontrados en el aire de

    un espacio natural y como contami-

    nantes en los grandes cursos de agua,

    23AMASANDO LA REALIDAD / SABC / MARZO 2011 / NM. 5

  • 8/3/2019 Soberana Alimentaria, n 05, marzo 2011

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    no es de extraar que sean contami-

    nantes habituales en ncleos rurales

    y que haya riesgo de exposicin de la

    poblacin que ah reside y trabaja.

    EJEMPLOSDEINTOXICACINENLAPOBLACINAGRCOLA.La exposicin humana a los pla-

    guicidas persistentes es un hecho bien

    documentado durante los ltimos

    treinta aos, si bien sus consecuen-

    cias empiezan a entreverse ahora,

    cuando ms de una generacin ha

    sido vctima de ese acoso qumico.

    Las consecuencias a largo plazo de la

    exposicin a plaguicidas se manifies-

    tan sobre el desarrollo y la funcionali-dad de diferentes rganos y sistemas;

    y abarca desde alteraciones neuro-

    lgicas, reproductivas, endocrinas e

    inmunolgicas, fracasos funcionales y

    alteraciones del comportamiento, a la

    aparicin de tumores.

    Los riesgos asociados a los pla-

    guicidas dependen de los niveles de

    exposicin por lo que hay que con-

    siderar dos colectivos humanos bien

    definidos. Por una parte, la poblacin

    en general, expuesta a niveles bajos

    como consecuencia de la contamina-

    cin de aire, aguas y alimentos. Por

    otra, los y las trabajadoras de la indus-

    tria qumica que los produce y las y

    los agricultores que los aplican, que

    se encuentran expuestos ocupacional-

    mente a niveles relativamente altos.

    Las intoxicaciones agudas por

    plaguicidas estn bien documenta-das. Por ejemplo, se sabe que slo

    en Almera se dan ms de mil casos

    anuales de envenenamiento, con un

    5% de defunciones.

    Frente a la informacin, relativa-

    mente rica, de los efectos agudos de

    los plaguicidas, llama la atencin la

    parquedad de datos sobre los efec-

    tos profesionales a largo plazo. Lo

    cierto es que los efectos tardos de

    la exposicin a plaguicidas son mssutiles en cuanto a presentacin y,

    por tanto, es ms difcil establecer

    una relacin de causalidad entre un

    nico agente qumico, o una prctica

    agrcola concreta, y la aparicin de

    un efecto nocivo o enfermedad. Los

    efectos combinados de la exposicin

    continuada a diversos compuestos

    qumicos, aunque los mismos estnpor debajo de los lmites establecidos

    como seguros, es mucho ms desco-

    nocida y poco estudiada.

    A pesar de las dificultades, son fre-

    cuentes los estudios en los que se ha

    intentado establecer una relacin de

    causalidad entre la exposicin crnica

    a los compuestos qumicos y algunas

    enfermedades particulares. Algunos

    estudios han relacionado:

    perturbacin del sistema

    endocrino atribuido a algunos

    plaguicidas persistentes.

    incremento de la tasa de

    abortos y disminucin de la

    fertilidad asociados a plaguici-

    das persistentes DDT, lindano y

    dieldrn.

    riesgos para la salud infantil

    derivados de la exposicin

    intrauterina y durante los

    primeros meses de la vida,

    fundamentalmente a travs de

    la lactancia, de nios nacidos

    de madres profesionalmente

    expuestas.

    los tumores cerebrales, el

    cncer de estmago, de prstata

    o de testculo, junto con la leu-

    cemia linftica y los linfomas

    noHodgkin asociados con laactividad profesional agrcola.

    La exposicin de la poblacin

    general establecida en reas emi-

    nentemente agrcolas ha sido tam-

    bin documentada. Por ejemplo, en

    la poblacin infantil de Murcia y

    Granada se encontr el residuo de

    endosulfn y algunos metabolitos

    en el 40% y 30% de las muestras de

    grasa analizadas, respectivamente.Y como suele ser lamentablemente

    habitual, no hay datos sobre mortali-

    dad por cncer u otras enfermedades

    Lasconsecuenciasa largo plazo de

    la exposicin aplaguicidas semanifiestan sobreel desarrollo y lafuncionalidad dediferentes rganos

    y sistemas.en mujeres dedicadas a las actividades

    del campo, ya que muchas de ellas

    no estn registradas como trabajado-

    ras agrcolas a pesar de su presencia

    activa en muchas tareas. En muchos

    casos, en su certificado de defuncin

    la profesin que se recoge es la de

    sus labores.

    Ha costado aos de seguimiento

    y esfuerzo de diversos grupos de

    trabajo interesados en el estudio de la

    toxicidad crnica de los plaguicidas

    mostrar la evidencia que liga expo-

    sicin a efecto nocivo para la salud.

    Sin embargo los organismos regula-

    dores del uso de sustancias qumicas,

    encargados de prevenir la exposicin

    inadvertida a tales compuestos, pare-

    cen no haber estado capacitados para

    intervenir preventivamente y soloreaccionan ante la evidencia abso-

    luta en la relacin exposicin/efecto.

    Tal evidencia es difcil de conseguir,

    mxime cuando los ejemplos nos

    advierten del efecto tardo, dilatado

    en el tiempo. En casos como este, ms

    que nunca, el principio de precaucin

    debera ser una premisa de decisin

    en la mente de todas y todos.

    a partir de artculos deNicols Olea y Mariana F. Fernndez

    *

    SABC / MARZO 2011 / NM. 5 / AMASANDO LA REALIDAD24

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    *

    Transgnicos,experimentando con

    nuestra saludLa introduccin de los cultivos y alimentos transgnicos ha aadido nuevos impactos e incertidumbresa los que ya plantea el modelo de agricultura industrial. Adems de agravar sus peores impactos, comoel incremento brutal en el uso de agrotxicos, la modificacin gentica de seres vivos genera una granincertidumbre cientfica y sanitaria. Son ya casi 15 aos de cultivos y alimentos transgnicos a escalaglobal, y la realidad va mucho ms all de los temores iniciales. Las medidas de prevencin de los ries-gos de salud que pudiesen generar los transgnicos se han demostrado inadecuadas e insuficientes.

    ENPIEDEESPIGA

    David Snchez

    LOSALIMENTOSMSSEGUROSDELAHISTORIA?

    La industria suele publicitar a lostransgnicos como los alimentosms estudiados y seguros dela historia, aunque desde antes de

    su puesta en el mercado se aler-

    taba de sus posibles efectos sobre

    la salud humana: nuevas alergias

    alimentarias, la aparicin de toxi-cidad o generacin de resistencia a

    antibiticos. Todava hoy no existen

    estudios sobre los efectos a largo

    plazo en la salud humana de su

    consumo. Lo resuma el Catedrtico

    de Toxicologa de la Facultad de

    Medicina de la Universidad Rovira

    i Virgill en 2007 tras hacer una

    revisin de la literatura cientfica

    sobre salud y transgnicos: Dnde

    estn las evidencias cientficas que

    demuestran que las plantas y alimen-

    tos transgnicos son toxicolgica-

    mente seguros?.

    Hay que recordar que los nicos

    estudios sobre la seguridad de estos

    alimentos que se realizan antes de su

    aprobacin en la Unin Europea son

    realizados por las propias multinacio-

    nales. No hay ningn tipo de inves-

    tigacin independiente, tan solo son

    revisados por la Agencia Europea de

    Seguridad Alimentaria, cuyos miem-

    bros caen en continuos conflictos deintereses, pasando de esta agencia

    a altos cargos de la industria de los

    transgnicos, o compatibilizando su

    labor de supervisin con pertenencia

    a agencias de lobby.

    Y sin embargo las pocas perso-

    nas cientfi