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SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE ESPERA SANITARIAS. (*) Febrero 2009 Equipo investigador Fernando Ignacio Sánchez Martínez José María Abellán Perpiñán Jorge Eduardo Martínez Pérez Ildefonso Méndez Martínez Grupo de Trabajo en Economía de la Salud (*) Informe correspondiente al proyecto Diseño, estimación y pilotaje de un sistema de puntos para la gestión de listas de espera, cuya primera fase se ha desarrollado en el marco del Convenio de Colaboración suscrito con fecha 27 de noviembre de 2008 entre la C.A.R.M.-Consejería de Sanidad y la Universidad de Murcia, en materia de Economía de la Salud, - BORM Nº 3003, 29/12/2008.

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Page 1: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE

LISTAS DE ESPERA SANITARIAS.(*)

Febrero 2009

Equipo investigador

Fernando Ignacio Sánchez Martínez

José María Abellán Perpiñán

Jorge Eduardo Martínez Pérez

Ildefonso Méndez Martínez

Grupo de Trabajo en Economía de la Salud

(*) Informe correspondiente al proyecto Diseño, estimación y pilotaje de un sistema de puntos para la

gestión de listas de espera, cuya primera fase se ha desarrollado en el marco del Convenio de

Colaboración suscrito con fecha 27 de noviembre de 2008 entre la C.A.R.M.-Consejería de Sanidad y la

Universidad de Murcia, en materia de Economía de la Salud, - BORM Nº 3003, 29/12/2008.

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ÍNDICE

1. Introducción.................................................................................................................. 3 2. Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias: cuestiones generales...... 5

2.1. ¿Es el aumento de recursos la solución? ............................................................... 6 2.1.2. El incremento de los recursos del sistema sanitario público .......................... 6 2.1.2. Reducir tiempos de espera abriendo las puertas al sector privado ................. 9

2.2. Actuaciones sobre el lado de la demanda............................................................ 14 2.3. Fijación de tiempos de espera máximos garantizados......................................... 15 2.4. Sistemas de establecimiento de prioridades entre pacientes ............................... 25

2.4.1. Variables utilizadas como criterios de prioridad .......................................... 26 2.4.2. La valoración de los criterios de prioridad y su combinación...................... 30

3. Los sistemas de puntos. .............................................................................................. 33 3.1. Fundamentos de los sistemas de puntos. ............................................................. 33 3.2. Algunas experiencias internacionales de sistemas de puntos.............................. 34

3.2.1. La asignación de órganos para trasplante en los Estados Unidos................. 34 3.2.2. El proyecto WCWL y otras experiencias en Canadá. .................................. 39 3.2.3. Los sistemas de prioridad por puntos en Nueva Zelanda. ............................ 43 3.2.4. La experiencia de Salisbury en el Reino Unido. .......................................... 50

4. Sistemas lineales de puntos en España. ...................................................................... 53 4.1. Cirugía de cataratas y artroplastia de cadera y rodilla. La experiencia piloto de Cataluña (Espallargues et al., 2003; 2004) ................................................................. 53 4.2. Cirugía de cataratas (Rodríguez-Míguez et al., 2004)......................................... 56 4.3. Cirugía de varices (Rivera et al., 2004 y Bellmunt-Montoya et al., 2008).......... 58

4.3.1. Propuesta de sistema de puntos de Rivera et al. (2004). .............................. 58 4.3.2. Sistema lineal de puntos de Bellmunt-Montoya et al. (2004) ...................... 60

4.4. Prostactectomía en HBP (Abad et al., 2006) ....................................................... 62 4.5. Artroplastia de cadera y rodilla (Rodríguez et al., 2007) .................................... 64 4.6. Cirugía electiva en general (San Miguel et al., 2008) ......................................... 67

5. Análisis de la situación actual de las listas de espera en la Región de Murcia y en el Sistema Nacional de Salud. ............................................................................................ 73

5.1. La percepción de los usuarios del sistema de salud............................................. 73 5.2. La situación actual de las listas de espera en Murcia y en España. ..................... 74

5.2.1. Fuentes de información e indicadores. ......................................................... 74 5.2.2. Listas de espera por especialidades. Junio de 2008...................................... 76 5.2.3. Listas de espera por procesos. Junio 2008.................................................... 77 5.2.4. Evolución reciente de las listas de espera en la Región de Murcia. 2007-2008. ....................................................................................................................... 78

5. Conclusiones............................................................................................................... 87 Referencias ..................................................................................................................... 89

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Introducción

1. Introducción

El problema de las listas de espera y las demoras en la recepción de tratamiento médico

es común a la totalidad de sistemas sanitarios públicos, en particular en aquellos

organizados según el modelo de Servicio Nacional de Salud. En las décadas finales del

siglo XX, en casi todos los sistemas sanitarios surgió una manifiesta disparidad entre la

oferta y la demanda de asistencia sanitaria, en general, y hospitalaria, en particular, con

el resultado de crecientes listas de espera que suponen un grave problema social que

como tal se percibe.

La demora en ser atendido por el sistema sanitario continúa siendo una de las

principales quejas de los usuarios de los servicios de salud públicos. Los ciudadanos no

sólo están preocupados por la cuestión de las listas de espera, sino que se interesan cada

vez más por conocer lo que las autoridades sanitarias hacen para tratar de mejorar las

cosas, como ponen de manifiesto los últimos datos del Barómetro Sanitario.

En un sistema sanitario que funcione bien, la demanda y la oferta de asistencia están

equilibradas. Esto no siempre es fácil de lograr, pues ni la oferta ni la demanda se

pueden tomar como un dato fijo. La demanda depende de la situación general de salud

de la población, y de las tendencias demográficas, sociales y económicas. La oferta (la

capacidad), depende de los recursos financieros existentes, la disponibilidad de personal

y la organización eficiente del sistema de salud.

Ajustar la oferta a la demanda significa que los recursos deben ser asignados sobre la

base de expectativas reales que tengan en cuenta los cambios que cabe esperar en la

demanda de asistencia. Si la oferta es inferior a la demanda, surgen las listas de espera.

Pero que existan listas de espera no tiene por qué ser necesariamente un problema. Para

que un sistema funcione eficientemente, es preciso un cierto “stock” de pacientes. Este

tipo de stock es útil y necesario para planificar los diagnósticos y los tratamientos. Las

listas de espera son sólo un problema, en realidad, cuando van más allá de los límites de

lo considerado aceptable, bien sea desde un punto de vista médico o desde un punto de

vista social (Ministerie van Volksgezondheid, Welzijn en Sport, 2001).

Si estar en una lista de espera larga no necesariamente es un problema, estar en una lista

durante un largo tiempo sí lo es. El tiempo, no el tamaño de la lista, es el indicador

clave. Sin embargo, las listas de espera hacen algo más que servir a una función

burocrática. Para determinadas patologías, es ciertamente mejor una espera corta,

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Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

mientras que para otras un pequeño malestar asociado al problema médico más un

período de reflexión no son una mala combinación. El acceso inmediato impide la

posibilidad de una segunda opinión o de una decisión adecuadamente reflexionada

(Lewis et al. 2000).

La cuestión que surge es ¿por qué hemos de preocuparnos por cómo se organizan y

gestionan las listas de espera? La principal razón es la justicia o la equidad, para

garantizar que es atendido antes quien más lo merece. Sin embargo, hablar de equidad a

la hora de identificar quién debe ser tratado primero, no supone dejar de lado aspectos

como la eficacia del tratamiento, el beneficio esperado del mismo o su coste-

efectividad.

En las páginas que siguen, tras una introducción general a las estrategias de gestión de

las listas de espera, se abordan los sistemas de puntos como una herramienta para

incorporar consideraciones de equidad y eficiencia a la ordenación de las listas y se

presentan las principales experiencias internacionales en este ámbito.1 A continuación

se describen con detalle las propuestas metodológicas para el diseño de sistemas de

puntos elaboradas en España hasta la fecha que, en su inmensa mayoría, aún no han sido

llevadas a la práctica. La sección cuarta del informe se destina a analizar la situación

actual de las listas de espera en el sistema murciano de salud y su comparación con lo

observado para el conjunto de España. Cierra el documento un apartado de

conclusiones, al que siguen las referencias bibliográficas consultadas.

1 Las secciones 2 y 3 se han basado en una búsqueda sistemática en las bases de datos EconLit, MEDLINE, e ISI web of knowledge, y en las revistas nacionales e internacionales de economía de la salud y gestión sanitaria indexadas en alguno de los catálogos de referencia, además de en los buscadores www.google.com y scholar.google.es. El período de búsqueda abarcó los trabajos publicados desde el año 2000 hasta el presente.

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Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

2. Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias:

cuestiones generales.

Las diferentes medidas de abordaje de las listas de espera que se han desarrollado en los

países europeos pueden agruparse en tres tipos de estrategias (Espallargues et al., 2000):

a) Reducción del tamaño de las listas (por la vía del aumento de la oferta y/o de la

moderación de la demanda).

b) Reducción de los tiempos de espera (mediante la expansión de la oferta, cambios

en la práctica clínica, mejoras organizativas y fijación de tiempos de garantía).

c) Racionalización de las listas de espera (a través de la mejora de los sistemas de

información y la introducción de sistemas explícitos de priorización).

Una clasificación de las estrategias de actuación ante las listas de espera sanitarias,

ligeramente distinta a la anterior es la que proponen Rodríquez et al. (2007), quienes

definen dos grandes grupos de intervenciones, las dirigidas a reducir directa o

indirectamente el tamaño de la lista y/o los tiempos de espera, y las orientadas a mejorar

el output sanitario:

1. Estrategias dirigidas a reducir el tamaño y/o el tiempo de espera:

o Mediante el incremento de la oferta (aumentos del presupuestos y

mejoras en la gestión)

o Mediante la disminución de la demanda (cambios en las indicaciones

médicas, incentivos al aseguramiento privado)

2. Estrategias orientadas a mejorar el output (tiempos de garantía, coordinación de

listas, sistemas de priorización).

La opinión más extendida es que las dos causas más comunes de los tiempos de espera

excesivos y el consiguiente alargamiento de las listas de son la insuficiencia de recursos

y la mala gestión de los existentes (Sampietro-Colom et al., 2004). En consecuencia, las

soluciones más frecuentemente sugeridas centran su atención en el lado de la oferta y,

en particular, en la necesidad de incrementar la financiación (la financiación global o la

específicamente orientada a solucionar “estrangulamientos” concretos, como puede ser

la ausencia de quirófanos). El incremento de los recursos asignados a la asistencia

sanitaria se preconiza, a su vez, en una de las dos formas siguientes: aumentar las

dotaciones presupuestarias del sector sanitario público o abrir el sistema a la

participación del sector privado (conciertos).

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Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

También se sitúan en el lado de la oferta las estrategias que se centran en la mejora en la

gestión de los recursos disponibles, lo que puede conseguirse con avances en la

coordinación entre niveles asistenciales o con cambios en los sistemas de retribución de

los proveedores, entre otras medidas.

Las propuestas de actuación por el lado de la demanda pasan, en primer lugar, por

modificar las indicaciones médicas y, adicionalmente, por incentivar la compra de

seguros privados. Las iniciativas consistentes en depurar las listas y reevaluar

sistemáticamente a los pacientes en espera podrían considerarse tanto una actuación

sobre la demanda (reducción de demandas registradas que se consideran innecesarias o

incluso ficticias), como una iniciativa sobre el lado de la oferta (mejora en la gestión de

las propias listas).

Un tercer grupo de estrategias, siguiendo a Espallargues et al. (2000), está formado por

aquellas que se dirigen, no a la reducción del tamaño de las listas y/o de los tiempos de

espera, sino a su gestión eficaz, eficiente y equitativa. Estas estrategias se engloban en

lo que al comienzo se llamó racionalización de las listas de espera o, en los términos

utilizados por Rodríguez et al. (2007), estrategias para mejorar el output. En este grupo

cabría incluir los sistemas de establecimiento de prioridades, destinados a ordenar a los

pacientes en las listas atendiendo a criterios de urgencia médica y otros (tiempo de

espera, factores sociales, etc.), así como las técnicas de gestión basadas en modelos de

programación matemática y otras herramientas de similar naturaleza. A continuación

revisamos algunas de estas estrategias, señalando sus pros y contras y dando cuenta del

resultado de algunas experiencias en el ámbito nacional e internacional.

2.1. ¿Es el aumento de recursos la solución?

2.1.2. El incremento de los recursos del sistema sanitario público

Tal vez porque se considera obvia, la relación entre los tiempos de espera y los cambios

en los recursos disponibles ha sido objeto de escasa atención en investigación empírica.

Existe evidencia de que, en algunos casos, los recursos adicionales han reducido los

tiempos de espera (al menos temporalmente). En Canadá, el programa de choque de

Ontario sobre listas de espera para bypass coronario, iniciado en 1989, combinaba

cambios organizativos con un aumento en los recursos. Pero en este caso, como en

otros, las reducciones en los tiempos de espera resultaron ser transitorias en ausencia de

una inyección de recursos adicionales regular y periódica.

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Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

En general, esta estrategia no parece tener éxito a largo plazo y puede, incluso, tener

consecuencias adversas. Por ejemplo, medidas de choque dirigidas a atender a los

pacientes que han soportado esperas especialmente prolongadas reducen las largas

esperas pero incrementan los tiempos de espera de los pacientes de alta prioridad que

han permanecido en las listas menos tiempo del fijado como umbral.

La aportación de recursos adicionales en ocasiones incluso ha incrementado el tamaño

de las listas o los tiempos de espera. Existe evidencia en países como Canadá o Reino

Unido de que, simultáneamente al aumento del volumen de intervenciones o del número

de ingresos hospitalarios, tiene lugar un incremento en el tiempo de espera y/o en la

longitud de las listas (Appleby, 1993). Este fenómeno de “retroalimentación” refleja la

tendencia de los médicos generales a aumentar el número de pacientes que remiten a

servicios que parecen haber reducido sus listas de espera, anulando así cualquier

disminución inicial del tamaño de éstas.

Los médicos de hospital no tienen incentivos reales a reducir las listas; añadir recursos

sin examinar de manera explícita el umbral previo que determinaba si la intervención se

consideraba o no apropiada simplemente provoca la reevaluación por parte de los

médicos acerca de lo que “necesita” ser tratado, alargando en consecuencia las listas. Se

ha señalado que los gestores de hospital que reciben recursos extra para abordar las

largas listas de espera tienen pocos incentivos para reducirlas, en la medida en que la

perspectiva de seguir recibiendo recursos adicionales para este fin se mantenga. En

resumen, es más que probable que añadir recursos en ausencia de otras iniciativas no

tenga ningún efecto positivo sobre los tiempos de espera en el largo plazo (Sanmartin et

al., 2000).

El Plan de los Países Bajos

En 1997, siguiendo una iniciativa del Parlamento, los proveedores de asistencia sanitaria

y las organizaciones de trabajadores y empresarios lanzaron un plan para tratar los

tiempos de espera en los Países Bajos. La NVZ (Asociación Holandesa de Hospitales) y

la Sociedad (Sociedad de Médicos Especialistas) estaban fuertemente implicados en él. El

plan incluía todo tipo de iniciativas en relación con la transparencia y la estandarización,

mejor integración de la medicina laboral en la general, mejora de los procesos logísticos,

etc. (Ministerie van Volksgezondheid, Welzijn en Sport, 2001) El gobierno aceptó el Plan

General y aprobó 130 millones de florines (286,4 millones €) anualmente para hacer

posible su funcionamiento. De esta cifra, 100 millones (220,4 millones €) se destinaron al

sector hospitalario y 30 millones (66 millones €) al sector de salud mental. Además, se

destinó una partida extra de 50 millones de florines (110,2 millones €) en otoño de 1999

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Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

al sector hospitalario. En la medida en que se proceda al despliegue de recursos

adicionales, es evidente que se conseguirá una actividad significativamente mayor. Sin

embargo, el efecto sobre las listas de espera y los tiempos de espera resultó ser menor del

esperado. En el mejor de los casos, puede considerarse que ambos se estabilizaron, con

diferencias entre varias especialidades.

Esto pareció ser consecuencia de un fuerte aumento en la demanda y de los cambios en

los criterios de indicación. Para comprender mejor lo que hay detrás de las listas de

espera, se impulsó un estudio sobre las implicaciones cuantitativas y cualitativas de la

nueva política sobre listas de espera y tiempos de espera. Una vez más, se hizo hincapié

en la importancia de las estimaciones realistas, el uso de estas estimaciones para asignar

recursos de manera sistemática y la necesidad de un conocimiento profundo de todo el

proceso de producción. En cualquier caso, la inyección de fondos públicos para equilibrar

la oferta y la demanda de asistencia sanitaria ha de ser constante y seguir criterios de

presupuestación basados en estimaciones realistas.

En primer lugar, estas estimaciones deberían basarse en tendencias demográficas y

epidemiológicas. En segundo lugar, las estimaciones para la industria hospitalaria

deberían también recurrir a percepciones o intuiciones acerca de los desarrollos médicos

y tecnológicos esperados. Por ejemplo, una vez que se dispuso de buenas prótesis de

cadera, el número de intervenciones de cadera se duplicó en los Países Bajos en pocos

años, con el aumento derivado en el número de pacientes que solicitaban sustituir sus

prótesis. El tercer factor que se ha de tener en cuenta es el continuo desarrollo en los

estándares asociados a los conceptos de calidad asistencial y calidad de vida deseadas.

Esto podría incluir cuestiones como el número de veces a la semana que los pacientes de

riñón deberían recibir diálisis, o la modificación o supresión de restricciones en función

de la edad para el tratamiento. En cuarto lugar, los estándares asociados con los tiempos

máximos de espera aceptables (incluyendo la reducción anticipada de estos tiempos de

espera) también deben formar parte de estas estimaciones realistas. La dinámica del

sector sanitario siempre conducirá a altibajos en el ajuste entre oferta y demanda; no todo

puede ser previsto o anticipado. Sin embargo, las diferentes fuentes de información deben

orientarse hacia un método más compatible y comprehensivo de generar estimaciones. La

cuestión crucial es si los modelos que se están usando son capaces de retratar

adecuadamente la interacción de los cambios que tienen lugar en la demanda de

asistencia. Sin una asignación de recursos que esté basada en estimaciones fiables, las

soluciones propuestas para el problema de las listas de espera no podrán tener un efecto

estructural y de largo plazo.

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Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

Conviene no olvidar, finalmente, que uno de los principales criterios que han de guiar

los programas y estrategias de tratamiento de las listas de espera es la búsqueda de la

equidad en la provisión de servicios, y que la justicia y la disponibilidad de recursos son

conceptos diferentes. Un sistema con escasa financiación puede ser justo si no

discrimina, y un sistema con recursos de sobra puede ser extremadamente injusto.

Parafraseando a los miembros del Comité del programa canadiense sobre listas de

espera, “añadir fondos sin antes garantizar la justicia y la transparencia acabará

siendo … añadir fondos (y, en consecuencia, incrementar los costes del sistema)”

(Lewis et al., 2000).

2.1.2. Reducir tiempos de espera abriendo las puertas al sector privado

El argumento de que los tiempos de espera para los servicios con cobertura pública

pueden reducirse introduciendo o aumentando el acceso a la asistencia privada para

aquellos que deseen pagar es un razonamiento sencillo e intuitivo, lo que le otorga

apoyo entre la población. Se supone que la capacidad adicional del sector privado

reduciría la presión sobre el sistema público, dando lugar a una situación en la que no

existen perdedores: quienes desean y pueden pagar reciben la asistencia antes, mientras

que el resto se beneficia de estos abandonos de la “cola”, que reducen los tiempos

medios de espera para las intervenciones.

No obstante, cabe poner dos pegas a este razonamiento. En primer lugar, en sistemas en

los que los recursos humanos son fijos en el corto plazo –de hecho, se suele insistir en

que la dotación de recursos clave como médicos y enfermeras es ya, de por sí,

insuficiente– es difícil de entender cómo canalizando parte de esta capacidad humana

hacia la actividad privada se podrían reducir las esperas en el sector público. Se podría

argumentar que las listas de espera constituyen una poderosa razón para incrementar la

formación de profesionales sanitarios, pero no está claro que la sociedad esté dispuesta a

afrontar la formación de personal adicional, en gran medida a costa de los presupuestos

públicos, para que pueda florecer un sector privado paralelo.

En segundo lugar, no existe evidencia que apoye la argumentación anterior. El

surgimiento de una opción privada en el Reino Unido no pareció aliviar las listas de

espera públicas, pese al hecho de que aproximadamente un 13% de la población

ejerciese dicha opción privada. El hecho de que las áreas con listas de espera más largas

presenten también las tasas de cirugía privadas más altas incita a sospechar que los

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Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

cirujanos puedan estar manteniendo largas listas de espera para forzar a los “mejores”

pacientes a salir de la cola y pagar por intervenciones privadas de cirugía electiva.

Una evidencia similar se encuentra en algunas provincias de Canadá. En Manitoba y

Alberta, los oftalmólogos que realizaban cirugía de cataratas tanto en clínicas públicas

como en clínicas privadas tenían tiempos de espera en el sector público

considerablemente más prolongados que sus colegas que sólo operaban dentro del

sistema público (DeCoster, et al., 1999).

Por otra parte, está la cuestión de la equidad en términos de igualdad de acceso. En los

Países Bajos, por ejemplo, un número creciente de ciudadanos y empresas con los

recursos necesarios y la disposición a pagar suficiente como para recibir asistencia

prioritaria lo están haciendo en un intento de eludir las listas de espera. Los años

recientes han sido testigos de la aparición de clínicas privadas, clínicas de empresa y

clínicas extranjeras, lo que ha llevado a un intenso debate político sobre la igualdad de

acceso a la sanidad, entendida en los siguientes términos: “las iniciativas que dan como

resultado una prioridad basada en cualquier cosa que no sea la necesidad médica son

inaceptables” (Ministerie van Volksgezondheid, Welzijn en Sport, 2001).

En Italia, la Comisión creada para analizar el problema de los tiempos de espera

(Ministero della Sanita, 2001), afirmaba que el libre ejercicio profesional (privado) debe

ser gestionado siguiendo la reglamentación establecida y respetando las intenciones

expresadas por el legislador, con el fin de garantizar también un correcto equilibrio

entre la espera para la actividad institucional y para la actividad privada. Entre las

acciones recomendadas al respecto, se señala la oportunidad de instituir, teniendo en

cuenta el volumen de actividad desarrollada, sistemas diferenciados de cita respecto de

las dos modalidades de asignación. De este modo, sería posible eliminar interferencias

inapropiadas en la espera y reducir la posibilidad de que el paciente sea “orientado”

hacia la actividad privada en el caso en que la institucional (pública) prevea tiempos

demasiado largos para acceder a la prestación requerida.

Otra estrategia que se ha sugerido es la de que el sistema público subvencione a los

pacientes que acuden al sector privado en cuantía equivalente al coste que el tratamiento

supone para la asistencia pública. En algunos países como Canadá, sin embargo, este

tipo de opciones no parece gozar de apoyo popular (Sanmartin et al., 2000).

En el caso de Italia, el recurso a prestadores privados de servicios sanitarios se restringe

a situaciones “caracterizadas de especial urgencia”, ante las que las regiones y las

provincias autónomas, pueden regular (Ministero della Sanita, 2001):

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Page 13: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

a) La eventual realización de prestaciones con carácter privado en concurrencia con las

públicas por parte del propio personal sanitario dependiente (médicos, enfermeros,

matronas y técnicos radiólogos), orientada al cumplimiento de las listas de espera.

Debiendo ser desarrolladas estas prestaciones privadas fuera del horario de servicio y

en medida adicional no superior a la prestada en el régimen institucional.

b) La eventual firma de contratos a término con profesionales privados en posesión de

los requisitos profesionales previstos en la normativa vigente, o bien el recurso a

contratos de “servicios” con clínicas o consultas profesionales asociadas siempre y

cuando estén acreditadas, aunque con carácter provisional.

El sistema de “subastas” de listas de espera de Portugal

Un ejemplo claro de la estrategia que pasa por involucrar al sector privado en la

reducción de las listas y tiempos de espera es el Programa Especial de Combate de las

Listas de Espera Quirúrgicas de Portugal.2

El Programa Especial se aprobó en 2002, previo reconocimiento de que el problema de

las listas de espera en los hospitales del Servicio Nacional de Salud (SNS) era uno de los

más relevantes en el país y estaba causado por una dificultad de acceso a los servicios

públicos que penalizaba fuertemente a los grupos sociales más desfavorecidos económica

y geográficamente. Al constante incremento del tamaño de las listas se unía la existencia

de diferencias no justificables en la ejecución del Programa para la Promoción del Acceso

y en la evolución de los costes de financiación de las intervenciones realizadas, con

discrepancias reveladoras de una ausencia de rigor en la información que comprometían

el crédito de las instituciones públicas y del propio SNS portugués.

El reconocimiento de la manifiesta insuficiencia de la respuesta del SNS, en perjuicio de

la salud de los ciudadanos en lista de espera, condujo al compromiso de invertir todos los

esfuerzos para resolver la situación, incluyendo el recurso a medios externos a fin de que

los pacientes puedan ser mejor atendidos en tiempo útil, de forma eficaz y humanizada.

En consecuencia, se asume la necesidad urgente de eliminar, en el plazo máximo de dos

años, las listas de espera para la realización de intervenciones quirúrgicas a través del

recurso a entidades públicas, privadas o sociales prestadoras de asistencia sanitaria, en el

respeto al derecho de elección del paciente, debiendo mejorarse la eficiencia de los

recursos del propio SNS.

2 Resoluçao do Conselho de Ministros nª 100/2002, de 25 de Maio, que aprova o Programa Especial de Combate às Listas de Espera Cirúrgicas. Diário da República–I Serie B, nº 121 (25/05/2002), p. 4718-19.

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Page 14: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

El Programa incluye entre sus objetivos el de “desarrollar una concurrencia leal entre los

sectores público, social y privado de proveedores de asistencia sanitaria y un

perfeccionamiento de su cooperación en red”.

En esta línea, si bien se afirma que el Programa se ejecutará prioritariamente en centros

sanitarios públicos, se abre la puerta a la participación de centros privados o del sector

social –instituciones de beneficencia, otras instituciones particulares de solidaridad social

y entidades de naturaleza mutualista–, mediante protocolos y contratos que se celebrarán

en el área de cada administración regional de salud (ARS).

El Programa se articula mediante un esquema de “subasta”, en virtud del cual las

intervenciones orientadas a la reducción de las listas se adjudican a cada centro sanitario

público o privado, siendo necesario para ello discriminar planes de acción concretos y

programados en el tiempo. Esta adjudicación se realiza:

a) En los centros sanitarios públicos, mediante protocolo a celebrar con la respectiva

ARS, que partirán de la aprobación, por proyecto, de regímenes propios de prestación

laboral y de remuneración en los términos que consten en la tabla que aprobará el

Ministerio de Sanidad, oídos el Colegio de Médicos, los representantes del sector

social y la Federación Nacional de Prestadores de Asistencia Sanitaria.

b) En las entidades privadas y del sector social, prestadoras de cuidados para la salud,

mediante contrato a celebrar con la ARS respectiva.

El procedimiento previsto es como sigue: en un plazo máximo de 60 días, cada ARS

procederá a elaborar la relación, por docente y patología, de todas las situaciones que se

encuentren en lista de espera en los hospitales públicos de su respectiva zona de

intervención. En los30 días siguientes, cada ARS:

a) Promoverá la candidatura de los hospitales públicos de su zona.

b) Abrirá uno o más concursos para la acreditación previa –en este caso, definiendo

subgrupos de pacientes, agrupados según criterios médicos adecuados– a los que

podrán concurrir los establecimientos privados o de instituciones sociales.

Es condición necesaria para la selección de los hospitales públicos, así como de los

establecimientos privados o de naturaleza social que tengan régimen de convenio en vigor

con el SNS para este tipo de actos médicos, la demostración previa de que su adhesión al

Programa no perjudica la realización plena de su actividad programada, de acuerdo con

los recursos existentes y con patrones de productividad razonables.

Los pliegos de condiciones, cuya elaboración compete a las ARS, deben prever criterios

de selección que determinen una ponderación de la relación precio/calidad. Las ofertas

deben incluir las consultas pre-operatorias y las de seguimiento y serán adjudicadas por

las ARS en los 30 días siguientes a su presentación.

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Page 15: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

La adjudicación de las ofertas debe garantizar que las entidades escogidas respetan todos

los criterios médicos deontológicos exigibles, aceptarán el envío de los pacientes a sus

servicios, asumiendo la integridad del tratamiento en lo que respecta a la patología en

cuestión, y cumplirán, en los plazos indicados en su oferta, las intervenciones a las que

hubieran concurrido. Así mismo, se crea una comisión de acompañamiento del Programa

en cada ARS, presidida por el presidente de la ARS y compuesta por un representante de

cada uno de los siguientes colectivos: el Colegio de Médicos, el sector social, la

Federación Nacional de Prestadores de Asistencia Sanitaria y la asociación de derechos

de los pacientes, caso de que exista. Durante la ejecución del Programa, las comisiones

funcionarán también como instancia de reclamación o de recurso.

El programa, en lo que respecta a las situaciones en lista de espera identificadas en el

momento de su puesta en marcha, se ejecutará en el plazo de dos años. A los pacientes les

notificará por carta el SNS el establecimiento hospitalario adjudicatario, indicándose su

fecha de operación y la de inicio de las pruebas necesarias a tal efecto. En el plazo de

ocho días, el paciente puede comunicar a la ARS que prefiere mantenerse en lista de

espera en el centro sanitario público.

Los pacientes en lista de espera en el momento de la elaboración de la relación inicial que

no reciban en el plazo de 120 días –a contar desde la fecha de adjudicación del primer

concurso realizado por la ARS a la que estén adscritos– la notificación anterior, tienen

derecho a realizar, en cualquiera de los establecimientos sanitarios acreditados según el

proceso antes descrito, la intervención quirúrgica para la que están registrados. La ARS

de la zona sufragará los costes de la intervención quirúrgica y de los actos médicos

subsiguientes, por el valor que se haya sido adjudicado en los concursos ya realizados en

el ámbito del Programa en la respectiva área de salud.

A estos efectos, las ARS deben publicitar del modo más adecuado la lista de entidades

prestadoras de servicios admitidas a la acreditación previa y la fecha de las

adjudicaciones de los primeros concursos realizados en cada ARS. La modificación de las

listas de espera sólo tendrá lugar después de que el establecimiento adjudicatario

comunique el inicio del tratamiento.

13

Page 16: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

2.2. Actuaciones sobre el lado de la demanda No son despreciables los efectos que sobre el tamaño de las listas puede tener una

auditoría independiente de las mismas. Incluso la auto-revisión sistemática puede

reducir el número de pacientes en lista. Así mismo, la reevaluación periódica de los

pacientes puede reducir las cancelaciones de última hora y recortar las listas eliminando

a los pacientes que evolucionan favorablemente.

Algunos estudios han probado que la ausencia de auditorías y actualizaciones de las

listas puede conducir a una inflación significativa en las mismas, que llegan a cifrar

entre el 30% y el 70%. En España, el INSALUD redujo por este procedimiento en 1997

la extensión de las listas en un 22% (Negro et al., 2002).

Por otra parte, antes de la programación quirúrgica definitiva, también es conveniente

auditar las listas de espera largas, pues en largos períodos de espera hasta un 20-30% de

los pacientes en lista no se opera –no quieren o no pueden– por diversas razones (Martí,

2000).

Un experimento sobre una lista de espera para servicios de ortopedia en Cardiff, Gales,

(Elwyn et al., 1996) llega a la conclusión de que la revisión sistemática de los pacientes

en lista de espera, aunque consuma tiempo, conduce a identificar imprecisiones en la

lista y orientar cambios en la gestión (basados en la prioridad). En concreto, un 28% de

los 116 pacientes en espera que integraban la lista original fueron eliminados de la lista

por diversas razones, entre las que estaban el haber cambiado de médico o de hospital,

el haber sido ya atendidos o la existencia de registros duplicados.

Es preciso, no obstante, advertir de que las depuraciones administrativas de las listas

dan lugar a reducciones en el tamaño de las listas de espera que no se deben a mejoras

de la productividad o de la gestión, especialmente cuando se realizan sin garantizar

adecuadamente que los pacientes excluidos ya no necesitan o desean la intervención.

En esta misma línea de reducir la demanda, es decir, de intervenir sobre la puerta de

entrada a las listas, se insertan las estrategias de mejora de las indicaciones médicas.

Teniendo en cuenta que las listas de espera de especialidades –quirúrgicas o no– están

mediatizadas por la decisión de un médico, la “calidad” de esta decisión constituye un

factor crucial en el tamaño y composición de las listas (Bernal, 2002).

Ocurre que la decisión de derivar un paciente a la consulta del especialista, o la decisión

de poner al paciente en lista de espera para intervención quirúrgica, se adopta en

condiciones de incertidumbre con respecto al diagnóstico y pronóstico del paciente. La

14

Page 17: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

lista de espera, en parte, se genera como consecuencia de esta incertidumbre, que se

pone de manifiesto en la variabilidad existente en las tasas de intervención de diferentes

especialidades en distintas áreas u hospitales.

Un ejemplo de esto lo encontramos en un estudio prospectivo realizado en hospitales de

Cataluña sobre la intervención de prótesis total de cadera (Martí-Valls et al., 2000). Para

valorar la calidad de vida de los pacientes antes y después de la intervención se utilizó

un instrumento de medida específico, la EVEC (Escala de Valoración Específica de la

Cadera), que asigna entre 0 (peor estado) y 85 puntos (mejor estado) atendiendo a los

niveles de dolor, función y movilidad. Los pacientes considerados en el estudio, un total

de 350, tenían puntuaciones según el EVEC en el momento de llegar a la intervención

que se repartían a lo largo de todo el rango de variación del instrumento específico. Es

decir, la misma indicación médica –artroplastia de cadera– se había prescrito a pacientes

que estaban muy mal, regular y bien; incluso un 4,3% de los pacientes que habían sido

intervenidos recibían una valoración de 65 puntos antes de la operación, un nivel que en

pacientes ya operados se consideraba indicativo de un buen resultado de la intervención.

La evidencia parece sugerir que la fracción atribuible a la incertidumbre es relevante,

por lo que es de prever que el efecto “pensarse dos veces” la indicación médica se

traduzca en una reducción de las listas de espera. En este sentido, se propone la

incorporación a la gestión de las listas de espera de programas de segunda opinión, el

uso de estrategias educativas que reduzcan la variabilidad y la incorporación de las

mejores evidencias en la definición de las indicaciones médicas (Bernal, 2002).

2.3. Fijación de tiempos de espera máximos garantizados Las garantías de tiempos de espera enfocan la gestión de la lista de espera desde el

aseguramiento (Bernal, 2002): el paciente que ingresa en una lista adquiere el derecho a

recibir la asistencia en un tiempo legalmente establecido o, dicho de otro modo, cuando

un paciente supera el tiempo de espera considerado aceptable gana el derecho a ser

atendido con carácter prioritario.3 En el ámbito de la Unión Europea, son varios los

países que han introducido tiempos de garantía que, en unos casos se limitan a

procedimientos de cirugía electiva y en otros alcanzan las consultas externas de

3 Una actuación en cierto modo relacionada con el establecimiento de garantías de tiempos de espera es la de la “limpieza de listas”, dirigida a pacientes que han estado esperando durante períodos de tiempo enormemente largos. Este tipo de iniciativas supone el uso de pocos recursos extra y, aunque reduce el número de pacientes que esperan más del tiempo especificado, tiene una eficacia a largo plazo limitada (Sanmartin et al., 2000).

15

Page 18: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

especialistas o, incluso, el acceso a la atención primaria, siendo igualmente dispares los

horizontes de tiempos máximos fijados.

En relación con esta práctica se ha de ser consciente de que las listas y tiempos de

espera son parte del sistema sanitario y que el abordaje de las listas de espera de manera

aislada puede conducir a la demanda de unos recursos –p. ej. quirófanos– que saldrán de

otra parte del sistema. En una situación de suma cero, el daño causado por la

“reasignación desde” puede superar al beneficio resultante de una “reasignación hacia”.

Ejemplo de esto parece ser la aplicación de la garantía de tiempos máximos de espera en

el Reino Unido como resultado de la aprobación de la Patients’ Charter: la evidencia

sugiere que los pacientes con necesidades más urgentes, pero con tiempos de espera más

cortos que los máximos establecidos, resultaron perjudicados y terminaron esperando

más tiempo (Lewis et al., 2000).

Las políticas de tiempos máximos garantizados han mostrado efectos favorables a corto

y medio plazo, pero al cabo de un tiempo la magnitud de las listas vuelve a crecer

(Espallargues, et al., 2000). Las limitaciones del sistema surgen, en primer lugar, de las

diferentes realidades asistenciales de los centros (p.ej. la decisión de intervenir o no está

en manos del profesional); a lo que se añade el hecho de que los pacientes prefieren

esperar más para ser atendidos en el centro más cercano. Finalmente, y lo que es más

importante, el cumplimiento de tiempos máximos de espera no asegura que la lista se

ordene según criterios de necesidad, eficiencia y equidad.

Pese a los problemas anteriores, que han llevado a países como Suecia a dudar de su

utilidad, los tiempos máximos de espera se han ido progresivamente extendiendo a la

práctica totalidad del sistema sanitario español. La Ley de Cohesión4 formuló como un

derecho del ciudadano el de recibir asistencia en su comunidad de residencia “en un

tiempo máximo”, anunciando la aprobación de unos criterios–marco consensuados por

el Consejo Interterritorial. A la espera de estos criterios de aplicación general, la

mayoría de las CC.AA. ha aprobado disposiciones que regulan los tiempos máximos de

espera para cirugía, consultas y procedimientos diagnósticos (ver Tabla 1). Aunque

estas medidas aún no han sido evaluadas, sus efectos a corto plazo, como sugería la

experiencia internacional, parecen ser positivos (Peñalver, 2005), si bien queda por ver

si dicho impacto será duradero o irá diluyéndose paulatinamente como en otros países.

4 Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. L. Nº 16/2003 (28 de mayo).

16

Page 19: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

Tabla 1. Comparativa de tiempos máximos de respuesta (en días) para la atención sanitaria programada y no urgente (Enero 2007).

CCAA Quirúrgica Consultas Procedimientos Diagnósticos

Andalucía 180 60 30

Aragón Garantiza determinados procedimientos

con tiempos máximos entre 30 y 180 días según prioridad

Canarias Garantiza determinados procedimientos con un máximo de 150 días

Cantabria 180 60 30 Castilla La

Mancha 90 15 7

Castilla León 130 (objetivo <100 días para 2007) 35 22

Cataluña Garantiza determinados procedimientos con un máximo de 180 días

Comunidad Valenciana 60

Extremadura 180 60 (preferentes 15 días) 30

Galicia 180 (140 objetivo gestión) 45 (objetivo de gestión) 45 (objetivo de gestión)

Islas Baleares 180 (excluido vasectomía, interv.

obesidad morbida, ligadura trompas y cirugía estética)

60 30 (15 días para

mamografías c/sospecha malignidad)

Comunidad de Madrid 30 días (objetivo institucional) 40 (objetivo

institucional) 40 (objetivo institucional)

Navarra 180

País Vasco Cirugía Oncológica 30; Cirugía Cardiaca 90; Otros procedimientos: 180

Principado de Asturias

Región de Murcia 150 50 30

La Rioja Fuente: Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (http://sescam.jccm.es/web1/home.do?main=/ciudadanos/listasEspera/Comparativa.html).

La Patients’ Charter del Reino Unido

La Carta de Derechos del Paciente o Estatuto del Paciente (Patients’ Charter)5 se elaboró

e introdujo por vez primera en 1991, con el gobierno conservador y fue objeto de revisión

en 1995. En lo que respecta a las listas de espera, lo más significativo fue la inclusión de

una serie de garantías de tiempos máximos de espera, entre los que cabe citar los

siguientes:

o Para las intervenciones de prótesis de cadera o rodilla y de cataratas, se fijó un tiempo

de espera máximo de 18 meses. En abril de 1995, esta garantía se amplió a todos los

ingresos hospitalarios.

5 The Patients’ Charter and you: A Charter for England. Department of Health. U.K. 1991 (rev. 1995).

17

Page 20: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

o Para las intervenciones de bypass coronario y otras relacionadas con éstas se fija un

tiempo de espera máximo de 1 año.

o No se suspenderá, salvo causa de fuerza mayor, un ingreso programado. Caso de que

ocurra, la nueva fecha de ingreso no se demorará más de un mes.

o Cuando un paciente sea ingresado a través de los servicios de urgencia le será asignada

una cama en el plazo máximo de 2 horas.

o Las consultas externas hospitalarias se atenderán en el plazo máximo de 26 semanas

desde la remisión por parte del médico general o dentista.

o Los pacientes serán citados a consulta externa a una hora concreta y no esperarán más

de 30 minutos a ser atendidos.

En 1997, tras la constitución del gobierno laborista, se promovió una revisión que dio

lugar un año más tarde a los informes del King’s Fund (1998) y de G. Dyke (1998) El

informe Dyke llamaba la atención sobre le hecho de que estos “derechos” contenidos en

forma de garantías no eran propiamente derechos, sino más bien objetivos o estándares a

los que aspira el sistema. En consecuencia, si no se cumplen, el paciente no tiene otra vía

de restitución que el sistema de reclamaciones del NHS. Un paciente que, por ejemplo, no

recibe tratamiento en el plazo previsto de 18 meses tiene derecho a quejarse y nada más.

Esta confusión entre derechos legales y aspiraciones del servicio llamadas derechos se

percibía como un problema tanto por parte de los pacientes como por los profesionales

sanitarios. El informe sostenía que era necesario fijar en una lista cerrada e inequívoca los

“cuasi-derechos” contemplados en la Carta del Paciente que se consideraban derechos

legalmente exigibles.

La propuesta del informe era la elaboración de una nueva “carta de derechos”, la NHS

Charter, que sustituyese a la original, así como la publicación de cartas de derechos a

escala local. El informe Dyke consideraba que determinados estándares habían de ser

definidos y fijados a escala nacional, mientras que otros debían ser definidos a escala

nacional y precisados a escala local y, finalmente, algunos otros habían de ser definidos y

fijados en el ámbito local. En particular, el informe se refería a la dificultad que para

ciertos hospitales en determinadas zonas conllevaba el cumplimiento de algunas de las

“garantías” de tiempos máximos de espera que pudieran incorporarse como estándares

mínimos en una carta nacional de derechos del paciente (se cita como ejemplo el plazo

máximo de dos horas para asignar una cama en caso de ingreso urgente).

En contra de las recomendaciones del Informe Dyke, la Patients’ Charter no fue

sustituida por una nueva “carta de derechos” reforzada, sino por la “Guía del NHS”,6 que

insiste en el compromiso de reducir los tiempos de espera como uno de sus objetivos,

6 Your Guide to the NHS. Department of Health. London, UK. (http://www.nhs.uk/nhsguide).

18

Page 21: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

pero no otorga a los pacientes instrumentos jurídicos para hacer valer sus derechos en

caso de incumplimiento. La guía recoge las “garantías” que en materia de tiempos

máximos de espera fijaba la Carta del Paciente, modificando algunas y añadiendo otras,

como:

o Plazo máximo de 28 días (antes 1 mes) para un segundo ingreso en caso de

cancelación de la inervención a última hora por causa de fuerza mayor.

o Máximo de 4 horas para atender los ingresos en los servicios de accidentes y urgencias

(antes 2 horas).

o No más de 2 semanas de espera para la consulta con el especialista en caso de remisión

urgente por sospecha de cáncer.

o No más de 2 semanas de espera para ser visto por especialistas en caso de dolor de

pecho que el médico general estime como probable síntoma de angina.

La nueva Guía no ha satisfecho a las organizaciones de pacientes. Una de estas

organizaciones, la Patient Concern ha manifestado: “Estábamos esperando una Carta del

Paciente mejor, con más derechos, pero en lugar de ello las 12 primeras páginas son un

discurso patrocinado sobre el consumo responsable de bebidas alcohólicas y la donación

de sangre” (Richmond, 2002).

Otro problema que se plantea con los tiempos máximos es que pueden resultar

inconsistentes con las preferencias de los pacientes, pues han sido fijados sin evaluar

apropiadamente dichas preferencias. Así, Moayyedi et al. (2002) llevan a cabo un

estudio de elicitación de las preferencias de los pacientes utilizando el análisis conjunto

de elección discreta. Las medidas de resultado elegidas son la importancia relativa del

tiempo pasado en lista de espera, el que se pasa esperando en la clínica, el que dura la

consulta con el especialista y el que tardan las pruebas de investigación diagnósticas.

Los resultados indican que los pacientes asignan un valor similar al tiempo que se ha de

esperar para las investigaciones y al tiempo que se pasa en lista de espera. Una clínica

con una lista de espera de 2 meses pero que ofrece pruebas inmediatas gozaría de las

preferencias de los pacientes en mayor medida que una clínica con una lista de espera

de 2 semanas pero cuyas investigaciones se demorasen 3 meses. Los pacientes estarían

dispuestos a pasar 30 minutos más en la sala de espera si la espera en lista se redujese 1

mes. El tiempo que dura la visita del especialista también es valorado por los pacientes,

de modo que éstos estarían dispuestos a pasar 3 minutos más esperando en la clínica por

cada minuto extra que les dedicase el médico. La conclusión que se obtiene es que las

19

Page 22: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

recomendaciones actuales del Departamento de Salud y de la Guía del NHS son

demasiado simples y no tienen en cuenta las preferencias de los pacientes.

La definición de tiempos máximos de espera en Italia

En Italia la fijación de tiempos máximos de espera para prestaciones seleccionadas en

relación con patologías concretas fue el primer compromiso del acuerdo entre el Estado y

las Regiones sobre modalidad de acceso a las prestaciones y su aplicación a las listas de

espera.7 En otro punto de este acuerdo se liga el cumplimiento de estos tiempos máximos

con la retribución de los gestores sanitarios, al establecer que “el incumplimiento de los

tiempos máximos de espera constituirá un elemento negativo en la valoración a los

efectos de la atribución de la cuota variable de la retribución del director general ligada

a los resultados de la gestión obtenidos y a los objetivos de salud conseguidos. El

director general evaluará la responsabilidad del incumplimiento de los tiempos de

espera y de los criterios de indicación y urgencia en el seno de la administración

sanitaria también a los efectos de la atribución de la retribución ligada a resultados del

director sanitario y de los dirigentes de la estructura compleja o simple implicados.”

El acuerdo de Julio de 20028 aborda la identificación de tiempos de espera máximos con

validez en el territorio nacional. En primer lugar, enumera los criterios principales para la

identificación de las áreas o de las prestaciones específicas sobre las que se ha de trabajar

a nivel regional y nacional, concretándolos en todas las prestaciones o ámbitos

relacionados con patologías concretas:

o en los que los registros ponen de manifiesto tiempos de espera superiores a un valor

límite fijado por la Región o considerado adecuado a nivel nacional;

o que a nivel regional/nacional se consideran de elevada complejidad diagnóstico-

terapéutica o de elevado valor socio-sanitario;

o en los que a nivel regional/nacional se ha decidido concentrar una atención particular

en lo que se refiere a los plazos de realización.

Los ámbitos y prestaciones de interés nacional para los que se definen tiempos de espera

máximos son los siguientes:

1. Patología oncológica.- Se considera este ámbito muy sensible a nivel nacional,

representando un problema significativo para muchas realidades regionales. La prontitud

7 Accordo tra il Governo, le Regioni e le Province autonome di Trento e Bolzano del 14 febbraio 2002 sulle modalità di accesso alle prestazioni diagnostiche e terapeutiche e indirizzi applicativiti sulle liste di attesa., Conferenza Permanente per i rapporti tra lo stato, le regioni e le province autonome di Trento e di Bolzano. Repertorio Atti n. 1386. 8 Accordo tra il Governo, le Regioni e le Province autonome di Trento e Bolzano del 11 luglio 2002 sul documento di indicazioni per l’attuazione del punto a) dell’accordo Stato-Regioni del 14 febbraio 2002 (repertorio atti n.1386), sulle modalità di accesso alle prestazioni diagnostiche e terapeutiche e indirizzi applicativi sulle liste di attesa.

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Page 23: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

en el diagnóstico y la terapia oncológica, en términos de capacidad de reducción de los

tiempos de acceso al diagnóstico definitivo y a la consiguiente terapia, se estiman un

objetivo imprescindible del sistema sanitario nacional, con el fin de mejorar, a largo

plazo, la supervivencia y la calidad de vida de los sujetos. En particular se trata de

identificar los objetivos, definidos temporalmente, que aseguran al paciente oncológico o

con sospecha de tumor un itinerario diagnóstico-terapéutico definido y garantizado. Las

prestaciones en las que esta área debe identificar objetivos comunes son las siguientes:

o Realización de la primera visita al especialista por sospecha de tumor en el plazo de 2

semanas desde la solicitud de cita;

o Realización de la intervención quirúrgica de extirpación de tumor maligno, en el plazo

de 30 días desde el momento en que consta la indicación de intervenir del especialista;

o Inicio del tratamiento con quimioterapia o radioterapia por tumor y, en todo caso, de

acuerdo con las indicaciones previstas en cada caso concreto, en el plazo de 30 días

desde el momento indicado por el especialista.

Además, las Regiones habrán de promover la adopción de protocolos diagnóstico-

terapéuticos para concluir el itinerario diagnóstico de los pacientes con sospecha de tumor

e iniciar el tratamiento, por regla general, en el plazo de 4 semanas desde el primer

contacto con el sistema en busca de un diagnóstico definitivo. Los tiempos arriba

indicados son máximos a garantizar en todo el territorio nacional. Teniendo en cuenta la

complejidad del tema se considera oportuno identificar algunos ámbitos específicos sobre

los que centrar, en primera instancia, la atención, como los cánceres de pulmón, mama y

aparato digestivo.

2. Prestaciones ambulatorias.- El objetivo es identificar algunas prestaciones, muy

frecuentes y demandadas por los usuarios, con el fin de implicar a las Regiones en la

promoción de iniciativas de mejora de los tiempos de espera. Las prestaciones

seleccionadas son (entre paréntesis el tiempo máximo de espera en días): RNM de la

columna (60), TAC cerebral (60), Ecodoppler de arterias supra-aórticas y vasos

periféricos (60), visita al cardiólogo (30), visita al oculista (30), endoscopia

esofagogastroduodenal (60) y ecografía abdominal (60).

A estas prestaciones podrán, con el tiempo, añadirse otras, con el fin de cubrir otras áreas

diagnósticas. El tiempo máximo definido debe ser obtenido con independencia de las

indicaciones a nivel regional sobre prioridad de acceso de estas prestaciones, que en todo

caso se orientarán a garantizar tipos con un intervalo temporal menor que el de los

observados. Se acuerda que el 1 de enero de 2003 ese tiempo deba garantizarse al 50% de

los ciudadanos que reciben las prestaciones y al 80% el 1 de julio de 2003, previa

comprobación realizada en base a la monitorización prevista.

21

Page 24: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

3. Prestaciones hospitalarias.- También en este caso se trata de definir unas pocas

prestaciones de las más importantes sobre las que las Regiones incidan promoviendo

iniciativas de mejora de los tiempos de espera. Teniendo en cuenta la necesidad de que

las Regiones se pongan en marcha para aplicar los tipos de prioridad de modo extendido

sobre el territorio, para todas las prestaciones de cirugía electiva, se acuerda que el tiempo

de espera máximo nacional se circunscriba a unas pocas prestaciones hospitalarias que,

por su relevancia clínica e social sean en particular garantizadas (hecha la salvedad

específica de los casos con caracteres de emergencia/urgencia clínica o con criterios de

prioridad alta para los que se prevén esperas inferiores). Las prestaciones elegidas fueron

la intervención de cataratas, la de prótesis de cadera y la coronarografía, garantizándose

tiempos de espera inferiores a 90 días (60 en el último caso citado) para el 50% de los

pacientes en lista y de 180 días (120 para la coronarografía) para el 90% de los pacientes.

También en Suecia, se han aplicado desde hace tiempo programas de tiempos máximos

garantizados para determinadas intervenciones, tales como el bypass coronario y la

cirugía de cataratas. Con el fin de reducir las listas de espera, el Gobierno sueco y la

Federación de Consejos Regionales, acordaron una iniciativa para ofrecer una garantía

de tiempos máximos de espera para 12 procedimientos a lo largo de 1992. Los pacientes

en espera tenían la garantía de no esperar más de 3 meses desde la decisión del médico

de tratar/intervenir. El acuerdo inicial estuvo en vigor un año, asignándose a tal fin una

subvención de 500 millones de coronas suecas (70 millones €). El acuerdo se prorrogó

año a año y la garantía estuvo en vigor hasta 1996, sin que, por el contrario, se

asignasen recursos extra durante estos años.

En términos generales, las listas de espera disminuyeron sustancialmente durante 1991

y 1992. A finales de 1992 sólo unos pocos departamentos se mostraban incapaces de

atender a los pacientes en el plazo de 3 meses. Durante 1993 la reducción en las listas de

espera cesó, y las listas para determinados procedimientos mostraron una tendencia a

aumentar a finales de año. El resultado globalmente exitoso, en términos de listas y

tiempos de espera, parece haberse alcanzado principalmente mediante un aumento en la

producción, una mejor administración de las listas y un cambio de actitud hacia éstas.

La expectativa de que la garantía conduciría a un uso de recursos más equilibrado a lo

largo del país no se ha visto cumplida pues parece que los departamentos hospitalarios

prefieren ampliar su actividad en lugar de utilizar la oportunidad que ofrece el programa

de enviar pacientes a otros hospitales (Hanning, 1996).

22

Page 25: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

Una evaluación más reciente (Hanning y Lundström, 2007) juzga negativamente la

supresión de la garantía de tiempos máximos a partir de 1997. Este estudio sugiere que

la garantía fue un instrumento efectivo para reducir los tiempos de espera y mejorar el

acceso de los pacientes con una necesidad mayor. Según este estudio, es improbable que

la medida ocasionara algún tipo de “efecto expulsión” sobre otros pacientes. De hecho,

cuando la garantía dejó de estar en vigor, se ampliaron las indicaciones para cirugía, lo

que se tradujo en tiempos de espera más largos para todos los grupos de pacientes.

En Portugal, el Programa Especial9 encomienda al Ministro de Salud, entre otras tareas,

la tipificación de los tiempos de espera máximos clínicamente aceptables por patologías,

escuchado el Colegio de Médicos. Por otra parte, los pacientes en lista de espera en el

momento de iniciarse la ejecución del Programa que no reciban en el plazo de 120 días

–a contar desde la fecha de adjudicación del primer concurso realizado por la ARS a la

que estén adscritos–, la notificación del hospital y fecha en los que serán atendidos,

tienen derecho a realizar, en cualquiera de los establecimientos sanitarios acreditados, la

intervención quirúrgica para la que están registrados. La ARS de la zona sufragará los

costes de la intervención quirúrgica y de los actos médicos subsiguientes, por el valor

que se haya sido adjudicado en los concursos ya realizados en el ámbito del Programa

en la respectiva área de salud.

En la Tabla 2 se reproduce el esquema que propone Sanmartin (2001) para clasificar los

diferentes métodos que pueden seguirse a la hora de fijar tiempos de espera aceptables

para los servicios médicos. Como puede verse en la tabla, el enfoque que se adopte

determinará la metodología que habrá de seguirse para la definición de los tiempos de

garantía que, a su vez, condicionará el tipo de información y/o de evidencia empírica

sobre el que se basarán las recomendaciones. Así, mientras que los enfoques “político”

“clínico” se apoyan en estándares de tiempos de espera previamente establecidos, el

segundo de estos enfoques complementa dicha información con la evidencia empírica

disponible y la experiencia clínica acumulada. Por su parte, el método retrospectivo

descansa en información registral y estadística, siendo el enfoque que adopta la

perspectiva de la población o del paciente el que muestra una menor fundamentación en

términos de evidencia.

Es interesante constatar cómo todos los enfoques presentan ventajas e inconvenientes,

estos últimos derivados del carácter parcial inherente a cada una de las perspectivas que

9 Resoluçao do Conselho de Ministros nª 100/2002 … (op.cit.).

23

Page 26: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

se asumen. Así, por ejemplo, la omisión de la evidencia clínica lastra los enfoques

basados en el compromiso político y en la perspectiva de la población. Por el contrario,

la principal virtud de este último enfoque, esto es, la incorporación de las opiniones y

preferencias de los pacientes y la población general están ausentes en el resto de

enfoques.

Tabla 2. Métodos para el establecimiento de tiempos de espera aceptables (TEA) para los servicios médicos.

Tipo de enfoque Método Datos/evidencia Ventajas Inconvenientes “Compromiso político”

Iniciativa política para establecer TEA para todos los servicios médicos o grupos de procedimientos

Enfoque consensuado que implica a varios grupos de interés

Estándares de TEA establecidos

Estándares de TEA internacionales

Rápido Coste-efectivo Enfoque multi-grupos

No está basado en la evidencia

No es específico por procedimientos

Expertos clínicos Desarrollo de estándares para TEA basados en la experiencia de paneles clínicos

Evidencia empírica disponible

Experiencia clínica Estándares de TEA establecidos

Rápido y coste-efectivo

Basado en la evidencia clínica disponible

Incorpora las opiniones de expertos

Basado en evidencia clínica limitada

Variabilidad de la toma de decisiones clínica

Perspectiva del público/paciente

Obtención de información sobre las preferencias de la población y los pacientes respecto de los factores que deberían considerarse en el desarrollo de los TEA

Evidencia disponible limitada

Rápido y coste-efectivo (dependiendo del tipo específico de método)

Oportunidad para la participación de la población y los pacientes

Oportunidad para compartir información con la población

No está basado en la evidencia

Exige un equilibrio entre la comprehensividad y la especificidad de los procedimientos / especialidades consideradas

Retrospectivo Análisis de los efectos de la espera sobre el estado del paciente y el resultado del tratamiento de manera retrospectiva, utilizando datos de salud disponibles

Historias clínicas Registros hospitalarios

Datos de médicos Datos de asistencia ambulatoria

Datos de mortalidad

Rápido Coste-efectivo No hay coste de seguimiento

Utiliza técnicas de vinculación de datos para proporcionar información comprensiva del paciente

Sesgo de selección Estudio de los efectos limitado a la disponibilidad de datos

Ajuste de errores limitado a la información disponible

No proporciona información directa sobre TEA

Prospectivo Análisis de los efectos de la espera sobre el estado del paciente y el resultado del tratamiento de manera prospectiva

Historias clínicas Encuestas / evaluaciones de los pacientes

Datos enormemente válidos y completos

Incluye a todos los pacientes que esperan tratamiento

Considera una amplia gama de efectos

Intensivo en tiempo y recursos

Sesgo potencial debido a costes de seguimiento

No proporciona información directa sobre TEA

Fuente: Sanmartin (2001).

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Page 27: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

2.4. Sistemas de establecimiento de prioridades entre pacientes Los enfoques basados en tiempos máximos de espera garantizados se dirigen a pacientes

que han esperado (o es probable que esperen) más tiempo del que se ha fijado como

aceptable por los responsables de la gestión de las listas (presumiblemente orientados

por consideraciones clínicas). Los sistemas de establecimiento de prioridades van más

allá, afectando a todos los pacientes en lista. En virtud de la aplicación de estos

sistemas, el lugar que el paciente ocupa en la cola se vincula con la “urgencia” clínica,

la necesidad u otras variables, entre las que puede incluirse el tiempo de espera,

asegurando a los pacientes que recibirán el servicio siguiendo un orden basado en estos

criterios considerados relevantes.

El desarrollo de sistemas de priorización de pacientes no tiene, pues, como resultado

una reducción de los tiempos de espera ni una disminución del tamaño de las listas,

pues no es ese su objetivo. La finalidad de los sistemas de establecimiento de

prioridades es mejorar los resultados finales de los servicios o departamentos sanitarios

en los que se aplica, por la vía de garantizar que el orden en el que los pacientes son

tratados es aquel que consigue maximizar el output sanitario, entendido, no

exclusivamente en términos de resultado clínico, sino como nivel de satisfacción o

bienestar generado por la asistencia sanitaria.

Aunque existen algunos sistemas “integrados” que establecen prioridades entre

pacientes de diferentes procesos (ver más adelante, en la sección 3.2.3, el caso de los

sistemas integrados de ortopedia y otorrinolaringología en Nueva Zelanda), lo más

frecuente es que los sistemas de priorización de pacientes se diseñen para un proceso o

intervención específicos (artroplastia de cadera, prostactectomía, trasplante renal,

cirugía de cataratas, etc.)10, principalmente por la dificultad de diseñar un único

algoritmo que resulte de aplicación extensiva:

“Priorizar a los pacientes que esperan un tratamiento concreto será, casi con

toda certeza, la tarea más fácil. Priorizar a los pacientes que están esperando

diferentes intervenciones pero que compiten por el mismo “tipo” de recursos (por

ejemplo, tiempo de quirófano) es bastante más complicado. Y priorizar entre

10 Aunque la mayoría de los sistemas de establecimiento de prioridades, en general, y de sistemas de puntos, en particular, se han desarrollado en el ámbito de la cirugía (concretamente, de la cirugía electiva), existen así mismo propuestas de priorización para procesos no quirúrgicos, como la radioterapia (Martin et al., 2004), intervenciones en otorrinolaringología (Prasad et al.), fecundación in vitro (Lindström y Waldau, 2008) o asistencia residencial para enfermos mentales (Kommer, 2002).

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Page 28: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

intervenciones y tratamientos diferentes, en última instancia financiados a partir

de una misma fuente de recursos hace que las dos tareas anteriores parezcan un

juego de niños.” (Lewis et al., 2000).

2.4.1. Variables utilizadas como criterios de prioridad

Por lo que respecta a los criterios que se tienen en cuenta a la hora de establecer el orden

de prioridad, es posible distinguir tres variables o grupos de éstas:

1. Variables clínicas: gravedad y/o urgencia.

2. Tiempo de espera.

3. Otras variables (variables sociales): edad del paciente, limitaciones en el trabajo

o en el funcionamiento social, etc.

Los sistemas de priorización recurren en grado diverso a estas variables, de modo que

podemos encontrar sistemas en los que el único factor de prioridad es el tiempo de

espera (es el caso de la mayoría de los procesos de cirugía electiva en el sistema

nacional de salud en España), mientras que otros utilizan exclusivamente la gravedad o

la urgencia clínica a la hora de ordenar la cola. La inclusión de otras variables, como la

edad, el grado de discapacidad o las limitaciones funcionales es común a buena parte de

las estrategias de priorización de las que se da cuenta en la sección siguiente. Estas

variables se unen a los criterios médicos, o a éstos y al tiempo de espera para lograr un

sistema de establecimiento de prioridades más “justo”, en el sentido de contribuir no

sólo a un óptimo resultado clínico, sino también a un mayor bienestar de los pacientes

en un sentido amplio.

Algunos conceptos clave en el establecimiento de prioridades, según el programa

canadiense de gestión de listas de espera.

A la hora de desarrollar medidas para valorar la prioridad relativa de los pacientes en lista

de espera es, en primer lugar, ciertamente importante que los conceptos clave se usen de

un modo estandarizado. El programa WCWL de Canadá11, uno de los intentos recientes

de incorporar sistemas de priorización a la gestión de las listas de espera, comenzó

justamente por la definición de estos conceptos clave en los siguientes términos (Hadorn

et al., 2000):

11 Western Canada Waiting List Project (http://www.wcwl.org).

26

Page 29: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

o Gravedad = Grado o intensidad de sufrimiento (dolor, ansiedad, ..), limitación de la

actividad normal (trabajo, cuidado personal) o riesgo de muerte prematura. La

gravedad refleja, pues, la medida en que la situación aleja al paciente de un normal

funcionamiento, sea desde una perspectiva fisiológica o psicológica. El principal

problema consiste en evaluar y comparar la gravedad de las situaciones de los pacientes

en ausencia de medidas estandarizadas del dolor, la discapacidad y el riesgo de muerte.

Mayores problemas plantea la tarea de comparar grados de sufrimiento con niveles de

discapacidad o de riesgo de muerte.

o Urgencia = Gravedad + Consideración del beneficio esperado y de la evolución

natural de la situación del paciente. La urgencia se refiere al grado en que se necesita

una intervención inmediata. Esta relación entre la urgencia y una intervención en

particular es lo que diferencia este concepto del de gravedad: un paciente puede estar en

condiciones de extrema gravedad y no requerir una intervención urgente (pacientes

terminales, por ejemplo). No obstante, en el ámbito de la cirugía electiva, la gravedad y

la urgencia son conceptos en gran medida coincidentes. Esta coincidencia será mayor

cuanto mayor sea el beneficio esperado del tratamiento (grado en que los resultados

deseables puede que excedan de los resultados indeseables). Esto es, si el tratamiento

no aporta resultados significativos (cirugía de cataratas a un paciente que, además, sufre

una lesión en la retina), gravedad y urgencia de nuevo divergen. Por otra parte, la

historia natural de la dolencia puede convertir situaciones de cierta gravedad en no

urgentes (porque sean, por ejemplo, transitorias) y situaciones de menor gravedad en

urgentes (porque la ausencia de intervención derivará en un agravamiento de la

condición médica).

o Necesidad = Urgencia. El término necesidad se equipara en ocasiones al de

gravedad, ignorando así la consideración del concepto de beneficio esperado. Sin

embargo, la literatura filosófica se muestra mayoritariamente de acuerdo en que la

necesidad implica urgencia: que el deseo de una persona por algo constituya una

necesidad depende del grado de urgencia objetiva inherente a su situación. Necesidad y

deseo son términos diferentes, pues sólo puede existir necesidad si lo que se desea

puede tener objetivamente un efecto significativo sobre el bienestar del sujeto (un

paciente no puede necesitar un tratamiento si es inefectivo). Parece, por tanto, que la

posibilidad de obtener un beneficio es un componente de las necesidades sanitarias, por

lo que se puede establecer la equivalencia entre necesidad y urgencia.

o Prioridad = Urgencia ¿+ consideración de factores no clínicos? Aunque prioridad y

urgencia se utilicen comúnmente como sinónimos, se puede establecer una distinción

entre ambos sobre la base de factores no clínicos, como la edad, las características

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Page 30: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

sociales, los hábitos de vida o las responsabilidades personales y familiares del

paciente. La relevancia de estos factores no clínicos en el establecimiento de la

prioridad en el acceso es un asunto tan importante como controvertido, aunque tanto el

programa de Nueva Zelanda como el canadiense han incorporado en mayor o menor

medida estos factores a sus sistemas de priorización. Por consiguiente, el WCWL

establece como presupuesto de partida que la prioridad debe asignarse sobre la base de

la urgencia médica, complementada con factores no clínicos como el hecho de que se

vea comprometida la capacidad del paciente para trabajar, cuidar de sus familiares o

vivir con independencia. En cualquier caso, la incorporación o no de estos factores no

médicos en los criterios de priorización dependerá del entorno socio-sanitario en el que

se desarrollen los criterios.

En relación con la distinción entre gravedad y urgencia, y la identificación de la

prioridad con el segundo concepto y no con el primero, no está de más advertir de que la

consideración del criterio de gravedad como única guía para la ordenación de pacientes

en lista puede ser, en ocasiones, problemática en la medida en que puede afectar

negativamente a los resultados globales obtenidos por el servicio o departamento

sanitario. Esto es particularmente relevante en el caso, por ejemplo, de los transplantes,

donde una lista de espera muy larga unida a una política de asignación del tipo “el más

grave primero” puede redundar en peores tasas de supervivencia de los pacientes, como

han puesto de manifiesto Briceño et al. (2002). La ordenación basada en la gravedad

beneficia a los pacientes urgentes, no así a los electivos, con lo que la supervivencia en

estos últimos resulta ser peor de lo esperado, teniendo en cuenta su estado clínico. La

conclusión es que el uso del principio de urgencia o de “el más grave primero” en una

unidad de transplantes puede no resultar eficiente ni equitativo.

La definición de los “tipos de prioridad” en Italia

El acuerdo de Julio de 200212 regula la introducción del criterio de prioridad clínica en la

gestión de las listas de espera. Los criterios de prioridad, dice el texto del documento

italiano, han de basarse en primer lugar en las características clínicas del cuadro

patológico presente: etiología, estadio y desarrollo de la patología, con particular atención

a los posibles daños debidos a la demora en el tratamiento, presencia e intensidad de

síntomas y déficit funcionales, casos particulares que requieran ser tratados siguiendo

calendarios prefijados. La forma de identificar los criterios de prioridad depende, además,

12 Accordo tra il Governo, le Regioni e le Province autonome di Trento e Bolzano del 11 luglio 2002 (op. cit.).

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Page 31: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

de los distintos tipos de prestación, ya que en lo que se refiere a la cirugía electiva ya

existe un cuadro bastante definido, mientras que las prestaciones ambulatorias pueden

producirse en situaciones de gran incertidumbre clínica, donde el diagnóstico aún no se

ha formulado. Por tanto, los elementos que se han de tener en cuenta para la

identificación de la prioridad clínica son los siguientes:

1. gravedad del cuadro clínico presente (incluida la sospecha diagnóstica);

2. pronóstico (en términos de supervivencia y de capacidad funcional);

3. tendencia al empeoramiento en breve;

4. presencia de dolores y/o déficit funcionales;

5. implicaciones sobre la calidad de vida;

6. casos particulares que requieren ser tratados en un tiempo prefijado;

7. características especiales del paciente que se puedan catalogar de excepciones,

siempre que sean explicitamente declaradas por el médico que prescribe.

Los pacientes con igual nivel de prioridad deberán ser tratados siguiendo el orden

cronológico de presentación y en caso de suspensión el paciente debe reingresar en la

lista en una posición que tenga en cuenta la posición originaria. Teniendo en cuenta que

el LEA (Nivel Básico de Asistencia) deberá actuar de manera homogénea en todo el

territorio nacional, se considera recomendable definir y compartir un sistema de

clasificación nacional único, que establezca un número de tipos de prioridad y su

significado, de manera separada para los tratamientos hospitalarios y los ambulatorios. A

escala regional deberán establecerse las especificidades clínicas para cada tipo, para las

patologías y prestaciones que la propia Región considere de interés en el ámbito

territorial.

En consecuencia, el acuerdo propone una clasificación nacional de los tipos de prioridad,

para cuya elaboración se recurre a la literatura existente. En lo que se refiere a la

actividad hospitalaria, el documento menciona las experiencias australiana, canadiense e

inglesa, y toma como referencia los trabajos del Advisory Commitee on Elective Surgery

australiano para identificar los tipos de prioridad, por ser, dice, la experiencia

internacional que más se aproxima a las necesidades italianas, además de haber

proporcionado buenos resultados. La tipología, pensada para los ingresos quirúrgicos,

puede no obstante servir de referencia también para los ingresos de tipo médico. Dada la

relativa facilidad de aplicación de las citadas clases se prevé que las Regiones apliquen

tales criterios para todas las hospitalizaciones electivas, quirúrgicas o médicas.

29

Page 32: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

o Tipo de prioridad A: Ingreso en 30 días para los casos clínicos que potencialmente

pueden agravarse rápidamente hasta el punto de derivar en urgentes, o en cualquier

caso ocasionar grave perjuicio a la prognosis.

o Tipo de prioridad B: Ingreso en 60 días para los casos clínicos que presentan dolores

intensos, o graves disfunciones, o incapacidad grave pero que no manifiestan una

tendencia a agravarse rápidamente hasta el punto de derivar en urgentes ni la espera

puede ocasionar grave perjuicio a la prognosis

o Tipo de prioridad C: Ingreso en 180 días para los casos clínicos que presenten

dolores, disfunciones o incapacidad mínimos, y no manifiestan tendencia a agravarse

ni puede la espera ocasionar grave perjuicio a la prognosis.

o Tipo de prioridad D: Ingreso sin espera máxima definida para los casos clínicos que

no causan ningún dolor, disfunción o incapacidad. Estos casos deberán de cualquier

modo ser tratados como máximo en 12 meses.

Para las prestaciones ambulatorias, se toma como punto de partida los resultados de

algunas experiencias italianas y se definen los siguientes tipos de prioridad:

o Tipo de prioridad A: Prestaciones cuya demora condiciona en un intervalo de tiempo

breve la prognosis a corto plazo del paciente o influye decisivamente en los dolores,

las disfunciones o la incapacidad. Deben realizarse antes de 10 días.

o Tipo de prioridad B: Prestaciones cuya demora no influye significativamente en la

prognosis a corto plazo pero su realización es necesaria sobre la base de la presencia

de dolores o disfunciones o incapacidad. Debe realizarse la consulta antes de 30 días

y la prestación instrumental antes de 60 días.

o Tipo de prioridad C: Prestaciones que pueden ser programadas en un intervalo de

tiempo mayor por cuanto no influyen en la prognosis, los dolores, las disfunciones y

la incapacidad. Han de realizarse en un plazo de 180 días.

2.4.2. La valoración de los criterios de prioridad y su combinación

Las estrategias de priorización también difieren en el modo en que se asignan valores a

las diferentes variables y en la manera en la que estos valores se combinan entre sí. En

primer lugar, podemos encontrar sistemas en los que existe una jerarquía entre

variables, de manera que los pacientes se ordenan atendiendo a la variable principal,

sirviendo las demás variables para resolver posibles empates. Lo habitual es que se

30

Page 33: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Estrategias para la gestión de las listas de espera sanitarias

estratifique a los pacientes atendiendo a variables clínicas y, dentro de cada estrato, se

fije el orden en función de otras variables (tiempo de espera, edad, etc.).

Un ejemplo de estos sistemas lexicográficos es el de los trasplantes cardiacos e

intestinales en Estados Unidos. En la asignación de corazones para trasplante, la

urgencia médica y el criterio geográfico son las variables que guían el proceso. El

criterio territorial realiza la primera estratificación, de modo que los órganos se asignan,

en primer lugar, a escala local y después en una secuencia que distingue tres zonas

atendiendo a la proximidad del hospital del receptor respecto del hospital del donante13.

En segundo lugar, los pacientes son clasificados atendiendo a su estado clínico, en tres

niveles de urgencia médica. La consideración conjunta de los criterios de urgencia y

proximidad da lugar a una determinada secuencia para la asignación de corazones;

dentro de cada estrado, los pacientes son, a su vez, ordenados según el tiempo de espera.

La distribución de órganos intestinales para transplante (estómago, intestino delgado y/o

grueso o cualquier parte del tracto gastro-intestinal) se basa en el grado de urgencia

médica y en el criterio de proximidad. Los órganos se asignan en primer lugar a los

candidatos que presentan un tamaño compatible y cuyo grupo sanguíneo es idéntico al

del donante. En segundo lugar, se asigna el órgano a pacientes con grupo sanguíneo

compatible. La asignación se basa en el tiempo de espera de acuerdo con una

determinada secuencia basada en los criterios de proximidad y urgencia.

La alternativa a la estratificación de pacientes son los sistemas de puntos, que consisten

en seleccionar un conjunto de variables, asignarles un valor o puntuación a cada una de

ellas y, finalmente agregar las valoraciones parciales en una única puntuación total.

Estos sistemas se estudian con detalle en la sección siguiente.

Finalmente, cabe la posibilidad de combinar los sistemas de estratificación (o

lexicográficos) con los sistemas de puntos, como ocurre con el procedimiento de

asignación de órganos para trasplante hepático en Estados Unidos, cuyo detalle se

expone en la sección 3.2.1, y en el que la estratificación de los pacientes según urgencia

y proximidad va seguida de la aplicación de un sistema de puntos para la ordenación de

los candidatos dentro de cada estrato.

13 Las zonas quedan definidas por círculos concéntricos con un radio que va aumentando en 500 millas cada vez y cuyo centro se sitúa en el centro hospitalario donde se localiza el órgano.

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Page 34: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE
Page 35: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

3. Los sistemas de puntos.

3.1. Fundamentos de los sistemas de puntos. Los sistemas de puntos se fundamentan en un principio compensatorio (Rodríguez et

al., 2007), esto es, se basan en la premisa de que, existiendo más de una variable

relevante para el establecimiento de prioridades, un paciente peor situado con respecto a

un determinado criterio puede ver compensado este déficit con una mejor posición

respecto de otra u otras variables.

Si exceptuamos las intervenciones urgentes, este principio compensatorio está implícito

en las decisiones clínicas, toda vez que el médico, incluso existiendo un criterio de

prioridad acordado (por ejemplo, el tiempo de espera), considera otras características

del paciente en el momento de establecer el nivel de prioridad. De algún modo, los

sistemas de puntos hacen explícitos y sistemáticos estos juicios, logrando una mayor

transparencia y una menor varianza en la toma de decisiones.

Todos los sistemas de puntos tienen en común el hecho de combinar en un único valor o

puntuación total las valoraciones asignadas a las diversas variables o atributos que se

consideran relevantes para establecer prioridades. Sin embargo, la forma de agregar las

valoraciones de los diferentes criterios de prioridad permite distinguir entre sistemas

lineales y sistemas no lineales. En el primer caso, la puntuación agregada es una

combinación lineal de los valores asignados a cada atributo:

PT = ω1p1 + ω2p2 + … + ωnpn

donde PT indica el valor de la puntuación total, las pi son las puntuaciones de cada uno

de los criterios de prioridad y los ωi representan los pesos respectivos de cada atributo

en la fórmula de priorización. En el segundo caso, la agregación de las valoraciones es

no lineal; por ejemplo, multiplicativa, como es el caso del sistema de puntos para el

tratamiento de infertilidad en Nueva Zelanda (ver sección 3.2.3).

Son muchos los países que han incorporado sistemas de puntos como herramienta para

establecer prioridades entre pacientes en lista de espera. En otros países, como España o

Italia14 el debate está abierto. A continuación exponemos algunas de las principales

experiencias internacionales en el diseño y utilización de sistemas de puntos para, a

continuación, describir las principales propuestas realizadas al respecto en nuestro país.

14 Ver Testi et al. (2008) y Valente et al. (2009).

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Page 36: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

3.2. Algunas experiencias internacionales de sistemas de puntos.

3.2.1. La asignación de órganos para trasplante en los Estados Unidos.

Los sistemas de priorización son práctica habitual en la gestión de las listas de espera

para trasplantes de órganos en Estados Unidos15 desde que, en 1987 comenzara a

utilizarse un sistema de puntos en la asignación de riñones cadavéricos. En la

actualidad, diferentes sistemas se aplican, en la priorización de pacientes en lista de

espera para trasplantes de riñón, hígado y páncreas. Se exponen a continuación los

rasgos más sobresalientes de estos sistemas.

El sistema de puntos para la asignación de riñones cadavéricos no ha variado

esencialmente desde su última modificación en 1995.16 Resumidamente, los criterios

tenidos en cuenta para la atribución de puntos a los pacientes en espera son:

1. Tiempo de espera

o Cada paciente recibe una puntuación entre 0 y 1 atendiendo al lugar que

ocupa en la lista (k) y al número total de pacientes en lista (n), según la

siguiente fórmula:

nkn 1+−

Así el paciente que ocupa el primer lugar de la lista (k = 1) recibirá 1 punto,

con independencia de la extensión de la lista de espera (n). La puntuación del

resto de pacientes sí depende, por el contrario, del número total de pacientes

que integren la lista.17

o Por cada año completo esperando el paciente recibe 1 punto adicional.

2. Calidad del ajuste de antígenos. Se asignan puntos en función del número de

desajustes o discordancias (HLA mismatches) entre los antígenos del paciente y

los del donante, por ser ésta una variable relacionada con la probabilidad de éxito

del transplante. Una discordancia se produce cuando el antígeno del donante es

15 United Network of Organ Sharing (UNOS): www.unos.org. Organ Procurement and Transplantation Network (OPTN): www.optn.org. 16 Un amplio resumen de la génesis y evolución del sistema puede encontrarse en Pinto et al. (2000), págs. 17-37. 17 En una lista de 100 pacientes, el que ocupa el segundo lugar atendiendo al tiempo de espera recibiría una puntuación de 0,99. En una lista de 20 pacientes, el segundo de la lista recibiría 0,95 puntos.

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Page 37: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

reconocido por el receptor como distinto de sus propios antígenos. Así, el paciente

recibe:

o 7 puntos sin no existe ninguna discordancia B ni DR18

o 5 puntos si hay una discordancia B o DR

o 2 puntos si hay un total de 2 discordancias B o DR

3. Estado de presensibilización. Se asignan 4 puntos a los pacientes con un nivel del

80% o superior en el PRA (Panel Reactive Antibody). El PRA proyecta el

porcentaje de seres humanos contra quienes el receptor posee anticuerpos,

estimado mediante la realización de un test.

4. Pacientes pediátricos. A los candidatos a recibir un riñón menores de 18 años, se

les asigna, hasta que cumplan dicha edad:

o 4 puntos adicionales si tienen menos de 11 años

o 3 puntos adicionales si tienen 11 años o más

La prioridad otorgada a los menores se refuerza con el establecimiento de unos

objetivos temporales para la realización del transplante (entre 6 y 18 meses, según

la edad) que, de superarse, conceden al paciente pediátrico prioridad absoluta

sobre el resto de pacientes en espera –excepción hecha de los órganos sujetos a la

cláusula de mandatory share (MS) como consecuencia de la identificación de un

potencial receptor con un ajuste de antígenos óptimo: 0 discordancias HLA–.

El sistema de puntos para la asignación de riñones cadavéricos se aplica con algunas

excepciones, entre las que se encuentra la derivada de la cláusula MS citada, el supuesto

de transplante conjunto de riñón y otro órgano, o los casos en que se genera un

compromiso de “devolución” (pay back) de órganos entre diferentes organizaciones de

transplantes.

Un caso particular en el sistema de puntos recientemente introducido en la política de la

UNOS es el referido a aquellos órganos que, por las características del donante (edad

avanzada, antecedentes de hipertensión, muerte por accidente cardiovascular, niveles

altos de creatinina), presentan un mayor riesgo de que el injerto fracase. En relación con

18 Existe un par de antígenos en cada uno de los tres complejos de histocompatibilidad HLA-A, HLA-B y HLA-DR. En el caso del locus HLA-A no parece existir evidencia de que un mayor ajuste (0 discordancias) proporcione tasas de supervivencia del injerto superiores.

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Page 38: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

estos órganos, los pacientes en espera han de manifestar expresamente su disposición a

ser receptores de los mismos, en cuyo caso pasarán a integrar una segunda lista (sin

abandonar su puesto en la lista “normal”). Los pacientes dispuestos a recibir un órgano

de estas características son priorizados mediante un sistema de puntos basado

exclusivamente en el criterio de tiempo de espera, definido en los mismos términos

expuestos para el caso general.

La política de asignación de hígados de la UNOS combina elementos de un sistema de

puntos con la aplicación de principios lexicográficos. A diferencia del caso de los

transplantes de riñón, en la priorización de pacientes a la espera de un hígado el criterio

fundamental es el de la urgencia médica. Los pacientes son, en primer lugar,

clasificados atendiendo a este criterio del siguiente modo:

1. Status 1. Se consideran pacientes de Status 1:

a) Los adultos (18 años o más) que presentan un fallo hepático fulminante y

tienen una esperanza de vida sin transplante inferior a los 7 días.

b) Los pacientes pediátricos (< 18 años) ingresados en la UCI como

consecuencia de un fallo hepático crónico, con una esperanza de vida

inferior a los 7 días en ausencia de transplante y que cumplen algún criterio

clínico adicional.

2. Puntuación según riesgo de muerte. A todos los pacientes se les asigna un valor de

riesgo de muerte según el Sistema de Puntuación MELD (Model for End-Stage Liver

Disease), si tienen 18 años o más, o según el Sistema de Puntuación PELD

(Pediatric End-Stage Liver Disease), si se trata de pacientes pediátricos19. Un

valor/puntuación más alto indica un peor pronóstico y, por tanto, una mayor

urgencia20.

19 Los sistemas MELD y PELD proporcionan una puntuación (score) asociada al riesgo de muerte para cada paciente que se determina como combinación lineal de los valores clínicos que el paciente presenta en relación con una serie de factores que determinan el pronóstico: niveles de creatinina, de bilirrubina, de albúmina, ... El resultado obtenido de la fórmula se redondea a un decimal y se multiplica por 10 para obtener el valor que sirve para estratificar a los pacientes según su riesgo de muerte. 20 Estudios como el de Edwards y Harper (2001) ratifican la puntuación MELD como un buen indicador de la gravedad de la enfermedad y auguran que su incorporación a la política de UNOS permite que los órganos lleguen a los pacientes con mayor necesidad de ser transplantados. Otros, como Lladó et al. (2002), advierten no obstante de la incapacidad del MELD para reflejar la gravedad real de pacientes con cáncer o trastornos metabólicos. Recientemente, Sharma et al. (2006) concluyen que la reducción de la puntuación por prioridad MELD acometida en 2003 no tuvo ningún impacto negativo en términos de

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Page 39: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

Siendo la urgencia médica el criterio básico para priorizar a los candidatos, el sistema

de asignación de hígados de UNOS incorpora otros dos criterios adicionales: la

similitud del grupo sanguíneo y el tiempo de espera. Ambos criterios sirven para

ordenar a los pacientes que comparten un mismo estado de urgencia médica, es decir,

para priorizar a los pacientes de Status 1 y para ordenar a los pacientes con una misma

puntuación MELD o PELD.

En el caso concreto de los pacientes de prioridad máxima (Status 1), tanto uno como

otro criterio se traducen en puntos. La similitud/compatibilidad de grupo sanguíneo se

puntúa según la tabla siguiente:

Tabla 3. Puntuación asociada a la compatibilidad de grupo sanguíneo en el sistema de asignación de órganos para trasplante hepático en Estados Unidos.

Grado de similitud ABO Puntos Idéntico 10 Compatible pero no idéntico 5 Incompatible 0 Pacientes grupo 0 dispuestos a aceptar un órgano grupo A 5 Fuente: Elaboración propia a partir de http://www.optn.org.

El paciente de Status 1 que lleva más tiempo esperando recibe 10 puntos y el resto en

proporción al lugar (k) que ocupan en la lista según el tiempo de espera (siendo n el

tamaño total de la lista):

nkn 1+−

Para el resto de pacientes que no están clasificados como de Status 1, la

similitud/compatibilidad de grupo sanguíneo y el tiempo de espera sirven para

establecer el orden en que el órgano se ofrece a los distintos candidatos, sin que exista

una traducción a puntos.

Como todas las políticas de asignación de órganos de UNOS, el criterio geográfico está

muy presente, de modo que existe una preferencia determinada por la proximidad

(pertenencia a la misma area geográfica) entre el centro del donante y el del potencial

receptor. Así, el algoritmo para la asignación de hígados de donantes adultos es el

siguiente:

1. Pacientes de Status 1 en el ámbito local, en orden descendente según

puntuación (compatibilidad sanguínea y tiempo de espera)

supervivencia en la lista o de capacidad de los pacientes para acceder a un órgano dentro de un intervalo de tiempo razonable.

37

Page 40: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

2. Pacientes de Status 1 en el ámbito regional, según puntuación.

3. Resto de pacientes en el ámbito local en orden descendente según probabilidad

de muerte pre-transplante (puntuación MELD/PELD; a igualdad de puntuación, se

atiende a los criterios de compatibilidad sanguínea y tiempo de espera).

4. Resto de pacientes en el ámbito regional en orden descendente según

probabilidad de muerte pre-transplante.

5. Pacientes de Status 1 en el ámbito nacional, según puntuación.

6. Resto de pacientes en el ámbito nacional en orden descendente según

probabilidad de muerte pre-transplante.

Para los órganos procedentes de donantes pediátricos (< 18 años), el algoritmo de

asignación es diferente, pues, a igualdad de urgencia médica, se concede preferencia al

paciente pediátrico. En todo caso, se mantiene la prioridad local y regional.

En el caso de los trasplantes pancreáticos, el órgano se asigna preferentemente a

pacientes del área local que esperen un páncreas, un transplante conjunto de riñón y

páncreas o un transplante combinado de órgano e islotes pancreáticos, a menos que

exista un paciente para el que se verifique el supuesto de cero discordancias de

antígenos que obliga a entregar el órgano a este paciente. De no ser utilizado el órgano

de este modo, se procede a su asignación regional o nacional, usando el tiempo de

espera como criterio de ordenación.

El órgano puede ser utilizado para la realización de transplantes de islotes si no ha

podido ser transplantado a ningún paciente según la secuencia antes descrita. Para el

transplante de islotes se utiliza un sistema de puntos en el que se incorporan criterios de

urgencia, ajuste de antígenos y tiempo de espera.

En el caso de los trasplantes de pulmón, hasta 2005 el principal determinante de la

asignación de órganos era el tiempo de espera. El sistema era similar al comentado en

una sección anterior en relación con el trasplante cardiaco, con el añadido de que la

variable urgencia médica no se tenía en cuenta y, en su lugar, se incluía un criterio de

compatibilidad de grupo sanguíneo. El nuevo sistema de asignación de pulmones fija la

prioridad para el trasplante a partir de la urgencia médica y el resultado esperado de la

intervención (además del tiempo de espera). La puntuación se basa en modelos de

supervivencia que estiman la supervivencia en la lista y con posterioridad al injerto, y

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Page 41: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

refleja, además, el beneficio neto del trasplante. Las evaluaciones preliminares indican

que se han reducido los tiempos de espera, ha aumentado el número de trasplantes,

puede que se haya reducido la mortalidad en los pacientes en lista, al tiempo que la

supervivencia post-intervención permanece inalterada (Hachem y Trulock, 2008).

Para el resto de órganos no específicamente contemplados en la regulación de la

UNOS21, existe un sistema de puntos basado en dos criterios:

o Urgencia médica: Entre 4 y 24 puntos según el nivel en que se clasifique al

paciente en función de su gravedad. La gravedad va desde el nivel 1 (en casa,

funcionando normalmente), en cuyo caso el transplante se puede calificar como

un caso de cirugía electiva, hasta el nivel 6 (hospitalizado, necesitado de

equipos mecánicos de asistencia para su superviviencia).

o Proximidad: En función de este criterio, se asignan puntos atendiendo a la

distancia existente entre el centro de transplante y el donante, así como a la

distancia existente entre el centro de transplante y el receptor, según la tabla 4.22

Tabla 4. Puntuación asociada a la proximidad geográfica en la asignación de órganos para trasplante en Estados Unidos que no

disponen de un sistema de priorización específico. Distancia respecto al centro de

transplante (millas) del donante

(puntos) del receptor

(puntos) 0-50 12 6

50-500 10 5 500-1000 8 4

1000-1500 6 3 1500-2000 4 2 2000-2500 2 1

> 2500 0 0 Fuente: Elaboración propia a partir de http://www.optn.org.

3.2.2. El proyecto WCWL y otras experiencias en Canadá.

El proyecto Western Canada Waiting List (WCWL) se gestó a finales de 1998 e inició

sus actividades de modo efectivo a lo largo de 1999, con el objetivo de desarrollar

herramientas válidas, fiables, clínicamente transparentes y útiles para ayudar a la

21 Es decir, distintos de riñón, hígado, páncreas y pulmón, que disponen de su sistema de puntos específico; y distintos de corazón y órganos intestinales, que siguen un sistema lexicográfico resumido en un apartado anterior. 22 La tabla en cuestión es la sugerida por Starzl et al. (1988) para asignar puntos según la proximidad en la priorización de pacientes en espera de un transplante en general y de un transplante de hígado, en particular.

39

Page 42: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

gestión de las listas de espera, en cinco procesos: cirugía de cataratas, servicios de salud

mental infantil, cirugía general, artroplastia de cadera y rodilla e imagen por resonancia

magnética.23

Las herramientas a las que se refería la declaración de objetivos del proyecto se

materializaron en unos protocolos para la asignación de puntos de prioridad que,

posteriormente, se han venido aplicando con carácter experimental para probar su

validez.

Las puntuaciones asignadas a los diferentes factores que integran los criterios de

prioridad respectivos son las que se muestran en la tabla 5 de la página siguiente.24 La

fórmula mediante la que se obtiene la puntuación total de prioridad es la simple suma de

las puntuaciones obtenidas en cada factor. La puntuación máxima resultante de sumar

los puntos por cada factor siempre es igual a 100.

Transcurridos varios años desde su implantación, se puede concluir (Noseworthy et al.,

2003) que el proyecto WCWL, pese a no haber “resuelto” el problema de las listas y

tiempos de espera, ha demostrado la importancia de disponer de herramientas

estandarizadas y fiables en el establecimiento de prioridades en el acceso a los servicios

sanitarios. Existe evidencia de la validez convergente y predictiva del sistema de puntos

en el caso particular de las intervenciones de artroplastia de cadera y rodilla (Conner-

Spady et al., 2004), de cataratas (Conner-Spady et al., 2005) y, algo menos concluyente,

en el caso de la cirugía general (Taylor et al., 2002). Por otra parte, los médicos

consideran que, en general, los sistemas de puntuación son válidos y resultan prácticos,

con algunos matices relativos a ciertos procesos como, por ejemplo, la resonancia

magnética (Hadorn et al., 2002), la opinión pública se muestra favorable a la aplicación

de medidas de prioridad basadas en puntuaciones, y las autoridades sanitarias son

proclives a su extensión.25

23 About WCWL (http://www.wcwl.org/pages/abwcwl.html). 24 WCWL: From Chaos to Order - Making Sense of Waiting Lists in Canada. Final Report of the Western Canada Waiting List Project. May 1, 2001 (Appendix B). 25 Recientemente, a partir del sistema de puntos para la artroplastia de cadera y rodilla se ha propuesto un instrumento de puntuación (De Coster et al., 2007) para se utilizado en la asistencia primaria al adoptar la decisión de referir al especialista a los pacientes susceptibles de ser sometidos a tales intervenciones quirúrgicas en un futuro.

40

Page 43: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

Tabla 5. Puntuaciones del programa canadiense de listas de espera (WCWL). Factor Niveles Rango de

puntuación CIRUGÍA DE CATARATAS Agudeza visual (ojo intervenido) 7 0 – 11 Agudeza visual (ojo no intervenido) 7 0 – 17 Deslumbramiento 3 0 – 18 Co-morbilidad (degeneración macular asociada a la edad) 4 -15 – 0 Co-morbilidad (otras) 4 0 – 2 Grado de deterioro de la función visual 4 0 – 23 Otras discapacidades significativas 3 0 – 10 Capacidad para trabajar, vivir independiente o cuidar de otros 4 0 – 19 CIRUGÍA GENERAL Frecuencia de los episodios de dolor 4 0 – 9 Máxima intensidad del dolor 4 0 – 11 Intensidad de otras formas de sufrimiento 4 0 –12 Grado de deterioro en las actividades usuales 4 0 – 15 Agravamiento reciente o resultados de pruebas significativos Sí/no 0 – 8 Implicaciones del no tratamiento sobre la esperanza de vida 5 0 – 25 Expectativas de mejora en la esperanza de vida con la cirugía 4 0 – 20 PRÓTESIS DE CADERA Y RODILLA Dolor al moverse 3 0 – 13 Dolor en situación de reposo 4 0 – 11 Capacidad para desplazarse sin dolor significativo 4 0 – 7 Otras limitaciones funcionales 4 0 – 19 Hallazgos anormales en la exploración física 3 0 – 10 Potencial de progresión de la enfermedad 4 0 – 20 Amenaza para el rol social y la independencia del paciente 3 0 – 20 IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA Duración, frecuencia o intensidad normal del dolor o molestia 3 0 – 20 Gravedad de la enfermedad o deterioro físico 3 0 – 20 Curso probable del empeoramiento clínico (plazo) 3 0 – 20 Probabilidad de que la RM proporcione información diagnóstica relevante 3 0 – 20 Probabilidad de que de la información se derive un tratamiento exitoso 3 0 – 20 SALUD MENTAL INFANTIL Se puntúan un total de 17 factores: peligro para el niño y para otros, síntomas sicóticos, otras dolencias médicas o psiquiátricas, historial familiar de enfermedad mental, funcionamiento en la escuela y en la sociedad, prognosis en ausencia de intervención, probable beneficio de la misma, etc.

Las puntuaciones máximas van desde 1 punto (uso de sustancias dañinas) hasta 15 puntos (probabilidad muy alta de obtener beneficios con el tratamiento).

Fuente: Elaboración propia a partir de la información del programa (http://www.wcwl.org/tools).

Por otro lado, en la provincia canadiense de Manitoba, se desarrolló a lo largo de la

segunda mitad de los 90, un sistema de puntos para la priorización de pacientes en

espera de una intervención de cataratas (Bellan y Mathen, 2001), como parte esencial

del programa de gestión de las listas de espera en esta especialidad (MCWLP-Manitoba

Cataract Waiting List Program).

41

Page 44: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

A comienzos de 1998 se creó un programa informático para gestionar la lista de espera

de manera centralizada. El programa consta de un componente activo, en el que están

todos los pacientes que han sido registrados para ser intervenidos quirúrgicamente y que

están esperando la intervención y un componente de archivo que contiene los datos de

todos los procedimientos quirúrgicos finalizados y los registros cancelados.

Antes de la introducción del nuevo sistema de gestión de las listas, los oftalmólogos

tenían sus propias listas de espera y, unas 2 semanas antes de la fecha prevista de

intervención, enviaban la solicitud de reserva al hospital especificando el día y hora de

quirófano. Con el nuevo sistema, los especialistas envían la solicitud de reserva al

hospital en el momento en que toman la decisión de realizar la intervención al paciente.

El hospital contacta telefónicamente con cada paciente para pasarle el cuestionario,

cuyos resultados se introducen en una base de datos central para determinar la

puntuación de prioridad.

Cada oftalmólogo recibe mensualmente un informe donde se relacionan sus pacientes

en orden de prioridad según el sistema de puntos. Con este informe, los médicos indican

qué pacientes desean operar y en qué orden a lo largo de las siguientes semanas. El

informe también sirve para transmitir información en caso de que existan cambios en la

situación del paciente. Las cancelaciones se transfieren al archivo del programa y los

casos en que la intervención se pospone se mantienen en la lista. A diario, las

operaciones realizadas se comunican desde el quirófano a la dirección del programa;

esta información se utiliza para transferir los registros desde la base de datos activa al

archivo. Los datos de la lista de espera se generan mensualmente y son objeto de

revisión en profundidad dos veces al año.

Tabla 6. Sistema de puntos para intervención de cataratas en Manitoba (Canadá). Factor Puntuación

Deterioro de la función visual 100 – puntuación en el VF-14 Tiempo de espera nº de meses esperando × 5

Incapacidad laboral Ninguna = 0 Leve = 10 Grave = 25

Incapacidad para conducir No = 0 Sí = 20

Posible pérdida del carné de conducir No =0 Sí = 15

El VF-14 (Índice de función visual) es menor cuanto mayor el deterioro en la visión, de ahí que en la fórmula se introduzca el valor 100–VF-14. Fuente: Bellan y Mathen (2001).

42

Page 45: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

El sistema de puntuación considera cinco factores con rangos de puntuación diversos,

tal y como se muestra en la tabla 6. La suma de los puntos obtenidos en cada factor

determina la puntuación de prioridad final del paciente.

Algunos cirujanos se han quejado del aumento de “papeleo” que supone el sistema, así

como del hecho de que ya no pueden dar a sus pacientes un fecha fija para la

intervención en el momento en que ésta se decide, sino una estimación aproximada del

tiempo de espera previsible. Por otra parte, se ha criticado que el sistema de puntuación

da una excesiva importancia a la conducción, no asigna puntos a quienes han de cuidar a

personas dependientes y concede demasiados por tiempo de espera. Los responsables

del programa, sin embargo, han decidido mantener el sistema de puntos invariable y

defienden el hecho de que el programa ha introducido un enorme grado de igualdad en

el sistema, en la medida en que todos los pacientes son priorizados ahora con unos

mismos criterios.

3.2.3. Los sistemas de prioridad por puntos en Nueva Zelanda.

Uno de los países pioneros en el desarrollo de sistemas lineales de puntos para la

priorización de los pacientes en listas de espera es, sin duda, Nueva Zelanda. El sistema

de asignación de prioridades comenzó a desarrollarse en 1992, en el marco de una

reforma general de la sanidad pública e inicialmente limitado a un conjunto de

tratamientos hospitalarios.

Sin ánimo de ser exhaustivos, el sistema de Nueva Zelanda se puede caracterizar por los

siguientes rasgos:26

o Asume una estrategia de reducción de la demanda: los criterios de prioridad han

de servir para excluir de las listas de espera a quienes “menos merecen” la

asistencia pública, restringiendo el acceso al uso de los servicios públicos

existentes a determinadas personas.

o Se basa, principalmente, en un criterio utilitarista: tienen prioridad quienes

presentan mayores probabilidades de mejorar y, dentro de éstos, aquéllos cuya

mejora pueda resultar de mayor magnitud.

26 Una exposición del marco general de las reformas, los objetivos de las mismas, los aspectos básicos del sistema de priorización y algunas de sus primeras aplicaciones a intervenciones y servicios concretos puede encontrarse en Pinto et al. (2000), págs. 42-59.

43

Page 46: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

o Los sistemas de prioridad pretenden ser justos, consistentes, transparentes,

compatibles y comparables; incluirán valores sociales y definirán tiempos

máximos.

o Los sistemas (criterios) de prioridad adoptan la forma de “modelos lineales de

prioridad”. Un modelo lineal consiste en una fórmula en la que los valores

correspondientes a diferentes variables se agregan con una determinada

ponderación:

)(...)()( 21 nxWxGxFPuntuación +++=

o Los criterios de prioridad (las variables del modelo lineal) incluirán factores

médicos específicos a la intervención así como factores no clínicos o sociales

como la edad (en casos muy concretos), la autonomía personal o el tiempo de

espera.

Uno de los ámbitos de aplicación de los sistemas de puntos en Nueva Zelanda es el de

las intervenciones de by-pass coronario. El sistema utiliza en este caso cuatro factores

clínicos y uno no clínico (la afectación de las capacidades sociales, laborales y

familiares del paciente), con los valores/ponderaciones mostrados en la tabla 7.

Tabla 7. Sistema de puntos para by-pass coronario en Nueva Zelanda. Factor Niveles Rango de

puntuación Grado de obstrucción arterial coronaria 17 0-32 Angina (tipo) 7 0-23 Prueba de esfuerzo 5 0-20 Fracción de eyección ventricular izquierda 3 0-10 Capacidad para trabajar, cuidar de familiares o vivir independientemente 3 1-15

Puntuación total máx. 100 Fuente: Elaboración propia a partir de la Tabla 14 de Pinto et al. (2000).

Como puede comprobarse, en el caso de cirugía de revascularización cardíaca los

factores no clínicos apenas contribuyen un 15% a la puntuación final máxima, lo cual

resulta bastante razonable en este tipo de intervención, en el que la gravedad determina

la urgencia y ésta la prioridad. De hecho, es ésta la única variable cuya puntuación se ha

visto modificada a lo largo de los años. Aunque se ha mantenido el máximo de 15

puntos para los casos en que la capacidad para trabajar, cuidar de familiares o vivir con

independencia se encuentra “inmediatamente amenazada”, los dos niveles restantes,

44

Page 47: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

“amenazada pero no de modo inmediato” y “no amenazada pero más dificultosa” han

reducido su puntuación de 8 a 5 y de 4 a 1, respectivamente.27

Otras intervenciones en cardiología disponen de sistemas lineales similares. Por

ejemplo, en el caso de cateterismo cardíaco, se computan tres factores clínicos y el

factor social ya mencionado (“capacidad para trabajar, ...”), asignándose a éste idéntico

rango de puntuación que en el caso anterior. En la cirugía por estenosis aórtica el factor

no clínico ni siquiera aparece en la fórmula de puntos.

En el ámbito de las intervenciones de oftalmología, se definen seis categorías de

prioridad en orden descendente (ver Tabla 8). La categoría 1 incluye todas las

situaciones que requieren una actuación inmediata, mientras que la categoría 6 incluye

los casos en que se puede planificar la intervención sin ningún horizonte temporal.

Tabla 8. Sistema de puntos para intervenciones de oftalmología en Nueva Zelanda. Categoría Rango de

puntuación Condición clínica (ejemplos) Tiempos de tratamiento

1 91-100 endoftalmitis, glaucoma agudo, queratitis aguda, diacriocistitis aguda 24 horas

2 71-90 tumor maligno intraocular, glaucoma crónico con alto riesgo de pérdida de visión 4 semanas

3 51-70 tumor maligno de párpado, glaucoma crónico con bajo riesgo de pérdida de visión,

12 semanas

4 21-50 diacriocistitis crónica, estrabismo cosmético grave, ptosis cosmética grave, cataratas 6 meses

5 < 20 estrabismo cosmético leve, cataratas, ptosis cosmética no grave ---

Fuente: Elaboración propia a partir de Hadorn y Holmes (1997).

A cada una de las categorías, con excepción de la última, se le asocia un rango de

puntuación, correspondiendo al médico que evalúa al paciente asignar la puntuación

concreta dentro de dicho rango en función de la gravedad de la condición clínica o la

patología que presente el enfermo.

La puntuación determina, a su vez, el plazo máximo de tiempo en que el paciente ha de

ser tratado, plazo que va desde las 24 horas para los pacientes clasificados en la

categoría 1 a los 6 meses para los estados clínicos de la categoría 4. Las situaciones

cuya puntuación resulta inferior a 20 puntos (categoría de prioridad 5) no se asocian a

un tiempo de espera máximo prefijado.

27 No obstante, no está claro que el sistema esté sirviendo en realidad para establecer prioridades entre pacientes en lista de espera para cirugía de by-pass. Un estudio reciente realizado en Auckland (Seddon et al., 2006) concluye que el sistema de puntos para by-pass coronario se usa para regular el acceso a la cirugía, pero no así para priorizar la urgencia de la intervención de los pacientes una vez que están en la lista. Esta decisión continúa en manos de los cardiólogos y cirujanos.

45

Page 48: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

Para el caso particular de la intervención de cataratas existe, a su vez, un sistema lineal

de puntos en virtud del cual se le asigna al paciente la puntuación dentro del rango

previsto de 0 a 50 puntos (salvo en los casos en que las cataratas se asocien a otra

patología más grave/urgente o su extracción sea necesaria para tratar posteriormente

otro problema oftalmológico, como la retinopatía diabética). Este sistema lineal de

puntos consta de cinco elementos, separados en dos grupos. El primer grupo valora la

situación del paciente desde un punto de vista clínico y se compone de:

o Sección 1. Puntos por agudeza visual. Se asigna un máximo de 35 puntos según

el resultado de un test.

o Sección 2. Modificadores clínicos.

Se añaden 5 puntos en caso de que la agudeza visual en el ojo que se ha

de operar sea mejor que 6/24 y exista catarata sub-capsular posterior.

Se reduce un 50% la puntuación por agudeza visual si existe una

patología diferente de las cataratas que contribuye a reducir la visión

o Sección 3. Gravedad del deterioro visual

Función visual general. Según la capacidad para reconocer caras, ver

televisión, cocinar, etc. se asignan entre 0 (“ninguna dificultad”) y 5

puntos (“imposible”).

Conducción/movilidad. Se asignan hasta 5 puntos más atendiendo a

cómo el deterioro visual afecta a la capacidad de conducir y desplazarse.

Sólo si la suma de las puntuaciones anteriores es inferior a 50 puntos (el máximo para

esta intervención), se pueden añadir puntos como resultado de evaluar al paciente en las

dos últimas dimensiones:

o Sección 4. Capacidad para trabajar, cuidar de otros, vivir con independencia. Se

asigna entre 0 (“ninguna dificultad”) y 5 puntos (“imposible”) por este concepto.

o Sección 5. Otras discapacidades. Se pueden sumar hasta 5 puntos adicionales

según la gravedad de la discapacidad, caso de existir.

El sistema de puntos para cataratas ha demostrado ser una herramienta útil y fiable, que

permite una mejor estratificación de los pacientes en comparación con métodos

46

Page 49: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

alternativos como, por ejemplo, el uso de la escala visual analógica para evaluar a los

pacientes (Wong et al., 2005), garantizando así un mejor resultado sanitario.

El caso de los tratamientos de fertilidad es peculiar por varios motivos. En primer lugar,

por ser el único que incorpora entre los factores de prioridad clínica características

como la edad de la paciente o su condición de fumador/a. En segundo lugar, porque

otorga bastante relevancia a los factores sociales (psico-sociales). En tercer lugar,

porque la metodología de cálculo de la puntuación de prioridad se aparta de la fórmula

estrictamente aditiva.

El sistema se ha modificado ligeramente en relación con el original,28 si bien se

mantiene la metodología de cálculo basada en el producto de dos puntuaciones

parciales, la primera de las cuales atiende a los llamados “criterios objetivos” y la

segunda resulta de la consideración de los “criterios sociales”. Los puntos por “criterios

objetivos” se asignan según se muestra en la tabla 9.

Tabla 9. Sistema de puntos para tratamientos de fertilidad en Nueva Zelanda (1): Criterios objetivos.

Probabilidad de embarazo sin tratamiento Puntos (O1) ≤ 5% 10 6 – 20% 7 21 – 50% 4 > 50% 2

Edad de la mujer Puntos (O2) ≤ 39 años 10 40 – 41 años 5 ≥ 42 años 1

FSH basal, días2-5 del ciclo, respecto al rango de referencia Puntos (O3) Siempre dentro del rango 10 En ocasiones por encima 8 Siempre o casi siempre por encima 2

Fumadora Puntos (O4) No 10 Sí 6

Fuente: Elaboración propia a partir de la Tabla 18 de Pinto et al. (2000).

La puntuación parcial por criterios objetivos (OC) se determina multiplicando las

puntuaciones que resulten de aplicar los criterios de la tabla:

O4O3O2O1OC ×××=

Esta puntuación es “normalizada” para su inclusión en la fórmula final, obteniéndose la

puntuación revisada por criterios objetivos (ROC):

28 Ver tabla 18 de Pinto et al. (2000), pág. 57.

47

Page 50: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

10.000OCROC =

Los “criterios sociales” incluyen la duración de la infertilidad, el número de hijos que ya

tiene la paciente y el hecho de que la pareja se haya sometido o no a esterilización

previamente. Los puntos por estos conceptos se asignan como muestra la tabla 10.

Tabla 10. Sistema de puntos para tratamientos de fertilidad en Nueva Zelanda (2): Criterios sociales.

Duración de la infertilidad Puntos (S1) < 1 año 5 1 – 2 años 20 3 – 5 años 40 > 5 años 50

Número de hijos Puntos (S2) Ninguno 30 1 de su actual relación 10 > 1 de su actual relación 5 ≥ 1 de una relación anterior 8

Esterilización previa Puntos (S3) Ningún miembro de la pareja esterilizado 20 Fallecimiento de un hijo 20 Un miembro de la pareja esterilizado 10

Fuente: Elaboración propia a partir de la Tabla 18 de Pinto et al. (2000).

La puntuación por criterios sociales (SC) se determina sumando las puntuaciones que

resulten de aplicar los criterios de la tabla anterior:

S3S2S1SC ++=

Finalmente, la puntuación de prioridad global (PS) viene dada por el producto entre las

dos puntuaciones parciales antes calculadas:

SCROCPS ×=

Por último, los tratamientos de cirugía ortopédica y las intervenciones (quirúrgicas o no)

en otrorrinolaringología comparten un sistema de puntuación integrado, sensiblemente

distinto a los hasta ahora expuestos. Este sistema supone la adaptación de uno

inicialmente desarrollado en el campo de la cirugía plástica y que se ha denominado

Sistema de Puntuación de Pacientes Integrado (IPSS-Integrated Patient Scoring

System).

La lógica de este sistema radica en el convencimiento de que el sistema de puntuación

no puede ser independiente del diagnóstico; la priorización debe ser establecida por

especialistas en la materia y ha de ser sencilla, de modo que absorba la menor cantidad

posible de tiempo. Es esencial, se afirma, que el sistema de puntuación proporcione una

ordenación de prioridad que sea consistente con la práctica clínica.

48

Page 51: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

El sistema de priorización/puntuación consta de dos etapas sucesivas, una primera que

es responsabilidad de los médicos que evalúan al paciente y una segunda, de naturaleza

administrativa, gestionada mediante programas informáticos:

1. Puntuación clínica.- Tras el procedimiento de evaluación del paciente y una

vez se ha hecho el diagnóstico y se ha fijado el tratamiento a seguir, el médico

determina el grado de urgencia (prioridad) asignando, en consecuencia, al

paciente una puntuación entre 1 y 5 (a mayor puntuación, mayor urgencia).

Esta “puntuación clínica” o “prioridad lineal de necesidad” refleja la

necesidad que tiene el paciente de recibir el tratamiento o intervención en

relación únicamente a los pacientes que sufren la misma condición clínica.

Para determinarla se han de considerar todos los factores relevantes: grado de

discapacidad, nivel de dolor, posibles efectos perjudiciales de la demora,

circunstancias sociales (familia, capacidad laboral, actividades de ocio, ...).

2. Puntuación de prioridad global.- Cada procedimiento o intervención tiene

asignado un rango de prioridad entre 0 y 100 (para tratamientos de

otorrinolaringología) o entre 5 y 100 (para intervenciones de cirugía

ortopédica). Estos rangos han sido elaborados por especialistas a escala

nacional y representan la prioridad relativa de una intervención frente al resto

de procedimientos de la misma especialidad. La puntuación clínica (entre 1 y

5) se “normaliza” en relación con el rango que corresponda al procedimiento

de que se trate y se suma a la puntuación base, obteniéndose así la puntuación

de prioridad global.

Por ejemplo, el rango asignado a artroplastia de cadera es 40-90. Eso significa que un

paciente a quien el médico ha asignado un nivel de prioridad 1 tendrá 40 puntos y uno al

que su médico ha asignado la máxima prioridad clínica (5) recibirá 90 puntos. Si un

paciente recibe una puntuación de prioridad clínica de 3, su puntuación de prioridad

global será:

puntos65)13(15409040 =−×

−−

+

En la especialidad de otorrinolaringología, la rinoplastia tiene asignado un rango de 10-

50, mientras que a la laringoscopia le corresponde un rango de 40-100. Eso significa

que un paciente en espera de laringoscopia con un nivel de prioridad clínica bajo,

digamos 2, recibiría una puntuación integrada de:

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Page 52: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

puntos55)12(154010040 =−×

−−

+

lo cual le otorgaría prioridad sobre un paciente al que se le ha prescrito la realización de

una intervención de rinoplastia con el nivel máximo de prioridad, que acumularía un

total de 50 puntos.

El sistema de puntuación integrado parece una alternativa prometedora a los sistemas

lineales de puntos porque conjuga el respeto al juicio de prioridad clínico con un escaso

coste en términos de los recursos que demanda (en particular, en lo que se refiere al

tiempo que el médico ha de dedicar a determinar el nivel de prioridad).

3.2.4. La experiencia de Salisbury en el Reino Unido.

En Salisbury (Reino Unido), se viene desarrollando desde hace unos años un sistema de

puntos para la gestión de las listas de espera de cirugía electiva y ambulatoria. El

Sistema de Puntuación de Prioridad de Salisbury permite a los médicos asignar una

prioridad relativa a los pacientes en el momento en que entran en lista de espera para

una asistencia sanitaria de carácter electivo. Los puntos asignados a cada paciente son el

resultado de valorar los siguientes factores:

o grado de progresión de la enfermedad,

o dolor o malestar,

o incapacidad o dependencia de otros,

o pérdida de la ocupación habitual y

o tiempo que ya han estado esperando.

En reconocimiento de la necesidad de planificar los recursos al tiempo que se prioriza a

los pacientes en lista de espera, se han desarrollado para todos los procesos unos grupos

de iso-consumo, que clasifican los procesos en función de su consumo de recursos (por

ejemplo, días de cama y tiempo de quirófano requeridos).

Un ejercicio de modelización que toma como base el sistema de puntos de Salisbury

(Lack et al., 2000) pone de manifiesto que la ordenación de los pacientes según el

sistema de prioridad descrito es significativamente diferente de la que resultaría según

un criterio basado exclusivamente en el tiempo de espera (“se atiende primero a quien

primero llega”). Además, concluye el estudio que el sistema de puntos requiere menos

recursos que el tradicional para tratar a los 20 primeros pacientes de las respectivas

50

Page 53: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos

listas, ajustándose mejor al criterio de “necesidad” definido por el programa. Sin

embargo, se constata que el sistema de puntos elimina menos días de espera de la lista

que el procedimiento de atención en orden de entrada en la lista.

La idea de extender los sistemas de puntos al conjunto del sistema de salud británico

(NHS) comienza a ganar adeptos. A tal fin resulta necesario disponer de información

acerca de las preferencias de los financiadores, profesionales y pacientes en relación con

los factores clínicos y sociales que deberían determinar el orden de prioridad. Edwards

et al. (2003) concluyen, a partir de una encuesta realizada a distintas muestras

representativas de los citados colectivos, que las variables más relevantes deberían ser el

nivel de dolor, el grado de avance de la enfermedad, el nivel de malestar y el nivel de

discapacidad; mientras que la edad, el coste, la existencia de personas dependientes o la

capacidad de pago deberían tener escasa o nula influencia en el establecimiento de

prioridades.

51

Page 54: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE
Page 55: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

4. Sistemas lineales de puntos en España.

El desarrollo de los sistemas de puntos es objeto de un número creciente de

investigaciones en nuestro país. Desde que, en el año 2000, la Agencia catalana de

evaluación de tecnologías (AATRM) pusiera en marcha un proyecto para el diseño de

sistemas lineales de puntos en cirugía de cataratas y en artroplastia de cadera y de

rodilla (Espallargues et al., 2003, Espallargues et al., 2004), han seguido a éste otros

similares para cirugía de varices (Rivera et al., 2004), cataratas (Rodríguez-Míguez et

al., 2004), prostactectomía (Abad et al., 2006), cirugía electiva en general (Cabasés et

al., 2006), y artroplastia de cadera y rodilla en el ámbito del Servicio Gallego de Salud

(Rodríguez et al., 2007). Estos estudios no han pasado de ser propuestas metodológicas,

con la excepción del sistema diseñado para Cataluña por la AATRM, que ha sido

llevado a la práctica, si bien con carácter de prueba piloto, de ahí que dediquemos el

apartado siguiente a exponer con detalle este proyecto.

4.1. Cirugía de cataratas y artroplastia de cadera y rodilla. La experiencia piloto de Cataluña (Espallargues et al., 2003; 2004) En el año 2000 se puso en marcha en Cataluña un proyecto para la elaboración de un

sistema de priorización de pacientes en lista de espera para cirugía de cataratas,

artroplastia de cadera y artroplastia de rodilla (Espallargues et al., 2003; Espallargues et

al., 2004). El punto de partida del proyecto fue constatar la necesidad de contar con la

perspectiva y valores de todos los agentes implicados a la hora de definir las variables o

criterios de prioridad. Así, la primera fase de la investigación, de naturaleza cualitativa,

consistió en identificar los criterios más relevantes desde el punto de vista de los

clínicos, los pacientes, los familiares y la población general.

El resultado de esta primera etapa fue la identificación de un total de 15 criterios, entre

los que se seleccionaron 6 para cirugía de cataratas y 7 para artroplastia (agrupando

variables similares y ordenándolas en función de la valoración de los diferentes grupos).

A continuación, el equipo investigador, con la ayuda de un comité científico asesor,

determinó los niveles para cada criterio.

La segunda fase del proyecto consistió en obtener las puntuaciones para cada nivel

dentro de cada criterio. Para ello, a partir de las 288 combinaciones posibles de

variables y niveles, se seleccionó, mediante ortogonalización, un subconjunto de 16 por

procedimiento (“tarjetas” o “escenarios hipotéticos de pacientes”). Estas 16 tarjetas se

53

Page 56: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

presentaron a los participantes en esta segunda fase para que las ordenasen en función

de la prioridad que ellos concederían a cada uno de los escenarios. Los participantes en

esta tarea de ordenación procedían de los diferentes colectivos implicados (población

general, pacientes/familiares, especialistas y profesionales relacionados), y la

información se obtuvo, según los casos, mediante encuesta postal o entrevista

presencial.

A partir de la información recabada, se calcularon las puntuaciones mediante un análisis

de regresión multivariante (rank ordered logit), normalizándolas a continuación en una

escala de 0 a 100, de modo que el paciente en peor situación (con prioridad máxima)

recibiese 100 puntos y el de menor prioridad obtuviese 0 puntos. En la tabla 11 se

resume el sistema de puntos así derivado.

Así, por ejemplo, un paciente en lista de espera para artroplastia con una patología

moderada, dolor leve, alta probabilidad de recuperación, con bastantes limitaciones para

realizar las actividades cotidianas y limitado para trabajar, sin nadie que lo cuide y sin

personas a su cargo tendría una puntuación total de 37 sobre un máximo de 100 (PT = 0

+ 0 + 8 + 10 + 10 + 9 + 0 = 37).

En términos de importancia relativa, los criterios más relevantes resultaron ser los

clínicos (salvo la probabilidad de recuperación), seguidos de los funcionales y, por

último, las variables sociales. Los investigadores hallaron diferencias en las

puntuaciones estimadas en los análisis de subgrupos, esto es, a partir de la consideración

separada de las preferencias de cada uno de los colectivos consultados. Este hecho

avala, en su opinión, la conveniencia de tener en cuenta la opinión de los diversos

sectores implicados (Sampietro-Colom et al., 2006).29 Por otra parte, la mayor

participación ciudadana a la hora de establecer prioridades en las listas de espera

sanitarias podría conllevar una mayor aceptabilidad y confianza en el sistema.30

29 Estas diferencias entre la opinión de los pacientes, de la población general) y de los profesionales se han puesto de manifiesto en otros estudios, como el de Woolhead et al., (2002), para el caso de la prótesis de rodilla en el Reino Unido, o el de Oudhoff et al. (2007) para los procesos de varices, hernia inguinal y cálculos biliares en los Países Bajos. 30 La implicación de la población en la tarea de establecer prioridades es defendida por Bruni et al. (2007), en el marco de la “Estrategia de Tiempos de Espera” de Ontario (Canadá), proponiendo un plan concreto para impulsar la participación de la población en esta y otras iniciativas, de modo operativo. En España, Escobar et al. (2005) defienden la participación de los pacientes en el diseño de instrumentos de priorización para el caso particular de las prótesis de rodilla y cadera, no sólo por la mayor implicación de éstos en el proceso asistencial que ello conlleva, sino también para que la información recogida sea más completa y representativa de la situación de tales pacientes.

54

Page 57: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

Tabla 11. Sistema de puntos para artroplastia de cadera y rodilla, y cirugía de cataratas en Cataluña (Espallargues et al., 2003; 2004)

ARTROPLASTIA DE CADERA Y RODILLA CIRUGÍA DE CATARATA Criterios y niveles Puntuación Criterios y niveles Puntuación

Gravedad de la enfermedad (exploración y pruebas) Gravedad de la enfermedad

(incapacidad visual)

Patología moderada 0 Incapacidad visual leve 0 Patología muy avanzada 18 Incapacidad visual moderada 20

Incapacidad visual grave 35 Incapacidad visual muy grave 45 Dolor

Leve 0 Moderado 17 Grave 33

Probabilidad de recuperación Probabilidad de recuperación Moderada 0 Moderada 0 Alta 4 Alta 6

Muy alta 7 Limitación de las actividades cotidianas Limitación de las actividades cotidianas

Tiene algunos problemas 0 Tiene algunos problemas 0 Tiene bastantes problemas 10 Tiene bastantes problemas 11 Es incapaz de realizar la mayor parte 20 Es incapaz de realizar la mayor parte 15

Limitación para trabajar Limitación para trabajar No trabaja o no está limitado 0 No trabaja o no está limitado 0 Está limitado para trabajar 10 Está limitado para trabajar 14

Tener alguna persona que le cuide Tener alguna persona que le cuide Tiene alguna persona que le cuide 0 Tiene alguna persona que le cuide 0 No tiene ninguna persona que le cuide 9 No tiene ninguna persona que le cuide 11

Tener alguna persona a su cargo Tener alguna persona a su cargo No tiene personas a su cargo 0 No tiene personas a su cargo 0 Tiene personas a su cargo 6 Tiene personas a su cargo 6

Fuente: Espallargues et al. (2004)

La última etapa del proyecto consistió en el desarrollo de una prueba piloto

(Espallargues et al., 2005) en una serie de hospitales de diferentes características

(complejidad y titularidad), con el fin de reproducir la diversidad de la red hospitalaria

catalana. La prueba piloto se componía, a su vez, de dos fases diseñadas al objeto de

llevar a cabo un estudio evaluativo “antes-después”.

Entre las dificultades encontradas en el curso de la prueba piloto, cabe señalar algunas

críticas de los médicos relativas a la escasa disponibilidad de tiempo para la

cumplimentación de los formularios, la existencia de casos especiales en los que no

cabe aplicar el sistema, así como el desacuerdo o la dificultad de valoración de algunos

de los criterios (en particular, los “sociales”). Así mismo, se ha puesto de manifiesto la

necesidad de acompañar el sistema con la definición de tiempos de garantía máximos

asociados a distintos intervalos de puntuación, con el fin de evitar que siempre queden

en cola los enfermos con puntuaciones bajas.

55

Page 58: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

No obstante, la evaluación de esta experiencia es positiva pues, más allá de las

dificultades organizativas que lleva aparejadas su introducción y difusión, el

instrumento parece ser válido y útil a la hora de priorizar, y puede tener un impacto

positivo en la gestión de las listas de espera (Allepuz et al., 2008).

4.2. Cirugía de cataratas (Rodríguez-Míguez et al., 2004) El estudio de Rodríguez-Míguez et al. (2004)31 es, en realidad, un experimento para

mostrar la utilidad del “análisis conjunto” (conjoint analysis) a la hora de desarrollar un

sistema de puntos basado en preferencias sociales. El experimento se realiza para el

caso específico de la cirugía de cataratas, si bien el objetivo de su estudio no es

propiamente derivar un algoritmo de puntuación para su aplicación en la práctica clínica

(dado el carácter de estudio piloto de su investigación) sino demostrar la validez de la

metodología empleada.

Los autores eligen el método del análisis conjunto, consistente en obtener las

preferencias de los individuos en relación con conjuntos de alternativas multi-atributo.

El método se basa en la obtención, para los diferentes niveles de cada atributo, de

aquellos pesos más consistentes con las preferencias globales del sujeto para el conjunto

de alternativas. En el estudio las alternativas son pacientes en espera de una

intervención de cataratas, y los atributos son las características del paciente que se

consideran relevantes a la hora de fijar su prioridad en la listas de espera.

Por lo que respecta a la selección de los atributos y niveles, el estudio recurre a la

revisión de la literatura existente y a la opinión de expertos (concretamente, cuatro

especialistas en oftalmología con amplia experiencia en la gestión de listas de espera

para cataratas). Los atributos seleccionados fueron los siguientes:

• Incapacidad visual (I). Se mide a través del índice de discapacidad funcional

visual VF-14, y se establecen cuatro niveles de incapacidad: leve, moderada,

grave y muy grave.

• Limitaciones en las actividades diarias (L). Este atributo tiene dos niveles: (a)

algunos problemas para realizar actividades cotidianas (trabajar, hacer las tareas

del hogar, disfrutar de actividades de ocio); y (b) incapaz de hacer la mayoría de

sus actividades.

31 Una versión preliminar de los resultados puede hallarse en Pinto et al. (2000)

56

Page 59: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

• Probabilidad de mejora (K). Se consideran tres niveles: moderada (50%), alta

(75%) y muy alta (99%).32

• Edad del paciente (A). Dado que la prevalencia de la enfermedad se localiza en

pacientes de edad avanzada, se definen cuatro niveles de edad: 50 años, 65 años,

75 años y 85 años.

• Tiempo de espera en la lista (W). La dimensión relativa al tiempo en la lista se

clasifica utilizando cuatro niveles: 3 meses, 6 meses, 12 meses y 18 meses.

Los autores asumen la forma aditiva del modelo, habitual en el análisis conjunto, por lo

que, al no existir interacciones entre dimensiones, los parámetros de interés pueden

obtenerse sin necesidad de evaluar todas las posibles combinaciones de atributos y

niveles (384 en total). Por tanto, mediante un procedimiento de ortogonalización,

seleccionan un conjunto de 16 tarjetas representativas de otros tantos pacientes

hipotéticos.

El método de elicitación elegido fue el de la ordenación de las alternativas,

administrándose el cuestionario mediante entrevista personal a una muestra de 100

sujetos extraídos de la población general con una cierta representatividad por grupos de

edad.33

Los pesos de cada nivel y atributo se estimaron mediante un modelo Rank-ordered

logit. Dado que algunos niveles intermedios de las variables probabilidad de

recuperación, edad del paciente y tiempo de espera no se incluyeron en la encuesta, los

autores estimaron un “modelo ajustado”, en el que se introduce un ajuste lineal para la

variable edad, y un ajuste logarítmico para el tiempo en lista de espera (en meses) y la

probabilidad de mejora. En la tabla 12 se muestran los parámetros estimados mediante

este modelo ajustado.

Los coeficientes de la tabla podrían utilizarse para establecer prioridades entre pacientes

(salvando el hecho de que estamos ante el resultado de un estudio piloto). Cuanto mayor

sea la puntuación, mayor será la prioridad otorgada a un paciente. Así, una persona con

incapacidad visual grave, algunos problemas en sus actividades cotidianas, una

probabilidad de mejora del 70%, 65 años y 10 meses en lista de espera, tendría una

32 En la estimación ajustada, esta variable y las dos siguientes se transforman para hacerlas continuas. 33 Como los propios autores dejan claro desde el inicio, se trata de un estudio piloto de carácter metodológico, de ahí lo reducido del tamaño muestral y el hecho de que no se garantice la representatividad poblacional de la muestra escogida.

57

Page 60: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

puntuación total de 1.90 puntos [PT = 1.534 + 0 + 0.457 × Ln(70) – 0.038 × 65 + 0.390

× Ln(10) = 1.90].

Tabla 12. Parámetros estimados con el “modelo ajustado” para un sistema de puntos en listas de espera de cataratas (Rodríguez et al., 2004).

Variables y niveles Parámetros (errores estándar)

Constante -0.954 (0.495) Incapacidad visual

Leve 0.000 Moderada 0.716 (0.085) Grave 1.534 (0.084) Muy grave 1.766 (0.085)

Limitaciones en las actividades diarias Tiene algunos problemas 0.000 Es incapaz de hacer la mayoría 0.766 (0.059)

Probabilidad de mejora (Ln) 0.457 (0.105) Edad del paciente (años) -0.0.8 (0.002) Tiempo de espera en meses (Ln) 0.309 (0.043)

Fuente: Rodríguez et al. (2004)

Con el fin de evaluar sus resultados, los autores llevan a cabo diversas pruebas de

validez (aparente, predictiva y de constructo), consistencia y robustez, obteniendo en

todos los casos conclusiones satisfactorias. No obstante, al margen del reducido tamaño

muestral, las principales limitaciones del estudio pueden encontrarse en la posible

omisión de atributos relevantes (por ejemplo, que el paciente tenga personas a su cargo)

y en el escaso número de niveles definidos para cada dimensión.

4.3. Cirugía de varices (Rivera et al., 2004 y Bellmunt-Montoya et al., 2008).

4.3.1. Propuesta de sistema de puntos de Rivera et al. (2004).

Existen dos propuestas de sistemas de puntos para el caso de la cirugía de varices. La

primera, en orden cronológico, es la de Rivera et al. (2004), quienes aplican la

metodología del análisis conjunto. La selección de los atributos se basó, en primer

lugar, en una revisión de la literatura, a partir de la que se identificaron cinco atributos:

gravedad clínica, repercusiones en la vida cotidiana, edad del paciente, tiempo en la lista

de espera y que el paciente tuviera personas a su cargo. En segundo lugar, los autores

informan de la realización de una encuesta sobre una muestra de reducido tamaño34, en

34 La única información que se ofrece es que se trató de una “pequeña encuesta en una muestra aleatoria de nuestra sociedad”. Probablemente se tratara de una muestra de conveniencia.

58

Page 61: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

virtud de la cual optaron por suprimir el último de los atributos identificados en la

revisión de la literatura.

Para cada atributo se determinaron tres niveles. En el caso de las dos primeras

dimensiones se consultó la literatura especializada y se atendió al protocolo para

inclusión en lista de espera de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.

El resultado fue la consideración de los niveles de gravedad clínica grave, moderada y

leve y, para el caso del atributo “implicaciones en la vida cotidiana”, su categorizacón

en mucha, media y poca. Para la variable edad se definieron los intervalos <50 años,

entre 50 y 65 años, y >65 años. Por último, los niveles asociados al tiempo de espera se

fijaron en <5 meses, entre 5 y 9 meses, y >9 meses.

Por lo que respecta al modelo, se optó por una regla de agregación aditiva (es decir,

suponiendo la ausencia de interacciones entre atributos), realizándose un diseño

fraccional ortogonal con el que se seleccionaron nueve combinaciones del total de 243

posibles. Las preferencias se obtuvieron en forma de ordenaciones de las tarjetas, y el

cuestionario fue administrado a tres muestras diferentes: profesionales sanitarios

(médicos y enfermeras) vinculados al problema de salud específico tratado (n=23);

pacientes que estuviesen o hubiesen estado en algún momento incluidos en lista de

espera para ser intervenidos de varices, o familiares de estos pacientes (n=38); y

población general (n=186).

Los parámetros del modelo se estimaron mediante un logit ordenado, con el resultado

que se muestra en la tabla 13. Siendo la puntuación máxima total que se desprende de

los coeficientes de la tabla igual a 3.82, se puede comprobar que el atributo gravedad es

el que más peso tiene en el algoritmo de puntuación (1.66/3.82 = 43.5%); la afectación

de la vida cotidiana tiene un peso del 23.5%, el tiempo en lista pondera algo más del

20% y la edad del paciente un 12.5%.

De los resultados obtenidos, llama la atención el hecho de que uno de los niveles

asociados a la edad (“entre 50 y 65 años”) no resultase significativo y, más aún, que la

permanencia en lista de espera más de 9 meses tuviese asignado un coeficiente inferior

(de hecho, la mitad) del estimado para un tiempo de espera de entre 5 y 9 meses. En el

primer caso, los autores argumentan que ello puede explicarse por el hecho de que la

gente prefiera priorizar a los más jóvenes por razones de eficiencia y a los más ancianos

por motivos éticos. En relación con el tiempo de espera, sugieren los autores que “para

59

Page 62: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

la sociedad, una persona que lleve ‘demasiado’ tiempo esperando, es posible que no

necesite realmente ser operado (sic), de ahí que se valore en menor medida”.35

Tabla 13. Resultados de la estimación del modelo para diseñar un sistema de puntos para cirugía de varices (Rivera et al., 2004).

Variables y niveles Parámetros (errores estándar)

Constante -1.576 (0.101) Gravedad clínica

Leve 0.000 Moderada 0.827 (0.071) Grave 1.662 (0.073)

Implicaciones en la vida cotidiana Poca 0.000 Media 0.813 (0.071) Mucha 0.901 (0.072)

Edad del paciente (años) Menos de 50 0.000 Entre 50 y 65 -0.101 (0.073) Más de 65 0.377 (0.065)

Tiempo de espera (meses) Menos de 5 0.000 Entre 5 y 9 0.781 (0.072) Más de 9 meses 0.344 (0.072)

Fuente: Rivera et al. (2004)

4.3.2. Sistema lineal de puntos de Bellmunt-Montoya et al. (2004)

La propuesta de Bellmunt-Montoya et al. (2008) también se orienta a la gestión de listas

de espera para cirugía de varices. El diseño metodológico es muy similar al descrito

anteriormente, por cuanto se aplica un modelo aditivo a partir de la técnica del análisis

conjunto. Las principales diferencias estriban en la selección de los atributos y la

definición de los niveles dentro de cada uno de ellos.

En este caso, se partió también de una revisión de la bibliografía, organizándose

seguidamente sendos grupos focales, ambos compuestos por ocho sujetos, de

especialistas en angiología y cirugía vascular y de pacientes en consulta externa de

cirugía vascular, respectivamente. El resultado fue la identificación de ocho criterios:

gravedad de la patología, tamaño de las varices, complicaciones, circunstancias

laborales agravantes, sintomatología, personas disminuidas o ancianos a su cargo,

35 Los autores dan cuenta de la transformación de las variables “tiempo en lista de espera” y “edad del paciente” en variables continuas mediante una función de ajuste parabólica (que resulta ser convexa en el primer caso y cóncava en el segundo), si bien no informan del efecto sobre los coeficientes que supone dicho ajuste.

60

Page 63: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

imposibilidad de tratamiento médico y calidad de vida (según el cuestionario específico

CIVIQ-2). Un contacto ulterior con los especialistas del grupo focal mediante la técnica

de grupo nominal llevó a eliminar dos criterios (“personas disminuidas o ancianos a su

cargo” e “imposibilidad de tratamiento médico”); el criterio “sintomatología” se eliminó

finalmente por solapamiento. El resultado final fue, por tanto, la selección de 5 atributos

tres de ellos con dos niveles, y los dos restantes con tres niveles (ver tabla 14).

Mediante ortogonalización se seleccionaron 16 escenarios de los 72 posibles, para su

valoración por una muestra de población general (n=98) estratificada por sexo y grandes

cuotas de edad (de 18 a 45 años y de 16 a 79 años). La entrevista personal se realizó

mediante un cuestionario asistido por ordenador. En la tabla 14 se muestran las

puntuaciones normalizadas para los diferentes atributos y niveles, así como la

importancia relativa de cada uno de los cinco criterios de prioridad.36

Tabla 14. Sistema de puntos para la priorización de una lista de espera de cirugía de varices (Bellmunt-Montoya et al., 2008).

Criterios y niveles Puntuación Importancia Gravedad

Leve 0 Moderada 18 Severa 42 41.7%

Tamaño de las varices Normales 0 Grandes 9 9.3%

Complicaciones Sin complicaciones 0 Con complicaciones 13 13.5%

Afectación de la calidad de vida Leve 0 Moderada 9 Severa 19 19.0%

Circunstancias laborales agravantes Sin circunstancias agravantes 0 Con circunstancias agravantes 17 16.5%

Fuente: Bellmunt-Montoya et al. (2008)

Más del 40% de la puntuación de prioridad descansa en el atributo “gravedad”, seguido

en importancia por la afectación de la calidad de vida (19%). Lo más llamativo de este

estudio quizás sea la exclusión de algunas variables habitualmente presentes en el

36 No se muestran los valores estimados para los parámetros aunque conviene señalar que, a diferencia del estudio de Rivera et al. (2004) y de otros similares para diferentes procesos quirúrgicos, no se obviaron (asignándoles el valor 0) los niveles 1 o menos graves de cada dimensión a la hora de estimar el modelo, lo cual podría ser causa multicolinealidad en la estimación.

61

Page 64: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

diseño de sistemas lineales de puntuación, como son la edad del paciente y el tiempo de

espera en la lista (también la existencia de cargas familiares o personas a cargo del

paciente).37 Por lo que respecta a la edad, los autores explican que fue evaluada por los

grupos focales y rechazada al no poder definir qué grupo de edad es prioritario (los

jóvenes por su mayor actividad laboral y social, o los mayores por su mayor

dependencia). En relación con el tiempo de espera, se sugiere su inclusión como

variable correctora que ayudaría a aplicar el baremo sin formar parte de él, tomando

como referencia los tiempos máximos de espera garantizados en cada sistema de salud.

Así, un paciente con prioridad 0 en el baremo podría esperar hasta cumplir el tiempo

máximo, un paciente con prioridad 100 debería ser intervenido de inmediato y uno con

prioridad 50, por ejemplo, vería reducido su tiempo máximo de espera a la mitad.

4.4. Prostactectomía en HBP (Abad et al., 2006) Abad et al. (2006) proponen un sistema de puntos basado en preferencias sociales para

la gestión de listas de espera de prostactectomía en casos de hiperplasia benigna de

próstata (HBP). Para la selección de los atributos se recurrió a grupos nominales (de

entre 7 y 8 miembros), en los que se recabó la opinión de los principales colectivos

implicados: profesionales sanitarios (especialistas en urología y enfermeras del servicio

de urología), pacientes de la especialidad y población general. Una vez identificados los

atributos se seleccionaron los más importantes, entendiendo por tales los cinco que

habían recibido una mayor puntuación en los distintos grupos, excluyendo el tiempo de

espera.38 Los cinco atributos seleccionados fueron, por orden de importancia, las

molestias, la gravedad, las limitaciones para trabajar, las limitaciones en la actividad de

la vida cotidiana, y el padecer otras enfermedades que agraven la situación.

Por lo que respecta a la definición de niveles, en todos los casos se identificaron

únicamente dos. Para definir los niveles de las dos primeras dimensiones (molestias y

gravedad) se recurrió a la literatura y a la opinión de expertos, mientras que en los otros

tres los niveles se definieron según existiesen o no limitaciones (laborales o en las

actividades cotidianas) o estuviesen presentes otras enfermedades (ver tabla 15).

37 La edad fue mencionada como criterio adicional relevante por un 10% de los individuos encuestados, y el tiempo de espera por el 7% de los entrevistados. 38 La razón que aducen los autores para excluir este criterio es que el tiempo de espera ya está presente en el sistema de gestión de listas (el contexto es el Servicio Gallego de Salud) por la vía de la garantía de tiempos máximos de espera. Su inclusión, argumentan, conllevaría una sobrevaloración de esta variable.

62

Page 65: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

Como en la mayoría de los estudios analizados, se optó por un modelo aditivo que diese

como resultado un sistema lineal de puntos. Mediante diseño factorial ortogonal se

seleccionaron 8 escenarios (pacientes hipotéticos) de entre los 32 posibles. Estas ocho

“tarjetas” fueron ordenadas por los sujetos participantes en la encuesta, pertenecientes a

dos submuestras: una compuesta por pacientes con HBP intervenidos de prostactetomía

o a la espera de cirugía (n=85) y otra de población general (n=220).

Tabla 15. Sistema de puntos para la intervención de prostactectomía en HBP (Abad et al., 2006).

Puntuación normalizada Atributos y niveles

TOTAL Pacientes Población general

Gravedad Baja 0 0 0 Media 28.6 10.0 41.6

Molestias Moderadas 0 0 0 Severas 28.8 38.7 21.4

Limitaciones actividades vida diaria Pocas limitaciones 0 0 0 Bastantes limitaciones 18.6 22.4 15.0

Limitaciones para trabajar No limitaciones o no trabaja 0 0 0 Está limitado para trabajar 11.2 13.0 10.8

Padece otras enfermedades agravantes Sí 0 0 0 No 12.8 15.8 11.1

Fuente: Abad et al. (2006).

Los parámetros de los niveles se obtuvieron mediante un rank-ordered logit. Dado el

diferente tamaño de las dos submuestras, para la obtención de los resultados agregados

se ponderaron las observaciones, de tal forma que ambos colectivos tuvieran el mismo

peso en el resultado final. En la tabla 15 se muestran las puntuaciones de cada nivel,

resultado de normalizar (entre 0 y 100) los coeficientes estimados con el modelo. Se

presenta la información relativa a las estimaciones por submuestras por el interés que

reviste observar las diferencias entre las preferencias de pacientes y población general.

Considerando las puntuaciones para la muestra agregada, la importancia de los atributos

gravedad y molestias destaca sobre el resto, acaparando un 57% del rango de

puntuación total. Para la población general las variables sociales tienen una importancia

menor, resultando llamativo el escaso valor que los pacientes atribuyen a la gravedad en

63

Page 66: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

relación con el elevado peso que asignan a las molestias.39 Los análisis de validez y

fiabilidad arrojaron resultados, en general, positivos.

4.5. Artroplastia de cadera y rodilla (Rodríguez et al., 2007) La propuesta de Rodríguez et al. (2007) se realiza en el ámbito del Servicio Gallego de

Salud (SERGAS) para el caso de la lista de espera para intervención de artroplastia de

cadera y rodilla. Las autoras justifican la elección de este proceso, en primer lugar, por

el hecho de ser el segundo con mayor tiempo medio de espera y el que ocupa el primer

lugar en espera media de pacientes intervenidos en el Sistema Nacional de Salud.

Además, este tipo de proceso quirúrgico reúne características idóneas para la aplicación

de un sistema de puntos: se trata de un proceso de cirugía electiva, pueden existir

muchas variables relevantes a la hora de priorizar, no hay argumentos para rechazar la

aplicación del “principio compensatorio” inherente a los sistemas de puntos y,

finalmente, dadas las características de las patologías, las variables no clínicas

adquieren cierta importancia, lo que justifica la obtención de preferencias sociales.

El procedimiento para la identificación y selección de atributos se basó en la confección

de tres grupos focales de especialistas en traumatología, pacientes intervenidos de

artrolplastia o en espera de intervención, y población general. Cada grupo estuvo

integrado por 6 u 8 personas, que identificaron y puntuaron las dimensiones relevantes a

la hora de otorgar prioridad en la lista de espera. Seis fueron los atributos mencionados

en los tres grupos y, con la excepción del criterio “tener a alguien que le cuide”, esos

mismos seis atributos fueron los que obtuvieron una puntuación de prioridad media

mayor, de ahí que se seleccionaran todos ellos para la elaboración del sistema de puntos.

Por lo que atañe a los niveles, se acudió a la literatura existente y a la discusión habida

en los propios grupos focales, definiéndose tres niveles para la mitad de los atributos y

sólo dos para los restantes (ver tabla 16).

Al igual que en los estudios citados anteriormente, se asumió la regla de agregación

aditiva (modelo lineal), lo que permitió reducir a 16 el número de escenarios objetos de

valoración mediante encuesta (de un total de 216 combinaciones), mediante un diseño

factorial fraccional ortogonal.

39 En los grupos nominales, la variable molestias siempre se valoró más que la gravedad, incluso entre los especialistas.

64

Page 67: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

La valoración de los atributos y niveles fue realizada por sendas muestras de pacientes

(n=75) y población general (n=200). Una singularidad de este estudio en relación otros

descritos anteriormente radica en que la muestra de población general fue el resultado

de un muestreo estratificado proporcional. Los pacientes fueron reclutados de las listas

de espera de dos hospitales gallegos.

Con todo, la principal diferencia entre este trabajo y los mencionados antes estriba en el

procedimiento elegido para elicitar las preferencias y, en consecuencia, el método de

estimación empleado para obtener los parámetros. En lugar de pedir a los encuestados

que ordenasen las 16 “tarjetas”, éstas se presentaron a los entrevistados agrupadas en

grupos de cuatro para que, dentro de cada grupo, el encuestado seleccionase el paciente

que, en su opinión, debería ser intervenido en primer lugar. Al no disponer de

ordenaciones, sino únicamente de elecciones a partir de subconjuntos de alternativas, el

método de estimación utilizado fue el logit condicional.

Los resultados que se muestran en la tabla 16 resultan de ponderar las observaciones de

pacientes y población general de forma que ambos colectivos tengan el mismo peso en

el resultado final. La puntuación normalizada se ha calculado de manera que el paciente

con mayor nivel de prioridad reciba 100 puntos y el de menor prioridad 0 puntos. Al

mismo tiempo, a través de los valores normalizados se identifica el mayor valor de cada

criterio o atributo con su importancia relativa.

Puede apreciarse en la tabla que todos los coeficientes son significativos y tienen el

signo esperado (validez teórica). Las limitaciones en las actividades de la vida cotidiana

aparecen como el atributo más importante (35%), seguido del dolor (24%) y el tiempo

de espera (20%). El análisis de las correlaciones entre la ordenación directa de los

atributos que los sujetos realizaron en el curso de la entrevista y la importancia relativa

de las dimensiones resultante de la estimación del modelo (criterio de validez de

constructo) arroja resultados bastante desalentadores (coeficiente de Spearman 0.21).

Las autoras argumentan que, probablemente, los participantes tuvieran alguna idea a

priori de los atributos más o menos importantes, mientras que su comportamiento

habría cambiado al enfrentarse a un caso real de elección. Tampoco resultan del todo

satisfactorios los análisis de consistencia interna: un 14% del total de sujetos

encuestados fueron inconsistentes (es decir, eligieron dentro de un grupo de tarjetas una

65

Page 68: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

que estaba “dominada” por otra del mismo grupo)40. En el grupo de pacientes, el

porcentaje de individuos inconsistentes alcanzó el 37%.

Tabla 16. Sistema de puntos para listas de espera de artroplastia de cadera y rodilla (Rodríguez et al., 2007).

Preferencias agregadas Atributos y niveles Coeficientes

estimados Errores estándar

Valor normalizado

Dolor Poco 0 0 0 Bastante 0.747 0.171 14.4 Mucho 1.272 0.232 24.5

Limitaciones en la vida cotidiana Tiene algunos problemas 0 0 0 Tiene bastantes problemas 0.684 0.161 13.2 Es incapaz 1.834 0.387 35.3

Daño de la articulación Bastante dañada 0 0 0 Muy dañada 0.160 0.069 3.1

Tiempo de espera 4 meses 0 0 0 9 meses 0.651 0.176 12.5 18 meses 1.064 0.142 20.5

Limitaciones para trabajar No limitado o no trabaja 0 0 0 Sí limitado 0.312 0.133 6.0

Tener a alguien que cuide al paciente Tiene a alguien o no lo necesita 0 0 0 No tiene a nadie 0.556 0.081 10.7

Fuente: Rodríguez et al. (2007).

Resulta interesante comparar los resultados de este estudio con los obtenidos por

Espallargues et al. (2004) para los mismos procesos de cirugía ortopédica. Las variables

clínicas consideradas en ambos estudios son las mismas y, sin embargo, la importancia

relativa de estas variables es mucho mayor en el estudio catalán (55%) que en el gallego

(27,6%). La razón de esta disparidad hay que buscarla en la variable “daño en la

articulación” que, en el estudio de Espallargues et al. (allí denominada “gravedad”)

tenía un peso del 33% y en el de Rodríguez et al. apenas supera el 3%. Parece que la

denominación del atributo puede no haber resultado irrelevante o, al menos, esta es la

tesis que defienden Rodríguez et al. Según las autoras del estudio gallego, denominar al

atributo “gravedad” otorga a éste un cierto sentido de urgencia, lo que puede conducir a

40 Existe dominancia cuando los niveles de los atributos de una tarjeta o escenario son iguales o superiores a los de otra y, en consecuencia, si los sujetos son ‘racionales’, deben asignarle una mayor prioridad.

66

Page 69: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

su sobrevaloración. Por esta razón en su estudio decidieron no utilizar esta etiqueta,

pese a que tanto la descripción del atributo, como la de los niveles, fueron idénticas a la

del estudio catalán.

4.6. Cirugía electiva en general (San Miguel et al., 2008) Una de las propuestas de más reciente difusión (San Miguel et al., 2008)41 pretende

diseñar una metodología de carácter general aplicable a las listas quirúrgicas

programadas genéricas y cuya peculiaridad añadida es la de incluir el coste de la

intervención entre los atributos que incorpora el sistema de puntos. Cabría mencionar un

tercer aspecto que diferencia este estudio de casi todos los anteriores (a excepción del

último descrito de Rodríguez et al., 2007), cual es la utilización de una muestra

representativa de la población general.

Los autores identificaron 12 posibles atributos, de entre los cuales seleccionaron un total

de 5, a partir de los resultados de una encuesta a una muestra de conveniencia (22

miembros de departamentos universitarios de economía y empresa). La inclusión del

atributo relativo al coste de la intervención (por decisión de los investigadores) se

justifica por el hecho de que dicho atributo proporciona una medida de la disponibilidad

a pagar por cambios marginales en el resto de atributos y, además, revela en qué medida

los sujetos están dispuestos a priorizar pacientes en función del coste de su tratamiento.

Para todos los atributos se definieron cuatro niveles, tratando de que fueran realistas

(ver tabla 17).

De las 1.024 combinaciones posibles a partir de los 5 atributos y 4 niveles, se definieron

16 pares de pacientes hipotéticos empleando un diseño fraccional factorial, que cumplía

las propiedades de ortogonalidad, balanceado y mínimum overlap. Una vez definidos los

pares de elecciones, se incluyeron en el cuestionario que se administró a una muestra de

la población general (n=300). El diseño de la muestra se realizó mediante muestreo

aleatorio simple por cuotas de edad y sexo, estratificado por áreas y municipios de

residencia de la población mayor de 18 años y representativa de la población general de

Navarra.

La encuesta se realizó mediante entrevistas personales a domicilio. En el curso de la

misma, tras proporcionar información acerca de los atributos y niveles a los

41 Una versión preliminar del estudio se publicó en Cabasés et al. (2006).

67

Page 70: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

encuestados, se les presentaron los 16 pares de hipotéticos pacientes para que, ante cada

par, eligieran al paciente que, en su opinión, debería ser operado en primer lugar.

Las respuestas se analizaron mediante métodos bayesianos, utilizando el método de

estimación Gibbs sampling. Una ventaja de los métodos bayesianos es que permiten, a

partir de las distribuciones a posteriori de los coeficientes, la realización de

estimaciones puntuales y el cálculo de intervalos de confianza (IC). En el modelo logit

se utilizaron 9.600 observaciones (300 individuos x 16 elecciones x 2 opciones). Con el

fin de evitar la multicolinealidad, se establecieron niveles de referencia para cada uno de

los atributos. En la tabla 17 se muestran los resultados del modelo de regresión.

Tabla 17. Resultados del modelo logit. Distribución a posteriori de los coeficientes de interés (San Miguel et al., 2008).

Atributos y niveles Media Desv. Estándar IC al 95%

Constante -2.65 0.14 -2.94; -2.38 Problema de salud

Leve –0.11 -0.13 –0.37; 0.15 Grave 1.59 -0.11 1.37; -1.81 Muy grave 5.14 -0.13 4.90; -5.40

Mejora de la salud Moderada –1.05 -0.12 –1.30; -0.81 Notable –0.28 -0.11 –0.50; -0.06 Completa –0.86 -0.13 –1.11; -0.6

Coste (€) 2.000 4.82 -0.16 4.51; -5.15 4.000 2.04 -0.13 1.79; -2.31 6.000 1.31 -0.11 1.11; -1.52

Edad (años) 35 1.53 -0.13 1.28; -1.78 65 –2.55 -0.2 –2.95; -2.17 80 –1.80 -0.14 –2.07; -1.53

Tiempo de espera (meses) 5 2.33 -0.12 2.10; -2.57 8 2.98 -0.15 2.69; -3.27 11 –3.15 -0.17 –3.50; -2.83

Para cada uno de los cinco atributos se establecieron como nivel de referencia, respectivamente, los siguientes: muy leve, ligera, 1000 euros, 16 años y 2 meses. Fuente: San Miguel et al. (2008).

La inclusión del valor cero en el IC bayesiano de un coeficienteimplica que la

probabilidad de conocer el sentido al que está afectando la variable asociada a ese

coeficiente es menor del 95%. Esto únicamente ocurre en el caso del nivel “leve” en el

atributo “problemas de salud”. La interpretación de los coeficientes es la siguiente: un

problema de salud “muy leve” se valora 5.14 veces menos que uno “muy grave”, y 1.59

68

Page 71: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

veces menos que uno “grave”. Es decir, a mayor gravedad en el problema de salud,

mayor la prioridad asignada al paciente. Nótese que éste es el único atributo que verifica

esta relación positiva monótona entre niveles y prioridad.

Para analizar la importancia relativa de los atributos se calcula, en primer lugar, la

variable dependiente explicada en el modelo logit para cada uno de los niveles (ΔP)42 y,

a continuación, se obtiene le peso relativo de los atributos como el cociente entre el

rango de variación del atributo (diferencia entre el valor máximo y mínimo de ΔP entre

los distintos niveles) y la suma de los rangos de variación de todos los niveles. Los

resultados se muestran en la tabla 18.

Tabla 18. Variaciones en las medidas de probabilidad (ΔP) de los distintos niveles de que un paciente sea priorizado y pesos relativos de los atributos.

Atributos y niveles ΔP Peso relativo (%) Constante 0.066 Problema de salud 33.84

Leve 0.059 Grave 0.256 Muy grave 0.923

Mejora de la salud 1.63 Moderada 0.024 Notable 0.050 Completa 0.029

Coste (€) 32.56 2.000 0.897 4.000 0.352 6.000 0.206

Edad (años) 9.37 35 0.245 65 0.005 80 0.011

Tiempo de espera (meses) 22.59 5 0.421 8 0.580 11 0.003

Para cada uno de los cinco atributos se establecieron como nivel de referencia, respectivamente, los siguientes: muy leve, ligera, 1000 euros, 16 años y 2 meses. Fuente: San Miguel et al. (2008).

El atributo con mayor peso relativo es el representativo de los problemas de salud que, a

su vez, es al que los encuestados otorgan mayor importancia en su ordenación directa de

los atributos. El segundo y tercer atributo en importancia son el coste de la intervención

42 Variación en la probabilidad de que un paciente sea priorizado en la lista de espera ante un incremento unitario en uno de los niveles, manteniendo el resto en el nivel de referencia.

69

Page 72: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

y el tiempo de espera. El atributo mejora en la salud es, sorprendentemente, el que

menos peso relativo tiene de todos, con diferencia.

En la discusión de sus resultados, los autores ofrecen dos hipótesis explicativas en

relación con la importancia de los atributos “problema de salud” y “mejora de la salud”.

Por un lado, dicen, los individuos podrían no pensar en términos de ganancia esperada

de salud (como sugiere el modelo AVAC), sino en términos del estado de salud actual

(tratar primero a los más graves). Tal vez los sujetos supongan que el mero hecho de

tratar a una persona muy grave supone en sí mismo una mejora sustantiva en su estado e

salud. De otro lado, es posible que los resultados muestren una fuerte preferencia

(incluso lexicográfica) por el atributo “problema de salud”, de modo que los individuos

siempre priorizan al paciente que se encuentra peor, considerando otros atributos

únicamente en caso de igualdad o empate en términos de gravedad.

Por lo que respecta al atributo coste, la estimación sugiere una forma de “U invertida”,

de manera que la probabilidad de priorizar pacientes aumenta al pasar de 6000€ a

4000€, y de 4000€ a 2000€, pero disminuye al pasar de 2000€ a 1000€. Si bien los dos

primeros resultados indican que la gente prioriza a los pacientes que suponen un menor

coste, el valor del parámetro para el nivel 1000€ resulta difícil de interpretar.

Tampoco es monótono el comportamiento del atributo “tiempo de espera” y, aunque

señalan la coincidencia de su resultado con el obtenido por Rivera et al. (2004) para el

caso de cirugía de varices, los autores no se atreven a aventurar hipótesis explicativa

alguna.

Pese a estos resultados en cierto modo inesperados, el estudio de San Miguel et al.

representa una aportación interesante a la literatura sobre diseño de sistemas lineales de

puntos por tratarse de una propuesta genérica. Esto tiene sus ventajas, como el hecho de

que al obtener las preferencias de la población general, el sesgo de hipótesis puede ser

menor (es más difícil para un encuestado imaginar el estado de salud de un paciente con

una dolencia o enfermedad concreta); pero también presenta inconvenientes, en la

medida en que el abordaje de las listas de espera debería tener en cuenta la

heterogeneidad de las diferentes patologías y procesos.

En la página siguiente se ofrece una tabla-resumen con las características principales de

los estudios analizados.

70

Page 73: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos en España

Tabla 19. Propuestas de sistemas lineales de puntos para el establecimiento de prioridades en listas de espera en España.

Procedimiento Criterios (entre paréntesis el nº de niveles dentro de cada criterio)

Identificación y selección de criterios

Origen de las valoraciones (fuente de las preferencias)

Atroplastia de cadera/rodilla (Espallargues et al., 2003; 2004)

Dolor (3) Probabilidad de recuperación (2) Limitación actividades cotidianas (3) Limitación para trabajar (2) Tener una persona que cuide al paciente(2) Tener alguna persona a su cargo (2)

Técnicas cualitativas: grupos focales de médicos especialistas, otros profesionales, pacientes y familiares, y población general

Médicos especialistas Otros profesionales

sanitarios Pacientes y familiares Población general

Cirugía de cataratas (Espallargues et al., 2003; 2004)

Gravedad: incapacidad visual (4) Probabilidad de recuperación (3) Limitación de las actividades cotidianas (3) Limitación para trabajar (2) Tener una persona que cuide al paciente (2) Tener alguna persona a su cargo (2)

Técnicas cualitativas: grupos focales de médicos especialistas, otros profesionales, pacientes y familiares, y población general

Médicos especialistas Otros profesionales

sanitarios Pacientes y familiares Población general

Cirugía de cataratas (Rodríguez et al. 2004)

Incapacidad visual (4) Limitación actividades cotidianas (2) Probabilidad de recuperación (3) Edad (4) Tiempo de espera en meses (4) Las tres últimas variables se transforman en

continuas mediante una función lineal (edad) o logarítmics (probabilidad de recuperación y tiempo de espera).

Revisión de la literatura y opinión de expertos.

Población general.

Cirugía de varices (Rivera et al. 2004)

Gravedad clínica (3) Repercusiones en al vida cotidiana (3) Edad (3) Tiempo en la lista (3) Las dos últimas variables se transforman en

continuas mediante una función de ajuste parabólica.

Revisión de la literatura y encuesta a población general

Profesionales (médicos y enfermeros)

Pacientes y familiares Población general

Cirugía de varices (Bellmunt-Montoya et al. 2008)

Gravedad (3) Tamaño de las varices (2) Complicaciones (2) Afectación de la calidad de vida (3) Circunstancias laborales agravantes (2)

Revisión de la literatura. Grupos focales de

especialistas y pacientes.

Población general.

Prostactectomía (Abad et al. 2006)

Gravedad (2) Molestias (2) Limitaciones en actividades cotidianas (2) Limitaciones para trabajar (2) Otras enfermedades que agravan la situación (2)

Grupos nominales de profesionales, pacientes, población general (para seleccionar los criterios).

Opinión de expertos y revisión de la literatura (para establecer los niveles)

Pacientes Población general

Atroplastia de cadera/rodilla (Rodríguez et al. 2007)

Dolor (3) Limitaciones en la vida cotidiana (3) Daño de la articulación (2) Tiempo de espera (3) Limitaciones para trabajar (2) Tener a alguien que los cuide (2)

Grupos focales y nominales de especialistas, pacientes y población general.

Revisión de la literatura

Pacientes Población general (muestreo aleatorio estratificado; muestra representativa de la población gallega)

Cirugía electiva, en general (San Miguel et al., 2008)

Problemas de salud (4) Mejora en la salud (4) Coste (4) Edad (4) Tiempo de espera (4)

Revisión de la literatura y encuesta a muestra de conveniencia (profesores de economía y empresa)

Población general (muestreo aleatorio estratificado; muestra representativa de la población navarra)

Fuente: Elaboración propia.

71

Page 74: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE
Page 75: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Análisis de la situación actual de las listas de espera en Murcia

5. Análisis de la situación actual de las listas de espera en la

Región de Murcia y en el Sistema Nacional de Salud.

5.1. La percepción de los usuarios del sistema de salud. La demora en ser atendido por el sistema sanitario continúa siendo una de las

principales quejas de los usuarios de los servicios de salud públicos. Los ciudadanos no

sólo están preocupados por la cuestión de las listas de espera, sino que se interesan cada

vez más por conocer lo que las autoridades sanitarias hacen para tratar de mejorar las

cosas. Así, los últimos datos del Barómetro Sanitario muestran un escenario

aparentemente paradójico, pues, aunque son cada vez más los ciudadanos que

consideran que las autoridades están trabajando por mejorar la situación de las listas de

espera (un 47% en 2007 frente a un 31% en 1996), también ha crecido notablemente el

porcentaje de usuarios que opina justo lo contrario (un 19% en 1996 y un 32% en 2007).

La paradoja es sólo aparente, pues la explicación está en el creciente interés de los

ciudadanos en informarse de las iniciativas de la administración sanitaria en este campo,

que se pone de manifiesto en la drástica reducción del porcentaje de usuarios que dice

desconocer la cuestión (casi un 50% en 1996; un 21% en 2007).

En el caso de la Región de Murcia, las opiniones de los ciudadanos revelan una mayor

confianza en el compromiso de la Administración con el objetivo de mejorar las listas

de espera sanitarias, si comparamos con el dato nacional. Es común al resto del país la

preocupación creciente por esta cuestión, pues el porcentaje de encuestados que decía

desconocer si las autoridades estaban adoptando medidas de mejora en el ámbito de las

listas de espera pasó de un 52% en 1996 a un 21% en 2007 (en 2000 llegó a superar el

57%). Sin embargo, la Región de Murcia destaca sobre las demás por el hecho de que

más de un 60% de los ciudadanos entrevistados en 2007 afirmó que las autoridades

sanitarias estaban trabajando para resolver los problemas de las esperas, en tanto que el

porcentaje de usuarios que opinaron lo contrario no alcanzó el 18%.

No obstante, esta positiva valoración de las intenciones de las autoridades sanitarias se

torna escepticismo cuando se pregunta a los ciudadanos acerca de los resultados

materiales de las medidas emprendidas por la Administración. Así, a escala nacional,

más del 71% de los entrevistados sostenía en 2007 que las listas de espera no habían

mejorado o incluso habían empeorado en el último año. El porcentaje de encuestados

que constata una mejora en las listas de espera en el año anterior a la realización de la

73

Page 76: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

entrevista muestra desde 2000 una moderada pero sostenida tendencia decreciente. En el

ámbito regional se observan resultados similares: un 50% no detecta cambios en los

problemas de las listas de espera y algo más del 10% declara que tales problemas

empeoraron durante el año anterior. La proporción de ciudadanos que afirma que las

listas de espera han mejorado en el último año no alcanza el 25% en 2007, aunque el

dato de este año mejora los de 2005 y 2006.

En definitiva, las políticas de gestión de las listas de espera despiertan un creciente

interés en los ciudadanos españoles, en general, y de la Región de Murcia, en particular.

Los usuarios de la sanidad murciana aprecian en mayor medida que la media nacional

esfuerzos por parte de las autoridades para resolver los problemas de las listas de espera.

Sin embargo, estos mismos ciudadanos parecen resignados a que estas iniciativas no se

traduzcan en mejoras perceptibles, pues uno de cada cuatro encuestados responde año

tras año que las listas de espera no mejoran, con independencia de que en dicho año se

perciba una mayor o menor implicación de las autoridades sanitarias en la resolución

del problema. Analizamos a continuación los elementos básicos que están detrás de las

listas de espera y de su consideración como un “problema” que requiere la búsqueda de

soluciones.

5.2. La situación actual de las listas de espera en Murcia y en España.

5.2.1. Fuentes de información e indicadores.

El Real Decreto 605/2003 (BOE de 23 de mayo) de medidas para el tratamiento

homogéneo de la información sobre listas de espera en le Sistema Nacional de Salud

establece los criterios, indicadores y requisitos mínimos, básicos y comunes en materia

de información sobre listas de espera en consultas externas, pruebas diagnósticas y

terapéuticas e intervenciones quirúrgicas.

Como resultado de la entrada en vigor del citado Real Decreto, se dispone de

información periódica referida al conjunto del Sistema Nacional de Salud sobre listas de

espera quirúrgicas por procesos y por especialidades, así como sobre listas de espera no

quirúrgicas. Pese a que subsisten algunos sesgos e inconsistencias en al medición de los

tiempos de espera y de las listas, son notables los avances logrados en la

homogeneización de los datos y en la accesibilidad a la información (los datos globales

son de público acceso a través de la web del Ministerio de Sanidad y Consumo)43.

43 http://www.msc.es/estadEstudios/estadisticas/inforRecopilaciones/listaEspera.htm.

74

Page 77: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Análisis de la situación actual de las listas de espera en Murcia

Además de esta información agregada para el Sistema Nacional de Salud, son varias las

Comunidades Autónomas que publican con carácter periódico la información relativa a

las listas de espera en el interior del servicio regional de salud. Una de ellas es la

Comunidad Autónoma de la Región de Murcia44, que amplió la regulación estatal

mediante el Decreto 25/2006 de 31 de marzo (BORM de 8 de abril) por el que se

desarrolla la normativa básica estatal en materia de información sobre listas de espera y

se establecen las medidas necesarias para garantizar un tiempo máximo de acceso a las

prestaciones del sistema sanitario público de la Región de Murcia.

En esta sección se ofrece una panorámica de las listas de espera quirúrgica en la Región

de Murcia y en el conjunto del SNS, correspondiendo los datos más recientes al mes de

Junio de 2008. La información se presenta en dos niveles de desagregación, por

especialidades y por procesos/patologías, siendo los indicadores seleccionados la espera

media del total de pacientes intervenidos, el tiempo medio de espera de los pacientes en

espera estructural, y el volumen de pacientes en espera estructural (tasa por cada 1000

habitantes), así como su distribución por tramos de espera.

Mientras que los dos primeros indicadores se refieren al tiempo de espera, el tercero

permite cuantificar la longitud de la lista. Así, el Real Decreto 605/2003 define la

espera media del total de pacientes intervenidos como el tiempo promedio, expresado

en días, que han esperado los pacientes ya intervenidos, desde la fecha de entrada en el

registro hasta la fecha de intervención quirúrgica. Se consideran pacientes en espera

estructural aquellos que se encuentran en situación de ser intervenidos quirúrgicamente

y cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles; se excluyen, por

tanto, aquellos que han rechazado ser intervenidos en un centro alternativo. Por su parte,

el tiempo medio de espera de los pacientes en espera estructural es el tiempo medio,

expresado en días, que llevan esperando los pacientes (en espera estructural) pendientes

de intervención, desde la fecha de entrada en el registro (fecha de prescripción de la

intervención) hasta la fecha final del periodo de estudio. Y, finalmente, el Real Decreto

605/2003 define la distribución de pacientes en espera estructural como el número de

pacientes (en espera estructural) pendientes de intervención en cada uno de los tramos

siguientes: 0-90 días, 91-180 días, 181-365 días y más de 365 días.

Para la Región de Murcia se presentan datos de todos los indicadores, si bien a efectos

comparativos, únicamente utilizaremos el segundo y tercer indicador e información 44 http://www.murciasalud.es.

75

Page 78: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

parcial referida al cuarto, pues el SNS no publica el dato agregado de espera media de

pacientes intervenidos y, en relación con la distribución de pacientes en espera

estructural, únicamente ofrece el dato del porcentaje de pacientes que están más de 6

meses en espera.

5.2.2. Listas de espera por especialidades. Junio de 2008.

En la Tabla 20 se muestra la información relativa a los tiempos de espera y el tamaño de

las listas de espera en el sistema murciano de salud por especialidades quirúrgicas.

Como puede comprobarse, la espera media de los pacientes intervenidos en el período

se sitúa en algo más de 74 días, siendo la especialidad de cirugía plástica y reparadora la

que, con 107,4 días, presenta una cifra más elevada, seguida de neurocirugía (95,8 días)

y traumatología (91,7 días). Por el contrario, los pacientes intervenidos en cirugía

torácica fueron los que soportaron una espera media más corta: 35 días.

Por lo que respecta a los pacientes en espera estructural, el mayor número de ellos se

concentra en las especialidades de traumatología, cirugía general y oftalmología, con

tasas por cada mil habitantes superiores al 2‰ en los tres casos. Las citadas

especialidades concentran casi el 70% de todos los pacientes en espera estructural del

sistema regional de salud en el período de referencia.

El tiempo medio de espera estructural quirúrgica, para el conjunto de especialidades se

situó en 54,3 días. Los pacientes que soportan tiempos de espera más dilatados son los

de cirugía maxilofacial (62,5 días) cirugía plástica y reparadora (60,8 días) y

otorrinolaringología (60,7 días). En el extremo opuesto se encuentra la especialidad de

cirugía torácica y la de cirugía cardiaca, cuyos pacientes en espera estructural presentan

tiempos medios de espera de 33,5 y 37,25 días, respectivamente.

La mayoría de los pacientes en espera estructural llevan menos de tres meses esperando;

sólo un 1,5% de los pacientes permanecen en lista desde hace más de seis meses. Estos

pacientes se concentran en cinco especialidades: cirugía general, ginecología,

oftalmología, traumatología y urología. Únicamente en traumatología hay pacientes en

espera estructural que llevan esperando intervención más de un año.

En la Tabla 21 se compara la situación de las listas de espera en la Región de Murcia

con la información referida al conjunto del Sistema Nacional de Salud. El tiempo medio

de espera de quirúrgica de los pacientes cubiertos por el sistema sanitario murciano es

un 20% inferior al registrado en el ámbito nacional (54 días frente a 68). Esta situación

76

Page 79: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Análisis de la situación actual de las listas de espera en Murcia

favorable se repite para todas y cada una de las especialidades, si bien en diferente

grado. Los pacientes en espera estructural quirúrgica presentan tiempos medios de

espera entre un 6% (dermatología) y un 54% (cirugía cardiaca) inferiores a la media

nacional. La comparación de la distribución de los pacientes por tramos de espera

también arroja resultados favorables al sistema sanitario regional. Para el conjunto del

SNS existen pacientes con esperas superiores a los 6 meses en todas las especialidades,

mientras que en la Región de Murcia únicamente se registran en las cinco antes

mencionadas. Además, la proporción de pacientes en espera estructural superior a 6

meses en aquellas especialidades donde se registran estas esperas más prolongadas es

significativamente menor para el caso de Murcia que para el conjunto del Estado.

El único dato comparativamente peor en el sistema de salud regional es el referido al

volumen de pacientes en espera estructural. La tasa agregada de pacientes en espera por

cada mil habitantes es ligeramente superior en el caso de Murcia (9,68‰ frente a

9,38‰) y resulta ser significativamente más alta para algunas especialidades en

particular, como cirugía pediátrica (un 33% superior en Murcia que en España) y cirugía

maxilofacial (un 27% mayor a escala regional). En las especialidades con listas de

espera más voluminosas (traumatología y oftalmología), la tasa es, no obstante, muy

similar en la Región a la observada para el conjunto del sistema nacional de salud.

5.2.3. Listas de espera por procesos. Junio 2008.

En la Tabla 22 se muestra la información relativa a los tiempos de espera y el tamaño de

las listas de espera en el sistema murciano de salud por procesos/patologías. La espera

media para el conjunto de procesos seleccionados se acerca a los 84 días. Las esperas

más prolongadas en pacientes intervenidos en el período se registran en la implantación

de prótesis de rodilla (119,7 días) y de cadera (110,1) y en la intervención de Hallux

valgus (106,3 días). Las esperas medias más cortas se localizan en los procesos de

fimosis (68 días) y catarata (72,2 días).

Más del 50% de los pacientes en espera estructural por alguno de los procesos

seleccionados se concentran en tres intervenciones: catarata (29,7%), hernia

inguinal/crural (16,2%) y prótesis de rodilla (7,5%). De estos tres procesos, sólo la

intervención de cataratas presenta una tasa de pacientes en espera estructural superior a

1 por cada mil habitantes.

77

Page 80: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

El tiempo medio de espera estructural quirúrgica alcanza su máximo valor para la

intervención por hiperplasia benigna de próstata (75,9 días). También superan los dos

meses de media la prótesis de rodilla (63,9 días) y la adenoamigdalectomía (63,2 días).

Por el contrario, los procesos de fimosis y túnel carpiano tienen tiempos medios de

espera que rondan el mes y medio.

Aunque más del 80% de los pacientes en espera estructural en los procesos

seleccionados lleva menos de 3 meses esperando la intervención, en nueve de los trece

procesos se registran pacientes con tiempos de espera superiores a los 6 meses,

destacando los casos de la prótesis de rodilla y la hiperplasia prostática, en los que los

pacientes con esperas que exceden de los 180 días superan el 3% de la lista.

La comparación con la información referida al conjunto del Sistema Nacional de Salud

que se ofrece en la Tabla 23 confirma lo señalado anteriormente en relación con la

información por especialidades. Para los once procesos de los que da cuenta detallada el

SNS (prótesis de rodilla y fimosis no están presentes en la información a escala

nacional), el tiempo medio de espera es entre un 48% (hallux valgus) y un 4%

(hiperplasia de próstata) inferior en la Región de Murcia que en el conjunto del SNS.

También están por debajo de la media nacional los porcentajes de pacientes que, dentro

de cada lista de espera, llevan esperando más de 6 meses. En el peor de los casos

(cataratas, hiperplasia benigna de próstata), dicho porcentaje es menos de la mitad del

observado a escala nacional. De nuevo, sin embargo, es posible identificar determinados

procesos en los que la lista de espera alcanza una proporción relativa más elevada en

Murcia que en el total del Estad. Así, las tasas por 1000 habitantes son

significativamente más altas a escala regional para los procesos de hernia

inguinal/crural (0,74‰ frente a 0,47‰), sinus piloidal (0,17‰ vs. 0,11‰) y túnel

carpiano (0,31‰ vs. 0,23‰); procesos que, a excepción del primero, no concentran, no

obstante, un número muy elevado de los pacientes en espera estructural.

5.2.4. Evolución reciente de las listas de espera en la Región de Murcia. 2007-2008.

Para terminar con este análisis descriptivo de las listas de espera quirúrgica en el

sistema de salud de la Región de Murcia, se presenta la evolución en el último año

(desde junio de 2007 hasta junio de 2008) de algunos de los indicadores analizados

A la vista de los gráficos 1 y 2 puede comprobarse cómo la espera media de los

pacientes intervenidos en el período ha aumentado ligeramente y, de modo

78

Page 81: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Análisis de la situación actual de las listas de espera en Murcia

particularmente acusado en especialidades como cirugía plástica y reparadora y

neurocirugía, y en ciertos procesos, como la hiperplasia benigna de próstata y la prótesis

de rodilla. Los gráficos 3 y 4 permiten constatar cómo dos de las tres especialidades con

mayor lista de espera (oftalmología y traumatología) han visto reducido el tamaño

relativo de su lista (la tasa por 1000 habitantes ha disminuido sensiblemente); no así en

el caso de la cirugía general. También se ha reducido la dimensión relativa de la lista de

espera correspondiente al proceso con una lista voluminosa, la intervención de cataratas.

Por último, el tiempo medio de espera de pacientes en espera estructural (gráficos 5 y 6)

se ha reducido mínimamente en términos globales, pero lo ha hecho de manera

significativa en determinadas especialidades (maxilofacial, plástica y reparadora,

neurocirugía y, en menor medida, traumatología) y en ciertos procesos (hallux valgus,

prótesis de cadera y túnel carpiano). Por el contrario los tiempos medios han aumentado

particularmente en la especialidad de otorrinolaringología, y en los procesos de

adenoamigdalectormía y, sobre todo, hiperplasia benigna de próstata, donde el tiempo

medio de espera ha pasado de 35 a 76 días.

79

Page 82: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Tabla 20. Lista de espera quirúrgica por especialidades en la Región de Murcia. Espera media de pacientes intervenidos, tiempo medio

de espera de los pacientes en espera estructural y distribución de los pacientes por tramos de espera. Junio de 2008. Pacientes en espera estructural

Distribución por tramos de espera en días Espera media

pacientes intervenidos

Tiempo medio de

espera

Total pacientes

Tasa por 1000

habitantes 0-90 91-180 181-365 >365

Angiología y Cirugía Cardiovascular 50,8 52,8 194 0,14 158 36 -- -- Cirugía Cardiaca 52,9 37,3 3 0,00 3 -- -- -- Cirugía General 69,5 51,6 3063 2,15 2589 433 41 -- Cirugía Maxilofacial 83,7 62,5 199 0,14 141 58 -- -- Cirugía Pediátrica 78,8 54,6 459 0,32 365 94 -- -- Cirugía Plástica y Reparadora 107,4 60,8 275 0,19 222 53 -- -- Cirugía Torácica 35,0 33,5 20 0,01 20 -- -- -- Dermatología 52,8 42,4 227 0,16 205 22 -- -- Ginecología 60,5 53,4 742 0,52 610 110 22 -- Neurocirugía 95,8 50,5 132 0,09 112 20 -- -- Oftalmología 67,2 52,0 2864 2,01 2397 426 41 -- Otorrinolaringología 88,8 60,7 1157 0,81 882 275 -- -- Traumatología 91,7 57,9 3467 2,43 2859 523 81 4 Urología 64,7 50,9 1011 0,71 828 164 19 -- TOTAL 74,2 54,3 13813 9,68 11391 2214 204 4 Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

80

Page 83: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Tabla 21. Lista de espera quirúrgica por especialidades. Tiempo medio de espera de los pacientes en espera estructural y distribución de

los pacientes por tramos de espera. Región de Murcia y SNS (*). Junio de 2008. Tiempo medio de espera estructural Pacientes en espera

(tasa por 1000 habitantes) Pacientes en espera estructural superior

a los 6 meses (%) Región de Murcia Región de Murcia Región de Murcia

SNS (días) Días SNS=100

SNS (‰) (‰) SNS=100

SNS (%) % SNS=100

Angiología y Cirugía Cardio Vacular 76 52,8 69 0,23 0,14 61 7,69 -- -- Cirugía Cardiaca 81 37,3 46 0,07 0 0 6,89 -- -- Cirugía General 64 51,6 81 1,77 2,15 121 4,85 1,34 28 Cirugía Maxilofacial 78 62,5 80 0,11 0,14 127 5,91 -- -- Cirugía Pediátrica 80 54,6 68 0,24 0,32 133 5,59 -- -- Cirugía Plástica y Reparadora 93 60,8 65 0,25 0,19 76 9,63 -- -- Cirugía Torácica 56 33,5 60 0,02 0,01 50 6,17 -- -- Dermatología 45 42,4 94 0,16 0,16 100 0,94 -- -- Ginecología 61 53,4 87 0,55 0,52 95 3,83 2,96 77 Neurocirugía 79 50,5 64 0,15 0,09 60 5,67 -- -- Oftalmología 56 52,0 93 1,90 2,01 106 4,02 1,43 36 Otorrinolaringología 71 60,7 86 0,74 0,81 109 5,44 -- -- Traumatología 77 57,9 75 2,48 2,43 98 8,54 2,45 29 Urología 63 50,9 81 0,70 0,71 101 4,53 1,88 41 TOTAL 68 54,3 80 9,38 9,68 103 5,82 1,51 26 (*) En la información del SNS faltan los datos de la Comunidad de Madrid. Fuente: Elaboración propia a partir de los indicadores del Sistema de Información sobre Listas de Espera en el Sistema Nacional de Salud (www.msc.es) y la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Análisis de la situación de las listas de espera en M

urcia

81

Page 84: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Tabla 22 Lista de espera quirúrgica por procesos en la Región de Murcia. Espera media de pacientes intervenidos, tiempo medio de espera de los pacientes en espera estructural y distribución de los pacientes por tramos de espera. Junio de 2008.

Pacientes en espera estructural Distribución por tramos de espera en días

Espera media pacientes

intervenidos Tiempo

medio de espera

Total pacientes

Tasa por 1000

habitantes 0-90 91-180 181-365 >365

Adenoamigdalectomia 94,8 63,2 378 0,27 274 104 -- -- Artroscopia 97,5 59,3 436 0,31 358 66 11 1 Catarata 72,2 50,0 1945 1,37 1683 233 29 -- Colelitiasis 87,1 50,9 448 0,31 385 59 4 -- Fimosis 68,0 45,7 192 0,13 161 31 -- -- Hallux Valgus 106,3 58,9 412 0,29 334 69 9 -- Hernia inguinal / crural 86,0 52,4 1058 0,74 892 158 8 -- Hiperplasia benigna de próstata 88,9 75,9 99 0,07 67 29 3 -- Prótesis de cadera 110,1 57,6 168 0,12 143 23 2 -- Prótesis de rodilla 119,7 63,9 488 0,34 383 88 17 -- Sinus pilonidal 76,7 48,4 237 0,17 209 28 -- -- Tunel carpiano 78,3 46,7 436 0,31 386 49 1 -- Varices MM.II. 93,4 59,5 241 0,17 191 45 5 -- TOTAL procesos seleccionados 83,9 53,9 6538 4,59 5466 982 89 1 Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

82

Page 85: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Tabla 23. Lista de espera quirúrgica por procesos. Tiempo medio de espera de los pacientes en espera estructural y distribución de los pacientes por tramos de espera. Región de Murcia y SNS(*).Junio de 2008.

Tiempo medio de espera estructural Pacientes en espera (tasa por 1000 habitantes)

Pacientes en espera estructural superior a los 6 meses (%)

Región de Murcia Región de Murcia Región de Murcia

SNS (días) Días SNS=100

SNS (‰) (‰) SNS=100

SNS (%) % SNS=100

Adenoamigdalectomia 80 63,2 79 0,25 0,27 106 7,65 -- -- Artroscopia 85 59,3 70 0,39 0,31 79 9,79 2,75 28 Catarata 62 50,0 81 1,52 1,37 90 3,85 1,49 39 Colelitiasis 73 50,9 70 0,24 0,31 131 6,34 0,89 14 Hallux Valgus 113 58,9 52 0,29 0,29 100 15,45 2,18 14 Hernia inguinal / crural 71 52,4 74 0,47 0,74 158 5,96 0,76 13 Hiperplasia benigna de próstata 79 75,9 96 0,11 0,07 63 7,98 3,03 38 Prótesis de cadera 97 57,6 59 0,2 0,12 59 12,31 1,19 10 Sinus pilonidal 67 48,4 72 0,11 0,17 151 5,45 -- -- Tunel carpiano 66 46,7 71 0,23 0,31 133 5,53 0,23 4 Varices MM.II. 83 59,5 72 0,25 0,17 68 8,88 2,07 23 TOTAL procesos seleccionados (†) 75 53,4 71 4,08 4,11 101 6,86 1,25 18 (*) En la información del SNS faltan los datos de la Comunidad de Madrid. (†) Los indicadores referidos al Total de procesos para la Región de Murcia no coinciden con los de la Tabla 3 debido a la exclusión de dos procesos (fimosis y prótesis de rodilla) para los cuales el sistema de información del SNS no ofrece datos. Fuente: Elaboración propia a partir de los indicadores del Sistema de Información sobre Listas de Espera en el Sistema Nacional de Salud (www.msc.es) y la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Análisis de la situación de las listas de espera en M

urcia

83

Page 86: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

Gráfico 1. Lista de espera quirúrgica por especialidades en la Región de Murcia. Espera media de los pacientes intervenidos. Junio 2007 – Junio 2008.

0

20

40

60

80

100

120

ACV CCA CGD CMF CPE CPL CTO DER GIN NRC OFT ORL TRA URO TOTAL

Día

s jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Gráfico 2. Lista de espera quirúrgica por procesos en la Región de Murcia. Espera media de los pacientes intervenidos. Junio 2007 – Junio 2008.

0

20

40

60

80

100

120

140

AAT ART CAT COL FIM HV HER HBP PCA PRO SIN TC VAR TOTAL

Día

s jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

84

Page 87: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Análisis de la situación actual de las listas de espera en Murcia

Gráfico 3. Lista de espera quirúrgica por especialidades en la Región de Murcia. Pacientes en espera estructural por 1000 habitantes. Junio 2007 – Junio 2008.

0,00

0,50

1,00

1,50

2,00

2,50

3,00

ACV CCA CGD CMF CPE CPL CTO DER GIN NRC OFT ORL TRA URO

tasa

por

mil

ha

jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Gráfico 4. Lista de espera quirúrgica por procesos en la Región de Murcia. Pacientes en espera estructural por 1000 habitantes. Junio 2007 – Junio 2008.

0,00

0,20

0,40

0,60

0,80

1,00

1,20

1,40

1,60

1,80

2,00

AAT ART CAT COL FIM HV HER HBP PCA PRO SIN TC VAR

tasa

por

mil

ha

jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

85

Page 88: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

Gráfico 5. Lista de espera quirúrgica por especialidades en la Región de Murcia. Tiempo medio de espera estructural. Junio 2007 – Junio 2008.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

ACV CCA CGD CMF CPE CPL CTO DER GIN NRC OFT ORL TRA URO TOTAL

Día

s jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

Gráfico 6. Lista de espera quirúrgica por procesos en la Región de Murcia. Tiempo medio de espera estructural. Junio 2007 – Junio 2008.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

AAT ART CAT COL FIM HV HER HBP PCA PRO SIN TC VAR TOTAL

Día

s jun-07jun-08

Fuente: Elaboración propia a partir de la información publicada por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia (www.murciasalud.es).

86

Page 89: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Conclusiones

5. Conclusiones.

Los objetivos que nos planteamos al comienzo del presente informe eran tres. En primer

lugar, realizar una revisión de las estrategias de abordaje de las listas de espera

sanitarias y, en particular, de los sistemas de establecimiento de prioridades aplicados en

el ámbito internacional. En segundo lugar, exponer las principales características de los

estudios realizados hasta la fecha en España con el fin de diseñar sistemas de puntos

para establecer prioridades entre pacientes en listas de espera quirúrgicas. En tercer y

último lugar, conocer el estado actual de las listas de espera en cirugía electiva en la

Región de Murcia, su situación relativa respecto de lo observado en el conjunto del

Sistema Nacional de Salud, y su evolución reciente.

Por lo que respecta al primero de los objetivos, se ha podido constatar que el problema

de las listas de espera o, para ser más precisos, el problema de las largas listas de espera

(excesivos tiempos de espera) está presente en la agenda de las autoridades sanitarias de

todos los sistemas de salud públicos, así como entre las preocupaciones principales de

los usuarios de los servicios sanitarios. Las estrategias de abordaje de las listas de espera

pasan por actuaciones sobre la oferta y/o sobre la demanda que permitan reducir el

tamaño de las listas y acortar los tiempos de espera. El incremento de los recursos

disponibles para asistencia sanitaria y una más eficiente gestión de los existentes parece

ser condición necesaria para lograr algún efecto sobre las variables de interés.

No obstante, un objetivo complementario al de reducir las colas y los tiempos de espera

es el de establecer prioridades entre los pacientes en espera, de modo que se promueva

un uso de los recursos más eficiente (en términos de la maximización del output

sanitario obtenido) y más equitativo (en el sentido de dar prioridad a los pacientes que

presentan una mayor necesidad “objetiva” de ser atendidos). El desarrollo de sistemas

de establecimiento de prioridades explícitos se orienta a dicho objetivo, y son muy

diversas las posibilidades en este ámbito, en función de las decisiones metodológicas

que se adopten: sistemas integrados vs. específicos; sistemas basados exclusivamente en

variables clínicas vs. sistemas que incorporan variables sociales; sistemas lexicográficos

vs. sistemas de puntos; sistemas lineales vs. no lineales).

De todos estos sistemas de establecimiento de prioridades, hemos centrado nuestra

atención en los sistemas de puntos, en general, y en los sistemas lineales, en particular,

revisando la experiencia internacional al respecto. Países como Canadá, Estados Unidos

87

Page 90: SISTEMAS LINEALES DE PUNTOS PARA LA GESTIÓN DE LISTAS DE

Sistemas lineales de puntos para la gestión de listas de espera sanitarias

o Nueva Zelanda han sido pioneros en el diseño de sistemas de prioridad basados en

puntuaciones para la ordenación de las listas de espera en determinados procesos de

cirugía electiva, acceso a órganos para trasplante (el caso de Estados Unidos) y ciertas

intervenciones no quirúrgicas. En todos los casos, salvando las lógicas dificultades de

implantación y pese a ciertas disfunciones en determinados procesos concretos, los

resultados son satisfactorios.

En España no existen criterios explícitos para priorizar a los pacientes en lista de espera

para cirugía programada. El tiempo en la lista aparece como único criterio de prioridad,

lo que puede conducir a que no siempre se atienda primero a quien más lo necesita o a

quien más puede beneficiarse de la intervención. Sin embargo, desde hace unos años

han comenzado a aparecer propuestas metodológicas para el diseño de sistemas lineales

de puntos aplicables a la gestión de listas de espera de artroplastia de cadera y rodilla,

cataratas, cirugía de varices, prostactectomía y cirugía electiva en general. De todos

ellos, únicamente el sistema propuesto en Cataluña para los dos procesos citados en

primer lugar (cirugía de cadera y rodilla y extracción de cataratas) ha sido llevado a la

práctica en forma de experiencia piloto, con una evaluación bastante positiva de los

primeros resultados.

Finalmente, el análisis descriptivo de la situación de las listas de espera quirúrgicas en

el sistema sanitario regional y su comparación con lo observado a escala nacional, nos

ha permitido, en primer lugar, constatar que el problema de las listas de espera (definido

a partir de la longitud de las listas y los tiempos de espera medios) es de menor

intensidad en la Región de Murcia que en el conjunto del SNS. En segundo lugar, se ha

podido identificar las especialidades de traumatología, oftalmología y cirugía general

como aquéllas en las que el tamaño de las listas es mayor, y los procesos de cataratas,

hernia inguinal y prótesis de rodilla como los que agrupan a un mayor número de

pacientes en espera estructural. Por lo que respecta a los tiempos de espera (espera

media y tiempo medio de espera estructural), son los procesos de cirugía ortopédica

(prótesis de cadera y rodilla), prostactectomía, “hallux valgus” y varices los que

destacan por encima de la media regional. Estos datos pueden servir de orientación a la

hora de escoger un proceso sobre el que diseñar una experiencia piloto de aplicación de

un sistema lineal de puntos a la gestión de una lista de espera quirúrgica en el sistema

murciano de salud.

88

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